radio trans mundial - trans world radio · 2018-08-31 · 2 este librito está basado en las...

J. Vernon Mc Gee

Dominio mundial ¿De quién será? Los tiempos de los gentiles

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J. Vernon Mc Gee

Dominio mundial ¿De quién será? Los tiempos de los gentiles

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Este librito está basado en las enseñanzas del Dr. J. Vernon McGee (1904 -1988), autor del estudio bíblico A Través de la Biblia. El contenido de este mensaje es parte de un sermón que el Dr. McGee predicó en la Iglesia de la Puerta Abierta en Los Ángeles, California, donde pastoreaba desde 1949 hasta 1970.

©2018 THRU THE BIBLE RADIO NETWORKPrimera Edición

ISBN 978-1-944067-25-0Impreso en los Estados Unidos

Printed in the United States

Al menos que se indique lo contrario, el texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina;

© renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.Reina-Valera 1960TM es una marca registrada de la American Bible Society,

y puede ser usada solamente bajo licencia.

Este folleto está basado en la enseñanza del Dr. J. Vernon McGee (1904-1988), autor del estudio bíblico A Través de la Biblia. El contenido de este mensaje forma

parte de un sermón que predicó el Dr. McGee mientras servía como pastor de la Church of the Open Door (Iglesia de la Puerta Abierta) en Los Ángeles, California,

donde él sirvió desde 1949 hasta 1970.

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3 Dominio mundial ¿De quién será?

Dominio mundial ¿De quién será? Los tiempos de los gentilesHay dos reinos mundiales delante de nosotros, y puede que estemos más cerca de ellos de lo que pensamos. El primero será el reino del Anticristo, establecido por la filosofía y la sicología del hombre. Este deificará a los seres humanos y tratará de probar que son capaces de unir y crear un mundo de orden, paz e igualdad sin Dios.

Porque Dios instituyó leyes morales absolutas para gobernar al hombre, este proclama que la utopía puede venir solo si se rechazan estos absolutos. Es este reino que el Señor Jesús destruirá a Su venida. Toda la supuesta superioridad del hombre yacerá en las cenizas y polvo de los imperios caídos los cuales serán allanados por la Piedra que machaca la imagen y la hace polvo.

Los gentiles no han hecho un buen trabajo de manejar al mundo. Podemos ver el principio de esto en el libro de Daniel, que data del año 600 a.C. Ud. y yo hemos llegado casi al fin del reino gentil, a un día cuando el Señor Jesucristo vendrá y tomará en Sus propias manos el cetro del dominio mundial. La historia de los “tiempos de los gentiles” se cuenta notablemente en el capítulo delante de nosotros.

En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño. Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey. Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño. Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para siempre vive, di el sueño a tus siervos, y te mostraremos la interpretación. Respondió el rey a los caldeos: El asunto lo olvidé… (Daniel 2:1-5)

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Debido a esta traducción, se da la impresión que el rey había olvidado su sueño y no podía recordarlo. Eso, por supuesto, no es verdad. Él sí recordaba su sueño. Lo que él dijo se traduce mejor: “La palabra ha ido de mí o, expresado de otro modo, “La palabra mía es segura”. El rey reconocía que sus sabios estaban dilatando, estaban tratando de ganar tiempo. Él dijo en efecto: “Quiero que sepan que la cosa que he dicho es segura, mi decisión es firme. No tengo la intención de contarles el sueño; mi intención es que ustedes me cuenten el sueño y su significado a mí.” Por supuesto, él sabía de lo que se trataba el sueño.

… si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán convertidas en muladares. Y si me mostrareis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí dones y favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación. Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos la interpretación. El rey respondió y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido. Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación. (Daniel 2:5-9)

Ud. recordará la historia de cómo interviene Daniel, y Dios le revela el sueño y la interpretación. Creo que Daniel le pidió a Dios que le dejara soñar el mismo sueño. Entonces, él tiene audiencia con el rey Nabucodonosor, y aquí está su interpretación:

Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus


brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra. Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey. Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación. (Daniel 2:31-45)

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Permítame decir al principio que el tema ante nosotros en cuanto a “los tiempos de los gentiles” no es una invención ni una propaganda ni una mezcolanza de sensacionalismo. Puede que el tema parezca sensacional, pero de hecho es aquello que dio nuestro Señor mismo. En el evangelio según San Lucas nuestro Señor usó esa expresión en lenguaje así:

Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. (Lucas 21:24)

Los “tiempos de los gentiles” es un periodo de tiempo que se puede especificar. Se puede identificar el principio de él, y se puede proyectar el fin de él – el cual está todavía futuro. Se utilizan otras expresiones en la Escritura que no son sinónimas a esto para nada, y necesitamos tener cuidado.

Por ejemplo, Pablo habló a los cristianos romanos en cuanto a la plenitud de los gentiles.

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos, que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. (Romanos 11:25)

La plenitud de los gentiles es ese periodo cuando Dios está llamando de entre los gentiles un pueblo para Su nombre. En Hechos 15 leemos que Santiago se paró ante la iglesia primitiva la cual era cien por ciento judía, y en sustancia él les dijo: Varones hermanos, los profetas hablaron del hecho de que Dios va a tomar de entre los gentiles un pueblo para Su nombre. Y después de eso, Él volverá y reedificará el tabernáculo de David el cual está caído. Entonces todos los gentiles invocarán a Su nombre.”


Ahora ese tiempo, el cual está etiquetado aquí “la plenitud de los gentiles”, es el periodo en el cual estamos viviendo. Terminará con el rapto de la iglesia.

Ud. podrá ver que la plenitud de los gentiles difiere de los tiempos de los gentiles, aunque corren concurrentemente durante parte de su trayectoria. La plenitud de los gentiles termina con el rapto; los tiempos de los gentiles continúan hasta que Cristo vuelva a la tierra a establecer Su reino. Notará que nuestro Señor enlazó los tiempos de los gentiles con la ciudad de Jerusalén. Él dijo:

… y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. (Lucas 21:24)

En otras palabras, el periodo etiquetado los tiempos de los gentiles es el periodo en el cual Jerusalén es hollada por los gentiles.

El principio de los tiempos de los gentiles es algo que se puede especificar en la historia. De hecho, yo no creo que esto ni se pueda debatir ya en el estudio de la profecía. Empezó con Nabucodonosor. Él es el primero en asediar a Jerusalén y destruirla después de que David había llegado a ser rey.

La invasión de Nabucodonosor ocurrió cientos de años después del reino de David, pero notará que no se incluye Egipto en el sueño de Nabucodonosor como uno de los imperios mundiales y, sin embargo, Egipto había sido un gran imperio mundial.

El imperio de Asiria tampoco se incluyó, aunque Asiria asedió a Jerusalén alrededor de 700 a.C. Isaías 37 declara la liberación de Judá por parte de Dios, que no permitió que ni una flecha del ejército asirio entrara en la ciudad. Dios no permitió que Asiria se apoderara de Jerusalén – Él los detuvo

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para darle a Su pueblo plena oportunidad de volver a Él.

Cuando David era rey sobre Israel, Dios le había dicho: “Te voy a dar un reino sempiterno.” Él también le dijo a David: “Va a ser un reino mundial, no solo sobre Palestina sino sobre la tierra entera.” Y encontrará que los salmistas tomaron esta promesa y que los profetas hablaron de ella repetidas veces. Por ejemplo, permítame llamarle la atención a solamente una Escritura, Isaías 2:1-3, para que vea que este reino del cual hablaron los profetas no se limitaba solo a Palestina sino que iba a ser mundial.

Lo que vio Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén. Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados…

El reino será establecido sobre la cumbre de los “montes,” lo cual significa los reinos terrenales, y será exaltado sobre los “collados,” que se refiere a las pequeñas naciones.

… y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos…

Ahora, esa profecía puede multiplicarse, no solo una vez, ni dos veces ni tres, sino que creo que le podría dar quinientas profecías del Antiguo Testamento concernientes a ese reino que ha de ser establecido sobre esta tierra – universal y sempiterno. Ese reino era representado por el cetro de David, y Dios repetidamente les decía a los que siguieron en el linaje de David que, si ellos continuaban en el pecado, Él les quitaría ese cetro a ellos temporariamente hasta que se cumplieran los tiempos de los gentiles. Sin embargo, ellos no escucharon a los profetas a quienes les envió Dios, y nuestro Señor Jesús les recordó a los judíos de Su día de ese hecho. Así que, vino el día que Dios quitó el cetro de las manos de


Joacim, rey de Judá, y lo puso en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia. Él tomó el cetro del reino mundial y lo puso en manos gentiles. Amigo, eso sucedió hace más de 2,500 años, y ese cetro hoy está todavía en manos de los gentiles.

El cetro representa control mundial. Y este hombre Nabucodonosor se encontró, de un día a otro, un regidor mundial. Él había derrotado a Neco, rey de Egipto y, entonces guerreaba en la delta del Nilo y lo vencía – todo cayó ante él – cuando llegó la noticia de la muerte de su padre, Nabopolasar, lo cual hizo a este Nabucodonosor el gobernante indisputado del mundo. Ya que él lo había vencido todo, una pequeña deidad tribal allá en Judá del nombre de Jehová no contaba para mucho, pensó él, así que él podría vencer allí también. ¿Quién le podría impedir?

Cuando Nabucodonosor volvió a Babilonia, él podía mirar esa gran ciudad que tenía una civilización como ninguna otra. Hasta este día no se ha presentado al mundo una civilización más grandiosa que la de Babilonia. Y vino a su mente y a su corazón una pregunta en cuanto al futuro: Aquí, de repente, me encuentro un regidor mundial. Un cetro ha sido colocado en mi mano. Ha venido de algún lugar. ¿A quién irá y qué va a pasar con él? ¿Cuál será el resultado final de esto? ¿Sabe que, después de unos 2,500 años a 3,000 años de historia humana desde el reino de Nabucodonosor, el mundo todavía se pregunta en cuanto a esto? Bueno, tenemos la respuesta en esta imagen.

Así que Dios habló a este rey por medio de un sueño. Él contestó las preguntas del rey para dejarle saber el futuro y también para dejarle saber que esta gente aborrecible a quien él había llevado en cautividad era todavía Su pueblo escogido. Sería uno de ellos que actuaría como el instrumento para revelarle al rey la visión y la interpretación de ella.

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Este hombre tuvo un sueño. Fue un sueño que él ciertamente recordaba. No piense por un minuto que Nabucodonosor había olvidado este sueño. Él vio una imagen, tremenda y terrible. Dios le habló en el tipo de lenguaje que él comprendía – Babilonia era la fuente de toda idolatría. Supongo que Babilonia tenía tantas imágenes como Menfis en Egipto. De hecho, toda la idolatría puede trazarse hasta la Torre de Babel y a esta ciudad de Babilonia. Ud. podrá ver que Dios se comunicó con él por medio de una imagen, un lenguaje que él comprendía.

Nabucodonosor se preguntaba en cuanto a esta gran imagen que no hizo más que estar parada ante él. No había ningún movimiento. Solo estaba ahí en su brillantez – multicolor, policromo, una imagen multimetálica. Él nunca había visto algo así. Era estupenda e inspiradora. Era feroz en su rostro. ¡Era algo que inspiraba terror!

El rey pensaba tanto en esto y estaba tan aturdido que llamó a su gabinete – pero quería estar seguro de recibir información correcta. Pienso que dijo a sí mismo: “He estado sospechando que estos sabios son vividores. Voy a enterarme si son o no genuinos. Voy a ver si me están engañando. Voy a ver si saben lo que hacen o no.” Cuando ellos vinieron y se pararon ante él, el rey dijo: “He tenido un sueño, y quiero saber si es un sueño importante – la interpretación de él.” Estos sabios eran la confianza cerebral en Babilonia. Por no poder dar una respuesta en este caso, no piense que estos hombres no representaban los mejores cerebros del día, porque sí lo hacían. Ellos dijeron: “Podremos decirte la interpretación si tú nos cuentas el sueño, pero no sabemos cuál fue el sueño.”

Y dijo Nabucodonosor: “Uds. tendrán que contarme el sueño. Porque estoy sumamente preocupado de él, y no sabré si su interpretación es válida si no me pueden contar el sueño.”

Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen


a todos los sabios de Babilonia. Daniel 2:12

Esto, por supuesto, fue un esfuerzo por parte de Satanás de destruir a Daniel porque él ya había llegado a ser un hombre conspicuo, un hombre de propósito en esa corte. Daniel le había sido fiel a Dios, y el diablo quería destruirle.

Cuando le llega a Daniel la palabra que todos los sabios han de ser destruidos a menos que puedan dar el sueño, este hombre Daniel con verdadera confianza y fe en Dios pide una audiencia con el rey. Cuando le traen ante Nabucodonosor, él dice: “Solo dame tiempo y te daremos la interpretación.” El rey dice: “Está bien. Si piensas que puedes hacerlo, joven, te daré la oportunidad. Admiro tu valentía. Si piensas que puedes reproducir el sueño, estoy dispuesto a esperar”. Así que Daniel va y llama a sus tres amigos a venir, y ellos se ponen a orar. Esta probablemente fue la mejor reunión de oración que hubiera habido jamás en la ciudad de Babilonia. Ellos oraron fervientemente esa noche. Se comunicaron con Dios, y Dios le dio a Daniel en una visión nocturna el sueño y la interpretación de él. Entonces Daniel pide otra audiencia con Nabucodonosor, y el capitán de la guardia le lleva apresuradamente al rey. Daniel dice en esencia al rey: “Voy a darte el sueño y voy a darte la interpretación. Pero quiero que entiendas una cosa: no es por nada en mí. No me des crédito por ello. Quiero que sepas que hay un Dios en el cielo quien revela secretos.” A propósito, yo personalmente pienso que Nabucodonosor vino a reconocer que hay un Dios en el cielo y se convirtió a través de esta experiencia. Creo que algún día voy a conocerle en las calles del cielo.

Ahora Daniel describe el sueño. “El rey vio en su sueño una gran imagen.” El minuto que él dice eso, creo que los ojos de Nabucodonosor se iluminaron. Quizá era escéptico al principio mientras él contemplaba a este joven: “¡Él es algo presuntuoso si piensa que puede hacer esto!”

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Pero tan pronto como Daniel le dijo: “El rey vio en su sueño una gran imagen,” pienso que Nabucodonosor se movió al borde de su trono y dijo: “sigue, joven. Estás en lo correcto.”

Entonces Daniel continúa: “Tú viste una gran imagen de esplendor. Era terrible de ver. Esa imagen solo estaba parada allí. Tenía la cabeza de oro. Tenía el pecho y los brazos de plata. Tenía el estómago y los muslos de bronce. Tenía las piernas de hierro y los pies de hierro y de barro.”

Nabucodonosor dice: “Tienes razón. Eso es lo que vi. Ese fue mi sueño.” “Y entonces tú viste una piedra cortada sin manos. La viste que machacó los pies de la imagen, y los hizo polvo.”

“Eso es correcto. Eso es lo que sucedió.” “Ahora te daré la interpretación de ello.” Daniel dijo primero a él: “Tú, oh rey… eres esta cabeza de oro.” Entonces, en esencia, él dijo: “Lo que has visto, Nabucodonosor, es lo que Dios va a hacer en los postreros días, y Dios te ha dado el cuadro entero del reino futuro. Él puso ante ti el curso del dominio gentil hasta el mismo fin de la historia mundial gentil.

Nuestro Señor dijo: “… Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. (Lucas 21:24) Desde hace 2,500 años los ejércitos de estas naciones mencionadas aquí, y otros, han marchado por Jerusalén. Para mí, una de las cosas más emocionantes es esto: Cuando las Naciones Unidas hizo a la población de Israel una nación, los judíos querían más que nada la antigua ciudad de Jerusalén. Aguanté mi respiración mientras las Naciones Unidas tomaban esa decisión, porque hasta ese tiempo Rusia y los Estados Unidos no habían estado de acuerdo en cuanto a nada, pero concordaron en mantener a Jerusalén como ciudad internacional. Jerusalén será hollada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. Allá hoy Jerusalén no está en manos de la pequeña


nación de Israel. Ellos tienen solo la nueva ciudad, la vieja ciudad está en manos de los árabes. Interesante, ¿verdad?, amigo, cuando Ud. tiene la Palabra de Dios delante de usted la cual ha hecho esto clarísimo.

Ahora los reinos representados por los metales de la imagen se identifican claramente. No hay que especular. Antes de que terminemos de leer el libro de Daniel, encontramos que Dios de hecho nombra los primeros tres reinos: Babilonia; Medo-Persia, Grecia; y describe al cuarto tan bien que no queda duda que es el Imperio romano.

No voy a entrar en detalles en cuanto a estos imperios además de decir que históricamente cada imperio ha seguido al otro exactamente como Dios dijo que sucedería, y cada uno llega a ser un poco más grande que el otro, pero también cada uno llega a ser un poco inferior al que lo precedió.

Ese hombre Nabucodonosor era un monarca absoluto en el Imperio babilonio. Él nunca preguntaba nada a nadie, ¡ni siquiera a su esposa! Él nunca compartió el trono con nadie. Cuando este hombre decía, “Paz”, había paz en el mundo porque lo dijo él. No pasaba nada sin su permiso. (Pero, ¿quiere Ud. ese tipo de paz?)

Después de él, vino ese imperio oriental que maravilló al mundo, el Imperio medo-persa con todas sus riquezas y esplendor oriental. Cuando Jerjes, queriendo poder, se adelantó hacia el oeste, Dios le paró en Termópilas. Los griegos dijeron que los “dioses” les ayudaron allí. Pero no fueron “dioses” (plural), sino que era singular – Dios sí ayudó a los griegos, porque Él detuvo el Imperio medo-persa que invadía. Trescientas naves fueron destruidas, y Jerjes perdió a un millón de hombres en esa expedición.

Entonces Dios tomó el cetro del dominio mundial de la mano de los regidores orientales y lo pasó a Grecia, colocándolo

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en la mano de un joven, Alejandro Magno, quien en el corto tiempo de once años conquistó al mundo. Pero Grecia no lo podía mantener. Hubo una división después de la muerte de Alejandro a la edad de treinta y dos años, y el imperio fue dividido entre sus cuatro generales. Entonces el cetro pasó a Roma, y Roma reinó.

El Imperio medo-persa había regido desde el Helesponto hasta las costas de la India, desde el Éufrates hasta el golfo pérsico, pero ahora Roma entra a la escena y conquista el mundo conocido de entonces. Desde la rocosa costa de Escocia hasta las cálidas arenas del desierto Sahara, desde la Peña de Gibraltar hasta el río Éufrates, rigió el gran Imperio romano. Es el cuarto y el último.

Amigo mío, aunque las fronteras se agrandaron, mientras se progresa por la historia, se ve allí el deterioro de un imperio al próximo. ¡Cuán diferente es el del bosquejo que le da el hombre a la historia! Años atrás, H. G. Wells escribió un libro titulado “El bosquejo de la historia.” Él trazó la historia del hombre hasta el mismísimo principio, desde el paleozoico hasta el paleolítico hasta las edades neolíticas y más allá. Su obra sigue siempre adelante, de cabo a rabo. Esa es la historia del hombre según H. G. Wells. Pero lo interesante es que este hombre vivió para ver la Segunda Guerra Mundial y antes de morir dijo esto: “El mundo ha llegado al fin de su anclaje, y la civilización ha llegado a su fin. Estamos parados en el borde, y nos vamos a caer un día de estos.” No suena como que nos estamos haciendo mejores y poniéndonos más grandes. Dios dijo que no iba a haber mejora.

Dios dijo que habría deterioro, y lo hay en cuatro diferentes aspectos, como es ilustrado gráficamente por la imagen. Primero, hay deterioro en el valor de los metales. El oro ciertamente es más valioso que el hierro, y la progresión es oro a plata a bronce a hierro y entonces a barro.


Entonces hay deterioro de posición. Nabucodonosor era la cabeza de oro, y ciertamente la cabeza ocupa una posición más honorable que ocupa el pie. Hay deterioro aquí según las claras declaraciones de la Escritura: “Después de ti surgirá otro reino inferior a ti.” Dios aclara que cada uno en sucesión iba a ser inferior al anterior.

Entonces hay algo que Tregelles, el gran escolástico hebreo indicó, y si Ud. ha estudiado química – aun un año de química – reconocerá esto: Hasta la gravedad específica de estos metales disminuye a medida que se cambia de un reino a otro. Desde la cabeza de oro hasta los pies de hierro y barro hay deterioro

Ahora hay algo más que debemos destacar aquí, en conclusión, lo cual es muy importante. Se nos dice que cuando Daniel apareció ante el rey, él dijo:

Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. (Daniel 2:28)

Note la expresión “en los postreros días”, la cual tiene un significado específico. Los de ustedes que son estudiantes de la Escritura, y especialmente de la profecía, reconocerán que es una expresión que ocurre vez tras vez en el Antiguo Testamento. Ud. no debe nunca confundir los postreros días de Israel con los postreros días de la iglesia. No son lo mismo para nada. Y la mención de los postreros días de Israel empezó allá atrás, mucho antes de que el pueblo llegara a ser nación. Cuando el viejo Jacob estaba en su lecho de muerte, él llamó a sus doce hijos que se le acercaran, y él dio una profecía concerniente a ellos, y he aquí lo que se nos dice en Génesis 49:1: “Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros”, o en los postreros días. Ud. encontrará que los profetas vieron a través de los siglos hasta los postreros días. Estos postreros

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días tienen que ver con la nación Israel.

¿Qué son estos postreros días, estos postreros tiempos, de los cuales Dios habla? Bueno, el cuarto reino toma lugar, por supuesto, en los postreros días. Ese cuarto reino es Roma. Ahora, quiero que vea algo que es sin duda una de las cosas más asombrosas en la Palabra profética. Ningún hombre podría haber adivinado así. Hay solo cuatro reinos mundiales representados por estos cuatro metales diferentes. Hay primero de todo la cabeza de oro, y se declara específicamente que es Nabucodonosor en Daniel 2:38. Hay el pecho y los brazos de plata, identificados claramente como medo-persa, y el estómago y los muslos de bronce son Grecia, o el Imperio greco-macedonio. Entonces hay las piernas de hierro con pies de hierro y barro, el Imperio romano, y no hay más reinos después de eso. Roma es el último reino mundial.

Ahora, note que Roma llegó a disolución alrededor del siglo cuatro d.C. Fue en el quinto siglo que las hordas bárbaras entraron en el Imperio romano, y mis ancestros y tal vez los suyos estaban entre las hordas bárbaras. Es terrible pensar que Ud. y yo tuviéramos ancestros bárbaros, pero es así. Los bárbaros invadieron ese imperio. Se deshizo porque estaba podrido por completo. Era una dictadura, tal como no se había visto jamás. Edward Gibbon, en su libro “The Rise and Fall of the Roman Empire” (El ascenso y la caída del Imperio romano), ha escrito:

El imperio de los romanos llenó el mundo, y cuando el imperio cayó en manos de una sola persona, el mundo llegó a ser una prisión segura y triste para los enemigos de esa persona. Resistir era fatal y era imposible escaparse.

Robert Culver quien más recientemente ha escrito un brillante libro sobre Daniel dice:


Hace dos mil años, Roma le dio al mundo la unidad ecuménica la cual La Liga de Naciones y Las Naciones Unidas han tratado de resucitar en nuestro tiempo. Las tentativas modernas no son originales para nada (como suponen muchos de nuestros contemporáneos) sino que son reavivamientos del antiguo ideal romano el cual, desde los tiempos de Augusto César, no se ha perdido por completo.

Roma no terminó. Roma se hizo pedazos, eso es todo, simplemente se desbarató. Pero nunca murió. Roma siguió viviendo y Roma vive hoy en los fragmentos quebrados de muchos países en el oeste de Europa. ¿No es interesante que, cuando Roma se deshizo, las hordas bárbaras entraran? Atila el Huno saqueó a Roma, entonces miró alrededor y quedó tan asombrado por lo que vio que se dio cuenta de que él no podía con aquello, que tomó a su ejército y salió de la ciudad. No se levantó un quinto imperio, y por 1.500 años no ha habido un imperio mundial. Eso da en qué pensar.

En el siglo siete, vinieron las hordas árabes del este – vinieron tanto del este como del oeste bajo la media luna – musulmanes, si se quiere, fanáticos totalmente y con una espada para convertir al mundo. Por poco destruyen la civilización de Europa occidental de aquel entonces, por lo menos lo que quedaba. Pero no establecieron un imperio. La media luna de los musulmanes fue alzada sobre Constantinopla, la capital de la rama oriental del Imperio romano, y se habría esperado que uno de los califas ascendiera al trono de los César, pero ninguno lo ascendió.

Los tártaros y los turcos se movieron por Asia. Gengis Kan, Suleimán el grande – ninguno de ellos llegó a ser un regidor mundial. Napoleón quiso hacerlo, pero en camino a Varsovia, Dios le detuvo con la cosa más débil que hay – copitos de nieve. Bismarck, el canciller de hierro de Alemania, quiso rehacer Europa occidental y reavivar el Imperio romano. Él

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fracasó. William Hohenzollern quiso hacerlo, Hitler también y Mussolini. Todos fracasaron.

Le digo, mi amado, ha habido solo cuatro imperios, y por 1.500 años las naciones de Europa han estado mano a mano. Ha habido guerra aquí y allá entre esas naciones que componían el Imperio romano, y hasta este momento el Imperio romano reavivado está en alguna parte de los pies de la imagen donde están los dedos de los pies.

No trate de identificar a las naciones representadas por los dedos. Yo no puedo; nadie puede todavía. Pero caerán a su lugar después de que la iglesia sea quitada en el rapto. Tengo un amigo que siempre está tratando de localizar cuál es cuál, y me gusta discutirlo con él de una manera chistosa. Aunque no podemos identificar las naciones que compondrán el Imperio romano reavivado, a este punto estamos en algún lugar del tiempo de los pies de la imagen. Note otra vez que habrá una división. Al principio hay dos piernas de hierro y ahora hay diez dedos que denotan debilidad y hierro que denota fuerza. Ud. y yo sabemos que en Europa hoy hay las dos.

¿Sabe qué está esperando Europa occidental ahora? Está esperando un hombre lo suficientemente grande y fuerte para que vuelva a reunir a Europa occidental, y están haciendo progreso. Europa se siente atrapada entre dos colosos, dos grandes entes – Rusia por un lado y Estados Unidos por el otro – y las pequeñas naciones de Europa quieren unirse. Ya se han unido; tienen el Mercado Común. Ya no hay dificultad en cruzar de Alemania a Francia y de un país a otro. Alguien que estuvo en Europa recientemente me decía que era como ir de un estado a otro, mucho más fácil que entrar en California – ¡nadie examina su maleta! Están rompiendo las barreras. Un brillante joven alemán dijo no hace mucho: “Nosotros somos europeos.” ¿Será ese el nombre de la nueva nación que saldrá


de esto? Europa occidental se volverá a unir, y se nos dice en la Palabra de Dios que este último imperio será encabezado por el Anticristo, porque solo él lo volverá a unir. Y él lo hará en los postreros días.

Esto terminará los tiempos de los gentiles, porque cuando se vuelva a reunir, desafiará a Dios de nuevo. Recuerde, este es el imperio que crucificó a nuestro Señor Jesús en la cruz. Este imperio en los días de César Augusto envió un decreto que el mundo entero debía ser empadronado. Eso suena familiar, ¿verdad? María tuvo que ir de Nazaret a Belén, porque ella era de la casa y del linaje de David, para ser empadronada para la tasación hecha por Roma. Y Roma desafiará a nuestro Señor; de nuevo Roma buscará destruirle. Entonces, Él vendrá, y esta vez – es Su segunda venida que tenemos delante – Él es representado por la piedra, la piedra que aplasta.

Daniel continúa:

Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra. (Daniel 2:34, 35)

Nabucodonosor miró a la imagen con asombro. La piedra, que venía de más allá del área de la imagen y sin origen humano o motivación, hirió a la imagen en los pies de hierro y de barro cocido con tal fuerza que todos los metales fueron desmenuzados. Y un viento sopló el polvo de la imagen, y desapareció por completo. Entonces la piedra empezó a crecer como una piedra viva, y llenó el mundo entero, tomando el lugar de esta imagen.

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Vivimos en un mundo en el cual los hombres en la comunidad religiosa han dicho desde hace años que la iglesia va a convertir al mundo, que el reino de Dios será establecido por esfuerzo humano. La Biblia ha estado diciendo lo contrario. ¡Cuando Dios esté listo para establecer Su reino, Él no necesitará ayuda de ninguna iglesia! Este siglo en el cual vivimos no terminará con un mundo convertido. Este siglo ha de ser terminado por la venida catastrófica y cataclísmica de Jesucristo a esta tierra a echar abajo el reino gentil y tomar para sí mismo el cetro del dominio mundial. Él es la piedra que hiere.

La razón por la cual la Piedra no ha herido es que la última parte de la profecía no ha sido totalmente cumplida. El anticristo ha de aparecer todavía, pero Dios le está aguantando. Europa está clamando por él. Si algún hombre aparece en Europa que pueda reunir a los países del Imperio romano de nuevo, ellos no harán preguntas, y no les importará que venga del cielo o del infierno. Lo aceptarán solo si promete reunirlos y darles alguna paz, porque es exactamente lo que el Anticristo prometerá y logrará por un breve tiempo cuando él venga. Pero no hay paz verdadera para esta tierra hasta que Jesús venga.

Entretanto, nuestro Señor está tratando con este mundo con paciencia, y con misericordia Él está aguantando el juicio. En una ocasión cuando el Señor Jesús confrontó a los fariseos, Él dijo:

Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará. (Mateo 21:43, 44)

Amigo mío, si Ud. cae sobre esta Piedra, puede obtener misericordia y puede ser salvo.


El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. (Juan 3:35, 36)

Estamos acercándonos al fin de esta era, a un día venidero cuando el Señor Jesús vendrá a tomar el cetro de nuevo en Sus propias manos. Y, amigo, nunca habrá paz en esta tierra hasta que el cetro esté en las manos traspasadas por clavos, hasta que Jesucristo rija sobre esta tierra. Es solo entonces que habrá paz y justicia cubrirá esta tierra como aguas que cubren el mar. Esta es la esperanza de la tierra.

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radio trans mundial - trans world radio · 2018-08-31 · 2 este librito está basado en las...

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