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1 PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL Caracterización de rasgos florísticos y micorrizales de plantas dominantes de pajonales mixtos en el Páramo de Guerrero, Cundinamarca, Colombia. Presentado por DANIEL SARMIENTO PALLARES Para obtener el título de Ingeniero Ambiental Asesoras: Gwendolyn Peyre Daniela León Velandia Facultad de Ingeniería Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental Bogotá D. C. 2020

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PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL

Caracterización de rasgos florísticos y micorrizales de plantas dominantes

de pajonales mixtos en el Páramo de Guerrero, Cundinamarca,

Colombia.

Presentado por

DANIEL SARMIENTO PALLARES

Para obtener el título de

Ingeniero Ambiental

Asesoras:

Gwendolyn Peyre

Daniela León Velandia

Facultad de Ingeniería

Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental

Bogotá D. C.

2020

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AGRADECIMIENTOS

En primera instancia, quisiera agradecer a todos los maestros que he tenido a lo largo de mi

historia académica, comenzando con aquellos que despertaron mi interés por la ciencia

durante mi etapa escolar, hasta los que me enseñaron a lo largo de mi carrera universitaria.

En segundo lugar, debo agradecer con especial cariño a mis asesoras Gwendolyn y Daniela,

sin las cuales este trabajo no hubiese tenido norte alguno. Además les agradezco por sus

consejos, enseñanzas y acompañamiento, pero además por el ejemplo y la motivación que

me transmitieron. Cada día estoy más seguro que a este país le hacen falta más personas como

ustedes, con mucha entrega por las ciencias y por la investigación. Pueden estar convencidas

que este estudiante aspira a ser como ustedes algún día.

Un caluroso agradecimiento también debe ser dirigido a los habitantes de los municipios que

abarca el Páramo de Guerrero, los cuales nos abrieron las puertas y nos recibieron con cariño

para poder realizar este trabajo. En especial, debo agradecer a Sergio y a Don Vicente por el

trabajo dedicado y paciente durante las jornadas de campo.

No puedo dejar de agradecer a mis compañeros de investigación, Nicolás, María Camila,

Alejandro, y Mariana, pues sin su buena actitud, disposición y trabajo, este proyecto no se

habría podido llevar a cabo.

Quisiera agradecer a mis amigos de la carrera, que con certeza sé que podré llamar de la vida,

Daniela’s, Adriana, Chamat, Gabi, Lorena, Ramos, por haberme ayudado y motivado, no

solo durante la realización de este trabajo, sino durante toda mi experiencia universitaria.

Por supuesto, debo hacer mención de mis amigos del San Bartolomé, sin los cuales la vida

durante la última década no habría sido tan emocionante como lo ha sido. Pueden estar

seguros que de cada uno he aprendido una lección que, de una u otra manera, se ve reflejada

en estas páginas.

A mi novia, Jenny, no puedo dejar de agradecerle todo su apoyo durante mi trayectoria

universitaria, pero también por tenerme paciencia, darme ánimos y concejos en los momentos

adversos.

Es fundamental agradecerle por su apoyo a mis tíos, primos, abuelos y a mi hermano Juan

David, pero en especial a mis padres, Liliana y Sergio, ya que, gracias a todo su esfuerzo y

dedicación, y a su constante búsqueda de mi bienestar y desarrollo, he sido privilegiado en

la vida. Espero que estén orgullosos del fruto de su trabajo, y espero continuar

enorgulleciéndolos.

Finalmente, debo agradecer a Dios, por todas las bendiciones y dones que me ha dado. Oficio,

investidura y misión.

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DEDICATORIA

A los páramos, con su infinita riqueza y su enorme diversidad de formas de vida. Si existe

un trozo del paraíso de Dios en la tierra, seguro son estos ecosistemas.

A la Mona. Por el impacto tan grande que tuviste en mi vida, además de estar en mi memoria,

mereces quedar inmortalizada por siempre en este trabajo.

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Índice AGRADECIMIENTOS .................................................................................................................... 2

DEDICATORIA ................................................................................................................................ 3

1. Introducción ........................................................................................................................... 6

1.1. Características de los páramos ..................................................................................... 6

1.1.1. Componente abiótico ................................................................................................. 7

1.1.2. Componente florístico ............................................................................................... 8

1.2. Asociaciones entre microorganismos y plantas en los páramos: énfasis en

micorrizas ................................................................................................................................... 9

1.2.1. Micorrizas y rasgos micorrizales ........................................................................... 10

1.2.1.1. Tipo micorrizal .................................................................................................... 10

1.2.1.1.1. Micorrizas arbusculares (AM) ........................................................................... 11

1.2.1.1.2. Micorrizas orquidioides (ORM) y ericoides (ERM) ......................................... 12

1.2.1.1.3. Ectomicorrizas (EcM) ......................................................................................... 13

1.2.1.2. Estado micorrizal ................................................................................................ 14

1.3. Estudios de micorrizas en los Páramos ..................................................................... 15

1.4. Amenazas a los páramos ............................................................................................. 15

1.4.1. Caso Páramo de Guerrero ...................................................................................... 17

1.5 Objetivos ............................................................................................................................ 19

2. Metodología ......................................................................................................................... 19

2.1. Área de estudio ............................................................................................................ 19

2.2. Trabajo de campo ........................................................................................................ 20

2.3. Trabajo de laboratorio ................................................................................................ 21

2.3.1. Identificación de especies vegetales ........................................................................ 21

2.3.2. Tinción de muestras de raíces y determinación de rasgos micorrizales ............. 21

2.3.3. Recuento de esporas ................................................................................................ 22

2.4. Análisis de diversidad y análisis estadísticos ............................................................ 22

2.4.1. Descripción de los pajonales mixtos ....................................................................... 22

2.4.2. Comparación de recuento de esporas de suelo entre puntos ............................... 23

3. Resultados ............................................................................................................................ 24

3.1. Análisis de diversidad ................................................................................................. 24

3.1.1. Diversidad alfa ......................................................................................................... 24

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3.1.2. Diversidad beta ........................................................................................................ 25

3.2. Rasgos micorrizales de las especies dominantes ....................................................... 27

3.2.1. Estado micorrizal por familias ............................................................................... 29

3.2.2. Tipos de asociación micorrizales por familias ...................................................... 30

3.3. Conteo de esporas ........................................................................................................ 32

4. Discusión .............................................................................................................................. 33

4.1. Análisis de diversidad de pajonales mixtos del Páramo de Guerrero .................... 34

4.2. Rasgos micorrizales de las especies dominantes de pajonales mixtos del Páramo de

Guerrero ................................................................................................................................... 37

4.2.1. Estado micorrizal .................................................................................................... 37

4.2.2. Tipo micorrizal ........................................................................................................ 39

4.3. Potencial micorrizal de AM en pajonales mixtos del Páramo de Guerrero ........... 40

4.4. Limitaciones del estudio .............................................................................................. 42

5. Conclusiones ........................................................................................................................ 43

6. Bibliografía .......................................................................................................................... 44

7. Anexos .................................................................................................................................. 57

7.1. Anexo 1. Lista de especies vegetales identificadas en los pajonales mixtos del

páramo de guerrero ................................................................................................................ 57

7.2. Anexo 2. Registro fotográfico de las observaciones al microscopio de las raíces. . 59

7.3. Anexo 3. Coberturas de las especies en cada punto muestreado............................. 63

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1. Introducción

Por encontrarse en la zona intertropical, pero también por limitar con dos océanos, y presentar

variaciones altitudinales como consecuencia del levantamiento de Los Andes, Colombia es

un país en el cual es posible encontrar un espectro extenso de biomas, y por lo mismo, es

posible dividir el territorio en regiones biogeográficas, siendo éstas: la Amazonía, la región

Pacífica, el Valle del Río Magdalena, la región Caribe, la región de la Orinoquía, la región

de la Guyana, la región Insular, y la región Andina (Ojeda et al., 2001).

Uno de los ecosistemas más representativos, y presente principalmente en la bio-región

Andina, se trata de los páramos, los cuales tienen condiciones únicas en cuanto a su clima,

geología, hidrología, y biodiversidad, en comparación con otros ecosistemas en la bio-región,

en Colombia, e incluso en el mundo (Garavito-Rincón, 2015). Sin embargo, tanto la citada

autora como muchos otros, han expuesto que el ecosistema se encuentra en jaque por

diferentes actividades económicas desarrolladas en el país. La problemática se complica

cuando respetados autores como Thomas van der Hammen (2002) han afirmado que la

literatura publicada acerca de los páramos, si bien ha incrementado en las últimas décadas,

es insuficiente en muchas materias de interés.

Teniendo en cuenta la necesidad de contar con más información de estos ecosistemas, los

cuales son fundamentales por sus aportes en materias ecológicas, sociales y económicas; y

dado que Colombia es el país con mayor área de páramos en el continente americano

(Morales-Rivas et al., 2007), pero en el que también se han presentado varias amenazas que

han vulnerado estos ecosistemas, es prácticamente una responsabilidad de investigadores

profundizar en su conocimiento, como también promover su divulgación a través de la

publicación de documentos científicos. Justamente esto, es lo que se encontrará en las

siguientes páginas.

1.1. Características de los páramos

Los páramos son ecosistemas zonales de montaña que pueden encontrarse entre los 3000

msnm y los 4800 msnm en Los Andes tropicales, y específicamente en Colombia, a partir de

los 3500 msnm en las cordilleras central y occidental, o de los 3600 msnm en la cordillera

oriental (Díaz-Granados et al., 2005; Luteyn, 1999). No obstante, la altitud no es el único

factor que determina la frontera paramuna, pues es necesario tener en cuenta variables

climáticas, geomorfológicas, bióticas, e incluso culturales (Serrano-Giné & Galárraga-

Sánchez, 2015). Así es como, por ejemplo, Cuatrecasas (1958) establece que este ecosistema

puede ser dividido en tres sub-pisos de acuerdo con la altitud, pero también según las

comunidades vegetales que se encuentren (Peyre et al., 2015), siendo éstos: el sub-páramo,

el páramo medio o mid-páramo, y el súper-páramo.

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1.1.1. Componente abiótico

Profundizando en el clima de los páramos colombianos, es fundamental tener presente que

éstos ocupan alrededor del 2.5% del territorio (Morales-Rivas et al., 2007), distribuidos en

las tres cordilleras y en la Sierra Nevada de Santa Marta. Por la misma razón, presentan

amplios rangos en variables climáticas como la temperatura, el brillo solar, la nubosidad, la

humedad y significativamente, la precipitación. Algunos autores han afirmado que el rango

de ésta última puede ser tan amplio, entre los 600 mm/año y los 3000 mm/año (Díaz-

Granados et al., 2005). En cambio, otros autores han determinado que el rango puede ser más

conservativo y estar en promedio entre 1200 mm y 2000 mm al año (Buytaert et al., 2004),

por lo que de todas las fuentes bibliográficas se podría establecer un promedio de entre 2500

y 3000 mm (Rangel, 2000).

Otras variables climatológicas tienden a variar mucho más, pero en términos generales, la

humedad relativa es alta, casi nunca siendo menor al 50% (Lauer, 1981); la variación diaria

de la temperatura puede ser tan drástica que se puede pasar de heladas a grados bajo cero,

hasta casi los 20°C (Rangel, 2000; Hofstede et al., 2003); y la radiación solar y la presión

atmosférica tienden a ser altas y bajas, respectivamente (Díaz-Granados et al., 2005).

Pasando al campo de la geomorfología, pero sin desligarse completamente del tema climático

(y más específicamente del ámbito hidrológico), un componente característico de los

páramos son sus suelos. Dos factores principales aportan para que los suelos paramunos sean

distintivos: el clima frío y húmedo, junto con bajas presiones atmosféricas, favorecen la

acumulación de materia orgánica; por otro lado, el origen volcánico de los suelos, ricos en

metales como hierro y aluminio, previenen la descomposición microbiana de la materia

orgánica. Por lo anterior, los suelos tienen alto contenido húmico y son relativamente ácidos,

además de presentar una estructura altamente porosa (Buytaert et al., 2006). Como

consecuencia de estos rasgos, los suelos de páramo presentan una alta conductividad

hidráulica (Díaz-Granados et al., 2005), y de la misma manera, un alto nivel de retención de

agua (Anthelme & Peyre, 2019; Vázquez et al., 2015).

Considerando tanto la conductividad hidráulica, como la retención hídrica de los páramos,

se logra comprender su idoneidad como reguladores hídricos, y por lo tanto, como

suministradores fundamentales del recurso hídrico en Colombia. En números aproximados,

los páramos regulan el 70% de las cabeceras de los ríos, aportan el 4% de la oferta hídrica a

nivel nacional, y abastecen al 60% de los municipios de Boyacá, Cundinamarca, los

Santanderes, y Tolima (Díaz-Granados et al., 2005).

A partir de esto, es posible ahondar en el potencial que poseen los ecosistemas paramunos,

en cuanto a la oferta de servicios ecosistémicos que pueden proveer. Teniendo en cuenta la

clasificación proporcionada por Millenium Ecosystem Assessment (MEA, 2003), es posible

afirmar que el páramo proporciona todos los tipos de servicios ecosistémicos: puede suplir

servicios de soporte, como lo son el ciclaje de nutrientes, la formación de suelos, y en menor

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medida, de productividad primaria; igualmente, servicios regulatorios, como son la

regulación hídrica, climática o del carbono; también servicios de aprovisionamiento, como

son la provisión de agua poco contaminada, de alimentos, de materias primas, e incluso de

medicinas de origen natural; y finalmente, servicios culturales como la educación, recreación

y ecoturismo, investigación, entre otros más (Hofstede et al., 2003; Buytaert et al., 2004).

1.1.2. Componente florístico

Después de haber enumerado algunos conceptos del componente abiótico de los páramos, es

importante establecer generalidades del componente biótico de los mismos, y principalmente

del más estudiado: la flora. Se estima que en los páramos Andinos pueden habitar unas 4700

especies de plantas (Hofstede, 2014), de las cuales 3400 serían vasculares, y el resto no-

vasculares, con entre 60%-80% de endemismos (Luteyn, 1999; Londoño et al., 2014). En el

aspecto local, se cree que las especies vegetales en los páramos colombianos podrían llegar

a ser 3200 (Rangel, 2002) convirtiendo a Colombia en el país más fitodiverso a escala

nacional, mientras que Ecuador sería el más fitodiverso a escala local (Peyre et al., 2019).

Esta riqueza, que es considerablemente importante si se tiene en cuenta que los páramos son

ecosistemas de alta montaña, puede ser explicada ya que las especies presentan varias

características que les permiten sobrevivir a las condiciones climáticas adversas, como lo

son: el miniaturismo o la formación de cojines, las hojas esclerófilas, pubescencia, la

permanencia de las hojas muertas sobre el tallo, entre otras (Vázques & Buitrago, 2011;

Peyre, 2018; Peyre et al., en revisión).

Ecológicamente hablando, es más significativo entender la flora paramuna dentro de las

comunidades vegetales que se forman en los diferentes sub-pisos del páramo. Comenzando

con el sub-páramo, es importante entender que se trata de una zona de ecotonía con el bosque

alto-andino, y por lo tanto se encuentran unidades mixtas de vegetación (Hofstede et al.,

2003). Por lo mismo, el sub-páramo es considerado el estrato más biodiverso, lo que se ve

reflejado en la gran riqueza de especies y de comunidades vegetales (Peyre et al., 2018).

Entre las comunidades observadas se destacan (Rangel, 2000): comunidades boscosas,

matorrales, matorral-pajonal, frailejonales, pajonal-frailejonal, pajonales, rosetales,

chuscales, y turberas. En total, se estima que el número de comunidades en este estrato podría

alcanzar las 112 (Rivera-Ospina, 2001).

Pasando al páramo medio (páramo per-se), es posible afirmar que presenta la mayor

diversidad en cuanto a comunidades vegetales se refiere (Rangel, 2000), siendo

aproximadamente 146 (Rivera-Ospina, 2001). En éste, las comunidades predominantes en el

paisaje son los pastizales, los frailejonales, los pajonales, y los chuscales, así como

comunidades mixtas como la de pajonal-frailejonal, la cual es una de las más abundantes

(Hofstede et al., 2003). Esta última se trata de una comunidad especialmente destacada, pues

en ella convergen especies dominantes de la familia Poaceae, como las pertenecientes al

género Calamagrostis (Peyre et al., 2018; Cerón & García, 2009), con especies

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representativas de diferentes géneros de rosetas caulescentes, como Espeletia (Hofstede et

al., 2003).

En cuanto al estrato más alto, el súper-páramo, se debe aclarar que éste presenta la menor

diversidad de comunidades vegetales (Rangel, 2000), con aproximadamente 69 tipos de éstas

(Rivera-Ospina, 2001). Aun así, es posible encontrar comunidades vegetales como pajonal-

frailejonal (o cada una por separado), matorrales, o pastizales, así como cojines (Rangel,

2000). Así mismo, es fundamental destacar que en este estrato se presenta un alto número de

endemismos, siendo Colombia el país en el cual se dan los mayores porcentajes en este sub-

piso (Sklenár & Balslev, 2005), así como en desiertos peri-glaciares (Peyre et al., 2018).

1.2. Asociaciones entre microorganismos y plantas en los páramos: énfasis en

micorrizas

Una parte del componente biótico que ha sido poco estudiada en los páramos es la micro-

biota. Si bien se considera que los microorganismos están presentes de manera ubicua en

muchos ecosistemas, como se estableció anteriormente, en los páramos su crecimiento es

lento y poco notorio, como consecuencia de las condiciones ambientales y del suelo (Buytaert

et al., 2006). Por lo tanto, algunos estudios han encontrado que una manera para que los

microorganismos tengan éxito, es actuando sinérgicamente entre grupos con diferentes

funciones y requerimientos metabólicos (Beltrán-Pineda & Lizarazo-Forero, 2013). En

contraste, organismos como los hongos sí pueden prosperar con facilidad, aprovechando las

condiciones paramunas de humedad y las características del suelo, haciendo uso de

mecanismos contra las bajas temperaturas, y habitando principalmente la rizósfera

(Gualdrón-Arenas et al., 1997).

Una manera adicional en la que sobreviven los microorganismos, es a través de asociaciones

simbióticas, entendiendo el concepto como la interacción biológica, positiva o negativa, entre

especies. Por ejemplo, en el espectro del parasitismo, es posible encontrar algunos hongos

fitopatógenos en individuos del género Espeletia (Gaitan-Naranjo, 2018).

Por otro lado, se encuentran los mutualismos, de los cuales existen dos ejemplos

fundamentales: los líquenes y las micorrizas. Los primeros son asociaciones entre un hongo

y un organismo autótrofo, los cuales cumplen funciones de sucesión a la vegetación, forman

el suelo y logran retener agua (Medina-Merchán, 2006). Teniendo en cuenta su importancia

ecológica, los escasos estudios sobre estos simbiontes en Colombia se han centrado en

determinar su riqueza y diversidad, encontrando entre 264 especies (González et al., 2019),

y 285 especies (Aguirre, 2008). Adicionalmente, este último autor afirma que los páramos

de la región Andina albergan alrededor del 20% de la riqueza de especies de la región en sí.

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1.2.1. Micorrizas y rasgos micorrizales

El segundo ejemplo de las simbiosis mutualistas en el páramo, se trata de las micorrizas, las

cuales se definen generalmente como asociaciones mutualistas entre las raíces de las plantas

y hongos de diversos phyla (Amaranthus et al., 2009), aunque una definición más específica

haría referencia a una asociación simbiótica entre un hongo, el cual está especializado para

la vida en el suelo o en plantas, y una raíz u otro órgano de una planta que tenga contacto con

el sustrato (Brundrett, 2004). La asociación puede ser esencial para uno o para los dos

simbiontes, aunque en general, se tiene la concepción de que las plantas son las que se ven

mayormente beneficiadas, incluso, hasta el punto en el que se cree que fueron fundamentales

para la colonización vegetal de la tierra (Smith & Read, 2008), y que son determinantes en

la formación de comunidades de plantas y su diversidad (Moora, 2014).

En términos generales, y para profundizar más en la asociación, la dinámica es que el hongo

(micobionte) le transfiere nutrientes minerales a la planta (principalmente fósforo), mientras

que la última (fitobionte), aunque no en todos los casos, le transfiere metabolitos provenientes

de la fotosíntesis al primero (Brundrett, 2008). De igual manera, varios estudios han

encontrado que el micobionte también juega un papel importante en la transferencia de

nitrógeno en formas orgánicas e inorgánicas (Gobert & Plassard, 2008); en la estimulación y

desarrollo de mecanismos para resistir patógenos (Tripathi et al., 2008); en una mayor

eficiencia en el uso, transporte, y consumo de agua (Marjanovic & Nehls, 2008); e incluso

se ha observado que pueden incrementar la tolerancia de algunas plantas usadas en fito-

remediación, lo que volvería más eficiente este proceso (Regvar & Vogel-Mikuš, 2008).

Por lo anterior, está claro que la asociación entre planta y hongo es extremadamente fuerte e

importante, razón por la cual no se deberían desligar al momento de estudiar uno u otro

simbionte. Una manera para lograr el estudio de la simbiosis, es determinando los rasgos

micorrizales de una planta, los cuales son el tipo y el estado micorrizal, que determinan tanto

el tipo y el estado de la asociación entre el fitobionte y el micobionte (Moora, 2014).

1.2.1.1. Tipo micorrizal

El primer rasgo micorrizal se trata, valga la redundancia, del tipo micorrizal, el cual está

determinado por las características morfológicas y funcionales, así como la taxonomía del

hongo involucrado en la asociación. Por lo tanto, este rasgo hace referencia a la identidad del

hongo y a las modificaciones estructurales que se generan en ambos miembros durante la

asociación (Peterson & Farquhar, 1994). De esta manera, se distinguen cinco tipos

micorrizales (con sus siglas en inglés): micorrizas arbusculares (AM); micorrizas

orquidioides (ORM); micorrizas ericoides (ERM); ectomicorrizas (EcM); y no micorrizal

(NM) (Moora, 2014). Una clasificación más general incluiría los primeros tres tipos como

endomicorrizas, mientras que las restantes serían ectomicorrizas o no micorrizales. Según

Brundrett (2009), 92% de las plantas forman endomicorrizas (82% AM, 9% ORM, y 1%

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ERM), 2% forma ectomicorrizas, y el restante 6% es no micorrizal. A continuación se detalla

cada uno de los tipos micorrizales.

1.2.1.1.1. Micorrizas arbusculares (AM)

Como ya se estableció, este es el tipo de asociación micorrizal más común, pero también la

más antigua evolutivamente hablando (Smith & Read, 2008). Esta sucede en una enorme

variedad de plantas, pero es llevada a cabo por hongos simbiontes obligados del filo

Glomeromycota (Smith & Read, 2008). El nombre es derivado de la estructura más

característica formada por estos hongos, que es el arbúsculo, el cual es formado por la

ramificación dicotómica de las hifas dentro de las células corticales de la raíz, le da una

apariencia de árbol (Figura 1) (Brundrett, 2008).

Además de la formación de arbúsculos, este tipo de asociación puede ser identificado por la

manera en la que las hifas proliferan, o por la formación de estructuras como vesículas, las

cuales son estructuras de almacenamiento de nutrientes, o esporas, que cumplen la función

de propágulos del hongo (Cepero de García et al., 2012). De las maneras como colonizan las

hifas, se pueden distinguir dos formas. La primera, las proliferaciones tipo Arum, son series

de hifas que se extienden linealmente a lo largo de los espacios intercelulares de las células

corticales, y que desarrollan arbúsculos en hifas terminales, por lo que la fase intercelular es

dominante sobre la intracelular (Figura 2). La segunda son las proliferaciones tipo Paris, en

las que las hifas crecen únicamente en una fase intracelular, formando redes que “serpentean”

dentro de las células corticales. Esto les da una apariencia de ovillos de lana a las hifas (Figura

3), y de las cuales se desprenden arbúsculos de menor tamaño (Smith & Smith, 1997).

Figura 1. Imagen de un arbúsculo de Glomus (Brundrett, 2008).

Recuperada de: https://mycorrhizas.info/resource.html#photos

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Figura 2. Proliferación tipo Arum de Glomus versiforme.

Se destacan las hifas paralelas entre las células y los

arbúsculos terminales (Brundrett, 2008). Recuperado de:

https://mycorrhizas.info/vam.html

Figura 3. Proliferación tipo Paris en las raíces de

Erythronium americanum Ker Gawl. Se destacan las hifas

en forma de ovillo dentro de las células corticales

(Brundrett, 2008). Recuperado de:

https://mycorrhizas.info/vam.html

Por último, como se mencionó antes, tanto las vesículas como las esporas son indicadores de

colonización por micorrizas arbusculares. Las primeras se pueden encontrar

intracelularmente, mientras que las segundas pueden encontrarse intracelularmente, pero

también fuera de las raíces (Brundrett, 2008). De manera particular, las vesículas son

estructuras únicas de las AM (Figura 4), pues además de cumplir su función para almacenar

nutrientes, también se ha identificado que para algunas especies de hongos, pueden servir

como propágulos (Biermann & Linderman, 1983).

1.2.1.1.2. Micorrizas orquidioides (ORM) y ericoides (ERM)

Para completar el 10% restante de los tipos de endomicorrizas, es necesario describir las

micorrizas orquidoides y las ericoides. Las primeras son las que más difieren con el resto de

Figura 4. Vesículas producidas por Glomus (Brundrett,

2008). Recuperado de: https://mycorrhizas.info/vam.html

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tipos micorrizales, ya que, como su nombre lo indica, se asocian solo con plantas de la familia

Orchidaceae, pero además porque aparte de que la asociación se da en las raíces, también se

puede dar en otras partes de la planta, como el tallo (Batty et al., 2002). Incluso, algunos

autores han llegado a afirmar que la planta necesita del hongo para que sus semillas puedan

germinar (Smith & Read, 2008). La colonización se da intracelularmente por el

enrrollamiento de hifas que no se pueden diferenciar entre sí (Batty et al., 2002).

Por otro lado, y de la misma manera como las micorrizas orquidoides se asocian con

orquídeas, las micorrizas ericoides se asocian a plantas de la familia Ericaeae. La

característica principal en este caso, yace en que la colonización se da en las células de la

epidermis de los pelos de las raíces de las ericáceas (Massicotte et al., 2005). Al igual que

con las ORM, o la proliferación tipo Paris de las AM, las hifas forman ovillos intracelulares;

sin embargo, se pueden diferenciar de las otras pues no forman arbúsculos, pero además las

hifas se ven dénsamente enrolladas (Brundrett, 2008). En las Figura 5 y Figura 6 se pueden

apreciar tanto una colonización por ORM, como una por ERM, respectívamente.

1.2.1.1.3. Ectomicorrizas (EcM)

Para terminar con los tipos micorrizales, es fundamental definir y caracterizar las

ectomicorrizas. En este tipo de asociación actúan hongos pertenecientes principalmente a los

filo Basidiomycota y Ascomycota y, casi siempre, plantas leñosas perennes (Smith & Read,

2008). Como la raíz de la palabra lo indica, se trata de micorrizas que colonizan la parte más

externa de las raíces, específicamente, los espacios intercelulares en la epidermis de las raíces

(Brundrett, 2008).

Las hifas de los hongos formadores de ectomicorrizas se encuentran dispersas en el suelo,

formando estructuras propias del mismo para transportar y almacenar nutrientes (Agerer,

1991). Cuando las hifas entran en contacto con las raíces de plantas, las reconocen y se

adhieren a las células del ápice de las mismas. En este momento se empieza a formar el

Figura 5. Ovillos de hifas de ORM en la raíz de

Thelymitra crinita (Brundrett, 2008). Recuperado de:

https://mycorrhizas.info/ozplants.html#orchid

Figura 6. Ovillos de hifas de ERM en los pelos de raíz de

Leucopogon verticillatus (Brundrett, 2008). Recuperado

de: https://mycorrhizas.info/ozplants.html#ericoid

Page 14: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

14

manto, el cual es una de las estructuras distintivas de las ectomicorrizas pues se trata de una

red de hifas que se extiende por la superficie de la raíz. Esta estructura es importante pues en

muchos casos modifica las raíces de la planta, de tal manera que es posible ver la asociación

a simple vista, y se extiende hacia afuera para tener más superficie en contacto con el suelo

(Figura 7) (Brundrett, 2008). La segunda estructura propia de las ectomicorrizas se trata de

la Red de Hartig, la cual se forma cuando las hifas colonizan masivamente los espacios

intercelulares de la epidermis, formando una configuración de laberinto, y gracias a la cual

se genera una interfaz para el intercambio de productos entre los dos simbiontes (Massicotte

et al., 1989). En la Figura 8 se puede observar la Red de Hartig entre células de la epidermis

de una raíz de Pinus strobus L.

1.2.1.2. Estado micorrizal

En contraste con la considerable cantidad de información que puede obtenerse del tipo

micorrizal, el estado micorrizal de una planta solo establece si la misma puede o no tener sus

raíces colonizadas por un hongo (Moora, 2014). De acuerdo a la frecuencia y ocurrencia del

hongo micorrizal en las raíces de las plantas, el estado micorrizal puede ser: obligado (OM),

facultativo (FM), o no micorrizal (NM) (Moora, 2014). En resumen, el estado micorrizal

indica si las raíces de una especie de planta son consistentemente colonizadas (OM), algunas

veces pero no siempre (FM), o nunca colonizadas (NM) por el hongo micorrizal (Smith &

Read, 2008). En términos generales, las asociaciones tipo ORM, EcM, y ERM son

consideradas como obligadas para la planta (OM), mientras que en los casos de simbiosis

con AM, algunas especies pueden ser facultativas (FM) (Smith & Read, 2008).

Figura 8. Red de Hartig en raíz de Pinus strobus

(Brundrett, 2008). Recuperado de:

https://mycorrhizas.info/ecm.html

Figura 7. Manto (hilos blancos) y raíz modificada

(ramificaciones amarillas) generadas por EcM (Malajczuk

et al., 1982). Recuperado de:

https://mycorrhizas.info/ecm.html

Page 15: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

15

1.3. Estudios de micorrizas en los Páramos

Como se ha venido denotando y resaltando a lo largo de este documento, existen muchos

vacíos en varias materias relacionadas con los páramos. Este vacío es especialmente notorio

en cuanto al componente de microorganismos del ecosistema paramuno, y principalmente,

es preocupante en cuanto a micorrizas se refiere.

Algunos de los estudios se han realizado en Ecuador, en dónde se han encontrado

asociaciones AM a gran altitud en los Andes de ese país (Schmidt et al., 2008), así como

especies de las cuales se conocen los rasgos micorrizales, como las pertenecientes al género

Polylepis (Fehse et al., 2002). De igual manera, se han llevado a cabo algunos estudios en

los páramos de los Andes venezolanos, pero con la particularidad de que no se han

caracterizado las micorrizas, sino que solamente se ha determinado su presencia (Montilla et

al., 2018).

En lo que respecta a los páramos colombianos, de la literatura consultada, se destaca el

trabajo de García et al (2005), realizado en los páramos de El Granizo y Chingaza, y en el

cual se encontró que ocho especies vegetales representativas del sub-páramo y páramo

presentaron micotrofía con hongos formadores de micorrizas arbusculares; y además se

encontró una relación directa entre la diversidad de hongos AM y el número de esporas

presentes en la rizósfera, con la dinámica sucesional del ecosistema.

De igual manera, en su estudio en el Páramo El Granizo, Coba de Gutiérrez (2005) determinó

la presencia de micorrizas arbusculares en muestras de raíces de Espeletiopsis corymbosa

(Humb. & Bonpl.) Cuatrec., y de Pentacalia vaccinoides (Kunth) Cuatrec. También

descubrió que la presencia de AM es fundamental, dado que los suelos del Páramo El Granizo

tienen contenidos de fósforo en formas inaccesibles para las plantas allí presentes.

Finalmente, encontró una gran cantidad de esporas pertenecientes a AM, por lo que concluyó

que los páramos, pero específicamente el páramo en cuestión (El Granizo), se pueden

considerar como bancos naturales de esporas.

En cuanto al caso específico del Páramo de Guerrero, como se mencionó en numerales

anteriores, solo se ha desarrollado un único trabajo investigativo de microorganismos o

micorrizas (Moreno-Torres & Ruiz-Rodríguez, 2016), realizado por Bernal et al (2006). En

este estudio se presentó un reporte de la presencia de endomicorrizas arbusculares en la

hojarasca, así como el conteo de esporas en muestras de suelo. Sin embargo, no se reportó a

qué especies vegetales estaban asociadas, ignorando los ragos micorrizales de las mismas.

1.4. Amenazas a los páramos

Para comenzar, es importante destacar que la bio-región Andina ha sufrido la mayor presión

antropogénica de todas, pues la mayor parte de los centros urbanos más poblados del país se

encuentran establecidos en ésta (Ojeda et al., 2001). Por la misma razón, en la bio-región

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16

también se ha desarrollado una plétora de actividades económicas, con el fin de abastecer las

necesidades de la creciente población, entre las que se destacan la agricultura, la minería y el

pastoreo (Peyre et al., 2018; Vázquez et al., 2015). Sin ser ajenos a ésto, los páramos se han

visto perjudicados tanto por impactos locales (como los mencionados), así como por

impactos globales (como podrían ser el cambio climático y la alteración de ciclos naturales)

(Hofstede et al., 2003).

Comenzando con los primeros impactos, se puede afirmar que tienen como causa la gran

población asentada en la Región Andina. Fruto de ello, la demanda por recursos ha

aumentado en el último siglo, lo que ha generado un desplazamiento altitudinal de la frontera

agrícola hasta llegar al páramo (Vázquez et al., 2015). Para lograr transformar el paisaje, de

tal manera que sea posible desarrollar actividades agrícolas, ha sido necesario remover la

capa vegetal nativa (a través de quemas o talas), que combinado con la erosión y la adición

de agroquímicos, han afectado a escala local las propiedades del suelo (químicas e

hidráulicas) y la diversidad de flora (Peyre, 2015).

En cuanto a las actividades de pastoreo, se ha introducido principalmente ganado bovino y

ovino (los cuales requieren de grandes extensiones de terreno), a través de quemas, lo cual

ha afectado directamente la diversidad de flora y fauna (Hofstede et al., 2003).

Adicionalmente, los mismos hábitos de los rumiantes han producido una presión de selección

sobre las especies vegetales que consumen, acabando con aquellas propias del ecosistema

(por ejemplo Calamagrostis spp.) (Molinillo & Monasterio, 1997), y cambiando el paisaje a

praderas erosionadas y con tendencia a desaparecer (Hofstede et al., 2003).

En menor medida, pero igualmente amenazante para la biodiversidad, es necesario tener en

cuenta la dinámica de deforestación-reforestación de especies leñosas del bosque alto-andino

y el sub-páramo (Hofstede et al., 2003). Esto es especialmente notorio, por ejemplo, al

analizar la pérdida de bosques de Polylepis spp. (Kessler, 2006), o el estado de conservación

de los mismos (En peligro o Vulnerable, dependiendo de la localidad) (Rangel & Arellano,

2007). Para remediar las pérdidas, paradójicamente, se han realizado prácticas irresponsables

de reforestación con especies introducidas (Pinus spp.), lo que ha logrado desecar y acidificar

los suelos (Peyre, 2015).

Otra amenaza que genera impactos no tan notorios como los agropecuarios, pero de la cual

adicionalmente se tiene muy pocos estudios, es la minería. Lo primero tiene que ver,

principalmente, con que la minería está explícitamente prohibida en ecosistemas de páramo

en Colombia, según la Ley 1930 de 2018. Sin embargo, previo a esta reglamentación, ya se

habían otorgado más de 350 títulos mineros en zonas paramunas (Valenzuela, 2015). De los

impactos que tiene esta actividad extractiva, es posible enumerar la contaminación de los

suelos o la remoción de cobertura vegetal (Hofstede et al., 2003; Peyre, 2015).

Por último, un impacto indirecto que debe tenerse en cuenta, se refiere al cambio climático.

Si bien es complicado hacer predicciones específicas sobre las modificaciones en los

ecosistemas paramunos (Hofstede et al., 2003), sí es posible hacer algunas predicciones

generales. En primer lugar, debido al aumento de temperaturas, la vegetación endémica de

páramo podría ser invadida por la ascensión de plantas leñosas de menores altitudes, pero

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17

además sería restringida por las condiciones más agrestes del suelo, y las pendientes que son

más críticas a mayores altitudes (Young et al., 2011). De esa manera, es probable que la

abundancia y riqueza de especies vegetales decrezca, viéndose reflejado en la extinción de

varias de éstas (Peyre, 2015).

Adicionalmente, este impacto en el clima podría modificar el componente abiótico de varias

maneras: el aumento de temperaturas y de la radiación solar podría incrementar la

evapotranspiración y la evaporación de cuerpos de agua, alterando el ciclo hidrológico y el

suministro de agua (Ruiz-Carrascal et al., 2011); y la radiación solar elevada, emparejada

con un aumento en la precipitación, podría aumentar las tasas de erosión y desertificación, lo

que a su vez afectaría la capacidad de regulación hidráulica (Peyre, 2015; Ruiz-Carrascal et

al., 2011).

Con el fin de resumir las amenazas al páramo y sus consecuentes impactos, es útil volver a

revisar cómo se verían afectados los servicios ecosistémicos que provee el páramo, según la

clasificación de MEA (MEA, 2003). Si bien algunos servicios de aprovisionamiento, como

la producción de comida en actividades agropecuarias, los combustibles, o incluso el agua

podrían aumentar, otros recursos de abastecimiento como la farmacopea, o servicios de

regulación climática o hídrica tendrían una tendencia de disminución (Peyre, 2018).

1.4.1. Caso Páramo de Guerrero

El Páramo de Guerrero (conocido también como Complejo de Guerrero) es un sistema de

páramos localizados al norte de la ciudad de Bogotá, en el departamento de Cundinamarca,

y el cuál se extiende por varios de los municipios del mismo, incluyendo una reducida

fracción (13 Ha) en el departamento de Boyacá (Morales-Rivas et al., 2007). Este páramo es

de gran importancia a nivel regional, pues gran parte del drenaje proveniente del mismo

termina en ríos como el Bogotá, el Suárez, el Carare, y el Negro (IDEAM, 2013).

No obstante, también ha adquirido relevancia en el espectro público en los últimos años por

su deterioro ambiental (Tiempo, 2004; Agencia de Noticias UN, 2016), pero sin ser suficiente

para que muchos de los conflictos y problemáticas se hayan estudiado a cabalidad. Sin

embargo, de la literatura disponible, se puede afirmar que las principales amenazas a las que

se ha visto sujeto el Páramo de Guerrero, en sus componentes biótico y abiótico, son causadas

por la agricultura, la ganadería y la minería (Arias-Bernal, 2012). Dentro de estas amenazas

se pueden mencionar la pérdida de vegetación nativa y tradicional, la desestabilización de la

materia orgánica en el suelo, y la pérdida de microorganismos (Arias-Bernal, 2012).

Por un lado, a partir de la década de 1950 el Páramo de Guerrero ha presentado un aumento

en el desarrollo de actividades agropecuarias, principalmente con el cultivo de papa y la

ganadería, por lo que al mismo tiempo se evidencia una expansión en la frontera agrícola,

gracias a la adopción de prácticas productivas modernas que requieren de grandes

extensiones de tierra (León-Rodríguez, 2011). Esto ha causado cambios importantes en las

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18

coberturas vegetales, principalmente en la reducción de bosques naturales y de vegetación

paramuna (Cubillos-Gonzáles, 2011); y en el aumento de arbustos, cultivos transitorios, y

pastizales (Peña-Quemba, 2015).

A pesar de que aún están en mora más estudios que determinen qué familias o géneros de

plantas han sido las más afectadas, sí se ha podido determinar que gramíneas endémicas no

son capaces de sobrevivir en suelos que han sido deteriorados por el uso de agroquímicos y

las actividades pecuarias; por lo que los agricultores han optado por la introducción de

especies exóticas como Holcus lanatus L., o Lolium perenne L., las cuales se han podido

adaptar con relativa facilidad a las condiciones y han desplazado aún más las especies nativas

(Cubillos-Gónzales, 2011; León-Rodríguez, 2011).

Por otro lado, la erosión por causas naturales (como la lluvia y el viento) y antropogénicas

(como el pastoreo, el arado excesivo de la tierra, y la minería), sumada a los cambios en la

cobertura vegetal, y la aplicación de agroquímicos, son de los principales factores para la

pérdida y consecuente desestabilización de la materia orgánica presente en el suelo (Arias-

Bernal, 2012). Como se había establecido en párrafos anteriores, la materia orgánica en el

suelo es una de las características más importantes por su intervención en la retención hídrica,

los procesos de ciclaje de nutrientes, y la prosperidad de ciertas formas de vida como plantas

y microorganismos. Por lo tanto, debido a las causas de erosión mencionadas, así como al

uso de agroquímicos, los cuales se presentan en el Páramo de Guerrero (Cubillos-Gonzáles,

2011), no es extraño que algunos estudios como el de Lis-Gutiérrez et al (2019) hayan

encontrado menores contenidos de carbono orgánico en suelos de este páramo, en los cuales

se han desarrollado actividades agropecuarias.

Para finalizar se debe resaltar la posible pérdida de diversidad de microorganismos, ya que

además ésta presenta un vínculo importante con las primeras dos amenazas descritas. La

realidad actual del Páramo de Guerrero es que los estudios sobre la micro-biota, y cómo ésta

responde a los impactos generados por las actividades productivas allí realizadas, son

prácticamente inexistentes, habiéndose realizado solo uno hasta el año 2016 (Moreno-Torres

& Ruiz-Rodríguez, 2016). Esto es particularmente problemático pues, si bien muchas veces

la diversidad de comunidades microbianas es un parámetro pasado por alto, ellas juegan un

papel importante en la presencia de carbono orgánico, nutrientes y en la degradación de

contaminantes en el suelo (Hofman et al., 2003). Además, los microorganismos se consideran

como indicadores biológicos de calidad y fertilidad en los suelos (Foissner, 1999).

Sin embargo, al evaluar la situación actual del ecosistema, es posible predecir el efecto de las

actividades productivas que se desarrollan, sobre la micro-biota. Por ejemplo, la

compactación del suelo, como consecuencia de la presencia de ganado, o por el traslado de

materiales durante explotaciones mineras, ralentiza los procesos de respiración y

descomposición, por lo que estas actividades causarían una disminución en las poblaciones

de microorganismos (Cubillos-Gonzáles, 2011). De igual manera, la afirmación de que

prácticas de agricultura intensiva, en la que se utilizan fertilizantes y herbicidas de origen

mineral, están relacionadas con menor diversidad microbiana (Stagnari et al., 2014), menor

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19

biomasa de origen microbiano (Filser et al., 1995), y menor desarrollo en hongos formadores

de micorrizas (Gryndler et al., 2005), es altamente consensuada entre los expertos.

1.5 Objetivos

Teniendo en cuenta todo lo anteriormente expuesto, se hace evidente la necesidad de

desarrollar estudios científicos sobre el componente micro-ambiental de los páramos en

Colombia. Si esta es una necesidad latente, uno de los mejores lugares para dar el paso se

trata del Páramo de Guerrero, no solo por su importancia a nivel regional, sino también por

las amenazas que lo aquejan. Por lo tanto, el presente trabajo se trazó como objetivo el

caracterizar los rasgos florísticos y micorrizales, asociados a las plantas dominantes de

ecosistemas de pajonal mixto en el Páramo de Guerrero. Para cumplir este objetivo, primero

se propuso describir los ecosistemas de pajonal mixto del Páramo de Guerrero, en términos

de diversidad vegetal, para luego describir cuantitativamente los tipos de asociación

micorrizal y el estado micorrizal de las especies de plantas dominantes de pajonal mixto.

Finalmente, se estableció el potencial de colonización de micorrizas arbusculares a partir del

recuento de esporas del suelo. Con esto, el presente trabajo se convierte en el primero de su

clase publicado en Colombia, y servirá como un marco de referencia y un elemento basado

en datos científicos para la toma de decisiones en el Páramo de Guerrero u otros páramos de

la región.

2. Metodología

2.1. Área de estudio

El muestreo se realizó en el sistema de páramos de Guerrero, en doce puntos distribuidos en

varios municipios tanto en la zona delimitada oficialmente por la Corporación Autónoma

Regional de Cundinamarca (seis puntos), como en los ecosistemas circundantes que no están

delimitados (seis puntos). En resumen, cuatro puntos se muestrearon en Zipaquirá (PA01,

PA02, PA03, PA04), dos en Supatá (PA08, PA09), dos en San Cayetano (PA10, PA11), y

uno en Pacho (PA12), Tausa (PA07), Cogua (PA06) y Tabio (PA05), respectivamente. En la

Figura 9 se pueden apreciar, tanto la ubicación a nivel geográfico, como la altitud de cada

punto muestreado.

Page 20: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

20

Es importante aclarar que los puntos muestreados no fueron seleccionados al azar, sino que

se escogieron debido a que los dueños de diferentes predios en la región afirmaron que sus

terrenos comprendían zonas del Páramo de Guerrero, y además aceptaron a que los mismos

fueran estudiados, previa autorización de acceso.

2.2. Trabajo de campo

Se implementó el método de parcelas cuadradas, para muestrear las comunidades vegetales,

ya que de esta forma es fácil medir la cobertura, la densidad, y la frecuencia de las plantas

presentes (Fidelibus & Mac Aller, 1993). De la forma geométrica de las parcelas, se puede

decir que es de las que más minimiza el perímetro de la misma, lo que favorece la toma de

decisiones subjetivas sobre qué individuos incluir dentro del cuadrante (Cox, 1990). Aunque

la fisionomía de las parcelas era mixta entre arbustal y pastizal, con un área de 50 m2, se

cumplió con la superficie mínima de muestreo necesaria para representar la diversidad de la

comunidad (Peyre, 2015).

Figura 9. Ubicaciones de muestreo. Para cada punto se muestra la

altitud.

Punto Altitud (msnm)

PA01 3396

PA02 3409

PA03 3412

PA04 3411

PA05 3240

PA06 3407

PA07 3368

PA08 3519

PA09 3524

PA10 3659

PA11 3650

PA12 3456

Page 21: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

21

Para cada cuadrante, primero se registraron las coordenadas, la altitud y la pendiente.

Después, se estimó la cobertura vegetal total, la cobertura de plantas vasculares, de plantas

no vasculares, así como también la cobertura vegetal estratificada por su altura, tomando las

categorías de vegetación arbórea, arbustiva, herbácea, y rastrera, según las clasificaciones de

fitosociología (Dengler, 2017). Posteriormente se realizó la recolección de muestras

vegetales, las cuales se marcaron con un código único para cada morfotipo, por parcela.

Con el código de cada especie, se procedió a calcular subjetivamente la cobertura de éstas en

el cuadrante, basándose en la escala fitosociológica establecida por Braun-Blanquet (1964),

asignando un símbolo dependiendo de los siguientes valores porcentuales de cobertura: +,

para coberturas menores al 1%; 1 para coberturas entre 1% y 5%; 2 para coberturas entre 5%

y 25%; 3 para coberturas entre 25% y 50%; 4 para coberturas entre 50% y 75%; y finalmente,

5 para coberturas entre 75% y 100%.

Las morfotipos vegetales con mayores porcentajes de cobertura por parcela, se denominaron

como dominantes. Por lo anterior, el número de especies dominantes varió entre los

diferentes puntos muestreados. Las raíces recolectadas fueron secundarias y terciarias,

tomadas de máximo 5 individuos por especie dominante.

Por último, se recolectaron muestras de 100 g de suelo para la extracción de esporas de cada

cuadrante muestreado, tomando sub-muestras (aproximadamente 20 g), de 5 puntos dentro

del mismo para formar una muestra compuesta.

2.3. Trabajo de laboratorio

2.3.1. Identificación de especies vegetales

Los morfotipos recolectados, posterior a su prensado, fueron identificados utilizando varios

recursos bibliográficos impresos como los libros de Flora of Ecuador (Harling & Sparre,

1973-1986; Harling & Andersson, 1986-1998); recursos electrónicos, entre los que se

destacan el Herbario Virtual de la Universidad Nacional de Colombia (Universidad Nacional

de Colombia, s.f.), la base de datos de Global Plants de JSTOR, y la base de datos Páramo

Plants Online (Madriñan et al., 2016); y la comparación con pliegos almacenados en el

herbario de la Universidad de los Andes.

2.3.2. Tinción de muestras de raíces y determinación de rasgos micorrizales

En términos generales, se siguió el procedimiento reportado por Vierheiling & Piché (1998)

con las modificaciones del mismo descritas por Dalpé & Séguin (2013): las raíces fueron

clareadas usando una solución de KOH al 2.5% y calentándolas en microondas. Las muestras

se lavaron que no aclararon con este paso fueron nuevamente calentadas en microondas, pero

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22

sumergidas en H2O2 al 5%. Para la tinción ácida, se utilizó una solución de fucsina en ácido

acético al 0.01%, según lo establecido por Gerdemann (1955), y nuevamente se calentaron

en el microondas. Finalmente, las raíces se conservaron al sumergirlas en solución de glicerol

acidificado (HCl 1%) al 50% en tubos eppendorf.

Para determinar los rasgos micorrizales de cada muestra, se montaron fragmentos de raíces

de entre 1 y 1.5 cm de longitud. La cantidad de fragmentos varió de muestra en muestra, pero

osciló entre 5 y 10 fragmentos. Siguiendo la recomendación de McGonigle et al (1990), las

láminas fueron observadas en el microscopio óptico, usando los objetivos de 10x y 40x,

pasando por cada fragmento entre 6 y 8 veces. Según la literatura consultada (Brundrett M.

C., 2008), las características diagnósticas para determinar los tipos de asociación fueron:

vesículas, esporas, colonización intracelular o arbúsculos para micorrizas arbusculares (AM);

manto o Red de Hartig para ectomicorrizas (EcM); agregados de hifas intracelulares para

micorrizas ericoides (ERM) u orquidoides (ORM).

Se tomaron imágenes de cada muestra para soportar los rasgos micorrizales observados. Al

tener los morfotipos de especies vegetales identificados, la información de los rasgos pudo

ser contrastada, para armar una lista de todas las especies dominantes, por familias, con sus

respectivas características: estado y tipo micorrizal.

2.3.3. Recuento de esporas

La extracción de esporas se realizó siguiendo el método de centrifugación con sacarosa

(analizando 10 gramos de suelo), según la descripción Gerdemann & Nicolson (1963) y con

las modificacions de Smith & Skipper (1979). El sobrenadante se observó en estereoscopio

y el recuento se hizo como número de esporas por 100 g de suelo. Este procedimiento se

realizó por duplicado para cada parcela.

2.4. Análisis de diversidad y análisis estadísticos

2.4.1. Descripción de los pajonales mixtos

La descripción de los ecosistemas estudiados, fue hecha a partir de los datos de cobertura de

las especies recolectadas en las parcelas. Para esto, se recurrió a dos de los tres componentes

de diversidad definidos por Whittaker (1972): alfa y beta. La primera componente es la

diversidad a nivel de comunidad, la que a su vez tiene dos sub-componentes: una es el número

de especies, definida como riqueza; la otra, es la uniformidad con la que se distribuyen las

especies presentes, conocida como equidad (Whittaker, 1972; Thukral, 2017). La segunda

componente se define como la variación de la composición de especies entre dos unidades

de muestreo (Whittaker, 1972; Ricotta, 2017).

Page 23: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

23

Para medir la diversidad alfa, se calculó el índice de Shannon-Wiener (H’) con su respectivo

valor de equidad de Pielou (J) para cada una de las parcelas muestreadas, ya que es uno de

los que más va acorde con la definición del componente, expresando la uniformidad o

equidad de los valores evaluados (Magurran, 1988; Moreno, 2001). Las ecuaciones de ambos

índices se presentan a continuación, en las cuales término N es la cobertura de todas las

especies en la parcela, ni es la cobertura de la i-ésima especie en la parceja, y S es la riqueza

de especies.

𝐻′ = − ∑𝑛𝑖

𝑁ln

𝑛𝑖

𝑁

𝑆

𝑖=1

𝐽 =𝐻′

ln 𝑆

Para evaluar la diversidad beta, se calculó el índice de Morisita-Horn entre cada par de

unidades de muestreo (Magurran, 1988), modificando los parámetros de entrada para que

considerara los valores relativos de cobertura, en vez de valores absolutos. De este índice es

importante resaltar que permite medir la probabilidad de que dos individuos seleccionados al

azar, cada uno perteneciente a dos sitios diferentes, pertenezcan a la misma especie

(Gutiérrez-Báez et al., 2012; Magurran, 1988). La fórmula para calcular este índice entre dos

unidades de muestreo, a y b, es la siguiente:

𝐼𝑀−𝐻 =2 ∑ 𝑎𝑛𝑖 ∗ 𝑏𝑛𝑖

𝑆𝑖=1

(∑𝑎𝑛𝑖

2

𝑎𝑁2𝑆𝑖=1 + ∑

𝑏𝑛𝑖2

𝑏𝑁2𝑆𝑖=1 ) ∗ 𝑎𝑁 ∗ 𝑏𝑁

Finalmente, se realizó un análisis de componentes principales como método de ordenación,

también para evaluar la heterogeneidad entre las parcelas. Para eso, se construyó una matriz

de doce filas, para cada una de las unidades de muestreo, con columnas equivalente al número

de especies encontradas en todos los puntos (Anderson et al., 2011). Al introducir este arreglo

en el software de análisis de datos R, se obtuvieron los componentes principales. De estos,

se escogieron máximo tres que explicaran al menos el 50% de la varianza, de modo tal que

pudiesen ser representados gráficamente en biplots de las combinaciones de estos tres

componentes.

2.4.2. Comparación de recuento de esporas de suelo entre puntos

Teniendo el recuento de esporas por cada punto muestreado, se compararon entre ellos para

poder determinar qué tan parecidos eran éstos, y cuáles tendrían los mayores potenciales de

colonización, por lo que se decidió realizar un análisis de varianzas (ANOVA) con un nivel

de significancia del 95%. Para cumplir con los supuestos de la prueba, se realizó el test de

Shapiro-Wilk con el fin de determinar la normalidad de los datos de recuentos de esporas.

Ya que el resultado de esta prueba fue estadísticamente significativo, y por lo tanto se

concluyó que los datos no seguían una distribución normal, éstos se sometieron a una

transformación logarítmica, para posteriormente realizar la prueba estadística paramétrica de

Page 24: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

24

ANOVA. Finalmente, para poder comparar los resultados entre puntos, se realizó una prueba

Tukey-Kramer.

3. Resultados

3.1. Análisis de diversidad

A través de la campaña de muestreo llevada a cabo en los doce pajonales mencionados, se

logró encontrar un total de 80 especies vegetales pertenecientes a 33 familias (Anexo 1). Sin

embargo, a modo de resumen, se puede adelantar que las familias identificadas (con la

cantidad de especies entre paréntesis) fueron: Asteraceae (16); Ericaceae (9); Rosaceae (6);

Cyperaceae, Melastomataceae, y Poaceae (4); Blechnaceae, Bromeliaceae, Geraniaceae, e

Hypericaceae (3); Grossulariaceae, Orobanchaceae, y Plantaginaceae (2); Alstromeriaceae,

Apiaceae, Araliaceae, Caryophillaceae, Clethraceae, Cunoniaceae, Fabaceae, Gentianaceae,

Iridaceae, Loranthaceae, Lycopodiaceae, Orchidaceae, Piperaceae, Polygalaceae,

Primulaceae, Pteridaceae, Rubiaceae, Valerianaceae (1).

3.1.1. Diversidad alfa

Como se estableció en la metodología, la diversidad dentro de cada comunidad se calculó a

través del índice de Shannon-Wiener, éste a su vez acompañado del índice de equidad de

Pielou. Estos resultados se pueden apreciar en la Tabla 1.

Tabla 1. Índices de diversidad alfa, Shannon-Weiner y Pielou, para cada uno de los puntos muestreados.

PuntoÍndice de

Shannon-WienerEquitatividad

PA01 2.487 0.969

PA02 2.226 0.770

PA03 2.548 0.824

PA04 1.668 0.540

PA05 2.524 0.984

PA06 1.584 0.617

PA07 1.491 0.622

PA08 2.785 0.983

PA09 1.335 0.520

PA10 1.704 0.776

PA11 1.905 0.743

PA12 2.570 0.974

Page 25: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

25

Teniendo en cuenta la descripción de los índices hecha en la metodología, se podría afirmar

que algunas de las parcelas no fueron tan uniformes según el índice de Shannon-Wiener

(PA04, PA06, PA07, PA09, PA10, PA11). En cambio, los valores obtenidos con el índice de

equidad de Pielou fueron significativamente más altos, siendo que para todas las parcelas

este fue mayor a 0.5 (ver Tabla 1).

3.1.2. Diversidad beta

La comparación de la diversidad entre las comunidades de pajonal mixto fue conseguida a

través del cálculo del índice de Morisita-Horn. Dada la cantidad de puntos muestreados, la

manera como se organizaron las comparaciones entre puntos fue por medio de una matriz,

como la que se presenta en la Tabla 2, a continuación.

Tabla 2. Índice de Morisita-Horn para cada par de pajonales mixtos muestreados en el Páramo de Guerrero

Con la definición de diversidad beta presentada en la metodología, junto con la propia del

índice Morisita-Horn, es posible afirmar que, al contrario de la diversidad alfa, los pajonales

muestreados en el Páramo de Guerrero sí presentan una alta diversidad beta, ya que el grado

de similitud fue en general bastante bajo. Aquellos puntos que si presentaron algo de

similitud, podrían ser explicados por la cercanía de las parcelas muestreadas, como el caso

de los pares PA01 y PA04, o PA10 y PA11, aunque sorprende la similitud entre algunas

parcelas lejanas como el par PA01y PA09

Por su parte, con el análisis de componentes principales se obtuvo una totalidad de 12

variables para explicar el 100% de la varianza de los datos. De estos doce componentes, 3

lograron explicar casi el 59% de la varianza (PC1=23.1%, PC2=18.9, PC3=16.8%), por lo

cual en las figuras que se presentan a continuación (Figura 10, Figura 11, y Figura 12) se

grafican las tres posibles combinaciones de los componentes principales. Las especies, que

se presentan en color negro, están abreviadas con el código que se presenta en el Anexo 1,

mientras que los puntos muestreados son representados por los números de color rojo.

Punto PA02 PA03 PA04 PA05 PA06 PA07 PA08 PA09 PA10 PA11 PA12

PA01 0.0851 0.0231 0.2897 0.0569 0.0000 0.0082 0.4049 0.5124 0.0412 0.1574 0.0000

PA02 - 0.0911 0.0147 0.0213 0.1480 0.1946 0.0211 0.0099 0.0018 0.0062 0.0138

PA03 - - 0.0921 0.0150 0.0975 0.1946 0.0297 0.0283 0.0001 0.0000 0.0068

PA04 - - - 0.0061 0.0140 0.0031 0.1784 0.0046 0.0005 0.0000 0.0008

PA05 - - - - 0.4278 0.5793 0.5467 0.0019 0.0000 0.0000 0.0012

PA06 - - - - - 0.3440 0.0190 0.0005 0.0001 0.0000 0.0178

PA07 - - - - - - 0.4097 0.0182 0.0000 0.0680 0.0227

PA08 - - - - - - - 0.5248 0.0081 0.0048 0.0054

PA09 - - - - - - - - 0.0000 0.0000 0.0071

PA10 - - - - - - - - - 0.4087 0.3828

PA11 - - - - - - - - - - 0.0000

Page 26: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

26

Figura 10 Gráfica del comportamiento de las variables de

abundancia de cada una de las especies identificadas,

explicado por los componentes principales 1 y 2.

Figura 11. Gráfica del comportamiento de las variables de

abundancia de cada una de las especies identificadas,

explicado por los componentes principales 1 y 3.

Figura 12. Gráfica del comportamiento de las variables de abundancia de cada una de las especies identificadas,

explicado por los componentes principales 2 y 3.

De estas figuras es posible establecer que las especies Calamagrostis spp., Pentacalia nitida

(Kunth) Cuatrec., y Espeletia barclayana Cuatrec., fueron las que más explicaron el rango

positivo del componente principal uno, mientras que Calamagrostis effusa, (Kunth) Steud.,

Espeletia argentea Humb. & Bonpl., y en menor medida E. corymbosa, explicaron el

espectro negativo del mismo componente. Por su parte, Rhynchospora spp., Bucquetia

glutinosa (L. f.) DC., y Arcytophyllum nitidum (Kunth) Schltdl., explicaron la escala positiva

del componente principal número dos, mientras que E. argentea hizo lo mismo en la parte

Page 27: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

27

negativa de este componente. Finalmente, tanto E. argentea como B. glutinosa sirvieron para

entender la gama positiva del tercer componente principal, en tanto que C. effusa explicó la

escala negativa del componente.

Con esto en cuenta, y remitiéndose nuevamente a las tres figuras anteriores, es posible notar

la cercanía entre los puntos PA10, PA11 y PA12, que se caracterizaron por tener altas

coberturas de Calamagrostis spp., de P. nitida, y en menor medida de E. barclayana,

mientras que no tuvieron C. effusa, E. argentea, o E. corymbosa. De igual manera, los puntos

PA01 y PA09 fueron similares a PA03 por presentar E. argentea, aunque este último difirió

de los otros dos por albergar B. glutinosa. Debido a este factor, fue una parcela bastante

aislada de las demás. Por su parte, la parcela PA05 se asemejó un poco con PA07 y PA08 al

presentar las tres C. effusa, y E. corymbosa, aunque la última fue la menos similar de la triada.

Por último, los puntos PA02, PA04, y PA06 llamaron la atención pues no fueron explicados

por ninguno de los tres componentes y por lo tanto, permanecieron cercanos al cero. Una

salvedad por hacerse es que esto último no implica que las tres parcelas sean similares, solo

que no fueron explicadas.

3.2. Rasgos micorrizales de las especies dominantes

En total, de los doce puntos muestreados, se obtuvo un total de 38 especies vegetales

dominantes, repartidas en 20 familias. A continuación, en la Tabla 3, se pueden apreciar las

especies con el porcentaje de colonización promedio, y los dos rasgos micorrizales

determinados. Imágenes de las observaciones de microscopía de las raíces se pueden

consultar en el Anexo 2 del presente documento.

Page 28: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

28

Tabla 3. Especies vegetales dominantes clasificadas por familia, con el porcentaje de colonización promedio, el estado

micorrizal, y el tipo de asociación micorrizal. Las especies marcadas con * son aquellas que solo fueron dominantes en un

punto, por lo cual sus rasgos se determinaron solo con 5 individuos de una única parcela. (OM: Asociación obligada, FM:

Asociación facultativa, NM: No micorrizal; AM: Micorrizas arbusculares, EcM: Ectomicorrizas)

Familia EspeciePorcentaje

colonización

Estado

Micorrizal

Tipos de

asociación

Achyrocline bogotensis* 29.58% OM EcM

Diplostephium phylicoides* 29.60% OM AM

Diplostephium rosmarinifolium* 20.50% OM AM, EcM

Espeletia argentea 22.81% OM AM

Espeletia barclayana* 25.62% OM AM

Espeletia corymbosa 15.71% FM AM, EcM, NM

Pentacalia nitida 17.67% FM AM, NM

Blechnum auratum* 23.21% OM EcM

Blechnum sp1.* 18.60% OM AM

Puya santosii* 25.00% OM AM

Puya trianae* 0.00% NM NM

Clethraceae Clethra fimbriata* 45.36% OM AM

Cunoniaceae Weinmania microphylla 53.75% OM AM

Oreobolus goeppingeri* 0.00% NM NM

Rhynchospora_ sp1.* 34.72% OM AM, EcM

Bejaria resinosa* 30.00% OM EcM, ERM

Gaultheria anastomosans 15.75% FM EcM, ERM

Gaultheria bolivari* 10.39% OM ERM

Gaultheria rigida* 60.00% OM ERM

Vaccinium corymbodendron* 7.50% OM ERM

Gentianaceae Halenia asclepiadea 55.19% OM EcM

Grossulariaceae Ribes andicola* 20.25% OM AM

Hypericum goyanesii 27.43% OM AM, EcM

Hypericum juniperum* 16.95% OM AM, EcM

Hypericum mexicanum 28.30% OM AM, EcM

Loranthaceae Gaiadendron punctatum 36.40% OM AM

Melastomataceae Bucquetia glutinosa 32.29% OM AM

Orobanchaceae Bartsia glandulifera* 3.00% OM AM, EcM

Phitolaccaceae Phytolacca bogotensis* 27.27% OM AM

Piperaceae Peperomia galioides 49.90% OM AM, EcM

Calamagrostis effusa 11.97% OM AM

Calamagrostis sp1.* 19.09% OM AM

Calamagrostis sp2.* 30.00% OM AM, EcM

Calamagrostis sp3.* 63.51% OM AM

Primulaceae Myrsine dependens* 26.47% OM AM

Rosaceae Acaena cylindristachya* 7.21% OM AM

Rubiaceae Arcytophyllum nitidum* 7.39% FM AM, NM

Valerianaceae Valeriana pilosa 32.34% OM AM, EcM

Poaceae

Asteraceae

Blechnaceae

Bromeliaceae

Cyperaceae

Ericaceae

Hypericaceae

Page 29: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

29

3.2.1. Estado micorrizal por familias

De las 38 especies vegetales caracterizadas, el 84% presentó un estado micorrizal obligado

(OM) representando 19 de las 20 familias estudiadas; el 10.5% fue clasificado en un estado

micorrizal facultativo (FM) con 3 familias representadas; y el restante 5.5% fue clasificado

como no micorrizal (NM) con 2 familias representadas. Las frecuencias absolutas para cada

estado, por familia, se pueden observar en las figuras a continuación (Figura 13, Figura 14, Figura 15).

Figura 13. Número de especies por familia con estado micorrizal obligado (Convenciones As: Asteraceae, Ble:

Blechnaceae, Bro: Bromeliaceae, Cle: Clethraceae, Cu: Cunoniaceae, Cy: Cyperaceae, Er: Ericaceae, Ge:

Gentianaceae, Gro: Grossulariaceae, Hy: Hypericaceae, Lo: Loranthaceae, Me: Melastomataceae, Or: Orobanchaceae,

Phi: Phitolaccaceae, Pi: Piperaceae, Po: Poaceae, Pr: Primulaceae, Ro: Rosaceae, Va: Valerianaceae)

Page 30: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

30

Figura 14. Número de especies por familia con estado

micorrizal facultativo (Convenciones As: Asteraceae, Er:

Ericaceae, Ru: Rubiaceae)

Figura 15. Número de especies por familia con estado no

micorrizal (Convenciones Bro: Bromeliaceae, Cy:

Cyperaceae)

3.2.2. Tipos de asociación micorrizales por familias

Al igual que con el estado micorrizal, los tipos micorrizales se clasificaron por familias. De

las 38 especies caracterizadas aproximadamente el 41% presentó colonización tipo

arbuscular (AM), 8% presentó colonización ectomicorrizal (EcM), otro 8% presentó

colonización ericoide (ERM), y 5% no presentó ningún tipo de colonización (NM). El

restante 35% presentó más de un tipo de colonización, siendo la pareja más común la

colonización arbuscular con la ectomicorrizal con un 24%. Estas proporciones se presentan

en la Figura 16 a continuación.

Figura 16. Porcentajes asociados a los diferentes tipos de asociaciones micorrizales identificados (Convenciones AM:

Micorrizas arbusculares, EcM: Ectomicorrizas, NM: No micorrizal)

Page 31: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

31

De igual manera, en las siguientes figuras se puede apreciar la cantidad de especies por

familia, en cada uno de los tipos de asociación micorrizal identificados. A modo de resumen,

de las 20 familias evaluadas, 13 familias presentaron especies con tipo micorrizal arbuscular

la mitad de las familias evaluadas exhibieron plantas con tipo de asociación ectomicorrizal,

y en especies de 4 familias no se observó ningún tipo de asociación micorrizal.

Para resumir la importancia de los resultados, en la Tabla 4 se expone una revisión

bibliográfica acerca de todas las especies caracterizadas en el presente estudio.

Tabla 4. Revisión bibliográfica de los tipos micorrizales de las especies dominantes de pajonales mixtos del Páramo de

Guerrero. En color azul se distinguen caracterizaciones del mismo género de la especie en cuestión.

Familia EspecieTipos de

asociaciónEvidencia en literatura

Achyrocline bogotensis EcM

Diplostephium phylicoides AM

Diplostephium rosmarinifolium AM, EcM

Espeletia argentea AM

Espeletia barclayana AM

Espeletia corymbosa AM, EcM, NM

Pentacalia nitida AM, NM

Blechnum auratum EcM

Blechnum sp1. AM

Puya santosii AM

Puya trianae NM

Clethraceae Clethra fimbriata AM AM. Kubota et al. 2001

Cunoniaceae Weinmania microphylla AMSin reportes. Familia se ha clasificado

como AM y EcM. Wang & Qiu, 2006

Oreobolus goeppingeri NM

AM. Koske et al. 1992. Familia se ha

clasificado como NM mayoritariamente.

Brundrett, 2009.

Rhynchospora sp1. AM, EcM

AM y NM. Muthukumar et al . 2004.

Familia se ha clasificado como NM

mayoritariamente. Brundrett, 2009

Bejaria resinosa EcM, ERM

Sin reportes. Familia se ha clasificado

como EcM y ERM principalmente,

también AM. Brundrett, 2009; Wang &

Qiu, 2006.

Gaultheria anastomosans EcM, ERM

Gaultheria bolivari ERM

Gaultheria rigida ERM

Vaccinium corymbodendron ERMEcM, ERM y AM. Largent et al. 1980;

Koske et al. 1990

Gentianaceae Halenia asclepiadea EcM

Sin reportes. Familia se ha clasificado

como AM principalmente. Wang & Qiu,

2006.

Grossulariaceae Ribes andicola AM AM. Harley & Harley, 1987

Hypericum goyanesii AM, EcM

Hypericum juniperum AM, EcM

Hypericum mexicanum AM, EcM

Loranthaceae Gaiadendron punctatum AMSin reportes. Familia se ha clasificado

como NM. Brundrett, 2009.

EcM y ERM. Massicotte et al. 2005;

Largent et al. 1980; Brundrett, 2009

AM y NM. Gemma et al. 1992

Sin reportes. Familia se ha clasificado

como mayoritariamente AM y AM

facultativa (con NM). Algunos géneros

pueden formar duales entre Am y EcM.

Brundrett, 2008; Brundrett, 2009; Wang

& Qiu, 2006.

Sin reportes. Familia se ha clasificado

como AM-NM. Brundrett, 2009

AM-NM principalmente. Harley &

Harley, 1987.

Ericaceae

Hypericaceae

Asteraceae

Blechnaceae

Bromeliaceae

Cyperaceae

Page 32: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

32

Tabla 4. Continuación: Revisión bibliográfica de los tipos micorrizales de las especies dominantes de pajonales mixtos del

Páramo de Guerrero. En color azul se distinguen caracterizaciones del mismo género de la especie en cuestión.

3.3. Conteo de esporas

El promedio de esporas de hongos formadores de micorrizas arbusculares fue bastante

variable, tomando valores entre 1570 esporas/100 g de suelo (PA03), y 7575 esporas/100 g

de suelo (PA07). La información generalizada se puede observar en la Tabla.

Familia EspecieTipos de

asociaciónEvidencia en literatura

Melastomataceae Bucquetia glutinosa AM

Sin reportes. Familia se ha clasificado

como EcM principalmente. Brundrett,

2008. Algunos géneros pueden formar

asociaciones duales AM-EcM. Haug et

al. 2004. Wang & Qiu, 2006.

Orobanchaceae Bartsia glandulifera AM, EcM

AM-NM. Harley & Harley, 1987.

Familia se ha clasificado como NM.

Brundrett, 2009.

Phitolaccaceae Phytolacca bogotensis AMSin reportes. Familia se ha clasificado

como NM. Brundrett, 2009.

Piperaceae Peperomia galioides AM, EcM

AM. Koske et al . 1992. Familia se ha

clasificado como AM-NM. Brundrett,

2009.

Calamagrostis effusa AM

Calamagrostis sp1. AM

Calamagrostis sp2. AM, EcM

Calamagrostis sp3. AM

Primulaceae Myrsine dependens AMSin reportes. Familia se ha clasificado

como AM. Wang & Qiu, 2006

Rosaceae Acaena cylindristachya AM AM. Fontenla et al. 1998; Harley &

Harley, 1987; Laursen et al. 1997.

Rubiaceae Arcytophyllum nitidum AM, NMSin reportes. Familia se ha reportado

como AM. Wang & Qiu, 2006

Valerianaceae Valeriana pilosa AM, EcM AM-NM. Harley & Harley, 1987.

Poaceae

AM. Harley & Harley, 1987; Kasowska,

2002. Algunos géneros de la familia se

han reportado como EcM. Brundrett,

2009.

Punto No. Esporas/100 g suelo

PA01 2775

PA02 5115

PA03 1570

PA04 2325

PA05 2070

PA06 5340

PA07 7575

PA08 3650

PA09 1820

PA10 2490

PA11 3295

PA12 3485

Tabla 5. Recuento de esporas (no. de esporas sobre 100 gramos de suelo) en cada punto muestreado

Page 33: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

33

Dada esta gran variación de valores, no es de sorprender que el resultado obtenido por la

prueba de análisis de varianzas, fuera la existencia de diferencias estadísticamente

significativas entre el recuento de esporas de los pajonales estudiados (Valor-P 6.21x10-8).

Aun teniendo en cuenta el valor de la ANOVA, al realizar la prueba de Tukey-Kramer se

encontró que entre varios de los puntos no hubo diferencias significativas, algo que se puede

observar en el diagrama de cajas y bigotes presentado en la Figura 17.

Figura 17. Diferencias en el recuento de esporas entre los pajonales estudiados en el Páramo de Guerrero.

Por otra parte, una revisión bibliográfica del recuento de esporas de ecosistemas similares al

pajonal mixto del Páramo de Guerrero, tanto en Colombia como en otras partes del mundo,

se presenta en la Tabla 6.

Tabla 6. Recuento promedio de esporas encontrado por otros autores en diferentes ecosistemas montañosos en Colombia y

en otras regiones del mundo.

4. Discusión

Antes de comenzar el análisis de los resultados obtenidos, es menester volver a reiterar lo

establecido al inicio de este trabajo de grado, así como al final de la introducción del mismo:

la investigación reflejada en estas páginas es importante, no solo a nivel general porque

EcosistemaBosque altoandino

patagónico

Pastizal montano

tibetano

EstudioGarcía et

al. 2004

Bernal et

al. 2006

López &

Peña, 2018Cuellar, 2018

Velázquez et al.

2016Gai et al. 2009

Recuento

promedio

(esporas/100

g suelo)

2775 792 1320 1727 520 185

Páramo colombianoBosque altoandino

colombiano

Page 34: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

34

aumenta el conocimiento científico de los páramos en Colombia, sino porque a nivel local

profundiza la información que se tiene sobre el complejo de Páramos de Guerrero, tan

explotado por su gran cantidad de recursos, pero tan poco estudiado.

Grosso modo, el trabajo “Caracterización de rasgos micorrizales de plantas dominantes de

pajonales mixtos en el Páramo de Guerrero, Cundinamarca, Colombia” es pionero en su línea

investigativa en el país, pues se logró obtener información acerca de características asociadas

a la vegetación que escasamente se han tratado, como lo son los tipos de asociaciones y el

estado micorrizal de plantas dominantes en el páramo, rasgos que tienen mayor importancia

a nivel de comunidad y de ecosistema, que la simple caracterización de la diversidad de las

micorrizas de los páramos (Moora, 2014), como ya han publicado otros autores en Colombia.

De la misma manera, se consiguió recopilar mayor información acerca de las especies de

flora propias del Páramo de Guerrero, demostrando que el paisaje está dividido entre

pajonales-frailejonales, y pajonales-arbustales. Este conocimiento seguramente será útil para

publicaciones científicas a futuro, pero además aportará para que los encargados de tomar

decisiones acerca del Páramo de Guerrero, puedan tener criterios más serios para legislar de

la mejor manera sobre la conservación del ecosistema. Por último, la obtención de datos

acerca de la abundancia de esporas en los suelos de pajonal, sienta un precedente importante

acerca de este valor, no solo asociado a ciertas especies vegetales como en estudios previos

(García et al., 2005), sino a un nivel ecosistémico, el cual tiene mayor valor ecológico.

4.1. Análisis de diversidad de pajonales mixtos del Páramo de Guerrero

La caracterización florística aquí realizada, es la primera en presentar un listado de las

especies presentes en pajonales mixtos en el Páramo de Guerrero, además de resaltar las

asociaciones dominantes más comunes en el mismo ecosistema. En términos generales, se

puede afirmar que los pajonales mixtos del Páramo de Guerrero muestreados, presentaron

una diversidad alfa, o diversidad específica, intermedia-baja. Esto puede entenderse al

observar los valores obtenidos para el índice de Shannon-Wiener (entre 1.3 y 2.7 según la

Tabla 1), pues la teoría indica que generalmente este parámetro toma valores entre 1.5 y 3.5

(Magurran, 1988).

Por su parte, los altos valores registrados para el coeficiente de equidad de Pielou en algunas

parcelas, demuestra que, especialmente en puntos como PA01, PA05, PA08 y PA12, la

relación entre riqueza y abundancia fue homogénea. Esto se puede explicar ya que la mayoría

de especies en la parcela presentaban dominancia según la escala fitosociológica, cumpliendo

así el concepto de equidad (Moreno, 2001).

Al comparar la diversidad específica obtenida para los puntos muestreados en el Páramo de

Guerrero, con los obtenidos en otros páramos en los países andinos (pajonal-rosetal en la

cordillera de Mérida, Venezuela: Llambí, 2015; pajonal mixto en la cordillera de Mérida:

Ramírez et al., 2009; pajonales poco intervenidos en Ecuador: Sklenar & Ramsay, 2001); en

ecosistemas montanos alrededor del mundo (Himalayas indios: Tambe & Rawat, 2010;

Page 35: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

35

pasturas en los Himalayas paquistaníes: Shaheen et al., 2011; montañas neozelandesas:

Mark, Dickinson, & Hofstede, 2000); o en páramos colombianos (páramos antioqueños:

Alzate-Guarín & Murillo-Serna, 2016; páramos de la cordillera oriental: Londoño et al.,

2014), se podría reiterar la particularmente baja diversidad presentada en los pajonales mixtos

del Complejo de Guerrero. Y por lo tanto, se podría traer a colación la afirmación de Peyre

(2015), acerca de que los páramos colombianos parecen ser pobres en especies.

Muchas hipótesis se han planteado con el fin de entender qué factores intervienen en la

variación de la diversidad local. En el caso específico de los páramos, hay dos que pueden

resaltarse. La primera tiene que ver con la influencia de las condiciones ambientales,

especialmente las relacionadas con el clima como la precipitación, o en otros términos,

disponibilidad de agua, la cual generalmente se relaciona con alta diversidad (Hawkins et al.,

2003; Field et al., 2009; Jiménez et al., 2009). Sin embargo, algunos estudios como el de

Peyre et al. (2019) encontraron que la alta precipitación de los páramos influía negativamente

en la riqueza local, ya que el estrés húmedo podría limitar las especies adaptadas a las

condiciones; podría limitar los procesos de evapotranspiración; y podría favorecer la

dominancia de pocas formas de vida adaptadas a la alta humedad.

Aunque esta es una hipótesis bastante válida para algunos páramos en regiones hiper-

húmedas de los Andes, no explicaría lo observado en el Páramo de Guerrero, ya que éste es

clasificado como un ecosistema entre semi-húmedo y húmedo (Morales-Rivas et al., 2007).

En cambio, la segunda hipótesis que podría tener mucho más peso se trata de el efecto de las

alteraciones antropogénicas. En efecto, se ha demostrado que la contribución de actividades

humanas sobre la variación de especies, es mucho mayor que la causada por fenomenos y

sucesos naturales (Moscol-Olivera & Cleef, 2009; Valencia, Lassaletta, Velázquez, Nicolau,

& Gómez-Sal, 2012; Vázquez et al., 2015). Por lo tanto, teniendo en cuenta, los impactos

previamente mencionados que se han registrado en el Páramo de Guerrero, pero también la

presencia de ganadería, agricultura e infraestructura observada durante los trabajos de campo,

es posible afirmar que la intervención humana podría ser un factor determinante en la baja

diversidad alfa registrada.

En contraste con la diversidad alfa, los pajonales mixtos caracterizados si presentaron una

alta diversidad beta. Este resultado de diferenciación espacial no es sorpresivo, ya que según

la hipótesis de Boyle, los ecosistemas montañosos tropicales presentarían mayores valores

de diversidad beta que su contraparte de tierras bajas (López-González & Duque, 2010),

debido a la variación climática, con especial énfasis en la temperatura, o la limitada

dispersión debido a la topografía. Siendo así, la distancia geográfica entre parcelas podría ser

un factor determinante en los bajos valores del índice calculado (Sklenar & Jorgensen, 1999).

Al contrario, comunidades que se encuentran aisladas, pero cuya vegetación predominante

presenta dispersión y polinización por el viento, compensan el efecto de distancia, y por lo

mismo se vuelven homogéneas (Løjtnant & Molau, 1983). Por ejemplo, plantas

pertenecientes a la familia Poaceae presentan una dispersión considerablemente eficiente de

propágulos a través del viento (Anthelme et al., 2014), por lo que no es de sorprender que de

las parcelas que más se parecen entre ellas (PA05 y PA07, PA08 y PA09, PA10 y PA11,

Page 36: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

36

PA10 y PA12), especies de la familia en cuestión estuvieran presentes y además fueran

dominantes.

Para corroborar aún más la heterogeneidad presentada entre los pajonales mixtos

muestreados, es posible remitirse al análisis de componentes principales realizado. Desde un

principio, el hecho de que los dos primeros componentes no pudieran explicar ni siquiera la

mitad de la varianza de los datos, es un primer indicio de lo poco homogéneos que fueron los

puntos muestreados. Adicionalmente a esto, al observar los números rojos en las figuras 10,

11 y 12, correspondientes a los puntos, se evidencia formación de tres agrupaciones

pequeñas: entre los puntos PA01, PA03 y PA09; entre PA10, PA11 y PA12; y entre PA05,

PA07, y PA08.

De estos grupos, lo primero que debe ser anotado es que presentaron coherencia con lo

obtenido por el cálculo del índice Morisita-Horn, a excepción del correspondiente a los

puntos PA11 y PA12. Esto tendría que ver con que entre estas no se compartió ninguna

especie, pero fueron agrupadas por el PCA ya que ambas se explicaban por las especies del

rango positivo del PC1.

En segunda instancia, a partir de la caracterización florística realizada es posible proponer

algunas especies diagnósticas para los ecosistemas de pajonales mixtos del Páramo de

Guerrero. Un caso de éstas sería la dupla de C. effusa y E. corymbosa, la cual fue

característica del grupo PA05, PA07, PA08. En efecto, en la literatura se han encontrado

frecuentemente asociaciones entre estas dos especies a lo largo de páramos de la cordillera

oriental en el departamento de Cundinamarca (Lozano-Contreras & Schnetter, 1976;

Arellano & Rangel, 2008), sin embargo, este sería el primer reporte en el complejo de

Guerrero.

Otra especie a considerar es E. argentea, la cual fue representativa del grupo PA01, PA03,

PA09. La alta dominancia de ésta denota un escenario preocupante, ya que si bien la especie

se encuentra inmersa generalmente en paisajes junto con varios tipos de vegetación arbustiva

y de pajonal (Rangel, 2000), este frailejón se considera como una planta pionera que limita

la sucesión entre parcelas conservadas y degradadas (Franco et al., 1986) lo que nuevamente

comprobaría la alta presión antropogénica que sufre el ecosistema. Finalmente, se debe

hablar del complejo P. nitida, Calamagrostis sp., el cual fue diagnóstico del grupo PA10,

PA11, PA12. De acuerdo a Rangel (2000), se ha observado en los páramos cercanos a

Bogotá, por lo que no debería sorprender su identificación en el Páramo de Guerrero. Según

el mismo autor, esta comunidad se presenta en la ecotonía entre los pajonales del sub-páramo

y del páramo.

Page 37: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

37

4.2. Rasgos micorrizales de las especies dominantes de pajonales mixtos del

Páramo de Guerrero

La caracterización de los rasgos micorrizales llevada a cabo en este estudio presenta datos

nunca antes tomados para la mayoría de las plantas analizadas, y para el ecosistema en

cuestión. En términos generales, la tendencia en cuanto a proporciones se refiere, fue

consistente con lo encontrado en la literatura sobre los rasgos micorrizales a nivel global.

Desglosando esta afirmación, por un lado, se encontró que la gran mayoría de las especies de

plantas dominantes en los pajonales mixtos presentaron un tipo de asociación arbuscular. Por

el otro, se pudo establecer que casi todas las especies vegetales estudiadas son obligadas para

formar asociaciones con micorrizas. No obstante, los porcentajes de ambos difieren con los

de los estudios consultados.

4.2.1. Estado micorrizal

En primer lugar, es importante resaltar que en la literatura científica sobre el tema, y como

señala Moora (2014), el estado micorrizal es uno de los rasgos menos estudiados en un grupo

de cualidades que de por sí no se ha determinado en la mayoría de las especies a nivel global,

lo cual deja entrever la falta de conocimiento acerca de estas características, pero también la

importancia del presente estudio.

De lo escrito sobre el tema, se puede traer el estudio realizado por Hempel et al (2013), el

cual fue tremendamente importante para entender la relevancia ecológica de las asociaciones

micorrizales. En éste se encontró que, de las plantas cuyos rasgos micorrizales están

evaluados en diferentes ecosistemas de Europa Central (específicamente Alemania), el 53%

de las plantas necesita de asociaciones micorrizales (OM), 31% puede formar asociaciones

micorrizales pero no en todos los casos (FM), y 16% no forma ninguna asociación micorrizal.

Como se había mencionado previamente, la tendencia presentada por Hempel et al (2013) es

consistente con lo encontrado en este estudio, siendo que la mayoría de las plantas

dominantes fueron obligadas. A pesar de esto, es notorio que los porcentajes son

significativamente diferentes entre uno y otro grupo de datos. Algunas explicaciones para

esto podrían ser, en primer lugar, la diferencia en cuanto al número de especies evaluadas, lo

que a su vez denota una diferencia amplia en el número de familias analizadas, y todo lo que

ello implica como son diferentes formas de vida, características fisiológicas, entre otras

(Hempel et al 2013 evaluaron 1758 especies). En segundo lugar, las distribuciones

geográficas estudiadas son sustancialmente diferentes, mientras que los citados autores

estudiaron las plantas de diferentes ecosistemas alemanes, el trabajo aquí presentado se limitó

a un Páramo en la bio-región Andina de Colombia. En tercer y último lugar, la revisión de

los autores mencionados se hizo a partir de los registros de bases de datos, de los cuales se

puede suponer, se hicieron estudiando las especies en muchas unidades de muestreo; por el

contrario, un número importante de especies evaluadas en este estudio, solo pudo ser

Page 38: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

38

caracterizado en una única unidad de muestreo, lo que dejaría cierta incertidumbre que no

permitiría generalizar lo encontrado para las especies clasificadas como obligadas o como no

micorrizales.

Ahora, en cuanto a lo que los números se refiere, varios análisis pueden realizarse.

Primeramente, se puede concluir que, dado el alto porcentaje de plantas obligadas para

formar asociaciones, los recursos nutricionales en los suelos de pajonales mixtos del Páramo

de Guerrero deben ser relativamente escasos, pues como se ha señalado en la literatura, es

necesario que haya estrés nutricional para que se formen asociaciones micorrizales

(Brundrett, 2009; Smith & Read, 2008). Si bien las bajas concentraciones de nutrientes son

una característica de los suelos paramunos, futuros estudios podrían concentrarse en

cuantificar los nutrientes disponibles en el Páramo de Guerrero, con especial enfoque en el

fósforo, así como el análisis de otros factores que también se han podido correlacionar con

la formación de asociaciones micorrizales, tales como patógenos o estrés hídrico (Tripathi et

al., 2008; Marjanovic & Nehls, 2008).

En segunda instancia, hay una inconsistencia con lo encontrado por Hempel et al (2013) y

los datos experimentales aquí presentados, en cuanto a las condiciones preferenciales de los

hábitats de las plantas que requieren de asociaciones micorrizales (OM), pues según los

autores, éstas prefieren altas temperaturas y altos valores de pH, así como con regímenes

hidrológicos más secos. La inconsistencia es especialmente notoria en cuanto al pH y la

precipitación se refiere, teniendo en cuenta el comportamiento de estas condiciones abióticas

en los páramos. Nuevamente, a futuro estas condiciones podrían ser variables a considerar

en trabajos investigativos acerca de micorrizas en los páramos. No obstante, los resultados

obtenidos para los bajos porcentajes de colonización observados, podrían tener una relación

con las temperaturas de los páramos, ya que las bajas temperaturas ambientales tienen un

efecto negativo en el desarrollo y crecimiento de los hongos formadores de micorrizas y, por

consiguiente, en el porcentaje de raíz colonizado (Gavito et al., 2005; Ruotsalainen &

Kytöviita, 2004).

En tercer lugar, la gran proporción de plantas obligadas encontradas, que a su vez son

perennes, concuerda con lo encontrado por autores como Peat & Fitter (1993), los cuales

identificaron que en la flora británica, plantas perennes leñosas y no leñosas son más

frecuentemente micorrizales en comparación con plantas anuales. Empero, esta es una

afirmación que aún debe ser probada para cada ecosistema, pues puede no ser la generalidad

(Hempel et al., 2013).

Cuarto y último, la afirmación de que las plantas que son facultativas para formar

asociaciones micorrizales, generalmente presentan distribuciones geográficas más amplias

(Hempel et al., 2013; Moora, 2014), se puede relacionar con los resultados obtenidos para

las especies aquí estudiadas. Así es posible darse cuenta que esta afirmación aplica para dos

de las especies clasificadas como FM (Gaultheria anastomosans (Mutis ex L. f.) Kunth., A.

nitidum, con amplia distribución en ecosistemas montañosos de Colombia), mientras que

para las dos restantes no (E. corymbosa, P. nitida con distribución limitada a los páramos de

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39

la cordillera oriental), lo cual puede tener que ver con el alto nivel de endemismos

presentados en los páramos (Madriñan et al., 2016).

4.2.2. Tipo micorrizal

Nuevamente, así como con los porcentajes de los estados micorrizales, las proporciones de

tipos micorrizales también presentaron diferencias entre lo que se ha establecido en la

literatura científica, y lo encontrado durante esta investigación. Salta a la vista el caso de las

asociaciones ectomicorrizales, las cuales han sido reportadas como una de las más escasas

en las angiospermas, siendo solo el 2% de las plantas micorrizales (Brundrett, 2009) versus

el casi 40% de plantas dominantes del Páramo de Guerrero. Una explicación tratada por

algunos autores es que en ecosistemas con temperaturas bajas, los hongos formadores de

micorrizas arbusculares presentan limitaciones en su desarrollo, colonización, y dispersión

(Bledsoe et al., 1990; Olsson et al., 2004; Allen et al., 2006); y que por el contrario, las

plantas se tienden a asociar más con hongos formadores de ectomicorrizas (Brundrett, 2009).

Entre tanto, otros estudios han encontrado correlación entre altos contenidos de carbono en

el suelo y sub-suelo, con la presencia de vegetación que se asocia con ectomicorrizas

(Soudzilovskaia et al., 2019), algo que también podría suceder en los páramos por las

características de sus suelos.

Además del alto porcentaje registrado para plantas con asociaciones ectomicorrizales,

también es necesario destacar la falta de plantas con asociaciones de tipo orquidioide. Esto,

sin embargo, puede ser explicado por la razón de que las plantas caracterizadas fueron

escogidas por ser las más abundantes en las parcelas, de acuerdo con su cobertura en

diferentes estratos, por lo que plantas de la familia Orchidaceae que se conocen por sus

tamaños relativamente pequeños, no podrían ser tenidas en cuenta. De hecho, esto es algo

que se refleja en la baja cobertura presentada por las especies de orquídeas encontradas en

los pajonales muestrados.

Por su parte, a pesar de que aún en este estudio las plantas formadoras de asociaciones

arbusculares son las más abundantes, siendo que aproximadamente el 82% de las especies

estudiadas presentaron estas asociaciones, es fácil notar que un porcentaje importante (26%)

presentó asociaciones duales de ecto y endomicorrizas. Sin embargo, la ocurrencia de estas

asociaciones duales aún no es entendida a cabalidad (Brundrett, 2008). La tendencia de que

con cambios en altitud también se dan cambios en las proporciones de las asociaciones más

dominantes, ha sido observada en algunos estudios, pero los mismos aseguran que para

comprender este fenómeno hay que entender la influencia de componentes bióticos y

abióticos (Moyersoen & Fitter, 1999; Bueno et al., 2017; Kariman et al., 2018). Por ejemplo,

el hecho de que los suelos paramunos sean más ácidos puede perjudicar el desarrollo de

micorrizas arbusculares, dado que estas prosperan en suelos alcalinos (Peat & Fitter, 1993;

Coughlan et al., 2000; Hempel et al., 2013), mientras que los hongos formadores de

ectomicorrizas pueden soportar rangos más amplios y más ácidos de pH (Aggangan et al.,

1996; Yu et al., 2001).

Page 40: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

40

Otro enfoque adoptado tiene que ver con la cantidad de bioelementos disponibles en el suelo.

Por ejemplo, se ha encontrado que en ecosistemas dominados por plantas que forman

asociaciones con hongos ectomicorrizales, el valor del carbono en el suelo es mayor que en

ecosistemas cuyas plantas dominantes forman asociaciones micorrízicas arbusculares

(Averill et al., 2014). Con esto en cuenta, no sería descabellado pensar que en cierta medida,

los altos valores de carbono orgánico en el suelo paramuno tienen que ver con una

proporción, si bien no dominante, si considerable de hongos ectomicorrízicos. En otros

estudios, se ha encontrado que suelos más viejos, entendidos como aquellos formados en el

pleistoceno o antes, con contenidos reducidos de nutrientes y de pH, presentan mayor

proporción de ectomicorrizas que de micorrizas arbusculares (Albornoz et al., 2016), algo

que también podría explicar los resultados obtenidos.

En cuanto a los resultados puntuales obtenidos en este estudio, es importante destacar que

representan los primeros reportes para todas las especies en cuestión. Sin embargo, esto

también significa una dificultad a la hora de contrastar con la literatura científica. Una manera

de superar esta situación, es comparar la clasificación de las familias y los géneros a partir

de las bases de datos de rasgos micorrizales, siempre teniendo en cuenta que éstos pueden

cambiar incluso para plantas dentro del mismo género (Brundrett & Tedersoo, 2019). Esta

comparación se presenta en la Tabla 4, después de haber consultado las bases de datos

construídas por Wang & Qiu (2006) y Brundrett (2009).

A partir de la comprobación con literatura, es posible observar un alto grado de similitud con

los resultados obtenidos en el actual estudio, sobre todo por la cantidad de géneros que se

clasificaron como formadores de micorrizas arbusculares, y que están reportados de esa

manera en la literatura. Aún así, hay algunas especies particulares que no concuerdan con lo

reportado bibliográficamente. Por ejemplo, unos casos que llaman la atención son G.

punctatum, B. glandulifera y P. bogotensis. La primera y segunda pertenecen a las familias

Loranthaceae y Orobanchaceae respectivamente, consideradas como parasíticas, y han sido

clasificadas como NM por la misma razón (Brundrett, 2008). Sin embargo, algunos autores

han probado que incluso en familias predominantemente hemi-parasíticas, se ha presentado

colonización micorrízica arbuscular en algunos géneros (Lesica & Antibus, 1986), por lo que

este podría ser el caso con G. punctatum y B. glandulifera. El tercer caso que se resalta, de

P. bogotensis, es importante pues si bien la familia ha sido clasificada como NM, algunos

autores han insistido en que se necesita mayor recopilación de datos en especies de la familia

(Brundrett, 2008), ya que como en el presente estudio, se ha reportado colonización

arbuscular (Straker et al., 2007).

4.3. Potencial micorrizal de AM en pajonales mixtos del Páramo de Guerrero

En primer lugar, la determinación del potencial de colonización de hongos formadores de

micorrizas arbusculares es importante, teniendo en cuenta que según la literatura, pero

también dado lo encontrado en los rasgos micorrizales del presente estudio, este tipo de

asociación es el más común, tanto por las plantas a nivel global (Brundrett, 2009), como por

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41

las especies vegetales dominantes en los pajonales mixtos del Páramo de Guerrero. Por lo

tanto, no es de sorprender que se hayan podido extraer cantidades considerables de esporas

del suelo.

Como se observó en los resultados, el recuento de esporas promedio fue, en general,

considerablemente elevado (3459 esporas/100 g de suelo). Esta afirmación es especialmente

cierta, si se compara con los valores obtenidos por estudios previos realizados en páramos de

Colombia (García et al., 2005; Bernal et al., 2006); en bosques alto-andinos colombianos

(López-Botía & Peña-Sierra, 2018; Cuellar-Mayorga, 2018); y en ecosistemas montañosos

en otras regiones del mundo (Gai et al., 2009; Velázquez et al., 2016). Los valores obtenidos

por los estudios citados se pueden apreciar en la Tabla 6.

Esto, sin embargo, no es de sorprender dadas las características físicas y químicas de los

suelos paramunos según se describieron previamente (Buytaert et al., 2006). Si bien ni la

porosidad, ni el contenido de materia orgánica se midieron en el presente estudio, otros

autores han encontrado que los hongos formadores de micorrizas arbusculares se ven

beneficiados por altos valores de los parámetros mencionados, ya que se favorece la

proliferación de las hifas en la matriz de suelo (Espítia & Pérez, 2016; López-Botía & Peña-

Sierra, 2018), y además se facilita la obtención de nutrientes por parte del hongo como el

nitrógeno y en menor medida, de fósforo (Hodge, 2017).

Por otro lado, si bien varios estudios han encontrado una correlación negativa entre el

aumento de la altitud y los porcentajes de colonización, abundancia de esporas, y riqueza de

especies de hongos formadores de micorrizas arbusculares (Lugo et al., 2007; Schmidt et al.,

2008; Gai et al., 2012), Cox & Moore (2016) establecieron que en estudios de distribución

de fauna y flora, la riqueza en un principio aumenta con la altitud hasta alcanzar un máximo,

y en adelante disminuye. En el caso de hongos micorrízicos, este comportamiento se ha

podido observar con la abundancia de esporas, el cual alcanza un máximo en altitudes

intermedias, las cuales dependen del gradiente altitudinal evaluado (Velázquez et al., 2016).

Por ejemplo, en el caso de algunas pasturas montañozas del suroccidente brasileño, ésta

altitud intermedia fue cerca de los 1200 msnm (Coutinho et al., 2015), mientras que en un

gradiente altitudinal evaluado en la cadena oriental de los Himalayas, la altitud óptima fue

alrededor de 4200 msnm (Li et al., 2013).

Poniendo esto en consideración, se podría argumentar que la alta abundancia de esporas

encontrada en los pajonales del Páramo de Guerrero tiene que ver, entre otras cosas, porque

el rango altitudinal evaluado (entre 3200 y 3600 msnm) corresponde al óptimo del

ecosistema. Empero, para corroborar esta afirmación sería necesario llevar a cabo estudios

que determinaran la abundancia de esporas a lo largo del gradiente altitudinal.

Por último, encontrar una explicación sensata para la alta variación en el recuento de esporas,

entre cada punto muestreado, parece ser una tarea más complicada. La respuesta más

aproximada podría ser la distancia entre cada punto muestreado, pues algunos de ellos

presentaban cercanía geográfica. Sin embargo, los resultados de la prueba Tukey-Kramer

probaron que tan solo algunos puntos cercanos geográficamente entre ellos fueron

significativamente iguales (Valor-P > 0.05), como fue el caso entre los puntos PA01 y PA04

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42

en el municipio de Zipaquirá; entre el punto PA06 y los puntos PA02, PA03 y PA04 (el

primero en Cogua, los demás en Zipaquirá); y entre los puntos PA10 y PA11 en el municipio

de San Cayetano. Por otra parte, los resultados de la caracterización florística tampoco

parecen aportar más claridad, pues de las agrupaciones obtenidas a través de la diversidad

beta, solo la triada PA10, PA11 y PA12 es significativamente similar entre sí. Por lo tanto,

se podría hipotetizar que los recuentos de esporas obtenidos en estos puntos tienen similitud

debido a que la flora dominante en éstos, pertenece a las mismas especies, de las cuales a su

vez se encontró que presentaban tipos de colonización arbuscular.

4.4. Limitaciones del estudio

Si bien el estudio llevado a cabo es innovador en cuanto a los resultados publicados, es

también importante establecer y reconocer algunas de las limitaciones presentadas por el

estudio.

En primer lugar, y como se resaltó en su momento, llevar a cabo un muestreo aleatorio fue

imposible por varias razones que se complementan entre ellas. Dado que el Complejo de

Guerrero ha sido explotado económicamente desde la mitad del siglo XX, hay una población

nada despreciable de personas que se asentaron desde aproximadamente la misma época. Por

lo tanto, ir a tomar muestras implica, primero que todo sondear a los pobladores para saber

quiénes están dispuestos a dejar entrar investigadores a sus propiedades; y en segunda

medida, a los que acepten dejar muestrear sus lotes, hay que notificarles los días que se planea

hacer la campaña de muestreo. Sin embargo, esto último presentó dificultades, pues hubo

oportunidades en las cuales los pobladores, a pesar de haber sido notificados de la visita y

muestreo, simplemente no se presentaron ni dieron acceso a sus predios.

En segundo lugar, a pesar de tener resultados sin precedentes, haber podido obtener otro tipo

de resultados más clásicos y comunes, como condiciones atmosféricas (temperatura,

humedad, brillo), condiciones del suelo (temperatura, humedad, pH), o análisis químicos del

suelo, hubiese permitido tener más bases experimentales para poder compararlos con la

literatura, o para encontrar relaciones con los resultados obtenidos. Esto, sin embargo, no fue

posible por cuestiones de tiempo dado el cronograma académico establecido por la

Universidad de los Andes.

Por último, hablando específicamente del protocolo experimental, fue necesario cambiar

sobre la marcha el procedimiento de tinción de las raíces para su caracterización, ya que el

agente de tinción que se iba a emplear inicialmente (tinta china marca Pelikan), no se disolvió

en la solución para teñir, por lo que se debió utilizar fucsina. Dado este inconveniente, el

autor del presente proyecto enfatiza que se hagan pruebas con varias marcas de tinta y de

varios colores, según se recomiende en la literatura.

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43

5. Conclusiones

Ante todo, se destaca la importancia de haber llevado a cabo esta investigación. De manera

general, es apenas el primer estudio que se lleva a cabo en el Páramo de Guerrero conectando

diferentes áreas de conocimiento de las ciencias biológicas (botánica, ecología, micología),

para ahondar y profundizar la información que se tiene sobre este complejo paramuno. Con

respecto a esto, el presente estudio también buscaba, de manera indirecta, promover la

investigación en el Páramo de Guerrero, y si sirve de motivación, a otros ecosistemas a los

cuales no se les haya puesto atención en los últimos años en Colombia.

Con respecto a lo obtenido en el presente estudio, primero se logró recopilar información

acerca de la riqueza de especies vegetales presentes en los pajonales mixtos del Páramo de

Guerrero. Varias de las especies aquí mencionadas habrían sido reportadas por primera vez

en el complejo de Guerrero; aún más, es el primer estudio en encontrar grupos florísticos

propios de este páramo, por lo que se recomendaría, para futuros estudios, continuar con la

caracterización de la vegetación, no solo de pajonales mixtos, sino de otras comunidades

vegetales. Adicionalmente, para darle mayor valor ecológico a los datos de riqueza de

especies, se pudo corroborar que la diversidad local del páramo no es la más alta sí se

compara con otros páramos en el país o en el continente; pero también se pudo probar que la

diversidad beta si presenta valores significativos, lo que permite concluir que los pajonales

mixtos del Páramo de Guerrero son bastante heterogéneos.

Segundo, el trabajo cumplió con su objetivo general al presentar la caracterización de los

rasgos micorrizales de las plantas dominantes en los pajonales mixtos. Sumándole a lo

anterior, esta caracterización se logró para 38 especies que no habían sido reportadas antes,

convirtiéndose además en el primer informe de este tipo en cualquier ecosistema de

Colombia. Además, vale la pena resaltar que de las caracterizaciones realizadas, se logró

identificar un indicio de que, dadas las condiciones bióticas y abióticas de los páramos, la

dominancia de asociaciones de tipo arbuscular podrían reducirse y darle paso a que se formen

asociaciones duales con hongos formadores de ectomicorrizas, algo que no tendría

precedente en los estudios hasta ahora realizados a nivel mundial.

Tercero, y para finalizar, en sintonía con la caracterización de los tipos micorrizales de la

vegetación dominante, fue posible descubrir que el Páramo de Guerrero cuenta con un

potencial importante de colonización por hongos formadores de micorrizas arbusculares, ya

que los recuentos de esporas del suelo presentaron valores promedio bastante superiores a

los encontrados, no solo en otros páramos colombianos, sino también en otros ecosistemas

parecidos en diferentes partes del mundo. Por otra parte, no se pudo encontrar una

explicación clara para la gran variación de recuentos de esporas, aunque se sugiere que tanto

la distribución geográfica, como la composición florística similar entre puntos puede ser una

respuesta aproximada.

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44

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7. Anexos

7.1. Anexo 1. Lista de especies vegetales identificadas en los pajonales mixtos del

páramo de guerrero

Familia Género Especie Código

PCA

Alstromeriaceae Bomarea angustipetala Ban

Apiaceae Niphogeton glaucescens Ngl

Araliaceae Oreopanax bogotensis Obo

Asteraceae

Achyrocline bogotensis Abo

Baccharis spp. Bsp1

Diplostephium rosmarinifolium Dro

Diplostephium phylicoides Dph

Espeletia barclayana Eba

Espeletia corymbosa Eco

Espeletia argentea Ear

Espeletia grandiflora Egr

Espeletia killipii Eki

Gnaphalium meridanum Gme

Gynoxys fuliginosa Gfu

Gynoxys trianae Gtr

Pentacalia abietina Pab

Pentacalia nitida Pni

Pentacalia guadalupe Pgu

Taraxacum officinale Tof

Blechnaceae Blechnum loxense Blo

Blechnum auratum Bau

Page 58: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

58

Blechnum spp. Bsp

Bromeliaceae

Puya trianae Ptr

Puya santosii Psa

Puya spp. Psp

Caryophillaceae Stellaria cuspidata Scu

Clethraceae Clethra fimbriata Cfi

Cunoniaceae Weinmania microphylla Wmi

Cyperaceae

Carex pichinchensis Cpi

Oreobolus goeppingeri Ogo

Rhynchospora ruiziana Rru

Rhynchospora spp. Rsp

Ericaceae

Bejaria resinosa Bre

Gaultheria rigida Gri

Gaultheria anastomosans Gan

Gaultheria bolivari Gbo

Gaultheria buxifolia Gbu

Gaultheria ramosissima Gra

Macleania rupestris Mru

Vaccinium corymbodendron Vco

Vaccinium floribundum Vfl

Fabaceae Lupinus colombiensis Lco

Gentianaceae Halenia asclepiadea Has

Geraniaceae

Geranium lainzii Gla

Geranium santanderiense Gsa

Geranium sibbaldioides Gsi

Grossulariaceae Ribes andicola Ran

Ribes bogotanum Rbo

Hypericaceae

Hypericum juniperum Hju

Hypericum goyanesii Hgo

Hypericum mexicanum Hme

Iridaceae Orthrosantus chimboracensis Och

Loranthaceae Gaiadendron punctatum Gpu

Lycopodiaceae Lycopodium clavatum Lcl

Melastomataceae

Brachyotum strigosum Bst

Brachyotum lindenii Bli

Bucquetia vernicosa Bve

Bucquetia glutinosa Bgl

Orchidaceae Epidendrum spp. Esp

Orobanchaceae Bartsia glandulifera Bag

Castilleja integrifolia Cin

Phytolaccaceae Phytolacca bogotensis Pbo

Primulaceae Myrsine dependens Mde

Piperaceae Peperomia galioides Pga

Page 59: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

59

Plantaginaceae Aragoa cleefii Acl

Digitalis purpurea Dpu

Poaceae

Calamagrostis spp. Csp

Calamagrostis effusa Cef

Agrostis spp. Asp

Holcus lannatus Hla

Polygalaceae Monnina salicifolia Msa

Pteridaceae Jamesonia bogotensis Jbo

Rosaceae

Acaena cylindristachya Acy

Hesperomeles ferruginea Hfe

Hesperomeles heterophylla Hhe

Lachemilla killipii Lki

Rubus coriaceus Rco

Rubus acantophyllos Rac

Rubiaceae Arcytophyllum nitidum Ani

Valerianaceae Valeriana pilosa Vpi

7.2. Anexo 2. Registro fotográfico de las observaciones al microscopio de las raíces.

Achyrocline bogotensis

Diplostephium phylicoides

D. rosmarinifolium

Espeletia argentea

E. argentea

E. corymbosa

E. barclayana Pentacalia nitida Blechnum spp.

Page 60: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

60

Blechnum auratum

Puya santosii

Clethra fimbriata

Weinmania microphylla

Rhynchospora spp.

Bejaria resinosa

Gaultheria bolivari

G. anastomosans

G. anastomosans

G. rigida Vaccinium corymbodendron Halenia asclepiadea

Page 61: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

61

H. asclepiadea

Ribes andicola

Hypericum goyanesii

H. goyanesii

H. juniperum

H. mexicanum

H. mexicanum

Gaiadendron punctatum

Bucquetia glutinosa

Bartsia glandulifera Phytolacca bogotensis Peperomia galioides

Page 62: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

62

Calamagrostis effusa

Calamagrostis spp.

Calamagrostis spp.

Myrsine dependens

Acaena cylindristachya

Arctytophyllum nitidum

A. nitidum

Valeriana pilosa

V. pilosa

Page 63: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

63

7.3. Anexo 3. Coberturas de las especies en cada punto muestreado

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Plantaginaceae Digitalis_purpurea 0.50%

M2 Phytolaccaceae Phytolacca_bogotensis 0.50%

M3 Hypericaceae Hypericum_goyanesii 15%

M4 Blechnaceae Blechnum_spp 0.50%

M5 Valerianaceae Valeriana_pilosa 15%

M6 Asteraceae Diplostephium_phylicoides 15%

M7 Gentianaceae Halenia_asclepiadea 2.50%

M8 Grossulariaceae Ribes_andicola 37.50%

M9 Caryophillaceae Stelarria_cuspidata 2.00%

M10 Asteraceae Espeletia_argentea 37.50%

M11 Valerianaceae Valeriana_pilosa 15%

M12 Rosaceae Acaena_cylindristachya 2.00%

M13 Bromeliaceae Puya_trianae 15% Tabla 5. Especies encontradas en el punto PA01 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Ericaceae Gaultheria_bolivari 37.50%

M2 Asteraceae Espeletia_grandiflora 15%

M3 Hypericaceae Hypericum_juniperum 0.50%

M4 Asteraceae Diplostephium_phylicoides 2.50%

M5 Blechnaceae Blechnum_spp 15%

M6 Ericaceae Vaccinium_corymbodendron 15%

M7 Ericaceae Gaultheria_anastomosans 15%

M8 Melastomataceae Brachyotum_strigosum 0.50%

M9 Melastomataceae Bucquetia_glutinosa 2.00%

M10 Lycopodiaceae Lycopodium_clavatum 0.50%

M11 Grossulariaceae Ribes_bogotanum 0.50%

M12 Plantaginaceae Arcytophyllum_nitidum 15%

M13 Rosaceae Rubus_coriaceus 0.50%

M14 Bromeliaceae Puya_santosii 0.50%

M15 Polygalaceae Moninna_salicifolia 0.50%

M16 Valerianaceae Valeriana_pilosa 0.50%

M17 Cyperaceae Rhynchospora_ruiziana 0.50% Tabla 6. Especies encontradas en el punto PA02 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Asteraceae Baccharis_spp 0.50%

Page 64: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

64

M2 Melastomataceae Bucquetia_glutinosa 62.50%

M3 Asteraceae Diplostephium_phylicoides 0.50%

M4 Ericaceae Gaultheria_anastomosans 15.00%

M5 Polygalaceae Monnina_salicifolia 2.50%

M6 Polygalaceae Monnina_salicifolia 0.50%

M7 Rubiaceae Arcytophyllum_nitidum 15.00%

M8 Asteraceae Pentacalia_guadalupe 0.50%

M9 Asteraceae Achyrocline_bogotensis 0.50%

M10 Asteraceae Espeletia_argentea 2.00%

M11 Hypericaceae Hypericum_juniperum 2.00%

M12 Cyperaceae Rhynchospora_spp 37.50%

M13 Alstromeriaceae Bomarea_angustipetala 0.50%

M14 Rosaceae Rubus_acantophyllos 0.50%

M15 Hypericaceae Hypericum_mexicanum 2.00%

M16 Asteraceae Achyrocline_bogotensis 15.00%

M17 Ericaceae Macleania_rupestris 0.50%

M18 Melastomataceae Bucquetia_glutinosa 2.00%

M19 Geraniaceae Geranium_sibbaldioides 0.50%

M20 Rosaceae Hesperomeles_heterophylla 0.50%

M21 Geraniaceae Geranium_lainzii 2.00%

M22 Bromeliaceae Puya_spp 15.00% Tabla 7. Especies encontradas en el punto PA03 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Hypericaceae Hyperycum_goyanesii 15%

M2 Ericaceae Vaccinium_floribundum 2%

M3 Araliaceae Oreopanax_bogotensis 2%

M4 Melastomataceae Bucquetia_vernicosa 0.50%

M5 Cyperaceae Rhynchospora_spp 2%

M6 Ericaceae Macleania_rupestris 0.50%

M7 Asteraceae Espeletia_killipii 2%

M8 Asteraceae Gnaphalium_meridanum 2%

M9 Asteraceae Achyrocline_bogotensis 2%

M10 Hypericaceae Hypericum_juniperum 2%

M11 Poaceae Holcus_lannatus 2%

M12 Asteraceae Taraxacum_officinale 2%

M13 Blechnaceae Blechnum_spp 0.50%

M14 Ericaceae Gaultheria_buxifolia 0.50%

M15 Poaceae Agrostis_spp 0.50%

M16 Rosaceae Rubus_coriaceus 0.50%

M17 Geraniaceae Geranium_sibbaldioides 0.50%

M18 Asteraceae Gynoxys_fuliginosa 2%

M19 Ericaceae Vaccinium_floribundum 2%

Page 65: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

65

M20 Polygalaceae Monnina_salicifolia 15%

M21 Asteraceae Achyrocline_spp 0.50%

M22 Melastomataceae Brachyotum_strigosum 0.50% Tabla 8. Especies encontradas en el punto PA04 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Asteraceae Espeletia_corymbosa 37.50%

M2 Clethraceae Clethra_fimbriata 15%

M3 Rubiaceae Arcytophyllum_nitidum 2%

M4 Ericaceae Gaultheria_anastomosans 2%

M5 Ericaceae Macleania_rupestris 15%

M6 Melastomataceae Bucquetia_vernicosa 2%

M7 Ericaceae Gaultheria_anastomosans 0.50%

M8 Orchidaceae Epidendron_spp 0.50%

M9 Poaceae Calamagrostis_effusa 15%

M10 Poaceae Calamagrostis_effusa 37.50%

M11 Asteraceae Diplostephium_rosmarinifolium 2%

M12 Pteridaceae Jamesonia_spp 15%

M13 Bromeliaceae Puya_trianae 15% Tabla 9. Especies encontradas en el punto PA05 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Ericaceae Macleania_rupestris 15%

M3 Primulaceae Myrsine_dependens 15%

M4 Asteraceae Espeletia_corymbosa 15%

M5 Rubiaceae Arcytophyllum_nitidum 15%

M6 Rosaceae Hesperomeles_ferruginea 2%

M7 Melastomataceae Brachyotum_lindenii 0.50%

M9 Lycopodiaceae Lycopodium_clavatum 2%

M10 Melastomataceae Brachyotum_lindenii 2%

M12 Araliaceae Oreopanax_bogotensis 0.50%

M13 Hypericaceae Hypericum_juniperum 0.50%

M14 Geraniaceae Geranium_santanderiense 0.50%

M15 Geraniaceae Geranium_santanderiense 2% Tabla 10. Especies encontradas en el punto PA06 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M2 Poaceae Calamagrostis_effusa 37.50%

M3 Asteraceae Espeletia_corymbosa 2%

Page 66: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

66

M5 Hypericaceae Hypericum_spp 2%

M6 Cyperaceae Rhynchospora_ruiziana 2%

M7 Rubiaceae Arcytophyllum_nitidum 37.50%

M8 Orobanchaceae Castilleja_integrifolia 0.50%

M9 Hypericaceae Hypericum_mexicanum 2%

M10 Hypericaceae Hypericum _spp 0.50%

M11 Rosaceae Acaena_cylindristachya 15%

M12 Ericaceae Gaultheria_ramosissima 0.50%

M15 Poaceae Holcus_lannatus 2% Tabla 11. Especies encontradas en el punto PA07 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Poaceae Calamagrostis_effusa 37.50%

M2 Poaceae Calamagrostis_spp 0.50%

M3 Cyperaceae Rhynchospora_spp 0.50%

M4 Fabaceae Lupinus_colombiensis 0.50%

M5 Orobanchaceae Bartsia_glandulifera 15.00%

M6 Poaceae Calamagrostis_effusa 0.50%

M7 Hypericaceae Hypericum_juniperum 15.00%

M8 Hypericacaea Hypericum_mexicanum 15.00%

M9 Pteridaceae Jamesonia_bogotensis 15.00%

M10 Blechnaceae Blechnum_spp 2.00%

M11 Asteraceae Diplostephium_phylicoides 0.50%

M12 Rubiaceae Arcytophyllum_nitidum 2.00%

M13 Hypericaceae Hypericum_goyanesii 15.00%

M14 Valerianaceae Valeriana_pilosa 0.50%

M15 Asteraceae Espeletia_argentea 37.50% Tabla 12. Especies encontradas en el punto PA08 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Hypericaceae Hypericum_mexicanum 15%

M2 Plantaginaceae Digitalis_purpurea 0.50%

M3 Ericaceae Gaultheria_anastomosans 2%

M4 Iridaceae Orthrosantus_chimboracensis 0.50%

M5 Asteraceae Espeletia_argentea 62.50%

M6 Bromeliaceae Puya_santosii 2%

M7 Asteraceae Diplostephium_phylicoides 2%

M8 Polygalaceae Monnina_salicifolia 0.50%

Page 67: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

67

M9 Rosaceae Hesperomeles_ferruginea 0.50%

M10 Asteraceae Diplostephium_rosmarinifolium 2%

M11 Piperaceae Peperomia_galioides 15% Tabla 13. Especies encontradas en el punto PA09 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Valerianaceae Valeriana_pilosa 15.00%

M2 Asteraceae Espeletia_barcleyana 37.50%

M3 Hypericaceae Hypericum_juniperum 0.50%

M4 Asteraceae Gynoxys_trianae 15%

M5 Asteraceae Pentacalia_nitida 37.50%

M6 Poaceae Calamagrostis_spp 62.50%

M7 Gentianaceae Halenia_asclepiadea 0.50%

M8 Apiaceae Niphogeton_glaucescens 0.50%

M9 Rosaceae Lachemilla_killipii 0.50% Tabla 14. Especies encontradas en el punto PA10 con sus respectivos porcentajes de cobertura.

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Cyperaceae Carex_spp 15%

M2 Asteraceae Espeletia_barclayana 2%

M3 Asteraceae Pentacalia_nitida 37.50%

M4 Gentianaceae Halenia_asclepiadea 15%

M5 Rosaceae Acaena_cylindristachya 15%

M6 Valerianaceae Valeriana_pilosa 37.50%

M7 Cyperaceae Carex_pichinchensis 0.50%

M8 Orchidaceae S.I. 0.50%

M9 Rosaceae Lachemilla_killipii 0.50%

M10 Cyperaceae Carex_spp 2%

M11 Blechnaceae Blechnum_loxense 0.50%

M12 Rosaceae Lachemilla_spp 0.50%

M13 Asteraceae Pentacalia_abietina 0.50% Tabla 15. Especies encontradas en el punto PA11 con sus respectivos porcentajes de cobertura. S.I. significa que no se

logró identificar la especie

Morfotipo Familia Especie Cobertura

(%)

M1 Poaceae Calamagrostis 15%

M2 Rubiaceae Arcytophyllum_nitidum 2%

Page 68: PROYECTO DE GRADO EN INGENIERÍA AMBIENTAL …

68

M3 Cunoniaceae Weinmania_microphylla 15%

M4 Ericaceae Bejaria_resinosa 15%

M5 Ericaceae Gaultheria_rigida 2%

M6 Asteraceae S.I. 2%

M7 Cyperaceae Oreobolus_goeppingeri 15%

M8 Plantaginaceae Aragoa_cleefii 2%

M9 Orchidaceae S.I. 0.50%

M10 Melastomataceae Brachyotum_strigosum 2%

M11 Loranthaceae Gaiadendron_punctatum 15%

M12 Poaceae Calamagrostis 30%

M13 Blechnaceae Blechnum_auratum 37.50%

M14 Bromeliaceae Puya_santosii 15% Tabla 16. Especies encontradas en el punto PA12 con sus respectivos porcentajes de cobertura. S.I. significa que no se

logró identificar la especie.