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Cómo elaborar buenos materiales aplicando conceptos.

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Tema 2

Medios Escritos

Autores: Jesús Salinas

Adolfina Pérez Bárbara de Benito

Hablar de medios escritos en el ámbito de la enseñanza suele identificarse con el libro de texto. También suele asociarse a medios convencionales, poco modernos. Sin embargo, hay diversidad de medios que se basan en el texto y gran cantidad de ellos están incorporados en los procesos de enseñanza-aprendizaje con TIC. En el fondo esta ‘crisis’ de los medios escritos está asociada a los cambios en la conservación y transferencia de los conocimientos que está pasando del libro como símbolo del conocimiento y de la cultura a la televisión, el ordenador y el teléfono… Como dice Simone (2000), en la actualidad el sentido mismo de la palabra leer es mucho más amplio que hace veinte años: ya no se leen sólo cosas escritas. El libro, en este contexto, constituye una tecnología caracterizada por la linealidad, al presentar una sucesión de signos ordenados. Lo que resalta de estas reflexiones es la relación de la tecnología y las competencias para procesar información. Simone (2000) hace referencia al paulatino cambio que se está operando desde un tipo de inteligencia secuencial, dominante en el pasado y hasta nuestros días y que se caracteriza por el análisis y la articulación de estímulos situados en línea, asociada en consecuencia a la tecnología del libro o el material impreso en general, hacia una inteligencia simultánea asociada a la visión no-alfabética (lectura de imágenes, esas otras formas de leer) y a la escucha oral, con otra dimensión temporal al operar con datos simultáneos.

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Por lo tanto, estamos pasado de una modalidad de conocimiento en la que prevalece la linealidad y en la que el conocimiento se trasfiere a través del libro y la escritura, a otra, más próxima a la oralidad primitiva y a la lectura de imágenes simultánea. Los medios impresos (libros -de texto, de consulta, etc. -, folletos de todo tipo, periódicos, revistas, etc.), en todo caso, siguen constituyendo uno de los medios educativos más antiguos, pero también más utilizados en el aula. Juegan un papel diferente dependiendo del área curricular y del medio que se trate. Quizás uno de los medios que cuenta con un tratamiento más amplio sean los libros de texto; libros diseñados con la intención de presentar a los estudiantes los principios o aspectos básicos de una determinada materia. De hecho el texto sigue siendo la base para presentar los contenidos de enseñanza y mucho más a través de las TIC donde queda más limitado el intercambio oral. Hay que considerar que este tipo de medios constituyen el vínculo entre el estudiante, los contenidos a aprender y el docente, y en este sentido, se convierten en la principal fuente de información para los estudiantes que no cuentan con el apoyo del docente presencial. Para Roquet y Gil (2006), medios didácticos impresos son aquellos que utilizan principalmente códigos verbales (palabra o textos) y en menor grado gráficos (dibujos, diagramas, fotografías, etc.), como sistema simbólico que se reproduce por algún tipo de mecanismo de impresión. Para que pueda ser considerado didáctico debe estar estructurado de acuerdo a principios que promueven y facilitan los procesos de aprendizaje (contar con organizadores previos –introductores-, objetivos de aprendizaje, ejercicios, evaluaciones, etc.) Leer ha sido y sigue siendo una de las principales actividades de aprendizaje. Aún en la actual sociedad de la información la mayor parte del tiempo lo que hacemos es leer. No es extraño, entonces que los textos sigan siendo uno de los principales elementos del proceso de enseñanza-aprendizaje. Disponer de un conocimiento de los principios pedagógicos básicos para la selección y el diseño de medios escritos es clave para la calidad de los medios de enseñanza actuales. Dominar el proceso de diseño y desarrollo de medios escritos resulta de especial importancia en el diseño de todo tipo de

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materiales, al ser el texto el portador preferente de la estructura y la secuencia del mensaje didáctico.

Tipos de Textos Educativos. Consideramos dentro de los textos escritos todos aquellos recursos que emplean principalmente los códigos verbales como sistema simbólico predominante, estén o no apoyados en representaciones icónicas. Una buena clasificación de los medios impresos la encontramos en Area (2004): a) Libros (trabajos escritos o impresos, producidos y publicados como una unidad independiente, que suele tener una extensión de más de cincuenta páginas): Libros de texto: específicamente escritos con una finalidad

exclusivamente pedagógica.

Libros de consulta: elaborados como recursos o fuente de consulta de una información específica.

Cuadernos de ejercicios y fichas de trabajo: suelen ser

complementarios del libro de texto, libro de consulta o paquete multimedia, aunque pueden ser utilizados independientemente de los mismos. Están diseñados para ofrecer actividades.

Cuentos y libros ilustrados: libros en los cuales el material

visual y el textual tienen una importancia similar. Libros diversos: libros que pueden encontrarse en el mercado

y que no han sido escritos con una finalidad educativa o de consulta.

b) Folletos: Publicaciones independientes, generalmente sin encuadernar, que suelen tener menos de cincuenta páginas y cuyo origen es diverso: organismos oficiales, organizaciones sociales, científicas, políticas, etc.

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c) Publicaciones periódicas: aunque no están elaborados con propósitos específicamente instructivos, pueden y deben ser materiales habituales en la práctica de la enseñanza. d) Cómics: historias en imágenes secuenciales ligadas o ancladas por un texto y de gran interés pedagógico. De hecho, clasificaciones de materiales escritos como la anterior no son muy frecuentes. Como se ha dicho al inicio del tema, lo habitual es dedicar estudios al libro de texto. Uno de los principales autores en esta línea es Richaudeau (1981). Este autor hace una clasificación de los libros de texto en función de diferentes variables: Función del libro de texto. Hace referencia a la función que va a tener dentro del diseño pedagógico, si va a ser el eje en torno al cual se organice el proceso, marcando el libro los contenidos y el orden o, por el contrario, sólo se va a utilizar como un instrumento de consulta, para recabar alguna información en un momento concreto. Influye en la organización y estructura del libro:

Progresión sistemática Consulta y referencia

En relación a los usuarios. Las diferencias entre éstos aparecerán en todos sus aspectos, tanto formales como materiales:

Para los profesores Para los alumnos

En relación al entorno de aprendizaje:

Aprendizaje autónomo. Libros que van dirigidos a alumnos que trabajarán de forma totalmente autónoma, por lo que deberán contener todo tipo de normas, propuestas de trabajo, ejercicios, etc., que le faciliten su trabajo. Enseñanza colectiva (escolar). Utilizados por alumnos dentro del contexto escolar, donde el profesor dirigirá el proceso, por lo que las propuestas pueden ser menores o, al menos, de otro orden.

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En relación al criterio metodológico de diseño:

Principios pedagógicos. Construidos en base a unos criterios pedagógicos muy concretos, lo que limita las posibilidades de uso y de integración en otros modelos pedagógicos por parte del profesor Abiertos. No existe un criterio pedagógico único en su estructuración, obligando y permitiendo al profesor tomar decisiones sobre el cómo de su uso.

También en relación a la funcionalidad de los libros de texto, y más en concreto de acuerdo con la función didáctica que cumplen, Escolano (1997) propone: Libros de iniciación. Series cíclicas Modelos enciclopédicos. Libro-guía. Libro de consulta. Libro activo.

La organización de los contenidos, su forma de presentación y las implicaciones del lector han sido los elementos utilizados. Cuestiones todas ellas que tienen que ver con sus posibilidades metodológicas. En el marco concreto de la educación abierta y a distancia, Roquet y Gil (2006) señalan como medios escritos más utilizados: el libro de texto, la antología, la guía de estudio, el texto programado o de autoestudio, los apuntes o cuadernos de trabajo los artículos

En el contexto del presente modulo, y más orientado al proceso de diseño y producción de los mismos, preferimos clasificarlos en:

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Material orientado al profesor: Guías didácticas Guías del profesor Guías curriculares Otros materiales de apoyo curricular Documentos oficiales (diseño y prescripciones curriculares) Material de apoyo al profesorado (ejemplos de unidades

didácticas, experiencias innovadoras.) Bibliografía pedagógica

Material orientado al alumno:

Libros de texto Material de lectoescritura Cartel póster, cómic Otros materiales textuales

Evaluación de Textos Educativos. Las propuestas de evaluación siempre se dirigen al libro de texto. Sin lugar a dudas un aspecto fundamental a la hora de hablar de los libros de texto es su posibilidad y sistemas de evaluación. Pueden encontrarse gran variedad de modelos para la evaluación de los libros de texto. Richaudeau, (1981), propone un modelo basado en cuatro apartados, con algunos subapartados en cada uno de ellos, tratando de contemplar todos los aspectos de un medio de esta naturaleza. Contenidos:

Aspectos socio-culturales e ideológicos. Aspectos científicos. Aspectos pedagógicos.

Comunicación:

Sentido de la comunicación. Formas del mensaje. Legibilidad. Densidad.

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Método: Organización. Utilización. Adaptabilidad.

Objeto material:

Solidez. Manejabilidad. Costo.

Prendes, (1997) desarrolla un amplio modelo que abarca tanto los aspectos materiales, como los formales, de contenido y didácticos si bien requiere de un desarrollo posterior para establecer dimensiones que permitan su utilización práctica.

1. Formato del libro - Encuadernación (solidez) - Manejabilidad (tamaño) - Costo - Estructura interna (compaginación)

2. Análisis de contenidos 2.1. Información - Conceptos básicos - Adecuación a demanda curricular - Valor en relación a objetivos curriculares - Adaptación a contexto socio-cultural e ideológico - Coherencia en la estructura interna (secuenciación) - Adecuación al nivel de los alumnos - Actualidad - Densidad de información

2.2. Texto - Tipografía (tipo de letra, interlineado, tamaño, cortes de palabras, columnas) - Lenguaje (vocabulario, expresión verbal) - Legibilidad (análisis gramatical) - Composición (estilo)

2.3. Ilustraciones - Proporción, tamaño, distribución - Uso del color - Calidad estética - Función (información) - Adecuación a alumnos - Adecuación a contenidos y objetivos curriculares - Adecuación a contexto

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Criterios generales para el diseño y producción de textos. El texto sigue siendo el elemento estructurador en los materiales multimedia. Por ello, resulta interesante dominar los principios de su producción y evaluación. Hay que tener en cuenta que una de las funciones del aprendizaje, incorporar los aprendizajes previos, sigue siendo una función que cualquiera que sea el medio se apoya en el texto. Ya se trate de material impreso tradicional, ya de libro electrónico, o de otras aplicaciones multimedia, en su diseño sigue teniendo gran peso el paradigma del libro impreso: información lineal con facilidades para la integración de otros medios. Por tanto, estamos ante medios diferentes en cuanto al soporte y a los códigos utilizados, pero ante la misma linealidad del texto. Existe una larga tradición de investigaciones relacionadas con el libro de texto, especialmente en torno al tema de su valoración (significación social, legibilidad,...). Muchos de estos estudios enfocados a la valoración proporcionan criterios pedagógicos para su diseño. La propuesta de Prendes y Solano (2003) puede ser representativa de lo que venimos diciendo. Se trata de una herramienta de evaluación, pero las 4 dimensiones que analizan van definiendo criterios que al mismo tiempo que evaluativos sirven para el diseño y producción de los medios impresos. En

2.4. Ejercicios, actividades

- Frecuencia - Adecuación a contenidos y objetivos - Adecuación a alumnos (grados de dificultad) - Propuestas ajenas al uso del propio libro

2.5. Índices, sumarios, síntesis, organizadores previos 3. Aspectos generales - Análisis ideológico/axiológico (currículum oculto)

- Carácter abierto o cerrado (flexibilidad de uso) - Modelo de enseñanza - Recursos motivadores (conectar con los intereses del alumno o utilizar recursos específicos de motivación didáctica como sorpresas, adivinanzas, humor, cómics,...) - Guía del profesor (orientaciones didácticas)

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concreto proponen como dimensiones: datos de identificación, formato, diseño gráfico y análisis de contenido y en cada una de ellas podemos encontrar una diversidad de criterios de diseño. En esta línea puede utilizarse el esquema de evaluación que presentamos más arriba (Prendes, 1997). Uno de los primeros aspectos a considerar en el proceso de diseño y producción de textos es la función que desarrollan en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Martínez (2003), apoyándose en Escarpit, señala 3 funciones: Una función discursiva, una función documental y una función icónica. La función discursiva hace referencia a la función del texto escrito de reproducir un discurso oral, si bien en la mayoría de las ocasiones existe una cierta distancia entre ellos, pese a la necesidad del texto de reproducir la secuencia cronológica del discurso. El lector, como decía más arriba, puede alterar esta secuenciación pero este hecho le obliga a meterse en el texto, por lo tanto a participar en la estructura del mismo. La función documental es la verdadera función del texto. En ella quedan a un lado las dependencias de lo oral y en el se encuentra codificado un mensaje que hay que descifrar. En este caso, el lector, debe buscar la información según el orden personal de su pensamiento. En la función discursiva el texto actúa como un medio, mientras que en la documental lo hace como una máquina informática. Esta última es la que ha dado al libro su configuración material actual, obligando a una numeración de páginas. La función icónica tiene que ver con la contemplación del libro, mejor del texto, como una imagen. El texto compone una imagen que, en ocasiones o por sujetos determinados, por ejemplo los niños que no saben leer, unen como tal a las ilustraciones del libro. El texto y las imágenes forman una totalidad icónica. Richaudeau (1981), por su parte, propone los siguientes principios básicos:

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Primer principio. La cultura occidental impone la exploración de la página de izquierda a derecha y de arriba a abajo. Ese hecho aconseja que el título se coloque arriba y las notas o elementos a resaltar en el margen izquierdo. Segundo principio. Lo visualmente fuerte, grande, etc. atrae el ojo del lector. Es deseable utilizar recursos tipográficos que realicen esa función. Tercer principio. Los contornos de los bloques tipográficos condicionan la percepción. A título de ejemplo. El mayor o menor espacio en blanco rodeando a un texto es un recurso a utilizar para atraer la atención. Cuarto principio. La capacidad de discriminación del ojo en una página es limitada. Este principio aconseja una economía de medios siempre que se pretenda hacer una diagramación eficaz. Quinto principio. Si un lector ha de buscar información en un libro, hojeándolo, lo hará en las zonas marcadas en la figura, y teniendo la prioridad indicada. Sexto principio. Cuanto más grande es una ilustración, más llama la atención del lector. Séptimo principio. El lector se siente más atraído por las ilustraciones en color que en blanco y negro. Octavo principio. Los dos últimos principios pueden atenuarse e incluso anularse, utilizando ingeniosamente los principios primero, tercero y cuarto. Por nuestra parte podemos añadir algunos criterios que complementan los señalados en el Tema 1. Calidad científica Adecuación a las características de los alumnos Orientación al alumno Flexibilidad para adaptarse a contextos, niveles, estilos y ritmos diferentes de aprendizaje Adecuado aspecto formal (atractivo, bien encuadernado, con portadas llamativas, adecuada tipografía, elementos de realce,

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adecuado formato de página, diseño llamativo y agradable, original) Todo ello considerando siempre tres criterios: evolutivo (intereses, experiencias previas, función inductiva,…), científico (estructura de la materia, graduación de conocimientos, coherencia interna, información científica,…) y didáctico (actividad, adecuación al proceso de aprendizaje, evaluación, situación didáctica, aspectos externos,…). Hay que tener en cuenta que el texto es el medio que mejor permite organizar, estructurar, tratar y presentar la información con criterios pedagógicos para facilitar el aprendizaje. Referencias Area, M.(2004): Los medios y las Tecnologías en la Educación. Pirámide, Madrid. Escolano, B. (1997): Historia ilustrada del libro escolar en España, Fundación Germán Sánchez Ruiperez, Madrid. Martínez, F. (2003): El libro de texto como medio didáctico. En Cabero, J.; Martínez, F., y Salinas, J. (Coord.): Medios y herramientas de comunicación para la educación universitaria. EDUTEC-Sucesos Pub., Panamá Prendes, M.P. (1997): Evaluación de materiales escolares, Pixel-Bit, 9, Junio, 21-50. Prendes, M.P. y Solano, I. (2003): Herramienta de evaluación de material didáctico impreso. En Martínez Sánchez, F., Torrico Ferrel, M. (Coords.). Las Nuevas Tecnologías de la información y la comunicación en la aplicación educativa. Santa Cruz de la Sierra (Bolivia): Universidad Nur. Pp. 61-88. Richaudeau, F. (1.981): Concepción y producción de manuales escolares, Secab/Cerlal/UNESCO, Paris. Roquet, G. Y Gil, M.C. (2006): Materiales Didácticos Impresos para la Educación Abierta y a Distancia. CUAED-UNAM, México. [http://www.cuaed.unam.mx/puel_cursos/cursos/tlax.../mat_did.pdf] Simone, R. (2000). La Tercera Fase: formas de saber qué estamos perdiendo. Madrid. Taurus.