prensa obrera n15 enero

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PRENSA OBRERA Periódico del Partido Obrero Revolucionario POR - Sección Chilena de las CRCI - Enero 2015 - Nº15 $400 En los primeros días de dic- iembre, el gobierno informó que se ha endeudado a través de “bonos soberanos” con el capital financiero internacio- nal, con la emisión de 2.060 millones de dólares. Bachelet celebra que la transacción fue todo un éxito por conseguir una deuda a bajos intereses, la pregunta que cabe es ¿Quién paga esta deuda? Frente a los golpes de la cri- sis capitalista mundial en la economía nacional, la cual amenaza la recaudación fiscal con la caída del precio interna- cional del petróleo y el cobre. La situación de desaceleración económica necesitaba de una recaudación mayor (se suben los impuestos a las empresas del 20 al 25% con la reforma tributaria) pero esta recau- dación no fue suficiente para afrontar la recesión. El gobi- erno se negó a que los empre- sarios pagaran más impuestos en momentos en que las em- presas, los bancos, las Isapres y los fondos de AFP obtienen ganancias históricas. Los trabajadores se ven amenazados por el encar- ecimiento de la vida por la galopante inflación. Los capitalistas han rebajado los salarios este 2014 siendo los trabajadores del comercio y el retail los más afectados. Para demostrar la voluntad del gobierno de pagar, sigue manteniendo como princi- pales tributadores a los traba- jadores, no a los empresarios. El gobierno busca por la vía del endeudamiento del Es- tado recaudar los recursos necesarios para afrontar la crisis, dado lo insuficiente de la reforma tributaria, toman- do una deuda que se pagara con recursos fiscales que se recaudan principalmente con impuestos al salario a los tra- bajadores. Al debilitamiento de los suel- dos se le suman los altos costos de la educación, la salud, vivi- enda y el transporte, los cuales sumados al pago de imposi- ciones por contrato, colocan al endeudamiento con la única vía posible para llegar al fin de mes. Hoy es el endeudamiento de los trabajadores y la deuda pública con el capital interna- cional, que también la pagarán ellos, la que sostiene las conce- siones y subsidios que buscan rescatar las ganancias de los empresarios. El número de huelgas se incre- menta en el país, el gobierno y la burocracia del PC se la han jugado por su derrota. La lu- cha por defender el trabajo y el sueldo plantea también la lu- cha contra los impuestos y las alzas. Debemos fortalecer las organizaciones de los traba- jadores para luchar por nues- tros reclamos, para oponernos al incremento de la deuda pu- blica en el país, por el fin de los impuestos al salario y reclamar que los impuestos vengan de ganancias de los empresario y las grandes fortunas, y utilizar esos recursos en beneficio de los trabajadores, los jubilados y la recuperación de la salud, la vivienda y la educación, para que en vez de salvar a los privatizadores se rescaten las reivindicaciones imperiosas del pueblo. POR UN 2015 DE VICTORIAS PARA LOS TRABAJADORES

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PRENSA OBRERA | N° 15 ENERO 2015 PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO - Por un 2015 de victorias para los trabajadores - Editorial | El signo de una etapa política - Género | Frente a la renuncia de la Ministra de Salud: Luchemos por un aborto legal, seguro y gratuito - Reforma Laboral | Gato por Liebre - Sindicales | Huelga Líder: Los aprendizajes de una tenaz lucha - Sindicales | Las lecciones de la rebelión docente y sus perspectivas - Nacional | Deuda y crisis política: Se agota la “ilusión” progresista de Bachelet - Libertades | Lo que esconde la agenda de seguridad de la Nueva Mayoría - Estudiantil | Recuperemos el Centro de Estudiantes del Borgoña para la lucha - Estudiantil | No al alza de aranceles y matriculas - Internacional | “Cocaína” en Wall Street - Internacionales | El bloqueo contra Cuba no fue levantado

TRANSCRIPT

PRENSA OBRERAP e r i ó d i c o d e l P a r t i d o O b r e r o R e v o l u c i o n a r i o P O R - S e c c i ó n C h i l e n a d e l a s C R C I - E n e r o 2 0 1 5 - N º 1 5

$ 4 0 0

En los primeros días de dic-iembre, el gobierno informó que se ha endeudado a través de “bonos soberanos” con el capital financiero internacio-nal, con la emisión de 2.060 millones de dólares. Bachelet celebra que la transacción fue todo un éxito por conseguir una deuda a bajos intereses, la pregunta que cabe es ¿Quién paga esta deuda?

Frente a los golpes de la cri-sis capitalista mundial en la economía nacional, la cual amenaza la recaudación fiscal con la caída del precio interna-cional del petróleo y el cobre. La situación de desaceleración

económica necesitaba de una recaudación mayor (se suben los impuestos a las empresas del 20 al 25% con la reforma tributaria) pero esta recau-dación no fue suficiente para afrontar la recesión. El gobi-erno se negó a que los empre-sarios pagaran más impuestos en momentos en que las em-presas, los bancos, las Isapres y los fondos de AFP obtienen ganancias históricas.

Los trabajadores se ven amenazados por el encar-ecimiento de la vida por la galopante inflación. Los capitalistas han rebajado los salarios este 2014 siendo los

trabajadores del comercio y el retail los más afectados.

Para demostrar la voluntad del gobierno de pagar, sigue manteniendo como princi-pales tributadores a los traba-jadores, no a los empresarios. El gobierno busca por la vía del endeudamiento del Es-tado recaudar los recursos necesarios para afrontar la crisis, dado lo insuficiente de la reforma tributaria, toman-do una deuda que se pagara con recursos fiscales que se recaudan principalmente con impuestos al salario a los tra-bajadores.

Al debilitamiento de los suel-dos se le suman los altos costos de la educación, la salud, vivi-enda y el transporte, los cuales sumados al pago de imposi-ciones por contrato, colocan al endeudamiento con la única vía posible para llegar al fin de mes. Hoy es el endeudamiento de los trabajadores y la deuda pública con el capital interna-cional, que también la pagarán ellos, la que sostiene las conce-siones y subsidios que buscan rescatar las ganancias de los empresarios.

El número de huelgas se incre-menta en el país, el gobierno y la burocracia del PC se la han jugado por su derrota. La lu-cha por defender el trabajo y el sueldo plantea también la lu-cha contra los impuestos y las alzas. Debemos fortalecer las organizaciones de los traba-jadores para luchar por nues-tros reclamos, para oponernos al incremento de la deuda pu-blica en el país, por el fin de los impuestos al salario y reclamar que los impuestos vengan de ganancias de los empresario y las grandes fortunas, y utilizar esos recursos en beneficio de los trabajadores, los jubilados y la recuperación de la salud, la vivienda y la educación, para que en vez de salvar a los privatizadores se rescaten las reivindicaciones imperiosas del pueblo.

POR UN 2015 DE VICTORIAS PARA

LOS TRABAJADORES

a guinda de la torta del 2014, sin lugar a dudas, fue la renuncia de la Ministra de Salud

y militante PPD Helia Molina, después de que declarara que “En todas las clínicas cuicas, muchas familias conservador-as han hecho abortar a sus hi-jas” (La Segunda 30/12). Todo esto de cara a la discusión frente a la entrada al parla-mento, a mediados de enero, de la ley de despenalización del aborto terapéutico.

Una legislación retrogradaLa legislación chilena sobre aborto es una de las más re-strictivas del mundo. Este se prohibió en 1989 bajo el yugo de la dictadura militar, y no está permitido ni siquiera por razones terapéuticas. Tal es el extremo de lo retrogrado de la legislación vigente, que en el 2013 el Estado obligó a Belén, una niña que había sido viola-da en reiteradas ocasiones por su padre, a ser madre a los 12 años. Las cifras oficiales arro-jan que en país se desarrollan cerca de 15 mil abortos cada año, pero según los médicos entendidos en el tema, esta cifra debe ser multiplicada por siete, para considerar los abortos ocultos (La Tercera 9/11). La determinación so-cial provoca que las mujeres pobres sean las expuestas frente a un aborto en condi-ciones insalubres o por los efectos legales de este, dado que en los hospitales frecuen-temente son denunciadas las mujeres que se atienden por consecuencias de un aborto inseguro. Los sectores adiner-ados y conservadores, abortan en clínicas privadas en el país o en el extranjero, lo cual ha abierto todo un negocio del aborto clandestino. Gran número de las interrupciones

de embarazos en los sectores populares se hacen hoy vía pastillas que se compran en el mercado negro. Abundan en Internet avisos de dosis que aseguran terminar con un embarazo por cifras su-periores a los 150 mil pesos, donde muchas mujeres son estafadas, lo cual es un ries-go tremendo, tanto físico, emocional como monetario. El aborto en Chile es una re-alidad, negarlo lo que único que provoca es, por un lado, una exposición innecesaria de las mujeres a un situación que puede terminar incluso con la muerte y por el otro, fomentar un negocio sobre la base de la defensa de una posición mor-alista y arcaica que no solo ha escondido el “aborto cuico”, sino que además, ha calado por la más de cuarenta años a todos los gobiernos.

Los restos oxidados del pi-nochestismo aun penanBachelet propone una refor-ma de mínimos frente al tema: despenalizar el aborto ter-apéutico en caso de violación, inviabilidad del feto y riesgo vital de la madre. Presionada por los partidos de derecha, la iglesia y propios personer-os de la Nueva Mayoría, que han postergado la discusión entorno al proyecto de ley, que frente a las declaraciones de la Ministra de Salud acepta la renuncia de la misma. Ráp-idamente ha salido en defensa de las clínicas la ex vocera de gobierno de Piñera, Cecilia Pérez, declarando que con la renuncia la Ministra hizo lo correcto y que los abortos en clínicas son “un mito urbano donde no hay denuncias ni juicios” (CNN Chile 30/12). Esta es una situación que no da para más, donde es nece-sario levantar una alternativa

independiente del gobierno y la iglesia.

Luchemos por un aborto le-gal, seguro y gratuitoEl aborto no es solo un prob-lema médico, es una cuestión social y de clase. Estamos a favor de que una mujer decida en todo ámbito de cosas en este sistema, pero entendien-do que el aborto es algo per-judicial para el cuerpo de una mujer, el aborto es la última instancia en la que cae una mujer arrastrada por las con-tradicciones del capitalismo y el patriarcado. Debemos par-tir por desarrollar una fuerte

campaña de educación sexual laica, científica, pública y gra-tuita frente a la negligencia del Estado y la iglesia. Muchas mujeres que pagan con la vida la subordinación del gobierno frente a los dogmas religiosos. Convocamos al movimiento de mujeres, a las organi-zaciones politicas y sociales a dar la lucha frente a la dis-cusion que se desarrollará en el parlamento sobre el aborto terapeutico, en la perspectiva de conquistar un aborto legal, seguro y gratuito.

L

Frente a la renuncia de la Ministra de Salud:

luchemos porun aborto legal, seguro y gratuitoEquipo de redacción

P a g i n a 2 - P r e n s a O b r e r a

Género

Foto: Maximiliano Matayoshi

n noviembre del 2014 el gobierno anuncia la eliminación de la clasificación del embarazo como una enfermedad pre-existente en los listados de las ISAPRES, en donde la

mujer pagaba un mayor costo en sus planes de salud, como causales de no cobertura de las prestaciones médicas. Esta medida impuesta por decreto a través de la Superintendencia de Salud es para detener la migración de mujeres jóvenes de las ISAPRES a FONASA. El costo adicional pagado anterior-mente por las trabajadoras hoy será financiamiento directa-mente desde el Estado a las ISAPRES. Esta operación esconde la entrega de recursos estatales vía subsidio, donde el estado con los impuestos de los trabajadores paga las pérdidas que tendrían los servicios de salud privados. En el fondo el cos-to de la prexistencia no es anulado sino que los trabajadores seguimos pagando, está ves vía desvió de recursos estatales.Paralelamente esto busca frenar la organización de las mu-jeres y contener la lucha hacia las demandas más sentidas de las trabajadoras en la defensa del salario y la estabilidad laboral. La eliminación de la pre-existencia tampoco cuestiona que la responsabilidad de la maternidad cae exclusivamente so-bre los hombros de las mujeres o quienes cumplan ese rol. Siguen abandonados derechos tan esenciales como los pre y pos natales. Los son pagados a destiempo, incompletos y par-celados, y cuando las entidades los aprueben hasta con un año de retroactividad. Y se siguen sin resolver temas tan sensibles como los horarios de los jardines, los que no coinciden con los horarios laborales, entre otros. Si de verdad se implementaran políticas de protección a la maternidad y se le diera el valor que le corresponde en la so-ciedad, se abordaría el conjunto de la tarea de la crianza con protección integral por parte del Estado.

EF i n a l a p r e e x i s t e n c i a

e n e d a d f é r t i l

l pasado 2014 obreros de la minería, portu-arios, bancarios, de la

educación superior privada y trabajadores del comercio y el retail han llevado más allá los procesos de negociación colectiva hasta la concreción de la huelga, a pesar de to-das las trabas que impone el Plan Laboral. El último mes del año que se fue, la agenda política de los traba-jadores estuvo marcada por el paro docente y la huelga nacional de Supermercados Líder, que en los hechos, se desarrollaron en medio de una situación de reducción del crecimiento económico, de una inflación creciente, de bajas de salarios en diferentes ramas de la producción y de servicios que han evitado que, por ahora, se disparen las tasas de desempleo.

El proceso de crisis política, que se intensifica con la cri-sis económica internacional, no se desarrolla en el aire. Este se inscribe en un pro-ceso más general, donde el agotamiento de la experien-cia concertacionista - como tentativa de enfrentar y superar los embates de la crisis capitalista mundial con un régimen de “transición democrática” pactado con la dictadura – ha hecho aflo-rar sus contradicciones con mayor intensidad. Sobre esta base se desarrolla esta nueva tentativa frente populista que es la Nueva Mayoría, frente al incremento de la movili-zación popular.

Hemos sido testigos de cómo sectores de trabajadores han comenzado a vivir una ex-periencia colectiva durante el último periodo y lo han hecho sin una referencia política. Han comenzado

a enfrentarse no solo a los patrones, sino que además, a los que alguna vez fueran sus partidos políticos. Con la in-tegración del PC al gobierno la clase obrera ha comenza-do a visualizar con mayor nitidez, y a marcha forzada, la incapacidad inapelable de la colaboración de clase, donde sus reclamos y reivin-dicaciones económicas han chocado inmediatamente con las posiciones de la bu-rocracia y el nuevo gobierno. Ha quedado al desnudo la contradicción que existe en-tre los intereses de las masas laboriosas y las necesidades de los capitalistas, la cual ad-quiere su máxima expresión en el carácter pro-imperialis-ta de la Nueva Mayoría. Los sectores más avanzados de los trabajadores rápidamente han sacado una valiosa lec-ción, tal como sucedió en los comunales más activos en el paro docente, quienes comprendieron que cualqui-er confianza en los partidos políticos tradicionales solo significa una ilusión paral-izante.

Después de cuarenta años de una brutal derrota, han sido parte de este despertar político una capa de traba-jadores que comienzan a sentirse como clase, y así, están abriendo un camino de salida al equilibrio inestable en el que se ha encontrado el país desde la salida pactada de la dictadura de Pinochet, de la que se han conservado íntegramente la herencia de sus elementos fundamental-es. Ha sido en el desarrollo práctico de la movilización donde, rápidamente, han recuperado sus métodos históricos de acción directa. Las paros coordinados en solidaridad con otros secto-

res en lucha de los portuarios, las tomas de edificios admin-istrativos y las instituciones educativas en la huelga del Sindicato AIEP, los cortes de ruta, las asambleas de base y la elección de delegados para avanzar frente a la burocracia del PC y las dirigencias de la Nueva Mayoría en el paro do-cente, y los piquetes de huel-ga para evitar los reemplazos en la huelga nacional de Líder son expresión de esto.

Comprendemos la situación de fragmentación de gran parte de las organizaciones obreras, de lo atomizado de los trabajadores en general y de el carácter de la reforma laboral del gobierno que vi-ene a profundizar esta situ-ación, pero también somos consientes de las tendencias que empujaran un viraje en la clase obrera, donde bajo un gobierno de Frente Pop-ular que viene a defender las bases sociales del pinochetis-mo en plena crisis capitalista mundial, la presencia de una fracción de sindicatos que se oponga a la política oficial ofrece la perspectiva de una alternativa política desde la clase obrera para todos los explotados.

Este es un fenómeno aun embrionario, pero la cada vez más creciente intervención y ampliación de este sector de la clase obrera en la escena política, agitando un pro-grama independiente de los capitalistas, el gobierno, los partidos en descomposición y la burocracia será la nove-dad de la que dependerá la nueva situación política, este es el signo de la nueva etapa. Los trabajadores ya han comenzado a avanzar hacia allá, han comenzado poco a poco a recuperar sus

métodos históricos de lucha, lo que abre la posibilidad de reconstrucción de sus sindi-catos.

El principal desafío de cara al año que entra, dado que el crecimiento de la izquierda revolucionaria en el país será un fenómeno que no podrá desarrollarse por separado de la experiencia concreta de las masas, será un proceso de transición de los traba-jadores de la influencia de sus antiguos partidos, todos en descomposición, hacia una nueva referencia política.

El recuperar el método de enlazar las reivindicaciones populares inmediatas con las tareas para el avance es-tratégico de la clase trabaja-dora, es el método que nos permitirá desarrollar una delimitación política frente a la declinación del régimen, situación que obligara al go-bierno de Bachelet a acentuar el carácter antiobrero de sus reformas. La apertura de la nueva etapa política nos plantea dirigirnos a la clase obrera y los explotados con una posición estratégica, que en la acción pública solo es posible con la exposición sistemática de planteos políticos basados en un pro-grama y en la lucha cotid-iana por el derrocamiento de los capitalistas. La prensa obrera sale a la arena en este momento particularmente propicio.

Llamamos a discutir el balance de los principales sucesos del 2014 y conformar una alternativa independi-ente que lleve hasta el final la lucha por las reivindicaciones de los trabajadores en los sindicatos y en las calles.

E

El signo de una n u e v a e t a p a

Vitoco La Rosa

Editorial

P a g i n a 4 - P r e n s a O b r e r a

l 29 de diciembre se dió a conocer el proyecto de reforma laboral del gobierno. Mucho se

ha especulado sobre su con-tenido final, el cual ha desat-ado opiniones diversas en los medios, tanto en los partidos de gobierno, de la oposición y como en los voceros del em-presariado. Los trabajadores debemos tomar posición.

Condiciones de vida de los trabajadores en ChileLa crisis económica inter-nacional se siente en Chile cada día con más fuerza – la llamada “desaceleración”-. El empeoramiento de las condi-ciones de vida de los traba-jadores no encuentra piso. En el cuarto trimestre del 2013, el 20% de los ocupados recibía una remuneración mensual menor a $169. 050, el 56 % ganaba bajo los $338.100 y el 56,7% de las nuevas ocupa-ciones generadas en un año correspondía al trabajo por cuenta propia, el sector de los trabajadores en situación de mayor precariedad. 

En lo que respecta a los sindicatos, la tasa promedio de sindicalización es de solo 11 %, pero solo el 3,8% tiene capacidad de negociación colectiva. 8,1% en com-paración a 70% en España, 60% en Argentina, 90% en Uruguay y 98% en Austria. Incluso, este pequeño por-centaje de trabajadores sindicalizados, se encuentra repartido en 10.634 sindi-catos, que reúnen 940.222 afiliados sobre una fuerza ocupada total de 7.904.048. Finalmente los  10.634 sindi-

catos  se reparten en 6.195 empresas, cuando en Chile existen  73.591 empresas le-galmente inscriptas, lo que significa que solo el 48 % de las grandes empresas cuentan con sindicatos.  

Esta situación no es casu-alidad, sino producto del proceso que se inicia con la dictadura militar, la cual se aseguró no solo la destrucción física de la dirección del movi-miento obrero, sino la aniqui-lación de una de sus formas de organización fundamentales, los sindicatos. La legislación laboral vigente data de la épo-ca de Pinochet.

La reforma laboral de la Nue-va MayoríaEs en este contexto explosivo que la Nueva Mayoría anun-cia la Reforma Laboral. En palabras de Bachelet, la nueva reforma vendría a dar cuerpo a reivindicaciones históricas de los trabajadores de Chile: La necesidad de fortalecer los sindicatos, ampliar la nego-ciación colectiva y eliminar de reemplazos durante las huelgas. Pero, ¿Es esto cierto? ¿Cuales son los puntos funda-mentales de la tan anunciada reforma laboral y que con-secuencias concretas tendrá sobre nuestras posibilidades de organización?

El gobierno y la CUTEl gobierno abrió la discusión de los puntos de la reforma solo a la CUT, cuya dirección pertenece al PC. Este modelo de discusión de reformas no es nuevo, sino que es el mismo que se uso para la Reforma Educativa. Una vez más, es el

gobierno discutiendo con el gobierno, con la Nueva May-oría por un lado y la CUT por el otro, una organización cuyo papel ha sido desde su creación a finales de los 90 el de la regimentación de los tra-bajadores. Así lo vimos, en el rol que jugo la dirección buro-crática de la Central Unitaria de trabajadores en la enorme lucha de los docentes. La su-puesta “autonomía” de la CUT frente al gobierno se  cada vez más lejana.

Reforzamiento del sindical-ismo y titularidad sindicalSolo al 3.8 % de la población trabajadora afectarán los cambios de la reforma laboral. Nada en el proyecto apunta a cambiar la estructura del sindicalismo nacional. La atomización y fragmentación extrema de éste, donde po-demos encontrar cientos de sindicatos solo en la rama del transporte en Santiago, o un sindicato diferente por local de Supermercado de una cadena multinacional, no cambiaría en absoluto. Con semejante dispersión, la capacidad de organización y acción conjunta, para que los trabajadores podamos dispu-tar contra el capital de manera conjunta, organizados como clase, se ve destruida. En lugar de plantear la existencia de sindicatos y negociación col-ectiva por rama - única salida real para fortalecer la acción de los sindicatos - la reforma laboral plantea la titularidad de sindicatos. Esto significa que solo sean los sindicatos bajo las actuales condiciones los responsables de las nego-ciaciones colectivas, que se

llevarán a cabo en empresas aisladas. Solo los trabajadores sindicalizados tendrán dere-cho a dichos beneficios, no así los fuera de convenio. 

La reforma laboral establece también cursos de capac-itación para sindicalistas llevados adelante por el Esta-do. Una escuelita de burócra-tas legalizada, para impedir la formación de una dirección del movimiento obrero clasis-ta e independiente del Estado y el empresariado.

Adaptabilidad pactadaRespecto al fortalecimiento de las negociaciones colectivas, las cuales se realizan en Chile cada 4 años en promedio, el proyecto de reforma contiene diferentes propuestas.  Por un lado, se plantea regularizarlas cada dos años, y que cada negociación parta desde las condiciones acordadas en la anterior. Sin embargo bajo este matiz “progresista”, la reforma plantea conceder a las empresas una de las de-mandas fundamentales de la patronal: la adaptabilidad pactada. Esto significará que en la negociación las empre-sas podrán incorporar en sus propuestas los temas que son propios de la administración y que hoy están impedidos de negociar, la posibilidad de que cada dos años se discuta ya no solo el salario del trabajador, sino sus tareas, el largo de sus jornadas, sus descansos, bo-nos y aguinaldos, y el reparto de ganancias de la empresa entre sus trabajadores. Esto es sencillamente, la legalización de la flexibilidad laboral. Este carácter de la reforma laboral

E

gato por liebreClara Marques

La Huelga es una consecuencia tan espontánea y lógica de la existencia de la clase trabajado-ra, que la mayor parte de los idiomas europeos tienen palabras nativas casi independientes

para designarla (grève, strike, scriopero, zabastovka), mientras las que designan otras instituciones son a menudo prestadas.

Eric Hobsbawn

es totalmente contrario a los intereses de los trabajadores, ya que a partir de ahora las negociaciones colectivas no serían ya la oportunidad de los trabajadores de mejorar sus condiciones laborales, sino también la de la patronal para ajustar y aumentar su capacidad de explotación, ya no solo mediante el salario nominal, sino con toda la otra cantidad de variables que ha-cen al salario real.

Derecho a Huelga, servicios mínimos y nuevas media-ciones de la Dirección del trabajo (DT)La huelga es una de las más fundamentales formas de organización y lucha de la clase obrera. Desde su pri-mera expresión embrionaria con el ludismo (artesanos ingleses que en los albores del capitalismo destrozaban sus herramientas de trabajo) hasta la huelga general como su expresión más avanzada, frenar la producción es la primera forma de presión de la clase obrera. Es en la huel-ga donde el trabajador ya no se enfrenta al capitalista de manera individual, como en la instancia de vender su fuerza de trabajo por un sala-rio, sino de manera colectiva, como clase. En la experiencia de la huelga, los trabajadores toman conciencia de su rol en la producción, del antagonis-mo de sus intereses con los capitalistas y de las posibili-dades de transformación que se abren ante sus ojos. Esta es la importancia política e ideológica de la huelga.

En Chile, el derecho a huelga prácticamente no existe. En cifras entregaras por la propia DT, hoy día menos del 0,35% de la fuerza laboral chilena ejerce el derecho a huelga legal. En los últimos 10 años, se aprobaron 6.161 huelgas legales, de las cuales solo el 25 por ciento se hizo efectiva, evitándose el resto por la in-tervención de la DT, previo al plazo legal para que la huelga se haga efectiva. En el 2001 se incorporaron al Código legal los llamados “buenos oficios”, que frenaron 2 de cada 3 huel-

gas aprobadas.

La nueva reforma propone aumentar aún más la inter-vención de la DT. Para eso se modificarán los plazos y se adelantará la mediación pre-via a la votación de la huelga, como también se alargarán los días y las instancias de media-ción una vez aprobada la huel-ga. En este sentido, la reforma laboral viene a reforzar aun más las trabas burocráticas del Estado y la patronal de frenar, agotar y dilatar el proceso de lucha de los trabajadores.

Pero eso no es todo. Con el Plan Laboral establecido en 1979 se instauró en Chile el reemplazo de trabajadores durante la huelga. Desde en-tonces el Código del Trabajo permite el reemplazo de los trabajadores en paro legal desde el primer día de inicia-da la huelga, si las condiciones ofrecidas son idénticas a las de la negociación vigente reajustada por IPC, y con un bono para el sindicato de aproximadamente $ 98.000 por cada trabajador despe-dido. Y puede despedir tra-bajadores sin condiciones ni pagos desde el día quince.

La reforma laboral haría oídos al fin al reclamo histórico del movimiento obrero de prohi-bir el reemplazo en huelga.  Es este punto la estrella más bril-lante en la constelación de la reforma laboral del gobierno y la CUT. Pero no. El proyecto, luego de prohibir el reempla-zo a huelga, habilitaría la fig-ura de “servicios mínimos”, la cual exige al propio sindicato, antes de comenzar la huelga, asegure las condiciones y el personal necesario para man-tener la producción durante la huelga. De no hacerlo, el propio sindicato y los traba-jadores de paro podrán ser amonestados, con multas económicas e incluso con el despido, sin indemnización. De esta manera, se legaliza la imposibilidad real de parar la producción, y de paso, en una vuelta de manos perversa, se le traspasa legalmente la responsabilidad de boicotear la huelga al propio sindicato. 

Resultados y perspectivasLa reforma laboral se presenta hoy en día de vital importan-cia para el pueblo chileno. La reforma laboral propa-gandizada desde el Gobierno como una reforma para res-catar y devolver los sindicatos como herramientas de lucha de los trabajadores, es en re-alidad una trampa. Con ella, se institucionalizará la buro-cratización de los sindicatos, se legalizará la flexibilidad laboral con la adaptabilidad pactada.  Y por último, el derecho recibe una vez más, un ataque brutal. Una esto-cada ya no directa y frontal como durante la dictadura, sino encubierta en un discur-so que se dice progresista. Esta reforma laboral se torna espe-cialmente perversa y peligrosa porque toma reclamos funda-mentales, históricos del mov-imiento obrero, los disfraza, los da vuelta, para convertir a la reforma en una camisa de fuerza para los trabajadores. Un análisis detallado de la reforma laboral cristaliza el carácter del gobierno de Bachelet, como un gobierno que se dice progresista y de izquierda, pero que viene en realidad a regimentar al movi-miento social chileno.

Nos encontramos ante un es-cenario de crisis, baja de sal-arios e inflación al alza,  con la educación y la salud privat-izadas pero donde de manera quizás incipiente, pero im-parable, el pueblo chileno se pone de pie. Luchas como la de los docentes, portuarios, y Wallmart, recuperan los métodos históricos de la clase obrera, la acción directa, la toma locales, el corte de ruta, la asamblea y los piquetes de huelga. Una recuperación de los sindicatos como herra-mienta real de las luchas, un recambio de las direcciones burocratizadas y entrelazadas con la patronal y el gobierno por nuevas direcciones inde-pendientes y la posibilidad real de la huelga, son pasos ineludibles que debemos dar.

Debemos organizarnos y poner de pie una gran mov-

ilización que impida la apro-bación de la reforma laboral y que llevé adelante en su lugar un verdadero programa para recuperar nuestros sindicatos.

¡Denunciemos el carácter antiobrero de la reforma de Bachelet y la CUT!

¡Por la libertad de negocia-ción colectiva y la indepen-dencia de los sindicatos!

¡Defensa irrestricta del dere-cho a huelga y fin efectivo al reemplazo en huelga!

¡Avancemos a la confor-mación de sindicatos únicos por rama y actividad!

P a g i n a 5 - P r e n s a O b r e r a

Sindicales

ás de 12.000 tra-bajadores en todo el país movilizo la primera huelga

nacional coordinada de los Supermercados Líder Ex-press, Híper, Ekono y Acuenta a principios de diciembre. Al alero de la Federación Nacio-nal de Trabajadores Walmart, agrupados en 84 sindicatos, se enfrentaron a uno de los monopolios más grandes del mundo de venta de minorista. Reclamaron un reajuste de salario de un 5%, un 8% y un 12%, según la antigüedad de los trabajadores, un bono por término de conflicto e incre-mento en general del bono fijo mensual, el de especialización y aguinaldos, beneficios inter-

nos, y que el día irrenunciable no se tome como día libre.

David contra GoliatSólo en Chile Walmart emplea a 45 mil trabajadores entre sus diversas áreas y servicios, cifra que asciende a más de dos millones en todo el mun-do. Las ganancias solo en el país alcanzaron cerca de 300 millones de dólares en 2013. Es la tercera mayor transna-cional del mundo, con filiales en quince países y donde el trabajo precario, los bajos salarios, la persecución y frag-

mentación de los sindicatos son la regla. Los trabajadores encararon los primeros cu-atro días de huelga con una adhesión del 100%, donde la novedad fueron los piquetes que se desplegaron en decenas de locales tanto para impedir el acceso de público, como para frenar el reemplazo de trabajadores. La empresa acu-saba un menor crecimiento por ventas de 10% a pocos días de comenzada la huel-ga. Solo en Santiago más de 50 de locales se encontraban bloqueados por los huelguis-tas, y así, la primera gran huelga del retail del último tiempo, no solo desafiaba a la patronal, sino que también al gobierno, quien pretende bajo su reforma laboral imponer a los sindicato la figura de “ser-vicios mínimos”, para así obli-gar a los sindicato a asegurar las condiciones y el personal necesario para mantener la producción durante la huelga.

La Federación Nacional, después de cuatro intensos días de huelga, declara que permitirá la apertura de los locales bloqueados “como gesto de aproximación para lograr el acuerdo” (Diario Fi-nanciero 17/12) y que si este no se lograba, el día 7 volvían los piquetes. La negociación fracasa, Walmart no baja su oferta y el Federación Nacio-nal sin consultar a las bases llega acuerdo con la empre-sa, acusando amenazas de un “Lock Out” patronal si la huelga se extendía más allá del día 15. Se baja la huelga y el reajuste se fijo escalonado en 2%, 4.8% y 5%. Juan Álvarez, secretario general de la Feder-ación Walmart, declaraba que “la oferta está muy lejos de las demandas de los trabajadores, ha ganado la empresa” (Ídem 18/12).

Las lecciones de la huelga de Líder La política antisindical de Walmart a nivel mundial es innegable, pero en la huelga son los sindicatos y sus asam-bleas los que deben decidir el curso de la lucha, no las camarillas de dirigentes que, muchas veces, son guiados bajo los mezquinos intereses particulares de asesores que se han trasformado en verdader-os mercenarios detrás de mu-chas negociaciones colectivas. La bajada de gran parte de la directiva de la Federación Nacional de la huelga, recibió el rechazo de muchos sindi-catos que estaban dispuestos a seguir la movilización. La lucha de los trabajadores de Walmart ha significado un

avance para toda la clase obre-ra, tanto en sus métodos de lucha como en el alcance de su movilización desarrollan-do una política de unidad. Es necesario realizar el balance de la huelga, donde los sindi-catos que no flaquearon ante la patronal se organicen en la perspectiva de levantar un Sindicato Nacional de Traba-jadores de Walmart y en base a una irrestricta independen-cia política, se transformen en una alternativa que recoja los aprendizajes de esta huelga de cara a la próxima negociación.

MCorresponsal

Huelga Líder: Los aprendizajes de una tenaz lucha

Sindicales

as condiciones que de-sarrollaron el histórico paro docente, siguen latentes de cara al 2015

a pesar de que la gran mayoría de los profesores movilizados han vuelto a las aulas. Los más de 50 mil docentes que se or-ganizaron en torno a 200 co-munales del Colegio de Profe-sores (CdeP) a nivel nacional, son la manifestación de una política de estrangulamiento de los reclamos docentes, los cuales por décadas no tu-vieron una salida positiva bajo los gobiernos de la Concert-ación. Hoy estas demandas incumplidas se concentraron en la llamada “agenda corta”: paso a planta de todos los pro-fesores, aumento del salario mínimo docente, fin al agobio laboral, incentivo al retiro y la deuda histórica.

El revés político de la buroc-racia del PCEl solo desarrollo del paro significó un verdadero aislamiento para la buroc-racia. La directiva nacional del CdeP, controlada por los representantes del Partido Comunista Jaime Gajardo y Bárbara Figueroa, impuso las negociaciones con el gobi-erno a espaldas de las bases colegiadas. Gajardo intento abortar el paro llegando a acuerdo con el MINEDUC “por teléfono” un día antes de que este comenzara. Las bas-es se opusieron, dado que la oferta del gobierno planteaba enviar el proyecto de bono de incentivo al retiro y de titula-ridad docente, pero atados al tratamiento del proyecto de Carrera Docente, el cual es rechazado por las bases por su abierta intencionalidad de seguir con la política de pre-cariedad laboral. Además, Ga-jardo empujo al CdeP al pan-tano de las “mesas técnicas” para abordar los reclamos de salario mínimo docente, ago-

bio laboral y deuda histórica, con una abierta intención de desgastar a los comunales combativos frente al fin de año. En la asamblea nacional del 13/12 un 40% abandon-aron la reunión acusando las maniobras burocráticas de la directiva. El PC queda cada vez con menos espacio para reclamarse “autónomos” den-tro la Nueva Mayoría, lo que deja abierta la posibilidad de ser desplazados del CdeP.Aprendizajes y perspectivasLos comunales de oposición sacaron adelante esta fenom-enal movilización, la más importante del año. A punta de asambleas, elección de cu-erpos de delegados, piquetes, ocupaciones de edificios pú-blicos y corte de ruta en difer-entes regiones se delimitaron, incluso, de la tibia disidencia de Aguilar y Vásquez (Partido Humanista y Fuerza Social y Democrática, respectiva-mente). Dieron un salto cual-itativo recuperando métodos de lucha obrera después de décadas de letargo y en medio de una reforma educativa que

no resuelve la flexibilidad lab-oral en la educación. Es nece-sario que de cara al nuevo año se levante una organización docente que desarrolle una corriente clasista al interior del CdeP bajo completa inde-pendencia política, tanto del gobierno como de la buroc-racia. A pesar de que el CdeP ha sido un aparato de los gobiernos pro-privatización desde su creación por decreto bajo la dictadura de Pinochet, es necesario dar la pelea ahí donde las bases se rebelaron. Junto con esto, es urgente fortalecer las organizaciones que hoy están agrupando a docentes de escuelas par-ticular-subvencionadas, a trabajadores de la educación y estudiantes de pedagogía a lo largo del país, todo en perspectiva de alcanzar un Sindicato Nacional Único de Trabajadores de la Educación, que trasforme una referencia política para la unidad de los trabajadores del sector educativo. De cara al 2015 la discusión de Carrera Profe-sional Docente y Desmunici-

palizacion marcaran la agen-da, donde lo avanzado por el paro docente será el punto de partida para desarrollar la lucha por una educación es-tatal, pública y gratuita para terminar con la privatización y la flexibilidad laboral.

LVitoco La Rosa

Las lecciones de la rebelión docente y sus perspectivas

P a g i n a 7 - P r e n s a O b r e r a

ran revuelo causaron en diciembre los re-sultados de diferentes encuestas políticas

que mostraron tanto al gobi-erno como a la oposición con altos porcentajes de rechazo y muy baja aprobación. Una de las más influyentes, la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), coloco al gobierno de Bachelet con un nivel de apoyo que cae al 38%. La derecha también se desploma, aparece con un magro 16% de aproba-ción. El “57% de los ciudada-nos”, asegura la encuesta, no se identifica con ningún partido político. Más allá de los númer-os negativos para todos los par-tidos de gobierno y oposición, estos resultados son coinci-dentes con el agravamiento de la crisis política en el país en el primer año de Bachelet, donde pretendía con un “plan de reformas” aceitar distintas contradicciones sociales que han desembocado importantes luchas en los últimos años y en-frentar un agravado cuadro de recesión económica.

La victoria electoral de la Nue-va Mayoría ocultó una derrota políticaLa Nueva Mayoría, que arrancó en marzo del 2014 el segun-do periodo de Bachelet en La Moneda, comenzó su mandato con un tremendo revés político: gana las elecciones, pero lo hace bajo un 60% de abstención y no fue capaz de evitar la segunda vuelta. La victoria electoral disfrazó una derrota política, ocultó el comienzo contradic-torio de un gobierno que venia abiertamente ha cooptar a los dirigentes y activistas ligados a la lucha popular de los últi-mos años, principalmente de la juventud obrera y estudiantil, objetivo que claramente no se logró en esta primera instancia.

La integración de la dirigencia joven del Partido Comunista y de Revolución Democrática de Giorgio Jackson (parte de la llamada “bancada estudi-antil”) no fue suficiente para cooptar al movimiento que se agrupó entorno al reclamo de una “educación estatal, pública y gratuita”, el cual se convirtió en el eje nacional de movili-zación buscando alianzas con los trabajadores en los últimos años. Después de décadas, vi-mos desde el 2011 en adelante luchar juntos a la juventud con mineros, portuarios y dis-tintos sindicatos combativos que comenzaron a enfrentar al régimen. El movimiento estudiantil, fue también, el sepulturero de la derecha, y así, esta se alejaba de ser una alter-nativa política con la salida de Sebastián Piñera. Evelyn Mat-thei, la candidata de la derecha en las pasadas presidenciales, sacaría un 38% de los votos en la segunda vuelta, donde nue-vamente la alta abstención fue el dato significativo.

A la enorme crisis social que impulsó la lucha estudiantil desde el 2011 se sumaba a una embrionaria, pero creciente, lu-cha obrera que se venia gestan-do años atrás (huelgas mineras y forestales en el periodo 2006 – 2007, movilización portu-aria y distintos sindicatos que a pesar de todas las trabas del Plan Laboral votaban y hacían efectivas sus huelgas) proceso de movilización que comenza-ba a dejar al desnudo el carácter profundamente confiscador del “modelo chileno” y que poco a poco, incrementaba la desapro-bación popular frente a la ex - Concertación como a la Alian-za y a todas las instituciones del Estado, principalmente a la Constitución golpista here-dada de la dictadura militar. La

acumulación de las contradic-ciones de clases se hacia cada vez más incontenibles.

Mientras la derecha se der-rumbaba como alternativa, puesta en jaque por la protesta estudiantil, la Concertación buscó oxigeno con la inte-gración del Partido Comunista al nuevo gobierno. Esto por un lado, era la manifestación de una proceso más amplio de desintegración de la Concert-ación en el periodo de mayor movilización que tuviera que enfrentar en toda su historia, y por el otro, de cómo el Partido Comunista pretendía resolver su compleja situación de des-composición interna buscando una mayor integración al Esta-do, después de décadas sacando adelante una política de freno a la lucha popular en la coalición Juntos Podemos hasta que el “pacto por omisión” con la Concertación los llevó de vuel-ta al parlamento. El reciclaje político del Partido Comuni-sta hacia un “reformismo” sin base histórica ni perspectivas posibles, termina siendo la in-válida fuerza de empuje con la que se sumaban al amplio pacto de partidos que pretendía preservar la “gobernabilidad en el país”, reforzando a la Con-certación en la perspectiva de la reconstrucción del Frente Popular para contener a las ma-sas ante el creciente cuestion-amiento de las bases sociales heredadas de la dictadura. Un gobierno de colaboración de clases que comienza a mostrar signos de desplome, no solo es preocupación de ese gobierno, sino de todo el régimen social que lo sostiene y esto lo tiene muy presente la derrotada dere-cha nacional.

Un gobierno para los capi-talistas

Desde el comienzo, los capi-talistas se mostraron confiados del desempeño del nuevo go-bierno, así lo dejaba en claro Andrés Santa Cruz, presidente de la Confederación de la Pro-ducción y el Comercio (CPC), declarando que “el empresar-iado confía en la Presidenta de la República. Ella es una mujer inteligente, capaz y con liderazgo” .Todo esto posteri-or al acuerdo entre gobierno y oposición por la bullada “reforma tributaria”, la cual era parte del comienzo del plan de reformas de Bachlelet. Esto es muy gráfico de la tarea del gobierno y de la naturaleza del mismo, dado que en última instancia, el acuerdo entre go-bierno-derecha se desarrolló bajo un verdadero pacto de “unidad nacional”, una alianza entre oficialismo y oposición para perpetuar a Chile como el país con la tributación más baja al gran capital - incluidos los explotadores de recursos natu-rales - y a las grandes fortunas en todo el continente, mante-niendo altísimos impuestos al salario que atacan directamente la capacidad de consumo de los trabajadores y en donde esta recaudación extra se hacía, supuestamente, para financiar la reforma educativa. Pero en educación ocurrió otra cosa. En octubre pasado la Cámara de Diputados aprobó la “ley de reforma educativa escolar”, lo hizo a espaldas de las masas y con el fin de legalizar el lucro en la educación y mantener a los privados como sostene-dores del sistema, sistema que ha sido cuestionado por los tudiantes. Un fenomenal paro docente que enfrento a la bu-rocracia se extendió por más de un mes, reclamando contra los efectos de la privatización y la flexibilidad laboral. La misma “reforma tributaria” se propuso

G se agota la ilusión “progresista”

P a g i n a 8 - P r e n s a O b r e r a

Deuda y crisis política:

se agota la ilusión “progresista” de Bachelet

se agota la ilusión “progresista”

Deuda y crisis política:

se agota la ilusión “progresista” de Bacheletpara financiar la inversión en educación, pero la partida de educación en el prepuesto 2015 se mantiene con el aumento regular de los años anteriores. El financiamiento universitario, por ejemplo, no se diferencia de otros años, se mantiene el subsidio a la demanda como forma de perpetuar la privat-ización y se incrementó en 14% ($432.000 millones) la partida que sostiene el Crédito con Aval del Estado (CAE) el cual ha endeudado a miles de fa-milias. Al cierre de esta edición, se desarrollan inéditas movi-lizaciones de estudiantes de la educación superior privada en rechazo a los altos costos de las matriculas y contra las alzas de aranceles, que en los casos más extremos dejarían carreras con un costo anual de más de 7 mil-lones de pesos, los cuales son manifestación de la naturaleza del régimen capitalista chileno, un régimen altamente confis-catorio del salario de los tra-bajadores, tanto directamente en la jornada laboral como indirectamente en base al pago de servicios privatizados, por el traspaso obligado de fondos de pensiones al capital financiero y altos impuesto al consumo que destruyen el salario y obligan a la población laboriosa a caer en el flagelo del endeudamiento. Estudios recientes afirman que en el país el 70% de los traba-jadores obtiene ingresos líqui-dos de menos de $450.000 pe-sos y sólo un 6,7% obtiene más de un millón. La población más rica del país (0.01%) aumento sus ingresos en el último año en un 15%, ganando $459 millones por persona.

Detallamos todo esto, para dejar en claro que las reformas de la Nueva Mayoría no tienen una gota de progresismo, cuen-tan con la venia del imperial-

ismo, y esto lo dejo en claro la directora del FMI Christine Lagarde a principios de mes, planteando que las reformas, en función de la reforma tributaria y educativa, “se están llevando a cabo de manera conjunta y a un cierto ritmo lo que es una condición necesaria para el éxito, por lo tanto apoyamos enérgicamente   este programa de reformas para Chile”. El FMI apoyó esta reforma tributaria en pleno proceso de desacel-eración económica, donde las arcas publicas se ven amenazas con la caída internacional de los precios del petróleo (que repercutirá en todos los commodities a nivel mundial, incluido el cobre), donde se suponía que la mayor recau-dación tributaria (US$ 8.200 millones) dejaría más espacio de maniobra a la caja fiscal, pero no para salvar la crisis a favor de los explotados, sino como vía de lubricamiento de los antagonismos sociales en el país en un contexto de baja de las expectativas de crecimiento por parte del Banco Central, de aumento de la inflación y la cesantía. Un reciente aviso de gobierno, informa que el Esta-do chileno se ha endeudado vía “bonos soberanos” por emisión de US$ 2.060 millones. Esto nos deja ver claramente, que lo recaudado por la reforma tributaria, que ha sido usada para mantener en pie las privat-izaciones de servicios en el país, no fue suficiente para mantener el gasto fiscal de cara al 2015 y que frente a lo limitado de la tributación al gran capital que se mantiene en el país posteri-or a la “reforma tributaria”, el Estado emitió un “pasivo” para cubrir el gasto. Si tenemos en consideración, que la mayor parte de la recaudación fiscal del país se obtiene mediante impuestos al salario (40% es

solo por concepto de IVA), esta deuda pública y la llamada de-saceleración en Chile la paga-ran los trabajadores.

La miserable tributación al gran capital se da mientras las políticas de penetración del capital financiero, fenómeno propio de la presente etapa de descomposición social capital-ista, hunden raíces profundas en la economía nacional, donde en plena recesión las ganancias globales de las empresas en el país suben 7.4%, liderados por la banca con ganancias por más US$ 1.656 millones este año. Las ISAPRES aumentan sus utilidades en un 51% respecto del año anterior y las AFP ob-tienen utilidades para este 2014 de 244.882.000.000 millones de pesos.

Bachelet se ha esforzado por entregar señales de tranquili-dad al imperialismo, donde en lo inmediato plantea una salida temporal en base a un plan de inversión “público–privada” de más 200 millones de euros para concesión de infraestructura y generación de 11.500 empleos para intentar paliar las cifras de desempleo que se proyectan para el 2015. Los embates de la crisis capitalista mundial y el desempleo en el país los están pagando los trabajadores a cos-ta de sus salarios a través de los impuestos.

El “agujero negro” llamado Nueva MayoríaEl gobierno frentepopulista, rebautizado como gobierno de “centroizquierda”, no tiene espacio para “reformismos”. Su tarea es hacer todo lo nece-sario para mantener en pie las vigas maestras del capitalismo chileno que le han permitido sortear los embates de la crisis capitalista mundial, y así lo ha

demostrado hasta ahora. La Nueva Mayoría opera como un verdadero “agujero negro” que frente a la descomposición de los partidos tradicionales, y a la creciente crisis política, succio-nará a todo aquel que pretenda mantenerse al margen de la política proimperialista, estén estos partidos a la derecha o izquierda del gobierno.

Poco duro la campaña de la UDI de críticas frontales al gobierno y después de “re-sistir” la reforma tributaria (se aplicaron a esta más de 140 indicaciones) y plantear su férrea defensa a la educación mercantilizada, hoy, después de los resultados negativos en las encuestas, son sus compañeros de coalición quienes le dan la espalda. Para Renovación Na-cional el 16% de aprobación de la Alianza, es producto de la política “obstruccionista” del gremialismo, considera que ha errado el camino con esta ac-titud y de paso, ha arrastrado a todo el sector al descrédito. RN se defiende asegurando que ellos han tratado de ser una oposición “constructiva” y buscan potenciar un bloque de centroderecha en conjunto con Amplitud y Evópolis. Es de esperar que la UDI man-tenga de alguna manera su idad” hacia el gobierno, dado que comprenden que la caída de este es una amenaza para todo el régimen y que necesi-tan retomar alguna iniciativa frente al desplome. Las críti-cas de una derecha impotente políticamente, en el fondo, no van directamente al gobierno, sino a las masas en lucha que amenazan la “democracia”. La derecha chilena conoce per-fectamente los límites de un gobierno de características de frente popular.

Emilio Brasi

P a g i n a 9 - P r e n s a O b r e r a

P a g i n a 10 - P r e n s a O b r e r a

Por otra parte, el presidente del Par-tido Progresista (PRO) Marco En-ríquez-Ominami – quien fue el políti-co mejor evaluado en las encuestas con un 50% de aprobación- aseguro que esta dispuesto a poner todo su “capital político” al servicio de la presidenta, lo que viene a confirmar nuevamente que no hay espacio al reformismo en la presente etapa política. En la práctica, se perspectiva desde el PRO a RN, una posible gran alianza de “unidad nacio-nal” que se empeñara en confundir y sujetar la acción independiente de la masas, en la perspectiva de desarrol-lar los fines políticos digitados por el gran capital según como la situación lo requiera. Esto lo veremos en la dis-cusión de la reforma laboral y frente a los cambios a la Constitución. Esta versión degradada de frente popular llevara la política de colaboración de clases al extremo, pero lo hará bajo las bases sociales del pinochestismo, he ahí su debilidad, ya que dejará ver su cara más reaccionaria. Su contenido político será el mismo de las versiones anteriores: utilizar la organización de los trabajadores como sustento de la estabilidad de la dominación capital-ista, de la política antiobrera y de la explotación y penetración financiera imperialista.

El desafió de la izquierdaLos trabajadores, la juventud y la iz-quierda debemos enfrentar a estos gobiernos y desenmascarar al régi-men “democrático”. En nombre de la democracia la Concertación defendió la penetración imperialista, privatizó los servicios y ha precarizado el tra-bajo al extremo. Las organizaciones jóvenes que se plantearon de “izquier-da” y desalojaron a la Nueva Mayoría de las universidades, no supieron comprender el carácter del gobierno y esperaron una reforma de carac-terísticas progresistas que nunca llego. Unos cayeron en el centrismo y otros colaboración con el Frente Popular, apostado a que el PC representaba el “ala izquierda que tensionaría una reforma acorde mandato de la calle”, lo cual inmovilizó a un importante sector de la juventud que no había sido cooptado por la Nueva Mayoría. Plantear que la Nueva Mayoría es un gobierno “reformista” (del cuño que sea) no contribuye a la clarificación de los luchadores y solo busca esconder los vasos comunicantes del gobier-no con el FMI y el BM, tal como lo hace el PC, quien en su prensa acusa sistemáticamente a los trabajadores en lucha de “disparar contra la presidenta y los cambios”, y que las expresiones de lucha son organizadas “por la dere-

cha”, como lo hizo, por ejemplo, los primeros días del paro docente.

La integración del PC a la Concert-ación modifico el mapa político, donde muchas de las organizaciones de la izquierda democratizante (prin-cipalmente integradas por jóvenes) y algunas organizaciones trotskistas, buscaron en las pasadas elecciones en la candidatura de Marcel Claude una alternativa de “unión de la izquierda”. Bajo los ropajes “chavistas” de un na-cionalismo tardío y como furgón de cola del Partido Humanista fracasaron en este intento. El movimiento Todos a la Moneda reventó en más partes que el numero de organizaciones que lo in-tegraron en un principio. Un verdade-ro frente de izquierda que defienda la independencia política de los explota-dos, solo puede ser el que luche abier-tamente con un programa que apele a la transformación revolucionaria de la sociedad capitalista bajo la dirección de la clase obrera, que ponga de relieve las reivindicaciones inmediatas y las aspiraciones populares enlazadas con la lucha por un gobierno de los traba-jadores. La perspectiva estratégica del socialismo requiere separar a los traba-jadores de las organizaciones de la bur-guesía y la burocracia, luchando en el comienzo de esta nueva etapa política, porque la nueva generación de obreros no repitan las ilusiones paralizantes del pasado, ya que están viviendo en carne propia la incapacidad de la colabo-ración de clases, personificada hoy, en los que algún día fueron sus partidos históricos. La debilidad congénita de la Nueva Mayoría quedara cada vez más a la luz y será la izquierda la lla-mada a asumir el problema del partido obrero como salida política para los trabajadores.

hay un pájaro azul en mi corazón quequiere salir

pero soy duro con él,le digo quédate ahí dentro, no voy

a permitir que nadiete vea.

hay un pájaro azul en mi corazón quequiere salir

pero yo le echo whisky encima y me tragoel humo de los cigarrillos,y las putas y los camareros

y los dependientes de ultramarinosnunca se dan cuenta

de que está ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón quequiere salir

pero soy duro con él,le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres

montarme un lío?¿es que quieres

mis obras?¿es que quieres que se hundan las ventas

de mis librosen Europa?

hay un pájaro azul en mi corazónque quiere salir

pero soy demasiado listo, sólo le dejo salira veces por la noche

cuando todo el mundo duerme.le digo ya sé que estás ahí,

no te pongastriste.

luego lo vuelvo a introducir,y él canta un poquito

ahí dentro, no le he dejadomorir del todo

y dormimos juntosasí

con nuestropacto secreto

y es tan tierno comopara hacer llorar

a un hombre, pero yo nolloro,

¿lloras tú?.

Hay un pajaro azul en mi corazónCharles Bukowski

os últimos procesos de movilización, ya sean estos obreros de diferentes ramas de

la producción y los servicios, estudiantes, pobladores y pueblo originario son mani-festación de una agudización de los antagonismos de clase en el país. Esta situación ha dejado al descubierto que la insti-tucionalidad y la legislación represiva se agota y pierde la eficacia como mecanismo de contención del ascenso de las luchas contra un capitalismo en decadencia heredado de la dictadura.

Las clases dominantes han iniciado una ofensiva desti-nada a satanizar las luchas reivindicativas y sociales de los trabajadores y levanta el discurso de la necesidad de cambios en la legislación y la estructura represiva del Es-tado, para que sea capaz de conjurar la lucha del pueblo por la vía de “criminalizar” sus luchas.

Desde la aplicación de la ley antiterrorista las luchas del pueblo Mapuche, en el prim-er gobierno de M. Bachelet, los denodados intentos de Hinzpeter y el conocido fiscal Torres en el proceso conocido como el “caso bombas”, han intentado profundizar e in-corporar nuevas causales para aplicar la ley antiterrorista al tiempo que acumulan “prue-bas” más allá de los límites de la legalidad.

Durante el gobierno de Piñera, se llevaron adelante campañas comunicacionales, que intentaron convencer a la comunidad, de que chile vive una ola de terrorismo, y de violencia política que rompe la convivencia y la paz social, instalando el caos. En su ar-gumentación mesclan hechos de delitos comunes, acciones vandálicas de pequeños

grupos políticos que se au-todefinen como anarquistas, y la violencia reactiva en las manifestaciones y marchas, que son respuestas al acoso y la provocación policiaca.En este último tiempo, cuan-do aún no se disipaba el humo del bombazo puesto en la cer-canías de la estación del metro Escuela Militar, que hirió a un grupo de personas, la mayoría de ellos trabajadores, se inten-sifico el debate por cambiar la ley antiterrorista y dotar a las

instituciones investigadoras de facultades “operativas” y el uso de agentes encubiertos entre otros “nuevos” recursos para la lucha antiterrorista.Este camino de criminalizar las luchas y a los luchadores no es nuevo como diseño para “santificar” la represión y ha sido diseñado e impulsado por las fuerzas del imperial-ismo en su irracional guerra mundial contra el terrorismo.El eje de esta campaña señala que las luchas y la oposición al gobierno y al modelo instal-ado por la dictadura, como actos ilegítimos y criminales que atentan contra el orden y que no están sancionados por las leyes o lo hacen de forma poco efectiva y drástica.

El debate se ha mantenido vi-gente y se intensifica cada vez que ocurre un hecho suscepti-ble de ser usado como argu-mento de la existencia de un clima de terrorismo en chile.Tras el afán de las clases dominantes y sus servidores políticos se esconde el hecho del agotamiento de una insti-tucionalidad y una legislación represiva, que fue creada en la dictadura y mantenida bajo todos los gobiernos anteriores sean estos de Concertación o

de derecha, que no les basta para contener el ascenso de las movilizaciones de los traba-jadores y del pueblo chileno, que se movilizan por sus dere-chos y demandas frente a un gobierno cada vez más débil y con menos campo de manio-bra para impulsar las políticas de conciliación de clases en la lógica de un frente popular que no logra enraizarse en el pueblo chileno.

El motor que dinamiza este empuje, en que todo el espec-tro político chileno vinculado a las esferas del poder, surge como una expresión que bus-ca, desde el poder e impulsa-do por las clases dominantes, responder este ascenso del movimiento social y los traba-

jadores, que son vistos como amenaza a la paz social y la gobernabilidad que anhelan los capitalista chilenos y ex-tranjeros.

La urgencia de las clases dom-inantes y sus fuerzas políticas se liga al hecho que esta ir-rupción es la consecuencia de políticas económicas que ago-bian a las grandes masas de trabajadores y que confiscan sus salarios y precarizan sus empleos, y que se ha venido

desarrollando en el contexto de una aguda y profunda cri-sis capitalista, que se prolonga indefinidamente en el plano internacional y que inexora-blemente se instala y profun-diza en el seno de la sociedad chilena.

La intención de las clases dominantes es descargar todo el peso de la crisis en los hombros de los trabajadores, criminalizando las luchas y los luchadores creando la in-stitucionalidad que permita mantener la dominación, reg-imentar a los trabajadores y dispersar a los luchadores me-diante la represión y la cárcel.

LJohel Nahta

Lo que se esconde la agenda de seguridad de la Nueva Mayoria: criminalizar la lucha de los trabajadores y el pueblo

LibertadesP a g i n a 10 - P r e n s a O b r e r a

l día Lunes 22 de dic-iembre se realizó la segunda vuelta de las elecciones al Centro de

Estudiantes del Liceo MBB entre La Lista R- Recuperando el Borgoño (TJR + independi-entes) y la Lista B S- Súmate (Juventudes comunistas, ju-ventudes partido socialista + independientes).

Al término de las votaciones, se encontraron nueve votos más en las urnas, los cuales se desconoce quiénes los in-trodujeron. Desde la Lista R acusamos esta irregularidad en el proceso y las elecciones en ese contexto ya no eran confiables. De todas formas hicimos lo posible para que las urnas se abrieran, después de haber sido la primera may-oría en la primera vuelta (214 contra 158) y de contar con un amplio apoyo popular, nos interesaba saber cuál había sido el resultado final de la votación, pero en ese mo-mento, un militante del par-tido comunista literalmente abrazo la urna impidiendo el conteo, un profesor del Li-ceo intervino y se la llevo del lugar, los hostigamientos al TRICEL por parte de la Lista B-Súmate hicieron que este renunciara y la militancia de la Nueva Mayoría llamo a la dirección del Liceo y a la Mu-nicipalidad de Santiago, todo para no abrir la urna.Finalmente, ante la renuncia del TRICEL y la irregularidad del proceso de elecciones, hicimos el llamado a que ape-nas comience el próximo año

escolar, se repita la segunda vuelta con las mismas listas.

Repudiamos el comporta-miento de los miembros de la Lista de la Nueva Mayoría por oponerse a abrir la urna, dado que esa fue una decisión arbi-traria la cual se impuso por la fuerza y la presión. Lamen-tamos los hechos ocurridos dado que no contribuyen a la democracia estudiantil y la construcción de una orga-nización que permita a los estudiantes del MBB defender sus intereses y luchar por la recuperación de la educación pública.

La lucha continúaEl programa y la agitación política con la que consegui-mos la primera mayoría en estas elecciones, se caracteri-zan por la denuncia de la pro-funda crisis de la educación pública, que ha sido agudiza-da por todos los gobiernos que sucedieron a la dictadura militar y que hoy tiene a gran cantidad de las escuelas públi-cas con una constante baja de matrícula y varios con amena-za de cierre.

Es necesario que los estudi-antes que levantaron las ban-deras por la educación gratu-ita, luchen por recuperar los

Centros de Estudiantes como instancias de organización y combate, independientes de los gobiernos de turno, las municipalidades y los directo-res. No debemos permitir que las juventudes de gobierno ocupen los CEE para desmo-vilizarnos e impidan la lucha por una educación pública 100% financiada por el estado, en donde todos los estamen-tos de las comunidades edu-cativa planifiquen los gastos y las materias de los liceos.

E

Ernesto GajardoEstudiante y miembro de

la Lista R

Recuperemos el Centro de Estudiantes del Borgoño para la lucha

P a g i n a 12 - P r e n s a O b r e r a

Estudiantil

w w w . f a c e b o o k . c o m / t e n d e n c i a j u v e n t u d r e v o l u c i o n a r i a /w w w . t e n d e n c i a j u v e n t u d r e v o l u c i o n a r i a . o r g TJR

esde noviembre comenzaron a mov-ilizarse estudiantes de distintas univer-

sidades privadas denunciando escandalosas alzas en el precio de sus carreras para los es-tudiantes nuevos y antiguos, donde en los casos más ex-tremos estas llegaron al 15%.

Los estudiantes de la Universi-dad Católica Silva Henríquez comenzaron la denuncia al tomarse las dependencias de la institución en rechazo a un alza en promedio de $ 300 mil anuales en la mayoría de las carreras. Acto seguido se sumaron a la movilización estudiantes de la Universidad Central, Diego Portales, San-to Tomas, Alberto Hurtado, Mayor Andrés Bello y Finis Térrea a poco más de una semana que comiencen las postulación 2015. Además, se han comenzado a sumar universidades públicas en Santiago, como la USACH y precarizada UMCE.

Las alzas de aranceles, ma-triculas y costos de titilación han sido una constante en los últimos años. Los directivos de las universidades privadas se defienden argumentando que los reajustes de aranceles “se hacen función del IPC proyectado en el año en cur-so”, lo que ya es inaceptable dado que lo aplican para subir aranceles tratando a la educación abiertamente como bien de consumo y por otra parte, algunas univer-sidades como la Silva Hen-ríquez, justifican que si no suben los aranceles se verán mermados los salarios de los trabajadores, lo cual fue des-mentido por la presidenta de la Federación de Estudiantes de esa institución, Natalia Véliz, quien después de hablar con los funcionarios asegura que “hace cuatro años que

no les suben los salarios” (La Nación 16/12). Las universi-dades privadas buscan justifi-car lo injustificable, dado que la mayoría de los reajustes superan el IPC (5.7%) y las universidades no clarifican en que se usaran los recursos extra que se generan con las alzas anuales.

El gobierno no tiene inten-ciones de terminar con el privatizado sistema de edu-cación, así lo ha dejado en claro con el carácter de su reforma educativa, la cual en educación superior apunta a incrementar las becas y crédi-tos a lo estudiantes en vez de financiar por completo insti-tuciones publicas para que es-tas desarrollen una matricula adecuada a las necesidades del país. Estas becas y crédi-tos que terminan cayendo en los bolsillos de los privatiza-dores y los bancos, han sido la columna vertebral de la

privatización. Incluso, para la partida de educación superior del Presupuesto 2015 *, man-tiene la misma asignación de recursos del año anterior e incrementan la suma de re-cursos para sostener créditos como el CAE, que han sido la vía de ingreso de miles de estudiantes a la educación

superior, pero por medio del endeudamiento. Se suponía que el gobierno aplico una reforma tributaria para finan-ciar la educación ¿Dónde esta la “reforma tributaria”?, nadie sabe. Frente a esto la CON-FECH no ha sido capaz de le-vantar un planteo de salida en todo el año y la lucha revienta desde los estudiantes de base.

La educación superior en to-das sus modalidades en Chile se sostiene mayoritariamente el pago que hacen las famil-ias, sea por la vía directa de matriculas y aranceles o por medio de becas y créditos. El seguir perpetuando este sistema educativo solo tiene ganancias para los capitalistas, los trabajadores no tiene mo-tivos para seguir permitiendo que se imponga un sistema privatizado que ellos mismo financian, que es precario, que endeuda y explota a sus traba-jadores. Debemos luchar por

terminar con la imposición de la educación privada, por ende, el derrumbe de la edu-cación superior publica solo puede ser superado por una reformulación estratégica del presupuesto 2015, el cual por un lado, debe privilegiar a la salud, la educación y la vivien-da popular, y por el otro, debe

afectar fuertemente las ganan-cias capitalistas, en especial con impuestos a las grandes fortunas del país, a los cap-itales ligados a la extracción de materias primas, de las inmobiliarias, los servicios y los bancos. Una tributación de estas características es la única vía para terminar con la imposición de la educación privada a la gran mayoría tra-bajadora del país y así, avan-zar a una verdadera reforma que apunte a la recuperación de una educación estatal, pública y gratuita.

Los estudiantes siguen con sus tomas, paros y este jueves 19 de diciembre marcharon por la calles de Santiago. La con-signa “la universidad no es un negocio y nosotros no somos sus clientes” fue la recorrió la protesta que termino con una violenta represión policial.

En momentos en que economía chilena se desacel-era, se encarece la vida y au-menta el desempleo y la rebaja de sueldos, los estudiantes que lucha por sus aranceles están luchando por la defensa del salario de sus familias, porque no están dispuestos a pagar la crisis de la educación.

¡No más pago de matriculas y rebaja de aranceles ahora!

¡Luchemos por un giro del Presupuesto 2015 donde la gratuidad se financie con tributación 100% al capital!

¡Vamos por una Plan Na-cional de Educación 100% financiado por el Estado y bajo control, gestión y plan-ificación del gasto definido por las comunidades educa-tivas de forma democrática y según sus necesidades!

No al alza de aranceles y matricula: ¡Educación publica y gratuita ahora!

D

Estudiantil

Tendencia Juventud Revolucionaria

P a g i n a 13 - P r e n s a O b r e r a

P a g i n a 14 - P r e n s a O b r e r a

Internacional

a bolsa norteamericana viene batiendo récord. El índice Dow Jones ha roto la barrera de los

18.000 puntos. Esta explosión ha sido presentada como una señal de la recuperación económica norteamericana. La supuesta fortaleza de Esta-dos Unidos es exhibida como una vía para sacar al mundo del colapso actual, en momen-tos en que se derrumban los países emergentes, empezan-do por China, que vuelve a caer Japón y que Europa está la borde de la depresión. Uno de los “secretos” del ac-tual boom accionario reside en que las propias empresas recompran sus acciones. De acuerdo a un informe de Bar-clays, las compañías norteam-ericanas han gastado más de 500.000 millones de dólares en esta operatoria el año pas-ado. Dicha cifra viene en as-censo en 2014. Sólo a mitad de año, las recompras totalizaban 338.000 millones. Quienes están al frente de esta operatoria son las grandes corporaciones. Apple gasta en recompra de acciones más que cualquiera otra compañía. En el ranking aparecen Microsoft, IBM, Hewlett Packard e Intel, entre otras. También figura un gigante como Exxon y grandes laboratorios como Pfizer y hasta financieras como Gold-man Sachs. El fenómeno se disemina por todas las activi-dades, y es lo que ha llevado a The Economist a denominarlo “la cocaína” en el mundo de los negocios. La recompra de acciones ha devorado entre un 40 y un 60 por ciento del flujo de fondos de las compañas in-volucradas. Estas operaciones representan, en un promedio de la última década, el 54 por ciento de sus ganancias. A su turno, los dividendos aportan otro 37 por ciento. Esto deja un margen de menos de un 10 por ciento para inversiones

productivas. La fiebre en la recompra es una señal inconfundible de impasse del sistema económi-co: indica que existen pocas oportunidades para inver-siones rentables en la órbita del capital productivo. Es-tamos frente a un crisis de sobreproducción de enormes dimensiones, lo que conduce a una caída de la inversión. “La productividad ha caído en Estados Unidos a la mitad en los últimos 10 años... y este desplome ha sido el resultado de una disminución todavía mayor de la tasa de inversión” (Clarín, 14/12). Si bien se registraron síntomas de recuperación económica y hasta de la inversión en el

curso de este año, quienes han querido ver un punto de

inflexión de más largo aliento rápidamente recibieron un balde de agua fría. Cuando se pronosticaba una deman-da explosiva para el “viernes negro”, el fin de semana de noviembre donde florecen las liquidaciones, las ventas mi-noristas se pincharon. La caí-da proviene de la declinación pronunciada del consumo de las personas que ganan menos de 50.000 dólares al año. Desde que se inició la recuperación a mediados de 2009, las cifras ajustadas por inflación, revelan que la economía creció 12 por cien-to; los beneficios corporativos en un 46 por ciento y la bolsa un 92 por ciento. Pero “el in-greso promedio retrocedió 3 por ciento” (New York Times, 6/11). Si la caída del consumo

no es mayor es por los niveles de endeudamiento de la po-

blación , aunque ese recurso se vuelve cada vez más ineficaz para sostener la demanda (la deuda representa una porción mayor del salario, cuyo poder adquisitivo viene siendo re-cortado) Estados Unidos tam-poco está en condiciones de compensar esta caída con una mejora del comercio exterior, tendiendo en cuenta el cuadro de la economía mundial con-siderado en su conjunto. La recompra de acciones ha sido utilizada también como herramienta para evadir impuestos. Las compañías vienen declarando sus ganan-cias principales fuera de Esta-dos Unidos, donde el pago de impuestos es sensiblemente menor. Las casas matrices radicadas en suelo norteam-ericano vienen contrayendo préstamos para la recompra de las acciones. O sea que la contrapartida de este opera-toria es la acumulación de una deuda que crece como bola de nieve. Distintos analistas ya han comenzado a advertir sobre el riesgo que se abre en caso de que se produzca un aumento de la tasa de interés. El boom de la bolsa encierra desequilbrios descomunales y explosivos.

“Cocaína” en Wall StreetPablo Heller

Partido Obrero, Argentina

L

(continuación de contratapa “El bloqueo contra Cuba no fue levantado”) ha sido la me-diación de Cuba en el conflicto colombiano. Asistimos a una operación continental. Bra-sil, por ejemplo, ha sido una fuerte inversora en Cuba; el FA de Uruguay aceptó acoger a los presos de Guantánamo. Tampoco aquí los intereses son homogéneos: los gobiernos ‘progresistas’ buscan proteger por la vía de ese acercamiento el grado de autonomía que desarrollaron en los últimos años como consecuencia de la valorización de los precios internacionales de las materias primas. La finalidad última de estas burguesías nacionales es, sin embargo, la misma que la del imperialismo – la reinte-gración de Cuba al estatuto capitalista mundial. Un punto central es la reincorporación de Cuba a la OEA, lo cual significaría dos cosas: por un lado, poner fin a los desafíos (tímidos) de separar a Améri-ca Latina de Estados Unidos (o sea salvar el sistema pan-americano); por el otro, que Cuba acepte los principios políticos y sociales del sistema interamericano. Estos desen-volvimientos internacionales vuelven a poner de manifiesto la importancia estratégica de la reivindicación de la Unión Socialista de América Lati-na y su valor como defensa política de la Revolución Cu-bana. El condicionamiento del levantamiento del bloqueo apunta a negociarlo contra los principios que aún quedan en pie de esa Revolución. El levantamiento del bloqueo, reclamamos nosotros, debe ser incondicional. Las perspectivas que plantea un levantamiento del bloqueo norteamericano depende del carácter concreto que asuma, por un lado, y por sobre todo del balance de fuerzas en la sociedad y el Estado cubano. Cuba se encuentra ante un impasse terminal, pues sus fuerzas productivas han deja-do de crecer. Es una economía racionada, en especial desde hace un cuarto de siglo, que se sostiene en base a subsidios fiscales, que frena una acumu-

lación del escaso excedente económico. La apertura al capital extranjero ha sido un fracaso, sea en significación, sea como vía de salida al es-tancamiento. La asociación del estado al capital extranjero, por la vía de uniones o por la impositiva, le permite apropi-arse del excedente que crea la fuerza de trabajo, por medio de una remuneración muy abajo de su valor. Se trata de un mét-odo parasitario de subsistencia, no de una vía de desarrollo. El despido de centenares de miles de trabajadores del Estado que ha producido la llamada reforma de la economía, es una expresión contundente del agotamiento de este tipo de régimen. La finalidad de crear una fuerza de trabajo ‘libre’ a disposición del capital privado no ha tenido ninguna man-ifestación concreta del otro lado de la ecuación, el capital, y solamente podría tenerla por medio del capital extranjero, lo que significa una nueva colonización imperialista. El punto de partida para un nue-vo equilibrio económico, desde el punto de vista del trabajo, pasa por eliminar esta relación parasitaria capital-estado sobre el conjunto de la sociedad, me-diante la reapropiación del es-tado y los recursos estratégicos por parte de los trabajadores. Es desde una gestión colec-tiva de los trabajadores que debe abordarse la transición del parasitismo burocrática a un proceso de desarrollo. Esa transición, de todos modos, no es un asunto exclusivamente nacional sino que será condi-cionado, al menos en última instancia, por el desarrollo de la bancarrota capitalista a nivel mundial, con sus dos componentes fundamentales: una agudización de las luchas populares y el ascenso de una izquierda revolucionaria. ProgramaLas posibilidades de desar-rollo que se atribuyen a una apertura de Cuba al capital extranjero, son puras fantasías. Dependerían, esencialmente, de una fuerte mediación del Estado, que para eso debería estar bajo el control efectivo de los trabajadores – no de

una superestructura como la que representa la burocracia, que a su vez se escinde ante las nuevas presiones de afuera y de adentro. Haití, Puerto Rico, Santo Domingo o Panamá y las islas caribeñas son una muestra de los resultados históricos que podría producir una apertura incondicional al capital finan-ciero. El resultado de un levan-tamiento del bloqueo no será independiente del programa que apliquen y de la fuerza que desenvuelvan cada uno de los protagonistas sociales funda-mentales: el imperialismo, la burocracia, los trabajadores. El primer desafío de la nueva etapa para los trabajadores, para los socialistas y para la IV Internacional es la elaboración de un programa propio. El nuevo giro político que se perfila en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos tendrá lugar con una demora enorme en relación a las restauraciones capitalistas en Europa y Asia en los 80/90, y ocurre en el marco de una bancarrota capitalista de alcance planetario. Esta discrepancia de los tiempos políticos no tiene una impor-tancia menor; nada hay más relevante, en la política, que los tiempos y los contextos. En Cuba, la restauración cap-italista plantearía la pérdida más o menos inmediata de su independencia nacional; la burguesía que podría tomar el relevo del estado cubano se encuentra en Miami; un apod-eramiento de empresas por parte de la burocracia de La Habana enfrentaría más con-

mociones que las que atravesó la Unión Soviética. El entorno inmediato de Cuba – Améri-ca Latina – se caracteriza por convulsiones reiteradas, que se desplazan de un país a otro. La crisis mundial le está pegando ahora con más fuerza. En este marco, la iniciativa de Obama tiene los trazos de un Frente Popular extra nacional entre el imperialismo ‘democrático’ y las burguesías latinoameri-canas, de un lado, y una gran parte al menos del aparato de estado de Cuba, del otro. Los Frentes Populares aparecen, históricamente, como recursos para contener procesos revolu-cionarios. En Estado Unidos, las huelgas y movilizaciones de inmigrantes, y las recien-tes manifestaciones contra el gátillo fácil son indicios de la agudización de las contradic-ciones sociales en la principal metrópoli del imperialismo, que empujan en dirección a un frente popular en la política internacional. La revolución cubana y la historia de Cuba de las seis décadas últimas no se han caracterizado por repetir en forma mecánica experiencias ajenas. Muy lejos de ello; más cerca geográficamente que ningún otro país con historia revolucionaria y contrarrevo-lucionaria, es el que menos ha cedido a la presión del capital internacional. Cuba no ha sido ni será un ‘deja vu’, al contrario se desatarán nuevas crisis y la posibilidad de nuevas revolu-ciones.

InternacionalP a g i n a 15 - P r e n s a O b r e r a

l anuncio acerca de una reanudación de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y

Cuba fue predicado en estrecha relación con un levantamiento del bloqueo norteamericano contra la Isla, que ha durado más de medio siglo. La alusión de Obama al ‘fracaso’ de esta larga operación de sabotaje contra la Revolución Cubana dejó ver una decisión política que va más allá de un inter-cambio de embajadores y una ampliación de las posibilidades de remesas de los cubanos en el exterior. El llamado ‘fraca-so’ no fue estrictamente tal, esto porque el bloqueo jugó un papel fundamental en el aislamiento de Cuba y en la reorganización capitalista ‘neoliberal’ de las dictaduras militares impuestas por Wash-ington. Aclarado este punto, la ausencia de un acuerdo de levantamiento del bloqueo ha sido atribuida a que esto se en-cuentra fuera del alcance de las facultades ejecutivas del Presi-dente, y a la necesidad, por lo tanto, de un voto favorable del Congreso. Obama, según todo esto, habría decidido separar la reanudación de las relaciones diplomáticas del levantamien-to del bloqueo, para presionar a las cámaras con un hecho con-sumado que ayude a quebrar las resistencias de los adversar-ios de un acuerdo, tanto repub-licanos como demócratas. Este relato, sin embargo, es una versión interesada que apenas logra disimular la estrategia de EEUU. Precisamente por el limbo en que ha quedado el levantamiento del bloqueo, la reanudación de las relaciones diplomáticas ha sido tomada con reticencia en el gobierno cubano - se produjo finalmente luego de una larguísima ronda de negociaciones bilaterales y papales. La prenda que decidió a Cuba la aceptación del acuer-do fue la liberación de los tres

militantes del contraespionaje cubano encarcelados en Es-tados Unidos, que se produjo luego de que Cuba transmitiera a los servicios norteamericanos las pruebas de las actividades terroristas que se pergeñaban desde Miami. Es claro que el fin del bloqueo está sujeto a una serie de negociaciones de primer orden, en cuyo núcleo se encuentra el carácter social de la Isla. Como lo explicitó con claridad insistente un defensor de las decisiones de Obama, si Cuba no ofrece concesiones significativas en el curso de las negociaciones próximas “siempre existe la posibilidad de retirar la oferta de levantar el embargo” (CNN, programa de Fred Zacharías, 21.12). Intereses en pugnaLa versión que han ofrecido los medios, acerca de una rec-onciliación política, no pasa de una descripción idílica de lo ocurrido. De aquí en más se abre, por el contrario, un período de mayor crisis políti-ca – tanto en el campo imperi-alista como en Cuba. El debate en el Congreso norteamerica-no no girará, solamente, entre los ‘halcones’ que no aban-donan la política de agresión directa y las ‘palomas’ que buscarían restablecer una he-gemonía ‘gradual’ sobre la Isla. La derecha norteamericana y el uribismo caribeño apuestan

a un fracaso de la política de la ‘zanahoria’ y creen, por el contrario, que un retorno a la del ‘garrote’ está ganando terreno. En donde mejor se expresa este enfrentamiento es en Venezuela y en Colombia, con la división producida en la derecha misma - en las filas de los ‘escuálidos’, esto en Venezu-ela, y en las de Uribe-Santos, en Colombia. La derecha no ha renunciado a capitalizar la acelerada crisis en Venezuela, todo lo contrario. También espera explotar una victoria hipotética del macrismo e incluso de Massa o Scioli en Argentina, ni qué decir de una victoria republicana en Estados Unidos dentro de dos años. Un aspecto relevante de esta crisis es la cuestión inmi-gratoria en Estados Unidos, donde Obama tuvo que inter-venir en forma similar a la que empleó con Cuba: mediante el uso de poderes ejecutivos (gobierno por decreto), que deja sin resolver, sin embargo, la regularización efectiva de varios millones de personas. La reanudación de relaciones con Cuba no es ajena a este asunto, dado que la inmensa mayoría de los inmigrantes son de origen latinoamericano y su movilización política crece en forma persistente. Obama echa lastre en uno y otro terreno. Contra una opinión que se ha generalizado en la izquierda, la

crisis mundial ha hecho perder la iniciativa estratégica al im-perialismo. La derecha no es la tendencia dominante en este momen-to en el campo imperialista. Desde hace por lo menos dos décadas, las mayores corpora-ciones capitalistas abogan por el incremento sustancial del comercio entre ambas partes (Cargill, Caterpillar, General Motors); en la década del 70, las automotrices apoyaron con todo el comercio entre Argen-tina y Cuba, aunque financiado por el Tesoro rioplatense. El eje de la confrontación en el Con-greso norteamericano girará alrededor de los términos a imponer a Cuba para un levan-tamiento del bloqueo. Este de-bate dejará al desnudo el cho-que de intereses al interior del imperialismo norteamericano. En resumen, la reanudación de relaciones diplomáticas no equivale a un cese del bloqueo, aunque aparezca como un paso contradictorio en esa di-rección, ni atenúa el conflicto histórico desatado por la Rev-olución Cubana; por el con-trario, deja paso a un choque fundamental entre los intereses del imperialismo, por un lado, y la independencia nacional y la naturaleza social de Cuba, por el otro. La sombra de lo que fue la Revolución Cubana, a 150 kilómetros de las costas norteamericanas, sigue siendo una astilla en el corazón del imperio, porque aún represen-ta las aspiraciones nacionales y sociales de las masas de Améri-ca Latina. América LatinaLa cuestión de Cuba se en-trelaza con el conjunto de la crisis en América Latina. El acercamiento diplomati-co EEUU-Cuba es la última expresión de una larguísima colaboración política, cuya manifestación más relevante h (continua en pagina 15)

El bloqueo contra Cuba no fue levantado Jorge Altamira

Partido Obrero, Argentina

Internacional

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