Estaba el perro manso y el perro fiero. Ambos unidos por un fuerte lazo.El fiero, anttesis total de su similar era esquivo, grun e inexpresivo, esperaba a que pase el tiempo, tal vez lo necesario para su prxima comida, pero nada, pasaban las horas, los minutos y nada. Su amargura tampoco ceda y en el menor movimiento quera descargar su energa negativa, con ladridos incontrolables y carreras as canalizaba su dolor, su angustia y sus frustraciones.El manso, se diverta jugando con su pelota favorita, despreocupado, feliz, optimista ya que su mente se encontraba repleta de buenos recuerdos; seguro unas buenas energas le daban ms valor a su perruna existencia ( y digo perruna porque no debe ser nada fcil vivir una vida tan distinta a la que su naturaleza exige, una naturaleza libre , como la nuestra y que tanto nos gusta).Entonces porque son tan distintos? Nacidos de una misma perra, tan dcil y complaciente como muchos de su descendencia y las descendencias de las suyasY claro es que eran iguales, se divirtieron juntos, mamaron de la misma teta y fueron felices pero no se vieron ms.