ohio #2 - héroes y villanos
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Número 2 de la revista OHIO. Tema principal: Héroes y villanos. Colaboran: Ana Patricia Moya · Carlos Rioja · Chio Romero ·David Refoyo · Estefanía Fernández · Fátima Merchén · María Peinazo · Nadia Pizzulin · Raquel Pariente · Rubén Ajaú · Violeta MorelliTRANSCRIPT
OHIO
Es un proyecto de Ana Guisado, creado en Salamanca en
Abril de 2010.
IMAGEN DE LA PORTADA
Raquel Pariente
COLABORAN
Ana Patricia Moya · Carlos Rioja · Chio Romero ·
David Refoyo · Estefanía Fernández · Fátima
Merchén · María Peinazo · Nadia Pizzulin · Raquel
Pariente · Rubén Ajaú · Violeta Morelli
AGRADECIMIENTOS
A Eduardo Azofra y Ramón Egea, por creer en esto, a veces, un poco más que yo. A Chio Romero, por hablar bien de nosotros a sus amigos. A los colaboradores que enviaron sus trabajos, fuese dentro o fuera de plazo. Y a todos los que, a pesar de que este número llega con más de dos semanas de retraso, están leyendo esto.
CONTACTO
[email protected] http://revistaohio.wordpress.com
Publicación gratuita. Ohio no se responsabiliza de las opiniones de sus colaboradores. Se permite la reproducción de los contenidos con permiso por escrito de los autores.
H É R O E S Y V I L L A N O S |1
#2 HÉROES Y
VILLANOS Algunas veces, se mire por donde se mire, hay un
monstro, un dragón en una torre, o una maldición
sobre un tesoro. Lo políticamente correcto es que
el caballero venza al malvado y rescate a la
princesa; o al menos eso es lo que las fábulas
enseñan a los niños.
Pero con frecuencia no es tan fácil. Muchas veces
la distinción blanca y negra entre el lo malo y lo
bueno no existe y nos movemos en una amplia
gama de grises que a menudo convierte a ambos
en lo mismo. A veces al caballero no le interesa la
princesa, otras veces la princesa quiere quedarse en
el castillo.
En este segundo número de OHIO, hablamos
sobre héroes y villanos. Sobre todo lo que para
bien o para mal marca la diferencia en nuestro día
a día, en la historia, o en el mundo.
“Heroes and villains, just see what you've done”,
cantaban los Beach Boys. ¿Quiénes el héroe y
quién el villano? Juzguen ustedes mismos.
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DAVID REFOYO
David Refoyo. Zamora, 1983. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas.
Actualmente vive en Madrid y es creativo publicitario de Leo Burnett Iberia. Ha
publicado en las antologías Palabras para Cervantes (Ed. CELYA), Canciones en
Braile (Ed. Lulú.com), Plan 9 del Espacio Exterior (Vinalia Trippers) y en
diversos fanzines de papel y digitales. Acaba de publicar la novela 25
centímetros, editada por DVD Ediciones.
perdicioncity.blogspot.com
www.25centimetros.com
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PRISMA
Prisma #1
Verlo ahí, en la pantalla, corriendo desbocado, sin
camiseta, sudoroso: feliz. Sí, me sigue pareciendo
muy atractivo, pero no puedo perdonarle. Vendió su
alma por un puñado de millones. Traicionó a 45.000
seguidores, fieles, que le animábamos cada domingo.
Y ahora corre fuera de sí, buscando la complicidad de
su nueva hinchada. Aquella a la que, el día de su
presentación, prometió ayudarla a conseguir los
éxitos que antes –con nosotros- no pudo. ¡Maldito
sea!
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Prisma #2
La caja pasa de mano en mano. Por encima de las
cabezas de una multitud impermeable. Desde un
megáfono, que no alcanzo a ver, alguien lamenta su
muerte. No entiendo bien el idioma, pero comprendo
que no se trata de la típica pompa fúnebre, es una
especie de fiesta. De despedida. Mañana los niños
recién nacidos llevarán su nombre. Los padres
preferirán a sus hijos con un final semejante. Se lo
harán saber a los niños y, éstos, lanzarán piedras al
enemigo, al otro lado de la valla. Un enemigo que
llora siete muertes que no sirvieron de ejemplo para
nadie.
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Prisma #3
Recibo una llamada de teléfono. Mi hija está
hospitalizada. Se encontraba en el sitio equivocado en
el momento menos oportuno. Una bomba estalló en
el interior de un establecimiento. Mi hija paseaba por
la calle. Está en observación, puede perder una pierna
debido a la metralla. Éramos felices. Acababa de
fichar por un equipo nuevo. Quería que mis hijos
estudiaran en el extranjero, darle oportunidades.
Estaba en este equipo para ganarlo todo, para ir a la
selección y hacer grande a mi país. Ahora sólo quiero
salvar a mi hija, el fútbol no sirve para nada cuando
suceden las cosas importantes.
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VIOLETA MORELLI
Siempre me ha resultado difícil hablar de mí misma, por eso prefiero las
imágenes. Nací en el 85 y mis primeros recuerdos están asociados a la
fotografía y el cine. A los 10 años heredé una vieja agfamatic de mi padre y a
partir de entonces no he dejado de curiosear e intentar captar todo lo que me
rodea. Hace poco me licencié en comunicación audiovisual para llevar más allá
todo aquello que me gusta. Sigo moviéndome constantemente y llevando a
cabo diversos proyectos tanto personales como de creación colectiva.
Correo: [email protected]
Web: http://violetamorelli.tumblr.com/violeta
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Blancanieves no volvió a casa .
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ANA PATRICIA MOYA
Ana Patric ia Moya Rodríguez (Córdoba, 1982). Licenciada en
Humanidades. Actualmente, es pluriempleada y directora \editora\
coordinadora de Groenlandia , Revista de Literatura, Opinión y
Arte en general . Ha publ icado un poemario, “Bocaditos de
Realidad” y en breve, publicará un l ibro de relatos, “Cuentos de la
Carne” . Sus poemas y relatos han aparec ido en diversos fanzi nes y
revistas , impresas y digitales, de España e Hispanoamérica , as í
como en diversos blogs. Partic ipa en la Revista de Literatura
Internacional La Más Medula y ocasionalmente en la página Web
de la revista Andalocio. Obtuvo un accési t en un Concurso de
Relatos Internacional . Sus poemas han sido traducidos a l inglés , a l
catalán y al ital iano. Tiene su espacio en Las Afinidades Elect ivas y
en Las Afinidades Narrativas . Posee poemarios inéditos, as í como
novelas y l ibros de relatos (“Fábulas Urbanas”, “Nosot ras”, “Sobre
el amor y sus miserias” ). Ha aparecido en antologías l i terarias
digitales. Ha escrito los prólogos de los l ibros “Putas”, de Pepe
Pereza, y “Retales de Estrógenos”, de Eva Márquez (Bohodón
Ediciones). En breve, aparecerá en diversas antologías (digitales e
impresas) y sus textos, en algunas plaquettes.
Dirección de correo: yosoyperiquil la lospalotes@gmail .com
Página Web: www.rev istag roenlandia .com
A N A P A T R I C I A M O Y A |9
NOCHE Con mis prismáticos diviso el pe ligro. Tengo
que darme prisa . Salto , con habi lidad, por las
terrazas de los pisos . Llego al calle jón, me
escondo entre las sombras: a l l í está el
delincuente, acompañado de una muje r que
l lora desconsoladamente. Él le propina un
guantazo, el la choca contra los cubos de
basura y cae al suelo ; aquel bestia le gr ita
histér ico improperios – “¡puta! , ¡zorra!” - y ya
no me contengo ante la violencia . Salgo de mi
escondite y le digo que se detenga. El tío se
gira hacía mí, y se sorprende no por lo
inesperado de mi aparición, sino por mi
pintoresco uniforme de trabajo, de capa verde
y mallas de lycra amaril la . Me presento como
El Vengador de la Noche, y le digo que en
nombre de la Luna, le cas tigaré . No permito
que reaccione, una buena defensa es siempre
un buen ataque: le atino dos puñetazos que le
desencajan la mandíbula y un buen puntapié
en los cojones . Cae al asfal to, revolcándose
de dolor, con las manos agarradas a sus
partes. Sonrío y miro a la chica : espero que
me agradezca que le haya salvado la vida. Es
lo que más me gusta de mi trabajo como
superhéroe, que las nenas me dediquen
halagos… pero la t ía se l imita a levantarse , a
agarrar su pesado bolso y a correr como alma
que l leva el diablo. En fin , la habré asustado.
El cabrón que tengo a mis píes intenta
decirme algo, pero lo callo de una buena
patada. Este hijo de gran puta i rá a la cárcel
por intento de violación. Le sacudo otro
golpe en la cabeza. Tengo que registrarle para
garantizar su identificación a la polic ía , con
la que colaboro en el más estric to secreto…
vamos, que no saben que existo pero les
ayudo sin que el los lo sepan. Cacheo su
cuerpo y miro en sus bolsi l los: ni cartera , ni
carnet, ni un teléfono móvil , n i dinero sue lto ,
ni reloj , ni ani l los, ni pulseras, ni colgantes
ni ná de ná. Mi vict ima, que está a punto de
quedarse totalmente inconsciente , señala con
el dedo el final de la calle , en la misma
dirección de la huída de la pava, balbuceando
con palabras raras e incomprensibles… y
entonces yo comprendo que he impartido
justicia con la persona equivocada…
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MARÍA PEINAZO NOTARIO
Me llamo María Peinazo Notario, más conocida por Planta y todos sus
derivados posibles. Nací hace dieciocho años en tierras onubenses. Ahora me
toca echar raíces en Granada, mientras estudio Bellas Artes. Se me da
horriblemente mal escribir biografías. Para todo lo demás, mis héroes
cotidianos.
Tengo pendiente su resurrección: http://laparanoiavegetal.blogspot.com/
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FÁTIMA MENCHÉN
Poseedora de 26 abriles. Nací en Madrid, me crié en Sevilla y vivo en Barcelona. Mi primer potito,
mi Licenciatura en Bellas Artes, mi Postgrado de Ilustración Creativa en EINA. Experimeto de forma
multidisciplinar decantándome últimamente por la ilustración y la animación 2d.
En esta serie, me planteo una pregunta ¿cual es la línea que divide al héroe y al villano? Pues tras su
actuación sea una causa justa o no, siempre dejan tras de sí una víctima. Me planteo aquí que cuando
malhechor y bienhechor se baten en duelo, en ese instante, son iguales, dos personajes que pretenden
causar la muerte del otro y la victoria propia.
www.sraelefanta.blogspot.com
www.flickr.com/photos/sraelefanta
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NADIA PIZZULIN
Yo soy la heroína de mi propia película. La que teme y a la vez se vuelve agresiva.
La que se alimenta del dolor y del perdón. LA VIDA es una aventura que debe vivirse
cual fotograma de una película. A veces disfrazado de villano y otras veces de héroe.
Flickr: www.flickr.com/photos/nadiapizzulinphotography Blogger: http://laqnhi.blogspot.com E-mail: [email protected]
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Viuda Negra
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CHIO ROMERO
Hola soy Chio y necesito un café.
Web: http://www.chioromero.com
Correo electrónico: [email protected]
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ESTEFANÍA FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
Estefanía Fernández, 1989. Se considera el último mono de una gran década. Es una firme defensora de los 35 mm y demás causas perdidas. Ama por encima de todo a los Dire Straits, Bagdad Café y a Sophie Calle. Estudia 4º de Bellas Artes en Pontevedra y el próximo curso huye del país en un Erasmus con destino a Oporto. Ahora mismo ocupa sus horas en organizar exposiciones en lugares imposibles. Nace en Lugo y vive y trabaja en donde puede. Web: http://lolaconpantalones.blogspot.com/
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Revelados cruzados, 35mm.
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RUBÉN AJAÚ GONZÁLEZ
Rubén siempre ha pensado que dormir es perder el tiempo. Es malhablado, suele
enfadarse; es un vago, se compromete poco, y lo único que espera de la vida es
no morirse solo. Una vez, encontró la manera de meterse a estudiar fotografía.
Hace ruido y se atreve a llamarlo música. Cocina regular tirando a mal, y odia el
fútbol. Lleva gafas, y le gusta ver películas de los años 50. Se dice que ve las
cosas en tres dimensiones porque tiene un ojo rojo y el otro azul; y piensa que el
arte sólo existe en los carteles de las películas de serie B. Cuando se despierta, lo
primero que hace es rascarse la cabeza y contar hasta 20 para levantarse.
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VHS
De pequeño nunca me atreví a decir lo que me
gustaba y lo que no. Mi madre me gritó una vez en
una gasolinera de mala muerte delante de un par de
jarras de cerveza y una montaña de colillas como
improvisado público, porque le dije que me
gustaba la música que había en el expositor
rotatorio. Las cajas de plástico amarilleado por el
sol brillaban, reflejando la luz de fuera
directamente hacia mi córnea. Durante un tiempo
pensé que esto me había dado súperpoderes.
Cuando me enteré de que era un chico normal, me
puse a llorar.
Una vez, lloré tan fuerte en una gasolinera que me
desmayé. Cuando me desperté, tenía los pies en
alto, los lumbares pegados al suelo frio y pegajoso
del mostrador, y lo único que oía era un murmullo,
que probablemente provenía de las cuatro cabezas
que me observaban entre la preocupación y la
estupefacción. Unos labios gruesos y húmedos por
la espuma de una cerveza caliente y de color
ambarino se retorcían debajo de un bigote espeso y
que se extendía hasta conectarse con una barba de
color grisáceo. Escupían palabras aleatorias que
crearon una frase en el aire espeso del local.
“Siempre dando la nota”.
Un día, le dije a mi padre que quería ser astronauta.
Me miró con la boca torcida y los ojos abiertos, y
tras un instante de silencio incómodo, comenzó a
reírse a mandíbula batiente. Me fui a mi cama y me
puse a llorar. Yo quería ser astronauta, y lo iba a
conseguir a toda costa. Dos días después llegué a
casa con un dibujo de Batman. Le dije a mi padre
que quería ser Batman, se rió, y me fui a mi cama a
llorar.
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Teníamos un VHS en casa. Una vez, puse una cinta
grabada mil millones de veces en el reproductor. La
imagen era nítida y clara, o al menos todo lo nítida y
clara que puede ser en un VHS. “Última tecnología
magnética”, explicaba grandilocuente el vendedor del
bazar. Mis padres, encandilados, pagaron gustosos la
diferencia entre el video normal y el de última
tecnología magnética. Yo me fijé en que la caja era la
misma, el video era el mismo, y tenían el mismo
número apuntado en un lateral. “Irá por dentro”,
pensé. La imagen nítida y clara comenzó a
cimbrearse dentro de la pantalla. Paré el video e
intenté sacar la cinta. Me quedé con la carcasa de
plástico que protegía a la cinta magnética en sí.
Saqué unas tijeras a todo correr y la corté de manera
que el pedazo enganchado quedaba debajo de la tapa
del vídeo, escondida. Mi madre estaba en la cocina,
preparando alguna comida infumable que me
obligaba a masticar mientras lloraba. Rápidamente,
saqué de su cajita de cartón manoseado un clónico
chino de una consola y lo enchufé a la televisión.
Sólo tenía un juego, y me lo había pasado
exactamente dieciocho veces. Y una casi lo conseguí,
pero me mataron en el último nivel. Mis padres lo
compraron en el mismo lugar que el video. “Última
tecnología magnética”, dijo, grandilocuente, el
vendedor del bazar. Y todavía sigue dentro un
pedazo de cinta magnética re grabada hasta la
saciedad.
“Irá por dentro”, pensé.
Tenía un cómic de Spiderman. No tenía casi amigos,
así que me pasaba el día leyendo libros y devorando
cómics. Cuando le venía un arranque de inspiración,
cogía cuidadosamente el ejemplar por uno de sus
bordes y gritaba a los cuatro vientos, igual que el
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capitán arenga a sus soldados, que era un cómic único
e imposible de conseguir otra vez. Cierto día, y
después de manosearlo y releerlo un par de veces, lo
dejé encima del banco de la cocina. Mi hamster lo
miró con deseo mientras yo me preparaba un
bocadillo. Cuando volví a entrar a la cocina por la
noche, alguien había forrado el fondo de la jaula de mi
hamster con la cara de Peter Parker.
Una vez, me até un recipiente enorme a la espalda con
una cuerda, afilé un palo y dije que era una tortuga
ninja. Mi madre me hizo un antifaz morado. Salía a la
calle vestido así, y a la gente no parecía sorprenderle lo
más mínimo. Muchas veces me he preguntado en qué
momento de mi vida comencé a experimentar esa
sensación que los adultos llaman vergüenza. No me
quería quitar el bol, ni el antifaz, y mucho menos esas
mallas verdes de un disfraz antiguo de Peter Pan. El
bol solía calentarse demasiado, y hacía que me sudase
la espalda. De vez en cuando me lo quitaba para no
sudar demasiado y estropear mi disfraz. En una de
esas ocasiones, noté que algo me acariciaba la espalda
mientras lo llevaba puesto. Desaté lentamente la
cuerda, me separé del recipiente, y al mirar dentro vi
un gusano larguísimo retorciéndose y segregando baba
verde.
Me duché cuatro veces ese día.
Espera, pulsa REW. Ahora, dale.
De pequeño nunca dije lo que me gustaba y lo que no.
Mi madre me gritó una vez en una gasolinera de mala
muerte delante de un par de jarras de cerveza y una
montaña de colillas como improvisado público,
porque le dije que me gustaba la música que había en
el expositor rotatorio.
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RAQUEL PARIENTE
Raquel Pariente comienza sus estudios de arte en la facultad de Sevilla, donde
prima el rigor por lo clásico y figurativo. Obtiene allí la diplomatura, para
trasladarse a la Universidad de Barcelona en busca de técnicas más diversas y
contemporáneas. En la misma obtiene la licenciatura, centrando su trabajo en
la fotografía y el diseño. Actualmente intenta abrirse hueco en el mundo del
arte y trabajar como diseñadora gráfica.
Web: deliriart.blogspot.com
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CARLOS RIOJA
Carlos Rioja (1980), o Charlie (1994), o Gurrupurru (2002), o qué se yo, es un
amante de las historias en todas sus formas, ya sean cuentos, poemas, dibujos,
tebeos, películas… ¡Cualquier cosa que sea nutritiva para el espíritu!
Formalmente estudió diseño gráfico y se viene ganando la vida con la web, pero
su pasión es escribir y dibujar historias propias y ajenas. Más cositas suyas en
carlos.rioja.name y en bulletrain.net
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NARANJA Un chico y una chica yacen juntos en una cama no
demasiado grande. Una luz anaranjada lo tiñe todo.
Está amaneciendo. Ambos están despiertos, pero
fingen seguir dormidos, fingen dialogar el uno con el
otro, en un rincón de sus cabezas, en un rincón de la
cama.
El chico: No te importo una mierda, ¿verdad? Sólo
estás conmigo porque eres demasiado insegura como
para vivir sola, y en lugar de estar contenta por tener a
alguien que te adora coges esos estúpidos enfados y no
puedo hacer nada para hacerte feliz. Estoy cansado.
Infinitamente. Me pregunto si eres capaz de querer.
Quizá no te quieres ni a ti misma. Tengo que fingir
que no me importas para que me digas que estás a
gusto conmigo, y ya estoy aburrido de fingir y de jugar
al escondite, y de no saber si quererte u odiarte.
No me importa que no me digas «te quiero» de vez en
cuando, pero me destrozas cuando me gritas sin que
sepa qué he hecho mal, cuando te vas sin decirme
nada, y siento miedo cuando hago algo que te gusta y
me besas como si nos estuviéramos muriendo. Somos
frágiles y gritamos a ver quién se rompe antes. Debería
olvidarme de ti. Irme donde no puedas alcanzarme.
Pero hay algo en ti tan hermoso como un tesoro que
guarda un dragón. Quizá algún día encuentre la forma
de llegar a él. Quizá algún día pueda matar ese dragón
y sólo quedemos nosotros.
La chica: Eres idiota. ¿Por qué no te vas? ¿No ves que
juntos sólo nos hacemos daño? Yo tengo miedo de
convertirme en una bruja solitaria y paranoica, pero
¿cuál es tu excusa? Te estás volviendo malo. Te estás
volviendo como yo y eso hace que te odie más todavía.
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¿Por qué no eres tú mismo? ¿Por qué no dejas de
pedir mi opinión para todo? Lo peor es no sé si te
quiero, no sé si sólo estoy contigo porque me he
hecho adicta a tus declaraciones de amor. No quiero
ser una cursi. No quiero ser como las demás, ponerme
fea, gorda y chillarte porque llegas tarde. No quiero
ser tu madre también. Ni mi madre. Quiero que
seamos iguales. Quiero poder quererte porque sí, no
porque tenga miedo de estar sola, no porque me
compres cosas. Quisiera quererte aunque no me
quisieras. Quizá así podría besarte despacio, sin ese
ansia de devorar tiempo que me estruja el pecho.
Mientras piensa esto, le quita la sábana al chico, que
un poco después se gira y, al ver la cara de la chica
(haciéndose la) dormida, se siente afortunado por
tener a alguien tan adorable y frágil junto a él, que le
recuerda lo hermoso y fugaz que es todo, y siente que
quiere protegerla de la ironía, la teletienda y otros
abismos de la ciudad. Cuando, algo más tarde, ella
abre los ojos, se siente bien por tener a alguien que la
quiera sin esperar nada a cambio y piensa que no
quiere que les coman los monstruos. Se agarra a él y le
besa en la frente.
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