Odio a mis vecinos. Odio su espiritu de pareja joven que se va a vivir junta. Odio a mis vecinos con hijos. odio tener que compartir el mismo pedazo de ladrillo y concreto con ellos. Odio sus ruidos. Odio que cuelguen la ropa en el pasillo del edificio porque son demasiado tacaos como para pagarle a la encargada de la lavandera que se las seque... Son solo mil quinientos pesos, por Dios! Odio que mis vecinos me miren con cara de bicho raro. Odio tener que estar tan asquerosamente cerca de ellos. Odio tener que compartir con ellos mi existencia. Odio que no me dejen en paz sus malditos ruidos. Odio estar fuera de la inspiracin para convertir mi tiempo en algo productivo. Odio a los flaites arribistas que creen que avanzan en la escala social solo porque se van a vivir a un edificio ms caro que el block en donde vivieron su infancia. Los modales si no vienen de antes, convertirs el sitio donde vivas en un chiquero. Odio que mis vecinos sean unos desconsiderados de mierda. Odio que ellos se crean lo mejor del mundo, exitosos y felices. Odio la risa de maraca de burdel de mi vecina de junto. Odio a la pendeja que sube las escaleras pisando como si estuviera apagando un incendio. Odio al vecino que deja la puerta abierta de su departamento y ni se molesta en cubrirse el cuerpo con ropa. Odio a la vieja que me arrend el departamento porque no fue capaz de entregarlo en condiciones minimas para ser habitado. Me dio a mi mismo por haber tomado tan mala decisin. Ahora se que el siguiente cambio tiene que ser a una casa. Un sitio seguro. Un barrio tranquilo, pero una casa. No ms departamentos. No ms compartir los mismos muros con otros hijos de la grandsima.