nuevo metodo en matematica

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ELISA SILIÓ Madrid 31 MAR 2013 - 21:20 CET 211 Disciplina y cálculo orientales para mejorar en matemáticas Unos 35.000 niños practican métodos de lógica con los que los asiáticos arrasan en las pruebas de PISA Archivado en: RAC RAC Kumon Kumon Academias Academias Matemáticas Matemáticas Japón Japón Malasia Malasia Asia oriental Asia oriental Sudeste asiático Sudeste asiático Empresas Empresas Centros educativos Centros educativos Ciencias exactas Ciencias exactas Asia Asia Educación Educación Economía Economía Ciencia Ciencia Corea del Sur desplazó a Finlandia en el liderazgo de las evaluaciones del último Informe PISA gracias a la atención cuidadosa a los alumnos destacados y a la cantidad de horas extra que echan sus alumnos. Y no es el único rincón de Asia a la cabeza. Shanghái es la campeona mundial en comprensión escrita y los orientales no tienen rival posible en cultura matemática. Hasta el punto de que el 25% de los alumnos de Shanghái fue capaz de resolver en PISA un tipo de problema matemático complejo. El mismo solo fue resuelto por un 3% de los de la OCDE. Se entiende pues la expansión imparable en España de métodos del Lejano Oriente que agilizan el cálculo mental y desarrollan los dos lados del cerebro. Unos 35.000 españoles practican ya esos sistemas en sus colegios o en academias. Su precio, entre 40 y 70 euros, no parece frenar a las familias El informe Los paradigmas de la educación matemática para el siglo XXI, elaborado por grandes expertos internacionales, expresa que sus grandes resultados no se deben tanto a factores culturales "como al nivel de disciplina y concentración de los alumnos y el trabajo que realiza después de clase". Eso explica que estos métodos importados por España exijan un seguimiento de un tutor dos días a la semana y que el niño dedique de diez minutos a media hora diaria —incluidas las vacaciones— a ejercitarse. Hay que armarse de paciencia y, ojo, los resultados no son inmediatos de cara a un examen sino a medio plazo, uno o dos años. Se vuelve a la "valorización de la cultura del esfuerzo" que echa en falta la Academia de Ciencias Exactas, que no hace mucho lamentaba el "deterioro progresivo y acentuado de la formación científica en los niveles primario y secundario". Los estudiantes españoles sacaron una media de 483 puntos en la prueba PISA de matemáticas, cuando la media de la OCDE fue de 496. El primer método en llegar fue el Kumon, hoy con 20.000 alumnos en España y 229 centros, que comenzó su expansión en 1991. El programa, dividido en 21 niveles para matemáticas y 27 para la lectura, nació en 1954 en Japón, de la mano de Toru Kumon, que creo el sistema para que su hijo fuese capaz de dominar conceptos del temario de cursos superiores. En su Dos niños aprenden cálculo con el ábaco japonés. / ALOHA ARITHMETIC

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ELISA SILIÓ Madrid 31 MAR 2013 - 21:20 CET 211

Disciplina y cálculo orientales para mejorar enmatemáticasUnos 35.000 niños practican métodos de lógica con los que los asiáticos arrasan en las pruebas dePISA

Archivado en: RACRAC KumonKumon AcademiasAcademias MatemáticasMatemáticas JapónJapón MalasiaMalasia Asia orientalAsia oriental Sudeste asiáticoSudeste asiático EmpresasEmpresas Centros educativosCentros educativos Ciencias exactasCiencias exactas AsiaAsia

EducaciónEducación EconomíaEconomía CienciaCiencia

Corea del Sur desplazó a Finlandia enel liderazgo de las evaluaciones delúltimo Informe PISA gracias a laatención cuidadosa a los alumnosdestacados y a la cantidad de horasextra que echan sus alumnos. Y no esel único rincón de Asia a la cabeza.Shanghái es la campeona mundial encomprensión escrita y los orientales notienen rival posible en culturamatemática. Hasta el punto de que el25% de los alumnos de Shanghái fue

capaz de resolver en PISA un tipo de problema matemático complejo. El mismo solo fueresuelto por un 3% de los de la OCDE. Se entiende pues la expansión imparable en Españade métodos del Lejano Oriente que agilizan el cálculo mental y desarrollan los dos lados delcerebro. Unos 35.000 españoles practican ya esos sistemas en sus colegios o en academias.Su precio, entre 40 y 70 euros, no parece frenar a las familias

El informe Los paradigmas de la educación matemática para el siglo XXI, elaborado porgrandes expertos internacionales, expresa que sus grandes resultados no se deben tanto afactores culturales "como al nivel de disciplina y concentración de los alumnos y el trabajo querealiza después de clase". Eso explica que estos métodos importados por España exijan unseguimiento de un tutor dos días a la semana y que el niño dedique de diez minutos a mediahora diaria —incluidas las vacaciones— a ejercitarse. Hay que armarse de paciencia y, ojo, losresultados no son inmediatos de cara a un examen sino a medio plazo, uno o dos años. Sevuelve a la "valorización de la cultura del esfuerzo" que echa en falta la Academia de CienciasExactas, que no hace mucho lamentaba el "deterioro progresivo y acentuado de la formacióncientífica en los niveles primario y secundario". Los estudiantes españoles sacaron una mediade 483 puntos en la prueba PISA de matemáticas, cuando la media de la OCDE fue de 496.

El primer método en llegar fue el Kumon, hoy con 20.000 alumnos en España y 229 centros,que comenzó su expansión en 1991. El programa, dividido en 21 niveles para matemáticas y27 para la lectura, nació en 1954 en Japón, de la mano de Toru Kumon, que creo el sistemapara que su hijo fuese capaz de dominar conceptos del temario de cursos superiores. En su

Dos niños aprenden cálculo con el ábaco japonés. / ALOHA ARITHMETIC

país el material didáctico se lanzó en 1981 y hoy día lo estudian cuatro millones de personasen el Mundo. El método arranca con letras, números y líneas, prosigue con las cuatrooperaciones fundamentales de aritmética y concluye con el cálculo diferencial e integral. “Lahabilidad permite desarrollar el pensamiento y la creatividad. Hay mucha gente que cree queesta surge de repente”, afirmaba Kumon a EL PAÍS en 1990. Justamente la creatividad es unode los puntos flacos del asiático, tachados de poco imaginativo e independiente.

El estudiante de Kumon realiza de tres a cinco hojas de cálculo diarias —se empieza con unasmuy fáciles para que coja confianza— que su instructor corrige. “Hasta hace siete años nosexpandíamos por colegios, pero era algo absurdo si se quería abrir academias. Así que solomantenemos los colegios que confiaron en nosotros. Cada vez hay más competencia, perocon el boca a oreja y nuestra calidad la cosa funciona”, explica Antonio Campoy, su director decoordinación.

La política de Aloha METAL Arithmetic, un sistema que surgió en Malasia en 1993, es lacontraria. El 90% de sus 7.500 alumnos recibe clase en una de las 400 escuelas en las que sehan implantado. Arrancaron en Mallorca en 2009 con 200 niños de cinco a 13 años —Kumonse practica desde dos— y su idea es llegar a 13.000 cuando se establezcan en todo elterritorio. “Pese a la crisis está siendo fácil. La gente quiere probar nuevos negocios —elrequisito es que sean profesionales de la educación— y los padres incluso aunque estén losdos en paro hacen el esfuerzo de matricularlos", cuenta Toni Palos, su director de expansión.Al finalizar, pueden realizar cálculos de hasta diecisiete dígitos sin un lápiz porque haninteriorizado el cálculo con el ábaco japonés con el que al principio trastean físicamente.Según la organización, el programa mejora también la memoria fotográfica o la orientaciónespacial. Aloha organiza también concursos a los que acuden miles de niños. “ No es unacompetición, sino un juego más dentro de un gran plan de actividades”, prosigue Palos.

En este sistema malayo se basa también UCMAS, radicado en Mallorca desde 2008 y con8.000 alumnos inscritos. ¿La razón del éxito? “Cualquier centro busca diferenciarse de lacompetencia. En los años 90 lo hacían por medio del inglés, en el 2000 a través de las nuevastecnologías

El uso del ábaco es usual en el colegio público Miguel Hernández de Badadona y no escasualidad. En un centro que es un Babel de una quincena de nacionalidades, el alto nivel desus alumnos chinos -ocho puntos por encima de la media catalana en PISA- nunca ha pasadodesapercibido y hace cuatro años se hermanaron con la Escuela Experimental de Qintiang.Intercambian experiencias y de paso sus alumnos orientales no pierden del todo el vínculo consus países de origen.

Una minoría del alumnado de Kumon son opositores que han perdido el hábito de estudio ypretenden recuperar la capacidad de concentrarse y jubilados dispuestos a agilizar su mente.Mientras Aloha recibe ofertas para llegar a centros de enfermos de Alzheimer. La idea lestienta, pero tendrá que esperar.

Proyectos nacionalesNo todo es made in Asia. Un programa online español se abre pasocon fuerza: Smartick. Autodidacta, adapta su dificultad al rendimientodel alumno ese día. Detrás está el ingeniero Daniel González de laVega, convencido de que hay que poner freno a los calamitososresultados en matemáticas en PIS combinando los sistemas deaprendizaje clásicos con la última tecnología en las tabletas. Elresultado es una página en el que trabajan desde 2009 15 personas

Niños aprendiendo SmarStick

y que se actualiza cada cinco semanas.

En su programa piloto participaron niños de 35 colegios madrileñosde todos los estratos sociales e inteligencias. Un muestreo tan ricoque les ha orientado a la hora de desarrollar nuevas ideas. Elprograma corrige los ejercicios, pero el profesor o el padre recibecada día un informe del avance del niño. Ahora Smartick, que sepuede practicar a título individual o como extraescolar, se estáaplicando dentro del currículo de tres colegios públicos. Según sus

datos, en tres meses el 94% de los alumnos —ya lo han probado 4.000— mejoró sucapacidad de cálculo y el 70% incrementó su nota de matemáticas.

En el colegio Montserrat de Barcelona se dieron cuenta que sus alumnos percibían losnúmeros como algo abstracto y poco útil para su vida. Por eso han creado un programa,con elque se aprenden los diferentes conceptos matemáticos a partir de la manipulación, laobservación y la experimentación.

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