navegando en una cáscara de nuez

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2012 Gracias a los hermanos y hermanas del alma que la vida me regaló, tra- yendo a mi vida aires nuevos, fuerzas renovadas para superar los obstaculos. Gracias a sus risas, a su comprensión, gracias a su paciencia infinita, a su generosidad sin limites, gracias por su corazón. María Piquer Nuestros mejores deseos para el año nuevo! Navegando en una Cáscara de Nuez Ahora, que ya casi termina el día, quiero dedicar unas breves pala- bras a todas y cada una de las personas que ha vivido éste ultimo año, de una forma y otra, cerca de mi. A todos y cada uno de ellos gracias desde lo mas profundo de mi corazón. Gracias al Viejo Roble que se fué. Gracias por la sabia de su tronco que correrá por siempre por mis venas, y gracias a lo mucho que de él y con el aprendí. Gracias a su calor, a sus bromas, a su inteli- gencia y a su cercanía, mas alla de las palabras, los gestos y las apariencias. Por encima de todo estaban nuestras almas que se unian entrelazadas, como hilos invisibles e imposibles de romper. Yo lo sabia y el lo sabia. Nada mas importa ya. Gracias a cuantas cálidas brisas me abrazaron y los susurros que me hablaron palabras de amor al oido. Gracias a las flores del ca- mino que me acompañaron con su alegria y sus risas haciendome mas llevadero el cansancio del camino Y gracias a los vientos hu- racanados que a veces me derribaron pues de ellos me nació el coraje y el valor, dándome fuerzas para levantarme y superar el miedo al fracaso. Ítaca: El valor del camino

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Atrás quedó el año 2012

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2012

Gracias a los hermanos y hermanas

del alma que la vida me regaló, tra-

yendo a mi vida aires nuevos, fuerzas

renovadas para superar los obstaculos.

Gracias a sus risas, a su comprensión,

gracias a su paciencia infinita, a su

generosidad sin limites, gracias por su

corazón.

María Piquer

Nuestros mejores deseos para el año

nuevo!

Navegando en una Cáscara de Nuez

Ahora, que ya casi termina el día, quiero dedicar unas breves pala-

bras a todas y cada una de las personas que ha vivido éste ultimo

año, de una forma y otra, cerca de mi. A todos y cada uno de ellos

gracias desde lo mas profundo de mi corazón.

Gracias al Viejo Roble que se fué. Gracias por la sabia de su tronco

que correrá por siempre por mis venas, y gracias a lo mucho que

de él y con el aprendí. Gracias a su calor, a sus bromas, a su inteli-

gencia y a su cercanía, mas alla de las palabras, los gestos y las

apariencias. Por encima de todo estaban nuestras almas que se

unian entrelazadas, como hilos invisibles e imposibles de romper.

Yo lo sabia y el lo sabia. Nada mas importa ya.

Gracias a cuantas cálidas brisas me abrazaron y los susurros que

me hablaron palabras de amor al oido. Gracias a las flores del ca-

mino que me acompañaron con su alegria y sus risas haciendome

mas llevadero el cansancio del camino Y gracias a los vientos hu-

racanados que a veces me derribaron pues de ellos me nació el

coraje y el valor, dándome fuerzas para levantarme y superar el

miedo al fracaso.

Ítaca: El valor del camino

Cuando emprendas tu

viaje hacia Ítaca

debes rogar que el viaje

sea largo,

lleno de peripecias,

lleno de experiencias.

No has de temer ni a

los lestrigones ni a los

cíclopes,

ni la cólera del airado

Posidón.

Nunca tales monstruos

hallarás en tu ruta

si tu pensamiento es

elevado, si una exquisi-

ta

emoción penetra en tu

alma y en tu cuerpo.

Los lestrigones y los

cíclopes

y el feroz Posidón no

podrán encontrarte

si tú no los llevas ya

dentro, en tu alma,

si tu alma no los conju-

ra ante ti.

Debes rogar que el via-

je sea largo,

Nuestro viaje anual: El Camino de Santigo

HISTORIA DEL CAMINO DE SANTIAGO.

El Apóstol Santiago es uno de los doce fieles

seguidores de Jesús. Según la tradición se le

identifica con el evangelizador de la Península

Ibérica. Fue condenado a muerte en Palestina

por el rey Herodes Agripa, para dar un escar-

miento a la comunidad cristiana.

Victor Hugo...Te deseo

Te deseo primero que ames y

que, Amando, también seas

amado.

Y que, de no ser así, seas breve en olvidar Y que después de olvidar no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, Sepas ser sin desesperar.