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    La vigencia y la importanciade la experiencia delInstituto Pikler Lczy

    Dra. Myrtha Chokler

    Facultad de Educacin Universidad Nacional de Cuyo. Argentina

    Distribuido porEuskal Herriko Pikler-Lczy Sareapor cortesa de la autora

    Bernard Martino -cineasta y periodista francs realizador de un extraordinario film sobre elInstituto Lczy, dice: Al final de este extrao siglo veinte que nos ense absolutamente todaslas maneras cientficas de destruir al individuo, son extremadamente raros los lugares en el

    mundo donde, como en Lczy, se sabe cientficamente como ayudarlo a construirse.

    Entonces la importancia y la vigencia de la experiencia del Instituto Pikler Lczy se vuelvenevidentes y al mismo tiempo se constituyen en un faro indispensable ante la situacin deemergencia de la niez en riesgo.

    El aumento y cronificacin de los factores que llevan a la inestabilidad de las relacionessociales, al sentimiento de inseguridad, a la indigencia y a la penuria que ensombrece la vidade una altsima cantidad de familias y colectividades, tiene efectos devastadores en cada unode sus miembros y en la comunidad en su conjunto. Estas situaciones atentan, de maneraparticularmente dramtica, contra los nios, en particular los ms pequeos, comprometiendosu maduracin, crecimiento y desarrollo integral porque afectan la constitucin de la

    personalidad en todos sus aspectos, la estructuracin de las relaciones afectivas, laspotencialidades cognitivas y las condiciones generales de insercin social activa, anulando susderechos fundamentales en el presente e hipotecando su destino como generacin en suconjunto.

    La ciencia ha advertido que problemas como la desnutricin, la depresin, el desarraigo, ladrogadiccin, el alcoholismo, la violencia injurian el desarrollo embriolgico y fetal, fragilizan lasfunciones parentales y vulneran las condiciones para la evolucin integral del nio.

    Es cierto que, contradictoriamente, el avance cientfico-tecnolgico permite, a los que puedenacceder a l, que los riesgos de mortalidad en el curso de la vida intrauterina o perinatalpuedan disminuir. Pero la precariedad de la constitucin biolgica, particularmente neurolgica,y el impacto emocional, afectivo, econmico y social, en el grupo que recibe al neonatoprematuro o en riesgo, afectan profundamente las condiciones de la vida cotidiana ycomprometen su desarrollo y su contexto familiar.

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    El aumento de las situaciones de estrs en el nio pequeo, de las enfermedadespsicosomticas, de la inestabilidad, la impulsividad, la apata, el aislamiento y /o el fracasoescolar en los nios nos hablan hoy de las fisuras y de la precarizacin de la funcin continentede la familia y de las instituciones implicadas.

    La observacin de las condiciones materiales en las que se desenvuelve la vida de los nios

    ms pequeos permite comprobar que, generalmente, los espacios y los objetos que se lebrindan son organizados, diseados y producidos sin conocer ni respetar las caractersticasesenciales del nio y sus potencialidades de desarrollo. La mayora refleja la improvisacin o lapenuria, otros son pensados para ser ofrecidos seductoramente a los adultos, familiares,educadores, quienes se ven manipulados por el marketing, o a funcionarios atentos a lareduccin indiscriminada de inversiones. En consecuencia, se banalizan las necesidades y lasposibilidades infantiles. Muchos espacios y demasiados juegos y juguetes son extremadamenteinadecuados, inclusive dainos o simplemente intiles.

    Por otra parte la aparicin de innumerables dificultades, que se expresan con notablerelevancia en la actualidad en las instituciones infantiles, a nivel de la motricidad, de lacomunicacin, del lenguaje y del juego, en particular la hiperkinesia, el dficit atencional, la falta

    de iniciativa, las estereotipias, son gestados o facilitados, a veces, desde modelos socialesdonde la pasividad, confundida con la tranquilidad, o el permanente movimiento, confundidocon el hacer transformador, aparecen como valores sustitutivos del ser.La persistencia de esta modalidad va delineando personalidades del tipo ablico, sometido afuertes manipulaciones del ambiente, con conexiones empobrecidas a nivel relacional ysimblico y escaso potencial de aprendizaje, reforzado por metacogniciones referidas a lapropia incompetencia. O, contrariamente, promueve personalidades de tipo performantesupuestamente exitoso, o de tipo incontinente, descontrolado, en las cuales la actividadcompulsiva, dejando poco espacio al pensamiento y a los procesos de mentalizacin, esfrecuentemente seguida de una gran sensacin de vaco, que se intenta colmar conhiperactividad frentica, agresividad, bulimia, aislamiento o adicciones.

    La responsabilidad social de la tarea plantea, a los profesionales dedicados a la atencindirecta o indirecta de protoinfantes, la necesidad de efectuar un cuestionamiento permanenteacerca de la coherencia del sustento epistemolgico, explcito e implcito, en el que apoyan susprcticas, como as tambin de los contenidos de su capacitacin permanente y de los modelosorganizacionales que sostienen a las instituciones y a los equipos.

    Entonces en esta poca de incertidumbres, de mensajes contradictorios y de manipulacinpublicitaria de conciencias, es preciso revisar, reformular nuestra prctica y basarla enconcepciones probadamente cientficas, como los de la doctora Emmi Pikler y de su equipo.

    Prcticas y aportes como el descubrimiento que ella realizara de la gnesis del desarrollopostural autnomo, basado en la maduracin neurofisiolgica y las leyes del equilibrio, entre

    otros, de una riqueza tal que nos permiten pensar y generar la esperanza de un hombre conuna vida digna de llamarse como tal.

    De la experiencia peditrica, pedaggica y organizacional de Emmi Pikler, emergen valoresprofundos que tienen que ver con el absoluto respeto por el nio, por su maduracin, por suautonoma, por sus iniciativas, y por el reconocimiento de la imperiosa necesidad de unapermanente seguridad afectiva.

    Seguridad afectiva que le es aportada por la trama de vnculos que establece con los otros -conlos adultos en principio- mientras sincrnica y progresivamente construye la confianza en smismo, la seguridad en s mismo y la imagen de s y del otro. Y esto lo percibe el nio, loregistra, lo siente, lo integra y lo intimiza en cada instante en las fibras ms ntimas del propiocuerpo.

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    Emmi Pikler, pediatra, durante ms de diez aos como mdica de familia, asegur elacompaamiento de las familias que la consultaban. Ella pudo observar y llevar a la prcticauna cantidad de ideas, principios y descubrimientos extraordinarios, que despus puso enmarcha cuando, al final de la guerra, en el ao 1946, fue encargada de la organizacin delInstituto Lczy en Budapest.

    Otro de los descubrimientos ms originales y fundamentales de Emmi Pikler, concierne a lafuncin de la actividad autnoma del beb en la construccin y elaboracin del self. Hablamosjustamente de la competencia estructurante, auto-constructiva del s mismo que produce elbeb. El beb se auto-produce durante el ejercicio de su actividad espontnea, en particulardurante su actividad autnoma.

    Para Emmi Pikler era claro que crecer y desarrollarse implicaba transitar desde un estadio conpredominio de la dependencia a otros donde progresivamente va a potencializarse laautonoma.

    En cada instante, desde el nacimiento, hay algo de autonoma y hay mucho de dependencia.Pero para que esa autonoma se desarrolle es preciso reconocer que existe, cmo existe, de

    qu manera se expresa, cmo se fortalece y se transforma en el curso de la ontognesis.

    Entonces a qu le llamamos respetar la autonoma: al reconocimiento de que la autonomaexiste aun en esbozos desde el comienzo de la vida. Para reconocerla tenemos quesensibilizarnos para captar, valorar y responder a las iniciativas del beb y reconocer ladiferencia entre autonomay falsa autonoma.

    Desde mis primeras visitas al Instituto Pikler de Budapest, hace ms de 25 aos, un aspectoque me impact fuertemente fue el ambiente calmo, casi silencioso en un hogar donde vivan50 nios, y la actitud acogedora, la suavidad y la disponibilidad de las cuidadoras que hablabana los bebs como si les pudieran entender lo que les estaban diciendo, como si fueranverdaderos interlocutores (algunos de estos, eran bebs de muy pocos das y haca apenas

    una semana que estaban all derivados por las maternidades). Se trataba en todo caso de unsorprendente maternaje inslito, como lo manifestaron las psiclogas y psicoanalistasGenevive Appel y Myriam David.

    Se trataba sin embargo de nios que haban sufrido penurias extremas, carencias y abandonoantes de ser acogidos en el Instituto Lczy de Budapest. Pero a pesar de ello habanconservado una gran vitalidad, evidenciaban inteligencia y tranquilidad para poder reflexionar yactuar. Estos nios nos hablaban de un proceso distinto, posible, de algo especial yfundamental que se haba construido en ellos, algo extraordinario, sustancialmentedesconocido en condiciones de institucionalizacin precoz, primaria, cuyas frecuentes secuelasson habitualmente conocidas y diagnosticadas casi como inherentes a la misma situacin deinstitucionalizacin.

    A partir de entonces pude compartir con muchos alumnos, pacientes, padres y amigos lasexperiencias y enseanzas de Lczy, esta mirada diferente, esta impronta extraordinaria queva dejando huellas en jvenes profesionales. Pero algo todava ms importante es que vadejando huellas sensibles y enriquecedoras en los padres de los nios, en las institucionesdonde estn esos nios, en las salas de pediatra, en los hogares y escuelas infantiles, en losjardines maternales, en los centros perifricos y sobre todo en nosotros mismos.

    Y por esta razn cada curso implica ante todo un agradecimiento profundo y un homenaje aEmmi Pikler y a todos los que la han rodeado, que la han acompaado y la sucedieron. Implicareconocer y honrar el alcance de sus descubrimientos, la fuerza de sus ideas, el rigor de sumetodologa de investigacin, la rigurosidad de su trabajo -porque rigurosidad es distinto de

    rigidez- y sobre todo a las educadoras del Instituto Lczy de Budapest, que aseguraron loscimientos de ese trabajo, atendiendo a los bebs como ellas solamente saben hacerlo, con la

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    clida rigurosidad de sus cuidados cotidianos, permitindonos observar, investigar y valorar lacoherencia del pensamiento que la doctora Emmi Pikler expres y sostuvo en la elaboracinminuciosa de su prctica. Pude ver nios activos, muchos de ellos ni siquiera caminabatodava, pero todos interesados y compenetrados en sus juegos, con una gran soltura,plasticidad, armona en el cuerpo, con un notable ajuste en sus praxias. Nios absolutamenteprudentes que atentos ajustaban sus pasos, no se caan, no perdan el equilibrio, que medansus movimientos, las caractersticas del espacio, la profundidad, la altura, etc. Nios ademssumamente respetuosos consigo mismo, con los otros y con los adultos que los rodeaban.

    Lczy, ese maravilloso crisol donde esos nios forjan su aventura de ser personas del mundoen el mundo, puso en evidencia una posibilidad antes impensada, un terreno promisorio aexplorar en la crianza y en la educacin de los nios pequeos que nos permitira vislumbrar yaportar nuevas reflexiones, nuevos conocimientos acerca de la constitucin del psiquismoinfantil y sostener as la esperanza.

    Bibliografa:

    - Chokler, M. (1988) Los Organizadores del Desarrollo Psicomotor, del mecanicismo a lapsicomotricidad operativa. Buenos Aires, Ediciones Cinco.

    - David, M.; Appel, G. (2010) Una inslita atencin personal. Editorial Octaedro. Temas deInfancia.Barcelona.

    - De Truchis, Ch. (2003) El despertar al mundo de tu beb. Barcelona, Ediciones Oniro,

    - Falk, J. (1997) Mirar al Nio. Buenos Aires, Ediciones Ariana,.

    - Pikler, E. (1985) Moverse en libertad. (Trad. G. Solanas). Madrid, Narcea.

    - Pikler, E. (1992) Iniciativa y competencia. Importancia del movimiento en el desarrollo de lapersona. (Trad. M. Chokler). La Hamaca, N 2. Buenos Aires, FUNDARI.

    - Szanto, A. Acerca de un cierta utilizacin de la observacin. (Trad. M. Chokler). La Hamaca,N 8. Buenos Aires, FUNDARI. 1997

    - Szanto-Feder, A., (2006) Lczy Un nuevo paradigma?. Mendoza, Ediunc

    - Tardos, A. (1996) El rol de la observacin en el trabajo educativo. La Hamaca, N 9. BuenosAires, FUNDARI.

    - Tardos, A.; David, M. (1991) El valor de la actividad libre del beb en la elaboracin del self.Devenir, Vol. 3, N 4. Editions Mdecine et Hygine. Bruselas.