Monografía:

Anarquismo en Argentina

Alumnos: Garayar Tomás

Rolón David

Profesor: Walter Román

Materia: Literatura

Curso: 6°

2013

Introducción  

El tema sobre el cual habla este trabajo de investigación es el movimiento anarquista en Argentina ya que es bueno conocer alternativas diferentes a los modelos políticos conocidos y que, mayormente, han dejado a nuestro país crisis, miseria y problemas sociales. Hay varias de estas alternativas y es útil tener en cuenta todas para crear una opinión, una ideología propia, pero este trabajo va a hablar sólo sobre una de ellas: La anarquía. Por mucho tiempo se le dio un significado erróneo a la palabra anarquía. No significa caos, desorden; sino todo lo contrario. Los ideales anarquistas apuntan al orden, a la paz, a la abolición de las clases sociales y cualquier poder, a la igualdad en todos sus sentidos, a la libertad, a acabar con la pobreza y el sufrimiento humano. Generalmente se ve al anarquista con una mirada crítica, se lo clasifica de subversivos o terrorista, de rebelde sin causa o de vago; esto se intentará desmentir con esta investigación. La mayoría de la información utilizada fue recogida de Internet, ya que es el medio de comunicación más utilizado por los grupos anarquistas y donde hay mayor concentración de datos, porque se da una mayor difusión por todo el mundo y cualquiera puede acceder a los mismos. ¿Realmente se puede ser anarquista hoy en día? Tengan en cuenta que ser anarquista es principalmente una ideología, aunque también se trata de actuar. Cada individuo con ideologías anarquistas puede tomarlo como quiera, ya sea manifestándose solo o junto a compañeros, llevando las prácticas y las ideas a su lugar de trabajo o a su casa, simplemente pensando y reflexionando o informando a otros sobre el tema. Es un modo de vivir que se puede llevar a cabo a pesar de las dificultades que se presentan hoy en día. Un ejemplo claro son las fábricas tomadas y auto gestionadas. Si en una fábrica los obreros pudieron librarse de sus jefes y trabajar por su cuenta, sin sufrir la presión que en casi todos los casos ejercen estos mismos ¿No pueden trabajar así todas las empresas? ¿Cuál es la función de un patrón, de un jefe? ¿Por qué hoy en día es el que más trabaja es que está por debajo del que controla? Antes de empezar a leer este texto es importante tener en cuenta que los problemas actuales de Argentina y de los países subdesarrollados están incrementando cada vez más, que las diferencias entre clases están incrementando a pasos agigantados, que hoy en día todavía existe en nuestra sociedad mucho egoísmo, falta de educación, inseguridad, desempleo, marginación social y sexismo, y que es necesario encontrar una solución efectiva a todos estos problemas. 

Desarrollo

¿Qué es el anarquismo? 

Según el Diccionario Político, el término tiene un origen preciso en el griego “sin gobierno” y se identifica con una sociedad libre de todo dominio político autoritario, en la cual el hombre actúa en virtud de la propia acción ejercida en un contexto sociopolítico en el que todos deben ser igualmente libres. Por esta razón, el anarquismo significa la liberación de todo poder superior, ya sea este de orden ideológico, político, jurídico, económico o social. Por lo tanto es un movimiento que asigna tanto al hombre individual como a la colectividad el derecho de usufructo de toda libertad, sin ser oprimidos y encontrando únicamente los obstáculos que presenta la propia naturaleza. El espíritu libertario es propio de toda época histórica, e incluso este ideal se encuentra ya en la antigüedad clásica. Sin embargo, las concepciones libertarias desembocan en el mundo político solo en el siglo XVIII. 

Doctrina anarquista 

El anarquismo no considera a la persona como un sujeto de derechos, la constancia ética del anarquista es su campo de batalla e implica un testeo permanente de la relación entre la propia vida y los ideales. Nunca existieron demasiados anarquistas. Hacia 1910, la policía calculaba que había entre 5000 y 6000 fieles a ‘las ideas’ en Argentina. Esta limitación demográfica explica porqué cada vida de anarquista se volvía preciosa como “ejemplo moral”. En cada vida se realizaba, mediante prácticas éticas específicas, la libertad prometida. A principios de siglo la encrucijada entre anarquistas individualistas y colectivistas o comunistas era si organizar o no a la clase obrera, no incorporada aun políticamente. Surgieron círculos culturales, escuelas anarquistas, libres o racionalistas, revistas, obras de teatro y hasta un periódico, “La protesta”, existente hasta hoy. A la par, la acción directa de los anarquistas insurreccionales o individualistas hacía que el anarquismo sea ante la opinión pública “violencia y caos”. 

Puntos principales de la doctrina anarquista:  

Se pueden resumir en cinco grandes principios de anarquismo, que podemos encontrar en todos los escritos anarquistas importantes: 

El hombre es bueno por naturaleza. Ha nacido bueno, o potencialmente bueno, pero las costumbres y las instituciones autoritarias le han corrompido. La religión, la

educación, la vida económica han servido para pervertir la bondad natural inherente a la humanidad. 

El hombre es un animal social, y busca su plena realización mediante la cooperación voluntaria y espontánea con los demás. La sociedad es natural, el Estado no; la búsqueda de la vida comunitaria es instintiva en todos los hombres. 

Las instituciones sociales vigentes y, en particular, la propiedad y el Estado son instrumentos artificiales para que unos hombres exploten y corrompan a otros. La autoridad bajo cualquiera de sus formas, incluso un gobierno democrático o un sistema de economía socialista, embrutece al individuo. 

El cambio social debe ser espontáneo, director y basado en las masas. Los partidos políticos, los sindicatos y todos los movimientos organizados son producto de la autoridad. Aunque pretenden la reforma e incluso la revolución, están constituidos de tal forma que, en último extremo, vienen a reemplazar un mal por otro de signo parecido. Un cambio significativo debe expresar, pues, los sentimientos naturales de una masa de individuos autónomos que actúan sin una dirección externa. 

La civilización industrial, bajo cualquier forma de propiedad de los medios de producción, envilece el espíritu humano. Las máquinas dominan al hombre, reduciendo su personalidad y obstaculizando su capacidad de creación. Cualquier sociedad basada en una estructura industrial está abocada a pervertir las motivaciones e impulsos de los que viven en ella. 

En resumen podemos decir que los anarquistas consideran esencial el crear una sociedad basada en tres principios que son interdependientes: libertad, igualdad y solidaridad. Para los anarquistas, la verdadera riqueza son los seres humanos y el planeta en que vivimos, ellos creen que ningún ser humano debe dominar a otro. 

Principales Ideólogos 

Uno de los primeros en exponer las ideas anarquistas fue William Godwin en 1793 en su libro Ensayo sobre la Justicia Política a raíz del surgimiento de la Revolución Industrial. Sin embargo, como principales ideólogos del anarquismo como teoría coherente debemos mencionar los siguientes: Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865) Nació en Besancon, Francia. Hijo de un artesano y de una campesina pobres. Las ideas centrales de la teoría anarquista de Proudhon son la autonomía y el mutualismo, el cual consiste en hacer la revolución desde el lugar mismo de trabajo, a saber, las fábricas donde el obrero se tomaría los medios de producción y los administraría. Concibe el anarquismo como un movimiento de masas por lo que expone en sus libros la manera cómo se puede construir una verdadera sociedad anarquista, detallando su funcionamiento. 

Sus obras principales son “¿Que es la propiedad?”, Sistema de Contradicciones Económicas y De la Capacidad Política de la Clase Obrera. 

Mikhail Bakunin (1814-1876) Fue uno de los mayores exponentes del anarquismo activista moderno. Nació en Rusia y fue exilado de su patria. Hizo énfasis en al colectivismo, la insurrección de las masas y la revuelta espontánea para lograr una sociedad libre y sin clases sociales. Recalcó el carácter gregario del ser humano y a la vez su individualidad. Sus ideas influyeron profundamente en el movimiento obrero del siglo 20 principalmente durante la guerra Civil Española en 1939 donde las ideas anarquistas jugaron un papel importante. Podemos mencionar entre sus obras principales; “Dios y el Estado”, “The Paris Comune” y :The Idea of the State”. 

George Sorel (1846-1922) Nació en Francia. Expone los métodos que la clase obrera debe utilizar para derrocar al Estado capitalista, siendo la huelga general el motor principal para paralizar la vieja estructura estatal, utilizando los sindicatos. Se le conoce como un sindicalista revolucionario y combate el socialismo político. Su obra “Reflexiones sur la violence” (1908) examina detalladamente los diversos métodos mediante los cuales la clase obrera pueda socavar y derrotar al Estado capitalista. Sorel estaba dispuesto a utilizar los sindicatos existentes como instrumento de la revolución, dando origen al término “anarcosindicalismo”. 

Errico Malatesta (1853-1932) Su pensamiento post-materialista abre una corriente, hasta el momento inexistente en la teoría anarquista, hecho que le llevará a un conflicto ideológico con el mismo Kropotkin al que considerará cercano al positivismo. Sus teorías influirán en las nuevas corrientes filosóficas que surgen a fines del siglo XIX y comienzos del XX en torno al neokantismo y neoidealismo. Desarrolló sus teorías básicamente en un gran número de revistas y diarios que fundó y en los cuales participó activamente. 

Además de estos principales ideólogos anarquistas, podemos mencionar otros representantes de esta corriente ideológica, a saber Emma Goldman y Alexander Berkman en Estados Unidos y a Benjamin Tucker. 

Anarquismo en España El anarquismo históricamente ganó un gran respaldo e influencia en el territorio español,

especialmente antes de la victoria de Francisco Franco en la Guerra Civil española, y durante esta (entre 1936 y 1939), al iniciarse la llamada Revolución Española como respuesta al intento de golpe de estado. Al principio, los éxitos de los movimientos anarquistas fueron esporádicos. Los anarquistas organizaban huelgas que terminaban por expandirse por el resto del país. Normalmente, las represiones de la policía reducían el número de manifestantes, pero al mismo tiempo esto provocaba un fenómeno de radicalización en aquellos miembros. Este ciclo ayudó a liderar una época de violencia mutua a principios del siglo XX, en la cual anarquistas armados y pistoleros, mercenarios pagados por dueños de empresas, se convirtieron en responsables de muchos asesinatos políticos. Posteriormente, en el siglo XX, la violencia comenzó a decaer, y el movimiento ganó velocidad con el alzamiento del anarcosindicalismo y la creación del gran sindicato libertario, la CNT. Las huelgas generales llegaron a hacerse comunes, y una gran porción de la clase obrera española adoptó las ideas anarquistas. La FAI fue creada como una asociación puramente anarquista, con la intención de mantener la CNT centrada en los principios del anarquismo. 

Orígenes del anarquismo en Argentina El anarquismo obtuvo un gran apoyo de los obreros argentinos durante las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX. La Argentina fue el país de Sudamérica donde logró mayor incidencia, tanta que, por la magnitud de la militancia e influencia en los sectores populares, podía compararse con el nivel que había alcanzado en Italia y en España. La historia del origen del movimiento obrero en la Argentina está íntimamente vinculada a la migración y al anarquismo. Españoles e italianos, fundamentalmente, traían de sus patrias las ideas libertarias que los condujeron a organizarse por gremios, tanto en el campo como en la ciudad, a la vez que la influencia de las organizaciones obreras italianas y españolas se extendía a sus homónimas argentinas. 

Sin embargo, pese a que la Constitución Nacional concebía una patria abierta a todos los hombres de buena voluntad del mundo, los reclamos obreros fastidiaron desde un primer momento a los gobiernos y a la oligarquía. Este fastidio derivó en la sanción de la Ley de Residencia de 1902, un instrumento para deportar a los activistas anarquistas extranjeros que inducían a sus camaradas nativos a la organización gremial acusados, como afirmaba el inciso B, de "haber tomado parte en asonadas o acontecimientos anarquistas en su propio país o en cualquier otro". Pero la persecución y represión legalizada no terminaron allí: se les sumó en 1910 la sanción de otra ley, la de Defensa Social, que prohibía expresamente “toda asociación o reunión de personas que tuviesen por objeto la propaganda anarquista”. Así y todo, las diferentes tendencias del anarquismo lograron conquistar su lugar en la Argentina. Trabajadores de todos los oficios se agrupaban en gremios y se movilizaban en luchas que convulsionaron al país. Órganos de prensa como "La Protesta", que vio la luz en 1897 y llegó a tener dos ediciones diarias de más de 60 mil ejemplares, difundían el ideal libertario. Muchos anarquistas encontraron, en 1901, un medio de militancia en la recién

fundada Federación Obrera Argentina (F.O.A.), que cambió su nombre en 1904 por el de Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A.). Mientras que, contemporáneamente, la Confederación Obrera Regional Argentina (C.O.R.A.)- de tendencia socialista- también se había convertido en un órgano nucleador de trabajadores. Entre 1900 y 1910 los anarquistas consolidaron sus símbolos, sus formas de movilización y sus órganos de prensa, además de escuelas, centros culturales y bibliotecas proclives a su ideario. 

Anarquismo en Buenos Aires La Biblioteca Popular "José Ingenieros" fue fundada en Junio de 1935 por militantes obreros anarquistas y socialistas. Después de un tiempo, este último grupo abandonaría la biblioteca. Desde el inicio, el grupo de la biblioteca centró sus intereses en participar de la actividad interna del movimiento anarquista y afianzarse en el barrio a través del préstamo de libros, las conferencias públicas, talleres de aprendizaje y cine. Durante el gobierno peronista, entre 1946 y 1955, la biblioteca sufrió clausuras diversas de hasta varios meses. En 1956 fue allanada al mismo tiempo que se clausuraba la redacción del periódico La Protesta, sita en el mismo local que la biblioteca. La biblioteca participó de distintas asociaciones internacionales. De la Comisión de Relaciones Internacionales Anarquistas (C.R.I.A.) y de la Solidaridad Internacional Antifacista (S.I.A.). Durante los 6o y 70 estuvo ligada a varios de los grupos, principalmente de jóvenes, que trataron de volcar al anarquismo a las grandes luchas que se daban en aquellos tiempos. Esto le valió persecuciones y hostigamientos y entre sus concurrentes se cuentan algunos de los anarquistas desaparecidos en la última dictadura militar. El grupo de la biblioteca también participó de la llamada Comisión de Solidaridad que brindó refugio a exiliados de Chile y Uruguay luego de sus respectivas dictaduras. Ante el aumento de la represión y con el golpe militar, esta comisión se encargó de ocultar y mantener a militantes y colaboradores bajo riesgo hasta que pudieran salir del país. Brindó este apoyo tanto a militantes anarquistas como de otras tendencias. 

Anarquismo en Córdoba Como si no existiera otra manera, el anarquismo llega, aunque con más retraso que en Buenos Aires y Rosario con la inmigración de fines del siglo XIX. Alcanzaron aceptable influencia con los llamados Sindicatos de Oficios Varios, donde agruparon a los peones en el campo, y a trabajadores artesanales en la ciudad (ebanistas, sastres, ladrilleros, zapateros, panaderos). Su influencia comienza a decaer con el desarrollo de la industria y los servicios, sectores copados en un principio por los comunistas y por los socialistas respectivamente. Intentos de comunidades utópicas fueron registrados en las sierras de la provincia durante la década del treinta. Una primera no duró mucho tiempo, pero la realizada en Río Segundo se consolidó

funcionalmente para sobrevivir hasta poder ayudar a España durante la guerra civil a través del Comité de Ayuda al Pueblo Español En la universidad, durante el gobierno peronista, los libertarios agrupados en la FLA participaban del Partido Reformista de Medicina, partido universitario que mantuvo durante esta época el control del centro de estudiantes de la facultad y fue la conducción de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC). En 1957, una rama se divide del PRM para formar el Partido Reformista Ortodoxo 1918, partido de ideología antiperonista más que anarquista. 

Anarquismo en la Ciudad de Rosario En Rosario se funda en 1946 la Biblioteca y Archivo Histórico Social "Alberto Ghiraldo". Esta biblioteca funciona, alquilando sus locales, de forma discontinuada. Siempre interrumpida por los sucesivas dictaduras militares, los cuales la clausuraron en todas las oportunidades. A través de la biblioteca se impulsa la propaganda anarquista en ámbitos barriales, estudiantiles, culturales, juveniles, etc. Además organiza charlas-debate, conferencias, recitales de música, etc. La biblioteca sostiene además, un taller de Permacultura junto con una huerta donde se aplica la técnica. 

Hechos destacados en Argentina La masacre del 1º de Mayo y la Semana Roja de 1909 El 1 de mayo de 1909 la FORA y el Partido Socialista (PS) realizan cada uno por su lado distintas manifestaciones. La manifestación socialista transcurre normalmente pero el de la FORA es brutalmente reprimido por la policía, la cual respondía al Coronel Ramón Falcón. Mueren 12 obreros. Debido a eso, la FORA y la UGT, apoyadas por el PS, llaman a la huelga general por tiempo indeterminado. Las ciudades se paralizan durante una semana y los muertos son enterrados ante 300.000 personas. En el acto hablan Juan Bianchi por la FORA, Luis Lotito por la UGT y Alfredo Palacios por el PS. El 8 de mayo se vuelve histórico cuando el gobierno, por primera vez, acepta negociar con el Comité de Huelga. 

Semana Trágica El 7 de enero, comienza la huelga de los obreros de los Talleres Metalúrgicos Vasena, ubicados en la Ciudad de Buenos Aires. Reclamaban un aumento salarial, el descanso dominical y la reducción de la jornada laboral de 11 a 8 hs. Le empresa trató de continuar funcionando con obreros rompehuelgas provistos por la Asociación del Trabajo, una asociación patronal. 

Debido a disturbios producidos por los huelguistas, la policía intervino con armas largas. Esta intervención dejó un saldo de 4 muertos y más de treinta heridos, algunos de los cuales murieron. Por esto la FORA del V Congreso y la FORA del IX Congreso llamaron a huelga general, la cual comenzó el día 9 de enero. Durante el entierro de los obreros fallecidos, policías y bomberos armados dispararon contra la multitud, lo que hizo desfallecer entre 8 (según el diario La Prensa (Argentina)) y más de 50 (según el diario La Vanguardia)A partir de esta fecha aparecieron grupos paramilitares como la Liga Patriótica, que eran claramente antisemitas, xenófobos, defensores de los valores conservadores y de la propiedad. De esta manera asesinaron a dirigentes obreros y anarquistas, pero también a cualquiera que pareciera extranjero. Este grupo tiene el triste record de ser el primero en realizar un pogrom en territorio argentino. Debido a que los obreros, a pesar de todo, eran más que la policía y los grupos paramilitares y la prensa pronosticaba una guerra revolucionaria, el presidente Hipólito Yrigoyen deja la Ciudad de Buenos Aires a manos del General Luis Dellepiane, el que dejó a la ciudad con 1.000 ciudadanos menos. 

Patagonia Trágica La Patagonia Trágica es un evento protagonizado por habitantes y sindicalistas de Santa Cruz. Estos fueron reprimidos de forma violenta por el gobierno de Hipólito Yrigoyen a través del ejército bajo el mando del teniente coronel H. Benigno Varela en el año 1922. El saldo de este hecho fue de 1500 obreros y líderes sindicales fusilados. El teniente coronel Varela muere asesinado a manos del anarquista alemán Kurt Gustav Wilckens en 1923, en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires. 

Diciembre de 2001 Desde el jueves 13 de diciembre, cuando las revueltas empezaban a brotar en Godoy Cruz, hasta el viernes 21 de diciembre, el tiempo que duraron las manifestaciones y saqueos en más de 30 ciudades del país, las tensiones existentes en Argentina comenzaron a distenderse hasta la renuncia del presidente Fernando de la Rúa. La crisis institucional y económica que sobrevino causó que florecieran en una gran cantidad de barrios de las ciudades más importantes, espacios en donde se practicó la Democracia directa. Estos procesos intentaron recuperar los valores comunes y el ejercicio de una democracia que no separe gobernados de gobernantes. Las asambleas barriales demostraban una nueva forma de hacer política, donde la gente empezaba a hacerse cargo de sus necesidades y a resolver sus problemas por su cuenta, decidiendo entre todos y sin que aparecieran líderes que limiten la libertad de expresión. Sin embargo, pasado un tiempo, el interés de la clase media fue decayendo desintegrando la mayoría de dichos espacios. Quedando sólo un puñado de éstos en pie. 

La Bicicleta libera El grupo de afinidad es una unidad organizativa para el anarquismo, es la forma de organización más coherente con sus principios, se construye con lazos no jerárquicos a los que el individuo se brinda sin especulación de ganancia. Extender esta relación en la ciudad es una práctica diaria en íntima relación con la circulación y las formas de rozarse con los otros anónimos. Un grupo delimitado de personas decidió bregar por un modo no jerarquizado ni instrumental de utilización de las calles, usan exclusivamente bicicletas como medio de transporte, consideran asesinos a los automovilistas quienes “odian a la comunidad, quieren todo para sí, han destrozado la calle como sitio de convivencia, de intercambio, de fiesta”. Si el paseante presta atención podrá ver esténciles en los muros de Buenos Aires que grafican a una bicicleta y debajo la palabra “autonomía”, es una forma, dice María, de “no tener lazos económicos ni con empresarios ni con el estado, cuando de lo único que se trata es de trasladarse. 

Influencias 

El anarquismo fue un movimiento importante en Argentina hasta la década de 1930, y se disolvió principalmente porque los movimientos comunistas y socialistas se hicieron populares entre los obreros argentinos. Fue así que el anarquismo no se manifestó como antes, y para 1935 había desaparecido casi por completo. Hubo momentos en los cuales los anarquistas resurgieron, pero ninguno fue muy importante o determinante para que el anarquismo se vuelva a imponer en la mente de la gente.

Esta idea de lo que sucedió se puede ser calificada como válida, porque el anarquismo obtuvo un gran apoyo de los obreros argentinos durante las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX. La Argentina fue el país de Sudamérica donde logró mayor incidencia, tanta que, por la magnitud de la militancia e influencia en los sectores populares, podía compararse con el nivel que había alcanzado en Italia y en España. La historia del origen del movimiento obrero en la Argentina está íntimamente vinculada a la migración y al anarquismo. Españoles e italianos, fundamentalmente, traían de sus patrias las ideas libertarias que los condujeron a organizarse por gremios, tanto en el campo como en la ciudad, a la vez que la influencia de las organizaciones obreras italianas y españolas se extendía a sus homónimas argentinas. Sin embargo, pese a que la Constitución Nacional concebía una patria abierta a todos los hombres de buena voluntad del mundo, los reclamos obreros fastidiaron desde un primer momento a los gobiernos y a la oligarquía. Este fastidio derivó en la sanción de la Ley de Residencia de 1902, un instrumento para deportar a los activistas anarquistas extranjeros que inducían a sus camaradas nativos a la organización gremial acusados, como decia el Inciso b), de "haber tomado parte en asonadas o acontecimientos anarquistas en su propio país o en cualquier otro". Pero la persecución y represión legal no terminaron allí: se sumó en 1910 la sanción de otra ley, la de Defensa

Social, que prohibía expresamente “toda asociación o reunión de personas que tuviesen por objeto la propaganda anarquista”. Así y todo, las diferentes tendencias del anarquismo lograron conquistar su lugar en la Argentina. Trabajadores de todos los oficios se agrupaban en gremios y se movilizaban en luchas que convulsionaron al país. Órganos de prensa como "La Protesta", que vio la luz en 1897 y llegó a tener dos ediciones diarias de más de 60 mil ejemplares, difundían el ideal libertario. Muchos anarquistas encontraron, en 1901, un medio de militancia en la recién fundada Federación Obrera Argentina , que cambió su nombre por el de Federación Obrera Regional Argentina.

Para la década de 1930 ya había en Argentina más de 600.000 obreros industriales y se produce una transformación en la constitución misma de la clase obrera. Ya no se trata de inmigrantes sino de los hijos de esos inmigrantes o de población que emigra desde el interior del país y se radica en la periferia de las grandes ciudades. La nueva estructura del proletariado se reflejará en la formación de sus organizaciones. Hasta ese momento el movimiento obrero se divide, fundamentalmente, entre socialistas y anarquistas. Durante el período posterior a la crisis los anarquistas pierden casi por completo su influencia y la superioridad de las fuerzas obreras quedan en manos de socialistas o comunistas. Después de 1930 aparece la CGT, y en la medida en que socialistas y comunistas se reparten la influencia terminan confluyendo en la Unión Democrática, fuerza integrada por los sectores opositores a la fórmula que encabeza Juan Perón en la primer elección que lo instaura en el gobierno. Con el surgimiento del peronismo en 1945 los sindicatos comienzan a forjar una sólida identidad peronista que hasta hoy gravita en las organizaciones gremiales. 

Poco se ha escrito sobre las instituciones que favorecieron su circulación: sobre este aspecto particular trabaja el historiador Juan Suriano en su ensayo "Anarquistas". Bajo la consigna "Cultura y política libertaria en Buenos Aires 1890-1910", Suriano analiza las prácticas culturales y políticas de este importante movimiento social que a comienzos del siglo XX luchó contra las injusticias que por entonces había generado la modernización económica.La investigación se centra especialmente en la ciudad de Buenos Aires en la década comprendida entre 1900 y 1910, período en el que los anarquistas consolidaron sus símbolos, sus formas de movilización y sus órganos de prensa, además de escuelas, centros culturales y bibliotecas proclives a su ideario. El estudio está centrado en la ciudad de Buenos Aires: "En principio porque el anarquismo vio limitado su alcance nacional: si bien se detectan núcleos o militantes en diversas zonas del interior, su peso fue casi irrelevante en aquellas sociedades de carácter tradicional. En cambio, su presencia se concentró en las áreas más dinámicas de la economía como las grandes ciudades del litoral", aclara Suriano en el prólogo. Fue allí donde influenció, tanto a trabajadores extranjeros como a nativos que participaban del proceso modernizador, dotándolos de una red de instituciones gremiales, políticas y

culturales. Por otro lado, su peso fue más significativo en las ciudades que en las áreas rurales, hecho que convierte al anarquismo argentino en un fenómeno eminentemente urbano. 

La situación actual del anarquismo en Argentina

Esta no es buena, debido a que la cantidad de anarquistas es muy pobre y la mayoría de la gente ya no está interesada en el mundo político y en diferentes ideologías, como solía suceder en tiempos anteriores al alcanzar la adolescencia. Aún así existen aspectos positivos, porque el número de organizaciones anarquistas en argentina ha crecido favorablemente en las últimas décadas y están intentando darse a conocer mediante prensa, panfletos, charlas-debates e incluso mediante Internet; y aunque la cantidad de anarquistas sea baja, es considerablemente mayor a la de épocas anteriores en las cuales se vieron desplazados o perseguidos y prácticamente desaparecieron.

Esta segunda idea es válida porque si nos remontamos a épocas anteriores de golpes militares, gobiernos nefastos y épocas de crisis, podremos comprender y explicar correctamente la situación actual del anarquismo en Argentina. Los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001 en la Argentina se enmarcan en la crisis de legitimidad de las instituciones políticas latinoamericanas, y en particular, del régimen democrático surgido de la siniestra dictadura '76-'83. Las dictaduras militares que sufrieron nuestros pueblos en los años '70 alumbraron democracias débiles sujetas al chantaje de militares que no terminaban de irse. Estas democracias restringidas llegaron para legitimar la violenta concentración de la riqueza que las dictaduras habían producido en beneficio de una clase parasitaria cada vez más restringida y omnipotente. En los años '90, durante el mandato de Menem, la privatización de las empresas públicas a precio vil, la reconversión del Estado y la precarización de la legislación laboral, llevó a la desocupación a un cuarto de toda la población económicamente activa, sumándolo a un porcentaje similar ya excluido del mercado. A principios del 2001 ya esta tensión era tan aguda que transcurría la cuenta regresiva para una quiebra inexorable del sistema, sin embargo, el gobierno radical lo seguía negando al mismo tiempo que acorralaba los depósitos bancarios (qué teóricamente eran dólares) para evitar una "corrida" que vaciara un sistema financiero que no tenía capacidad de entregar esos dólares al mercado. El "corralito" que inmovilizó depósitos y llegó en sus últimos tiempos incluso a todas las cuentas bancarias afectando no sólo a toda la clase media, sino al conjunto de los asalariados, constituyó un elemento de peso en el crecimiento de la irritación popular que estallará a fines del 2001. Por primera vez en nuestra historia una "Declaración de Estado de Sitio" (discurso de De la Rua) fue contestada -minutos después- por la indignación de millares de porteños que salieron a la calle a manifestarse contra la burla que ese discurso significaba, con una movilización popular tan masiva y multisectorial, que la tornó inoperante y fue derogada en

silencio poco después. Esto, aunque no fue un movimiento anarquista, en cierto modo fue el supremo símbolo de desobediencia al Estado y sus instituciones, y desató un sinfín de experiencias auto-gestivas y de auto gobierno que se desarrollaron con distinta fortuna a lo largo de todo el país, por eso está muy relacionado. No tuvo líderes, ni convocantes. Nadie pudo adjudicarse su paternidad, y quizá los partidos opositores -la izquierda incluida- fueron los más sorprendidos por el súbito estallido. No había consignas previas y, la que fue adoptada mayoritariamente : "Que se vayan todos" -consigna muy simpática para los anarquistas- no tenía, sin embargo, contenido concreto. La movilización de diciembre que continuó en forma intermitente durante los meses de enero y febrero de 2002 , puede ser caracterizada como espontánea, policlasista y pluralista. La protesta asumió varias formas novedosas, una de ellas fue la generación de Asambleas Barriales con una pretensión de autogobierno que aún cuando se demostró desmedida en cuanto a sus posibilidades reales de gestión, permitió una politización y una práctica de discusión a sectores sociales alejados de tales prácticas desde la lejana tormenta represiva de los años '70. Otra de las formas de protesta fueron los llamados “piqueteros”, que consiguieron una notable visibilidad que, a fines de Diciembre, se convirtió en simpatía popular. El movimiento anarquista percibió en seguida las posibilidades que un movimiento espontáneo de estas características tenía, adoptándolo como un medio natural para su inserción y propaganda. Así, participaron en muchas asambleas de la ciudad y el conurbano militantes de agrupamientos anarquistas como la Federación Libertaria Argentina y los grupos que ella conecta, y la Biblioteca José Ingenieros un grupo pequeño pero muy dinámico. Intentaron a partir de esa actividad generar algún tipo de coordinación interna que no pudo superar la lenta disolución de la experiencia, que fue perdiendo entusiasmo y participación en la misma medida en que los partidos tradicionales de la izquierda buscaban su copamiento, esfuerzo que finalmente resultó en su ahogo definitivo. Sin embargo aún mantienen su inserción en los remanentes de aquella experiencia, asambleas que se consolidaron desarrollando una labor cultural, canalizando ayuda para las familias más débiles y apoyando los emprendimientos productivos en fábricas ocupadas. Ahora, ya teniendo una idea de lo acontecido en el país en los años inmediatamente anteriores y como se vio afectado el movimiento anarquista, podemos tener en cuenta el estado actual del mismo. 

Existen actualmente varias organizaciones anarquistas en Argentina: 

Federación Libertaria Argentina  Federación Obrera Regional Argentina  Grupo Anarquista ¡Libertad!  Grupo La Rivolta  Red Libertaria 

Todas las organizaciones anarquistas intentan difundir los ideales anarquistas entre los obreros, todos los trabajadores y los jóvenes básicamente, pero todo el mundo puede acercarse a estas organizaciones e informarse sobre cómo empezar a poner en práctica algunas ideas y modo de vida anarquistas. Esta suposición es válida, porque las organizaciones anarquistas, incluyendo las nombradas anteriormente, apuntan básicamente a informar a la clase obrera, a los estudiantes, a los jóvenes, a los trabajadores, a todas las personas posibles, sobre las consecuencias de los gobiernos corruptos en Argentina que están afectándolos de manera permanente, sobre la organización y la lucha en unidad, sobre los valores y las ideas revolucionarias, sobre los derechos humanos, sobre igualdad, convivencia, apoyo mutuo y autogestión, sobre la agrupación de libertarios y personas interesadas en crear un mundo mejor y más justo para todos. Estas organizaciones quieren llegar hasta el máximo de personas posibles ya que el anarquismo se trata de grandes masas pensantes que no se dejen engañar, y de esa manera poder difundir su pensamiento y su ideología en la sociedad. 

¿Se puede ser anarquista actualmente?Si, se puede ser anarquista, ya que anarquismo es una ideología y un estilo de vida. Hoy en día se puede considerar al anarquismo como una utopía difícil de alcanzar, pero se pueden adoptar diferentes posturas, informarse y debatir sobre los ideales y maneras de mejorar de a poco la situación en la que se encuentran por lo menos nuestros compañeros más cercanos. Con esto podemos llegar a la conclusión de que si se puede, ya que el anarquismo es una ideología y un estilo de vida y porque todavía existen numerosas agrupaciones anarquistas que resisten el paso del tiempo e intentan que no se pierda esa ideología propia de ellos. Con la postmodernidad, muchas personas (sobretodo los jóvenes) dicen ser anarquistas por sentir apatía hacia las autoridades como los policías o hacia instituciones como las escuelas o las universidades, porque sólo quieren parecer diferentes ante los demás, porque son rebeldes sin una causa aparente (no tienen claro contra quién o que debe ir enfocada esa rebeldía) o porque tienen problemas en sus familias y se autodenominan rebeldes o anarquistas. Esta es una mirada muy errada de lo que es el anarquismo, ya que ser anarquista implica tener una ideología determinada, y creer en la necesidad de luchar en contra del poder y del capitalismo. Entonces ser anarquista es posible porque se trata de una ideología que cualquier persona puede seguir y reflexionar sobre la misma, y también puede actuar a su manera, ya sea individualmente o en una agrupación. 

Conclusión 

Según nuestra opinión, en Argentina el anarquismo nunca tuvo la fuerza necesaria para

cumplir sus objetivos, esas metas de mejorar las condiciones de vidas de todas las personas por igual, de dejar de lado el egoísmo y el desprecio del ser humano por la vida de los demás. Es una corriente con una ideología sólida por momentos, pero también utópica en algunos aspectos, y pienso que lo que no hace posible que el anarquismo vuelva a estar presente no sólo en las mentes de las personas sino también en las calles, en las fábricas y en las industrias, es el enorme problema de que la gente ignora la resistencia del anarquismo, lo ven como algo no-útil para estos tiempos y la mayoría no son concientes de los problemas que ellos mismos tienen como consecuencia del poder en manos de unos pocos, de la corrupción, de ignorancia y, porque no, de la indiferencia. Cada persona que quiera encontrar la libertad va a tener que valerse de los medios para lograrlo, va a tener que buscar a través de la lectura y del razonamiento la forma de llegar a ese anhelo que todos tenemos alguna vez: Vivir en paz, en armonía con las demás personas, en una sociedad justa y libre donde no seas juzgado ni tengas que estar preocupándote cada día por como conseguir el alimento para tu familia. Ya sea hablando de anarquismo o cualquier otra ideología, movimiento o partido político, lo importante es esa búsqueda, y definitivamente, no dejar nunca de pensar. 

Bibliografía: 

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Índice:

1 Introducción

2 Desarrollo

2.1 ¿Qué es el anarquismo?

2.2 Doctrina Anarquista

2.3 Puntos principales de la Doctrina anarquista

2.4 Principales ideólogos

2.5 Anarquismo en España

2.6 Orígenes del Anarquismo en Argentina

2.7 Anarquismo en Buenos Aires

2.8 Anarquismo en Córdoba

2.9 Anarquismo en Rosario

2.10 Hechos destacados en Argentina

2.11 Influencias

2.12 La situación actual del anarquismo en Argentina

2.13 ¿Se puede ser anarquista actualmente?

3 Conclusion

4 Biografia

5 Indice