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MÓDULO EDUCATIVO

TRASTORNOS PSICOLÓGICOS EN

ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

TRANSTORNOS PSICOLÓGICOS EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

TABLA DE CONTENIDO

FICHA TÉCNICA .................................................................................................................................... 4

Autor: .............................................................................................................................................. 4

Adaptación hipertextual:................................................................................................................. 4

Diseño Web: .................................................................................................................................... 4

Corrección de estilo: ....................................................................................................................... 4

Ciudad: ............................................................................................................................................ 4

Fecha: .............................................................................................................................................. 4

Editan: ............................................................................................................................................. 4

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 5

3. PARA DESARROLLAR COMPETENCIAS ............................................................................................. 7

Objetivo general: Obtener un marco de referencia general sobre los principales trastornos

psicológicos que afectan a la población universitaria, que permita la adquisición de elementos

conceptuales, de intervención y prevención. ................................................................................. 7

Específicos: ...................................................................................................................................... 7

4. RESUMEN ........................................................................................................................................ 8

5. LECTURAS BÁSICAS .......................................................................................................................... 9

5.1 EL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO: UN SER HUMANO… UN MOMENTO DE LA VIDA ..................... 9

5.2 ¿QUÉ HAGO EN UNA UNIVERSIDAD? .......................................................................................... 13

5.3 DEPRESIÓN: UNA TRISTEZA CON UN MATIZ DE ETERNIDAD ...................................................... 15

5.4 EL DUELO… INEVITABLE PRESENCIA ............................................................................................ 18


5.5 UNA TRISTEZA OCULTA… UN DUELO SIN ELABORAR .................................................................. 20

5.6 AHORA SIN UN LUGAR CLARO… LA FAMILIA .............................................................................. 21

5.7 PARA NO ESTAR SOLO… EL AMOR .............................................................................................. 25

5.8 SIN ALTERNATIVA… LA SOLEDAD ................................................................................................ 28

5.9 ¿CÓMO SER DESEADA?... ANOREXIA Y BULIMIA ........................................................................ 30

5.10 UNA CONCLUSIÓN… EL RESCATE DE LO SUBJETIVO ................................................................. 33

6. ¿QUÉ APRENDIMOS? ..................................................................................................................... 36

7. GLOSARIO ...................................................................................................................................... 37

FUENTES DOCUMENTALES ................................................................................................................ 39


FICHA TÉCNICA

Autor: Diego Agudelo Córdoba1

Adaptación hipertextual: Nélida María Montoya R.

Diseño Web: Julián Andrés Tejada Ramírez

Corrección de estilo: John Jairo Villegas R.

Ciudad: Medellín

Fecha: mayo de 2008

Editan: Fundación Universitaria Luis Amigó –

FUNLAM - y la Federación Internacional de Universidades Católicas – FIUC-.

1 Psicólogo Especialista en Docencia Investigativa. Licenciado en Educación Especial.

[email protected]


INTRODUCCIÓN

El presente módulo es producto de la práctica clínica desde la psicología

en el contexto universitario. Aunque se habla de trastornos, la acepción

aquí utilizada no se hace en el marco de la patologización, sino desde la

manera como la vida del estudiante universitario, como el resto de seres

humanos, no está ajena al dolor.

El estudiante universitario, como ser humano, encuentra momentos en

su vida bajo los cuales le es imposible continuar su vida de la forma

como lo venía haciendo, momentos éstos en los que muchos de ellos no

encuentran opciones para enfrentar dicha situación.

El presente módulo presenta una visión acerca los trastornos

psicológicos que con mayor incidencia afectan a los estudiantes

universitarios. El recorrido se hace no tanto desde lo teórico o

conceptual, sino que se desarrollan varios apartes en los cuales se

describe la manera como los estudiantes universitarios encuentran

dificultades en su vida, describiendo las lógicas que subyacen a dichos

fenómenos y algunos elementos que permiten obtener pistas sobre la

manera de abordarlos o de ser prevenidos. Es decir, el módulo está

fundamentado en la experiencia misma de tratamiento psicológico a los

estudiantes universitarios.


El punto de referencia desde el que se eligieron los temas abordados, ha

sido en gran parte, el motivo de tratamiento psicológico por parte de los

estudiantes de educación superior. Motivos que constituyen un

porcentaje demasiado significativo con relación a los otros no presentes

en este módulo.

Algunos de los apartes abordados no son producto de los motivos de

consulta directamente, pero se presentan aquí en razón a su evidente

presencia en el ámbito universitario.

El objetivo es que tanto estudiantes como maestros, familia y sociedad,

obtengan elementos para pensar aquellos fenómenos que con frecuencia

se presentan en este grupo poblacional, y ante los cuales no se sabe

cómo responder o a dónde acudir.


3. PARA DESARROLLAR COMPETENCIAS

Objetivo general: Obtener un marco de referencia general sobre los

principales trastornos psicológicos que afectan a la población universitaria,

que permita la adquisición de elementos conceptuales, de intervención y

prevención.

Específicos:

� Identificar posibles factores etiológicos en los trastornos psicológicos.

� Obtener elementos que permitan orientar el proceso a seguir cuando

se presenta un trastorno psicológico.

� Reflexionar sobre la forma de prevenir e intervenir trastornos

psicológicos.

� Obtener una mirada frente a los trastornos abordados, que trascienda

la estigmatización y patologización, que permita reconocerles como

situaciones a las que cualquier persona es susceptible.


4. RESUMEN

El módulo inicia con un señalamiento: el abordaje de los trastornos

psicológicos en estudiantes universitarios no desde el punto de vista de

la patologización, sino desde le reconocimiento de que todos los seres

humanos pasamos por momentos difíciles en la vida, que nos pueden

generar la necesidad de un proceso psicológico.

Se desarrollan diez apartados, en los cuales se describen fenómenos

como: depresión, soledad, duelos, vida de pareja, disfuncionalidad

familiar, anorexia y bulimia, entre otros; de los cuales se presentan

conceptualizaciones a partir de lo teórico y lo práctico, que permiten no

sólo el aprendizaje teórico, sino elementos reflexivos y que pueden

orientar la respuesta a presentar en el momento de presentar alguna de

las situaciones abordadas.


5. LECTURAS BÁSICAS

5.1 EL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO: UN SER

HUMANO… UN MOMENTO DE LA VIDA

Cuando un ser de la especie humana nace a la vida, inicialmente lo hace

sólo como un ser biológico, como un organismo que llega a una cultura

que le precede, en medio de la cual se puede humanizar, es decir, dejar

de ser exclusivamente un ser biológico para llegar a ser un sujeto

determinado desde lo psíquico; con sueños, metas, miedos, temores,

prejuicios, rasgos de personalidad únicos.

El hecho de que exista una cultura que antecede a cada nuevo miembro

de la especie, implica necesariamente para cada uno de ellos un reto:

incorporarse en las lógicas o maneras de existir propias de su cultura,

para luego construirse un horizonte que le sirva como brújula en su

recorrido por el camino de la vida, operación que ocurre no en el ámbito

de lo biológico, sino en lo psíquico.

Es así como esta inclusión en la cultura no depende de los componentes

genéticos o instintivos. Cada nuevo habitante de la historia de la

humanidad, responde de manera singular ante este encuentro con lo

preexistente; se humaniza, proceso que se produce a partir de la


constitución de lo psíquico, entendiendo éste término como aquel

componente del ser humano que trasciende lo biológico, que determina

su manera de habitar la vida y de enfrentarse con su propia existencia.

Esta respuesta ante la vida, la construye cada sujeto a partir del lugar

que sus figuras representativas afectivas le hayan otorgado en el

psiquismo de ellos mismos: padre, madre o cuidador de cada sujeto; en

articulación con la respuesta subjetiva del sujeto ante ese lugar. La

familia es, entonces, el primer referente de mundo que establece el

infante; pero como el tiempo transcurre y la experiencia de los humanos

en la vida también, la dimensión del mundo se amplía hasta llegar a la

destitución de los ideales familiares en la adolescencia, para ceder el

paso a la construcción que cada uno conquista, lo que consolida la

búsqueda de su propio lugar.

Este paso por la vida y la inclusión en los parámetros culturales y

sociales, cuenta necesariamente, con procesos educativos. Uno de ellos,

se presenta de manera informal en la cotidianidad de todos los seres

humanos, y corresponde a todas aquellas experiencias en el hogar, con

las personas del contexto cercano y las características del mismo, que

van aportando a las condiciones psíquicas que cada quien construye

para conducirse durante su vida.

El proceso educativo va adquiriendo un carácter más formal cuando se

inscribe en lo institucional. Inicialmente preescolar, luego la educación

básica primaria y secundaria, constituyen los eslabones del recorrido

que en dicho proceso cada persona debe aprobar. Hasta hace poco, se


contaba con una correspondencia entre la culminación del ciclo

precedente con el ingreso a la edad adulta. Seguiría entonces, para

estas personas, adultas en su mayoría, un nuevo ciclo en su formación:

la formación profesional en la universidad.

En este momento del proceso educativo, el rol del maestro y del alumno

se modifica, producto del imaginario cultural que señala a los educandos

de este nivel, como seres con una personalidad definida y que como

tales, cuentan con los recursos psicológicos para superar los ineludibles

desencuentros que la existencia depara, que tienen un mapa claro de

sus sueños en la vida, y que su vinculación a la academia tiene como

objetivo sólo la formación profesional en un saber específico. De esta

manera, queda vedado el objetivo de la educación promovido en los

otros ciclos educativos, que hace referencia a la formación integral de

las personas.

Las características propias de la vida humana, demuestran que éste

precedente es sólo un supuesto, y que la condición de mayoría de edad,

o de ser universitarios, no protege a estos seres humanos del

sufrimiento, del desencuentro, del dolor, de la soledad; de los efectos,

muchas veces con un estatuto de estrago, de la historia única que ha

dado origen a las condiciones psíquicas, estructuradas durante la

infancia y fortalecidas durante el resto de vida, que como huellas signan

la vida de los sujetos.


Lo anterior se verifica en los procesos clínicos, donde cada paciente

descubre a partir del acercamiento a los avatares de su historia, el hilo

conductor de su vida y que devela en muchas ocasiones, repetidas

historias –no pocas de sufrimiento- de las que ha sido protagonista de

manera involuntaria, ya que aunque desde la razón o desde la voluntad,

hay intenciones de evitar aquello que hace sufrir o genera displacer;

siempre aparece algo ajeno a la comprensión, que se impone y hace

sufrir.

Esta serie de acontecimientos incontrolables desde las intenciones,

provienen de una parte del psiquismo que es ajena a la memoria y a la

razón. Son componentes inconscientes que se constituyen en

determinantes de la forma como cada persona construye su historia.

Estos componentes inconscientes son “contenidos no presentes en el

campo actual de la conciencia (…). Está constituido por contenidos

reprimidos, a los que ha sido negado el acceso al sistema preconsciente

por la acción de la represión”. (Laplanche, Pontalis, 1974, p.200-201).

De esta manera, podemos concebir al estudiante universitario como

alguien que llega a este momento de su vida no sólo con la aspiración

de la formación intelectual en un saber específico. También trae consigo

los efectos estructurantes de todo su recorrido por la vida, que en no

pocas oportunidades, le genera la necesidad de buscar un proceso

psicológico para tratar de hacer algo con aquello que se le impone,

escapa a sus intenciones o propósitos, y le hace padecer.


5.2 ¿QUÉ HAGO EN UNA UNIVERSIDAD?

Esta es la pregunta con la cual en los procesos psicológicos, los

estudiantes con 15 o 16 años de edad, desarrollan procesos de

educación superior y logran nombrar con mayor precisión aquello que

les acontece.

Con las mejores intenciones, tal vez desde el desconocimiento, y muy

orgullosos, los padres de hoy ingresan a sus hijos a los procesos de

educación formal desde muy temprana edad; razón por la cual, aún en

la etapa de plena adolescencia, ya han cumplido el ciclo de la educación

básica secundaria, y por ello, llegan casi niños y niñas a enfrentarse con

inicialmente con la necesidad y responsabilidad de la elección

profesional, para luego habitar la realidad universitaria.

Sin una correspondencia entre lo propio de esta etapa del momento

evolutivo y las implicaciones de la inscripción en un programa de

formación profesional, el sujeto adolescente universitario –muchas

veces casi niño-, se siente en una realidad que no sabe cómo afrontar.

Inicialmente, se sostiene por el compromiso adquirido con los padres o

por no recibir críticas de su familia sobre su inactividad en medio de una

sociedad en la que es necesaria la formación profesional, para cualquier

aspiración digna.


El desfase entre lo que se es y lo que se debe hacer no tarda mucho en

aparecer como síntoma. Deserción de la universidad, acompañada de

oposición y rebeldía ante los padres como respuesta al rechazo que

recibe por la decisión, mentiras sobre la realidad de la presencia en la

academia, adicciones como supuesta salida y evasión, o depresión

como efecto del no encuentro de una salida; son las respuestas más

comunes frente a la realidad de responder a serias responsabilidades

académicas; cuando desde el ser, la demanda se dirige aún al juego, a

la vida en grupo de amigos, a la búsqueda de modelos identificatorios

poco permanentes, a veces a la soledad y otras a la compañía, a la

rebeldía, a los sueños todavía sin compromiso en la realidad. En fin: a

vivir la adolescencia.

Pocas veces, en este momento coyuntural de la vida de estos sujetos,

ellos buscan ayuda o acuden al servicio psicológico. ¿Acaso estamos

locos?”, es lo que dicen.

Rescatar la correspondencia entre las características de cada momento

evolutivo y lo que se oferta y demanda desde lo social y familiar, es el

llamado que hace la descripción de las características de la vida propias

del momento por el que pasa este grupo poblacional, presente hoy en la

comunidad universitaria.

Dada la complejidad de esa realidad y su articulación al paradigma de

las formas de existir vigentes en el planeta, es fundamental el llamado a

los padres de familia para que relativicen, reflexionen e interroguen lo


que como ideal viene de la cultura, y puedan otorgar a sus hijos un

estatuto de sujetos de derechos, humanos, únicos, que pasan por

etapas que es importante identificar y respetar. Es aceptar que esto es

más importante que salir del colegio muy joven y ser profesional a los

19 o 20 años, cuando lo natural es que en ese momento de la vida,

apenas se esté aclarando un poco algo de aquello que se quiere ser.

5.3 DEPRESIÓN: UNA TRISTEZA CON UN MATIZ DE

ETERNIDAD

Uno de los afectos que con mayor frecuencia habita a la población

universitaria, es un sentimiento de tristeza que trasciende las

características propias de lo esperable. En aquellos momentos de la vida

de todas las personas donde no es extraño sentirse muy triste; por

ejemplo, en situaciones de: desempleo, pérdida de la pareja, problemas

familiares, dificultades económicas, problemas laborales, pérdida de un

ser querido, entre otras situaciones en las cuales lo más obvio es

sentirse triste, pero que con el tiempo se vuelve a recobrar la manera

de vivir acostumbrada.

No pocas veces, este afecto de tristeza permanece en el tiempo más allá

de lo esperado y pasa a convertirse en la constante compañera del

existir, implicando de esta manera, una disminución del interés por las

cosas, hasta llegar a un deseo mínimo o nulo por actividades propias de


la vida, tales como: estudio, trabajo, diversión. Se trata de una tristeza

generalizada a todos los escenarios de la cotidianidad del individuo y

que permanece en el tiempo. Este afecto, denominado depresión, es la

principal fuente de sufrimiento presente en los estudiantes

universitarios.

Aunque con relación a la depresión como cuadro nosológico se hace

referencia a componentes biológicos como etiología, como se plantea en

el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales versión

revisada DSM 4 R: “la fisiopatología del episodio depresivo mayor puede

consistir en una alteración de la regulación de diversos sistemas de

neurotransmisores, incluyendo los de la serotonina, noradrenalina,

dopamina, acetilcolina y ácido gammaaminobutírico” (López, 2002,

p.395); es menester subrayar que el ser humano no es sólo producto

del organismo y su funcionamiento, y que a este componente le

acompaña otro que es el subjetivo, aquella esfera humana que se

construye en el encuentro con la vida y que se alimenta con el

transcurrir de la historia de cada sujeto.

Sin desconocer la incidencia de factores biológicos, reconocer la

existencia de factores psíquicos vinculados de manera directa a la

depresión, permite ampliar el rango de posibilidades para su

comprensión, intervención y prevención. La prevención de la depresión

es posible, si se reconoce el valor de la palabra para la tramitación de

situaciones de impase, si se ofrece espacio a la tristeza cuando ésta

reclama existir; si se acepta que en la vida los momentos de dolor,


sufrimiento y todos aquellos distantes de la felicidad, también son

protagonistas y que como tales, es necesario otorgarles su lugar;

contrario a negarlos, esconderlos o huirles. Son momentos de la vida

que nos verifican algo de nuestra naturaleza: la falta y el deseo de algo

que habite el lugar de ella.

El motor de la vida es el deseo, que es “un estado de insatisfacción

fundamental en el sujeto” (Miller, 1999, p.53). Hegel lo define como “el

deseo es el deseo del otro” (Hegel, citado por Carmona, 2002, p.175),

pensado en varias vías: desear al otro, desear ser deseado por el otro y,

desear lo que el otro desea. El deseo se instituye en los seres humanos

por efecto del límite, de la incorporación durante la etapa de la infancia

de un principio que señala que no todo es posible. Gracias a la

inscripción en el psiquismo de la lógica del no todo, se instala una falta

que como tal produce un deseo; sólo es posible el deseo porque algo

falta, condición psíquica que permite a cada ser humano aferrarse a la

vida.

En razón a lo anterior es que cada uno puede mantenerse en la vida, a

pesar de los frecuentes desencuentros que ésta depara. Los sueños con

relación al amor, a lo económico, a la formación académica y demás,

constituyen ese horizonte al cual se pretende llegar con la ilusión de que

allí habrá felicidad. Esta es una aspiración utópica, si contamos con que

la falta que da origen al deseo es imborrable, que está siempre allí como

fiel acompañante hasta el momento de la muerte. Esto se puede

verificar cada vez que obtenemos algo muy anhelado, bien sea en lo


material o económico, en la propia imagen corporal, en lo académico o

en lo laboral. Inicialmente, se experimenta una sensación de completud,

pero con el pasar de los días aquel sueño llevado a la realidad, pasa a

ser un componente más de la cotidianidad, y nuevas metas o sueños

producidos por el deseo, establecen un nuevo horizonte por el cual hay

que trabajar para poder acceder a él. Esa es la lógica de la existencia

humana, gracias al deseo y a la falta siempre presente, por medio de los

cuales podemos existir porque siempre está la ilusión de algo por

conquistar.

5.4 EL DUELO… INEVITABLE PRESENCIA

A partir de la falta y del deseo, la instalación en la vida y la constante

búsqueda de conseguir aquello con qué tapar la falta: amor, estabilidad

económica, bienes materiales y una mejor imagen corporal; se da

origen al establecimiento de vínculos significativos que, como los de

pareja, amistad, laborales, con objetos materiales, con lugares y con el

propio cuerpo, entre otros; dan nacimiento una y otra vez a la ilusión de

completud.

Estos vínculos son importantes para los sujetos, en razón a que se

instalan a causa de una carga de afecto psíquico que se ha depositado

sobre la persona u objeto con el que se ha establecido la relación. Esta

ubicación del afecto psíquico en algo, permite a la persona una

sensación de estabilidad, de ser y tener algo -soy pareja, tengo amor,


tengo dinero, soy profesional, soy atractivo para el otro-. Así, es posible

estar en la vida con referentes que permiten ser y estar en el día a día

de manera estable, sin experimentar el encuentro directo con el vacío,

con la falta constituyente de todo ser humano.

La ruptura de estos vínculos, genera un gran sentimiento de tristeza y

angustia, un no saber qué hacer para subsanar el afecto que invade, y

un no saber cómo seguir en la vida, sin aquello que ha pasado de la

realidad al recuerdo. “El duelo es, por regla general, la reacción frente a

la pérdida de una persona amada”. (Freud, 1979, p.241).

Las características propias de la contemporaneidad y la demanda de

seres humanos productivos propia del capitalismo, en muchas ocasiones

vela la posibilidad de la elaboración del duelo por las pérdidas. La

necesidad de responder con eficiencia en el trabajo para no perderlo, de

continuar con el cumplimiento de las responsabilidades familiares o

académicas, así como la negativa propia del sujeto, negación muchas

veces inconsciente para acceder al saber sobre la situación real y

enfrentar el dolor; dan origen a respuestas muy adaptativas frente a la

situación de duelo. De esta forma, quienes construyen este tipo de

respuestas, logran continuar su vida bajo una supuesta tranquilidad, sin

evidenciar la situación de sufrimiento producto de la pérdida;

convencidos en ocasiones, tanto el propio protagonista como quienes le

rodean, de que la realidad del duelo no tuvo mayor significación o ya ha

sido superada.


5.5 UNA TRISTEZA OCULTA… UN DUELO SIN

ELABORAR

Por efecto de la demanda del medio de que cada quien se ocupe de la

producción, de responder a sus exigencias para poder subsistir, o por el

mecanismo de negación antes referenciado; muchas de las pérdidas que

generan duelo, no tienen la oportunidad de seguir su curso adecuado, y

por ello, en muchas oportunidades, quedan aparentemente

solucionadas.

Esta apariencia se desvanece con el transcurrir del tiempo, unas veces

mucho, otras no tanto –esto según la particularidad del psiquismo de

cada persona-, y como resultado se muestran en ese momento los

efectos de aquel duelo sin elaborar.

Una tristeza sin vínculo a ninguna representación (imagen, recuerdo),

angustia o sinsentido frente a la vida, son los principales síntomas que

empiezan a presentar los sujetos. El velo de la aparente tranquilidad

desparece y el verdadero afecto hace eclosión. Aquí la intervención

psicológica se realiza en el marco de una urgencia subjetiva, la cual es

una característica actual del estado en que los pacientes acuden a

consulta psicológica, y que podemos definir como un sufrimiento

subjetivo que no admite demora en su atención.


Es importante por lo precedente, dar lugar a los duelos, permitiendo el

tiempo y el proceso de elaboración que requieren, proporcionando a la

vida un espacio para la tristeza, que como tal es un componente de ella

y que es necesario otorgarle todo su espacio, para así prevenir estados

subjetivos como los anteriormente citados. Aunque la realidad

demuestre y corrobore la pérdida del objeto amado, no es posible la

asunción psíquica de esta realidad de inmediato. El mensaje de la

realidad exterior a la psíquica “no puede cumplirse enseguida. Se

ejecuta pieza por pieza con un gran gasto de tiempo y de energía de

investidura, y entretanto la existencia del objeto perdido continúa en lo

psíquico”. (Freud, 1979, p.242, 243).

5.6 AHORA SIN UN LUGAR CLARO… LA FAMILIA

El puente entre el nuevo viviente que nace y el mundo, es la familia.

Este grupo es el primer referente de mundo que se construye el ser

humano en el inicio de su vida. A partir de allí y sin darse cuenta, es

decir, de manera inconsciente, toma modelos o rasgos para identificarse

u oponerse, por medio de las características subjetivas singulares.

Hasta algunas décadas atrás, el grupo familiar predominante era el

conformado por padre, madre e hijos. Tipología de familia denominada

nuclear, que se constituyó en paradigma ideal de este componente de la

sociedad, y que se estableció como un marco consistente en el cual sus

miembros se educaban y consolidaban sólidos aspectos vinculares,


afectivos y psíquicos. El concepto de tipología familiar se refiere a unas

determinadas composiciones que permiten identificar a los miembros de

una familia según los lazos de filiación, parentesco, afinidad y afecto.

En el marco de la posmodernidad, ningún referente social y cultural es

estable o permanece en el tiempo, condición que genera incertidumbre y

horizontes pocos claros en los humanos, ya que la brújula que conduce

su camino cuenta con directrices poco estables y muy cambiantes. Al

respecto, Juan Carlos Uhía plantea que “las claves de la permanencia se

han agotado y necesariamente renacen los hechos próximos, los lazos

semitribales y una noción creciente de desequilibrio entran a formar

parte de los sistemas sociales hasta hace poco establecidos sobre el

statu quo moderno”. (Uhía, 2000).

La familia no ha sido ajena a la caracterización de este momento de la

historia. En la actualidad, el tipo de familia predominante durante

muchas décadas no es un modelo que conserva la misma presencia y

las mismas condiciones. Encontramos otras maneras de constituir

grupos familiares, a saber:

La familia extensa, definida como aquella integrada por tres

generaciones: abuelos, padres e hijos.

La familia extensa ampliada es la conformada por abuelos, padres, hijos

y parientes colaterales: tíos, primos u otros familiares de generaciones

diferentes.


La familia extensa modificada es la que reconoce la convivencia en una

misma casa de varios núcleos familiares.

La familia monoparental es aquella constituida por la madre y los hijos,

o, por el padre y los hijos.

La familia adoptiva es en la cual se reconoce por parte de una persona

o una pareja de personas adultas, la crianza de un niño o grupo de

niños sin que existan lazos parentales, pero que actúan como su propia

familia; confiriendo derechos, obligaciones y estableciendo vínculos

similares a los que otorga la familia de sangre.

La familia de madre soltera se caracteriza porque la madre desde el

inicio asume sola la crianza de los hijos, con carácter. Generalmente, es

la mujer quien con mayor frecuencia asume este rol a causa de que el

hombre se distancia y no reconoce o asume su paternidad.

La familia de padres separados es aquella en la que los padres se

encuentran separados, no son pareja pero continúan asumiendo su rol

como padres. Es decir, dan fin a la relación de pareja más no a la

maternidad y paternidad.

La neofamilia es aquel grupo familiar donde sus miembros se vinculan

por el afecto que sienten entre ellas, mas no por una relación de

consanguinidad.


La familia rígida es aquella que establece unas normas y valores

inamovibles, por lo tanto, no admite la variación o modificación de los

mismos.

La familia evitadora es aquella en la cual su dinámica se caracteriza por

la baja tolerancia al conflicto, que se maneja impidiendo su

enfrentamiento. No aceptan la crítica ni situaciones de crisis.

Esta varianza en los modelos familiares, genera a su vez nuevas

dinámicas y formas como sus miembros se vinculan a ella y a sus

integrantes. Abuso sexual, maltrato e indiferencia, son algunas de las

situaciones que con mayor frecuencia se experimentan en las familias de

hoy.

Consecuente con lo anterior y sin ser una generalización, la familia hoy

no es aquel soporte ideal de compañía, apoyo, confianza, seguridad y

afecto. Considerando siempre la lógica de la excepción y tomando como

punto referencial los estudiantes universitarios que acuden a consulta

psicológica; es posible plantear que en el mejor de los casos, el vínculo

menos traumático es el caracterizado por la indiferencia, el cual se

convierte en generador de soledad.


5.7 PARA NO ESTAR SOLO… EL AMOR

A raíz de la existencia ineludible de la falta, el ser humano existe

siempre en relación a otro, bien sea semejante, material o simbólico.

Son todas aquellas estructuras o representaciones sociales y culturales

que dan sentido y lógica a la vida, que se desarrolla siempre en una

dependencia a los diferentes aspectos circundantes propios de estas

estructuras.

La proliferación de tipologías y dinámicas familiares, de metas que no

construyen un horizonte que permita soñar porque lo que se quiere se

consigue de manera fácil, y las nuevas formas de vínculo, instalan

muchas veces, una relación al otro de la pareja en la que se deposita

gran parte de la carga de afecto, convirtiéndose así en el único

escenario de sueños e ilusiones con relación a la ausencia de soledad,

de sentirse en compañía.

Sobre las tipologías y dinámicas familiares, y sobre la ausencia de

horizontes claros se hizo alusión previamente. Sobre los vínculos

actuales, se puede decir que son de fácil identificación y diferenciación

con relación a aquellos típicos de décadas anteriores.

Características propias de los novios colombianos eran las visitas a la

novia determinados días en la semana, en las que las calles se

adornaban con parejas que en el balcón o puerta de la casa de ella,

tejían sus sueños e ilusiones futuras, mientras el presente, lo construían

a partir de esa posibilidad de soñar, de descubrir cosas o de construir


respuestas imaginarias a las preguntas sobre los enigmas que se

formaban alrededor de la pareja.

En la actualidad, los enigmas por descubrir en el otro son pocos. Las

preguntas que surgen son en torno al tener, y muchas veces hasta lo

más íntimo del cuerpo del compañero o compañera, se puede conocer

hasta el primer o los primeros días después de conocidos.

Rituales como visitar a la novia en su casa en días y horas

determinadas, celebración de aniversario por mes o año, necesidad de

disfrute y cortejo con significativa cantidad de tiempo para acceder a la

aceptación del noviazgo por parte del otro y al sí del encuentro genital;

hoy ya hacen parte del pasado.

Otra forma de vínculo actual es aquella que no necesita al otro presente,

lo cual es posible gracias al internet. Son relaciones que, por ejemplo, a

través de la distancia, durante dos o más años, se sostienen sólo con el

conocimiento de las palabras o la voz del otro, y que pueden

desaparecer o continuar después del encuentro presencial con el otro de

la realidad y no del sueño.

Son vínculos en la distancia o que cuentan con la presencia real pero en

la que se busca obtener del otro placer sexual, en los encuentros

genitales entre amigos o con desconocidos, producto de una noche de

rumba, del efecto de las drogas, o del pago que se hace a aquellos cuyo

trabajo es la venta del cuerpo, los y las prepago.


Son maneras de estar con el otro que no alimentan el deseo, que no

promueven la proyección al más allá de la ilusión y del enamoramiento.

Vínculos frágiles orientados en la lógica del tener y que empobrecen al

ser.

Una gran proporción de los motivos de consulta en los servicios

psicológicos, se producen por el miedo producto de imaginarios o por la

pérdida real del amor de pareja, de aquella persona que ha permitido la

construcción de horizontes, el rescate de aquello que cada vez se ve

más lejos en el pasado y que se sale de la lógica del tener para

abastecer el ser. Horizontes construidos bien sea por lo que en realidad

el otro ofreció, o por lo que se imaginó le iba a ofrecer. Por ello, el

sinsentido, la significativa degradación del deseo con relación a las

demás cosas que puede ofrecer la vida; llegando con facilidad a la

depresión, a causa del encuentro de frente con lo que la realidad

devela: la soledad.


5.8 SIN ALTERNATIVA… LA SOLEDAD

Todo el recorrido precedente muestra las lógicas bajo las cuales la vida

de los seres humanos se desarrolla hoy. La circunscripción del deseo en

las vías del tener y no del ser, dejan desolado ese último. Poseedores de

dinero, status, propiedades, cuerpo adecuado al parámetro ideal

vigente, y familia; son las condiciones acompañantes de una

considerada cantidad de estudiantes universitarios, que demandan

atención psicológica por el sentimiento de soledad que entristece sus

vidas.

El encuentro con el vacío humano, producto de la falta propia en la

estructura y funcionamiento psíquico humano, cada vez se evidencia

más cercano, más de frente y sin recursos para enfrentarlo.

Acompañada por elementos característicos del tener como ya se nombró

–dinero, status, imagen-, la soledad que invade el ser se hace cada vez

más poderosa. Pocos elementos que muestren otras vías, otras

opciones, y condiciones psíquicas impotentes frente a la devastación de

los ideales por parte de la cultura posmoderna y globalizadora, hacen de

esta condición un factor de riesgo para la calidad de vida.

Ideales como la existencia de Dios, la admiración por padres, maestros,

sabios, grandes pensadores de la humanidad, han llegado a su ocaso en

una parte importante de los estudiantes universitarios hoy.


Pocos creen en Dios, un referente que regula, genera ilusiones, provee

de esperanza y acompaña. La familia ya no es un apoyo sólido; muchas

veces, al contrario, necesitan que el sujeto universitario les ayude a salir

de la crisis.

La relación con la academia tampoco es un aspecto que pueda

convertirse en una compañía. La vinculación a ésta se establece más por

la conveniencia, por la necesidad de un título para obtener un empleo.

El deseo, la pasión por el saber y por el conocimiento es pobre. Se lee y

memoriza para el examen, le llaman investigación a la tarea que se

hace en un momento en la biblioteca. Se estudia con el objetivo de

tener un título.

Podemos de esta manera, comprender la poca conexión estable,

permanente en un periodo significativo de tiempo y consistente, entre

los seres humanos con aspectos de la estructura simbólica de la vida,

que permita construcciones que acompañen allí donde en la actualidad

se puede constatar la existencia de sujetos muy solitarios. Sin pareja,

sin apoyo de la familia y sin saber qué hacer con la vida misma, son los

puntos de referencia que enmarcan el gran sentimiento de soledad que

acongoja hoy el corazón de muchos de nuestros semejantes.


5.9 ¿CÓMO SER DESEADA?... ANOREXIA Y BULIMIA

En el contexto que se viene delimitando, el interés por ser objeto de

deseo del otro, como esperanza para acompañar algo del sentimiento de

soledad y de vacío, se sirve para la consecución de lo buscado, de

elementos propios de la lógica del tener; elemento común que se cree –

de forma imaginaria- puede sostener el interés del otro semejante

amado por sí mismo.

A partir de los íconos o ideales promovidos por medio de figuras de

reconocimiento y con prestigio mundial, como modelos, cantantes,

actores y actrices; se definen y promueven las condiciones de la imagen

física de moda, reconocida y aprobada por los demás.

Con la esperanza de obtener algo de aquello que supuestamente estos

personajes famosos obtienen de satisfacción y felicidad al ser

reconocidos, admirados y seguidos por los individuos comunes de los

colectivos sociales; muchas mujeres construyen como meta obtener

dicha figura o imagen corporal, como medio para obtener ser incluidas

dentro de los intereses de los demás, bien sea por la vía del

reconocimiento, la admiración, la envidia, el odio o el amor.

No obstante, la realidad del día a día demuestra que a pesar de aquella

imagen construida, no se logra la permanencia del deseo del otro; que

éste es inestable o inconsistente y que por el contrario, la vía del deseo


es otra que difiere sustancialmente de esta manera que se encuentra

siempre con el fracaso.

El hecho de que a pesar de la lucha por la consecución del parámetro de

belleza o de cuerpo ideal vigente, la no completud y no obtención de lo

esperado siempre se impone, genera en estas personas la idea de que

aún no ha sido suficiente, atribuyendo a la causa de su soledad o

tristeza, el estado de su cuerpo, razón por la cual no se obtiene del otro

lo deseado.

Esta respuesta frente a la situación, da origen a un exceso en la lucha

por la conquista de la figura corporal que se sigue creyendo traerá

felicidad. Se convierte en exceso, ya que la satisfacción completa nunca

es posible –razón por la cual una cirugía o dos, pocas veces bastan- y

esta lógica o manera de existir se extiende al infinito, trayendo consigo

serias consecuencias para la salud física y mental.

Es por lo anterior, que muchas mujeres llegan hoy a padecer anorexia y

bulimia, patologías que comúnmente se reconocen como trastornos

alimentarios.

La anorexia consiste “en el rechazo a mantener un peso corporal

mínimo normal, en un miedo intenso a ganar peso y en una alteración

significativa de la percepción de la forma o tamaño del cuerpo. La

persona con este trastorno tiene un peso corporal por debajo del nivel

normal mínimo para su edad y su talla”. (López, 2006, p.653).


La bulimia se caracteriza por “atracones y métodos compensatorios

inapropiados para evitar la ganancia de peso. Además, la autoevaluación

de los individuos con esta enfermedad se encuentra exclusivamente

influida por la silueta y el peso corporal”. (López, 2002, p.660). El

término atracón se refiere al consumo excesivo de alimentos en muy

corto lapso de tiempo.

Sin embargo, es indispensable considerar si el trastorno en la

alimentación es el epicentro de lo patológico, o sería más bien

consecuencia de la condición que con relación a la imagen y a la

inalcanzable ilusión que pretender obtener el ideal de figura, inaugura

en el psiquismo.

El núcleo de esta problemática es la percepción de la imagen, que trae

como consecuencia, un trastorno alimentario. Por ello, es fundamental,

que los procesos de intervención no se reduzcan a pensar la relación con

los alimentos, sino que incluyan también, el análisis de la relación del

individuo con su imagen y con lo que espera de los demás.


5.10 UNA CONCLUSIÓN… EL RESCATE DE LO

SUBJETIVO

La realidad del mundo actual, en el marco de la globalización y la

planetarización que cada vez más instala la vida en la dirección del

tener, produce un panorama poco alentador según lo planteado en este

texto.

Sin embargo, reconocer esta condición actual de la cultura, no implica

una desesperanza frente al objetivo de trabajar por mejores opciones

para la obtención del mejor estado de salud mental posible. Es

responsabilidad de los profesionales del área de la salud mental y

médica, reconocer que en el ser humano existe un componente

subjetivo, relacionado con la historia personal y que es uno de los

principales factores determinantes de los trastornos psicológicos y

corporales que afectan a la población universitaria.

Desde esta perspectiva, es necesario interrogar el único objetivo que

muchas veces aparece como meta del tratamiento: la adaptación.

Pensar sólo en volver al sujeto al orden, al cumplimiento de sus

funciones en la vida, implica borrar su subjetividad, su historia y hasta

su padecer. La sociedad reclama a estos profesionales resultados

prontos, pero recordemos que lo humano no puede siempre

circunscribirse a esta lógica. En muchas casos, la enfermedad, que por


fuera de formalismos puede ser muchas veces más bien un síntoma,

requiere de un proceso de acompañamiento terapéutico cuyo objetivo

no debe responder a la demanda de adaptación de la familia, de la

sociedad o del sujeto mismo; ya que la tramitación del sufrimiento

reclama indiscutiblemente pensar en causas y no en soluciones; aunque

casi siempre el saber algo sobre las causas, tiene como efecto la

desaparición del síntoma o del trastorno.

Es utópico definir estrategias que garanticen la cura o la prevención de

los trastornos psicológicos en los estudiantes universitarios, debido a

que en lo humano nada puede ser completamente predecible, la misma

naturaleza de la especie lo demuestra de manera constante. Por lo

anterior, más que formulas o reglas para la prevención y tratamiento de

dichos trastornos, la pretensión es reflexionar sobre el sentido que se ha

pretendido transmitir en el presente texto, que ha sido producto de la

experiencia clínica.

Clasificar y generalizar a partir de un diagnóstico no es suficiente para

una labor clínica cuyo objetivo sea contribuir a la calidad de vida de los

seres humanos. Así exista cualquier cantidad de personas que

compartan desde lo fenomenológico un diagnóstico determinado, detrás

del mismo existe una realidad subyacente, que los particulariza y

sustrae de la generalización de un diagnóstico. Desarrollar un proceso

clínico que se limite a establecer un diagnóstico bajo la perspectiva de

una causa biológica exclusivamente, implica ciertos riesgos.


Aunque varios de los trastornos presentes en los sujetos pueden

evidenciar una etiología orgánica, es indispensable considerar la

dimensión subjetiva, la respuesta de los pacientes ante el hecho de

conocer un diagnóstico, y los efectos psicológicos que esta condición

pueda generar, ya que tiene efectos de estigmatización autoexclusión y

desresponsabilización; esto último, si se lee todo el trastorno en desde

el paradigma biologicista.

Queda así plasmada una invitación a trabajar por el rescate de lo

subjetivo, a la no omisión de los componentes de la propia historia como

factores determinantes de los trastornos, así evidencien una causa

biológica. Es una invitación producto de la experiencia clínica con seres

humanos que, aunque universitarios y muchos con destacados recursos

cognitivos o intelectuales, habitan su propia vida con una gran fragilidad

psíquica; razón por la cual requieren de apoyo, y que no en pocas

ocasiones, este apoyo no consiste en un medicamento sino en alguien

que les escuche y acompañe en su sufrimiento, para así lograr una

rectificación subjetiva.


6. ¿QUÉ APRENDIMOS?

• ¿En algunos momentos de la vida los estudiantes universitarios

son susceptibles de requerir ayuda psicológica, así no estén

enfermos o “locos”?, ¿por qué?

• ¿La depresión obedece de manera exclusiva a factores orgánicos o

biológicos? Explique la respuesta.

• Ante una situación que haga sospechar de depresión, ¿qué se

debe hacer?

• Ante un duelo, ¿lo indicado es negarme a la tristeza, evitar llorar y

seguir como si nada hubiese pasado? Explique su respuesta.

• ¿Por qué la elaboración de duelo requiere de un tiempo y no se

logra de inmediato?

• ¿Qué es un duelo sin elaborar y porqué se produce?

• ¿Por qué la anorexia y la bulimia, son trastornos que se deben

tratar no solamente como trastornos de la alimentación?

• ¿Por qué la familia de hoy ha perdido estabilidad y funcionalidad

en cuanto a su dinámica y efectos en sus integrantes?

• ¿Cómo se caracterizan los nuevos vínculos entre los seres

humanos y qué consecuencias pueden implicar?

• ¿Qué significa la lógica del tener y la lógica del ser?


7. GLOSARIO

Rectificación subjetiva: condición fundamental en el proceso psicológico,

en la cual el sujeto asume una responsabilidad sobre sus actos y el

modo como se ubica en ellos. El sujeto efectúa un cambio de posición

frente a aquello que le hace enigma y le produce sufrimiento.

Síntoma: expresión de un conflicto psíquico, en el que de manera

metafórica, se hace manifiesto aquello que la persona no logra

simbolizar o no ha logrado tramitar por una mejor vía, como la de la

palabra.

Inconsciente: hace parte de los sistemas de la primera tópica del

aparato psíquico definida por Sigmund Freud. Está constituido por

contenidos reprimidos, a los que les ha sido negado su acceso al sistema

preconsciente y consciente, porque generan sufrimiento o vergüenza.

Deseo: condición psíquica indispensable para la existencia del ser

humano, que se produce en el momento en que su funcionamiento

psíquico experimenta la pérdida del estado de completud que

experimenta el infante en los primeros momentos de su vida, ante la

presencia de su madre o quien asuma ese lugar. A partir de la pérdida

de ese primer estado, que es ilusorio, se instala una falta que da origen

al deseo que es el motor de la vida.


Subjetividad: condición psíquica de todo ser humano que le da su

estatuto de ser único e irrepetible. Es el producto de la historia de cada

sujeto y que determina la manera como este responde a la vida.

Anorexia: rechazo a mantener un peso corporal mínimo normal, por un

intenso miedo a aumentar de peso. Quienes la padecen, experimentan

una alteración en la percepción de la propia imagen, razón por la cual

nunca logran el estado anhelado.

Bulimia: comer en exceso en muy corto periodo de tiempo, después de

lo cual se implementan métodos compensatorios inadecuados como la

producción voluntaria del vómito, buscando evitar el aumento de peso.

Duelo: afecto de tristeza y agonía que se produce ante la pérdida de

algo o de alguien amado.


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