milton friedman. faes 2006

8
ECONOMÍA MILTON FRIEDMAN, UN EFICAZ DEFENSOR DE LA LIBERTAD Manuel Jesús González. De la Real Academia de la Historia. Catedrático de Economía, Universidad Complutense de Madrid Buena parte del gran público no especialista sólo conoce a Milton Friedman como el “reaccionario economista de Chicago que defendía posturas de ex- trema derecha”. Al igual que tantas otras opiniones generales, esta apreciación es falsa. Salvo que se considere reaccionaria la defensa enérgica del orden económico de libre mercado. Friedman fue un defensor muy eficaz de la liber- tad. De la económica y de las demás. No ofreció sus teorías para apuntalar dic- tadura alguna como hizo John Maynard Keynes en el prólogo a la segunda edición alemana de la Teoría general. No viajó a Chile para suministrar consejo ni apoyo a la dictadura chilena. Fue a impartir unas conferencias invitado por una institución privada. También viajó a España, durante la dictadura de Franco, para participar en un seminario de economía, en 1970, en Cataluña. Allí se vio a un futuro ministro de Felipe González departiendo animoso en los debates; también se pudo ver a algún que otro miembro del PSUC, sin que nadie le pre- guntara a Milton: ¿qué hace un liberal como usted en una dictadura como ésta? 15/12/2006 Nº 36 FOTO: GETTYMAGES

Upload: miguelibaster1

Post on 16-Dec-2015

6 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

M Friedman

TRANSCRIPT

  • ECONOMA

    MILTON FRIEDMAN,UN EFICAZ DEFENSOR DE LA LIBERTAD

    Manuel Jess Gonzlez. De la Real Academia de la Historia.Catedrtico de Economa, Universidad Complutense de Madrid

    Buena parte del gran pblico no especialista slo conoce a Milton Friedmancomo el reaccionario economista de Chicago que defenda posturas de ex-trema derecha. Al igual que tantas otras opiniones generales, esta apreciacines falsa. Salvo que se considere reaccionaria la defensa enrgica del ordeneconmico de libre mercado. Friedman fue un defensor muy eficaz de la liber-tad. De la econmica y de las dems. No ofreci sus teoras para apuntalar dic-tadura alguna como hizo John Maynard Keynes en el prlogo a la segundaedicin alemana de la Teora general. No viaj a Chile para suministrar consejoni apoyo a la dictadura chilena. Fue a impartir unas conferencias invitado poruna institucin privada. Tambin viaj a Espaa, durante la dictadura de Franco,para participar en un seminario de economa, en 1970, en Catalua. All se vioa un futuro ministro de Felipe Gonzlez departiendo animoso en los debates;tambin se pudo ver a algn que otro miembro del PSUC, sin que nadie le pre-guntara a Milton: qu hace un liberal como usted en una dictadura como sta?

    15/12/2006N 36

    FOTO

    :GET

    TYM

    AGES

  • Fue entonces cuando tuve la oportunidad de conocerle. Viaj a la China comu-nista, a la India y a muchos otros pases suministrando consejos para encami-nar hacia la economa de mercado sistemas despticos de orientacinizquierdista sin el menor reproche hasta ahora de sus defensores occiden-tales.

    Fue durante los decenios de 1950 y 1970 cuando tuvo lugar la empeadapolmica entre monetaristas y keynesianos. El jefe de filas del monetarismo eraMilton Friedman, pero no estaba solo; figuras relevantes como Kart Brunner yAlan Metzler cubran muchos de sus flancos. Como suele suceder, al principio,las nuevas ideas suscitaban en los ambientes acomodaticios ms burlas querespeto intelectual. Los monetaristas se declaraban sin embargo herederos degigantes de tanta talla como Hume, Locke, Mill y Ricardo, adems de Marshally Adam Smith. Pero la suya fue una batalla de desgaste; estudios tericos y em-pricos, amn de numerosos trabajos de divulgacin, llegaron a cambiar la opi-nin de muchos economistas convirtindola en favorable a sus ideas.Finalmente, el Congreso de los EE.UU. pidi al Banco de la Reserva Federal queconsiderase detenidamente el caamazo de las ideas monetaristas. Fue ascomo, tiempo mediante, el presidente de la Junta de la Reserva Federal se in-clin a favor de los argumentos monetaristas.

    Friedman fue un defensor muy eficaz de la libertad. De laeconmica y de las dems

    Quizs por eso, aunque bsicamente por sus publicaciones tcnicas, loseconomistas conocen a Milton Friedman como adalid del monetarismo, la doc-trina de que el dinero importa. La almendra del punto de vista monetaristaes, en efecto, que los cambios en la cantidad de dinero, a corto plazo, puedenafectar al nivel de produccin y al nivel de precios, pero a largo plazo slo afec-tan al nivel de precios. Tal es la proposicin conocida como neutralidad del di-nero. Tanto el modelo keynesiano elemental como alguna de sus versionesms elaboradas no incorporaban directamente el fenmeno de la inflacin. Detan insatisfactorio tratamiento de los precios resurgi la nueva teora cuantita-tiva. La vieja teora cuantitativa de los precios, cuyo alumbramiento y primerospasos tuvo lugar en Castilla en el siglo XVI, haba sufrido el duro ataque deKeynes, quien la acusaba de basarse en componentes ms inestables que unequilibrista.

    La teora cuantitativa remozada por Friedman est centrada en la denominadaecuacin de cambio, leda como una teora de la demanda de dinero. En lugar delimitarse a la conexin mecnica de la cantidad de dinero (M) con los precios (P),a travs de la velocidad de circulacin del dinero (V) nmero medio anual deveces que un euro cambia de mano para comprar bienes y servicios finales y

    [email protected]

    2

  • la renta monetaria (el valor de la produccin real (Y) expresado en dinero: P.Y),Friedman opt por redefinir la demanda de dinero (inverso de la velocidad).

    Los economistas conocen a Milton Friedman como adalid delmonetarismo, la doctrina de que el dinero importa

    La pregunta fundamental de la teora de la demanda de dinero es: por quel pblico acumula dinero si no es un activo productor de renta como los bienesproductivos o los activos financieros que producen inters? Friedman encontruna respuesta brillante al enfocar la demanda de dinero con el mismo esquemaanaltico que se aplica para analizar la eleccin del consumidor. El consumidormantendr su riqueza en diversas formas; los servicios que le presta cada formade riqueza han de generarle, en el margen, la misma utilidad adicional para noinducirle a cambiar dinero por otras formas de riqueza y viceversa. La demandade dinero, es decir, la cantidad de dinero retenida por el pblico en trminos rea-les depende de un manojo de variables que slo cambian lentamente en eltiempo. Es ms, si tales determinantes de la demanda de dinero (PNB real, nivelde precios, expectativas sobre inflacin, rendimientos esperados de acciones,obligaciones y dinero, de la renta permanente, de la ratio riqueza humana/riquezano humana y de los gustos) no cambian de forma sbita y violenta, tampoco lohace dicha demanda, ni su inversa, la velocidad. Friedman y los suyos presenta-ron numerosas pruebas empricas para corroborar esta hiptesis. En definitiva:dado un comportamiento sistemtico y predecible de la velocidad de circulacindel dinero, todo incremento en la cantidad de dinero, a largo plazo, afecta nica-mente al nivel de precios. En el corto plazo, variaciones en la cantidad de dinerotienen efectos sobre la produccin y el empleo reales, pero con retrasos muy va-riables, y en todo caso, tales efectos no son duraderos.

    La pregunta fundamental de la teora de la demandade dinero es: por qu el pblico acumula dinero

    si no es un activo productor de renta como los bienesproductivos o los activos financieros que

    producen inters?

    En otras palabras: el dinero, a la larga, es neutral respecto a los posiblescambios en la renta real y el empleo. Keynes desdeaba, sin embargo, el largoplazo. Friedman tenda a subrayar que los aparentes beneficios de la manipula-cin del dinero a corto plazo estaban destinados a tener corta vida. Los retrasoseran impredecibles y podan alargar una depresin, o inducir un exceso de rea-nimacin cuando la recuperacin ya estaba en marcha sin que las autoridadesla hubiesen detectado. Fue as como, en 1956, en una serie de Estudios sobrela cantidad de dinero, Milton plant cara al anlisis keynesiano mostrando la es-

    [email protected]

    3

  • tabilidad del sector privado que implicaba estabilidad de la velocidad y del con-sumo a largo plazo y que Keynes negaba, defendiendo, de paso, la teoracuantitativa de los precios del demoledor ataque keynesiano. Esta conclusinfriedmanita supona un ejercicio de humildad intelectual ante la fatal arrogan-cia del genio keynesiano. Slo podamos conocer con alguna seguridad los efec-tos de las variaciones en la cantidad de dinero a largo plazo. A corto, el efectode los ajustes monetarios es mucho ms incierto; sobre ellos inciden factorestales como las expectativas del pblico y sus estados de confianza de los queapenas sabemos nada. Por eso pens que, a efectos prcticos, dada nuestraignorancia, lo menos malo podra ser mantener una tasa de crecimiento mone-tario suave y constante asegurando precios estables a largo plazo. Y, lo que noes trivial, evitara, adems, oscilaciones indeseables en la produccin y el em-pleo producidas por las variaciones en la tasa de crecimiento monetario.

    En el corto plazo, variaciones en la cantidad de dinero tienenefectos sobre la produccin y el empleo reales, pero con retrasosmuy variables, y en todo caso, tales efectos no son duraderos. Enotras palabras: el dinero, a la larga, es neutral respecto a los

    posibles cambios en la renta real y el empleo

    Quiso Milton poner a prueba su teora. Friedman, que haba empezado comoestadstico matemtico, era partidario de hacer de la Economa una disciplinacientfica. Por ello emprendi el monumental trabajo de contrastar en el labo-ratorio de la Historia su propia teora. Con Ana Schwartz escribi, en 1963, laimpresionante Historia monetaria de los Estados Unidos 1867-1960. Un hitoen toda regla. El cuidado y diseo de las pruebas empricas que destilaba laHistoria revelaban una potente e imaginativa capacidad creadora. No slo pudocorroborar las conclusiones de su teora monetaria; adems, brindaba sustentoa sus recomendaciones de poltica monetaria primun non nocere de no daara corto plazo, por ignorancia, o por urgidas necesidades del poder, y brindar ex-pectativas estables ofreciendo un escenario monetario fiable para que empre-sarios y consumidores tengan alguna seguridad sobre la que basar sus propiosplanes.

    Friedman, que haba empezado como estadsticomatemtico, era partidario de hacer de la

    Economa una disciplina cientfica

    Entre los hallazgos ms llamativos de la Historia monetaria est el descu-brimiento de un fracaso del Banco de la Reserva Federal en la Gran Depresin;durante este episodio, el Banco redujo en una tercera parte la oferta monetaria.La crisis de 1929 no se debi pues, como preconizaba Keynes, a un fracaso

    [email protected]

    4

  • del gobierno, incapaz de compensar el derrumbe de la demanda global conmayor gasto pblico, sino a un fracaso de la Reserva Federal que transformen depresin profunda lo que no habra pasado de recesin rutinaria. El des-cubrimiento ilustra la importancia del dinero. Muchos episodios del siglo XIXmostraban que detrs de cada recesin severa, o de cada inflacin aguda, ale-teaba un mal manejo del dinero.

    Muchos episodios del siglo XIX mostrabanque detrs de cada recesin severa, o de cada inflacin

    aguda, aleteaba un mal manejo del dinero

    La idea de una regla fija, un crecimiento constante del 3, el 4 o el 5 porciento de crecimiento monetario anual, no fue aceptada. Incluso aunque la ve-locidad de circulacin del dinero obedezca a la teora de Friedman mantenin-dose estable a largo plazo, sin duda presentar a corto plazo desviaciones dela tendencia. Varios meses de desviacin de la tendencia, estable a largo plazo,pueden hacer que la economa se desplome. Aunque no por mucho tiempo,muchos puestos de trabajo dependern de la conducta compensatoria delbanco central del pas. El problema es que se necesita tiempo para detectarlas variaciones de la velocidad de circulacin del dinero, pero las autoridadesno saben cunto. Adems, las medidas que adopte tambin requieren tiempopara que surtan efecto. El reconocimiento de los retardos, tanto en el conoci-miento de la fluctuacin como en el efecto, es incierto, y parece que le resultadifcil a la autoridad monetaria saber qu es lo que ha de hacer.

    Prcticamente todos los bancos centralesde las economas avanzadas han adoptado

    la prctica de ceirse al objetivode una tasa moderada de crecimiento monetario

    como antdoto contra la inflacin

    Aunque no todo el mundo coincide en las enseanzas del monetarismo, locierto es que a finales de los aos 70 se cambiaron las tornas y prcticamentetodos los bancos centrales de las economas avanzadas han adoptado la prc-tica de ceirse al objetivo de una tasa moderada de crecimiento monetariocomo antdoto contra la inflacin. El ajuste fino practicado por los bancoscentrales en los keynesianos aos cincuenta y sesenta ha perdido su aureolade prestigio. Quizs no ha desaparecido del todo, pero se reserva para ocasio-nes especiales. Las tensiones inflacionarias de los aos setenta y la tenazprovocacin de Milton contribuyeron decisivamente a cambiar el clima, en loscentros acadmicos, en los despachos de los asesores econmicos de los go-biernos y, sobre todo, en los de las autoridades monetarias.

    [email protected]

    5

  • Esto, por cuanto hace a su vuelo terico para resolver problemas relevantesen las sociedades aquejadas de la enfermedad inflacionaria. Pero quizs eltrabajo cumbre de Milton, el de ms alta vala cientfica, fue su obra Una teorade la funcin de consumo, dada a la estampa en la temprana fecha de 1957.La hiptesis central, como todas las suyas, no poda ser ms sencilla: el gastodel consumidor est gobernado por su renta permanente, y no se ver notable-mente afectado por ganancias transitorias. Un enjambre de pruebas empricasdise Milton para corroborar la teora. Aqu, en un alarde de popperianismo,trat afanosamente de encontrar las evidencias estadsticas capaces de refutarsu hiptesis. La honestidad cientfica, la robustez de los contrastes a los quesometi su propia teora, la tersa deduccin de las ms complejas implicacio-nes de la misma, suscitaron un coro de alabanzas como modelo de buen hacercientfico. La prueba del algodn de una buena teora no era para Milton el rea-lismo de los supuestos, sino su capacidad de generar predicciones exitosas.No tardaron en llegar. Durante el bienio 1966-1968, el presidente Johnson tratde enfriar la economa americana con recetas keynesianas, fundamentalmentecon un aumento temporal de la presin fiscal. En 1968, su gobierno, temiendoque los gastos de la Guerra de Vietnam y el avance de los gastos de seguridadsocial redundaran en dficit presupuestario e inflacin, hizo aprobar por el Con-greso una elevacin de impuestos para atemperar la marcha de la economa.Por su parte, los consumidores respondieron a tal medida, no contrayendo elgasto, sino desahorrando, tirando de sus ahorros pasados, para mantenersus niveles de consumo adaptados a sus niveles de renta permanente. Comose desprenda de la hiptesis de Friedman, el gobierno no consigui su objetivo;aunque, ciertamente, muchos gobiernos no abandonaron de repente la suges-tiva idea de cambiar paro por inflacin.

    La prueba del algodn de una buena teora no era para Milton elrealismo de los supuestos, sino su capacidad de generar

    predicciones exitosas

    De nuevo nuestro provocador economista baj a la arena y demostr quetal ilusin ilustrada por la llamada curva de Philips slo era alcanzable acorto plazo. Las atractivas polticas gubernamentales de obtener niveles deparo por debajo de su tasa natural acudiendo a recetas monetarias y fiscalesexpansivas slo obtendra efmeras victorias a corto plazo por lo que hace alvolumen de empleo. Pero, generaban un efecto secundario, ms daino si cabe:la inflacin se aceleraba persistentemente. Los objetivos de los gobiernosapuntaban tan slo a variables reales bajo nivel de paro, y alto nivel de pro-duccin pero el resultado a largo plazo del frmaco prescrito era ms paro yms inflacin. Friedman fue uno de los pocos que explic, clara y convincente-mente, el fenmeno de la estanflacin que ensombreca las economas occi-dentales en las dcadas de los setenta y ochenta, y las explicaciones

    [email protected]

    6

  • keynesianas del paro! Un desplazamiento a largo plazo de la curva de Philipsa corto explicaba el crecimiento conjunto de ambos fenmenos, y el consi-guiente retorno del paro a su tasa natural, a menos que se produjeran reformasestructurales flexibilizando la economa.

    Friedman fue uno de los pocos que explic,clara y convincentemente, el fenmeno

    de la estanflacin que ensombreca las economasoccidentales en las dcadas de los setenta

    y ochenta

    Si algo pone de relieve la potencia y fertilidad de la mente de este inmi-grante, de modestos recursos, enorme capacidad analtica y asombrosa viva-cidad polmica, era su gran capacidad para utilizar la caja de herramientas dela economa en los casos concretos. Desde el problema de la vivienda a los delos aranceles o la crisis del petrleo, la fertilsima mente de Friedman brillaos y aos en sus columnas del Newsweek, en su deliciosa obra escrita consu mujer, Libertad de elegir o en la posterior Tirana del statu quo. Escritostodos de divulgacin que ponan de manifiesto la enorme potencia del sistemade precios para explicar y hallar soluciones a los ms graves problemas eco-nmicos de las sociedades occidentales. Muchos eran los economistas cono-cedores del funcionamiento bsico, de las propiedades asignativas del sistemade precios. Pero pocos como l alcanzaron la maravillosa habilidad de introducirlas herramientas analticas del economista en la estrecha caja del mundo realpara dar cuenta de sus disfunciones y remedios.

    La superioridad moral de las sociedades libres, frente a lossistemas despticos, es para Milton, como para Hayek o para

    Adam Smith, un presupuesto indiscutible

    Finalmente, no es de menor importancia el que una mente tan poderosa sehaya alineado en la defensa el orden liberal. Bien puede decirse que Friedmanfigura entre los ms descollantes defensores de la libertad en el ms ampliosentido de la palabra. Desde su obra pionera Capitalismo y Libertad, hasta sustrabajos ms tcnicos, todos estn enmarcados en unas coordenadas dondeel imperio de la ley, la defensa de la libertad individual, el Estado de Derechoy los derechos de propiedad dotan de contenido el arreglo social de mercadoy libertad que Milton defiende vigorosamente. Como en el caso de Hayek, elotro gran campen de la libertad, la defensa de un orden liberal no slo es unacuestin tcnica, que tambin; es adems un deber moral. La superioridadmoral de las sociedades libres, frente a los sistemas despticos, es para Mil-ton, como para Hayek o para Adam Smith, un presupuesto indiscutible.

    [email protected]

    7

  • [email protected]

    8

    FAES Fundacin para el Anlisis y los Estudios Sociales no se identifica necesariamente con las opiniones expresadas en los textos quepublica. FAES Fundacin para el Anlisis y los Estudios Sociales y los autores. Depsito Legal: M-42391-2004

    [email protected]