mayo déjate acoger por tu madre la iglesia

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AÑO 11 / NO.303 MAYO 10, 2020 Déjate acoger por tu madre la Iglesia Pags. 7, 11 y 12 LA IGLESIA TAMBIéN ES MADRE Y MAESTRA 12 P. 13 CULTURA LA CELEBRACIóN DE LA EUCARISTíA ¿PARA CUáNDO? 12 P. 6 ACTUALIDAD DAR GRACIAS AL SEñOR CON EL CORAZóN Y LOS LABIOS DE MARíA 12 P. 2 VOZ DEL PASTOR Nuestras madres, pilares ante la adversidad / P. 3 ENCUÉNTRANOS EN: PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE TLALNEPANTLA [email protected] WWW.PROVINCIADETLALNEPANTLA.ORG.MX

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Page 1: mAyo Déjate acoger por tu madre la Iglesia

Año 11 / No.303mAyo 10, 2020

Déjate acoger por tu madrela IglesiaPags. 7, 11 y 12

La IgLesIa tambIénes maDre y maestra

12P. 13

CULTURA

La ceLebracIón DeLa eucarIstía ¿Para cuánDo?

12P. 6

ACTUALIDAD

Dar gracIas aL señor con eL corazón y Los LabIos De maría

12P. 2

voz DeL pAsToR

Provincial 303 / Mayo 10, 2020 /16

eNCUéNTRANos eN: pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

nuestras madres, pilares antela adversidad / P. 3

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El pasado jueves 30 de junio del pre-sente año los obispos de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla se reu-nieron por medio de una plataforma virtual para dar seguimiento a las re-uniones episcopales de la provincia y para seguir trabajando en sinodali-dad durante la emergencia sanitaria que estamos viviendo.

Convocados por Mons. José Anto-nio Fernández Hurtado, los obispos, desde sus sedes episcopales, se dieron cita a las 11:00 hrs por el medio di-gital para saludarse, ponerse al tanto de los trabajos de cada diócesis y dia-logar acerca de las realidades y situa-ciones específicas de cada territorio diocesano. Participaron los obispos de Cuautitlán, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco, Ecatepec, Teotihuacán, Izcalli, el Vicario General de Texco-co, los obispos auxiliares y el arzobis-po de Tlalnepantla.

Las fechas de las reuniones que se tenían programadas para este primer semestre del año se vieron afectadas por el confinamiento y las nuevas disposiciones de la fase 3 de contingencia por el Coronavirus. No obstante, buscando un diálogo a nivel provincial y comunión entre los obispos y las disposiciones que se han tomado a lo largo de la pande-mia, los prelados participaron gusto-sos de esta reunión.

El primer momento de la sesión fue el saludo entre los participantes, donde expresaron con mucho ánimo que se alegraban por poder saludarse y convivir, aunque sea de forma vir-tual, sabiendo que ninguno está solo en su misión como pastores del pue-blo de Dios en las distintas Iglesias

particulares. En ese momento tam-bién se anunció el estado de salud de Mons. Juan Manuel Mancilla, Obis-po de Texcoco, quien se encontraba en reposo por haber adolecido de las rodillas; el Vicario General de Tex-coco compartió sus saludos y acudió en su representación, pidiendo tam-bién la oración por su pastor para su pronta recuperación. Los obispos tuvieron oportunidad de expresar su sentir ante la situación de pandemia y de platicar sobre algunos aspectos personales que cada uno vive.

En un segundo momento se dia-logó acerca de las disposiciones, las problemáticas y las circunstancias extraordinarias que se están vivien-do en cada Iglesia particular por la pandemia provocada por Covid-19.

Las disposiciones tomadas por los pastores de las diócesis pertenecien-tes a la Provincia de Tlalnepantla han sido tomadas en la misma línea, de ayuda, solidaridad y cuidado del rebaño y los pastores, atendiendo también a las disposiciones de las autoridades sanitarias y civiles. Los diferentes territorios diocesanos es-tán viviendo situaciones variadas pero similares en lo que se refiere a la contingencia. En cada diócesis se está trabajando un plan para seguir anunciando el Evangelio y para se-guir construyendo el reino de Dios en este mundo, confundido por la tormenta que ha golpeado a la hu-manidad. Cada uno tuvo la oportu-nidad de externar lo que se vive en su diócesis, para dar luz a las demás Iglesias y a los pastores.

Terminada la participación de cada uno de los asistentes, Mons. José Antonio cedió la palabra a Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo Auxi-liar de Tlalnepantla, quien presentó el proyecto de Redes de Solidaridad y Comunión, siguiendo la invitación del arzobispo de responder a las con-secuencias de la pandemia con so-lidaridad con los más necesitados y comunión con el pueblo de Dios. El arzobispo invitó a las demás dióce-sis a seguir trabajando en conjunto y a buscar el diálogo para tener una mejor visión ante el tiempo que nos espera como Iglesia. A la luz del Es-píritu Santo, el Plan Operativo ya ha sido puesto en marcha y las Iglesias de la provincia ya trabajan para salir adelante frente a la realidad actual en el mundo.

Finalmente, se convocó a los pas-tores a una nueva reunión en el mes de mayo, para poder seguir dialo-gando, como hasta ahora, en frater-na comunión, teniendo como base el amor de Cristo, que calma la tem-pestad y sale victorioso de la muerte. Pidamos por nuestros obispos, para que el Espíritu los ilumine, les conce-da sabiduría y fortaleza para enfren-tar las adversidades

reunión virtual de los obispos de laProvincia de tlalnepantla

PROVINCIAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

Foto: CODIPACS Tlalnepantla Por medio de la plataforma Zoom, se llevó a cabo la primera reunión de los obispos de la Provincia de Tlalnepantla en lo que va de la contingencia.

Page 2: mAyo Déjate acoger por tu madre la Iglesia

Una vez un periodista le preguntó al entonces Cardenal Joseph Ratzinger: «¿Dios es hombre o mujer?». La respuesta del cardenal - hoy Papa Emérito - es contundente: «Dios es Dios. No es ni hombre ni mujer, sino que es Dios por encima de todo. Yo creo que es muy importante consignar que la fe bíblica siempre tuvo claro que Dios no es ni hombre ni mujer, sino precisamente Dios, y que el hombre y la mujer le copian (…)». Seewald insiste: «Pero el problema es que la Biblia habla de Dios como padre, representándolo con una ima-gen masculina». La respuesta del entonces Carde-nal fue la siguiente: «(…) la Biblia utiliza en la ora-ción la imagen del padre y no de la madre, pero en las imágenes sobre Dios siempre le ha añadi-do atributos femeninos. Por ejemplo, cuando se habla de la “compasión” de Dios en el Antiguo Testamento, no se menciona el vocablo abstracto “compasión”, sino un término corporal, Racha-min, el ‘seno materno’ de Dios que representa la compasión. El significado espiritual de esta pala-bra simboliza también la maternidad divina».

La autora Marta Nin Dones en uno de sus libros destaca el pasaje de la Biblia de la mujer adúlte-ra, a la que figuradamente llama: Bassemat, que a punto de ser lapidada, es presentada a Jesús, y Él se vuelve a agachar y continúa escribiendo en la

tierra. La autora comenta: «No era, pues, la con-dena de Bassemat la que dibujaba con el dedo. Ella se fijó bien: Rachamin, rehem ... escribía estas dos palabras. Rachamin, misericordia, aquella palabra que la adúltera había oído tantas veces referida a Dios y que solo ahora captaba como hija de rehem, vientre materno. Rachamin se quedaba bien corta entendida solo como misericordia. Rachamin ve-nía de rehem, era amor de madre, amor incondi-cional, amor paciente, amor bueno, amor abierto al perdón».

En un libro titulado «El regreso del hijo pródi-go» (Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt) el autor explica que el pintor representó al mucha-cho arrodillado ante su padre, y la cabeza descan-sando en su corazón. En este cuadro se nota que el Padre tiene dos manos diferentes, la del lado iz-quierdo es fuerte mostrando un padre que corrige, que exige, la de la derecha es delicada, como una mamá que abraza, que consuela.

Es un modo hermoso de describir plásticamen-te esas dos dimensiones del amor de Dios. María es el mejor icono de ese amor materno de Dios. Ella esperó con nitidez sus promesas, y lo pudo hacer porque amó mucho. Quien ama, no se can-sa de esperar al amado. El amor materno de Dios se manifiesta en la clara esperanza de María.

La celebración de las madres inicia con una mujer estadunidense lla-mada Anna Jarvis, quien celebró un memorial para su madre veneran-do “el servicio privado de una mu-jer hacia su familia”, así como ren-dir homenaje al servicio que había prestado durante años atendiendo heridos en la Guerra Civil de EU; posteriormente dicha celebración se estableció en todo el mundo con di-ferentes fechas. En México el 10 de

mayo se celebra con el propósito de reconocer la importancia de la figura materna para los hijos, las familias y la sociedad.

La figura de una madre es funda-mental para el crecimiento y desa-rrollo de los seres humanos, sin duda es uno de los papales más importan-tes dentro de la sociedad. Una mamá nos enseña de forma directa a lavar-nos los dientes, pedir las cosas por fa-vor, lavar las manos antes de comer,

pero también de forma indirecta nos enseñan a amar sin condicio-nes, a compartir, escuchar, están ahí en nuestros primeros pasos, cuando caemos y cuando corremos con una cobija en la espalda pensando que es una capa. Muchos tenemos la for-tuna de crecer con nuestra madre a un lado, pero para otros tantos, por diferentes situaciones, no ha sido así, por lo que es necesario recordar que la Iglesia siempre ha acogido a todos como una madre amorosa, donde no limita su amor ni aceptación, donde se puede encontrar un refugio en los brazos amorosos de una Iglesia fiel que adopta no solo dando cariño,

sino para conocerte, para escrutarte e introducirte a una vida cristiana.

En 1995 Juan Pablo II escribe una carta hacia las mujeres donde dice: «Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida.»

El Día de las Madres es un día para reconocer la importancia de aquella figura de amor, pero tam-bién figura de poder, respeto y cari-ño. Es necesario que todos los días se agradezca con palabras y acciones el amor incondicional de las madres; es conveniente que todos los días se re-conozca la importancia de la figura materna.

Quiero compartir esta reflexión en este mes de mayo dedicado a la Santísima Virgen María, espero que pueda ayu-darnos para profundizar en nuestra fe y nuestro amor a María Santísima. Esta reflexión la haré tomando como marco el bello texto que nos presenta el Evangelio de San Lucas, un texto co-nocido como el «Magnificat», esperan-do que nos pueda ayudar a darle gra-cias a Dios, a glorificar su nombre con el corazón y con los labios de Maria.

Abramos la Sagrada Escritura y lea-mos con toda serenidad el texto de Lc. 1,46-56.

Este canto, tradicionalmente llama-do «Magnificat» por su primera pala-bra en la traducción latina, es un him-no de acción de gracias a Dios por la realización de su obra salvadora a favor de Israel, compuesto con frases y remi-niscencias de textos del Antiguo Testa-mento. Tiene como modelos el cántico de Ana, una mujer estéril a quien Dios le concede un hijo, y los cantos de los pobres del Señor presentes en los Sal-mos. María encarna al nuevo Israel, que da gracias a Dios porque cumplió todo lo anunciado en las Escrituras. María es dichosa porque en ella Dios comenzó las grandes obras con las que cumplió su promesa de socorrer a los pobres y desvalidos de la humanidad.

«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra en mi espíritu en Dios mi salvador». Con estas palabras Ma-ría reconoce en primer lugar los dones singulares que le han sido concedidos, pero alude también a los beneficios co-munes con que Dios no deja nunca de favorecer al género humano. Proclama la grandeza del Señor el alma de aquel que consagra todos sus afectos interio-res a la alabanza y al servicio de Dios y, con la observancia de los preceptos di-vinos demuestra que nunca echa en ol-vido las proezas de la majestad de Dios. Se alegra en Dios su salvador el espíri-tu de aquel cuyo deleite consiste úni-camente en el recuerdo de su creador, de quien espera la salvación eterna. Estas palabras, aunque sean aplicables a todos los santos, hallan su lugar más adecuado en los labios de la Madre de Dios, ya que ella por un privilegio úni-co ardía en amor espiritual hacia aquel

que llevaba corporalmente en su seno. Ella con razón pudo alegrarse más que cualquier otro santo en Jesús, su salva-dor, porque sabía que aquel mismo al que reconocía como eterno autor de la salvación había de nacer de su carne, engendrado en el tiempo, y había de ser en una misma y única persona su verdadero hijo y su Señor.

«Porque el poderoso ha hecho obras grandes por mí, su nombre es Santo». No se atribuye nada a sus méritos, sino que toda su grandeza la refiere a la li-bre donación de aquel que es por esen-cia poderoso y grande, y que tiene por norma levantar a sus fieles de su pe-queñez y debilidad y hacerlos grandes y fuertes. Muy acertadamente añade: «su nombre es Santo», para que quie-nes entonces la oyeron y todos aquellos a los que habían de llegar sus palabras comprendieran que la fe y el recurso a este nombre había de procurarles tam-bién una participación en la santidad eterna y la verdadera salvación, con-forme al oráculo profético que afirma: «todo el que invoque el nombre del Se-ñor se salvará», ya que este nombre se identifica con aquel del que antes se ha dicho: «Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador».

En estos últimos días hemos esta-do viviendo con gran temor, con gran preocupación e incertidumbre esta si-tuación de emergencia sanitaria, que podría oscurecer la alegría y el gozo de nuestra fe, y que incluso podría im-pedirnos presentarle al Señor nuestra alabanza, nuestra acción de gracias, el reconocimiento de su amor y de su mi-sericordia.

Y es precisamente en la adversidad cuando María nos enseña a elevar nuestro cántico de acción de gracias, nuestro canto de confianza en el Señor porque somos sus hijos pequeños, frá-giles e indefensos; con humildad reco-nocemos nuestra fragilidad, con senci-llez de corazón nos damos cuenta que solos no podemos, que necesitamos el consuelo y la protección de quien todo lo puede, cuyo nombre es Santo y su misericordia llega de generación en generación. Como generación ac-tual nos está tocando vivir en todo el mundo los estragos de esta pandemia,

donde descubrimos que la ciencia, la medicina, el desarrollo económico y los avances tecnológicos no han sido suficientes para contener este desastre humanitario. Ante esta realidad de dolor, tristeza y muerte, unidos al cora-zón de María, podemos elevar nuestro canto de alabanza porque el Señor está con nosotros; abramos el corazón y los labios para presentarle nuestro gozo y nuestra esperanza.

Con toda certeza millones de niñas y niños, adolescentes, jóvenes, mujeres y hombres e infinidad de familias es-tán cansadas por tantos días, semanas y meses de encierro en sus casas, con el deseo de salir, de encontrarse con los demás familiares, amigos, compañeros de escuela, de trabajo o hermanos de comunidad parroquial, con el deseo de celebrar los Sacramentos y no es posi-ble, porque podemos contagiarnos o ser portadores de contagio. Ante este can-sancio, frustración e incluso desespera-ción, podemos unir nuestro corazón y abrir nuestros labios con los de María, para que unidos en la oración y en la alabanza, pidamos al Señor la fuerza que necesitamos y así salir fortalecidos en nuestra vida cristiana ademas con el compromiso de ser constructores de un mundo más humano en el que nos cui-demos unos a otros y trabajemos por el bien de la humanidad.

Finalmente, hermanos, los invito para que se unan al Plan Operativo de sus correspondientes diócesis y pon-gamos en práctica la caridad cristiana y nuestro espíritu de solidaridad, de modo prioritario con los hermanos más necesitados, los más vulnerables los que padecen hambre, los que pa-san frío y con quienes desafortunada-mente están enfermos o han perdido uno o más seres queridos. Hagamos uso de las redes sociales y de los dife-rentes medios de comunicación actual que estén a nuestro alcance, para que podamos llegar a ellos, que experimen-ten nuestra presencia cercana, nuestra solidaridad cristiana y nuestra oración haciéndolos sentir miembros vivos de la iglesia.

+ Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Dar gracias al señor con el corazóny los labios de maría

el impacto de una madre.10 de mayo Día de las madres.

el amor materno de Dios

LA VOZ DEL PASTOR Por: Mons. Efraín Mendoza Cruz / Obispo Auxiliar de TlalnepantlaLAICOS Por: Lic. Rebeca Navarro Chaparro / Arquidiócesis de Tlalnepantla

DirectorioExcmo. Sr. D. José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz MondragónObispo de Cuautitlán

Excmo. Sr. D. Francisco González RamosObispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G.Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar GaliciaObispo de Teotihuacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla SánchezObispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales SánchezObispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio BautistaObispo Auxliar de Tlalnepantla

Mons. Víctor René Rodríguez GómezDirector General Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación

Pbro. José Luis Juárez RamosDirector en Turno

Equipo de Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de TlalnepantlaColaboradores

Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesaria-mente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación.

Mensajero es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepan- tla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuauti- tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihua-cán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

Para cualquier aclaración o comentario, favor de contactarnos vía correo electró-nico a la siguiente cuenta:

[email protected]

La Voz del Pastor 303 / Mayo 10, 2020 / / Mayo 10, 2020 / 303 Laicos2 15

LAICOS Por: Lic. Rebeca Navarro Chaparro / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Foto: Cathopic La relación madre-hijo es casi siempre la primera relación que experimentan los seres humanos, esta tiene un gran impacto en la vida personal y de ella dependen varias características íntegras de la persona.

Foto: Cathopic El amor materno es escencial en la vida de toda persona, por eso nos deja a la madre Iglesia.

eNCUéNTRANos eN: eNCUéNTRANos eN:pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA pRovINCIA eCLesIÁsTICA De [email protected] [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

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Infantil 303 / Mayo 10, 2020 / / Mayo 10, 2020 / 303 Editorial14 3

¡Felicidades mamá!INFANTIL Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Queridas lectoras y lectores, hoy re-cordamos con mucha alegría y felici-tamos a todas las mamás de nuestro país, y también recordamos la mater-nidad por ser signo de amor y sacri-ficio para el mundo. En este mes de las madres recordamos el «sí» que ha tenido mayor impacto en la vida de la humanidad, la generosa respuesta de la Virgen María, que nos demues-tra que después de un «sí» Dios se vuelca en generosidad para con sus hijos amados.

Sabemos que temas como la mater-nidad, exclusiva del género femenino, son explicados de mejor manera por aquellas quienes lo han experimenta-do en carne propia, por eso quisimos preguntar a una madre cuál ha sido su experiencia de ser madre, de ser un elemento vivo del plan de vida que Dios ha pensado para la humanidad.

Entrevistamos a María Guadalupe Méndez, madre de 10 hijos y abuela de 15 pequeños, uno próximo a na-cer en estos días. Que su experien-cia maternal pueda iluminar a mu-chas madres que hoy se encuentran atrevasando dificultades por vivir el proyecto de Dios de dar vida en este mundo que sufre.

Después de todo lo que has vivido, la soltería, el embarazo, el parto, ¿qué significa para ti ser mamá?Para mí ser mamá es un gran don, un regalo que alimenta y aviva mi exis-tencia, porque es increíble poder ser partícipe de la creación de un ser vivo, totalmente completo y perfecto, don-de yo no he tenido que hacer práctica-mente nada. Ser madre es un regalo, primero el don de dar vida a nuevos hijos y después el don de entregarte cada día por ellos, porque los amas y buscas lo mejor para ellos, aunque te prives tu de muchas cosas que ellos no se imaginan. Al final cada quien va haciendo su vida, tomando las deci-siones en su libertad y una se queda como edpectadora, pero prevalece la esperanza de que en algún momento puedan ser felices, según sus anhelos, según su búsqueda.

¿Qué fue lo que te impulsó a decir, como María, «sí» al plan de vida que Dios tenía parado para ti?

En realidad no dije un «sí» como lo hizo María, sino que Dios me fue dan-do poco a poco pruebas de su amor en mi vida, en cada día, en cada em-barazo, en cada hijo, para poder ir entrando paulatinamente en su vo-luntad; así como un enamorado mira por su novia, tiene detalles de afecto, demuestra su cariño, así fue manifes-tándose Dios en mi vida, de manera que llegó un hijo, y otro, y otro… y me concedió estar siempre dispuesta a lo que Él quisiera; quizás mi miedo no me permitió decir un certero «sí», pero su amor me permitió no resistir-me y nunca decir «no».

¿Cuál ha sido el reto más difícil que has enfrentado para llegar al pleno amor de madre?El reto más difícil ha sido respetar la libertad de los hijos a medida que van creciendo y que van tomando sus propias decisiones. Muchas veces una como madre piensa que están equi-vocados o que no están bien, pero al final son decisiones que ellos toman y se tienen que respetar.

Hoy pareciera que el mundo está en nuestra contra, porque has dado lo mejor de ti y todo se viene abajo, pero hoy es el momento oportuno de dar lo mejor de ti, porque todavía hay más bondad en tu interior. Muchas cosas han cambiado su significado, algu-nas ya no son importantes y las ver-daderamente importantes las vemos latentemente, pero lo que importa es el medio en el que te mueves, con los que te toca vivir día a día, aunque no te entiendan ni te comprendan.

¿Cuál ha sido la sorpresa más grande en esta experiencia ma-ternal?El ser madre para mí ha sido un deto-nante para sacar de mí misma muchas cosas que antes no sabía que tenía o que podía hacer y para conocerme más a mí. El estar pendiente de los hijos, en sus distintas maneras de ser, en sus distintas necesidades, te hace entrar en una diversidad enorme de aprendizaje que se lleva a la práctica, y generalmente va uno creciendo mu-cho más, regenerándose mucho más. Algo que nunca me esperé, que es una sensación muy bella, es cuando en los

festejos del Día de las Madres mis hi-jos, apenas sabiendo escribir y agarrar el lápiz, mis hijos me escribían cartas de felicitación, eso siempre fue un de-talle que me gustó, porque también Dios se comunica así, en lo sencillo, en los detalles.

Estamos atravesando un tiempo muy difícil mundialmente por la pandemia, donde pareciera que engendrar nueva vida es una locura. ¿Qué consejo les darías a las mujeres, madres o en proce-so de ser madres, para vivir la maternidad plenamente?¡No tengan miedo! Dios es bueno, Dios es fuerte, Él cuida de los suyos, de sus hijos, y Él va a ayudar tanto a las madres como a los bebés. Este tiem-po de pandemia, este tiempo de crisis, sirve para que el hombre y la mujer, las familias, busquen una nueva for-ma de vivir, dejando muchas cosas su-perfluas, que no eran tan necesarias. En este tiempo difícil, pareciera que la humanidad ha dado todo lo que puede, todo lo que tiene, y no es así, todavía nos falta dar más de lo bueno de nosotros, todavía hay más bondad dentro de nosotros, y más nosotras como madres; una mujer por un hijo se transforma en algo mucho más grande para protegerlo, para ayudar-lo. Así que no tengan miedo, Dios está con nosotras.

Estamos viviendo acontecimientos difíciles que están cambiando com-pletamente la sociedad que conocía-

mos, a lo que estábamos acostumbra-dos, pero creo que estos cambios eran necesarios para que la humanidad se detenga un poquito y se replantee la vida. El cosmos es un mundo que no conocemos ni tantito, donde la vida germina y cambia minuto a minuto. A ustedes los jóvenes les parecía que todo lo podían controlar, pero esta situación demuestra la fragilidad hu-mana y que sin Dios es muy difícil, y la vida presenta que todo es nuevo, y lo maravilloso es que los jóvenes tendrán la capacidad de salir adelante por su juventud y capacidades, solo que en un ambiente que no esperaban.

La Iglesia, Madre de todos los cris-tianos, se transforma en algo más grande para ayudar a sus hijos, para protegerlos, para verlos felices. Que la figura Materna de la Iglesia que nos ama, ilumine la vida del pueblo cris-tiano, de los hijos de Dios, para salir adelante ante las adversidades que el mundo nos presenta.

Madre, tú también responde es-tas preguntas y envíalas al correro: [email protected], nosotros las compartire-mos para que tu testimonio pueda ilu-minar el caminar de muchas madres y familias en nuestra provincia.

¡Feliz día de las madres!Editorial Mensajero

nuestras madres, pilares ante la adversidadEDITORIAL

Foto: John OregónDios me dio la vida; la maternidad me dio más ganas de vivirla.

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Caminar Diocesano 303 / Mayo 10, 2020 /4

La pandemia del coronavirus provoca una situa-ción que nuestra generación no conoció jamás. Si-guiendo las indicaciones de las autoridades de sa-lud, estamos viviendo en aislamiento voluntario, quedándonos en casa. Nunca habíamos visto un Domingo de Ramos sin procesión, un Jueves San-to sin Eucaristía, ni Viernes Santo sin Vía Cru-cis, Sábado Santo sin Vigilia Pascual y Domingo de Resurrección sin fiesta; una Semana Santa sin asistir al templo. Este año, experimentamos un Triduo Pascual diferente al colocar en familia, en nuestras fachadas, signos como los ramos, la cruz y las flores para hacer de cada casa la Iglesia do-méstica en comunión.

Descubrimos nuevas oportunidades con la transmisión en vivo de la Santa Misa diaria que las parroquias realizan por las redes sociales, invi-tando a los fieles a participar con sus intenciones, sintiéndose así atendidos por su párroco aún en la distancia. En algunas comunidades el Párroco y el Consejo Parroquial de Pastoral se han organizado para distribuir despensas y alimentos preparados, a los más afectados en su economía, como lo exige el protocolo de prevención, incluso las parroquias más organizadas ofrecen ayuda psicológica.

Tras el primer impacto y desconcierto, la ac-

tividad pastoral debe continuar y las Comisiones Diocesanas de la Pastoral Familiar, Infantil, Juve-nil y la Catequesis, trabajan adaptando sus acti-vidades programadas a las condiciones actuales para difundirlas a través de los medios digitales. En su mayoría, nuestros pastores con gran esfuer-zo y creatividad atienden las necesidades espiri-tuales y materiales de sus comunidades. El Pueblo de Dios necesita de su liderazgo y fortaleza para que las estructuras parroquiales sigan coordinan-do a las personas comprometidas con sus distintos ministerios.

Como Iglesia seguimos en pie, Jesucristo es nuestra luz y esperanza, estamos buscando cami-nos y oportunidades para seguir anunciando el Evangelio, con la protección de nuestra Madre, Santa María de Guadalupe.

San Agustín nos dice en su tratado “De música” que la música nace del alma y que es un reflejo de Dios, y bajo esta sentencia en mente en la catedral de Ecatepec, en el marco de la Jornada de Oración por las Voca-ciones, con mucha alegría nuestro obispo Mons. Oscar Roberto uni-do al equipo de adoración confor-mado por sacerdotes y el ministerio de música nueva vida llevaron a los hogares la presencia de Cristo Eu-caristía mediante un concierto de adoración en línea.

Son tiempos difíciles llenos de desesperanza e inestabilidad psi-cológica, física y espiritual, nuestro obispo invitó a todos los seguidores a poner su fe en Cristo y a unirse en oración para pedir por todas las víctimas del Covid-19, así como por todos los agentes de salud, dando es-peranza al pueblo convocado desde

su casa bajo el lema: “Dios no me abandona”. La adoración de Jesús Eucaristía inició aclamándolo con cantos y oraciones que surgían de corazón de los adoradores, pedimos al dueño de la mies que suscite voca-ciones sacerdotales, religiosas y mi-sioneras dispuestas a servir al pueblo de Dios y anunciar su Evangelio a los más necesitados.

Esa noche se vivió una experien-cia inolvidable, las familias desde sus hogares enviaron comentarios y ex-presaron que se llenaron de ánimo y gozo al vivir este hecho insólito. ¡No tengas miedo! Eran las palabras que hacían eco del Evangelio de San Marcos y que tocaban los corazones de los fieles que seguían la transmi-sión al contemplar a Cristo en el sa-cramento del altar.

Finalmente, con alabanzas se agradeció a Dios por tan grande

oportunidad de evangelizar por medio de las redes sociales, que es un ejemplo de ser luz de los nuevos tiempos que vive la Iglesia en medio de la tribulación.

¡La Iglesia está viva! una experiencia digital decomunión

oración que se transforma en caridad

CAMINAR DIOCESANO Por: Vicaría de Pastoral / Diócesis de Valle de Chalco

CAMINAR DIOCESANO Por: Díac. Raúl Eduardo Pérez Vázquez / Diócesis de Ecatepec

Foto: CODIPACS, Diócesis de Valle de Chalco. El Santísimo sale al encuentro de la comunidad.

Foto: Diócesis de Ecatepec Dios no nos abandona, mucho menos en los tiempos difíciles. Busquemos formas de hacer presente que Cristo está vivo en medio de nosotros, para llegar al corazón de todos los fieles.

/ Mayo 10, 2020 / 303 Cultura 13

Durante el mes de mayo celebramos a María, Madre de Dios y Madre nuestra; también cele-bramos con días especiales a todas las madres y a los maestros. Por este motivo, debemos reconocer en las tareas de la Iglesia, el papel que desempeña como madre y maestra de los fieles cristianos.

La Iglesia es madre porque engendra a sus hi-jos por el Espíritu Santo y los nutre mediante los Sacramentos. El Papa Francisco menciona que “Nadie se hace cristiano a sí mismo, nacemos y crecemos en la fe dentro del pueblo de Dios”. To-dos los miembros de la Iglesia son hermanos entre sí, a los que se les da vida en Cristo y son hijos de un mismo padre, Dios. La Iglesia tiene su modelo y ejemplo en la Virgen María, cuya obediencia a la Palabra de Dios es plena. Con esta palabra guía a todos sus hijos al conocimiento de la verdad y a la salvación en Cristo Jesús.

En palabras de San Pablo, comprendemos a la Iglesia como columna y fundamento de la verdad

(cfr. 1Tim 3, 15), es decir, dentro de la Iglesia se contempla a la Verdad, que es Cristo. Jesús mismo lo manifiesta de este modo al decir que Él es el ca-mino, la verdad y la vida (cfr. Jn 14, 6). Es gracias a la Iglesia que los fieles son guiados e instruidos en el conocimiento de Cristo mediante la Revela-ción y los Sacramentos.

Por tanto, en estas fechas importantes para las madres y para los maestros, tenemos que recono-cer a nuestra Iglesia como madre, que nos engen-dra y alimenta; y también como maestra, que nos educa y enseña. ¡Feliz día a las mamás y maestros! ¡Feliz día a nuestra Iglesia!

La Iglesia también es madre y maestraCULTURA Por: Pbro. José Luis Santos / Diócesis de Valle de Chalco

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En “Laudato Si", el Papa, reto-mando intuiciones de San Juan Pablo II, habla sobre la "conver-sión ecológica", «que implica de-jar brotar las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las re-laciones con el mundo que los ro-dea» (n. 217). Y de aquí se deriva el compromiso de todo bautizado de evangelizar y dar testimonio continuo de la verdad que le fue entregada como gracia, como "co-mún-unidad", como comunidad capaz de convivir enriqueciendo y dignificando la creación de la que siendo parte ha de asumir la tarea privilegiada de guiarla; no debe ol-vidarse del aprendizaje de la con-vivencia que tiene lugar en la fami-lia que es "común-unión" y que su tarea es insustituible y finalmente asumir los compromisos que per-mitan el ejercicio del poder, a tra-vés de la política que ha de atender a la realización del bien común.

La Iglesia en varias ocasiones ha recordado las tareas y obligaciones de los laicos en este campo, nece-

sitamos apostar por otro estilo de vida, en una nueva alianza entre la humanidad y el ambiente que sea reflejo de la alianza con Dios y una humanidad que va en camino, unida y con la certeza de que si no luchamos juntos, no podremos lo-grar éste cometido. Esto nos puede llevar a una verdadera conversión, que requiere el conocimiento de Dios como "Padre y Creador" en un acto continuo de fe que anime la esperanza y dinamice la caridad.

¿Qué podemos hacer?… Pode-mos plantearnos éstas preguntas para llegar a respuestas y resulta-dos concretos:• ¿Cómo estamos llamados a cui-

dar de la creación de Dios?• ¿Qué podemos como católicos,

ofrecer a las necesidades am-bientales?

• ¿Cómo podemos fomentar un diálogo serio en la comunidad, en nuestras parroquias, escuelas, universidades y otros escenarios sobre las significativas dimensio-nes éticas de la crisis ambiental?

Nos podemos plantear varias preguntas que nos lleven a reali-zar acciones concretas por noso-tros, por nuestros hijos y futuras generaciones, por el mundo en-tero. Como Bautizados debemos adoptar la promesa de San Fran-cisco de Asís de cuidad de la crea-ción y de los pobres. La promesa de San Francisco es una promesa y un compromiso de personas, familias, parroquias, organiza-

ciones e instituciones católicas para vivir nuestra fe protegiendo la creación de Dios y abogando a favor de las personas en situa-ción de pobreza que enfrentan los impactos más severos del cambio climático global.

nuestro compromiso como bautizadosCULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

Foto: Vatican News Mensaje del Santo Padre para la Jorna-da Mundial de oración para el cuidado de la creación.

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Foto: Cathopic La Iglesia tiene su modelo y ejemplo en la Virgen María.

“Debemos reconocer en las tareas de la Iglesia el papel que desempeña como

madre y maestra de los fieles cristianos”

Page 5: mAyo Déjate acoger por tu madre la Iglesia

/ Mayo 10, 2020 / 303 Caminar Diocesano 5

Esta 57° Jornada Mundial de Ora-ción por las Vocaciones tuvo un cambio radical. Cada año el equi-po de Pastoral Vocacional organiza este evento en la casa del Seminario Diocesano del Señor de la Miseri-cordia, pero, ante la situación actual de contingencia que se vive por la pandemia del COVID-19, este año no pudo ser así. Fue por eso que se realizó un plan emergente para no dejar de vivir esta JMOV.

El objetivo de este plan fue ani-mar a todas las personas que nos siguen a través de las redes sociales a orar por las vocaciones, principal-mente en estos tiempos de contin-gencia, dándoles a conocer los tipos de vocaciones a las cuales Dios nos llama. A través de transmisiones en Facebook Live de la “Pastoral Vo-cacional Izcalli", en un itinerario de una semana previa al Domingo del Buen Pastor, se puso en mar-cha la jornada de oración por las vocaciones en nuestra Diócesis. Se impartieron breves catequesis sobre los tipos de vocación, se compartie-ron experiencias de los integrantes del Equipo Diocesano de Pastoral Vocacional, cada uno desde su pro-pia vocación, y finalmente un breve momento de oración.• Día 1: El Pbro. Juan Justino Gar-

cía, promotor diocesano de la Di-mensión de Pastoral Vocacional, habló sobre la vocación y el primer llamado que Dios nos hace, que es a la vida.

• Día 2: El seminarista Jorge Sán-chez tuvo invitados especiales y ha-blaron sobre la vocación cristiana y cómo cada uno la vive desde su vocación específica.

• Día 3: Se habló sobre la vocación laical. Felipe y Laura, un matri-monio joven, compartieron que también apoyan en la Pastoral de Adolescentes de la Diócesis.

• Día 4: Jueves sacerdotal, donde el tema fue la vocación al ministerio ordenado. El seminarista Diego Armando Sánchez tuvo de invi-tados al seminarista Fabián Fuen-tes, al Diácono Andrés Torres y al

Pbro. Juan Pablo Elizondo.• Día 5: Se abordó la temática de la

vocación a la vida religiosa, impar-tida por la Hna. Petra Nájera y sus invitados, también religiosos.

• Día 6: Se retomó la vocación a la vida laical, hablando específica-mente sobre el estilo de vida del matrimonio, donde Salvador e Isa-bel, matrimonio de 40 años, com-partieron sus experiencias de vida.La clausura fue el domingo 3 de

mayo a las 10:00 hrs. con la Euca-ristía por las vocaciones, presidida por nuestro Sr. Obispo Don Fran-cisco González Ramos, desde la Ca-tedral. En punto de las 17:00 hrs. el Rosario por las vocaciones fue diri-gido por las Hermanas de la Insti-tución Javeriana. Por último, a las 19:00 hrs. la Hora Santa por las vo-caciones dirigida por los hermanos franciscanos de la Orden de Frailes Menores Conventuales.

Gracias damos a Dios por el éxi-to de este proyecto, ya que es la pri-mera actividad oficial que se realizó como equipo diocesano, a pesar de las circunstancias de esta pandemia. Que el Señor nos conceda abun-dantes vocaciones laicales, religiosas y al ministerio ordenado; y a todos nos conceda las gracias necesarias para alcanzar la santidad.

La Arquidiócesis de Tlalnepantla lanzó el pasado lunes 04 de mayo su plan “vivir y anunciar el Evangelio en la emergencia sanitaria” con el fin de acompañar al Pueblo de Dios. Este plan se propone cinco objetivos:1 Fomentar la fe la esperanza y la ca-

ridad2 Consolidar la comunión afectiva3 Vivir la solidaridad4 Cuidar de nuestros pastores5 Ponernos al servicio de todos

La primera acción para alcanzar estos objetivos es: formar redes de comunión y solidaridad, para que, en esta emergencia, nadie quede solo; les invitamos a aprovechar las redes sociales y restablecer el universo de relaciones que sostienen la vida.

Ante la emergencia la Arquidióce-sis está colaborando con las autorida-des estatales y municipales y ha he-cho alianza con instituciones como la Universidad Anáhuac, la fundación COmpartiendoVIDa, el Consejo Nacional de la Comunicación y Voto Católico.

Invitamos a todos a formar su pro-pia red de comunión y solidaridad para que juntos afrontemos las ad-versidades que son consecuencia de esta pandemia.

Hacemos un llamado a todo aquel que quiera unirse con nosotros, todos

podemos compartir conocimientos, talentos, alimentos o medicamentos para mitigar el sufrimiento de los que menos tienen.

Que nuestra señora de los Reme-dios patrona de esta Iglesia particular nos bendiga y acompañe.

Hay un tema del que no se habla mu-cho porque suele confundirse erró-neamente con el feminismo que se vive en la sociedad, es la espirituali-dad femenina. En la Iglesia hay una figura femenina, que es la Virgen Ma-ría, mejor conocida como la Madre de nuestro creador, a quien le damos gracias por aceptar ser la madre de Jesús. La vida de esta ejemplar mujer está llena de hermosas virtudes, que las ha vivido en otro extremo y nos las ha heredado, para poder ser mujeres y ser madres a ejemplo de María.

La primera virtud que conviene imitar de María es la Humildad. Ella nació en un núcleo familiar en donde lo más indispensable era la oración y el amor. La virgen María nos invita a que en nuestros hogares haya oración y mucho amor, que es la base de un hogar sólido. El Dios he-cho hombre también quizo nacer en esta humildad; ella no pidió lujos ni el mejor hospital, simplemente hizo la voluntad de Dios y confió en la pro-videncia divina, «Aquí está la es-clava del Señor, que me suceda como tú dices» (Lc. 1,38).

La segunda virtud que debemos imitar es la Serenidad. María es una mujer que nos muestra su fe bien ci-mentada, ella sabía en qué momentos rezar, meditar para escuchar la voz de Dios desde pequeña. Nuestra madre nos invita a ser serenos, a meditar la voz de nuestro Señor y a seguir en constante oración.

La tercera virtud es la Alegría. En su infancia fue muy alegre y en su vida, junto a Jesús, vemos a una madre que siempre mantenía una sonrisa. Durante este mes también seguimos viendo su alegría a través del rostro de nuestras madres, es la misma alegría que tuvo Nuestra Madre al ver a su hijo resucitar, al vernos rezar el San-to Rosario y al vernos reconciliar con su hijo amado en el sacramento de la Confesión.

Otra virtud es la Resiliencia, que María vivió en varias ocaciones, en la Anunciación y al conocer a José, su esposo, por ejemplo. Ella fue atrevida al aceptar la voluntad de Dios, posi-tiva a Jesús y José, resolutiva al saber que esperaba a un bebé, viva con ga-

nas de criar a su hijo y de casarse con José. Nuestra Madre nos invita a te-ner resiliencia en nuestra vida, a ver el lado positivo de las circunstancias en las que vivimos día a día.

La Esperanza. Mamá María nos invita a tener esperanza en nuestra vida y en nuestro hogar. La Virgen experimentó la esperanza en su em-barazo, y también cuando su hijo Jesús le dijo que resucitaría al tercer día, ella confió y así lo cumplió Él. Vemos en las bodas de Caná cómo María puso su esperanza en su hijo amado, porque creía y su esperanza fue tan grande que hubo más vino en esa boda: «Hagan lo que Él les diga» (Jn. 2,5), ámenlo y déjense amar por el Padre con la fuerza del Espiritu»

También vemos en María la vir-tud del Esfuerzo. Nuestra Madre nos invita a esforzarnos continuamente, cuando caemos en el pecado, en la tentación, nos invita a levantarnos. Ella nos enseñó esta virtud cuando apeas era una joven y tenía que criar a Nuestro Señor: «¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?» (Nican Mo-

pohua 119 A. Relato de las apa-riciones de Nuestra Señora de Guadalupe, Antonio Valeriano).

Paciencia y Bondad, estas gran-des virtudes que la Virgen María tie-ne para nosotros las encontramos en nuestras madres, que nos dan toda su paciencia al escucharnos, al cui-darnos cuando enfermamos. La bon-dad que nuestras madres y la Virgen María tienen para nosotros surge por la confianza y la fe en Dios, porque creen y comparten. Recordemos que en el rostro de nuestras madres está el de María. Ser madre significa engendrar todos los días.

Gratitud. María en todo mo-mento agradeció a Dios por todo lo que día a día Él le daba, le agradecía por tener a un hijo, quien salvaría al mundo entero. Seamos como nuestra dulce Madre, gratos con la vida, gra-tos con los hijos, con el esposo, novio, hermanos, abuelos, madres, amigos

y con todos los seres humanos que nos rodean, incluso con la natura-leza que nuestro Dios nos regaló. A cuántas personas hoy en día vemos que reniegan el haber nacido, renie-gan su pobreza, reniegan su cuerpo, etc., seamos buenos hijos de la Virgen María y aprendamos a ser gratos en todo momento de nuestra vida.

Finalmente el Amor. Tal vez te preguntas por qué deje el amor al final y no comencé con esta virtud desde un principio. Esta virtud es una de la más abundante que nuestra hermosa María tiene con nosotros. La virtud del amor por naturaleza todo hombre la tiene, por ella es que existimos en este universo, es por la que llegó nues-tro Señor Jesús, por el amor que nos tiene, y quiso estar entre nosotros para salvarnos. Nuestra Madre de Miseri-cordia cada día está con nosotros y pronuncia en cada momento con sus dulces labios «te amo», además, aca-ricia y te cubre con su manto. Tal vez muchos se cuestionen «¿Cómo puede suceder esto si no la veo, no la escu-cho ni la siento?» Sin saberlo, cada que abrazas, besas o muestras afectu a tu madre, lo estás haciendo también con María; cada que le dices te amo a tu madre, también se lo dices a Ma-ría. Que no te sorprendan estas pa-labras ni que te turben, al contrario, que te den paz, házlo más seguido y sin temor. Nuestras madres nos ne-cesitan, así como ellas estuvieron con nosotros cuando éramos pequeños, ahora ellas quieren que las acompa-ñes en su vida adulta para juntos ver las maravillas de las proesas divinas. Recemos el Santo Rosario este mes de mayo, porque cada que lo rezas le das un ramo de flores a nuestra dul-ce y hermosa María de Nazaret. «El que cumple la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi herma-na y mi madre» (Mc. 3, 33-35).

57° Jornada mundial de oración por las Vocaciones

Llamado para generar redes de solidaridad y comunión

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Foto: Cathopic Pidamos por nuevas vocaciones sacerdo-tales, religiosas y laicales, pero también ore-mos por quienes ya siguen al señor en una vocación específica, para que encuentren la gracia de la vida eterna desde su realidad.

Foto: Logotipo Redes de Solidaridad y Comunión. Te invi-tamos a formar tu propia red de comunión y solidaridad para juntos afrontar las adversi-dades consecuentes de la pandemia.

Foto: Cathopic Nuestro objetivo principal es organizar-nos para cuidarnos, ayudarnos y enfrentar esta contingencia atendiendo a quien más lo necesita, teniendo como base el valor de la comunión y la solidaridad.

Foto: Cathopic Hay mucho qué aprender sobre Nuestra Madre, debemos estar mirándola constante mente y seguir la invitación que nos ha hecho de «hacer lo que su hijo nos diga.

«Nuestra Madre nos invitaa esforzarnos continuamente,

cuando caemos en el pecado, en la tentación, nos invita

a levantarnos»

Cultura 303 / Mayo 10, 2020 /12

mujer, Dios quiere alojarse en ti

CULTURA Por: Julieta Núñez Mejía / Arquidiócesis de Tlalnepantla

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Page 6: mAyo Déjate acoger por tu madre la Iglesia

“Queridos Obispos, queremos Pan de Vida; Obispos, de-vuélvanos la Eucaristía” es el grito que se ha hecho sentir recientemente de parte de algunos feligre-ses, tal vez de muchos. No estoy cierto que en nuestra Provincia Eclesiástica el clamor sea com-partido por todos nuestros lectores. A partir de esta súplica pongo ante ustedes algunas reflexio-nes que nos ayuden a discernir espiritualmente la voluntad de Dios.

Vivimos un tiempo de especial dificultad, de prueba, para el cual no estábamos preparados. Es probable que el cansancio del encierro en casa nos lleve a la desesperación y a sentir que nece-sitamos urgentemente la celebración eucarística, presencial, no virtual. Quisiéramos respuestas seguras ante preguntas que el mismo confina-miento nos ha hecho plantearnos. No es mi obje-tivo responder a ellas, ni al planteamiento serio: ¿Cuándo volverá la Eucaristía a nuestras vidas? No hay respuesta conveniente. Podemos vislum-brar que la apertura de los Templos, la Misa y los demás Sacramentos será paulatina. También descubrimos que la vida sacramental ya no será igual a como la vivíamos.

¡Queremos la Eucaristía ya! ¡necesitamos la vida sacramental ya! ¿Para qué? El escenario que vivimos impulsa a la búsqueda de sentido, el sen-tido de la vida cristiana. La celebración eucarís-tica es para los cristianos de verdad, ¿de-seamos ser auténticos cristianos? ¿Necesitamos afianzar nuestra adhesión a Cristo, para vivir la fraternidad y poner en común nuestros bienes? ¿por ello nos hace falta la Eucaristía? ¿es ésta la razón de fondo?

La Eucaristía es Pan de Vida, no de cualquier vida, sino de Vida Eterna. Sin embargo, antes de la pandemia, la celebrábamos como una acción cultual más; cometimos muchos abusos quitán-dole su valor sagrado. Ello merece nuestro arre-pentimiento y llanto, nuestra súplica de perdón a Dios, porque nos hicimos ciegos al sentido de eternidad.

Por el amor de Dios, si necesitamos la Eucaris-tía, cuando tengamos la oportunidad de volver a celebrarla en comunidad, devolvámosle su sa-cralidad, esto implica para nosotros participar de ella en los templos, ¡no más en las calles! por ca-ridad, ¡no más sobre coladeras! no en la mesa de los tamales, sino en el Altar. Cuando participemos de este Sacramento, que sea reconciliados, confesados, arre-pentidos, guardando el ayuno eucarístico, habiendo hecho penitencia. Es mi esperanza volver a la misa en el templo, bien dispuestos, abiertos al deseo de la Vida Eterna que Jesucristo Resucitado nos ha dado.

Nos interrogamos, a la luz del Espíritu Santo, porqué queremos la misa ya. ¿Se nos ha ocurrido pensar alguna vez en esta cuarentena que la jerar-

quía de la Iglesia nos ha privado, arbitrariamente, de la Eucaristía y del sacramento de la Reconci-liación por capricho? ¿Hemos considerado que nuestros jerarcas tomaron esa decisión iluminados por el Espíritu de Dios, espíritu de vida, buscando precisamente la vida, atendiendo el llamado a no exponernos al contagio ni a la propagación del virus Covid-19? Hacemos un llamado a recono-cer que la disposición, que ha sido dolorosa para todos, fue por amor a nosotros.

Traer paz a la mente y al corazón implica reconocer que una de las virtudes que identifica a un Cristiano, si-guiendo a su Maestro Jesucristo, es la obediencia, que Él mismo nos enseñó haciéndose obediente hasta morir en la

Cruz. Seamos obedientes muriendo, como Jesucristo, a nuestros criterios egoístas. La celebración de la Eucaris-tía volverá a ser presencial cuando nuestros pastores nos lo indiquen; entre tanto, volvamos a la raíz, guiados por San José Sánchez del Río, que ha dicho: “nunca fue tan fácil ser santo”, aceptando el martirio en el tiempo de la persecución Cristera. Nuestra vocación última, lo que Dios quiere de nosotros, es la Santidad. Hoy tenemos regalada la oportunidad de vivir santamente: ¡Obedeciendo!

La celebración de la eucaristía ¿para cuándo?ACTUALIDAD Por: Pbro. Jaime Rias Aldama / Diócesis de Texcoco

/ Mayo 10, 2020 / 303 Familia 11

Cuántas veces hemos escuchado a mucha gente decir: ¿Por qué la Igle-sia no vende todas sus posesiones y las da a los mas pobres? Sabías tú que durante este tiempo de emergencia sanitaria que enfrenta el mundo por la pandemia del Covid-19, la Iglesia católica en muchas partes del mun-do ha salido al encuentro de quienes más necesitan, entre ellos familias que por causa del confinamiento se han visto muy reducidos en sus re-cursos económicos, familias que en-frentan crisis alimentaria.

A través de las Conferencias Epis-copales en todo el mundo, se han puesto en marcha varias iniciativas para poder mitigar el hambre. A tra-vés de las Diócesis se hace frente a es-tas situaciones y muchas de estas ini-

ciativas pasan desapercibidas, ya que quedan en el anonimato; no olvide-mos que todas las acciones parten del aprender a mirar a Cristo que sufre, partiendo de la caridad y solidari-dad de los unos para con el prójimo, aprender a ser buenos samaritanos. Solo juntos podemos ir superando la situación que estamos enfrentando; solo aprendiendo a mirar al otro es como podemos ayudarle en su nece-sidad, apoyando a las familias, a los adultos mayores, a los niños, al en-fermo, a todo aquel que necesita, sin mirar quien sea; solo mostrando el actuar de Cristo en la Iglesia.

Estamos seguros de que en mo-mentos como los que enfrentamos siempre salen muchas manos anóni-mas que su única prioridad es ayu-

dar, muchos voluntarios anónimos con una sola finalidad: atender a las necesidades más básicas de las fami-lias con escasos recursos, aprendien-do a compartir el pan con el que más lo necesita. Solo al hacernos solidarios es como podemos juntos avanzar y vencer esta pandemia.

Debemos aprender que es nece-sario ser responsables del bienestar los unos de los otros; debemos apos-tar por la salud y la vida de nuestros hermanos, por eso toda ayuda siem-pre será importante y valiosa; debe-mos sentirnos comprometidos como Iglesia con cada familia y con cada hermano que sufre.

La Iglesia también acompaña es-piritualmente a las personas que lo necesitan. Durante este tiempo de

pandemia, nuestros hermanos sa-cerdotes se las han ingeniado para poder hacer que el Evangelio lle-gue a todos, muchos sacerdotes han acudido a ver a los enfermos y mos-trarles que Cristo esta con ellos en estos momentos difíciles. Debemos recordar que como Iglesia nuestro llamado es a servir a la manera de Cristo, ¡no tengamos miedo de asis-tir a quien lo necesita!.

Los tiempos que nos han tocado vivir son muy complicados, pero de pronto, con la contingencia nos han puesto un alto, nos han parado en seco y ahora debemos cambiar el ritmo de vida y adap-tarnos para cuidar a nuestros hijos todo el día, todos los días. Esto requiere ser una mamá todo terreno, siempre dispuesta a innovar, debamos in-geniárnoslas para que nuestros hijos no se aburran dentro de casa tantos días. Aquí te dejo mis 5Tips.

PrImeroOrganízate para aprovechar el tiempo durante el día.

Debemos tener orden en nuestra vida y para eso es bueno que tengamos una agenda donde ponga-mos todo lo que debemos hacer en el día, debemos ser firmes pero flexibles, es decir, estar conscientes que debemos dar prioridades a nuestras activida-des, así podremos realizar primero las que son de vital importancia, después las necesarias y si nos queda tiempo las demás.

Hay actividades que no pueden dejar de hacer-se, esas son las actividades que nos dan la pauta en nuestro día. Ahora que están nuestros hijos en casa es más difícil organizarnos, pero debemos en-contrar la forma de hacerlo y quizá lo mejor sea incluir a nuestros hijos en nuestras actividades, de-pendiendo de su edad.

segunDoOptimiza los recursos que tienes.

La situación actual se ha complicado, por eso de-bemos aprender a optimizar los recursos que tene-mos, y no solo me refiero al dinero, que de suyo es muy necesario, sino también a todo lo que tenemos en casa, sobre todo nuestro tiempo. Podemos hacer rutinas que nos faciliten la vida, establecer procesos. Debemos aprovechar los tiempos y recursos, sobre todo a la hora de la limpieza o de la cocina, evitando desperdiciar lo menos posible nuestros recursos, es cuestión de darnos un tiempo para ver qué podemos optimizar.

terceroSiempre digna.

La dignidad juega un papel muy importante en la convivencia familiar. Es importante siempre pro-curar la dignidad de los miembros de la familia y que nuestros hijos y esposo nos vean alegres. La belleza exterior, el cuidado de nuestra imagen, de nuestro cuerpo y de nuestra salud, es siempre un reflejo de lo que hay en nuestro interior. Procure-mos exteriorizar la dignidad de hijos de Dios, la belleza del alma, por medio de nuestra imagen y nuestras actitudes.

cuartoQue la creatividad sea tu mejor recurso.

En cuanto a la solución de los problemas o retos que se nos presentan a lo largo del día, es necesario que seamos creativas, que no nos dé miedo innovar. Hay procesos cansados, pero si le agregamos una chis-pa de imaginación podemos hacerlo divertido para nuestros hijos, por ejemplo, la música ameniza mu-cho mejor las actividades cotidianas.

QuIntoQue la oración sea tu mejor arma.

Ante todo y sobre todo, procuremos estar bien en nuestro interior para que la convivencia familiar lleve un curso agradable. Una relación cercana con Dios nos ayudará a entender mejor a nues-tros hijos y nuestro entorno. Hay asuntos que solo Él los puede arreglar, y solo estando cerca de Él podemos ver. Es necesario que oremos por nuestros hijos para que Dios los ilumine y pue-dan comprender lo que Él quiere de ellos pues nuestra vida carece de sentido si no sabemos a qué estamos llamados y si no sabemos hacer la voluntad de Dios por encima de la nuestra.¡Feliz día de las madres!

Iglesia que acompaña al que sufre

mamá todo terreno

FAMILIA Por: Pastoral Familiar / Diócesis de Ecatepec

5 TIPS de Silvia del Valle

Foto: Pastoral Familiar, Diócesis de Ecatepec. Solo al hacernos solidarios es como pode-mos juntos avanzar y vencer esta pandemia.

@SilviaMdelValle / [email protected]

Fotos: Archivo de la Diócesis de Texcoco Mons. Juan Manuel Mancilla celebrando la Eucaristía en la Catedral de Texcoco.

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Actualidad 303 / Mayo 10, 2020 /6

Page 7: mAyo Déjate acoger por tu madre la Iglesia

/ Mayo 10, 2020 / 303 Celebremos la Fe 7

La Iglesia es, según el Concilio Va-ticano II, “Nuestra Madre” que busca alimentarnos, saboreando las cosas de arriba. Es Madre porque engendra hombres y mujeres para la vida eterna, les alimenta con la Palabra de Dios y la Eucaristía, los reviste con la túnica de la pureza por el Sacramento de la Confe-sión, les calza con las sandalias de la caridad, coloca el anillo de la fe en sus manos y les prepara para ser peregrinos en el mundo, teniendo esperanza en la herencia, que solo corresponde a los hijos.

Cuando uno está fuera del hogar experimenta la ausencia de la casa materna, la casa donde lo hay todo, aunque a veces se carezca de lujos: un plato de frijoles o de sopa fue-ra de casa nunca será como el que mamá te servía a la mesa; la salsa

y las tortillas nunca ausentes en la mesa jamás se compararán con aquel taco caliente que la mano amorosa de mamá te dio.

Por ahora nuestras Iglesias ma-teriales se encuentran cerradas por la pandemia, momento crítico y a veces desesperante, pareciera que

estamos lejos de casa, que nos hace falta algo, nadie nos sirve a la mesa ni de la Palabra ni de la Eucaristía, pareciera que no podemos confe-sarnos, ni manifestar las obras de la fe. Sin embargo, esto no es así, la Iglesia Madre sigue abierta en cada una de las obras de caridad, perma-nece abierta tal y como lo prometió Jesús: «Porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,20).

Hoy esta madre desea ferviente-mente tu regreso a casa, desea aco-gerte con el cariño que solo una ma-dre tiene porque has nacido de sus entrañas, desea tenerte en su seno, sentarte en sus piernas, cobijarte con sus brazos, alimentarte en Es-píritu y Verdad, desea de ti un hijo sano y fuerte, lleno de amor y espe-ranza.

En estos días en que se acerca el día en que celebramos a las mamás, me llegó una imagen por internet de la película de Marcelino Pan y Vino, la escena es el diálogo de Marcelino con Jesús. Marcelino pregunta a Je-sús: «¿Qué hacen las madres?» Jesús le responde: «Dar, Marcelino, dar, siempre dar». « Y ¿Qué dan?», dijo Marcelino. Jesús respondió: «Dan todo, se dan a sí mismas, dan a los hijos sus vidas y la luz de sus ojos, hasta quedar viejas y arrugadas». Marcelino añadió la pregunta: «¿Y feas?». Jesús respondió rápidamen-te: «Feas no, Marcelino, las madres nunca son feas». Marcelino volvió a preguntar: «¿Y tú quieres mucho a tu madre?». Jesús sonrió diciendo: «Con todo mi corazón». Marcelino concluyó con inocencia: «¡Y yo a la mía más!».

Creo que eso es nuestra Madre, una mujer que nos da la vida eter-na y el brillo de nuestros ojos que miran al futuro, pero para poder re-cibir esto es necesario dejarse amar por la Madre, ella sigue esperando, suspira por el hijo, no importa si este es bueno o malo, rico o pobre, cariñoso o huraño, lo importante es que eres hijo muy amado.

Dice Isaías: «¿Puede una mu-jer olvidar al hijo de sus entrañas? Aunque ella se olvidara, yo nunca te olvidaré». La Iglesia no puede olvidarte porque no ama con cora-zón humano, sino con el corazón de Cristo. ¡Déjate acoger por tu Madre la Iglesia!, podrán estar cerrados los templos, pero nunca se cerrarán los brazos de Nuestra Madre, siempre lo dará todo y nunca se pondrá fea. - «¿Amas a tu Madre?» – «Con todo el corazón». ¡Pues ella más a ti!

Homilías 303 / Mayo 10, 2020 /10

Queridos hermanos, el Evangelio de hoy nos recuerda que Jesús va al Padre, pero nos dice que no nos dejará solos, nos enviará al Espíritu Santo, al amor que se tiene entre el Padre y el Hijo, pero antes de mar-charse nos indica que sigamos su mandamientos, que si nosotros lo amamos los guardaremos hasta el extremo. Lo difícil no es escuchar sus mandamientos, lo difícil es po-ner en práctica los mandamientos de Dios.

La importancia de los manda-mientos es que se demuestra el amor que le tenemos al prójimo, porque Jesús no vino a abolir la ley sino que vino a cumplirla, ahora nos dice que no nos dejara huérfanos, nos man-dará al Paráclito, aquel que vivirá en nuestro interior que nos llenará de gozos, de alegría, de felicidad y sobre todo de amor.

Si nosotros decimos amar a Dios, tenemos que poner en práctica todo lo enseñado por Jesús y ser ejemplos de vida y de santidad. Así podremos demostrar el amor que Dios nos tie-ne al enviarnos no solo al Hijo, sino también a su Espíritu Santo. Por eso

tenemos que buscar el espacio para Dios, que tendría que ser toda nues-tra vida, pero lamentablemente to-davía no conocemos por completo el amor de Dios.

Encontrar el amor de Dios no es tan fácil en esta sociedad, por-que se ha perdido el concepto del amor, y podríamos preguntarnos: ¿El amor todavía existe en nues-tros tiempos? Y la respuesta tendría que ser que «Sí». En este tiempo de incertidumbre y miedo, egoísmo y dudas tenemos que ver y palpar el amor de Dios, por lo que tendría-mos que buscarlo y encontrarlo, tal vez en el sufrimiento, porque este sentimiento inseparable de la vida del ser humano, nos permite llegar hasta el fondo de nuestro interior y reconocer que estamos necesitados del amor de Dios, amor que pode-mos encontrar en nuestro prójimo, el amor que manifiesta el Espíritu de Dios.

Amado pueblo de Dios, en estos tiempos difíciles que estamos vivien-do por la pandemia que estamos en-frentando, la Palabra de Dios nos da un camino muy esperanzador para poder comprender que el Señor no nos abandona. Partiendo del Evan-gelio de San Juan de este domingo, quisiera comenzar invitándote a po-der cuestionarte ¿qué idea tienes de Dios? Quizá la respuesta se produz-ca de acuerdo a la experiencia que hemos ido teniendo durante estas semanas de la Pascua; para algunos será una idea o imagen desesperan-zadora, porque podemos llegar a pensar que Dios es el arreglavidas, solo un refugio en momentos de apuro; otros quizá se han formado una imagen de acuerdo a sus propios criterios, solo un remedio para tran-quilizar la vida.

Para poder conocer verdadera-mente a Dios es necesario cami-nar con Cristo, Él nos decía en el domingo del Buen Pastor que es la puerta de las ovejas, por ello, en este Evangelio Jesús nos recuerda que la fe en el Padre misericordioso parte del encuentro con el verdadero Dios y esto solo es por medio de Jesucris-to, «Nadie va al Padre sino por mí» (Jn 14, 6).

Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, sin embargo, en nuestros tiempos nos hemos acostumbrado

a dar soluciones a nuestra vida y a nuestras necesidades solo desde el aspecto meramente material, pero ninguna de estas respuestas llega a mitigar la necesidad interior en nuestra vida.

Encontrarse con el Señor es ir construyendo el camino junto a Él, el ir haciendo visible en nuestra pro-pia vida esta experiencia personal con aquel que es la vida, ya que las palabras de Jesús son pronunciadas en nuestro tiempo como palabras de esperanza, que dan sentido y actuali-zan la vida del cristiano, son palabras claras que van dirigidas al corazón de cada ser humano para poder dar una respuesta clara en este tiempo.

Termina el texto recordándonos a todos aquellos que seguimos a Cristo y es mediante este seguimiento que podemos dar testimonio a través de nuestras obras, donde Dios esta con nosotros. Este camino hace que va-yamos madurando nuestra propia fe, sin embargo, hay personas que se olvidan de este proceso y por eso, para poder tener una idea clara de quien es Dios, nuestra fe debe ir ma-durando poco a poco. Pidamos a Dios nos ayude a alcanzar esta gra-cia. Amén.

Foto: CODIPACS, Diócesis Valle de Chalco. Dios es la Luz del mundo que ilumina las tinieblas de la desesperanza.

Foto: Cathopic Toma tu cruz y síguelo, Él es el camino, la verdad y la vida.

Homilía en el VI Domingo de Pascua (17 de mayo de 2020)

Déjate acogerpor tu madrela Iglesia

Homilía en el V Domingo de Pascua (10 de mayo de 2020)

HOMILÍAS Por: Pbro. Fernando Rojas Nava / Diócesis Valle de Chalco

CELEBREMOS LA FE Por: Pbro. Emmanuel Ángeles García / Diócesis de Valle de Chalco

HOMILÍAS Por: Pbro. Fermín Ortega / Diócesis de Ecatepec

eNCUéNTRANos eN: eNCUéNTRANos eN:pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA pRovINCIA eCLesIÁsTICA De [email protected] [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

“Dice Isaías: «¿Puede una mujer olvidar

al hijo de sus entrañas? Aunque ella se olvidara, yo

nunca te olvidaré».La Iglesia no puede

olvidarte porque no ama con corazón humano, sino con el corazón de Cristo”

Foto: Diócesis de Chalco La Iglesia alimenta con la Palabra de Dios y la Eucaristía.

Foto: Diócesis de Chalco La Iglesia Madre sigue abierta en cada una de las obras de caridad hacia sus hijos.

Page 8: mAyo Déjate acoger por tu madre la Iglesia

Misa Dominical 303 / Mayo 10, 2020 /8

VI Domingo de Pascua (17 de mayo de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso, concédenos continuar celebran-do con incansable amor estos días de tanta alegría en honor del Señor resucitado, y que los misterios que hemos venido conmemorando se manifiesten siem-pre en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 5-8.14-17 En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído ha-blar de los milagros que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos, lan-zando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados.

Esto despertó gran alegría en aquella ciudad. Cuan-do los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, en-viaron allá a Pedro y a Juan. Estos, al llegar, oraron por los que se habían convertido, para que recibieran el Espíritu Santo, porque aún no lo habían recibido y solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan impusieron las ma-nos sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 65, 1-3a. 4-5. 6-7a.16 y 20. R/. Las obras del Señor son admirables.Aleluya. Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, di-gamos al Señor: "Tu obra es admirable". R/. Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cán-ticos tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. R/. El transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor es eterno y poderoso. R/. Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios, que no recha-zó mi súplica, ni me retiró su gracia. R/.

SEGUNDA LECTURA

Murió en su cuerpo y resucitó glorificado. De la primera carta del apóstol san Pedro: 3,15-18 Hermanos: Veneren en sus corazones a Cristo, el Se-ñor, dispuestos siempre a dar, al que las pidiere, las

razones de la esperanza de ustedes. Pero háganlo con sencillez y respeto y estando en paz con su conciencia.

Así quedarán avergonzados los que denigran la conducta cristiana de ustedes, pues mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que pa-decer haciendo el mal. Porque también Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevamos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glori-ficado.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOJn 14, 23

R/. Aleluya, aleluya.El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.

EVANGELIO

Yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito. Del santo Evangelio según san Juan: 14, 15-21

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito para que esté siem-pre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes.

No los dejaré desamparados, sino que volveré a us-tedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y us-tedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes.

El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 14, 15-16 Si me aman, cumplirán mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

A tus pies, oh Jesús mío, me postro, y te ofrezco el arre-pentimiento de mi corazón contrito que se abisma en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacra-mento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muer-te. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea.

Foto: CathopicJesús parte de este mundo, pero nos envía su Espíritu para que nos guíe y nos acompañe por el camino que lleva a la vida eterna.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, lleva a su plenitud en no-sotros el sacramento pascual, para que, a quienes te dig-naste renovar por el santo bautismo, les hagas posible, con el auxilio de tu protección, abundar en frutos bue-nos, y alcanzar los gozos de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA

Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 1-7 En aquellos días, como aumentaba mucho el núme-ro de los discípulos, hubo ciertas quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días.

Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les dijeron: "No es justo que, dejando el ministerio de la palabra de Dios, nos dediquemos a administrar los bienes. Escojan entre ustedes a sie-te hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales encargaremos este servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra".

Todos estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, Pró-coro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y és-tos, después de haber orado, les impusieron las manos.

Mientras tanto, la palabra de Dios iba cundiendo. En Jerusalén se multiplicaba grandemente el número de los discípulos. Incluso un grupo numeroso de sa-cerdotes había aceptado la fe.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 32,1-2.4-5.18-19. R/. El Señor cuida de aquellos que lo temen.Aleluya. Que los justos aclamen al Señor; es propio de los jus-tos alabado. Demos gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos. R/. Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/. Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bon-dad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.

SEGUNDA LECTURA Ustedes son estirpe elegida, sacerdocio real. De la primera carta del apóstol san Pedro:2, 4-9 Hermanos; Acérquense al Señor Jesús, la piedra viva, rechazada por los hombres, pero escogida y preciosa a los ojos de Dios; porque ustedes también son pie-dras vivas, que van entrando en la edificación del templo espiritual, para formar un sacerdocio santo, destinado a ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios, por medio de Jesucristo. Tengan presente que está escrito:

He aquí que pongo en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado.

Dichosos, pues, ustedes, los que han creído. En cambio, para aquellos que se negaron a creer, vale lo que dice la Escritura: La piedra que rechazaron los constructores ha llegado a ser la piedra angular, y también tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella los que no creen en la palabra, y en esto se cum-ple un designio de Dios. Ustedes, por el contrario, son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a Dios y pueblo de su propiedad, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOJn 14, 6

R/. Aleluya, aleluya. Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Yo soy el camino, la verdad y la vida. Del santo Evangelio según san Juan: 14, 1-12

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No pier-dan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar, volveré y los lleva-ré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy".

Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dón-de vas, ¿cómo podemos saber el camino?". Jesús le respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Na-die va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".

Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ve a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre". . Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 1. 5

Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mí y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

A tus pies, oh Jesús mío, me postro, y te ofrezco el arre-pentimiento de mi corazón contrito que se abisma en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacra-mento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muer-te. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea.

V Domingo de Pascua (10 de mayo de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

/ Mayo 10, 2020 / 303 Misa Dominical 9

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Foto: Cathopic Seguir a Jesús es una decisión que implica toda la vida, pero que se renueva cada día, paso a paso.

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Misa Dominical 303 / Mayo 10, 2020 /8

VI Domingo de Pascua (17 de mayo de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso, concédenos continuar celebran-do con incansable amor estos días de tanta alegría en honor del Señor resucitado, y que los misterios que hemos venido conmemorando se manifiesten siem-pre en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 5-8.14-17 En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído ha-blar de los milagros que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos, lan-zando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados.

Esto despertó gran alegría en aquella ciudad. Cuan-do los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, en-viaron allá a Pedro y a Juan. Estos, al llegar, oraron por los que se habían convertido, para que recibieran el Espíritu Santo, porque aún no lo habían recibido y solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan impusieron las ma-nos sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 65, 1-3a. 4-5. 6-7a.16 y 20. R/. Las obras del Señor son admirables.Aleluya. Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, di-gamos al Señor: "Tu obra es admirable". R/. Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cán-ticos tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. R/. El transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor es eterno y poderoso. R/. Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios, que no recha-zó mi súplica, ni me retiró su gracia. R/.

SEGUNDA LECTURA

Murió en su cuerpo y resucitó glorificado. De la primera carta del apóstol san Pedro: 3,15-18 Hermanos: Veneren en sus corazones a Cristo, el Se-ñor, dispuestos siempre a dar, al que las pidiere, las

razones de la esperanza de ustedes. Pero háganlo con sencillez y respeto y estando en paz con su conciencia.

Así quedarán avergonzados los que denigran la conducta cristiana de ustedes, pues mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que pa-decer haciendo el mal. Porque también Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevamos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glori-ficado.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOJn 14, 23

R/. Aleluya, aleluya.El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.

EVANGELIO

Yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito. Del santo Evangelio según san Juan: 14, 15-21

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito para que esté siem-pre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes.

No los dejaré desamparados, sino que volveré a us-tedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y us-tedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes.

El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 14, 15-16 Si me aman, cumplirán mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

A tus pies, oh Jesús mío, me postro, y te ofrezco el arre-pentimiento de mi corazón contrito que se abisma en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacra-mento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muer-te. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea.

Foto: CathopicJesús parte de este mundo, pero nos envía su Espíritu para que nos guíe y nos acompañe por el camino que lleva a la vida eterna.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, lleva a su plenitud en no-sotros el sacramento pascual, para que, a quienes te dig-naste renovar por el santo bautismo, les hagas posible, con el auxilio de tu protección, abundar en frutos bue-nos, y alcanzar los gozos de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA

Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 1-7 En aquellos días, como aumentaba mucho el núme-ro de los discípulos, hubo ciertas quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días.

Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les dijeron: "No es justo que, dejando el ministerio de la palabra de Dios, nos dediquemos a administrar los bienes. Escojan entre ustedes a sie-te hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales encargaremos este servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra".

Todos estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, Pró-coro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y és-tos, después de haber orado, les impusieron las manos.

Mientras tanto, la palabra de Dios iba cundiendo. En Jerusalén se multiplicaba grandemente el número de los discípulos. Incluso un grupo numeroso de sa-cerdotes había aceptado la fe.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 32,1-2.4-5.18-19. R/. El Señor cuida de aquellos que lo temen.Aleluya. Que los justos aclamen al Señor; es propio de los jus-tos alabado. Demos gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos. R/. Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/. Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bon-dad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.

SEGUNDA LECTURA Ustedes son estirpe elegida, sacerdocio real. De la primera carta del apóstol san Pedro:2, 4-9 Hermanos; Acérquense al Señor Jesús, la piedra viva, rechazada por los hombres, pero escogida y preciosa a los ojos de Dios; porque ustedes también son pie-dras vivas, que van entrando en la edificación del templo espiritual, para formar un sacerdocio santo, destinado a ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios, por medio de Jesucristo. Tengan presente que está escrito:

He aquí que pongo en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado.

Dichosos, pues, ustedes, los que han creído. En cambio, para aquellos que se negaron a creer, vale lo que dice la Escritura: La piedra que rechazaron los constructores ha llegado a ser la piedra angular, y también tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella los que no creen en la palabra, y en esto se cum-ple un designio de Dios. Ustedes, por el contrario, son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a Dios y pueblo de su propiedad, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOJn 14, 6

R/. Aleluya, aleluya. Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Yo soy el camino, la verdad y la vida. Del santo Evangelio según san Juan: 14, 1-12

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No pier-dan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar, volveré y los lleva-ré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy".

Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dón-de vas, ¿cómo podemos saber el camino?". Jesús le respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Na-die va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".

Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ve a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre". . Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 1. 5

Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mí y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

A tus pies, oh Jesús mío, me postro, y te ofrezco el arre-pentimiento de mi corazón contrito que se abisma en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacra-mento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Ti. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muer-te. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea.

V Domingo de Pascua (10 de mayo de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

/ Mayo 10, 2020 / 303 Misa Dominical 9

eNCUéNTRANos eN: eNCUéNTRANos eN:pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA pRovINCIA eCLesIÁsTICA De [email protected] [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

Foto: Cathopic Seguir a Jesús es una decisión que implica toda la vida, pero que se renueva cada día, paso a paso.

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/ Mayo 10, 2020 / 303 Celebremos la Fe 7

La Iglesia es, según el Concilio Va-ticano II, “Nuestra Madre” que busca alimentarnos, saboreando las cosas de arriba. Es Madre porque engendra hombres y mujeres para la vida eterna, les alimenta con la Palabra de Dios y la Eucaristía, los reviste con la túnica de la pureza por el Sacramento de la Confe-sión, les calza con las sandalias de la caridad, coloca el anillo de la fe en sus manos y les prepara para ser peregrinos en el mundo, teniendo esperanza en la herencia, que solo corresponde a los hijos.

Cuando uno está fuera del hogar experimenta la ausencia de la casa materna, la casa donde lo hay todo, aunque a veces se carezca de lujos: un plato de frijoles o de sopa fue-ra de casa nunca será como el que mamá te servía a la mesa; la salsa

y las tortillas nunca ausentes en la mesa jamás se compararán con aquel taco caliente que la mano amorosa de mamá te dio.

Por ahora nuestras Iglesias ma-teriales se encuentran cerradas por la pandemia, momento crítico y a veces desesperante, pareciera que

estamos lejos de casa, que nos hace falta algo, nadie nos sirve a la mesa ni de la Palabra ni de la Eucaristía, pareciera que no podemos confe-sarnos, ni manifestar las obras de la fe. Sin embargo, esto no es así, la Iglesia Madre sigue abierta en cada una de las obras de caridad, perma-nece abierta tal y como lo prometió Jesús: «Porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,20).

Hoy esta madre desea ferviente-mente tu regreso a casa, desea aco-gerte con el cariño que solo una ma-dre tiene porque has nacido de sus entrañas, desea tenerte en su seno, sentarte en sus piernas, cobijarte con sus brazos, alimentarte en Es-píritu y Verdad, desea de ti un hijo sano y fuerte, lleno de amor y espe-ranza.

En estos días en que se acerca el día en que celebramos a las mamás, me llegó una imagen por internet de la película de Marcelino Pan y Vino, la escena es el diálogo de Marcelino con Jesús. Marcelino pregunta a Je-sús: «¿Qué hacen las madres?» Jesús le responde: «Dar, Marcelino, dar, siempre dar». « Y ¿Qué dan?», dijo Marcelino. Jesús respondió: «Dan todo, se dan a sí mismas, dan a los hijos sus vidas y la luz de sus ojos, hasta quedar viejas y arrugadas». Marcelino añadió la pregunta: «¿Y feas?». Jesús respondió rápidamen-te: «Feas no, Marcelino, las madres nunca son feas». Marcelino volvió a preguntar: «¿Y tú quieres mucho a tu madre?». Jesús sonrió diciendo: «Con todo mi corazón». Marcelino concluyó con inocencia: «¡Y yo a la mía más!».

Creo que eso es nuestra Madre, una mujer que nos da la vida eter-na y el brillo de nuestros ojos que miran al futuro, pero para poder re-cibir esto es necesario dejarse amar por la Madre, ella sigue esperando, suspira por el hijo, no importa si este es bueno o malo, rico o pobre, cariñoso o huraño, lo importante es que eres hijo muy amado.

Dice Isaías: «¿Puede una mu-jer olvidar al hijo de sus entrañas? Aunque ella se olvidara, yo nunca te olvidaré». La Iglesia no puede olvidarte porque no ama con cora-zón humano, sino con el corazón de Cristo. ¡Déjate acoger por tu Madre la Iglesia!, podrán estar cerrados los templos, pero nunca se cerrarán los brazos de Nuestra Madre, siempre lo dará todo y nunca se pondrá fea. - «¿Amas a tu Madre?» – «Con todo el corazón». ¡Pues ella más a ti!

Homilías 303 / Mayo 10, 2020 /10

Queridos hermanos, el Evangelio de hoy nos recuerda que Jesús va al Padre, pero nos dice que no nos dejará solos, nos enviará al Espíritu Santo, al amor que se tiene entre el Padre y el Hijo, pero antes de mar-charse nos indica que sigamos su mandamientos, que si nosotros lo amamos los guardaremos hasta el extremo. Lo difícil no es escuchar sus mandamientos, lo difícil es po-ner en práctica los mandamientos de Dios.

La importancia de los manda-mientos es que se demuestra el amor que le tenemos al prójimo, porque Jesús no vino a abolir la ley sino que vino a cumplirla, ahora nos dice que no nos dejara huérfanos, nos man-dará al Paráclito, aquel que vivirá en nuestro interior que nos llenará de gozos, de alegría, de felicidad y sobre todo de amor.

Si nosotros decimos amar a Dios, tenemos que poner en práctica todo lo enseñado por Jesús y ser ejemplos de vida y de santidad. Así podremos demostrar el amor que Dios nos tie-ne al enviarnos no solo al Hijo, sino también a su Espíritu Santo. Por eso

tenemos que buscar el espacio para Dios, que tendría que ser toda nues-tra vida, pero lamentablemente to-davía no conocemos por completo el amor de Dios.

Encontrar el amor de Dios no es tan fácil en esta sociedad, por-que se ha perdido el concepto del amor, y podríamos preguntarnos: ¿El amor todavía existe en nues-tros tiempos? Y la respuesta tendría que ser que «Sí». En este tiempo de incertidumbre y miedo, egoísmo y dudas tenemos que ver y palpar el amor de Dios, por lo que tendría-mos que buscarlo y encontrarlo, tal vez en el sufrimiento, porque este sentimiento inseparable de la vida del ser humano, nos permite llegar hasta el fondo de nuestro interior y reconocer que estamos necesitados del amor de Dios, amor que pode-mos encontrar en nuestro prójimo, el amor que manifiesta el Espíritu de Dios.

Amado pueblo de Dios, en estos tiempos difíciles que estamos vivien-do por la pandemia que estamos en-frentando, la Palabra de Dios nos da un camino muy esperanzador para poder comprender que el Señor no nos abandona. Partiendo del Evan-gelio de San Juan de este domingo, quisiera comenzar invitándote a po-der cuestionarte ¿qué idea tienes de Dios? Quizá la respuesta se produz-ca de acuerdo a la experiencia que hemos ido teniendo durante estas semanas de la Pascua; para algunos será una idea o imagen desesperan-zadora, porque podemos llegar a pensar que Dios es el arreglavidas, solo un refugio en momentos de apuro; otros quizá se han formado una imagen de acuerdo a sus propios criterios, solo un remedio para tran-quilizar la vida.

Para poder conocer verdadera-mente a Dios es necesario cami-nar con Cristo, Él nos decía en el domingo del Buen Pastor que es la puerta de las ovejas, por ello, en este Evangelio Jesús nos recuerda que la fe en el Padre misericordioso parte del encuentro con el verdadero Dios y esto solo es por medio de Jesucris-to, «Nadie va al Padre sino por mí» (Jn 14, 6).

Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, sin embargo, en nuestros tiempos nos hemos acostumbrado

a dar soluciones a nuestra vida y a nuestras necesidades solo desde el aspecto meramente material, pero ninguna de estas respuestas llega a mitigar la necesidad interior en nuestra vida.

Encontrarse con el Señor es ir construyendo el camino junto a Él, el ir haciendo visible en nuestra pro-pia vida esta experiencia personal con aquel que es la vida, ya que las palabras de Jesús son pronunciadas en nuestro tiempo como palabras de esperanza, que dan sentido y actuali-zan la vida del cristiano, son palabras claras que van dirigidas al corazón de cada ser humano para poder dar una respuesta clara en este tiempo.

Termina el texto recordándonos a todos aquellos que seguimos a Cristo y es mediante este seguimiento que podemos dar testimonio a través de nuestras obras, donde Dios esta con nosotros. Este camino hace que va-yamos madurando nuestra propia fe, sin embargo, hay personas que se olvidan de este proceso y por eso, para poder tener una idea clara de quien es Dios, nuestra fe debe ir ma-durando poco a poco. Pidamos a Dios nos ayude a alcanzar esta gra-cia. Amén.

Foto: CODIPACS, Diócesis Valle de Chalco. Dios es la Luz del mundo que ilumina las tinieblas de la desesperanza.

Foto: Cathopic Toma tu cruz y síguelo, Él es el camino, la verdad y la vida.

Homilía en el VI Domingo de Pascua (17 de mayo de 2020)

Déjate acogerpor tu madrela Iglesia

Homilía en el V Domingo de Pascua (10 de mayo de 2020)

HOMILÍAS Por: Pbro. Fernando Rojas Nava / Diócesis Valle de Chalco

CELEBREMOS LA FE Por: Pbro. Emmanuel Ángeles García / Diócesis de Valle de Chalco

HOMILÍAS Por: Pbro. Fermín Ortega / Diócesis de Ecatepec

eNCUéNTRANos eN: eNCUéNTRANos eN:pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA pRovINCIA eCLesIÁsTICA De [email protected] [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

“Dice Isaías: «¿Puede una mujer olvidar

al hijo de sus entrañas? Aunque ella se olvidara, yo

nunca te olvidaré».La Iglesia no puede

olvidarte porque no ama con corazón humano, sino con el corazón de Cristo”

Foto: Diócesis de Chalco La Iglesia alimenta con la Palabra de Dios y la Eucaristía.

Foto: Diócesis de Chalco La Iglesia Madre sigue abierta en cada una de las obras de caridad hacia sus hijos.

Page 11: mAyo Déjate acoger por tu madre la Iglesia

“Queridos Obispos, queremos Pan de Vida; Obispos, de-vuélvanos la Eucaristía” es el grito que se ha hecho sentir recientemente de parte de algunos feligre-ses, tal vez de muchos. No estoy cierto que en nuestra Provincia Eclesiástica el clamor sea com-partido por todos nuestros lectores. A partir de esta súplica pongo ante ustedes algunas reflexio-nes que nos ayuden a discernir espiritualmente la voluntad de Dios.

Vivimos un tiempo de especial dificultad, de prueba, para el cual no estábamos preparados. Es probable que el cansancio del encierro en casa nos lleve a la desesperación y a sentir que nece-sitamos urgentemente la celebración eucarística, presencial, no virtual. Quisiéramos respuestas seguras ante preguntas que el mismo confina-miento nos ha hecho plantearnos. No es mi obje-tivo responder a ellas, ni al planteamiento serio: ¿Cuándo volverá la Eucaristía a nuestras vidas? No hay respuesta conveniente. Podemos vislum-brar que la apertura de los Templos, la Misa y los demás Sacramentos será paulatina. También descubrimos que la vida sacramental ya no será igual a como la vivíamos.

¡Queremos la Eucaristía ya! ¡necesitamos la vida sacramental ya! ¿Para qué? El escenario que vivimos impulsa a la búsqueda de sentido, el sen-tido de la vida cristiana. La celebración eucarís-tica es para los cristianos de verdad, ¿de-seamos ser auténticos cristianos? ¿Necesitamos afianzar nuestra adhesión a Cristo, para vivir la fraternidad y poner en común nuestros bienes? ¿por ello nos hace falta la Eucaristía? ¿es ésta la razón de fondo?

La Eucaristía es Pan de Vida, no de cualquier vida, sino de Vida Eterna. Sin embargo, antes de la pandemia, la celebrábamos como una acción cultual más; cometimos muchos abusos quitán-dole su valor sagrado. Ello merece nuestro arre-pentimiento y llanto, nuestra súplica de perdón a Dios, porque nos hicimos ciegos al sentido de eternidad.

Por el amor de Dios, si necesitamos la Eucaris-tía, cuando tengamos la oportunidad de volver a celebrarla en comunidad, devolvámosle su sa-cralidad, esto implica para nosotros participar de ella en los templos, ¡no más en las calles! por ca-ridad, ¡no más sobre coladeras! no en la mesa de los tamales, sino en el Altar. Cuando participemos de este Sacramento, que sea reconciliados, confesados, arre-pentidos, guardando el ayuno eucarístico, habiendo hecho penitencia. Es mi esperanza volver a la misa en el templo, bien dispuestos, abiertos al deseo de la Vida Eterna que Jesucristo Resucitado nos ha dado.

Nos interrogamos, a la luz del Espíritu Santo, porqué queremos la misa ya. ¿Se nos ha ocurrido pensar alguna vez en esta cuarentena que la jerar-

quía de la Iglesia nos ha privado, arbitrariamente, de la Eucaristía y del sacramento de la Reconci-liación por capricho? ¿Hemos considerado que nuestros jerarcas tomaron esa decisión iluminados por el Espíritu de Dios, espíritu de vida, buscando precisamente la vida, atendiendo el llamado a no exponernos al contagio ni a la propagación del virus Covid-19? Hacemos un llamado a recono-cer que la disposición, que ha sido dolorosa para todos, fue por amor a nosotros.

Traer paz a la mente y al corazón implica reconocer que una de las virtudes que identifica a un Cristiano, si-guiendo a su Maestro Jesucristo, es la obediencia, que Él mismo nos enseñó haciéndose obediente hasta morir en la

Cruz. Seamos obedientes muriendo, como Jesucristo, a nuestros criterios egoístas. La celebración de la Eucaris-tía volverá a ser presencial cuando nuestros pastores nos lo indiquen; entre tanto, volvamos a la raíz, guiados por San José Sánchez del Río, que ha dicho: “nunca fue tan fácil ser santo”, aceptando el martirio en el tiempo de la persecución Cristera. Nuestra vocación última, lo que Dios quiere de nosotros, es la Santidad. Hoy tenemos regalada la oportunidad de vivir santamente: ¡Obedeciendo!

La celebración de la eucaristía ¿para cuándo?ACTUALIDAD Por: Pbro. Jaime Rias Aldama / Diócesis de Texcoco

/ Mayo 10, 2020 / 303 Familia 11

Cuántas veces hemos escuchado a mucha gente decir: ¿Por qué la Igle-sia no vende todas sus posesiones y las da a los mas pobres? Sabías tú que durante este tiempo de emergencia sanitaria que enfrenta el mundo por la pandemia del Covid-19, la Iglesia católica en muchas partes del mun-do ha salido al encuentro de quienes más necesitan, entre ellos familias que por causa del confinamiento se han visto muy reducidos en sus re-cursos económicos, familias que en-frentan crisis alimentaria.

A través de las Conferencias Epis-copales en todo el mundo, se han puesto en marcha varias iniciativas para poder mitigar el hambre. A tra-vés de las Diócesis se hace frente a es-tas situaciones y muchas de estas ini-

ciativas pasan desapercibidas, ya que quedan en el anonimato; no olvide-mos que todas las acciones parten del aprender a mirar a Cristo que sufre, partiendo de la caridad y solidari-dad de los unos para con el prójimo, aprender a ser buenos samaritanos. Solo juntos podemos ir superando la situación que estamos enfrentando; solo aprendiendo a mirar al otro es como podemos ayudarle en su nece-sidad, apoyando a las familias, a los adultos mayores, a los niños, al en-fermo, a todo aquel que necesita, sin mirar quien sea; solo mostrando el actuar de Cristo en la Iglesia.

Estamos seguros de que en mo-mentos como los que enfrentamos siempre salen muchas manos anóni-mas que su única prioridad es ayu-

dar, muchos voluntarios anónimos con una sola finalidad: atender a las necesidades más básicas de las fami-lias con escasos recursos, aprendien-do a compartir el pan con el que más lo necesita. Solo al hacernos solidarios es como podemos juntos avanzar y vencer esta pandemia.

Debemos aprender que es nece-sario ser responsables del bienestar los unos de los otros; debemos apos-tar por la salud y la vida de nuestros hermanos, por eso toda ayuda siem-pre será importante y valiosa; debe-mos sentirnos comprometidos como Iglesia con cada familia y con cada hermano que sufre.

La Iglesia también acompaña es-piritualmente a las personas que lo necesitan. Durante este tiempo de

pandemia, nuestros hermanos sa-cerdotes se las han ingeniado para poder hacer que el Evangelio lle-gue a todos, muchos sacerdotes han acudido a ver a los enfermos y mos-trarles que Cristo esta con ellos en estos momentos difíciles. Debemos recordar que como Iglesia nuestro llamado es a servir a la manera de Cristo, ¡no tengamos miedo de asis-tir a quien lo necesita!.

Los tiempos que nos han tocado vivir son muy complicados, pero de pronto, con la contingencia nos han puesto un alto, nos han parado en seco y ahora debemos cambiar el ritmo de vida y adap-tarnos para cuidar a nuestros hijos todo el día, todos los días. Esto requiere ser una mamá todo terreno, siempre dispuesta a innovar, debamos in-geniárnoslas para que nuestros hijos no se aburran dentro de casa tantos días. Aquí te dejo mis 5Tips.

PrImeroOrganízate para aprovechar el tiempo durante el día.

Debemos tener orden en nuestra vida y para eso es bueno que tengamos una agenda donde ponga-mos todo lo que debemos hacer en el día, debemos ser firmes pero flexibles, es decir, estar conscientes que debemos dar prioridades a nuestras activida-des, así podremos realizar primero las que son de vital importancia, después las necesarias y si nos queda tiempo las demás.

Hay actividades que no pueden dejar de hacer-se, esas son las actividades que nos dan la pauta en nuestro día. Ahora que están nuestros hijos en casa es más difícil organizarnos, pero debemos en-contrar la forma de hacerlo y quizá lo mejor sea incluir a nuestros hijos en nuestras actividades, de-pendiendo de su edad.

segunDoOptimiza los recursos que tienes.

La situación actual se ha complicado, por eso de-bemos aprender a optimizar los recursos que tene-mos, y no solo me refiero al dinero, que de suyo es muy necesario, sino también a todo lo que tenemos en casa, sobre todo nuestro tiempo. Podemos hacer rutinas que nos faciliten la vida, establecer procesos. Debemos aprovechar los tiempos y recursos, sobre todo a la hora de la limpieza o de la cocina, evitando desperdiciar lo menos posible nuestros recursos, es cuestión de darnos un tiempo para ver qué podemos optimizar.

terceroSiempre digna.

La dignidad juega un papel muy importante en la convivencia familiar. Es importante siempre pro-curar la dignidad de los miembros de la familia y que nuestros hijos y esposo nos vean alegres. La belleza exterior, el cuidado de nuestra imagen, de nuestro cuerpo y de nuestra salud, es siempre un reflejo de lo que hay en nuestro interior. Procure-mos exteriorizar la dignidad de hijos de Dios, la belleza del alma, por medio de nuestra imagen y nuestras actitudes.

cuartoQue la creatividad sea tu mejor recurso.

En cuanto a la solución de los problemas o retos que se nos presentan a lo largo del día, es necesario que seamos creativas, que no nos dé miedo innovar. Hay procesos cansados, pero si le agregamos una chis-pa de imaginación podemos hacerlo divertido para nuestros hijos, por ejemplo, la música ameniza mu-cho mejor las actividades cotidianas.

QuIntoQue la oración sea tu mejor arma.

Ante todo y sobre todo, procuremos estar bien en nuestro interior para que la convivencia familiar lleve un curso agradable. Una relación cercana con Dios nos ayudará a entender mejor a nues-tros hijos y nuestro entorno. Hay asuntos que solo Él los puede arreglar, y solo estando cerca de Él podemos ver. Es necesario que oremos por nuestros hijos para que Dios los ilumine y pue-dan comprender lo que Él quiere de ellos pues nuestra vida carece de sentido si no sabemos a qué estamos llamados y si no sabemos hacer la voluntad de Dios por encima de la nuestra.¡Feliz día de las madres!

Iglesia que acompaña al que sufre

mamá todo terreno

FAMILIA Por: Pastoral Familiar / Diócesis de Ecatepec

5 TIPS de Silvia del Valle

Foto: Pastoral Familiar, Diócesis de Ecatepec. Solo al hacernos solidarios es como pode-mos juntos avanzar y vencer esta pandemia.

@SilviaMdelValle / [email protected]

Fotos: Archivo de la Diócesis de Texcoco Mons. Juan Manuel Mancilla celebrando la Eucaristía en la Catedral de Texcoco.

eNCUéNTRANos eN: eNCUéNTRANos eN:pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA pRovINCIA eCLesIÁsTICA De [email protected] [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

Actualidad 303 / Mayo 10, 2020 /6

Page 12: mAyo Déjate acoger por tu madre la Iglesia

/ Mayo 10, 2020 / 303 Caminar Diocesano 5

Esta 57° Jornada Mundial de Ora-ción por las Vocaciones tuvo un cambio radical. Cada año el equi-po de Pastoral Vocacional organiza este evento en la casa del Seminario Diocesano del Señor de la Miseri-cordia, pero, ante la situación actual de contingencia que se vive por la pandemia del COVID-19, este año no pudo ser así. Fue por eso que se realizó un plan emergente para no dejar de vivir esta JMOV.

El objetivo de este plan fue ani-mar a todas las personas que nos siguen a través de las redes sociales a orar por las vocaciones, principal-mente en estos tiempos de contin-gencia, dándoles a conocer los tipos de vocaciones a las cuales Dios nos llama. A través de transmisiones en Facebook Live de la “Pastoral Vo-cacional Izcalli", en un itinerario de una semana previa al Domingo del Buen Pastor, se puso en mar-cha la jornada de oración por las vocaciones en nuestra Diócesis. Se impartieron breves catequesis sobre los tipos de vocación, se compartie-ron experiencias de los integrantes del Equipo Diocesano de Pastoral Vocacional, cada uno desde su pro-pia vocación, y finalmente un breve momento de oración.• Día 1: El Pbro. Juan Justino Gar-

cía, promotor diocesano de la Di-mensión de Pastoral Vocacional, habló sobre la vocación y el primer llamado que Dios nos hace, que es a la vida.

• Día 2: El seminarista Jorge Sán-chez tuvo invitados especiales y ha-blaron sobre la vocación cristiana y cómo cada uno la vive desde su vocación específica.

• Día 3: Se habló sobre la vocación laical. Felipe y Laura, un matri-monio joven, compartieron que también apoyan en la Pastoral de Adolescentes de la Diócesis.

• Día 4: Jueves sacerdotal, donde el tema fue la vocación al ministerio ordenado. El seminarista Diego Armando Sánchez tuvo de invi-tados al seminarista Fabián Fuen-tes, al Diácono Andrés Torres y al

Pbro. Juan Pablo Elizondo.• Día 5: Se abordó la temática de la

vocación a la vida religiosa, impar-tida por la Hna. Petra Nájera y sus invitados, también religiosos.

• Día 6: Se retomó la vocación a la vida laical, hablando específica-mente sobre el estilo de vida del matrimonio, donde Salvador e Isa-bel, matrimonio de 40 años, com-partieron sus experiencias de vida.La clausura fue el domingo 3 de

mayo a las 10:00 hrs. con la Euca-ristía por las vocaciones, presidida por nuestro Sr. Obispo Don Fran-cisco González Ramos, desde la Ca-tedral. En punto de las 17:00 hrs. el Rosario por las vocaciones fue diri-gido por las Hermanas de la Insti-tución Javeriana. Por último, a las 19:00 hrs. la Hora Santa por las vo-caciones dirigida por los hermanos franciscanos de la Orden de Frailes Menores Conventuales.

Gracias damos a Dios por el éxi-to de este proyecto, ya que es la pri-mera actividad oficial que se realizó como equipo diocesano, a pesar de las circunstancias de esta pandemia. Que el Señor nos conceda abun-dantes vocaciones laicales, religiosas y al ministerio ordenado; y a todos nos conceda las gracias necesarias para alcanzar la santidad.

La Arquidiócesis de Tlalnepantla lanzó el pasado lunes 04 de mayo su plan “vivir y anunciar el Evangelio en la emergencia sanitaria” con el fin de acompañar al Pueblo de Dios. Este plan se propone cinco objetivos:1 Fomentar la fe la esperanza y la ca-

ridad2 Consolidar la comunión afectiva3 Vivir la solidaridad4 Cuidar de nuestros pastores5 Ponernos al servicio de todos

La primera acción para alcanzar estos objetivos es: formar redes de comunión y solidaridad, para que, en esta emergencia, nadie quede solo; les invitamos a aprovechar las redes sociales y restablecer el universo de relaciones que sostienen la vida.

Ante la emergencia la Arquidióce-sis está colaborando con las autorida-des estatales y municipales y ha he-cho alianza con instituciones como la Universidad Anáhuac, la fundación COmpartiendoVIDa, el Consejo Nacional de la Comunicación y Voto Católico.

Invitamos a todos a formar su pro-pia red de comunión y solidaridad para que juntos afrontemos las ad-versidades que son consecuencia de esta pandemia.

Hacemos un llamado a todo aquel que quiera unirse con nosotros, todos

podemos compartir conocimientos, talentos, alimentos o medicamentos para mitigar el sufrimiento de los que menos tienen.

Que nuestra señora de los Reme-dios patrona de esta Iglesia particular nos bendiga y acompañe.

Hay un tema del que no se habla mu-cho porque suele confundirse erró-neamente con el feminismo que se vive en la sociedad, es la espirituali-dad femenina. En la Iglesia hay una figura femenina, que es la Virgen Ma-ría, mejor conocida como la Madre de nuestro creador, a quien le damos gracias por aceptar ser la madre de Jesús. La vida de esta ejemplar mujer está llena de hermosas virtudes, que las ha vivido en otro extremo y nos las ha heredado, para poder ser mujeres y ser madres a ejemplo de María.

La primera virtud que conviene imitar de María es la Humildad. Ella nació en un núcleo familiar en donde lo más indispensable era la oración y el amor. La virgen María nos invita a que en nuestros hogares haya oración y mucho amor, que es la base de un hogar sólido. El Dios he-cho hombre también quizo nacer en esta humildad; ella no pidió lujos ni el mejor hospital, simplemente hizo la voluntad de Dios y confió en la pro-videncia divina, «Aquí está la es-clava del Señor, que me suceda como tú dices» (Lc. 1,38).

La segunda virtud que debemos imitar es la Serenidad. María es una mujer que nos muestra su fe bien ci-mentada, ella sabía en qué momentos rezar, meditar para escuchar la voz de Dios desde pequeña. Nuestra madre nos invita a ser serenos, a meditar la voz de nuestro Señor y a seguir en constante oración.

La tercera virtud es la Alegría. En su infancia fue muy alegre y en su vida, junto a Jesús, vemos a una madre que siempre mantenía una sonrisa. Durante este mes también seguimos viendo su alegría a través del rostro de nuestras madres, es la misma alegría que tuvo Nuestra Madre al ver a su hijo resucitar, al vernos rezar el San-to Rosario y al vernos reconciliar con su hijo amado en el sacramento de la Confesión.

Otra virtud es la Resiliencia, que María vivió en varias ocaciones, en la Anunciación y al conocer a José, su esposo, por ejemplo. Ella fue atrevida al aceptar la voluntad de Dios, posi-tiva a Jesús y José, resolutiva al saber que esperaba a un bebé, viva con ga-

nas de criar a su hijo y de casarse con José. Nuestra Madre nos invita a te-ner resiliencia en nuestra vida, a ver el lado positivo de las circunstancias en las que vivimos día a día.

La Esperanza. Mamá María nos invita a tener esperanza en nuestra vida y en nuestro hogar. La Virgen experimentó la esperanza en su em-barazo, y también cuando su hijo Jesús le dijo que resucitaría al tercer día, ella confió y así lo cumplió Él. Vemos en las bodas de Caná cómo María puso su esperanza en su hijo amado, porque creía y su esperanza fue tan grande que hubo más vino en esa boda: «Hagan lo que Él les diga» (Jn. 2,5), ámenlo y déjense amar por el Padre con la fuerza del Espiritu»

También vemos en María la vir-tud del Esfuerzo. Nuestra Madre nos invita a esforzarnos continuamente, cuando caemos en el pecado, en la tentación, nos invita a levantarnos. Ella nos enseñó esta virtud cuando apeas era una joven y tenía que criar a Nuestro Señor: «¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?» (Nican Mo-

pohua 119 A. Relato de las apa-riciones de Nuestra Señora de Guadalupe, Antonio Valeriano).

Paciencia y Bondad, estas gran-des virtudes que la Virgen María tie-ne para nosotros las encontramos en nuestras madres, que nos dan toda su paciencia al escucharnos, al cui-darnos cuando enfermamos. La bon-dad que nuestras madres y la Virgen María tienen para nosotros surge por la confianza y la fe en Dios, porque creen y comparten. Recordemos que en el rostro de nuestras madres está el de María. Ser madre significa engendrar todos los días.

Gratitud. María en todo mo-mento agradeció a Dios por todo lo que día a día Él le daba, le agradecía por tener a un hijo, quien salvaría al mundo entero. Seamos como nuestra dulce Madre, gratos con la vida, gra-tos con los hijos, con el esposo, novio, hermanos, abuelos, madres, amigos

y con todos los seres humanos que nos rodean, incluso con la natura-leza que nuestro Dios nos regaló. A cuántas personas hoy en día vemos que reniegan el haber nacido, renie-gan su pobreza, reniegan su cuerpo, etc., seamos buenos hijos de la Virgen María y aprendamos a ser gratos en todo momento de nuestra vida.

Finalmente el Amor. Tal vez te preguntas por qué deje el amor al final y no comencé con esta virtud desde un principio. Esta virtud es una de la más abundante que nuestra hermosa María tiene con nosotros. La virtud del amor por naturaleza todo hombre la tiene, por ella es que existimos en este universo, es por la que llegó nues-tro Señor Jesús, por el amor que nos tiene, y quiso estar entre nosotros para salvarnos. Nuestra Madre de Miseri-cordia cada día está con nosotros y pronuncia en cada momento con sus dulces labios «te amo», además, aca-ricia y te cubre con su manto. Tal vez muchos se cuestionen «¿Cómo puede suceder esto si no la veo, no la escu-cho ni la siento?» Sin saberlo, cada que abrazas, besas o muestras afectu a tu madre, lo estás haciendo también con María; cada que le dices te amo a tu madre, también se lo dices a Ma-ría. Que no te sorprendan estas pa-labras ni que te turben, al contrario, que te den paz, házlo más seguido y sin temor. Nuestras madres nos ne-cesitan, así como ellas estuvieron con nosotros cuando éramos pequeños, ahora ellas quieren que las acompa-ñes en su vida adulta para juntos ver las maravillas de las proesas divinas. Recemos el Santo Rosario este mes de mayo, porque cada que lo rezas le das un ramo de flores a nuestra dul-ce y hermosa María de Nazaret. «El que cumple la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi herma-na y mi madre» (Mc. 3, 33-35).

57° Jornada mundial de oración por las Vocaciones

Llamado para generar redes de solidaridad y comunión

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Foto: Cathopic Pidamos por nuevas vocaciones sacerdo-tales, religiosas y laicales, pero también ore-mos por quienes ya siguen al señor en una vocación específica, para que encuentren la gracia de la vida eterna desde su realidad.

Foto: Logotipo Redes de Solidaridad y Comunión. Te invi-tamos a formar tu propia red de comunión y solidaridad para juntos afrontar las adversi-dades consecuentes de la pandemia.

Foto: Cathopic Nuestro objetivo principal es organizar-nos para cuidarnos, ayudarnos y enfrentar esta contingencia atendiendo a quien más lo necesita, teniendo como base el valor de la comunión y la solidaridad.

Foto: Cathopic Hay mucho qué aprender sobre Nuestra Madre, debemos estar mirándola constante mente y seguir la invitación que nos ha hecho de «hacer lo que su hijo nos diga.

«Nuestra Madre nos invitaa esforzarnos continuamente,

cuando caemos en el pecado, en la tentación, nos invita

a levantarnos»

Cultura 303 / Mayo 10, 2020 /12

mujer, Dios quiere alojarse en ti

CULTURA Por: Julieta Núñez Mejía / Arquidiócesis de Tlalnepantla

eNCUéNTRANos eN: eNCUéNTRANos eN:pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA pRovINCIA eCLesIÁsTICA De [email protected] [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

Page 13: mAyo Déjate acoger por tu madre la Iglesia

Caminar Diocesano 303 / Mayo 10, 2020 /4

La pandemia del coronavirus provoca una situa-ción que nuestra generación no conoció jamás. Si-guiendo las indicaciones de las autoridades de sa-lud, estamos viviendo en aislamiento voluntario, quedándonos en casa. Nunca habíamos visto un Domingo de Ramos sin procesión, un Jueves San-to sin Eucaristía, ni Viernes Santo sin Vía Cru-cis, Sábado Santo sin Vigilia Pascual y Domingo de Resurrección sin fiesta; una Semana Santa sin asistir al templo. Este año, experimentamos un Triduo Pascual diferente al colocar en familia, en nuestras fachadas, signos como los ramos, la cruz y las flores para hacer de cada casa la Iglesia do-méstica en comunión.

Descubrimos nuevas oportunidades con la transmisión en vivo de la Santa Misa diaria que las parroquias realizan por las redes sociales, invi-tando a los fieles a participar con sus intenciones, sintiéndose así atendidos por su párroco aún en la distancia. En algunas comunidades el Párroco y el Consejo Parroquial de Pastoral se han organizado para distribuir despensas y alimentos preparados, a los más afectados en su economía, como lo exige el protocolo de prevención, incluso las parroquias más organizadas ofrecen ayuda psicológica.

Tras el primer impacto y desconcierto, la ac-

tividad pastoral debe continuar y las Comisiones Diocesanas de la Pastoral Familiar, Infantil, Juve-nil y la Catequesis, trabajan adaptando sus acti-vidades programadas a las condiciones actuales para difundirlas a través de los medios digitales. En su mayoría, nuestros pastores con gran esfuer-zo y creatividad atienden las necesidades espiri-tuales y materiales de sus comunidades. El Pueblo de Dios necesita de su liderazgo y fortaleza para que las estructuras parroquiales sigan coordinan-do a las personas comprometidas con sus distintos ministerios.

Como Iglesia seguimos en pie, Jesucristo es nuestra luz y esperanza, estamos buscando cami-nos y oportunidades para seguir anunciando el Evangelio, con la protección de nuestra Madre, Santa María de Guadalupe.

San Agustín nos dice en su tratado “De música” que la música nace del alma y que es un reflejo de Dios, y bajo esta sentencia en mente en la catedral de Ecatepec, en el marco de la Jornada de Oración por las Voca-ciones, con mucha alegría nuestro obispo Mons. Oscar Roberto uni-do al equipo de adoración confor-mado por sacerdotes y el ministerio de música nueva vida llevaron a los hogares la presencia de Cristo Eu-caristía mediante un concierto de adoración en línea.

Son tiempos difíciles llenos de desesperanza e inestabilidad psi-cológica, física y espiritual, nuestro obispo invitó a todos los seguidores a poner su fe en Cristo y a unirse en oración para pedir por todas las víctimas del Covid-19, así como por todos los agentes de salud, dando es-peranza al pueblo convocado desde

su casa bajo el lema: “Dios no me abandona”. La adoración de Jesús Eucaristía inició aclamándolo con cantos y oraciones que surgían de corazón de los adoradores, pedimos al dueño de la mies que suscite voca-ciones sacerdotales, religiosas y mi-sioneras dispuestas a servir al pueblo de Dios y anunciar su Evangelio a los más necesitados.

Esa noche se vivió una experien-cia inolvidable, las familias desde sus hogares enviaron comentarios y ex-presaron que se llenaron de ánimo y gozo al vivir este hecho insólito. ¡No tengas miedo! Eran las palabras que hacían eco del Evangelio de San Marcos y que tocaban los corazones de los fieles que seguían la transmi-sión al contemplar a Cristo en el sa-cramento del altar.

Finalmente, con alabanzas se agradeció a Dios por tan grande

oportunidad de evangelizar por medio de las redes sociales, que es un ejemplo de ser luz de los nuevos tiempos que vive la Iglesia en medio de la tribulación.

¡La Iglesia está viva! una experiencia digital decomunión

oración que se transforma en caridad

CAMINAR DIOCESANO Por: Vicaría de Pastoral / Diócesis de Valle de Chalco

CAMINAR DIOCESANO Por: Díac. Raúl Eduardo Pérez Vázquez / Diócesis de Ecatepec

Foto: CODIPACS, Diócesis de Valle de Chalco. El Santísimo sale al encuentro de la comunidad.

Foto: Diócesis de Ecatepec Dios no nos abandona, mucho menos en los tiempos difíciles. Busquemos formas de hacer presente que Cristo está vivo en medio de nosotros, para llegar al corazón de todos los fieles.

/ Mayo 10, 2020 / 303 Cultura 13

Durante el mes de mayo celebramos a María, Madre de Dios y Madre nuestra; también cele-bramos con días especiales a todas las madres y a los maestros. Por este motivo, debemos reconocer en las tareas de la Iglesia, el papel que desempeña como madre y maestra de los fieles cristianos.

La Iglesia es madre porque engendra a sus hi-jos por el Espíritu Santo y los nutre mediante los Sacramentos. El Papa Francisco menciona que “Nadie se hace cristiano a sí mismo, nacemos y crecemos en la fe dentro del pueblo de Dios”. To-dos los miembros de la Iglesia son hermanos entre sí, a los que se les da vida en Cristo y son hijos de un mismo padre, Dios. La Iglesia tiene su modelo y ejemplo en la Virgen María, cuya obediencia a la Palabra de Dios es plena. Con esta palabra guía a todos sus hijos al conocimiento de la verdad y a la salvación en Cristo Jesús.

En palabras de San Pablo, comprendemos a la Iglesia como columna y fundamento de la verdad

(cfr. 1Tim 3, 15), es decir, dentro de la Iglesia se contempla a la Verdad, que es Cristo. Jesús mismo lo manifiesta de este modo al decir que Él es el ca-mino, la verdad y la vida (cfr. Jn 14, 6). Es gracias a la Iglesia que los fieles son guiados e instruidos en el conocimiento de Cristo mediante la Revela-ción y los Sacramentos.

Por tanto, en estas fechas importantes para las madres y para los maestros, tenemos que recono-cer a nuestra Iglesia como madre, que nos engen-dra y alimenta; y también como maestra, que nos educa y enseña. ¡Feliz día a las mamás y maestros! ¡Feliz día a nuestra Iglesia!

La Iglesia también es madre y maestraCULTURA Por: Pbro. José Luis Santos / Diócesis de Valle de Chalco

eNCUéNTRANos eN: eNCUéNTRANos eN:pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA pRovINCIA eCLesIÁsTICA De [email protected] [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

En “Laudato Si", el Papa, reto-mando intuiciones de San Juan Pablo II, habla sobre la "conver-sión ecológica", «que implica de-jar brotar las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las re-laciones con el mundo que los ro-dea» (n. 217). Y de aquí se deriva el compromiso de todo bautizado de evangelizar y dar testimonio continuo de la verdad que le fue entregada como gracia, como "co-mún-unidad", como comunidad capaz de convivir enriqueciendo y dignificando la creación de la que siendo parte ha de asumir la tarea privilegiada de guiarla; no debe ol-vidarse del aprendizaje de la con-vivencia que tiene lugar en la fami-lia que es "común-unión" y que su tarea es insustituible y finalmente asumir los compromisos que per-mitan el ejercicio del poder, a tra-vés de la política que ha de atender a la realización del bien común.

La Iglesia en varias ocasiones ha recordado las tareas y obligaciones de los laicos en este campo, nece-

sitamos apostar por otro estilo de vida, en una nueva alianza entre la humanidad y el ambiente que sea reflejo de la alianza con Dios y una humanidad que va en camino, unida y con la certeza de que si no luchamos juntos, no podremos lo-grar éste cometido. Esto nos puede llevar a una verdadera conversión, que requiere el conocimiento de Dios como "Padre y Creador" en un acto continuo de fe que anime la esperanza y dinamice la caridad.

¿Qué podemos hacer?… Pode-mos plantearnos éstas preguntas para llegar a respuestas y resulta-dos concretos:• ¿Cómo estamos llamados a cui-

dar de la creación de Dios?• ¿Qué podemos como católicos,

ofrecer a las necesidades am-bientales?

• ¿Cómo podemos fomentar un diálogo serio en la comunidad, en nuestras parroquias, escuelas, universidades y otros escenarios sobre las significativas dimensio-nes éticas de la crisis ambiental?

Nos podemos plantear varias preguntas que nos lleven a reali-zar acciones concretas por noso-tros, por nuestros hijos y futuras generaciones, por el mundo en-tero. Como Bautizados debemos adoptar la promesa de San Fran-cisco de Asís de cuidad de la crea-ción y de los pobres. La promesa de San Francisco es una promesa y un compromiso de personas, familias, parroquias, organiza-

ciones e instituciones católicas para vivir nuestra fe protegiendo la creación de Dios y abogando a favor de las personas en situa-ción de pobreza que enfrentan los impactos más severos del cambio climático global.

nuestro compromiso como bautizadosCULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

Foto: Vatican News Mensaje del Santo Padre para la Jorna-da Mundial de oración para el cuidado de la creación.

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Foto: Cathopic La Iglesia tiene su modelo y ejemplo en la Virgen María.

“Debemos reconocer en las tareas de la Iglesia el papel que desempeña como

madre y maestra de los fieles cristianos”

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Infantil 303 / Mayo 10, 2020 / / Mayo 10, 2020 / 303 Editorial14 3

¡Felicidades mamá!INFANTIL Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Queridas lectoras y lectores, hoy re-cordamos con mucha alegría y felici-tamos a todas las mamás de nuestro país, y también recordamos la mater-nidad por ser signo de amor y sacri-ficio para el mundo. En este mes de las madres recordamos el «sí» que ha tenido mayor impacto en la vida de la humanidad, la generosa respuesta de la Virgen María, que nos demues-tra que después de un «sí» Dios se vuelca en generosidad para con sus hijos amados.

Sabemos que temas como la mater-nidad, exclusiva del género femenino, son explicados de mejor manera por aquellas quienes lo han experimenta-do en carne propia, por eso quisimos preguntar a una madre cuál ha sido su experiencia de ser madre, de ser un elemento vivo del plan de vida que Dios ha pensado para la humanidad.

Entrevistamos a María Guadalupe Méndez, madre de 10 hijos y abuela de 15 pequeños, uno próximo a na-cer en estos días. Que su experien-cia maternal pueda iluminar a mu-chas madres que hoy se encuentran atrevasando dificultades por vivir el proyecto de Dios de dar vida en este mundo que sufre.

Después de todo lo que has vivido, la soltería, el embarazo, el parto, ¿qué significa para ti ser mamá?Para mí ser mamá es un gran don, un regalo que alimenta y aviva mi exis-tencia, porque es increíble poder ser partícipe de la creación de un ser vivo, totalmente completo y perfecto, don-de yo no he tenido que hacer práctica-mente nada. Ser madre es un regalo, primero el don de dar vida a nuevos hijos y después el don de entregarte cada día por ellos, porque los amas y buscas lo mejor para ellos, aunque te prives tu de muchas cosas que ellos no se imaginan. Al final cada quien va haciendo su vida, tomando las deci-siones en su libertad y una se queda como edpectadora, pero prevalece la esperanza de que en algún momento puedan ser felices, según sus anhelos, según su búsqueda.

¿Qué fue lo que te impulsó a decir, como María, «sí» al plan de vida que Dios tenía parado para ti?

En realidad no dije un «sí» como lo hizo María, sino que Dios me fue dan-do poco a poco pruebas de su amor en mi vida, en cada día, en cada em-barazo, en cada hijo, para poder ir entrando paulatinamente en su vo-luntad; así como un enamorado mira por su novia, tiene detalles de afecto, demuestra su cariño, así fue manifes-tándose Dios en mi vida, de manera que llegó un hijo, y otro, y otro… y me concedió estar siempre dispuesta a lo que Él quisiera; quizás mi miedo no me permitió decir un certero «sí», pero su amor me permitió no resistir-me y nunca decir «no».

¿Cuál ha sido el reto más difícil que has enfrentado para llegar al pleno amor de madre?El reto más difícil ha sido respetar la libertad de los hijos a medida que van creciendo y que van tomando sus propias decisiones. Muchas veces una como madre piensa que están equi-vocados o que no están bien, pero al final son decisiones que ellos toman y se tienen que respetar.

Hoy pareciera que el mundo está en nuestra contra, porque has dado lo mejor de ti y todo se viene abajo, pero hoy es el momento oportuno de dar lo mejor de ti, porque todavía hay más bondad en tu interior. Muchas cosas han cambiado su significado, algu-nas ya no son importantes y las ver-daderamente importantes las vemos latentemente, pero lo que importa es el medio en el que te mueves, con los que te toca vivir día a día, aunque no te entiendan ni te comprendan.

¿Cuál ha sido la sorpresa más grande en esta experiencia ma-ternal?El ser madre para mí ha sido un deto-nante para sacar de mí misma muchas cosas que antes no sabía que tenía o que podía hacer y para conocerme más a mí. El estar pendiente de los hijos, en sus distintas maneras de ser, en sus distintas necesidades, te hace entrar en una diversidad enorme de aprendizaje que se lleva a la práctica, y generalmente va uno creciendo mu-cho más, regenerándose mucho más. Algo que nunca me esperé, que es una sensación muy bella, es cuando en los

festejos del Día de las Madres mis hi-jos, apenas sabiendo escribir y agarrar el lápiz, mis hijos me escribían cartas de felicitación, eso siempre fue un de-talle que me gustó, porque también Dios se comunica así, en lo sencillo, en los detalles.

Estamos atravesando un tiempo muy difícil mundialmente por la pandemia, donde pareciera que engendrar nueva vida es una locura. ¿Qué consejo les darías a las mujeres, madres o en proce-so de ser madres, para vivir la maternidad plenamente?¡No tengan miedo! Dios es bueno, Dios es fuerte, Él cuida de los suyos, de sus hijos, y Él va a ayudar tanto a las madres como a los bebés. Este tiem-po de pandemia, este tiempo de crisis, sirve para que el hombre y la mujer, las familias, busquen una nueva for-ma de vivir, dejando muchas cosas su-perfluas, que no eran tan necesarias. En este tiempo difícil, pareciera que la humanidad ha dado todo lo que puede, todo lo que tiene, y no es así, todavía nos falta dar más de lo bueno de nosotros, todavía hay más bondad dentro de nosotros, y más nosotras como madres; una mujer por un hijo se transforma en algo mucho más grande para protegerlo, para ayudar-lo. Así que no tengan miedo, Dios está con nosotras.

Estamos viviendo acontecimientos difíciles que están cambiando com-pletamente la sociedad que conocía-

mos, a lo que estábamos acostumbra-dos, pero creo que estos cambios eran necesarios para que la humanidad se detenga un poquito y se replantee la vida. El cosmos es un mundo que no conocemos ni tantito, donde la vida germina y cambia minuto a minuto. A ustedes los jóvenes les parecía que todo lo podían controlar, pero esta situación demuestra la fragilidad hu-mana y que sin Dios es muy difícil, y la vida presenta que todo es nuevo, y lo maravilloso es que los jóvenes tendrán la capacidad de salir adelante por su juventud y capacidades, solo que en un ambiente que no esperaban.

La Iglesia, Madre de todos los cris-tianos, se transforma en algo más grande para ayudar a sus hijos, para protegerlos, para verlos felices. Que la figura Materna de la Iglesia que nos ama, ilumine la vida del pueblo cris-tiano, de los hijos de Dios, para salir adelante ante las adversidades que el mundo nos presenta.

Madre, tú también responde es-tas preguntas y envíalas al correro: [email protected], nosotros las compartire-mos para que tu testimonio pueda ilu-minar el caminar de muchas madres y familias en nuestra provincia.

¡Feliz día de las madres!Editorial Mensajero

nuestras madres, pilares ante la adversidadEDITORIAL

Foto: John OregónDios me dio la vida; la maternidad me dio más ganas de vivirla.

eNCUéNTRANos eN: eNCUéNTRANos eN:pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA pRovINCIA eCLesIÁsTICA De [email protected] [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

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Una vez un periodista le preguntó al entonces Cardenal Joseph Ratzinger: «¿Dios es hombre o mujer?». La respuesta del cardenal - hoy Papa Emérito - es contundente: «Dios es Dios. No es ni hombre ni mujer, sino que es Dios por encima de todo. Yo creo que es muy importante consignar que la fe bíblica siempre tuvo claro que Dios no es ni hombre ni mujer, sino precisamente Dios, y que el hombre y la mujer le copian (…)». Seewald insiste: «Pero el problema es que la Biblia habla de Dios como padre, representándolo con una ima-gen masculina». La respuesta del entonces Carde-nal fue la siguiente: «(…) la Biblia utiliza en la ora-ción la imagen del padre y no de la madre, pero en las imágenes sobre Dios siempre le ha añadi-do atributos femeninos. Por ejemplo, cuando se habla de la “compasión” de Dios en el Antiguo Testamento, no se menciona el vocablo abstracto “compasión”, sino un término corporal, Racha-min, el ‘seno materno’ de Dios que representa la compasión. El significado espiritual de esta pala-bra simboliza también la maternidad divina».

La autora Marta Nin Dones en uno de sus libros destaca el pasaje de la Biblia de la mujer adúlte-ra, a la que figuradamente llama: Bassemat, que a punto de ser lapidada, es presentada a Jesús, y Él se vuelve a agachar y continúa escribiendo en la

tierra. La autora comenta: «No era, pues, la con-dena de Bassemat la que dibujaba con el dedo. Ella se fijó bien: Rachamin, rehem ... escribía estas dos palabras. Rachamin, misericordia, aquella palabra que la adúltera había oído tantas veces referida a Dios y que solo ahora captaba como hija de rehem, vientre materno. Rachamin se quedaba bien corta entendida solo como misericordia. Rachamin ve-nía de rehem, era amor de madre, amor incondi-cional, amor paciente, amor bueno, amor abierto al perdón».

En un libro titulado «El regreso del hijo pródi-go» (Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt) el autor explica que el pintor representó al mucha-cho arrodillado ante su padre, y la cabeza descan-sando en su corazón. En este cuadro se nota que el Padre tiene dos manos diferentes, la del lado iz-quierdo es fuerte mostrando un padre que corrige, que exige, la de la derecha es delicada, como una mamá que abraza, que consuela.

Es un modo hermoso de describir plásticamen-te esas dos dimensiones del amor de Dios. María es el mejor icono de ese amor materno de Dios. Ella esperó con nitidez sus promesas, y lo pudo hacer porque amó mucho. Quien ama, no se can-sa de esperar al amado. El amor materno de Dios se manifiesta en la clara esperanza de María.

La celebración de las madres inicia con una mujer estadunidense lla-mada Anna Jarvis, quien celebró un memorial para su madre veneran-do “el servicio privado de una mu-jer hacia su familia”, así como ren-dir homenaje al servicio que había prestado durante años atendiendo heridos en la Guerra Civil de EU; posteriormente dicha celebración se estableció en todo el mundo con di-ferentes fechas. En México el 10 de

mayo se celebra con el propósito de reconocer la importancia de la figura materna para los hijos, las familias y la sociedad.

La figura de una madre es funda-mental para el crecimiento y desa-rrollo de los seres humanos, sin duda es uno de los papales más importan-tes dentro de la sociedad. Una mamá nos enseña de forma directa a lavar-nos los dientes, pedir las cosas por fa-vor, lavar las manos antes de comer,

pero también de forma indirecta nos enseñan a amar sin condicio-nes, a compartir, escuchar, están ahí en nuestros primeros pasos, cuando caemos y cuando corremos con una cobija en la espalda pensando que es una capa. Muchos tenemos la for-tuna de crecer con nuestra madre a un lado, pero para otros tantos, por diferentes situaciones, no ha sido así, por lo que es necesario recordar que la Iglesia siempre ha acogido a todos como una madre amorosa, donde no limita su amor ni aceptación, donde se puede encontrar un refugio en los brazos amorosos de una Iglesia fiel que adopta no solo dando cariño,

sino para conocerte, para escrutarte e introducirte a una vida cristiana.

En 1995 Juan Pablo II escribe una carta hacia las mujeres donde dice: «Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida.»

El Día de las Madres es un día para reconocer la importancia de aquella figura de amor, pero tam-bién figura de poder, respeto y cari-ño. Es necesario que todos los días se agradezca con palabras y acciones el amor incondicional de las madres; es conveniente que todos los días se re-conozca la importancia de la figura materna.

Quiero compartir esta reflexión en este mes de mayo dedicado a la Santísima Virgen María, espero que pueda ayu-darnos para profundizar en nuestra fe y nuestro amor a María Santísima. Esta reflexión la haré tomando como marco el bello texto que nos presenta el Evangelio de San Lucas, un texto co-nocido como el «Magnificat», esperan-do que nos pueda ayudar a darle gra-cias a Dios, a glorificar su nombre con el corazón y con los labios de Maria.

Abramos la Sagrada Escritura y lea-mos con toda serenidad el texto de Lc. 1,46-56.

Este canto, tradicionalmente llama-do «Magnificat» por su primera pala-bra en la traducción latina, es un him-no de acción de gracias a Dios por la realización de su obra salvadora a favor de Israel, compuesto con frases y remi-niscencias de textos del Antiguo Testa-mento. Tiene como modelos el cántico de Ana, una mujer estéril a quien Dios le concede un hijo, y los cantos de los pobres del Señor presentes en los Sal-mos. María encarna al nuevo Israel, que da gracias a Dios porque cumplió todo lo anunciado en las Escrituras. María es dichosa porque en ella Dios comenzó las grandes obras con las que cumplió su promesa de socorrer a los pobres y desvalidos de la humanidad.

«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra en mi espíritu en Dios mi salvador». Con estas palabras Ma-ría reconoce en primer lugar los dones singulares que le han sido concedidos, pero alude también a los beneficios co-munes con que Dios no deja nunca de favorecer al género humano. Proclama la grandeza del Señor el alma de aquel que consagra todos sus afectos interio-res a la alabanza y al servicio de Dios y, con la observancia de los preceptos di-vinos demuestra que nunca echa en ol-vido las proezas de la majestad de Dios. Se alegra en Dios su salvador el espíri-tu de aquel cuyo deleite consiste úni-camente en el recuerdo de su creador, de quien espera la salvación eterna. Estas palabras, aunque sean aplicables a todos los santos, hallan su lugar más adecuado en los labios de la Madre de Dios, ya que ella por un privilegio úni-co ardía en amor espiritual hacia aquel

que llevaba corporalmente en su seno. Ella con razón pudo alegrarse más que cualquier otro santo en Jesús, su salva-dor, porque sabía que aquel mismo al que reconocía como eterno autor de la salvación había de nacer de su carne, engendrado en el tiempo, y había de ser en una misma y única persona su verdadero hijo y su Señor.

«Porque el poderoso ha hecho obras grandes por mí, su nombre es Santo». No se atribuye nada a sus méritos, sino que toda su grandeza la refiere a la li-bre donación de aquel que es por esen-cia poderoso y grande, y que tiene por norma levantar a sus fieles de su pe-queñez y debilidad y hacerlos grandes y fuertes. Muy acertadamente añade: «su nombre es Santo», para que quie-nes entonces la oyeron y todos aquellos a los que habían de llegar sus palabras comprendieran que la fe y el recurso a este nombre había de procurarles tam-bién una participación en la santidad eterna y la verdadera salvación, con-forme al oráculo profético que afirma: «todo el que invoque el nombre del Se-ñor se salvará», ya que este nombre se identifica con aquel del que antes se ha dicho: «Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador».

En estos últimos días hemos esta-do viviendo con gran temor, con gran preocupación e incertidumbre esta si-tuación de emergencia sanitaria, que podría oscurecer la alegría y el gozo de nuestra fe, y que incluso podría im-pedirnos presentarle al Señor nuestra alabanza, nuestra acción de gracias, el reconocimiento de su amor y de su mi-sericordia.

Y es precisamente en la adversidad cuando María nos enseña a elevar nuestro cántico de acción de gracias, nuestro canto de confianza en el Señor porque somos sus hijos pequeños, frá-giles e indefensos; con humildad reco-nocemos nuestra fragilidad, con senci-llez de corazón nos damos cuenta que solos no podemos, que necesitamos el consuelo y la protección de quien todo lo puede, cuyo nombre es Santo y su misericordia llega de generación en generación. Como generación ac-tual nos está tocando vivir en todo el mundo los estragos de esta pandemia,

donde descubrimos que la ciencia, la medicina, el desarrollo económico y los avances tecnológicos no han sido suficientes para contener este desastre humanitario. Ante esta realidad de dolor, tristeza y muerte, unidos al cora-zón de María, podemos elevar nuestro canto de alabanza porque el Señor está con nosotros; abramos el corazón y los labios para presentarle nuestro gozo y nuestra esperanza.

Con toda certeza millones de niñas y niños, adolescentes, jóvenes, mujeres y hombres e infinidad de familias es-tán cansadas por tantos días, semanas y meses de encierro en sus casas, con el deseo de salir, de encontrarse con los demás familiares, amigos, compañeros de escuela, de trabajo o hermanos de comunidad parroquial, con el deseo de celebrar los Sacramentos y no es posi-ble, porque podemos contagiarnos o ser portadores de contagio. Ante este can-sancio, frustración e incluso desespera-ción, podemos unir nuestro corazón y abrir nuestros labios con los de María, para que unidos en la oración y en la alabanza, pidamos al Señor la fuerza que necesitamos y así salir fortalecidos en nuestra vida cristiana ademas con el compromiso de ser constructores de un mundo más humano en el que nos cui-demos unos a otros y trabajemos por el bien de la humanidad.

Finalmente, hermanos, los invito para que se unan al Plan Operativo de sus correspondientes diócesis y pon-gamos en práctica la caridad cristiana y nuestro espíritu de solidaridad, de modo prioritario con los hermanos más necesitados, los más vulnerables los que padecen hambre, los que pa-san frío y con quienes desafortunada-mente están enfermos o han perdido uno o más seres queridos. Hagamos uso de las redes sociales y de los dife-rentes medios de comunicación actual que estén a nuestro alcance, para que podamos llegar a ellos, que experimen-ten nuestra presencia cercana, nuestra solidaridad cristiana y nuestra oración haciéndolos sentir miembros vivos de la iglesia.

+ Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Dar gracias al señor con el corazóny los labios de maría

el impacto de una madre.10 de mayo Día de las madres.

el amor materno de Dios

LA VOZ DEL PASTOR Por: Mons. Efraín Mendoza Cruz / Obispo Auxiliar de TlalnepantlaLAICOS Por: Lic. Rebeca Navarro Chaparro / Arquidiócesis de Tlalnepantla

DirectorioExcmo. Sr. D. José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz MondragónObispo de Cuautitlán

Excmo. Sr. D. Francisco González RamosObispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G.Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar GaliciaObispo de Teotihuacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla SánchezObispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales SánchezObispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio BautistaObispo Auxliar de Tlalnepantla

Mons. Víctor René Rodríguez GómezDirector General Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación

Pbro. José Luis Juárez RamosDirector en Turno

Equipo de Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de TlalnepantlaColaboradores

Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesaria-mente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación.

Mensajero es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepan- tla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuauti- tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihua-cán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

Para cualquier aclaración o comentario, favor de contactarnos vía correo electró-nico a la siguiente cuenta:

[email protected]

La Voz del Pastor 303 / Mayo 10, 2020 / / Mayo 10, 2020 / 303 Laicos2 15

LAICOS Por: Lic. Rebeca Navarro Chaparro / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Foto: Cathopic La relación madre-hijo es casi siempre la primera relación que experimentan los seres humanos, esta tiene un gran impacto en la vida personal y de ella dependen varias características íntegras de la persona.

Foto: Cathopic El amor materno es escencial en la vida de toda persona, por eso nos deja a la madre Iglesia.

eNCUéNTRANos eN: eNCUéNTRANos eN:pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA pRovINCIA eCLesIÁsTICA De [email protected] [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

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Año 11 / No.303mAyo 10, 2020

Déjate acoger por tu madrela IglesiaPags. 7, 11 y 12

La IgLesIa tambIénes maDre y maestra

12P. 13

CULTURA

La ceLebracIón DeLa eucarIstía ¿Para cuánDo?

12P. 6

ACTUALIDAD

Dar gracIas aL señor con eL corazón y Los LabIos De maría

12P. 2

voz DeL pAsToR

Provincial 303 / Mayo 10, 2020 /16

eNCUéNTRANos eN: pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

nuestras madres, pilares antela adversidad / P. 3

eNCUéNTRANos eN: pRovINCIA eCLesIÁsTICA De TLALNepANTLA [email protected] www.pRovINCIADeTLALNepANTLA.oRg.mx

El pasado jueves 30 de junio del pre-sente año los obispos de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla se reu-nieron por medio de una plataforma virtual para dar seguimiento a las re-uniones episcopales de la provincia y para seguir trabajando en sinodali-dad durante la emergencia sanitaria que estamos viviendo.

Convocados por Mons. José Anto-nio Fernández Hurtado, los obispos, desde sus sedes episcopales, se dieron cita a las 11:00 hrs por el medio di-gital para saludarse, ponerse al tanto de los trabajos de cada diócesis y dia-logar acerca de las realidades y situa-ciones específicas de cada territorio diocesano. Participaron los obispos de Cuautitlán, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco, Ecatepec, Teotihuacán, Izcalli, el Vicario General de Texco-co, los obispos auxiliares y el arzobis-po de Tlalnepantla.

Las fechas de las reuniones que se tenían programadas para este primer semestre del año se vieron afectadas por el confinamiento y las nuevas disposiciones de la fase 3 de contingencia por el Coronavirus. No obstante, buscando un diálogo a nivel provincial y comunión entre los obispos y las disposiciones que se han tomado a lo largo de la pande-mia, los prelados participaron gusto-sos de esta reunión.

El primer momento de la sesión fue el saludo entre los participantes, donde expresaron con mucho ánimo que se alegraban por poder saludarse y convivir, aunque sea de forma vir-tual, sabiendo que ninguno está solo en su misión como pastores del pue-blo de Dios en las distintas Iglesias

particulares. En ese momento tam-bién se anunció el estado de salud de Mons. Juan Manuel Mancilla, Obis-po de Texcoco, quien se encontraba en reposo por haber adolecido de las rodillas; el Vicario General de Tex-coco compartió sus saludos y acudió en su representación, pidiendo tam-bién la oración por su pastor para su pronta recuperación. Los obispos tuvieron oportunidad de expresar su sentir ante la situación de pandemia y de platicar sobre algunos aspectos personales que cada uno vive.

En un segundo momento se dia-logó acerca de las disposiciones, las problemáticas y las circunstancias extraordinarias que se están vivien-do en cada Iglesia particular por la pandemia provocada por Covid-19.

Las disposiciones tomadas por los pastores de las diócesis pertenecien-tes a la Provincia de Tlalnepantla han sido tomadas en la misma línea, de ayuda, solidaridad y cuidado del rebaño y los pastores, atendiendo también a las disposiciones de las autoridades sanitarias y civiles. Los diferentes territorios diocesanos es-tán viviendo situaciones variadas pero similares en lo que se refiere a la contingencia. En cada diócesis se está trabajando un plan para seguir anunciando el Evangelio y para se-guir construyendo el reino de Dios en este mundo, confundido por la tormenta que ha golpeado a la hu-manidad. Cada uno tuvo la oportu-nidad de externar lo que se vive en su diócesis, para dar luz a las demás Iglesias y a los pastores.

Terminada la participación de cada uno de los asistentes, Mons. José Antonio cedió la palabra a Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo Auxi-liar de Tlalnepantla, quien presentó el proyecto de Redes de Solidaridad y Comunión, siguiendo la invitación del arzobispo de responder a las con-secuencias de la pandemia con so-lidaridad con los más necesitados y comunión con el pueblo de Dios. El arzobispo invitó a las demás dióce-sis a seguir trabajando en conjunto y a buscar el diálogo para tener una mejor visión ante el tiempo que nos espera como Iglesia. A la luz del Es-píritu Santo, el Plan Operativo ya ha sido puesto en marcha y las Iglesias de la provincia ya trabajan para salir adelante frente a la realidad actual en el mundo.

Finalmente, se convocó a los pas-tores a una nueva reunión en el mes de mayo, para poder seguir dialo-gando, como hasta ahora, en frater-na comunión, teniendo como base el amor de Cristo, que calma la tem-pestad y sale victorioso de la muerte. Pidamos por nuestros obispos, para que el Espíritu los ilumine, les conce-da sabiduría y fortaleza para enfren-tar las adversidades

reunión virtual de los obispos de laProvincia de tlalnepantla

PROVINCIAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

Foto: CODIPACS Tlalnepantla Por medio de la plataforma Zoom, se llevó a cabo la primera reunión de los obispos de la Provincia de Tlalnepantla en lo que va de la contingencia.