mariflor aguilar rivero. conceptos fundamentales de la teoría althusseriana de la ideología

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e0 --te D \/v (.1-. -------_ .. - , " '. ',( i \; X I~ I V. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LA TEORíA ALTHUSSERIA"NA DE LA IDEOLOGíA Hcmcs visto quc en "I(lc~)I()gí;¡ y ap:¡r:1tos ideológicos del Estado", A.Jthusser calificaba de "no marxista" a la tcori.i de la iclcologí:¡ desarrollada por Marx y F.ngcls en Lf;\ y nue CSb07.:.1h:1, ,1 cambio, la suya propia Estn teoría. qllc ahora nnnlizarcmos en clcln llc, consta de dos vertientes fundamentales. Por una parte es UIl:! tcoria crítica de la noción de ideología, según la cual ésta consiste en un conjunto de ideas -blsJS o vcrdaderas-c-, ideas que en tanto son ideoló- gicas, esto es, constitutivas o necesarias en toda sociedad, repre- sentan un factor explicativo causalrncntc de talo cual fenómeno social. :\ esl:¡ vcrtir:n lr: l.t ll.u un rc mox "Filosóf ir.i", y tr.it.ircmos de mostrar lJIIC se inxcribc dClltru dcl viejo proycclu ;!1lI1LlSScri:lll(J de combatir hasta 1:1 muerte ;11 Sujeto bajo toelos sus disfraces (grandcs o pequeños hombres, clases sociales. Estado, conciencia, etcétera), La segunda vertiente la denominaremos vertiente "científica", la cual está ligada fundamentalmente al concepto de aparato ideológico de Estado. Como también hemos visto, el contenido teórico de cada una eJe las vertien tes de esta teoría de la ideología represen- taron, en su momento, verdaderos acontecimientos teóricos, debido a que combinaban en forma inédita la tco.Ia marxista clásica con otras teorías. En el primer caso, el de la vertiente filosófica, Althusscr se hace deudor de la teoría psicoanalitica no s610 por la impor- tación al seno de la teoría marxista elel concepto de "imaginario", o la idea de la "ideología sin historia", sino también por rcimportar a la teoría política (ya Marx y Engels 10 habían hecho en LIA) la problemática de la crÍtic,l de b conciencia. Por 10 que concierne a la vertiente científica, la deuda es con Cramsci quien, COIllO subraya Altliusscr: Es el único quien previamente ha transitado por el camino que vamos a emprender. Crarnsci tuvo la "singular" idea de que el Estado no se reducía al aparato (represivo) de Estado, sino que también comprendía, segLlll sus términos, cierto número de insti- tuciones de la sociedad civil (ATE, 91).1 1 Así indicaremos las referencias al artículo de Althusser: "Idcologia yapa· / J

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Page 1: Mariflor Aguilar Rivero. Conceptos fundamentales de la teoría althusseriana de la ideología

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V. CONCEPTOS FUNDAMENTALESDE LA TEORíA ALTHUSSERIA"NA

DE LA IDEOLOGíA

Hcmcs visto quc en "I(lc~)I()gí;¡ y ap:¡r:1tos ideológicos del Estado",A.Jthusser calificaba de "no marxista" a la tcori.i de la iclcologí:¡desarrollada por Marx y F.ngcls en Lf;\ y nue CSb07.:.1h:1, ,1 cambio,la suya propia Estn teoría. qllc ahora nnnlizarcmos en clcln llc, constade dos vertientes fundamentales. Por una parte es UIl:! tcoria crítica dela noción de ideología, según la cual ésta consiste en un conjuntode ideas -blsJS o vcrdaderas-c-, ideas que en tanto son ideoló-gicas, esto es, constitutivas o necesarias en toda sociedad, repre-sentan un factor explicativo causalrncntc de talo cual fenómenosocial. :\ esl:¡ vcrtir:n lr: l.t ll.u un rc mox "Filosóf ir.i", y tr.it.ircmosde mostrar lJIIC se inxcribc dClltru dcl viejo proycclu ;!1lI1LlSScri:lll(J decombatir hasta 1:1 muerte ;11 Sujeto bajo toelos sus disfraces (grandcso pequeños hombres, clases sociales. Estado, conciencia, etcétera),La segunda vertiente la denominaremos vertiente "científica", lacual está ligada fundamentalmente al concepto de aparato ideológicode Estado. Como también hemos visto, el contenido teórico decada una eJe las vertien tes de esta teoría de la ideología represen-taron, en su momento, verdaderos acontecimientos teóricos, debidoa que combinaban en forma inédita la tco.Ia marxista clásica conotras teorías. En el primer caso, el de la vertiente filosófica, Althusscrse hace deudor de la teoría psicoanalitica no s610 por la impor-tación al seno de la teoría marxista elel concepto de "imaginario",o la idea de la "ideología sin historia", sino también por rcimportara la teoría política (ya Marx y Engels 10 habían hecho en LIA) laproblemática de la crÍtic,l de b conciencia.

Por 10 que concierne a la vertiente científica, la deuda es conCramsci quien, COIllO subraya Altliusscr:

Es el único quien previamente ha transitado por el camino quevamos a emprender. Crarnsci tuvo la "singular" idea de que elEstado no se reducía al aparato (represivo) de Estado, sino quetambién comprendía, segLlll sus términos, cierto número de insti-tuciones de la sociedad civil (ATE, 91).1

1 Así indicaremos las referencias al artículo de Althusser: "Idcologia yapa·

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Page 2: Mariflor Aguilar Rivero. Conceptos fundamentales de la teoría althusseriana de la ideología

56 Conceptos fU1Idamentales de la teoría Tesis 1 57La novedad de esta vertiente resulta, pues, de la articulación, en

la definición misma, de la ideología con el concepto de "Estado",de la teoría de la ideología con la teoría gramsciana cid Estado.

Analizaremos la nueva teoría althusseriana de la ideología des-componiéndola en cinco tesis, de las cuales las cuatro primeras for-man 10 q\1e hemos llamado la vertiente filosófica, y sólo la últimaconstituye la vertiente científica. Es de importancia señalar que ladistinción entre ambas vertientes o campos de problemas no implicala desarticulación de los mismos; antes al contrario, podremos obser-var que la noción de sujeto o la noción de conciencia, centralesen las cuatro primeras tesis, también ocupan un lugar relevante enla quinta aunque, en este caso, queda desplazada por la importanciadel concepto de "apara to ideológico".

Conviene señalar también que la posición última de Althusscracerca de la ideología no es, ni con mucho totalmente coherentey sin ambigüedades; es, por el contrario, inestable y contradictoria.Si bien es claro el tránsito de una problemática propiamente gnoseo-lógica a una problemática "sociológica", el CSC1S0 desa rrollo teóricode cada uno de los conceptos producidos y la importación de con-ceptos de otras disciplinas sin explicar o [ustificar teóricamente laimportación, dejan mucho que esperar eJe dicha teoría.

TESIS 1: LA lDEOLOCÍ.\ NO TIENE IlISTORIA

ya esta acusa Clan en páginas anteriores. Aquí nos ocuparemos másbien de aclarar lo desarrollado por A1thusser respecto de la ideología.

En la defensa de la tesis la ideología no tielle historia, proponepara empezar una doble tesis acerca de la ideología y de su historia:por una parte, sostiene que las ideoiogias ti('nen una historia propia,por otra, afirma que la ideología en general no tiene historia(AJE, 111), es dcci r, es eterna "10 mismo que 10 es el inconscien te"(ibid).2 ¿Cuál es el sentido de la doble tesis aparentemente contra-dictoria? Parecería que para sostener ambas caras de la misma fuerapreciso que cl término "ideología" estuviera usado con sentidodiferente en cada caso, vale decir designando realidades distintasen cada ocasión. En efecto: a lo que se refiere la primera partede la doble tesis ("hs ielcologí:~s tienen una historia pro.pi:l") es a]hecho de quc la ideología -G1(];¡ iclcologia-«, ;IUI1 determinadasiempre en última instancia por la lucha de clases, tiene una ciertaautonomía relativa, es decir, Cjue su explicación y comprensión nose agota con la referencia al mundo de la política o de las relacionessociales de producción F.n otras palabras. "las ideologías tienen unahistoria propia" es UII;) proposición que remite a la necesidad deanálisis muy concretos p:lra cu tcndct las múltiples y diversas mn 11 i-ícstaciones ideológicas bajo relaciones de producción idénticas.

La otra cara de la tesis althusscriana, la ideología en general notiene historia designa justamente lo contrario de 10 que parece:designa que la ideología es omnihistórica, que la estructura y losmecanismos de su funcionamiento -no sus contenidos concretos-SOn siempre los mismos y están y estarán siempre presentes entodas las formas ideológicas, trátese eJe idcologías dc clase -bur-gue3a, proletaria, revolucionaria, ctcétcra->, o de formaciones ideo-lógicas particulares -religios:ls, artist icas, etcétera.

Así vista, la doble tesis no- cs tnl. Son dos tesis con sujetos gra-maticales bien distintos. L;¡ primera tiene como sujeto a "las ideo-10gÍ;¡s" en sus manifestaciones '! efectos concretos: particulares, espe-cíficos y exclusivos; el sujeto gramatical de la segunda, en cambio,

2 Considera Althusser que la comparación de la eternidad de la ideologíacon la eternidad del inconsciente es útil para "proporcionar un punto departida teórico" (ME. l l l ). Nos parece que la comparación con el incons-ciente freudiano es, por una parte. un reconocimiento de su deuda con 13teoría psicoannlitica, y por otra, una anticipación de lo que será su modode concebir la ideología (parcinlrncnt« inconsciente). Consideramos, sin embargo,que aunque esta comparación ayICda poco para explicar la tesis simple quese quiere defender, a saber. que la ideología es un elemento constitutivo("esencial" podríamos decir) de 13 realidad social. igual que lo es la produc-ción y la política. o el inconscienle para la teoría psicoanalitica del sujeto,sí ilumina acerca de la compleja empresa que se propone llevar a cabo Althusser:echar mano de los conceptos y desarrollos de la teoría psicoanalitica para. asu vez, desarrollar la tcorla marxista de la ideología.

En el ensayo "Ideología y aparatos ideológicos del Estado" (En-sayo), Althusser inicia la exposición acerca de la ideología criticando10 que la teoría marxista ha dicho al respecto, sobre todo lo que seexpone en LIA. De esta teoría de la idelogi8 dice que "no es mar-xista" por tratarse de una teoría positivista-historicista (AlE, 108).Con esta afirmación se están rechazando dos cosas a la vez: laconcepción marxista tradicional de la ideologia según la cual éstaes igual a la conciencia falsa, y una concepción clásica de la ideo-logía que la concibe como conjunto de ideas. En contra de esto,A1thusser opone un conjunto de tesis.

A esta afirmación Althusser le da un sentido radicalmente dis-tinto al de la misma tesis postulada por Marx y Engcls en LIA,cuyo sentido es, según Althusser, positivista-historicista. Analizamos

ratos ideológicos del Estado", en Posiciones, Grija lbo, México, 1977, p. 75-137(Teoría y Praxis, 32).

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58 Conceptos fundamentales de la teoría Tesis 1 59

es "la ideología en general", es decir, una teoría abstracta -peromuy abstracta: apenas en las primeras determinaciones del objetoteórico. .

Esta "ideología en general" 'o teoría abstracta de las ideologíasno tiene historia precisamente porque está presente siempre en lahistoria, porque el recuento de su historia, si la tuviera, no seríasino la monótona repetición de lo mismo: los mismos elementosque cada vez entran a funcionar para producir efectos siempre igualesdentro de un limitado margen de alternativas. Pero Althusser limitael alcance de esta tesis al aclarar que su universo de validez sereduce a las sociedades de clases: "Me limito provisionalmente alas sociedades de clases y a su historia" (AJE, 112). Este lími teque Althusser impone a las tesis que desarrolla alude n la imposi-bilidad de saber algo definitivo acerca de las sociedades sin clase,no sólo acerca del funcionamien toespecífico de la ideología, sinotambién de lo político y lo económico. Sin embargo, desde el nivelmás abstracto de la teoría algo puede pensarse al respecto, a saber,que una formación social en la cual no existan las clases estaráconformada también por lo económico, lo político y lo ideológico,o en otraspalabras, necesitará producir bienes materiales bajo rcla-cienes sociales determinadas, entrarán en juego también luchas detendencias o conflictos en tomo del poder -o poderes diversos-y, por último, las diversas prácticas sociales serán realizadas bajo elsistema de códigos y representaciones que las inducen. Por este moti-vo Althusser puede afirmar que "si alguna vez existe una sociedadcomunista, tendrá sus relaciones de producción -¿de qué otro mododenominar, si no, a la 'libre asociación de productores'?- y, portanto, sus relaciones sociales; y también sus relaciones ideológicas". nCon esta afirmación Althusser continúa sobre la línea iniciada enLa revolución teórica de Marx, donde afirma quc "el materialismohistórico no puec1:e concebir que una sociedad comunista pueda presocindir jamás de la ideología". 4

Por Su parte, el lado positivo de la limitante que Althusser imponea sus tesis indica que en toda sociedad de clases la ideología es"imaginaria" y existe ma terialmente en los "a para tos ideológicosdel Estado"; sus agentes son los sujetes que ella misma constituyeen tales mediante el mecanismo de la interpelación ideológica enel cual toma parte un elemento que hace las veces de "gran sujeto"(Sujeto) interpelador. Son éstas las tesis que desarrollaremos en estaparte del trabajo.

El proyecto de construir una teoría de la ideología en generalha sido cuestionado por diferentes críticos de Althusser. ¿Qué comoprende este proyecto que suscitó tales críticas? Pretende 10 que indiocamos arriba: analizar el mecanismo general del funcionamientoideológico, es decir, sus modos gencralcs de operación independiente-mente de que se trate de ideologías regionales (moral, política, etcé-tera) o de ideologías de clase, lo cual no podía ser aceptado pormuchos marxistas, para quienes la ideología debe ser pensada entérminos "burgueses" o "proletarios", por ejemplo. Uno de los másagudos, entre estos críticos, J. Ranciere, critica dos puntos de esteproyecto que se le asigne a la ideología una función general, a saber,la de coliesionar a los individuos en la sociedad, y que se definael concepto de idcologLJ "aulcs de que inl'ervcllga el couccplo delucha de clases". G De momen to sólo nos ocupa remos de la segundaobjeción; responderemos a la primera en la parte dedicada al aná-lisis de 1;; tesis 1II,

Consideramos que la intención de construir un concepto de "ideo-logía" cJue en un cierto nivel de abstracción valga ¡Xlf'd todas lasformas ideológicas de clase 110 es una emprcsa que en sí misma,y por ese sólo hecho, abandone el terreno del materialismo histórico.Se suele juzgar que la pretensión de construir una teoría de la ideo-logía en general deja de lado la lucha de clases. Es cierto que losdesarrollos de Althusser acerca de la ideología no echan mano entodo momento del término "clases sociales" o "lucha de clases"para indicar la determinación que ésta ejerce sobre la ideología, peroconsideramos que el concepto no queda lógicamente excluido: nose cae en contradicción alguna si se habla de la ideología en lostérminos de Althusscr y si, 81 mismo tiempo, se piensa en unaideología de clase. o Por el contrario, puede considerarse que "tododiscurso sobre las ideologías históricas, y en particular toclo discurso'marxista' sobre las iclcologfas, incluye explícita o implícitamenteuna definición cle la ideología en general, que le permite pensar suspropias condiciones de posibilidad y su propio lugar histórico". 7

3 L. Althusser, "Notas sobre el Estado"; en Cuadernos Políticos, México,oct-dic. de 1978, núm. 18, p. 11.,

4 Ed. cit., "Marxismo y humanismo", p, 1')2,

5 J acques Rancierc, "Sobre la teoría de la ideología", en ). Rancicrc el al"Lecturn de /\ltIl'Jsser, Calcrnn. Buenos Aires, 1970, p, 323,

o Para ). Rancicrc y p,Ha A, Sáuchcz Vázqucz (en Ciencia y revolución),entre otros, sí hay contradicción puesto que Althusser incluye en su concepciónde la ideología la car acteristicn de cumplir la función de cohcsionar a losindividuos con sus prácticas, lo cual es incompatible con la ideología rcvolu-cionaria que se caracteriza por su componente subversivo o contestatario, Vclve-remos sobre esto.

7 E, Baiihar, "De Barhclard ;] Althusscr: el concepto de 'corte cpistemo-lógico' ", cd. cit. p, 35,

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60 Conceptos [unilameniales c/e [a teoría

Lo que ocurre es que la teoría que Althusser esboza no pretendereducirse a la afirmación de que la. ideología es fundamentalmentede clase. Si así fuera no sólo no podría desarrollar la teoría de laideología en general sino que muy poco podría decir acerca de lasmismas ideologías de clase. Ranciere no tiene razón al impugnarla empresa althusseriana; no tiene razón cuando impugna el análisisde la ideología en un contexto diferente al de una teoría de la desa-lienación (es decir, de una teoría de la ideología centrada en el esque-na simple de la dicotomía ideología burguesa-alicrieda / ideología

revolucionaria o proletaria-desalienada ). 1\1 oponerse a esta empresa,Ranciere se opone al intento de ir más allá de lo dicho por Marx;más allá, no en el sentido de rechazar o desconocer lo previo sinode un desarrollo necesario para la teoría marxista contemporánea.'~ verdad que el concepto de lucha de clases es central para todateoría marxista, general o regional, de las formaciones sociales. Loque es necesario precisar es cómo o dónde debe insertarse ese con-cepto para que el sentido teórico sea el buscado: "Antaño como en·:a actualidad, el problema nunca ha sido simplemente el de afirmaro negar la 'lucha de clases' y su primacía; siempre ha sido el desaber cómo determina a la teoría, y .en particular cómo determinaJU propia teoría .. , "S Es de dudarse que al agregar el calificativo'de clase" a cada concepto de las ciencias sociales 'inrncdiatamentelo inscriban de manera correcta en la teoría ma rxista de la historiay de la lucha de clases. La posici6n· política de un discurso teóricono se determina por la presencia o ausencia del término "clase" o"clases" sino por los intereses de clase que se ven afactados por loque el discurso revela (descubre o desoculto). o ¿Qué puede interesar-le a la c1ase social que hoy día detenta el poder el análisis de lascondiciones ideológicas "ocultas" de la reproducción y, por endey sobre todo, de la transformación de las relaciones de producción?¿Qué puede importarle este estudio si precisamente una buena partede su empeño está puesto en reproducir lo quc genera el ocul-tamiento?

II

TESIS TI: LA IDEOLOGÍA REPRESENTA LA RELACIÓN Il'dAGINARIADE LOS INDIVIDUOS Y SUS CONDICIONES REALES

DE EXIS'CENCIA (ArE, 112)

Esta segunda tesis presenta un problema teórico importante rela-cionado con el hecho de que se conciba la ideología como la repre-

s Ibid., p. 40.9 Y, desde otra perspectiva, por 10 que OCU1l3 o encubre.

Tesis II (¡]

scntación de ia relación 1I11(/gillaf/(f. Este enunciado conlleva algunasindicaciones y sugerencias teóricas quc (1:1n lugar n intrincadas difi-cultades que tienen que ver con la presencia del término "imagina-rio". Dice Althusser:

No son las condiciones de existencia reales, su mundo real, 10que los "hombres" "se representan" en la ideología, sino ante todo10 que se les representa es su relación con estas condiciones deexistencia ... es la naturaleza imaginaria de esta relación lo quesostiene toda la deformación imagi na ria que puede observa rse entoda ideología (AlE, 114-5).

Al comprendcr así lo imaginario, Althusser lo distingue de lasmentiras de los poderosos (curas o déspotas ) y elc b deformaciónoriginada por la "alienación" material que impera en 1<1scondicio-nes materiales. Así, 10 imaginario no es un efecto coyuntural quedepende de que los mentirosos estén en el poder o de relaciones deproducción específicas, sino que se trata de una cualidad "esencial"de la ideología -que no tiene historia. Se puede pensar el concej)-to "imaginario" en, por 10 menos, dos senticios. En el sentido de lafilosofía moderna, cnn u: Cid ilht!cs L1111;ISC1C];¡S, irrc.ilcs y C¡IK, portanto, no corresponden 111;'lSC¡l1(~ fr;lgl11cnl;ni;lI11CllIC a 1:1 realidad(como es el caso de las ideas ficticias cartcsianas ): en este sentido,lo imaginario es lo opuesto a lo real, lo que no es real. Se puedeentender, también, en el sentido cle la teoría psicoanalitica para lacual la noción misma de "realidad" incorpora el rcgistro de lo ima-ginario como elemento constitutivo. En el primer caso "el término'i;naginario' seria un simple sinónimo o sustituto de 'deforrnante' o'falseado' ". 10 F.ll el Ellsayo, Althusscr se hace cargo de aclarar quela deformación imaginari,l no tiene que vcr con la ilusión engendradani por las "mentiras" de los poderosos ni por las relaciones de pro-ducción alienantes. La deformación imaginaria, clice Althusser, estásoportada por la na turaleza im:Igi na ria de la misrn.i relación. Perono explica más,

Si la deformación iIl1;lgill;Hi:l puede observarse en toda ideología,esta deformación no puede ser equivalente a la conciencia farsa. queoculta las relaciones sociales de explotación pues, en ese caso, laideología revolucionaria no podría contener ningún elemento imagina-rio. Con la tesis de lo imaginario. Althusser más bien intenta darcuenta de dos CUestiones: por un lado, quiere explicar el comporta-miento del sujeto que actúa como si [ueia (es decir, imOlginaria·mente) la fucnte coherente de significados; por otra parte, apela al

10 E. dt:: Ipola, "Crítica de la teoría althusserista sobre la ideología", enArte, sociedad, ideologí(!, México, núm. 7.

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62 Conceptos flll/cl(lIl/elll(tles de la teoría ·/·e.l·i:; 11

Freud, a su vez, nos descubre que el sujcto real, el individuoen su esencia singular, no tiene la figura de un ego, centradosobre el "yo", la "conciencia" o la "existencia" -ya sea la exis-

(l3

tencia del para-sí, dcl cuerpo propio O del "comportamiento"_,que el sujcto humano está clcscentrado, cOllstituido por una estruc-tura CJue tampoco ticne "centro", salvo en el desconocimientoimaginario del "yo", es decir, en las formilciones icleológicas enque se "reconoce".

De este modo, como se hilImí advert ido, se nos abre sin dudauna de las vías por bs quc un día llegaremos quiz~s a una mejorcomprensión de esa estructura del desconocimienlo, que interesaprincipalmcntc a todn invcstigación sobrc la idcología.1.1

Esta cita, clc 1965, sdi;¡];1 Chl";llnellte lino ele lus (;llllinos queAlthusser su€,riere para avanzar en las investigacioncs sobre b ideo-logía, cllIlillo 'lile por cicrlll Ili él IT('(lITe c;lhrlIIICIJlC. \</1 vixl n,pues, de que parece conveniente recurrir al acervo conceptu8l psico-ilnalítico para explicar lo imaginario idcológico, lo haremos estu-díando la versión lacanian., de la teoría freudiana, de la cual Althus-ser parece extraer el concepto que nos interesa.

Laca n explica el concepto de imaginario del modo siguiente:Lo imaginario es uno de los tres registros funddmentales (lo real,

lo simbólico, 10 imagin;¡rio) del carn po psicoanalítico. Este regis-tro se caracteriza por el prcdominio de Id relación Con la imagendel semejante (yo cspccular ) ;1 partir de la cual se constituye elyo del pequeño ser humano, debido particu];¡nnente a su prernatu-ridad biológic1.14 Lo imagindrio es una dimensión esencial de lohumano que estructura toda la vida fan tasrná tica : cl su jeto proyectay sus objetos le son rcgresados.>" En la historia del sujeto, segúnésta es reeonstituida en la teoría bcanidna del inconsciente, SOn doslos momentos dominantes en los que el sujeto encuentra su lugaren el proceso de signific;¡ción. 'cstos son la fase del esfJeio y elcom?lcjo de EeJipo. Nos OClljl;ll'cmos princip:lllllcnlc del primermomento pur ser el lllj5 ligado COn el registro de lo irnaginari».

La tesis de la fase del espejo, en ta nro constitutiva de la funcióndel "yo", fue des8rrolldch por Laca» en 1936 a partir de la obser-vación del comportdmienlo del niño frente al espejo, obsen';lcionesque inclicdron ;1 L;¡cJn que el "yo" era consir uida y no fJTeexistcllte.

l~ En Eslr¡¡clllroliS/lJ() )' I'sicoO/l(ílisis, L. Altbus:'cr el (/1., Buenos Aircs.NUPvn Visión, 1970, p. 79·80. E. de Ipola se preocupa por rastrear y analizarlas influencias psicoanalíticns de ¡\lthusscr en "Crítica de la teoria althusseristasobre la ideología ", cd. cit.

14 J. Laplanche, J. B. Pontnlis, Diccionario de Psicoanálisis, España, Labor,1971.

l~ J. Lacnn, Le Séminair», livrc r, Senil, París, 1975. p. 93.

terreno de la subjetividad para que pueda pensarse teóricamentela eficacia de la ideología. Ambas intenciones, en especial la segun-da, no son realizadas con éxito. Veamos por qué.

A pesar de las aclaraciones de Althusser tendientes 8 evitar laconfusión entre lo imaginario y la falsedad o el ocultamiento declase, por vincular explícitamente el concepto de imaginario a laidea de deformaci6n y por oponer sistemáticamente 10 imaginarioa lo real, hay una exigencia teórico-filosófica de pensar que esteEnsayo permanece en el ámbito teórico de La icleología alemana,es decir, donde la ideología era igual a 1,1 conciencia falsa. Sinembargo, puede extraerse del texto que annliz.unos 1'11 sentido dife-rente, ya no expresado en los términos sino en las funciones quehace cumplir a la ideología, tales COIIJO ncorupnfi.u ;l todas lasprácticas sociales de todas las clases o grupos sociales cn todos losmodos de producción (que supongan la existencia de 13s clasessociales), así como constituir a los individuos en sujetos, medianteel mecanismo de la "interpelación", ligándolos con sus prácticas. 11

Esta segunda línea de lectura s610 es posible si se toman en cuentados factores: por una parte, la necesaria inadecuación de los tér-minos disponibles en el marxismo para pensdr problemas teóricosnuevos; 12 por otra parte, las múltiples indicaciones de Althusser,a 10 largo de toda su obra, referidas a la necesidad de articular 13teoría marxista con la teoría psicoanalitica, en particular la indicaciónque se hace de manera expresa en el artículo "Freud y Laca n",donde dice que:

11 Si las funciones que Althusser hiciera cumplir a la idcclogía fueranúnicamente las de acompañar a todas las prácticas sociales de todos los grupossociales, la línea de lectura obligada seda 13 que lo insertara en la tradiciónleninista. Fue Lenin quien, rompiendo la tradición marxista, amplió el conceptode ideología para designar no solamente un discurso o una conciencia falsao distorsionada que cumple funciones de dominación social, sino tambiénun discurso o una conciencia "verdadera", comunista o revolucionaria, vincu-lada estrechamente con las prácticas de participación social y cuya funciónno es la de contribuir a la explotación de las clases trabajadoras sino la defortalecer o afianzar la organización del movimiento proletario. Con la palabra"ideología", Althusscr designa lo que Lcnin pero, al mismo tiempo. designa losmecanismos a través de los cuales la ideología puede cumplir las funciones dedominio y/o de refuerzo organizativo. En relación con el uso leninista delconcepto de ideología, cfr. Luis Villoro, op . cit., y la tercera parte de estetrabajo.

12 Cfr. Rosalind Coward and John Ellis, LClng((<lge a1ld fV[1Ierialism, Rou-tledge & Kegan Paul, Lonclon, 1977, p. 75.

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64 Conceptos [nrularncru alcs de la teoría Tesis 11 G5Lacan describe la fascinación del niño con su imagen ante el espejocomo una "identificación ... , una transformación que ocurre enel sujeto cuando asume su imagen". ro No es sino en esta fase que elniño adviene a una imagen de sí misrno."? En ella la imagen delyo queda dominada por la relación con la madre, quien funcionacomo soporte de la iden tificación del espejo. A partir de este momen-to el niño tiene una posición respecto de otro objeto (su propiaimagen), lo cual le confiere unidad. Así pues, la unidad del "sujeto"es adquirida mediante la unidad de la iJll;]gen especular hacia lncual el niño proyecta su propia unidad.v" Esta unidad ideal escaracterística y constitutiva del yo-ideal. Y a la inversa: el yo-idealse construye sobre la base de la unidad de la imagen con la que: serealiza k identificación. La imagen especular construye el modelopara que el niño-sujeto pueda relacionarse COn cl t''mundo de losobjetos": si hay otro objeto con el que me identifico (la imagenespecular}, después será posible que haya otros objetos, es elecir,que el sujeto se asuma en una estructura co m plcja de 0bjetos (estohace referencia al complejo de Edipo =-o más correctamente, almomento en que la castración, organizadora del complejo, se signi-fica para el sujeto). La entrada en esta posición. abre el caminopara la adquisición del lenguaje (entendido no estrictamente comola facultad de la palabra sino como la posicionalidad compleja enel orden hrmano de la cultura cuyo vehículo privilegiado de simba-lización y expresión es el lenguaje). Es en esta fase del espejo quese introduce el concepto de imaginario, que se refiere concretamentea la imagen que el niño tiene de sí mismo, formada a partir delreflejo de su propia imagen (en el espejo) y de la imagen de sussemejantes "introyectada" como la im;.¡gen propia. Si hemos pen-

16 J. Lacan, "La fase del espejo", citado por Coward y Ellis, op. cii., p. 109.17 Lo cual suele ocurrir entre los 6 y los S meses.18 Consideramos interesantísima la referencia de Marx a la autoidcntifi-

cación del ser humano a partir de la imagen del semejante. Al explicar larelación existente entre la forma relativa y la formo equivalente del valor delas mercancías indica que la relación de valor hace que la forma natural de lamercancía B (forma equivalente) se convierta en la forma de valor de la mer-cancía A (forma relativa), "o que la materialidad corpórea de la primerasirva de espejo de valor de la segunda". En una nota al pie de la página,Marx aclara 10 siguiente: "Al hombre le ocurre en cierto modo 10 mismo quea las mercancías. Como no viene al mundo provisto de un espejo ni procla-mando filosóficamente, corno Fichte: 'yo soy yo', sólo se refleja, de primeraintención, en un semejante. Para referirse a. sí mismo como hombre, el hombrePedro tiene que empezar refiriéndose _al hombre Pablo como a S\l igual. Y alhacerlo así, el tal Pablo es para él, con pelos y señales, en su corporeidadpaulina, la forma o manifestación que reviste el género hombre." Hablar eneste caso de "anticipación" es una tentación muy gr:ll1c1e (cfr. K. Marx,El capital, libro primero, sección primera. México, fCE, 1972, 5a reirnpresión:tr. por Wenceslao Roces, p. 19).

sado 10 imJginario como el registro que caracteriza a la fase delespejo en la que el "yo" se constituye sobre la base de la imagendel yo especular (otro yo imaginado), a partir de esto puede verseque, en 10 que concierne a las relaciones intersubjetivas, 10 imagi-nario es la relación básicamente narcisística del sujeto con su yo.Esta relación dual basada en -y capturada por- la imagen especu-lar, pertenece al orden imagin,nio: el otro yo o imagen especularsólo puede existir porque el vo es desde siempre otro; es siempreel yo-ideal (Idcal-ich), otro yo que caracteriza todas las identi-ficaciones posteriores lO

Hay tres mo rncnl o, simult;íllCOS implícitos en la identificaciónn;¡rcisística cle la fase del espejo. El primero, el yo, es 18 identifi-cación im:lgill:lria de J:¡ illl;lgell corpornl COl1l0 illl;lgCII unificada.El segundo, el yo-ideal =matriz del ideal del yo- que gobiernael juego de relaciones del que depende todo vínculo con el otroen la medida en que este otro funciona como modelo de un ideala alcanzar. El tercero, alude a la fragmentación corporal -imagodel cuerpo despedazado- que debe entenderse Como la significación"a posterior¡" de las experiencias vividas en torno al cuerpo y alos obictos como fr~g1l1entos. El yo es, pues, el resultado de unaidentificación que unifica al sujeto significando al mismo tiempoel pasado como experiencia de fragmentación. Esa unidad aparececonsolidada en el uso del pronombrc "yo" que favorece por un ladodieha ilusión -"soy ése"-, :11 mismo tiempo que marca la fragilidadde la misma en un "nada más que ése". Pcrque no hay que olvidarque hay otro -la macJre- que funciona Como g;nante de esta iden-tificación, y que esa g;¡r;-¡ntÍ;-¡ se sostiene en virl ur] del lugar que elniño ocupa para ese Otro, 10 que quiere decir del lug;lf que ocuparespe-::to cle su deseo.

El uso del pronombre "yo" indica la asunción del lugar del sujetoen la estructura, lugar determinado por el registro de 10 simbólico,Conviene precisar: lo simbólico del sujeto es un orden: que lo consti-tuye en sujeto y que se expresa en el lenguaje. El orden simbólico noes él mismo el lenguaje. Es un orden (humano-cultural que precedea la existencia del sujeto) que se exbresa en el lenguaje, pero queno es el 1engu8je mismo. Cuando el sujeto se "mira en el espejo"la jugada ya está amlac1a:;o y juega con las cartas que han sido pre-viamente jugados por él. Esto jugado con 81llerioridac1 es 10 simbólicoque preexistc al sujeto. 21

Habíamos seiialaclo que el yo-ideal es la matriz del ideal-del-yo;

10 Coward y Ellis, O/J- cii., p. 11 (J.20 Como para el "auscn te" del juego de bridge.21 Estela 1\[,¡Jt!OIl<1c!O, cOJlllllliC:lción personal.

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66 Concebtcs [undanicniales c/e la teoría Tesis " e;

nOS ocuparemos ahora de este último. En Psicología de las masas yanálisis del yo (cap. VII), Freud señala la existencia dc una identifi-cación con el padre y señala que es un tipo especial de identifica-ción, ya que se produce por "incorporación" . En el seminario deLa transierencia y en el de L.a identificación, ~c Lacan se refiere aella como a una "identificación enigmática", e intenta resolver talenigma diciendo que se trata de una idcntificación simbólica, yaque 10 incorporado son las normas V valores sociales transmitidospor el padre en su función de tal. Esta explicación salvaría la aparcn-te contradicción de la expresión misma "identificación simbólica"(la identificación corresponde al rcgistro de lo imaginario, lo simbóli-co remite al orden del registro), señalando al mismo tiempo cómolas normas, los valores, son imaginarizaclos por cl sujeto. Esta identi-ficación primordial da cuenta además, del porqué cuando el sujeto"se mira en el espejo" la jugada está ya armada.

Por otra parte, permite entender que el yo-ideal sea "la matrizdonde se precipitan las identificaciones secundarias a partir de lascuales se constituye el ideal del yo". aa El yo-ideal, surgido en elestadio del espejo se articula a las expectativas paren tales .confun-diéndose con ellas por las características de ese momento. En unsegundo tiempo, cuando se escenifiqucn las elecciones de objeto ylos conflictos típicos del complejo de Edipo, las expectativas paren-tales se articuJarán a las normas y valores del sexo del sujeto, favo-reciendo entonces, para la "resolución" del complejo, una identifica-ción con el progenitor del mismo sexo. Esta identificación -cuyoorigen se encuentra en la identificación primordial- es la que dalugar al surgimjento del ideal del yo. Esta instancia no es narcisística,aunque conserve aspectos de ese carácter, ya que se vincula funda-mentalmente con el final del complejo de Edipo. Este doble aspectoidentificatorio muestra los mecanismos por los cuales el "yo" pre-serva su autorreferencia narcisistica. Esta cs un área importante pues-to que apunta hacía los mecanismos de lo imaginario que están. d labase del funcionamiento ideológico del suietc en las iclentificacio-nes y en las posiciones de intercambio en lo simbólico. Este inter-cambio es posible porque el sujeto capaz de significar es producidocomo un resultado del proceso de adquisición de una posición e11

13 cual la fase de la imagen en el espejo es una parte. La fase en elespejo muestra la producción de la posibilidad de un sujeto unificado,una posibilidad necesaria para establecer la comunicación social: tiene

que haber un sujeto para que haya un sujeto dc la proposición, ~I

pero este sujeto> de la proposición no puede ser pensado sin la inter-vención de Otro. Lo señalamos en el estudio del espejo, : 10 articula-mos al Otro de la identificación primordial, Para Lacan, este Otroes fundamentalmente el padre, como organizador de la estructura.Este autor prefiere hablar de Nombre-del-Padre, señalando así mássu valor significan te que su carácter personal. El Otro es un lugar,lugar de la Ley -la del tabú del incesto, clave en la constituciónsubjetiva->, lugar del código -en el sentido del particular LISO queadquiere una lengua en el seno. familia r=-, lugar de la organizaciónv normativ.u.ión lihi(lill:ll -lo que iniplicn 1:1 posibil irl.rd (le hvore-cer la sublimación, facilitando el cambio de objetos originalmentearticulados a una pulsión parcial, por otros m.is aceptados socialmente.

Si el sujeto es un otro por sus identificaciones, y se constituyeen el lugar del Otro al que interroga sobre su deseo (para, en fun-ci6n del mismo acomodarse), esta organización particular se revelaráen el discurso en el cual las ideologías se apovan inaugurando unanueva relación entre sujetos y sociedad.

Z2 Seminarios inéditos.23 [acques Lacan, "El estadio del espejo como [or maclor de la función del

yo tal como se nos revela en la experiencia psicoana lit ica"; en su Escritos 1;tr. por Tomás Segovia 7~ ed., México, Siglo XXI, 197<:, p. 12.

Es a través del registro clc lo i1n;:¡gin:l!'io Cjuc se realizan LIs iclcnti-Iicaciones (relaciones imaginarias) de los individuos con sus condi-ciones materiales de existencia. L;¡ posición del sujeto, el lugar queocupa en la estructura de las condiciones materiales, le cs asignadapor la ideología en virtud de la necesaria proyección de su "yo" enla imagen especular, en el ideal-del-yo, que 10 liga a sus prácticas,identificándose con ellas y adquiriendo, así, su unidad como sujetoideológico. Lo ideológico es y puede ser tal, es decir, puede constituirindividuos en sujetos, en tanto incide en el registro imaginario delos mismos, lo cual induce al individuo a identificarse con la ima-gen del ideal-del-yo socialmente constituido y presentado como imagenaccesible por la vía del cumplimiento de ciertos requisitos mediantela realización de ciertas prácticas que contribuyen a acercarse aesta imagen ideal. Así COIllO el yo del psicoanálisis es construido des-de lo oi:o, de igual manera el )'0 de la ideologia es construido desdeel exterior, desde CS,I imagen del y'o ideal proyectada hacia el exte-rior y matcrializnda en 1:1s prácticas que la realización de la imagenexige.

Si se tornan en cuenta estos aspectos del funcionamiento delaparato psíquico, en especial los quc se refieren a las identificacionesnarcisísticas que se continúan aun en la edad adulta de los individuos,

~·IEs por csto que Althusscr insiste cn que "sólo existe ideología por y paraunos sujetos" (Al E, 121). Volveremos sobre esto.

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6:3 Conceptos fllllclo;/lc/I/(tlc.\' de la teoría Tesis II (.')

se podrá comprender la importancia que tiene la ideología para con-formar a los sujetos sociales; la ideología, es decir, un sistemade representaciones socialmente constituido que proyecta, a través demúltiples canales, de los cuales uno central es l<l institución familiar,('iversas imágenes valoradas de tal forma que pueden constituirse enideales (del-yo) para cada individuo, idea les cuya realización req uie-re el desempeño de un conjunto de prácticas sociales. Que esto seaasí, no implica que el individuo-sujeto se vea siempre sometido alos intereses de la clase explotadora. Puede pensarse, por el contrario,que los ideales de sujeto socialmente producidos son de signos con-t.rarios (en términos de valores políticos) . Esto nos remite al problemade pensar teóricamente el surgimiento o producción de las ideolo-gías revolucionarías.

Se puede argumentar aparentemente con justeza que si la forma-ción del yo se realiza a partir de las identificaciones con las imágenesde los semejantes; si estas imágenes, por otra parte, están desdesiempre investidas de una carga simbólica que expresJ el ordensocial estab.ecido; si esto es así, resulta pues impensable el surgimien-to de prácticas sociales anticapita.listas ya que éstas deberían ser eje-cutadas PO! sujetos constituidos no a partir de im;ígenes que refle-jan el orden establecido, sino un cierto desorden o subversión delorden. En otras palabras, podría afirmarse C]ue si la ideología domi-nante es la de la clase dominante, esto es, que si la ideología essiempre una forma del control C]UC ejercen bs clases dominantessobre las dominadas, y C]ue si todo individuo es constituido en sujetopor la ideología (sujetado por la ideología), entonces la ideclogiapolítica que imperará en una formación social cualquiera será siem-pre dicha ideología dominante, y las prácticas políticas correspon-dientes no serán más que prácticas inscritas en la lógica del sistemade producción vigente. Es ésta una cuestión teórica C]ue no fue zan-jada por Althusser en sus desarrollos sobre la ideología. Al no usartodas las implicaciones del término psicoanalítico de 10 imaginario,A1thusser desarrolla únicamente la tendencia mecanieista (inscritaen la más antigua tradición marxista) de referirse a las representa-ciones-prácticas ideológicas como siendo producidas por una imagendistorsionada de la realidad que funciona únicamente para reprodu-cir las relaciones existentes (aparentemen te no con tradictorias ) . Ten-dencialmente esta afirmación acerca de Althusser es cierta, aunquecabe recordar que Althusser es el primero en hablar de los "malossujetos" que "ocasionalmente provocan 13 intervención de t~1·1o CL121

destacamento del aparato (represivo) de Estado" (AJE, 132). "Ma-los sujetos" que no ceden ante la eficacia ideológica hegemónicocr: la medida en que han cedido ante otra cficaci» ideológica que los

ha constituido en sujetos "malos" desde el punto de v.sta de la claseantagónica ~, la de los sujetos en cuestión. No obstante, la referenciaa los sujetos malos no resuelve -y casi ni lo pbntca- el problemateórico. Intentaremos plantearlo

Hoy día es imposible negar el carácter contradictorio del desa-rrollo de toda formación social. En las formaciones sociales capitalis-tas este carácter contradictorio se manifiesta en diversos planos:con tradicción en tre el ca pi ta 1 y el tra ba jo, es deci r, en tre los interesesde la burguesía y los del prclctariado; contradicciones "en el senodel pueblo" (1v18o), es decir, en tre la clase obrera y el ea m pcsi nadoy aun entre sectores campesinos 11 obreros entre sí (c11l1pesinJc!oasalariado y pcq ucño propicta rio, por eicrn p lo); en tre grupos urba nosmarginales y no lll:llgin;1les, etcétera. Contradicciones l:ll11hién entrelas diversas instancias estructurales en cuanto a su desarrollo desigual:desarrollo desigual y contradictorio de 10 económico respecto de lopolítico e ideológico, por ejemplo. Las contrndicciones que ;¡ noso-tros nos interesan SOn lJS c¡ue se refieren <1 los signos sociales cll\·er-sos (que inducen prácticas] proyectados mediante diversos canaleshacia cada individuo social. Estos "signos" C]ue inducen la realiza-eión de las prácticas sociales, son t([T11IJién ;Jroclllciclos f)or los ¡m.ícti-cas sociales (:nstitucionall7.aclas,o no). El control cle los canales deproyección dc signos (con sentido heterogéneo y 3UII contradicto-rio) L:cilit:l la Ilcgelllollí{/ ele unos u otros Pero hcgenlOní:¡ no sig-nifica unicidad. Ls cierto C]uc nadie escapa ~1la iclcologíJ: si ésta esuna instancia social, sed una condición de la existencia. Pero "ideo-logía" no es lo rnismo C]ue "icieología dorniuanl e"; tampoco es lomismo "ideología dominante" que "idcoloaia dominada", Que \.In8ideología sea dominada no significa C]ue sea idéntica :1 la ideologíadominante; ésta es constituida como tal en h lucha que elebe librarcontra las ideologías a las C]ue debe dominar. L1S pdebcas y reprc-sentaciones sociales dominadas no dejan de existir por serlo: tambiénéstns dejan "huellas" o "marcas" eu el todo social; 1ll;Í5 aún, SO'I1

aspectos constitutivos del mismo, son, podría decirse, "el lado oscuro"de la sociedad: lo reprimido, 10 dominado y, en ocasiones, 10 emer-gente. Estas prácticas y representaciones tienen presencia social, nosolamente en el ámbito en el elue se organiz.an v realizan sino tam-bién hacia otros .unbitcs donde se proyectan a través, por ejemplo,de los medios 111:1S:VOSde comunicación ql~e en múltiples ocasionesvaloran positivamente acontecimientos políticos de signo no carita-lista. Lo C]ue es importante señalar es que las prácticas sociales quee:<prcsan las contradicciones inherentes 81 todo social, posibilitan laemergencia ele aquellas que, dentro de L1 contradicción ocupan unlugar subordinado.

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70 Conceptos funda7llenlales de la teoría Tesis 111 71

III

viduos. Ahora bien, esta realización de prácticas por el efecto dela ideoiogía es posible por el mecanismo de interpelación que laideología lleva a cabo constituyendo a los individuos en sujetos yligándolos, por este mismo hecho (median te las iden tificaciories-proyecciones correspondientes) con sus prácticas. Por ahora, anali-zaremos únicamente el efecto cohesioiianie de la ideología, es decir,el efecto ideológico de ligar a los inc1ividuos con 1:1 materialidadde sus prácticas.

Esta capacidad de la ideología de cohcsioriar a los individuos consus prácticas ha sido cuestionada por diversos autores. ~7 El cucstio-nainicnto se funda en la idea según la cual el efecto ideológico decohcsionar a los individuos con sus prácticas es privativo de la ideo-logía burguesa puesto que, se arguye, en el caso de la ideologíarevolucionaria el efecto que se produce no es el de cohesionar sino,por el contrario, el de dividir a las clases en lucha y generar elantagonismo. Desde cierta perspectiva, esta observación es perti-nente pues, en efecto, cuando Marx hablaba dc "cohesión social"en torno de una ideología era por lo general en relación con laideología burguesa, la cual producía tal efecto en virtud de quela forma universal de su discurso permite ocultar la dominación declase.>" En este sentido, la cohesión es universal, es decir, se tratade la cohesión de toda la sociedad, lo cual implica el sometimien-to de prácticas sociales que representan una oposición a la ideologíadominante y a las prácticas que ésta implica. No obstante, Marxy Engels 110 sólo atribuyen este efecto universal de cohesión a laideologh burguesa sino también (sin llarnarla así) ;1 la ideologíaen las sociedades comunistas:

Lo anterior alude al clásico problema marxista de la forma--ción de la conciencia revolucionaria en la práctica revolucionaria.Consideramos que para salir de esta problemática conviene plantearlas cosas no en términos de conciencia sino en términos de cuerposo, más precisamente, de sujetos constituidos como tales por el lugarque ocupan en el todo social y por las prácticas desempeñadas enese lugar. 25 Experiencias políticas recientes como la de Nicaraguamuestran, por ejemplo, que "la legitimidad, el consenso a un pro-yecto, no nace de los mensajes de los medios (C01110 generalmen tepiensa la izquierda) sino de procesos participativos en lo social yen lo político de incidencia determinante para un camino de trans-formaciones", y que "la hegemonía p<lsa por la actuación de lasmasas y no por los recursos del gobiemo'"?"

Consideramos que la alusión a las identificaciones narcisísticasy a la correspondiente cohesión del individuo con sus prácticas con-fiere sentido a la inclusión del concepto de imaginario en la defini-ción inicial de la ideología. Esto mismo nos conduce a otra tesiscentral del pequeño aparato conceptual que analizamos, a saber: lareferida a la existencia material de la ideología.

TESIS IlI: LA IDEOLOGÍA TIENE UNA EXISTENCIA MATERIAL

(SUBTESIS: LA IDEOLOc1A COHESIONA A LOS JNDrvIDUOS

CON SUS PI\ÁcnCAS MATERIALES)

Esta sola tesis supone otras que tienen que ver con el registrode lo imaginario que analizamos. Si la ideología puede tener exis-tencia material es porque implica prácticas concretas de los incli-

:!T Es el caso de /\. Sánchcz Vázqucz en Ciencia)' rcYolllción, cd. cit., deJ. Rancicrc en "Sobre la tcor ia de la ideología", O(J. cit., y de E. de Ipola, en"Crítica a la teoría althusserista sobre b ideología".

28 Recordemos Lo ideología al"l1l<1nQ: "los individuos que fOrl1l:111 la clasedominante tienen también, entre otras cosas, In conciencia de ello (de queson la clase domin.intc ) y piensan a tono con ello: por eso. en cuan lo dominancomo clase y en cuanto determinan todo el ámbito (le una epoca histórica,se comprende de suyo ql1e lo h;1gan en toda su extensión v, por tanto, entreotras cosas también como pensadores, como productores de ideas ... y que susideas sean, por ello mismo, las ideas dominantes de la época. En efecto, cadanueva clase que pasa a ocupar el puesto de la qur. dominó antes de ella se veobligada, par;] poder sacar adelante los fines que persigue, a presentar su propiointerés como el interés común de todos los miembros de b sociedad, es decir,expresando esto mismo en térrninos ideales, a imprimir a sus ideas la forma delo gener;,], a presentar estas ideas corno las únicas racionales r dotadas de vigenciaabsoluta" (LIA, 52·3).

25 Cuando pensamos que estos poblemas de la "conciencia revolucionaria"pueden plantearse alrededor de la categoría de cuerpo no solamente aludimosa Michel Foucault, cuyos desarrollos teóricos gir;lIl en torno de dicha noción(cfr., por ejemplo, Microfísica del poder, Madrid, La Piqueta, 1979), sinotambién a Spinoza, quien en forma verdaderamente sorprendente sostiene que"nadie ha determinado hasta aquí lo que puede el cuerpo, esto es, la experienciano ha enseñado a nadie hasta aquí lo que el cuerpo, por las solas leyes dela Naturaleza en cuanto se la considera sólo como corpórea, puede obrar, ylo que no puede, ni ser determinado por el alma ... / si / el cuerpo fuese inerte,el alma sería al mismo tiempo inepta para pensar.. Ellos igllor;1l1 lo quepuede el cuerpo o lo que se puede inferir de la sola consideración de su propianaturaleza" (Etica, México, FCE, 1958, p. 106·7). Por lo 'lile tDe:1 ;1 la nociónde suieto, de ella trataremos al analizar la tesis IV de esta sección del trabajo.

~G Nicolás Casulla, "Nicaragua: comunicación y lucha ideológica", Uno M ásUno, 2 de marzo de 1981.

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72 Conceptos [unslamcniale: de la teoría Tesis IV n

Dentro de la sociedad comunista la única donde el desarrollo ori-ginal y libre de los individuos no es una frase, este desarrolloestá condicionado precisamente. por la cohesión de los individuos,cohesión que se da, en parte, en las premisas económicas mismasy, en parte, en la necesaria solidaridad del desarrollo libre detodos y, finalmente, en el modo universal de manifestarse losindividuos sobre la base de las fuerzas de producción existentes. 2-:1

IV

U no no pone su seren el territorio c1e su elección ~~

TESIS IV: LA IDEOLO::;Í:\ INTERPELA ,\ LOS lc,uIVIDUOS

y LOS CONSTITUYrc EK SUJETOS (/\fE 121)

Hay que señalar, sin embargo, que además clel carácter universalde la cohesión ideológica dominante, la cohesión funciona tambiénen forma regional (respecto del todo social): la ideología dominan teno sólo cohesiona a todas las clases sociales sino también a la mismaclase dominan te: la liga a sus prácticas y a sus eliscursos en formatal que la dominación ideológica la ejerce con el pleno convenci-miento de que hay correspondencia entre su discurso y la realidadsocial.

De este efecto secundario (en tan to que particular) Al thusserderiva que el efecto práctico fundamen tal de toda ideología es elde cohesionar a los individuos con sus prácticas, pero no necesaria-mente en tomo de las prácticas implicadas por la ideología domi-nante sino en tomo de las prácticas que implica una ideologíacualquiera. Lenin aludió a este punto cuando señalaba que "no sepuede llevar las masas a la revolución si no se crea una organizaciónilegal que propague, discuta, valore y prepare los medios revolucio-narios de lucha". 30 Y no digamos el caso de Crarnsci, quien basótoda su teoría de la ideología en su capacidad de funcionar cornocemento social. 31

Consideramos que 1a importancia de lo ideológico deriva precisa-mente de su capacidad de cohesionar a los individuos con sus prác-ticas. Si este efecto no se produjera, la ideología no sería un factorde la reproducción social ni de su transformación. ¿Cómo se realizaeste efecto de cohesión? ¿Qué elementos entran a jugar para quedicho efecto se produzca? ¿Qué mecanismos se ponen a funcionarque producen tales resultados? La respuesta a estas preguntas nosconduce al análisis de otra tesis de la teoría que analizamos, asaber: la que se refiere al mecanismo de la interpelación y de laconstitución de los individuos en sujetos.

Esta tesis no puede comprenderse si no se torna en cuenta laintervención del registro de 10 imaginario en la constitución delsujeto. Es sobre este registro c1onc1e se realiza b interpelación queno es otra cosa que la identificación del individuo con la imagenquc ];¡ ideología le presenta de aquello (pe él quisiera ser y quctodavía no es '/, al mismo tiempo, cic uqucllo <¡uc la idcología"quiere" que el individuo sea. Sobre esta imagen el individuo pro-yecta su yo constituyéndola e11 yo-ideal, y la introyeeta constitu-yendo su propia unidad como sujeto. Más precisamente: la inter-pelación ideológica es la presentación de una imagen deseada alindividuo con la cual éste se identifica. Puesto que la identificacióndel yo con cualquier imagen conlleva la sujeción a la misma y alestatuto social que representa, inmediatamente fija a los individuosden tro del ámbito sociocultu r81 trazado por esas imágenes. En estesentido el individuo es suieio de la ideología: está sujetado a laideología. Asimismo, el individuo-sujeto constituido por y sujetadoa esas imágenes adquiere una aparente unidad de su ser que lepermite actuar como sujeto (activo v electivo), reconociéndose comoel uno llamado por 18 interpelación que las diferentes im,ígenes ledirigen. Por ello puede afirmarse que la ideología

sólo existe ... por y para unos sujetos. Entendámonos: toda ideo-logía existe únicamente para unos sujetos concretos, y este destinode J::¡ idcologia sólo es posible por el sujeto, es decir, bor la cate-goría de suieto y su funcionamiento (ArE, 121).

29 LIA, p. 526. Subrayado nuestro.80 V. I. Lenin, "El socialismo y la guerra", julio/agosto 1915, Obras como

pletas, Cartago, Buenos Aires, 1969, tomo XXIl, p. 318.31 La noci6n gramsciana de "cemento social" alude a b ic1eolog:;¡ que

unifica en una sola "concepción del mundo" a diferentes clases y grupos sub-alternos, pero siempre en función de una línea boliiica de masas.

La ideología requiere de la participación de los sujetos (cn losdos sentidos del término}, se dirige 8 ellos y en ese mismo gestoconstituye al individuo en sujeto. La ideología y el sujeto ieleológicono coexisten seJl~ rada IllCIl te ]la rn después conectarse mcd ian te clmecanismo de interpelación, sino (Iue sólo en la medida en quehay tales sujetos ideológicos es que la ideología puede tener algumeficacia.

32 Moustapha Saf ouon. Estudios sobre el Edi!Jo, Siglo XXI. !'-léxico, 1977.p. 197.

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74 Conceptos [unslcmenínles de la teoría Tesis 1\' / )

El primer sentido del término "sujeto" (sujetado) es el conceptocientífico del mismo que se refiere al hecho real: de qlle el individuosujetado a la ideología se constituye en agente de las relacionessociales de producción, es decir, queda cohesioriado a las tareas quele son asignadas por un modo de producción determinado. Sóloen la medida en que hay individuos-agentes y portadores de las rela-ciones de producción y que, por lo mismo, son también agentes dela ideología o agentes ideológicos, sólo en esa medida, la ideologíapuede cumplir la función de cohesionara los individuos con sus tareasconcretas. Sólo en la medida en que el individuo es, al mismotiempo, interpelable e interpelado por la ideología, es que este indi-viduo deviene sujeto de la ideología y ésta ejerce sus efectos sobre él.

El segundo sen tido del término "sujeto" es la categoría filosóficadel mismo.P" Se refiere al hecho real dc que el individuo vive elhecho imaginaría de ser responsable absoluto y consciente de susactos. La categoría filosófica de "sujeto" se refiere al individuo comoa un ente responsable y capaz de dar cuenta por sí mismo de susactos y de los acontecimientos históricos. Es el caso dei "sujetode la historia", del "sujeto revolucionario", cl "sujeto creador omotor de la naturaleza", etcétera.

Es importante señalar que el concepto de sujeto engloba la cate-goría de sujeto; no hay sujeto-agente de las relaciones sociales sinsujeto-voluntario en su participación en las mismas relaciones sociales.Para el individuo-agente resulta evidente e incuestionable que éles un sujeto concreto y libre. Del mismo modo y mediante el mismomecanismo se acepta y se reconoce que ciertas instituciones cumplenuna determinada función social por el solo hecho de tener asignada,formal o jurídicamente, tal función. Así, por ejemplo, se acepta sincuestionar o se reconoce, sin poner en duda, la función educativade la escuela y de las universidades, o la función de 'velar por losintereses de todos los ciudadanos, supuestamente cumplida por elEstado. El reconocimiento ideológico es espontáneo e inmediatopara el sujeto ideológico el cual no capta lo real sino para recono-cerse y reconocer al mundo. Ser sujeto de la ideología significa,entonces, reconocer las interpelaciones ideológicas como dirigidas anosotros mismos. Se trata un sujeto (sujetado a la ideología ) quereconoce como Sujeto (como individuo libre y responsable de susactos), pc'r el efecto mismo de la ideología.

Es importante designar a los dos sentidos de "sujeto" con el mismotérmino, puesto que con ello se designa n dos cosas: por un lado,que el individuo no es Sujeto en el sen tido de la filosofía clásica:no es uno, único e irrepetible, no es libre ni "arquitecto de su

33 Cfr. L. A1thusser, Para ulla crítica de la práctica teórica, Buenos Aires,Siglo XXI, 1974.

propio destino". Es decir, utilizando el concepto de sujeto, la teoríase enfrenta a la problemática filosófica del sujeto y desde ellamisma la rechaza Por otro lado, se indica que cste individuo-sujeto(y que al mismo tiempo es no-Sujcto), se relaciona. de maneras bienespecíficas con las demás prácticas sociales y can la lucha de clases;se explica también que sus prácticas, sus acciones, sean consecuencianecesaria de las relaciones sociales y que sea un punto específicodonde se concentran de una manera determinada las contradiccionessociales.

Si toda práctica =-rcproductora o lra nsforrnadora=- se realiza enla ideología es porque los individuos "viven" estas prácticas comosu tarea =-cotidiana o liistórica->, según la lógica de la coherenciaunitaria de su conciencia. La categoría de sujeto alude en primerlugar a la idea de unidad de la conciencia, Eslo ocurre en todosy cada uno de los sujetos independientemente del tipo de identifi-caciones que establezcan con 13s diferentes formaciones discursivas,es decir, independientemente. de que su conciencia esté dominadao no por la ideología dominante. 3·1 La unidad de 13 conciencia odel sujeto se puede explicar de la siguiente manera. L1 ideologíaincide sobre el ;1P;¡I';1tO psíquico de los individuos, e11 pa rticulnrsobre el rcgislro (le lo illlagin~lflO donde se; desencadenan las idcn-tificacioncs narcisisticas en los adultos. Corno vimos, las identifica-cienes primarias confieren unidad al sujeto y posibilitan las idcn-tificacicnes secundarias. Pero la ilusoria unidad originaria implicaal mismo tiempo UIl despedazamiento: no hay tal unidad sino hete-rogeneidad y conflicto. El ideal-del-yo Sé conforma de múltiplesidentificaciones con los otros. ¿Quién será ese yo, sujeto del enun-ciado "yo pienso que ... "? ¿Quién habla, quién piensa cuando yo(he que piensa, dice, crec? ¿Quiénes hablan por yo? Habla elescucha y yo dice 10 quc el escucha espera oír; habla alguna imagenque yo quiere dar hacia el exterior porque es con esa imagen conla que 10 han identificado y con la que "más cómodo" se ubicaen la sociedad; habla lo que yo no es para ver si con el decir es.

.-'

31 Con esta afirmación nos oponemos a algunas concepciones serniológicassustentadas particularmente por Julia Kristeva, quien sostiene que el efecto deunidad o coherencia de la conciencia y del sujeto es privativo de la ideologíaburguesa: "El objetivo de las antiguas filosofías era la explicación del mundo.El materialismo dialéctico, por el contrario, quiere transformar el Inundo y sedirige a un llueva sujeto y s610 puede hacerse comprender por este sujeto:un sujeto quien ya no sólo explica, entiende y sabe, sino un sujeto inaprchcn-síble en tanto que está transíormantlo la realidad. Este Sil jeto. que incluye elanterior, acentúa el proceso y no b identificación, la proyección y no el deseo.la heterogeneidad y 110 el significan te, el conflicto y no la estructura"(]. Kristeva, La Révolu tion du /al1gage poét1que, p. 160·1. citado en Coward &Ellis, op. cit., p. 145·6).

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76 Conceptox (11 IIdlll/ICII{(/Ic:.\· de {(/ teoría

La unidad desaparece. Este gran descubrimiento freudiano es soli-dario con el de Marx. Marx descubrió que el proceso social no tienecentro, no tiene una fuerza impulsara al modo que 10 pensabael humanismo renacentista, por ejemplo, que vio en el hombre elcentro del cosmos. El descubrimiento de Marx reveló que la socie-dad está compuesta de múltiples coritrudiccicncs en relación desobredeterminación. Por su parte, Freud

nos descubre que el sujeto real, el iudividuo en Sil esencia sin-gular, no tiene la figura de un ego, centrado sobre el "yo", la"conciencia" o la "existencia" "~ya sea la existencia del para-si,del cuerpo propio o del "comportamiento"-, que el sujeto huma-no está descentrado, constituido por una estructura que tampocotiene "centro" salvo en el desconocimiento imaginario dd"yo",es decir, en las formaciones ideológicas en que se "reconoce". 35

El valor teórico que Freud concedió al lapsus, al acto fallido ya los sueños obliga a pensar en la conciencia como una realidadpara nada autónoma rii autodeterrriinante; ellos muestran la imbri-cación existente entre las cadenas significanrcs (le la conciencia ydel inconsciente; representan significantcs

inscritos en la cadena de un discurso inconsciente que duplicaen silencio, es decir, con voz ensordecedora, en el desconocimientode la "represión", la cadena del discurso verbal del sujetohumano."?

35 L. Althusser, "Freud y Lacan", en L. Althusser e/ al., Esiruciuralismoy psicoanálisis, Nueva Visión, Buenos Aires, 1970, p. 79·80. (El pensamientoestructura lista, 8.)

30Ibid., p.69. En "Marx y Freud" (Nuevos escritos, Laia, Barcelona, 1978,p. 131), Althusser resume el gran descubrimiento de Frcud en los siguientestérminos: "El yo, que antes era únicamente el reino de la conciencia, se con-vierte en buena parte él mismo en inconsciente, parte interesada en el conflic-to del rechazo inconsciente por el que se constituyen las instancias. Es poreso que la conciencia es incapaz de ver la 'diferencia de los sistemas'. en cuyointerior no es más que un sistema entre alTOS, y cuyo conjunto está sometidoa' la dinámica conilictual del rechazo.

Resulta inevitable pensar, con la debida distancia, en 1:1 revolución intro-ducida por Marx cuando éste renunció al mito ideológico-burgués SCgll!l elcual la naturaleza de la sociedad era un todo unido y centrado, para pasara pensar toda formación social como un sistema de instancias sin centro. Freud,que apenas conocía a Marx, pensaba al igual que éste ... su objcto por mediode la figura espacial de un 'topico' ... , y de un tópico sin centro, en el cuallas diversas instancias no poseen otra unidad que la unidad de su funcionamie11toconjlictucl en 10 que Freud denomina 'el aparato psíquico' "

Tesis r v 77

Freuc1 mostró que el aparato psíquico no es una unidad centradasino un conjunto de instancias constituidas por el juego delrechazo inconsciente. La aparición del sujeto, el dcsccntramientodel aparato psíquico can relación a lo conscienle y al yo sonsimultáneos a una teoría del yo rcvolucionari::I.:<7

Althusser especifica que de lo que se trata es de una teoría del yorevolucionaria. ¿En qué consiste el carácter revolucionario de estateoría? Consiste en que trastoca la tradición filosófica y psicológicaque confería a la conciencia la facultad de unificación, de síntesis.Freud establece algo diferente, pero no por esto su teoría es revo-lucioriaria sino porque eso :10 diferente que establece alude a laexistencia cle un objeto real que lo designa teóricamente de maneradiferente de como hasta entonces se había clesigl1;¡<!().Y la clesiglla-ción diferente de un objeto real consiste en mostrar que la "estruc-tura esencial" de ese objeto es tal y no otra como se quería. Así pues,la realidad del sujeto descentrado es una verdad teórica que noexcluye la realidad de que el' sujeto "se viva" C0l110 unidad. Lacategoría de unidad es inseparable de toda conciencia 30 y el hechode que Marx y Frcud establezcan teóricamente los límites de bconciencia I10 contradice que los sujetos !lU viv.ui S\l rc;¡li(\;¡d COI1S·cien temen te:

Sería un cantrascntido pensar que Freud propuso, siguiendo alos behaviouristas, de cuyos in ten tos se reía, la idea de una psico-logía sin conciencia. Por el con tra rio, reserva su luga r en el apara topsiquco al "hecho fundamental de la conciencia", le atribuyeun sistema especial ("percepción conscien te") en el límite delmundo exterior y UIl papel privilegiado en el tratamiento. Y afir-ma, por otra parte, que el inconsciente sólo es posible en un serconsciente. Sin embargo, en lo que se refiere a la primacía ideoló-gica de la conciencia Freud es implacable: "debemos aprender aemancipamos cle la importa ncia a tribuida al sin toma 'ser cons-ciente' ... ¿Por qué? Porque la conciencia es incapaz por sí mismade establecer una 'distinción entre sistemas' ... " 40

La conciencia no desa p;¡rece, pero no es ni puede ser conscien tede su inconsciencia. El desccnrrnmiento del sujeto es un hecho, perola ilusión de ser CCI1I·\oes t.nnbicn \111hecho Por ello consirlcrn mosr>ertinen te cuestiona r la defensa de ciertos su jetos ea n trad ictorios y

37 L. Althussci, "Marx y Frcud", loco cit., p. 131.3S Eso, es el desccntramicnto.30Ibicl., p. 123.~o ¡bid., p. 129·30.

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/8 Conceptos [undanievüales de la teoría

descentrados en el nivel de la conciencia (a saber, los sujetos "revo-lucionarios" o los que realizan una práctica tra nsforrnadora de lasrelaciones socia les existentes). 41 Es cicrlo que

la contradicción en las relaciones sociales dcsccntra al sujeto, losuspende y lo articula como un lugar eJe tránsito donde tenden-cias opuestas están en conflicto. 42

Pero la con I:radicción social y el deseen Ira m icn lo del sujeto COllS-tituyen la realidad fáctica que incluye la realidad de la concienciaque se vive centrada o unificada.

Son diferentes las formas como se vive la unidad. Lo. que se pro-duce en la ideología, en toda ideología, cs la base ele la actividaddel sujeto, las condiciones de sus posiciones como sujeto y la cohe-rencia de ese sujeto ante las contradiccioncs quc forma la sociedad.La ideología produce coherencia, el sentido de un ser unificado queajusta identificaciones y representaciones. Este ser es el sujeto .: \::Ser sujeto de la ideología significa estar en la encrucijada de una seriede cadenas significantes y operar a partir dc ellas. Ahora bien, laideología burguesa propicia las identificacioncs eJel sujeto con unaimagen de individuo singular consistente, origcn eJc ide;:Js y acciones,responsable de ellas y de sus consecuencias. 4·\ Que la concienciasea síntesis significa, en este caso,

que realiza en el sujeto la unidad dc sus actos morales, la unidadde sus aspiraciones religiosas y también la unidad de sus prácticaspolíticas. La conciencia aparece así como b función delegada :11individuo por la naturaleza humana, de unificación de la diversi-dad de sus prácticas, ya sean éstas de conocimiento, morales opolíticas. Traduciendo este lenguaje abstracto: la conciencia esobligatoria para que el individuo dotado dc ella realice cn sí launidad exigida por la ideología burguesa, a fin de t¡ue los sujetosse adecuen a su propia exigencia ideológica ) política de unidad,es decir, para que la conflictiva escisión cle; la lucín: de clases seavivida por SlJS agentes como un.a [orin« su!)c!ior )' espiruua! deunidad. 45

41 O los "sujetos en crisis" de los que habla [. Kr istcv.i (citado cn Cowardv Ellis, op, cit., p. 145-6).. 42 Coward y Ellis, op. cit., p. 147.

43 Tbid., p. 68.44 [bid." p. 76.45 "Mar:< y Fraud", loc. cit., p. 123.

I-1

Tesis IV 79

Pero no son éstos los efectos de la ic1eología cn los "malos sujetos".Podría decirse, indudablemente, que el partido comunista se cons-

tituye también, como todos los partidos, sobre la base de una ideo-logía, :1 la c¡ue adem ás él m iS1l10 11a rn.i la icleologia !Jrok ta ri.a. eicr-to. También en él la ideología juega cl papel de cemento (Gramsci)de UT! grupo social definido al que uniiica en su pensamiento y ensus prácticas. Tarnbié» en él esa ideología uiterbe!o a los individuoscomo sujetos, rnuv exactamente corno sujetos militantes. ~o

Si puede pensarse quc la práctica de la ideología 11;1prosperadocuando produce una "actitud natural", puede también pensarse quela ideología ha progresado cuando produce en los sujctos-militantesel efecto de practicar Iluevas fOl'l!1l1s de relaciones o ele org;lIliz;lciónsocial como 1111;1 "actitud uul ur.' l" y no como UIl "deber ser" impuestodesde fuera y bajo amenazas conmina torias. Esta "acritud natural"tendiente a conslruir "nuevas formas de vida", más justas, menosenceguecedoras, supone lambién la unidad clc la conciencia del indi-viduo, la coherencia de sus prácticas dirigidas hacia un objetivo máso menos clarificado, la conciencia de que la realidad existente estransformable, no mediante un acto (le la voluntad omnipotente deun individuo singular, sino mediante el acto de una voluntad cuyafuerza provenga precisamente de su integración con otras "volunta-des" que forman una de las fuerzas donde se realiza la contradicciónsocial. La unidad, pues, cn este caso cs de naturaleza diferente: nose trata aquí de negar la contradicción social sino, por el contrario,de la unidad contrac1ictoria de una conciencia que tomando en cuen-ta tal contradicción se integra ;11 nflucn tc de uno de S\lS elemcntospara jugar desde ulli los efectos sociales posibles Los sujetos-mili-tantes o sujetos en crisis no nicgan ];¡ lucha de clases, In toman encuenta y "con toda la fuerza de su voluntad (sujetada)" intentantransformar y construir nuevas formas sociales de convivicncia. Siesto no fuera así, si el sujeto transformador no viviera en lo imagi-nario como sujeto, es elccir, CI)1110 una conciencia unificada en elánimo trnnsformador, b existencia ele LIs orgalliz:1ciolles polit ic.is,la lucha ideológica, las actividades (le agiL1ción v propapnela, acti-vidades todas quc coust ituycn mecanismos (Ir: interpelación, care-cerían de sentido.

4G L Athusser, "Nota soble 101 aparatos ideológicos de t~lt;)dn (:\lE)"en sus Nuevas escritos, cd. cit., p. CJ().

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80 Conceptos flllld(!lllcllta/cs de la teoría Tesis v :-;1v

reproducirse, éslc es cl salario. Pero este medio de reproducciónmaterial no basta, porque la fuerza de trabajo elche ser competente,debe estar capacitada para desempeñar cierto trabajo y más aún cuan-do éste es calificado De un aspecto de Id ca pacitar ión sc hace cargola escuela en todos sus niveles. Pon h:l)' otra capacitación requeridapara entrar en el proceso e1e reproducción social, :1 saber, la capacitación pZlLl curnplrr ciertas normas sociales que pueden SCr explícitaso no serlo, pero en ambos casos regulan las prácticas de los indivi-eJuos. Normas que regular, conduelas tales COIllO In puntualidad, laprcducuvid.«: y eficiencia, ti obediencia, respOIIS;llJilicl;lcl y n morfamilia r, el reconoci m icn to de teclas las [ormns de auloridad -eS!;1tales, ;lCadéllliG1S, clericales, políticas, ctccl cra. -t:, Esl;1 cnpacit.iciónsupone el sujetamiento ,1 IJ ideología c10minJnte por p;Hte de losobreros y se adquiere no sólo en la escuela sino cu otras institucionesestatales. 40

El JIl~lisis cle las relaciones eJe producción crJ:lducc a /vlthusser;:¡ expresar brevemente lo que entiende por "sociedad" a partir dela vieja metáfora del cdificio que, sin rcc hazarla. la SlipCr;¡ no porser c.rrlurn ~inf) pnr ser lllerJlllcnte clcscriJ1liv:l (/I/F. ')~). r.:1 ~;¡II)('r;l,ci(')11 de J:¡ 1'lel:lrnr:1 lkl c(ldil'l" (;, 1)()"lhlc J>r~:l:I.\'II'I(·IItc- I¡J'I(;'III(I"J:¡cu el marco de L1 rcprorlucción :;oci;i1; desde esl;l JlCisJlcc:1il':1 puedenubicarse las efic(/cias eSf)ccífic!ls de C~(l;¡ UIlO de los elementos quecomponen cl todo social, y desarrollar 1<1 tcor ir; de C.t:lS cficICi,lSclifcrel1CÍ<l1cs, misma que csl.i ;llISCI1le de los Icx tr», cl.isicos clc:l 111;1:':\;S'mo En estos textos se concibe JI Est;¡clo COIllO \1n;1 parte dc la SU])r;l-estructura y esencialmente como un J]):1r:lto represivo, COIllO

una "máquina" cle represión que permite ;1 las cl:lses dominan-tes ... ;¡scgur;¡r su dominio sobre la clase obrera p;l[;¡ sorncterlaal proceso de extorsión dc tI plusval.a (es decir, a L1 explotaciónca pitalistn (ME, 86).

TESIS v . UNA IDEOLOGÍA EXISTE SIEi\IPRE EN EL SENODE UN APARATO (IDEOLÓGICO DE ESTADO), y EN SU PR.\C'[JCAO SUS PRÁcrICAS. ESTA EXISTENCIA r.s -¡"fATF,RfAL (AlE, 116)

En el Ensayo que analizamos, Althusscr concibe a la ideologíadentro del marco de la reproducción de las relaciones sociales. Elesquema del planteamiento es corno sigue. la reproducción de lascondiciones de producción es la condición última dc la producción(AJE, 75-6). Estas condiciones de producción son las fuerzas pro-ductivas, por una parte, y las relaciones dc producción, por otra.Señala Althusser que en los libros segundo :-' tercero de El capital,Marx analiza lo que se refiere a la reproducción de las relacionesde producción (concretamente, estos libros analizan las relaciones decirculación del capital entre el sector 1 -producción de los mediosde producción- y el sector II -producción de los medios de con-sumo- y la realización de la plusvalia ) (¡\lE, 78). No obstante, enesta gran obra no se aborda directamente el asunto de la reproduc-ción de la fuerza de trabajo o fuerzas productivas. El estudio eJe lareproducción social que parte del solo análisis de la reproducción dela "empresa" o de los medios de trabajo, es insuficiente, puesto quelo que ocurre en el centro de trabajo -comenz;:111clo por el contratoinicial de compraventa de la fuerza de trabajo entre el patrón y eltrabajador-- no comienza ahí mismo sino que ,1 esa hora lleva yamucho trecho del camino recorrido, El camino recorrido cruza todasaquellas condiciones sociales -indivicluales y colcctivas=- que hacenposible que, al fin de cuentas, el trabajador acuda, voluntaria oinvoluntariarnente, a ofrecer sus servicios mediante la venta clc sufuerza de trabajo -su tiempo, sus cncrgias físicas, su atención aquehaceres diversos, etcétera. 47

La fuerza de trabajo se asegura dánclolc cl medio material parn

4, Son interesantes las indicaciones de Claudc Mcill.isoux (en MII;eres. gra-neros y capitales, Siglo XXI, México, 1977, p. S) acerca de la ausencia notableen la obra de Marx del análisis de la producción "de los hombres": "Lareproducción de los hombres es, en el plano económico, la reproducción de lafuerza de trabajo en todas sus formas. Pero el materialismo histórico, del cualse podría esperar que concediera una mayor importancia a este terna, y aun cuan,do haya sido el único en plantear el problema, sólo inlegr;¡ imperfectamente lareproducción de la fuerza de trabajo a su análisis.

Las circunstancias históricas y económicas de la aparición de] capitalismo noplantearon ccrno primordial el problema de la reproducción de la Iucrza de traba-jo. En realids.d esta reproducción, mediante el proceso de acumulación primitivadel que nació el capitalismo, se encontró resucita clc entrada. Ni Marx ni loseconomistas se prcocuparon por ella como si fuera \111problcm» lundnrncntal."

Desde esta perspectiva el Estado es funcbmcnlalmclllC el al)(/1'(/tode Estado que incluye no sólo <1 les Iuncionar ios del Estado S:110t<1Illbicll al cuerpo represivo propiamente dicho (ejército y policía}.Así, el Estaclo es un Estado de clase, concretamente un Estado bur-

·IS Althusser incluye dentro de este Orden humano h:lst:1 "b~ normas de losr itrncs temporales de I:r alimcnt.ición. de I;¡ higicne. de los compor tarnicntos.de las act il udcs concretas del reconocimicnto -la nccplnción, el rechazo, el sío el no al niño, no son m~s que UI1;¡ pormenorización, J;¡s modalidades cmpi.ricas de ese Orden coust ituvcntc, Orden de ];¡ Ley)' del Derecho de a.ligl1;¡ciónque atr ihuve v cxcluvc ... " ("l'reu¿1 v f .ncan", loe. cit., p. n).

4D {\Ithu.ssc:- puede ]lel1.1:!r en cvl os tcr minns debido :11 rcconocill1:cl1ln delos aportes gr;1111sci;Juo.1('11 I( I.lrlOI1 ((111 i:l concepción dlll!)li:! del !·:.\I.Ic!O. .Icg'·I'1J;¡ cual I,)(\;l~ 1;11inxlitucioncs ..loci;1lcs cnn s lil uvcn la mbión .rl ¡~.lt;¡do.

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82 Conceptos fundamentales de la t"oría Tesis v R,gués. La verdad de esta afirmación no es puesta en duda por Althusserantes, por el contrario, reconoce su gran utilidad para comprender"todos los hechos observables en los diferentes órdenes de la repre·sión" (AlE, 88). En otros textos de la teoría marxista clásica(El 18 Brumarío, por ejemplo) se incluye en la definición del Esta-do al pode7 del Estado, es decir, aquello que las clases en lucha seesfuerzan por "tomar" o por conservar, a S3 ber, la correlación defuerzas políticas que favorecen a una u otra clase. El poder del Esta-do se concib-e como una relación de fuerzas en tre las clases, "la raízdel poder de Estado es el antagonismo mismo de clase, el carácterinconciliable de este antagonismo't.P" Sin embargo, Althusser con-sidera que esta presentación de la naturaleza del Estado es parcial-mente descriptiva (AJE. 87), ni es decir, ilustra un aspecto de sunaturaleza, pero ni explica su necesidad ni la estructura íntima desu constitución. A partir de aquí se levanto! la urgencia de añadir"algo más' a la definición clásica del Estado (AlE, 89).

Lo que se hace imprescindible añadir a la teoría marxista del Esta-do es una teoría de los otros lugares en los que se desarrolla la luchade clases. Es decir, hace falta ampliar el aparato de Estado. Estos"otros lugares" Althusser los denomina "aparatos ideológicos delEstado", diferentes de los aparatos represivos.

Es importante no comprender el concepto de abarato ideológicocomo designando a las instituciones -públicas o privadas. Althusserexplica que las ideas de un sujeto

son sus actos materiales insertos en prácticas materiales regla-mentadas por rituales también materiales y definidos por el opa-rato ideolégico material del que dependen las ideas de dicho su-jeto (AlE, 119).

Según estas inclicacio!1es los aparatos ideológicos contienen lassiguitntes determinaciones:

a) Tienen una existencia material (lo cual no quiere decir sinoque tienen que ver Con la práctica, es decir, Con bs prácticas repro-ductoras o tr:lIJsformadoras de los sujetos).

b) Definen los "rituales" materiales de las prácticas de los sujetos(o, en otras palabras, ofrecen un marco de coherencia y organizacióna las prácticas de los su jetos) .

e) De los a!)(I/'(/los ideológicos depender, Lis ideas clc 1m sujetos.(La ambigüedad de esta determinación es manifiesta. La áeben dencines una relación fundamental entre ideas v aparatos que P:][:1 nuclaqueda explic;¡da en el texto CJue anahzamos., Consideramos c.~ queeste vacío teórico es el síntom;¡ eJe un verdadero problema que sele presenta a la teoría cle la ideologb: pensar el conceplo eJe laestricta 3rticubción entre idea. )' pr<ÍctiC8s o, si no se quiere andarpor la vía de una teoría de .las ideas, pensar el concepto o losconceptos que justifiquen I;¡ suprcsión de la: noción "idea" comonoción central de la rcor i.i en C'UCS!iÓII. 1'"lueslr;1 del c;tllcj")1l xins:llida teórico CII el que se colocó Althusscr al plantear esl;ls cucs-tienes es la natur;llc7.;¡ casi circular de 511 c;¡r;¡dcri7.:1ci(¡n de ];¡ ideo-logía. P..ecordemos que a partir de la noción dc"ideJs de los sujetos"explica que éstas san sus actos materiales ... ~lcfinic1os por el apa-rato ideológico del <]\1e, nucv.unonrc clcpcndcn hs utcas del sujeto.Así, pues, 18s ideas no quedan definields por' los actos, prácticas,etcétera; la noción eJe idea no es suslituida , como pretende Althusser(AlE, 120), po, los delll<Ís conceptos sino qué éstos se conviertenen un conjunto eJe deterll1inaciones cle las ideas, pero restaría expli-car qué son estas ideas que tienen tantas y tan import;lJ1tcs cleter-minaciones. O bien, como dijimos, faltar ín explicar puntualmentelos términos de Id relación ele elepenc1cnci:l que se (1:1entre 1:1s ideasy los bclores que las eJetcrminan.)

d) En los ap;¡r;¡tos icleológices Se lllateri;-¡lizJn bs form;ls COI1.

cret:l:; clc 1:1 idcologí:l. (La m;ltcri;¡li7.;lción eJe hs forrnns concretasde la ídeologia la comprendemos como la :ldc¡nisición de form:lscoherentes u org;l1lizndas cle las clivcrs;IS manifest;-¡cioncs ideológicas,a partir de las cuales se hace posible su cleteccirí'l () l()Cllii'.:lCió!ly, con ello, su :ln;ílisis y su control teórico y. pr.ictico. Si esto esasí, los Jlxn;:tos ideológicos, en tinto que lugarc, dende se mate.rializa n estas formas de h ideología, son el punto nodal eJel análisisteórico cle la misma.)

Asimismo, aclara que

la inmensa mayoría de los sujetos (los bucnos ) funcionan bien"por sí solos", es decir, por medio de la ideología (cuyas formasconcretas se hallan materializadas en los aparatos ideológicos deEstado). Participan en las distintas prácticas dirigidas por losrituales de los AlE ... (AlE, 132).

50 Etienne Balibar, Sobre la dictadura del proletariado, Siglo XXI, México,1957, p. 57.

51 Aparentemente, "descriptiva" para Althusser quiere decir ú n icarneritc quees superable teóricamente. Si esto es así esta caracterización aclara poco, puesen algún sentido puede pensarse ql1e toda teoría es dcscr iptiva. r.~[unto con Luis Villoro, en O/J. cit.

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8-1 Conceptos fundal11entales de la teoría Tesis v 85

e) Los aparatos ideológicos "tienen" rituales, y éstos dirigen alos sujetos en la práctica. (Por esto entendemos que los aparatosideológicos quedan definidos. principalrnen te por las diversas prác-ticas organizadas que aquéllosencierran o implican.)

nuestro mundo actual? I-l::Jy todo un trabajo de investigación porrealizar a propósito dc estas formaciones ideológicas especificas, rol

Considcr.uno, quc esta preocupación tiene que ver directamentecon la búsqueda cle vías de desarrollo de la tcoria de la ideologíapero m;Ís precisamente, con cl concepto específico de abarato ideo-lógico. ss

Si pensamos ,lsí los aparatos ideológicos, si pcnS31110s al Estadoen su sentido a bsolutarnen to amplio (es decir, no sólo cubriendotoda 1<1 sociedad silla csrructurundo -110 Ill,lnip\1bnclo- lus fuerzassociales antihegemúlliC1S) y si pensamos llornJ;ltivicl;ldes posiblesdiferentes de las arbitrarias e irrupositivn , de clase, cabe perfecta-mente la posibilidad de pensar lns org;lniz;lciolles (o eJesorg;lIliz:l-ciones ) anticapit81ist8s o revolucionarias como aparatos ideológicos'del Estado, con las ventajas teóricas que esto implica, a saber, poderpensar -par<l desarrollar.e, los mecanismos de interpelación y cons-titución de sujetos transformadores Es sobre esta base que Althusserpuede afirmar que la ideología revolucionaria ~r.

En suma, los rituales constituyen prácticas estructuradas por unacierta lógica marcada por los aparatos ideológicos de Estado. Asípues, es de éstos de los que dependen las diferentes direcciones,sentidos y metas de la práctica social en gener;¡], Más explícita-mente: un aparato ideológico no CSUIl<l institución, la familia porejemplo, sino más bien la institución familiar es una forma mate-rializada clel aparato ideológico, es un "instrumento", un medio dearticular-organizar espacial-moral-jurldicarncntc ciertas prácticas quedefinen al aparato ideológico.

A pesar de la dificultad que representa ser más explícitos en estepunto, 10 intentaremos: el aparato ideológico familiar (para seguircon nuestro ejemplo) no es la institución de la familia sino el con-junto de funciones que social-individualmente se espera que un sujetolleve a cabo por ser un elemento constitutivo de la estructura fami-liar; por ser reconocido y autorreconocerse como "hijo", "padre",etcétera. Todas las funciones diversas que cada sujeto puede cum-plir (o no cumplir -10 cual también es una func;(lI1-) son regidaspor normas (explícitas o no). Estas normas forma n unidad con lasprácticas que implican las funciones (papeles, roles o como quierallamárse1es) y esta unidad configura un aparato ideológico. Cuandolas normas no son explícitas en algún sentido (jurídico, por ejem-plo) el análisis de los aparatos ideológicos resulta más complicado.Es el caso: de "normas" 53 aún no explicitadas, pero en vía de serlocorrespondientes a formas sociales de existencia v de pensamientode los grupos sociales marginados. Pero muchas normas se hallanesbozadas en las diferentes legislaciones que rccubren a una socie-dad, tales como las que encierran los cócligos jurícl ieos esta ta les, laseclesiásticas, escolares y las internas 8 cada pequeña agrupaciónbien organizada y previsora de su correcto y duradero funcionamiento.

A1thusser apunta que

no es 10 d irccl.uncn lc contrario, la inversión, el rcvés de ];¡ iclcolo-gia burguesa, sino quc es 11l1a ideología lolallllenle distint«, quellcvn en sí otros valores, que es critica )' tevolucununia. Porque es

no basta saber que la familia occidental es put riarcal yexogámic;¡(estructura de parentesco), también es necesario elucidar 18s for-maciones ideológicas que gobiernan la ]Xltcrniclacl, la ma ternidady la infancia: ¿qué es "ser padre", "ser madre", "ser niño" en

5" Al centrar un aspecto principal del estudio de la ideología en las diversasprácticas sociales parecería que, desde el punto de vista del desarrollo de lateoría marxista, estamos rearcsando a ];~ etapa de La uleotogia alemana dondeel concepto de división del trabaio es esencial para comprender el resto delaparato teórico allí desarrollado. Pero creemos que los regresos nunca son idén-ticos al jugar al que se regresa o, al menos, no lo es' en este caso en el 'luede lo que se trata, por una parte, es de determinar especificaciones más suti-les de las diversas práctica, sociales -marcadas evidentemente por formas par.ticularcs de la división del trabajo=-, y por otra parte, la división del trabajoahora no Col pcnsacla siuo a partir de la especificidad que adquieren lo s socie-dades rno.lcrnns en una etapa par hculnr del capitalismo desarrollado. En LAideología alemana, como hemos visto, es la división del trabajo la que explicael desarrollo de las relaciones de producción capitalistas, quedando cerradaasí la vía de investigación que permita explicar la división del trabajo a partirde instancias d;stintas clc las inclinaciones humanas innatas, la tendencia "vital"a la acumulación, al egoísmo y a otras cualidades scmcja n lcx del hombre.Por el cnnrrnr in. el esllldio de l'ls pr,íclic~s c1ifcrCllci;1Chs v flrg;ll1i/;l<!:ls porlos aparatos ideológicos de Estncto debed tomar en cuenta (11110 ejes teóricoscentrales, la categoría de "poderes diversos" y sus posibles efectos reproduc-tores·o tramformadores. Esto lo hace N. Poulnntzas en su trabajo Poder. Estadoy socialismo, en el cual combina hábil y sugerentemcllte el discurso "arqueo.lógico" de M. Foucault Con la teoría marxista, produciendo un notable enri-quecimiento de ésta.

56 Althusscr se refiere a b ideología proletaria, pero cuando ésta tiene lascualidades de ser allticapit~llist~ o revolucionaria.

53 Aquí el sentido de la norma excluye los caracteres de autoritarismo eimposición arbitraria y de clase que, por lo general, encierra dicha noción.

G4 En "Freud y Lacan", loc. cit., p. 72. .

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86 Conceptos [utulainenlales de la teoría Tesis v(,-,

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ya ahora" a pesar de todas las vicisitudes de su historia, portadorade esos valores, ya ahora realizados en las organizaciones y en lasprácticas de lucha obrera, por 10 C]ue la ideología proletariaanticipa 10 que serán los aparatos ideológicos del Estado cle latransición socialista, , .57

permanece en el terreno de b conciencia sino que sale al campode la práctica, de la organización, de la atención permanente a losresquicios por donde se cuela el poder para, así, hacerlc frente.>"

Consideramos que la importancia de incluir en la definición delEstado el concepto de "aparato ideológico", radica en que:

a) De esta manera puede pensarse tcóricamcn te la cstructuraciónsocial del poder. Y no en términos de la presencia del poder burguésen todos los aparatos, sino en términos de la presencia del poder delEstado en ellos. Es decir, se trata de pensar lo que es el poderdel Estado en sentido estricto, a' saber, la correlación de fuerzasen tre las clases y grupos sociales, su ea ráctcr contradictorio.

b) El concepto de "aparato ideológico" permite pensar la pre-sencia del poder del Estado en el "conjunto de la vida social, yaque ninguna esfera de la vida social escapa a la intervención delEstado; puesto que la esfera eJe acción del Estado es por definiciónuniversal". 58

e) Es fundamental pensar la presencia del Estado en el conjuntode la vida social pues sólo así puede extenderse y desarrollarse lalucha de clases hasta regiones clave en donde se ejerce el poder yque, no obstante, no habían sido identificadas (hasta Gramsci) comotales por la teoría marxista. Estas nuevas regiones del desarrollo dela lucha de clases son fundamentales para el tipo de lucha de clasesque se está desarrollando y que puede desarrollarse en la actualidad.Defender una concepción ampliada del Estado, es, pues, contribuirteóricamente a la ampliación práctica de la lucha de clases.

d) El concepto de "aparato ideológico" en tanto que remite aun conjunto de prácticas sociales vertebradas por la lógica del "apa-rato" de que se trate, contribuye a pensar la lucha de clases, elenfrentamiento con el poder hegemónico, como una lucha que no

50 N. Poulantzas (en Estado, poder y socialismo, ed. cit.) hace algunas pre-cisiones críticas a la concepción althusseríana del Estado como la suma deaparatos represivos y aparatos ideológicos, Su crítica la 'funda en que consideraque el concepto de "aparato ideológico", remite únicamente a mecanismoscoercitivos de inculcación y que, por tan lo, el Estado en su conjunto no seríasino una maquinaria que ejerce diversas formas de represión (idcol6giCcl-l o no).Esta concepción, según Poulantzas, no toma en cuenta los aspectos positivosdel Estado. El Estado, dice siguiendo a Foucault, "actúa también de manerapositiva, crea, tmnsí ornia, {Jroduc!? rcalid"des" (p. 30), Consideramos correctaesta conclusión pero no que se derive del concepto althussctiano de ideologíao de los aparatos ideológicos, Es cierto que Althusser no desarrolla, como 10hace Poulantzas, el lado positivo de' las contradicciones sociales que se [ueganen el Estado, pero su concepción del sujeto C0l110 un individuo quc realiza"voluntariamente" ciertas prácticas =-cs decir, la referencia ;11 carácter ima-ginario de la ideología-e- alude directamente a los efectos ideológicos estatalesde posit.vidacl, que tienen que ver con los deseos de los individuos,

57 L. Althusser, "Nota sobre los aparatos ideológicos del Estado" (AlE),loc. cit., p. 105.

58 E. Balibar. La dictadura del broletanado, ed. cit., p, 48-9, N. Poulantzascoincide con esta posici6n cuando reconoce "el acaparamiento acentuado, porel Estado, del conjunto de las esferas de la vida económico-social", en Estado,poder y socialismo, Siglo XXI, Madrid, 1979, p, 247-8,

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VI. CONCLUSIONES

Los pasos que dimos en este trabajo fueron los siguientes:

a) Criticamos la teoría idealista de la ideología presente en Laideología ale lIW 11.(/p;¡r8 obtener argumentos que ;lpo)';1[:ln 11n;1 teoríade 18 ideología b8S8Cb en principios diferentes.

b) Rescatamos el sentido leninista del concepto de ideología paraabrirlo hacia formas no burguesas de representaciones y organizaciónsociales.

e) Analizamos el concepto clc ideología en los primeros trabajosde Althusser, cornpromctiéndonos con ello a dos cosas: C011 \\\1 con-cepto de ideología relacionado con 18s prácticas sociales y con unaproblemática teórica que perm itiera inclui r aIgu 110S aspectos de lateoría psicoanalítica para desarrollar teóricamente el problema dela constitución de los sujetos.

d) Desarrollamos algunas tesis acerca de la ideología expuestasen un texto althusseriano posterior para iniciar el intento de articu-lación de la teoría marxista con la teoría psicoanaliticn.

En suma, consideramos que el dispositivo conceptual althusserianonos ha permitido encontrar un punto de entronque entre la teoríapolítica y el psicoanálisis, lo cual nos parece un servicio teóricamenteinvaluable. Mas a pa rtir de aquí, como suele decirse, todo está porhacerse. La articulación entre ambos discursos prácticamente no lahemos realizado. Es evidente el desíase entre ambos tipos de dis-curso que deber ian convertirse en uno solo, en el cual el p8S0 deun concepto de 18 teoría política 8 otro ele 1<1 teoría psiccana liticase hiciera na turalmcn te s¡gn i fica nelo un verdadero enriq ueci micn tode <1mb3S teorías.

Sin embargo, nuestra "intuición" es que mediante esta articulaciónserá posible pensar en forma adecuada 18 constitución de los sujetosideológicos reivindicando el espacio de lo imagil1ario del sujeto ycon ello la vida cotidiana de los individuos, en la CUJl circulan lasimágenes soporte p8 ra las idcnti ficaciones na rcisísticas. Esta "reivin-dicación" nos interesa p:Jr<1 plantear dentro del marxismo el análisis

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~IO Conclusiones

político de los hábitos y conductas J11~S elementales del individuoen sociedad que, consideramos, son los que constituyen la verdaderamaterialidad de una formación social y los que I~ estrueturan en unou otro sentido. Nos interesa, también, para mostrar el carácter deter-minante del entorno social directo en la constitución del sujeto ypensar la necesidad de transformarlo aun en sus aspectos aparente-mente más triviales y así, probablemente, mejorar la calidad de lavida que constituye a estos sujetos.

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