máquina de ka verdad musical

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B @ LEÓPOLIS EL SUPLEMENTO DE LA INNOVACIÓN EN LAS ISLAS EL MUNDO NÚMERO 211 / MARTES 16 DE JULIO DE 2013 www.elmundo.es/baleares >Investigación/ Medio ambiente Las cremas solares pueden alterar el medio marino PÁGINA 3 ¿Cuál es el número real de sinfo- nías compuestas por Mozart? A día de hoy todavía no se conoce con certeza. Se sabe que de las 41, al menos tres, pertenecen a otros autores. Pero el del compo- sitor austriaco no es ni mucho menos un caso aislado, en la his- toria de la música existen nume- rosas atribuciones falsas o dudo- sas que, generalmente, se descu- bren cuando aparecen pruebas documentales concluyentes que demuestran el error. Un ejemplo que ilustra a la perfección estos problemas de autenticación es la famosa Sinfonía de los Juguetes, una pieza que en principio se atri- buyó a Franz Joseph Haydn, des- pués a su hermano Michael, más tarde al padre de Mozart y que, fi- nalmente, se cree que fue com- puesta por Edmund Angerer, un monje benedictino que vivió en Baviera en la segunda mitad del siglo XVIII. El descubrimiento en 1992 de una nota manuscrita con su nombre parece avalarlo. Las dificultades para conocer la autoría de una obra musical aumentan a medida que retroce- demos en el tiempo, y los siglos XVII y XVIII son especialmente oscuros al respecto, ya que se tra- ta de una época en la que, por di- versos motivos, eran frecuentes los errores de este tipo. No exis- tían fotocopiadoras y era común transcribir partituras y firmarlas, sin afán de plagio, simplemente para señalar que se trataba de co- pias realizadas por el autor. Si se pierde el rastro documental porque el original desaparece o el creador no era de primera fila y se encuentra una pieza con el nombre de Bach existen muchas probabilidades de que se le atribuya. En la actualidad hay piezas sobre las que existen dudas razo- nables y en las que la opinión de los especialistas está dividida en- tre dos compositores. General- mente, los motivos que alegan unos y otros para defender su punto de vista son razonables, pero ninguno es concluyente pa- ra desbancar la teoría del contra- rio. Cada experto se fija en cosas concretas y cuando finalmente atribuye la obra a un compositor utiliza un compendio de recursos subjetivos. La tesis doctoral Diseño y apli- cación de herramientas tecnológi- cas aplicadas a la identificación de elementos diferenciales del es- tilo compositivo de autores clási- cos presentada recientemente en la UIB por Antoni Tudurí, ingenie- ro informático y violinista, propo- ne métodos basados en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para identificar la autoría de piezas musicales anóni- mas o de autoría dudosa a partir de la comparación con obras de partituras musicales reconocidas de los compositores propuestos como posibles autores. Teniendo en cuenta que se puede identificar el estilo musical de un compositor en unos pocos segundos de audición, indepen- dientemente de la forma musical de una pieza y de su instrumen- tación, este investigador ha con- siderado como hipótesis de trabajo que los elementos objeti- vos y cuantificables que diferen- cian el estilo compositivo de un autor clásico están presentes en unos cuantos compases de una partitura. Por este motivo, ha em- pleado como variables identifica- tivas el porcentaje de uso de cada nota, los intervalos melódicos utilizados y el uso de las diferen- tes figuras. SIGUE EN PÁGINA 2 La máquina de la verdad musical > Musicología / Una herramienta desarrollada en la UIB y basada en las tecnologías de la información arroja luz sobre el posible autor de una obra musical clásica en el caso de que se dude sobre su autoría. Elena Soto

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Sistema basado en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para identificar la autoría de piezas musicales anónimas o de autoría dudosa

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Page 1: Máquina de ka verdad musical

B@LEÓPOLIS EL SUPLEMENTO DE LA INNOVACIÓN EN LAS ISLASEL MUNDO

NÚMERO 211 / MARTES 16 DE JULIO DE 2013 www.elmundo.es/baleares >Investigación/ Medio ambiente

Las cremas solares pueden alterar el medio marino PÁGINA 3

¿Cuál es el número real de sinfo-nías compuestas por Mozart? A día de hoy todavía no se conoce con certeza. Se sabe que de las 41, al menos tres, pertenecen a otros autores. Pero el del compo-sitor austriaco no es ni mucho menos un caso aislado, en la his-toria de la música existen nume-rosas atribuciones falsas o dudo-sas que, generalmente, se descu-bren cuando aparecen pruebas documentales concluyentes que demuestran el error. Un ejemplo que ilustra a la perfección estos problemas de autenticación es la famosa Sinfonía de los Juguetes, una pieza que en principio se atri-buyó a Franz Joseph Haydn, des-pués a su hermano Michael, más

tarde al padre de Mozart y que, fi-nalmente, se cree que fue com-puesta por Edmund Angerer, un monje benedictino que vivió en Baviera en la segunda mitad del siglo XVIII. El descubrimiento en 1992 de una nota manuscrita con su nombre parece avalarlo.

Las dificultades para conocer la autoría de una obra musical aumentan a medida que retroce-demos en el tiempo, y los siglos XVII y XVIII son especialmente oscuros al respecto, ya que se tra-ta de una época en la que, por di-versos motivos, eran frecuentes los errores de este tipo. No exis-tían fotocopiadoras y era común transcribir partituras y firmarlas, sin afán de plagio, simplemente

para señalar que se trataba de co-pias realizadas por el autor. Si se pierde el rastro documental porque el original desaparece o el creador no era de primera fila y se encuentra una pieza con el nombre de Bach existen muchas probabilidades de que se le atribuya.

En la actualidad hay piezas sobre las que existen dudas razo-nables y en las que la opinión de los especialistas está dividida en-tre dos compositores. General-mente, los motivos que alegan unos y otros para defender su punto de vista son razonables, pero ninguno es concluyente pa-ra desbancar la teoría del contra-rio. Cada experto se fija en cosas

concretas y cuando finalmente atribuye la obra a un compositor utiliza un compendio de recursos subjetivos.

La tesis doctoral Diseño y apli-cación de herramientas tecnológi-cas aplicadas a la identificación de elementos diferenciales del es-tilo compositivo de autores clási-cos presentada recientemente en la UIB por Antoni Tudurí, ingenie-ro informático y violinista, propo-ne métodos basados en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para identificar la autoría de piezas musicales anóni-mas o de autoría dudosa a partir de la comparación con obras de partituras musicales reconocidas de los compositores propuestos

como posibles autores. Teniendo en cuenta que se

puede identificar el estilo musical de un compositor en unos pocos segundos de audición, indepen-dientemente de la forma musical de una pieza y de su instrumen-tación, este investigador ha con-siderado como hipótesis de trabajo que los elementos objeti-vos y cuantificables que diferen-cian el estilo compositivo de un autor clásico están presentes en unos cuantos compases de una partitura. Por este motivo, ha em-pleado como variables identifica-tivas el porcentaje de uso de cada nota, los intervalos melódicos utilizados y el uso de las diferen-tes figuras. SIGUE EN PÁGINA 2

La máquina de la verdad musical> Musicología / Una herramienta desarrollada en la UIB y basada en las tecnologías de la información arroja luz sobre el posible autor de una obra musical clásica en el caso de que se dude sobre su autoría. Elena Soto

Page 2: Máquina de ka verdad musical

EL MUNDO / AÑO XXII / MARTES 16 DE JULIO DE 20132 B@LEÓPOLIS

Por E. S.

>PROYECTOS CON FUTURO

RIS3, iniciativa imprescindible para optar a los fondos de I+D+i

En el marco de la elaboración de la estrategia de Especialización Inteli-gente de las Islas Baleares RIS3, se llevó a cabo la pasada semana en el ParcBit la mesa sobre turismo y sa-lud en la que han participado agen-tes estratégicos del sector para de-batir y plantear las oportunidades que ofrece el turismo de salud en la actividad económica de Baleares.

El objetivo de estas reuniones de trabajo con el sector es contrastar la importancia estratégica de la salud

privada, la hoteleria, las agencias de viajes, los touroperadores, el trans-porte aéreo y las tecnologías turísti-cas en la especialización económi-ca de las Baleares; analizando el potencial de desarrollo de nuevos horizontes de actividad económica en el ámbito del Turismo de Salud.

Este encuentro forma parte de una agenda de reuniones que bajo el nombre descubrimiento empren-dedor se han planteado para deba-tir sobre la especialización de la

economía de Baleares y examinar nuevos horizontes de actividad eco-nómica que pueden surgir de la co-operación intersectorial del Turis-mo y la Alimentación, el Turismo y la Salud o el Turismo y la Náutica, entre otros.

La Estrategia de Especialización Inteligente o RIS3, promovida por la Unión Europea, es una iniciativa imprescindible para que las Islas Baleares puedan optar a los fondos FEDER y FSE relacionados con la I+D+i y se encuentra alineada con la Estrategia de crecimiento Euro-pa 2020, que se fundamenta en tres pilares básicos para la economía europea; inteligencia, sostenibili-dad, e integración.

VIENE DE PORTADA «Existe poco rigor en los métodos que se aplican para certificar la autoría», comenta Tudurí, «en ocasiones existen intereses a la hora de atribuir una pieza a un compositor famoso, en otras sim-plemente se alega que ‘suena a Mendelssohn o a Mahler’ ¿pero tiene base suficiente este argu-mento? No dejan de ser pincela-das, es como si se tratara de adju-dicar un cuadro a Velázquez por-que las hebillas de los zapatos que aparecen en el lienzo son co-mo las que pintó en otra obra. Habrá que realizar un análisis más completo». Piezas dudosas de Bach «En la obra de Bach hay ocho preludios, que van del BWV 553 al 560, de los que se duda que se-an realmente suyos», informa Tu-durí. «El compositor candidato, al que apuntan varios especialistas, es Johann Ludwig Krebs. De los ocho preludios catalogados, solo tres de ellos –los BWV 556, 559 y 560– pertenecen a Bach, el resto son obra de Johann Ludwig Krebs, alumno del compositor en Leipzig».

Para realizar esta investigación se ha seleccionado una colección de piezas reconocidas en forma-to midi –165 de Bach y 73 de Krebs– ; lo primero que hace el sistema es aprender de las mues-tras para identificar en qué se di-ferencian los dos compositores. «La solución del aprendizaje nunca será fiable al cien por cien», subraya Tudurí, «pero una parte interesante es que en esta fase el sistema da una probabili-dad de éxito, indicando el por-centaje. A partir de aquí le pides que identifique la autoría del Pre-ludio BWV 554, por ejemplo, y el sistema se la atribuye a Krebs. La fiabilidad en este caso es de un 85%, pero si eligiéramos otro au-tor o autores podría variar.

«Que pertenezca a su discípulo no quiere decir que Bach se dedi-cara a plagiar, cosa que evidente-mente no le hacía ninguna falta,

sino que tiene que ver con la cos-tumbre que existía en la época de realizar copias de partituras que podían interesar por algún moti-vo, aclara este investigador».

Este método es una herramien-ta de musicología que extrae los elementos objetivos y cuantifica-bles que diferencian el estilo

compositivo de un autor del de otro y están presentes en los compases de la partitura. Sirve para documentar con rigor cien-tífico, en los casos en los que se dude de la autoría de una pieza, la elección entre dos creadores y los especialistas no se pongan de acuerdo, estableciendo indicado-

res numéricos que permitan ava-lar o refutar la autoría de uno u otro compositor. Una de sus grandes ventajas es que funciona a pesar de que uno de ellos tenga un catálogo de piezas muy pe-queño.

Otra de sus aplicaciones ha si-do clasificar la obra para teclado

de Domenico Scarlatti (1685- 1757), un músico que posee un catálogo de más de 550 sonatas. A pesar de que se trata de un au-tor que vivió en la época barroca diferentes especialistas lo consi-deran un precursor del clasicis-mo, un creador que desarrolló un estilo totalmente nuevo para el teclado, adelantándose a su épo-ca. Mediante este método, extra-yendo indicadores como el por-centaje de uso de cada nota y porcentajes de uso de los diferen-tes intervalos melódicos posibles de sus sonatas a partir de su for-mato MIDI y comparándolas por medio de técnicas estadísticas de análisis discriminante con dos muestras de piezas musicales ba-rrocas y clásicas, se obtiene un resultado cuantificable y objetivo de la distancia a cada estilo, que sitúa el catálogo de sonatas ana-lizado como más próximo al cla-sicismo que al barroco en una proporción promedio del 70%.

Concepto de prolífico El método también sirve para redefinir lo que se considera un compositor prolífico. «En el Libro Guiness de los Records Telemann aparece como el más prolífico de la historia», recuerda Tudurí, «pe-ro las obras barrocas eran más cortas ¿Cómo podemos dar el mismo valor a la hora de cuantifi-car a una sonata de Telemann y a una sinfonía de Beethoven? Proponemos cuantificar la productividad en base al número de notas y no de piezas de catálo-go, que es el modo empleado has-ta ahora para definir un composi-tor prolífico.

«En principio, el reto que nos hemos marcado con esta investi-gación es difícil, ya que son épo-cas y periodos musicales oscuros en los que son frecuentes los erro-res. En cualquier caso, el propósi-to no es refutar autorías contras-tadas, ni contradecir a los historia-dores de la música, sino contribuir a aclarar dudas sobre obras anó-nimas o cuya catalogación está en entredicho, concluye».

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS MIRAN A LOS CLÁSICOS

El ingeniero informático y violinista, Antoni Tudurí Vila, autor del estudio. / UIB

Reunión de la segunda Mesa RIS3 sobre Turismo y Salud en el ParcBit.

J. Sebastian Bach (1685–1750). Domenico Scarlatti (1685-1757). G. Philipp Telemann (1681-1767).