los barrios para los obreros en medellin 1920-1935

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LOS BARRIOS PARA LOS OBREROS EN MEDELLÌN (1920-1935): CONDICIONES DE VIDA, INTERACCIÓN Y CONTROL SOCIAL

DE LA IGLESIA CATÓLICA Jeyrsson Alid Zuluaga1 RESUMEN Es importante establecer cual ha sido el nivel de identificación del obrero antioqueño, -específicamente de la ciudad de Medellín-, con la empresa a la que pertenece y como ésta última, en asocio con la iglesia católica, plantea unas pautas de comportamiento que deben ser asimilados por el trabajador. Estudios anteriores2, presentan de un modo general, la manera como muchas de las condiciones del obrero, eran atravesadas por unas formas de comportamiento que eran propuestas por la empresa mediante diversos medios3. En esa medida, se busca indagar, si efectivamente se presenta éste tipo de condicionamiento en la vida del obrero por parte de la empresa y la iglesia católica y de que forma las condiciones de vida de ese grupo de personas, pudo incidir en el curso de vida de otros grupos, en diversos espacios de la sociedad antioqueña. CATEGORÌAS A PROBLEMATIZAR 1. Urbanización y espacios para la clase obrera. Indicar las relaciones presentadas entre los obreros, no solo desde su espacio de trabajo, sino desde sus mismos barrios; como se empiezan a organizar los trazados arquitectónicos de éstos barrios, el desarrollo de la vida cotidiana y en su entorno, el uso del tiempo de ocio, entre otros. 2. Las condiciones de subsistencia del obrero y su estilo de vida. Explorar como ha sido la participación del obrero como sujeto colectivo dentro de las diferentes especialidades, su comportamiento como ciudadano, como integrante de una familia, como practicante de un culto religioso; factores que van a ser interiorizados de modo particular en su condición de obrero. 3. Identidad y subjetividad en la clase obrera. Plantear la hipótesis, de cómo el individuo es atravesado por un condicionante de sujeto laboral, como se construye un sentido de identidad con una

1 Estudiante VI semestre Sociología Universidad de Antioquia 2 - BOTERO HERRERA, Fernando. Industrialización en Antioquia. Génesis y consolidación 1900-1930. 2ª ed. Medellín, Hombre Nuevo, 1993. - ARANGO, Luz Gabriela. Mujer, religión e industria: Fabricato 1923-1982. Medellín, Universidad de Antioquia, 1991. 3 Escuelas dominicales, escuelas para los hijos de los obreros, cofradías.

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colectividad determinada, que posee unas condiciones particulares de interrelación. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA: Observamos como se convierte la cultura laboral en una especie de ideología del trabajo, traducida al conjunto de valores y percepciones que los individuos interiorizan en su actividad laboral, forman significativamente sus prácticas y percepción, más allá del ámbito espacial y temporal en los que tienen lugar las acciones del trabajo. La manera como los procesos de trabajo han variado a través de la historia, las nuevas dinámicas de producción industrial, las nuevas nociones del concepto de trabajo permiten el acercamiento a una lectura del mundo del trabajo hoy. El sentido del concepto de trabajo además debe abarcar todo el entramado de complejas relaciones motivacionales de la vida social, es decir, las formas de participar activamente con el trabajo y mediante el trabajo. Es necesario evaluar entonces, como se condicionan las relaciones de los sujetos por parte de instituciones como la iglesia católica con respecto a la convivencia en el trabajo y la vida cotidiana de los obreros, las formas de acceder a un mercado laboral, las posibilidades de mejoras profesionales en el trabajo, acción que hoy día refleja la flexibilidad del trabajo y los modos precarios de contratación.4 Sumado a lo anterior, cabe reflexionar como las nuevas dinámicas económicas y el impacto de nuevas tecnologías han generado grandes transformaciones en la realidad social; llevando a exigir incluso la aparición de nuevas instituciones, nuevas políticas, nuevas leyes, nuevas formas de producción, comunicación y gestión. Dichas transformaciones han incluido una reconfiguración de la empresa como espacio segregado, excluyente y coercitivo del desarrollo subjetivo de un obrero que es sujeto social. El interés inicial del análisis investigativo que se pretende llevar a cabo , parte de la inquietud por descifrar que tan válido es poder determinar el hecho de que existiera un marcado control de las relaciones sociales de los obreros en la ciudad de Medellín, por parte de la Iglesia Católica en compañía de los empresarios dueños de las industrias nacientes en la zona urbana, en las décadas de 1920-1935, y como estos últimos eran quienes se veían claramente beneficiados con el hecho de promover una serie de patrones de comportamiento y actitudes entre los obreros, haciéndolos más dóciles y menos renuentes a sus preceptos, además percibir como iban a llevarse a cabo dichas actitudes a través de sus diferentes interacciones con las demás personas con las que iban a compartir sus espacios de vida.

4 REVISTA CONTROVERSIA, Número 156-157. Ni amos ni siervos, memoria obrera de Bogotá y Medellín (1910- 1945).

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Es objetiva la necesidad de lograr un acercamiento en relación al análisis de lo que significó el establecimiento de una serie de relaciones entre los diferentes actores sociales y determinar cuales eran las condiciones de vida que eran específicas a cada clase –en nuestro caso la clase obrera- focalizando sus particularidades, en cuanto al uso del espacio, del tiempo, de su entorno laboral, y como podrían influir en ello las diferentes instituciones como el Estado o la iglesia y como también la posible configuración de una conciencia colectiva. Pero, cuál fue el costo que esto trajo para una sociedad que, aunque en su mayoría veía como plausibles dichos efectos, también en la actualidad reconoce que no es solo representativo para la nominación de ciudad, la exaltación de la imagen de una serie de personalidades5 casi todos relacionados con la Escuela de Minas de La Universidad Nacional de finales del siglo XIX y principios del siglo XX y que a la vez estuvieran relacionados con la élite empresarial, sino que cada vez más, se hace necesario escuchar esas voces de personas que vivieron los embates de una industrialización arrolladora, no solo en sus avances técnicos, sino en el modo de crear una conciencia colectiva enfrascada en el interés de lograr una sublimación del concepto de trabajo, tan efusivamente elogiado en la sociedad antioqueña. Derivaciones de un sistema capitalista, que fija el sentido del trabajo solo en relación a la producción de bienes y servicios, y no en cuanto a la reproducción social del hombre, fueron igual que en casi todo el mundo occidental asimilados en la sociedad antioqueña. Una sociedad que perseguía la vagancia y los excesos mundanos con tal ahínco, no pretendía más que poner en manos de la industrialización y la acumulación de capital, la mejor opción para hacer de la sociedad medellinense una suma de personas temerosas de Dios y de las buenas costumbres… Justificación: Visualizar a través de un ejercicio comparativo las configuraciones de la cultura obrera en Medellín durante 1920/1935, periodo en el cual se desarrollaron importantes procesos de industrialización en dicha ciudad y la manera como se desarrolla la actividad laboral, como los individuos interiorizan sus prácticas de trabajo y la forma en como se reproduce éste, indican las transformaciones y elementos que caracterizan el sentido y la identidad que éste grupo crea respecto de su actividad laboral. Es necesario aclarar que la periodización propuesta se establece tomando en cuenta que durante estos años se desarrollaron importantes procesos de industrialización en Antioquia que permitieron forjar cambios importantes en la estructura económico-social las cuales indujeron el diseño de nuevas dinámicas y lógicas de interacción social. Acompañado además- en medio de los años propuestos- de la gran crisis económica mundial de 1929, donde no solo la escena política nacional experimentó un giro decisivo, en el que la economía colombiana evidenció un notable crecimiento, impulsado en buena medida por el dinamismo industrial que en virtud de su demanda permitió 5 Alejandro López, Mariano Ospina, Pedro Nel Ospina.

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establecer redes de comercio mas sólidas con el resto del mundo; pues se habían consolidado centros substancialmente urbanos y como tal comenzaba a enfrentar las problemáticas que dicha transformación trae implícitas. Éstos elementos, nos llevan a plantear el desarrollo de un proyecto de investigación que permita visualizar a través de un ejercicio descriptivo la configuración de la clase obrera y el papel que la religión católica jugó en la consolidación de la misma, en el Medellín de los años veinte y primera mitad de los treinta. Es necesario elucidar que la periodización propuesta se establece teniendo en cuenta que durante estos años se desarrollaron importantes procesos de industrialización en Antioquia que permitieron forjar cambios importantes en la estructura económico-social de la población, las cuales promovieron el diseño de nuevas dinámicas y lógicas de interacción social. En efecto, aquellos procesos de industrialización, llevan a una transformación del territorio, hacia la configuración de centros urbanos y como tal se comenzaba a enfrentar una serie de diferentes problemáticas que dicha traslación trae implícitas: mayor densidad de la población urbana, mayores dificultades para satisfacer necesidades básicas de la población, trastornos en la prestación de servicios públicos, y que llevan a la configuración de nuevos modos de interrelación que se experimentarán. Los variados estudios que se han realizado sobre el tema del concepto de trabajo, han orientado sus análisis en la descripción de la situación social y económica experimentada por los obreros/trabajadores según un momento histórico. Sin embargo, la manifestación de las experiencias vividas por este grupo de personas, no se han hecho tan evidentes. En esa medida, es de gran interés poder abordar un estudio sociológico que busque indagar por las diferentes esferas sociales que se vieron relacionadas en la consolidación de un tipo de pensamiento característico en una región, que traspasa diferentes clases y condiciones sociales y que tal vez aún pervivan como si estuviesen cristalizadas en el tiempo y el espacio. Metodología El alcance investigativo y analítico que se pretende con el desarrollo de esta investigación, exige la aplicación de estrategias que permitan precisar las variables que sean adecuadas para poder determinar el proceso histórico mediante el cual se ha dado la configuración de una clase obrera en la ciudad de Medellín. Ésta ha sido mediatizada por postulados religiosos católicos, característicos de una población que le dá un alto nivel de relevancia a los elementos de control y de orden manifiestos aún hoy en las particularidades de la vida cotidiana de las personas que habitamos ésta ciudad6.

6 Véase, texto: “El diseño en la investigación social cualitativa” de María Eumelia Galeano, quien concibe las estrategias (…) como modelos o patrones de procedimiento investigativo en los que han quedado cristalizados los usos específicos que investigadores, autores y estudios sobresalientes han hecho de la misma (del mismo). Una estrategia investigativa combina métodos, produce o recoge información de diversas fuentes a través de distintos procedimientos, confronta y valida resultados obtenidos por diversas vías, produciendo una interpretación del problema particular que investigativa y ocupa una posición de puente entre los enfoques y las técnicas de investigación.

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Así, la idea central que orienta el desarrollo de esta investigación, propone que la clase obrera, sus características, su configuración y procesos de interrelación, exigen una mirada minuciosa que permita poner en juego la relación de tres factores centrales para su comprensión: obrero, empresa y religión. La manera como éstos factores se entrelazan en el tiempo y en el espacio, sus nexos, repercusiones y dinámicas, ofrecen una serie de claves interpretativas sobre la especificidad de la clasificación de una clase obrera que en Antioquia, se consolidó bajo unas bases específicas ejemplo para otras regiones, tanto por su evocación por la disciplina como por su empuje. Por lo tanto, un lugar interesante como espacio de referencia para llevar a cabo este análisis son las condiciones que enmarcaron la labor en la empresa desde la percepción de sus protagonistas y los barrios obreros, algunos de éstos promovidos incluso por las mismas empresas que buscaban mantener un estrecho vínculo con la vida del obrero. La investigación se encuentra bajo los parámetros de la investigación cualitativa; se empleará una exhaustiva exploración documental, el estudio de caso y la historia oral, para ejecutar un proceso explorativo-descriptivo que nos va a permitir realizar un ejercicio crítico y analítico, además, se constituye en herramienta indispensable para revelar una realidad social, que permita poner en escena diferentes discursos, interpretaciones, representaciones, vivencias, que sobre la configuración de la clase obrera en Medellín, manifiestan la experiencia que los anteriores elementos ponen a juicio. MARCO TEÓRICO El análisis sobre la cultura que han emprendido diferentes escuelas teóricas y líneas analíticas, ha tratado de reconstruir perspectivas y conceptos que tiendan a un acercamiento más complejo del fenómeno cultural. Sin embargo, en medio de esa proliferación de enfoques se destaca uno de los asuntos más controvertidos, el que nos conduce a la objetivación de la cultura y distintas clases o grupos sociales, en éste caso la clase obrera. Así, se trató de abordar el campo de definiciones entorno al concepto de cultura e identidad; y posteriormente algunos de las principales escuelas relacionadas con el análisis de la cultura obrera. El tema de la cultura obrera ha sido abordado con frecuencia desde dos puntos extremos en la historia de las Ciencias Sociales. Por un lado se encuentran quienes lo entienden por su relación con la estructura social, como Parsons y por el otro quienes la equiparan con la institucionalidad de la acción individual. Esté último ha sido el camino que han retomado las corrientes antropológicas desde donde nos detenemos para definir el concepto de cultura. En esa medida, tratamos de abordar el campo de definiciones en torno al concepto de cultura y posteriormente los elementos relacionados con el análisis de la cultura obrera.

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Así, a partir de la tradición antropológica llegamos a definir la cultura obrera como el conjunto de hábitos, costumbres, comportamientos, tradiciones, sentimientos, aspiraciones, símbolos que portan sectores de cada clase a partir de las experiencias de vida y trabajos comunes7. Además, trataremos de abordar el elemento de la subjetividad y la identidad que construye el sujeto en su actividad laboral, pues este se hace importante en la medida que indica la interacción del individuo con sus acciones y prácticas cotidianas, la manera de compartirlas con su entorno. También vale la pena precisar que la subjetividad no es una estructura, sino un proceso que pone en juego a las estructuras para dar significación. Por ello, se realizó un acercamiento a algunos jubilados de Coltejer, quienes describieron sus experiencias en dicho espacio laboral y que nos permitió dimensionar algunos de los elementos de análisis para el proyecto. El trabajo se orientará al estudio de problemáticas formales que parten de la teorización elaborada por la sociología de la religión, igualmente de la sociología urbana, en lo relativo a problemas y características relacionadas con las condiciones laborales, el análisis de las relaciones objetivas y subjetivas entre obrero y empresa, acorde a condiciones del tiempo y el espacio que se presentaron en un momento histórico. Para lo anterior, se buscará describir la noción de forma utilizada por Emile Durkheim, buscando una unidad considerada como el todo en el que nuestro análisis se enmarca, la aprehensión de una realidad medellinense que no se hace visible más que en algunas de sus representaciones, es decir, como mediante el análisis de una institución como la religiosa puede existir un acercamiento a una realidad de sociedad específica en la temporalidad considerada. CONSIDERACIONES SOBRE LA CONFIGURACIÒN DE LAS DIFERENTES CARACTERÌSTICAS DE LA CLASE OBRERA EN MEDELLÌN (1920/1935) VISIÓN DE LA CIUDAD DE MEDELLÍN PARA 1920-1930: Es evidente la necesidad de lograr un acercamiento en torno al análisis de lo que significó el establecimiento de una serie de relaciones entre los diferentes actores sociales y determinar cuales eran las condiciones de vida que eran específicas a cada clase –en nuestro caso la clase obrera- focalizando sus particularidades, en cuanto al uso del espacio, del tiempo, de su entorno laboral, y como podrían influir en ello las diferentes instituciones como el Estado o la iglesia y como también la posible configuración de una conciencia colectiva que hacía valer sus derechos como ciudadano y como obrero. Para la época de la década de los años veinte del siglo pasado en Medellín, existían una serie de visionarios8 y de personajes que estaban intrínsecamente ligados a la vida pública de la ciudad. Muchos de ellos pertenecían al Concejo de Medellín y otros a La Sociedad de Mejoras Públicas, ésta última era una institución de gran relevancia para la vida social de la ciudad.

7 Se retoma aquí la Teoría de la estructuración de Giddens, frente a su definición de Cultura. 8 Algunos de los más destacados son: Ricardo Olano, Manuel J. Álvarez,

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El interés de muchos de estos personajes, giró entonces entorno a la necesidad de planear un tipo de ciudad que estuviera acorde a los escenarios modernizantes que en otras latitudes eran evidentes. El plano de Medellín futuro que se impulsó desde La Sociedad de Mejoras Públicas para 19139, proyectaba un modelo de ciudad basado en las apreciaciones que en sus viajes a ciudades europeas y estadounidenses hacían diferentes hombres de negocios y que pretendían copiar algunas de esas actitudes para la sociedad medellinense; teniendo en cuenta la expansión de la población asentada en la zona urbana, debido a diferentes factores como por ejemplo la caída en la producción cafetera a principios de la década de los veinte, lo que condujo a muchos campesinos a desplazarse hacia la ciudad, la misma que ofrecía condiciones deslumbrantes que llevaban a reconfigurar el contexto del espacio y de la infraestructura que para la época existían en la ciudad; algunas instituciones evidenciaban una seria necesidad de poder esparcir la maya urbana hacia sectores10 que eran aledaños a los ya existentes, haciendo énfasis en la adecuación y ampliación de vías y espacios públicos, ofrecer una mejor oferta de viviendas para todo tipo de clases sociales, entre otros, ya que la proliferación de industrias en la ciudad ya apuntaba hacia la disposición y la adecuación de unos espacios para las mismas, tanto para quienes se aprestaban a conformar una nueva clase proletaria y para quienes ya se dedicaban a la idea de comenzar a dirigir las riendas de sus empresas. La expansión de un modelo económico industrial y las condiciones de una élite que tenía fuertes inclinaciones hacia la actividad comercial, hacían de Medellín un gran centro de negocios y de producción industrial que le hacía merecer un considerable grado de importancia a la par de ciudades como Bogotá, lo que condujo a la generación de unas nuevas condiciones en cuanto al modo de diseñar y desarrollar el entorno urbano de la ciudad. Por un lado la suntuosidad y la vanguardia en los diseños de algunas casas y quintas y por otro lado la construcción de viviendas que fueran cómodas y funcionales para las clases medias y populares y sobre todo que contribuyeran al modelo de salubridad que se pretendía y del cual la “Vieja Villa” no fue un gran ejemplo. Cabe resaltar que el auge en la configuración del mercado de la urbanización iba de la par con “El alza” en las demás actividades (Comercial, industrial y del café) siendo ésta última la más importante durante finales del siglo XIX y principios del siglo XX11. EL CONTROL SOCIAL DE LAS CLASES OBRERAS: IGLESIA-ESTADO, UN MATRIMONIO FELIZ

Es punto de meditación, no la jornada limitada de las ochos horas sino mas bien las horas de vagancia, las horas de desocupación. El empleo de este tiempo es el que ha de dar al hombre que

9 Olano Ricardo. Memorias, Tomo I, Pg 172. Editorial Universidad EAFIT. 2006. 10 Conocidos como “mangas” 11 Botero herrera, Fernando. El suelo urbano en el portafolio de las negociaciones. En: Revista Lecturas de Economía No. 036 Pg. 121.

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vive del sudor de la frente la tranquilidad de conciencia, la salud de su cuerpo y el reposo para las nuevas jornadas. No ha sido el trabajo el que ha diezmado la raza. Ha sido el tiempo del desempleo, cuando libre de labores y abandonado a su ignorancia, sin importarle al estado, ni a la ley, ni a los patronos, va de taberna en taberna alcoholizándose.12

De cómo en la ciudad de Medellín se fue creando la idea de que servir al patrono era servir a Dios, es un tema que se convierte en propósito fundamental para el proceso de desarrollo de éste trabajo investigativo. …Ellos de todas maneras eran muy buenos, pues le daban a uno la oportunidad de mejorarse en la vida y de poder realizarse como persona (…) , es que si no fuera así, uno no… bendito a que se iba dedicar uno (…13) El hecho es que en la ciudad de Medellín para la época de los años veinte del siglo pasado, la necesidad de enganchar mano de obra que fuera altamente productiva y que no mostrara brotes de indisciplina y pereza, eran factores de gran importancia. Máxime cuando las condenas contra la vagancia, la moralidad y la salud pública eran elementos de un gran impacto social. Fue de este modo como se fueron estableciendo diferentes instituciones y congregaciones alrededor de la iglesia católica, que buscaban tener una especie de bolsa de empleo14 y que determinaban quienes podían ser “más aptos” a la hora de ingresar a laborar a las fábricas. Este tipo de circunstancias llevó a que muchas de las personas de las clases media y baja se alienaran de algún modo bajo las doctrinas religiosas católicas con el fin de poder entrar a formar parte de el mundo laboral. Además muchas de las decisiones políticas que el gobierno de la época exponía estaban claramente bajo el influjo de la iglesia católica –podría decirse que además de pobre no ser católico en Medellín en esa época, era un gran problema para muchas personas- a la vez que se promovían en gran medida la proyección de la producción industrial y del establecimiento de intercambios comerciales con otras ciudades e incluso otros países. La producción textilera por ejemplo, se incrementó considerablemente para la década de los veinte y la cantidad de obreros ocupados en la actividad textil, sobrepasaba en su número a los demás obreros que desempeñaban su labor en otras profesiones u oficios.15

12 (El obrero católico, 26 de mayo de 1934, citado por Alberto Mayor) 13 Jeyrsson Alid Zuluaga. Entrevista realizada a Luis H. Díaz. 2007 14 Ver lo que fueron las cofradías, en especial la de San José. Botero Fabio. Cien años de la vida Medellín 1890-1990. Editorial Universidad de Antioquia. 1992. Pg. 212. 15 REYES, Catalina. Aspectos de la vida social y cotidiana en Medellín. 1890-1930. Pág. 109. Universidad Nacional, 1993.

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Era entonces necesario tener mecanismos de control que permitieran mantener a las personas y obreros en una condición de dependencia tal de la Empresa y de la Iglesia, que no tuvieran otro tipo de opciones diferentes y que les llevara a incrustarse en el mundo laboral desde muy jóvenes y por periodos muy prolongados. Es posible considerar que muchas de las creencias y modos de vida que son característicos de la población medellinense, tales como: Una arraigada creencia religiosa católica, una parquedad inusitada, su frugalidad, el temor a Dios, el valor tan importante del trabajo para la vida de los hombres, el papel de la mujer en el hogar, entre otros. La marcada influencia de la iglesia como la rectora del pueblo y promotora de una serie de actividades de evangelización y de su infaltable permanencia al interior de las relaciones de los individuos, hacían que las personas se sintieran comprometidas para con lo divino y quienes representaban su presencia en la tierra, es decir, los ministros sacerdotales y por ende, dado su continuo acercamiento y trabajo compuesto, para con los empresarios. Es así, que las condiciones de existencia de los individuos, sus modos de subsistencia descargarán en el sentido del trabajo una relevancia tal que quien no considerara esta actividad como esencial, corría el riesgo de ser señalado e incluso coercionado de manera tajante. La coerción ejercida tanto al interior de las fábricas como en la vida cotidiana, siempre se caracterizó por ser enérgica. Catalogar a las personas como: “vagos”, “perezosos”, “enfermos mentales”, era en ocasiones la objeción dirigida a quienes no se acomodaban al estilo de vida bucólico y tradicional de la ciudad. El hecho de pertenecer al mundo del trabajo, hacía de estas personas ciudadanos respetables que podían en cierta medida tener posibilidades de ascender en las capas sociales y de poder en algún momento llegar a acumular una cierta cantidad de capital que le permitiera mejorar sus condiciones de vida. La funcionalidad de una visión de ciudad, en la que los intereses privados y públicos se confundían entre las gestiones de una élite de la sociedad que a menudo se desempeñaba tanto en cargos de instituciones públicas como de instituciones privadas, hacían que pareciese fácil la promoción de una serie de elementos considerados como adecuados a una población que se deslumbraba frente a los amagos de una modernidad de la que unos cuantos hablaban y de la que muy pocos pudieron hacer alarde, sin caer en inconsecuencias o extravagancias.16 EL MODO DE PRODUCCIÓN INDUSTRIAL, SU DESARROLLO Y CONSOLIDACIÓN EN MEDELLÍN. Las condiciones de acumulación de capital en Antioquia tuvieron un proceso significativo hacia el siglo XIX básicamente en dos frentes económicos: La minería y el cultivo del café. Existen diversos autores que le dan mayor relevancia a uno u otro sector, teniendo en cuenta que iniciando el siglo XX fue

16 Que pensar de las extravagancias del señor Carlos Coriolano Amador, quien se ufanaba de su riqueza frente a otros “ricos de la ciudad” trayendo de Europa elementos de decoración y otros, pero que su fastuosidad siempre rayó en la extravagancia.

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la producción del grano la que marcó una cierta notoriedad a través de las casas comerciales que generalmente eran administradas por ciertas familias, pero, es sin duda el modelo de producción industrial y entre ellos el de la producción textil el que marcó el hito en la consolidación de Medellín como ciudad moderna. El desarrollo de la actividad industrial implicó a la vez el proceso de introducción de otras actividades y otros frentes que eran complementarios a la actividad industrial. La fuerte influencia de los presupuestos teóricos del padre de la Administración científica Charles Taylor –estudioso de los tiempos y de los movimientos de los obreros-, tuvieron cabida en muchos de los modelos teóricos de la naciente institucionalización del sector industrial en Medellín. Es de gran importancia la creación de una escuela de minas que no solo se encargó de la promoción de profesionales para trabajar en la actividad minera, sino que intervinieron en gran medida para el desarrollo de vías de comunicación, el ferrocarril –El de Antioquia y el de Amagá-, ingenieros que luego se desempeñarían arduamente en la labor industrial y que basados en unos principios de “trabajo y rectitud” formaron una conciencia de clase de élite que creía tener en sus manos la “tarea divina” de forjar nuevos hombres, nuevos proletarios, temerosos de Dios y teniendo en el trabajo la única forma de “ser bien vistos ante los ojos de la sociedad”. Las condiciones de trabajo no fueron siempre las mejores, pero por lo menos mucho de un sentido que podríamos llamar como filantrópico, cruzaba los intereses de muchos de los empresarios de la época, ya que el mejoramiento de las condiciones de vida de los individuos era significativamente intervenido y propiciado por el amparo de la empresa. La necesidad de dotar a los obreros de un completo paquete de elementos que les permitiera estar bien y mejor para un mejor desempeño dentro de la empresa, entre ellos: la adecuación de espacios de trabajo que fueran más amplios y más limpios para los obreros, la construcción, renta e incluso venta de viviendas que dignificaran un poco más las condiciones de vida del obrero, la adecuación de espacios en los que se podía dejar a los hijos de las obreras bajo el amparo de -monjas generalmente- personal que estuviese al cuidado de su educación y alimentación. Para muchos de éstos obreros era más dignificante pertenecer al mundo fabril que tener que estar en el campo cultivando productos agrícolas, además las condiciones de una ciudad que cada vez más tenía un mayor crecimiento y una mejor oferta de opciones de distracción se hacía más halagüeña que las condiciones que estaban presentes en las diferentes poblaciones y veredas en las que las condiciones del entorno eran realmente duras y hacían de las condiciones de vida de los individuos algo agreste y desolador. Fue entonces como en la ciudad se comenzó un proceso de apertura hacía nuevas posibilidades de producción e intercambio de productos, el monopolio de muchas de las casas comerciales de la época reflejado en la comercialización – en un principio basada en la importación de productos- a gran escala de diferentes productos, lo que luego les llevó a plantearse la

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posibilidad de llevar a cabo ellos mismos la producción de los productos e introducirlos en el mercado a más bajo costo y con un buen nivel de calidad. Casos como el de los textiles fue un buen ejemplo de cómo la industria antioqueña estaba en condiciones de poder competir –por lo menos en Colombia- con mercados de telas como el inglés que era notablemente reconocido. Principalmente los modelos de interrelación entre patronos y obreros fueron Paternalistas el obrero era conducido a través de unos parámetros de control bastante férreos a pesar de que les llevaba a mejorar muchas de sus penurias, favoreciendo los intereses del empresario ya que el obrero aceptaba generalmente sin repulsa muchos de éstos parámetros, situación que les hacía sentirse parte de una “gran familia” cuando entraban al mundo del trabajo fabril, sin lograr desentrañar los efectos de beneficio que tenía el empresario con la instauración de varias de las normas que eran establecidas. Muchas veces las empresas a través de cursillos, escuelas dominicales y otras cosas de ese tipo, buscaban interiorizar en los obreros una serie de elementos que eran significativos en su interrelación con otros individuos. Normas para comportarse con los vecinos, para salir a la calle, para tomarse los tragos, entre otros.17 El buen ambiente que pudiera rodear al trabajador, representaba una mejor disposición en el trabajo y por ende, una mayor productividad. Las anomalías eran frecuentemente reprimidas mediante disposiciones coercitivas como las notificaciones al prontuario u hoja de vida, e incluso con la reincidencia se corría el riesgo de ser despedido. La funcionalidad de la empresa, se vio trasladada en muchas ocasiones al resto de la comunidad. Diferentes facetas de la vida de las personas en la ciudad, se vieron siempre reguladas por lo que muchas de las personas de la élite de la sociedad creían era necesario implantar para poder crear una sociedad armoniosa. Pareciera como si muchas de estas cosas hubiesen sido tan efectivas, que las condiciones de vida en la ciudad estuvieran permeadas

17 Hay un hacho que vale la pena mencionar, aunque no corresponda a la temporalidad que nos interesa para este trabajo. En la década de los sesentas del siglo pasado, mientras en la gerencia de la empresa se encontraba el señor Carlos J. Echavarría, uno de los últimos estandartes de la familia Echavarría, principal accionista de Coltejer desde sus inicios –charlos J. Era hijo de Alejandro Echavarría, fundador de Coltejer-, se impartió en la empresa un MANUAL DE COMPORTAMMIENTO CIUDADANO con el que se pretendía promover en los trabajadores una serie de elementos que les ayudara a tener un mejor comportamiento en sociedad y así, ciudadanos ejemplares. Entre los diferentes puntos se encontraban algunos que son significativos: Bañarse diariamente, caminar ordenadamente y por la derecha, evitar pasar por calles oscuras ya que “amigos de lo ajeno van a estar al acecho”, no tomar trago y si lo va a hacer, hacerlo en compañía de un amigo, pero nunca solo, tener dinero con que regresarse para su casa, evitar el ingreso a los prostíbulos; “es muy importante que usted como trabajador se encuentre bien, porque un trabajador como usted es muy importante para la empresa” La anterior información fue proporcionada por Gerardo Tejada en entrevista personal.

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por situaciones externas que incluso parecen inconsecuentes con la realidad que se vive. CÓMO ERA LA VIDA EN LA FÁBRICA? Coltejer comenzó a funcionar en una casa vieja en el barrio Caicedo, en el sector de la Toma, cerca de los barrios de Buenos Aires, y de la tradicional Plaza de Flórez.18 Luego ya compraron otras máquinas y se ampliaron, construyeron un edificio de tres plantas que luego cuando lo iban a derrumbar casi no lo pueden tumbar ni siquiera con dinamita. Tenía tres puertas grandes de Maratón (…)19 negras y de un hiero muy rígido. En una de las tres, en la primera, había siempre parado un señor que se llamaba Bernardo Giraldo, que era el vigilante y que cuando uno iba a buscar trabajito, el le decía a uno que pasara a la otra puerta, o que no, que estaba muy pálido y muy amarillo que fuera tomar un purgante que se llamaba…. Y que volviera a los días (…) Podríamos imaginarnos hoy por hoy semejante manera tan “racional” de llevar a cabo un proceso de selección de personal. Pero eso no es todo, veamos lo que sigue: … Entonces uno pasaba al lado y en la segunda puerta había una ventanita, por la que todas las mañanas como a las 7:00 a.m. salía una enfermera y sacaba la mano con unos fichos, los que alcanzábamos a coger los fichos nos presentábamos al otro día a los exámenes médicos con el Doctor. Vaya manera de poder ingresar al mundo laboral. Acaso no estábamos en pleno proceso de racionalización y según Alberto Mayor Mora, en Antioquia ya se podría hablar de procesos de acumulación en los que se integraban elementos religiosos y del modelo económico capitalista, en el sentido de las sectas protestantes norteamericanas? El doctor nos hacía varios exámenes ¡hasta nos empelotaban! Y si pasábamos nos mandaban -eso era como por Cundinamarca con Colombia- a un centro médico donde nos hacían la prueba de los pulmones haber si estábamos sanos… De ésta manera, no sería difícil imaginar como era que se podrían llevar a cabo Coltejer fue reconocida en la ciudad e incluso en Colombia, como una de las empresas que más adelantos tecnológicos tenía en la primera mitad del siglo XX. Su maquinaria estaba a la par de muchas empresas del mundo que producían igual que ella tejidos planos para textiles; ¿Sería algo tan cierto…? … Allá había una máquina que llamaban “el Diablo”; eso había que tirarle el algodón de lejitos porque sino le cojía a uno los brazos y guatele… que se los mochaba a uno, como al mocho García…Allá habían muchos mochos porque la maquinaria era peligrosa, uno no se podía embelesar y sin,o ahí estaba que quedaba uno mocho o bien aporriao (…) si a uno se le caía un rollo de tela, pero habían sacadores de rollos que eran los que sacaban los rollos de las máquinas cuando ya estaban muy grandes, uno lo sacaba y se le caía de un lado, entonces gritaba ¡Auxilio! ¡Auxilio! Y ya todos íbamos a socorrerlo pa´ que

18 Jeyrsson Alid Zuluaga. Entrevista personal a Gerardo tejada. 2007. 19 Al parecer les consideraban con este apelativo por su gran tamaño y porque permitían el ingreso de cualquier tipo de elementos que fueran muy grandes o de gran cantidad de personas a un mismo tiempo.

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no le fuera a caer en un pie o en la mano, que esos eran golpes muy maltratados…20 Cuando el trabajo en los campos dejó de ser atractivo para las personas y la posibilidad de engancharse en el mundo fabril parecía estar a la vuelta de la esquina, la ciudad y sus nacientes empresas se hacían cada vez más atractivas para las personas de los alrededores a los centros urbanos e incluso muchas personas se desplazaron considerables cantidades de territorio en busca del sueño de habitar la ciudad. QUIENES ERAN LOS OBREROS PARA 1920? Las personas que en ese momento se “enganchaban” a trabajar en las diferentes empresas que existían en la ciudad, sentían ante todo, el enorme placer de poder pertenecer a una de estas “llamadas familias” …Entrar a la fábrica a trabajar era como ganarse la lotería… uno ya se podía realizar en la vida y podía casarse y conformar el hogar, también podía uno ayudarle a los padres que tanto había que agradecerles (…); uno por eso era que se portaba bien y hacia las cosas lo mejor que se podía, porque en ese tiempo aunque se podía conseguir trabajo más fácil, no era verdad que era tan fácil, siempre le tocaba a uno guerreársela mucho para poder entrar a trabajar21 en la Fábrica o en cualquier otra parte… Para entonces, una de las mayores significaciones que se le daba a las diferentes fábricas era la de una familia, en la que se podía tener cualquier tipo de apoyo, incluso independiente de las actividades laborales; era así, como se subsidiaban muchas de las necesidades del obrero: alimentación, vivienda, educación, cada una de estas en la misma factorías o en sectores aledaños a la misma, ¿Pero… cual era el fin de ésos apoyos? Se presenta aquí uno de los puntos esenciales para llevar a cabo nuestra investigación, y es que el sujeto al sentirse parte de un espacio en el cual podía desarrollarse como persona en la integridad de su ser, con su familia, no podía más que estar siempre disponible a los requerimientos que de él se hacían y no sentir mayor incomodidad en realizarlos Ellos de todas maneras eran muy buenos, pues le daban a uno la oportunidad de mejorarse en la vida y de poder realizarse como persona (…) , es que si no fuera así uno no bendito a que se iba dedicar uno (…22) El modo de interrelación patrón-obrero, en una condición paternalista, daba como resultado un ambiente de trabajo tan apacible, que pocos problemas pudieron haber surgido debido a posibles conflictos de interés. Además, la condición de masculinidad –tan arraigada en la sociedad antioqueña-, no hacía más que reivindicar la posición del hombre en el mundo laboral y no era nadie más que éste quien comenzaba a entenderse en lo referente a la dirección en los diferentes espacios del mundo laboral . Es decir, ya para mediados del siglo y con la entrada de nuevas tecnologías, el papel de la mujer en el sector

20 Jeyrsson Alid Zuluaga. Entrevista realizada a Luis H. Díaz. 2007 21 Jeyrsson Alid Zuluaga. Entrevista personal a Gerardo Tejada, 2007. 22 Jeyrsson Alid Zuluaga. Entrevista realizada a Luis H. Díaz. 2007

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productivo paso a segundo plano –teniendo en cuenta el espacio que estudiamos que es COLTEJER-, aunque fueron ellas quienes para 1923 ocupaban el 73% de la mano de obra en las textileras23la vocería en las luchas de reivindicación obrera era de los hombres a pesar de que las mujeres lograron importantes movilizaciones como la huelga de las obreras de FABRICATO a principios de los años veinte. De este modo, damos una posibilidad de explicación al reconocido desarrollo industrial que tuvo Medellín en la los tres primeros cuartos del siglo pasado, basado en modelos de producción fondista, en los que se aplicaban elementos de la racionalidad instrumental y del estudio de racionalidad en los movimientos de trabajo (Taylor) introducidos en la ciudad a partir de los ingenieros de la Facultad de Minas, paro que además tenían una visión antropocéntrica de las condiciones de bienestar del sujeto, lo que llevo a un mayor compromiso de éstos últimos con las actividades de producción y sostenimiento de la empresa. BIBLIOGRAFÍA - ALVAREZ, Manuel José (Empresa comercial). Carta recibida por Carlos E. Restrepo, Medellín, 1924. - ALVAREZ, Manuel José (Empresa comercial). Carta recibida por Jesús Echeverri Duque, Medellín, 1924. - ARANGO, Luz Gabriela. Mujer, religión e industria: Fabricato 1923-1982. Medellín, Universidad de Antioquia, 1991. - ARANGO, Luz Gabriela. Religión, familia e industria en la transmisión de valores: el caso de las obreras textileras en Antioquia. Parte de: 8 Congreso de Sociología del Trabajo. Medellín, 1993 - AVENDAÑO VASQUEZ, Claudia. Desarrollo urbano de Medellín en el siglo XX. En: Revista Pensamiento Humanista, Medellín, No. 4, 1998: p. 81-92. Hemeroteca de Ciencias Sociales. - BETANCUR, D. Agapito. La ciudad: Medellín en el 5 cincuentenario de su fundación: pasado, presente, futuro. Medellín, Bedout, 1925. - BEDOYA SALAZAR, Siria Maria. Desarrollo urbano de Medellín 1880-1945. Medellín. 1999. -BOTERO G., Fabio. Cien anos de la vida de Medellín 1890-1990. Medellín, Universidad de Antioquia, 1986.

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