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LEAMOS TEATRO
Payasos en la red
Galileo y Azucena
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FLORENCIA AROLDI
LEAMOS TEATRO
Payasos en la red
Galileo y Azucena
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Lucila Scibona, editora
Tronador 2653 - (1430) CABA - Rep. Argentina
Coordinación general: Florencia Aroldi - [email protected]
Coordinación editorial: Lucila Scibona
Material didáctico: Silvana de Ingeniis
Ilustraciones de tapa e interior: Natalia Epstein
Diseño de tapas e interior: M. Constanza Gibaut
Para más información:
leamosteatro2.blogspot.com / [email protected]
Seguinos en Leamos teatro 2
Impreso en Argentina
ISBN 978-987-22935-4-3
Queda hecho el depósito que marca la Ley 11723.
Todos los derechos reservados.
Este libro es de distribución gratuita para escuelas públicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Queda expresamente prohibida su venta.
Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte,
ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de
información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico,
fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o
cualquier otro, sin permiso previo por escrito de la autora o de la editora.
Esta edición de 2100 ejemplares se terminó de
imprimir en febrero de 2014 en Rivolin Hermanos
S.R.L., Salta 236, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Aroldi, FlorenciaPayasos en la red: Leamos teatro: Galileo y Azucena / Florencia Aroldi; ilustrado por Natalia Epstein. - 1a ed. - CABA: Lucila Scibona, 2014.136 p.: il.; 21x14 cm.
ISBN 978-987-22935-4-3
1. Teatro Infantil y Juvenil Argentino. I. Epstein, Natalia, ilus. II. TítuloCDD A862.928 2
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El presente libro es el resultado del proyecto
Leamos teatro 2, aprobado y declarado de interés
cultural por el Consejo de Promoción Cultural
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Su realización fue posible gracias al aporte de:
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A María y a Norberto, mis padres.
A Genaro, mi hijo.
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Un libro no lo hace una persona sola, se necesitan
muchas más para llevar a cabo un proyecto así.
Por eso agradezco a cada una de ellas por haber
formado parte de este equipo. Gracias a Miguel
Diperna y a Julio Cortés.
Y también quiero agradecer especialmente a cada
una de las personas que me acompañan día a
día con su amor incondicional: mi familia y mis
amigos. Sin ellos, este libro tampoco hubiera sido
posible. Lo que hago es el resultado del amor y del
acompañamiento de mucha, mucha gente; a todas
y a cada una de ellas... gracias.
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¡Hola chicos!
Este libro llega a sus manos gracias al proyecto Leamos teatro 2.
En esta oportunidad podrán disfrutar de dos obras de teatro de la
autora Florencia Aroldi: “Payasos en la red” y “Galileo y Azucena”.
El teatro es un mundo increíble, lleno de imaginación y situacio-
nes que nos hacen reír, llorar, emocionarnos y reflexionar sobre
las cosas que nos rodean. Es por eso que les entregamos este li-
bro, para que puedan experimentar todo lo que el teatro tiene
para ofrecerles y así descubrir lo maravilloso que es.
En estas páginas también encontrarán una breve historia del tea-
tro, para que puedan conocer sus orígenes y evolución; un ins-
tructivo sobre cómo leer una obra de teatro, para así poder com-
prender las obras en toda su dimensión; material complementario,
que les dará una referencia sobre lo que están por leer, y una guía
de actividades para que desarrollen junto con sus compañeros y
docentes.
También los invitamos a que vuelquen sus experiencias y comen-
tarios en el blog de Leamos teatro 2 (leamosteatro2.blogspot.com)
o en Facebook (Leamos teatro 2), y así poder compartirlos con
otros chicos que también recibieron este libro.
Esperamos que disfruten de estas obras y de las actividades que
les proponemos.
Y ahora prepárense, porque la función está por comenzar...
INTRODUCCIÓN
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Sobre la autora . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Breve historia del teatro . . . . . . . . . . . . 17
Cómo leer una obra de teatro. . . . . . . . . 25
Payasos en la red . . . . . . . . . . . . . . . 29
Para saber más . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Galileo y Azucena . . . . . . . . . . . . . . . 71
Para saber más . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Actividades. . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
ÍNDICE
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Comencé mi formación profesional de muy chica, jugando. Casi
todas los días después de salir del colegio pasaba las tardes en
una escuela artística que se llama Lavardén, en la Av. Juan de Ga-
ray, en la Ciudad de Buenos Aires. Ahí estudié teatro, folklore, ins-
trumentos autóctonos, títeres, expresión corporal, artes plásticas
y muchas otras expresiones artísticas.
De más grande, en mi adolescencia, me formé en la Escuela de
Teatro de un director muy importante que se llama Raúl Serra-
no. Él me enseñó muchas cosas, pero la más importante es la teo-
ría: Estructura Dramática; estas dos palabras fueron mágicas a la
hora de aprender y enseñar actuación. De más grande también
quise aprender a escribir obras de teatro, entonces estudié con
mi querido maestro, el gran escritor Mauricio Kartún. Algunas de
mis obras se llaman así:
“La edad de las máquinas” (2000, Premiada como mejor obra en
el Festival Vamos que Venimos), “¡Fu, fa, fus!” (2001), “La exten-
sión de las mariposas” (2002), “La infancia de Clara” (2011, Pre-
miada como mejor obra infantil por GETEA, Grupo de Estudios de
Teatro Argentino e Iberoamericano), “Payasos en la Red” (2010),
“Azucena y Galileo” y “Ludovico y Ariadna” (2011, Segundo Pre-
mio en el 13° Concurso Nacional de Obras de Teatro, Dramaturgia
Regional), estas últimas dos declaradas de interés cultural por la
Secretaría de Cultura de la Nación. Asimismo, el Consejo de Pro-
moción Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha apro-
bado el proyecto Leamos teatro 3, que incluirá la edición de las
Sobre la autora
FLORENCIA AROLDI
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obras “Prometeo y Cenicienta, una historia con Revuelta”, “Cas-
ta” y “Caprichosa” .
"Payasos en la red" y "Galileo y Azucena" pertenecen a la inicia-
tiva Aulas Rodantes del Programa Nacional de Educación, Arte y
Cultura del Ministerio de Educación de la Nación.
Hasta el día de hoy sigo escribiendo, y lo hago como cuando era
chica… ¡jugando!
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ORÍGENES FESTIVOS
En la Antigua Grecia, allá por el siglo VII a.C., los ciudadanos acos-
tumbraban a celebrar festividades en honor al dios Dionisio. Cada
año, cada vez que se realizaban las fiestas llamadas dionisíacas,
un coro compuesto por hombres que vestían pieles de chivos dan-
zaban y entonaban un canto festivo alrededor de un altar.
Los hombres del coro, que solían ser unos cincuenta y eran llama-
dos chivos por sus disfraces, representaban la vida alegre y un tan-
to desordenada de los adoradores del vino y tenían un papel im-
portante en las fiestas. Mientras cantaban, interrumpían su canto
por el ritmo del mismo himno, o simplemente para tomar aliento.
Y en ese momento, era cuando podía introducirse entre las estro-
fas un solo hombre recitando. Esta interrupción de un hombre solo
que recita es la que da origen al diálogo. Diálogo y danzas juntos,
es decir, diálogo y acción.
De esta manera nace la tragedia. Los griegos dieron el nombre de
tragedia a estas primeras representaciones teatrales. La palabra tra-
gedia proviene de tragos, que significa y ode, canto.
La tragedia es, entonces, el canto del macho cabrío.
El nacimiento de la tragedia es muy importante porque es tam-
bién el nacimiento del teatro en Occidente.
BREVE HISTORIA DEL TEATRO
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TRAGEDIA Y COMEDIAEl teatro tuvo, desde sus orígenes, dos grandes clases de obras: la
tragedia y la comedia.
A través de las tragedias, los griegos podían representar los con-
flictos de los héroes, o los momentos difíciles de la vida de hom-
bres importantes como los reyes o los príncipes. Los desenlaces de
las tragedias eran, en general, fatales. Es decir, la obra terminaba
con la representación de la muerte de los protagonistas. Todo esto
provocaba dolor y compasión en el público que asistía al teatro y
aprendía a vivir mejor con el ejemplo de los héroes.
La comedia, en cambio, era la representación de conflictos en los
que no había riesgo de vida. El desarrollo de la comedia provoca
risa, es gracioso, y el desenlace siempre es feliz.
¿QUIÉNES IBAN AL TEATRO?
Para el pueblo griego, el teatro se convirtió en una parte muy
importante de su vida de Estado porque valoraban esta activi-
dad como una posibilidad de distracción para los ciudadanos.
El público teatral que asistía a las representaciones de las tra-
gedias y de las comedias estaba compuesto por ciudadanos
griegos y extranjeros, sin que importara su condición social
o económica.
Al teatro iban las mujeres y los esclavos. Y cuando los ciuda-
danos eran pobres, el mismo Estado se ocupaba de pagarles
la entrada; lo que demuestra muy claramente la importan-
cia social que tenía el teatro.
MÁSCARAS Y COTURNOS PARA LOS HIPÓCRITAS
A los actores se los llamaba hipocritai, palabra que, en castellano,
significa hipócritas y que se usa para hablar de una persona que
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miente o finge o aparenta lo que no es, no piensa o no siente. Los
hipocritai usaban atuendos especiales:
> Túnicas y mantos de colores diversos: según los colores de las
ropas, los personajes tenían una importancia mayor o menor. Si
los colores eran oscuros, los personajes eran tristes; si los colores
eran muy vivos, los actores representaban papeles alegres.
> Máscaras: servían para ocultar el rostro y, muchas veces, fun-
cionaban como si fueran una caja de resonancia o un megáfono
para la voz.
> Los coturnos: eran una especie de zapatos de madera, con pla-
taforma, que servían para dar altura a los actores. Así, el público
podía verlos con facilidad.
¿CÓMO ERAN LOS TEATROSEN LA ANTIGUA GRECIA?
Los teatros se construyeron al aire libre, por lo general, en la lade-
ra de una colina. Los primeros teatros fueron hechos de madera
pero luego cambiaron por la utilización de la piedra. Tenían capa-
cidad para unas treinta mil personas, como es el caso del Teatro
de Dionisio en la ciudad de Atenas, y tenían forma semicircular y
partes bien definidas:
Auditorio
Proscenio
Orquesta
Escena
Auditorio
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El auditorio: estaba formado por gradas ubicadas en una colina y
estaba destinado al público. El asiento central se reservaba al sa-
cerdote del dios Dionisio.
La orchestra: era el espacio para el coro. Los integrantes del coro
estaban siempre de espaldas al público.
El proscenio: se encontraba enfrente del auditorio y era la parte
posterior de la orchestra. Era el espacio de la representación teatral.
La skené o escena: representaba lo que hoy llamamos escenogra-
fía. Podía mostrar la fachada de un palacio o de un templo y cum-
plía con la función de telón de fondo. Tenía cinco puertas, y se-
gún por la puerta que salía el actor significaba que venía de una
ciudad o de otra, que venía de lejos o de los alrededores o, sim-
plemente, del interior del palacio o templo.
LOS RECURSOS ESCENOGRÁFICOS¿Cómo mostraban los griegos una tormenta en escena?, ¿cómo en-
traba un dios desde las alturas al proscenio?, ¿qué recursos esce-
nográficos empleaban para los “efectos especiales”?
Si pensamos en tantos siglos de distancia, los recursos que deta-
llaremos habrán llamado la atención de los espectadores:
> Las máquinas útiles para producir sonidos: las usaban para
imitar truenos y relámpagos.
> La grúa que traía a los dioses: era una plataforma elevada so-
bre la que podían hacer su aparición los actores que representa-
ban a los dioses. Esta grúa era llamada .
> El enquiclema: era una plataforma rodante, que servía para
mostrar al público lo que había sucedido fuera de escena. Se in-
troducía a través de una de las puertas de la skené y se retiraba
cuando ya se había terminado de mostrar lo que había sucedido
en el exterior.
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EL TEATRO, UN ARTE SOCIAL QUE SE TRANSFORMA
De todas las formas de manifestación artística, el teatro es, tal
vez, la más social. Porque, como hemos leído en las páginas an-
teriores, desde sus orígenes mostró las inquietudes y los proble-
mas de los hombres.
A lo largo de la historia, las representaciones teatrales fueron cam-
biando según las circunstancias históricas, políticas, sociales, eco-
nómicas y culturales que fueron afectando a las sociedades. Así,
podemos hablar de varios modos de representación teatral o de
momentos en la historia del teatro, en el mundo entero. Algunos
de ellos son los siguientes:
> La Comedia del arte: este género nace en Italia, en el siglo XVI,
y está basado en la improvisación a partir de una trama sencilla.
Cada actor tenía un repertorio de frases y bromas a partir de las
cuales construía su personaje.
Todos los personajes usaban máscaras, menos los enamorados
que actuaban a cara descubierta. Algunos de los personajes típi-
cos eran: el , la , el Dottore y el Polichinella,
entre otros.
> El Teatro isabelino: nace en Inglaterra, bajo el reinado de Isabel
I (1558-1603). Fue un teatro muy popular. Las obras eran representa-
das por grupos de actores que formaban sociedades y compartían
las ganancias de su trabajo. Eran errantes, es decir, se traslada-
ban de pueblo en pueblo llevando sus obras. Es el caso de William
Shakespeare, autor de , Hamlet y , entre
otras grandes obras.
Finalmente, fue en la ciudad de Londres donde estas compañías
de actores establecieron sus edificios permanentes destinados a
las representaciones teatrales.
> Teatro de sombras: tiene sus orígenes en la India y en Chi-
na. En India, y después en Indonesia, el titiritero de sombras era
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un hombre muy especial. Tenía la función de educar y transmi-
tir valores al pueblo. Fabricaba sus marionetas con piel de búfa-
lo. Los personajes solían ser héroes, princesas, dioses, gigantes,
animales. La pantalla era, y sigue siendo, de tela de lino, y la luz
utilizada era algunas veces de lámpara de aceite y otras con luz
eléctrica.
> Teatro de títeres: tiene más de tres mil años y consiste en utili-
zar muñecos de trapo, madera o cualquier otro material en el tea-
tro para comunicar ideas y necesidades de las distintas socieda-
des. Algunos de los teatros de títeres más famosos del mundo son
el Teatro guiñol, de origen francés, el Teatro de Títeres de Agua de
Vietnam y el Teatro de Marionetas de Sicilia, en Italia.
NUESTRO TEATRO ARGENTINO
LOS ORÍGENESLa historia del teatro en la Argentina comienza en 1783. En esa fe-
cha, el Virrey Vértiz creó en Buenos Aires la Casa de Comedias.
Otro antiguo teatro era La Ranchería, el cual desapareció en 1792
a raíz de un incendio; allí se había estrenado, tres años antes, “Si-
ripo” de Manuel José de Lavardén. “Siripo” fue considerada la pri-
mera obra de un autor local.
Y como la historia avanza, cuatro años después del incendio de La
Ranchería se inauguró una nueva sala teatral, el Coliseo Provisio-
nal. Es evidente que se acercaba la Revolución de Mayo de 1810,
porque a esta sala la llamaron también . En
este teatro se estrenó “El detalle de la acción de Maipú”, su autor es
desconocido y la obra muestra costumbres populares.
EL TEATRO Y LO GAUCHESCOEn 1884 apareció el drama gauchesco “Juan Moreira” en forma de
pantomima en el circo. Esta obra, del escritor Eduardo Gutiérrez,
apareció en un diario de Buenos Aires y fue la base de la primera
pieza de teatro gauchesco.
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Este ciclo se cerró en 1896, al estrenarse “Calandria” de Martinia-
no Leguizamón.
EL SAINETE Y LA EFERVESCENCIA CREATIVAPor ese entonces, Buenos Aires recibía gran cantidad de inmi-
grantes que llegaba a estas tierras en busca de una vida mejor.
Con ellos, y de parte de los españoles, vino el sainete.
El sainete es una pieza teatral de un solo acto, dramática y al mis-
mo tiempo jocosa que busca mostrar las costumbres populares.
Este estilo teatral se combinó con los modos de actuar propios del
circo y dio origen, de esta manera, al sainete criollo. El sainete
criollo se caracterizó por reflejar la vida en los conventillos, es-
pacios poblados de inmigrantes con sus costumbres, sus lenguas
y sus expresiones culturales.
A partir del comienzo del siglo XX, la actividad teatral en Bue-
nos Aires fue intensa. Diferentes compañías estrenaron numero-
sas obras, inaugurándose, de este modo, la época de oro. Floren-
cio Sánchez, Alberto Vacarezza, Gregorio de Laferrere y Roberto
J. Payró dieron a la actividad una creatividad poco común.
Todos los estilos aparecen uno a uno: el sainete criollo, la gau-
chesca, la comedia de costumbre y alcanzaron su más alto lugar
con Armando Discépolo.
UN NUEVO TEATROEn 1930, al fundarse el Teatro del Pueblo, surgió el Teatro Indepen-
diente, movimiento de arte que trataba de luchar contra el teatro
comercial. Este movimiento se extendió por todo el país y se for-
maron muchísimos grupos que intentaron difundir el buen teatro.
Como parte de este proceso, aparecieron nuevos autores que dieron
un estilo inédito a la expresión dramática, como por ejemplo Au-
relio Ferreti, Carlos Gorostiza, Osvaldo Dragún, Andrés Lizarraga y
Agustín Cuzzani, entre otros.
En 1980, cuando el gobierno militar empezó a debilitarse, autores
como Carlos Gorostiza, Osvaldo Dragún, Roberto Cossa y Carlos
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Soamigliana, que a su vez contaron con el apoyo de otros autores
y demás gente del teatro, crearon las funciones de Teatro Abierto.
En la actualidad, el teatro es una actividad que convoca a muchí-
simos espectadores día a día, siendo una de las expresiones cul-
turales más populares y valoradas del país.
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Cuando leemos una obra de teatro nos encontramos frente a un
texto muy distinto de una narración o de un poema. Por eso es
fundamental tener en cuenta cómo está escrita una pieza teatral.
El texto dramático o teatral consta de dos componentes funda-
mentales: los parlamentos y las acotaciones.
Los parlamentos son las palabras de los personajes, los textos que
ellos pronuncian y que forman el diálogo teatral. Son la parte más
importante del texto.
Sin embargo, mientras leemos, notamos que aparecen entre parén-
tesis descripciones o comentarios que ayudan a comprender lo que
está sucediendo: dónde están ubicados los personajes, qué movi-
mientos realizan, cómo están vestidos, cuál es su estado de ánimo,
cómo es la escenografía, si hay música o sonidos especiales, si es de
día o de noche, etc.; se trata de las acotaciones o didascalias.
Se presentan en un tipo de letra diferente y están dirigidas, en
primer lugar, al director teatral, es decir, a la persona que guiará
a los actores para poner la obra en escena.
Para nosotros, los lectores, es también importante prestarle aten-
ción a las acotaciones, porque nos permiten imaginar mejor la
obra que leemos.
CÓMO LEER UNA OBRA DE TEATRO
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Otra cuestión a tener en cuenta es que cada vez que un perso-
naje habla solo para expresar en voz alta sus pensamientos y
sentimientos, el tipo de parlamento se llama monólogo. Y cuan-
do le habla al público, en cambio, ese parlamento se denomina
aparte. En un aparte, el personaje habla al público y el público
escucha lo que le dice, pero los demás personajes, aunque se
encuentren muy cerca, no oyen nada.
LAS PARTES DE UNA OBRA TEATRALEn las representaciones teatrales, entre el momento inicial en
que se apagan las luces para dar comienzo al espectáculo y el
momento final en que se vuelven a encender para indicar que
terminó, se pueden producir apagones y encendidos o apertu-
ras y cierres intermedios.
Esas interrupciones se llaman actos. Los actos son las partes me-
nores en las que se divide toda la obra. Los actos se relacionan
con el conflicto que se desarrolla en escena, es decir, con el pro-
blema que se muestra, su planteo, su desarrollo y su resolución.
Cada vez que un comienza acto, se encienden las luces de esce-
na o se abre el telón. Y el apagón o el cierre del telón indican la
finalización del acto.
Los actos, por su parte, están organizados en escenas. Cada es-
cena comienza y termina con la entrada y la salida de los perso-
najes. Las salidas de los personajes reciben el nombre de .
A veces, varias escenas pueden formar un porque tie-
nen lugar con un mismo decorado de fondo. Cuando cambia el
decorado, cambia el cuadro.
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PARA TENER EN CUENTA: EL CONFLICTO
Para que haya una pieza teatral es indispensable que exista un
conflicto. Sin conflicto no hay nada que representar.
El protagonista o los protagonistas tendrán que resolver un
problema y salvar algunos obstáculos. Estos obstáculos serán
provocados por un personaje antagonista, opositor, que va a
tratar de impedirle al protagonista que alcance sus objetivos.
El cruce de fuerzas entre el protagonista y su antagonista se de-
nomina conflicto. Cuando la tensión llega a su punto máximo,
entonces, es que empieza a resolverse el problema.
Nosotros, los lectores y los espectadores de las obras, nos senti-
mos atraídos por el conflicto. Podemos así reflexionar no sola-
mente sobre lo que sucede en la historia sino acerca de los pro-
blemas comunes a todos los seres humanos, así como lo hacían
los ciudadanos griegos cada vez que iban al teatro.
Tengamos en cuenta estas particularidades de los textos teatra-
les a la hora de leerlos y disfrutarlos.
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Payasos en la red
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A Juan Cruz Noce.
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Se estrenó el 26 de agosto de 2010 en el Teatro
El Fino Espacio Escénico, Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
Elenco:Payaso 1: Fabio Roppi
Payaso 2: Pablo Frana
Equipo técnico:Música: Lautaro Matute
Asistente de dirección: Javier García
Dirección: Florencia Aroldi
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PERSONAJES
Payaso 1: Lleva puesto un uniforme
de electricista de color azul,
un casco azul y zapatos de
payaso, grandotes y coloridos.
Es desopilante, seguro de sí
mismo y un poco fanfarrón.
Payaso 2: Está vestido igual que Payaso 1,
pero su casco es de color rojo.
A diferencia de Payaso 1, es
muy tímido, un poquito torpe
y en ocasiones algo miedoso.
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En el escenario hay dos banquitos de color naranja ubicados uno a la derecha del director y otro a la izquierda en una misma línea. Junto a cada uno hay un balde de los que usan los albañiles; también hay herramientas, caños, tuercas, cables, cajas de herramientas, cables de colores, caños corrugados de color naranja, antenas y algunos artefactos de zinc (ventilación y/o regadera), una escalera, un libreto, un tubo de teléfono antiguo y muchos objetos imaginarios…
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Ambos personajes entran por el lateral a la derecha del director. Payaso 2 viene leyendo un libreto para memorizar su “letra” a escondidas de Payaso 1.
Payaso 1
Payaso 2
Payaso 1: Estamos un poco perdidos.
Payaso 2: Estamos un poco perdidos.
Payaso 1 ¿Acá es?
Payaso 2 : ¿Acá es?
Payaso 1: ¿Acá pidieron un instalador?
Payaso 2 : ¿Acá pidieron un
instalador?
Payaso 1 :
Tenemos…
Payaso 2
: Tenemos…
Payaso 1 Registrada…
Payaso 2: Registrada…
Payaso 1: Esta.
Payaso 2: Esta.
Payaso 1: Direc…
Payaso 2: Direc…
Payaso 1: … ción.
Payaso 2: … ción.
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Payaso 1 :
Disculpen.
Payaso 2 : Disculpen.
Payaso 1 : ¿Se puede saber qué
esta pasando?
Payaso 2: ¿Se puede saber qué está pasando?
Payaso 1: Estamos diciendo los dos las mismas palabras.
Payaso 2 : Estamos diciendo los dos
las mismas palabras.
Payaso 1 : Tuvimos un
pequeño desperfecto. Vamos a tener que salir de la
ficción solo por un instante.
Payaso 2 va a decir lo mismo pero se detiene ante la mirada de Payaso 1. Solo hace el ademán y lo resalta luego cuando Payaso 1 le da la espalda. Toma el libreto.
Payaso 1 : Tu personaje dice: “venimos
de muy lejos… muy lejos sin caballo y sin peto pero con
muchísimo respeto” este es mi
pie. Y yo digo…
Payaso 2 : ¡Sí, yo soy Payaso 1!
Payaso 1: ¡Yo soy Payaso 1! Los dos
estudiamos la misma letra.
Payaso 2 : Los dos estudiamos la misma letra.
Payaso 1 y 2 : Estudiamos el
mismo personaje. ¿Y ahora qué hacemos?
Payaso 2: ¿Vamos?
Payaso 1 : ¡Rápido, tenemos que
volver a la ficción!
Payaso 2: Esto no me puede estar pasando.
Payaso 1 : ¿Qué te pasa?
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Payaso 2 está inmóvil, sin respirar, con gesto de mucho susto.
Payaso 1: ¡Mirame! ¡Otra vez, no!
Concentrate en mi mano, ¿cuántos dedos tengo?
Payaso 2: Tres…
Payaso 1 : ¡Muy Bien!
Payaso 2 : Tres elefantitos y dos mariposas
Me olvidé la letra ¡Es
mi escena temida!
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Payaso 1: ¡No! No te vayas. Concentrate en mi mano.
Mirame a los ojos. No te olvidaste la letra
solo te estudiaste otro personaje. ¡No
cambies la realidad! Mirame. (Payaso 2 merodea por
No te vayas.
Payaso 2 (Le falta el aire y delira; por momentos
: Desde que era
payasito tengo pesadillas donde me pasa esto.
Cuatro libélulas y tres elefantes.
Payaso 1: Mirame. No actúes así, ¿no ves
que hay gente?
Payaso 2 : No hay gente
hay público.
Payaso 1: No hagas escenas, volvamos a la ficción.
Hay chicos.
Payaso 2: Claro que hay chicos, porque estamos
haciendo una obra para público infantil.
Payaso 1: ¡Bueno basta! ¿Qué clase de payaso sos?
Vamos a improvisar, como lo hacían
nuestros tatarabuelos, y se acabó. Qué ocho cuartos y
bizcochitos de grasa. Vamos a volver a empezar. ¿Te
acordás? (Repasa con la mímica los movimientos
Tenemos tres relatos: el primero, el
segundo y el tercero.
Payaso 2: Está bien. No puedo, me
viene el blanco. Pedí a la obra social de los payasos
que me manden una ambulancia.
Payaso 1: Lo que vamos a pedir es un fuerte aplauso.
Payaso 2 : ¿Encima pedís que nos
aplaudan? ¡Esto es un afano!
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Payaso 1: No es un robo. Tómenlo como un
préstamo. ¡Eso es! Un crédito de aplausos.
Vamos a hipotecar esta función. Nosotros nos
comprometemos a saldar la deuda al terminar. (Como
Palabra de payaso.
Payaso 2 : ¿Y si no nos alcaza el humor
para pagar tamaña deuda?
Payaso 1 : Nos va a alcanzar. Por eso mismo,
hay que empezar. Les pedimos disculpas.
Payaso 2: Sí, disculpas, vuelvan la semana que viene,
en la puerta les devolverán el dinero de la entrada y yo
ya mismo empiezo a estudiar la letra de Payaso 2.
Payaso 1 lo saca de la situación, ambos dan la espalda y con ímpetu giran hacia el público.
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Payaso 1 : ¡Buenas tardes!
Payaso 2 : Malas tardes.
Payaso 1 : ¡Bienvenidos!
Payaso 2 : Malvenidos.
Payaso 1: El primer relato decía algo así.
Ambos se ubican en sus nuevas posiciones, sus cuerpos inventan el espacio. Payaso 1, con la caja de herramientas en mano y algunos objetos, se coloca de manera transversal a Payaso 2, quien toma el tubo de teléfono antiguo y simula discar con su dedo índice. Payaso 1, también con su dedo índice, toca repetidas veces un timbre imaginario. Se establece un juego de ritmos y sonidos entre ambos dedos de los actores.
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Payaso 2 : Ya va.
0800-sonrisa. ¿Hola, Sonrisa-Net? Llamo porque
últimamente estoy teniendo problemas con mi sonrisa,
¿me escucha?
Quería averiguar por el servicio. No,
ese no, el de la sonrisa
banda ancha. Sí, el de la promoción.
Un
momento, ¿cuánto me saldría? Un momento
¿pero quién será?
¿Y cuándo sería la instalación? Mándelo
nomás. Chaucito.
Payaso 2 abre la puerta. Payaso 1 lo esquiva y pasa por detrás suyo. Payaso 2 no ve a nadie, entra y cierra la puerta imaginaria. Cuando se da vuelta es sorprendido por Payaso 1.
Payaso 1: Sonrisa-Net Instalaciones, mucho gusto.
Payaso 2 da un salto del susto. Payaso 1 no registra, le extiende la mano y la sacude.
Payaso 2: Pero qué rapidez.
Payaso 1: Es que usted contrató el servicio de 10 megas.
Payaso 2: Pero si no me equivoco usted estaba allí
antes
de que yo llamara. ¿O es un problema de
dirección? Me refiero a algo fuera
de la ficción.
Payaso 1 : Ningún problema artístico.
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Eficacia y rendimiento. Nuestra empresa está capacitada
para recepcionar su pedido, incluso antes de que usted
lo solicite. Sonrisa-Net satisface su deseo antes de que
usted mismo lo desee. Sonrisa-Net.
Payaso 2 : Entiendo…
Payaso 1: Manos a lo obra, entonces. Está muy
complicado. Son paredes muy viejas.
Voy a tener que romper. (Hace el ademán
Payaso 2: ¿Romper? Espere. ¿Cuántos
megas dijo? Yo pedí la promoción esta. (Mostrándole
¿Está bien, no?
Payaso 1: ¿Pero usted me está tomando el pelo? (Payaso
Esta es
la promoción por 1 mega. De haber sabido, no venía en
motocicleta y me tomaba el colectivo.
Payaso 2 (Al : ¿Por qué está hablando raro?
Señor. Señor. Señor instalador.
Payaso 1: Usted decide qué tipo de sonrisa quiere que
le instale.
Payaso 2: Pero la de 10 megas es más cara.
Payaso 1 : ¿Quiere una sonrisa ágil, esbelta,
eficaz? Va a tener que pagar más.
Payaso 2
: ¿Usted me recomienda, entonces, este
servicio?
Payaso 1: Yo, como recomendar recomendar (mira
, le recomiendo wi-fi.
Payaso 2 : No, gracias,
ya almorcé.
Payaso 1: ¿Y qué tiene que ver su apetito con lo que le
estoy diciendo?
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Payaso 2
: ¡Wi-FI!
Payaso 1: Le estoy recomendando la sonrisa inalámbrica.
Payaso 2 : Ah…
Payaso 1: ¿Usted quiere sonreír en un lugar específico
de su casa o en toda su casa?
Payaso 2: ¡Hombre! ¡Qué gracioso! Más bien que yo
quiero sonreír en toda la casa.
Payaso 1: Y qué se yo, a lo mejor en la cocina no quería
sonreír. ¿Mire si justo
está pelando cebollas? Le da una interferencia que
¡mama mía!
Payaso 2 : Yo quiero
sonreír en la cocina mientras pelo cebollas, y quiero
sonreír en toda mi casa, y en el zoológico, y en el
Botánico, y en el Jardín Japonés y en…
Payaso 1: Pero entonces usted necesita wi-fi y eso le va
a costar más.
Payaso 2 : ¿Cuánto más?
Payaso 1: No sabría decirle.
¿Por qué no llama a la compañía?
Payaso 2
: ¿Sonrisa-Net? Hola, soy yo.
Usuario número 3337766990033 ¿No hay otra
promoción? Pero ¿la de “wiwi”? Sí, porque yo quiero
sonreír pero no puedo pagar. ¿La de chop-suei? ¿Por tres
meses gratis? No, no me mande al instalador, ya está
acá. Voy a poder sonreír gracias a Sonrisa- Net.
Payaso 1: Entonces… ¿rompo?
Payaso 2: Y… si no hay más remedio. (Lo corre de
Cuidado, se viene todo abajo.
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Payaso 1 realiza la instalación subido a la escalera. Saca una antena antigua con un corazón colgando.
Payaso 1: Listo. Ya tiene que funcionar. ¿Está por ahí?
¿Qué está haciendo? Muévase.
Payaso 2: Acá estoy.
Basta, basta.
No, la
perdí.
Payaso 1: Es que hay muchos edificios, por eso no hay
buena señal de sonrisas en este barrio.
Payaso 2 :
¡Ahí! No la mueva.
Payaso 1 A ver, vaya a la cocina.
Payaso 2 : Voy a cocinar una rica
salsa de tomates con ají, cebolla y ajo. Tengo que pelar
una cebolla.
Payaso 1 : Funciona.
Probemos ahora en el zoológico.
Payaso 2 simula ver distintos animales y Payaso 1 se va transformando en cada uno de ellos imitándolos.
Payaso 2: ¡Qué lindo el elefante! Hola jirafa, ¿una
galletita? El león qué miedo.
Hola monito. Funciona.
Payaso 1 : Jardín Japonés.
Payaso 2: Funciona.
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Payaso 2 pasea por el Jardín Botánico. Payaso 1 no sabe qué hacer, luego hace una pose.
Payaso 2: ¿Y eso?
Payaso 1: Una flor del Botánico.
Su sonrisa ya quedó instalada… (Amaga
De nada.
Ambos hacen piruetas de payasos y sonríen de igual manera. Quedan como estatuas por unos segundos, se descongelan y regresan al clima del comienzo.
Payaso 1: ¡Qué linda sonrisa! (Pone cara de asco al
Payaso 2 : Estoy re feliz.
Payaso 1: ¿Viste que te fuiste acordando de todo?
Payaso 2 : Me re acordé de todo. Estoy re bien.
Quiero re seguir, estoy re ilusionado, sigamos con el reee
alto número dos.
Payaso 1: Así me gusta verte, contento, con la
imaginación bien fresquita. Me gusta
verte feliz.
Payaso 2 : Re feliz. No puedo
esperar más, quiero contar ya.
¿Cómo seguía? Sí. Vos allá. Me decías “me gusta verte
feliz”.
Payaso 1: Pero si lo acabo de decir.
Payaso 2: ¿Y yo dije “re feliz“?
Payaso 1: Sí. Sí. Fijate en el texto.
Payaso 2 : ¡Nos estábamos olvidando del
Payaso diccionario!
Payaso 1 :
Payaso diccionario. Feliz,
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felicidad: dícese del estado del ánimo que se complace
en la posesión de un bien. Así
está, en el diccionario.
Payaso 2
: Payaso 1. Sí. Sí. Fijate en el texto.
Payaso diccionario. Payaso 1 está a la
derecha del director rascándose el ombligo
mira, se mira la mano y deja de rascarse algo
Payaso 2, con el texto en la mano, lee
mientras se sienta.
Payaso 2 deambula por el espacio con movimientos extraños.
Payaso 1: ¿Qué te está pasando ahora? ¡Te
estás pixelando! ¡Cuidado!
Payaso 2: ¡Qué calor! Me falta el aire.
Payaso 1 (Al : ¡Zas! Se desmaterializó.
¿Dónde estás?
No “tá” más, “che” fue. No te muevas.
¡Te tengo! (Lo sopla,
Payaso 1 : Tu boca por allá, tus
ojos por acá. Estabas todo fragmentado.
Payaso 2 hace movimientos con sus labios. No le sale el sonido.
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Payaso 1 ¿Seguimos con el siguiente relato?
Payaso 2: Esperemos un rato.
Payaso 1: Estabas tan entusiasmado, tan ilusionado,
sigamos adelante. El público está expectante.
Payaso 2: Estoy re acalorado, no puedo imaginar más.
No se me ocurre nada, no sé qué decir. Tengo un blanco.
Payaso 1: ¿Y por qué no te comprás un aire acondicionado
para la imaginación? Porque así no vamos a poder
seguir la función.
Payaso 2: ¿Un aire acondicionado para la imaginación?
¿Y por acá dónde lo venden?
Hacen piruetas de payasos.
Payaso 1 : Buenas tardes,
¿qué va a llevar el señor?
El relato número 2
dice así.
Payaso 2: Estoy mirando.
Payaso 2 simula mirar los productos en venta. Payaso 1 le tapa la visión continuamente.
Payaso 2
:
Aire acondicionado para la imaginación ¿venden?
Payaso 1 : ¿Frío-calor?
¿Frío solo?
Payaso 2: ¿Calor? ¡No! ¡Si yo lo que tengo es la
imaginación toda sofocada!
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Payaso 1 : ¿Y yo qué soy, adivino?
Payaso 2 : No, no, usted es divino.
Payaso 1 : ¿De cuántas frigorías?
Payaso 2: Dígame la verdad ¿me va a hacer chas chas?
Payaso 1 : ¿1500,
2300, 2500, 4000?
Tiene que calcular por el metraje
Payaso 2: Sí, el metraje. ¿Qué metraje?
Payaso 1: El metraje de su imaginación.
Payaso 2: Ah…
Payaso 1: Para calcular las frigorías es fundamental la
extensión del área a abarcar. Usted me tiene que decir
cuánto mide su imaginación de ancho, de largo y de
alto. ¿Tomó medidas con respecto a su imaginación
alguna vez?
Payaso 2 : Sinceramente, no.
Payaso 1: Mal, muy mal.
¿Qué ve?
Payaso 2 (Maravillado, mirando al : ¡Un nene!
Payaso 1: ¿Y ahora?
Payaso 2 : Una nena.
Payaso 1 : ¿Solamente ve niños?
Payaso 2: Un nene. Una nena. Un nene.
Nena. Nene…
Payaso 1 : Su imaginación padece de una severa
miopía.
Payaso 2 : Como mi tía. No
puede ser.
Payaso 1: Solo ve lo que está a la vista. Mal, muy mal.
Payaso 2: ¿Sabe la imaginación que tenía yo cuando
era más joven? ¡Las cosas que veía! Una tarde…
Payaso 1 : 300 frigorías es
suficiente. Este modelo es ideal para usted.
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Payaso 2 : ¿Servicio de Aleph programable?
Payaso 1: Por ejemplo, si usted está imaginando y se
queda dormido (
se enciende este programa y puede seguir
imaginando un poco más, eso le brinda una mejor
calidad a su sueño. La imaginación no se le apaga
mientras sueña. ¿Se da cuenta? Fíjese ahora, ¿qué ve?
Payaso 2 : A Quijote y
Sancho Panza , los molinos de
viento. Yo pensé que solo estaban
en un cuento.
Payaso 1: Es que es marca Wirludo, de lo mejor. Lleva
años en el mercado acondicionando la imaginación de
sus clientes.
Payaso 2 : Un conejo con un
reloj… ¡Alicia, qué linda!
Payaso 1 : El gobierno
recomienda usar la imaginación en 24 grados, no más,
porque puede provocar un corte en el suministro.
Así dijo el ministro.
Payaso 2 : ¿Su ministro,
mi ministro o tu ministro?
Payaso 1 : La
venta se ha incrementado muchísimo este último año,
fíjese que por este clima la gente no es capaz de
imaginar sin este aparato, y claro, la energía no da
abasto. Pero claro, si vamos a imaginar
todos juntos y al mismo tiempo es un peligro, saltan los
tapones. ¿Comprende la gravedad del
asunto? ¿Lo va a llevar?
Payaso 2: Lo llevo. (Mira el precio se pone las manos
: ¿Cuánto? (Payaso 2 cae
Payaso 1
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: Si quiere imaginar confortablemente, va
a tener que pagar más.
Payaso 2: Usted me resulta familiar. Me gasté todo en la
sonrisa.
Payaso 1: Por favor, no me comprometa. Si no va a
comprar, afuera. 90, 91, 2001.
Payaso 2: Tiene que haber una manera.
Payaso 1: Hay tres maneras.
Payaso 2 sonríe.
Payaso 1: Efectivo, debito, crédito.
Payaso 2: Pero no puedo pagar. No puedo imaginar.
Payaso 1 lo observa y chasquea los dedos congelándolo. Sale de su rol y va proscenio.
Payaso 1 : Los personajes de esta obra han
caído en una aporía, en un callejón sin salida. Si no hay
plata nuestro amigo no puede comprarse el aire y sin aire
no hay imaginación. Por lo tanto, aquí se acabó la función.
Payaso 2 : Esperen, no se
vayan. Vamos a pedirle su opinión a la
autora.
Payaso 1: No me parece oportuno.
Payaso 2: Hola, sí, ¿autora? Habla Payaso 1. Ah, sí,
Payaso 2. Está furiosa.
Payaso 1 se niega a atender.
Payaso 1: Esto es un papelón, cómo no va a estar furiosa si
hace rato que no respetamos el guión.
¿Qué tal, cómo le
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va? ¿La familia? La llamamos porque, claro. Sí. No.
No le alcanza. No, ¿cómo? no, no le
estamos pidiendo plata. Claro, al director, sí, ahora lo
llamamos. Ajá… aja… ajá. No quiero contradecir
sus palabras, sí, está bien, claro, lo que usted diga.
Payaso 2: ¿Qué te dijo?
Payaso 1: Que no es su problema si nosotros no
respetamos lo que está escrito. Que llamemos al director.
Payaso 2 : Acá, claramente, hay un problema
de conducción.
Payaso 1: Se pasan la pelota y nadie dice dónde está la
plata.
Payaso 1 se tira a descansar.
Payaso 2: Hola, sí, hablo acá de la obra, y es un poco
urgente porque acá la gente está esperando, quieren un
final. ¿Qué les digo? No, no, plata no hay. Pero había. Y…
no sé. Claro.
Entiendo perfectamente. Sí. No.
Payaso 1: ¿Qué te dijo?
Payaso 2 : Habían puesto los
billetes en otro lado. Hay que recordarles a los de utilería
que los pongan en la alcancía.
Payaso 1 : ¡Los de utilería, a ver si
distribuyen mejor los billetes! Por lo menos los
de juguete. ¿Dónde nos habíamos quedado?
Recuerdan. Vuelven a la posición anterior al congelamiento. Payaso 2 saca los billetes y paga.
Payaso 1: ¿Va a necesitar un instalador el señor?
: ¿Dónde quiere colocarlo?
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Payaso 2: Allá.
Payaso 1: Va a haber que romper.
Hacen piruetas de payasos.
Payaso 1 : Ahora sí
podemos seguir con la función.
Payaso 2: Estoy espléndido. Re espléndido.
Payaso 1: Se te ve re bien.
Payaso 2: Se me ocurren muchas cosas.
Payaso 1 : Me alegra, por todos
nosotros.
Payaso 2, hiperactivo, se emociona por sus ideas; va y viene haciendo una pantomima. Payaso 1 no lo comprende.
Payaso 2: Es re original.
Payaso 1: Entonces continuemos.
Payaso 2 : Se van a re reír (se
un montón.
Payaso 1 chasquea los dedos congelando a Payaso 2.
Payaso 1 : Este es el
relato número tres.
Payaso 2 : Es un final con tanta
imaginación…
Payaso 1: Necesitamos eso, un buen remate para el final.
Hay un olor raro.
Payaso 2 no puede hablar de lo tentado que está, se ríe, no se le entiende.
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Payaso 1 : Si el público entiende, mejor todavía.
¿No sentís olor a quemado?
Payaso 2 :
Escuchá el final que se me ocurrió: (hace la mímica del
y viene el lobo y se come a la abuela.
Payaso 1: Pero ese final ya existe… es de un cuento
conocido, muy conocido.
Payaso 2: No, esperen. Entonces
vienen el Capitán Garfio y Campanita…
Payaso 1 sigue buscando de dónde viene el olor. Hace un gesto de desaprobación.
Payaso 2 : La marioneta se
convierte en un niño humano.
Payaso 1 : Está saliendo humo de tus
orejas.
Payaso 2: Fijate a cuánto está la temperatura del aire
acondicionado.
Payaso 1 : A 28.
Payaso 2: El suministro.
Payaso 1: Mi ministro. Tu ministro. ¿Cuál ministro?
Payaso 2
: Voy a explotar, está a más de 24 grados.
No debo forzar mi imaginación.
Payaso 1: Cuánta intermitencia. Voy a revisar la
instalación eléctrica.
Payaso 1 revisa a Payaso 2: saca cables, un caño corrugado y demás objetos.
Payaso 1: Saltaron lo tapones. Pero esta
instalación está muy vieja.
Sonrisa-Net, el aire acondicionado… le estás
pidiendo mucho al sistema. Acá encontré el problema.
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La utopía.
Payaso 2: ¿La utopía?
Payaso 1: Está haciendo falso contacto.
Y este modelo nacional no se fabrica más.
Payaso 2: ¿Cómo puede ser que en el país no se
fabriquen más utopías?
Ambos payasos hacen una pausa. Miran al público casi con naturalidad.
Payaso 1 : Vienen unas utopías importadas,
pero no sé si van a andar…
Payaso 2 : Ahora sí que estamos
perdidos; la deuda que nos va a quedar porque el
aplauso del principio no lo podemos pagar. Este relato se
va a quedar sin final. Y si no representemos a Peter Pan.
Payaso 1: ¿Te das cuenta? Sin la utopía estamos
destinados a finales de otros.
Payaso 2: ¡Qué difícil que es hacer ficción!
Payaso 1: No actúo más. Mi carrera aquí termina.
Payaso 2: Dale, si estás actuando.
Payaso 1 : No.
Payaso 2 : A ver, no actúes.
Payaso 1 : No
estoy actuando.
Payaso 2 : ¡Qué payaso! Tendrías que haber
sido actor dramático, hubieras triunfado.
Payaso 1 : Soy un fracasado.
Payaso 2: No es tan así.
Payaso 1: Que se vayan todos, quiero estar solo.
Payaso 2: No le podés hablar así a tu público.
Payaso 1: Quiero estar solo
solo, tipo tragedia griega, realismo, etc. solo. Marco
Aurelio.
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Payaso 2 se ríe cómplice hacia el público.
Payaso 2: ¿En qué obra estás? Volvé a la
realidad de la ficción. Mirá las
caras, están esperando el final.
Payaso 1: ¡Me aburrí! Te la pasaste
somatizando toda la función. Si, me aburrí, yo
también fundí el motor.
Payaso 2: ¿Fundiste el motor? Si vinimos
en patineta.
Payaso 1 : No entendés nada,
es una metáfora.
Payaso 2: Mírenlo al señor... Una
“metáfora”. ¿Fundimos la metáfora?
Payaso 1: O conseguimos la utopía o estamos
en la ruina.
Payaso 2: Yo voy a conseguir el repuesto, claro
que es un supuesto. ¿Y si nos
metemos en Internet? (Tratando de convencer
Payaso 1 chasquea los dedos congelando a Payaso 2.
Payaso 1: A continuación se desarrollará
el epílogo. Payaso diccionario.
Epílogo: recopilación de todo lo dicho en una
composición literaria. Última parte de algunas
obras dramáticas en la cual se representa un
suceso que es consecuencia de la acción
principal, dando así al poema un definitivo
remate.
Payaso 2, descongelándose, toma una red y lo introduce a Payaso 1.
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Payaso 2: En Mercado Libre encontrás de todo.
Payaso 1: Vendo utopía 300 watts. Poco uso. Envío a
cargo del comprador.
Payaso 2: Y está de oferta. La compro.
Payaso 1: Dale, hace clic.
Payaso 2 estornuda varias veces.
Payaso 1: ¿Qué pasa?
Payaso 2 : Un virus.
Payaso 1: No te escucho. Mandame un e-mail. No, mejor
entrá a mi Facebook, no, un WhatsApp, no, Twitter…
Payaso 2: ¿Dónde estás? Tomá mi mano. Ese es mi pie.
Payaso 1: No llego.
Payaso 2: Este sistema no funciona. Dame la mano.
Payaso 1: ¿No te das cuenta de que no puedo? Somos
virtuales.
Payaso 2: Estamos haciendo falso contacto. ¿Dónde estás?
Payaso 1: No estamos en ningún lado, somos virtuales
ahora.
Payaso 2: Auxilio.
Payaso 1: Auxilio.
Payaso 2: Acá.
Payaso 1: Acá.
Payaso 1 y 2 : ¡Payasos en la red!
Hacen piruetas de payasos. Salen de la red y esta sale de la vista del público. Se abrazan.
Payaso 1: Pensé que no terminábamos con el mandato,
quiero decir, con el relato.
Sacan el redoblante armado con objetos que ya están en escena cumpliendo otra función. Payaso 2 hará los
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coros y percusión mientras que Payaso 1 canta la canción final (Murguita porteña).
Payaso 2: Con mucho esfuerzo.
Payaso 1: Llegamos al final. Esperamos haber pagado
nuestra deuda.
Payaso 2: ¿Y si no alcanzó?
Payaso 1: Dedicamos esta murguita porteña a todos los
presentes y para el presidente.
Payaso 2 : La cosa se está poniendo cada
vez más surrealista.
Payaso 1 : Murguita porteña
ayudanos con este final,
que la metáfora pierde
tres a cero y por penal.
La cancha está
cada vez más embarrada.
Y no es por la neblina
sino por tanta tecnología.
Habrá que entrenar el alma
a favor de la utopía.
Murguita de la ribera
en el entretiempo espera.
El corazón su turno
para salir a escena.
Murguita ¡Santita mía!
La hinchada
está tan perpleja
esperando la famosa moraleja.
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Murguita coplera
la infancia ya quiere jugar.
Quiere jugar en primera
de suplente no va más.
Ahora está
jugando la indiferencia,
va ganando por afano.
¡Muchachos eso fue mano!
Los jueces todos otarios
mirando para otro lado.
Murguita del riachuelo
qué triste que está “tablero”.
Jurame que no es por la guita
que el partido está fulero.
Murguita ¡Santita mía!
Como en una gran pirueta,
el estadio es una fiesta.
Por el gol
del corazón lo dimos vuelta.
Payaso 2 (Recordando : Falta la moraleja.
Payaso 1 : Hasta la próxima.
Baja el telón.
Fin
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PARA SABER MÁS
-
Las personas accedemos cotidianamente a las nuevas tecnologías.
Y este acceso no tiene que ver solamente con el uso de las com-
putadoras o de otros dispositivos electrónicos. Porque se trata de
nuevas formas de acceder a tantos conocimientos, nuevas formas
de relacionarse social y culturalmente. Nuevas formas de saber.
Los niños y las niñas de hoy son nativos digitales. Esto significa
que nacieron en medio de un tiempo de esplendor y crecimien-
to de la tecnología digital, y por ello van adquiriendo rápidamen-
te habilidades para manejarse con soltura en este terreno. Más de
una vez, sus mismos padres se sienten sorprendidos por la rapidez
"PAYASOS EN LA RED", UNA MIRADA
SOBRE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
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con que se desenvuelven, por el modo en que resuelven proble-
mas. Más de una vez, los adultos muestran a los niños y a las ni-
ñas cómo se usan los aparatos tecnológicos y más de una vez son
los niños y las niñas quienes ayudan a los adultos de la familia a
usar las redes sociales, a enviar un e-mail, a adjuntar un archivo.
La información que circula por las llamadas redes de comunica-
ción se crea, se consume y se comparte. Y los niños y las niñas,
que desarrollan su creatividad, juegan, aprenden y se entretienen
de muchas maneras, recurren a las nuevas tecnologías como el
más frecuente y atractivo de los recursos que tienen al alcance de
sus manos: envían y reciben mensajes, escuchan música, se co-
munican con sus familiares y amigos, buscan información, crean.
Es muy claro que los más pequeños y que los adolescentes de
hoy se encuentran en contacto cotidiano con las nuevas tecnolo-
gías. Por eso es muy importante que los adultos los acompañen,
que no los pierdan de vista en el uso que hacen de estas tecnolo-
gías. Tal vez sea una buena oportunidad para que los padres, los
tíos y los abuelos, entre otros mayores, estén con los niños y las
niñas en los ratos libres, que aprendan a la par, que se informen,
que exploren juntos. Para que los chicos no estén aislados con las
nuevas tecnologías sino que se conviertan en una nueva y mejor
herramienta para crecer, para aprender, para conocer el mundo y
vincularse socialmente.
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Galileoy
Azucena
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A la memoria de Azucena Villaflor.
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Se estrenó el 6 de octubre de 2013 en el Centro Cultural
del Resurgimiento, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Elenco:Galileo: Francisco Ramírez
Azucena: Lucila Kairuz
Equipo técnico:Vestuario y escenografía: Natalia Epstein
Coreografía: Mecha Fernández
Música original: Rony Keselman
Asistente de dirección: Ariel Nesterczuk
Dirección: Tatiana Santana
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PERSONAJES
Azucena: Es una niña con nariz de payasa,
vestido a lunares de alegres colores,
medias a rayas y borceguíes
turquesas. Lleva puesto un gorro y
antiparras de aviadora.
Galileo: Es un niño con nariz de payaso,
pantalón y remera de colores
brillantes, borceguíes turquesas y
bombín con una pluma. Toca algún
instrumento musical que lo
acompaña durante toda la obra,
puede ser un acordeón, un violín o
un trombón… el que más te guste a
vos.
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Se corre el telón y en el escenario se ve una escalera de dos hojas y dos nubes. Del techo cuelgan peces, olas de mar, planetas, flores, estrellas, un corazón, el sol, marcos de ventanas antiguas, un paraguas, una maceta al revés con una planta, una caja pequeña y otra más grande.
Los personajes están jugando a las escondidas. Azucena se encuentra en el proscenio apoyada en la cuarta pared; con su brazo cubre su rostro y cuenta. Galileo está cerca de ella. La mira y suspira. En sus manos tiene un ramo de flores azules.
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Azucena: ¡Punto y coma el que
no se escondió se embroma! Pero te veo,
Galileo.
Galileo: Es que…
Galileo chasquea los dedos congelando a Azucena.
Galileo : Su nombre es Azucena.
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Chasquea nuevamente los dedos, descongelándola. Azucena trata de descubrir lo que oculta Galileo, mientras él va girando tratando de disimular.
Galileo: Es que me distraje…
Azucena: ¿Con qué?
Galileo . : Con una estrella.
Azucena: ¿Con cuál?
Galileo: Con esa.
Este ramo se lo voy a
obsequiar algún día como muestra de mi amor. El día
que logre vencer mi timidez y declararle mi amor. Le
voy a dar un beso plateado con sabor a luna.
Azucena: ¿Jugás conmigo, Galileo, o qué?
Galileo: Si estoy jugando…
Azucena: Es que no parece…
Galileo: ¿Te parece?
Azucena: Entonces poné más atención.
Galileo . : ¿Más atención que todo mi
corazón está puesto en vos? Eso es imposible.
Azucena: ¿Qué dijiste?
Galileo
. : IMPOSIBLE.
Azucena: ¿Qué es “imposible”?
Galileo: Lo que no es posible.
Azucena: ¿Y qué es “posible”?
Galileo: ¿No sabés lo que es “imposible”? ¿No sabés lo
que es “posible”? Posible es que te quiera
con todo mi corazón.
Azucena: ¿Qué dijiste?
Azucena mira a Galileo, que se queda sin palabras por un breve instante.
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Galileo: Un perro con cola… es… ¡posible!
Azucena: Ajá… suena lógico…
Galileo: Un gato que maúlla es posible.
Azucena: Ajá… suena lógico…
Galileo . : Es posible que un árbol
dé sombra, es posible
. Y más posible aun es que a ciertos
ratones les guste el queso, por eso. Es posible… que
las flores surjan en primavera y que las aves vuelen…
¿Por qué? Simplemente, Azucena, porque las flores no
vuelan, y no volarán jamás porque eso es IMPOSIBLE.
.
Azucena: ¡Qué ave más extraña! Parece una flor. Galileo (Aparte. : Es que lo es. Es una flor azul.
Las flores que a vos más te gustan.
Azucena: ¿Es posible que las flores vuelen?
Galileo . : Eso es imposible,
Azucena. Las flores no vuelan ni volarán jamás.
¡Qué disparate!
Azucena: ¿Disparate?
Galileo: Qué gracioso, Azucena, pensar que las flores
vuelan.
Azucena
. Sin
embargo…
Galileo: ¿Seguimos con el juego?
Azucena: Ahora escondete vos.
Galileo: ¿Y por qué?
Azucena: Porque así es el juego.
Galileo . : ¿Y por qué?
Azucena: Si no te escondés, no te puedo buscar, y si
no te busco… no te puedo encontrar. ¡Es tan
simple!
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Galileo: Y si no me escondo, no hace falta que me
encuentres. .
¡Es tan simple!
Azucena: Si el juego trata de eso… de buscar. Después
contás vos y me escondo yo.
Galileo: Yo no cuento.
Azucena: Vos contás.
Galileo: Yo no cuento. ¿Yo no cuento?
Azucena: Galileo.
Galileo: Yo no soy bueno para encontrar, mejor contá
vos que lo hacés mejor.
Azucena: Está bien, pero después me toca esconderme.
Galileo : Tengo que declararle mi amor a
Azucena antes de que se esconda y la pierda para
siempre.
Azucena coloca su brazo delante de sus ojos y se apoya en un planeta para contar.
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Galileo : Querida Lechuga ¿querés ser mi
remolacha? Estimada Brócoli… no, no. Querida
Radicheta… se me confunden las palabras en la
calabaza, digo, en la cabeza ¡qué “ensaladaza”!
Azucena: Punto y coma…
Galileo : Tengo que vencer mi timidez y
decirle que la quiero desde mi corazón hasta el cielo.
Azucena descubre su rostro. Galileo está a su lado, pero ella, por la magia del teatro, no lo ve ni lo escucha. Se escucha el latido del corazón algo acelerado de Galileo. Azucena juega buscándolo.
Azucena: El que no se escondió se embroma.
Azucena lo busca, Galileo está cerca de ella pero no lo ve.
Galileo . : Ahora no puede verme ni oírme.
Sucede que cuando mi corazón late así de rápido
por mi timidez, me vuelvo todo invisible, mi voz se
evapora hacia el cielo
y se transforma en nube hasta llover.
Azucena: Llueve.
Galileo: Algún día voy a darte un beso plateado con
sabor a luna…
Azucena : Galileo,
salí de donde estés que empezó a llover.
Galileo: El día que por fin logre destronar mi timidez.
. Cuestión de herencia. Genética pura. A
todos los hombres de mi familia les pasó lo mismo.
Azucena: Galileo.
Galileo: Desde un punto de vista es una gran ventaja,
así sabemos que se trata de la muchacha indicada. Mi
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tatarabuelo Floreal no se volvió invisible al cantarle
la serenata a su enamorada y siguió con el romance a
pesar de todo. El día de su casamiento, mientras la novia
iba hacia el altar, una muchacha de rodillas rezaba a la
virgen. Mi tatarabuelo, al mirarla, se volvió invisible con
ropa y todo. Es que a las señales uno debe darles mucha
importancia.
Azucena: Galileo.
Galileo: Para volverme visible tengo dos caminos: junto
valor y atravieso mi timidez de una vez y para siempre
o pienso en otra cosa. Mejor pienso en otra
cosa. El día que la maestra me retó, el sabor al remedio
para la tos… El pinchazo de la vacuna para el sarampión.
Azucena tropieza con Galileo.
Azucena: ¿Dónde te habías metido? Casi pensé que te
había perdido…
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Azucena advierte que Galileo está más cerca de la piedra.
Galileo: Yo…
Azucena: No estabas en ningún lado, hasta fui a la
plaza a ver si estabas en el tobogán o en la calesita…
di vueltas y vueltas.
Galileo: Yo…
Azucena: ¡Púmbale! Desapareciste.
Galileo: Estaba…
Azucena (Llega a la piedra y ríe. : ¡Piedra libre para
Galileo!
Galileo : Piedra
libre para Azucena… mi corazón te vio primero.
Azucena: ¡Vos tenés que estar triste, porque perdiste!
Galileo: Ah, sí. Es que también gané, por la
sonrisa que te quité.
Azucena: Ahora me escondo yo…
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Galileo: ¡No! Dejalo así.
Azucena . : … y vos contás.
Galileo: ¿A dónde vas?
Azucena: A esconderme. Vos no tenés que verme.
Galileo: Y si no te veo, ¿cómo voy a saber dónde estás?
Azucena: Es el juego, Galileo. Vos me tenés que
encontrar. De eso se trata.
Galileo: Qué juego tan feo. Te veo. Te veo.
Azucena : Si todavía no me escondí.
Galileo: ¿Y si no te encuentro más?
Azucena : ¿Cómo no me vas a encontrar?
Galileo: ¡Pica para Azucena!
Azucena: Si vos no lográs encontrarme, yo voy a
aparecer. Contá en la piedra.
Galileo : Uno, dos…
Azucena: En la piedra.
Galileo: No digas que no te avisé.
Azucena: ¿De qué? No te adelantes.
Galileo: Es que yo lo vi primero, después de Ptolomeo.
Galileo va a la piedra y comienza a contar mientras Azucena busca distintos lugares donde esconderse.
Galileo: Punto raya, raya punto, “la” que no se
escondió se embroma.
Galileo la busca. Cuando sale de su escondite, Azucena va a tocar la piedra, tropieza y se golpea la cabeza con el sol. Gira grotescamente por el escenario. Galileo está detrás.
Galileo . : ¡Qué golpe!
Transición.
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Azucena tiene una extraña expresión. Galileo la observa y ella lo mira extrañada.
Azucena: : Deje de perseguirme.
Galileo: ¿Qué estás diciendo?
Azucena: Mire que pido ayuda.
Galileo: ¿Con quién hablás?
Azucena: Si no deja de mirarme grito “policía”.
Galileo: ¿Qué está pasando? No me digas que el golpe
te quitó la memoria…
Azucena: ¿Y usted quién es?
Galileo: Soy yo.
Azucena: Responda lo que se le pregunta.
Galileo: Azucena.
Azucena: ¡Policía!
Galileo: Esta era una historia de amor, no un policial.
Te quiero ayudar. Te acabás de lastimar.
Azucena: ¿Yo?
Galileo: Recién. ¿No te acordás del golpe?
Azucena: ¿El golpe?
Galileo: Sí.
Azucena: ¿Qué golpe?
Galileo: Fue hace poco tiempo. Con el sol. El sol no está
en este lugar.
Azucena: ¿El sol?
Galileo: ¡Sí!
Azucena: ¿Cuál sol?
Galileo: Es la revolución copernicana.
Azucena: ¿Revolución?
Galileo: Sí.
Azucena: ¿Cuál revolución?
Galileo: Azucena.
Azucena: ¿Azucena?
Galileo: Sí.
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Azucena: ¿Cuál Azucena?
Galileo: ¡Cómo te escondiste! Ahora te tengo que
encontrar, y te dije que no soy bueno para eso…
¿Dónde estarás? ¡Azucena!
Azucena . : ¡Azucena!
Galileo : Azucena.
Azucena: ¡Azucena! (A ¿A quién estamos
buscando?
Galileo (A : A Azucena.
Azucena: ¡Ah, sí, a Azucena Es que… ¿no sé
quién soy?
Galileo: ¡Qué metáfora de la realidad, la protagonista
perdió su identidad!
Azucena: ¿Metáfora?
Galileo: Una metáfora es cuando decís una cosa pero
querés decir otra.
Azucena: ¿Y por qué no decís directamente lo que
querés decir?
Galileo: Porque a veces no se puede decir todo lo que
uno piensa.
Azucena: ¿No se puede decir lo que uno piensa? ¡Policía!
Galileo: Otras cosas simplemente no se pueden pronunciar.
Azucena: ¿Y por qué no?
Galileo: Porque hay un misterio que las palabras no
llegan a nombrar.
Azucena: ¿Un ministerio?
Galileo: Un misterio.
Galileo: La poesía, por ejemplo, habla en metáforas.
Azucena: ¿La policía habla en metáforas?
Galileo : ¿Qué pasa con tu ideología?
¡La poesía!
Azucena: Y sí…
Galileo: ¿Qué pasa ahora por tu mente?
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Azucena: ¿Soy una metáfora?
Galileo: ¿Qué estás sugiriendo? Porque siento que te
estoy perdiendo.
Azucena: ¿O un conjunto de palabras? ¿Y si soy una
palabra?
Galileo : Hasta desmemoriada sos tan bonita.
Azucena: Pero ¿soy acaso una palabra grave o
esdrújula?
Galileo: Si la palabra nos sirviera de brújula… Pero no,
no sos una palabra.
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Azucena: Pero ¿qué palabra soy?
Galileo : Y entonces ella hizo una pausa
transparente y luego dijo…
Azucena: Soy la palabra “agua”.
Galileo (Al : Y chasqueó sus dedos…
Azucena chasquea sus dedos.
Galileo : ¿“Cómo se te ocurre?”, pregunté. De
pronto, frente a mí, se convirtió en río y se me fue de
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las manos… y yo que me moría de sed, semánticamente
hablando, por supuesto. No pasaron tres segundos que
la vi convertida en océano, acá, frente a mí… inmensa,
silenciosa, con olor a libertad, y en menos de un abrir
y cerrar de ojos se transformó en algo innarrable,
turquesa, con aletas, dos ojos y luego dijo…
Azucena: Soy un pez, un pez terráqueo.
Galileo: ¿Un pez terráqueo? ¡Las cosas que se te
ocurren! No es posible, no es lógico
Sin embargo ahora ella es un pez
terráqueo.
Azucena: Se está bien así.
Galileo : Por eso la quiero. Porque todavía
es “tan” capaz de imaginar. Tan capaz de cambiar de
forma si la realidad no la conforma.
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Azucena: Mirame ahora, estoy hecha de pan.
Galileo : “¿Pan?”, exclamé esta vez. Y ella,
con una flexibilidad de maga-poeta, convirtió sus
cabellos en trigo… y yo que estaba tan hambriento,
semánticamente hablando, por supuesto.
Azucena: Soy una metáfora
Renga… una metáfora renga.
Galileo: No sos una metáfora, Azucena.
Azucena: ¿Y cómo lo sabés?
Galileo: Porque no es posible. Vos sos real.
Azucena: Ah, ¿real? ¿De la realeza? ¿Acaso soy una
princesa?
Galileo: No, Dios no lo permita.
Azucena: ¿Una emperatriz?
Galileo: No, no.
Azucena: ¿O simplemente una actriz?
Galileo: Que sos real, quise decir.
Azucena: ¿Y qué es ser real? No lo decís.
Galileo: ¿Qué es real, Azucena? Vos haces cada
pregunta. No sabes qué es real… Real es la realidad.
Azucena: ¡Qué barbaridad!
Galileo: ¿Por qué llorás?
Azucena: ¿Te parece poco importante? Me acabo
de enterar de que no soy real y esto no se cura con
Amoxidal.
Galileo: Pero ¿quién dice que no sos real?
Azucena: Cuando sentí que me dolía la muela, debía
tener alguna falta de ortografía, o a lo mejor un verbo
mal conjugado.
Galileo: Vos sos real.
Azucena: Y cuando creí tener apendicitis seguro era un
verso alejandrino mal enumerado, o un diptongo mal
acentuado.
Galileo: Sos real.
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Azucena: ¿Y qué es la realidad?
Galileo : Como no se me ocurría qué decir,
entonces respondí “lo que sale en los diarios… eso es real”.
Azucena: Y lo que no sale en los diarios entonces es
irreal.
Galileo: Posiblemente. No, no.
Azucena: Es lógico… no sé qué pensará la gente. Y si yo
no salgo en los diarios, nadie hablará de mí, entonces…
no soy real. Seguro que soy una metáfora vulgar.
Galileo: Mirá las pavadas que decís. Pero entonces
¿con quién estoy hablando yo?
Azucena: ¿Y si vos también sos una metáfora? Entre
metáforas se puede dialogar.
Galileo: Yo soy real y vos también.
Azucena: Pero si no salí en los diarios…
Galileo: Me retracto. Cuando no había diarios, ¿cómo
hacían las personas para ser reales? ¿No había
realidad? ¿Eh? Realidad es otra cosa. Acá todos somos
reales, los que salimos en primera plana y los que no
también. ¿Está bien?
Azucena: Y si hay algún desacato, llamo al sindicato.
Azucena cambia de lugar.
Galileo: ¿Qué estás haciendo?
Azucena: ¿Quién?
Galileo: ¿Quién va a ser? ¿Con quién estoy hablando?
Azucena: ¿Conmigo?
Galileo: Con vos.
Azucena: ¿Qué estaba haciendo acá? Algo muy
importante… ¡esperando el colectivo!
Galileo: El colectivo está algo demorado, ¿por qué no
venís a mi lado?
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Azucena da un paso a un costado y se escucha el sonido de un camión; se asusta y se acerca a Galileo.
Galileo : ¡Qué manera de jugar a las escondidas!
Juguemos a aburrirnos, aunque sea un rato. Tengo que
pensar cómo recuperaremos tu memoria.
Azucena: ¿Qué podemos hacer? Porque empiezo a
extrañar a mi mamá.
Galileo: No te preocupes, yo te voy a cuidar. Tenemos
que averiguar dónde se tramita esta pérdida.
Azucena: ¿Vos decís que deberíamos hacer el reclamo?
Galileo : Así no podré decirte que te amo. ¡Taxi!
Azucena: ¿Y el colectivo?
Galileo: No lo veo venir.
Azucena: ¿No viene allá a lo lejos?
Galileo: Sí, algo se ve venir, pero no, es un camión.
Azucena comienza a desplazarse como un sapo: en cuclillas y sacando la lengua.
Galileo: Tenemos que ir al Servicio al Consumidor.
Azucena: No creo que nos tomen en serio.
Galileo: ¿Porque somos dos payasos, decís?
Azucena: ¿Y a la Defensoría del Pueblo?
Galileo: Eso podría ser… Pero nosotros ¿somos pueblo?
Azucena: Y… yo creo que sí. ¿El sol de qué
jurisdicción es? ¿Le corresponderá al presidente?
Galileo: ¿Por casualidad al Gobierno de la Ciudad?
Azucena: Y sí, entonces hagamos la denuncia.
Galileo: ¿Y qué vamos a decir?
Azucena : Que el sol
no estaba en su lugar; si no respetan las revoluciones,
ellos cometen infracciones.
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Galileo: Vamos.
Azucena: No creo que nos tomen en serio.
Galileo: ¿Por qué lo decís?, ¿porque somos dos
payasos?
Azucena: Claro, ¿por qué iba a ser sino?
Galileo: No, esto es diferente. ¿Vos decís que hablemos
con el presidente? ¡Qué difícil!
Azucena: Pancracia.
Galileo: ¿Eh?
Azucena: Punto y seguido. Me cansé de esperar el
colectivo. Yo me pongo un nombre nuevo. Elijo un
color favorito nuevo, un planeta nuevo, una comida
preferida nueva.
Galileo: ¿Eh?
Azucena: No te gusta. ¿Está bien Anastasia? No, mejor
Eulalia.
Galileo: ¿Eulalia?
Azucena: Un color… el rojo, sí, el rojo carmesí. O mejor
el verde, verde oliva… o un verde militar.
Galileo: ¿Militar?
Azucena: ¿Profesión? Cuando sea grande quiero ser
bombera o cocinera.
Galileo: ¿De qué estás hablando?
Azucena: Ah, sí, ¿un planeta? Mi planeta preferido será
Saturno. No, mejor Mercurio.
Galileo: Vos antes del golpe.
Azucena : Eso era antes.
No te muevas. Una cosa es hasta el golpe y otra es
después del golpe.
Galileo: No. Digo, sí. Es que…
Azucena: ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?
Galileo: Vos no sos así.
Azucena: ¿Y vos qué sabés?
Galileo: Tu color preferido es el azul… Aviadora, siempre
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decís que querés ser aviadora, porque te encanta el
cielo. Tu planeta preferido es Marte y tu nombre te gusta
mucho, Azucena. Te fascinan las mariposas, las libélulas
y los pavos reales. Si es chocolate, blanco; el helado
de frutilla, los gorriones y, por supuesto, las flores. Tus
flores favoritas son las azules.
Azucena : ¡Es que tengo una bronca!
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Galileo: Y claro, no es tan sencillo recuperarse de un
golpe, y fue hace tan poco tiempo…
Azucena: Mirá el chichón que me quedó. Me duele.
Galileo: ¡Es que fue un golpazo!
Azucena: Sí ¿no? ¡Cuánto sabés de ella!
Galileo: ¿De quién? Ah, sí…
Azucena (Al : Abro signo de interrogación. (A
¿Te gusta ella? (Al Cierro signo de
interrogación.
Galileo: No.
Azucena: Ah ¿no? (Al “Tristemente”, responde
Azucena.
Galileo: No me gusta. Estoy enamorado de Azucena.
Azucena (Al : Abro signo de exclamación. (A
¡Ah! (Al Cierro signo de exclamación.
¿Y ella lo sabe? (Al Pregunta alegremente la
que no recuerda su nombre pero algo siente.
Galileo :
Bajá la voz que te podés oír.
Azucena: Digo, y yo lo sé.
Galileo: No…
Azucena: ¿No? ¿No lo “sabe” yo?
¿Y qué estás esperando para “desrícemelo” a mí?
Galileo: Es que no me animo.
Azucena: ¿No te animás? ¿Querés “que se me” lo diga
yo a ella?
Galileo: ¿A dónde vas?
Azucena: A “buscarlame” a mi Azucena… ¡Me
había olvidado que había perdido la memoria!
Galileo: Qué golpe más terrible. Mirame ahora. La
cosa es que me vuelvo invisible cuando hablo de mis
sentimientos, porque tengo vergüenza por parte de
padre, cuestión genética.
Azucena: ¡Qué barbaridad! ¿Y cómo podemos hacer?
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Porque invisible no vas a poder. Además es un lío, no
tenés ciertos derechos. Por ejemplo… no podés casarte,
tampoco ir al doctor, creo que tampoco podés votar si
sos invisible… es increíble.
Galileo: ¡Qué entrevero!
Azucena: Yo sin memoria y vos invisible, ¡que país!
Galileo la mira sin comprender.
Azucena: ¡Qué paisaje!
Galileo: Por ahora parece que solo podemos
encontrarnos en los desencuentros.
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Azucena: Pero ¿cómo no lo “sabe” yo? Una declaración
de amor debe ser tan… romántica.
Galileo: O a mí del romanticismo solo me queda el
“cismo”, o me ganó el pesimismo.
Azucena: Vos solamente tenés que mirarla a los ojos.
Galileo: Te juro que me esfuerzo, pero las veces que
intenté declararle mi amor, mi corazón empieza a latir
tan deprisa… me vuelvo tan invisible como el silencio.
Y es la herencia por parte de padre.
Azucena: Pero los hombres de tu familia, llegado el
momento, pudieron hablar de amor y no desaparecer.
Galileo: Las generaciones pasadas eran diferentes.
Azucena: ¿Y eso?
Galileo: Otra parte de mi herencia…
Azucena: ¿Qué es?
Galileo: Un beso.
Azucena: ¡Ah!
Galileo: El primer beso que mi bisabuela le dio a mi
bisabuelo.
Azucena: ¿Puedo verlo?
Azucena le extiende la mano.
Galileo: ¿Querés que te dé el beso?
Azucena: Sí.
Galileo: ¿Ahora?
Azucena: ¿Por qué no?
Galileo: ¿Estás segura?
Azucena: Segurísima.
Galileo: No es cualquier beso.
Azucena: Por eso…
Galileo le da una cajita y Azucena la abre.
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Azucena: Brilla.
Galileo: Brilla.
Azucena: Es hermoso.
Galileo: Sí, y es un beso de treinta kilates.
Azucena: Treinta kilates… ¿y eso es mucho?
Galileo: Un beso de treinta kilates es un montón, no te
estoy diciendo uno de quince o de veinte, esos son más
corrientes.
Azucena: ¡Ah! Sabés mucho de besos.
Galileo: Soy un experto, por lo que me contaron…
Azucena: ¡Ah!
Galileo: Y en tu familia ¿hay besos?
Azucena: Algunos sí, pero de fantasía.
Galileo: Ah, esos no valen nada.
Azucena: ¿Cómo podés decir que los besos de mi
familia no tienen valor?
Galileo: No vas a comparar treinta kilates con la
fantasía. No son reales.
Azucena: ¿Y qué es real?
Galileo: No lo sé, pero son posibles, claro.
Azucena: ¿La fantasía para vos no es un valor? ¿Sabés
los besos fantásticos que hay en mi familia? Besos con
alas, besos de finales de películas, besos con orquestas.
Además, los besos son algo íntimo, no deberían salir
en los diarios.
Galileo : Descubrí algo más acerca de la
mecánica de los besos de fantasía: eran los que más
valor tenían para ella. Y yo no disponía de ilusión en
efectivo. Me hacía falta un gran respaldo metafórico
que me saliera de garante.
Azucena: Cada quien le pone a los besos el real valor,
no hay lista de precios como en el mercado.
Galileo: A veces frente a vos me siento tan pobre,
Azucena…
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Azucena: ¿Qué sentís?
Galileo: ¡Tengo unos sentimientos encontrados!
Azucena: ¿Y eso? “Frágil”.
Galileo: ¡Mis sentimientos! ¿Dónde los encontraste?
Azucena: Acá.
Galileo: Cuidado, se te van a mezclar, están bien
clasificados.
Azucena: ¿“Clasificados”? Qué extraña expresión para
hablar del corazón.
Galileo: No juegues con mis sentimientos, dámelos.
Azucena: ¡Quiero ver!
Galileo: No, son míos.
Azucena: ¿Puedo ver?
Galileo: No.
Azucena: No es justo, vos sabés de mí, yo quiero saber
de vos.
Galileo: ¿Me abro? Quiero decir, ¿la abro?
Azucena: Por favor…
Galileo niega con la cabeza.
Azucena: Tenés que aprender a manifestar tus
sentimientos.
Galileo: ¿Vos decís que tengo que aprender a manifestarme?
Azucena: Por supuesto.
Galileo: ¿Vos te manifestás?
Azucena: Claro, y todos deberíamos manifestarnos.
Galileo: ¿Todos? ¿Y cómo hace uno para manifestarse?
Azucena: ¿Me dejás que te ayude?
Galileo (Inocente, : Con cuidado.
Azucena: Veamos… azul.
Galileo: Mi alegría.
Azucena: ¿Alegría? Suena vacío, sin sentido. Ponele más
convicción.
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Galileo: Mi alegría.
Azucena: Tenés que practicar. Tu alegría tenés que
defenderla.
Galileo: Pero si estoy alegre.
Azucena: ¿A ver?
Galileo: Alegre.
Azucena: ¿Violeta?
Galileo: Mi enojo.
Azucena: Enojo. ¿Todo quiere decir lo mismo para vos?
Galileo, poné más atención. Cada sentimiento requiere
su pasión. Gritá, podés sacar sonidos onomatopéyicos.
Galileo lo intenta, pero lo hace muy tímidamente.
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Azucena: Va queriendo.
Galileo: Estoy movilizado.
Azucena: Podés agitarlo, como si fuera una bandera, y
mirar al horizonte.
Galileo: ¿Así?
Azucena: Un poco más, cómo decirte, con más
dignidad, son tus sentimientos.
Galileo: Estoy enojado.
Azucena: ¿Celeste?
Galileo: Ese es el color que no puedo nombrar.
Azucena: ¡Ah! Entonces sacá con todo tu corazón lo
que sentís, Galileo, es importante, porque vos sos
importante. Pisá bien, la cabeza hacia lo alto, el pecho
afuera, acá está Galileo. Manifestante Galileo.
Galileo: Yo… no puedo
Azucena: ¡Galileo!
Se escucha el latido acelerado del corazón de Galileo, que de a poco se transforma en una zamba. Azucena y Galileo bailan agitando los pañuelos. Terminan enfrentados.
Azucena: ¿Galileo? No te veo.
Galileo : Ahora que me manifesté ya no me ves.
Azucena : Tenemos que encontrar la manera
de que te manifiestes sin volverte invisible.
Galileo: Tenemos que encontrar tantas cosas, además
tenemos que encontrar tu memoria.
Azucena: Galileo, sé que estás por acá, eso lo recuerdo.
No te veo y no te escucho pero te siento. Esto a lo mejor
no es lógico pero es real.
No te des por vencido.
Galileo: No voy a poder.
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Azucena: Escuchame, Galileo, no te veo. Necesito que
me hagas caso y pongas atención. Estoy hablándote
con la poca memoria que me queda. Necesito que
resistas y que luches con todo tu corazón, antes de que
me olvide de vos completamente.
Galileo : No sé qué decir, mejor me doy
por vencido.
Azucena: ¡Te escucho!
Galileo : ¿Sí?
Azucena: Algo está cambiando.
Galileo : ¿Me escuchás?
Azucena: Sí.
Galileo: ¿Y si pienso en algo feo así también me ves?
Azucena: No, no es la mejor forma de aparecer, todo lo
contrario, tenés que pensar en cosas lindas.
Galileo: No voy a poder.
Azucena: Estás por lograrlo.
Galileo: Querida batata… no puedo.
Azucena: ¿Galileo, dónde estás? No dejes de hablar.
Galileo: Querida espinaca… pero parezco una huerta.
Azucena: Y bueno, a lo mejor es tiempo de cosechar
todo lo sembrado.
Galileo: No sé qué decir.
Azucena: Sí sabés, vos sabés, lo que no sabés es cómo,
pero estamos encontrando la manera.
Galileo: ¿A vos te parece?
Azucena: ¿De qué estamos hablando?
Galileo: ¿De zanahorias, batatas y calabazas?
Azucena: ¿Te parece? De lo que estamos hablando
desde el principio es del amor.
Galileo: ¿Sí? Ah, sí.
Azucena: Quiero recuperar mi memoria y te necesito,
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sola no puedo, comienzo a sentir celos de Azucena, te
necesito para ser real.
Galileo: Pero ¿qué es la realidad?
Azucena: Mi realidad es lo que siente mi corazón, y mi
corazón quiere estar “acá junto a vos”.
Galileo: ¿Es posible?
Azucena: Lo es.
Galileo : Querido choclo…
quisiera preguntarte si espinaca con zanahoria y
si repollo colorado con espárragos… morrones…
quinotitos y manzanas, alcauciles sandía y ananá.
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Azucena: Es lo más hermoso que me han dicho en la
vida.
Galileo: ¿Sí?
Azucena : Te veo.
Galileo: ¿Me ves? ¿Qué estoy haciendo? (Comienza a
Azucena: Estás caminando hacia mí.
Galileo: ¿Y ahora?
Azucena: Saltás, te tocás la punta de la nariz.
Galileo: ¿Y ahora?
Azucena: Das vueltas, corrés, venís hacia mí. Te detenés.
Venís hacia mí. Llegaste, me das un ramo de flo…
Galileo : Está bien. (Le da el ramo
Son para vos.
Azucena: ¿Para mí? Son hermosas.
Galileo: Y esto también.
Azucena : ¿Un beso?
Galileo: Y es de fantasía.
Azucena: ¿Un beso de fantasía para mí?
Galileo: Esperá…
Galileo va hacia el sol, lo toma entre sus brazos y lo va a colocar en el “centro del universo”; se interrumpe y lo pone en otro lado dejando despejado el centro.
Azucena: ¿Qué estás haciendo con el sol?, va acá, en el
centro.
Galileo : Eso es lo que creía
hasta hoy, pero no, vos me enseñaste la más linda
revolución.
Azucena: ¿Sí? ¿Cuál?
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Galileo: La del amor.
Azucena: Es posible...
Galileo : El
centro del universo es el corazón.
Azucena : Que soy Azucena lo recuerdo en
esta escena.
Galileo: Piedra libre para Azucena.
Azucena: Estoy recuperando mi memoria.
Galileo: ¿Me recordás?
Azucena: Sí.
Galileo: ¿Sí?
Azucena: Sí, Galileo.
Azucena sube la escalera y se coloca las antiparras de aviadora, prende un motor imaginario.
Azucena
: ¡Gracias por encontrarme!
Galileo: Mirá… una flor que vuela.
Azucena : Lo sabía, es posible que las flores
vuelen.
Azucena “arranca” su avioneta imaginaria entre las olas de mar, entre peces y flores y canta.
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Azucena : Galileo aquí estás.
Yo ya te veo,
tu deseo te hizo valiente,
frente a mí y ante la gente.
Piedra libre a tu ternura,
a tu pasión y a tu locura.
Galileo : La razón se está moviendo,
cual veleta en el viento.
Lo posible y lo imposible
bailan al compás del tiempo.
A los Galileos y Azucenas.
A sus alegrías y a sus penas.
Aparece.
Aparece.
Aparece.
Es tu tiempo.
Y a los que se esconden por temor,
por resabios de un rencor,
o simplemente por pudor.
Piedra libre al corazón.
Piedra libre Galileo.
Piedra libre Azucena.
Piedra libre Compañero.
Piedra libre al corazón.
Esta es mi gran revolución.
Baja el telón.
Fin
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PARA SABER MÁS
-
de tanta historia y tantas generaciones, pocas realmente son las -
GALILEO GALILEI
Nació en la ciudad de Pisa, en una región de Ita-lia llamada Toscana, allá por el año 1546. Fue el mayor de seis hermanos. Su padre siempre qui-so para él una buena vida y por eso lo mandó a estudiar. Desde muy joven, Galileo observó el mundo y buscó descubrir lo que desconocía. Fue una persona muy curiosa.
Por eso se sentía interesado por las matemáticas y las cien-cias. Y por eso también dudaba de algunas leyes científicas que eran consideradas ciertas en su tiempo. Así fue que llegó a hacer varios descubrimientos e inventos como la ley del
que le sirvió para regular los relojes, o la ley que establece que todos los objetos, pesen lo que pesen, caen al
GALILEO Y AZUCENA,
DOS PERSONAJES CON HISTORIA.
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mismo tiempo si son arrojados a la vez y desde la misma altura.
Pero su padre murió tempranamente y Galileo, como hijo ma-yor, tuvo que hacerse cargo de la familia. Para conseguir dine-ro, pensó que seguramente podría inventar algo que pudiera vender. Y lo hizo: inventó el termómetro y hasta una brújula que servía para tomar medidas topográficas en el campo o para dirigir cañones durante una guerra. Galileo no solo obtuvo el dinero que necesitaba sino que también se hizo muy conocido.
Había conseguido lo que quería pero lo mejor estaba por suce-der: en el año 1609, Galileo se enteró de que en Holanda habían inventado un nuevo dispositivo que servía para ver objetos muy distantes como si estuvieran realmente cerca. Todavía no lo sabía pero se trataba de un catalejo al que se denominaría telescopio. La cuestión es que solamente a partir de lo que ha-bía escuchado, Galileo intentó construir uno, y su versión del objeto fue mucho más potente.
Y como seguía siendo un hombre curioso y amigo de las cien-cias, se puso a mirar el espacio. Y vio tantas cosas de manera diferente que empezó a revolucionar su tiempo. Porque hasta ese momento, la gente pensaba que la luna era lisa y Galileo la vio rugosa y llena de cráteres. Observó, además, que Júpiter tenía tres lunas y que esos satélites giraban alrededor de Júpi-ter y no alrededor de la Tierra, como aseguraban los científicos por ese entonces.
Entonces Galileo comenzó a pensar que tal vez la tierra no era el centro del universo y que tal vez su antecesor, Copérnico, tenía razón. Y se puso a investigar para comprobar si sus su-posiciones eran cosa cierta, y así era. El inquieto inventor se decidió entonces a publicar sus hallazgos en un pequeño libro llamado .
A partir de esa publicación, los problemas empezaron para Galileo. La Iglesia católica lo consideró un hereje y lo hizo retractarse de su teoría. Fue acusado y terminó sus días en-
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cerrado en su propia casa porque lo castigaron con prisión domiciliaria.
Luchador como era, Galileo nunca dejó de mirar el mundo de manera diferente. Siguió investigando, y aunque se quedó cie-go, para 1642 (año de su muerte) había publicado un libro sobre la fuerza y el movimiento.
AZUCENA VILLAFLOR
Nació en la ciudad de Avellaneda, en la provin-cia de Buenos Aires. Sus padres eran obreros y ella también lo fue.
A sus dieciséis años entró a trabajar en una fábri-ca de electrodomésticos de su misma ciudad. Allí conoció a Pedro de Vincenti. Pedro era delegado sindical. Con él se casó en 1949 y tuvo cuatro hi-jos.
Pasados los años, durante el mes de noviembre de 1976 (seis meses después del inicio de la última Dictadura Militar en nuestro país) uno de sus hijos, Néstor, y su novia, Raquel Man-gin, fueron secuestrados y desaparecidos.
Entonces comenzó la lucha de Azucena. Buscó a los jóvenes: recurrió a instituciones militares y religiosas. Hizo gestiones aquí y allí, y durante esas gestiones fue que conoció a otras mujeres, madres como ella, quienes también estaban buscan-do a sus hijos desaparecidos.
Las mujeres, organizadas, pensaron que lo mejor sería mani-festarse. Y así lo hicieron. El 30 de abril de 1977, ella y otras trece madres más se manifestaron en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno. Los policías que allí estaban les orde-naron que no se quedaran quietas, que no se agruparan, que se movieran, que circularan. Y ellas empezaron a caminar en círculo.
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Las marchas se repitieron y se repiten todavía hoy, todos los jueves, alrededor de las tres de la tarde.
La cuestión es que Azucena, con su modo de manifestarse, con sus palabras, con sus investigaciones y su manera de organi-zada de buscar verdad y justicia, comenzó a molestar mucho a los poderosos.
Azucena fue secuestrada y desaparecida el 10 de diciembre de 1977. El día anterior había conseguido hacer una lista de perso-nas desaparecidas para que fuera publicada. Para que muchos ciudadanos supieran lo que pasaba.
Azucena fue encerrada y torturada en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que por ese entonces funcionaba como campo de concentración. Pocos días después, fue asesinada. Su cuerpo apareció junto a otros cadáveres en playas de la provincia de Buenos Aires.
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Payasos en la red
PRESENTACIONES
Antes de leer la obra completa, presten atención a la primera parte: la presentación de los personajes y del espacio donde van a aparecer. Resuelvan las siguientes consignas:
1. Los payasos son dos y no tienen nombre sino un número. ¿Qué características tienen? Usen tres adjetivos para cada uno de ellos:
Payaso 1: Payaso 2:
2. ¿Cómo es el espacio en el que van a actuar?, ¿qué elementos lo ocupan?, ¿conocen esos elementos?, ¿para qué se usan? Si no los conocen, busquen fotos e imaginen qué harán los payasos con todos esos objetos en escena.
3. Relean el título de la obra: ¿De qué tratará una obra de teatro que tenga como protagonistas a dos “Payasos en la red”? ¿A qué tipo de red se referirá? Compartan entre ustedes sus hipótesis acerca del contenido de esta obra. Anótenlas en sus cuadernos o carpetas y expliquen qué elementos les permitieron llegar a estas conclusiones.
UNA LECTURA PARTICULAR
Lean ahora todos juntos la obra teatral “Payasos en la red” de Florencia Aroldi de manera completa y resuelvan
ACTIVIDADES
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las siguientes consignas. Presten especial atención a las indicaciones y comentarios.
Para leer una obra de teatro tienen que recordar que en este tipo de textos dialogan distintos personajes.
Imaginen cómo serán las voces de ambos payasos: graves, agudas, chillonas, suaves, melodiosas, estridentes; voces asombradas, alegres, asustadas.
Lean en voz alta los diálogos. Tengan en cuenta las acotaciones. Vayan dándoles a las palabras el tono que imaginaron.
Divídanse los personajes y traten de leer todos. Si pueden, busquen un espacio donde ubicarse y ensayen los gestos, las miradas, los movimientos que harán los personajes.
VOLVAMOS A LA HISTORIA DE LOS PAYASOS
1. Luego de lo trabajado en la primera parte de esta guía y de la lectura completa de la obra, queda claro que ambos personajes son representados como opuestos y ninguno de ellos tiene nombre. ¿Se animan a ponerles un nombre? Les sugerimos que recuerden las características que tienen, los colores que los identifican, las acciones que realizan, etcétera.
2. Comenten reunidos de a dos: ¿qué les provocó la lectura de esta obra? ¿Fue risa, miedo, enojo? ¿Otros sentimientos? Expliquen por qué sintieron risa o miedo o cualquier otra impresión luego de la lectura.
3. Sea cual sea su impresión de lectura, hay algo cierto y es que estos payasos se van enredando en sus propias
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palabras. Consideren el principio de la historia y expliquen cuál es el primer problema que tienen.
4. Transcriban un ejemplo de un momento de la obra en que quede en evidencia ese problema inicial.
Olvidarse la letra es un gran problema en el teatro. Porque el texto teatral está pensado para que los personajes dialoguen y vayan representando un conflicto que más o menos rápidamente va a tener que resolverse en el epílogo de la obra.
Las obras de teatro presentan dos textos: el dramático y el espectacular.
El texto dramático está escrito como un diálogo directo, con las acotaciones que se refieren a los tonos de voz, a los movimientos, a la escenografía, al sonido, a la iluminación y a otros elementos que forman parte de la obra.
Cuando los actores hablan, cuando dialogan, cada uno de ellos pronuncia una parte del texto que le toca. Esa parte se denomina “parlamento”.
El texto espectacular es la “puesta en escena”. Esta puesta en escena incluye la música, la utilería, el vestuario, la escenografía y hasta la interpretación de los actores; es decir, todos los elementos que permiten que una obra pueda ser representada en un escenario.
5. “Estar en la realidad o en la ficción.” Otro de los problemas de estos personajes. Busquen por lo menos dos momentos en los que los payasos se preguntan si están en la realidad o en una ficción. Transcriban dos citas textuales.
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6. Los payasos mencionan al público en diferentes momentos. Lean el siguiente ejemplo extraído del texto:
Payaso 1:Payaso 2 :
Payaso 1:
Payaso 2 :
Payaso 1 :
Payaso 2:
a) Subrayen en el fragmento un momento en que uno de los payasos se dirige al público.
b) Subrayen otro momento en que los personajes hablen de manera tal que parezca que el público no los escuchara.
c) Imaginen cuáles serán las reacciones del público. Marquen las que les parezcan a ustedes y agreguen las que no estén en esta lista:
Risa / desconfianza / fastidio / sorpresa / desconcierto / tranquilidad.
Justifiquen su elección.
7. Los payasos juegan un juego de sonidos y ritmos tocando un timbre y el tubo de un teléfono antiguo. Ese “momento musical” en la obra inicia la representación del primer relato.a) ¿Qué papeles representan cada uno de los payasos en
ese primer relato?b) ¿Qué significa que uno de ellos viene en representación
de Sonrisa-Net?
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c) ¿Cuál es el problema que va a resolver el representante de Sonrisa-Net?
d) Enumeren los tipos de sonrisas y servicios que ofrece Sonrisa-Net.
e) ¿En qué lugares prueban los payasos la sonrisa de Sonrisa-Net?, ¿cómo funciona en cada uno de esos lugares.
8. Comparen ahora el uso que los payasos hacen del tubo del teléfono y de los servicios de Sonrisa-Net. Completen este cuadro:
Tubo de un teléfono antiguo y timbre
Servicios de Sonrisa-Net
Se usan en la obra para…
9. Cuando termina el primer relato, uno de los payasos comienza a “pixelarse”:a) ¿Por qué?b) ¿De qué manera se representa en la obra ese fenómeno?c) ¿Usan ustedes el verbo “pixelar”? ¿En qué ocasiones?
Si no lo usan, busquen en qué contextos se emplea esta palabra.
10. En el relato siguiente, uno de los payasos viene a ofrecer “un aire acondicionado para refrescar la imaginación”.a) Busquen en el texto una frase que explique/ayude a
comprender qué significa “refrescar la imaginación”.b) Y si el aire acondicionado sirve para refrescar la
imaginación. ¿Para qué servirán los siguientes aparatos tecnológicos?
Pueden agregar ustedes dos o tres aparatos más con sus usos.
Una aspiradora para…
Un ventilador de techo para…
Una batidora para…
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c) ¿Se animan a ilustrarlos? Hagan un afiche publicitario que promocione alguno de estos artefactos tan particulares. Recuerden que en una publicidad son importantes las imágenes y las palabras que describan al producto y que al mismo tiempo inviten a comprarlo.
11. El mundo de la imaginación lleva a los payasos a pensar en mundos muy particulares. Esos mundos tienen que ver con relatos ficcionales, con conocidas obras de la literatura mundial. Resuelvan las siguientes consignas. Les pedimos que, para investigar, recurran a dos tipos de fuentes diferentes: a un libro y a Internet.a) ¿Qué es un Aleph? ¿Cuándo aparece mencionado en
“Payasos en la red”? ¿Tiene que ver esta mención con el significado de la palabra Aleph?
b) Sancho Panza y Don Quijote son los personajes protagonistas de una obra literaria muy importante. ¿De qué obra se trata? ¿Quién la escribió? ¿En qué consiste la historia?
c) Marco Aurelio, ¿quién es?, ¿de qué obra de teatro ha sido protagonista, entre otros personajes?, ¿quién la escribió?
d) Y, finalmente, entre tanto personaje imaginario, ¿quién es Alicia?, ¿quién la creó como personaje?, ¿cuál es el viaje de la imaginación que Alicia vive?
Expliquen, una vez resueltas las consignas, cómo les resultó buscar información en un libro: si tuvieron que ir a una biblioteca, cómo encontraron la información, si alguien los ayudó. Y expliquen, también, cómo les resultó buscar información en Internet: qué buscador usaron, qué páginas visitaron, cómo seleccionaron la información.
Reflexionen con su docente acerca de estos modos de buscar información. Escriban sus conclusiones en sus cuadernos o carpetas.
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12. Consideren ahora toda la obra y seleccionen palabras para completar los siguientes conjuntos o campos semánticos:Palabras referidas a la imaginación:Palabras referidas a las nuevas tecnologías:Palabras referidas a la economía:
13. Los personajes, payasos-actores, no saben muy bien cómo es que van a terminar la obra. Y mientras van y vienen con sus diálogos reflexionan acerca de dos palabras: epílogo y utopía.a) ¿Qué significa, según el diccionario, cada una de estas
palabras?b) ¿Por qué les parece a ustedes que la autora habrá
guardado la palabra “utopía” justo para el final de esta historia?
c) ¿Cómo termina la historia de los payasos?
14. Ahora que han leído y recorrido toda la obra, les pedimos que, reunidos en grupos de tres o cuatro integrantes, reflexionen acerca de los siguientes ítems:
inicial acerca del título?
utopías.
Anoten sus reflexiones y compártanlas en una puesta en común general.
15. Relean ahora la Murguita final.
Payaso 1 (Cantando.):
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La cancha está
La hinchadaestá tan perpleja
Ahora está
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Por el gol
Subrayen por lo menos tres estrofas que sean un ejemplo de uno de los temas de esta obra: la imaginación y las nuevas tecnologías. Escriban ustedes la moraleja que a esta obra le falta.
16. Ahora les toca a ustedes ser dramaturgos. Pueden resolver la actividad solos o con un compañero o compañera. Sigan estos pasos:a) Recuerden una anécdota divertida relacionada con el
uso de algún artefacto tecnológico: un teléfono celular, un electrodoméstico, una computadora, etc. Algo que recuerden con humor, con alegría.
b) Escriban esa anécdota de la manera más detallada posible.
c) Si trabajan de a dos, intercambien con su compañero o compañera las anécdotas.
d) Transformen el relato en un diálogo teatral.e) Inventen nombres para sus personajes.f) Usen todas las acotaciones que consideren necesarias.g) Imaginen una escenografía y escriban por lo menos
dos acotaciones donde aparezcan las indicaciones: qué habrá sobre el escenario, cómo se distribuirán los elementos.
h) Para terminar, pueden leer el texto al resto de la clase y proponer una representación teatral.
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PRESENTACIONES
Antes de leer la obra completa, presten atención a la primera parte: la presentación de los personajes y del espacio donde van a aparecer. Resuelvan las siguientes consignas:
1. Galileo y Azucena son los dos protagonistas de esta historia. Busquen en la presentación por lo menos dos características de cada uno que les llamen la atención. Transcriban esas características.
2. Luego de la caracterización física de los personajes, los lectores encontramos una descripción del espacio. ¿Cómo es el lugar donde veremos a Galileo y Azucena? Dibújenlo así como lo imaginan ustedes.
3. Relean el siguiente fragmento de esta presentación: Azucena se encuentra en el proscenio apoyada en la cuarta pared; con su brazo cubre su rostro y cuenta.
a) ¿Qué es la cuarta pared? Busquen información acerca de las partes de un escenario, allí encontrarán la respuesta.
b) Miren con atención la siguiente imagen y respondan: ¿qué elementos hay en una sala teatral?, ¿cómo es el escenario?, y las butacas y el telón ¿cómo son?
Galileo y AzucenaACTIVIDADES
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PARA RECORDAR: las acotaciones en el texto teatral son indicaciones que el autor o la autora incluyen para presentar a los personajes, para mostrar a los actores cómo deben estar vestidos, cómo deben moverse, qué gestos hacer, cuándo deben entrar o salir de la escena. Se usan, además, para indicar cuál debe ser la escenografía; es decir, el decorado que tendrá el escenario o qué sonidos se oirán.
Comenten entre ustedes: ¿fueron a ver ustedes alguna obra teatral?, ¿cuál?, ¿qué fue lo que más les gustó?
UNA LECTURA PARTICULAR
Lean, ahora todos juntos, la obra teatral “Galileo y Azucena” de Florencia Aroldi de manera completa y resuelvan las siguientes consignas. Presten especial atención a las indicaciones y comentarios.
1. Imaginen cómo serán las voces de Galileo y de Azucena: graves, agudas, chillonas, suaves, melodiosas, estridentes; voces asombradas, alegres, asustadas.
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2. Lean en voz alta los diálogos. Tengan en cuenta las acotaciones. Vayan dándoles a las palabras el tono que imaginaron.
3. Divídanse los personajes y traten de leer todos. Si pueden, busquen un espacio donde ubicarse y ensayen los gestos, las miradas, los movimientos que harán los personajes.
Recuerden que las obras de teatro son escritas para ser representadas. La dramaturga que escribió este texto imaginó el escenario y a los personajes. Para representar la obra hace falta un director o una directora que se ocupe de buscar actores, de preparar la puesta en escena. El director va a convertir a este texto en una representación.
VOLVAMOS A LA HISTORIA DE GALILEO Y AZUCENA
1. Galileo y Azucena juegan a las escondidas, un juego infantil clásico jugado por muchas generaciones de personas. Busquen en el texto por lo menos tres ejemplos donde los personajes hablen acerca del modo en que se debe jugar a las escondidas.
2. Enumeren cinco juegos infantiles tradicionales. Pueden preguntarles a sus familiares más grandes. Anoten para cada uno de los juegos las reglas que les corresponden.
3. Mientras juegan, Azucena le pregunta a Galileo sobre el significado de algunas palabras. ¿De qué palabras se trata? Anótenlas.
4. ¿Cómo define Galileo esas palabras? Escriban una de esas definiciones.
Estos personajes no juegan solamente con sus movimientos. Juegan también con las palabras y con los gestos. Los juegos con los significados de las palabras le van dando ritmo a los diálogos y generan interés en los espectadores.
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5. Hablando de palabras, Galileo quiere decir algunas palabras pero no puede. ¿Qué es lo que siente y no sabe cómo decirle a Azucena?
6. Y como no sabe cómo expresar lo que siente, a Galileo le pasa algo muy particular. ¿En qué consiste eso que le pasa?
7. Galileo se vuelve invisible para Azucena; sin embargo, "por la magia del teatro", el público puede verlo y, de esta manera, quienes ven la obra saben más acerca de lo que pasa que lo que la misma Azucena sabe. Presten atención a este otro momento de la obra:
Azucena:
Galileo: Es que…Galileo chasquea los dedos congelando a Azucena.Galileo : Su nombre es Azucena.
a) ¿De qué manera consigue el personaje “congelar” a Azucena? ¿Qué significa que la congela?
b) ¿En qué otro momento de la obra sucede algo similar?
8. Los personajes dialogan, juegan, hablan y se confunden a veces. Galileo le pregunta a Azucena: “¿Qué pasa ahora por tu mente?”. Busquen en el texto y transcriban uno de esos momentos de confusión. Compartan entre ustedes esas escenas que eligieron y vean en qué se parecen. Anoten sus conclusiones.
9. ¿Qué es, según los personajes, una metáfora? Busquen en el texto ese momento en que Galileo y Azucena reflexionan acerca de las metáforas y transcriban la definición.
10. Sobre Azucena, Galileo dice:
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a) ¿De qué maneras cambia Azucena?, ¿cuáles son sus transformaciones? Anótenlas.
11. Presten atención a estas palabras que aparecen en la obra: desaparecer, golpe, manifestarse. Señalen en el texto los momentos en que los personajes dicen estas palabras. Anoten luego a qué se refieren cuando dicen:
Desaparecer: Golpe: Manifestarse:
12. ¿Cuál es la “revolución” que finalmente Galileo y Azucena pueden hacer? Cuenten con sus palabras cómo termina esta historia.
UNA HISTORIA QUE DICE ALGO MÁS…
Como ustedes ya los conocen, les contamos algo más acerca de estos personajes:
Si bien en esta obra Galileo y Azucena son personajes imaginarios, la autora se inspiró para crearlos en dos personas que existieron en la vida real. Cada uno de ellos vivó en un tiempo particular, y por las circunstancias que les tocaron y por los hechos que ellos mismos realizaron, fueron importantes para sus contemporáneos y siguen siéndolo para nosotros. Galileo Galilei y Azucena Villaflor nunca se conocieron personalmente. Eso es imposible porque los separan siglos y kilómetros de distancia. Pero hay algo en lo que se parecen y mucho: ambos fueron capaces de transformar la realidad. Ambos fueron capaces de mirar de manera diferente el mundo que los rodeaba. Y ayudaron a que muchos otros pudiéramos mirar de un modo nuevo también. Ambos se animaron a seguir sus ideales.
1. Lean las biografías de Galileo Galilei y de Azucena Villaflor que aparecen en este libro.
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2. Busquen más información sobre ellos. Pueden recurrir a la biblioteca de la escuela y también en Internet. Compartan esa información.
3. Ahora que saben más sobre ellos, vuelvan al dibujo que ustedes mismos hicieron de la escenografía de esta obra. Miren los elementos y agrúpenlos según los que representan a Galileo y los que representan a Azucena. Consideren, también, lo nuevo que aprendieron leyendo las biografías e investigando y agreguen dos elementos más para cada personaje. Dibújenlos.
4. Ustedes ya identificaron las palabras “golpe”, “desaparecer” y “manifestarse” en el texto. Les pedimos que hagan una breve entrevista a tres o cuatro de sus familiares más grandes sobre lo que para cada uno de ellos estas palabras significaron y significan a partir de los hechos de nuestra historia relativos a la Dictadura Militar iniciada en 1976. Sigan estos pasos:a) Formulen las preguntas que quieren hacerles. Por
ejemplo: si hablamos de la última Dictadura Militar en nuestro país, ¿qué significó para vos la palabra “golpe”?, ¿y las palabras “desaparecer” y “manifestarse”? Otra pregunta posible: ¿recordás el nombre de alguna persona que haya sido importante por su lucha en contra del autoritarismo y la violencia en ese momento de nuestra historia?
b) Hagan las preguntas y anótenlas.c) Compartan entre ustedes las respuestas que
obtuvieron.d) Escriban una reflexión personal acerca del significado
de estas palabras para los argentinos.
5. Volvamos, una vez más, a los personajes imaginarios de nuestra obra. Azucena le dice a Galileo: “Enojo. ¿Todo quiere decir lo mismo para vos? Galileo, poné más atención. Cada sentimiento requiere su pasión. Gritá, podés sacar sonidos onomatopéyicos”.
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a) Hagan una lista de tres sentimientos que los verdaderos Galileo Galilei y Azucena Villaflor hayan manifestado y defendido a lo largo de sus vidas y a través de sus luchas. Escriban para cada sentimiento un color que lo represente y una onomatopeya.
b) Jueguen ahora a representar gráficamente esas onomatopeyas. Pueden pintar carteles con los colores elegidos. Busquen una letra que les guste.
c) En una ronda grande, digan, susurren, griten, murmuren sus onomatopeyas. Intenten que a través de su tono de voz y de su postura personal se note el sentimiento que provoca ese sonido.
CONOCER Y TRANSFORMAR LA HISTORIA
Galileo Galilei se vio obligado a decir que lo que había descubierto no era así; tuvo que retractarse frente al tribunal de la Santa Inquisición. Azucena Villaflor fue desaparecida y muerta por los dictadores. Ambos fueron silenciados. Pero sus voces, sin embargo, siguieron escuchándose. Y no fueron los únicos.
1. Reunidos en grupos de tres o cuatro integrantes, busquen información sobre estas personas que, en distintos momentos y con distintas circunstancias, han transformado y siguen transformando la historia social, política, cultural que les tocó y toca vivir. Elijan, por grupo, una de ellas:
Nelson Mandela / Rigoberta Menchú / John Lennon / Manuel Belgrano / Susana Trimarco.
2. Así como si su figura histórica real fuera el personaje de la historieta que han analizado, hagan una dramatización. Vean si van a representar la Historia con una línea, con música, con objetos, con una imagen, etc. Hagan interactuar al personaje con la Historia.
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3. Reflexionen sobre las dramatizaciones: hablen sobre las acciones que realizaron los personajes, las palabras que pronunciaron, etcétera.
4. Así como en el final de “Galileo y Azucena” una poesía cierra el encuentro entre los dos personajes, escriban ustedes una historieta grupal que diga, con metáforas, imágenes y rimas si así lo quieren, lo que ustedes han disfrutado y aprendido a partir de la lectura de esta obra y del trabajo con ella.
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