las etnias y la cultura mexicana en josé vasconcelos
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Agustn Jacinto ZavalaLAS ETNIAS Y LA CULTURA MEXICANA EN JOS VASCONCELOS
Relaciones. Estudios de historia y sociedad, vol. XXIII, nm. 91, verano, 2002El Colegio de Michoacn, A.C
Mxico
Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista
Relaciones. Estudios de historia y sociedad,ISSN (Versin impresa): [email protected] Colegio de Michoacn, A.CMxico
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Mi intencin es abordar el tem
a de la relacin entre las etnias y la cultu-ra m
exicana tomando com
o base el pensamiento de Jos Vasconcelos
(1882-1959). Quiero aclarar que no soy un especialista en Vasconcelos,
aunque he publicado algunos artculos sobre su pensamiento y hace
muchos aos que he estado tratando de com
prender su obra escrita.Com
o podr verse en la bibliografa al final del escrito, las obras utiliza-das com
prenden el periodo 1926-1940, aunque por ser cuatro de ellasautobiogrficas nos llevan a un periodo anterior a 1926.
En esta presentacin I) comenzar con una definicin de la cultura
dada por Vasconcelos. II) En segundo lugar, voy a presentar los estratosde la cultura m
exicana: indgena, espaol, criollo y mestizo siguiendo la
manera en que lo hace Vasconcelos. III) En tercer lugar, presentar la vi-
sin ideal de la cultura mexicana que tena Vasconcelos. IV) Luego ve-
remos la m
anera en que Vasconcelos concibe las etnias indgenas en lacultura m
exicana. En la parte final veremos que la realidad actual fuer-
temente cuestiona el ideal vasconceliano de la Raza Csm
ica, que se hatraducido en la poltica de hom
ogeneizacin, integracin y desaparicinde las etnias indgenas, es decir, que se ha traducido en un indigenism
ointegracionista.
L Sobre una base textual que comprende los aos 1926-1940 y una
base conceptual que es la definicin rickertiana de cultura como
creacin de valores, se ha buscado en este trabajo presentar a loscreadores de la cultura m
exicana y la manera en que Vasconcelos
los caracteriza. Esos creadores son en conjunto las etnias que, enm
ayor o menor m
edida y cada una a su manera, han hecho su
aportacin a la cultura mexicana (filosofa m
exicana, Jos Vascon-celos, indgenas, cultura m
exicana).
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decir, la accin en la que se crean los valores est regida por ciertas nor-m
as. Aqu la creacin de valores que es la cultura queda ligada a la tica.
Por eso vemos aparecer all el propsito o m
eta de la accin. El propsi-to especfico de la accin es hallado, es encontrado por el hom
bre perolas norm
as preservan la creacin de valores como la m
eta ltima. Los
propsitos especficos son un producto de la libertad humana, pero la
creacin de valores, que es tambin producto de la libertad del hom
bre,im
plica que esa libertad tiene que moverse dentro de norm
as ( IV, 1183).Esos valores creados son intem
porales y estn presentes como bie-
nes del espritu. Para Rickert y para Vasconcelos, estos valores se lla-m
an ciencia, arte, sociedad, Dios o el m
undo de los dioses; en generaltodos los productos de la cultura IV, 1183). Pero ninguno de estos valo-res puede quedar com
o valor nico o sobrepuesto a todos los dems,
porque cuando un solo valor se sobrepone, surgen concepciones unila-terales, com
o el intelectualismo, el esteticism
o, el erotismo, etc. ( IV, 1183).
Por el contrario, es el conjunto de los valores creados el que da norma
a la vida ( IV, 1183). De tal m
anera que la vida es sirvienta del esprituobjetivo de la cultura ( IV, 1183). Se vive para las realizaciones objetivasde los valores. Por eso el hom
bre es obrero de la gran tarea cultural delm
undo ( IV, 1183). Esa creacin de valores, esa realizacin objetiva devalores, se da en la historia. El cam
po de accin para esa gran tarea cul-tural del m
undo es la historia ( IV, 1183). De esta m
anera, tanto en Ri-ckert com
o en Vasconcelos, quedan ligadas la cultura, la tica, la vida yla historia.
Por eso Vasconcelos dice que la misin de la filosofa en relacin con
esta creacin de valores es la exposicin sistemtica de los valores que
regulan nuestra vida de cultura ( IV, 1183). Esto es lo que trat de hacerVasconcelos en sus grandes obras filosficas. Pero aqu no voy a tratar depresentar su contenido. M
s bien, quiero mostrar otros lugares donde Vas-
concelos utiliza los conceptos arriba mencionados relativos a la cultura.
Vasconcelos dice que Cultura es produccin y aumento de valor, no
reduccin de valores (Indologa,1926. Vase bibliografa, IN
D, 224) yque civilizar es [...] una m
ultiplicacin de la tabla de los valores huma-
nos de manera que todas las virtudes concurran al fin trascendental
( IND, 224). Se da entonces una exaltacin de todos los valores del pro-
greso y dichos valores sern juzgados de acuerdo con la virtud que
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No cabe duda que Jos Vasconcelos es uno de los filsofos que se
ocup de reflexionar sobre la Revolucin mexicana y de darle un senti-
do ms all de los hechos sangrientos a que aqulla dio lugar. Com
ohom
bre de accin, su paso por la Secretara de Educacin y su campaa
presidencial de 1929, representan el intento de hacer concreta su visinde la Revolucin m
exicana desde el poder ejecutivo. Estos dos aspectosse unen en la vida y pensam
iento de Jos Vasconcelos. Aunque Vascon-
celos se opona a que le llamaran M
aestro de Am
rica o Maestro de
la juventud porque senta que eso negaba su actividad poltica y su cr-tica a los usurpadores del m
ovimiento revolucionario, aqu dejar de
lado lo que se refiere a su actividad poltica y me lim
itar a la presenta-cin de sus ideas sobre las etnias y la cultura m
exicana.
DEFIN
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En 1940, en su Manual de filosofa, Vasconcelos dedica una seccin a la
filosofa de la cultura ( IV, 1182-1207). Las obras que se citan por nmero
de volumen y pgina estn contenidas en las O
bras completas(vase bi-
bliografa). Dado que en esa obra Vasconcelos presenta algunas de las
ideas sobre la cultura que adopta en su propio pensamiento, quiero to-
mar de all la definicin de la cultura.
Ante todo hay que decir que en el M
anual de filosofa, Vasconcelostrata de ser tan universal com
o se lo permitieron las bibliotecas en las
que pudo hacer consultas. Para presentar la filosofa de la cultura esco-ge principalm
ente dos pensadores: Heinrich Rickert y W
ilhelm D
ilthey.Se refiere a ellos com
o dos pensadores que hacen de la filosofa unasunto de cultura IV, 1182). D
el primero tom
a el concepto de cultura ydel segundo el contexto histrico en que se construye aqulla.
Vasconcelos retoma de Rickert el concepto de que el hom
bre no esnicam
ente un ser natural, sino un creador de valores. El hombre crea
cultura. El hombre com
o creador de valores crea la cultura. La culturaes un caso de esa creacin de valores. Com
o creacin de valores, la cul-tura proviene de una accin creativa del hom
bre. Esta es la base para ladefinicin. D
ice: Consiste la cultura en una accin sujeta a normas, di-
rigida a propsitos que el hombre m
ismo inventa ( IV, 1182-1183). Es
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ellos poseen para acercarnos a un ideal sobrehumano de la existencia
( IND, 226).Para Vasconcelos, en la sociedad m
exicana es la clase media la que
invariablemente a travs de la historia es la depositaria de la cultura,
la creadora de valores ( I, 1035). Aqu Vasconcelos hace equivaler el ser
depositario de la cultura con el ser creador de valores. La accin creado-ra de valores debe tener norm
as libres y propias ( II, 426) orientadas apreservar el espritu nacional. La cultura no es algo que tenga sus orge-nes en los eventos recientes de la historia poltica de M
xico. Ms bien,
hay que buscar su origen descubriendo las raigambres del espritu na-
cional que anteceden al periodo moderno ( I, 1390). La creacin de valo-
res, en Vasconcelos, la formacin de la cultura requiere un conjunto de
circunstancias que rara vez coinciden, y un hombre de genio que consu-
me la sntesis ( I, 1271). Las norm
as que guan esa construccin de valo-res coinciden con las exigencias del tem
peramento creador, que super-
pone o construye de nuevo, pero no destruye ( I, 1531).Con esto llegam
os a ver lo que se propona Vasconcelos: su propues-ta del hispanoam
ericanismo. La form
acin de una Am
rica hispanacom
o regin cultural, para Vasconcelos, no implicaba una sim
ple re-gresin a lo indgena ( I, 1733). Era la creacin de una nueva raza y unanueva cultura (y hay que notar bien las siguientes palabras:) sobre lasslidas bases de nuestra castellanidad, que es ya ilustre sntesis de lam
s fecunda antigedad ( I, 1733). Esto que Vasconcelos deca en 1926,queda m
ejor expresado en 1927, en su ensayo sobre La raza csmica, que
veremos despus.
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La creacin de valores ha tenido varios actores tnicos en la cultura me-
xicana. Vamos ahora a considerar esos varios estratos tnicos que tiene
la cultura mexicana, com
o creacin de otras tantas sociedades que hanexistido en un territorio que en la historia ha tenido diversos tam
aos.Segn Vasconcelos, la cultura m
exicana tiene varios estratos: el ind-gena, el espaol, el criollo y el m
estizo. Vamos a ver cm
o considera supresencia en la cultura m
exicana.
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El estrato indgena
En 1936, en su Breve Historia de M
xico(V
ase bibliografa. En adelantese abrevia BH
M), Vasconcelos hace una resea histrica interpretativa delos diferentes pueblos indgenas que estaban en el territorio antes de lallegada de los espaoles.
Por el tamao de su poblacin, Vasconcelos en su texto da m
ayor es-pacio a los aztecas. D
ice Vasconcelos que la situacin de los aborgenesa la llegada de los espaoles era la siguiente: H
aba un pueblo domi-
nante, el azteca, y numerosos tributarios, con algunos relativam
ente in-dependientes com
o Tlaxcala y Michoacn. La suprem
aca de los aztecasera exclusivam
ente militar ( BH
M, 133). Aunque im
pusieron su supre-m
aca, En realidad, no exista unidad en el llamado im
perio. Faltabanpara ello las vas de com
unicacin, as como una cultura superior dom
i-nante. La desuniform
idad lingstica era aterradora. No exista ninguno
de los lazos que atan un grupo, una nacin ( BHM, 134).
Vasconcelos describe la organizacin social, poltica, econmica y re-
ligiosa de los aztecas, as como su principales costum
bres ( BHM, 135-139).
Habla despus de los olm
ecas y otomes, que se asentaron en el A
n-huac antes de la llegada de los chichim
ecas, pero que fueron esclavos delos pobladores posteriores. La reflexin que hace Vasconcelos sobre losolm
ecas y otomes es bastante fuerte: Los pueblos que no saben crear
valores y defenderlos, no merecen otro destino que la esclavitud ( BH
M,139).Posteriorm
ente habla de los tarascos, de los que afirma: Rivales de
los mexicanos, no les aventajaban en civilizacin. D
emostraron habili-
dad para las bellas artes [...] Lo anterior a la conquista es, por supuesto,insignificante ( BH
M, 140).Luego vienen los tlaxcaltecas, que fueron otros rivales de los aztecas,
y los toltecas que construyeron las pirmides de Teotihuacan. El com
en-tario de Vasconcelos sobre las pirm
ides es un tanto custico: Las pir-m
ides no son como las egipcias, creacin independiente sobre la llanu-
ra, sino montculos naturales revestidos de graderas, coronados de
adoratorios y plataformas, todo tan prim
itivo como lo m
aya de que sehabla en otro captulo ( BH
M, 140). El esfuerzo de los toltecas, nos dice,fue un conato de cultura ( BH
M, 141) que fracas por falta de renova-
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cin debida a que no se dio la aparicin intermitente de aristocracias
del espritu ( BHM, 141).
Dedica tam
bin una larga seccin a los maya-quichs, que fueron
acaso la ms im
portante de las civilizaciones del Nuevo M
undo ( BHM,
142). Menciona su escritura, su arte decorativo, su arquitectura, su reli-
gin. Es una civilizacin que pronto desaparece, aunque no quedarondespoblados los territorios m
ayas; todava estn poblados por los restosde las razas que construyeron los m
onumentos. Lo m
s admisible es,
entonces, que slo en motivos de ndole m
oral debemos buscar la causa
de estas descomposiciones colectivas ( BH
M, 144). Eran, para Vasconce-los pueblos de segunda los m
ayas junto con los dems de A
mrica, y
ello se comprueba con el exam
en de sus escrituras, sus libros sagradosy de crnicas ( BH
M144).
Termina Vasconcelos su presentacin del estrato indgena pasando
revista a las diversas explicaciones del origen del hombre am
ericano,que son tres: Tres hiptesis se disputan la atencin: la del origen autc-tono; la de la A
tlntida y la del parentesco asitico. Entre todas, la lti-m
a es la ms generalm
ente aceptada ( BHM, 144).
Vamos ahora a ver el estrato espaol.
El estrato espaol
Ante todo, Vasconcelos dedica m
s de cien pginas a la presencia inicialdel espaol en estas tierras. Com
ienza con la narracin de la conquista.H
ay que hacer notar que aunque fue decisiva para el establecimiento
del estrato cultural espaol, la conquista tal como la narran los historia-
dores, se refiere solamente a una parte pequea del territorio. La dom
i-nacin de las otras partes del territorio no se da principalm
ente por lasarm
as sino por el trabajo de los misioneros: no es por guerra sino por
asentamientos de poblacin. Vasconcelos, siguiendo la historia acepta-
da en su tiempo, presenta la conquista com
o algo en lo que se decidi lasuerte de la totalidad de los grupos indgenas. Y
a ello dedica una cuar-ta parte de la extensin de su obra.
Un segundo paso en el asentam
iento del estrato cultural espaol esla obra de los m
isioneros. Dice Vasconcelos: La gran obra civilizadora
de las misiones la adivin m
ejor que nadie Corts ( BHM, 119). D
escribela llegada de los prim
eros misioneros que vienen de Santo D
omingo,
luego el arribo del grupo encabezado por fray Martn de Valencia, que
llega en mayo de 1524. Su obra puede resum
irse en el primer discurso
de este fraile a los indios: Nos m
anda Dios desde tierras lejanas, no a
buscar oro ni plata, ni bienes temporales, sino vuestra salvacin. Por lo
tanto, conviene que pongis a vuestros hijos en nuestras manos. Ellos,
como nios, entendern fcilm
ente la doctrina que nosotros predica-m
os. En seguida ellos nos ayudarn a ensearos a vosotros ( BHM, 121).
Aqu tenem
os el meollo de la educacin com
o conquista.A
dos aos de la llegada de los franciscanos, arribaron los domini-
cos (1526). Estos fueron seguidos siete aos despus (1533) por los agus-tinos ( BH
M, 122). Llegaron luego los jesuitas en 1572, es decir, 39 aosdespus de los agustinos (BH
M, 123); los carmelitas trece aos despus
de los jesuitas, en 1585 ( BHM, 123).
Para realizar su misin, tuvieron que aprender a com
unicarse en laslenguas habladas por los indgenas. Vasconcelos viene a considerar lasdiversas lenguas indgenas, no com
o lenguajes completos sino com
osim
ples dialectos de alguna lengua que l no especifica: Para llevaradelante sus tareas tuvieron necesidad los m
isioneros de aprender losdialectos indgenas ( BH
M, 122). Hace un recuento Vasconcelos de los di-
ferentes tipos de escuelas que se fundaron en el primer siglo ( BH
M, 123).Esta obra fue extensa, de tal m
anera que Afines del siglo XV
II, se halla-ba cubierto el N
uevo Mundo de establecim
ientos educativos, desde laA
lta California hasta el Paraguay, de los jesuitas ( BHM, 123).
Con ello fue posible transmitir la tradicin cultural espaola y euro-
pea en general. Los misioneros ensearon artes y oficios en sus talleres
y escuelas. Tuvieron xito en la implantacin del sustrato cultural espa-
ol: El secreto de su penetracin en el alma indgena nos lo da su siste-
ma de vida, pobre y laboriosa y m
ezclada con la del indio, cuyo ruin ali-m
ento compartan, y sus chozas y sus penalidades ( BH
M, 123). En estosobresalieron los franciscanos.
Un tercer paso en el asentam
iento del estrato cultural espaol lo re-presenta la poca de la colonia. En ella vem
os la emergencia de dos es-
tratos culturales adicionales: el criollo y el mestizo.
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El estrato criollo
Los descendientes de espaoles nacidos en el Nuevo M
undo, en unprincipio tuvieron la posibilidad de educarse separados de los indge-nas y de los m
estizos. Pero ya en el Colegio de Nuestra Seora de la Ca-
ridad (fundado en 1558) lleg una poca en que en el mism
o colegio seenseaba a los hijos de criollos, indios y espaoles ( BH
M, 123). Igual-m
ente, en un principio Corts dio oportunidad a los criollos de ocuparpuestos elevados. Pero en tiem
pos de Carlos III se excluy a los criollosen los nom
bramientos de intendentes ( BH
M, 178). Un puesto que ordina-
riamente podan ocupar los criollos era el de regidor en los ayunta-
mientos ( BH
M, 182). Por eso dice Vasconcelos que ACarlos III debem
os,por lo tanto, el inicio de odio de castas, el com
ienzo de la desintegracinde la fuerte unidad de la Colonia ( BH
M, 178). Adem
s, los criollos tam-
bin quedaron excluidos de los altos puestos religiosos: Los puestosm
s altos del clero los desempeaban los espaoles. Los puestos del
bajo clero quedaban a cargo de los criollos, mestizos e indios ( BH
M, 181).Fue desde estos puestos m
edios y bajos desde donde los criollos hi-cieron su contribucin al establecim
iento de otro estrato cultural.Solo para situar su nm
ero dentro de la poblacin de la Nueva Espa-
a, debemos m
encionar que de los seis millones de habitantes hacia el
final de la colonia en la Nueva Espaa, a principios del siglo XIX,los criol-
los eran un milln m
ientras los espaoles eran apenas 40 000. Haba 3.5
millones de indios de raza pura y 1.5 m
illones de mestizos ( BH
M, 184).Junto con los espaoles, los criollos consolidaron el regim
en colonialque para Vasconcelos fue al m
ismo tiem
po un castigo por los vicios ydesm
anes de la poca prehispnica, un cambio de alm
a para el indio y elpunto de form
acin de una nueva cultura. Sin embargo, tam
bin el r-gim
en colonial queda sujeto a crtica. Vasconcelos escribe: La mejor cr-
tica del rgimen colonial es la form
ulada por el espaol Abad y Q
ueipo,obispo de M
ichoacn [...quien] seala lo que llama las cuatro llagas de
la poca: desorden econmico, opresin de la raza del pas, abusos ad-
ministrativos y abusos del patronato real sobre la Iglesia en la N
uevaEspaa ( BH
M, 184).Vasconcelos pone m
s atencin a la participacin poltica de loscriollos que a sus aportaciones culturales. Se refiere, por ejem
plo, a que
as como la guerra de Independencia se libr contra los espaoles, que
representaban la fuerza y la cultura del pas ( BHM, 192), posteriorm
en-te, bajo el pretexto de libertar al indio ( BH
M, 192) la lucha se dirigicontra el criollo. Ya en tiem
pos de Vasconcelos la lucha era contra elm
estizo. Dice que el padre M
ier propag
la hiptesis de las reivindicaciones indgenas, que entonces se hacan valercontra el espaol y que despus se esgrim
ieron contra el criollo, y hoy seaprovechan para desposeer, para perseguir al que habla espaol, sin excep-tuar a los indios. Se habla, en efecto, de reivindicaciones indgenas com
o sia la llegada de Corts los indgenas hubieran sido propietarios, com
o si lapropiedad y el concepto cristiano de los derechos de la persona hum
ana nohubiesen aparecido, precisam
ente, con la conquista (BHM, 196).
Como Vasconcelos considera que una constante en la historia de
Mxico es la am
enaza imperialista: sea de Francia, de los Estados U
ni-dos o de Inglaterra, interpreta m
uchos de los eventos del pas a la luz deun propsito de desenraizar la cultura espaola y reem
plazarla con lanrdica ( BH
M, 192). La razn que da es que una vez destruido el espa-ol, estos pases quedaran sin soporte tnico y divididos por lo m
ismo,
a merced de una nueva dom
inacin ( BHM, 194).
Los criollos junto con los espaoles de la Nueva Espaa fueron los
principales promotores de la independencia ( BH
M, 196), pero la Iglesiapuso tal resistencia a ese m
ovimiento que fue necesaria la intervencin
de las logias masnicas extranjeras que reforzaron los odios de raza
( BHM, 201). A
s como entonces los ingleses ponan com
o base de la gue-rra la difusin del odio entre criollos y espaoles, tam
bin en tiempos
de Vasconcelos, los norteamericanos azuzaban el odio de los m
estizoscontra los criollos y de los indios contra los m
estizos ( BHM, 204).
En todo caso, hubo espaoles y criollos leales a Espaa, que busca-ban una m
ejor legislacin para la Nueva Espaa pero no la independen-
cia ( BHM, 223-224). La independencia finalm
ente la decidieron los espa-oles y criollos acom
odados que haban combatido contra ella ( BH
M,221). Esto perm
iti consumar la independencia sin derram
amiento de
sangre y con la cooperacin de criollos y espaoles ( BHM, 233). Pero al
consumar la independencia reintrodujeron un resabio prehispnico: el
caudillismo ( BH
M, 231) o gobierno de militares. La obra de los tres sig-
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los de la Colonia (BHM, 221) qued com
o una grieta entre los criollos ym
estizos que consumaron la independencia y los habitantes precorte-
sianos. Por eso Vasconcelos critica que el Congreso de la Nacin haya
afirmado en su decreto que declara la independencia de M
xico queel pas recobra el ejercicio de su soberana usurpada ( BH
M, 221). Una
vez consumada la independencia, los criollos buscaron una continua-
cin de su herencia cultural e insistieron en que eran soberanos los ca-bildos ( BH
M, 209).D
e la mism
a manera en que en la guerra de independencia se con-
fiscaron los bienes a los espaoles, los liberales criollos confiscaron losde la Iglesia, y los revolucionarios carrancistas confiscaron los bienes delos criollos ( BH
M, 277-278, 288).N
o deja Vasconcelos de mencionar a un criollo notable por su des-
lealtad a la patria: Antonio Lpez de Santa A
nna ( BHM, 303).
Podemos descubrir en la historia trazada por Vasconcelos tres gran-
des tendencias en la participacin del estrato cultural criollo: a) su ten-dencia a preservar la continuidad de la cultura espaola adaptndola alas circunstancias propias de los criollos; b) su inclinacin a aliarse conlos espaoles, de los cuales eran hijos; y c) por haber llegado al poderdespus de los espaoles y por haber tratado de m
antener la conti-nuidad cultural, a su vez fueron blanco de los ataques del resto de lasociedad.
El estrato mestizo
La colonizacin espaola cre mestizaje; esto seala su carcter, fija su
responsabilidad y define su porvenir (La raza csmica, 1927. V
ase bi-bliografa. RC, 27). El espaol al casarse con la india se haba aliado conel indio y ya al tiem
po de la independencia haba llegado a formar el
poderoso bloque mestizo ( BH
M, 205). El mestizo, dice Vasconcelos, es
ante todo latino... desde que se form la raza nueva ( BH
M, 36). Duran-
te la colonia, especialmente bajo Carlos III ( BH
M, 182), los mestizos tu-
vieron acceso a puestos bajos en el clero y en el virreinato ( BHM, 181).
Pero ese mestizaje que para Vasconcelos iba por buen cam
ino, sesuspendi antes de que acabase de estar form
ado el tipo racial, conm
otivo de la exclusin de los espaoles, decretada con posterioridad a
la Independencia ( RC, 11-12). El mestizaje se vea favorecido por el cli-
ma clido que propiciaba el trato y reunin de las gentes ( RC, 37), y
adems, tam
bin por la calidad del indio que es un buen puente dem
estizaje ( RC, 37).La raza m
estiza, segn Vasconcelos, tiene una sensibilidad agudapara captar el dinam
ismo de la belleza y para adivinar y para im
ponersem
ejante ley en la vida y en las cosas ( RC, 50). Los mestizos son gente
para quien la belleza es la razn mayor de toda cosa ( RC, 50). Por eso,
la raza mestiza es predecesora de la quinta raza y vendr a ser la
raza matriz de la nueva era de civilizacin ( RC, 50).
Vasconcelos observa que en su tiempo la doctrina poltica reinante
[vuelve] a reconocer la legitimidad de los m
estizajes y con ello sienta lasbases de una fusin interracial reconocida por el derecho ( RC, 9). Peroaun as, en M
xico, nosotros mism
os hemos llegado a creer en la infe-
rioridad del mestizo, en la irredencin del indio, en la condenacin del
negro, en la decadencia irreparable del oriental. La rebelin de las armas
no fue seguida de la rebelin de las conciencias ( RC, 45).Por eso, el m
estizo vive asediado por dos grandes preguntas queVasconcelos form
ula de la siguiente manera: a) la prim
era es si el mes-
tizo podr aportar a la cultura en la mism
a medida que las razas puras,
y b) la segunda es si es preferible un periodo de mestizaje a los periodos
de homogeneidad racial creadora ( RC, 10).
En otras palabras, y citando de Vasconcelos:
En el mestizo hispano-indgena pervive el sentim
iento materno que es nati-
vo, pero se impone la voluntad del padre dom
inador. Subsiste latente elconflicto de lo nuevo que llega de Europa y el am
biente autctono rebelde.El m
estizo quisiera olvidar lo indgena; prueba de ello es la sinceridad conque se convierte al catolicism
o: reconoce la superioridad de lo cristiano,pero el m
ilagro del cambio brusco radical slo se opera en su espritu. La
realidad ofrece resistencias que es largo y penoso vencer. Aun cuando se d
cuenta de que las formas nuevas le ofrecen m
ejora en todos sentidos, elabandono de lo que form
a la mitad de s m
ismo supone desgarram
ientosnecesariam
ente dolorosos. El mestizo vive su conflicto prolongado, y en su-
perarlo gasta energas que retrasan su definitiva conversin a lo europeo(BH
M, 396).
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El mestizaje
La tierra es el medio fsico que forja los caracteres raciales, pero m
sque eso, es la fuente de energa m
stica que llena al hombre. Vasconcelos
se refiere principalmente a la tierra del trpico: la civilizacin naci en
el trpico y ha de volver al trpico ( IND, 65). A
ll es donde ha habidouna m
ayor creatividad. Pero las culturas se han desplazado desde sulugar de origen que es la zona clida, hasta las tierras fras y tem
pladas( IN
D, 66). Ese movim
iento puede verse no slo en Am
rica sino inclusoen el A
sia con el despertar del Japn, que ha hecho de un imperio hu-
milde, [...] la potencia preponderante del m
undo oriental ( IND, 66).
Pero ya tiene lugar el comienzo de un retorno, la vuelta fatal de todo
ritmo y ahora son los m
ismos norteos los que se aprestan direm
os aretornar, direm
os simplem
ente a venir a las regiones clidas ( IND, 67).
Es decir, La civilizacin retorna hacia el trpico! ( IND, 68). Y
esto sig-nifica, no un retorno a lo anterior, sino lo que quiere decirse es que altrpico han de venir las aportaciones todas de la cultura para tom
araqu la form
a y el contexto finales y sintticos ( IND, 68). A
ll se da latransm
utacin de cada aportacin para la expresin definitiva de suvalor ( IN
D, 68). Por otra parte, la vida moderna al alterar las condicio-
nes del medio fsico, ha hecho dism
inuir el valor del medio o por lo
menos ha conducido al cam
bio de esa influencia ( IND, 106).
Seala Vasconcelos que el hombre es el elem
ento de transforma-
cin [...] de todos los procesos ( IND, 68). Ese prim
er elemento es tnico:
es el indio indgena de Am
rica ( IND, 69). Pero en A
mrica el espaol
y el indio, despus de luchar, se unieron y mezclaron sus sangres sbi-
tamente y en gran escala ( IN
D, 73). Entonces presenta Vasconcelos unode los problem
as capitales de Iberoamrica: el problem
a del mestizaje
( IND, 74). Cuando la Iglesia catlica reconoci que el indio tena un alm
ay que poda recibir los sacram
entos, con ello legaliz y autoriz la cele-bracin de m
atrimonios con los indgenas. Vasconcelos m
antiene su feen que el m
estizaje es de gran importancia para la hum
anidad en gene-ral ( IN
D, 74-75). Se unieron dos aristocracias vitales (IND, 76) cuyo
primer brote de una m
anera de mestizaje que las nuevas condiciones
del mundo irn engendrando por todo el planeta ( IN
D, 79). La civili-zacin hum
ana ha ido ms all del periodo racial, del periodo nacional
Para concluir esta seccin hemos de decir que Vasconcelos atribuye
a la accin desintegradora de las fuerzas imperialistas, la destruccin de
los espaoles. Al ser destruidos los espaoles, se desintegra el pas. Los
otros estratos son incapaces de salvarlo, porque Los indios se hallabanen la ignorancia y som
etidos a una cruel explotacin; los mestizos eran
pobres, faltos de energa, vivaces nada ms, pero infecundos. Los crio-
llos, segn Alam
n, eran desidiosos y descuidados, de ingenio agudo,pero pocas veces acom
paaban el juicio de la reflexin, prontos paraem
prender y poco prevenidos en los medios de ejecutar, entregndose
con ardor al presente y preocupndose poco de lo venidero ( BHM, 218).
LA
CULTU
RAM
EXICAN
A: ELID
EAL
En su obra Indologia. Una interpretacin de la cultura iberoam
ericana(1926.V
ase bibliografa. En adelante se abreviar con las siglas IND), el prim
ercaptulo pone a consideracin el tem
a de la cultura iberoamericana, en
el segundo hace una caracterizacin del territorio donde est esa cultu-ra, en el captulo tercero presenta al hom
bre, en el cuarto trata acerca delpensam
iento, en el quinto acerca de la educacin, en el sexto reflexionasobre el conflicto, y en el captulo sptim
o presenta el ideal.El ideal tiene tres aspectos: a) el m
estizaje que culmina con la form
a-cin de la raza csm
ica; b) la conformacin de regiones lingsticas; y
c) la formacin de una cultura m
exicana estrechamente ligada a las
otras culturas latinoamericanas. El prim
er aspecto se refiere entonces ala raza y sus m
ezclas; el segundo se refiere a la lengua; y el tercero al es-tablecim
iento del idea. Vasconcelos dice que el mayor de los m
ales quea nosotros nos han hecho las fuerzas em
peadas en destruirnos, es elhaber desprestigiado en nuestro m
edio, las ideas de raza y de idioma
(Qu es la revolucin? 1937. V
ase bibliografa. QR, 103). Vasconcelos,
por el contrario, trata de hacer de las ideas de raza y de idioma, la base
de su ideal de la raza csmica. Vam
os a ver la manera en que lo hace.
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y ha entrado al periodo planetario. Aese periodo planetario de la civi-
lizacin tiene que corresponder una raza total, una raza que en su san-gre m
isma sea la sntesis del hom
bre en todos los varios y profundosaspectos del hom
bre ( IND, 79). Por eso Vasconcelos dice que el germ
ende esta futura raza csm
ica lo encuentro yo en la poblacin contem-
pornea de la Am
rica latina ( IND, 79).
Adem
s del mestizaje prim
itivo hispanoindgena, ha habido elm
estizaje de espaol y negro, y de portugus y negro, el mulato ( IN
D,81). Pero adem
s, se ha dado en Am
rica el mestizaje de tipo europeo,
como el de italianos, espaoles, portugueses, polacos y rusos en A
mri-
ca del Sur ( IND, 81). Si a esto aadim
os las inmigraciones asiticas, po-
demos ver que ya es la A
mrica nuestra el continente de todas las
razas IND, 82). Segn Vasconcelos, la hora del m
estizo se acerca (IND,
91) para llegar hasta el Totinem [...], el hom
bre sntesis, el prototipo ytipo final de la especie hum
ana ( IND, 93). El hom
bre totnico es un tipom
s completo de hom
bre: el hombre de todos los rum
bos; el hombre ya
no digo planetario, sino universal, el hombre csm
ico ( IND, 106).
Vemos aqu dos m
ovimientos sealados conjuntam
ente por Vascon-celos: el trnsito del nacionalism
o al universalismo y el m
ovimiento
del mestizaje al Totinism
o IND, 94). Para lograr este segundo, es nece-
sario combatir la dispersin y convertir todas las fuerzas aisladas hacia
un propsito comn ( IN
D, 93).
Conformacin de regiones lingsticas
El vehculo para los dos movim
ientos antes mencionados ser la crea-
cin de las regiones lingsticas. Es decir, el establecimiento del uso de
una lengua comn a cada regin: N
uestro mism
o patriotismo tender
a convertirse en un patriotismo lingstico ( IN
D, 94). As, se establecer
una regin de habla espaola en las patrias hispnicas, tales como la
hispanoindgena, la hispanoasitica de Filipinas, etc. ( IND, 94). Igual-
mente, se establecer una regin de habla portuguesa en el Brasil. Por
eso, frente al English speaking world
se formar un m
undo de habla es-paola: sern m
undos libres, respetuosos de todas las soberanas lo-cales pero que sern uno ante el peligro, uno en la labor y uno en lagloria ( IN
D, 94).
Ms que la tierra, el lenguaje viene a ser el vehculo de este pode-
roso movim
iento sintetizador de energas humanas ( IN
D, 95). Yen
nuestro continente hay todava lenguas como el m
aya y zapoteca y elguarani y el quechua y quizs otros veinte dialectos que ninguna cone-xin tienen entre s y que carecen de expresin escrita y de fuerza dedifusin ( IN
D, 96). Sobre esas lenguas que son de corta difusin pesauna sentencia de m
uerte debido a la necesidad cada da creciente deconocer siquiera dos lenguas universales ( IN
D, 97). La lengua debe de-sarrollarse hasta alcanzar la superacin del lm
ite tnico ( IND, 98). Los
grupos lingsticos renunciarn a sus lenguajes limitados,
pero entindase bien que la renuncia ha de ser libre, voluntaria y consciente,cuando as convenga al inters de la especie. Jam
s, en cambio, si slo se trata
de sustituir una tradicin limitada por otra tradicin lim
itada, ni mucho m
e-nos si es la im
posicin de la fuerza la que consuma el trueque (IN
D, 102).
De esta m
anera, el mestizaje y el idiom
a sern los factores de lanueva creacin ( IN
D, 95), los factores del vasto ciclo de civilizacinque ya se inicia ( IN
D, 100). Ese nuevo ciclo de civilizacin tiene tresaspectos:[a] nacionalism
o que cede ante los intereses superiores de lanueva raza; [b] concepto de raza que no se cie a una sangre, sino queacepta la aportacin de todas las aptitudes contenidas en las distintasvariedades del tipo hum
ano [c] civilizacin libre que asegure justicia atodos los hom
bres ( IND, 100).
Antes de lograr el ideal, sin em
bargo, Vasconcelos prev que lasdos grandes culturas de A
mrica, la sajnica y la hispnica entrarn en
conflicto. Pero resultara absurdo un choque destructor ( IND, 190), es
decir, un conflicto en el que los dos contendientes se daan y se destru-yen ( IN
D, 190). El punto de resolucin del conflicto lo percibe Vascon-celos en el esfuerzo de fusin de las razas y la fusin de las culturas( IN
D, 206). Como elem
ento de resolucin del conflicto antes menciona-
do, encontramos el ideal vasconceliano de la cultura m
exicana.
El ideal de la cultura mexicana
Para percibir el ideal vasconceliano de la cultura mexicana es necesario
ver cmo la sita dentro del contexto de la cultura latinoam
ericana. Las
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es suficiente para mostrar que no tendrem
os paz duradera en este conti-nente m
ientras haya gobiernos de un solo hombre y dictaduras en nues-
tras naciones ( AM
C, 49). 5Vasconcelos encuentra este problema m
uybien representado en la novela D
on Facundodel argentino Sarm
iento.Vasconcelos escribe:
Facundo es el jefe militar que im
pone su voluntad mediante el terrorism
o yque acaba con la ley y el sentido de sim
pata humana. La nica poltica de
Facundo es la sangrienta poltica del pelotn de fusilamiento: quienquiera
que no est con l est contra l, y quien est contra l debera ser fusiladocom
o enemigo del pas o com
o enemigo de la revolucin. Con el tiem
pocam
bia el nombre del program
a, pero no el mtodo (A
MC, 52-53). 6
3) El tercer problema com
n a las culturas latinoamericanas es el ra-
cial. Aunque el indio puede estar atrasado o en decadencia hoy en da,
Nuestros indios [...] no son prim
itivos [...] sino viejas almas secular-
mente probadas que han conocido la victoria y la derrota, la vida y la
muerte, y todos los hum
ores de la historia ( AM
C, 79). 7En latinoamri-
ca, a diferencia de EUA
donde prevaleci el criterio de una sola raza,se preserv el criterio de raza m
ixta ( AM
C, 80). 8
El primer caso, el m
todo anglosajn, es un mtodo de tabes tra-
dicionales y criterios de raza pura ( AM
C, 88), 9que puede entendersepor la m
anera en que llegaron los blancos: fue una larga penetracin
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tres conferencias que Vasconcelos pronunci en la Harris Foundation
son una presentacin de esta visin (Aspects of M
exican Civilization, 1926.V
ase bibliografa. En adelante AM
C).En esa obra Vasconcelos seala tres grandes problem
as que la cultu-ra m
exicana comparte con las otras culturas latinoam
ericanas y apuntaa un cuarto punto que es el que nos da el ideal de la cultura m
exicana.1) El prim
ero es que se trata de culturas de grandes contrastes. Loscontrastes no son slo de clim
a, de terrenos, sino de distribucin de lariqueza, de la educacin, etctera.
Sin embargo, hay aspectos que nos unen: Estam
os ligados por unpasado com
n, una lengua comn, una cultura com
n, y an nuestrasinstituciones y problem
as son los mism
os desde el punto de vista espi-ritual y m
oral ( AM
C, 40). 1
Mientras que los Estados U
nidos se ha desarrollado de acuerdo conuna ley de sem
ejanza de razas, de esfuerzos y condiciones, podemos
ver que Latinoamrica ha venido luchando de acuerdo con una espe-
cie de ritmo variado de cam
bios y contrastes radicales ( AM
C, 41). 2
2) El segundo problema es la lucha entre los m
todos democrticos
y los mtodos dictatoriales de gobierno ( A
MC, 44). 3El problem
a de losm
todos dictatoriales ha estado presente desde antes de la llegada delos espaoles y en la historia reciente: los m
onarcas antiguos y el caudi-llo m
ilitar. El concepto de fuero en la poca colonial, representaba elanhelo, el deseo de ser libres com
o nuestros ancestros lo fueron en lasviejas com
unas de Castilla y Zaragoza ( AM
C, 48-49). 4Igualmente, el es-
pritu revolucionario muestra este deseo de libertad: el irreprim
ibleespritu revolucionario autoafirm
ativo de las naciones latinoamericanas
1We are bound together by a com
mon past, a com
mon tongue, a com
mon culture,
and even our institutions and our problems are the sam
e from the m
oral and spiritualpoint of view
.2has developed in accordance w
ith a law of sim
ilarity of races and efforts and con-ditions. Latin A
merica is struggling along according to a sort of varying rhythm
of ra-dical changes and contrasts.
3the struggle between dem
ocratic methods and dictatorial m
ethods of govern-m
ent.4to be free as our forefathers had been free in the old com
munes of Castilla and Za-
ragoza
5the irrepressible self-asserting revolutionary spirit of the Latin-Am
erican nationsis enough to show
that we shall have no enduring peace on this continent so long as there
are one-man governm
ents and dictatorships in our nations.6Facundo is the m
ilitary chieftain who im
poses his will through terrorism
and doesaw
ay with the law
and with the sense of hum
an sympathy. The only policy of Facundo
is the blood-stained policy of the firing squad: whoever is not w
ith him is against him
,and w
hoever is against him should be shot as enem
y of the country or as enemy of the
revolution. With the tim
es, the name of the program
changes; but the method does not
change.7O
ur Indians[...] are not primitive [...] but old, century-tried souls w
ho have known
victory and defeat, life and death, and all the moods of history
8one-race standard, mixed-race standard
9method of m
atrimonial taboos and pure-race standards
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Por eso podemos decir que el ideal vasconceliano de la cultura m
e-xicana se refiere no slo a lo que ha sido sino principalm
ente seala ha-cia dnde va la cultura m
exicana. Es una visin de la cultura mexicana
que se asienta en el mestizaje, en la unin de razas; es una visin que
mediante la unin de las lenguas fortifica la unin de las razas, y que
busca ser un elemento form
ativo de la cultura hispnica regional.Culm
ina el desarrollo de la cultura mexicana cuando llega a ser ele-
mento form
ativo del mundo planetario, del m
undo universal que estarconform
ado por regiones lingsticas donde no habr dominio de una
tradicin regional y limitada por otra tradicin regional y lim
itada tam-
bin. All aparecer, com
o elemento de unificacin, la raza csm
ica y elhom
bre totnico u hombre de plenitud.
La manera de llegar a ese ideal es la cooperacin:
deberemos adoptar, entonces, el m
odo cooperativo, colaborativo de organi-zacin interracial; en vez de la lucha por la vida y la supervivencia del m
sapto, la colaboracin de todos los esfuerzos hum
anos para la produccin deuna variedad en la cualidad: una salvacin resultante, no m
ediante los elec-tos de un cierto tipo m
s o menos fuerte, sino m
ediante la utilizacin detoda aptitud particular con el propsito de crear valores nuevos (A
MC, 101). 16
El esfuerzo cooperativo se dirige primero a la fusin de razas y a la
formacin de regiones lingsticas. Con ello viene la fusin de las cultu-
ras. Cuando se realiza esto, puede comenzar a funcionar plenam
entela ley de los tres estados ( IN
D, 206) y de los cinco perodos (IND, 209) que
Vasconcelos mism
o propone.Vam
os a ver esos tres estados de la civilizacin y los cinco perodos.D
ice Vasconcelos que cada civilizacin pasa por tres estados. Estos tresgrandes ciclos son el m
aterialista, el intelectualista y el esttico ( IND,
205).
del territorio sin conservacin de la raz nativa y, en consecuencia, sincontacto social alguno o cualquier otra relacin con el indio (A
MC, 80). 10
Pero en Am
rica Latina tenemos, en el sur, una civilizacin que desde
sus comienzos acepta un criterio m
ixto de acomodo social no slo com
osituacin de hecho sino m
ediante la ley, puesto que el indio una vezbautizado vino a ser igual al espaol y pudo casarse con el conquista-dor ( A
MC, 81). 11Pero el resultado del m
estizaje es un punto problem-
tico: Hem
os sido espaoles de corazn an cuando tuvimos que luchar
contra Espaa, y seguimos siendo indios an cuando nuestra piel acci-
dentalmente se torne blanca m
ediante el matrim
onio con la ms recien-
te raz espaola ( AM
C, 83). 12Entonces el mestizo no puede orientarse
hacia el pasado: no pudiendo conectarse completam
ente con el pasa-do, el m
estizo siempre est orientado hacia el futuro: es un puente hacia
el futuro ( AM
C, 83). 13Yel pas donde m
ejor puede verse ese resultadoes M
xico: Ningn pas puede m
ostrar, mejor que M
xico, todos lossignos y efectos de esta peculiar psicologa del m
estizo ( AM
C, 83). 14
4) El ideal resulta entonces de esta triple orientacin de la culturam
exicana: Desde nuestro punto de vista local en M
xico, he comenza-
do a predicar el evangelio del mestizo tratando de im
primir en las m
en-tes de la nueva raza una consciencia de su m
isin como constructores
de conceptos de la vida enteramente nuevos ( A
MC, 95). 15
10a long penetration of the territory without conservation of the native stock, and
consequently without social contact or any other relation w
ith the Indian.11w
e have, in the south, a civilization that from the beginning accepts a m
ixed stan-dard of social arrangem
ent not only as a matter of fact but through law
, since the Indianafter being baptized becam
e the equal of the Spaniard and was able to interm
arry with
the conqueror.12W
e have been at heart Spaniards even when w
e have had to fight against Spain,and w
e remain Indian even w
hen our skin accidentaly becomes w
hitened through mar-
riage with the m
ore recent Spanish stock.13being unable to connect fully w
ith the past, the mestizo is alw
ays directed toward
the future is a bridge to the future.14N
o country can show, better than M
exico can, all of the signs and the effects ofthis peculiar m
estizo psychology.15From
our local point of view in M
exico, I have started to preach the gospel of them
estizo by trying to impress on the m
inds of the new race a consciousness of their m
is-sion as builders of entirely new
concepts of life.
16we shall have to adopt, then, the co-operative, collaborating m
anner of interracialorganization; instead of the struggle for life and the survival of the fittest, a collaborationof all hum
an efforts for the production of a variety in quality a salvation brought about,not through the elect of a certain type m
ore or less strong, but through the utilization ofevery particular aptitude for the purpose of creating superior values.
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determinados sitios y crea de esta m
anera la lucha artificial de los mer-
cados ( IND, 212-213). La principal tarea de la sociedad es defenderse
de la injusticia social ( IND, 217). En el sistem
a democrtico de gobierno
se han producido enormes desigualdades econm
icas que produci-rn el m
s completo descrdito del rgim
en si no nos apresuramos a en-
tregar el poder a los economistas ( IN
D, 213). Los economistas sern los
encargados de elaborar con criterio cientfico, pero con propsito hu-m
ano, unas cuantas normas tcnicas para el aprovecham
iento de los re-cursos naturales y el establecim
iento de la justicia econmica ( IN
D, 213-214). El capital vendr nuevam
ente a ser instrumento en vez de dolo
( IND, 214) y se lograr convertir la fuerza del capital en fuerza libera-
dora de la necesidad colectiva ( IND, 215).
El periodo del ingeniero es el periodo de la tcnica, el periodo de laingeniera ( IN
D, 215) en el que la vida toda se organiza para las gran-des explotaciones que van a la conquista de la abundancia colectiva( IN
D, 215). Temporalm
ente el poder poltico y el poder social estarn enm
anos de los grandes tcnicos de la ingeniera ( IND, 215). La principal
tarea de la sociedad es hacer producir la tierra en grande ( IND, 217).
Surgir entonces en el nimo de la gente un fervor religioso por el tra-
bajo salvador [...], una conviccin de que es preciso atender de una vezpor todas a las exigencias m
enores, a las fatalidades de la materia ( IN
D,216).El quinto periodo es el del filsofo. Entonces la direccin de losasuntos hum
anos pasar a los educadores y a los filsofos ( IND, 216).
La tarea principal de la sociedad ser adiestrar el alma para que siga
ascendiendo y para que trascienda a los fines de la materia ( IN
D, 217)D
espus de estos periodos se llegar al tercer estado de la civiliza-cin: la etapa esttica. H
acia all es donde debemos encauzar nuestros
impulsos constructores, dirigiendo nuestra accin al fin suprem
o deencarnar una de las m
s grandes misiones de la historia ( IN
D, 219).Pero no se trata solam
ente de un proceso interno de cada civiliza-cin. Llega una poca en la que los tres estados dejan de ser algo que serealiza al interior de cada civilizacin y entonces se convierte en un rit-m
o universal del destino entero de la especie humana ( IN
D, 206). Lom
ismo pasa con los cinco periodos de las form
as de gobierno ( IND, 218).
Una vez que se han recorrido los cinco perodos y las dos etapas a que
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El primer periodo, que corresponde al rgim
en de tribu (IND, 206),
es el de los intereses materiales ( IN
D, 208) y en l hay abundancia deguerras ( IN
D, 208). El segundo periodo es el del desarrollo de las insti-tuciones y de la civilizacin ( IN
D, 206), y en el que todas las cosas seresuelv[e]n por m
edio de la inteligencia colectiva ( IND, 208). El tercer
periodo corresponde a la concepcin emotiva religiosa y artstica de la
vida ( IND, 206); en este periodo los pueblos se regirn, ya no por los
mezquinos intereses de la m
ateria y de la necesidad, sino por las leyessuperiores de la belleza y del espritu ( IN
D, 209). Ciertamente la civili-
zacin en Mxico, igual que todas las otras civilizaciones, debe pasar
por estos tres estados.Esta ley de los tres estados incluye una subley de cinco perodos,
una quntuple norma de procedim
ientos ( IND, 209): son com
o elm
odus operandide las etapas del progreso y por lo mism
o la manera
complexa de ir preparando el advenim
iento del perodo esttico ( IND,
209-210). Los cinco periodos caen en la dos primeras etapas de la civili-
zacin (material e intelectual), y son: el periodo del soldado, el perio-
do del abogado, el periodo del economista, el periodo del ingeniero y el
periodo del filsofo ( IND, 209).
El periodo del soldado es un periodo de rgimen m
ilitar en el queel jefe asum
e las funciones del Estado y en el que la propiedad tam-
bin deriva del reparto que ha hecho el jefe ( IND, 210). La principal ta-
rea de la sociedad es defenderse de la agresin ( IND, 217). Puede verse
todava en las militocracias de no pocos de nuestros pases iberoam
eri-canos: Venezuela, M
xico, etc. ( IND, 210).
El periodo del abogado es un periodo legal, porque en l la norma
colectiva [...] procede [...] de la ley expedida [...] por un organismo ya no
ejecutivo, sino legislativo ( IND, 211). Es un periodo de G
obierno civilen el que el poder lo ejerce el letrado ( IN
D, 211). La principal tarea dela sociedad es defenderse de la arbitrariedad personal ( IN
D, 217). Perono ha bastado el rgim
en de puro derecho terico para organizar debi-dam
ente la vida contempornea en ningn pas de la poca ( IN
D, 213).El periodo del econom
ista es un periodo en el que se trata de resol-ver los problem
as de las desigualdades pecuniarias y la justa retribu-cin del trabajo ( IN
D, 211). Se trata entonces de corregir la absurda or-ganizacin industrial de nuestros das, que concentra la produccin en
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el derecho a la persistencia es necesario constituir una variedad apta,una variedad superior ( I, 1179). El problem
a a examinar entonces es la
manera que tiene Vasconcelos de abordar este prim
er estrato de la cul-tura m
exicana.Vasconcelos trata de no adoptar lo que l considera el sistem
a nor-team
ericano de abordar el problema indgena. Sistem
a fundado en laetnografa positivista, que exagera las diferencias de razas y hace delsalvaje un ser aparte, una especie de eslabn del m
ono y el hombre ( I,
1328). Considera que la campaa del indigenism
o radical es obra pro-testante im
perialista ( I, 872) porque su esperanza, segn Vasconcelos,era que el indio se vuelva en contra de la civilizacin espaola deM
xico ( I, 799). La considera como una poltica de desintegracin his-
panoamericana que fom
enta la admiracin de todo lo que es indio
puro ( II, 469).Por otra parte, confiesa que la ideologa oficial en M
xico era ad-versa al indio y eso, dice, nos llevaba a algunos a exageraciones con-trarias. Im
aginbamos en el indio virtudes que slo esperaban ocasin
de manifestarse ( I, 530).
Igualmente, Vasconcelos rechaza una interpretacin del estrato cul-
tural indgena en el sentido de un comunism
o: No faltan[...], agentes
del comunism
o contemporneo, que en M
xico y en Per suspiran porlos m
todos del comunism
o indgena ( BHM, 137).
Ante todo, Vasconcelos considera que en la cultura m
exicana hay unaztequism
o subyacente, hay un ambiente que sigue siendo azteca en
su capa profunda ( I, 703). Aqu vem
os la tendencia, presente no sola-m
ente en Vasconcelos, de reducir el estrato indgena a lo azteca, como
si no hubiera habido otras culturas en el Mxico prehispnico.
Esa capa profunda de la cultura mexicana, que es la indgena (el
Mxico profundo de G
uillermo Bonfil), constituye un M
xico miste-
rioso y complejo ( I, 359). Este estrato indgena de la cultura m
exicanasiem
pre amenaza con retornar (Cfr. I, 1484), aunque se consuela dicien-
do: El peligro no es, claro est, que Mxico vuelva a lo indgena. N
o tie-ne fuerza para ello el indio ( I, 954), ya que abandonadas a s m
ismas
las clases indgenas, volveran a la choza de palma ( I, 954).
En su Breve Historia de M
xico, Vasconcelos dedica una tercera partedel total al M
xico prehispnico. Apesar de ello, en realidad no valora
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corresponden, puede verse que por civilizacin hemos de entender el
bienestar y la dicha del mayor nm
ero de hombres ( IN
D, 220).Recapitulando: En la realizacin del ideal entonces lo prim
ero es lafusin de razas ( IN
D, 206), la formacin de regiones lingsticas, que
lleva consigo la extincin voluntaria de lenguas de poca difusin, y lafusin de las culturas ( IN
D, 206). Apartir de all puede funcionar plena-
mente la ley de los tres estados ( IN
D, 206) y los cinco periodos de lasform
as de gobierno.
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IND
GEN
AS
ENM
XICO
Al considerar las raigam
bres del espritu nacional (I, 1390), en las et-nias indgenas encontram
os la primera raz de la cultura m
exicana.Vam
os a comenzar por considerar la condicin personal de Vascon-
celos. Vasconcelos posiblemente haya tenido races indgenas, era naci-
do en el estado de Oaxaca y, com
o dice el historiador Luis Gonzlez y
Gonzlez, probablem
ente en su infancia aprendi alguna lengua ind-gena (Introduccin a BH
M). Vasconcelos escribe que en los primeros aos
de escuela, el maestro, un sem
i-indio, desaliado y malhum
oriento, seocupaba de hacernos sentir su superioridad ( I, 354).
En su actitud hacia sus races indgenas est alguna posible explica-cin de su actitud hacia el estrato cultural indgena. Com
o l mism
o es-cribe, en su juventud estaba m
al alimentado y no siem
pre bien dormi-
do y nada gallardo de tipo ( I, 442). Por eso, escribe: En rigor, era mi
pobreza lo que me echaba a la abogaca ( I, 447). Y
en los comienzos de
su edad madura hubo de trabajar m
uy duro, teniendo en cuenta que lam
ejor manera de no fracasar es saber de antem
ano que no hay quienpreste socorro en la quiebra ( I, 513). Cuando em
pieza a ocupar cargos,El instinto de hom
bre sin apoyos, sin ventajas iniciales, me haca com
-prender que cuanta m
s tarea me dieran m
s firme se haca m
i posiciny m
ayor oportunidad tendra de mejorar ( I, 533). En pocas palabras,
podemos decir que sus races indgenas en O
axaca no le haban dadoninguna seguridad, ni cultural, ni econm
ica, ni de identidad, para lasupervivencia. Por eso, en contraste con esas races indgenas, Vascon-celos escribe: ...no basta ser distinto; no basta ser nico. Para asegurar
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no tenan propiamente ni lenguaje, puesto que no escriban ni saban lo
que les pasaba, porque no imaginaban en la integridad de una visin cabal
o siquiera de un mapa, ni lo que eran los territorios del M
xico suyo, mucho
menos el vasto m
undo de donde procedan los espaoles y el Mundo N
ue-vo que venan agregando a la geografa y a la cultura universales? (BH
M, 39).
Es ms, Los indios no tenan patria, y salvo uno que otro cacique
opresor, mejoraron con la conquista. Los espaoles oprim
ieron a losindios, y los m
exicanos seguimos oprim
indoles, pero nunca ms de lo
que los hacan padecer sus propios caciques y jefes ( BHM, 40).
No haba consciencia de nacin:
Si los indios hubieran tenido conciencia nacional y hubieran sentido que laconquista era una ignom
inia, acaso no se hubieran levantado los seis mi-
llones de indios para degollar a los blancos? Al contrario, y com
o pasasiem
pre en las sociedades militarizadas, por huir de los abusos de los caci-
ques, se refugian los indios con el soldado de la conquista (BHM, 40).
El problema principal es la tendencia al aislam
iento en las culturasam
ericanas:
Las culturas en Am
rica no se heredan unas a otras; se aslan. Ydentro de
cada cultura aislada, tan pronto como cesa el influjo de un grupo selecto, de
una generacin despejada, la masa otra vez predom
ina y el rebajamiento
general llega a los horrores que presenciaron los espaoles de la conquista142).
No haba arte ni artesanas. D
e la labor de los misioneros procede
todo lo que hay an de artstico en las distintas regiones indgenas deM
xico ( BHM, 121).
Su alimentacin, segn Vasconcelos, no era adecuada a la de una ci-
vilizacin elevada: Basta comparar el m
az, producto nativo de estaszonas, con el trigo que han creado las civilizaciones de Europa y de
fri-ca y buena parte del A
sia, para convencerse de que los elementos m
is-m
os de una gran cultura faltaron del todo a los indios ( BHM, 132).
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la cultura indgena tan alto como la europea. Vam
os a ver un poco de loque dice all acerca del estrato indgena de la cultura m
exicana.N
os dice que slo ingresamos a las filas de la civilizacin bajo el es-
tandarte de Castilla, que a su modo heredaba el rom
ano y lo superabapor su cristiandad ( BH
M, 36). Ni siquiera hubo en el territorio prehisp-
nico algo que pudiera llamarse nacionalidad autctona: Existe aca-
so en lo indgena, en lo precortesiano, alguna unidad de doctrina osiquiera de sentim
iento capaz de construir un alma nacional? ( BH
M, 36).Para hacer este juicio se basa en dos prem
isas: no hubo ni personalidadhom
ognea, ni doctrina coherente ( BHM, 36). Para Vasconcelos, los li-
bros indgenas slo existieron porque los espaoles los escribieron ym
ejoraron la tradicin verbal incoherente ( BHM, 36). Cuando llegaron
los espaoles, dice Vasconcelos siguiendo a Keyserling, el continente
americano estaba dom
inado por las fuerzas telricas y no haba naci-do nunca para el espritu, o era ya una decadencia irrem
ediable ( BHM,
36). Por eso, para Vasconcelos, hoy ya slo la ignorancia puede repetirel dislate de que los conquistadores destruyeron una civilizacin ( BH
M,36). Lo que hizo Espaa no fue destruir: N
ada destruy Espaa, por-que nada exista digno de conservarse cuando ella lleg a estos territo-rios ( BH
M, 36). Dice que si en el m
omento en que escribe hubiera algn
indio puro,
ese mexicano indio puro, tendr que reconocer que era m
s patria la queCorts construa que la del valiente Cuauhtm
oc o la del cobarde Moctezu-
ma. Tendr que reconocer que para su propia sangre, tem
poralmente hum
i-llada por la conquista, haba m
s oportunidades, sin embargo, en la socie-
dad cristiana que organizaban los espaoles que en la sombra hecatom
beperidica de las tribus anteriores a la conquista (BH
M, 39).
Al hablar de la Conquista, Vasconcelos se queda en la versin
espaola y dice:
Ydnde est, preguntaris, la versin de los indios que son porcin de
nuestra carne nativa? Yes fcil responder con otra pregunta: Cm
o po-dran dar versin alguna congruente los pobres indios precortesianos que
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era el smbolo de la nueva nacionalidad que se im
pondra a la barbarieaborigen ( BH
M, 109). Sin em
bargo, debemos reconocer que Vasconcelos no es totalm
entepesim
ista respecto al estrato cultural indgena. Escribe: Si los indioshubiesen tenido caballos, no hubiese habido conquista, pero tam
binno hubiese sido m
enester la conquista, porque la cultura se habra abier-to paso sola, entre los indios ( BH
M, 129). El burro, trado por Corts yotros espaoles, fue el agente de su liberacin: el burro libert al indio( BH
M, 131).Escribe tam
bin:
El hecho de que tenemos en M
xico tantos millones de indios no debe ape-
sadumbrarnos, siem
pre y cuando la tendencia castiza subsista, o sea el em-
peo de hacer del indio un europeo por el alma, un cristiano, y no un pa-
gano con paganismo de salvajes. A
l contrario, el indianismo que pretende
retrotraer el pasado, devolvernos a lo indio, es una traicin a la patria que,ya desde la Colonia, dej de ser india (BH
M,139).
Vasconcelos no pierde la esperanza de que desaparezca la capaprofunda y se llegue a un M
xico totalmente regenerado de su azteq-
uismo; incluso, se entiende, los indios y los hijos de los indios ( BH
M,139).Respecto a la participacin del indgena en la guerra de Indepen-dencia, Vasconcelos excluye a la nobleza indgena radicada en Espaa:los descendientes de M
octezuma, as com
o los de otros muchos perso-
najes de la poca azteca, vivan en Espaa en calidad de nobles y se opo-nan a la independencia que les haca perder sus ttulos y sus ventajas( BH
M, 196-197).Y
respecto al tipo de educacin moral que deba darse a los indge-
nas, dice que ...no es indispensable una labor de educacin que enraicela m
oralidad europea en el seno de las conciencias indgenas. De todos
modos ocurrir lo que ensea nuestra historia, que m
s tardamos en
construir la ciudad europea que la indiada en destruirla (I, 1668).
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Apesar de ello, reconoce Vasconcelos que m
ejor que las dems na-
ciones indgenas desarrollaron los toltecas las artes, el tallado de las pie-dras, la orfebrera, la agricultura. En astronom
a tambin los toltecas pa-
recen haber logrado nociones que acaso sirvieron de base para que losaztecas ideasen su calendario ( BH
M, 141).Su m
ayor defecto era la profunda apata del indio ( BHM, 145); en
vez de nuevas creaciones, los espaoles hallaron no slo civilizacionesen ruinas, sino un pueblo m
uerto para el espritu de un extremo a otro
del continente ( BHM, 143). Esta apata les llev tam
bin a una falta derenovacin en el m
edio ( BHM, 141). Ese defecto queda despus de la
conquista: Por falta de nimo y de sistem
a perdura el indio en su atra-so... Se sobreponen algunos de esta suerte [ie. por las revoluciones, elejrcito y el generalato] unos cuantos que en seguida se convierten enverdugos de su propia estirpe, y el rgim
en de casta sigue intocado por-que... precisa organizar y educar segn criterio de estadista (I, 530).
Por otra parte, podemos decir, interpretando a Vasconcelos, que su
principal virtud fue su voluntad de construirse un alma nueva, m
sprxim
a al europeo que al antiguo azteca o al maya ( BH
M, 172), aunqueVasconcelos considera que la sustitucin del alm
a vieja por un alma
nueva se dio mediante el m
estizaje ( BHM, 139).
En conclusin, podemos resum
ir la valoracin que Vasconcelos hacedel estrato indgena diciendo que: a) haba una gran diversidad de tri-bus; b) sin cultura elevada; c) sin nacin unificada; d) sin buena alim
en-tacin; e) sin lenguaje escrito y desarrollado; y e) con una buena dosisde apata. Para com
pletar el cuadro, f) tenan la religin equivocada.La elevacin de los indgenas fue obra de los m
isioneros: Hecha la
paz, la educacin de las misiones transform
a los indios, de parias, enartesanos y sacerdotes, agricultores y civilizadores ( BH
M, 40). Acabar
con todo aquello fue un sagrado impulso que m
ovi a los espaolespara erigir sobre ruinas, que ya no se levantan, una cultura nueva, vi-gorosa y lim
pia, progresiva y cristiana ( BHM, 119). Vasconcelos dice que
esa labor de construccin, sin embargo, no im
pidi que se inventara lacalum
nia de la barbarie de los espaoles que destruyeron los vestigiosde las civilizaciones indgenas ( BH
M, 122).El sm
bolo de la relacin entre el estrato cultural indgena y el espa-ol, se dibuja com
o sigue: doa Malinche, dando hijos a los espaoles,
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razas inferiores, como razas feas, Vasconcelos llega a decir que stas
poco a poco, por extincin voluntaria, irn cediendo el paso a las[estirpes] m
s hermosas ( RC, 43). A
l indio no lo salva el ser heredero delas grandes culturas y los grandes hom
bres precortesianos: Dgase lo
que se quiera, los rojos, los ilustres atlantes de quienes viene el indio, sedurm
ieron hace millares de aos para no despertar. En la H
istoria nohay retornos, porque toda ella es transform
acin y novedad. Ninguna
raza vuelve; cada una plantea su misin, la cum
ple y se va ( RC, 24-25).La alternativa que Vasconcelos presenta es el m
estizaje. Se preocupapor sealar la m
isin especfica, la misin tnica que tienen los hispano-
americanos: m
isin de fundir tnica y espiritualmente a las gentes
( RC, 28).Vasconcelos presenta esta visin del m
estizaje no solamente para el
indio sino tambin para los blancos. Escribe: Tam
bin el blanco tendrque deponer su orgullo, y buscar progreso y redencin posterior en elalm
a de sus hermanos de las otras castas, y se confundir y se perfeccio-
nar en cada una de las variedades superiores de la especie, en cada unade las m
odalidades que tornan mltiple la revelacin y m
s poderoso elgenio ( RC, 25).
Sin embargo, esta visin vasconceliana y otras basadas en la inte-
gracin han sido rechazada fuertemente por los representantes de los
movim
ientos tnicos actuales en Mxico. Se cuestiona la propuesta de
desaparicin de las diferencias tnicas y se le califica de etnocidio. Sepone en tela de juicio su visin de la unificacin de la lengua en M
xicom
ediante el espaol ya que atenta contra los derechos de las etnias ycontra los derechos hum
anos de los individuos. Se rechaza la idea deque la nica salida que tiene el indio es extinguirse voluntariam
ente y,por otra parte se enfatiza el derecho de autogestin de las etnias ind-genas.
En la actualidad, sobre todo despus de la aparicin del Ejrcito Za-patista de Liberacin N
acional ( EZLN), el Ejrcito Popular Revoluciona-rio ( EPR)y otros m
ovimientos de reivindicacin indgena, se ha afirm
adola aportacin del estrato cultural indgena y el derecho a su existencia,que obvia la necesidad de llegar a la integracin total a una hom
ogneay abstracta cultura nacional, ideal del Estado del siglo XIX.
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CO
NCLU
SIN
El pensamiento de Jos Vasconcelos no ha sido recibido en todas las
pocas de la mism
a manera. Su pensam
iento, sin embargo, ha influido
notablemente en m
uchas de las polticas del gobierno mexicano, tanto
en educacin como en la relacin del Estado frente a las etnias indge-
nas. Aqu m
e he basado principalmente en obras del periodo 1926-1940
para presentar mi entendim
iento de su visin de las etnias y la culturam
exicana.A
l comienzo de La raza csm
ica, Vasconcelos escribe: Es tesis centraldel presente libro que las distintas razas del m
undo tienden a mezclar-
se cada vez ms, hasta form
ar un nuevo tipo humano, com
puesto conla seleccin de cada uno de los pueblos existentes ( RC, 9). A
l respectocom
enta, en Francia:
un problema que nadie aborda en form
a optimista es el del m
estizaje y loque pudiram
os llamar la indologa. Pues as com
o en los Estados Unidos,
por poltica de desintegracin hispanoamericana, se fom
enta la admiracin
de todo lo que es indio puro, en Europa lo indio a nadie le convence y se lem
ira ms bien com
o una pesadilla, tal como puede com
probarse en libroscom
o el de Siegfried dedicado a la Am
rica Latina. De lo m
estizo, a su vez,nadie habla bien [...] Y
es tiempo ya de que sepam
os que en lo que hace adespreciar al m
estizo coinciden Europa y los Estados Unidos. D
e suerte queuna obra com
o la ma, segun se contiene en libros com
o La raza csmica, de-
fensa y esperanza, precisamente del m
estizaje, provoca, no dir que asom-
bro, tampoco enojo, sim
plemente extraeza (II, 469).
Vasconcelos no piensa estar predicando algo que est fuera de la rea-lidad, porque los m
ismos indios puros estn espaolizados, estn la-
tinizados, como est latinizado el am
biente ( RC, 24). Adem
s, paraentrar a la nueva etapa, la etapa del m
undo Uno, puede verse el
mandato de la H
istoria: el indio debe entrar en mestizaje ( RC, 27). Vas-
concelos no deja otra alternativa al indio: El indio no tiene otra puertahacia el porvenir que la puerta de la cultura m
oderna, ni otro camino
que el camino ya desbrozado de la civilizacin latina ( RC, 25). A
unqueno se refiere directam
ente a las razas indgenas puras, s se refiere a las
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2
BIBLIO
GRA
FA
Las citas por nmero de volum
en seguido del nmero de pgina, son de Jos
Vasconcelos, Obras com
pletas, Mxico, Libreros U
nidos Mexicanos, 1957. 4
vols. De ah se citan las siguientes cinco obras:
a) I, 287-721. Ulises Criollo, 1936.
b) I, 723- 1214. La Tormenta, 1937.
c) I, 1215-1800. El Desastre, 1938.
d) II, 9 - 607. El Proconsulado, 1939.e) IV, 954-1207. M
anual de Filosofa, 1940.En las citas de obras separadas, despus de una nota con los datos de la obra,
se da slo la abreviatura del ttulo de la obra y el nmero de pgina.
Las obras que cit por separado son las siguientes:A
MC: A
spects of Mexican Civilization, Chicago, The U
niversity of Chicago Press,1926.
BHM: Breve H
istoria de Mxico, (1936) M
xico, Editorial Trillas, 1998.IN
D: Indologia. Una interpretacin de la cultura ibero-am
ericana, Pars, Agencia
Mundial de Librera, 1926.
QR: Q
u es la Revolucin?, M
xico, Editorial Botas, 1937.RC: La raza csm
ica(1927), M
xico, Fondo de Cultura Econmica, 1988.