la traducción y la interpretación en la organización de
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FACULTAD DE TRADUCCIÓN E INTERPRETACIÓN
Grado en Traducción e
Interpretación
TRABAJO FIN DE GRADO
La traducción y la interpretación en la
Organización de las Naciones Unidas
Presentado por Irene García García
Tutelado por Dra. Margarita Caballero Domínguez
y Dra. Susana Álvarez Álvarez
Soria, 2015
1
Índice
Índice de figuras ........................................................................................................................ 3
Resumen y palabras clave ........................................................................................................ 4
Agradecimientos ........................................................................................................................ 5
1. Introducción ........................................................................................................................... 6
1.1. Justificación, relevancia y contexto del tema .............................................................. 6
1.3. Vinculación con competencias ..................................................................................... 7
1.4. Objetivos ........................................................................................................................ 9
1.5. Metodología y plan de trabajo ...................................................................................... 9
1.6. Estructura del trabajo .................................................................................................. 10
2. La ONU ................................................................................................................................. 12
2.1. La Sociedad de Naciones ........................................................................................... 12
2.2. La creación de la Organización de las Naciones Unidas .......................................... 13
2.3. España en la ONU ........................................................................................................ 15
2.4. Los Órganos principales de la ONU ............................................................................ 16
2.4.1. La Asamblea General .......................................................................................... 17
2.4.2. El Consejo de Seguridad ..................................................................................... 18
2.4.3. La Secretaría ........................................................................................................ 19
2.4.4. El Consejo Económico y Social ............................................................................ 20
2.4.5. La Corte Internacional de Justicia ...................................................................... 20
2.5. Organismos especializados vinculados a la ONU ...................................................... 21
3. El multilingüismo en la ONU ............................................................................................... 24
3.1. Los idiomas oficiales de la ONU ................................................................................. 24
3.2. El Departamento de la Asamblea General y de Gestión de Conferencias .............. 28
4. La traducción en la ONU ..................................................................................................... 39
4.1. Introducción ................................................................................................................. 39
4.2. Cómo llegar a ser traductor de la ONU ...................................................................... 40
4.3. Condiciones laborales del traductor en la ONU ......................................................... 43
5. La interpretación en la ONU ............................................................................................... 53
2
5.1. Introducción ................................................................................................................. 53
5.2. Cómo llegar a ser intérprete de la ONU ..................................................................... 55
5.3. Las condiciones laborales de los intérpretes de la ONU .......................................... 57
6. Conclusiones ....................................................................................................................... 62
7. Referencias bibliográficas .................................................................................................. 65
Webgrafía ............................................................................................................................. 67
3
Índice de figuras
Figura 1. Reuniones celebradas en la Oficina de las Naciones Unidas de Ginebra entre
2002 y 2013, con y sin Servicio de Interpretación ............................................................................ 27
Figura 2. Organización de la División de Asuntos de la Asamblea General y el Consejo
Económico y Social. .............................................................................................................................. 29
Figura 3. Organización del Servicio de Planificación Central y Coordinación ...................... 30
Figura 4. Organización de la División de Documentación. ................................................... 33
Figura 5. Cúpula de la Asamblea General. Sede de las Naciones Unidas (ONU). ............... 34
Figura 6. Sesión abierta del Consejo de Seguridad de la ONU. ........................................... 34
Figura 7. Organización de la División de Reuniones y Publicaciones. ................................. 36
Figura 8. Organización del Departamento de la Asamblea General y de Gestión de
Conferencias. ........................................................................................................................................ 38
Figura 9. Número de páginas traducidas y revisadas que se realizaron para los diferentes
órganos de las Naciones Unidas en la sede de Ginebra durante el año 2013 ............................... 47
Figura 10. Comparación del número de páginas traducidas y revisadas que se realizaron
para los diferentes órganos de las Naciones Unidas en la sede de Ginebra entre los años 2002 y
2013. .................................................................................................................................................... 48
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Resumen y palabras clave
Resumen
La Organización de las Naciones Unidas es una de las organizaciones internacionales
más importantes del mundo y una buena muestra de ello es que actualmente cuenta con 193
Estados miembros, casi la totalidad de países reconocidos como Estados libres. Debido a este
carácter internacional, en ella se trabaja en varias lenguas, concretamente en seis: inglés,
francés, español, ruso, árabe y chino. Para que la convivencia de estas lenguas sea posible en la
ONU, se necesita un departamento que esté formado por profesionales de la traducción, de la
interpretación y de otras disciplinas relacionadas con los idiomas. En este trabajo, además de
revisar la evolución de la Organización de las Naciones Unidas, se analiza en profundidad el
importante trabajo que desempeñan tanto los traductores como los intérpretes de esta
Organización, que se enfrentan día a día a retos que influyen en el posterior desarrollo de las
acciones de las Naciones Unidas.
Palabras clave
Naciones Unidas, multilingüismo, traducción, interpretación.
Abstract
The United Nations is one of the most important international organizations worldwide
since nowadays it has 193 Member States, almost all of the countries recognized as free States.
Due to its international nature, six different languages are used in this Organization: English,
French, Spanish, Russian, Arabic and Chinese. For those languages to coexist in the UN, a
department in which experts on translation, interpreting and other disciplines related to
languages work together is required. In this project, besides examining the evolution of the United
Nations, we have analyzed in detail the important work that translators and interpreters of this
Organization are doing. Those professionals face challenges that will have an important influence
on the subsequent actions carried out by the UN.
Key words
United Nations, multilingualism, translation, interpreting.
5
Agradecimientos
A mis tutoras, Dª Margarita Caballero Domínguez y Dª Susana Álvarez Álvarez por su
paciencia y por su dedicación.
A todos los profesores que han contribuido en mi formación y que han ido guiando mis
pasos, en especial a Carmen, Conchi, Charo, Concha e Isabel.
A Enrique Fernández Vernet, Jesús Baigorri Jalón, Belén Santana López, Esther Monzó
Nebot, Fernando Prieto Ramos y demás traductores e intérpretes que han respondido muy
amablemente mis dudas y peticiones.
A mi padre, a mi madre y a mi hermana por hacer de mí la persona que soy hoy y a mis
seres queridos por el cariño que me han demostrado.
A mis amigas, tanto arandinas, Cris, Nerea, Concha, Sonia y Rebeca, como sorianas de
adopción, Rocío, Elvira y Vanesa, por ser el punto de apoyo que me sirve para mover mi mundo.
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1. Introducción
1.1. Justificación, relevancia y contexto del tema
Actualmente, el Grado en Traducción e Interpretación tiene muchas salidas laborales. No
obstante, una de las que más llama la atención de los estudiantes y de los ya graduados es el
trabajo en organizaciones internacionales, donde los traductores, intérpretes y otros
profesionales de las lenguas son muy necesarios. Probablemente, la organización internacional
que más curiosidad despierta es la Organización de las Naciones Unidas (ONU)1, porque es una
de las más conocidas a nivel mundial y ofrece muchas posibilidades de trabajo a los traductores
e intérpretes en numerosos países.
Por mi parte, siempre me ha parecido muy atractiva la oportunidad que ofrece este Grado
en Traducción e Interpretación para trabajar en organizaciones como la ONU y sus organismos
vinculados (UNESCO, OMS, OIT, etc.) o en instituciones como el Parlamento europeo o la
Comisión europea. Durante el transcurso de estos estudios, el interés sobre este tema creció tras
cursar algunas asignaturas de traducción, como Traducción Especializada o las diversas
asignaturas de traducción del inglés o del alemán al español; o asignaturas de interpretación,
como Interpretación Simultánea o Interpretación Consecutiva, en las que se han comentado
diversos aspectos del trabajo de los traductores e intérpretes en el ámbito internacional. Sin
embargo, cuando realmente decidí que me debía centrar en este aspecto fue tras cursar el
módulo dedicado a la interpretación con las asignaturas de Interpretación Social, Geografía
Social, Prácticas de Interpretación Consecutiva y Prácticas de interpretación Simultánea, en las
que se le ha dado especial énfasis al trabajo en organizaciones e instituciones internacionales.
Por ello, nos hemos querido centrar de esta forma en el trabajo de los traductores e intérpretes
en una organización internacional, es decir, abordando el tema desde un enfoque teórico para
exponer en un solo documento los aspectos más interesantes de esta materia.
Por esta razón, hemos considerado que el tema de la traducción y la interpretación en la
ONU era un tema apropiado para desarrollar este Trabajo de Fin de Grado (TFG). En él
explicaremos las principales características de la ONU, su evolución hasta la actualidad y sus
órganos más importantes; y, por supuesto, el proceso que se ha de seguir para conseguir trabajar
para esta Organización y las tareas que hay que desempeñar una vez se haya conseguido.
Gracias a esta investigación se podrá comprender mejor el funcionamiento de las
Naciones Unidas y su organización y conocer más a fondo las oportunidades de trabajo que
ofrecen para los que trabajamos en el ámbito lingüístico. Por muchos es sabido que para acceder
1 A lo largo de todo este trabajo hemos utilizado la palabra organización con la inicial en
mayúscula en los casos en los que hacemos referencia directa a la Organización de las Naciones Unidas,
ya que la misma Organización emplea esta ortografía y hemos querido respetarla.
7
a los puestos de traductor o intérprete hay que aprobar un duro y complicado examen de dichas
disciplinas para el que hay que prepararse a conciencia durante varios meses. Muchos de
nosotros pensamos que es algo imposible de conseguir, pero se tienen varios años de
experiencia en la traducción o en la interpretación y se lleva una buena preparación, se puede
lograr. Además, el esfuerzo merece la pena porque el hecho de trabajar para esta gran
Organización ofrece numerosas ventajas, las cuales describiremos en el presente trabajo.
Además, hemos decidido trabajar con este tema porque, en general, las disciplinas de
traducción e interpretación en la ONU no han sido objeto de estudio en el que se hayan centrado
muchos autores y esta información puede resultar muy útil para los que se interesen por esta
materia. Hemos tenido que realizar una ardua labor de investigación para poder recopilar todos
los datos necesarios buscando artículos, libros, memorias anuales, páginas web e incluso
testimonios de primera mano. Finalmente, sí que pudimos encontrar algunas obras de referencia
para guiar nuestras investigaciones, como algunas de Baigorri Jalón (1999, 2003, 2004 y 2005),
que se especializa sobre todo en la interpretación en las Naciones Unidas, los artículos de Cao y
Zhao relacionados con la traducción en la ONU (2008 y 2013), además de artículos de
Fernández Vernet (2014) y de Nóbrega (2008). Todos estos autores pueden proporcionar una
información muy fiable, ya que estamos hablando de actuales o antiguos traductores e
intérpretes de la ONU y nos pueden proporcionar información de primera mano. Asimismo, se
puede encontrar bastante información en la página web de las Naciones Unidas, que está
disponible en varios idiomas y cuenta con muchos apartados diferentes en los que explica
diferentes aspectos de esta Organización. No obstante, esta documentación no ha sido suficiente
para elaborar este trabajo de investigación, por lo que ha sido necesario ponerse en contacto con
traductores e intérpretes de la ONU y con personas conocedoras de los Servicios de Traducción y
de Interpretación para completar y conseguir todos los datos que se han necesitado, lo que ha
supuesto un gran esfuerzo por nuestra parte.
1.3. Vinculación con competencias
La elaboración de este Trabajo de Fin de Grado está vinculada con diferentes
competencias que se han adquirido durante el Grado en Traducción e Interpretación.
En primer lugar, mediante este TFG hay que demostrar amplios conocimientos en el área
de la Traducción y de la Interpretación y, sobre todo, saber aplicarlos a este trabajo. Para ello,
hay que tener la capacidad de recopilar e interpretar correctamente los datos que resulten
relevantes y que sirvan para, finalmente, emitir juicios y argumentos trascendentales para esta
área de investigación.
8
Del mismo modo, existen unas competencias que se relacionan más específicamente con
esta investigación. Al tratarse de un estudio teórico basado en una realidad concreta, que es la
importancia de la traducción y de la interpretación en la Organización de las Naciones Unidas, se
ha requerido un gran trabajo de documentación que se ha realizado en varias lenguas, la mayor
parte en español y en inglés. Para ello, se requiere un gran conocimiento de estas dos lenguas,
que se ha adquirido durante el transcurso del Grado en Traducción e Interpretación, y un dominio
de sus diferentes registros, sobre todo del especializado para finalmente elaborar razonamientos
críticos.
Por otra parte, también se ha aprovechado la oportunidad que las tecnologías de la
información nos ofrecen para desarrollar varias competencias. Principalmente se ha hecho uso
de estas herramientas informáticas para llevar a cabo un método de trabajo organizado. No
obstante, también han sido muy útiles para desarrollar la capacidad de comunicarse con
expertos de esta área de conocimiento y con distintos centros de información para lograr un
trabajo de investigación de mayor alcance.
En cuanto al modo de recabar y recopilar información para realizar este trabajo, se han
demostrado habilidades de gestión y de evaluación de la calidad de dicha información que se
han ido adquiriendo en las distintas asignaturas cursadas a lo largo del Grado. Se ha realizado
un gran esfuerzo en esta parte del trabajo, porque, como ya hemos mencionado, se trata de un
estudio teórico sobre un tema, la traducción y la interpretación en las Naciones Unidas, sobre el
cual no existían en el momento de su elaboración apenas trabajos que lo abordaran en
profundidad, por lo que la labor de documentación y de recopilación de información gracias a
fuentes secundarias ha supuesto una gran parte del tiempo invertido en la elaboración de esta
investigación.
Asimismo, mediante este trabajo se han desarrollado otras competencias muy relevantes
para el campo de estudio en el que nos hemos formado, como puede ser el conocimiento de la
cultura y de la diversidad de las lenguas de trabajo. También ha sido importante para la
elaboración de este TFG la comprensión de las relaciones internacionales, sobre todo, a nivel
mundial y de la evolución social, política y cultural para llegar a entender la diversidad y la
multiculturalidad que existe hoy en día en las organizaciones internacionales. En lo que a la
traducción y a la interpretación respecta, en este trabajo se reconoce el valor de los procesos
mentales y de los valores humanísticos de ambas disciplinas, así como los aspectos económicos,
profesionales y deontológicos de su práctica. Por último, se ha demostrado una gran curiosidad
por la mediación lingüística desde un punto de vista científico y profesional.
9
En el siguiente apartado, se exponen los objetivos, tanto principales como secundarios,
que se pretenden conseguir con la elaboración del presente trabajo, objetivos directamente
relacionados con las competencias que hemos mencionado previamente.
1.4. Objetivos
El objetivo principal de esta investigación es estudiar los servicios de traducción y de
interpretación en la Organización de las Naciones Unidas. Para lograrlo, se han planteado otros
objetivos secundarios, que son los que se presentan a continuación:
Conocer en profundidad la creación, la evolución y la estructura actual de la
Organización de las Naciones Unidas, así como el papel que ha desempeñado y
desempeña España dentro de ella.
Comprender cómo se abordan las cuestiones lingüísticas en relación con el
multilingüismo existente en la ONU.
Examinar a fondo el trabajo y la estructura del Departamento de la Asamblea
General y de Gestión de Conferencias, responsable de los asuntos relacionados
con las lenguas oficiales de la ONU.
Entender la importancia que tienen la traducción y la interpretación dentro de la
ONU.
Desarrollar la historia y la evolución de la interpretación a lo largo de los años en
las Naciones Unidas y comparar su progreso con el que tuvo en otras
organizaciones e instituciones internacionales.
Conocer el proceso que hay que seguir para formar parte del Servicio de
Traducción o del Servicio de Interpretación de las Naciones Unidas.
Investigar sobre algunos aspectos relativos al trabajo de los traductores en la
ONU, como pueden ser las prestaciones que ofrece este trabajo, los horarios, la
cantidad y los tipos de textos a los que se enfrentan, etc.
Investigar sobre algunos aspectos relativos al trabajo de los intérpretes en la
ONU, como las ventajas de este trabajo, los horarios, el número de reuniones en
las que intervienen, el tipo de discursos que interpretan, etc.
1.5. Metodología y plan de trabajo
En este apartado procederemos a describir la metodología y el plan de trabajo que se ha
seguido para la elaboración de este Trabajo de Fin de Grado con el fin de alcanzar los objetivos
planteados previamente.
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En primer lugar, se estableció la estructura del trabajo, que se explica detalladamente en
el siguiente apartado. Para comenzar este trabajo, se ha hecho un análisis de la Organización de
las Naciones Unidas, para el que se ha necesitado una documentación específica sobre la
formación, la estructura y las características de esta Organización y otro tipo de documentación
más general sobre la historia de las relaciones internacionales para conocer el contexto en el que
se ha creado y desarrollado esta institución. De la lectura de estos libros, artículos y demás
documentos se han extraído las ideas más relevantes para el tema que nos concierne, la
traducción y la interpretación en las Naciones Unidas.
Paralelamente a este proceso, se ha procedido a la comunicación mediante correo
electrónico con traductores e intérpretes que han trabajado o trabajan en la ONU y con alguno de
los departamentos de la ONU, con el fin de obtener más bibliografía sobre el tema que nos
interesa e información de primera mano. Para localizar una forma de contacto, se han realizado
búsquedas en internet y gracias a páginas como la de la ONU o de universidades españolas o
extranjeras, se ha logrado contactar con numerosos expertos en el campo que han respondido a
nuestras preguntas y peticiones muy amablemente. Como se puede suponer, esto ha significado
un gran esfuerzo, pero finalmente se han conseguido buenos resultados en cuanto a la
documentación.
Posteriormente, se ha analizado la bibliografía y la información recibida de los traductores
e intérpretes y de los diferentes departamentos de la ONU y se ha completado con el resto de
documentos que se han encontrado. También se han recopilado datos e información de la
página oficial de las Naciones Unidas, en la cual se dedican varios apartados bastante extensos
al multilingüismo, a la traducción y a la interpretación. Una vez conseguimos toda la información
necesaria, a partir del análisis de estas fuentes de referencia, se ha procedido a la elaboración
de estos apartados.
Por último, tras haber completado los cuatro apartados principales: La ONU, El
multilingüismo en la ONU, La traducción en la ONU y La interpretación en la ONU, se han extraído
unas conclusiones.
En el siguiente apartado del trabajo se explica la estructura que tiene la presente
investigación.
1.6. Estructura del trabajo
El presente Trabajo de Fin de Grado tiene la siguiente estructura:
En primer lugar, el trabajo cuenta con dos índices, uno de contenido y otro de figuras, el
resumen y unas palabras clave tanto en inglés como en español, los agradecimientos y una
11
introducción. En dicha introducción, que tiene como finalidad contextualizar el trabajo, se pueden
encontrar seis apartados diferentes: la justificación, relevancia y contexto del tema, en el que se
explican los motivos por los que se realiza este trabajo; la vinculación con competencias, que
relaciona las competencias que se han desarrollado durante la elaboración del análisis; los
objetivos que se han pretendido alcanzar; la metodología y el plan de trabajo que se han seguido
y, por último, la estructura del trabajo. Seguidamente, se encuentra el desarrollo en sí del
análisis, que cuenta con los siguientes apartados:
Un primer apartado titulado La ONU, que trata sobre la Organización de las
Naciones Unidas con el fin de contextualizar el tema principal del trabajo y
entender la evolución y las necesidades lingüísticas en esta Organización. Se
dedica un subapartado a la Sociedad de Naciones, considerada como la
institución predecesora de la ONU; otro a la creación y a la historia de las
Naciones Unidas y otro al papel de España en la ONU a lo largo de los años. A
continuación se describen en otro subapartado los diferentes órganos que
conforman la Organización de las Naciones Unidas y en un último bloque, los
organismos especializados asociados con la ONU, en los que la traducción y la
interpretación también tienen una presencia muy importante.
Un segundo apartado, que lleva por título El multilingüismo en la ONU, versa
sobre la presencia y la importancia del multilingüismo en esta Organización y se
divide en otros dos subapartados en los que se tratan temas relacionados con los
idiomas oficiales de la ONU y con el Departamento de la Asamblea General y de
Gestión de Conferencias, que es la unidad encargada de gestionar todos los
asuntos vinculados con las lenguas en las Naciones Unidas y donde trabajan
traductores e intérpretes.
Un tercer y un cuarto apartado se dedican respectivamente a analizar la
traducción y la interpretación en la ONU, cómo se accede a los puestos de trabajo
relacionados con estas disciplinas y cómo se trabaja en los diferentes servicios de
traducción y de interpretación de las Naciones Unidas.
Por último, se pueden encontrar las conclusiones del trabajo y las referencias
bibliográficas. Además, en el CD que acompaña a este trabajo, se puede encontrar una carpeta
comprimida titulada Anexos en la que se incluyen cinco documentos en formato PDF que sirven
para dar información adicional acerca de algunos aspectos relacionados con este TFG. Las
referencias a estos documentos aparecen en notas a pie de página a lo largo de todo el trabajo.
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2. La ONU
La Organización de las Naciones Unidas, también conocida como ONU, es la organización
internacional más grande y más importante a nivel mundial. Nació oficialmente el 24 de octubre
de 1945 con el objetivo de instaurar el pacifismo en una sociedad marcada por las guerras y los
conflictos bélicos de la época, sobre todo por la Primera y la Segunda Guerra Mundial, mediante
la concienciación y la adopción de acuerdos internacionales.
2.1. La Sociedad de Naciones
La Organización de las Naciones Unidas no es el primer intento de crear una organización
con estos fines ni de tales dimensiones. Tras la Primera Guerra Mundial, mediante el Tratado de
Versalles, se creó la Sociedad de Naciones, la primera organización internacional de estas
características y de esta magnitud. Se creó en 1919 con el fin de establecer una organización
que velara por la paz mundial y que, de tal forma, no se repitiera una guerra como la que
acababa de acontecer. El 18 de enero, se celebró la Conferencia de Paz de París, en la que
participaron 27 naciones enemigas o privadas de relaciones diplomáticas con Alemania o con
alguno de sus aliados (Zorgbibe, 1997: 351), entre las que destacaban los «Cuatro Grandes»:
Estados Unidos, representados por Woodrow Wilson, Reino Unido, representado por David Lloyd
George, Francia, representada por Georges Clemenceau, que a su vez presidía la Conferencia, e
Italia, representada por Vittorio Orlando. Dicha conferencia fue el inicio de la creación de la
Sociedad de Naciones. Posteriormente, se fueron añadiendo más miembros hasta llegar a la
cifra de 63. Se creó con el objetivo de que los hechos que se acababan de producir, la guerra,
sus causas y sus consecuencias, no volvieran a repetirse mediante un aumento de la
cooperación internacional.
Su estructura estableció las bases para la posterior organización de la ONU. La Sociedad
de Naciones se contaba con tres organismos: la Asamblea, que estaba formada por todos los
miembros, se reunía normalmente una vez al año y se encargaba, por ejemplo, de votar la
incorporación de nuevos Estados, aprobar presupuestos y proponer y votar las resoluciones; el
Consejo, compuesto por cinco miembros permanentes: Francia, Italia, Japón, Reino Unido y un
puesto reservado para Estados Unidos, en caso de que quisiera incorporarse en algún momento
y, como nunca lo hizo, lo ocupó Alemania tras su incorporación en 1926, y otros cuatro Estados
que eran elegidos cada tres años por la Asamblea, que se reunía al menos tres veces al año; y el
Secretariado, que preparaba las sesiones de los otros dos órganos y estaba dirigido por el
Secretario General. Estos tres órganos fueron modificados y adaptados para que formaran
también parte de la ONU, además de algunos creados posteriormente.
13
En cuanto a las lenguas utilizadas en la Sociedad de Naciones, dos eran las oficiales: el
inglés y el francés (Tonkin, 2011: 2). En 1920, Lord Robert Cecil propuso incluir el esperanto, una
lengua artificial que se creó a finales del siglo XIX con el fin de ser utilizada como lengua de
comunicación internacional. Sin embargo esta propuesta no se aprobó por el miedo de los
francófonos a que su idioma perdiera el estatus que había adquirido hasta el momento.
Se traducían los documentos de una de las dos lenguas oficiales a la otra y se realizaban
interpretaciones consecutivas también entre ellas, lo que provocaba que el ritmo de las
reuniones fuera muy lento (Tonkin, 2011: 3). A pesar de que las lenguas oficiales eran las dos ya
mencionadas, cualquier representante tenía la opción de hablar en la lengua propia de su
Estado, incluso si esta no estaba entre estas dos, siempre que la traducción de su discurso al
inglés o al francés corriera a cargo de su delegación. También se podía solicitar la traducción y la
publicación de documentos oficiales con la condición de que el Estado que lo solicitara se
encargase del proceso (Tafalla Plana, 2010).
Desafortunadamente, en 1939, al estallar la Segunda Guerra Mundial tras varios
conflictos e invasiones, la Sociedad de Naciones dejó de funcionar, aunque no se disolvió
definitivamente hasta 1946. Muchas fueron las causas de su disolución, empezando por la
negativa constante de Estados Unidos a adherirse a causa de la oposición de su Senado y
terminando por la impotencia que sintieron sus miembros por no haber podido parar un nuevo
conflicto de magnitudes internacionales y de consecuencias peores que las de la Primera Guerra
Mundial, misión principal para la que se había creado la Sociedad de Naciones (Pereira
Castañares y Martínez Lillo, 2001).
Así, el 18 de abril de 1946, pocos meses después del fin de la Segunda Guerra Mundial,
se celebró la última Asamblea de la Sociedad de Naciones, en la que dieron por disuelta esta
Organización y cedieron sus responsabilidades a la nueva Organización internacional: las
Naciones Unidas.
2.2. La creación de la Organización de las Naciones Unidas
Tras la Segunda Guerra Mundial, numerosos jefes de Estado de diferentes países
manifestaron la necesidad de crear una nueva organización semejante a la Sociedad de
Naciones para conseguir mantener la paz en el mundo. Así pues, el 1 de enero de 1942 se firmó
en Washington la Declaración de las Naciones Unidas, aceptada por 26 Estados aliados y
reforzada posteriormente por la adhesión de otros 21 Estados. Dos años más tarde, en la
Conferencia de Dumbarton Oaks que se celebró en Washington se establecieron los principios,
los propósitos, el método de adhesión de nuevos Estados y los órganos principales de las
Naciones Unidas (Pereira Castañares y Martínez Lillo, 2001).
14
Con las bases ya fijadas, los integrantes de la ONU, en aquel momento 50 Estados, entre
los que estaban las cinco potencias del momento (China, Francia, Unión Soviética, Reino Unido y
Estados Unidos), se volvieron a reunir en 1945 en la Conferencia de San Francisco o Conferencia
de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional. Allí elaboraron conjuntamente la Carta
de las Naciones Unidas y el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, que fueron aprobados
el 25 de junio del mismo año. Finalmente, el 24 de octubre de 1945, se fundaron las Naciones
Unidas en San Francisco, Estados Unidos.
La Carta de las Naciones Unidas2 consta de un preámbulo y 19 capítulos divididos en
111 artículos, a los que se les suman los 70 artículos del Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia, ambos aprobados en 1945. Posteriormente se llevaron a cabo enmiendas en los años
1963, 1965 y 1971. Según Pereira Castañares y Martínez Lillo (2001: 15, 16), los artículos más
importantes de esta Carta son el 1, el 2 y el 4. El artículo primero enumera y explica los
propósitos principales por los que se crearon las Naciones Unidas, que se resumen en el
mantenimiento de la paz y la seguridad a nivel internacional y el fomento de una buena relación
entre las naciones y de la cooperación internacional. El artículo segundo establece los principios
que se han de seguir para conseguir estos objetivos: el principio de igualdad de todos sus
Miembros en cuanto a la soberanía, el compromiso de estos de cumplir las obligaciones que
asumieron al firmar la Carta, entre las que se encuentran el arreglo pacífico de las posibles
disputas que se puedan producir entre ellos y la colaboración activa con la Organización; por otra
parte, este artículo también decreta que la ONU no tiene poder sobre los asuntos internos de
cada uno de los Estados. Por último, el artículo cuarto dictamina que cualquier otro Estado que
firme, acepte y sea capaz de respetar la Carta podrá pasar a ser miembro de la ONU siempre y
cuando la Asamblea General, bajo las recomendaciones del Consejo de Seguridad, decida que tal
Estado es apto para su admisión.
Desde el año de su creación hasta el presente, la ONU ha crecido notablemente, de los
50 Estados miembros de 1945 a los 193 de la actualidad, y ha llevado a cabo acciones
relacionadas con varios campos. El más importante es el mantenimiento de la paz. Sin embargo,
para muchos expertos, sus resultados en este campo han resultado todo un fracaso (Pereira
Castañares y Martínez Lillo, 2001: 32), ya que el periodo comprendido entre 1945 y la actualidad
ha sido el periodo con más guerras de la historia. Otro objetivo relacionado con el anterior es el
desarme y el control de armamento, para el que crearon en 1968 el Tratado de No Proliferación
de Armas Nucleares (TNP). Según lo dictaminado en este tratado, los únicos países que pueden
poseer armas nucleares (Estados Nuclearmente Armados) son Estados Unidos, Reino Unido,
Francia, la Unión Soviética y la República Popular de China, porque habían llevado a cabo un
2 Esta información ha sido extraída de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/documents/charter/index.shtml [recuperado el 14 de abril de 2015]. Véase el
anexo 1.
15
ensayo nuclear antes de la fecha de la firma de dicho tratado. Sin embargo, no pueden utilizar
este tipo de armas contra los Estados No Nuclearmente Armados. Actualmente, este tratado
sigue siendo relevante porque hay cuatro Estados que aún no lo han firmado: India, Pakistán,
Israel y Corea del Norte y son considerados una amenaza nuclear importante. Gracias a sus
Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP) la ONU ha sido galardonada con varios premios,
entre los más importantes, el Nobel de la Paz de 1988 y el Premio Príncipe de Asturias de
Cooperación Internacional en 1993.
Al mismo tiempo, las Naciones Unidas han llevado a cabo acciones económicas y sociales
con el objetivo de elevar a nivel global los niveles de vida de la población mediante el progreso y
el desarrollo económico, sobre todo en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo. En
relación con la elevación del nivel de vida, han hecho una gran labor en la protección de los
derechos del hombre. El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General aprobó en París la
Declaración Universal de Derechos Humanos, que recoge en sus 30 artículos los derechos más
importantes del hombre. De la misma forma, en 1959 se aprobó la Declaración de los Derechos
del Niño, que reúne 10 artículos que exponen los 10 derechos básicos de los niños (Pereira
Castañares y Martínez Lillo, 2001: 49, 50). Para asegurarse de que no se violan de forma grave
estos derechos, crearon un Tribunal Penal Internacional, con sede en La Haya y cuyo objetivo es
conseguir que los crímenes contra la Humanidad que se produjeron durante la Segunda Guerra
Mundial no se vuelvan a repetir.
La ONU ha tenido una gran importancia en la disposición del nuevo orden mundial tras la
desaparición de la URSS y tras la Guerra del Golfo a principios de la década de los noventa y los
cambios de fronteras posteriores, que perduran hasta la actualidad. Asimismo, ha realizado una
fuerte labor en el proceso de descolonización, lo que se puede comprobar mediante el hecho de
que en el año 1899 estaban reconocidos como Estados soberanos e independientes tan solo 26
Estados; en 1914, este número aumentó a 52; en 1960 a 131, hasta alcanzar más de 220
Estados en la actualidad (Pereira Castañares y Martínez Lillo, 2001: 46). Hoy en día, la ONU
considera que todos los territorios del mundo son independientes tras el proceso de
descolonización, ya sea con un gobierno propio o habiéndose adherido a otro Estado ya
existente.
2.3. España en la ONU
En cuanto al papel de España en la ONU, hemos de señalar que su entrada fue tardía,
hasta diciembre de 1955 España no formaba parte de las Naciones Unidas. La principal causa
de que su entrada se produjera tan tarde es, según Pereira Castañares y Martínez Lillo (2001:
63), el aislamiento que se le aplicó a España tras la Segunda Guerra Mundial para intentar
terminar con la dictadura franquista e instaurar una democracia en nuestro país. A su vez, la
16
España de Franco consideraba a la Sociedad de Naciones y posteriormente a la ONU una
amenaza para su Estado, ya que estaba en continua observación y crítica porque «constituía a los
ojos de las potencias vencedoras [de la Segunda Guerra Mundial] una anomalía política, una
pervivencia de los fascismos recién derrotados, incompatible con las bases sobre las cuales iba a
edificarse la nueva sociedad internacional» (Pereira Castañares y Martínez Lillo, 2001: 63). Por
esta razón, muchos Estados se opusieron a las primeras candidaturas de España para su
adhesión a la ONU y se le impusieron unas sanciones muy fuertes para intentar quitar a Franco
del poder, como sacar a todos los embajadores y ministros de los Estados miembros de nuestro
país, aunque algunos se negaron y siguieron manteniendo relaciones diplomáticas con España.
Sin embargo, poco a poco España se fue abriendo camino en esta Organización, en parte
gracias al apoyo de Estados Unidos, incorporándose primero a la FAO en abril de 1951 y
posteriormente a la UNESCO en 1953. El 14 de diciembre de 1955, el Consejo de Seguridad
aprobó la entrada de 16 Estados, entre los que se encontraba España, que obtuvo 55 votos a
favor y las abstenciones de México y Bélgica (Pereira Castañares y Martínez Lillo, 2001: 66).
Mediante esta acción, nuestro país consiguió desarrollar una política exterior más dinámica. A
pesar de la euforia inicial por haber llegado a formar parte de la Organización internacional más
importante del mundo, hubo varios momentos de tensión, como durante la descolonización,
cuando España perdió muchos de los territorios conquistados en otras épocas, o entre los años
1973 y 1975, cuando España sufrió de nuevo el aislamiento como condena por la aplicación de
la pena de muerte a miembros de ETA y del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP)
(Pereira Castañares y Martínez Lillo, 2001: 70).
Cuando se produjo la llegada de la democracia, las relaciones internacionales volvieron a
mejorar gracias a los esfuerzos que se realizaron en materia de política exterior. En aquel
momento, la ONU fue de gran ayuda para lograr la transición de una dictadura a la democracia.
Además, España, desde su ingreso, ha realizado grandes contribuciones a las Naciones Unidas,
entre las que pueden destacar su participación en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz y
las ocasiones en las que ha presidido alguno de sus órganos principales, como la Asamblea
General o el Consejo de Seguridad (Pereira Castañares y Martínez Lillo, 2001: 73). Actualmente,
España se encuentra entre los Estados que aportan unas mayores contribuciones económicas a
las Naciones Unidas; en concreto, según los datos del Ministerio de Asuntos Exteriores y
Cooperación (2015), está en el noveno lugar en la escala de contribuciones financieras al
Presupuesto Ordinario de las Naciones Unidas.
2.4. Los Órganos principales de la ONU
La ONU está formada por diversos órganos entre los que destacan la Asamblea General,
el Consejo de Seguridad, la Secretaría, el Consejo Económico y Social y la Corte Internacional de
17
Justicia3. A pesar de que se han propuesto varias reformas de estos órganos para lograr una
mayor democratización, una mayor legitimidad, una mayor eficacia burocrática y una mayor
contribución económica por parte de los Estados miembros, la estructura de la ONU se ha
mantenido prácticamente intacta desde su creación en 1945. El cambio más significativo que se
ha producido ha sido la supresión de uno de los órganos que desempeñó el papel más
importante durante el periodo de descolonización: el Consejo de Administración Fiduciaria, que
suspendió su actividad el 1 de noviembre de 1994, ya que su función consistía en vigilar la
administración de los territorios en fideicomiso y actualmente todos ellos han alcanzado la
independencia.
Cuatro de los cinco órganos que existen en la actualidad tienen su sede principal en
Nueva York (Estados Unidos), a excepción de la Corte Internacional de Justicia, que se encuentra
en La Haya (Países Bajos). Además de estos cinco instrumentos, la ONU está formada por 15
instituciones especializadas, de las que hablaremos más adelante, y tiene diferentes sedes en
todo el mundo. La segunda sede más importante y la más importante de Europa es la que se
encuentra en Ginebra (Suiza), existe otra en Viena (Austria), en África destaca la sede de Nairobi
(Kenia) y en Sudamérica la de Santiago de Chile (Chile), estas dos últimas, sobre todo,
desarrollan una gran labor en algunos de los países más desfavorecidos del mundo.
A continuación pasaremos a describir uno a uno los cinco órganos principales de las
Naciones Unidas y las funciones más importantes que estos desempeñan hoy en día.
2.4.1. La Asamblea General
La Asamblea General es el principal órgano deliberativo en el que están representados
los 193 Estados miembros que forman las Naciones Unidas, que son todos los Estados del
mundo reconocidos como independientes excepto algunos miembros que ejercen como
miembros observadores, como el Estado de la Ciudad del Vaticano, la Orden de Malta y el Estado
de Palestina4, y algunos territorios no considerados independientes, como el Sáhara Occidental o
las Islas Cook. Cada uno de los miembros tiene derecho a un voto y la gran parte de las medidas,
sobre todo las de mayor importancia, se aprueban con una mayoría de dos tercios. Cada año se
elige un presidente de la Asamblea entre los representantes de cada Estado allí presentes.
Actualmente el Presidente de la Asamblea General es el representante de Uganda.
Las principales funciones de la Asamblea son: la aprobación del presupuesto anual de la
ONU, la elección de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad y los elegibles del
Consejo Económico y Social y el nombramiento del Secretario General cada cinco años (Pereira
Castañares y Martínez Lillo, 2001). La Asamblea no tiene el poder en cuanto a dictar medidas, ya
3 Para obtener una visión conjunta de la organización de la ONU, véase el anexo 2.
4 Esta información ha sido extraída de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/members/aboutpermobservers.shtml [recuperado el 13 de mayo de 2015].
18
que esta función corresponde al Consejo de Seguridad; la Asamblea tan solo puede recomendar
medidas que posteriormente serán o no adoptadas por este último.
La Asamblea General a su vez también tiene una organización interna y se divide en seis
comisiones: la Primera Comisión que se dedica a temas relacionados con el desarme y la
seguridad internacional, la Segunda Comisión, que se centra en los asuntos económicos y
financieros, la Tercera Comisión, que se ocupa de asuntos sociales, humanitarios y culturales, la
Cuarta Comisión, que desempeña funciones relativas a la política especial y de descolonización,
la Quinta Comisión, que se dedica a los asuntos administrativos y presupuestarios y la Sexta
Comisión, que se centra en lo relativo a las cuestiones jurídicas5.
2.4.2. El Consejo de Seguridad
La función principal del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es mantener la paz
y la seguridad a nivel internacional. Este órgano puede tomar medidas o resoluciones que serán
de obligado cumplimiento para todos los Estados miembros, a diferencia del resto de los
órganos, que tan solo pueden realizar recomendaciones.
Está formado por 15 representantes de 15 Estados. Entre ellos hay 5 miembros
permanentes: China, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Rusia; a los que se unen 10
miembros no permanentes elegidos por un periodo de dos años de duración habiendo recibido al
menos dos tercios de los votos de la Asamblea General (Pereira Castañares y Martínez Lillo,
2001) . Estos miembros no permanentes no se cambian todos de una misma vez, sino que cada
año se renueva la mitad de ellos. El nombramiento de estos miembros tampoco se deja a libre
elección, sino que se tienen que cumplir los siguientes requisitos: tres de ellos tienen que ser de
Estados africanos, dos de Latinoamérica o del Caribe, otros dos de Asia, otros dos de Europa
Occidental y uno de Europa Oriental. Desde el 1 de enero de 2015 hasta el 31 de diciembre de
2016 España es uno de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Presidente de este órgano se cambia mensualmente siguiendo un orden alfabético
según los nombres de los países que lo conforman en ese momento6. En las votaciones, las
resoluciones se aprueban con nueve votos a favor como mínimo. Sin embargo, con tan solo un
voto negativo de uno de los cinco miembros permanentes, esta resolución no se aprobaría, ya
que tienen derecho a veto.
No han sido pocas las veces que se han propuesto reformas para este organismo,
debido, en parte, a la desigualdad existente entre los Estados miembros. Sin embargo, ninguna
de estas propuestas se ha hecho efectiva (Pereira Castañares y Martínez Lillo, 2001).
5 Estos datos se han obtenido de la página web oficial de la Asamblea General de la ONU:
http://www.un.org/es/ga/maincommittees/ [recuperado el 13 de mayo de 2015]. 6 Esta información se ha consultado en la página web oficial del Consejo de Seguridad de la ONU,
en la siguiente dirección: http://www.un.org/es/sc/presidency/ [recuperado el 15 de mayo de 2015].
19
2.4.3. La Secretaría
La sede principal de la Secretaría de las Naciones Unidas se encuentra en Nueva York.
No obstante, muchos de los 41.000 funcionarios dependientes de este organismo no trabajan en
las oficinas centrales, sino en alguna de las que están repartidas por todo el mundo. La función
principal de la Secretaría General es administrar el resto de las instituciones de la ONU, en
especial, sus programas y sus políticas.
A su vez, este organismo está dividido en varias oficinas y departamentos, que se dedican
a temas variados, como pueden ser el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la
Paz, la Oficina de Asuntos Jurídicos o la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios. Al
mando de todos ellos está la Oficina Ejecutiva del Secretario General y la Oficina de Servicios de
Supervisión Interna7.
La mayoría de las operaciones se dirige desde la sede, que se encuentra en Nueva York,
como ya hemos mencionado anteriormente. Sin embargo hay varias oficinas en otros lugares del
mundo. La segunda sede más importante es la de Ginebra (Suiza), donde se pueden encontrar la
Oficina de las Naciones Unidas, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, la Comisión Económica para Europa, la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo. La segunda sede europea es la de Viena (Austria), en la que además se encuentra la
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. En África se encuentra la sede de
Nairobi (Kenia) y en Adís Abeba (Etiopía) podemos encontrar la Comisión Económica para África.
En Latinoamérica, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe se encuentra en
Santiago de Chile (Chile) y en cuanto a Asia, la Comisión Económica y Social para Asia y el
Pacífico está en Bangkok y la Comisión Económica y Social para Asia Occidental en Beirut
(Pereira Castañares y Martínez Lillo, 2001).
Al frente de la Secretaría está el Secretario General, que es el jefe administrativo de la
ONU, cargo desempeñado actualmente por Ban Ki-Moon, de Corea del Sur. Según lo dictaminado
en la Carta, el Secretario General es el «más alto funcionario administrativo» de la ONU. Este
cargo se somete a elección cada cinco años por parte de la Asamblea General, bajo la
recomendación del Consejo de Seguridad. El Secretario puede ser reelegido una vez, como ha
sido el caso de Ban Ki-Moon, que ya está realizando su segundo mandato.
Las funciones principales que desempeña este organismo son: la administración de las
operaciones de mantenimiento de la paz y la mediación en disputas internacionales, el análisis
7 Esta información se ha recuperado de la página web oficial la Secretaría General de la ONU,
disponible en: http://www.un.org/es/mainbodies/secretariat/ [recuperado el 15 de mayo de 2015].
20
de los problemas económicos y sociales y la difusión de información sobre el trabajo y la labor
que desempeñan las Naciones Unidas.
2.4.4. El Consejo Económico y Social
El Consejo Económico y Social tiene la función de colaborar con la Asamblea General para
promover la cooperación y el desarrollo económico y social internacional. Está formado por 54
miembros representantes de Estados que se eligen de manera escalonada en la Asamblea
General y tienen mandatos de tres años. Cada miembro representa un voto y las decisiones
dentro de este órgano se aprueban por mayoría simple (Pereira Castañares y Martínez Lillo,
2001). La elección de los miembros se hace de una manera organizada: 14 miembros deben ser
africanos, 11 asiáticos, 6 de Europa oriental, 10 latinoamericanos o caribeños y 13 de Europa
occidental.
Se ocupa del fomento del empleo, de la mejora de los niveles de vida, y del progreso
económico y social, de dar solución a los problemas sanitarios, económicos y sociales, de
favorecer la cooperación de los Estados miembros en asuntos culturales y educativos y de
promover el respeto a la Declaración de los Derechos Humanos. Además recomienda a la
Asamblea General mejoras en la educación, en la salud, y en el fomento de los derechos
humanos.
También se encarga de coordinar los 15 organismos especializados, en los que nos
centraremos más adelante, las comisiones regionales, que se encargan de asuntos económicos y
sociales en cada región del mundo, normalmente respetando la división de los continentes, y las
comisiones orgánicas: la Comisión de Estadística, la Comisión de Población y Desarrollo, la
Comisión de Desarrollo Social, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, la
Comisión de Estupefacientes, la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal, la Comisión
de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible y el Foro de
las Naciones Unidas sobre los Bosques.
2.4.5. La Corte Internacional de Justicia
La Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial más importante de la ONU. Su sede
se encuentra en La Haya (Países Bajos) y es, por tanto, el único de los cinco órganos principales
de la ONU que no se encuentra en Nueva York (Estados Unidos). Dos son las funciones más
importantes de la Corte: la resolución de controversias que presenten los Estados guiándose por
el Derecho Internacional y la emisión de opiniones y dictámenes acerca de cuestiones jurídicas
que sean sometidas por los órganos u organismos de la ONU autorizados para ello (Pereira
Castañares y Martínez Lillo, 2001).
21
La Corte está formada por quince magistrados, cada uno de una nacionalidad diferente,
elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad para un periodo de nueve años.
Como en otros órganos de la ONU, la renovación de los miembros no es total, sino que se elige
un tercio de los magistrados cada tres años, siendo posible la reelección. Los magistrados no
representan a ningún Estado, sino que son magistrados independientes. Además cuenta con una
Secretaría propia que se encarga de los asuntos administrativos y de coordinar el servicio de
traducción y de interpretación.
Según el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia8, los idiomas oficiales de este
órgano son solo dos: el francés y el inglés, por lo que todas las sesiones se realizan en uno de los
dos idiomas y todos los documentos se traducen de un idioma al otro. Sin embargo, este Estatuto
también dictamina que: «Si lo solicitare una de las partes, la Corte la autorizará para usar
cualquier idioma que no sea ni el francés ni el inglés». Además muchos de los documentos
oficiales se traducen a todos los idiomas oficiales de la ONU.
2.5. Organismos especializados vinculados a la ONU
Según la Carta de las Naciones Unidas9:
Los distintos organismos especializados establecidos por acuerdos
intergubernamentales, que tengan amplias atribuciones internacionales definidas
en sus estatutos, y relativas a materias de carácter económico, social, cultural,
educativo, sanitario, y otras conexas, serán vinculados con la Organización.
Es decir, los organismos especializados vinculados a las Naciones Unidas son
organizaciones independientes que están asociadas con la ONU por medio de acuerdos de
cooperación. Son órganos autónomos creados mediante convenios intergubernamentales que
centran su actividad en varios campos, como la ciencia, la tecnología, las comunicaciones, el
transporte, la economía y la cultura. Todos estos organismos poseen sus propios órganos
rectores, secretarías y presupuestos. Como ya hemos aclarado anteriormente, estos organismos
especializados están coordinados por el Consejo Económico y Social de la ONU (Pereira
Castañares y Martínez Lillo, 2001).
En la actualidad, el total de estos organismos especializados asciende a 15, entre los que
destacan los siguientes por su labor a nivel internacional y su dedicación a asuntos tan
importantes como la salud, la economía o la cultura y la educación:
8 Esta información ha sido extraída de la página web oficial de la Corte Internacional de Justicia:
http://www.icj-cij.org/homepage/sp/icjstatute.php [recuperado el 4 de mayo de 2015]. 9 Esta información se ha obtenido de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/documents/charter/index.shtml [recuperado el 4 de mayo de 2015].
22
La Organización Internacional del Trabajo (OIT); esta Organización se ocupa de los
asuntos relacionados con el trabajo y las relaciones laborales, principalmente
intenta fomentar los derechos humanos y laborales y la justicia social. Fue el
primer organismo especializado que se unió a la ONU en 1946, tras la creación
de esta última, puesto que la OIT ya existía desde 1919. Ente sus trabajadores,
cuenta con traductores e intérpretes de las lenguas oficiales de la ONU, es decir,
español, inglés, francés, ruso, árabe y chino, además del alemán, que en la OIT sí
que es un idioma oficial.
La Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura
(UNESCO, por sus siglas en inglés); tiene su sede en París y se fundó en
noviembre de 1945, casi a la vez que la ONU, con el fin de de lograr la paz en el
mundo y velar por la seguridad mediante la educación, la ciencia, la cultura y las
comunicaciones para, de esta forma, poder conseguir un diálogo entre las
distintas civilizaciones, culturas y pueblos con el respeto de los valores comunes
como máxima. Su órgano rector más importante es la Conferencia General, donde
se reúnen los representantes de los 195 Estados miembros y donde se traducen
documentos e interpretan reuniones, conferencias y asambleas desde y hacia los
seis idiomas oficiales de la ONU más otros tres que también se han convertido en
idiomas oficiales: el italiano, el portugués y el hindi (Tonkin, 2011: 5).
La Organización Mundial de la Salud (OMS); este organismo especializado de la
ONU se ocupa de los asuntos sanitarios a nivel mundial para lograr un nivel de
salud alto y una mejora de la calidad de vida de la población, mediante la
promoción y la organización de investigaciones en salud, el establecimiento de
normas relativas a este campo, el apoyo técnico a las naciones y el fomento de la
cooperación entre ellas y la vigilancia de las tendencias sanitarias mundiales.
Según la OMS, «Para conseguir sus objetivos, la OMS necesita que su información
sea accesible a la mayor audiencia posible. En consecuencia, la Organización
considera positivo contar con asociados para publicaciones en todos los
idiomas»10. Por lo tanto, en su plantilla cuentan con traductores de los seis
idiomas oficiales de la ONU pero, a su vez, se sirven de traductores freelance para
llevar a cabo traducciones a otros idiomas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO,
por sus siglas en inglés); la FAO es el organismo de las ONU que se encarga de la
lucha contra el hambre mediante la ayuda a los países en desarrollo para
10 Estos datos han sido consultados en la página web oficial de la OMS:
http://www.who.int/about/licensing/translations/es/ [recuperado el 6 de mayo de 2015].
23
modernizar y mejorar la agricultura, la silvicultura y la pesca y aliviar así el hambre
y la pobreza. Actualmente tiene su sede en Roma y tiene los mismos idiomas
oficiales que la ONU a excepción del ruso pero, al igual que la OMS, traduce
muchos de sus documentos y publicaciones a idiomas extraoficiales gracias a
traductores freelance y se deciden los idiomas que se utilizarán en las
conferencias dependiendo de la nacionalidad de sus asistentes y del lugar en el
que se realicen (Tonkin, 2011: 5).
El Banco Mundial (BM); se trata de un grupo de organismos que colaboran entre
sí para terminar con la pobreza extrema, apoyar el desarrollo económico y
promover la prosperidad compartida. Para ello, se constituye como una asistencia
financiera y técnica para los países en desarrollo otorgando préstamos sin
intereses o con intereses muy bajos y donaciones a este tipo de países para
apoyar las inversiones en educación, salud, administración pública,
infraestructura, etc. Los idiomas utilizados en el Banco Mundial son el inglés, el
árabe, el chino, el francés, el portugués, el ruso y el español.
El Fondo Monetario Internacional (FMI); los objetivos principales del FMI son el
fomento de la cooperación monetaria a nivel internacional, el impulso de un
crecimiento equilibrado del comercio internacional, la promoción de la estabilidad
de los tipos de cambio y la dotación de recursos financieros a los Estados
miembros para que logren corregir los posibles desajustes en sus balanzas de
pagos. El idioma oficial del FMI es el inglés, aunque determinadas publicaciones
se traducen a otros idiomas siempre que sea necesario.
Tras analizar todos los aspectos concernientes a la formación y a la estructura de la
Organización de las Naciones Unidas, en el siguiente apartado nos centraremos en la forma en la
que la ONU aborda la cuestión del multilingüismo.
24
3. El multilingüismo en la ONU
3.1. Los idiomas oficiales de la ONU
Las bases legales del multilingüismo de la ONU se encuentran en la Carta y, desde ese
punto de partida, se han desarrollado dependiendo de las necesidades lingüísticas del momento.
Periódicamente, se lleva a cabo una revisión para cerciorarse de que se están cumpliendo estas
normas. Mediante la apuesta por el multilingüismo, la ONU promueve el respeto hacia otros
idiomas y culturas, ayudando así a preservarlos, y el fomento del diálogo internacional.
El francés era el idioma más usado en las relaciones internacionales desde el siglo XVII
(Baigorri Jalón, 1999: 29) hasta que esa situación cambió tras la Primera Guerra Mundial,
cuando apareció el inglés en la escena de las relaciones internacionales. El primer evento de
importancia internacional en el que se utilizaron ambos idiomas fue en la Conferencia de Paz de
París en 1919. En esta Conferencia se estableció que todos los documentos estarían disponibles
en su versión inglesa y en su versión francesa, ambas con la misma validez, y si alguna
delegación de cualquier país cuya lengua oficial no fuera ninguna de las oficiales de la
Conferencia quisiera que estos documentos fueran traducidos a su propio idioma, esta no sería
responsable del servicio de traducción necesario, sino que lo sería el país que lo demandara. El
mismo sería el caso con la interpretación y los resúmenes de las reuniones y conferencias
(Baigorri Jalón, 2005: 988).
Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, los idiomas que se utilizaban en las
relaciones internacionales eran el inglés y el francés, pero con la creación de las Naciones Unidas
se dio un paso adelante y se empezaron a utilizar más lenguas para realizar estas
comunicaciones internacionales. En aquel momento, muchos países luchaban por la presencia
de su idioma en las negociaciones mundiales, sobre todo por razones políticas. Los países que
más lucharon en aquella época por la presencia de sus lenguas en los foros internacionales
fueron la Unión Soviética, China y los países latinoamericanos. De esta forma, la ONU decidió
incluir entre sus idiomas oficiales, además del inglés y del francés, el ruso, el chino y el español.
En cuanto al español, no hubo demasiada oposición, ya que era la lengua materna de un tercio
de los representantes de los Estados presentes en la Conferencia de San Francisco.
Actualmente, 21 de los 193 Estados miembros de la ONU son hispanohablantes. Sin embargo,
en las Naciones Unidas conviven las variedades del español de la Península con las del español
de América Latina, por lo que se tiene que intentar utilizar un español que sea comprensible en
todos los territorios.
La Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco en 1945, fue redactada en
los cinco idiomas oficiales y según su artículo 111, «la presente Carta, cuyos textos en chino,
25
francés, ruso, inglés y español son igualmente auténticos», los cinco textos son originales y
ninguno se considera la traducción de otro.
En un principio, esas cinco lenguas eran las lenguas oficiales. No obstante, decidieron
marcar una diferencia y establecieron el inglés y el francés como lenguas de trabajo. Esto
significaba que los documentos oficiales, como las actas, se traducirían a los idiomas de trabajo
y los resúmenes de estos estarían disponibles en el resto de idiomas oficiales; que los discursos
en inglés o en francés serían interpretados en el otro y que los discursos en un idioma oficial
serían interpretados en inglés y en francés.
En 1946, la Asamblea General decidió regular los asuntos relacionados con los idiomas y
los puso en manos de la Primera Comisión, que a su vez creó una subcomisión formada por
representantes de varios Estados. Algunos de ellos estaban a favor del multilingüismo, pero otros
estaban en contra y opinaban que era mejor tener una o, como mucho, dos lenguas oficiales. A
pesar de que muchos de los representantes estaban de acuerdo en que todos los miembros
deberían poder expresarse en su propio idioma, había que recordar que el resto de los miembros
tenían que entender sus intervenciones y que la traducción o la interpretación en muchos casos
no era la mejor opción porque podían hacer que su mensaje perdiera su esencia principal y fuera
mal interpretado por el resto de representantes. Esta idea la expresa Baigorri Jalón de la
siguiente forma:
Although there was general agreement in the sense that a way had to be
found so that every speaker could speak his own language, it was also obvious
that this speaker had to be understood and that the essence of what he said
could not be lost because of the translation technique. (Baigorri Jalón, 2004: 23).
Tras las sesiones de debate que se llevaron a cabo en ese subcomité, se creó el
Reglamento concerniente a idiomas11, que establecía los aspectos más importantes relativos a
los idiomas en la ONU, que se explicarán a continuación. Los idiomas oficiales de todos los
órganos de las Naciones Unidas (excepto de la Corte Internacional de Justicia, que, como hemos
explicado anteriormente, tiene su propio Reglamento de idiomas) serán el inglés, el francés, el
español, el chino y el ruso; los dos primeros serán además idiomas de trabajo. Los discursos
pronunciados en inglés se interpretarán al francés, los pronunciados en francés, al inglés y los
pronunciados en cualquiera de los demás idiomas oficiales se interpretarán a los dos de trabajo.
Además, cualquier representante podrá utilizar su lengua materna para realizar sus
intervenciones, aunque no sea ninguna de las oficiales, pero ellos mismos tendrán que
proporcionar un servicio de interpretación para dichos discursos que sean interpretados hacia
11 Esta información ha sido extraída de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/2(I) [recuperado el 26 de mayo de 2015]. Ver anexo
3.
26
una de las lenguas de trabajo para que el equipo de intérpretes pueda hacerlo posteriormente
hacia el otro idioma de trabajo. Se redactarán los discursos pronunciados en francés y en inglés
y, bajo petición, en cualquiera de los demás idiomas oficiales. Las actas, las resoluciones y
demás documentos importantes estarán disponibles en los cinco idiomas oficiales y, si así lo
decide algún órgano de las Naciones Unidas, en cualquier idioma no oficial; los Diarios de los
órganos se podrán encontrar solamente en los idiomas de trabajo.
A día de hoy, este Reglamento ha sufrido varias modificaciones. En 1948, la Asamblea
General decidió que el español debía pasar a formar parte de los idiomas de trabajo, junto con el
inglés y el francés; en 1968 hizo lo mismo con el ruso y en 1973 con el chino, además de incluir
el árabe como lengua oficial y de trabajo en ese mismo año. El Consejo de Seguridad y el resto de
órganos, a excepción de la Corte Internacional de Justicia, llevaron el mismo camino, pero con
unos años de diferencia. Según la opinión de algunos expertos, el árabe no se incluyó en el
selecto grupo de las lenguas oficiales de la ONU por necesidad, sino más bien por una cuestión
de prestigio en la que los países árabes estaban muy interesados (Baigorri Jalón, 2004: 23).
El Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas estableció un día
internacional para cada idioma oficial de la ONU para celebrar el multilingüismo y el respeto por
la diversidad cultural. El Día del idioma español se celebra todos los años el 12 de octubre; el del
inglés, el 23 de abril; el del francés, el 20 de marzo; el del árabe, el 18 de diciembre; el del ruso,
el 6 de junio y el del chino, el 20 de abril12.
A pesar de estas regulaciones sobre el multilingüismo, no todos los idiomas oficiales
tienen el mismo estatus ni la misma importancia (Tonkin, 2011: 6). En la ONU siempre ha
tendido a predominar el inglés, seguido del francés y el español, que están por delante del árabe,
debido a que en las Naciones Unidas hay un gran número de países en los que se hablan estos
idiomas. Por otra parte, el ruso ha sufrido un gran declive en cuanto a importancia a nivel
internacional y el chino, a pesar de contar con muchos millones de hablantes en el mundo, no se
ha logrado establecer a nivel internacional por su dificultad de aprendizaje.
Durante toda la historia de la ONU, se han llevado a cabo varias campañas, dirigidas
sobre todo por la delegación francesa, para evitar que el inglés monopolice y gobierne sobre el
resto de los idiomas oficiales. Sin embargo, no se ha obtenido el resultado deseado y el inglés es
el idioma que se usa en el 80 o 90 por ciento de los documentos que se elaboran en el día a día
en las sedes principales de las Naciones Unidas. Además, como la gran mayoría de los
representantes tiene conocimientos de este idioma, muchas reuniones se realizan en inglés sin
necesidad de interpretación, como podemos observar en el siguiente gráfico, que refleja las
12 Información extraída de la página web oficial de la ONU, disponible en el siguiente enlace:
http://www.un.org/es/sections/about-un/official-languages/ [recuperado el 24 de junio de 2015].
27
reuniones que se han mantenido desde el año 2002 al 2013 en la Oficina de las Naciones
Unidas de Ginebra.
Figura 1. Reuniones celebradas en la Oficina de las Naciones Unidas de Ginebra entre 2002 y 2013, con y
sin Servicio de Interpretación. (Fuente: Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, 2013).
Como podemos comprobar en la figura anterior, la gran mayoría de las reuniones
celebradas en la sede de la ONU en Ginebra entre los años 2002 y 2013 se han llevado a cabo
sin utilizar los servicios de interpretación. Esto supone un gran impacto sobre el Servicio de
Interpretación, ya que comprobamos que no tienen tanto trabajo, lo que puede tener efectos
negativos en el desarrollo de las reuniones porque pueden darse malentendidos entre los que no
dominen completamente la lengua en la que se lleve a cabo la reunión (normalmente el inglés).
Otra de las desventajas para los intérpretes derivada del conocimiento globalizado del
inglés es que muchos discursos son pronunciados en este idioma por oradores cuya lengua
materna no es esta, provocando que el acento y las expresiones empleadas hagan, en muchos
casos, el trabajo de estos profesionales mucho más complicado (Baigorri Jalón, 2003). También
los traductores sufren las consecuencias de este hecho teniendo que trabajar con textos en
inglés de peor calidad y peor redactados al tratarse de autores cuya lengua materna no es esta.
Los idiomas más afectados por este hecho son el francés, el español y sobre todo el ruso,
lenguas que cada vez se emplean menos en las reuniones de las Naciones Unidas.
A estos problemas se suman las protestas de los miembros cuyos idiomas maternos no
son oficiales en las Naciones Unidas, ya que deben ser capaces de hablar y comprender al
28
menos dos de las cinco lenguas oficiales. Este es el caso de Estados como Japón o Brasil. Varios
idiomas han sido propuestos para su incorporación, como el esperanto, el hindi, el turco o el
portugués, pero estas propuestas no han tenido demasiado éxito en la Asamblea General.
Para muchos, es sorprendente que idiomas tan importantes en el mundo actual, debido a
la importancia de sus Estados, como el alemán o el japonés, no estén representados entre los
idiomas oficiales de la ONU. Este hecho no resulta tan sorprendente si pensamos que cuando se
crearon las Naciones Unidas, tras la Segunda Guerra Mundial, Alemania y Japón pertenecían al
bando derrotado y, por tanto, al más perjudicado tras la firma de los acuerdos de paz, sufriendo
un gran aislamiento tras el fin de este conflicto bélico. No han sido pocas las ocasiones en las
que los germanohablantes han pedido que se incluyera su idioma entre los oficiales, sobre todo
cuando se estableció una de las sedes de la ONU en Viena.
Sin embargo, a pesar de no estar entre estos idiomas oficiales, desde 1975 el alemán
tiene su propio departamento de traducción en la sede de la ONU en Nueva York financiado por
los países germanófonos, es decir, Alemania, Austria, Suiza y Liechtenstein (Baigorri Jalón,
2004). Estos países se interesaron por tener su propio departamento de traducción porque
querían que su población se interesara más por los asuntos concernientes a las Naciones
Unidas. Como la Sección de Traducción al Alemán no tiene muchos trabajadores, 11 en total, no
pueden traducir una gran cantidad de documentos, por lo que allí se traducen los documentos
más importantes de la Asamblea General, de la Secretaría y del Consejo de Seguridad a la vez
que se elaboran bases de datos terminológicas, se llevan a cabo correcciones y revisiones. Para
ser traductor de alemán hace falta aprobar los exámenes como para cualquiera de los idiomas
oficiales de la ONU (Sección de Traducción al Alemán de las Naciones Unidas, 2011).
3.2. El Departamento de la Asamblea General y de Gestión de Conferencias
El Departamento de la Asamblea General y de Gestión de Conferencias es uno de los
departamentos más importantes de la Secretaría General de las Naciones Unidas y el más
grande de todos ellos. Cuenta con más de 2.000 funcionarios que trabajan en todo el mundo, de
los cuales más de 1.000 trabajan en la sede de Nueva York (Zhao y Cao, 2013). Entre estos
funcionarios, podemos encontrar traductores, intérpretes, redactores de actas literales, editores
o diseñadores gráficos. Su misión principal es «mejorar el diálogo y la cooperación entre los
Estados miembros y contribuir con ello al logro de los objetivos de las Naciones Unidas y de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio adoptados por la Asamblea General de cara al futuro»13.
Debido al multilingüismo existente en la ONU, es necesario un gran servicio de traducción e
interpretación, además de un buen servicio de organización de reuniones, de redacción de actas
13 Esta información ha sido recuperada de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/ [recuperado el 28 de junio de 2015].
29
y de edición de documentos, debido al gran número de asambleas que se celebran y también un
buen sistema para redactar y editar los documentos resultantes de esas reuniones. Es por ello
que la misma Secretaría General se encarga de coordinar este Departamento14 para conseguir
que todo funcione a la perfección.
El Departamento de la Asamblea General y de Gestión de Conferencias está dividido en
varias dependencias orgánicas: la Oficina del Secretario General Adjunto, la División de Asuntos
de la Asamblea General y del Consejo Económico y Social, el Servicio de Planificación Central y
Coordinación, el Servicio de Protocolo y Enlace, la División de Documentación y la División de
Reuniones y Publicaciones.
Este Departamento está dirigido por el Secretario General Adjunto, actualmente,
Tegegnework Gettu, quien se encarga de coordinar y administrar el Departamento, es decir, los
servicios de conferencias de todas las oficinas de las Naciones Unidas, y de servir como
representante del Secretario General en determinadas ocasiones. El Secretario General Adjunto
cuenta con la asistencia de la Subsecretaria General, Catherine Pollard15. Además, en las oficinas
de la ONU en Ginebra, Viena y Nairobi, hay una División de Gestión de Conferencias que gestiona
estos servicios allí, aunque los asuntos más importantes de este Departamento se tratan en la
sede de Nueva York.
La División de Asuntos de la Asamblea General y del Consejo Económico y Social se
encarga de preparar y seguir el desarrollo de las conferencias y reuniones que tienen lugar en las
Naciones Unidas y sus funcionarios trabajan antes, durante y después de las sesiones para
garantizar que todo se desarrolle según lo previsto16. Para representar de una forma más clara la
estructura de esta División, presentamos a continuación un gráfico de su sistema (figura 2).
Figura 2. Organización de la División de Asuntos de la Asamblea General y el Consejo Económico y Social.
(Fuente: elaboración propia).
14 Al igual que ocurre con la mayúscula inicial en la palabra organización, como hemos explicado
en la nota 1 de este documento, hemos utilizado mayúsculas en palabras como departamento, división,
sección o servicio cuando estas se refieren a uno concreto, como el Departamento de la Asamblea General
y de Gestión de Conferencias, la División de Asuntos de la Asamblea General y el Consejo Económico y
Social, la Sección de Gestión de Reuniones o el Servicio de Traducción al Español. 15 Estos datos se han consultado en la página web oficial de la ONU:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/ousg.shtml [recuperado el 29 de junio de 2015]. 16 Información extraída de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/gaead.shtml [recuperado el 29 de junio de 2015].
División de Asuntos de la Asamblea General y el Consejo
Económico y Social
Subdivisión de Asuntos de la Asamblea General
Subdivisión de Asuntos del Consejo Económico y Social
Subdivisión de Asuntos de Desarme y Paz
30
El papel del Servicio de Planificación Central y Coordinación también se centra en el
seguimiento del desarrollo de las reuniones, pero de una forma diferente. Este debe planificar
toda la documentación necesaria antes de cada reunión y estimar la documentación que tendrá
que generarse tras ella. Además, se encarga de planificar y elaborar el calendario de reuniones
de tal forma que no se concentren todas en un mismo periodo de tiempo y se disponga de todos
los servicios necesarios en cada una de ellas17. A continuación se muestra un gráfico (figura 3)
que representa la estructura de este Servicio para poder comprenderla de un solo vistazo.
Figura 3. Organización del Servicio de Planificación Central y Coordinación. (Fuente: elaboración propia).
Asimismo, para que las reuniones se desarrollen sin ningún problema, se creó el Servicio
de Protocolo y Enlace. Gracias a esta dependencia, se instruye a los representantes de los 193
Estados miembros de la ONU en «las costumbres y los reglamentos que rigen la etiqueta, los
precedentes y el ceremonial diplomáticos» a nivel internacional para que no se produzcan
malentendidos o malas interpretaciones18.
Y ahora centrémonos en las divisiones que más nos interesan, porque son en las que
trabajan los profesionales de la traducción y de la interpretación: la División de Documentación y
la División de Reuniones y Publicaciones.
En la División de Documentación trabajan más de 600 funcionarios repartidos entre
varias dependencias orgánicas, que son: el Servicio de Edición, Terminología y Referencias, los
Servicios de Traducción, la Dependencia de Traducciones por Contrata y la Sección de
Procesamiento de Texto.
17 Esta información se ha obtenido de la página web oficial de la ONU:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/cpcs.shtml [recuperado el 1 de julio de 2015]. 18 Estos datos han sido extraídos de la página web oficial de la ONU:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/protocol.shtml [recuperado el 1 de julio de 2015].
Servicio de Planificación Central y Coordinación
Sección de Gestión de Reuniones
Dependencia de Control de
Documentos
Dependencia de Planificación de
Documentos
Dependencia del Diario
Dependencia de Supervisión,
Evaluación, Gestión de Riesgos y Verificación
Estadística
31
El Servicio de Edición, Terminología y Referencias se subdivide a su vez en tres secciones
diferentes que explicaremos a continuación. En primer lugar, la Sección de Control Editorial es la
encargada de que los documentos que se publiquen en las Naciones Unidas sean correctos,
claros y coherentes. Los trabajadores de esta sección trabajan mano a mano con los autores de
cada documento desde las primeras fases de redacción; de esta forma, logran que las
publicaciones sean de fácil comprensión, que estén bien organizadas y que no den lugar a dobles
sentidos, ya que si alguno de estos factores se incumple, las consecuencias podrían ser graves19.
En segundo lugar, la Sección de Edición de Documentos Oficiales es la encargada de publicar los
documentos oficiales en los seis idiomas de la ONU centrándose en que todas y cada una de las
versiones sean equivalentes para que no se produzcan malentendidos. Con este fin, en esta
Sección, a diferencia de otras, se trabaja en equipos formados por profesionales que dominan
varias lenguas y se reúnen para comprobar que todas las versiones son idénticas y que
contienen todos los apartados y cláusulas necesarias para posteriormente autorizar su
publicación20. Y por último, la Sección de Terminología y Referencias, que está dividida en dos
Equipos: el de Terminología, formado por un terminólogo especialista en cada uno de los idiomas
oficiales y dos auxiliares, y el de Referencias, que cuenta con 25 personas. En el primero de ellos,
en el Equipo de Terminología, se buscan concordancias de los textos que se han de traducir con
otros ya traducidos para, de esta forma, facilitar y agilizar este proceso. Esto es posible gracias a
la base de datos terminológica multilingüe que se utiliza en toda la ONU: UNTERM21, la cual se ha
ido recopilando durante varios años según las demandas terminológicas y cuenta con los
términos que se utilizan de forma habitual en esta Organización. Por su parte, el Equipo de
Referencias busca las referencias a otros documentos ya publicados que se hacen en un
determinado documento aún por traducir para que la terminología coincida completamente22.
Cuando un documento ha pasado por todos estos procesos en la lengua original, está
preparado para pasar por el Servicio de Traducción y que este lo traslade a las demás lenguas
oficiales. En este Servicio, por lo tanto, trabajan traductores que manejan, al menos, dos de las
combinaciones existentes entre las seis lenguas oficiales, una de las cuales será su lengua
materna, a la que traducirán directamente en la mayoría de los casos. Además de los Servicios
de Traducción al árabe, al chino, al español, al francés, al inglés y al ruso, hay una Sección de
Traducción al alemán, que, como ya hemos comentado anteriormente, traduce un número
reducido de documentos y que está financiada por los países germanohablantes. Estos Servicios
19 Información recopilada de la página web oficial de la ONU:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/editorial_control.shtml [recuperado el 1 de julio de 2015]. 20 Esta información ha sido extraída de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/ores.shtml [recuperado el 1 de julio de 2015]. 21 Esta base de datos está disponible tanto para los trabajadores de la ONU como para el público
en general en el siguiente enlace: https://unterm.un.org/. 22 Estos datos se han consultado en la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/terminology.shtml [recuperado el 1 de julio de 2015].
32
de Traducción no dudan en ayudarse de algunas de las numerosas herramientas tecnológicas,
no solo para agilizar su trabajo, sino también para mejorarlo. Ya hemos visto algún ejemplo,
como las bases de datos terminológicas (UNTERM), pero también emplean repositorios de
documentos para buscar textos completos, herramientas de alineación, gestores de memorias de
traducción y software de reconocimiento de voz, entre otras herramientas tecnológicas23.
Lamentablemente, el número de traductores contratados en las Naciones Unidas en algunos
casos no es suficiente para cubrir las necesidades de traducción de esta Organización, por lo
que, en épocas de mayor concentración de trabajo, se ven obligados a contratar a trabajadores
freelance, que les ofrecen sus servicios durante un corto periodo de tiempo. De la selección y
posterior contratación de estos trabajadores autónomos se encarga la Dependencia de
Traducciones por Contrata, que estima que hasta un 25% del trabajo total de la ONU en este
campo lo realizan más de 200 trabajadores externos y empresas que subcontratan24.
Por último, los documentos que se publican en las Naciones Unidas deben pasar por la
Sección de Procesamiento de Textos, que se divide en seis Dependencias inferiores, una por
cada idioma oficial. Esta Sección mantiene un contacto intensivo con el resto de las secciones
que han participado en el proceso de creación de estos documentos para que el resultado sea de
gran calidad, la necesaria para una institución tan importante como la ONU.
Con el fin de mostrar esta idea de una forma más clara hemos elaborado la figura que se
muestra a continuación (figura 4), en la que se representa la estructura de la División de
Documentación de la Organización de las Naciones Unidas.
23 Esta información se ha extraído de la página web oficial de la ONU:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/translation.shtml [recuperado el 2 de julio de 2015]. 24 Estos aspectos se han consultado en la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/ctu.shtml [recuperado el 2 de julio de 2015].
33
Figura 4. Organización de la División de Documentación. (Fuente: elaboración propia).
La División de Reuniones y Publicaciones se encarga de posibilitar las reuniones
mediante los servicios de interpretación y de redactar los documentos que se originan en ellas. Al
igual que la División de Documentación, también está compuesta por varias secciones o
servicios: el Servicio de Interpretación, el Servicio de Redacción de Actas Literales, la Sección de
Preparación de Originales y Corrección de Pruebas y la Sección de Publicaciones.
Para la Organización de las Naciones Unidas un buen servicio de interpretación es
imprescindible debido a su multilingüismo y a su internacionalidad. Por esta razón, el Servicio de
Interpretación de la División de Reuniones y Publicaciones es uno de los elementos más
importantes de la ONU, ya que debe estar presente, a ser posible, en todas las reuniones que se
realicen. El Servicio se divide a su vez en Secciones, una por cada idioma oficial de las Naciones
División de
Documentación
Servicio de Edición, Terminología y Referencias
Sección de Control Editorial
Sección de Edición de Documentos Oficiales
Sección de Terminología y Referencias
Servicios de Traducción
Servicio de Traducción al Árabe
Servicio de Traducción al Chino
Servicio de Traducción al Español
Servicio de Traducción al Francés
Servicio de Traducción al Inglés
Servicio de Traducción al Ruso
Servicio de Traducción al Alemán
Dependencia de Traducciones por Contrata
Sección de Procesamiento de Textos
Dependencia de Procesamiento de Textos en Árabe
Dependencia de Procesamiento de Textos en Chino
Dependencia de Procesamiento de Textos en Español
Dependencia de Procesamiento de Textos en Francés
Dependencia de Procesamiento de Textos en Inglés
Dependencia de Procesamiento de Textos en Ruso
34
Unidas. Cada uno de los delegados puede elegir el idioma, normalmente uno de los seis oficiales,
en el que realizará su discurso y en las cabinas, donde trabajan los intérpretes, este discurso se
pronunciará en cada uno de los cinco idiomas oficiales restantes. Estas cabinas están
insonorizadas, cerradas, acristaladas y situadas en un lugar privilegiado, desde el que se puede
ver toda la sala, normalmente en un lugar elevado por encima de los delegados. En estas
imágenes se puede observar la situación de las cabinas de interpretación en la Asamblea
General y en el Consejo de Seguridad, donde se encuentran a ambos y a un lado de la sala
respectivamente y en un plano superior para que los intérpretes puedan percibir todos los
detalles de la situación comunicativa que tienen que interpretar.
Figura 5. Cúpula de la Asamblea General. Sede de las Naciones Unidas (ONU). (Fuente: David Pérez
Caparrós. 2009).25
Figura 6. Sesión abierta del Consejo de Seguridad de la ONU. (Fuente: Ministerio de Seguridad Argentina.
2014).26
25 Imagen extraída de: http://blognuevayork.com/page/5/ [recuperado el 3 de julio de 2015].
35
Para poder escuchar las interpretaciones, los delegados tienen un auricular inalámbrico
con el que pueden sintonizar las diferentes cabinas según el número que marquen: el uno
corresponde al chino, el dos, al español, el tres, al ruso, el cuatro, al francés, el cinco, al inglés y
veintiuno al árabe, porque fue el último idioma oficial añadido, en 1973, cuando este sistema ya
se estaba empleando. En cada reunión trabajan un total de 14 intérpretes divididos en las
cabinas por parejas, a excepción de las cabinas de chino y árabe en las que trabajan de tres en
tres debido a que en estas cabinas se trabaja en las dos direcciones, es decir, de y hacia el chino
y de y hacia el árabe.
Además de la interpretación simultánea, en contadas ocasiones se utiliza la
interpretación bilateral y menos comúnmente, la consecutiva. Estas dos son útiles en reuniones
reducidas, por ejemplo entre el Secretario General y un Jefe de Estado27.
Según se dice en las Naciones Unidas: «En el principio era la palabra hablada» y «Tras la
palabra hablada viene la palabra escrita»28. Por esta misma razón, el Servicio de Actas Literales
es otro de los departamentos más importantes de la División de Reuniones y Publicaciones de la
ONU. Este Servicio se encarga de elaborar las actas literales en los seis idiomas oficiales de las
reuniones de la Asamblea General, del Consejo de Seguridad o de otros órganos que lo soliciten.
Los redactores de actas literales no solo tienen que limitarse a copiar lo que los delegados han
dicho en sus discursos, sino que además tienen que corregir cualquier error que hayan podido
cometer, algo muy común entre los que utilizan para su discurso un idioma que no es su lengua
materna, comprobar los datos empleados e incluso distribuir las ideas de tal forma que se pueda
comprender correctamente y que no dé lugar a malentendidos o a dobles sentidos o
interpretaciones.
La Sección de Preparación de Originales y Corrección de Pruebas prepara la versión
electrónica de los documentos originales convirtiendo los distintos archivos al formato adecuado,
organizando la distribución del texto y de las imágenes, corrigiendo faltas ortográficas,
gramaticales y tipográficas, verificando su concordancia con otros textos y, por último,
convirtiendo el archivo al formato necesario, dependiendo de si se va a imprimir o si se va a subir
a la página de las Naciones Unidas29.
26 Imagen extraída de: https://www.flickr.com/photos/minseg/12777255665/in/photostream/
[recuperado el 3 de julio de 2015]. 27 Esta información ha sido extraída de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/interpretation.shtml [fecha de consulta: 5 de julio de 2015]. 28 Información recopilada de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/interpretation.shtml y en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/verbatim.shtml [recuperado el 5 de julio de 2015]. 29 Esta información ha sido consultada en la página web oficial de la ONU:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/cpps.shtml [recuperado el 5 de julio de 2015].
36
Y, por último, la Sección de Publicaciones coordina todas las actividades de publicación
de las Naciones Unidas. En esta Sección se trabaja ininterrumpidamente de lunes a viernes para
poder cumplir los plazos que se fijan para la publicación de los documentos de la ONU. En los
últimos años, debido al aumento del uso de los documentos electrónicos, esta Sección ha
disminuido notablemente su trabajo en papel. Por esta misma razón, la Sección de Publicaciones
no imprime todos los documentos producidos en las Naciones Unidas, tan solo imprime aquellos
que se demandan en papel por alguna razón de peso, de tal forma que se produce un gran
ahorro y se actúa de una forma más ecológica30.
Para ofrecer una visión más clara de esta División hemos elaborado la figura que aparece
a continuación (figura 7), en la que se representa la estructura de la División de Reuniones y
Publicaciones de la Organización de las Naciones Unidas.
Figura 7. Organización de la División de Reuniones y Publicaciones. (Fuente: elaboración propia).
30 Esta información se ha extraído de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/publishing.shtml [recuperado el 5 de julio de 2015].
División de Reuniones y Publicaciones
Servicio de Interpretación
Sección de Interpretación al Árabe
Sección de Interpretación al Chino
Sección de Interpretación al Español
Sección de Interpretación al Francés
Sección de Interpretación al Inglés
Sección de Interpretación al Ruso
Servicio de Actas Literales
Sección de Actas Literales
en Árabe
Sección de Actas Literales
en Chino
Sección de Actas Literales
en Español
Sección de Actas Literales
en Francés
Sección de Actas Literales
en Inglés
Sección de Actas Literales
en Ruso
Sección de Preparación de Originales y Corrección de
Pruebas
Dependencia de Procesamiento de Textos en Árabe
Dependencia de Procesamiento de Textos en Chino
Dependencia de Procesamiento de Textos en Español
Dependencia de Procesamiento de Textos en Francés
Dependencia de Procesamiento de Textos en Inglés
Dependencia de Procesamiento de Textos en Ruso
Sección de Publicaciones
37
La ONU ofrece programas de prácticas o pasantías, la mayoría no remuneradas, para
muchos de los puestos de trabajo que allí se pueden encontrar, pero quizás las prácticas de
traducción y las de interpretación sean de las más solicitadas. Los requisitos comunes para todos
los solicitantes de prácticas en la ONU son: no tener más de treinta años, estar matriculado en
una titulación universitaria de grado o de posgrado y saber inglés o francés (Departamento de
Asuntos Sociales y Económicos, 2001). La mayor parte de estos programas se realizan en la sede
de Nueva York y son una gran oportunidad para formarse y poder pasar a ser parte de la gran
plantilla de las Naciones Unidas, aunque por el hecho de seguir un programa de prácticas no se
tiene asegurado un puesto de trabajo allí31.
Asimismo, el Departamento de la Asamblea General y de Gestión de Conferencias
mantiene un Programa de Promoción de Universidades mediante el cual colaboran con
diferentes universidades que tienen estudios relacionados con la traducción y la interpretación
con el fin de proporcionar orientación a los estudiantes de estas materias acerca de las carreras
disponibles en esta Organización32.
En el organigrama que se muestra a continuación (figura 8), se puede observar la
estructura del Departamento de la Asamblea General y de Gestión de Conferencias de las
Naciones Unidas. Así, podemos ver que se divide en varias Divisiones y Secciones que dependen
de la Oficina del Secretario General Adjunto. Como se puede observar, en las sedes de Ginebra
Viena y Nairobi, existe una División o Servicio, en el caso de Viena, que se encarga de gestionar
sus propias conferencias. También hay una Sección de Tecnología de la Información y las
Comunicaciones que se encarga de prestar servicio y apoyo en temas relacionados con la
informática. Por lo demás, el Departamento se divide en las Secciones y Divisiones que hemos
expuesto a lo largo de este apartado.
31 Datos recuperados de la página web oficial de la ONU:
http://www.un.org/spanish/Depts/OHRM/index.htm [recuperado el 6 de julio de 2015]. Se puede realizar
una búsqueda de los programas de prácticas que hay disponibles en la siguiente página:
https://careers.un.org marcando la opción Internship en el campo de Category. 32 Esta información ha sido extraída de la página web oficial de la ONU:
http://www.un.org/es/sections/about-un/official-languages/ [recuperado el 6 de julio de 2015].
38
Figura 8. Organización del Departamento de la Asamblea General y de Gestión de Conferencias. (Fuente: Naciones Unidas, 2015).33
33 Gráfico extraído de: http://www.un.org/depts/DGACM/chart.pdf [recuperado el 20 de junio de 2015].
39
4. La traducción en la ONU
4.1. Introducción
Tras haber analizado en el apartado anterior la cuestión del multilingüismo en la ONU y la
estructura del Departamento la Asamblea General y de Gestión de Conferencias, pasamos ahora
a estudiar la importancia que tiene la traducción en esta Organización.
La traducción en los organismos internacionales es un elemento muy importante para el
correcto funcionamiento de estos, ya que todos ellos destacan por su naturaleza multilingüe, y lo
es incluso más si hablamos de la Organización internacional por antonomasia: la Organización de
las Naciones Unidas. La traducción es actualmente el procedimiento predominante para la
producción de instrumentos jurídicos plurilingües, como tratados o leyes internacionales, aunque
en algunos casos se ha probado con técnicas de redacción plurilingüe en paralelo que no han
resultado demasiado esperanzadoras (Prieto Ramos, 2011: 204).
Está claro que el reconocimiento de esta labor profesional puede ser beneficioso tanto
para la calidad y la armonía de los instrumentos jurídicos plurilingües como para la seguridad
jurídica internacional. Sin embargo, lo cierto es que se han llevado a cabo pocos estudios sobre
la traducción en las organizaciones internacionales a excepción de la ONU de la que sí
encontramos algunas investigaciones.
A pesar de este hecho, este tipo de traducción ha cobrado mucha importancia desde sus
principios. En 1969 se celebró la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, la cual
estableció el principio de igual autenticidad, que establece que: «Cuando un tratado haya sido
autenticado en dos o más idiomas, el texto hará igualmente fe en cada idioma, a menos que el
tratado disponga o las partes convengan que en caso de discrepancia prevalecerá uno de los
textos» y que «Una versión del tratado en idioma distinto de aquel en que haya sido autenticado
el texto será considerada como texto auténtico únicamente si el tratado así lo dispone o las
partes así lo convienen» (Prieto Ramos, 2011: 201). Es decir, a menos que haya un acuerdo
previo para que sea al contrario de lo dictaminado, ningún texto autenticado prevalecerá sobre
otro, ya sea el original o una traducción. Según Prieto Ramos esto significa lo siguiente:
El traductor de tratados elabora textos meta que, una vez autenticados,
serán parte integrante del instrumento y, por tanto, fuentes de derecho y posibles
herramientas de interpretación en pie de igualdad con el original, incluso en
contextos de resolución de conflictos interpretativos. (Prieto Ramos, 2011: 204).
La ONU es uno de los organismos a nivel mundial con un mayor número de traductores
entre sus empleados (Zhao y Cao, 2013). En las Naciones Unidas esta actividad se desarrolla
entre los seis idiomas oficiales: el inglés, el francés, el español, el ruso, el chino y el árabe, a los
40
que se añadiría el alemán. Los idiomas empleados en las Naciones Unidas son pocos si
comparamos esta situación con la de la Unión Europea, por ejemplo, en la que se trabaja
actualmente con 24 lenguas diferentes.
4.2. Cómo llegar a ser traductor de la ONU
Según Fernández Vernet (2014: 334), las únicas oficinas en las que se puede obtener
una plaza como traductor al español son la de Nueva York, la de Ginebra, la de Viena, la de
Nairobi, y la de Santiago de Chile. Para ello, cada dos o tres años se convoca un examen para
cubrir las vacantes que puedan existir. Los aprobados no tienen una plaza nada más pasar el
examen, sino que pasan a formar parte de una lista y los llaman a medida que surgen vacantes
en alguna de las sedes.
Los exámenes de acceso al puesto de traductor en la ONU tienen la fama de ser muy
complicados y superarlos es un gran reto para muchos de nosotros. Lo cierto es que las
estadísticas no son muy favorecedoras y hacen que aumente esta fama, ya que en los exámenes
que se realizaron desde 2005 hasta 2009 tan solo un 2,54% de los candidatos aprobaron la
parte escrita y la parte oral (Lafeber, 2012: 45-47).
Por ejemplo, el examen para traductor a español se suele celebrar en Madrid y en otras
ciudades, dependiendo de cada convocatoria. Para poder presentarse hay que estar en posesión
de una titulación universitaria o de un título de una escuela de traducción reconocida, ser menor
de 56 años y tener un gran manejo del español, lengua hacia la que traducirán, del inglés y al
menos de otro idioma oficial más de las Naciones Unidas.
Se trata de una prueba sin diccionario y sin ordenador, algo a lo que no estamos
acostumbrados la mayoría de los traductores de hoy en día. Es un examen muy largo y muy difícil
de superar, sobre todo para traductores sin mucha experiencia laboral. Este examen se divide en
las siguientes partes34:
1) Una primera prueba que dura 3 horas en la que se traduce un texto de carácter
general del inglés al español y se realiza un ejercicio de opción múltiple en el que se ha de elegir
la traducción correcta entre cuatro posibles de un fragmento de texto. Es una prueba
eliminatoria, por lo que si no se consigue superar esta primera prueba, no se corregirá el resto
del examen.
2) Una segunda prueba de 90 minutos en la que se traduce un texto de carácter general
desde el árabe, el chino, el francés o el ruso hacia el español.
34 En los anexos 4 y 5 se pueden encontrar ejemplos del examen que se realiza a los candidatos
para el puesto de traductor a español en las Naciones Unidas. Debo advertir que el ejemplo del anexo 4
está desfasado, ya que la prueba en la que se muestran 10 frases que hay que traducir al español ha sido
sustituida por la que se puede observar en el anexo 5 en la que hay que elegir la traducción en español
más adecuada para cada frase en inglés.
41
3) Una tercera prueba, también de 90 minutos, en la que hay dos opciones: se puede
elegir la traducción de un texto especializado al español, que puede ser económico, jurídico,
sociopolítico o científico-técnico o la traducción al español de un texto general en árabe, chino,
francés o ruso (no puede ser el mismo idioma que se ha elegido en la segunda prueba) hacia el
español.
Para Fernández Vernet (2014: 336), se trata de un examen «en el que el tiempo es oro».
No da tiempo a elaborar una versión en sucio y luego pasarlo a limpio, pero, si fuera necesario,
está permitido tachar, siempre que se vea claramente cuál es la versión definitiva. También hay
que tener en cuenta que es un examen que se realiza a mano, como ya hemos comentado, el
uso de ordenadores no está permitido, por lo que en algunos casos, el proceso puede ser más
lento de lo normal y los candidatos pueden sufrir las consecuencias del cansancio.
En cuanto a cómo nos podemos preparar el examen de traducción de las Naciones
Unidas, muchos traductores, entre los que se encuentra Fernández Vernet (2014:336)
recomiendan utilizar textos de periódicos como The Economist para practicar antes de la fecha
del examen. También hay que leer mucho en la lengua materna para conseguir que la redacción
del texto meta sea de buena calidad. Además, hay que conocer, aunque tampoco hace falta que
sea de memoria, los documentos más importantes de las Naciones Unidas, como la Carta o la
Declaración Universal de Derechos Humanos.
En el examen se valoran, sobre todo, la velocidad y la precisión que demuestren los
candidatos. Para aprobarlo, no se pide que sean conocedores del manual de estilo que emplean
los traductores de la ONU ni de la terminología utilizada en la Organización porque se entiende
que son cosas que los seleccionados irán aprendiendo una vez se les haya asignado un puesto.
Lo que sí se exige es un español exquisito, una excelente redacción, una buena sintaxis y, por
supuesto, una ortografía impecable. En palabras de Fernández Vernet (2014: 336) los
candidatos tienen que preocuparse ante todo de: «Reflejar lo que dice el texto original, todo lo
que dice y sólo lo que dice».
Tras aprobar el examen, los candidatos seleccionados hasta el momento deberán realizar
una entrevista para que se compruebe si tienen presentes los valores que cualquier funcionario
internacional ha de tener, que son la integridad, la profesionalidad y el respeto por la diversidad,
y si tiene las competencias que se consideran necesarias para tal empleo, en el caso de los
traductores: la comunicación, el trabajo en equipo, el afán por aprender y el interés por la
tecnología. Este modelo de entrevista se basa en que un comportamiento que se tuvo en el
pasado puede predecir una conducta en el futuro y para predecirla se realizan preguntas sobre
situaciones o experiencias en las que el candidato haya dado mostrado alguno de los valores que
se exigen para trabajar en la ONU y que acabamos de mencionar. Fernández Vernet (2014: 337)
recomienda al candidato estructurar su respuesta basándose en el modelo «CAR+L», que
42
corresponde a las iniciales de las palabras: context, action, result y lessons. En otras palabras, se
trata de empezar con la explicación del contexto de la situación, después, comentar la acción que
se realizó, explicar el resultado de dicha acción y analizar lo que se aprendió en esta situación o
qué cambiaría en su acción si se le volviera a presentar esa situación35. Además, ahora se está
añadiendo a esta entrevista una parte de traducción a la vista en la que se le proporciona un
texto al candidato y se le dan 15 minutos para que realice una lectura detenida y haga
anotaciones para después traducirlo oralmente.
Los candidatos que superen ambas pruebas pasarán a formar parte de las listas del
Servicio de Traducción y se irá llamando, siguiendo unos criterios según las características
necesarias para cada puesto, a los seleccionados para que ocupen las vacantes que vayan
quedando en las diferentes sedes de la ONU. Normalmente, los candidatos seleccionados pasan
por un periodo de pruebas que dura dos años. Después de este periodo, se espera que los
trabajadores puedan servir a la ONU durante, al menos, 5 años con el fin de que se formen
completamente a la vez que trabajan y puedan ofrecer un buen servicio tras unos meses de
aprendizaje (Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de las Naciones Unidas, 2001).
Una vez acceden a un puesto de trabajo, los traductores, como todos los empleados de
las Naciones Unidas, pueden, e incluso deben, asistir a determinados cursos impartidos por la
Organización, ya que creen que es su responsabilidad, en parte para su propio beneficio, que sus
funcionarios estén en continua formación. Se imparten cursos para el personal recién
incorporado a la Organización para ayudarlos a comprender el sistema, también existen cursos
obligatorios para el personal de la ONU, que tienen que ver con el acoso, con la seguridad o con
la integridad en el lugar de trabajo y, por supuesto, se desarrolla un programa de orientación
para los nuevos traductores, en el que un traductor con bastante experiencia en la Organización
guía sus pasos los primeros meses en la ONU. Además, todo el personal tiene acceso a cursos de
los seis idiomas oficiales o de informática que se organizan periódicamente. También se
organizan intercambios de varias semanas con otras sedes de la ONU que sirven para observar el
método de trabajo y los temas tratados en cada una de ellas (Zhao y Cao, 2013).
Por otra parte, Lafeber (2012: 45-47) opina que las habilidades y los conocimientos que
tiene que tener un traductor para trabajar en cualquiera de las organizaciones internacionales,
especialmente en la ONU, se pueden clasificar en seis grupos: «Knowledge types»,
«Comprehension and analytical skills», «Target-text production skills», «Research skills»,
«Computer skills» y «Other skills related to translation work». A continuación pasamos a
describirlos y a explicar de lo que se compone cada uno.
35 En el siguiente enlace se puede encontrar una grabación en inglés en la que se explica cómo se
puede preparar una entrevista para las Naciones Unidas de manera exitosa:
https://careers.un.org/lbw/media/cbi-course/en-US/low-speed/.
43
En primer lugar, tiene que tener conocimientos de terminología, la gramática, las
expresiones y demás aspectos de la lengua origen para comprender correctamente el texto que
se ha de traducir, de la cultura origen, del tema y de la propia Organización y su funcionamiento,
con el fin de realizar una traducción adecuada para esta. En segundo lugar, debe poseer unas
habilidades especiales de comprensión y análisis, como entender materias complejas, y, en caso
de no tener aún un buen conocimiento de alguna de ellas, tener la capacidad de comprenderla
rápidamente. En algunos casos, el texto original (TO) no es lo suficientemente claro expresando
alguna idea, incluye alguna contradicción o ambigüedad o el autor ha cometido algún error, por lo
que el traductor debe saber interpretar correctamente y corregir en su traducción todos los
elementos incorrectos presentes en el TO. Otro de los grupos de habilidades que un traductor de
una organización internacional debe tener es la habilidad de producir textos, adaptando el
lenguaje a los receptores, transmitiendo el mensaje del TO correcta y completamente. Además
debe tener unas buenas habilidades de investigación para lograr conseguir utilizar la
terminología correcta y conseguir fuentes de información fiables y a la vez tiene que haber
adquirido unos buenos conocimientos informáticos para conseguir mayor rapidez en la escritura
a ordenador, para poder trabajar con programas informáticos específicos o con memorias de
traducción. Aparte de todas estas condiciones previas que debe cumplir un traductor de
cualquier organización internacional, hay otras destrezas que debe manejar: tiene que cumplir
estrictamente los plazos dados, controlando la presión y el estrés; tiene que ser capaz de
comunicarse con los revisores y correctores para comunicarles sus decisiones y seguir las pautas
dadas por el organismo para el que trabaja, como por ejemplo los libros de estilo (Lafeber,
2012).
Por lo tanto, la ONU busca profesionales que tengan un perfil altamente especializado en
el mayor número posible de los temas tratados en la Organización y que además cumplan con los
requisitos morales de esta. Para los que nos planteamos realizar estos duros exámenes para,
algún día, llegar a formar parte del Servicio de Traducción de las Naciones Unidas estas palabras
de Fernández Vernet son muy esperanzadoras:
El acceso a las Naciones Unidas requiere motivación y preparación en
idénticas proporciones. No es algo que pueda improvisarse, ni tampoco una meta
inalcanzable, siempre que se esté dispuesto a prepararse. Desde aquí animo a
todos a emprender esta aventura. (Fernández Vernet, 2014: 338).
4.3. Condiciones laborales del traductor en la ONU
Los traductores desempeñan una función esencial en las Naciones Unidas, ya que hacen
que todos los documentos que se elaboran sean accesibles para todo el mundo. Según
Fernández Vernet (2014), esta Organización produce una documentación muy variada, compleja
44
y a menudo peculiar que está determinada por la naturaleza de la ONU (Cao y Zhao, 2008: 40), lo
que exige numerosos conocimientos especializados, que los traductores adquieren después de
su ingreso en la ONU. A estos dos factores se les suma la urgencia con la que algunos
documentos son elaborados.
Fernández Vernet explica que entre los aspectos más satisfactorios de este trabajo están
los siguientes:
Unas prestaciones cuantiosas, un salario elevado y constante, 30 días
laborales de vacaciones al año, el prestigio de trabajar para la Organización y la
posibilidad de aprender trabajando […]. Otro atractivo es el ambiente
multicultural y la posibilidad de estudiar gratuitamente cualquiera de los idiomas
oficiales. (Fernández Vernet, 2014: 336).
Con respecto a los aspectos menos positivos de este empleo, podríamos decir que los
traductores tienen plazos muy ajustados para realizar su trabajo y la mayoría de los documentos
con los que trabajan se deben entregar en el plazo de un día, como veremos más adelante. Por
ello, este trabajo requiere unos empleados que puedan realizar un buen trabajo en poco tiempo y
que sean capaces de mantener la calma y no dejarse afectar por el estrés y la tensión.
Además de los traductores en plantilla, en épocas de mayor concentración de trabajo, se
contrata a traductores freelance que tienen un papel muy importante porque contribuyen a sacar
adelante las necesidades de traducción en momentos puntuales. Estos trabajadores freelance
también tienen que aprobar un examen que se convoca en ocasiones especiales cuando
aumenta la necesidad de trabajadores externos (Lafeber, 2012: 142) Según los datos extraídos
del Trabajo de Fin de Grado elaborado por Rodríguez Arcos (2013), se calcula que del total anual
de documentos traducidos en la sede de Nueva York, el 78% son traducidos dentro de la
Organización y el 22% de ellos se externaliza, es decir, los traducen freelances. También se
estima que el 70% de las traducciones tienen un plazo de entrega de tan solo un día o incluso
menos. Según datos proporcionados por la ONU en la información adicional del Report of the
Secretary-General on the pattern of conferences del 5 de julio de 201336, cada traductor que
trabajó para las Naciones Unidas en el año 2012 tradujo unas 1.500 palabras al día, una cifra
que se ha mantenido desde 2008 hasta 2012 con excepción de la sede de Nairobi en 2010, en
la que sus traductores tradujeron más de 2.000 palabras al día.
En cuanto al Servicio de Traducción al español, no todos sus traductores provienen de la
Península Ibérica, aunque suelen ser mayoría; por ejemplo, en 2008, 27 de un total de 46 eran
españoles, ocho argentinos, cinco cubanos, cinco uruguayos y una colombiana (Nóbrega, 2008:
36 Esta memoria se puede consultar en el siguiente enlace:
http://coc.dgacm.org/2013/Documents/2013_Supplementary_Information.pdf.
45
135). La procedencia de los traductores es aleatoria porque depende de los candidatos que se
presentaron al examen y finalmente obtuvieron su plaza.
Por lo tanto podemos deducir que en el Servicio de Traducción al español de las Naciones
Unidas conviven las variantes del español de España con las de Latinoamérica. En palabras de
Nóbrega (2008: 138), «en general esto no plantea grandes conflictos». Se suele utilizar un
registro lingüístico «neutro», sin matices dialectales. En el aspecto en el que más diferencias
pueden apreciarse según la nacionalidad del traductor es en el nivel léxico porque no existe una
regla general para su uso, sino que se recomienda no utilizar palabras que puedan resultar
incomprensibles para algunos de los lectores, algo que en muchos casos es una tarea
complicada. Por lo general, en caso de duda, se suele utilizar el léxico que empleamos en la
Península.
Asimismo, los traductores deben familiarizarse con el lenguaje propio de la ONU, llamado
por algunos «onusiano» (Fernández Vernet, 2014: 335) o «estilo ONU» (Nóbrega, 2008: 138). Esta
última autora nos presenta algunas de las frases introductorias utilizadas en las resoluciones de
la Asamblea General. La frase «Welcoming the signing of the Peace Agreement» se traduce
siempre por «Acogiendo con beneplácito» o «Celebrando», «Strongly condemns» por «Condena
enérgicamente», «adopt (a resolution)» por «aprobar» y «(The Security Council) Decides to remain
seized of the matter» por «(El Consejo de Seguridad) Decide seguir ocupándose del asunto».
Los traductores de la ONU intentan a toda costa evitar que la lengua meta quede
contaminada por la lengua de origen de los documentos (sobre todo por el inglés, que es el
idioma en el que están redactados la mayoría de los documentos que son objeto de traducción).
Para ello, los Servicios de Traducción de las diferentes lenguas consultan y deliberan con los
periódicos más prestigiosos de cada país para tratar de adaptarse a las nuevas expresiones que
surgen gracias a la evolución constante de las lenguas. Es este proceso tienen que tener en
cuenta a todos los lectores, algo muy difícil de conseguir, ya que en algunas ocasiones no se
puede encontrar una solución que satisfaga a todos por igual. Hoy en día intentan buscar una
alternativa que sea aceptada por los delegados de los Estados miembros, por los hablantes de
esa lengua, por los medios de comunicación y que a la vez sea conforme a la documentación y a
las referencias previas que se han encontrado.
Entre los profesionales que conforman el cuerpo de traductores podemos encontrar
«traductores propiamente dichos, cuyo trabajo se revisa, y traductores-revisores, cuyos textos se
publican directamente» (Fernández Vernet, 2014: 335). Fernández-Miranda Nida utiliza también
el término «travisores», que son los traductores que ya llevan tres o cuatro años en la ONU y se
encargan de hacer «una lectura cruzada de sus documentos y también revisan a los nuevos»
(Fernández-Miranda Nida, 1997: 89). En las Naciones Unidas, la revisión es una parte muy
importante para la elaboración de documentos en los diferentes idiomas oficiales. Se considera
46
que es un control de calidad y un aspecto didáctico a la vez, porque esta supervisión se utiliza
para ir inculcando a los traductores de ingreso más reciente en la ONU aspectos como el libro de
estilo propio de la Organización, la terminología utilizada, las fuentes de referencia más fiables,
etc.
Según Lafeber (2012), los traductores que trabajan en organizaciones como la ONU
deben no solo traducir las palabras, sino las ideas que estas intentan trasmitir, porque en este
trabajo hay una dimensión política muy importante. Prieto Ramos está de acuerdo de algún modo
al afirmar que:
El traductor […] se ve abocado a indagar el sentido de partes oscuras de
los textos y, de ser necesario, en la incómoda tesitura de poner el dedo en la llaga
de cuestiones sensibles para los redactores del original. El traductor debe
interpretar para atribuir sentido, esto es, para encontrar el sentido pretendido en
el original. […] El traductor […] debe desmenuzar el original para construir un
texto en otro idioma intentando mantener escrupulosamente el sentido acordado
[…]. Por consiguiente, debe transmitir el mismo grado de ambigüedad que
constate en el texto origen. (Prieto Ramos, 2011: 207-208).
Es tal el peligro de error en la traducción que hasta una coma mal empleada o un artículo
incorrecto pueden tener una gran repercusión. En esta misma línea, Nóbrega, (2008) confirma
que el traductor no debe apartarse del texto original porque es el producto de negociaciones muy
complicadas y a veces utilizar la palabra inadecuada puede tener unas consecuencias muy
graves. Por estas razones, la técnica preferida en las Naciones Unidas es la traducción literal,
porque así se logra no despegarse tanto del original como para realizar una traducción incorrecta
que desencadene controversias.
A la hora de traducir, y para evitar problemas posteriores, se recomienda analizar el
sentido del texto original utilizando simultáneamente criterios lingüísticos y jurídicos. Para ello se
deben examinar todos los elementos del contexto y revisar documentos anteriores relacionados.
Es muy importante, como ya hemos explicado anteriormente, que los traductores presten mucha
atención a los diferentes matices de significado y a las connotaciones políticas que tiene cada
término empleado en el original, y también tienen que conocer y comprender las ideologías
presentes en el texto para poder encontrar la mejor solución a cualquier problema de traducción.
Con respecto a los tipos de textos que se traducen en las Naciones Unidas, no existe una
clasificación concreta, porque se trata de textos muy variados, pueden ser políticos, científicos,
sociales, económicos o jurídicos, entre otros. Por esta razón, los traductores no se pueden
encargar de traducir un tipo de texto o textos que traten sobre un tema en concreto, porque no
siempre se les puede adjudicar el texto que deseen. Para Fernández Vernet (2014: 338), el
traductor idóneo para esta Organización sería capaz de estar especializado en todos y cada uno
47
de los tipos y los temas de los textos que allí se elaboran. Nóbrega (2008: 136), para elaborar
una clasificación de los tipos de textos que se traducen en la ONU, declara que hay que marcar
una clara diferencia entre las distintas sedes de la Organización. En Nueva York, al ser el centro
de operaciones de la ONU y, por tanto, la sede donde más documentos se traducen, la variedad
de temas es mayor: desde las operaciones de mantenimiento de la paz hasta el desarrollo
sostenible y el medio ambiente pasando por la lucha contra el SIDA o el desarme y la no
proliferación de armas. Por supuesto que hay algunos traductores especializados en
determinados temas, como en derecho o en economía, pero no siempre están disponibles
cuando se les requiere. Por lo tanto, Nóbrega explica que deben convertirse en «especialistas»
según el documento que tengan que traducir en cada momento, algo que es más fácil gracias a
las bases de datos existentes y a los documentos de referencia que se pueden consultar. Los
textos recibidos por los Servicios de Traducción pueden estar redactados por funcionarios de la
Secretaría o por los mismos Estados miembros (cartas, informes sobre algunas de las
actividades desempeñadas, etc.). También llegan actas resumidas de las deliberaciones de los
órganos principales de las Naciones Unidas, elaboradas por cuatro traductores o redactores que
toman notas de los debates celebrados y posteriormente redactan el acta resumida para que sea
traducida por los Servicios de Traducción. En la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, la
traducción es más especializada (Nóbrega, 2008: 136); se centra sobre todo en temas
relacionados con los derechos humanos, con el comercio o con el cambio climático. En el gráfico
que aparece a continuación (figura 9), se puede observar detalladamente el número de páginas
que se han traducido para cada sección de la ONU con sede en Ginebra durante el año 2013 y
en el siguiente (figura 10) se puede hacer una comparación de este mismo aspecto entre el
periodo comprendido entre 2002 y 2013.
Figura 9. Número de páginas traducidas y revisadas que se realizaron para los diferentes órganos de las
Naciones Unidas en la sede de Ginebra durante el año 2013. (Fuente: Oficina de las Naciones Unidas en
Ginebra, 2013).
48
Figura 10. Comparación del número de páginas traducidas y revisadas que se realizaron para los
diferentes órganos de las Naciones Unidas en la sede de Ginebra entre los años 2002 y 2013. (Fuente:
Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, 2013).
Como podemos comprobar en ambos gráficos, la mayoría de documentos traducidos en
la sede de Ginebra son encargos de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos,
por lo que los traductores que trabajan allí deberían poseer amplios conocimientos para la
traducción de documentos cuyo tema sea el social y jurídico. La siguiente institución para la que
más documentos se traducen es la Comisión Económica para Europa, es decir, los traductores
también tendrán que tener una buena formación y experiencia para la traducción de textos
económicos y comerciales.
En la Oficina de las Naciones Unidas en Viena, los temas giran alrededor de la lucha
contra la droga y el delito o del derecho mercantil internacional. En la Oficina de las Naciones
Unidas de Nairobi, se traducen documentos que tratan temas como el medio ambiente. Por su
parte, Cao y Zhao, (2008) distinguen seis tipos de documentos que se publican y, por tanto,
traducen en la ONU que son:
1) Documentos elaborados por los órganos principales de las Naciones Unidas, entre los
que se encuentran informes, notas, análisis, estudios y encuestas, documentos de trabajo como
programas, proyectos de resolución, proyectos de decisión o enmiendas, comunicaciones,
correcciones y revisiones.
2) Documentos oficiales de los órganos principales, que son una serie de publicaciones
impresas acerca de los procedimientos de los órganos principales de la ONU, tales como actas
literales o resumidas de las reuniones de la Asamblea General o documentos relevantes.
3) Publicaciones que no son documentos oficiales.
4) El Diario de las Naciones Unidas.
49
5) Materiales de información pública, que incluyen publicaciones, folletos y panfletos.
6) Documentos sin signatura.
Estos mismos autores (Cao y Zhao, 2013) realizan otra clasificación de los textos legales
que se traducen en la ONU, en la que incluyen cinco tipos:
1) Los tratados y borradores de artículos (refiriéndose con tratados a convenciones,
protocolos, acuerdos y otros instrumentos legales internacionales), que tienen una estructura
muy clara: el título, una descripción, los artículos, las disposiciones finales, una cláusula de
atestación y la firma.
2) Las resoluciones y decisiones, que tienen dos secciones: el preámbulo y la parte
operativa.
3) Los informes, como, por ejemplo, las memorias anuales.
4) Los resúmenes de las sentencias.
5) Los registros de las reuniones, como las actas literales o resumidas.
Como hemos podido observar, los documentos que pasan por las manos de los
traductores tienen unas temáticas y unos registros diferentes y pertenecen a unos géneros muy
dispares. Todo ello dificulta su labor porque tienen que dominar una multitud de lenguajes
especializados y conocer las principales características de los distintos tipos de textos a los que
se enfrentan.
Ante esta desventaja, en las últimas décadas se han ido introduciendo herramientas
tecnológicas progresivamente en el Servicio de Traducción de la ONU, las cuales resultan muy
útiles hoy en día. Se han implantado programas de traducción asistida por ordenador, como los
que utilizan memorias de traducción, por ejemplo, Trados Studio. Estos son extremadamente
útiles para traducir algunos documentos muy estereotipados que tienen siempre una misma
estructura, como los presupuestos, los informes de la Junta de Auditores o el Diario de las
Naciones Unidas. Gracias a las memorias de traducción se consigue un resultado de mejor
calidad en un menor periodo de tiempo.
Estos autores, Cao y Zhao (2008), describen también los nueve procesos que sigue un
documento hasta su publicación:
1) Programación y supervisión de la documentación: se inicia la preparación de los
documentos estableciendo qué parte del Departamento de la Asamblea General y de Gestión de
Conferencias se encargará de su elaboración y estableciendo un plazo de entrega anterior a la
reunión para la que sean necesarios.
50
2) Control de los documentos: se programan y supervisan los documentos en cada uno
de los seis idiomas oficiales procurando seguir las reglas que controlan el proceso.
3) Control editorial: los editores se aseguran de que los documentos sean claros y
precisos, comprensibles que no tengan errores gramaticales u ortográficos y que se sigan las
normas de estilo de la ONU.
4) Referencias y terminología: se buscan coincidencias de los documentos con los
materiales que se han traducido previamente para conseguir acelerar el proceso de traducción y
asegurarse de que hay concordancia entre todos los documentos de la Organización.
5) Traducción: un documento redactado en una de las lenguas oficiales se traduce a las
otras cinco (a veces, también al alemán). A veces, debido a la prontitud con la que se requieren
estas traducciones, se elabora un borrador que se utiliza para la reunión y pasa posteriormente
por el resto de etapas de este proceso.
6) Procesamiento de textos y estilo tipográfico: tras su edición y su traducción, los
documentos pasan a la fase de procesamiento de textos, en la que se unifica su presentación
para obtener el estilo tipográfico necesario para cada uno de ellos, lo que asegura que sean
textos fáciles de leer y de comprender.
7) Registros oficiales: los editores comprueban que todas la versiones de todos los
documentos cumplen las normas de la ONU.
8) Preparación de copias y revisión: se revisan los materiales elaborados en las seis
lenguas y se preparan las copias para su publicación.
9) Publicación: se publica toda la documentación necesaria para las reuniones de las
Naciones Unidas y los materiales que se distribuyen tanto dentro como fuera de la Organización.
Los documentos en las seis lenguas oficiales se publican de forma simultánea y las seis
versiones tienen la misma importancia y son intercambiables entre sí, según lo establecido en el
principio de igual autenticidad.
En el Manual del Traductor publicado por el Servicio de Traducción al español de la ONU
se describe la distribución de los trabajos a menor escala, dentro del propio Servicio,
identificando las siguientes fases:
1) El planificador o programming officer se encarga de la distribución de los trabajos
entre los traductores y revisores teniendo en cuenta los plazos y la disponibilidad de personal. En
algunas ocasiones, los trabajos más extensos se reparten entre varios traductores.
2) El traductor recibe su trabajo con la fecha de entrega de la traducción final. Tiene que
seguir las instrucciones que le haya indicado el planificador (plazos, uso de terminología y de
51
tecnologías, etc.). En el caso de que comparta el trabajo con varios traductores, tiene que
ponerse de acuerdo con ellos en temas de terminología o de presentación.
c) El Servicio de Referencias prepara el texto referenciado, normalmente en forma de
memorias de traducción.
d) El texto editado llega al Servicio en cualquier fase de este proceso de producción, y el
traductor debe introducir los cambios editoriales que se han propuesto en la traducción aunque
ya haya entregado previamente el trabajo. El traductor se puede poner en contacto con el editor
cuando le surja alguna duda.
El Manual del Servicio de Traducción al español se elabora teniendo en cuenta otras
publicaciones de mucha reputación en nuestra lengua, como pueden ser las elaboradas por la
Real Academia Española: el Diccionario, el Diccionario panhispánico de dudas o la Ortografía.
También, como ya hemos dicho, se comunican con frecuencia con periódicos y otras
instituciones importantes en cada país; en España, por ejemplo, serían los periódicos El País o El
Mundo o instituciones como la Fundéu. También realizan consultas y sugerencias entre los
delegados y los propios traductores para determinadas cuestiones. A pesar de todo ello, en
numerosas ocasiones, la Organización exige el empleo de algunos elementos léxicos, a pesar de
que los traductores no estén conformes con ellos. Según Nóbrega (2008), no se dan muchas
ocasiones en las que el traductor pueda elegir entre dos términos, pero hay algunas palabras en
las que los traductores españoles y los latinoamericanos no coinciden. Ella misma pone el
ejemplo de tres palabras que no son comúnmente usadas en la ONU, pero que a veces aparecen
y se tienen que decidir por una u otra variante: «bombona de gas» o »garrafa», «melocotón» o
«durazno», «guisantes» o «chícharos», «falda» o «saya». Normalmente se opta por el término
peninsular porque es el que más hispanohablantes podrían conocer.
La mayoría de los documentos que se traducen en las Naciones Unidas se tramitan
desde la Dependencia de Control de Documentos, que los recibe, establece los plazos para llevar
a cabo su traducción y los envía a las secciones que trabajarán con ellos. Existe una excepción a
este proceso: las traducciones de las que hemos hablado anteriormente que se realizan con
carácter urgente (en la oficina llamada forward échelon), que son traducciones de carácter
urgente de textos que no se referencian ni se revisan. En general, son proyectos de resolución del
Consejo o y a menudo sufren sucesivas modificaciones hasta que los miembros del Consejo
aceptan un texto definitivo (Nóbrega, 2008).
En conclusión, el trabajo de los traductores en la Organización de las Naciones Unidas es
clave para el correcto funcionamiento de la Organización y, a pesar de las dificultades que
conlleva (los cortos plazos, la mala calidad de los originales, la consecución de un idioma
comprensible para todos los hablantes de esa lengua, etc.), es un trabajo muy apreciado y muy
bien visto entre los colegas de la traducción y que aporta muchas cosas tanto en el aspecto
52
profesional como en el personal a las personas que consiguen formar parte del Servicio de
Traducción de la ONU.
Una vez analizadas las particularidades del Servicio de Traducción, realizaremos a
continuación un estudio sobre las características del Servicio de Interpretación de las Naciones
Unidas con el fin de ofrecer una información lo más exhaustiva posible de estos servicios de la
Organización.
53
5. La interpretación en la ONU
5.1. Introducción
En el periodo de entreguerras, la interpretación consecutiva estaba en su momento más
importante. El papel del intérprete en las reuniones internacionales era muy relevante y se
convirtieron en personajes públicos. Los traductores, al contrario, seguían permaneciendo en la
sombra.
Sin embargo, en los juicios de Núremberg juicios fue necesario utilizar cuatro idiomas
diferentes, por lo que la interpretación consecutiva no era una opción, porque aumentaría
desmesuradamente su duración. Por esta razón, fue necesario introducir la interpretación
simultánea, pese al rechazo de los intérpretes especializados en consecutiva más veteranos, ya
que esto supondría que perderían su papel protagonista, casi al nivel de los mismos oradores, en
las negociaciones y reuniones internacionales. Para que el uso de la interpretación simultánea
fuera posible, se creó en los años 30 un sistema telefónico para que la interpretación se
produjera a la vez que el discurso. Este sistema fue creado por Filene y Findlay y fue patentado
por IBM (Pérez Blandino, 2014).
En la ONU se utilizó exclusivamente la interpretación consecutiva hasta febrero de 1946,
cuando la Asamblea General ordenó la instalación de sistemas de interpretación simultánea en
algunas de las salas de reunión con cabinas, micrófonos y auriculares, cableado, etc. y organizó
el equipo de intérpretes. Se crearon cinco equipos, uno por cada lengua, formados por cuatro
intérpretes que interpretarían cada uno desde una lengua. Por ejemplo, el equipo de intérpretes
de la cabina de español estaría formado por un intérprete que interpretara desde el inglés, otro
desde el francés, otro desde el ruso y otro desde el chino.
Este hecho supuso un gran avance hacia la interpretación simultánea. No obstante, no se
impuso sobre la consecutiva hasta unos años más tarde. Sin duda, la simultánea presentaba
muchas ventajas: se reducía la duración de las reuniones, la interpretación y el discurso se
producían de manera simultánea, lo que representaba una ventaja para el orador y evitaba
movimientos en la sala de entrada y salida de intérpretes. Por el contrario, también encontraron
numerosas desventajas que provocaron que la interpretación simultánea no se impusiera, como
pudo ser la dificultad que supone un orador que hable deprisa, el hecho de que el control de la
veracidad de la interpretación no se puede hacer en el mismo momento o la incomodidad que
supone el tener que usar auriculares para los asistentes.
La interpretación simultánea dividió a la ONU en dos grupos: aquellos que estaban a
favor de ella y los que rechazaban la idea de su implantación. Este último grupo estaba formado
en su mayoría por intérpretes especializados en consecutiva, que tenían miedo de verse
54
desplazados por la nueva modalidad y por la nueva generación de intérpretes. Tal era la
reputación de estos profesionales en aquella época, que hasta los periódicos más importantes se
hicieron eco de las disputas entre los intérpretes e incluso otros trabajadores de la ONU los
alababan y trataban de genios o magos. Por el contrario, los especializados en interpretación
consecutiva se referían a sus colegas de simultánea como «telefonistas» o «loros» (Baigorri Jalón,
2004: 55), por el hecho de trabajar en cabinas y repetir el discurso con la misma estructura que
el orador, al contrario que los intérpretes de consecutiva, cuyo lugar de trabajo era entre los
oradores y las personalidades más importantes de la Organización y elaboraban sus propios
discursos.
A pesar de que tenían planeado que la interpretación simultánea se utilizaría por primera
vez en la Asamblea General en octubre de 1946, en septiembre de ese mismo año, se utilizó en
la reunión del Comité de Organizaciones no Gubernamentales. Fue una buena primera
experiencia, ya que en general los representantes presentes en la reunión quedaron bastante
satisfechos debido a la rapidez del proceso. Sin embargo, se presentaron ciertos problemas
técnicos, como interferencias, que tendrían que solucionarse con prontitud.
El siguiente evento en el que se probó la interpretación simultánea fue en la reunión de la
Quinta Comisión en noviembre de 1946, puesto que se decidió que en la Asamblea General no
se utilizaría hasta que el sistema estuviera mejorado. Allí, según cuenta Baigorri Jalón (2004), la
audiencia quedó maravillada por la posibilidad de poder escuchar el mismo discurso en
diferentes idiomas tan solo pulsando un botón. Además los asistentes que conocían más de una
lengua pudieron comprobar con gran asombro que el periodo de tiempo que transcurría desde
que el orador terminaba una frase hasta que el intérprete terminaba de decirla en otro idioma
era muy pequeño.
Las buenas impresiones causadas por esta nueva modalidad de interpretación en la
reunión de la Quinta Comisión fue, según Baigorri Jalón (2004: 66), «el caballo de Troya» que
sirvió para conquistar terreno y que esta disciplina pudiera llegar a otras reuniones importantes
de la ONU, como a la reunión plenaria de la Asamblea General de 1947, donde los asistentes
llevaban unas radios colgadas al cuello gracias a las cuales podrían oír el discurso en inglés o en
francés. En aquella reunión se optó por utilizar las dos lenguas de trabajo del momento, pero en
las posteriores reuniones se introducirían el resto de idiomas.
Tras dicha reunión plenaria de la Asamblea General en 1947, se decidió hacer de la
interpretación simultánea un servicio permanente, que poco a poco fue ganando terreno a la
consecutiva. Finalmente, aquella prevaleció sobre esta, ya que las ventajas que tenía aquella
eran mucho mayores que sus inconvenientes y hoy en día, la consecutiva prácticamente no se
utiliza para las reuniones de la ONU, tan solo en ocasiones muy específicas, como en reuniones
55
del Secretario General con algún Jefe de Estado o en conferencias de prensa37. La mayoría de los
intérpretes que antes defendían fielmente la interpretación consecutiva terminaron cediendo y
realizando también interpretaciones simultáneas.
5.2. Cómo llegar a ser intérprete de la ONU
Si retrocedemos en la historia de la Interpretación en las Naciones Unidas, podemos
observar que los procesos por los cuales se llegaba entonces y se llega en el presente a formar
parte de la plantilla de intérpretes de la ONU han cambiado notablemente.
Lo cierto es que muchas fuentes fiables aseguran que el proceso de selección de los
primeros intérpretes de la ONU no era demasiado exhaustivo; normalmente, valía con tener
conocimientos de dos o más lenguas y no se requería ninguna formación adicional. Así lo
atestiguan las declaraciones de Georges Thorgevsky, intérprete de la ONU:
At first, it was a kind of co-optation. You happened to be there or your
knowledge of languages was necessary and people suddenly said: «Well, be an
interpreter». And it was a kind of subjective, perhaps friendly, judgment that
suddenly decided your future […]. (Citado en Baigorri Jalón, 2004: 52).
El proceso de selección y la formación de intérpretes para esta nueva técnica fueron
difíciles, ya que se tuvieron que realizar en tan solo cuatro meses para que el equipo al completo
pudiera estar listo para el inicio de las sesiones de la Asamblea General en el mes de octubre de
1946. Los candidatos tenían que pasar primero una prueba de interpretación, de la que salían
seleccionados los más prometedores, según la opinión de los examinadores, y después pasarían
un periodo de formación. El Coronel Dostert, que se encargó también de organizar el sistema de
interpretación simultánea de los juicios de Núremberg, fue el principal responsable de este
proceso y declaró que, al contrario del método de selección de los primeros intérpretes:
Knowledge of language is only the basic requirement. […] Our translators
have to be alert mentally, they have to have a broad and fluent vocabulary, a good
voice and some gift of oratory, and above all, they have to be able to understand
what is being said even before they hear the end of the sentence. (The Hartford
Daily Courant, 3 de noviembre de 1946, citado en Baigorri Jalón, 2004: 60 - 61).
El periodo de formación fue duro, porque ninguno de los elegidos había practicado la
interpretación simultánea, excepto tres de ellos que habían sido intérpretes en Núremberg. Esta
fase de preparación tenía como objetivo que los intérpretes se familiarizaran con la técnica y las
herramientas y prepararan los temas sobre los que podían versar las reuniones.
37 Esta información se ha consultado en la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/interpretation.shtml [recuperado el 1 de junio de 2015].
56
En cuanto al perfil de los seleccionados, la mayoría de ellos tenían estudios superiores,
másteres o, incluso algunos de ellos, doctorados. Además, eran ciudadanos «apátridas», (Baigorri
Jalón, 2004: 67), es decir, que habían vivido en varios lugares o que sus padres eran de
diferentes nacionalidades y ellos mismos no podrían decidirse por ninguna de sus propias
nacionalidades. Por lo tanto, su aprendizaje de las lenguas había sido totalmente natural, un
hecho casi imprescindible para los intérpretes de aquella época. Además era un equipo formado
por profesionales bastante jóvenes, por lo general, en contraste con el equipo anterior, con los
intérpretes de consecutiva.
Poco después, estos métodos de selección de candidatos cambiaron para dar paso a un
método más justo y más profesional. Baigorri Jalón (2004) explica las condiciones y el proceso
gracias a los cuales se accedía a estos puestos de trabajo. Para que fueran admitidos, los
candidatos tenían que hablar un idioma a nivel nativo y entender perfectamente otros dos,
debían tener además una buena memoria, una buena concentración y un amplio conocimiento
general sobre política, economía e historia, entre otros temas. Para comprobarlo, en primer lugar
los candidatos realizaban una entrevista no oficial en la que el entrevistador decidía si eran aptos
o no para el trabajo. Después de pasar esta parte, los candidatos se enfrentaban a dos
interpretaciones desde cada una de sus lenguas pasivas hacia la activa. Una vez seleccionados,
los candidatos pasaban por un periodo de prueba que duraba tres meses tras el cual se
presentaban a otro examen gracias al que se convertirían en intérpretes oficiales de la ONU.
Pocos eran los que, tras meses o incluso años de preparación, llegaban a ser intérpretes de las
Naciones Unidas tras este duro proceso de selección.
La característica distintiva más importante de esta segunda generación de intérpretes es
que, a diferencia de la anterior, no habían aprendido, en general, los idiomas de forma natural,
sino que los habían aprendido asistiendo a clases, en el instituto, en la universidad, por ejemplo.
Muchos de ellos poseían titulaciones universitarias o equivalentes relacionadas con la
interpretación. Progresivamente, fueron aumentando los profesionales cualificados en escuelas
especializadas en interpretación, como la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín o la
Universidad Estatal Lingüística de Moscú, que tenían y siguen teniendo unos programas de
estudios diseñados exclusivamente para futuros intérpretes de la ONU, la Universidad de
Ginebra, la facultad de Al Alsun de la Universidad de Ain Shams en el Cairo (Egipto), el ISIT de
París o en Centro Universitario Cluny de Madrid (Baigorri Jalón, 2004).
Con respecto al examen actual mediante el cual se consigue ser intérprete de las
Naciones Unidas, podríamos exponer que se convoca cada cierto tiempo (cada dos años
aproximadamente) y se presentan multitud de candidatos. Existen unas condiciones previas que
todos los candidatos a intérpretes deben tener antes de presentarse al examen. El primer
requisito que hay que cumplir es ser menor de 56 años, ya que la Organización necesita
57
empleados que puedan ofrecer sus servicios durante un largo periodo de tiempo y además cree
en la evolución y el aprendizaje de sus trabajadores durante toda su trayectoria en la ONU y si la
edad de jubilación está cerca, no podrían desarrollarse lo suficiente en ese corto periodo de
tiempo. También es necesario estar en posesión de un título de Máster y es recomendable tener
un título que acredite la formación en una escuela de intérpretes.
Este examen consiste en la interpretación simultánea de tres discursos cuya duración es
de 5 a 10 minutos hacia la lengua materna de cada candidato y desde sus dos lenguas pasivas.
Mediante el examen de acceso se debe demostrar una buena comprensión de las dos lenguas
pasivas, un buen uso de la lengua materna, la capacidad de adaptar el estilo y el registro al tipo
de discurso, la adaptación del ritmo de interpretación al ritmo del discurso, así como una buena
dicción38.
Una vez realizadas satisfactoriamente las tres interpretaciones, los candidatos harán una
entrevista, en la que se tratarán temas profesionales, tras la cual los seleccionados pasarán un
periodo de prueba de dos años, que, de ser favorable, les llevará a formar parte de la plantilla de
interpretación de las Naciones Unidas (Guelbenzu, 2010).
5.3. Las condiciones laborales de los intérpretes de la ONU
Las condiciones laborales de los intérpretes han ido variando con los años, adaptándose
a las nuevas épocas y a las necesidades de la Organización de las Naciones Unidas. Sin embargo
hay algunas normas que se han mantenido prácticamente intactas.
Desde que se instalaron los servicios de interpretación hasta la actualidad, todos los
intérpretes trabajan hacia su lengua materna, excepto los de chino y árabe, que interpretan,
como única excepción, desde su lengua materna hacia una extranjera, normalmente inglés o
francés, por no encontrar profesionales con el conocimiento necesario para realizarlo desde el
árabe o el chino hacia su lengua materna. Por lo tanto, en muchos casos es necesario utilizar la
técnica denominada relé (por el término inglés relay), que la Agrupación de Intérpretes de
Barcelona define en su Glosario AIIC (Asociación Internacional de Intérpretes de Conferencia)39
como la «práctica que consiste en trabajar a partir de la interpretación de otra cabina en vez de
basarse directamente en el discurso original». De esta forma, los discursos pronunciados en
chino, por ejemplo, se interpretan en la cabina de chino hacia el inglés y las cabinas de francés,
español, ruso y árabe se encargan de pasarlo a sus respectivos idiomas, mientras que la de
inglés no tiene que hacerlo. En el caso de la cabina de español, a veces es necesario utilizar el
38 Datos extraídos de la página web oficial de la ONU, disponible en:
https://languagecareers.un.org/es/content/examenes-para-interpretes [recuperado el 7 de julio de 2015]. 39 Esta información se ha obtenido de la página web oficial de la Agrupación de Intérpretes de
Barcelona, disponible en: http://www.aibcnet.com/index.php/es/elegir-bien-es-fundamental/35-elegir-
bien-es-fundamental-submenu/274-glosario-de-la-interpretacion-de-conferencias [recuperado el 8 de junio
de 2015].
58
relé de las cabinas de inglés o francés para interpretar un discurso que originalmente está en
ruso porque muy pocos intérpretes cuya lengua materna es el español son capaces de hacerlo
directamente del ruso (Baigorri Jalón, 2004).
En un principio, no había muchas regulaciones en cuanto a las condiciones de trabajo; el
intérprete asignado a una determinada reunión realizaba su trabajo desde que esta empezaba
hasta que se daba por finalizada, independientemente del tiempo que durase. De esta forma, la
calidad de la interpretación del principio no era comparable con la que se obtenía al final de la
asamblea debido al cansancio de los profesionales. A pesar de la desventaja que suponían estos
horarios tan extenuantes, muchos eran los que querían llegar a asegurarse un puesto de trabajo
en esta profesión, puesto que estaba muy bien remunerada, ofrecía muchas oportunidades de
viajar para trabajar en las diferentes oficinas de la ONU y había periodos en los que la actividad
no era tan exhaustiva y se podrían tomar unos días de vacaciones.
Los primeros intérpretes de la ONU, así como de otros eventos y organizaciones
internacionales, eran admirados por un gran número de personas, que veían su labor como una
maravilla. Se asombraban de la capacidad que estos tenían para trasladar las palabras del
orador hacia otro idioma completamente diferente elaborando en un tiempo tan reducido un
nuevo discurso con el mismo contenido. Durante la segunda generación de intérpretes de la
ONU, la interpretación pasó gradualmente de ser una maravilla a ojos de los que no estaban
familiarizados con ella a ser una profesión establecida y que no resultaba tan extraña o exótica.
No obstante, la admiración hacia estos profesionales de las lenguas aumentaba al
conocer la dureza de las pruebas a las que se sometían para resultar seleccionados. Tras ellas,
muy pocos eran seleccionados finalmente para trabajar en alguna de sus sedes. Sin embargo,
cuando conseguían su objetivo, muchos de ellos se sintieron decepcionados por las condiciones
en las que tenían que trabajar. Tenían unos horarios extenuantes con largas jornadas de trabajo
y pocos descansos para una actividad que demanda tanta concentración y tanta actividad
mental. En aquel momento no existían los equipos de relevo que existen en la actualidad y un
intérprete se encargaba de una reunión al completo, no importaba el tiempo que durase y en
muchas ocasiones se prolongaban durante horas y horas.
Hacia 1960 este hecho empezó a preocupar a la Organización y se llevaron a cabo
estudios médicos para evaluar el estado físico y psicológico de la plantilla de intérpretes. Estos
estudios diagnosticaron que los intérpretes estaban sometidos a una gran tensión, tenían mucha
ansiedad y nerviosismo y una moral muy baja, probablemente debido a que la ONU no reconocía
su valía (Baigorri Jalón, 2004: 109). A partir de estos resultados, las condiciones laborales
mejoraron para los intérpretes aportando más comodidad a sus lugares de trabajo. Sin embargo,
no se dio solución al problema de las largas jornadas laborales, por lo que estos profesionales se
declararon en huelga en el año 1974 respaldados por una de las primeras asociaciones de
59
intérpretes, la AIIC. El 23 de abril de 1974, 45 de los 75 intérpretes de la sede principal de la
ONU en Nueva York llamaron a la oficina diciendo que estaban enfermos y que ese día no podían
acudir a sus puestos de trabajo, por lo que se verían obligados a anular muchas de las
actividades programadas para esa jornada (Baigorri Jalón, 2004: 113).
Gracias a este acto de rebeldía, consiguieron que se limitaran las horas de trabajo
continuadas en la cabina a tres y se redujeron las jornadas laborales a siete medias jornadas
semanales. Estas condiciones de trabajo se han mantenido casi intactas hasta hoy en día.
Actualmente, los intérpretes no tienen descansos tan prolongados en periodos de inactividad
como tenían antes, sino que tienen 30 días de vacaciones al año, pero cada uno tiene asignado
un número concreto de reuniones, que no pueden ser más de siete a la semana, seguidas de
tres días libres, con un máximo de tres horas de duración en relevos de media hora cada uno
(Fernández Vernet, 2014: 334), en el caso de las cabinas compuestas por tres intérpretes (chino
y árabe) y de 20 minutos en las cabinas de dos (Guelbenzu, 2010). A pesar de que estas son las
condiciones de trabajo de los intérpretes, hoy en día cada vez es más común encontrarse con
intérpretes de la ONU que trabajan ocho sesiones por semana o que realizan la interpretación de
un discurso completo, sobre todo en el caso de los ingleses y los españoles (Guelbenzu, 2010).
Además, hace unos años, se impuso otra condición: un turno de reserva durante los fines de
semana. Cada dos meses cada intérprete tiene que estar un fin de semana de guardia que, en
principio, no está remunerado a menos que haya una reunión en la que tenga que prestar sus
servicios (Baigorri Jalón, 2003: 239, 240).
Sin embargo, las cosas no se van simplificando para estos trabajadores de la ONU con el
paso del tiempo, sino todo lo contrario. A causa de la incorporación de numerosos Estados en las
últimas décadas, la Asamblea General es cada vez más multitudinaria y, por tanto, se ha tenido
que reducir el tiempo de intervención de cada representante. No obstante, los oradores
concentran al máximo sus discursos para poder decir todo lo que creen oportuno, lo que provoca
que la velocidad del discurso se dispare y el trabajo sea mucho más difícil para los intérpretes.
Por otra parte, en la mayoría de las reuniones es obligatorio entregar a los intérpretes una copia
del discurso que se va a pronunciar, pero en algunos casos se incumple esta norma, como por
ejemplo cuando intervienen representantes de algunas ONG, que además de no tener muchas
dotes de oratoria, no suelen proporcionar una transcripción, o en las reuniones del Consejo de
Seguridad, porque normalmente se tratan allí temas altamente confidenciales. Además de todo
esto, en algunos de los órganos los equipos de interpretación tienen bastantes defectos de
sonido, al tratarse de equipamientos muy antiguos y poco modernizados (Baigorri Jalón, 2004).
A causa de las necesidades cambiantes de la ONU, la plantilla de intérpretes ha ido
variando para ajustarse a las diferentes etapas de esta Organización. En la sede principal de la
ONU en Nueva York, el número de intérpretes contratados pasó de 64 en 1950 a 90 en 1980
60
(Baigorri Jalón, 2004), hecho que se justifica por el aumento de trabajo de este sector de las
Naciones Unidas y por la incorporación del árabe a las lenguas oficiales de la ONU. Además, a lo
largo de los años, la profesión de intérprete, normalmente masculina, se fue feminizando hasta
llegar a un punto en el que las mujeres representan más de la mitad de la totalidad de la
plantilla. Esta feminización se nota sobre todo en las cabinas de inglés, francés y español.
Anteriormente abundaban los intérpretes masculinos por varias razones: la principal era que,
como los oradores eran en su mayoría hombres, les parecía raro que fuera una mujer la que los
interpretara.
Una práctica habitual en las Naciones Unidas durante los periodos de mayor actividad, es
decir, cuando se celebran más reuniones, es la contratación de intérpretes freelance. Lo cierto es
que no es una novedad, sino que se lleva haciendo desde los primeros años de existencia de la
ONU (Thorgevski, 1954: 341). No obstante, también es cierto que cada vez más, las Naciones
Unidas recurren a intérpretes freelance, sobre todo en periodos de alta concentración de trabajo,
como por ejemplo el periodo de sesiones regulares de la Asamblea General.
La profesión de intérprete es una profesión muy exigente, no solo durante las horas
laborales, sino que estos profesionales tienen que dedicar gran parte de su tiempo libre a seguir
formándose, tanto en idiomas, gracias a los cursos que se ofrecen en las Naciones Unidas, como
en estar en todo momento informados sobre la actualidad, los asuntos internos de la ONU y
demás aspectos relevantes que puedan aparecer en el transcurso de una interpretación, ante los
que tienen que saber reaccionar, porque, como se dice en las Naciones Unidas40, «Un intérprete
de las Naciones Unidas nunca se queda sin palabras». Esta es una de las principales razones por
las cuales se prefiere contratar a un intérprete freelance ya experimentado en la ONU, porque, ya
que va a trabajar durante un corto periodo, no sería posible que aprendiera todas estas cosas en
tan poco tiempo.
En el futuro se esperan algunos cambios e innovaciones en cuanto a los servicios de
interpretación de las Naciones Unidas, como, por ejemplo, que todos los intérpretes trabajen en
ambas direcciones, elaborando también discursos en sus lenguas pasivas. Sin embargo, según
Baigorri Jalón (2004), en el campo en el que más avances se esperan es en el de las tecnologías
de la información. Con esto no quiere decir que una máquina pueda sustituir el trabajo de un ser
humano, porque, en el caso de la ONU, es difícil que una máquina pueda realizarlo con las
combinaciones de lenguas que allí se dan o con el nivel de especialidad de sus reuniones; sino
que es posible que en un futuro muy cercano todos los intérpretes tengan acceso inmediato a
bases de datos en lugar de utilizar glosarios manuales (algunos puestos de interpretación ya
40 Información extraída de la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/interpretation.shtml [recuperado el 1 de junio de 2015].
61
están equipados con estas tecnologías, que se actualizan constantemente41) o que la
interpretación a distancia se convierta en una práctica más común. Las Naciones Unidas fueron
pioneras y realizaron los primeros intentos de aplicación de esta técnica en la que el orador, el
intérprete y los destinatarios están en lugares distantes. Existe cierto debate alrededor de esta
cuestión, pues se ha demostrado que el intérprete sufre mayor fatiga y está sometido a una
situación más estresante que cuando se trata de una interpretación presencial; todo esto
provoca una peor calidad de la interpretación resultante (Pérez Blandino, 2014).
Tras realizar una observación detallada, tanto de la institución, como de la traducción y la
interpretación que existen en ella, consideramos que sería necesario establecer unas
conclusiones que reflejen los resultados que hemos obtenido al elaborar este estudio teórico.
41 Estos aspectos se han consultado en la página web oficial de la ONU, disponible en:
http://www.un.org/es/hq/dgacm/interpretation.shtml [recuperado el 1 de junio de 2015].
62
6. Conclusiones
Una vez desarrollada nuestra investigación acerca de la presencia de la traducción y de la
interpretación en la Organización de las Naciones Unidas, expondremos a continuación las
conclusiones hacia las que nos ha llevado, que están relacionadas con los objetivos que
expusimos previamente en el apartado 1.4 de este trabajo.
En el mundo actual, las organizaciones internacionales tienen un papel muy importante.
La Organización de las Naciones Unidas nació en un momento crucial de la historia, tras la
Segunda Guerra Mundial con un objetivo muy claro: mantener la paz mundial. Tras el fracaso de
su predecesora, la Sociedad de Naciones, se intentó crear una nueva organización que tuviera
los mismos propósitos. No obstante, muchos expertos han determinado que la ONU no ha
cumplido con su objetivo, pues en el periodo de tiempo trascurrido desde su creación hasta hoy
ha habido un buen número de guerras y de enfrentamientos internacionales.
No podemos negar que la labor de la ONU es inestimable, ya que interviene en
numerosos campos gracias a sus organismos vinculados: la UNESCO, la Organización
Internacional del Trabajo, la Organización Mundial de la Salud, etc. Además, tiene sedes
repartidas por todos los continentes en las que se tratan los temas más importantes para cada
uno de ellos. Por otra parte, su organización interna es, en algunos casos, polémica y se han
propuesto modificaciones para que la ONU tenga un sistema más justo y más eficiente.
En cuanto al papel y a la labor de España en la ONU, cabría mencionar que, a pesar de su
tardía incorporación debido a la situación política de ese momento en nuestro país, hoy
desarrolla una función muy importante y muy valorada tanto dentro como fuera de nuestras
fronteras. España se encuentra entre los 10 países que mayores contribuciones económicas
realiza a la ONU y tiene una fuerte presencia en muchas de las acciones que esta realiza.
Muchos españoles trabajan actualmente en las sedes repartidas por todo el mundo y hay que
destacar la amplia presencia de traductores e intérpretes españoles en los servicios de
traducción y de interpretación.
En la Organización de las Naciones Unidas, al ser una organización internacional que
cuenta con 193 Estados miembros, el multilingüismo es una cuestión de gran importancia. El
número de lenguas oficiales ha ido variando con el paso de los años y hoy en día cuenta con seis:
el inglés, el francés, el español, el ruso, el chino y el árabe. A nuestro parecer, estas seis lenguas
oficiales no son suficientes, y una prueba de ello es la creación del Servicio de Traducción al
Alemán, que, a pesar de no ser una lengua oficial, se ha considerado necesario crear un
departamento de traducción para elaborar los documentos más importantes en esta lengua.
Otras instituciones internacionales, como las de la Unión Europea, tienen muchos más idiomas
63
oficiales, lo que representa un beneficio muy valioso para todos sus miembros. Por el contrario,
la ONU tan solo beneficia a aquellos países cuyo idioma oficial se encuentra entre los oficiales y
de esta forma están incumpliendo uno de sus valores principales, que es el de la igualdad.
Somos conscientes de que no se pueden hacer oficiales todos los idiomas de cada uno de los
Estados miembros, porque supondría un gran coste en términos económicos que no se
traduciría, necesariamente, en una mayor efectividad del sistema. Lo que sí creemos que podría
funcionar es la incorporación a las lenguas oficiales de algunas otras, como el alemán, el italiano,
el portugués, el japonés, el hindi o el afrikáans. De esta forma, a la vez que se fomenta la
igualdad de los Estados miembros, estaríamos evitando otra cuestión que nos parece bastante
preocupante: el predominio del inglés sobre las demás lenguas oficiales. Este hecho no solo se
reduce a la Organización de las Naciones Unidas, sino que es una circunstancia que se puede
observar a nivel mundial, pues es esta la lengua más utilizada en las comunicaciones
internacionales. Según la Carta de las Naciones Unidas, todas las lenguas oficiales tienen el
mismo estatus, pero en la práctica esto no es así. Numerosas reuniones se llevan a cabo sin
servicio de interpretación y se realizan, en su mayoría, en inglés, cuando esta no es la lengua
materna de todos los representantes que están allí presentes. Esta situación puede generar
confusiones y malentendidos que pueden llegar incluso a provocar unas consecuencias de mayor
gravedad. Asimismo, al existir tan solo seis lenguas oficiales, muchos de los representantes
tienen que utilizar una lengua que no es la suya e incluso, a veces, no la dominan del todo,
elaborando discursos con errores y con una pronunciación difícil de comprender, tanto para los
que presencian la reunión como para los intérpretes, a los que se les dificulta enormemente el
trabajo.
De todas estas cuestiones relacionadas con el multilingüismo se encarga el
Departamento de la Asamblea General y de Gestión de Conferencias, cuyo objetivo principal es
mejorar el diálogo y la cooperación entre los Estados miembros para, de esta manera, alcanzar
los objetivos principales de la ONU. Está dividido en varios departamentos pero los que más nos
interesan son la División de Documentación y la División de Reuniones y Publicaciones, en los
que trabajan, respectivamente, los traductores y los intérpretes. La estructura de estos
departamentos es muy clara y se dividen el trabajo de una forma muy eficiente para elaborar los
documentos que publica la ONU y para organizar y llevar a cabo las reuniones que allí tienen
lugar. En estos departamentos trabaja un gran número de personas, pero consideramos que
sería necesario crear más puestos de trabajo para evitar que en los periodos de más actividad se
tenga que contratar temporalmente a trabajadores freelance, una práctica muy común en la
Organización de las Naciones Unidas, ya que creemos que los servicios serían mucho más
eficientes si se contratara personal fijo.
64
Consideramos que el trabajo de los traductores y de los intérpretes de la Organización de
las Naciones Unidas no está valorado como se merece, ya que muchas de las acciones que lleva
a cabo esta Organización no podrían ser posibles si no hubiera detrás un equipo de profesionales
de las lenguas. Los que desconocen la labor que estos desempeñan, creen que están
sobrevalorados, sobre todo si hablamos de los intérpretes, y creen que deberían tener las
mismas condiciones laborales que los demás funcionarios de la ONU. Sin embargo, esto no es
posible, porque el esfuerzo intelectual que suponen estas actividades profesionales no se puede
equiparar con el esfuerzo que realizan los demás trabajadores de las Naciones Unidas, por lo que
se deberían reducir las horas de trabajo de los intérpretes. Los traductores, a pesar de que están
mejor vistos entre el resto de los funcionarios, también sufren mucha presión en su trabajo
porque tienen que cumplir con unos plazos de entrega muy ajustados y la mayoría de los
documentos los tienen que traducir en un plazo menor de un día.
Asimismo, los traductores e intérpretes, para obtener un puesto de trabajo en la ONU,
deben aprobar un duro examen para el que muchos se preparan durante años y solo unos pocos
consiguen superar. Es una meta que nos proponemos muchos profesionales de este sector,
porque trabajar como funcionario para una Organización tan importante como las Naciones
Unidas puede otorgar mucho prestigio además de seguridad y de satisfacción. Las pruebas a las
que se tienen que someter los candidatos pueden determinar si serán válidos para el
desempeño de las labores que tendrán que realizar en la ONU y mediante la entrevista se puede
valorar si tienen los valores personales que esta Organización exige.
Mediante este trabajo de investigación, lo que hemos tratado de conseguir es una fuente
de referencia para las personas que estén interesadas en este tema, sobre todo para aquellas
que tengan intención de convertirse en traductores o intérpretes de la ONU. Del mismo modo, el
tema que aquí se presenta es muy amplio y existen muchos aspectos que no hemos podido
abordar por las restricciones de espacio propias de este tipo de trabajo. No obstante, gracias a
nuestra investigación, hemos establecido la base para que puedan desarrollarse otros estudios
sobre el tema, ya que, como ya hemos mencionado, no existen demasiados documentos que
recojan información sobre los temas aquí planteados. Podrían llevarse a cabo, quizá,
investigaciones de carácter empírico, que permitieran corroborar las conclusiones teóricas que
hemos obtenido en este trabajo, por ejemplo, mediante el empleo de encuestas a los
trabajadores de las Naciones Unidas o mediante el análisis de trabajos realizados por los
traductores e intérpretes de esta Organización.
65
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