la sociedad literaria y el pastel de piel de patata de guernsey

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La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey Mary Ann Shaffer y Annie Barrows

Mary Ann Shaffer y Annie Barrows LA SOCIEDAD LITERARIA Y EL PASTEL DE PIEL DE PATATA DE GUERNSEY Traduccin de Sandra Campos Ttulo original: The Guernsey Literary and Potato Peel Society 2008 by The Trust Estate of Mary Ann Shaffer & Annie Barrows Traduccin, Sandra Campos, 2009 de esta edicin: 2009, RBA Libros, S. A. Prez Galds, 36 - 08012 Barcelona [email protected] / www.rbalibros.com Primera edicin: enero 2009 Ref.: OAFI 302 ISBN: 978-84-9867-395-1 Depsito legal: B-268-2009 Composicin: Vctor Igual, S.L. Impreso por Liberdplex

Dedicado con mucho amor a mi madre, Edna Fiery Morgan, y a mi querida amiga Julia Poppy M. A. S. Y a mi madre, Cynthia Fiery Barrows A. B.

PRIMERA PARTE 8 de enero de 1946 Seor Sidney Stark, editor Stephens & Stark Ltd. 21 St. James's Place Londres SW1 Inglaterra Querido Sidney: Susan Scott es asombrosa. Hemos vendido ms de cuarenta ejemplares del libro, lo c ual result muy grato, pero mucho ms emocionante desde mi punto de vista ha sido la comida. Susan se las arregl para conseguir cupones de azcar glas y huevos de verd ad para el merengue. Si todos sus almuerzos literarios van a alcanzar estas cota s, no me importar recorrer todo el pas. Crees que una bonificacin generosa la podra e stimular para conseguir mantequilla? Probmoslo (puedes descontar el dinero de mis derechos de autor). Y ahora mi desalentadora noticia. Me preguntaste cmo progresa mi nuevo libro. De ninguna forma, Sidney. Debilidades inglesas pareca muy prometedor al principio. Despus de todo, uno debera ser capaz de escribir pginas y pginas sobre La Asociacin Contra la Glorificacin del Conejito Ingls. He descubierto una fotografa del Gremio de Exterminadores de Bich os, desfilando por Oxford Street con pancartas que decan Abajo Beatrix Potter!. Pero qu se puede escribir bajo ese ttulo? Nada. Ya no quiero escribir ms este libro (no tengo ni la cabeza ni el corazn en ello). Y por mucho que me encantase y me encante escribir como Izzy Bickerstaff, ya no qu

iero escribir nada ms con este nombre. No quiero que me sigan considerando una pe riodista poco seria. Reconozco que hacer rer (o al menos, hacer pasar un rato div ertido) a los lectores durante la guerra no ha sido moco de pavo, pero no quiero hacerlo ms. ltimamente no consigo crear nada con algn sentido de la proporcin o del equilibrio, y Dios sabe que no se puede escribir humor sin ellos. Mientras tanto, estoy muy contenta de que Stephens & Stark est ganando dinero con Izzy Bickerstaff va a la guerra. Me deja la conciencia tranquila por lo de mi d esastrosa biografa de Anne Bront. Gracias por todo. Un abrazo, JULIET P.D. Estoy leyendo la correspondencia completa de la seora Montagu. Sabes qu le esc ribi esta triste mujer a Jane Carlyle? Mi querida y pequea Jane: todo el mundo nace con una vocacin, y la tuya es escribir notitas preciosas. Espero que Jane la escu piera.

De Sidney a Juliet 10 de enero de 1946 Seorita Juliet Ashton 23 Glebe Place Chelsea Londres SW3

Querida Juliet: Enhorabuena! Susan Scott me ha dicho que te adaptaste muy bien al pblico en la pre sentacin, como un borracho al ron (y ellos a ti), as que, por favor, deja de preoc uparte por la gira de la semana que viene. No tengo ninguna duda de que vas a tr iunfar. Habiendo presenciado tu interpretacin del poema El joven pastor canta en e l valle de la humillacin hace dieciocho aos, s que en cuestin de segundos tendrs a to os los oyentes en la palma de la mano. Un consejo: quizs en esta ocasin deberas abs tenerte de tirar el libro a la audiencia cuando acabes. Susan est deseando llevarte por todas las libreras, de Bath a Yorkshire. Y, por su puesto, Sophie est haciendo campaa a favor de que la gira se alargue hasta Escocia . Le he dicho con mi ms exasperante actitud de hermano mayor que eso est por ver. Te echa muchsimo de menos, lo s, pero Stephens & Stark debe ser inmune a tales fac tores. Acabo de recibir las cifras de ventas de Izzy en Londres y alrededores, y son ex celentes. De nuevo, felicidades! No te preocupes por el libro Debilidades inglesas, es mejor que pierdas el entus iasmo ahora que no despus de haberte pasado seis meses escribiendo sobre conejito s. La posibilidad comercial de la idea era interesante, pero estoy de acuerdo en que el tema se habra vuelto tremendamente irreal. Ya vers cmo se te ocurrir otro te ma, uno que te guste. Cenamos algn da antes de que te vayas? Dime cundo. Un abrazo, SIDNEY P.D. Escribes notitas preciosas.

De Juliet a Sidney 11 de enero de 1946

Querido Sidney: S, genial, puede ser en algn lugar cerca del ro? Quiero ostras, champn y rosbif, si s e pueden conseguir, si no, pollo tambin estar bien. Me alegro mucho de que las ven tas de Izzy sean buenas. Son lo bastante buenas para que no tenga que hacer la ma leta e irme de Londres? Ya que t y S&S me habis convertido en una autora de xito moderado, la cena la pago yo. Un abrazo, JULIET P.D. No le tir el libreto de El joven pastor canta en el valle de la humillacin al pb lico. Se lo tir a la profesora de diccin. Quera tirrselo a los pies, pero fall.

De Juliet a Sophie Strachan 12 de enero de 1946 Seora Sophie Strachan Feochan Farm Oban Argyll

Querida Sophie: Claro que me encantara verte, pero soy una autmata desalmada y sin voluntad propia . Sidney quiere que vaya a Bath, Colchester, Leeds y otros lugares preciosos que en este momento no recuerdo, y no puedo dejarlo todo e irme a Escocia. Sidney f runcira el ceo, entornara los ojos y se enfadara. Y ya sabes la que se arma cuando s e enfada. Ojal pudiera escabullirme a tu granja. Me mimaras y me dejaras poner los pies en el sof, verdad? Y despus, me arroparas con mantas y me traeras t? A Alexander le impo tener un residente permanente en el sof de su casa? Me dijiste que era un hombre paciente, pero quizs esto le molestara. Por qu estoy tan melanclica? Debera estar encantada con la perspectiva de leer Izzy a un pblico cautivado. Sabes cunto me gusta hablar de libros, y que me encanta que me hagan cumplidos. Debera estar contentsima. Pero la verdad es que estoy mucho ms pesimista de lo que nunca estuve durante la guerra. Todo est tan destrozado, Sop hie: las calles, los edificios, la gente. Sobre todo, la gente. Seguramente ste es el efecto secundario de una cena horrible a la que fui ayer po r la noche. La comida era malsima, pero eso era de esperar. Fueron los invitados los que me hicieron sentir incmoda; eran el grupo de individuos ms desmoralizante con el que me he topado nunca. La conversacin fue sobre bombas y hambre. Te acuerd as de Sarah Morecroft? Estaba all, delgadsima, con la carne de gallina y los labio s muy pintados. Verdad que antes era guapa? No estaba loca por aquel jinete que es tudiaba en Cambridge? A l no se le vio por ninguna parte. Ella se ha casado con u n mdico de piel griscea que hace ruidos con la lengua antes de hablar. Y era la im agen del romance desenfrenado comparado con mi compaero de mesa, que dio la casua lidad de que era soltero, me imagino que el ltimo de la Tierra. Dios, qu miserable soy! Te lo juro, Sophie, creo que hay algo en m que no va bien. Todos los hombres que conozco son insoportables. Quiz no debera apuntar tan alto, tampoco tan bajo como el doctor canoso que chasquea la lengua, pero bajar un poco el listn, s. Ni siquie ra puedo echarle la culpa a la guerra nunca se me han dado bien los hombres, verda d? Crees que el hombre de la caldera de St. Swithin fue mi gran amor? Ya que nunca h abl con l, parece poco probable, pero al menos fue una pasin que no me decepcion. Y tena aquel pelo negro tan bonito. Despus de eso, te acuerdas?, vino el Ao de los Poe tas. Sidney se irrit bastante con aquellos poetas, aunque no veo por qu, ya que fu e l quien me los present. Adems, pobre Adrian. Vaya, no hace falta que te recite la

lista de mis temores, pero Sophie, qu es lo que me pasa? Soy demasiado exigente? N o quiero estar casada slo por estar casada. No hay nada que te haga sentir ms sola que pasar el resto de la vida con alguien con quien no se pueda hablar, o peor, con alguien con quien no se pueda estar en silencio. Qu carta ms espantosa, slo hago que quejarme! Ves? He conseguido que te sientas alivi ada de que no pase por Escocia. Pero, adems, no puedo, mi destino es responsabili dad de Sidney. Dale un beso a Dominic de mi parte, y dile que el otro da vi una rata del tamao de un terrier. Un abrazo a Alexander y otro ms fuerte para ti. JULIET

De Dawsey Adams, Guernsey, islas del Canal, a Juliet 12 de enero de 1946 Seorita Juliet Ashton 81 Oakley Street Chelsea Londres SW3 Estimada seorita Ashton: Me llamo Dawsey Adams y vivo en una granja en la parroquia de St. Martin's Paris h en Guernsey. La conozco porque tengo un viejo libro que una vez le perteneci, E nsayos escogidos de Elia, de un autor que en la vida real se llamaba Charles Lam b. Encontr su nombre y direccin escritos en la cubierta interior del libro. Ser claro: me encanta Charles Lamb. El libro dice Ensayos escogidos, as que supong o que debe de haber escrito otras cosas entre las que escoger. Me gustara leerlo, pero a pesar de que los alemanes ya se han ido, no ha quedado ni una librera en Guernsey. Querra pedirle un favor. Puede mandarme el nombre y la direccin de alguna librera de Londres? Me gustara pedir por correo ms libros de Charles Lamb. Tambin querra pregu ntar si alguien ha escrito alguna vez la historia de su vida, y si lo han hecho, si me pueden mandar un ejemplar. Debido a su brillante y aguda inteligencia, cr eo que el seor Lamb debe de haber tenido una vida muy triste. Charles Lamb me hizo rer durante la Ocupacin alemana, sobre todo cuando escribi eso del cerdo asado. La Sociedad Literaria y el Pastel de Piel de Patata de Guernse y naci por un cerdo asado que tuvimos que esconder de los soldados alemanes, as qu e me siento cercano al seor Lamb. Siento molestarla, pero todava lo sentira ms si no conociera nada de l, ya que su ob ra me ha hecho considerarle amigo mo. Esperando no haberla molestado, DAWSEY ADAMS P.D. Mi amiga la seora Maugery compr un folleto que una vez tambin le perteneci a us ted. Se titula Existi la zarza ardiente? Una defensa de Moiss y los diez mandamient os. Le gust la nota que usted escribi en el margen, Palabra de Dios o control de mas as?. Al final decidi?

De Juliet a Dawsey 15 de enero de 1946 Seor Dawsey Adams Les Vauxlarens La Bouvee

St. Martin's, Guernsey Estimado seor Adams: Ya no vivo en Oakley Street, pero me alegro mucho de que su carta me haya encont rado y de que mi libro le haya encontrado a usted. Fue muy triste tener que desp renderme de Ensayos escogidos de Elia. Tena dos ejemplares y una seria necesidad de poner estantes en la habitacin, pero me sent como una traidora al venderlo. Ust ed me ha aliviado la conciencia. Me pregunto cmo lleg el libro a Guernsey. Quizs hay en los libros algn tipo de insti nto secreto que les lleva a sus lectores perfectos. Sera maravilloso que fuera ver dad! Puesto que no hay nada que me guste ms que rebuscar por las libreras, inmediatamen te despus de recibir su carta fui a la librera Hastings & Sons. Llevo aos yendo all, siempre buscando un libro en concreto, y salgo con tres ms que no saba que quera. Le dije al seor Hastings que lo que usted quera era un ejemplar en buenas condicio nes (y no una edicin especial) de Ms ensayos de Elia. Se lo enviar con la factura i ncluida en el sobre. Le encant saber que usted tambin es un amante de Charles Lamb . Me dijo que la mejor biografa de Lamb es la de E. V. Lucas, y que le buscar un e jemplar, aunque puede tardar un poco. Mientras tanto, acepta este pequeo regalo de mi parte? Son sus Cartas escogidas. C reo que le dirn ms de l que ninguna biografa. E. V. Lucas es demasiado majestuoso pa ra incluir mi fragmento favorito de Lamb: Zzzz, zzzz, zzzz, pum, pum, pum, fiu, f iu, fiu, sss, sss, sss, tiln, tiln, tiln, crac! Al fin ser condenado sin duda. Me he estado emborrachando durante dos das seguidos. Mi moralidad est en las ltimas y mi religin se va desvaneciendo. Lo encontrar en las Cartas (en la pgina 244). Las carta s fueron lo primero que le de Lamb, y me da vergenza decirlo, pero slo compr el libr o porque en algn sitio haba ledo que un hombre llamado Lamb haba visitado a su amigo Leigh Hunt, que estaba en la crcel por injuriar al Prncipe de Gales. Mientras estaba all, Lamb ayud a Hunt a pintar el techo de la celda de color azul cielo con nubes blancas. Luego pintaron un rosal que trepaba por una de las pare des. Despus, adems, descubr que Lamb ofreci dinero para ayudar a la familia de Hunt, a pesar de que l mismo era pobre. Lamb tambin le ense a la hija pequea de Hunt a dec ir el Padrenuestro al revs. Por supuesto uno quiere saber todo lo que pueda sobre un hombre como l. Esto es lo que me encanta de la lectura; en un libro encuentras un detalle dimin uto que te interesa, y este detalle diminuto te lleva a otro libro, y algo en se te lleva a un tercer libro. Es matemticamente progresivo; sin final a la vista, y sin ninguna otra razn que no sea por puro placer. La mancha roja de la cubierta que parece sangre es sangre. No tuve cuidado con el cortapapeles. La postal adjunta es una reproduccin de una fotografa de Lamb al la do de su amigo William Hazlitt. Si tiene tiempo de cartearse conmigo, puede contestarme algunas preguntas? De hec ho, son tres. Por qu una cena con un cerdo asado tena que mantenerse en secreto? Cmo puede ser un cerdo la causa de que usted formara un crculo literario? Y, lo ms imp ortante, cmo es un pastel de piel de patata, y por qu forma parte del nombre de su sociedad? He subalquilado un piso en el nmero 23 de Glebe Place, Chelsea, Londres SW3. Bomb ardearon el piso de Oakley Street en 1945 y todava lo echo de menos. Era un piso precioso; vea el Tmesis desde tres ventanas. S que soy afortunada de tener un lugar donde vivir en Londres, pero prefiero quejarme que dar gracias por lo que tengo . Me alegro de que pensara en m para que le ayudara a buscar a Elia. Saludos cordiales, JULIET ASHTON P.D. Nunca me decid sobre Moiss, todava me preocupa.

De Juliet a Sidney

18 de enero de 1946 Querido Sidney: Esta no es una carta normal, es una disculpa. Por favor, perdona mis quejas sobr e los ts y almuerzos que organizaste para la promocin de Izzy. Te llam tirano? Retir o lo dicho; adoro Stephens & Stark por haberme sacado de Londres. Bath es una ciudad maravillosa: tiene unas calles blancas preciosas en forma de media luna, casas erguidas en lugar de los edificios negros y sombros de Londres, o peor an, de los montones de escombros que una vez fueron edificios. Es un plac er respirar aire fresco y limpio, sin humo de carbn y sin polvo. Hace fro, pero no es el mismo fro hmedo de Londres. Incluso la gente parece diferente, erguidos, co mo sus casas, no grises ni encorvados como los londinenses. Susan dice que los invitados al t del libro de Abbot disfrutaron muchsimo, y yo ta mbin. A los dos minutos ya fui capaz de despegar la lengua del paladar y empezar a disfrutar. Maana ella y yo iremos a libreras de Colchester, Norwich, King's Lynn, Bradford y Leeds. Un abrazo, y gracias. JULIET

De Juliet a Sidney 21 de enero de 1946 Querido Sidney: El viaje nocturno en tren ha vuelto a ser maravilloso! No hemos tenido que pasar horas de pie en los pasillos, no hemos cambiado de va para que pasara un tren mil itar, y lo mejor de todo: no haba cortinas opacas. Todas las ventanas ante las qu e pasbamos estaban iluminadas, y pude fisgonear una vez ms. Lo ech mucho de menos d urante la guerra. Sent como si todos nos hubiramos vuelto espas y nos escabullramos en tneles separados. No me considero una mirona autntica (los de verdad buscan los dormitorios), pero las familias en las salas de estar o en las cocinas eso me em ociona. Me imagino sus vidas con slo echar un vistazo a sus estanteras, a los escr itorios, a las velas encendidas o a los cojines brillantes de los sofs. Hoy, en la librera Tillman, nos hemos topado con un tipo condescendiente muy desa gradable. Despus de mi conferencia sobre Izzy, he preguntado si alguien tena algun a pregunta. l literalmente ha saltado de la silla para quedar frente a frente con migo. Cmo ha preguntado yo, una simple mujer, osaba deshonrar el nombre de Isaac Bic kerstaff? El verdadero Isaac Bickerstaff, periodista de renombre, mejor dicho, co razn sagrado y alma de la literatura del siglo XVIII; difunto, y usted profana su nombre. Antes de que pudiera decir nada, una mujer de la ltima fila se ha puesto de pie: An de, sintese! No se puede profanar a una persona que nunca ha existido! No est muerto , porque nunca estuvo vivo! Isaac Bickerstaff era el seudnimo de Joseph Addison e n las columnas que escriba en el Spectator. La seorita Ashton puede adoptar cualqu ier nombre falso que quiera, as que cllese ya!. Qu defensora ms valiente! El hombre fue corriendo. Sidney, conoces a un hombre llamado Markham V. Reynolds, hijo? Si no lo conoces, p uedes buscarlo por m en el registro catastral o en Scotland Yard? Si no lo encuen tras, debe de estar en la misma gua telefnica. Me envi un ramo precioso de flores p rimaverales al hotel de Bath, doce rosas blancas al tren y un montn de rosas roja s a Norwich; todas sin ningn mensaje, slo una tarjeta con su nombre. Por cierto, cmo sabe dnde nos alojamos Susan y yo? Qu trenes cogemos? He recibido tod as las flores justo al llegar. No s si sentirme halagada o acosada. Un abrazo, JULIET

De Juliet a Sidney 23 de enero de 1946

Querido Sidney: Susan me acaba de pasar las cifras de ventas de Izzy, casi no me lo puedo creer. Francamente, crea que la gente estara tan cansada de la guerra que nadie querra re cordarla, y por supuesto, menos en un libro. Por suerte, y una vez ms, t tenas razn y yo estaba equivocada (me corroe admitirlo). Viajar, hablar delante de un pblico cautivo, firmar libros y conocer gente es est imulante. Las mujeres que conoc me han contado tantas historias de la guerra que casi deseara seguir escribiendo la columna. Ayer tuve una agradable charla con un a seora noruega. Tiene cuatro hijas adolescentes, y justo la semana pasada invita ron a la mayor a una merienda en la escuela de cadetes de la ciudad. Ataviada co n su mejor vestido y con unos guantes blancos impecables, la chica lleg a la escu ela, cruz el umbral, ech un vistazo al mar de caras relucientes de los cadetes fre nte a ella, y se desmay! La pobre nia nunca haba visto tantos hombres juntos en toda su vida. Piensa en ello, hay una generacin entera que creci sin bailes, meriendas ni flirteo. Me encanta ir a las libreras y conocer a los libreros. Realmente los libreros son una raza especial. Nadie en su sano juicio aceptara trabajar de dependiente en u na librera por el sueldo, y ningn propietario en sus cabales querra ser dueo de una, porque el margen de ganancias es demasiado bajo. As que tiene que ser un amor a la lectura lo que les empuja a hacerlo, junto con ser los primeros en hojear las novedades. Recuerdas el primer trabajo que tu hermana y yo tuvimos en Londres? En la librera d e viejo del refunfun seor Hawke? Cmo le adoraba! Simplemente abra una caja de libros, nos pasaba uno o dos a nosotras y deca: Nada de ceniza de cigarrillos, las manos l impias, y por el amor de Dios, Juliet, nada de notas en los mrgenes! Sophie querid a, no la dejes beber caf mientras lee. Y as leamos todas las novedades. Me asombraba entonces, y todava me pasa, que mucha gente que deambula por las lib reras en realidad no sabe lo que busca Lo nico que quieren es mirar y esperar a enc ontrar un libro que les llame la atencin. Y luego, al ser demasiado inteligentes para confiar en la contracubierta del editor, le harn al librero las tres pregunt as: 1) de qu va?, 2) lo ha ledo?, 3) vale la pena? Los libreros de verdad, incorregibles, como Sophie y yo, no saben mentir. La car a siempre nos delata. Una ceja levantada o una mueca revelan que el libro no mer ece la pena, y entonces los clientes inteligentes piden que les recomendemos otr a cosa, con lo cual los llevamos a la fuerza hasta un volumen en concreto y les ordenamos que lo lean. Si lo leen y les desagrada, nunca volvern. Pero si les gus ta, sern clientes para toda la vida. Ests tomando nota? Deberas. Un editor tendra que enviar ms de un ejemplar a las libre ras, para que todos los trabajadores tambin pudieran leerlo. El seor Seton me ha dicho hoy que Izzy Bickerstaff era el regalo perfecto tanto p ara aquellos que te caen bien como para aquellos que no y a los que tienes que r egalar algo por compromiso. Tambin asegura que el treinta por ciento de los libro s que se venden se compran para regalar. El treinta por ciento? Es verdad? Te ha dicho Susan que adems de dirigir nuestra gira tambin me dirige a m? No haca ni media hora que nos habamos conocido y ya me dijo que mi maquillaje, mi ropa, mi p einado y mis zapatos no tenan nada de gracia. La guerra se ha acabado, es que no m e he dado cuenta? Me llev a Madame Helena para cortarme el pelo; ahora lo llevo corto y rizado, en vez de largo y lacio. Tambin me hizo reflejos de un color ms claro; Susan y Madame dijeron que realzaran el color dorado de mis preciosos rizos castaos. Pero a m no me engaan; s que es para cubrir las canas (cuatro, he contado yo) que han empezado a aparecer. Tambin me compr crema facial, una maravillosa crema de manos perfumada, una nueva barra de labios y un rizador de pestaas, que hace que me ponga bizca c ada vez que lo uso. Luego Susan me sugiri que me comprara un vestido nuevo. Le record que la reina era

muy feliz vistiendo su guardarropa de 1939, as que por qu no poda serlo yo? Dijo qu e la reina no necesita impresionar a desconocidos, pero yo s. Me sent como una tra idora a la Corona y al pas; ninguna mujer decente tiene ropa nueva, pero me olvid de eso en cuanto me vi en el espejo. Mi primer vestido nuevo en cuatro aos, y qu ve stido! Es exactamente del color de un melocotn maduro y cuando me muevo, tiene un a cada preciosa. La dependienta dijo que tena un aire chic francs y que yo tambin lo endra si lo compraba. As que lo compr. Los zapatos nuevos tendrn que esperar, ya que gast en el vestido lo equivalente a un ao en cupones de racionamiento para ropa. Entre Susan, el pelo, la cara y el vestido ya no parezco una persona aptica y des aliada de treinta y dos aos. Parezco una de treinta llena de vida, elegante, altacosturada (si esto no es un verbo, debera serlo). A propsito de mi vestido nuevo y de mis zapatos viejos: no te parece vergonzoso qu e tengamos ms racionamiento ahora que durante la guerra? Soy consciente de que ha y que alimentar a miles de personas en toda Europa, buscarles casa y vestirlos, pero entre t y yo, me molesta que muchos de ellos sean alemanes. Sigo sin ideas para el libro que quiero escribir. Est empezando a deprimirme. Algu na sugerencia? Ya que estoy en lo que yo considero el norte, esta noche llamar a Sophie a Escoci a. Algn mensaje para tu hermana?, para tu cuado?, para tu sobrino? Esta es la carta ms larga que he escrito nunca. No hace falta que t contestes igua l. Un abrazo, JULIET

De Susan Scott a Sidney 25 de enero de 1946

Querido Sidney: No te creas las noticias de los peridicos. Ni detuvieron a Juliet ni se la llevar on esposada. Slo la recrimin un agente de polica de Bradford, que apenas poda aguant arse la risa. Le tir una tetera a Gilly Giibert a la cabeza, pero no le creas cuando dice que l o escald, el t estaba fro. Adems, ms bien le pas rozando, no fue un golpe directo. El director del hotel ni siquiera nos dej indemnizarle por la tetera: slo se aboll un poco. Sin embargo, se vio obligado a llamar a la polica por los gritos de Gilly. Aqu va la historia, y me considero la nica responsable. Deb haberme negado a la pet icin de Gilly de entrevistar a Juliet. Saba que era una persona despreciable, uno de esos gusanos empalagosos que trabajan para el London Hue and Cry. Tambin saba q ue Gilly y el LH&C estaban terriblemente celosos del xito del Spectator con las c olumnas de Izzy Bickerstaff, y de Juliet. Acabbamos de llegar al hotel de la fiesta de Juliet en el Brady's Booksmith. Las dos estbamos cansadas y nos sentamos muy importantes, cuando Gilly se levant de un salto de una silla del saln. Nos pidi por favor que tomramos un t con l. Nos rog que e dejramos hacer una breve entrevista a nuestra maravillosa seorita Ashton, o debera decir la Izzy Bickerstaff de Inglaterra?. Slo con su adulacin ya tena que haberme pu esto alerta, pero no lo hice; quera sentarme, deleitarme con el xito de Juliet y t omarme un t con pastas. Y as lo hicimos. Como la charla estaba yendo bastante bien, desconect hasta que o a Gilly decir: Usted misma fue una viuda de guerra, verdad? O mejor dicho, prcticame nte "casi" una viuda de guerra. Iba a casarse con el teniente Rob Dartry, verdad? Hizo los preparativos para la ceremonia, verdad?. Juliet dijo: Disclpeme, seor Gilbert. Ya sabes lo educada que es. No me equivoco, verdad? Usted y el teniente Dartry solicitaron un certificado de m atrimonio. Concertaron cita para casarse en el juzgado de Chelsea el 13 de dicie mbre de 1942, a las 11 de la maana. Reservaron mesa para el almuerzo en el Ritz, slo que usted no se present en ninguno de los actos. Es totalmente obvio que usted dej al teniente Dartry plantado en el altar pobre hombre y lo mand solo y humillado

de vuelta al barco, a llevarse su corazn roto a Birmania, donde le mataron tan sl o tres meses despus. Me incorpor, con la boca abierta. Me qued mirando impotente, mientras Juliet trata ba de ser corts: No le plant en el altar, fue el da antes. Y l no se qued humillado, ino aliviado. Simplemente le dije que despus de todo, no quera casarme. Crame, seor Gilbert, se fue siendo un hombre feliz, contentsimo de haberse librado de m. No se escabull de vuelta al barco, solo y traicionado, se fue directo al club CCB y se pas toda la noche bailando con Belinda Twining. Bueno, Sidney, a pesar de estar sorprendido, Gilly no se acobard. Las pequeas rata s como Gilly nunca lo hacen, no? Rpidamente supuso que tena una historia mucho ms ju gosa para su peridico. Vaya!, de veras? sonri con suficiencia . Qu fue entonces? La bebida? Otras mujeres del viejo Oscar Wilde? Entonces fue cuando Juliet le tir la tetera. Puedes imaginarte el alboroto que si gui: el saln estaba lleno de gente tomando el t, por eso, estoy segura, los peridico s tomaron nota. Me imagin el titular: IZZY BICKERSTAFF VA A LA GUERRA DE NUEVO! Periodista herido e n un combate con bollos en un hotel, sonaba un poco escabroso, pero no era del to do malo. Pero EL ROMEO FALLIDO DE JULIET: UN HROE CADO EN BIRMANIA, fue mezquino, in cluso para Gilly Gilbert y el Hue and Cry. Juliet est preocupada porque esto haya podido avergonzar a Stephens & Stark, pero est harta de que usen el nombre de Rob Dartry de esta manera. Lo nico que consegu que me dijera fue que Rob Dartry era un buen hombre, un hombre muy bueno, que na da de eso fue culpa suya, y que no se lo mereca! Sabas lo de Rob Dartry? Est claro que lo de la bebida y lo de Oscar Wilde son tonte ras, pero por qu Juliet cancel la boda? Sabes por qu lo hizo? Me lo dirs si lo sabe aro que no; no s ni por qu lo pregunto. Por supuesto que el cotilleo ir amainando, pero tiene que estar Juliet en Londres con este jaleo? Deberamos alargar la gira hasta Escocia? Reconozco que no s qu hacer ; las ventas all han sido espectaculares, pero Juliet ha trabajado tan duro en es tas recepciones no es fcil ponerse de pie frente a una sala llena de desconocidos y elogiarse a uno mismo y a tu libro. No est acostumbrada a este ajetreo como yo, y es, segn mi punto de vista, muy cansado. El domingo estaremos en Leeds, as que dime entonces lo de Escocia. Por supuesto que Gilly Gilbert es despreciable y vil y espero que acabe mal, per o ha empujado a Izzy Bickerstaff va a la guerra a la lista de los ms vendidos. He pensado en mandarle una nota de agradecimiento. Apresuradamente tuya, SUSAN P.D. Ya has descubierto quin es Markham V. Reynolds? Hoy le ha mandado un montn de camelias a Juliet.

Telegrama de Juliet a Sidney SIENTO MUCHSIMO HABEROS PUESTO EN UNA SITUACIN VIOLENTA A TI Y A STEPHENS & STARK. UN ABRAZO, JULIET

De Sidney a Juliet 26 de enero de 1946 Seorita Juliet Ashton Hotel The Queens City Square Leeds

Querida Juliet: No te preocupes por lo de Gilly, no nos has incomodado; slo lamento que el t no es tuviera ms caliente y que t no apuntaras ms abajo. La prensa me est persiguiendo par a que haga una declaracin respecto al ltimo escndalo de Gilly, y la voy a hacer. No te preocupes; ser sobre periodismo en estos tiempos degenerados, no sobre ti o R ob Dartry. Acabo de hablar con Susan sobre lo de Escocia y, aunque s que Sophie nunca me lo perdonar, he decidido que es mejor que no vayis. No tenemos por qu preocuparnos con las ventas de Izzy, estn subiendo, as que creo que deberas volver a casa. El Times quiere que escribas un artculo largo para el suplemento, una primera par te de una serie de tres que estn pensando publicar en prximos nmeros. Dejar que te s orprendan con el tema, pero ya te puedo asegurar tres cosas: quieren que lo escr iba Juliet Ashton, no Izzy Bickerstaff; el tema es serio, y la suma de la que se ha hablado va a permitirte llenar el piso con flores frescas todos los das duran te un ao, comprarte un edredn de satn (lord Woolton dice que ya no te costar encontr ar colchas nuevas) y conseguir un par de zapatos de piel autntica (si consigues e ncontrarlos). Puedes quedarte mis cupones. No quieren el artculo hasta finales de primavera, as que tendremos ms tiempo para p ensar en un posible nuevo libro. Todas son buenas razones para que vuelvas enseg uida, pero la ms importante es que te echo de menos. Ahora, sobre Markham V. Reynolds, hijo. S quin es, y el registro catastral no ayud ara, es norteamericano. Es el heredero de Markham V. Reynolds, padre, que tena el monopolio de las fbricas de papel en Estados Unidos y ahora slo posee la mayora. Re ynolds hijo tiene una veta artstica y no se ensucia las manos haciendo papel, sin o que imprime en l. Es editor. The New York Journal, The Word, View, son todas su yas, y tambin tiene algunas publicaciones pequeas. Me he enterado de que est en Lon dres. Oficialmente, se encuentra aqu para abrir una oficina del View en Inglaterr a, pero se rumorea que ha decidido empezar a editar libros, y que en realidad ha venido para seducir a los mejores autores de Inglaterra con sueos de abundancia y prosperidad en Amrica. No saba que sus tcnicas incluan rosas y camelias, pero no m e sorprende. Siempre le ha sobrado lo que nosotros llamamos descaro y los estado unidenses, confianza en uno mismo. Slo espera a conocerle. Ha sido la perdicin de mujeres ms fuertes que t, incluyendo mi secretaria. Siento comunicarte que fue ell a quien le dio tu itinerario y tu direccin. A la boba le pareci muy romntico con un traje tan mono y zapatos hechos a mano. Dios mo! No logr captar el concepto de viola cin de la confidencialidad, as que he tenido que despedirla. Anda tras de ti, Juliet, no lo dudes. Debo retarle a un duelo? Sin duda me matara, as que mejor que no lo haga. Cielo, yo no puedo prometerte ni abundancia ni pros peridad, ni tan slo mantequilla, pero eres la autora ms querida de Stephens & Star k, sobre todo de Stark, lo sabes, verdad? Cenamos juntos en cuanto vuelvas? Un abrazo, SIDNEY

De Juliet a Sidney 28 de enero de 1946 Querido Sidney: S, ser un placer cenar contigo. Me pondr el vestido nuevo y me dar un atracn. Me alegra mucho no haber importunado a S&S con el tema de Gilly y la tetera; est

aba preocupada. Susan me sugiri que tambin hiciera una declaracin elegante en la pren sa, sobre Rob Dartry y por qu no nos casamos. No podra hacerlo de ninguna manera. Francamente, no creo que me importara quedar como una idiota si eso no hiciera q ue l pareciera uno mayor. Pero sonara como si lo fuera. La gente lo vera as. Prefiero no decir nada y parecer una arpa irresponsable, frvola e insensible. Pero me gustara que t supieras la razn. Te lo habra contado antes, pero en 1942 esta bas fuera con la Marina, y nunca conociste a Rob. Ni tan slo Sophie lo conoci ese o too estaba estudiando en Bedford , y despus le hice jurar que no dira nada. Cuanto ms tiempo pasaba sin decirte nada, menos importante era que lo supieras, sobre todo en vista de cmo me haca quedar a m, tonta y estpida para empezar, por haberme prome tido. Pensaba que estaba enamorada (esto es lo ms pattico, mi idea de estar enamorada). Como parte de los preparativos para compartir mi casa con un marido, le hice un lugar en mi cama para que no se sintiera como una ta lejana de visita. Vaci la mit ad de los cajones de la cmoda, la mitad del armario, la mitad del botiqun y la mit ad de mi escritorio. Regal las perchas acolchadas y traje unas de esas pesadas de madera. Quit mi mueca de trapo de la cama y la met en el desvn. Mi piso ya era para dos, en lugar de para uno. La tarde antes de nuestra boda, Rob trajo lo ltimo que le quedaba, mientras yo en tregaba el artculo de Izzy al Spectator. Cuando termin, fui corriendo a casa, sub l a escalera volando y al abrir la puerta me encontr a Rob sentado en el taburete d elante de la estantera, rodeado de cajas de cartn. Estaba precintando la ltima con cinta adhesiva y cordel. Haba ocho cajas, ocho cajas con mis libros cerradas y lis tas para bajar al stano! Levant la vista y me dijo: Hola, cario. No te preocupes por el desorden, el portero ha dicho que me ayudar a bajar todo esto al stano. Seal los estantes con la cabeza y dijo: No se ven bien?. Me qued sin palabras! Estaba demasiado consternada para poder hablar. Sidney, cada uno de los estantes donde antes reposaban mis libros estaba lleno de trofeos de portivos: copas de plata, copas de oro, escarapelas azules, galones rojos Haba pre mios para cada uno de los deportes que se pueden practicar con objetos de madera : con bates de cricket, raquetas de squash, raquetas de tenis, remos, palos de g olf, palas de tenis de mesa, arcos y flechas, tacos de snooker, palos de lacross e, sticks de hockey y mazas de polo. Haba trofeos para todo lo que el hombre pued e llegar a saltar, por s mismo o sobre un caballo. Luego venan los diplomas enmarc ados: por haber disparado al mayor nmero de pjaros de tal a tal fecha, por ser el primero en una carrera, por ser el que aguant ms en uno de esos mugrientos juegos de tira y afloja con una cuerda contra Escocia. Lo nico que pude hacer fue gritar: Cmo te atreves? Qu has hecho! Vuelve a colocar mi ibros!. Y as es como empez todo. Al final, me dije que nunca podra casarme con un hombre cu ya idea de felicidad era arremeter contra pelotitas y pajaritos. Rob me rebati co n comentarios sobre malditos sabelotodo y arpas. Y a partir de ah, todo degener; el nico pensamiento que probablemente tenamos en comn era: de qu demonios hemos estado hablando los ltimos cuatro meses? En serio, de qu? Grit, resopl, bram y, finalmente, e fue. Luego, saqu los libros de las cajas. Te acuerdas de la noche del ao pasado que viniste a buscarme al tren para decirme que haban bombardeado mi piso? Creste que rea por la histeria? No, era por la irona. Si hubiera dejado que Rob metiera todos los libros en el stano, todava los tendra, absolutamente todos. Sidney, como muestra de nuestra larga amistad, no hace falta que hagas comentari os sobre esta historia, nunca. De hecho, preferira que no lo hicieras. Gracias por seguirle la pista a Markham V. Reynolds, hijo. Por el momento, sus h alagos no pasan de ser florales, y sigo sindote fiel a ti y al Imperio. Sin embar go, me siento un poco mal por tu secretaria, espero que le haya mandado rosas po r las molestias, ya que no estoy segura de que mis escrpulos pudieran resistir la visin de unos zapatos hechos a mano. Si algn da le conozco, procurar no mirarle a l os pies, o primero me amarrar al mstil y luego mirar, como Odiseo. Muchsimas gracias por pedirme que vuelva. Tengo muchas ganas de empezar con la pr opuesta de las series del Times. Prometes por Sophie que no ser un tema frvolo? No

van a pedirme que escriba sobre los duques de Windsor, verdad? Un abrazo, JULIET

De Juliet a Sophie Strachan 31 de enero de 1946 Querida Sophie: Gracias por visitarme en Leeds. No encuentro palabras para expresar lo mucho que necesitaba ver una cara amiga justo en ese momento. Sinceramente, estaba a punt o de escabullirme a las islas Shetland para hacer vida de ermitaa. Fue muy bonito de tu parte venir. El dibujo que public el London Hue and Cry de m en que me llevaban encadenada fue desmesurado; ni siquiera me arrestaron. S que a Dominic le hara gracia tener una m adrina en la crcel, pero esta vez tendr que conformarse con algo menos dramtico. Le dije a Sidney que lo nico que poda hacer respecto a las falsas y crueles acusac iones de Gilly era guardar un digno silencio. Me dijo que lo hiciera si era lo q ue quera, pero que Stephens & Stark no poda callar! Convoc una rueda de prensa para defender el honor de Izzy Bickerstaff, Juliet Ash ton, y defender tambin al mismo periodismo de escoria como Gilly Gilbert. Sali en l os peridicos de Escocia? Si no, aqu va lo ms destacado. Dijo que Gilly Gilbert era una rata retorcida (bueno, quiz no con estas palabras exactas, pero el significad o era claro), que menta porque era demasiado vago para enterarse de la realidad y demasiado estpido para ver el dao que sus mentiras causaban a las nobles tradicio nes del periodismo. Fue estupendo. Sophie, dos chicas (ahora mujeres) podran haber tenido nunca un defensor mejor que tu hermano? Creo que no. Dio un discurso maravilloso, aunque debo admitir que t engo algunas dudas. Gilly Gilbert es una serpiente tan rastrera, que no puedo cr eer que simplemente desaparezca sin decir nada. Susan dice que, por otra parte, Gilly es tambin tan cobarde que no se atrever a responder. Espero que tenga razn. Mi cario para todos. JULIET P.D. Ese hombre me ha enviado otro ramo de orqudeas. Estoy empezando a ponerme ne rviosa, esperando a que deje de esconderse y se d a conocer. Crees que es una de s us estrategias?

De Dawsey a Juliet 31 de enero de 1946 Estimada seorita Ashton: Su libro lleg ayer! Es usted una mujer encantadora, se lo agradezco de todo corazn. Trabajo en St. Peter Port, descargando barcos, as que puedo leer durante los desc ansos para tomar t. Es una bendicin tener autntico t, pan con mantequilla y, ahora, su libro. Tambin me gusta porque es de tapa blanda y puedo metrmelo en el bolsillo y llevrmelo a todas partes, aunque intento no acabarlo demasiado rpido. Y aprecio tener una foto de Charles Lamb; tena una cabeza magnfica, verdad? Me gustara mantener correspondencia con usted. Contestar a sus preguntas lo mejor que pueda. Aunque hay gente que le contara la historia mejor que yo, voy a explic arle lo de nuestra cena del cerdo asado. Tengo una casita y una granja que me dej mi padre. Antes de la guerra, criaba cer dos, cultivaba verduras para las paradas del mercado de St. Peter Port, y flores para Covent Garden. A menudo tambin trabajaba de carpintero y arreglaba tejados. Ahora ya no hay cerdos. Los alemanes se los llevaron para alimentar a sus soldad

os en el continente, y me mandaron cultivar patatas. Tenamos que plantar lo que e llos dijeran, y nada ms. Al principio, antes de conocer a los alemanes como lo hi ce luego, cre que poda guardar algunos cerdos escondidos para m. Pero el oficial ag rcola los oli y se los llev. Fue un duro golpe, pero pens que me las arreglara, ya qu e haba patatas y nabos en abundancia, y entonces todava quedaba harina. Sin embarg o, es extrao cmo acaba afectndonos la comida. Despus de seis meses de nabos y algn tr ozo de cartlago de vez en cuando, me era difcil pensar en algo que no fuera un bue n banquete. Una tarde, mi vecina, la seora Maugery, me envi una nota. Ven rpido deca , y trae un hillo de carnicero. Intent no hacerme muchas ilusiones, pero sal hacia la casa sola riega a grandes pasos. Y era cierto! Tena un cerdo, un cerdo escondido, y me haba in vitado a unirme al festn con ella y sus amigos! Yo no hablaba mucho de pequeo (tartamudeaba bastante) y no acostumbraba a asistir a cenas. A decir verdad, la de la seora Maugery era la primera a la que me invit aban. Dije que s, porque pensaba en el cerdo asado, pero hubiera preferido llevar me mi trozo a casa y comrmelo all. Fue una suerte que mi deseo no se cumpliera, porque aqul fue el primer encuentro de La sociedad literaria y el Pastel de Piel de Patata de Guernsey, a pesar de q ue todava no lo sabamos. La cena fue singular, pero la compaa fue mejor. Hablando y comiendo, nos olvidamos de la hora y del toque de queda hasta que Amelia (la seor a Maugery) oy que las campanadas tocaban las nueve. Nos habamos pasado una hora. E n fin, la buena comida nos haba fortalecido los corazones, y cuando Elizabeth McK enna dijo que deberamos ponernos en camino a nuestras respectivas casas en lugar de merodear por el saln de Amelia toda la noche, todos estuvimos de acuerdo. Pero saltarse el toque de queda era delito. Haba odo que haban enviado a gente a campos de prisioneros por eso, y quedarse con un cerdo era una infraccin an ms grave, as q ue fuimos por los campos, hablando en susurros y andando con mucho cuidado, lo ms silenciosos que pudimos. Habramos salido bien parados si no llega a ser por John Booker. En la cena, haba b ebido ms de lo que haba comido, y cuando llegamos a la carretera, perdi el control y empez a cantar! Lo agarr, pero era demasiado tarde: de golpe, seis oficiales alem anes de guardia salieron de detrs de unos rboles con las pistolas Luger desenfunda das y empezaron a gritar que por qu estbamos fuera despus del toque de queda?, de dnd venamos?, adnde bamos? No saba qu hacer. Si corra, me dispararan. Eso s lo saba. Tena la boca seca como la a y la mente en blanco, as que simplemente segu sujetando a Booker y esper. Entonces Elizabeth cogi aire y dio un paso adelante. Elizabeth no es alta, as que tena las pistolas a la altura de los ojos, pero ni parpade. Hizo como si no viera ninguna. Se acerc al oficial que estaba al mando y empez a hablar. Nunca haba odo ta ntas mentiras. Que senta mucho que nos hubiramos saltado el toque de queda. Que ve namos de una reunin de la Sociedad Literaria de Guernsey, y que el debate de la no che sobre Elizabeth y su jardn alemn haba sido tan agradable, que habamos perdido la nocin del tiempo. Qu libro tan maravilloso, y le pregunt si lo haba ledo. Ninguno de nosotros tuvo el aplomo de respaldarla, pero el oficial no pudo repri mirse, y le sonri. Elizabeth es as. El oficial se apunt nuestros nombres y nos orde n muy educadamente que a la maana siguiente nos presentramos ante el comandante. Lu ego nos hizo una reverencia y nos dese buenas noches. Elizabeth asinti con la cabe za, tan corts como pudo, mientras los dems nos alejbamos poco a poco, intentando no ponernos a correr como conejos. Incluso con Booker a cuestas, llegu a casa rpidam ente. Esta es la historia de la cena del cerdo asado. Me gustara hacerle una pregunta. Los barcos llegan a St. Peter Port todos los das para traernos cosas que Guernsey todava necesita: comida, ropa, semillas, arados, pienso para animales, herramientas, medicamentos, y lo que es ms importante, aho ra que ya tenemos qu comer, zapatos. Creo que no haba nadie que llevara unos zapat os de su talla en toda la isla hasta que la guerra termin. Algunas de las cosas que nos mandan estn envueltas en papel de peridicos viejos y pginas de revistas. Mi amiga Clovis y yo los alisamos y nos los llevamos a casa p ara leerlos; luego se los pasamos a los vecinos que, como nosotros, estn ansiosos por tener cualquier noticia del mundo exterior de los ltimos cinco aos. No slo not

icias o fotografas: la seora Saussey quiere ver recetas de cocina; madame LePell q uiere revistas de moda (es modista); el seor Moraud lee las necrolgicas (tiene sus esperanzas, pero no dir quin); Claudia Rainey busca fotografas de Ronald Colman; e l seor Turnot quiere ver reinas de belleza en traje de bao, y a mi amiga Isola le gusta leer sobre bodas. Hay muchas cosas que quisimos saber durante la guerra, pero no se nos permita rec ibir cartas ni peridicos de Inglaterra (ni de ningn sitio). En 1942 los alemanes c onfiscaron todas las radios; claro que quedaron algunas escondidas, que se escuc haban en secreto, pero si te pillaban, podan mandarte a los campos. Por eso no en tendemos muchas cosas de las que leemos ahora. A m me gustan las historietas grficas de la poca de la guerra, pero hay una que me desconcierta. Es de un nmero de la revista Punch de 1944, y muestra unas diez per sonas bajando por una calle de Londres. Los lderes son dos hombres con bombn, con maletines y paraguas, y uno le dice al otro: Es ridculo decir que estos Doodlebugs han afectado a la gente de alguna manera. Tard unos segundos en darme cuenta de q ue cada persona del dibujo tena una oreja de tamao normal y otra muy grande. Quiz p ueda explicrmelo. Suyo, DAWSEY ADAMS

De Juliet a Dawsey 3 de febrero de 1946 Estimado seor Adams: Me alegro mucho de que est disfrutando las cartas de Lamb y de su retrato. Tena la cara que yo me haba imaginado, as que me alegro de que a usted le haya pasado lo mismo. Muchsimas gracias por contarme lo del cerdo asado, pero no crea que no me di cuen ta de que slo contest a una de mis preguntas. Estoy ansiosa de saber ms sobre La So ciedad Literaria y el Pastel de Piel de Patata de Guernsey, y no slo para satisfa cer mi curiosidad, ya que ahora tengo un deber profesional para entrometerme. Le dije que soy escritora? Escriba una columna semanal en el Spectator durante la guerra. La editorial Stephens & Stark ha hecho una recopilacin en un volumen y ha publicado todas esas columnas bajo el ttulo Izzy Bickerstaff va a la guerra. Izz y era el pseudnimo que el Spectator escogi para m, y ahora, gracias a Dios, la pobr e se ha ido a descansar, y yo puedo volver a escribir con mi verdadero nombre. M e gustara escribir un libro, pero tengo problemas en encontrar un tema con el que poder vivir a gusto durante varios aos. Mientras tanto, me han pedido del Times que escriba un artculo para el suplemento literario. Quieren tratar el valor prctico, moral y filosfico de la lectura, a lo largo de tres nmeros y a cargo de distintos autores. A m me toca la parte filosfic a del debate, y hasta ahora la nica idea que tengo es que la lectura te impide en loquecer. Como ve, necesito ayuda. Le importara si incluyo su sociedad literaria en el artculo? Estoy segura de que la historia de la fundacin de la sociedad fascinara a los lectores del Times, y me e ncantara saber ms sobre sus reuniones. Pero si prefiere que no lo haga, por favor, no se preocupe, lo entender, y de todos modos, me gustara volver a tener noticias suyas. Recuerdo la historieta del Punch que tan bien describi y creo que lo que le desor ient fue la palabra Doodlebug. Fue el nombre que acu el Ministerio de Informacin par a que sonara menos espeluznante que los misiles V-1 y V-2 de Hitler o propulsadas. Todos estbamos acostumbrados a los bombardeos nocturnos y al panorama que les seg ua, pero esas bombas eran distintas de las que conocamos. Esos misiles llegaban a plena luz del da, e iban tan rpido que no haba tiempo de ac tivar la sirena antiarea ni de refugiarse. Se podan ver; parecan lpices delgados, ne gros e inclinados, y hacan un ruido sordo, espstico, al pasar sobre nosotros, como el del motor de un coche que se est quedando sin gasolina. Mientras pudieras orlo

s petardear, estabas a salvo. Podas pensar: Gracias a Dios, va a pasar de largo. Pero cuando el ruido paraba, significaba que slo faltaban treinta segundos para q ue cayera en picado. As que escuchabas. Escuchabas con fuerza para or si cesaba el sonido de los motores. Una vez vi caer un Doodlebug. Estaba a alguna distancia cuando impact, as que me tir a la alcantarilla y me acurruqu contra el brocal. Un po co ms all, en el piso de arriba de un edificio alto de oficinas, algunas mujeres h aban salido a una ventana abierta a mirar. El impacto de la explosin fue tan fuert e que las succion. Ahora parece imposible que alguien dibujara una historieta grfica sobre Doodlebug s, y que todos, incluida yo, nos riramos. Pero lo hicimos. Quizs el viejo dicho el humor es la mejor manera de hacer soportable lo insoportable sea cierto. El seor Hastings ya le ha encontrado la biografa de Lucas? Saludos cordiales, JULIET ASHTON

De Juliet a Markham Reynolds 4 de febrero de 1946 Seor Markham Reynolds 63 Halkin Street Londres SW1 Estimado seor Reynolds: Sorprend a su chico de los recados en el acto de depositar un ramo de claveles ro sas en mi puerta. Le agarr y le intimid hasta que me dio su direccin. Ya ve, seor Re ynolds, usted no es el nico que sabe persuadir a empleados inocentes. Espero que no lo despida; parece un buen chico, y realmente no tuvo alternativa; le amenac c on los volmenes de En busca del tiempo perdido. Ahora puedo agradecerle las docenas de flores que me ha enviado; haca aos que no v ea rosas, camelias y orqudeas semejantes, y no se puede imaginar cmo me han levanta do el nimo en este invierno tan fro. Por qu merezco yo vivir entre flores, cuando to dos los dems tienen que contentarse con rboles de ramas peladas y nieve fangosa? N o lo s, pero no sabe cunto me alegro de que as sea. Atentamente, JULIET ASHTON

De Markham Reynolds a Juliet 5 de febrero de 1946 Estimada seorita Ashton: No he despedido al chico de los recados, lo he ascendido. Consigui lo que yo no l ogr por m mismo: presentrmela a usted. A mi modo de ver, su carta es un apretn de ma nos figurado y ya hemos terminado con los prembulos. Espero que sea de la misma o pinin, ya que me ahorrar el problema de tener que arreglrmelas para invitarla a la prxima cena en casa de Lady Bascomb si por casualidad usted estuviera aqu. Sus ami gos son muy desconfiados, sobre todo ese tipo, Stark, que dijo que no era su tra bajo dar la direccin de nadie y se neg a llevarla a usted al cctel que organic en la oficina del View. Dios sabe que mis intenciones son buenas o, al menos, desinteresadas. La pura ve rdad es que usted es la nica escritora mujer que me hace rer. Sus columnas de Izzy Bickerstaff fueron lo ms gracioso que se public durante la guerra, y quiero conoc er a la mujer que las escribi. Si prometo que no la secuestrar, me conceder el honor de cenar conmigo la prxima sem ana? Usted escoge el da. Estoy a su entera disposicin.

Saludos, MARKHAM REYNOLDS

De Juliet a Markham Reynolds 6 de febrero de 1946 Estimado seor Reynolds: No soy inmune a los halagos, sobre todo si son sobre mi trabajo. Con mucho gusto cenar con usted. El jueves que viene? Atentamente, JULIET ASHTON

De Markham Reynolds a Juliet 7 de febrero de 1946 Querida Juliet: Falta mucho para el jueves. El lunes? En el Claridge's? A las siete? Suyo, MARK P.D. Por casualidad, no tendr telfono?

De Juliet a Markham 7 de febrero de 1946 Estimado seor Reynolds: De acuerdo, el lunes en el Claridge's, a las siete. S tengo telfono. Est en Oakley Street debajo de un montn de escombros que antes eran mi piso. Ahora estoy subarrendada, y mi casera, la seora Olive Burns, tiene el ni co telfono que hay. Si usted quiere charlar con ella, puedo darle su nmero. Atentamente, JULIET ASHTON

De Dawsey a Juliet 7 de febrero de 1946 Estimada seorita Ashton: Estoy seguros de que a la Sociedad Literaria de Guernsey le gustara aparecer en s u artculo del Times. Le he pedido a la seora Maugery que le escriba para contarle

lo de nuestras reuniones, ya que ella es una mujer culta y sus palabras quedarn m ejor que las mas en un artculo. No creo que nos parezcamos mucho a las sociedades literarias de Londres. El seor Hastings todava no me ha encontrado el ejemplar de la biografa de Lucas, pe ro tengo una postal suya que dice: Estoy sobre la pista. No me rindo. Es un hombre amable, verdad? Estoy llevando tejas de pizarra para el nuevo tejado del hotel Crown. Los propie tarios esperan que este verano los turistas quieran volver. Estoy contento con e l trabajo, pero sera ms feliz si pudiera trabajar pronto en mi propiedad. Es agradable encontrarme una carta suya cuando vuelvo a casa. Le deseo suerte en la bsqueda de un tema que le interese para escribir un libro. Atentamente, DAWSEY

De Amelia Maugery a Juliet 8 de febrero de 1946 Estimada seorita Ashton: Dawsey Adams acaba de venir a verme. Nunca antes le haba visto tan contento con n ada como con su regalo y su carta. Estaba tan ocupado convencindome para que la e scribiera antes de la siguiente salida del correo, que se ha olvidado de ser tmid o. Creo que l no es consciente de ello, pero Dawsey tiene un excepcional don de p ersuasin; nunca pide nada para l mismo, as que todos estn dispuestos a hacer lo que pide para los dems. Me ha contado lo de la propuesta de su artculo y me ha pedido que le escriba sobr e la sociedad literaria que formamos durante y debido a la Ocupacin alemana. Esta r encantada de hacerlo, pero con una advertencia. Un amigo de Inglaterra me ha enviado un ejemplar de Izzy Bickerstaff va a la gue rra. No hemos tenido noticias del mundo exterior desde hace cinco aos, as que pued e imaginarse lo satisfactorio que fue saber cmo Inglaterra resisti durante aquello s aos. Su libro fue tan informativo como ameno y divertido, pero es el tono diver tido lo que debo cuestionar. Reconozco que nuestro nombre, la Sociedad Literaria y el Pastel de Piel de Patat a de Guernsey, es un nombre poco corriente y fcilmente podra ser ridiculizado. Me g arantiza que no estar tentada a hacerlo? Quiero mucho a los miembros de la socied ad, son todos muy amigos mos, y no deseo que se sientan objeto de diversin de sus lectores. Estara dispuesta a contarme sus intenciones con el artculo y tambin algo sobre usted misma? Si puede entender la importancia de mis peticiones, estar encantada de ha blarle de la sociedad. Espero tener noticias suyas pronto. Atentamente, AMELIA MAUGERY

De Juliet a Amelia 10 de febrero de 1946 Seora Amelia Maugery Windcross Manor La Bouvee St. Martin's, Guernsey Estimada seora Maugery: Gracias por su carta. Estoy encantada de contestar a sus preguntas. Me re de muchas situaciones en la poca de la guerra; el Spectator crey que una apro

ximacin ligera a las malas noticias servira de antdoto y que el humor ayudara a leva ntar la baja moral de Londres. Estoy muy contenta de que Izzy sirviera para este propsito, pero la necesidad de ser graciosa a pesar de todo ya se ha acabado, gr acias a Dios. Nunca me reira de nadie a quien le guste leer. Ni del seor Adams. Es toy contentsima de que uno de mis libros haya ido a parar a manos de alguien como l. Como usted necesita saber un poco sobre m, le he pedido al reverendo Simon Simple ss, de la iglesia de St. Hilda, cerca de Bury St. Edmunds, en Suffolk, que le es criba. Me conoce desde que era pequea y me tiene mucho cario. Tambin le he pedido a lady Bella Taunton que me haga una recomendacin. Fuimos compaeras de vigilancia d e incendios durante el Blitz,? y no le gusto nada. Entre los dos, se podr hacer u na idea imparcial de mi carcter. Tambin le incluyo un ejemplar de una biografa que escrib sobre Anne Bront, as ver que tambin soy capaz de hacer cosas diferentes. No se vendi muy bien. De hecho, nada b ien, pero estoy mucho ms orgullosa de ese libro que de Izzy Bickerstaff va a la g uerra. Si hay algo ms que pueda hacer para convencerla de mi buena voluntad, estar encant ada de hacerlo. Atentamente, JULIET ASHTON

De Juliet a Sophie 12 de febrero de 1946

Queridsima Sophie: Markham V. Reynolds, el de las camelias, finalmente se materializ. Se present, me hizo unos cumplidos y me invit a cenar, al Claridge's, nada menos. Acept, muy regi a, El Claridge's, ah, s, he odo hablar del Claridge's, y luego me pas los tres das si uientes preocupada por mi pelo. Suerte que tena mi maravilloso vestido nuevo, as n o tuve que perder tiempo preocupndome por qu iba a ponerme. Tal como deca madame Helena: El pelo, est hecho un desastre. Intent recogrmelo; no me aguant. Un moo francs; se me deshizo. Estaba a punto de plantarme un lazo rojo enor me en la cabeza cuando mi vecina Evangeline Smythe vino a rescatarme, Dios la be ndiga. Es un genio con mi pelo. En dos minutos era la imagen de la elegancia. Me recogi todos los rizos y los arremolin atrs; incluso poda mover la cabeza. Sal, sint indome divina. Ni el vestbulo de mrmol del Claridge's pudo intimidarme. Entonces Markham V. Reynolds se acerc y la burbuja revent. Es deslumbrante. En ser io, Sophie, nunca he visto a nadie as. Ni el de la caldera puede compararse con l. Bronceado, con unos ojos azules centelleantes. Unos zapatos de piel divinos y u n traje elegante con un pauelo blanco radiante en el bolsillo superior. Por supue sto, al ser norteamericano, es alto, y tiene una de esas inquietantes sonrisas t an tpicas de ellos, dientes relucientes y buen humor, pero no es uno de aquellos norteamericanos simpticos. Es bastante impresionante, y est acostumbrado a dar rden es a la gente, aunque lo hace con tanta soltura que los dems no se dan cuenta. Ti ene la costumbre de creer que su opinin es la correcta, pero no es desagradable. Est tan seguro de que tiene la razn que ni se molesta en serlo. Una vez nos sentamos (en nuestro propio reservado de terciopelo) y todos los cam areros y matres d'htel dejaron de revolotear alrededor nuestro, le pregunt por qu me haba enviado aquellos montones de flores sin incluir ninguna nota. Ri. Para que te interesases. Si te hubiera escrito directamente, pidindote que nos viramos, cmo habras respondido? Admit que no habra aceptado. l arque una ceja. Er uya haberme podido engatusar tan fcilmente? Me ofendi que fuera tan transparente, pero l volvi a rerse de m. Y luego empez a habl r de la guerra y de literatura victoriana (sabe que he escrito una biografa de An ne Bront), y de Nueva York y de racionamiento, y antes de darme cuenta, ya estaba disfrutando de su compaa, totalmente embelesada. Te acuerdas de aquella tarde, en Leeds, cuando especulbamos sobre las posibles raz

ones por las cuales Markham V. Reynolds, hijo, no se daba a conocer? Es muy dece pcionante, pero estbamos equivocadas por completo. No est casado. No es en absolut o tmido. No tiene ninguna cicatriz que le desfigure y le obligue a evitar la luz del da. No parece ser un hombre lobo (o al menos no tiene pelo en los nudillos). Y no es un nazi que se haya dado a la fuga (tendra acento). Ahora que lo pienso, quiz s es un hombre lobo. Lo imagino adentrndose en los pramos tras su presa, y estoy segura de que no se lo pensara dos veces si tuviera que co merse a una persona inocente. Lo vigilar de cerca la prxima luna llena. Me ha pedi do que vayamos a bailar este sbado quiz debera ponerme cuello alto. Vaya, eso son lo s vampiros, no? Creo que estoy un poco atolondrada. Un abrazo, JULIET

De lady Bella Taunton a Amelia 11 de febrero de 1946 Estimada seora Maugery: Vamos a lo que nos ocupa, la carta de Juliet Ashton. No me sorprende su contenid o. Debo entender que quiere que le proporcione referencias sobre ella? Bueno, as se har! No puedo poner en duda su carcter, pero s su sentido comn. No lo tiene. Como usted sabe, la guerra hace extraas parejas, y a Juliet y a m nos toc ir juntas desde que empezamos con los vigilantes de incendios durante el Blitz. Los vigil antes tenamos que pasar las noches en los tejados de Londres, atentos a los incen dios que ocasionaban las bombas. Cuando caan, nos apresurbamos con bombas de mano y cubos de arena para sofocar cualquier pequeo fuego antes de que se propagara. A Juliet y a m nos emparejaron para que trabajramos juntas. No hablbamos, como haran vigilantes menos concienzudos. Yo insist en hacer una vigilancia total, en todo m omento. Aun as, me enter de algunos detalles de su vida de antes de la guerra. Su padre era un granjero respetable de Suffolk. Su madre, supongo, era la tpica m ujer de granjero, que ordea vacas y despluma pollos, cuando no se dedicaba a llev ar una librera en Bury St. Edmunds. Los padres de Juliet murieron en un accidente cuando ella tena doce aos, y se fue a vivir a St. John's Wood con su to abuelo, un clasicista de renombre. Estando all, perturb el desarrollo de los estudios de l y la paz de la casa, al escaparse dos veces. Desesperado, l la mand interna a una escuela de lite. Despus de su graduacin, Juliet se neg a seguir con los estudios superiores, se fue a Londres y comparti un estudi o con su amiga Sophie Stark. Durante el da trabajaba en una librera. Por la noche escriba un libro sobre una de esas desgraciadas chicas Bront, no recuerdo cul de el las. Creo que el libro lo public Stephens & Stark, la empresa del hermano de Soph ie. Slo puedo suponer que alguna forma de favoritismo fue la causa de la publicac in del libro. En cualquier caso, empez a publicar artculos para varias revistas y peridicos. Su f rivolidad y desenfado le proporcionaron un gran nmero de seguidores entre los lec tores menos intelectuales (de los que, me temo, hay muchos). Se gast lo que le qu edaba de herencia en un piso en Chelsea. Chelsea, barrio de artistas, modelos, l ibertinos y socialistas, todos unos irresponsables, igual que demostr serlo Julie t cuando era vigilante de incendios. Ahora voy a lo especfico de nuestra relacin. Juliet y yo fuimos dos de los varios vigilantes asignados al tejado del Inner Te mple Hall del Inns of Court. Primero permtame decirle que, para un vigilante, la rapidez de accin y lucidez eran imprescindibles; una tena que ser consciente de to do lo que pasaba a su alrededor. Absolutamente de todo. Una noche de mayo de 1941, una bomba de alta potencia cay en el tejado de la bibl ioteca del Inner Temple Hall. La explosin fue cerca del puesto de Juliet, pero el la estaba tan horrorizada por la destruccin de los valiosos libros, que sali corri endo hacia las llamas, como si pudiera, sin la ayuda de nadie, salvar la bibliote

ca de su destino! Por supuesto su error slo ocasion ms problemas, ya que los bomber os tuvieron que perder unos minutos valiosos en rescatarla. Creo que Juliet sufri algunas quemaduras de poca importancia en la debacle, pero cincuenta mil libros saltaron en pedacitos. La borraron de la lista de los vigil antes de incendios, con toda la razn del mundo. Me enter de que luego ofreci sus se rvicios a los auxiliares de bomberos. Al da siguiente de los bombardeos, los auxi liares de bomberos se ocupaban de ofrecer t y consuelo a los grupos de rescate. T ambin ofrecan asistencia a los supervivientes: reunan a las familias, les buscaban alojamiento temporal, ropa, comida, dinero Creo que Juliet es una persona idnea pa ra realizar una tarea as, diurna, sin causar ninguna catstrofe con las tazas de t. As tuvo las noches libres para lo que quisiera. Sin duda, las aprovech para escrib ir ms artculos periodsticos ligeros, ya que el Spectator la contrat para que escribi era una columna semanal sobre el estado de la nacin durante la guerra, con el nom bre de Izzy Bickerstaff. Yo le una de sus columnas y cancel mi suscripcin. Atac el buen gusto de nuestra quer ida (aunque muerta), reina Victoria. Sin duda usted conocer el gran monumento que Victoria hizo construir para su amado consorte, el prncipe Alberto. Es la joya d e la corona de Kensington Gardens, un monumento al gusto refinado de la reina y al del difunto. Juliet aplaudi la iniciativa del Ministerio de Alimentacin de plan tar guisantes en los jardines de alrededor del monumento, y escribi que, en toda Inglaterra, no haba mejor espantapjaros que el prncipe Alberto. Aunque pongo en duda su gusto, su criterio, sus equivocaciones respecto a sus pr ioridades y su inapropiado sentido del humor, s tiene una buena cualidad: la hone stidad. Si dice que honrar el buen nombre de su crculo literario, lo har. No puedo decir nada ms. Suya sinceramente, BELLA TAUNTON

Del reverendo Simon Simpless a Amelia 13 de febrero de 1946

Estimada seora Maugery: S, puede confiar en Juliet. Sin lugar a dudas. Sus padres eran buenos amigos mos, y tambin feligreses de mi parroquia, St. Hilda. De hecho, fui uno de los invitado s en la cena que se celebr en su casa el da en que ella naci. Juliet era testaruda, pero con todo, una nia feliz, dulce y buena, con una inclin acin hacia la integridad poco comn en alguien tan joven. Voy a contarle un incidente que sucedi cuando tena diez aos. Mientras Juliet cantab a la cuarta estrofa de Sus ojos estn en el gorrin, cerr el cantoral de golpe y se neg a cantar ni una nota ms. Le dijo a nuestro director del coro que la letra difamab a el nombre de Dios. Que no deberamos cantarla. l (el director del coro, no Dios) no supo qu hacer, as que la llev a mi despacho para que razonara con ella. No me fue muy bien. Juliet dijo: No se puede escribir "sus ojos estn en el gorrin". Qu hay de bueno en eso?, evit que el pjaro cayera muerto?, slo dijo "Uy!"? Parece si Dios estuviera vigilando al pjaro, cuando la gente de verdad le necesita. Me vi obligado a darle la razn sobre este asunto. Por qu no me haba dado cuenta ante s? Nadie lo haba hecho. Y desde entonces, no hemos vuelto a cantar Sus ojos estn en el gorrin. Los padres de Juliet murieron cuando ella tena doce aos y se fue a vivir con su to abuelo, el doctor Roderick Ashton, a Londres. Aunque no era un mal hombre, estab a tan metido en sus estudios grecorromanos, que no tena tiempo de prestarle ningu na atencin a la nia. Tampoco tena nada de imaginacin, cosa fatal para alguien que ti ene que dedicarse a criar a un nio. Ella se escap dos veces, la primera slo lleg a la estacin de King's Cross. La polica la encontr esperando el tren para Bury St. Edmunds, con una bolsa de viaje de lon a y la caa de pescar de su padre. La llevaron de vuelta con el doctor Ashton, y v olvi a escaparse otra vez. Esta vez, el doctor Ashton me llam para que le ayudara

a encontrarla. Supe exactamente adnde ir: a la antigua granja de sus padres. La encontr frente a la entrada, sentada en un trozo de madera, sin importarle la lluvia; simplemente sentada all, empapada, mirando su vieja casa, ahora vendida. Le envi un telegrama a su to y volvimos a Londres al da siguiente. Yo quera volver a mi parroquia en el prximo tren, pero cuando vi que el idiota de su to haba enviado al cocinero a recogerla, insist en acompaarlos. Cuando llegamos a su casa, entr a la fuerza en su estudio y tuvimos una enrgica charla. Estuvo de acuerdo en que in ternarla en una escuela sera lo mejor para ella; sus padres haban dejado abundante s fondos para cualquier eventualidad. Afortunadamente, yo conoca una escuela muy buena, St. Swithin's. Una escuela exce lente en el mundo acadmico, y con una directora que no estaba chapada a la antigu a. Estoy contento de poder decirle que Juliet prosper all. Encontr estimulacin en lo s estudios, pero creo que la autntica razn de la recuperacin de su estado de nimo fu e su amistad con Sophie Stark y su familia. A menudo iba a casa de Sophie durant e las vacaciones de final de trimestre, y Juliet y Sophie vinieron un par de vec es a la rectora para pasar unos das conmigo y mi hermana. Lo pasamos muy bien junt os: picnics, salidas en bicicleta, la pesca El hermano de Sophie, Sidney Stark, v ino con nosotros una vez. Aunque era diez aos mayor que las chicas, y a pesar de que le gustaba mandar, fue bien recibido en nuestra feliz fiesta. Fue muy gratificante ver crecer a Juliet, como lo es ahora verla ya adulta. Esto y muy contento de que me haya pedido que le escriba a usted para que le cuente cm o es. Le he hablado de nuestra pequea historia juntos para que se d cuenta de que s de lo que hablo. Si Juliet dice que lo har, lo har. Si dice que no, no lo har. Muy sinceramente, SIMON SIMPLESS

De Susan Scott a Juliet 17 de febrero de 1946 Querida Juliet: Puede ser que fueras t la que vi en el nmero del Tatler de esta semana, bailando la rumba con Mark Reynolds? Estabas guapsima, casi tan guapa como l, pero puedo suger irte que te mudes a un refugio antiareo antes de que Sidney lo vea? Ya sabes que puedes comprar mi silencio contndome los detalles. Tuya, SUSAN

De Juliet a Susan Scott 18 de febrero de 1946 Querida Susan: Lo niego todo. Un abrazo, JULIET

De Amelia a Juliet 18 de febrero de 1946 Estimada seorita Ashton:

Gracias por tomarse mi advertencia tan en serio. Ayer por la noche, en la reunin de la sociedad, les cont a los miembros lo de su artculo del Times y suger que aque llos que quisieran hacerlo le escribieran hablando de los libros que leyeron y d el placer de la lectura. Se origin tal revuelo que Isola Pribby, nuestra moderadora, tuvo que golpear con el mazo para mantener el orden (he de decir que Isola necesita que la animen par a golpear con el mazo). Creo que recibir muchas cartas nuestras, y espero que sea n de ayuda para su artculo. Dawsey le ha contado que la Sociedad naci como estratagema para evitar que los al emanes arrestaran a mis invitados a la cena: Dawsey, Isola, Eben Ramsey, John Bo oker, Will Thisbee, y nuestra querida Elizabeth McKenna, que se invent la histori a en ese mismo momento, gracias a su rpido ingenio y su elocuencia. Yo, por supuesto, no saba nada de lo que estaba pasando en ese momento. Tan pront o como se fueron, me apresur a bajar al stano a enterrar las pruebas de nuestra co mida. La primera vez que o hablar de nuestro crculo literario fue a las siete de l a maana del da siguiente, cuando Elizabeth se present en mi cocina y me pregunt: Cun libros tienes?. Tena unos cuantos, pero Elizabeth mir mis estantes e hizo un gesto de desaprobacin con la cabeza. Necesitamos ms. Hay demasiados libros de jardinera. Tena razn, claro, e gusta mucho un buen libro de jardinera. Te dir lo que haremos dijo . Cuando haya sal ido de la oficina del comandante, iremos a la librera Fox y compraremos unos cuan tos. Si vamos a ser la Sociedad Literaria de Guernsey, tenemos que parecer liter arios. Me pas toda la maana desesperada, preocupada por lo que poda estar pasando en la of icina del comandante. Qu ocurrira si todos iban a parar a la crcel de Guernsey? O, an peor, a un campo de prisioneros del continente? Los alemanes eran imprevisibles en cuanto a administrar justicia, as uno nunca poda saber qu sentencia le iban a im poner. Pero no sucedi nada parecido. Por raro que parezca, los alemanes permitan, e incluso fomentaban, actividades ar tsticas y culturales entre los isleos. Su objetivo era demostrar a los britnicos qu e la Ocupacin alemana era una ocupacin modlica. Nunca se nos explic cmo llegaba este mensaje al mundo exterior, ya que nos cortaron la lnea telefnica y del telgrafo el da en que llegaron los alemanes, en junio de 1940. Fuera cual fuese su retorcido razonamiento, trataron a las islas del Canal con mucha ms indulgencia que al rest o de la Europa conquistada. Al principio. En la oficina del comandante, a mis amigos les hicieron pagar una pequea multa y presentar la lista con los nombres de los socios de la sociedad. El comandante d ijo que l tambin era un enamorado de la literatura, y pregunt si poda asistir alguna vez a las reuniones junto con otros oficiales de ideas afines. Elizabeth le dijo que seran muy bien recibidos. Luego, ella, Eben y yo corrimos h acia la librera Fox, escogimos montones de libros para nuestra nueva sociedad y n os apresuramos a volver a la casa solariega para colocarlos en mis estantes. Des pus fuimos tranquilamente casa por casa, mostrndonos tan despreocupados e indifere ntes como pudimos, para avisar a los dems de que vinieran esa noche a escoger un libro para leer. Fue desesperante caminar despacio, parndonos a hablar aqu y all, cu ando lo nico que queramos era salir corriendo! El tiempo era vital, ya que Elizabe th tema que el comandante se presentara en la prxima reunin, apenas en dos semanas. (No fue. Algunos oficiales alemanes vinieron a lo largo de los aos, pero, gracia s a Dios, salieron algo confundidos y no volvieron.) Y as fue como empezamos. Yo conoca a todos los miembros, pero no a fondo. Dawsey h aba sido vecino mo durante treinta aos, y aun as, no poda creer que slo hubiera habla o con l del tiempo y de cultivos. Isola era amiga ma, y Eben tambin, pero Will This bee era slo un conocido y John Booker era casi un desconocido, ya que haba llegado cuando vinieron los alemanes. Elizabeth era lo que tenamos en comn. Sin su estmulo , yo nunca habra pensado en invitarles para compartir el cerdo, y la Sociedad Lit eraria y el Pastel de Piel de Patata de Guernsey nunca habra existido. Esa noche, cuando vinieron a mi casa a hacer su seleccin, aquellos que apenas haba n ledo nada aparte de las Sagradas Escrituras, catlogos de semillas y La gaceta de l criador de cerdos descubrieron una nueva forma de leer. Fue aqu donde Dawsey de scubri a su Charles Lamb e Isola se abalanz sobre Cumbres borrascosas. Por mi part

e, escog Los papeles pstumos del club Pickwick, pensando que me levantara el nimo. Y lo hizo. Despus cada uno se fue a su casa a leer. Empezamos a quedar, primero por el coman dante, y luego por nuestro propio placer. Ninguno de nosotros tena experiencia co n clubes de lectura, as que pusimos nuestras propias normas. Nos turnbamos para ha blar de los libros que habamos ledo. Al principio, intentamos estar tranquilos y s er objetivos, pero esto pronto se acab, y el propsito de los que hablaban fue inci tar a los dems a que leyeran el libro. Cuando dos miembros haban ledo el mismo libr o, podan debatir, cosa que nos encantaba. Leamos libros, hablbamos de libros, discu tamos sobre libros, y nos fuimos cogiendo cario unos a otros. Otros isleos nos pidi eron unirse a nosotros, y nuestras veladas juntos se convirtieron en momentos al egres y animados; casi pudimos olvidar, de vez en cuando, la oscuridad exterior. Todava hoy nos reunimos cada quince das. Will Thisbee fue el responsable de aadir al nombre de nuestra sociedad el Pastel d e Piel de Patata. Hubiera alemanes o no, l no iba a asistir a ninguna reunin donde n o hubiera comida! As que los refrigerios se convirtieron en parte de nuestro prog rama. Como la mantequilla escaseaba, haba menos harina y el azcar no sobraba por e ntonces en Guernsey, Will improvis un pastel de piel de patata: pur de patatas par a el relleno, remolachas escurridas para endulzar y piel de patata para hacer la tapa de masa. Las recetas de Will suelen ser discutibles, pero sta se convirti en una de nuestras preferidas. Me gustara tener noticias suyas de nuevo y saber cmo progresa su artculo. Sinceramente suya, AMELIA MAUGERY

De Isola Pribby a Juliet 19 de febrero de 1946 Estimada seorita Ashton: Ay, ay. Usted ha escrito un libro sobre Anne Bront, la hermana de Charlotte y Emi ly. Amelia Maugery dice que me lo dejar, ya que sabe que tengo debilidad por las hermanas Bront (pobrecitas). Pensar que las cinco tuvieron problemas respiratorio s y que murieron tan jvenes! Qu pena. Su pap fue un egosta, verdad? No prest nunca ninguna atencin a las chicas. Siempre es taba sentado en su estudio, gritando para que le trajeran un chal. Nunca se leva ntaba para nada, no? Sencillamente se sentaba solo en su habitacin, mientras sus h ijas moran como moscas. Y su hermano, Branwell, tampoco vala mucho. Siempre estaba bebiendo y vomitando e n las alfombras. Ellas tenan que ir siempre detrs de l limpiando. Magnfico trabajo pa ra unas seoras escritoras! Creo que con dos hombres as en casa y sin ninguna oportunidad de conocer a otros, Emily tuvo que inventarse a Heathcliff de la nada! E hizo un trabajo excelente. Los hombres son ms interesantes en los libros que en la vida real. Amelia nos coment que a usted le gustara saber cosas sobre nuestro crculo de lectur a y sobre lo que decamos en nuestras reuniones. Una vez, cuando me tocaba a m habl ar, lo hice sobre las hermanas Bront. Siento no poder mandarle mis apuntes sobre Charlotte y Emily; los us para encender el fuego de la cocina, no haba ms papeles e n la casa. Ya he quemado las tablas de mareas, el Apocalipsis y la historia de J ob. Querr saber por qu admiro a esas chicas. Me gustan las historias de encuentros apa sionados. Yo no he tenido nunca ninguno, pero ahora puedo imaginarme cmo es. Al p rincipio Cumbres borrascosas no me gustaba, pero en el momento en que el fantasm a, Cathy, rasca el cristal de la ventana con sus dedos huesudos, se me hizo un n

udo en la garganta. Con Emily poda or los gritos de lstima de Heathcliff en los pram os. Creo que despus de leer el magnfico trabajo de Emily Bront, no disfrutar volvien do a leer Maltratada a la luz de las velas de la seorita Amanda Gillyflower. Leer buenos libros te impide disfrutar de los malos. Ahora le hablar de m. Tengo una casita y un pequeo terreno al lado de la casa solar iega y la granja de Amelia Maugery. Las dos estamos junto al mar. Me encargo de mis pollos y mi cabra, Ariel, y cultivo cosas. Tambin tengo un loro, es una hembr a, se llama Zenobia y no le gustan los hombres. Tengo una parada en el mercado donde todas las semanas vendo mis conservas, verd uras y elixires que preparo para revitalizar el ardor varonil. Kit McKenna, la h ija de mi querida amiga Elizabeth McKenna, me ayuda a hacer las pcimas. Slo tiene cuatro aos y tiene que subirse a un taburete para remover la olla, pero agita muy bien la espuma. No tengo un aspecto muy agradable. Tengo la nariz grande y adems me la romp cuando ca del tejado del gallinero. Un ojo me mira hacia arriba, y tengo un cabello reb elde que no hay manera de dominar. Soy alta y tengo los huesos grandes. Puedo volver a escribirle si usted quiere. Le hablar ms sobre la lectura y de cmo l eer nos anim mientras los alemanes estuvieron aqu. La nica vez que leer no ayud fue cuando los alemanes arrestaron a Elizabeth. La descubrieron escondiendo a uno de esos pobres trabajadores esclavos de Polonia, y la enviaron a una crcel de Franc ia. No hubo ningn libro que pudiera animarme entonces, ni durante mucho tiempo de spus. Era lo nico que poda hacer para no abofetear a cada alemn que vea. Por el bien de Kit, me contuve. Era tan slo un retoo por entonces, y nos necesitaba. Elizabeth todava no ha vuelto. Tememos por ella, pero claro, an es pronto y todava puede vol ver. Rezo por ello, ya que la echo muchsimo de menos. Su amiga, ISOLA PRIBBY

De Juliet a Dawsey 20 de febrero de 1946 Querido seor Adams: Cmo sabe que las lilas blancas son mis flores preferidas? Siempre tengo algunas, y ahora aqu estn, en el escritorio. Son preciosas, y me encanta su belleza y el del icioso aroma. Al principio pens, cmo demonios las ha encontrado en febrero?, y lueg o record que el canal de la Mancha tiene la suerte de gozar de la clida corriente del Golfo. El seor Dilwyn se present esta maana a primera hora en mi casa con las flores. Dijo que estaba en Londres por negocios del banco. Me asegur que no haba sido ningn pro blema trarmelas, que hara casi cualquier cosa por algo de un jabn que le dio a la s eora Dilwyn durante la guerra. Ella todava llora cada vez que se acuerda. Qu hombre tan agradable. Es una lstima que no tuviera tiempo para tomar un caf. Gracias a su amable mediacin, he recibido largas cartas encantadoras de la seora M augery e Isola Pribby. No saba que los alemanes prohibieron que nadie en Guernsey recibiera ninguna noticia del exterior, ni siquiera cartas. Me ha sorprendido m ucho. Y no debera. Saba que haban ocupado las islas del Canal, pero nunca pens, ni u na sola vez, en lo que eso supona. No puedo llamarlo de otra manera que ignoranci a obstinada. As que he ido a la biblioteca de Londres a informarme. La biblioteca sufri importantes daos por los bombardeos, pero el suelo vuelve a ser seguro para andar sobre l; todos los libros que se pudieron salvar vuelven a estar en los es tantes y s que han recopilado todos los Times desde 1900 hasta ayer. Tendr que est udiar la Ocupacin. Tambin quiero buscar libros de viajes o de historia sobre las islas del Canal. Es verdad que en das despejados se pueden ver los coches de la costa francesa? Eso e s lo que pone en mi enciclopedia, pero la compr de segunda mano por cuatro chelin es y no me fo mucho. Tambin dice que Guernsey tiene aproximadamente unos once kilmet ros de largo y unos ocho de ancho, y tiene una poblacin de cuarenta y dos mil hab

itantes. En un sentido estricto, es muy informativo, pero quiero saber ms. La seorita Pribby me cont que haban enviado a su amiga Elizabeth McKenna a un campo de prisioneros en el continente y que todava no ha vuelto. Me qued chafada. Desde la carta sobre la cena del cerdo asado, me la he imaginado all con todos. Inclus o sin darme cuenta, confiaba en que algn da tambin recibira una carta de ella. Lo si ento. Espero que vuelva pronto. Gracias de nuevo por las flores, Fue muy bonito por su parte., Atentamente, JULIET P.D. Si quiere, considrela una pregunta retrica, pero por qu la seora Dilwyn lloraba por una pastilla de jabn?

De Juliet a Sidney 21 de febrero de 1946 Queridsimo Sidney: Hace siglos que no s nada de ti. Tu silencio glacial tiene algo que ver con Mark R eynolds? Tengo una idea para el nuevo libro. Se trata de una novela sobre una escritora g uapa y aun as sensible que es aplastada por su dominante editor. Te gusta? Con todo mi cario, JULIET

De Juliet a Sidney 23 de febrero de 1946 Querido Sidney: Slo estaba bromeando. Un abrazo, JULIET

De Juliet a Sidney 25 de febrero de 1946 Sidney? Recuerdos, JULIET

De Juliet a Sidney 26 de febrero de 1946 Querido Sidney: Creas que no me dara cuenta de que te habas ido? Pues lo hice. Despus de tres cartas sin respuesta, fui personalmente a St. James's Place, donde me encontr con la muj er de hierro, la seorita Tilley, que me dijo que no estabas en la ciudad. Muy esc

larecedor. Al insistir me enter de que te has ido a Australia! La seorita Tilley es cuch con frialdad mis exclamaciones. No quera revelarme tu paradero exacto, slo que estabas recorriendo el interior, la zona despoblada de Australia buscando nuevo s autores para el fondo de Stephens & Stark. Te reenviara alguna carta, a su crit erio. A m no me engaa tu seorita Tilley. Ni t tampoco. S perfectamente dnde ests y lo que haciendo Has ido a Australia a buscar a Piers Langley y le sueltas la mano mien tras est sobrio. Al menos, espero que sea eso lo que ests haciendo. Es un amigo mu y querido y un escritor brillante. Espero que ya est bien y que est escribiendo po esa. Aadira que olvidara lo de Birmania y los japoneses, pero s que no es posible. Podas habrmelo contado, no crees? S ser discreta si me lo propongo. Nunca me has per donado aquel desliz sobre la seora Atwater en la prgola, verdad? Ya me disculp profu samente en su momento. Me gustaba ms tu otra secretaria. Y la despediste por nada, sabes? Markham Reynold s y yo nos hemos conocido. De acuerdo, hemos hecho ms que conocernos. Hemos baila do la rumba. Pero no te preocupes. No ha mencionado View, excepto de pasada, y n o ha intentado tentarme con ir a Nueva York. Hablamos de asuntos serios, como po r ejemplo de literatura victoriana. No es un mero aficionado superficial como qu eras hacerme creer, Sidney. Es un experto en Wilkie Collins, a quin se le ocurre! Sa bas que Wilkie Collins mantena dos casas distintas con dos seoras diferentes, cada una con hijos? Debi de ser horrible hacer cuadrar los horarios. No me extraa que t omara extracto de opio. Estoy convencida de que Mark te gustara si lo conocieras mejor, y tendras que hace rlo. Pero mi corazn y la mano con la que escribo pertenece a Stephens & Stark. El artculo del Times se ha convertido en algo estupendo; ya est en marcha. He hech o un nuevo grupo de amigos en las islas del Canal, la Sociedad Literaria y el Pa stel de Piel de Patata de Guernsey. No te encanta el nombre? Si Piers necesita di straerse, te mandar una carta encantadora sobre cmo llegaron a ponerse este nombre . Si no, ya te lo contar cuando ests de vuelta (cundo vuelves?). Mi vecina Evangeline Smythe espera gemelos para junio. No est muy contenta al res pecto, as que le voy a pedir que me d uno. Un abrazo a ti y a Piers, JULIET

De Juliet a Sophie 28 de febrero de 1946

Queridsima Sophie: Estoy tan sorprendida como t. No me ha dicho ni una palabra. El martes pasado me di cuenta de que haca das que no saba nada de Sidney, as que fui a Stephens & Stark para interesarme, y me encontr con que se haba largado. Su nueva secretaria es una desalmada. A cada una de mis preguntas, contestaba: De verdad que no puedo divul gar informacin de carcter personal, seorita Ashton. Qu ganas tena de darle un guantaz . Justo cuando estaba a punto de llegar a la conclusin de que el servicio de inteli gencia britnico se haba llevado a Sidney a una misin en Siberia, la mala de la seori ta Tilley me confes que se haba ido a Australia. Bueno, entonces todo estaba claro , no? Ha ido a buscar a Piers. Teddy Lucas pareca convencido de que a Piers lo iba a matar la bebida de manera gradual, en aquella residencia, si nadie lo paraba. Apenas puedo culparle, despus de lo que ha tenido que pasar, pero Sidney no lo p ermitir, gracias a Dios. Sabes que quiero a Sidney con todo mi corazn, pero de alguna manera resulta treme ndamente liberador que Sidney est en Australia. Mark Reynolds ha sido lo que tu ta L ydia habra llamado persistente con sus atenciones durante las ltimas tres semanas, pero, a pesar de que he estado engullendo langosta y champn, tambin he vigilado s igilosamente a Sidney. Est convencido de que Mark intenta robarme de Londres en g eneral y de Stephens & Stark en particular, y nada de lo que le digo parece conv

encerlo. S que no le gusta Mark (creo que agresivo y sin escrpulos fueron las palabra que us la ltima vez que le vi), pero en serio, fue un poco demasiado Rey Lear con todo el asunto. Soy una mujer adulta (o casi), y puedo tragar champn con quien q uiera. Mientras no inspeccionaba bajo los manteles para ver si vea a Sidney, me lo he pa sado maravillosamente bien. Me siento como si acabara de salir de un tnel oscuro y me hubiera encontrado de repente en medio de un carnaval. En realidad no es qu e me apasionen los carnavales, pero despus del tnel, es delicioso. Mark sale todas las noches; si no estamos en una fiesta (y normalmente lo estamos), vamos al ci ne, al teatro, a clubes, o a bares de copas de mala reputacin (dice que est intent ando introducirme en los ideales democrticos). Es muy emocionante. Te has dado cuenta de que hay gente, sobre todo los norteamericanos, que parece q ue no hayan sufrido la guerra, o al menos, que les haya destrozado poco? No quie ro insinuar que Mark sea un vago, estuvo en el ejrcito del aire, pero sencillamen te no se desplom. Y cuando estoy con l, yo tambin me siento intacta. Es una ilusin, ya lo s. Y sinceramente, me dara vergenza si la guerra no me hubiera afectado. Pero es perdonable que me divierta un poco, no? Dominic es demasiado mayor para que le gusten esas cajas de sorpresas que tienen un mueco dentro? Ayer vi una fantstica en una tienda. Salt de golpe hacia fuera, ta mbalendose, con una mirada maliciosa y con un bigote negro curvado sobre unos die ntes blancos; es la viva imagen de un villano. A Dominic le encantara, despus de h aberse recuperado del shock inicial. Un abrazo, JULIET

De Juliet a Isola 28 de febrero de 1946 Seorita Isola Pribby Pribby Homestead La Bouvee St. Martin's, Guernsey Querida seorita Pribby: Muchsimas gracias por su carta sobre usted y Emily Bront. Me hizo gracia leer que el libro la atrap cuando el espritu de la pobre Cathy llama a la ventana. Yo me en ganch igual, exactamente en el mismo momento. Nuestro profesor nos mand leer Cumbres borrascosas durante las vacaciones de Pasc ua. Me fui a casa con mi amiga Sophie Stark, y nos quejamos durante dos das de ta l injusticia. Finalmente, su hermano Sidney nos hizo callar y nos dijo que empezr amos a leer. Lo hice, todava enfadada, hasta que llegu a la parte del espritu de Ca thy en la ventana. Nunca haba sentido tanto miedo como entonces. Los monstruos y los vampiros nunca me han asustado en los libros, pero los espritus son otra cosa . En lo que quedaba de vacaciones, Sophie y yo no hicimos nada ms que ir de la cama a la hamaca y al silln, leyendo Jane Eyre, Agnes Grey, Shirley y La inquilina de Wildfell Hall. Menuda familia fueron!, pero escog escribir sobre Anne Bront porque era la menos co nocida de las hermanas y, creo, una escritora tan buena como Charlotte. Dios sab e cmo Anne consigui escribir cualquiera de los libros, influenciada como estaba po r semejante religiosidad como la que tena su ta Branwell. Emily y Charlotte hicier on bien en ignorar a su deprimente ta, pero no as la pobre Anne. Figrese que predic

aba que Dios quera que la mujer fuera sumisa, afable, delicada y melanclica. As hab ra muchos menos problemas en casa. Vieja perniciosa! Espero que me escriba de nuevo. Atentamente, JULIET ASHTON

De Eben Ramsey a Juliet 28 de febrero de 1946

Estimada seorita Ashton: Soy un hombre de Guernsey y me llamo Eben Ramsey. Mis padres fueron cortadores d e lpidas y sobre todo talladores. Estas son las cosas que me gusta hacer en mi ti empo libre, pero vivo de la pesca. La seora Maugery nos dijo que a usted le gustara recibir cartas sobre nuestras lec turas durante la Ocupacin. Yo no quera hablar ms (ni pensar) sobre esos das, pero la seora Maugery dijo que podamos confiar en su criterio literario sobre la Sociedad durante la guerra. Si la seora Maugery dice que se puede confiar en usted, lo cr eo. Adems, tuvo aquel bonito detalle de mandarle un libro a mi amigo Dawsey, y us ted casi no lo conoce. As que le escribo y espero que pueda serle de ayuda para s u historia. Dira que al principio no ramos un verdadero crculo literario. Aparte de Elizabeth, la seora Maugery, y quiz Booker, la mayora no hab