La realidad un pretexto para el texto.(ponencia)

Rosalba Becerra Restrepo Cc 25245279 de Viterbo Caldas

INSTITUCIÓN EDUCATIVA BERNARDO ARIAS TRUJILLO. La Virginia Risaralda.

Sept 2003

La realidad un pretexto para el texto

Fresco parce, es que me tocó lavar los platos del almuerzo y viera que casi no Ah! Hermano qué le estaba pasando?

logro salir de la casa. ¿Cómo así hermano, no me diga que le contó a su mamá que iba para “La

Magdalena” a hacer la investigación? No, no, que tal, mi mamá no me dejaría salir, no, me inventé un cuento del

entrenamiento de micro en la manga del hospital. Eso sí, no se me quite, yo le dije que era mejor averiguar las historias de los

areneros, ¿se imagina cómo sabrán de cosas esos manes? Ya le dije que no quiero ir al río, me da susto estar por allá, averigüemos en el

“Picaflor” allá han trabajado muchas mujeres con historias importantes, vamos a ver que encontramos, ese sitio dizque es tan viejo como La Virginia.

¡Vamos! Y sabe qué? Si no encontramos algo especial podríamos preguntarle a mi abuelo, él si que tiene historias de su vida y conoce además las de mucha gente.

Haberlo dicho antes, por qué no empezamos por ahí?.

La anterior, es tan sólo una recreación de los cientos de diálogos que entablan los estudiantes de grados 10 y 11 del colegio Bernardo Arias Trujillo, cuando se aprestan a realizar las investigaciones sobre las que escribirán sus crónicas insertas dentro del proyecto “Resignificando la historia desde el Aula de Clase” correspondiente a la asignatura de Lengua Castellana. Y es que dentro de la institución, empiezan a darse vientos de cambio, unos cambios que seguramente no serán a la velocidad que se necesita y que implicarán el desmontar toda una estructura levantada desde hace muchos años en la educación tradicional, sustentada en la transmisión de conocimientos y en el autoritarismo.

Desde hace ya algún tiempo, estamos tratando de hacer nuestros primeros pinitos en el modelo del “aprendizaje significativo” enmarcado en el paradigma construcitivista, buscando cambiar desde la reflexión permanente, nuestras prácticas pedagógicas. El proceso ha sido duro y ha fundamentado su lineamiento en la ley general de educación de 1994, que plantea como objetivo de la escuela de formación de ciudadanos demócratas, participativos, críticos de la realidad social y con una fuerte identidad nacional; siendo apenas entendible esta solicitud desde la escuela, sumada a muchas otras planteadas desde otros ámbitos.

Sin embargo en nuestra cotidiana labor nos estamos cuestionando, ¿Hasta qué punto es posible que la escuela con los recursos y la estructura actual que maneja, pueda llegar a cumplir a cabalidad, con todos estos requerimientos? ¿Cuál debe ser el papel de la escuela y cuál es el papel que deben asumir los demás estamentos de la sociedad y el estado en el logro de este propósito común? Frente a estos interrogantes, en nuestra institución decidimos tomar la

iniciativa y crear grupos de estudio( reuniones de área, comunidades académicas, conversatorios etc) conformados en principio por directivos y docentes que esperamos extender a padres, madres, acudientes y alumnos que tímidamente se asoman a los procesos de participación, de dichos encuentros empiezan a proyectarse algunas propuestas que afectan y afectarán a toda la comunidad educativa ya que parten desde la necesaria reelaboración de un currículo realmente pertinente para nuestro contexto.

El proyecto “Resignificando la historia desde al aula de clase” es apenas una muestra de dichas reflexiones, experiencia iniciada ya hace tres años dentro de la clase de Español y tendiente a renovar la visión de la enseñanza y aprendizaje en esta área, de manera que sea acorde a la nueva focalización en donde “el objetivo de la educación es la construcción del sujeto, y esta construcción de personalidad del sujeto se lleva a cabo mediante acciones que conllevan la modificación de estructuras ya existentes y la aparición de otras nuevas, al menos en el sentido funcional y esta actividad la realiza el “propio sujeto”. En al ámbito educativo, se trata de lograr que la configuración humana se lleve a cabo, por tanto mediante la “actividad del sujeto provocada por la acción educativa (1).

El objetivo de dicho proyecto, es crear espacios reales de acercamiento a la “realidad” y al conocimiento, desde luego todo inscrito en una visión Constructivista de la “realidad”: ya que “no podemos conocer una realidad prístina, que no existe ninguna, que toda la realidad que creamos se basa en la trasmutación de alguna “realidad” anterior que hemos tomado como dada. Construimos muchas realidades desde diversas intenciones, pero las construimos a partir de las miles formas de las cuales estructuramos la experiencia, ya sea la experiencia de los sentidos, la experiencia profundamente codificada en símbolos que adquirimos al interactuar con nuestro mundo social o la experiencia sustituta que logramos en el acto de la lectura (2)

Es así como entendemos el conocimiento de” la realidad”, como el conocimiento de los significados y sentidos de la cultura expresados a través de creencias, valores, costumbres, tradiciones y normas, todas objetivadas a través de la función simbólica del lenguaje, concepción que va en contra vía con lo que ha sido la tradicional pretensión de circunscribir dentro del salón de clase, en una simple asignatura “el conocimiento del lenguaje” acción sin sentido, ejecutada de espaldas a la realidad comunicacional cultural, física y social del contexto.-------------.

1. varios autores, las condiciones pedagógicas del curriculum. V Seminario de teoría de la educación. Universidad de Valencia. 1986. este apartado hace parte del numeral II) La condición “estructurante” del curriculum, inscrita en la Propuesta de las “condiciones pedagógicas” del curriculum. Pag. 124.

------------.

2. Jerome Bruner. Realidad mental y mundos posibles. De como sustenta su visión de “realidad” en los capítulos pertenecientes al libro mencionado. Pag: 159.

Y es que el lenguaje no es un mero acto reflejo metafórico de la realidad social, ni el ingrediente “expresivo” de esta: es el vínculo semiótico que sin cesar, produce y renueva los significados culturales, los mensajes complejos de un aquí y un ahora históricos, los variados recursos por medio de los cuales la sociedad se entiende a sí misma y se renueva. En este sentido lo reafirma Savater (1999), “Como hemos apuntado, lo característico del lenguaje humano no es permitir expresar emociones subjetivas__ miedo, ira, gozo y otros movimientos anímicos que suelen revelarse en gestos y actitudes, como puede hacer cualquier animal__ sino objetivar un mundo comunicable de realidades determinadas en las que otros participan conjuntamente con nosotros” gracias al lenguaje, los humanos, no habitamos simplemente un medio biológico, sino un mundo de realidades independientes y significativas incluso cuando no se hallan efectivamente presentes.

Y de manera más explicita, no sólo refiriéndose a la función del lenguaje, sino a su adquisición, sostiene M.A.K. Halliday (1994) que “en el desarrollo del niño como ser social, el lenguaje desempeña la función más importante. La lengua es el canal principal por el que se transmiten los modelos de vida, por el que se aprende a actuar como miembro de una “sociedad”_dentro y a través de los diversos grupos sociales, la familia, el vecindario, y los diversos grupos sociales, la familia, el vecindario y así sucesivamente_ y a adoptar su “cultura”, sus modos de pensar y de actuar, sus creencias y sus valores. Eso no sucede por instrucción, cuando menos no es así en el periodo preescolar; nadie enseña los principios de acuerdo con los cuales están organizados los grupos sociales, ni sus sistemas de creencias; como tampoco los comprendería si se intentara. Sucede individualmente, mediante la experiencia acumulable de numerosos hechos pequeños, insignificantes en sí, en los que su conducta es guiada y regulada, y en el curso de los cuales él contrae y desarrolla relaciones personales de todo tipo, todo eso tiene lugar por medio del lenguaje y no es del lenguaje del salón de clases, y mucho menos de los tribunales de los opúsculos morales o de los textos de sociología; de done el niño aprende acerca de la cultura en que ha nacido. La verdad más sorprendente es que son los usos cotidianos del lenguaje, más ordinarios, con padres, hermanos, vecinos, en el hogar, la calle, las tiendas y los autobuses los que sirven para trasmitir al niño las cualidades esenciales de la sociedad y la naturaleza del ser social”.

Siguiendo esta línea de pensamiento, surgió la dinámica del proyecto “Resignificando la historia desde el aula de clase” con dos pretensiones, la primera la de reconocer desde el lenguaje escrito, el protagonismo de los habitantes del municipio de La Virginia en la construcción de su cultura, una cultura anteriormente denominada “de violencia y muerte” sustentada en que es este municipio el que ocupa el primer lugar en homicidios en el país, respecto a su densidad poblacional; siendo precisamente a partir de este elemento

estigmatizante, que decidimos crear espacios de reflexión, visualización y reconocimiento de valores culturales y sociales invisibilizados por tan terrible epíteto. Y la segunda hacer posible desde la visualización de las “posibles realidades” de los mismos estudiantes, la formación de jóvenes productores de texto lo que a su vez implica jóvenes lectores de texto, así la realidad propia o de otro se convierte en texto y pretexto para el texto.

Para tal efecto, los estudiantes que participan en el proyecto, no sólo obtienen una formación dentro del aula de clase, en escritura, estructura y clasificación de textos (que van desde los argumentativos informativos, expositivos, literarios y otros) sino que se generan oportunidades y retos para que luego, practiquen y perfeccionen tal habilidad, desplazándose fuera de la institución y escribiendo alrededor de los sucesos y personas del municipio aprovechando además la gran cantidad de elementos contextualizantes obtenidos en otras áreas como sociales y ciencias naturales acerca de la cultura virginiana (historia, problemáticas pasadas y presentes, situación prospectiva respecto a la región...) así el lenguaje se convierte en una herramienta no sólo de transmisión de conocimiento sino de construcción de éste; no sólo de contacto social sino de recreación cultural.

Para el desarrollo del proyecto se pudieron abordar gran variedad de tipos de texto pero se decidió trabajar alrededor de las manifestaciones del género narrativo: la crónica literaria, la crónica periodística, el relato, la historia, la biografía, el reportaje y otros más, por ser formas del lenguaje literario que permiten plantear de manera amena las relaciones entre conocimientos, escuela y sociedad, todas ellas imbricadas en un proceso más complejo, denominado historia.

“Pero no la historia repetida desde la palabra de otros expertos en interpretar y repetirla, sino la rescatada de la experiencia de quienes se sienten parte de ese proceso social y reconocen en su diario vivir los elementos que la dinamizan, permitiendo su acercamiento desde otras miradas, a otros mundos posibles”. (Tomado de parte del protocolo conque inician los libros “Crónicas de La Virginia).

Al plantear el trabajo de recolección y devolución de experiencias desde la palabra escrita y los tipos de texto a emplear, debimos tener en cuenta que existen dos formas de acercarse a las “realidades” inscritas en los mundos posibles, y cada una de ellas brinda modos característicos de ordenar la experiencia en esa construcción de “realidad”, las dos son irreductibles entre sí y difieren fundamentalmente en sus procedimientos de verificación. Un buen relato y un argumento bien construidos son modalidades de pensamiento diferentes, las dos pueden emplearse como medio para convencer a otro; pero aquello de lo que convencen es completamente diferente; los argumentos (ciencia) convencen de la verdad, y los relatos de su semejanza con la vida. En uno, la verificación se

realiza mediante procedimientos que permiten establecer una prueba formal y empírica; en el otro no se establece la verdad sino la verosimilitud.

Otra razón para confirmar el género narrativo como eje del trabajo de producción y lectura de texto la constituyó, la necesidad de no generar desde el proyecto malestares ente las personas cercanas a las realidades sobre las cuales se iba a escribir o a leer , la mayoría de ellas pertenecientes a una comunidad integrada por familias más o menos tocadas por la violencia y en cuyas entrañas aún se conservan abiertas muchas heridas y que seguramente sangrarían más al pensarse como objetos de estudio, fue así como optamos por dar primacía en la búsqueda de la resignificación de la historia, al relato, en el sentido de que en la narración predomina la realidad psíquica y toda realidad que exista más allá del conocimiento de los que intervienen en la historia es puesta allí por el autor con el objeto de crear un efecto, ( sin que ello implique que se desvirtúe “la realidad” del suceso que dio origen al escrito) (3). Además, el mundo de un relato (para lograr verosimilitud) tiene que ajustarse a las reglas de una coherencia lógica que puede transgredir esa coherencia para construir la base de un drama, lo que no sería posible en un argumento que no podría ser juzgado como adecuado o correcto.

De otro lado, se vieron como otras ventajas para la escogencia de estos tipos de escrito para el proyecto, que el objeto de la narrativa son las vicisitudes de las intenciones humanas y que estas, como las narraciones realistas en su estructura, comienzan en un estado calmo o “legítimo” que es interrumpido con lo cual se produce una crisis que termina con la restitución de la calma, dejando abierta la posibilidad de que el ciclo se repita. También al dar predilección al género del relato, se dio cabida tanto a las historias de vida, crónicas y reportajes, como a las leyendas y mitos reproducidas en la tradición y el tiempo desde la oralidad en los adultos mayores a las nuevas generaciones.

Desde estas reflexiones se dio inicio al proyecto con la seguridad de que serían miles sus posibilidades pero que como todas las cosas grandes éste debía iniciar por pequeñas experiencias que permitieran saborear su crecimiento y ante todo corregir las fallas que seguramente se presentarían y se han presentado; todos estudiantes y profesora nos metimos en la tarea de buscar que escribir y cómo hacerlo. Al principio no todos los participantes lo creyeron, pero después de un tiempo cuando empezaron a aparecer los primeros borradores para ser leídos en clase muchos de los “quedados” se motivaron, se emocionaron y se dieron a la tarea de participar y los que ya estaban trabajando empezaron a corregir y a mejorar desde las sugerencias que se hacía a sus compañeros (as). ------------.

3. Jerome Bruner. Realidad mental y mundos posibles. 2001. pag :24.

Se decidió entonces que todos los escritos serían publicados y que correspondería a los lectores la evaluación de su calidad desde su acercamiento al texto, ello con el fin de generar motivación y responsabilidad de los participantes.

Al momento de conocer los trabajos de los estudiantes, ya se esperaba de antemano que en la recolección de historias y sucesos, tendrían mayor peso las de fondo violento y en menor cantidad las de otro tipo de temáticas (historias de familias, anécdotas, biografías de personajes de la región entre otras), pero no imaginábamos el valor agregado de esta prevista circunstancia; ni los efectos que esto traería.

Como es bien sabido, resultaba lógico que siendo la temática de la violencia la más cotidiana en esta región, serían estos los relatos no sólo los más abundantes, sino tal vez los más comunes y por tanto los menos interesantes, cosa que no sucedió: la mayoría de las narraciones independientes de la temática planteada se tornaron interesantes e importantes para todos los sectores de la comunidad que tuvieron acceso al producto final de los estudiantes, en esencia el hecho de haber transcrito la realidad cotidiana en un género narrativo cargado con la emotividad que dan los sentidos de vida y la muerte, de odio y amor, de perdón y venganza, entre el cielo y la tierra, ocasionaron una gran avidez por la lectura de esas “nuevas realidades” vistas desde otros “mundos posibles” solo hechos posibles gracias al carácter mágico del lenguaje.

Lo anterior puede explicarse desde la psicología, en el hecho de que la repetición continua de un evento, hace que en las mentes del grupo social, este, se dé como un supuesto y por tanto caiga en el mundo de la obviedad, pero al ser tratado ese evento de manera diferente; no ya desde la cifra o el morbo que da el conocer de un drama, un muerto, un accidente más, sino de leer en calidad de relato, de narración una experiencia individual que por tanto se hace única, salta el supuesto y se convierte sorpresa.

“La sorpresa, es un fenómeno que se constituye ante la trasgresión de un supuesto. El supuesto es desde luego lo que se da por descontado, lo que se espera que sucederá desde una explicación funcional se puede explicar porque nuestro sistema nervioso central parece haber evolucionado de un modo que especializa a nuestros sentidos para que reaccionen de manera diferente ante las versiones previstas o imprevistas del mundo.

El sistema nervioso almacena “modelos del mundo” que giran a una velocidad mayor que la del mundo real. Si lo que impresiona nuestros sentidos se ajusta a la expectativa, al estado previsto del modelo, podemos dejar que nuestra atención se debilite un poco, incluso que se duerma; si el ingreso de información transgrede la expectativa, el sistema se pondrá en alerta. Todo ingreso de información, por consiguiente debe concebirse como algo compuesto no sólo de los estímulos producidos por el ambiente, sino de indicaciones concomitantes de su

conformidad o discrepancia con respecto a lo que el sistema nervioso está esperando. Si todo concuerda, nos adaptamos e incluso podemos dejar de notar cosas.

Cuanto más esperado es un suceso, mayor será la facilidad con que lo verá u oirá; cuanto más inesperada es la información, mayor es el espacio de procesamiento que requiere. Todo significa que la percepción es un grado no especificable, un instrumento del mundo estructurado según nuestras expectativas. (4).

Es así como entre sorpresas y sorpresas, unas muy buenas y otras no tan agradables, los estudiantes de grados décimo y once actualmente han realizado alrededor de ciento dos relatos reunidos en diez libros que tienen títulos tan sugerentes como:

- Entre el cielo y el infierno (seis)

- Con mirada de hombre.

- Con mirada de mujer.

- Al paso del río.

- Una vida mil historias.

Todas las narraciones ubicadas en un gran trabajo denominado: “Crónicas de La Virginia”.

Algunos de los logros alcanzados desde esta experiencia de aula, han sido los que tienen que ver primero que todo con el descubrimiento del texto: de jóvenes escritores apasionados no sólo por las letras sino por lo que se puede transmitir con ellas, jóvenes tímidos que se han sentido y hecho grandes cuando quienes los leen los miran de manera diferente con respeto y admiración, otros no tan buenos cronistas o relatores que han descubierto la seriedad del texto por su forma, por su estructura y todo por lo que puede significar o insignificar dependiendo de quien lo lea o lo escriba.

Un segundo avance tiene que ver con la lectura de las producciones: la capacidad de reflexión suscitada alrededor las historias. Ya que son muchas las personas (estudiantes, docentes, autoridades, padres y madres que se sienten preocupadas por la gran cantidad de fenómenos de violación de los derechos humanos, especialmente del derecho a la vida, ) y que necesariamente desde este ejercicio los han obligado a ver estos hechos antes aceptados y sumidos en la obviedad de la cotidianidad, como prioridades de tratamiento en las familias, la escuela y en otros tipos de instituciones que propendan por el bienestar del Municipio.

4. Idem. Pag 55. un acercamiento al entendimiento de la percepción y como interviene en la formación de sentidos.

De otro lado en otros sectores de la población, generalmente estudiantes y padres de familia, aparece la satisfacción por el reconocimiento del que han sido objeto muchas personas, por parte de los escritores que no se negaron la oportunidad de rescatar del olvido sus vidas casi “común y corrientes”, pero cargadas del heroísmo; de personas que fueron capaces de enfrentarse a las adversidades económicas, políticas, sociales, personales, familiares o que simplemente vivieron el momento o la época con un poco más de inteligencia, viveza y por qué no, de resignación o rebeldía. Personas, hasta la aparición del proyecto, desconocidas en el pueblo aunque muchas nacieron vivieron y murieron en La Virginia.

Y qué decir de otras sorpresas como las ocasiones en que los participantes del proyecto se han quedado emocionados, desconcertados, maravillados y hasta confundidos al encontrar a sus abuelos, padres, vecinos y aun algunos desconocidos, personas “interesantes”, “entretenidos”, “sabiondos”, “valientes”, “constantes” y ante todo “dignos de conocer”. Y es que como muchas veces lo hemos planteado desde el salón de clases “sólo se puede amar lo que se conoce” y desde esta nuevo espacio no sólo se han conocido; sino reconocido, más que las personas, los seres humanos, alcanzando el propósito tal vez como dice Facundo Cabral en una de sus producciones “ mi felicidad estará completa cuando los otros vean en mí no al ciudadano sino al ser humano.

Del el desarrollo de este proyecto, quedan como decía anteriormente y hasta el momento diez producciones escritas, pero eso es sólo lo tangible, como tangibles también han sido para mí como docente y para mis estudiantes como escritores e investigadores las largas filas de personas de todas las edades, condiciones y sexos esperando por leer una de las tantas historias escritas y recopilados en los sencillos libros de carácter artesanal expuestos en eventos como “La feria del libro” evento institucional donde de congregan padres, madres, acudientes, forasteros entorno a las producciones escritas de los y las jóvenes; pero más valioso que aquello que se ve, es lo que se siente al observar la cara de ansiedad y satisfacción de quien lee, de quien se siente reconocido y representado en el texto y sobre todo de quien lee porque quiere porque lo disfruta y no en un evento en especial sino en todo momento especialmente en los descansos, cuando cualquier estudiante se acerca y pregunta: profe, dónde están los libros que escriben los de deísmo?, los de once?, me los presta?, me los puedo llevar para la casa? , se los puede prestar a mi mamá? y mil interrogantes más que dan a entender que vale la pena seguir adelante.

Actualmente se están trabajando en el desarrollo del proyecto “Resignificando la historia desde el aula de clase” temáticas como: crónicas del río, del colegio, del ingenio Risaralda, de jóvenes enamorados y del cementerio. Con estudiantes de grados superiores.

Para terminar, el hacer referencia a este pequeño proyecto de aula, se constituye más que en la forma de difundir su existencia; en la confirmación de la necesidad explicita de sacar la escuela de los muros que la limitan a su estructura física, no se puede hablar coherentemente de educación si hay distanciamiento de “la realidad”, no se puede hablar de una verdadera escuela sin contradecirse; ocultándose en las paredes de un aula de clase, ya que para acceder a los códigos de la cultura existen muchos más textos que los publicados textos escolares. La cultura misma es todo un texto conformado de infinidad de textos más, objetivados a través de la función simbólica del lenguaje, esta se legitima en la pragmática del uso y los hábitos que se ponen en común, crean y recrean en los escenarios sociales.

BIBLIOGRAFÍA.

BRUNER, Jerome. Realidad y mundos posibles, los actos de la imaginación que dan sentido a la experiencia. Editorial Gedisa: Barcelona. 2001.

CRÓNICAS DE LA VIRGINIA, Proyecto “Resignificando la historia desde el aula de clase”. Colegio Bernardo Arias Trujillo. la Virginia. 2000, 2001, 2002.

HALLIDAY. M. A. K. El lenguaje como semiótica social, la interpretación social del lenguaje y del significado. Editorial: Fondo de cultura económica: Santa Fe de Bogotá. 1994.

MORIN, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Editorial Magisterio: Bogotá. 2001.

OCAMPO, Flórez Esteban. Los procesos de construcción de la inteligencia humana y la solución de problemas. Modulo 2. programa de Maestría en Educación y Desarrollo Humano. Manizales. 2001

SANDOVAL, Carlos. LUNA, María Teresa. ROLDAN, Ofelia. OCAMPO, Esteban. Hacia la construcción de un concepto de Desarrollo Humano. Modulo 1. programa de Maestría en Educación y Desarrollo Humano. Manizales. 2001

SANDOVAL, C Carlos Arturo. Escenarios y Actores Educativos. Modulo 6. programa de Maestría en Educación y Desarrollo Humano. Manizales. 2002.

SEN, Amartya. Desarrollo y libertad. Editorial Planeta: Barcelona. Tercera edición, 2001.

Anexos

Los documentos que a continuación presento, son muestras de los trabajos presentados por los estudiantes de grados décimo y once del Colegio Bernardo Arias Trujillo de La Virginia Risaralda, para el proyecto “Resignificando la historia desde el aula de clase” esta muestra fue escogida al azar entre aproximadamente ciento setenta relatos recopilados en doce libros correspondientes a la colección CRÓNICAS DE LA VIRGINIA”

EL LLANTO DE LA MUERTE(CRÓNICA LITERARIA).

El ambiente de aquel cuarto era tenso, el olor a incienso, a parafina y formol era aterrador, el silencio parecía eterno sólo se oían susurros que morían con el viento; llanto y más llanto era lo que invadía el momento.

En un rincón de aquella sala medio vacía, un cuerpo cubierto yacía en una caja de una fina madera geométricamente tallada con un sin número de dibujos abstractos que no se entendían. En la diestra de aquella habitación reinaba un gran Cristo, de figura plateada. Riki, repetía en silencio y con su vista fija en aquel Cristo, INRI, INRI, INRI haciendo mover sus labios de forma inocente.

Martín o Riki era de aquellos para quien las lágrimas no existen, aunque estuviera muy triste ( y en parte esto era creíble) de seguro, no lloró. Riki miró su reloj y se percató de la hora, según él, había estado mucho tiempo en el lugar, desde que escuchó el Himno Nacional. Al momento que miró su reloj exactamente era las doce menos veinte de la noche; nuestro hombre lanzó al infinito un hondo bostezo que le indica que ha llegado el sueño y que tiene que descansar su cuerpo, pues el día de mañana sería duro, ya que le daría un último adiós a su amigo. Así que de forma respetuosa como pocas veces solía hacerlo se despidió de casi toda la concurrencia; mas en aquella despedida se sentía un adiós eterno, adiós lleno de un misterio que nadie entendía.

De la última persona que se despidió fue de la madre de su amigo, la cual le insistió que no se fuera pues ya era tarde y las calles estaban desoladas, parecían preparándose para un festival de la muerte. De nada valieron los ruegos de la doña, el muchacho era hombre de decisiones, así que partió del lugar.

El encuentro con la anciana lo llevó a cabo en la cocina, la cual quedaba en lo más adentro de aquella casa larga que aparentaba ser infinita; por fin llegó Riki al quicio de la puerta de aquella casa interrumpiendo por un momento lo asolapado del instante y dio un hasta mañana, al reverenciarle a la gente, luego apretó un poco su abdomen, acomodó su fierro y se percató de que su cuchillo estuviera en su lugar. Así de esta manera partió Martín o Riki como era su apodo, a definir su destino.

Ya en la calle, sobre el andén, el muchacho en repetidas ocasiones le dio giros de derecha a izquierda a su cabeza, agachó su rostro y se persignó emprendiendo un viaje que nunca olvidaría.

De camino llevaría más o menos una cuadra, parando en toda una esquina la cual limitaba la cuadra recorrida con la siguiente a recorrer, allí en aquel lugar, en aquella esquina sacó de su

bolsillo un de “esos” cigarrillos que producen risa, lo prendió con una lentitud tal que desesperaba, antes de llevarlo a su boca, un fuerte viento se lo tumbó, cayendo al suelo, rebotando una, dos o tres veces; muy sigilosamente inclina su cuerpo pero sin perder atención del entorno, de todo lo que lo rodea, lo toma y lo mete a la boca dando un soplido profundo; un soplido eterno, soplido que transportó su cuerpo.

Dejó aquella esquina la cual impregnó para siempre con su recuerdo en aquellas personas que en aquella calle lo vieron. Siguió caminando pero aquel recorrido se hacía vano, sentía como si estuviera andando y no andando, para el momento ya estaba desordenado, el efecto de la droga en su cuerpo hacía estragos, pasó otra cuadra, en aquella esquina no paró, en vez de eso aligeró el paso pero todo era en vano, pues mientras más andaba menos lo hacía, llenando esto de angustia al joven, parecía que sospechaba lo que muy pronto ocurriría, pues por aquellas calles desoladas en voz baja decía “hoy es mi día”, “hoy es mi día”.

Llevaba ya cuatro cuadras recorridas, en la cuarta estaba ubicado un billar que hasta altas horas de la noche permanecía abierto, pero hoy estaba cerrado y él no lo entendía, pero recordó que los del billar y don Jesús el dueño estaban en el velorio. Sólo a la distancia de media cuadra de él estaba ubicado un puente por el cual escurrirían un montón de aguas putrefactas que olían fuertemente, aquel puente permanecía muy oscuro por lo cual era sencillamente espeluznante. Aquella noche; los efectos de la droga confundieron a Riki el cual divisó a lo lejos dos sombras, pensando que aquello era fruto de su estado; más por dentro repetía “hoy es mi día”, “hoy es mi día y los guardianes del infierno han llegado por mí”.

Él no hizo nada para cambiar su destino, simplemente caminó y en aquel pequeño recorrido, su cuerpo temblaba fuertemente, hasta oía sus latidos de su corazón en lo único que pensaba en aquel momento no era en la muerte; pensaba en su hija y su madre, recordó en un instante que se hizo eterno, toda una vida, para convertirla después de cuatro años, en sólo un montón de huesos.

Cambió aquel “me muero, me muero” por el nombre de su hija que era lo más bello, repitiendo, _Nata, te quiero,_Te quiero, tuvo tiempo también para suplicar y le pidió perdón al cielo por todo aquello malo, que en su vida había hecho. Ocurrió algo en el muy extraño, algo que pocas veces había hecho, una lagrima nació de sentimientos y odio, odió aquél día que cambió la felicidad por el sufrimiento y maldijo a aquel amigo que le enseño ese juego, el juego de las drogas, un juego que sabemos que comienza pero que si te atrapa no te da tiempo, también se arrepintió por todos esos besos, esas caricias que le negó a su madre, pensó en todas esas cosa buenas que él seguramente pudo haber hecho, más el tiempo ya estaba sobre el tiempo y su momento era el momento, sólo unos metros lo separaban de la muerte la cual parecía para él inminente.

Llegó la hora, estaba ya frente a frente con la muerte, muerte a la cual enfrentó como un hombre valiente, sin embargo, esto fue en vano, sólo tuvo tiempo para poner la mano en su abdomen buscando desesperadamente su “tote” pero sin éxito. Sus nervios pudieron más que su hombría, que fue humillada con el primer impacto, el cual lo alejaba más de la vida. La mirada de Riki se hizo exorbitante así que dio ligeramente, tres pasos hacia atrás, siendo aún incrédulo de lo que pasaba, luego el segundo y tercero, todos sobre su humanidad’ aquel ruido estrepitoso aterró a la gente que se encontraba en el velorio llenándola de miedo y temor, pensando lo peor.

La madre de su difunto amigo “Cachetes” que era como lo apodaban, se encontraba aún en la cocina, ella tenía un sus manos una gran “pucha” de café la cual se había servido en una taza exageradamente grande de “totuma”, la cual cayó fuertemente al suelo; luego de esto lo que se escuchó de la doña fueron, las palabras:_ “Martín, Martín, nos mataron al Martín”.

Mi abuela también lo presintió, la invadió la angustia de madre, angustia que no comprendía pero que la llenaba de corazonadas, muy pero muy agobiantes. Mi tío a pesar de aquellos fuertes impactos, se resistía a morir, así sacó por fin su “fierro” mas en vano, los asesinos ya habían

huido; aterrado comenzó a caminar con pasos pesados y melancólicos cargando en la mano izquierda un arma, mientras que con la derecha palpaba un montón de veces su cuerpo llenándose de sangre que entre sus manos destilaba como agua, más y más y más lo aterraba, mientras tanto como zombi caminaba en aquel momento, su único anhelo era llegar a su casa, pero en vano, sus sentidos lo abandonaban.

Toda su fuerza la empeñó en aquel “fierro” que aferraba como si en el estuviera metida su alma, de su boca salía babaza, la cual con sangre se mezclaba , en este estado recorrió varias cuadras; por primera y única vez vi llorar como un niño a mi tío, el mismo en que repetidas ocasiones me decía que “los hombres no lloraban”, pero hoy era diferente, aquel ser que lloraba no era un hombre, era un alma que rumbo al infinito marchaba.

No pudo caminar mucho, no antes que su cuerpo se desplomara y allí en toda una esquina sus últimos alientos gastaba, hasta el último momento su cuerpo resistía a morir y a la vida se aferraba. Dió un vistazo más de desesperación a todo su alrededor y aquel rostro de una inmensa tristeza se llenó. Su cuerpo se entumecía por momentos, el pensamiento se le iba pero él no quería morir, no; hasta el último momento aferró fuertemente su fierro, de repente le falló su oído, no escuchaba nada y lenta pero muy lentamente se hacían sus latidos, después le falló el tacto y ya no sentía su “fierro”, lo único que sentía era la muerte. Luego fallaron su olfato, (lo único que olía era el olor de la muerte) y dejó el sentido del gusto, (el cual aún lo mantenía vivo), perdiéndole el amor al sentido de la vida y a la final su vista se nubló y en sueño muy profundo para siempre, con él terminó.

Un amigo suyo, avisó lo más pronto que pudo de lo ocurrido a mi abuela, yo pensé que ella moriría pues el dolor que tenía era sumamente aterrador, toda la familia emprendió el llanto, eso era algo que no pudimos evitar.

Creo que su cuerpo estuvo unas dos horas en el lugar, solo, desprotegido eso era algo que no podíamos creer, cerramos los ojos esperando que al abrirlos todo fuera un sueño, pero no, la realidad era realidad, mi tío estaba muerto y con cerrar los ojos no se volvería a parar. Yo, recuerdo que cuando llegamos sólo habían unos “patos” a los pies del cadáver y sólo en cuestión de segundos la “chusma” invadió el lugar, parte de aquella gente venía del velorio de “Cachetes” y no lo podían, creerlo, pues hacía sólo unos momentos lo habían visto con vida.

Los últimos a llegar a la “carnicería” fueron los de la policía los cuales llevaron a cabo, un lento levantamiento el cual terminó a eso de las seis de la mañana. Mi tío no podría cumplir la promesa que había hecho de asistir puntualmente al funeral de su amigo ya que estaría muy ocupado asistiendo al suyo.

El por qué lo mataron, ummmmm no lo sé; Si sé que fue temido y respetado en el “Brons”, aquel barrio que en la droga lo ahogó y a la muerte lo llevó.

LUIS HARVEY RODRÍGUEZ.GRADO 11ª, Jornada tarde. 2001

HORROR AL ATARDECER

El tranquilo atardecer de aquel 13 de junio se vio interrumpido por el acontecimiento que haría temblar al más fuerte de todos y llenar de horror la mente de aquellos que gustosamente trabajaban en la orilla del río Cauca buscando el sustento que les permitía sobrevivir.

Eran las tres de la tarde cuando varios de los areneros que trabajaban allí observaron que las corrientosas aguas del río Cauca en su afán, arrastraban un objeto a lo lejos parecía no tener forma, pero con el pasar de los minutos, cuando estaba más cerca y ante la mirada inquieta de aquellos que curiosos miraban, se descubrió en su totalidad que una mano bajaba sola por el río sin el resto del cuerpo; un reloj adornaba, aquella extremidad, el accesorio llamó la atención y provocó que varios hombres saltaran al río con el único fin de obtenerlo.

Solo 5 minutos después y aun bajó la sombra de horror que había cubierto a muchos por la posibilidad de que las partes de un cuerpo sin vida había sido arrojado al río, mientras que ansiosos esperaban en el río la cabeza del muerto, de pronto surgió esta de lo profundo, segundos después y en forma consecutiva la mano que faltaba, aparecieron las 2 piernas, venían juntas con sus genitales totalmente descubiertos y destrozados; en medio del terror que había creado aquella escena llamaron a la policía que arribó al lugar de los hechos media hora después, acompañada por varios representantes de la Cruz roja y la Defensa civil, quienes luego de recoger parte por parte aquel cuerpo que evidenciaba un alto grado de descomposición, llegaron a la conclusión de que aquel hombre había sido asesinado a punta de machetazos.

Estando ya en la morgue, muchos hombres y mujeres se acercaron para hacer posible la identificación, pero nunca se imaginaron que tener aquel cuerpo descuartizado frente a sus ojos, les produciría el miedo…, el terror más grande que jamás habían sentido.

Es que aquel cuerpo que ya llevaba varios días de estar en el agua, tenía la piel morada, los ojos ligeramente brotados, los labios renegridos y una especie de manchas grandes y oscuras que se extendían a lo largo de lo que quedaba de él. Fue tan grande la Impresión que causó ese cadáver, que aún pasados muchos días la imagen exacta de aquello que habían visto permanecía en sus mentes, muchos de aquellos sufrieron serios trastornos y a otros su recuerdo los ha quedado asustándolos hasta estos días.

Aquel cuerpo nunca pudo ser identificado completamente y sin nada más que hacer fue enterrado como un “NN”.

Adriana Otálvaro CardonaJornada mañana 10ª 2002

UNA FURIA DE LA NATURALEZACUBIERTA POR LOS AÑOS

La tarde sé tornaba calurosa, el sol iluminaba el “Puerto dulce”, la gente se paseaba por las principales calles de La Virginia, los bulliciosos niños jugaban mientras que las furiosas corrientes del río Risaralda a unos pocos metros de allí sobrepasaban el nivel normal, cuenta Hermilda Rosa Canoas, habitante del municipio, que hace 25 años ese río Risaralda produjo una inundación que quedó marcada en la historia de nuestro municipio. Este se salió de su cauce y se regó por los lados del actual matadero municipal en esa zona las correntosas aguas se precipitaron furiosamente por toda “la vuelta del gas”, hasta llegar adonde ahora queda “Maderas la fe”, arrasando con todo: casas, seres humanos, enseres, llegando hasta el punto de destruir completamente un barrio, uno de los más hermosos en aquel tiempo llamado “La isla”, Lo que ahora es la populosa zona de “La bombonera”, este barrio fue destruido totalmente por la furia de la naturaleza. Todo se perdió, hasta el puesto de salud de la zona, lo demás que quedo fue demolido por haber quedado en mal estado.

Sirenas, botes, soldados, defensa civil, todos navegaban por las principales calles del municipio como si estas fuera un mismo río, todas las personas eran rescatadas por medio de botes, los colchones flotaban como inmensas algas marinas, de bienes materiales, ni hablar, los habitantes en ese tiempo no pudieron rescatar nada; esta tragedia los cogió desprevenidos en el horario de las 2pm.

Cuenta doña Hermilda que a ella le tocó ver una de las muertes más angustiosas y quizás peor que la muerte por medio de un arma, vio como se ahogaba un señor que se arriesgó a pasar las aguas del río Risaralda sobre un caballo, el animal no resistió las fuertes corrientes del río, este se cayó y después siguió el hombre que quedó totalmente atrapado dentro de este monstruo que es el agua.

La situación de esta inundación era tan extrema que se llegó a construir un puente colgante provisional para que así las personas pudieran transitar, este puente fue construido desde “El finco” hasta lo que hoy es “Maderas la fe”, las aguas no se detuvieron ni se estancaron, siguieron ganando terreno, llegando hasta el parque, pasando por la escuela Gabriela Mistral, inundando lo que hoy es el barrio “Restrepo”, este parecía una sola laguna.

Los damnificados fueron reubicados en albergues provisionales como colegios, escuelas y en los campos donde hoy es el hospital “San Pedro y San Pablo”, se supo que esta inundación se provocó por la obstaculización que se hizo por la caída de tierra, formando un derrumbe que represó el agua, con un poco tiempo las corrientes se liberaron agresivamente provocando la terrible tragedia, ocasionada por la furia de la naturaleza que no ha podido ser cubierta por los años.

Cuenta: Hermilda Rosa CanoasEdwar Alirio Montoya

Jornada tarde 10ª 2002.

EL ARENERO Y LA CALAVERA

El día domingo a las 10 de la mañana salió don Fernando con su compañero a trabajar en el río como era su costumbre, cuando llegaron al sitio escogido, él se sumergió a sacar el botado de gravilla, estuvo sólo unos pocos segundos en el agua y cuando salió notó que su compañero no estaba y entonces comenzó a llamarlo, al ver que no le contestaba, se regresó al sitio de descargue; y preguntó a las demás personas que estaban ahí, que si habían visto a su compañero, ellos contestaron que no podían dar razón de él.

Don Fernando asustado por aquella extraña desaparición se regresó a buscarlo y al no encontrarlo se devolvió y pidió ayuda a sus amigos areneros y salieron a buscarlo. Pasaban las horas de búsqueda, el tiempo se estaba acabando pero parecía que la tierra se hubiera tragado a su compañero, hasta que por fin lo hallaron pegado a una raíz, Don Fernando acercó su bote y lo recogió para llevárselo hacia el sitio de descargue, sus compañeros le preguntaban sobre lo que le había pasado, él les contesto: _cuando el compañero se sumergió a sacar el botado de gravilla, yo me encontraba sentado en la parte de atrás del bote y cuando miré hacia delante vi a una mujer sentada en la parte delantera del bote llamándome, cuando me acerqué, ella miró a mi cara y pude mirarla de cerca y descubrí que era una calavera, entonces asustado me tiré al río y ella se fue nadando hasta la raíz donde me encontraron.

Gustavo Alexis CampuzanoJornada mañana 10B 2002