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La Paz, octubre de 2011 Página

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La Paz, octubre de 2011 Página

Depósito legal 4-3-116-05

e-mail:[email protected]

www.periodicopukara.com

Teléfonos: 7151904871280141

Calle México Nº 1554, Of. 5La Paz, Bolivia

Director:Pedro Portugal Mollinedo

Comité de redacción:Nora Ramos SalazarDaniel Sirpa TamboPaúl Coca Suárez.Carlos GuillénFélix Chambi

Colaboran en este número:

Carlos Ernesto Ichuta NinaJuan Luis Gutiérrez DalencePaúl Antonio Coca Suárez A.Iván Altamirano MedinaAntonio PérezManuel Morales Álvarez

Cuidado con lasconsecuencias...

Portada: La wiphala reivindicada, en la marcha de apoyo a los indígenas del TIPNIS ycontra la represión del Estado, el 28 de septiembre de 2011, en La Paz. Foto: Pukara

.

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El conflicto del TIPNIS acarreóconsecuencias imprevisibles ydemostró la fragilidad delactual gobierno.No se sabe quién ordenó la

intervención policial paradisolver la marcha indígena,acto que ocasionó heridos ydesaparecidos. Los marchistashablan de muertos, dato quedesmiente el gobierno.Lo sorpresivo en este asunto

es la solidaridad que la causaindígena generó en todo elpaís. A raíz de la agresiónpolicial se desarrollaron en lasciudades importantes deBolivia vigilias y marchas deapoyo. Son esas marchas, sobre todo, las que son motivo dereflexión. La convocada por la Central Obrera Boliviana parael día 28 de septiembre agrupó en todo el país a importantescantidades de personas. Por ejemplo, algunos medios avanzanla cifra de cien mil personas para la manifestación que tuvolugar en la ciudad de La Paz.Esta extraordinaria muestra de apoyo a los indígenas del

TIPNIS es, sobre todo, una expresión de repudio a Evo Moralesy al MAS. La causa indígena ha servido de aglutinante a todoslos sectores disconformes con la política del actual gobierno,lo que se manifestó en la virulencia de los manifestantes contralos actuales gobernantes.Al gobierno, el sentirse «mal amado» por importantes secto-

res de la población le perjudica su capacidad de respuesta.Sus declaraciones son contradictorias y confusas. No seentiende si asume su error y trata de enmendar sus políticas(el presidente Morales pidió públicamente perdón en dosoportunidades a los marchistas del TIPNIS) o si sólo buscaganar tiempo para desencadenar una nueva ofensiva.A pocos días de esas marchas, los adherentes al MAS organi-

zaron otras, que en La Paz fue repudiada por los transeúntes,originándose reyertas callejeras. Los adeptos al gobiernoanuncian nuevas manifestaciones, esta vez de los colonizado-res (conocidos también con el mote de «interculturales»).Si tanto el gobierno como la oposición no tienen cautela con

esas demostraciones de fuerza, el desacierto del gobiernopuede generar enfrentamientos de insospechadasconsecuencias para la vida institucional del país.

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Si el gobierno yla oposición notienen cautelacon susdemostracionesde fuerza, ellopuede afectarla vidainstitucional delpaís.

Esté atento...

El 20 de octubresale a la venta ellibroLa caída de Goni,de Felipe QuispeHuanca,el Mallku.Un testimoniosobre un momentoculminante en lahistoria de Bolivia,por uno de susprincipales actores.

La presentación públicaserá esa fecha en elParaninfo de la UMSA.

El efecto mariposaAlicia tejada Soruco

Su nombre proviene de las frases: »el aleteo de las alas de una mariposa sepuede sentir al otro lado del mundo» (proverbio chino).La idea es que, dadasunas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, como lo es lanaturaleza, la más mínima variación en ellas (un aleteo) puede provocar que elsistema evolucione en formas completamente diferentes a las que se prevé. Poreso es que la ciencia ahora se cuida de precisar los impactos ambientales de laintervención humana en los sistemas naturales. La pérdida de un insecto quecontrola a otro puede provocar mayores catástrofes humanas que la de unaballena, por dar un ejemplo, o el simple aleteo de una mariposa; un tsunami.

No sorprende la reacción de quienes, dentro del gobierno, ignoran estosaspectos de la modernidad e insisten en ver a la naturaleza y a los seres humanoscomo un «recurso» útil y predecible a la economía y al «progreso»; la nuevaMeca frente a la cual todos debemos inclinarnos para no ser juzgados comoretrogradas, como si a la economía le hubiese interesado la historia y los tiemposcuando de explotar estos «recursos» se trata.

La reacción de la oposición dentro del gobierno tampoco sorprende, esprecisamente la que introdujo transgénicos, hidrocarburos, minería, explotaciónforestal, sin resguardo de derechos y agro industria y coca, con sacro santosprincipios. La derecha y su oportunismo político tampoco puede ocultar que nodudaría un segundo en rematar a la madre tierra si estuviese en el poder. Elaleteo viene de otro lado.

En el fondo, si la naturaleza y los seres humanos son un proyecto económicohay acuerdos que unen a muchos; incluyendo a campesinos, colonos,interculturales y hasta a empobrecidos, por ese proyecto, cuyo sueño esconvertirse en el Señor. A los liberales de los 500 años, nunca les importó lasituación que dejaron tras de sí, pero se reprodujeron en el discurso de lamodernidad y así colonizaron a la naturaleza y a la fuerza de trabajo.

Este gobierno, desde su segundo período,como estrategia de poder, terminóaliándose con los más tradicionales exponentes de la moderna colonización,incluidos dirigentes indígenas vinculados al comercio ilegal de la madera, a lasjugosas compensaciones de petroleras y mineras; a la corrupción de ONGintermediarias del mercado de los recursos de la TCO, a nombre del progreso,pero no tuvo en cuenta que el 62% que obtuvo había interpelado a los gestoresde ese progreso.

¿O es que la «modernidad» eliminó la pobreza en Santa Cruz?¿O las carreterasen Oruro le devolvieron lo que la minería le adeuda?, ¿o la gestión forestal enGuarayos reforzó la cultura indígena y les dio un techo digno? ¿O es que lossiete TIPNIS que hemos deforestado en Bolivia ocurrieron sin la complicidaddel progreso regional-autónomo? «La modernidad» se ha quedado sin respuestasante un inesperado efecto mariposa, por eso ahora hay una oportunidad derevisión de políticas de Estado.

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Carlos Ernesto Ichuta Nina*

Fundamentar nuestra ideología:

El indigenismo indígenay el neo indigenismo q’ara

En los tiempos del actual neo indigenismo triunfante los discursos y las oportunidades de trascender pasan por buscarhacerse creíbles a través de puros símbolos. En la foto, una escena del ensayo de los «matrimonios étnicos» o «matrimonioscolectivos» organizados por el gobierno boliviano y que tuvo lugar el 7 de mayo de 2011en el Coliseo Cerrado de la ciudad deLa Paz. Fuente foto: http://www.minculturas.gob.bo

* Carlos Ernesto Ichuta Nina es doctoren Sociología, por la Universidad Na-cional Autónoma de México. Es tam-bién autor de la investigación Nuevasizquierdas, viejos entuertos ¿Un gobier-no de izquierda en Bolivia?, financiadapor el Consejo Latinoamericano deCiencias Sociales (CLACSO).

El neoindigenismoopera en la lógicade un apartheidauto provocadopara identificarsecon las víctimasde los más dequinientos añosde opresión y apartir de elloexpresar unavisión triunfalistade la políticaboliviana.

A pesar de que, en sus oríge-nes, el indigenismo emergiódesde las facciones progresis-tas de las clases dominantes,ya que históricamente dichaideología planteaba la integra-ción del indio a la nación y noasí el cambio radical de lasestructuras (que fue postuladomás bien por el indianismo), alo largo de la historia del paíshan existido notables líderesindígenas cuya identidad estabafuera de duda, así como su luchacontra el Estado neocolonial.

Es más, a partir de su críticaanti occidental, los históricos

líderes indígenas lograronapoderarse de aquella ideologíaexterna a sus horizontes y, ensus manos, convertirla en unavía de transformación adecuadaa las condiciones de margina-ción de las mayorías indígenas.Por esto, en su momento demayor desarrollo, que abarcólas primeras décadas del sigloXX, el indigenismo se estrellócontra el nacionalismo revolu-cionario, abanderado por laselites radicalizadas de las clasesmedias, y contra el socialismo yel comunismo que permearonfuertemente en el movimientoobrero. El indigenismo apropia-do por los históricos líderesindígenas terminó cuestionandoasí los uniformizadores objeti-vos modernizantes del naciona-lismo revolucionario y delsocialismo y el comunismo loscuales en esencia postulaban elexterminio cultural de los indí-genas, a través de su conver-sión pequeñoburguesa o en unejército industrial de reserva.

Pero, en una sociedad abiga-rrada y entrampada en unapermanente lucha por la hege-

monía, el movimiento indígenano era un actor unitario, eviden-cia de lo cual fue la bifurcaciónideológica que se produjo en elperiodo previo a la revoluciónnacionalista, cuando tomaronforma el indianismo, abandera-do por Fausto Reynaga, y elindigenismo que fue ligado a laideología del nacionalismo revo-lucionario. Esto último sobretodo a través de la Tesis deAyopaya, la cual planteaba lanecesaria conversión campesinade los indígenas como parte deun proyecto de modernizaciónde la economía y de transfor-mación capitalista del país. Esdecir, la transformación econo-micista del indio suponía unacondición para la debacle de laestructura oligárquica de basehacendaria, pero también «el finde la utopía indígena», pues elproyecto campesinista suponíauna ruptura con la tradiciónrebelde de la lucha indígenadependiente de posturas comu-nitaristas y autonomistas. Ade-más, desde su visión pequeñoburguesa, para los defensoresde ideologías externas al indiola transformación campesina de

éste representaba una indis-pensable condición para la cons-titución de una alianza de clasespara la destrucción de la estruc-tura oligárquica del Estado.

Así, merced al influjo del Movi-miento Nacionalista Revolucio-nario (MNR) e incluso de los his-tóricos partidos de izquierda(Partido Obrero Revolucionarioy Partido de la Izquierda Revo-lucionaria), la ruptura con elcomunitarismo se produjo másclaramente con el surgimientodel primer Sindicato Agrario, enHuasacalle. Sin embargo, casi almismo tiempo, del propio MNR,aún en ciernes se desprendía elPartido Agrario Nacional, llama-do también Asociación NacionalBolindia, conformada por alcal-des originarios, caciques apode-rados e intelectuales indígenasentre los que destacaba elpropio Fausto Reynaga.

Por tanto, el pensamiento deReynaga fue determinante parala constitución del indigenismo,tanto que sesenta y cinco añosdespués, frente al sindicalismococalero y campesino, la tesisde la revolución india reverdeció

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en manos de Felipe Quispe,quien se apropió del legado deReynaga. Precisamente, Reyna-ga planteaba la tesis de las dosbolivias, en torno a cuya relacióncontradictoria asumía que elproblema del indio no era deasimilación, sino de liberación;y el problema de clase cam-pesina era un problema de raza,de cultura, pueblo y nación. Elproblema del indio era pues unproblema de liberación india. Yen función de esta postura y conla misión de tomar el poder porla razón democrática o la fuerzarevolucionaria, Reynaga buscóconsolidar su ideología a travésdel Partido de Indios Aymaras yQuechuas del Kollasuyo o elPartido Indio de Bolivia, a travésdel cual y en las postrimerías dela revolución nacionalista, Rey-naga desafió al movimientismotriunfante con la sentencia:«como indios nos explotan,como indios nos liberaremos».

Sin embargo, el indianismolevitó siempre en el ámbito dis-cursivo; en cambio, el indigenis-mo adquirió un sentido neta-mente práctico, sobre todo conel advenimiento de la revoluciónnacionalista cuando se creó elMinisterio de Asuntos Campe-sinos y la Confederación de Tra-bajadores Campesinos de Boli-via; esta última establecidaprecisamente como una redoficialista de sindicatos. Por estomismo, el sindicalismo campesi-no quedó siempre supeditado alos permanentes jaloneos entreel izquierdismo radical, aspirantea la conformación del campesi-nado como una clase revolu-cionaria subordinada al movi-miento obrero, y el mnrismoaspirante a la constitución del«hermano campesino», paraamansar al indio arrancándolede su historia rebelde.

A pesar de ello, del ámbito sin-dical fueron surgiendo destaca-dos líderes indígenas que pesea ser capacitados por la iglesiacatólica, las organizaciones nogubernamentales y los partidostradicionales, suponían una ver-dadera representación de basepor su solo origen; pero frentea dichos líderes sindicales, refle-xionado los limitados alcancesdel sindicalismo, estudiando lapropia historia de las nacionesindígenas, discutiendo las limita-ciones del marxismo y la preten-sión homogeneizadora delmnrismo, algunos jóvenes uni-versitarios quechuas y aymarasque habían logrado ingresar ala entonces señorial UniversidadMayor de San Andrés comenza-ron a reivindicar política y cultu-ralmente lo indígena ante ladiscriminación, el desprecio y elracismo del cual eran víctimasdirectos en la ciudad; sin em-bargo, estos jóvenes termina-

ron revalorizando simbólica-mente lo indio al buscar preser-var los idiomas aymara y que-chua y al adoptar una simbolo-gía que tenía por objeto laidentificación con sus raíceshistóricas, como la imagen deTupaj Katari y la Wiphala.

Desde ese nuevo indigenismode sentido simbólico y producidoen las ciudades, surgieron preci-samente el Movimiento 15 deNoviembre (aludiendo a la fechade descuartizamiento de TupajKatari, en 1781), el MovimientoUniversitario Julián Apaza, elPartido Autóctono Nacional y elPartido de Indios del Kollasuyo.Sumado a ello, en contra de lahegemonía emenerrista y de lasinfluencias izquierdistas, en elseno de la CSUTCB surgieron lossindicatos independientes queconformaron el Bloque Indepen-diente Campesino.

En tal mosaico de posiciones,Reynaga apareció proseguidopor Raymundo Tambo, primero,y Felipe Quispe, después. Pero,reduciendo el pensamiento deReynaga a un mero fundamen-talismo el indigenismo fue sos-tenido por Constantino Lima yJenaro Flores. A pesar de susdiferencias esos líderes seconvirtieron en referentes de lamaduración del movimientoindígena, que en la etapa dicta-torial empezó a adquirir notorie-dad internacional porque susrepresentantes se encargaronde poner en relevancia el proble-ma del indio en los tribunalesinternacionales por la defensa delos derechos humanos.

Sin embargo, el indigenismode la etapa democrática nosupuso necesariamente la conti-nuación de aquélla historia, puesesa ideología adquirió un senti-do ambiguo e híbrido, porquequienes pasaron a sostenerlofueron intelectuales progresis-tas y de izquierda desencanta-dos con el socialismo real y lacaída de este régimen. De estamanera, en las condiciones dela imposición del modelo neoli-beral y de la globalización queprovocó el descabezamiento delsindicalismo obrero, esos nue-vos indigenistas buscaron cons-tituir al indígena como un fuerzarevolucionaria sin mayor propó-sito que vestir al Estado deponcho y abarcas. Se trató deun neo indigenismo reelaboradodesde las afueras del movimien-to indígena, con base en unamentalidad que naturalmentedebía contener fuertes dosis deterror, esencialmente discursivo.

Tal neo indigenismo recuperóde ese modo el sentido de suorigen, pues pasó a ser teoriza-do por q’aras apasionados porlo que política, social, históricay económicamente representa-ban las culturas milenarias. En

cambio, los indígenas con unsentido de pertenencia étnicamenos discutible pasaron a seridentificados como fundamenta-listas o radicales; es decir, comoindianistas. El indigenismo deEstado o esencialmente sim-bólico, vigente actualmente enel país, sigue siendo así externoa los indígenas y defendido porintelectuales que en sus tiem-pos de estudiantes gustaban devestir atuendos indígenas y porintelectuales urbanos que seencuentran mucho más cerca depensar el problema del indiodesde la lógica de las clasesdominantes que desde lascondiciones de marginación.

Y en ese mismo sentido, fuerade las fronteras del país ocurreun fenómeno bastante curiosoque tiene que ver con ese indi-genismo de sentido simbólico,pues éste es utilizado para sacarventaja de la situación políticaque se vive en el país. Estosobre todo por los estudiantesque llegados a universidades deotras latitudes utilizan etiquetastales como «intelectual ayma-ra», «activista quechua», «so-ciólogo aymara», «estudiantedel Qullasuyo», etc., a fin deadquirir cierto grado deautoridad en sus intervencionesque a menudo suelen serapologéticas, cuando su formade pensar no coincide con suforma de sentir ni actuar.

Tales manifestaciones fútilesno eran comunes en los durostiempos en los cuales lo indígenano pasaba por justificarsemediante meros símbolos, sinopor sí mismo. En cambio, en lostiempos del actual neoindigenismo triunfante losdiscursos y las oportunidadesde trascender pasan por buscarhacerse creíbles a través dedichos símbolos.

Sin embargo, quizá ello noresulta extraño ya que el neoindigenismo opera en función dela lógica del amo y el esclavo oen la lógica de un apartheid autoprovocado que consiste enidentificarse con las víctimas delos más de quinientos años deopresión para a partir de elloexpresar una visión triunfalistade la política boliviana. Lo quesí llama la atención es que en elplano de las comparaciones losdiscursos identitarios que seproyectan de Bolivia hacia elmundo parecen descender almismo nivel. Pues, ¿qué diferen-cia a un estudiante identificadoa sí mismo como aymara oquecha y que en muchos casosno domina estas lenguas, deuna Miss Bolivia que se presentaante el mundo como cruceña yalega que todos en su regiónhablan inglés y debe aclarar quelo dijo por «problemas detraducción»?

Por: Pepo

Los últimos pataleos delpacha-mamismo masista pareceque se dan en el exterior. En suúltimo viaje a Venezuela elpresidente boliviano lo hizo bienpertrechado de pociones ybrebajes, junto a un curanderoandino, para colaborar con elrestablecimiento de la salud delpresidente venezolano HugoChávez. Tal como andan lascosas, nuestro yatiri (o quizásch’amakani) tendrá oportunidadde hacer mejores negocios en elexterior que en Bolivia.

A propósito de Venezuela, serumoreaba que Gadafi podíabuscar asilo en ese país.Recientes informaciones nos dancuenta que el lider libio cambió deopinión: Teme que le pase lomismo que a Julian Conrado.

Estos TIPNIS son bien malitossiempre. Nuestro presidente noles tenía nadita de miedo y ahorano puede dormir tranquilo.Asustado por la gran corriente deapoyo nacional e internacional alos indígenas de tierras bajas hadeclarado que él no dió la ordende reprimirlos, que lo que leshicieron «es imperdonable», paradespués pedirles perdón... pordos veces consecutivas.

Y estos malitos TIPNIS noquieren perdonarle. ¿Como levamos a perdonar si proclamaque es inocente?, dicen. Comonuestro presidente no puedehablar mal de los indígenas sedesquita ahora hablando mal delos medios de comunicación. Connombres y todo. Ha señalado queradio Panamericana, radio ERBOLy el periódico Página Siete son losculpables de sus desdichas: sonmentiroso, complotadores ydifamadores.

En esa lista periodística de laignominia presidencial faltaalgunos periódicos que antes condelección también nombraba.Seguramente porque cambio dedueño y cambio de capitales loshan vuelto más sensatos. ¡He ahíla solución, señor Presidente!¿Por qué no hace que sus amigoscompren esos medios que tantole molestan?

Claro que, la realidad nos lodemuestra, a un medio que sevende, surge otro que dice lo quesu libre arbitrio le dicta. Y es elpúblico el que decide...

Entre medios que atacan ymedios que defienden, losdemócratas autócratas (o losautócratas democráticamenteelegidos) tienen también a suspadres Pérez. Nuestro director deFides, como buen curita, repitefórmulas aquietantes de que«aquí no pasa nada». Lo que haceestremecer es que lo mismo decíaantes de los últimos días del Goni.

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Juan Luis GutiérrezDalence*

En la obra de Fernando Untoja:

Apuntes sobrela identidad kolla

La identidad kolla debe serentendida dentro lo político. Unintento de aproximación a estetema sólo desde una visiónantropológica o sociológica,tiende a explicar el conceptodesde lo cultural, hoy entendidocomo étnico. Las consecuenciasideológicas de esta interpre-tación resbalan fácilmente ensospechas de pensamientoúnico y fascismo, pues laapelación a la comunidad étnicay sus cualidades demográficas,económicas y simbólicas,distinguiendo a un cierto grupode la sociedad como la facciónelegida para el cambio trascen-dental en la historia, abre lapregunta de la relación de estetipo de grupos con otrosgrupos, en este caso,sometidos a las cualidades delprimero. Luego se abre lapregunta por la esencialidad dela identidad étnica, quien es maskolla que quien, e inevita-blemente se pregunta también,qué es lo kolla realmente. Si laacademia responde estaspreguntas sólo lo hará demanera aproximativa y nuncatotal, una definición total sólollevaría al pensamiento único yvertical. Así el relativismocultural puede acabar realzandociertos particularismos endesmedro de la convivenciauniversal.Lo cultural va más allá de lo

étnico y encierra muchas formasde identificación que amplían lasposibilidades de acción de losindividuos. Si bien existe en loshechos un conjunto de maticesétnicos raciales, encerrar elproblema de lo social en estavisión solo puede traerrespuestas bajo ese mismolenguaje: en términos racistasy etnicistas, que por último sonlos términos en que la iglesiacatólica y la corona española seaproximaron a los nativos de

estas tierras. Por esto creo quepara Untoja el indianismo es unaposición reaccionaria y colonial.Para no caer en esta trampa

escolástica, hay que empezarpor aproximarse a otro lengua-je. Ese lenguaje parte de lopolítico al ser un campo de luchapor la significación de los signos.Entonces, en ese campo noimporta que ES la realidad delos hechos sociales, económicosy culturales, siempre relativos ala interpretación del paradigmade turno, sino la capacidad deresignificar, de dar otra forma.Así, considerarse kolla es unacto político antes que unarealidad étnica histórica o social,es una forma de visibilización,de representación de variosclivajes étnicos, sociales,económicos y lingüísticos en unsólo ente, y como esto encierrauna complejidad que porhonestidad intelectual se lasdejamos a los investigadores, eldiscurso apunta a la refundaciónde los signos bajo la ficción dela política y su máquina desueños: el Estado.De esta forma, creativa, mito-

lógica, surge lo kolla como unser nuevo, reinstaurado en lahistoria presente, es decir:hecho historia viva. Lo que eslo kolla desde el pasado siguesiendo explorado por la aca-demia para nutrirlo de lenguajes,pero lo kolla se transforma enun sujeto actuante a partir desu incorporación, en los hechospresentes, a una comunidadpolítica; así lo kolla actúa, estáen el mundo de la acción, y dejade ser un sujeto pasivo blancode las etiquetas y categoríasacadémicas-esco lás t i cas -eclesiales. En la comunidadpolítica -el Estado- el/la kollapueden actuar, representar, ycambiar la realidad de su entor-no, en la comunidad política elkolla debate su lugar de repre-sentación legitimado dentro delmercado de intercambio debienes -el ágora- adquiriendopropiedad y reproduciendo lariqueza, debatiendo un lugarpropio, auténtico, y por tantocreando formas de colabo-

ración y lenguajes parareproducir estas formas.Existe un nivel de identificación

con la comunidad cercana, luegocon el estrato social y por últimocon la comunidad política. Laidentidad kolla, ubicada en elnivel de lo político, es una formade crear y ejercer ciudadanía através de formas de relacio-namiento en el mercado frenteal Estado, a partir de su formade hacer negocios, en el uso dela tierra y en el trato con otros.De esas formas los legisladoresy juristas deben pensar cuálesson necesarias formalizar enleyes. Sus formas de hacer lascosas entran en disputa conotras formas de hacer lascosas, pero no por cualidadesétnicas y de tradicionesmarcadas por la comunidadcercana, sino porque es partedel mercado público de inte-reses, motivaciones y deseos,y está en los hechos relacio-nándose con otros, influyendoy siendo influido, debatiendoqué es lo público y lo privado,lo propio y lo ajeno: en ladinámica de lo universal, y norecluido en su comunidadparticular.La identidad política a pesar de

ser más compleja que otrosniveles de identificación, es másflexible en su tratamiento de lopúblico, pues apela a la librecompetencia de los actoresagrupados por afinidad deintereses económico-políticos yno a la rigurosidad de las formastradicionales. De esta forma,desde lo político, el kolla es loque le da la gana ser, lo quedesde el mito creador podrá ser.Lo kolla se plantea como untema de ejercicio ciudadano: esser un ciudadano kolla, es decir,de tipo kolla, con tales cos-tumbres ciudadanas, muestra yejemplo a otros grupos de loque significa comportarse comokolla, lo cual activaría unamecanismo de identificación querompería las fronteras de loétnico -siempre cercano a loracial- y pasaría a la iden-tificación por afinidad, por gusto,es decir, por una elección.

En este punto tambiénencontramos una apelación a laparticularidad en una perspectivaeconómica-política: hay unaforma de ser ciudadano kolla lacual integra un lugar en elmercado y un lugar frente alEstado. Para no caer en unainterpretación clasista, laidentidad kolla abre nuevamentesu caja de pandora, sus mitosconstitutivos y actualiza unaparticularidad al plano de louniversal. La dinámica entre lopropio y lo ajeno que vive através de lo kolla en una formade estar en el mercado y frenteal estado, apropiando, deli-mitando, definiendo, represen-tando, es una dinámica comúnal resto de identidades políticasde Bolivia.En «el retorno al ayllu», tras

un estudio económico de lacircunstancias del país en suetapa de colisión entre lasestructuras andinas precolom-binas, -el ayllu- y las españolasmodernizadoras, el capitalismo,se revisa los modelos dedesarrollo que implicaba lacreación de excedente para lanueva formación social, la boli-viana. Este estudio encontrarála tensión entre lo propio y loajeno como un paradigma de lamentalidad que sufre esteimpacto. Lo kolla sería loboliviano también.La apelación a los mitos cons-

titutivos tiene un giro más en laobra. En la parte introductoriase realiza un estudio filológicocomparativo sobre la dinámicalingüística ente lo propio y loajeno, como modelos explica-tivos de la formación simbólicaaymara y griega. Este primergiro constituye la sustentaciónparadigmática de la explicaciónque va construyendo laidentidad kolla, y la dinámica delayllu como modelo particular-universal de pensamientosimbólico, de dinámica econó-mica y de acción política.El paradigma que busca ser

remplazado, el paradigmacolonial, sustenta su trans-formación en el sintagma. El eje

* Realizó estudios en ciencias políticasy filosofía. Continúa en la página 7

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Paúl Antonio Coca SuárezArana*

Próximas elecciones de magistrados:

Implicaciones y alcancesdel voto nulo

El año 2008, el actualgobierno pretendiódeslegitimizar losreferendos por losEstatutos Autonómicosen Pando, Beni, SantaCruz y Tarija,argumentando que elvoto nulo, más elblanco y el ausentismoson sinónimos de quela gente rechazó talesEstatutos; entonces,con toda lógica yamparados en estafórmula que el MAS

utiliza, tendremos quesumar el ausentismo,el voto blanco y losnulos para demostrar,con números enmano, que laspróximas eleccionesde magistrados fue unfracaso.

El voto NULO es aquel en dondeel ciudadano no marca por unaopción valida, es decir, marca pordos o más (cuando lo permitidopor franja o candidatura es unasola marcación), cuando escribeen la papeleta electoral, cuandola rompe o da signos de que novotará por nadie (a diferenciadel voto en blanco que es nodar marca alguna en la papeletaelectoral sino depositarla en elánfora tal como se la recibió, enblanco). El voto nulo puede seraccidental o intencional. Comoel voto es secreto, la personaque revele públicamente porquién votó, se anulará su voto;

de igual forma, si introducimosal ánfora una papeleta que noes la oficial, también se anula elvoto.El votar nulo (o anular el voto)

no significará que este voto secomputará como válido, puestoque el nulo es nulo y el blancoes tal, pero a nivel social tieneun fuerte impacto, el cual esrepresentar protesta ciudadanacontra los actos de un Gobierno,a tal punto que si la cantidad devotos nulos es mayor a la devotos válidos, significará desle-gitimización de los candidatoselegidos por el voto válido endicha elección además que lagestión gubernamental quepromovió dichos comiciostendrá que repensar su actuarpara con la ciudadanía.No se contempla en la legisla-

ción electoral boliviana la figurade que si los votos nulos sonmayores que los válidos seinvalidará el proceso, razón porla cual solo se computan losvotos válidos.Hasta principios de este año,

los miembros del Partido ObreroRevolucionario (POR), desde queperdieron rotundamente en laselecciones de 1985, fueron losabanderados, sin éxito, del votonulo, pero jamás recibieron san-ción alguna puesto que el efec-tuar propaganda para que laciudadanía anule el voto es underecho democrático consagra-do en la Constitución Política delEstado, por lo que se representaahora una paradoja, puesto quequien efectúe campaña por elvoto nulo será enjuiciado.Los bolivianos encararemos un

proceso electoral inédito (Elec-ciones del Órgano Judicial eldomingo 16 de octubre), quepudo haber sido un referente deconstrucción de institucionali-dad, de compromiso con la justi-cia, que podría haber devuelto,con el tiempo, la confianza ciu-dadana a nuestra cuestionableadministración de justicia, don-de siempre era el cuoteo políticoel que designaba a las máximasautoridades de este órganoadministrador de justicia.Los bolivianos siempre quisi-

mos una administración de jus-

ticia que responda a los intere-ses del pueblo, en honor a laverdad, en donde la honestidadsea la que predomine en lasautoridades, para así eliminar elestigma de que quien posea másdinero sea quien gane un juicio,en donde el ciudadano puedadormir tranquilo sabiendo quela justicia iba a responder deacuerdo a los hechos ciertos.Teníamos esa posibil idadeligiendo a las máximas autori-dades del Órgano Judicial connuestro voto, es decir, elegir anuestros iguales para que nosrepresenten y administrenjusticia, pero ello fue una ilusiónya que primó el cuoteo políticoa la hora de la designar loscandidatos, en donde un solopartido utilizó la «dedocracia»para «escoger» a los candidatosy decirle al pueblo «ellos son loscandidatos, voten por cual-

quiera de ellos ya que elresultado será el mismo».Estás elecciones serán las más

inéditas de la historia boliviana,puesto que un grueso sector dela población ni siquiera conocea los candidatos, quienes, porcierto, están impedidos deefectuar campaña alguna bajopena de inhabilitación; es decir,iremos a las urnas a ciegas aelegir al azar o por la cara delcandidato o candidata. Loirónico del caso es que se estáprohibiendo efectuar campaña alos propios candidatos, sesancionará a quienes promue-van el voto nulo, pero el TribunalSupremo Electoral (TSE) es elúnico que puede realizar cam-paña a nombre de los candi-datos bajo la figura de «difusiónde méritos», lo cual no es másque efectuar campaña políticapor y para los candidatos, en

* Abogado y docente universitario.

El gobierno boliviano ha dispuesto penalizar toda campaña por el voto nulo en las proximaselecciones judiciales. Esta disposición ha sido públicamente desafiada por el partido delactual alcalde de La Paz, que abunda en propaganda por el voto nulo en las calles paceñas.Sin embargo, la principal contestación a la obligatoriedad de votar validamente se la hacemediante una intensa movilización a través de los mediso alternativos, principalmente la redelectrónica. La foto corresponde a una ilustración en ese sentido extractada de las redessociales.

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donde dicha campaña queefectúa un Órgano del Estado(como lo es el Electoral) se lohace con el dinero de todos ycada uno de los bolivianos.A fin de cuenta, la cifra de 118

candidatos serán elegidos conel voto, en una papeleta electoralque medirá casi un metro, endonde existirán las siguientesfranjas: Tribunal Supremo deJusticia, Tribunal Agroambiental,Consejo de la Magistratura yTribunal Constitucional Plurina-cional.Prohibición y penalización

de la campaña por el votonulo

Penalizar el voto nulo no esmás que una solución sin piesni cabeza que no beneficia anadie, puesto que el voto nulono sólo es un derecho democrá-tico, sino que está garantizadopor la Constitución Política delEstado, la Ley del Órgano Elec-toral y con el artículo 161 de laLey de Régimen Electoralestipula la existencia, y por endela validez, del voto nulo.Existe el derecho a la libre

expresión, al disenso, a votarpor la opción que uno desease,a efectuar campañas por elcandidato de preferencia,derechos establecidos en laConstitución aunque, noobstante, se prohíbe hacercampaña por alguno de loscandidatos a los cargos en lasElecciones del Órgano Judicial,pero lo paradójico del caso esque quienes hacen campaña porel voto nulo, no hacenpropaganda para ninguno de loscandidatos.¿Y si queremos anular nuestro

voto?, ¿Acaso deben habersanciones a este derecho?,¿Acaso no podemos pensardiferente en un Estado endonde existe democracia ytolerancia?, ¿Será correctoapoyar a candidatos que noconocemos y que no sabemosqué ofrecen? ¿Por qué seexcluye al área rural del país deun derecho claro como es elconocer a candidatos por loscuales votarán? puesto que sien las ciudades se los conocepoco, nos imaginamos cómoserá en provincias, es decir,existirá un total desconoci-miento, pero tampoco nosolvidemos del rol de Canal Siete«Bolivia TV» que está promo-cionando, en franca violación alas reglas electorales, a loscandidatos afines al Gobierno,pero nadie puede hacer cumplirla norma.Sectores de oposición iniciaron

una campaña por el voto nulo,que ha sido penalizada por eloficialismo en consonancia conel Órgano Electoral Plurinacional,

en donde la gente, en vez decallarse por miedo, intensificapor todos los medios dispo-nibles una campaña para que losciudadanos anulen el voto. Escierto que los votos nulo yblanco no ingresan en loscómputos válidos, pero es unaprotesta social que posee todociudadano que no está deacuerdo con actos del gobiernode turno, en donde sirve paradeslegitimizar un procesoelectoral, en donde lo legal seráque los candidatos que tenganmás votos sean los elegidos,pero a mayor cantidad de votosnulos, menos legitimidadgozarán dichas autoridades.Abstencionismo + voto

blanco + voto nulo =Fracaso eleccionario

El fantasma del abstencio-nismo, en estos últimos años,ha sido desterrado, en dondese redujo primero a un 18% en2005 y luego a cerca del 2% en2009. El domingo 21 de julio deeste año, en el Suplemento«Animal Político» de La Razón,el Vicepresidente Álvaro GarcíaLinera afirmaba lo que muchosesperaban: Que el ausentismobordeará el 40%, razón que noparece preocuparle al actualGobierno puesto que lo ve como«normal» y «previsible», puestoque apelará a su militancia parallevar adelante este proceso yluego calificarlo como exitoso ycuestionar a quienes llaman alvoto nulo.Recordemos que en 2008, el

actual gobierno pretendió desle-gitimizar los referendos por losEstatutos Autonómicos enPando, Beni, Santa Cruz y Tarija,argumentando que el voto nulo,más el blanco y el ausentismoson sinónimos de que la genterechazó tales Estatutos;entonces, con toda lógica yamparados en esta fórmula queel MAS utiliza, tendremos quesumar el ausentismo, el votoblanco y los nulos para demos-trar, con números en mano, queeste proceso será un fracaso.A fin de cuentas, con la varacon la que mides, serás medido.De igual forma, el 22 de

agosto, en ocasión del ampliadode organizaciones sociales y delMAS realizado en la CasaCampestre de Cochabamba, esegrupo político instó a sumilitancia a que se vote por loscandidatos y anticipó que quiereganar estas elecciones «conmás del 60 por ciento, con elsí», para que sea el séptimotriunfo electoral del MAS.Entonces, si se quiere penalizara quienes promueven el votonulo, ¿por qué no se hace lomismo con los promotores delvoto válido, en donde sí se instaa votar por ciertos candidatos?

paradigmático del lenguaje seencuentra en un planoinmanente al funcionamientode nuestra mente colonizada;en el nivel paradigmático, através del proceso de análisis,se devela que las unidadessignificativas se encadenan enuna función lógica: O, es decirlas disyunción, la menteinstaurada en el eje para-digmático elige O este O esteO este… su cadenas signi-ficativa se basa en la exclusiónde otras formas: o…o…o…..En el nivel sintagmático,visible en el acto del habla, lacadena significativa seconstituye a partir de la lógicaconjuntiva (Y) y…y…y… seunen las palabras y signi-ficados, y formamos lo quedeseamos decir.

Si pensamos a nivel paradig-mático, es decir en el nivel dela disyunción: O este O este,el dilema propio/ajeno será,O lo propio O lo ajeno, yparadójicamente será elparadigma colonizador, puesverá tan diferentes a los otrosque planteará: O estás conellos O estás con nosotros(de ahí los barrios de indios).En cambio en el nivel sintag-mático la conjunción une, ycon eso comienza el acto dehabla, hecho presente,entonces en la dinámicapropio/ajeno, la opción sin-tagmática seria: Y propio Yajeno… propio Y ajeno almismo tiempo. Entonces seentiende porque Untoja diceen sus entrevistas que él vecon un ojo aymara y otrooccidental. De ahí el poder delaymara por entremezclarse enlas dinámicas de otros gruposétnicos, de ahí el español quese habla en La Paz, unayamara-ñol, o la práctica delpijcheo en el oriente, llamadoboleo, o el gusto por lamúsica andina en las élitessudamericanas y hastaeuropeas. Es una conjuncióny no una disyunción comoquisieran los teóricos de lalucha de clases.

A través del sintagma, de laconjunción, se rompe elparadigma dominante queprefiere diferenciar y alejar, esdecir discriminar-disimulada-mente, y se unen ambosmundos creando algo nuevo.

De ahí la atracción por pensar,desde Franz Tamayo hastaUntoja, en la construcción deuna nación poderosa como elJapón que combina suscaracterísticas culturales conla dinámica del capitalismomoderno y occidental.

Cuando los jesuitas llegan aestas tierras crean escuelasy reservorios indígenas paradomesticar al diferente ymantenerlo como tal en lasociedad de castas que hoytodavía reproducen lasizquierdas actuales bajo susenfoques postmodernos.Bajo el eje paradigmático, laizquierda indigenista repro-duce la diferencia (O) comomodelo de pensamiento y noteme hacer de los territoriosindígenas reservorios tipoSiux.

Los kollas hoy están enciudades y campos, en eloriente y occidente, en elexterior y en el país, conjun-cionándose con el mundo ylos otros, sin dejar de seraymaras, adquiriendo propie-dad y ciudadanía mundial porsus obras, y entre ellasdestaco la labor de FernandoUntoja como intelectualaymara-kolla, para Bolivia y elmundo.

La dinámica de la ciudadaníakolla, que es kolla o desea serkolla, toma elementosculturales pero con el fin deencajarlos en dinámicaspolíticas para su poten-ciamiento, en el mercado yfrente al Estado, en un juegode apropiación que pivotea elmundo de lo propio y lo ajenocomo sustrato para el cambioen el presente y la proyeccióna futuro. De ahí que se debaaprender a ser kolla si sequiere los resultadoseconómicos-políticos de suvivencia, hoy en día acumu-lación de capital económico,simbólico y político. Comodiría mi amigo filosofo MarceloValero, lo kolla no es, sino,es estar siendo, es decir, noes algo fijo -como quisieranlos intelectuales del poder:una cultura de museo y parala foto, sino es algo enmovimiento, en conjuncióncon el mundo, cambiándoloen sus actos de reflexión:entre lo propio Y lo ajeno.

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Consecuencias del conflicto TIPNIS:

Réquiempara el Estado PlurinacionalIván Altamirano Medina*

¿Está muerto el proyecto de Estado Plurinacional? El problema del TIPNIS ha demostrado debilidades del actual gobierno, perotambién errores congénitos. No puede haber discordancias tan grandes entre la teoría y la gestión, como las que se revelaron enel enfrentamiento entre gobierno e indígenas de las tierras bajas. Es quizás hora de que los planteamientos cambien y que sereconsideren paradigmas. En la foto, en las puertas de la iglesia de San Francisco en La Paz, el campamento del grupo que hacevigilia permanente en apoyo de las reivindicaciones de los indígenas del TIPNIS. Foto: Pukara

El EstadoPlurinacionaldebió ser laaplicación de losprincipios dedemocracia yeconomíacomunitaria, talcomo expresa laConstituciónPolítica delEstado. La crisisdel TIPNIS es elcertificado dedefunción de estesupuesto EstadoPlurinacional.

* Iván Altamirano Medina es abo-gado, docente universitario, consul-tor y asesor de pueblos indígenasdel Oriente [email protected]

Domingo 25 de septiembre de2011 será recordado a lo largode la historia de este trágico yfunesto país (no por supoblación – sino por sus gober-nantes), como el día de muertedel falaz estado Plurinacional, eldía, en el que cobardementemataron el patujú y su mundoque le rodeaba.Se impusieron los emuladores

de los “jacobinos”, losRobespierre; los neo Maquia-velos, sujetos desubicadoshistóricamente, pues debieronhaber entendido que lo señoresantes mencionados, tuvieronvigencia en el Renacimiento(siglo XV al XVIII) o sea poco

más de 300 años. Y, no deberánolvidar (excepción de Maquia-velo), que terminaron en laguillotina. El pueblo sabe – elpueblo es sabio.No será el discurso

pachamamista el queconcretice un EstadoPlurinacional

Mucho se ha especulado sobrecuáles debieran ser las estra-tegias, tácticas y procedimientospara lograr concretizar en larealidad, el Estado Plurinacional,naturaleza socio política yjurídica del estado boliviano,conforme describe el artículoprimero de la ConstituciónPolítica del Estado.Es cierto que la concreción de

un Estado multinacionalimplicará el establecimiento depolíticas públicas que posibilitenla consolidación, en primertérmino, de las nacionesincorporadas a este estado y,en segundo término el respetoy vigencia de derechos acor-dados para estas naciones. Enotras palabras no serán sufi-

ciente frasecitas y discursitospachamamistas o la celebraciónde ritos en el palacio quemadoo la masticación por toneladasde la “hoja sagrada” en elparlamento y otras institucionespúblicas, las que logrentrasuntar de la mera especu-lación indigenista y medio-ambientalista al establecimientoreal y concreto de las naciones,componentes de éste EstadoPlurinacional.Las palabras: plurinacional,

comunitario, intercultural,descentralizado, autonomías,pluralidad, pluralismo político,pluralismo económico, plura-lismo jurídico, pluralismocultural, pluralismo lingüístico,son categorías jurídicas quetiene un contenido político,económico, social, ideológico ysobre todo jurídico; por tantoconllevan, vigencia, respeto,ejercicio, cumplimiento,coercibilidad, etc.Prácticamente, las recientes

acciones gubernamentales handemostrado que las categorías

jurídicas expresadas en elartículo primero de nuestrotexto constitucional (señaladosup supra), son solo palabrashuecas, sin sentido, que sólohan servido para discursosrimbombantes, falaces yposicionarse en el mundo, comolos defensores de los “eterna-mente oprimidos” por loscultores y practicantes delliberalismo.No me corresponde hablar bien

de nadie y menos de los deno-minados “oligarcas – liberales”,pero tengo el derecho deexpresar por un mínimo desentido común, que llama laatención que los “oligarcas yliberales” que anteriormentefungían de dignos militantes delas expresiones partidarias deesa corriente ideológica (MIR –ADN – MNR – UCS entre otros),hoy se constituyan en laantítesis y bajo el rotulo demasistas, opinan, mienten,engañan, tergiversan y actúan.En mi opinión debemos

ponernos de acuerdo en cual el

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contenido de cada uno de losadjetivos señalados, pues casocontrario seguiremos con lafarra folklórica y bien aventuradaverborrea, pero vacía decontenido.Qué se entiende por

Plurinacional

Plurinacional es un conceptoque engloba entre otrosaspectos el reconocimiento dela diversidad de nacionesdistintas a la nación predomi-nante. Este reconocimientoexpresa además la asignaciónde derechos y deberes, losmismos que se encuentranexpresados en las normas delderecho internacional y leyes dedesarrollo de la constitución.Se tiene que al interior del

estado boliviano, viven y hanconvivido diversas naciones quede acuerdo a su ubicaciónpodemos clasificarlas enpueblos y naciones de tierrasaltas (quechua – aymara) ypueblos y naciones de tierrasbajas (no podría precisar elnúmero de ellos, pues no sedebe confundir nación con lacantidad de lenguas señaladasen el artículo 5 de la CPE). Sinembargo, por la información quese tiene, serian 34 pueblos. Eneste contexto el carácterplurinacional, implica el recono-cimiento de todas las nacionesen igualdad de condiciones, sindistinción alguna y lo que es másimportante, ninguna se encuen-tra sometida a otra o, con menorimportancia respecto a lasdemás. Por tanto, las prefe-rencias manifestadas porfuncionarios del gobierno(ejecutivo, legislativo, judicial yelectoral), resultan absoluta-mente inconstitucionales eilegales.Cabe señalar (si mis datos no

me fallan), que por lo menos 118veces se cita en la ConstituciónPolítica del Estado el adjetivoPLURINACIONAL.Se ha demostrado, con la

intervención sangrienta ycobarde a la marcha indígena delTIPNIS, que primó la inconse-cuencia y desfachatez. Se debeser más honesto y modificar eltexto constitucional dePLURINACIONAL a TRINACIONAL:AYMARAS – QUECHAS YMESTIZOS y pare de contar.No se respeta la

democracia comunitaria

El concepto «comunitario»hace referencia a común. En elcontexto de referencia, debe serentendido como la existencia derelaciones de producción (con-cepto marxista) emergente demodos de producción concarácter colectivo, sustentadosen el derecho de propiedad de

la tierra y de los recursosnaturales existentes en dichoterritorio, también con caráctercolectivo. Ahora esto suponetambién la existencia de unaeconomía y una visión de desa-rrollo probablemente distinta aldesarroll ismo liberal (tanvilipendiado por lo actualesgobernantes, y sin embargoasumido por ellos), sustentadoen relaciones de reciprocidad ycomplementariedad (señaladofrecuentemente por Filipo).El actual texto constitucional

determina dos ámbitosfundamentales en los que debeser comprendido el caráctercomunitario:Por un lado, lo señalado en el

artículo 11 que la democracia enBolivia se ejerce además dedemocrática participativa yrepresentativa, por la demo-cracia comunitaria; es decir, quelas formas y mecanismos deexpresión democrática de lasnaciones se respetan, garan-tizan y protegen, así como suinstituciones. Sin embargo cabeadvertir que todo esto es unafalacia, puesto que el candado“…conforme a ley”, ha impedidoque las naciones puedan ejer-citar sus normas y procedi-

miento propios en la confor-mación de los órganos de poder– legislativo – judicial y electoral,por tanto poco importa que esteo no en el texto sagrado.¿Economía comunitaria?

El otro ámbito fundamentalrespecto a lo comunitario tieneque ver con lo dispuesto por elartículo 306 que señala que elmodelo económico boliviano, denaturaleza plural, supone elreconocimiento y articulación delos tipos economía imperantestales como: comunitaria, esta-tal, privada y social cooperativa.En este sentido el reconoci-miento de la economía comuni-taria supone también la vigenciay validez de las formasasociativas colectivas en elaprovechamiento de los recur-sos naturales, que por la mismaconstitución, los pueblos ynaciones indígenas tienenderecho preferente a su explo-tación. Es decir, en el caso delTIPNIS, los cocaleros nadatienen que hacer en un territorioindígena.La inexistencia de un

verdadero pluralismo

El Pluralismo en los terrenospolítico, económico, jurídico,cultural y lingüístico denota

vigencia, reconocimiento,respeto a muchas (formas,instituciones y acciones) enoposición a lo mono (uno). Esdecir, el estado Boliviano alreconocer el carácter multinacional (para no seguirredundando en lo PLURI), supo-ne la vigencia de las formastradicionales de conformaciónde órganos de poder y parti-cipación política – artículo 21 ysiguientes de la CPE; vigenciade sus formas tradicionales deadministrar justicia mediantesus normas, procedimientos einstituciones propias – artículos178 y siguientes de la CPE;respeto a su identidad y alderecho de manifestarse comofueron concebidos antes que seconstituya la república, su modode ser, su visión de mundo yfinalmente sus lenguas elevadashoy a la categoría de idiomaoficial – artículo 5 CPE.Todo eso debió haberse hecho.

Pero sucedió todo lo contrario:se mintió, se engañó condiscurso rimbombantes ydisfraces plagadas de folclore yverduras.QUE EN PAZ DESCANSE y

DE DIOS GOCE, EL ESTADOPLURINACIONAL.

El fracaso del culturalismoPedro Portugal Mollinedo

La crisis como consecuencia del tratamiento al problemadel TIPNIS, tiene muchas facetas. Una de estas nos pare-ce esencial; es la que inspiró el universo discursivo delactual gobierno y la aplicación de varias de sus políticas yque tiene también relación directa con el problema delTIPNIS. Nos referimos al culturalismo.El culturalismo, en sus diferentes versiones, es la con-

cepción según la cual el problema social en situación depoblaciones diversas se reduce, en definitiva, al tratamien-to de las relaciones culturales. Como estrategia socio po-lítica el culturalismo surge para tratar el problema de losmigrantes y de minorías nacionales en sociedades alta-mente industrializadas. Esta estrategia se definió bajo elnombre de multiculturalismo.En los países llamados del Tercer Mundo o subdesarro-

llados, el multiculturalismo ingresó hace décadas comoestrategia de los organismos internacionales y de ONGs,inicialmente como enfoque educativo. Para entonces laslimitaciones del multiculturalismo (que significaría una re-lación estática entre culturas, susceptible de mantener es-quemas de dominación y de poder) se quisieron remediarmediante el interculturalismo (que indicaría una interrelacióndinámica, propensa a desarrollar dinámicas de cambio, co-municación e igualdad). El resultado de estas corrientesfue una hegemonía de pensamiento en el campo de lasciencias sociales, apoyada en una sólida y costosa buro-cracia internacional, de ONGs y de instituciones locales.Como política de estado el culturalismo fue instrumentado

por gobiernos conservadores que vieron en la diversidadcultural una manera de contentar a los organismos inter-nacionales con supuestas políticas de reconocimiento deidentidades, políticas que finalmente no eran sino instru-mentos de dominación. Los gobiernos populares, de iz-quierda y «de cambio», de reciente vigencia en el conti-nente, aplicaron también las recetas culturalistas, dándo-les una intención revolucionaria. El gobierno de Bolivia cre-

yó, por ejemplo, que el «reconocimiento de la dignidaddel otro» era la solución de los problemas sociales yestructurales. En esta lógica, se llegó al recurso mági-co de cambiar el nombre para transformar la realidad.Modificando el nombre de la organización de losmigrantes andinos en tierras bajas de Confederaciónde Colonizadores a Confederación de ComunidadesInterculturales, el gobierno imaginó que esos migrantesse dedicarían a hacer rondas interculturales con loshabitantes originarios de esos lugares. Los recientesenfrentamientos en el TIPNIS seguramente sacarán deese sopor intercultural a los burócratas plurinacionales.

La plurinacionalidad, consagrada en la nueva Consti-tución, se basó en supuestos de diferencia (económi-cos, jurídicos y políticos) de imposibilidad ejecutiva yque están al origen de la actual crisis del TIPNIS. Elgobierno, asumiendo cánones culturalistas, se dedicóa organizar matrimonios colectivos, proclamar años nue-vos aymaras, hacer rituales propiciatorios, difundirperoratas pachamamistas y otras folcloridades pareci-das. Cuando este gobierno se vio enfrentado a crisisagudas (el llamado gasolinazo y el reciente problemadel TIPNIS), de nada sirvieron esos exorcismos cultu-rales para interpretar y solucionar esos problemas. Así,el culturalismo en el contexto de regímenes populistasde izquierda, es también instrumento de dominación,pero con añadidos bufonescos y retardatarios.

El culturalismo perenniza y agrava la situación coloniale infantiliza al indígena que lo asume. Enajena alcolonizado su capacidad social transformadora y loconvierte en un ser esencialista. La naturaleza de losproblemas en países como Bolivia son históricos yestructurales. Se trata de descolonizar, no comoalgarabía posmoderna, sino como urgencia realistanacional que tiene componentes sociales y económicoscon un necesario enfoque unitario y contemporáneo.

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Antonio Perez*

En la revista de Tintin Le temple du soleil (El templo del sol), Tintin rescata a unpequeño indio (¡cuyo nobre es zorrino!) maltratado por mestizos. En agradecimien-to, el niño les guiará hasta el último refugio de los Incas. La historieta vehiculiza laidea del indígena ingenuo presto a poner a disposición del extranjero sus tesoros,su pasado y su identidad.- Y bien zorrino, mi pequeño, fue por poco....- Tú todavía salvar a mi, señor Tintin.

En octubre de este año 2011,un tsunami de mierda inundará elmundo: laTintin-manía. La engen-drará el director de cine StevenSpielberg cuando estrene su últi-ma basura, la película Tintin, elsecreto del unicornio. Los sínto-mas de este grave atentado con-tra la moral, la razón y la Historiaserán la infantilización de lasaudiencias, el retroceso en elconocimiento de los indígenas delmundo y la entronización definitivade Tintin y sus cómplices, unoshéroes culturales nacidos del fas-cismo a cuya derrota militarsobrevivieron disfrazados deaventureros paternalistas.

Por su parte, Spielberg tambiénha evolucionado y no precisamen-te a mejor: comenzó burlándosede la paranoia consustancial a lacultura gringa —un alarde técnicosu película sobre el camiónasesino— y continuó su carreraestimulando esa misma paranoiamediante alardes propagandísticosa cual más facilón y más rentable.

Lo instructivo del inminente tsu-nami radica en que un industriososionista termina glorificando a unhéroe nazi. Money is money… yno huele. Los extremos se tocanporque ambos han mutado. Se handespojado de ornamentos obso-letos, pero conservan su esencia.

En las siguientes líneas analiza-remos este fenómeno desde elobservatorio de los amerindios, lamejor de las atalayas cuando sequiere evaluar la raíz, el disimuloy la perseverancia de la proverbialprepotencia de Occidente.

Detalles preliminaresLos mitos de la timidez y de la

documentación. El fabricante deTintin, el belga Hergé, tiene famade haber sido un humilde einfatigable trabajador que sedocumentaba ‘exhaustivamente’.En realidad, Hergé no era ningúneremita sino, al comienzo, elcapataz de un equipo de decenasde personas y, una vez famoso,el presidente de una transnacio-

nal. No fue un forzado de la plumasino un tiburón de las finanzasmundiales. Conviene afirmarlo por-que, en la derrota, nazis e inte-gristas religiosos se camuflan enhumildes penitentes solitarios.Basta ojear sus álbumes paradarse cuenta que la ambientaciónde sus historietas es un pastichede lugares comunes al alcance deldocumentalista más abúlico ymenos escrupuloso. ¿Se podíaesperar algún rigor o algunaverosimilitud de un propagandistaultracatólico que, como veremosmás adelante, era el protegido deun cura nazi?1

Un solo ejemplo de la exactitudy fidelidad de sus reconstruc-ciones: en La oreja rota, aparecendos supuestos pueblos indígenasamazónicos, los «Arumbaya» y los«Bíbaros». Éstos últimos reducencabezas como hacían los Jíbaroreales pero visten túnicas comolas cushmas, quienes viven en unlugar muy lejano del territoriojíbaro. Además, adoran a unrudimentario tótem desconocidoen toda la Amazonía.

La escenografía de los Arumbaya,vecinos selváticos de los Bíbaros-Jíbaro, es igualmente inverosímil.Más aún, la estatuilla que les fuerobada por una expedición dizquecientífica —este sí, detalle másque verosímil—, está copiada deuna pieza almacenada en unmuseo de Bruselas, que de amazó-nica no tiene nada pues pertenecea la cultura Chimú (Perú). A lafrivolidad documentalista deHergé, se auna su desprecio porla obra indígena pues la motejade «fetiche». Dicho de otra forma,la espiritualidad indígena es simplesuperstición fetichista.

Hergé demuestra también suprovincianismo cuando utiliza eldialecto de sus vecinos, elMarollien (de Marolles, barrio deBruselas), para venderlo como elsupuesto lenguaje de losArumbaya. Así, esos indígenasamazónicos discuten sobrekarahbistoup (carabistouilles,localismo bruselense, = minucias,pamplinas) o, frecuentemente,están kwout (= enojados).

La ausencia de mujeres.Castafiore y las otras trecemujeres que aparecen en Tintin2

son siempre personajillos risiblescuando no despreciables. Sontontas, pobres e ignorantes pero,sobre todo, perversas. De ahí quealgunos hayan deducido queTintin-Hergé era homosexual,conclusión que robustecen adu-ciendo las vivencias de un Hergéadolescente dominado por el curaWallez y por el caudillo Degrelle.Conclusión seguramente apresura-da, porque no hay relación causalúnica e ineluctable entre todosesos hechos. Vayamos a lo seguroy dejémoslo en que Hergé fue unacomplejado ante las féminas y,desde luego, un misógino.

El apoliticismo.Igual que los naziscuando están de retirada, Hergépresume de apoliticismo y aparti-dismo: «no soy ni de derechas nide izquierdas». Sin embargo, suprincipal lectura juvenil fue LeCrapouillot, LC (= el mortero detrinchera; 1915-1996), una típicarevista ‘de trinchera’. Pero LC,rudimentario panfleto dirigido anarcotizar a los soldados antes demandarlos a la muerte, disfrazósus aviesas intenciones bajo guisade revista de vanguardia, preten-

sión que mantuvo incluso cuandofue absorbida por Minute, vocerode la ultraderecha francesa.

Poco interés tendría nombrar auna lectura juvenil si no fueraporque su pretendida modernidadpone de relieve la atracción quemuchos pseudo-izquierdistassufren por las innovaciones mera-mente formales. Basta un poco deextravagancia y un mucho delenguaje explosivo para que esosincautos no vean el fondo nazi derevistas como LC. Hergé aprendióen este panfleto cómo disimularsu nazismo de manera que, hastael día de hoy, públicos humani-tarios siguen cayendo en latrampa de la neutralidad y launiversalidad de Tintin.

Anton Zischka (1904-1997),periodista austríaco que tuvomucha influencia sobre Hergé,personifica ese mundillo pantanosode entreguerras en el que chapo-teaban pillos, vanguardistas auto-nombrados, ingenuos y ‘apolíticos’de toda condición. Zischcka estu-vo al servicio de la propagandanazi (fue militante del partidonacional-socialista), pero lo hizo

Los «comics» no son inocentes:

Del fascismo al paternalismo:los amerindios vistos por Tintin

* [email protected]

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desde una posición tecnocrática.Ese disfraz,sumado a su enormefama, le granjearon tanto suinfluencia sobre los nazis más omenos vergonzantes como elperdón de los vencedores de la IIGuerra, de manera que pudoexiliarse en la España franquistadonde murió como un respeta-bilísimo anciano –suponemos querodeado de Tintines varios-.

Una nota sobre las ediciones: losTintin anteriores a la derrota delEje están ahora mezclados conlos fabricados en años posteriores.Los que ahora circulan -por millo-nes- no son los originales. Algunoincluso ha desaparecido de lacirculación, como ocurrió durantedécadas con el primero de la serie,Tintin en el país de los soviets(1930). En los actuales hayinfinitas correcciones y omisiones.Por ejemplo, se han eliminadomuchos personajes judíos (antesdenigrados, especialmente en Laestrella misteriosa, 1942) y tam-bién negros: en El cangrejo de laspinzas de oro (1941) un negrotorturado y otro negro que torturaa Haddock han sido sustituidos porrufianes blancos3.

Aclarados estos extremos, pase-mos a exponer el racismo deTintin. Para ello, podemos seguirel método ad hominem –observarla biografía de Hergé- o el métodotextual – leer críticamente a Tintinolvidándonos de quién lo perpetró.Seguiremos ambos caminos ycomprobaremos que se refuerzany que terminan convergiendo.

Hergé y sus padresHergé nació y murió boy-scout;

sirva esto como prueba de laintrínseca peligrosidad de educarsegún encuadramientos militares.Quemó su existencia adorando laparafernalia cuartelera. Sussargentos vitales fueron dos: uncura belicista hasta el tuétano yun aventurero no menos ansiosode sangre... ajena.

El cura. NorbertWallez (1882-1952), fue un genocida recalci-trante y reincidente a quien pode-mos llamar ‘padre de Tintin’ puestoque fue él quien ordenó a Hergéque trabajara el perfil de un ague-rrido adolescente con vistas aconvertirlo en un arquetipo fas-cista que viviría «pericolosamen-te», como exigía Mussolini, el ídolopolítico de este hechicero ultra-católico. Pero Wallez no sólo fueel padre de Tintin sino también elde Hergé. Su hijo putativo ledemostró eterna devoción hastael punto que, una vez derrotadoel Eje, mantuvo a Wallez que habíapenado en la cárcel una ínfimaparte de sus desmanes nazis y loalojó en su propia casa hasta quese lo llevó el diablo.

El nazi. Si Wallez fue el sargentoespiritual de Hergé, el tambiénbelga Léon Degrelle (1906-1994)fue su sargento civil. Degrelle fueel modelo de juventud y demadurez de Hergé, quien ledemostró fidelidad colaborando asemejante maleante en infinidadde conspiraciones y publicaciones,todas ellas a cual más nazi.

Degrelle es un típico caso de«aventurero con ideales»; esdecir, de avaro irresponsable. Ensu juventud,combatió al lado delos cristeros en la guerra queasoló México (1926-1929) y quedesataron estos talibanes cató-licos. A su regreso a Bélgica, lideróel partido rexista (por Cristo Rey)llegando a aglutinar al 20% de losvotantes belgas alrededor de lasbanderas nazis. Cuando Hitlerinvadió Bélgica, Degrelle fundó laLegión Valona, una tropa auxiliardel ejército alemán. Siempre fueun admirador de Hitler, orgullosode que el Führer, según dicen, leasegurara un día: «eres el hijo queyo hubiera querido tener».

Degrelle, durante su exilio en laEspaña franquista, publicó en 1992un panfleto que demostraba conprofusión documental y fotográfi-ca su íntima amistad con Hergéy, por consiguiente, las raícesnazis de Tintin (ver nota 3). Llegaa vanagloriarse de que Tintin estáhecho a su imagen y semejanza –aserto descabellado para unos yplausible para otros. Entre otrascuriosidades, Degrelle demuestraque el tupé y los pantalones degolf de Tintin son copia de los queél mismo llevaba. Menos egocén-trico pero más definitivo es queel perrito Milou resulta ser copiaexacta del fox terrier con el queHitler se fotografió en la I GuerraMundial, lo que Degrelle nos loprueba con convincentes fotos.

El Verdugo Menguado. Bélgica esocupada por Hitler; el VingtièmeSiècle, revista integrista y belicis-ta en la que Tintin nació y creció,deja de publicarse y este entracon todos los honores en el diarioLe Soir. De unos pocos miles defanáticos religiosos, sus lectorespasan a ser cientos de miles.Hergé agradece a sus nuevoscorreligionarios, los ocupantesnazis, este tremendo salto enpopularidad. En efecto, elcolaboracionismo belga y lapropaganda nazi han lanzado aTintin a la fama mundial.

Al terminar la II Guerra Mundial,Hergé pagó poco por sus tropelíascomo nazi belga. Fue procesadono por delitos de opinión, sinoporque su nazismo activo, demos-trado antes y durante la Guerra,causó innumerables víctimas. Noolvidemos que colaboracionismofue sinónimo de delación, depor-

tación a campos de exterminio,fusilamiento, tortura, cárcel,saqueo, prepotencia, etc. Menosaún minimizemos el papel quedesempeñaron en el estallido y enla crueldad de la II Guerra Mundialcristianísimos genocidas, comoWallezy y como su monaguilloDegrelle.

Ante semejante biografía, aún elmás prudente de los críticos podríaasegurar que un psicótico comoHergé sólo podía pergeñar histo-rietas nazis. Sin embargo, comoabundan los artistas bipolares quecrean a la izquierda y votan a laderecha (y viceversa), bueno seráque añadamos una breveaproximación al texto tintinesco.

Tintin, en IndoaméricaLos amerindios aparecen en cinco

historietas de Tintin aunque nuncacomo sujetos principales4. Engeneral, son mejor tratados quenegros y judíos y, por supuesto,mucho mejor que los chinoscomunistas. Sin embargo, estu-diando la serie completa -negrosafricanos incluidos-, se haceevidente que Tintin evoluciona deun racismo militante a un paterna-lismo vergonzante. ¿El punto deinflexión?: evidentemente, laderrota de Hitler-Degrelle (1945).

Es sabido que la serie comienzacon un libelo furiosamente anti-comunista (Tintin en el país delos soviets, 1929-1930) paracontinuar con Tintin en el Congo(1930; primera «revisión», 1946),una defensa a ultranza delgenocidio que sus compatriotasbelgas cometieron pocos añosatrás contra el pueblo congoleño(en diez años exterminaron anueve millones de personas, casila mitad de la población)5. Elfascismo-catolicismo estabaganando y Hergé ofrecía suverdadero talante: el de unracista que se burlaba de lasvíctimas, sin asomo de la tancacareada piedad cristiana.

Inmediatamente después de suaventura africana, Tintin sedesplaza a los EE.UU. donde, pormagia hemisférica o por necesi-dades del nazismo rampante, dejade lado su congénito racismo. Enel álbum Tintin en América (1931-1932) Hergé retrata unos EE.UU.corrompidos y en manos degánsteres y de plutócratas. Tintinllega a decir en una viñeta que elpetróleo que él mismo acaba dedescubrir pertenece a la «tribu»de los ‘Orejas Atadas’ –‘PiesNegros’ en otras versiones-, perotan insólita preocupación por losderechos de los indígenas no leviene dictada por ningúnindigenismo sino por odio nazi a la(supuesta) democracia gringa, porpura propaganda anti-americana.

En realidad, de amerindios decarne y hueso, Hergé vislumbrósólo a algunos «sioux» (¿?) deDakota del Sur en uno de susrápidos viajes a los EE.UU. durantela posguerra. No entendió nadaporque, para este colonialistainfantiloide siempre boy-scout, delos «pieles rojas» sólo se podíanaprender las señales de humo.

Volviendo a Indoamérica, la pri-mera aproximación al paternalismode Hergé la encontramos en unode los rasgos tintinescos que másrisas flojas desatan en suslectores: los insultos del «capitánHaddock»6 que endilga a tirios ytroyanos. No deja de ser siniestroque emplee etnónimos comoinsulto (de ‘apache’ a ‘zapoteco’y ‘zulú’). Así, perdonando esasofensas como si fueran merasextravagancias, se les inocula alos incautos el virus del fanatismo.

La segunda aproximación laencontramos en los tres álbumespublicados después de 1945. Sien los dos primeros álbumes, losamerindios del Norte y del Sur, erangente sólo supersticiosa aunquesiempre dispuesta a matar a Tintine incluso a sacarle el corazón asu perrito, en los álbumes fabri-cados en ‘democracia europea’ losamerindios siguen aferrados a sucostumbre homicida pero sinllevarla a cabo, porque en sus filasya tienen hombres que son racio-nales porque saben escapar a laopresora tradición indígena. Enuna palabra, porque se han con-vertido en personas modernas.

En la primera fase, los amerindioseran niños más malos que travie-sos. En la segunda, son adoles-centes turbulentos pero con unaminoría ilustrada; minoría que siem-bra en el lector la esperanza deque, con la (supuestamente nece-saria) llegada de la modernidad,los amerindios terminarán siendo«buenos salvajes». Tintin corre apasos agigantados hacia un mitodel siglo XXI; claro que, partiendodel nazismo y del paternalismo, suevolución tiene que ser necesa-riamente lenta y anacrónica.

El patrimonio indígena. En lasegunda mitad del siglo XX y enel marco general del indigenismocontemporáneo, Occidente empe-zó a tener en cuenta la cuestióndel patrimonio amerindio, un temaen el que, al menos desde laóptica legalista, se han afinadoinstrumentos jurisprudencialespara defender el copyright de lospueblos indígenas. Un par deanécdotas tintinescas nos ilus-trarán sobre la posición que Hergémantuvo a este respecto:

1. En las últimas viñetas de Laoreja rota, Tintin mantiene uninverosímil diálogo con el propie-tario legal de la estatuilla arumba-

La Paz, octubre de 2011 Página

ya, el buen (¡!) millonario «Dr.Goldwood»:

«-Ante todo ha de saber queeste fetiche era robado –le diceTintin-, Sí, ya sé que usted lo hacomprado; y estoy convencidode que el vendedor también lo hahecho de buena fe, pero…

-Si es así, -responde el incautomillonario- no quiero quedarmecon él ni un minuto más»

En otras palabras, Tintin justificael saqueo al garantizar la buenafe de los compradores de‘antigüedades’, una conjeturaimperialista cuya más recienteteorización ha sido elaborada porAshton Hawkins, ilustre jurista queaprovechó la invasión de Irak(2003) para convertirse en elprincipal blanqueador del saqueodel patrimonio mesopotámico.

2. Chiquito, uno de los últimos«Incas» (Las siete bolas de cris-tal, El templo del Sol), deshace elhechizo que torturaba a distanciaa los (supuestos) científicos(auténticos) saqueadores delpatrimonio histórico de los pueblosdel Tawantinsuyu. Tan caritativaacción es interpretable de tresmodos: a) los amerindios perdo-nan los saqueos porque ya noquieren estar maniatados por latradición, la conocida teoría de lamodernidad redentora; b) losamerindios perdonan los saqueosporque temen al Hombre Blanco;

c) los perdonan porque saben quesu patrimonio estará mejor conser-vado en los museos occidentaleso teoría llamada «retencionista»–Occidente debe retener su botín-con el mismo Hawkins como sumás preclaro adalid.

Sea como fuere, la moraleja esque los amerindios no respetan supasado. ¿Porqué tan extrañaactitud? Evidentemente, porqueson «como niños». Habiendopurgado sus travesuras infantilesen la penitencia de la modernidad,es necesario que Occidenteprosiga la educación de estosadolescentes. Gran tarea para unPadre Occidente históricamentemisericordioso que, en pago a suingente pedagogía, ahora seconforma con una minúscularemuneración retencionista.

ConclusiónEn lo que atañe a Tintin, el caso

Tintin-Spielberg nos enseña algomás que la capitulación de la moraloccidental ante el adoctrinamientoautoritario y/o su embotada sensi-bilidad contra el paternalismo y elracismo. Respecto a Spielberg,nos enseña algo más que la sumi-sión del ex artista a la empresade la cretinización universal, víael espectáculo industrializado.

Este caso, nos enseña que laserpiente nazi ha mudado de piel.En términos generales, ha

sustituido las escamas antisemitaspor las anti-islámicas7.

Uno de los rasgos definitorios delfascismo es su capacidad deadaptación al Poder y Hergé,como fascista nato, es buenamuestra de ello: mientras Hitleralcanzaba su apogeo en la paz ymientras estuvo ganando la IIGuerra Mundial, Tintin siguió fiel asus orígenes ultra-católicos yHergé le erigió en ejemplo de jovenintegralmente fascista y racista.Pero, cuando el Eje fue derrotadoTintin renació como joven seudo-indigenista, totalmente paterna-lista e incluso algo ecologista.

El Hergé ‘artista’ fue un nazi-masa, no un nazi-líder. En laobediencia ciega encontró la razónde su existencia. En sus añosinfantiles, obedeció al monitor delos boy-scouts; en su juventud,obedeció al cura Wallezy, cuandoel nazismo europeo ascendió alPoder, Hergé obedeció al genocidaDegrelle. Pero, cuando los suyosfueron derrotados, Hergé serecicló como obsequioso dibujantepolíticamente correcto hastaalcanzar su plena liberación comopresidente de una transnacional.

Es paradójico que, en el siglo XXI,nadie recuerda las enseñanzas delos líderes nazis que encandilarona Hergé –en primer lugar aDegrelle-; sin embargo, el nazismoen versión paternalista propaladopor el segundo Hergé a través desu alter-ego Tintin, sigue causan-do estragos mayúsculos, muyprobablemente gracias a sushabilidades como cobra real de laindustria antes llamada ‘cultural’;hoy, ‘entretenimiento’.

A nuestro leal saber y entender,esta faceta de extrema adapta-bilidad es la que ha encandilado aSpielberg, otra cobra real. Noolvidemos que la Corporación IGHollywood, como buena IG Farben–la fábrica de Auschwitz-, es unmodelo estructural y energética-mente limitado por su exageradavoracidad de una única materiaprima. Hollywood necesitabarenovar su repertorio y para ellono ha dudado en recurrir a losrestos del nazismo. La empresaIG Spielberg necesitaba un temaque pudiera convertirse en serie-veremos Tintin II, TintinIII…- yno encontró nada mejor que apurarel botín de los vencedores del año1945. Spielberg no sólo salvó alos judíos de Schindler y al soldadoRyan: convirtiéndolos en Tintin,los ha vuelto inmortales.

Tintin-Ryan con medalla delCongreso y Cruz de Hierro, Torahy MeinKampf, tupé rubio y perritopara ladrar a los indios, es lasuperación del enfrentamientofratricida entre nazis y supuestosdemócratas. La II Guerra Mundial

ha terminado definitivamente yambos beligerantes se aprestana unir fuerzas para extraer alPlaneta hasta la última neuronade su seso, el último minuto desu vida y el último dólar de subolsillo.

NOTAS

(1) Sus fuentes reconocidas son:Charles Wiener, Pérou et Bolivie,(1880; el relato de un comprador dearqueologías, uno más de los muchospredecesores de ese ‘descubrimiento’del Machu Picchu del que este añoalgunos descerebrados festejan elcentenario del saqueo perpetrado porla universidad de Yale); Gaston Leroux,L’épouse du soleil, (novela, 1912; unfolletón por entregas anticuado denacimiento), el ubicuo NationalGeographic, catálogos de mueblerías,guías turísticas, etc. En suma, materialde desecho.

(2) Boullu, Clairmont, Ernestine,Irma, Laijot, Lerouge, Martine, Miarka,Peggy, Pinson, Pirotte, Snowball yYamilah, apellidos propios o de losrespectivos maridos.

(3) Tantas son las enmiendas que elTintin de hoy se ha convertido, en arasde la corrección política, en unpalimpsesto. Para ojear las másgroseras eliminaciones de su pasadoultracatólicoy nazi, léase con pinzas ypañuelo el libro de LéonDegrelle, Tintin,moncopain (disponible en https://w w w . h u m y o . c o m / F S g X W z m /B I B L I O T H E Q U E / T I N T I N /?a=msFWygP1SO4 )

(4) Los álbumes son: Tintin enAmérica (1931-1932), La oreja rota(1935-1938), Las siete bolas de cristal(1943-1944 y 1948), El templo del Sol(1949) y Tintin y los Pícaros (1975-1976). En cuanto a los personajesindígenas americanos, ascienden aonce, incluyendo a vivos, muertos ymíticos: Bikoulou, Bisonte flemático(EE.UU.), Caraco, Chiquito (tambiénInca Rupac Huaco), Huascar, el Inca,Kaloma, Lopez (mestizo), Pato ronco(EEUU), Rascar Capac y Zorrino.

(5) Este álbum es tan abiertamenteracista que, pese a las innumerablesedulcoraciones que ha disfrutado desde1945, sigue siendo una monstruosidad.Con razón fue denunciado en 2007 porel congoleño-belga Bienvenu MbutuMondondo. Hasta la fecha, todavía nosabemos cómo finalizará la querellainterpuesta pero, vistos los intereseseconómico-políticos en juego, esprobable que todo termine con unareprimenda sin consecuencias reales.En cualquier caso, lo dejamos asípuesto que estas notas se limitan a losindígenas americanos dejando paraotra ocasión a los de otros continentes.

(6) Los insultos étnicos son catorce:apache, azteca, beduino, beduinointerplanetario, cafre, canaca, gitano,inca de carnaval, indio, papú, patagón,piel roja, zapoteco y zulú, 5% sobreun total de 268.

(7) Si limitamos el Islam a lo árabe–un reduccionismo muy del gustooccidental-, esta nueva fobia siguesiendo antisemita pues los árabestambién son semitas. Todo ello es unaridícula banalidad, a saber, que elimaginario occidental sigue prisionerode un léxico bíblico que sería meracuriosidad sino fuera porque clasificaa toda la Humanidad en tres ramasdescendientes de Sem, Cam y Jafet,los hijos de Noé. Pero ahora resultaque la inmensa mayoría de laHumanidad sólo podría ser hija de Jafetpor lo que la clasificación bíblica sedesmorona no solamente por arcaicay caprichosa sino también por anti-biológica y anti-demográfica.

- (Tintin) Mis queridos amigos, yo les voy a hablar ahora de nuestra patria: Bélgica.- (Milou) Oye Tintin, hay dos que están parloteando.

- (Tintin) Vamos a comenzar, si están de acuerdo, por algunas sumas. ¿Quién puede decirmecuánto es dos más dos? ¿Nadie? Vamos, ¿dos más dos? ¿Dos más dos igual a...?.- (Milou) Tintin, hay dos que están parloteando allá.

En la revista Tintin en el Congo, Hergé manifiesta su mensaje colonia-lista, según el cual los africanos tienen la patria d elos colonizadores.Este mensaje será modificado en ediciones posteriores, lo que exigela adaptación de texto a imágenes dibujadas con otra intención.

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Manuel Morales Alvarez*

Una pena, el canciller Choquehuanca:

El TIPNIS deja al MASsin candidato indio de repuesto

El rol de los dirigentes«indios» del MASProbablemente muchas perso-

nas no conozcan algunos entre-telones que se arman entre lasdependencias de los ministerios,la vicepresidencia y el palacio degobierno. Uno de ellos es laspugna al interior del gobierno ydel MAS. Son varios sectoresque cohabitan dentro delgobierno y ya son muchas lasinformaciones que hablanreiteradamente de los posibles«sucesores» de Evo Morales.Un grupo —indigenistas o

indianistas— viene hablando dela necesidad de tener un candi-dato «indio», ya que es «voxpópuli» que estas corrientes notoleraran la candidatura deAlvaro García Linera, ni comoacompañante ni como candidatoen reemplazo de Evo. Recor-demos que la fobia al vice-presidente es casi generalizadaen las organizaciones del mismoMAS.Bien, con motivo del conflicto

entre el Estado y la marcha delTipnis, una voz «india» desdedentro del gobierno, hizo unacrítica a los ministros q´aras delgobierno, concretamente aCarlos Romero y a WalterDelgadillo, acusándolos de noser aptos ni los indicados paraencarar el conflicto. Se trata delViceministro de descolonizaciónFélix Cárdenas, quién dijotextualmente: «La negociaciónestá mal planteada, losministros q’aras (blancos) nopueden negociar con los indios(…) Deberían estar los vice-ministros indios para negociarde indio a indio. El 50 por cientode la negociación (consiste)para mí de cómo entiendes elpaís y la globalidad.»Si se lee entre líneas, el

Viceministro, escudándose en elcolor de su piel, en su cultura e

idioma, se auto convocaba comonegociador: una de manera deganar palestra pública en unode los mayores conflictos queenfrenta el gobierno de EvoMorales en contra de los pue-blos indígenas de tierras bajas.Meditemos un poco. La solu-

ción del conflicto, mediante unacuerdo entre los marchistas ynegociadores del gobierno,puede catapultar a dichos nego-ciadores como operadorespolíticos eficientes, en medio dela gran mediocridad y agresi-vidad que expresan a diario losministros y los mismos Presi-dente y Vicepresidente frente aun conflicto que les cuestionasu alta incoherencia entre lo quehacen y lo que hablan (léaseimplosión).Evidentemente, el pedido del

Viceministro dio resultado, perono lo incluyó a él, con lo cualqueda en duda si algún día, esteviceministro se animará aproclamar «su candidatura»dentro del MAS.La propuesta de una nego-

ciación entre indios (en ausencia

de Evo en la marcha), cayó bienal gobierno y a los mismosmarchistas, pues se abría laposibil idad de un dialogodiferente, la posibilidad de queexista un mínimo de empatía yla posibilidad de encarar unaverdadera negociación, porquelo que ha existido durante esteprimer mes de marcha ha sidouna campaña agresiva de partedel gobierno por mantener laimposición de la carretera porel Tipnis, al tiempo de insultar ydenigrar a los marchistas.En otras palabras, y como

vulgarmente se dice: «la camaestaba tendida» para DavidChoquehuanca, canciller yenviado por el gobierno a darencuentro a los marchistas.Para tener una visión un poco

más amplia de la calidad humanade los líderes indios en la coyun-tura boliviana, transcribimos laspalabras del secretario ejecutivode la Confederación SindicalÚnica de Trabajadores Cam-pesinos de Bolivia (CSUTCB),quien no dudo de llamarsalvajes a los pueblos y comu-

nidades que defienden el Tipnis:«Hay que diferenciar cuál damás beneficio a nuestroshermanos del territorio(indígena), la carretera omantenerse en la clandes-tinidad, mantenerse comoindigentes, mantenerlos comosalvajes por decir, cuál es lo másimportante, yo creo que esasdiferencias hay que admitirlas,si la carretera (se construye) vallegar posiblemente educaciónde manera inmediata, si lacarretera (se construye) va allegar asistencia en salud».Frente a la ola de críticas querecibió, el ilustre dirigentecampesino al momento debalbucear una disculpa, arre-metió nuevamente contra losmarchistas con las siguientespalabras: «Yo he vivido connuestros hermanos indígenas,no tienen medicinas, estándefinitivamente en una intem-perie, no tienen casa, no tienensalud, no tienen nada, ¿legustaría vivir así?, póngase ensu lugar, —se respondió a símismo— tienen puchichi, tienen

* El autor publicó originalmenteeste artículo en Patria Insurgente,Nº [email protected]

Las repercusiones del conflicto del TIPNIS dejan en mala posición a Evo Morales, pero en peor situación alcanciller David Choquehuanca, en momento en que dentro del MAS hay cada vez más voces que piden un cambiode personaje para poder salvar el «proceso de cambio». Foto: Patria Insurgente.

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sarna, tienen mal de ojos, legustaría vivir así, a mí no».¿Será que es posible un

encuentro indio a indio pararesolver el problema del Tipnis?¿Será que esto es entreiguales?Choquehuanca a la

cabeza del gobiernodialoga con los marchistasque defienden el Tipnis yno logra nadaCon este preludio, el martes

13 de septiembre, el cancillerDavid Choquehuanca llegó hastala marcha indígena de tierrasbajas (reforzada por elCONAMAQ de tierras altas) paraencabezar las negociaciones.El escenario estaba listo para

demostrar a todos que entreindígenas podían llegar a unacuerdo. Se supone que FélixCárdenas creó el ambiente paraconsagrar a Choquehuancacomo líder indígena visible y dela talla suficiente como paraproyectarse como candidatopresidenciable. Al final y al cabo,su grupo y parte de su gestióngubernamental se destina a esteobjetivo, ya que no es un secre-to el desgaste y descreimientocreciente que existe de EvoMorales entre la población.Choquehuanca se jugaba en la

Embocada (nombre del lugar denegociación) la posibilidad decontinuidad india después de lasalida de Evo del palacio degobierno. Y el resultado fuedesastroso. David Choque-huanca fracasó, no demostróser un gran líder, ni siquiera unlíder «indio».

En la jerga militar, si Evo esGeneral y el Canciller Choque-huanca es Coronel, su compor-tamiento en el campo de batallade la Embocada fue el de unsimple soldado. Perdió elrespeto de los marchistas y todala expectativa creada en tornoa él. Incluso yo creo que en laEmbocada, el canciller DavidChoquehuanca perdió laposibilidad de ser el candidatopresidencial de recambio de EvoMorales. Después de Choque-huanca no hay dirigentesindígenas, campesinos o indioscomo gustan llamarse quepuedan contener todo eseconglomerado de grupos quehay detrás del MAS y delgobierno. Y cuando digo conte-ner me refiero a unificar ysubordinar debajo de sí, porqueesa es la función que cumpleactualmente Evo Morales.Lo marchistas que defienden el

Tipnis se dan cuenta que salvoEvo Morales, nadie más dentrodel gobierno puede tomardecisiones, sean estos ministrosindios o no indios.Choquehuanca es nomás

como el Evo… o algo peorChoquehuanca ratificó la

posición oficial del gobierno, esdecir, de Evo, que la carreterava, que el Tipnis será partido yque no interesan losargumentos de los pueblosindígenas.Para resumir y no hacer perder

el tiempo a quienes leen estaslíneas, me he permitido hacer elsiguiente resumen de laspropuestas que hizo el canciller

del estado Plurinacional: (Verilustración al lado).

Jisa, así es, el canciller manejael discurso de que los indígenastienen un pensasiento y unacosmobiovisión, pero que en elmundo real, el Tipnis serádestruido por la carretera y quela misma es inevitable. Choque-huanca dijo que cada año se«deforestan 300 mil hectáreasen Bolivia, pero para construirla carretera se tumbarán apenas«350 hectáreas».»

Para finalizar esta semblanza,el canciller se dio a la tarea dedesmentir a la prensa (es decirmentir) y pretender confundir ala población indicando que elbloqueo de los colonizadores yla movilización de la policía parareprimir y contrarrestar a lamarcha por el Tipnis era una«vigilia».

Choquehuanca culpó a losmedios de comunicación por«inventarse» las amenazas ybloqueos que ejecutan losmiembros de la FederaciónDepartamental de ComunidadesInterculturales de La Paz en lapoblación de Yucumo en Beni.

En estos días (el artículo fueescrito antes del ataque policialal campamento de los mar-chistas. n.d.e.), la marcha porla defensa del Tipnis se encuen-tra bloqueada en Yucumo porlos colonizadores, con el claroobjetivo de no dejarlos pasar.Pero fíjense las declaraciones deGustavo Aliaga, ejecutivo de los

colonizadores, también indio, yque dice: «No son los indígenasque están allá (en el TIPNIS) yesta marcha es innecesaria, portanto, la Confederación deInterculturales ha observadoque hay dirigentes intransi-gentes y vamos a avanzar conuna contramarcha; ahorapretenden llegar los mineros,estudiantes y profesores dealgunas regiones, que no seatrevan porque si hay unaprovocación vamos a declararun estado de emergencia y unbloqueo general, que no seatrevan porque sí o sí vamos areventarlos».

El canciller, negó la existenciade amenazas por parte de loscolonizadores, pero hoy,precisamente, los colonizadoreshan procedido a decomisar unacamioneta que llevaba agua ycomida a los marchistas,después de intentar quemar lamovilidad procedieron a hacerarrodillar a los que conducíandicha movilidad y pedir disculpasde rodillas por apoyar a losmarchistas. Ojo, que esto es deentrada un delito: robo,secuestro, vejámenes.Para finalizar este pequeño

capítulo de la vida política delpaís, nos cabe ratificar nuestraadhesión y apoyo a la marcha yla defensa del Tipnis. Decirles alos llamados «indios del procesode cambio» que ya no podránseguir engañando al pueblo ensu conjunto y que sus palabrasy acciones retratan su esencia.

El ministro David Choquehuanca es el más ilustre (aun cuando quizás elmenos ilustrado) de la corriente pachamamista al interior del gobierno delMAS. Es conocido por sus frases enrevesadas y chuscas, que él presentacomo «sabiduría andina», pero que en realidad son tributos a sussostenedores occidentales para confortarlos en el estereotipo que lospaíses «del primer mundo» tienen actualmente sobre los indígenas.Fuente ilustración: Patria Insurgente.

Las «negociaciones» del canciller Choquehuanca con los marchistas delTIPNIS fueron un fracaso y una humillación para sus pretenciones. Lainconsistencia de sus propuestas y la intransigencia en que la carreteradebe pasar por medio del TIPNIS, porque —según dijo él— así lo quiereEvo, provocó la exasperación de las mujeres indigenas que lo manosearony lo obligaron a marchar delante, para así romper el bloqueo de policias yde colonizadores. Este hecho fue presentado como un «secuestro» y fueuna de las razones que invocó el gobierno para justificar la posteriorrepresión policial a la marcha de los indígenas del TIPNIS. Fuente foto: Recursos Facebook Luis Fernando Prado G.

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