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MAGIS III Ensayo Eclesiología

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Sofía Montañez, CVX-Colombia

LA IGLESIA NO ES DE ELLOS, ES DE NOSOTROS

Introducción

No fue fácil escoger un tema sobre eclesiología, porque pensar en Iglesia me parecía muy denso e inaccesible, ¿qué podría decir sobre semejante estructura? Parece como si me sintiera libre para hablar de Jesús pero a la Iglesia la veía lejana y distante, relacionada con asuntos normativos y clericales y por eso los posibles temas me parecían aburridos o poco motivadores, me parecía que no estaba sintiendo algo propio sino asumiendo un discurso a veces muy estático y otras muchas muy crítico. Yo me considero hija de la Iglesia y aunque no la idealizo y reconozco sus profundas incoherencias haría mal en dejar que sus problemas oculten esa luz que me ha guiado hasta trabajar en la pastoral de la Universidad Javeriana de Bogotá y pertenecer a la CVX. A veces siento que no quisiera escribir de la Iglesia para criticar y destruir sino por el contrario aportar a que más se le quiera y desde esa opción también exigirle más coherencia con el Espíritu que la anima. En la fase intensiva de Eclesiología en Magis III, me impresionaba cómo cristianos muy comprometidos con su fe, activos en la espiritualidad y la formación, tenían un malestar inmenso con la Iglesia, expresaban inconformidad y hasta rabia por tantas heridas generadas por la Iglesia y como que serían mejores cristianos sin ese “lastre” que es la Iglesia. Me cuestionaba ampliamente porque yo en el fondo sentía que si no fuera por la Iglesia yo no sería cristiana, o mejor que sin el testimonio de la Iglesia Primitiva, Jesús hubiera pasado “inadvertido”. A través de la Iglesia yo me siento unida a tantos y tantas que también a Él lo siguen y puedo reconocer a otros grandes en espíritu que han pasado por la tierra, siglos atrás y que aún inspiran los pasos de muchos seguidores de aquel que nos mostró la forma de ser humanidad. Ese sentimiento de rechazo que guardan tantos católicos por causa de la Iglesia, comenzó a inquietarme, ¿cómo se puede exigir un cambio en la Iglesia, esperando de ella perfección y coherencia, si como bautizado (miembro de la Iglesia) no soy capaz de dejarme interpelar por el Evangelio en mi propia vida?, no es fácil salir de la acomodación, esperando que sea otro el que tenga la iniciativa para cambiar. Deberíamos preguntarnos ¿qué estoy haciendo por la Iglesia?, ¿por qué conformarse si el mundo aún no es como Jesús lo soñó? Tal vez porque soy psicóloga o por mi condición femenina, comencé a considerar lo que guarda el corazón humano en aspectos cotidianos y a reconocer cómo la Iglesia no es algo afuera a lo que me adhiero sino que es lo que voy construyendo desde mi proceso de fe; y aunque el todo es más que la suma de las partes, es necesario asumir el reto personal de encarnar como lo hizo Jesús, esa diferencia que hace la diferencia. A veces pienso que como católicos perdemos mucho tiempo criticando a la Iglesia pero poco hacemos por construir y así ni cambia la Iglesia, ni cambia el mundo, ni cambio yo. Hay un comentario en fútbol que me parece ilustrativo para este punto: Para saber cómo quedó la selección en un partido preguntan: ¿ganamos o perdieron?. Por eso el título de este ensayo “La Iglesia no es de ellos, es de nosotros”; como lo señalaba Juan XXIII (el


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papa bueno), “los que creemos en Cristo no podemos vivir divididos. Pensemos solo en lo que nos une. No en lo que nos separa, pensemos en una Iglesia de Comunión”1 En la documentación para este ensayo llegó a mí un texto que me impactó hondamente: “la

primera misión de la Iglesia sería convertirse de (presuntamente) Maestra, en “mistagoga”:

iniciadora en la experiencia de Dios. La Iglesia como “madre” debería encarnar esa tarea de tantas

madres que iban iniciando poco a poco a los hijos en la experiencia de confianza, adoración y

aceptación frente al Misterio que nos envuelve, y al que llamamos Dios. Ese Misterio que el Señor

de la Iglesia caracterizaba como Abba (Padre) y como actuante en la historia, en una marcha de

liberación de todo lo inhumano hacia eso que Jesús llamaba Reinado de Dios y que significa el

destronamiento de todos los poderes que amenazan la humanidad de lo humano”2. Recordé

entonces la lucha de no pocos miembros de la Iglesia Latinoamericana (algunos mártires) que se tomaron en serio el Evangelio, señalando las estructuras de poder políticas y económicas que atentan contra la humanidad de lo humano. Poéticamente descrito por Eduardo Galeano3 como el sistema de desvinculos: Desalojados por los automóviles, arrinconados por la violencia, condenados al desvinculo, estamos

cada vez más apilados y cada vez más solos y tenemos cada vez menos espacios de encuentro y

menos tiempo para encontrarnos.

Un sistema de desvinculos que nos condena a la mutilación y a la soledad. Divorcia la emoción y el

pensamiento, como divorcia el sexo y el amor, la vida privada y la vida pública, el placer y el

trabajo, el lenguaje escrito y el lenguaje hablado.

El sistema nos vacía la memoria, o nos llena la memoria de basura y así nos enseña a repetir la

historia en lugar de hacerla, y mil veces tropezamos, tropezamos en las trampas de siempre, en los

errores y horrores de siempre. Aquí la tragedia no se repite como farsa: se repite como tragedia.

Ahora se usa la neutralidad. Elegir es de mal gusto. Es el tiempo de la palabra solitaria, la palabra

solidaria ya no se cotiza en el mercado. El sistema enseña a desconfiar de la esperanza para que

cada personita rota por dentro, no pueda nunca juntar sus propios pedazos, ni pueda nunca

reconocerse en otras personitas también dolidas de roturas y desparramos: Para que las

minúsculas islas nunca formen, juntas, una vasta tierra firme.

El prójimo no es tu hermano, ni tu amante, el prójimo es un competidor, un enemigo, un obstáculo

a saltar o una cosa para usar. El sistema que no da de comer, tampoco da amor: a muchos

condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos.

Entonces reconocí que esa era la brújula que necesitaba para orientar mi ensayo, una Iglesia que se esfuerce por vincularnos más, que nos mueva a hacer la voluntad del Padre, a sentirnos herederos del Espíritu de Jesús porque participamos de su cuerpo y de su sangre. De acuerdo a lo planteado por el papa Benedicto XVI en la apertura de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, Aparecida 2007, la gran tarea de la Iglesia es custodiar y alimentar la fe del

1 No tengo la referencia, es una frase que siempre me ha gustado.

2 Alegre, Xavier y otros (2008). ¿Qué pasa en la Iglesia? En Cuadernos Cristianismo y Justicia. Pág 2 (El

subrayado es personal) 3 Galeano, Eduardo. El libro de los abrazos. Ed. Tercer mundo


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pueblo de Dios, pero que esto no se convierta en una fuga de la realidad, en una opción intimista o de individualismo religioso, “La fe en Dios nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión: El encuentro con Dios es en sí mismo y como tal, encuentro con los hermanos, un acto de convocación, de unificación, de responsabilidad hacia el otro y hacia los demás”4. La fe en Dios nos da la pertenencia a la universal humanidad en la Iglesia Católica. Este escrito quiere ser una invitación para que los católicos dimensionemos el desafío de construir el “nosotros” en la Iglesia y así comprometernos con su misión de renovar el mundo desde el Evangelio y cómo a partir de la teología de la No Violencia5 se ofrece el camino para una Iglesia renovada que ofrece alternativas para superar toda forma de opresión y se acerca así, más al sueño de Jesús para el Pueblo de Dios. No violencia no significa pasividad, conformismo, apatía o indiferencia, por el contrario es muy exigente “La No Violencia insiste en que somos llamados a reconocer la divinidad en cada ser humano, incluso en los que hieren o matan a otros o son etiquetados como enemigos o inhumanos…La No Violencia nos recuerda cada día de nuestras vidas quiénes somos y para qué estamos y nos lleva al centro que importa, que todos somos hijos del Dios de la paz”6 Apostarle a construir el “nosotros” es posible por la gracia de experimentar el Amor de Dios que nos da paz pero que no nos deja en paz, es decir que nos mueve cada vez más comprometidamente a construir fraternidad y justicia para la humanidad.

No es lo mismo ser que estar No es lo mismo estar que quedarse ¡qué va!

Tampoco quedarse es igual que parar No es lo mismo.

Será que ni somos, ni estamos Ni nos pensamos quedar

Pero es distinto conformarse o pelear No es lo mismo, es distinto…

Puerta y aire que me asfixio

Que no se trata del lado que quieras estar Que estar de un lado o echarte a un lado

No sé cómo decirte, no es lo mismo…

No es lo mismo basta o va a estar Ni lo mismo decir, opinar, imponer o mandar

Las listas negras, las manos blancas No es lo mismo

Fragmento de la Canción “No es lo mismo”

Alejandro Sanz

4 Discurso del Santo Padre Benedicto XVI en la Inauguración de la Conferencia Episcopal Latinoamericana,

Aparecida Brasil, mayo 13 de 2007. 5 Ya para 1978 el Encuentro de Obispos de América Latina en Barcelona presentaron el documento “La no-

violencia evangélica, fuerza de liberación. 6 Dear, John (2005), The God of peace toward a theology of nonviolence. Ed. Wipf & Stock Publishers.

Traducción personal


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¿A dónde debería apuntar la Iglesia?

No te quedes inmóvil

al borde del camino

no congeles el júbilo

no quieras con desgana

no te salves ahora

ni nunca

no te salves

no te llenes de calma

no reserves del mundo

sólo un rincón tranquilo

no dejes caer los párpados

pesados como juicios

no te seques sin labios

no te duermas sin sueño

no te pienses sin sangre

no te juzgues sin tiempo

pero si

pese a todo

no puedes evitarlo

y congelas el júbilo

y quieres con desgana

y te salvas ahora

y te llenas de calma

y reservas del mundo

sólo un rincón tranquilo

y dejas caer los párpados

pesados como juicios

y te secas los labios

y te duermes sin sueño

y te piensas sin sangre

y te juzgas sin tiempo

y te quedas inmóvil

al borde del camino

y te salvas

entonces

no te quedes conmigo.

Mario Benedetti

Los desafíos que se le presentan a la Iglesia Cristiana de hoy son cómo ofrecer una visión renovada del Evangelio, viviéndola desde dentro, transformando sus propias estructuras que constituyen un anti testimonio de la paz, la unidad y la esperanza que debería proclamar y que además acerque a los fieles en lugar de estar generando más distancia y divisiones, en un mundo que ya se encuentra roto y divido.


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El mundo se encuentra orientado por la violencia que genera injusticia, muerte, destrucción, infelicidad. La propuesta de Jesús de la construcción del Reino de Dios es vencer las formas de opresión que atentan contra la dignidad humana (Sermón del Monte Mt. 5, 3-12). La Buena Noticia, nos refiere que un mundo diferente es posible, un mundo de fraternidad y justicia, gobernado desde el amor. “La violencia nos hace olvidar o ignorar quiénes somos, que todos somos iguales, hermanos y hermanas, todos hijos de un Dios amoroso. Cuando olvidamos esto comenzamos a herirnos, matarnos, respaldar guerras y privarnos de los otros”7. Se hace necesario reconocer los diferentes niveles de violencia y sus implicaciones para el mundo de hoy8:

1. Violencia de pobreza generada por un sistema de injusticia El sistema global de explotación económica y pode político deja a muchos excluidos y marginados. La mala distribución de la riqueza deja aisladas a millones de personas.

2. Violencia de dominación militar

El sistema de injusticia asegura su permanencia, entre otras por el poderío militar, por su arsenal armamentista, que llegan al punto de tener armas de destrucción masiva, como armas nucleares.

3. Violencia de represión

Busca amedrentar las masas de personas afectadas por la injusticia, la pobreza y la misma violencia. Instaura mundos del terror y la amenaza. También se presenta como no ofrecer acceso a la educación, la salud, la cultura, medios de comunicación, la libre expresión, etc.

4. Violencia Revolucionaria

Surge como consecuencia de las anteriores, constituye una reacción violenta a la exclusión y la marginalización, se ve reflejada en la conformación de grupos armados al margen de la ley. Esta acción endurece los conflictos y vuelve más radicales los enfrentamientos.

5. Violencia Impersonal

Esta referida al ladrón, el asalto, diferencias entre vecinos, resolución violenta de los conflictos que pueden llegar incluso a asesinatos, la violencia físico o psicológica contra los más indefensos o desprotegidos. También incluye prácticas de limpieza social, ataques por causa de la orientación sexual, etc.

6. Violencia Personal

Relacionada a la violencia que se guarda en cada corazón humano. Como vivimos en un mundo violento tenemos armado el interior con desconfianza, desesperanza, sed de venganza, crueldad, etc. “Todos hemos sido entrenados en violencia y tendemos a entregarnos a la oscuridad de la violencia”9.

7 Ibid. (traducción personal)

8 Este ensayo no tiene la pretensión de profundizar ampliamente en este aspecto, solo se enunciarán

brevemente los niveles propuestos por John Dear en su libro “The God of peace”. 9 Dear, John (2005), The God of peace toward a theology of nonviolence. Ed. Wipf & Stock Publishers.

Traducción personal


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Estos 6 niveles de violencia aunque se exponen de lo general a lo particular cada uno en sí mismo está relacionado con los demás y todos iguales de devastadores de la condición humana. La tendencia natural sería escoger entre el camino de la violencia y el de la no violencia, sin embargo como bien los expresó Martin Luther King Jr, en las condiciones actuales la opción es “no violencia o no existencia”10 y por eso la inminencia de reconocer la Iglesia desde la función renovadora de esta fe que encuentra alternativas a las amenazas que el mundo de hoy presenta: “Una Iglesia reformada y renovada puede hacer mucho más para cambiar el mundo. Una Iglesia reformada puede trabajar para disminuir y transformar el odio, la injusticia, la opresión, el racismo, la pobreza, la guerra, la destrucción ecológica, la muerte de inocentes y todos los otros males que plagan el mundo. Renovar la fe de la comunidad puede llevar a reemplazar esto con amor, libertad y respeto por la vida”11. De acuerdo al gran teólogo del siglo pasado K. Rahner, “los cristianos de este siglo serán espirituales o no serán”, por eso se hace necesario reconocer cuál es la alternativa que se presenta desde la Iglesia para mostrar su contraste frente al mundo y precisamente desde la teología de la No Violencia: “la No Violencia es un método de fe basado en trabajar por la liberación humana, se opone en diversas maneras a todo lo que es injusto, equivocado, opresivo, etc. Busca destronar a los perpetradores de la injusticia, no con violencia, sino con un persistente deseo creativo y amor realista. En expresar ese amor, hay un deseo de aceptar sufrir antes que causar sufrimiento en otros.”12 Para actuar desde la no violencia es necesario preparar el espíritu, empezando por desmontar 2 mitos que están muy establecidos en el común de la gente:

1. El mundo está conformado de gente buena y gente mala. Esta idea justifica que no nos reconozcamos en el otro y que hagamos diferencias entre los seres humanos, generalmente el diferente, el extranjero, el inferior, el que no se parezca a mí; el otro (simplemente) se percibe muchas veces como el enemigo, la amenaza y lo que justifica la maldad. “Desde un punto de vista religioso, el enemigo se convierte en nada menos que el mal encarnado, una “persona falsa”, un impostor, un malhechor pretendiendo ser humano. En términos más generales, el enemigo puede ser caracterizado como racial, lingüística, ética o físicamente diferente”13 y desde la diferencia se justifican los fundamentalismos y las acciones nocivas hacia los otros. Es necesario volver a la noción fundamental que los seres humanos somos hechos a imagen y semejanza de Dios y como en la parábola del buen samaritano (Lc 10, 25-37), reconocerlo como todo aquel que necesita de mí. La espiritualidad es la apuesta conciente y diaria de abrir el corazón para vivir y actuar desde la base esencial que estamos unidos a toda la humanidad14.

10

Citado por John Dear 11

Taylor, Richard (2007) Love in Action, a direct action handbook for catholics using Gospel nonviolence for reform and renew the church. Ed. RK Taylor publishing. Pag. 4 (traducción personal) 12

Ibid Pág. 2 13

Rieber & Kelly (1986) citado por Donahue sj en “Who is my enemy, the parable of the good samaritan and love enemies. Pg. 151 en “The love of enemy and nonretaliation in the new testament, Swartley, Willard Ed. (1992). Traducción personal 14

Dear, John (2005), The God of peace toward a theology of nonviolence. Ed. Wipf & Stock Publishers. Traducción personal. Pág 169


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2. La violencia es necesaria. Se mantiene la idea muy generalizada que la violencia funciona, pero lo cierto es que la violencia genera más violencia y se convierte en un espiral que en lugar de detenerse crece cada vez con mayor intensidad (brutalidad). Si respondemos mal por mal o a la violencia con violencia solo nos asemejamos al mal que combatimos, nos convertimos en lo que condenamos. La violencia no resuelve nada, nada justifica la violencia y menos si hace en nombre de Dios15. Como lo exponía Hélder Cámara “Lo que llamamos no violencia es simplemente vivir el Evangelio. Esto incluye un compromiso de respetar que cada persona es sagrada y tener la determinación de superar todo tipo de dominación”16. Es necesario estar convencidos que la fraternidad y la justicia no se conquista a través de la violencia; lograr la comunión y convivencias humanas armónicas y saludables, respetuosas de las diferencias, no son tareas fáciles, pero es el camino en que vivimos el Dios del amor en el que creemos.

La espiritualidad conduce a desarmar el corazón y tener actitudes más constructoras de paz. “La espiritualidad cristiana requiere: trabajar por la justicia, tener una opción por los pobres, amar a los enemigos, construir la paz y vivir en el espíritu de no violencia de Dios…como seguidores de Jesús nuestra espiritualidad se encuentra enraizada en el espíritu de la no violencia”17.

Para librarte de ti mismo,

lanza un puente

más allá del abismo de la soledad

que tu egoísmo ha creado.

Intenta ver más allá de ti mismo.

Intenta escuchar a algún otro,

y sobre todo

prueba en esforzarte por amar

en vez de amarte a ti solo...

Si quieres ser,

perdona que te lo diga,

tienes que librarte ante todo

del exceso de poseer

que tanto te llena,

de pies a cabeza.

Hélder Cámara

Cuando el ser humano no está orientado por el Espíritu de Dios se mantienen odios, discordias y celos, se enojan fácilmente, causan divisiones y partidismos (Gal. 5, 20) y por eso hay necesidad de mantenerse activo espiritualmente, esforzándose por derrocar los tiranos interiores que impulsan muchas de las acciones personales “lo que es muy doloroso en la disciplina espiritual es

15

Como en las cruzadas, o en tantas injusticias toleradas por la Iglesia e incluso generadas por ella misma. 16

Citado por Taylor, Richard (2007) Love in Action, a direct action handbook for catholics using Gospel nonviolence for reform and renew the church. Ed. RK Taylor publishing. Pág. 11 17

Dear, John (2005), The God of peace toward a theology of nonviolence. Ed. Wipf & Stock Publishers. Traducción personal. Pág 166


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enfrentarse a la oscuridad interior…es necesario empezar la no violencia desde (el propio) corazón pero hay un asesino, un torturador, un cobarde y un dictador en mí que quiere mantenerme en una detención psíquica por siempre…algo en mí no quiere ser redimido”18. No es suficiente con reconocer el mal que hay en mí sino trabajar en dejarse llenar cada vez más por Dios, “el verdadero sentido de toda oración cristiana es pedir que el amor de Dios se derrame en nuestros corazones por el don del Espíritu Santo para que podamos amar a los hombres con el mismo amor con que somos amados por Dios”19. La experiencia del amor de Dios se expresa en el amor a los hermanos (Jn 15,12; 1Jn 4,11), actuar desde la no violencia es una consecuencia de crecer en el amor de Dios que se traduce en amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio (Gal 5, 22). En este punto es necesario aclarar que No Violencia no significa necesariamente dejar de sentir rabia, pues ante tantas situaciones absurdas a veces este sentimiento es inevitable, sin embargo lo opuesto al amor no es la rabia (el odio) y por eso, como lo explica S. Agustín la rabia es una faceta de la esperanza que no se conforma y sabe que las cosas no son lo que deberían ser. Lo que haría la diferencia desde la No Violencia es no dejarse determinar por la rabia sino por el contrario aprovecharla para tomar decisiones inteligentes y amorosas20. La opción por la No Violencia requiere que se tenga muy presente cuál es el Dios que se sigue y se crea en la radicalidad del Evangelio. Por ejemplo en el Nuevo Testamento cuando Jesús expresa el amor a los enemigos (Mt 5, 43-48; Lc 6, 27-28, 32-36), se está refiriendo a ágape, es decir “expresar Buena Voluntad hacia los oponentes sin tener en cuenta su respuesta…en ágape, amamos a la gente porque son hijos amados de Dios, así como Dios nos ama a nosotros. Ágape separa la persona del mal que comete”21, se condena el pecado pero no el pecador y desde este punto de vista el amor (ágape) a los enemigos no exige que se sienta afecto por ellos, simplemente no despojarlo de su condición humana, que es sagrada. En este orden de ideas se reconoce al Reino de Dios como un mundo cualitativamente diferente a los caminos de dominación ya conocidos, no se refiere a una inversión de los roles de dominadores a dominados sino a una forma alternativa de convivencia humana. No se refiere a reemplazar un poder por otro más fuerte sino a una auténtica liberación del corazón humano, como bien lo percibió Jesús en la Palestina del siglo I, en medio de la dominación del imperio romano, era una locura intentar enfrentárseles en un combate armado, lo que podían hacer era optar por la No Violencia para lograr liberarse efectivamente de ellos, “tal como Jesús lo veía la única forma de liberarse de los enemigos consiste en amar a los enemigos… no se trata de resignarse a la opresión romana, ni de intentar matarles con amabilidad, sino de llegar a la causa fundamental de toda opresión y dominación: la falta de compasión por parte del hombre…si los judíos iban a seguir dando culto a los valores mundanos del dinero, el prestigio, la solidaridad de grupo y el poder ¿no iban acaso a sustituir la opresión romana por una opresión judía igualmente despiadada?”22

18

Wink, Walter (2003), Jesus and nonviolence. A third way. Ed. Facets. Págs 79-80 19

Manifiesto contra un cristianismo espiritualista (1987) Centro de Cristianismo y Justicia. Número 21. Pág 11 20

Taylor, Richard (2007) Love in Action, a direct action handbook for catholics using Gospel nonviolence for reform and renew the church. Ed. RK Taylor publishing. 21

Ibid. Pág 31-32 22

Nolan, Albert (1976). ¿Quién es ese hombre?, Jesús antes del Cristianismo. Ed. Sal Terrae. Pág 155


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Los seres humanos hemos sido condicionados por siglos de evolución a responder al mal de 2 maneras23:

- Huida (Flight): Actitudes de sumisión, pasividad, evitación o resignación. - Pelea (Fight): Referido a revolución armada, rebelión violenta, retaliación o venganza.

Los impulsores de la No Violencia son muy claros en decir ojo x ojo y acabaremos ciegos. La alternativa es el amor, hasta el extremo. Jesús con su vida y sus enseñanzas ofrece una tercera vía o una alternativa para enfrentar el mal y romper los círculos de violencia a través de respuestas creativas y transformadoras de las situaciones opresoras sin tener que acudir a la violencia.

Pueden hacer lo que quieran, pero nosotros los seguiremos amando… Métannos en las cárceles y

aún así los amaremos. Lancen bombas contra nuestras casas, amenacen a nuestros hijos y, por

difícil que sea, los amaremos también. Envíen, en las tinieblas de la medianoche, a sus sicarios a

nuestras casas, golpéennos, y aún estando moribundos, los amaremos. Envíen a sus

propagandistas por todo el país para decir que no estamos culturalmente ni de ningún otro modo

preparados para integrarnos en la sociedad y los seguiremos amando. Pero llegará un día en que

conquistaremos la libertad y no sólo para nosotros: los venceremos a ustedes y conquistaremos su

corazón y su conciencia y de este modo nuestra victoria será doble

Matin Luther King

“El Dios cristiano es el Dios que siempre saca al hombre de su cerrazón sobre sí y sobre sus intereses, abriéndole a una perspectiva gratuita e inesperada de comunión con El a través de la creación de una familia de hermanos”24. La Iglesia como comunidad de creyentes cuenta con una poderosa alternativa para transformar el mundo, cuando encontramos unidad expresada en la oración litúrgica “Por Cristo, con Él y en Él” y nos convertimos los católicos en instrumentos de su paz (como en la oración de San Francisco de Asís) como expresión viva del Evangelio en nosotros. La nueva vía que ofrece Jesús

Gandhi el gran revolucionario de la No Violencia del s. XX decía que “la única gente de la tierra que no ha visto a Cristo y sus enseñanzas de No Violencia son los cristianos”, por eso es necesario reconocer la novedad que trae Jesús al mundo y que los católicos no hemos sabido valorar en toda su dimensión. Para referir la trascendencia de Jesús en la historia es necesario ubicarlo en el contexto específico que le tocó vivir25. La Palestina del siglo I se encontraba dominada por el Imperio Romano, el más poderoso de su tiempo, se caracterizaba por su poderío militar y los altos impuestos que cobraba. Por otro lado la organización social mantenía una organización piramidal de gran división y exclusión “la clase media era reducida y las clases superiores lo era aún más”, se encontraban grupos sociales como los Saduceos, los Fariseos, los Zelotes, los Escenios, Rabinos, Ancianos y la inmensa mayoría de los oprimidos (los pobres, impuros, enfermos, viudas, pecadores, etc.).

23

Wink, Walter (2003), Jesus and nonviolence. A third way. Ed. Facets. Capítulo II 24


Está basado en Nolan, Albert (1976). ¿Quién es ese hombre?, Jesús antes del Cristianismo. Ed. Sal Terrae


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Jesús se hace Bautizar por Juan pues fue el único que lo impresionó, Él reconoció que Dios estaba requiriendo de su pueblo arrepentimiento y conversión de corazón, pero a diferencia de Juan el Bautista, Jesús no se apartó al desierto sino que se metió entre la gente (los rechazados, los apartados, los pecadores, etc.) y centró su acción principalmente en curar enfermos (hacer milagros) y perdonar pecados (comía con ellos, los hizo sus amigos). Jesús actuaba por compasión y misericordia por el que sufría (Mt. 14, 14; Mc 1, 41; Mt. 9, 36; Lc 7, 13; Mt 20, 34; Mc 8, 2), trabajaba por restituir la dignidad perdida de la gente (Jn 9, 1-7; Lc 15,2; Jn 8, 1-11; ; Mc 2, 1-12; Lc 4, 18; Lc 19, 1-10), defendía que el hombre estaba por encima de la ley (Mc 2, 27; Mt 12, 11-12) y proclamaba el Reino de Dios (el reino de la paz) y por hacer la Voluntad de Dios y no acomodarse al sistema, por cuestionar el poder (político, religioso, económico) y los valores que iban contra lo humano, tuvo una muerte en cruz. También Jesús decidido a renovar el Pueblo de Dios conformó especialmente una comunidad de “12” como las tribus de Israel y a ellos se dedicó, les enseñó sobre cómo ser hermanos, a reconocer al prójimo y les entregó en la Última Cena su cuerpo y sangre. Aunque al llegar la hora decisiva sus discípulos lo abandonaron, lo negaron, perdieron la fe en Él, Dios lo resucitó y desde entonces su comunidad (los testigos de su resurrección), anuncian su muerte, pero sobre todo proclaman su resurrección. No hay nada que venza al amor, nuestra Buena Noticia para el mundo. Él nos da la salvación. Pero como a Jesús no se le sigue por doctrina, ni por imposición sino desde la libertad y el amor es que en sus enseñanzas expresa “los que tienen oídos que oigan” (Mt. 13, 9) o como en la parábola de las dos bases cuando dice “el que me oye y hace lo que yo digo es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca…pero el que me oye y no hace lo que yo digo es como un tonto que construyó su casa sobre la arena…” (Mt. 7, 24-27; Lc 6, 47-49). Así que reconociéndolo como Maestro prestemos especial atención a sus enseñanzas de No Violencia.

• Bienaventurados los constructores de paz En el Sermón de la Montaña (Mt. 5, 3-12; 6, 20-23), al dirigirse a la gente, Jesús expresó las Bienaventuranzas, que se refieren a un camino para ser feliz, un proyecto de vida para llegar a Dios. Puntualmente expresa: “Bienaventurados los que procuran la paz, pues Dios los llamará hijos suyos” (Mt. 5, 9) y también señala “Bienaventurados ustedes cuando la gente los odie, cuando los expulsen, cuando los insulten y cuando desprecien su nombre como cosa mala, por causa del Hijo del Hombre” (Lc 6, 22).

• El Amor a los Enemigos Jesús es muy explícito al referirse al amor a los enemigos, desde ahí señala la radicalidad del Evangelio, “si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario?, también los pecadores se portan así” (Lc 6, 32-33). La Invitación de Jesús es a comportarse con los demás como Dios se comporta con nosotros, con misericordia. Tratar a los demás como esperamos ser tratados nosotros mismos.


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Esta actitud enfatiza que es necesario cambiar la Ley del Talión de ojo x ojo y diente x diente, y en lugar de eso resistir al mal y por el contrario responder a este con bien “si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra” (Mt, 5, 39). Muchas veces esta indicación de Jesús se ha mal interpretado y se confunde con sumisión pero su sentido es bien contrario. El golpe con el revés de la mano (la única opción de dar una cachetada en la derecha26) era usada para amonestar inferiores (amos a esclavos, esposos a esposas, padres a hijos, hombres a mujeres, Romanos a Judíos) y promovía la sumisión, bajar la cabeza, obedecer. La audiencia de Jesús era por lo común quienes recibían este tipo de tratos que buscaban humillar o imponer dominio sobre ellos ya fuera por casta, clase social, raza, género, edad, estatus, etc27. La indicación de Jesús es que a través de un acto No Violento como es poner la otra mejilla, se está negando el poder de humillar que se adjudica quien golpea y así “la víctima” restaura su propia dignidad. La propuesta de Jesús invita a buscar alternativas creativas que sean diferentes a la manera como se condiciona la respuesta a la agresión: sumisión o violencia (flight o fight)28. La tercera vía de Jesús va por el orden de: “amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan” (Lc. 27-28). Ya que esta sería la única manera de romper con los círculos de odios y de agresión.

• El prójimo Para responder la pregunta de un maestro de la ley sobre “¿quién es mi prójimo?”, Jesús le cuenta la parábola del Buen Samaritano: “Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verle, dio un rodeo y siguió adelante. También un Levita llegó a aquel lugar, y cuando le vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verle, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano sacó dos monedas, se las dio al dueño del alojamiento y le dijo: “Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva” (Lc 10, 30-35). Al final es fácil deducir que el prójimo fue el compasivo, el que se apiadó del herido e hizo todo lo que estaba a su alcance para que se recuperara. Lo interesante de la narración de Jesús es que para su tiempo poner en una misma frase Bueno y Samaritano29 parecía inconcebible, pero precisamente esa paradoja es la que Él quiere resaltar. La pregunta que generó del diálogo de Jesús con el maestro de la ley fue: “qué debo hacer para alcanzar vida eterna? (Lc. 10, 25) y Jesús le contra pregunta sobre lo que indica la ley, a lo que responde el maestro: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con

26

Los Judíos no podían usar la mano izquierda que estaba dedicada a labores impuras. 27

Wink, Walter (2003), Jesus and nonviolence. A third way. Ed. Facets. Pág 15 28

Ibid pág. 35 29

Había una tensión histórica entre Samaritanos y Judíos por diferencias políticas y religiosas. Los judíos repudiaban a los habitantes de Samaría.


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todas tus fuerzas y con toda tu mente y ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10, 27). Jesús muy inteligentemente hace notar al maestro de la ley que no es suficiente con decir que se ama a Dios sino que es necesario ponerlo en obras, esa sería la única manera de alcanzar la vida eterna30, tener compasión por el otro, especialmente el que se encuentra en necesidad; mostrando así que el parámetro es el del Amor y prójimo puede ser cualquiera, puede ir desde el necesitado al enemigo.

• Padre Nuestro Jesús enseña una manera diferente de reconocer a Dios, como Abba (padre bueno), pero sobretodo como un padre común a todos y que nos pone a todos en el mismo nivel, el de sus hijos. La oración del Padre Nuestro (Mt. 6, 9-13) es la manera como crecemos en espiritualidad, “¿Cómo buscar a Dios? Rezando efectivamente Padre Nuestro, de todos los hombres, sin pretender hallar exclusivamente un Dios sólo ´mío´, y sabiendo que esta oración traduce una actitud fraterna por la que tampoco el pan es sólo ´mío´, sino pan nuestro. ¿Cómo encontrar a Dios? Creyendo que ese ´nuestro´ de fraternidad vincula al padre del cielo con el ´pan´ de la tierra. Y cuando le llamamos ´mío´ ni Dios es Padre, ni su Reino llega, ni se cumple Su voluntad en la tierra como en el cielo”31. El Dios de los cristianos es una experiencia comunitaria. También Jesús ilustra con el relato del Hijo Pródigo (Lc 15, 11-32) la acción amorosa del Padre. “Si Dios, como el Padre Misericordioso puede perdonar, redimir y transformarme yo debo también creer que puede hacer esas maravillas con cualquiera”32

• El mandamiento del Amor Jesús indica un nuevo mandamiento, “que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes” (Jn 15, 12). Es decir que la experiencia del amor de Dios se traduce en el amor a los hermanos. “El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor” (1Jn 4, 8). La tercera vía requiere desterrar la violencia de nuestras almas. Jesús señala que lo que hace impuras a las personas es lo que sale de adentro, es decir lo que se guarda en el corazón, ya que el Amor de Dios siempre construye y edifica, “Porque de adentro, es decir, del corazón de los hombres salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de adentro y hacen impuro al hombre” (Mc 7, 21-23). Jesús termina diciendo que no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos (Jn 15, 13), es decir que hace énfasis en el amor en libertad.

• La ley

30

Donahue sj (1992). “Who is my enemy, the parable of the good samaritan and love enemies, en “The love of enemy and nonretaliation in the new testament, Swartley, Willard Ed. 31


Wink, Walter (2003), Jesus and nonviolence. A third way. Ed. Facets. Pág 68


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La sociedad está asociada al poder y como el Reino de Dios es una nueva sociedad también replantea la concepción que se tiene del poder, que no solamente se refiere a la autoridad sino también a la ley. Los Fariseos y Escribas utilizaban la ley como un poder opresor y de dominio, la ley era experimentada como una carga “la actitud de los escribas conducía a la casuística, al legalismo, a la hipocresía y al dolor”33 desde esta concepción la ley se usaba para intereses egoístas que esclavizaban a la gente. “La actitud de Jesús conducía a la tolerancia en todos aquellos casos en que las necesidades del hombre chocaran con la observancia de la ley, y al rigor siempre que este sirviera mejor a las necesidades del hombre”34. La ley estaba hecha para el hombre y no el hombre para la ley (Mc 2, 27; Mt 12, 11-12). Jesús señalaba que el objetivo de la ley era el servicio, la compasión, el amor. “Dios desea misericordia, no sacrificio” (Mt 12, 7; Mc 12, 38). En el Reino de Dios el poder está íntimamente relacionado con el servicio y la libertad y los más beneficiados son los “pobres y pequeños”. Jesús impulsó otro principio de la No Violencia cuando se rehusaba a obedecer leyes injustas, desobediencia civil, que no es rechazar la ley sino apelar a una ley de autoridad más alta, relacionada con la justicia y la paz.

Pero Jesús no se limitó a enseñar sobre la No Violencia sino que lo vivió en carne propia hasta el extremo

• No se dejó tentar Jesús sabía de la fragilidad del corazón humano, cuando estuvo ayunando en el desierto, fue tentado (Lc 4, 1-13) por la idea del tener sin esfuerzo, que poseer mucho te hará feliz, fue tentado por el poder y fue tentado por la tentación del prestigio y el reconocimiento35 y ahí demostró que tenía puesta su fe en Dios y ahí demostró que tenía puesta su fe en Dios y era a Él al único que iba a obedecer y servir. De acuerdo a Jn 5, 19, Jesús expresaba: “Les aseguro que el Hijo de Dios no puede hacer nada por su propia cuenta; solamente hace lo que ve hacer al Padre. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo” y por eso Jesús se dedicó a hacer la Voluntad de Dios, tener consideración, actitudes misericordiosas con los más necesitados. “Mucho de la acción de Jesús en el día a día consistía en levantar a la gente de sus fosas. El liberó a los cautivos de cualquier forma de cautiverio. Su corazón se movía por los enfermos, ciegos, culpables, poseídos por demonios, ignorancia o confusión. El respondía a sus necesidades incluso si eso significa romper la ley o poner su propia vida en riesgo”36. Jesús trabajó incansablemente por la construcción del Reino y siempre puso a la persona, especialmente a los más necesitados primero.

• Lavatorio de los pies

33

Nolan, Albert (1976). ¿Quién es ese hombre?, Jesús antes del Cristianismo. Ed. Sal Terrae 34

Ibid. 35

Ideas de José Luís Caravias en la presentación de power point “Las tentaciones de Jesús y de nosotros” 36

Taylor, Richard (2007) Love in Action, a direct action handbook for catholics using Gospel nonviolence for reform and renew the church. Ed. RK Taylor publishing. Pág. 17


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En su Última Cena Jesús deja un testimonio del servicio, “si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos y servirlos a todos” (Mt 26, 36-39). Jesús con sus acciones mostró que el camino a Dios es desde la humildad y la pequeñez. La acción de Jesús del Lavatorio de los Pies (Jn 13, 5-10), teniendo en cuenta la reacción de sus discípulos, especialmente Pedro, que se rehusaba a dejarse lavar los pies por Jesús, deja entrever que “a Dios hay que buscarle desde una postura receptiva y abierta a acogerle tal como El se nos manifiesta, aunque desborde todas nuestras anticipaciones y deseos inmediatos porque si Dios es Dios, será más que todo lo que nosotros los hombres podemos concebir o anticipar”37

• Oración del huerto Jesús sabía que su determinación de ir a Jerusalén para la pascua ponía su vida en riesgo peor Él decidió “jugársela” por la causa del Reino, su compromiso fue radical, aunque esto no significa que fuera fácil. En la oración del huerto de Getsemaní (Mt. 26, 36-39) antes que lo arresten, Él en oración se dispone a cumplir la Voluntad de Dios hasta las últimas consecuencias: “Padre mío, si es posible, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieras tu” (Mt 26, 39). Solo la profunda fe de Jesús en Dios es la que hace posible que Él esté dispuesto a sufrir y morir por los demás. “La fe no es un modo de hablar o de pensar, sino un modo de vivir”38

• El perdón Durante sus enseñanzas Jesús había referido que había que perdonar hasta 70 veces 7 y no hasta 7 veces como indicaba la ley (Mt 18, 21-22), pero es en la cruz al expresar “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34) cuando Jesús encarna el amor a los enemigos y sus palabras en Lc 6, 28: “bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan”. Jesús mantuvo la difícil determinación de amar en lugar de odiar39.

• Muerte en cruz El camino de la No Violencia es el de la cruz, que no sólo se refiere a identificarse con las víctimas de la opresión sino a la expresión de que Jesús murió de esa manera porque prefirió sufrir injusticia y violencia antes que ser su causa40. En su calvario Jesús sufrió azotes, humillaciones, burlas, insultos y así no se despojó del amor a los demás. Sufrió una condena injusta pero a pesar de eso agarró su cruz de madera con gran dignidad (Jn 19, 17), sufría dolores muy fuertes pero aún así tuvo una palabra de consuelo y consideración por las mujeres que estaban llorando en el camino (Lc 23, 27-28).

37



Taylor, Richard (2007) Love in Action, a direct action handbook for catholics using Gospel nonviolence for reform and renew the church. Ed. RK Taylor publishing. Pág. 18 40

Wink, Walter (2003), Jesus and nonviolence. A third way. Ed. Facets. Pág 87


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Algo que es característico del proceso de juzgamiento de Jesús es que Él no se defendió, guardó silencio “A decir verdad no era Jesús el procesado, sino más bien los que le habían entregado y acusado (Pilatos, Caifás y el Sanedrín, Los Escribas y Fariseos). Su silencio les confundía, les inquietaba, les cuestionaba, y les sometía a prueba. Sus propias palabras se volvían contra ellos y ellos mismos se condenaban por su propia boca”41. Pilatos fue culpable por falta de interés en la verdad. Caifás no fue capaz de estar a la altura del reto que suponía Jesús. Los escribas y fariseos por rechazarlo sufrieron la catástrofe en el año 70 d.C., Judas lo entregó, Pedro lo negó y los demás huyeron. “Jesús murió en soledad, como el único hombre que había sido capaz de superar la prueba. Todos los demás fallaron y sin embargo a todos los demás se les dio otra oportunidad. La historia del cristianismo es la historia de quienes han llegado a creer en Jesús y han sido movidos a aceptar el desafío de su muerte, de una u otra manera”42

La No Violencia es el sueño de Jesús, “para Él no hay acceso posible a Dios fuera de la dedicación y del compromiso con ese Reino de la fraternidad en la que cada hombre se aproxima al necesitado y se hermana con él, en lugar de pasar de largo ante los caídos en la cuneta de la historia. Tampoco hay posible manifestación de Dios en esta historia fuera de ese empeño por ser “misericordiosos como el Padre”, para que “viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo” (Mt. 5, 16; Lc 6, 36)43.

Irradiando a Cristo

Querido Jesús; ayúdanos a esparcir tu aroma por donde vayamos. Inunda nuestras almas con tu

Espíritu y vida. Penétranos y posee todo nuestro ser tan plenamente, que nuestras vidas sólo sean

un resplandor de la tuya. Brilla a través nuestro y hazte tan presente en nosotros, que cada alma

con la que entremos en contacto, sienta tu presencia en nuestras almas. Que cuando nos miren no

nos vean a nosotros, sino ¡Sólo a Jesús!

Quédate con nosotros y entonces podremos empezar a brillar como tú brillas, brillar de tal modo,

hasta ser una luz para los demás. La luz serás Tú, brillando para los demás a través nuestro.

Permítenos alabarte del modo que tu prefieres, es decir, brillando para los que están a nuestro

alrededor. Que te prediquemos sin predicar, no con palabras sino con nuestro ejemplo, con la

fuerza contagiosa, con la influencia compasiva de lo que hacemos, con la evidente plenitud del

amor a ti que hay en nuestros corazones.

Amén

Oración compuesta por el Cardenal Newman El desafío de construir el “nosotros” Como se ha expresado hasta este punto “lo que hemos sido cuestionados no es tanto en hablar de Jesús, como en dejarlo vivir en nuestro corazón de tal manera que la gente pueda reconocerlo en

41


Ibid. 43

Manifiesto contra un cristianismo espiritualista (1987) Centro de Cristianismo y Justicia. Número 21. Pág 8


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la forma como nosotros vivimos”44. Eso nos ubica en el reto de llevar a la convivencia cotidiana el testimonio de nuestra fe.

Jesús convoca una sociedad contraste, un nuevo orden social. Una comunidad que convive de forma diferente al resto del mundo, donde no predominan estructuras de violencia sino de fraternidad y de reconciliación. Jesús exige a sus discípulos renunciar a toda forma de dominación “en el Reino es preferible dejarse golpear la cara a responder a la violencia. Es preferible sufrir injusticia a imponer el derecho a la violencia. No puede imponerse nada a la fuerza en el pueblo de Dios”45.

Después de la muerte de Jesús, sus discípulos gracias a la acción del Espíritu comenzaron a seguir a su Maestro, es decir, a hacer carne de su carne las enseñanzas de Jesús y sobre todo a continuar con su misión de la Construcción del Reino, conformando así auténticas comunidades cristianas, lo que se conoce como la Iglesia Primitiva. “Los miembros de la Iglesia primitiva no eran gente perfecta, sus personalidades chocaban, tenían desacuerdos y otras flaquezas humanas, pero por su fe en Jesús reprodujeron de manera admirable la No Violencia de su Maestro”46 y lograron mantenerse como una Comunidad contraste hasta el siglo III en que Constantino “cristianiza” al Imperio Romano y así la Iglesia pierde muchas de sus características más remarcables.

La Iglesia primitiva se constituyó como signo eficaz de salvación, los primeros cristianos cargaron sus propias cruces (Mc. 8, 34) y le siguieron; en ese camino fueron torturados, apresados, ejecutados, quemados vivos por el Imperio Romano y los Judíos, y a pesar de todo esto seguían en pie, creciendo en número, estableciéndose en más territorios y sobre todo sin perder el amor a los demás. Como lo señala la carta a Diogneto: “Aman a todos, y todos los persiguen. Se los condena sin conocerlos. Se les da muerte, y con ello reciben la vida. Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo. Sufren la deshonra, y ello les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor. Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida. Los judíos los combaten como a extraños y los gentiles los persiguen, y, sin embargo, los mismos que los aborrecen no saben

explicar el motivo de su enemistad”47.

Son importantes los soportes en cartas y documentos de las comunidades cristianas primitivas pues señalan claramente las características de esa nueva sociedad que estaban constituyendo. Las primeras comunidades eran muy conscientes de lo que estamos llamados a ser como cristianos y por eso aspectos elementales de la dimensión comunitaria de la Iglesia como la fraternidad, la No Violencia, la solidaridad de unos con otros, el reconocimiento del bien común, etc. no podían dejarse a un lado en su funcionamiento.

44

Dear, John (2005), The God of peace toward a theology of nonviolence. Ed. Wipf & Stock Publishers. Traducción personal. Pág 169 45

Lohfink, Gerhard (1986), “La Iglesia que Jesús quería”, la dimensión comunitaria de la fe cristiana. Ed. Bilbao. 46

Taylor, Richard (2007) Love in Action, a direct action handbook for catholics using Gospel nonviolence for reform and renew the church. Ed. RK Taylor publishing. Pág. 20 47

Fragmento de la Carta a Diogneto (hacia el año 200 en Alejandría)


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Es a partir de lo que la Iglesia Primitiva logró construir, motivar (muchos paganos se hicieron cristianos) y testimoniar en la conformación de la Comunidad Cristiana que se retomarán algunas sus características esenciales para iluminar la difícil tarea de construir el “nosotros” y así estar más “sintonizados” con la Iglesia que Jesús quería.

¿Cuántas veces he sido un dictador?

¿Cuántas veces un inquisidor, un censor, un carcelero? ¿Cuántas veces he prohibido, a quienes más quería, la libertad y la palabra?

¿De cuántas personas me he sentido dueño? ¿A cuántas he condenado porque cometieron el delito de no ser yo?

¿No es la propiedad privada de las personas más repugnante que la propiedad de las cosas? ¿A cuánta gente usé, yo que me creía tan al margen de la sociedad de consumo?

¿No he deseado o celebrada secretamente, la derrota de otros, yo que en voz alta me cagaba en el valor del éxito?

¿Quién no reproduce, dentro de sí, al mundo que lo genera? ¿Quién está a salvo de confundir a su hermano con un rival y a la mujer que ama como la propia

sombra? Eduardo Galeano

Días y noches de amor y de guerra

• La Fraternidad En la Iglesia Antigua la fraternidad se mantiene como constante, entre ellos usaban el

tratamiento de hermanos no sólo por cortesía sino que incluía “las viudas, los huérfanos,

los ancianos, los enfermos, los inválidos, los cautivos, los desterrados, los cristianos que se

encuentran en camino y todos los miembros de la comunidad que se encontraban en una

especial situación de apuro”48. Estaban organizados de tal forma que atendían la situación

de necesidad desde una concepción del amor como ágape “una concreta prestación de

ayuda” de tal manera que atendían las necesidades económicas y sociales de los

miembros de la comunidad; este rasgo fue tan característico que varias cartas y

documentos de la época señalaban con énfasis que los cristianos se aman unos a otros y

esto era un comportamiento que definía a los cristianos, “mirad cómo se aman”, “se aman

unos a otros casi antes de conocerse”. Desde el amor fraterno y la solidaridad que

expresaban no solamente con los de su comunidad, sus amigos, su Iglesia, se constituían

en una sociedad contraste frente al mundo pagano y por eso eran claramente

diferenciables y fue así como el cristianismo tuvo una rápida expansión ya que se

constituyeron como una alternativa de vida para el mundo de esa época.

El “nosotros” tiene que comenzar por reconocernos como seres iguales en dignidad y de

esta manera procurar el bien para todos y todas. “para que todos cambiemos, y de esta

forma todos seamos posibles, hay que entender que todos y todas tenemos la misma

48

Lohfink, Gerhard (1986), “La Iglesia que Jesús quería”, la dimensión comunitaria de la fe cristiana. Ed. Bilbao


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dignidad, independientemente del lugar que ocupemos en la sociedad, del partido político

al que pertenezcamos, de nuestro grado de inteligencia, del título que sustentemos, de la

Universidad en la que hemos estudiado. La dignidad nos hace iguales…cuando entendimos

ese principio, comprendimos que la dignidad exige generalidad: la dignidad es para todos

y todas o ninguno la tiene, y siempre deben existir las condiciones para que todos

podamos vivirla plenamente”49.

• Corresponsabilidad de los unos a los otros

El sentimiento fraterno permite que se comience a considerar de una forma diferente a la

comunidad porque se rompen las barreras de la individualidad y el egoísmo, comienza una

dinámica de mutualidad en las dinámicas propias de la comunidad. En el Nuevo

Testamento abundan expresiones que se refieren a este punto50:

Estimando en más cada uno a los otros (Rom 12, 10)

Tened un mismo sentir los unos para con los otros (Rom 12, 16)

Acogeos mutuamente (Rom 15, 7)

Amonestaos mutuamente (Rom 15, 14)

Saludarse los unos a los otros con el beso santo (Rom 16, 16)

Esperar los unos a los otros (1Co 11, 33)

Preocuparse lo mismo los unos de los otros (1Co 12, 25)

Servirse por amor los unos a los otros (Gál 5, 13)

Ayudarse mutuamente a llevar las cargas (Gál 6,2)

Consolarse mutuamente (1Tes 5, 11)

Edificarse los unos a los otros (1Tes 5, 11)

Vivir en paz unos con otros (1Tes 5, 13)

Hacer mutuamente el bien (1Tes 5, 15)

Soportarse unos a otros por amor (Ef 4, 2)

Ser bondadosos y compasivos unos con otros (Ef 4, 32)

Ser sumisos los unos a los otros (Ef 5, 21)

Soportarse unos a otros y perdonarse mutuamente (Col 3, 13)

Responsabilidad recíproca de todos en la comunidad, implica que se privilegian las

relaciones de mutualidad de “unos a otros”, porque “la meta de los caminos de Dios no es

el individuo piadoso, sino la Iglesia Universal”51. Para crecer comunitariamente se requiere

el reconocimiento del bien común; identificar el propósito y el sentido de la comunidad

permite superar los disensos y valorar la función o aporte de cada uno de los miembros en

49

De Roux sj, Francisco (2005). El cuidado de las sociedades Pág. 196 en La educación desde las éticas del cuidado y la compasión. Ed. Javeriana. 50

Listado presentado por Lohfink, Gerhard (1986), “La Iglesia que Jesús quería”, la dimensión comunitaria de la fe cristiana. Ed. Bilbao. Pág. 110 51

Lohfink, Gerhard (1986), “La Iglesia que Jesús quería”, la dimensión comunitaria de la fe cristiana. Ed. Bilbao. Pág 113


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la comunidad.

• Corrección Fraterna

De las cosas más difíciles en la vida comunitaria es poder corregir al que se equivoca y aceptar la

crítica personal. Muchas veces los problemas mal tramitados generan profundas divisiones en las

comunidades, que pueden llevar incluso a su desintegración. A veces las correcciones son muy

agresivas y afectan a quien la recibe, pero también ocurre que no se tramitan oportunamente las

diferencias o conflictos y comienza a generarse un malestar que afecta directamente la vivencia

fraterna al interior de las comunidades.

Las cartas apostólicas invitan a “animar a los pusilánimes, sostener a los débiles y ser pacientes en todo”, inclusive un indicio para reconocer a una auténtica comunidad, no es precisamente por la “perfección” de sus miembros sino porque ellos son capaces de tomar conciencia comunitaria, que lo colectivo prima sobre lo individual, y se hace posible la corrección fraterna, que es “la valentía de corregir a otros de manera fraternal (amorosa) y la humildad para permitir ser corregidos”52. Es necesario optar por la 3ª vía que ofrece Jesús buscando soluciones creativas y transformadoras de las dinámicas que no permiten avanzar en la vida comunitaria.

• Devolver bien por mal En la vida comunitaria se requiere que se respeten los derechos y de igual forma cada uno de sus miembros cumpla los deberes, que para los cristianos son realmente exigentes como se aprecia en la carta a los Romanos 12, 9-21 y que podrían reconocerse como un “Manual de Convivencia”: “Ámense sinceramente unos a otros. Detesten lo malo y sigan lo bueno. Ámense como hermanos los unos a los otros, estimando en más a los otros. Esfuércense, no sean perezosos y sirvan al Señor con corazón ferviente Vivan alegres por la esperanza que tienen; soporten con valor los sufrimientos; sean perseverantes en la oración. Sean solidarios con las necesidades de los que pertenecen al pueblo de Dios; reciban bien a quienes los visitan. Bendigan a quienes los persiguen. Bendíganlos y no los maldigan. Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran. Vivan en armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino pónganse al nivel de los humildes. No se crean sabios. No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos. No tomen venganza ustedes mismo, sino dejen que Dios sea quien castigue; porque la Escritura dice: “A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré, dice el Señor. Y también: “si tu enemigo tiene hambre, dale de comer y si tiene sed, dale de beber, así harás que le arda la cara de vergüenza. No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal”. Hoy es prácticamente imposible resistir a la violencia que genera el sistema, sin una

52

Ibid. Pág 116


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comunidad que nos apoye a responder en forma No Violenta. “Las comunidades constructoras de paz impulsan a sus miembros a romper el egoísmo e individualismo a través de compartir la fe y tener una conciencia comunitaria. Las comunidades No Violentas no solo construyen una sociedad justa y en paz, sino que ayudan a la gente a ser más humanas. Las comunidades cristianas necesitan arraigarse en un estudio permanente de la Biblia, tener espacios para compartir la fe, perdonarse los unos a los otros y tener una vivencia cada vez más comprometida de la Eucaristía”53, caminos que permiten crecer espiritualmente, ampliar los límites propios de la fraternidad, hospitalidad, servicio, cordialidad, amabilidad, amor, etc. Que conduzcan a tener un espíritu cada vez más comunitario y cada vez menos violento.

El desafío de construir el “nosotros” se debe sobre todo a que es muy difícil conformar esa conciencia de comunidad, la convivencia cotidiana es la más exigente de todas porque nos enfrenta con las debilidades de nuestro interior (egoísmo, orgullo, vanidad, deseo de reconocimiento, etc.). El sistema nos ofrece vidas paralelas en lugar de comunión, monólogos colectivos en lugar de diálogos que permitan el encuentro con los otros y esas dinámicas tristemente las estamos reproduciendo en nuestros micro ambientes. Cada vez somos más indiferentes con la suerte de los demás y por eso resuena la frase de Gerhard Lohfink de “el servicio más importante e insustituible que los cristianos pueden prestar a la sociedad es, sencillamente, el de ser verdaderamente Iglesia”, verdadera comunidad.

Reflexión final

Durante el tiempo de elaboración de este ensayo en mi vida personal se presentaron cambios que me hicieron considerar seriamente lo que implica el desafío de pensarme como un “nosotros”, un proyecto vital en pareja está haciendo que desarrolle una nueva identidad, ahora me siento mucho más que un solo ser o como diría el gran poeta Mario Benedetti “en la calle codo a codo

somos mucho más que dos”. Creo que precisamente esa noción de “nosotros” es lo que más me mueve a apostarle al proyecto comunitario del amor de Jesús que es la Iglesia. Yo soy muy consciente de las limitaciones que tiene nuestra Iglesia y el dolor que puede causar por sus incoherencias, pero precisamente me acordaba del texto de Isaías 58, 1-12 que señala cuál es el ayuno que agrada a Dios (romper las cadenas de la injusticia, acabar con toda tiranía, compartir el pan con el hambriento, socorrer a los semejantes, etc.) y a continuación indica el profeta lo que Dios nos dará a cambio si hacemos lo que Él nos pide: “Entonces brillará su luz como el amanecer y sus heridas sanarán muy pronto”54, creo que es una invitación a abrir nuestro corazón, a dejar de estar tan preocupados por nosotros mismos y nuestros pequeños malestares y más bien tener consideración por los otros. A veces somos expertos en hacer diagnósticos pero aún nos falta mucho para dar solución efectiva a los males que nos aquejan, necesitamos acciones que de verdad construyan realidades diferentes. El mismo texto de Isaías termina señalando para mí cuál sería nuestra misión como miembros de la Iglesia que queremos un cambio, “Ustedes serán un pueblo reconstructor de viejas ruinas. Un

53

Dear, John (2005), The God of peace toward a theology of nonviolence. Ed. Wipf & Stock Publishers. Traducción personal. Pág 175 54

Is 58, 8


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pueblo llamado “reparador de muros caídos”55, en otras palabras, un pueblo creador de esperanzas, creador de paz y de justicia. Somos los encargados de promover la transformación, sino entonces quién?, invitados a reconstruir y reparar porque lo que había era bueno (Iglesia Primitiva) y es necesario que le volvamos a dar la trascendencia para el mundo que algún día tuvo, pero eso camino no se logra a punta de críticas, excusas y quejas, sino con esfuerzo, oración, discernimiento, estudio y mucha valentía. El padre Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia, en la homilía de su posesión lo expresaba como esa necesidad que hay de ir a la frontera, donde nadie quiere ir pero que es donde nace la esperanza y la vida: “Al hablar de la frontera no me refiero a los límites físicos. La frontera tiene un significado mucho más profundo. La frontera está donde el mensaje del Reino no puede pasar porque no se comprende su significado; o donde el mensaje se entiende pero no se acepta su contenido y sus valores; la frontera está donde la lucha por la dignidad humana enfrenta la exclusión y la violación de todos los derechos y donde el cinismo escapa de todos los deberes. Las fronteras están en las ciudades y en los campos, en la política y las instituciones, en las culturas y los imaginarios colectivos, en la academia y en los terrenos de la pastoral, en la ciencia y en la acción…las fronteras son barreras que dividen…en el examen personal sabemos que la frontera está dentro de nosotros mismos, en los límites que ponemos al actuar de Dios. Está en los problemas que no nos atrevemos a encarar en nuestras comunidades e instituciones porque huimos del dolor de las conversaciones difíciles, liberadoras. Está en el miedo de avanzar hacia quienes ponen obstáculos a nuestro evangelizar. A pesar que sabemos que la frontera sólo cambia si ponemos en medio de ella nuestra tienda de campaña”56. Reflexionar en lo que somos y estamos construyendo no es fácil, espero que este ensayo haya motivado a considerarnos desde otro punto de vista, en la trascendencia de nuestros pequeños actos cotidianos y para recordar (pasar por el corazón) lo que vale la pena ser recordado, termino con una frase que se encontraba en el museo de la nación en Lima, Perú en la sala “Yuyanapaq. Para recordar”, a propósito del trabajo de la comisión de la verdad y la reconciliación después de un proceso de violencia que vivió el país por dos décadas: “como para no olvidarnos nunca del maltrato que el pueblo en general sufrió, no solo basta juzgar a los responsables, debemos mejorar nuestras maneras de ver a nuestros semejantes e intentar seguir ejemplos de convivencia en paz, Dios sabe que es el camino, no lo olvidemos”57.

We are the world

There comes a time we must heed a certain call

When the world must come together as one

There are people dying and

Its time to lend a hand

To life, the greatest gift of all

We can´t go on pretending day by day

55

Is 58, 12 56

De Roux sj, Francisco. Homilía de posesión del Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia. Revista Hoy en la Javeriana, octubre 2008. 57

Walter Villarán en la sala Yuyanapaq. Para recordar, del Museo de la Nación en Lima-Perú


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That someone, somewhere will soon make a change

We are all a part of Gods great big family

And the truth, you know,

Love is all we need

We are the world, we are the children

We are the ones who make a brighter day

So let´s start giving

There´s a choice we´re making

We´re saving our own lives

It´s true well make a better day

Just you and me

Send them your heart so they´ll know that someone cares

And their lives will be stronger and free

As God has shown us by turning stones to bread

So we all must lend a helping hand

When you down and out, there seems no hope at all

But if you just believe, there´s no way we can fall

Let us realize that a change can only come

When we stand together as one.

la iglesia no es de ellos, es de nosotrosamoxcalli.leon.uia.mx/magis/ensayos_eclesiologia/... · la...

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