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LA CÁTEDRA DE PAZ EN EL PROCESO DE MEMORIA HISTÓRICA EN
COLOMBIA
UNA MIRADA DESDE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS
PAULA JERALDINE CUESTAS NIETO
UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLÍTICA Y GOBIERNO
BOGOTÁ D.C.
2019
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LA CÁTEDRA DE PAZ EN EL PROCESO DE MEMORIA HISTÓRICA EN
COLOMBIA
UNA MIRADA DESDE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS
PAULA JERALDINE CUESTAS NIETO
Trabajo de grado
Asesor
Yessika Lorena Vásquez González
Profesor titular
Programa de Ciencia Política y Gobierno
UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLÍTICA Y GOBIERNO
BOGOTÁ D.C.
2019
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Nota de aceptación:
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Firma del presidente del jurado
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Firma del jurado
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Firma del jurado
Bogotá-2019.
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DEDICATORIA
A Dios, por ser ese guía espiritual que me reconforta en los buenos y malos
momentos.
A mi madre Sandra
Quien con mucho esfuerzo permitió que este proceso académico finalmente
culminara.
A mi padre Rosendo
Quien con mucho sacrificio a la par con mi madre hicieron posible este logro.
A mi hermano Emmanuel
Quien con su alma linda y pura logro motivarme y enseñarme cada día cosas
nuevas y fantásticas.
A mi hermano Daniel
Quien ha sido un ejemplo de superación y perseverancia.
A Juan
Quien con su amor y apoyo incondicional fomento en mí un espíritu de bondad
y humildad.
A mi abuela Annita
Por ser esa guía que, aunque en la distancia alumbra siempre mi camino.
A mi familia quienes me han apoyado y motivado incondicionalmente en cada
etapa importante de mi vida.
5
AGRADECIMIENTOS
A mi familia, mi mamá, papá y hermanos.
A mi asesora Lorena Vásquez.
Agradezco por todo el apoyo y compañía.
Infinitas gracias.
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TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………..7
2. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN…………………………………7
3. DEFINICIÓN Y DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA……………….9
3.1 Cátedra de Paz …………………………………………………..............9
3.2 Origen de la cátedra de Paz ……………………………………………10
3.3 Experiencias de la Cátedra de Paz en otros países………………….10
3.3.1 El Salvador…………………………………………………………….. 10
3.3.2 País Vasco………………………………………………………………11
3.4 La Cátedra de Paz en Colombia………………………………………. 12
3.5 La Cátedra en Bogotá…………………………………………...……… 13
3.6 Experiencia de la implementación de la Cátedra de Paz en colegios de
Bogotá ………………………………………………………………….14
4. MARCO HISTÓRICO DEL TEMA A TRATAR…………………….15
4.1Evolución del Conflicto Armado en Colombia ………………………….15
4.2 Proceso de Paz en Colombia e inserción de la Cátedra de Paz16
5. ANTECEDENTES TEÓRICOS …………………………………….....18
5.1 Concepto de Paz……………………………………………………………18
5.2 Concepto Cultura de Paz …………………………………………………19
5.3 Descripción de casos de estudio (colegios)……………………………..19
5.3.1 Colegio Teresiano de Bogotá…………………………………...………19
5.3.2 Colegio El Tunjo: I.E.D Rafael Uribe Uribe…………………………….21
5.3.3 Caso-colegio de Ciudad Bolívar………………………………………...22
5.4 Mis experiencias ……………………………………………………………23
5.4.1 Colegio Santiago de las Atalayas…………………………….............. 23
5.4.2 Gimnasio la Montaña (GLM)…………………………………………….24
6. RESPUESTA A LA PREGUNTA……………………………………….25
7. CONCLUSIONES……………………………………………………….26
8. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………....28
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INTRODUCCIÓN
La Cátedra de Paz en el proceso de memoria histórica en Colombia
Una mirada desde las instituciones educativas
2. PREGUNTA: ¿Cómo una Institución Educativa formula la cátedra de
Paz y ello como sirve para hacer memoria histórica en Colombia?
Colombia ha sido uno de los países que más ha sufrido el flagelo del conflicto
armado, una gran parte de su población ha sido víctima de la guerra tanto de
manera directa como indirecta, es decir, el conflicto ha logrado adentrarse en las
raíces de la sociedad llegando al punto de afectar la vida cotidiana de las
personas. Es por ello, que, en el contexto del posconflicto, uno de los grandes
temas a tratar si se quiere hacer un tránsito hacia la paz es realizar un aporte en
la educación teniendo en cuenta que los centros pedagógicos son un eje
fundamental que posibilita discusión entre pares arrancando de la idea del
respeto con el otro como herramienta de construcción de paz.
De hecho, el conflicto armado en Colombia tomó tal dimensión que dejó según
el Centro Nacional de Memoria Histórica en 60 años un aproximado de 262.197
muertos, y de esas víctimas fatales 215.005 fueron civiles y 46.813
combatientes. El Observatorio de Memoria y Conflicto, del Centro Nacional de
Memoria Histórica (CNMH), después de realizar una exhaustiva investigación del
conflicto entre el periodo de 1958-2018, llegó a varias conclusiones, entre las
que se encuentra que entre las modalidades más utilizadas por los grupos
insurgentes se encuentra el secuestro, la violencia sexual, desapariciones
forzadas, masacres, atentados terroristas y reclutamiento de menores.
De igual modo, las cifras son alarmantes, de las diez modalidades del conflicto
mencionadas, la guerra dejó 50.514 desaparecidos de los cuales 70.587 aún
siguen sin ser identificados;37.094 víctimas por secuestro;15.687 víctimas de
violencia sexual y 17.804 niños menores de 18 fueron reclutados (Observatorio
de Memoria y Conflicto, 2018). Además, se llevaron a cabo acciones bélicas,
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asesinatos selectivos, daños a bienes civiles, atentados terroristas, utilización de
minas antipersona y demás munición sin explotar de las cuales, del total de
víctimas, 35.683 fueron atribuidas a la guerrilla, 94.754 a los paramilitares y un
saldo de 9.804 muertes perpetradas por agentes del Estado.
Por consiguiente, los anteriores datos no dejan más que asombro debido a la
gran magnitud y escala que tuvo el conflicto armado colombiano. Es por ello, y
retomando la idea de una Cátedra de Paz como mecanismo de construcción de
Paz, el país tiene un gran reto de cara a su implementación en las instituciones
educativas del territorio. Ahora bien, para entender la finalidad de la cátedra
como asignatura es necesario hacer mención que esta se concibe como “una
forma de responder a las necesidades formativas de los estudiantes en el
contexto del posconflicto” (Salamanca, 2016).
Así mismo, la cátedra de Paz tiene un carácter vinculante y obligatorio dentro de
la educación de los estudiantes de Colombia. Tras la emisión de la Ley 1732
por la cual se establece la cátedra de la Paz en las instituciones educativas de
carácter público y privado en el país, se obliga a estos establecimientos incluir
una asignatura o espacios de naturaleza interdisciplinarios que consoliden
ambientes de aprendizaje, diálogo y reflexión sobre lo que es la cultura de paz y
el desarrollo sostenible. Por ello, los establecimientos de educación deben tener
en su implementación como eje rector la generación de prácticas y
comportamientos que vayan encaminados hacia el perdón y la reconciliación
como manera de sanar los acontecimientos del pasado.
Tras dicho lo anterior, este ensayo intenta responder la pregunta de ¿Cómo una
Institución Educativa formula la cátedra de Paz y ello como sirve para hacer
memoria histórica en Colombia? Teniendo en cuenta, que en la cartilla Santillana
“Guía para la implementación de una educación para la Paz”, se establece que
uno enfoques de la cátedra es el análisis de acontecimientos del pasado para
hacer memoria. Por último, tener en cuenta que entre los tantos retos tras la firma
del Acuerdo Final entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) y el gobierno de Colombia que tuvo lugar en Colombia el 26 de
septiembre de 2016 es lograr fortalecer propiamente y construir paz en el país,
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haciendo énfasis y trabajando desde las aulas escolares. Además, en la cartilla
Santillana “Educación para la Paz”, uno de los enfoques de la cátedra es el
análisis de acontecimientos del pasado para hacer memoria.
Para ello, el presente ensayo estará estructurado de la siguiente manera, en un
primer eje se definirá lo que es la cátedra, algunas experiencias de otros países,
se hablará de la cátedra en Colombia como eje rector y por último se va a teorizar
a Bogotá que es la ciudad donde funcionan los colegios que harán el papel de
estudios de caso. En un segundo eje, se abordará el origen del conflicto
colombiano para después trasladarlo a la firma del Acuerdo de Paz donde se
instauró la Cátedra. Por consiguiente, se desarrollará un apartado sobre marco
teórico donde se profundizará a detalle los casos de estudio sumando mi
experiencia como pasante de la asignatura de sociales en colegios de Bogotá.
Todo lo anterior, con el objetivo de establecer cuál ha sido el enfoque que cada
colegio le ha dado a la cátedra y cómo ello ayuda en el proceso de memoria
histórica en Colombia.
3. DEFINICIÓN Y DESCRIPCIÓN DEL TEMA A INVESTIGAR
3.1 Cátedra de Paz
Una cátedra de la paz es una propuesta pedagógica para la cooperación de las
instituciones educativas de los países para la instauración de una cultura de paz
(Yanez, 2015). Por ello, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO), una cultura de paz alude a la
integración de un conjunto de valores, conductas y actitudes que tienen como
rector los principios de democracia, tolerancia, justicia y solidaridad.
Además, la cátedra es un programa interdisciplinario que tiene como objetivo
incluir temas que apunten a la sensibilización de los estudiantes de colegios y
universidades acerca de lo óptimo que es una convivencia pacífica. Tras ello,
supone un esfuerzo lograr incorporar nociones a las aulas a través de distintas
metodologías y didácticas como las exposiciones, conferencias, foros y hasta
puestas artísticas.
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La cátedra, generalmente según Yanez, se implementa en países que han vivido
conflictos sociales y armados con la finalidad de mitigar los efectos nocivos que
estos logran producir en la esfera sociales, así como es las próximas
generaciones. A partir de ello, la idea de incluir dentro de los programas
instituciones una asignatura que posibilite desde las aulas una construcción de
paz y ayude en la erradicación de los hábitos violentos que en algunas
sociedades víctimas el conflicto se han desarrollado a tal punto que se adhiere
al actuar cotidiano de las personas.
3.2 Origen de la cátedra de Paz
El origen de la cátedra, se remonta a inicios de la década de los noventa con el
proyecto UNITWIN y de cátedra Unesco que inició con el objetivo de propiciar la
colaboración entre las instituciones de educación superior a través de cátedras
interdisciplinarias. Actualmente, según la página web de la Unesco, el programa
reúne a un gran número de instituciones de 116 países del mundo, fomentando
la cooperación entre universidades con el objetivo de reforzar las capacidades
institucionales mediante el intercambio de conocimientos y la colaboración las
cuales están vinculadas a las esferas de competencia de la Unesco que son
educación, ciencias, sociales, cultura y comunicación.
Además, entre algunas de las características de una Cátedra de Paz, esta va de
la mano con la idea de un desarrollo sostenible de las sociedades. Entre los
muchos actores que la pueden conformar, uno de los principales son las
comunidades educativas quienes pueden arbitrariamente inyectarle áreas como
la educación para los derechos humanos, la participación democrática, la
promoción del desarrollo y el respeto por la diversidad y el medio ambiente.
3.3 Experiencias de la Cátedra de Paz en otros países
3.3.1 El Salvador
El salvador al igual que en Colombia, es un país latinoamericano en el que el
conflicto ha logrado traspasar las esferas sociales. En este país, se llegó a una
solución pacífica tras la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec llevado a
cabo entre los actores involucrados (Gerson, 2017). A partir de allí, se creó el
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programa PODER, el cual estuvo orientado a la formación de valores como la
tolerancia, inclusión, respeto y solidaridad donde también se crearon figuras
como los promotores de Paz quienes tenían la tarea de sensibilizar a los jóvenes
sobre el entorno de las problemáticas sociales.
Así mismo, se incluía en el plan problemáticas sociales como el alcoholismo,
consumo de drogas, inmigración ilegal, tenencia de armas y demás fenómenos
que comunes en las poblaciones de El Salvador. Pero, lo que sucedió, fue que,
aunque el programa estaba proyectado desde 2005 a 2021, este para 2008 no
habría logrado tener el impacto esperado frente a la sociedad juvenil del
Salvador.
Por otro lado, lo positivo de esta inclusión o apuesta educativa fue que tuvo
según Gerson, un enfoque integrador, es decir, se ubicaba a la educación como
un pilar histórico fundamental para la inclusión de la sociedad salvadoreña. Este
plan, hizo una apuesta en la búsqueda de un equilibrio entre el componente
técnico, humanista con el fin de formar jóvenes al servicio de la comunidad.
3.3.2 El País Vasco
El País Vasco en España, también ha tenido que vivir los horrores de la guerra,
pero de igual modo en la búsqueda de una paz integral, ha recurrido a un Plan
para la Educación de la Paz formulado para un periodo entre 2008-2011. Con
este plan se intentó involucrar a las instituciones educativas en la tarea de
desarrollar conocimientos y habilidades en la búsqueda de una paz. De igual
modo, se establecieron una serie de estrategias con el fin de “fomentar una
educación para la paz, la convivencia, el respeto por los derechos humanos y
prevenir la violencia”.
La experiencia de esta comunidad autónoma de España, arrojó pasos
agigantados en el avance de los programas para la paz en el mundo, ya que, se
integraron temáticas como el rechazo a la violencia, sensibilización a las víctimas
de terrorismo, sentimientos y concientización con las víctimas de cualquier tipo
de violencia. Por último, se logró una mejora en la percepción de las historias de
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vidas de los compañeros de los estudiantes que participaron en el programa, así
como una disminución en el estilo de resolución de conflictos por la vía violenta.
3.4 La Cátedra de Paz en Colombia
Para contextualizar la adopción de la Cátedra de Paz en Colombia, es
indispensable retroceder al año 2015 cuando el presidente de la República Juan
Manuel Santos firma el decreto 1732 el cual ofrece los parámetros para la
implementación de la Cátedra de La Paz la totalidad de las instituciones
educativas del país incluyendo los niveles de preescolar, básica y media, tanto
de carácter oficial como privado, sumando la formación universitaria donde el
contenido de la educación para la paz será dado de acuerdo al programa al que
se pertenezca.
Así mismo, la Cátedra se estructura en tres temáticas principales las cuales
están ligadas principalmente al eje de competencia ciudadana (PaPaz, 2016).
En primer lugar, se encuentra la Cultura de Paz que comprende temas como la
convivencia de los valores ciudadanos, Derechos Humanos, Derecho
Internacional Humanitario, democracia, prevención de conflictos violentos y
resolución de cuestiones de manera pacífica. El siguiente eje es la educación
para la paz, el cual está muy relacionado con el anterior debido a que se refiere
a la comprensión de conocimientos y competencias ciudadanas para la
convivencia sana y por último se encuentra el tema de desarrollo sostenible que
propicia un ambiente participativo en el que se realicen discusiones sobre la
calidad de vida, el bienestar social enfocando en la premisa de que los recursos
naturales se deben cuidar y aprovechar de manera eficiente.
Por ello, las instituciones educativas deben incluir la cátedra de Paz en el
currículo de las diferentes asignaturas con el fin de lograr un desarrollo de
competencias variadas. Es así, que la cátedra debe ser implementada por áreas
incluyendo claramente los cursos de sociales y humanidades dada su finalidad
con la cátedra. En tal sentido, apoyado según lo estipulado en la Ley 115 de
1994 la cual define currículo como el conjunto de criterios, planes de estudio,
programas, metodologías y procesos que contribuyen a la formación integral y a
la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local, incluyendo
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también los recursos humanos, académicos y físicos para poner en práctica las
políticas y llevar a cabo el Proyecto Educativo Institucional , se puede considerar
que la Cátedra de la paz es un área del plan de estudios establecidos por cada
institución.
La implementación de la cátedra debe seguir algunos de los parámetros
acordados en la ley en particular lo citado en el artículo 77 el cual establece que
las instituciones educativas tienen cierta autonomía escolar a la hora de
organizar las áreas fundamentales de conocimientos definidas para cada nivel,
adoptando métodos de enseñanza y estructurando actividades formativas,
deportivas y culturales sin salirse de los lineamientos establecidos por el
Ministerio de Educación (Chaux, 2015).
También, los centros educativos deben seguir claramente lo estipulado en el
Decreto 1038 de 2015, “por el cual se reglamenta la Cátedra de la Paz”, en el
cual se indica que los objetivos de la cátedra deberá fundamentarse en el trabajo
de “fomentar el proceso de apropiación de conocimientos y competencias
relacionados con el territorio, la cultura, el contexto económico y social y la
memoria histórica, con el propósito de reconstruir el tejido social, promover la
prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes consignados en la constitución”.
3.5 La Cátedra en Bogotá
Para el caso de Bogotá la implementación de la Cátedra para la Paz ha sido
pensada para implementarse haciendo énfasis en el enfoque de cultura
ciudadana. La Secretaría de Educación del Distrito de Bogotá (SED) presenta a
los colegios un documento denominado “Orientaciones para la implementación
de la Cátedra de Paz con enfoque de cultura ciudadana” con el cual invita a los
colegios a generar espacios de reflexión y generación de diálogos sobre la
importancia de una educación para la paz teniendo en cuenta el contexto
particular que rodea la escuela, la ciudad y el país (Penagos, 2018).
Sumado a lo anterior, la idea rectora de implementar la Cátedra en los colegios
de Bogotá es lograr adecuar la Cátedra a un contenido pedagógico que se
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relacione a las necesidades que se manifiestan en una ciudad de gran tamaño y
tan poblada como lo es Bogotá, sin perder el interés máximo que resulta ser el
formar a las futuras generaciones de ciudadanos que contribuyan a la
construcción de una paz desde su cotidianidad.
Del mismo modo, la implementación de la Cátedra de Paz con enfoque de cultura
ciudadana se presenta como un gran propósito de Bogotá, llegándose a
mencionar que en el ejercicio de esta formación es crucial tener en cuenta que
para que esta tenga un presente de colectividad se deben propiciar ambientes
participativos y discusiones entre estudiantes, padres de familia, docentes, y en
general toda la comunidad educativa comprendan el valor de implementar desde
la vida escolar el desarrollo de temas como la memoria histórica y la
reconciliación, a partir de relatos de vida sobre las diferentes experiencias que
han tenido las personas como consecuencia del conflicto armado en Colombia.
Además, según el marco de la reciente historia del país, resulta crucial conocer
a los sujetos que han padecido directamente el conflicto y lograr a partir de la
educación para la paz generar garantías para la reparación de los afectados y la
no repetición que son postulados que se integran en la Ley 1448 de víctimas y
restitución de tierras de 2011. Por ello, se fundamenta la vinculación del ejercicio
de formación al proceso de memoria histórica como una herramienta de
reencuentro y reconciliación.
Tras lo anterior, la Secretaría de Educación de Bogotá intenta promover la
Cátedra como estrategia institucional y de ciudad en la que la comunidad
educativa tiene la libertad de definir el horizonte que quiere acoger dependiendo
su contexto, necesidades y deseos, así como también la estrategia de cómo la
va a poner en marcha en sintonía con el Proyecto Educativo Institucional (PEI)
según sea el colegio.
3.6 Experiencia de la implementación de la Cátedra de Paz en colegios de
Bogotá
Para efectos del ensayo, se recurrió a la documentación de casos específicos de
implementación de la Cátedra de Paz en Bogotá. Entre los colegios que se
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estudiaron, se encuentra la I.E.D Santiago de las Atalayas ubicada en Bosa, el
colegio Teresiano de Bogotá, la I.E.D Simón Bolívar de Suba, el colegio Rafael
Uribe Uribe de Tunjuelito y por último un colegio de la localidad de Ciudad
Bolívar.
La reglamentación o lineamientos para la implementación de la Cátedra de Paz
en Bogotá, establece el enfoque de cultura ciudadana, el cual responde a la
necesidad de desnaturalizar la violencia en una sociedad y generar condiciones
que dignifiquen a todos sus miembros, a partir del reconocimiento y respeto de
los derechos humanos. En este sentido, una Cátedra de Paz con enfoque de
cultura ciudadana es una invitación a identificar aquel individuo como un sujeto
que se construye a partir de la relación que tiene con su entorno como lo son sus
condiciones sociales, económicas y culturales.
Por ello, aunque la Secretaría de Educación de Bogotá promueve el desarrollo
de una Cátedra de Paz con enfoque de cultura ciudadana como estrategia
pedagógica institucional para las instituciones educativas de la ciudad, los
colegios son finalmente quienes tienen la autonomía de articular y hacer un plan
de implementación de Cátedra según sus intereses y necesidades.
Tras lo anterior, y a manera general, después de la revisión de los casos
mencionados, se ha encontrado que la educación para la paz puede variar en su
enfoque dependiendo el colegio y la configuración que se le dé a esta según su
Plan Educativo Institucional. Así mismo, con respecto a los estudiantes estos se
muestran interesados a la hora de conocer y relacionar temáticas de la historia
de Colombia con aspectos de su vida cotidiana, a la vez que se solidarizan con
sus demás compañeros quienes a través de relatos personales comparten sus
experiencias vinculadas a la dificultad que ha traído para sus vidas la
complejidad del conflicto armado en Colombia, lo cual se presenta como un
proceso de construcción de memoria histórica.
4. MARCO HISTÓRICO DEL TEMA A TRATAR
4.1 Evolución del Conflicto Armado en Colombia
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La dinámica del conflicto armado colombiano ha sido cambiante dependiendo el
contexto. A comienzos de los ochenta, el fenómeno se reducía a apenas algunas
zonas rurales, pero a partir de los noventa, se ha evidenciado una creciente
presencia de los grupos armados que por tal entonces empezaron la expansión
a otros territorios (Sánchez, 2005).
Por ejemplo, las FARC Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército
del Pueblo inició a partir de los 80 una expansión territorial, con el paso del
tiempo logró ubicarse en varios centros urbanos relevantes del país, así como
en lugares estratégicos para el desarrollo de combates armados. Según una
investigación de los Andes titulada “Efectos del conflicto armado en el desarrollo
social colombiano” las áreas de mayor presencia fueron los departamentos del
Meta, Caquetá, Córdoba y el Magdalena Medio y zonas agrícolas como el Urabá,
Cesar, Santander, zonas de explotación petrolífera como el Putumayo y zonas
costeras como el Valle.
Otro, de los grupos armados que más azotó al país, fueron las autodefensas
quienes crecieron cinco veces más rápido que las mismas guerrillas (FARC-M-
19). Dado ese crecimiento exponencial, esta fuerza armada logró para inicios de
la década del 2000 consolidarse en puntos territorios claves como Antioquia,
Sucre, Córdoba llegando incluso hasta Norte de Santander.
Lo anterior, solo deja el panorama desolador de que en Colombia en la última
década se ha presentado un crecimiento exponencial y acelerado de violencia
debido a la presencia de variados actores al margen de la ley. La actividad
criminal se acentuó en el país y el conflicto logró penetrar todas las capas
sociales, de allí lo que se exponía a inicios del documento sobre las diferentes
modalidades de violencias como el secuestro, asesinatos, masacres,
reclutamiento de menores entre otros.
4.2 Proceso de Paz en Colombia e inserción de la Cátedra de Paz
Colombia, es un país que ha sido azotado por más de 50 años de un conflicto
armado entre el ejército nacional y distintos grupos insurgentes o al margen de
la ley. Para 2014, se iniciaron negociaciones entre el gobierno de Colombia y el
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grupo guerrillero denominado Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC). Pero, resulta que más allá de las opiniones y consideraciones que la
firma de los acuerdos de Paz haya podido generar, reveló la necesidad de
preparar a la población para una posible era posconflicto. En ese contexto nace
el Decreto 1038 de 2015, que reglamenta la Cátedra de la Paz.
Es por ello, que la firma de los Acuerdos de Paz, trae consigo la idea innovadora
de fomentar desde el colegio, la casa y demás escenarios que rodean a los
jóvenes una educación para el perdón y la reconciliación, intentando rescatar y
recuperar una memoria histórica de los sucesos que se han dado a lugar a lo
largo de la historia colombiana (Chaux, 2015). Tal estrategia hace frente a
desafíos de formar personas críticas y que opten por un camino de resolución de
conflictos pacífico, sin violencia e individuos que piensen en mejorar para sí
mismos y ayudar a los demás. Por ello, la importancia de tratar estos temas en
las aulas, que los mismos jóvenes sean los que interioricen el conocimiento de
la educación para la paz y los adopten en su vida cotidiana y en su proyecto de
vida.
Además, educar para la paz no solo es un reto para cualquier gobierno sino
también un reto para la sociedad quien finalmente es la que debe estar dispuesta
e interesada por recibir una educación basada en valores y el perdón a través
del estudio de la historia del conflicto en Colombia y todas las ramificaciones que
el tema amerita. Por ello y según afirma el profesor de Estudios de Paz y
Conflictos de la universidad Javeriana Manuel Salamanca la educación para la
paz se presta como vehículo de formación en aportes para diferentes ámbitos,
no solo en los ambientes formales de educación sino también en la vida
comunitaria y social de la persona. Por ello, la educación para la paz informal es
un eje transversal para construir hábitos que se reproducen culturalmente de
generación en generación convivencia y resolución de conflictos de manera
pacífica desde lo micro a lo macro, es decir, la tarea de construir paz empieza
desde lo individual, pero también es responsabilidades de todos.
Consecuentemente, la esfera de la paz como proceso, impulsa la democracia
propiciando espacios de interrelación que procuren desvanecer la figura de la
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discriminación o las agresiones con el fin de mejorar el trato con el otro. Así
mismo, la función de la Cátedra es lograr que los estudiantes
independientemente del nivel académico al que pertenezcan, conozcan las
principales causas y consecuencias que ha producido el conflicto colombiano,
con la finalidad máxima de proveer a los jóvenes y niños herramientas para que
comprendan la importancia de construir nación a partir de estudiar y conocer el
pasado, las diferentes masacres o acontecimientos que puntualmente han
marcado la historia en diferentes momentos para que tras ello reflexionen y
puedan proponer alternativas que fusionen los componentes de la paz, la
reconciliación y el perdón.
5. ANTECEDENTES TEÓRICOS
Teniendo en cuenta que Colombia tiene grandes retos de cara a la construcción
de paz, desde el pilar de la educación, se hace necesario antes de profundizar
algunos conceptos que sobre Paz han tenido varios autores. Por un lado, Fisas
al definir la Paz como algo más que ausencia de guerra, por otro Galtung quien
ofrece una mirada completa de lo que es una cultura de Paz.
Autores que hablan sobre Paz
5.1 Concepto de Paz
El director titular de la Cátedra Unesco, sobre Paz y Derechos Humanos, Vicenc
Fisas, define la Paz como “Algo más que la ausencia de guerra”, es decir, no
debe ser una situación armoniosa o entendida como idealista, sino por el
contrario, una paz debe tener un sentido muy humano en donde lo que se
pretende es cambiar o transformar algo que hacen los humanos. Una paz tiene
que ver con el desarraigo de los mecanismos de dominación, la búsqueda de
dignidad y persecución de procesos de cambio y transformación social,
estructural y personal, que están adheridos en el traspaso de una cultura de
violencia a una cultura de paz.
Por ello, para introducirlo al caso colombiano, una paz no quiere decir que las
situaciones manifiestas de violencia se van a resolver de un momento a otro, ello
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requiere de un proceso extenuante en el que los individuos se encuentran
consigo mismos y reflexionan acerca de la idea de vivir sin odio, aunque es claro
que es una de las etapas más difíciles dado la complejidad de las emociones
humanas, es algo que resulta sano para la mente y el cuerpo de una persona
que está en la búsqueda de una paz interna.
5.2 Concepto Cultura de Paz
Para la UNESCO, una cultura de paz consiste en un conjunto de “valores,
actitudes y conductas”, que contribuyen a la convivencia pacífica teniendo en
cuenta principios como la libertad, justicia, democracia, tolerancia y solidaridad
con el fin de que las personas no solo convivan de manera medianamente
armoniosa con sus familias sino con toda la sociedad. Tras ello, Galtung ubica a
la cultura de Paz como “manteniendo de la paz”. Es así, que construir paz en un
proceso arduo y que contempla grandes esfuerzos y más construir sociedad, es
reconstruir las estructuras sociales de la misma. Con ello, la solución de
conflictos será regida por la resolución pacífica, no temiendo al conflicto sino
repudiando los actos violentos de modo que no logren replicar.
De igual modo, la cultura de paz puede ser vista como un conjunto de valores y
estilos de vida que estén familiarizados con el respeto a la vida, la promoción y
práctica de la no violencia, la cooperación, el diálogo y demás comportamientos
que hacen a una sociedad solidaria. De modo, que, si se logra educar para la
paz, todas estas actitudes serán adheridas a la sociedad y que más beneficioso
que una población en la que sus habitantes se ayuden unos con otros teniendo
en cuenta que la construcción de paz es una tarea de todos.
5.3 Descripción de casos de estudio (colegios)
5.3.1 Colegio Teresiano de Bogotá
El colegio se encuentra ubicado en la Calle 152 Nº 20-42 en el barrio Mazurén.
La filosofía del colegio está compuesta por principios del cristianismo y
catolicismo donde se considera a la persona como el centro de toda acción
educativa. Ahora bien, en el colegio predominan algunos aspectos negativos
como la violencia y discriminación como el bullying o matoneo escolar, el cual
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llega a manifestarse en acciones verbales y físicas (Castillo, 2016). Por lo tanto,
el matoneo se presenta como una de las problemáticas que genera segregación
e intolerancia que en la institución ya es permeada.
En el colegio, sucede que la implementación de la Cátedra se ha convertido en
un gran reto debido a que en algunos postulados va en contra de la filosofía del
colegio. Además, debido a que no se establecen claridades en cuanto a cómo
implementar la cátedra de Paz, el colegio ha tenido inconvenientes a la hora de
integrar dentro de su Plan Educativo Institucional, el decreto 1038 de 2015 y la
Ley 1732 de 2014.
Por lo tanto, según el estudio de Castillo, para dar solución a la problemática de
implementación, el colegio decidió incorporar en sus grados altos una serie de
actividades con el fin de fortalecer las visiones que se tienen de paz en el país y
así institucionalizar de la mejor manera este gran reto para las instituciones.
Por consiguiente, la experiencia del colegio Teresiano está guiado por una falta
de claridad a la hora de que los docentes de grado noveno, decimo y once por
un lado, no entendieron la finalidad de la Cátedra de Paz aun habiendo
información de cómo implementarla y segundo los profesores no tuvieron el
tiempo necesario para abordarla según lo estipulado en la ley y por ende el
enfoque que se dio en este colegio estuvo orientado hacia los aspectos de
proyecto de vida de los estudiantes, resolución de conflictos, prevención del
acoso escolar y investigación sobre las problemáticas sociales que han vivido
las diferentes poblaciones del estado colombiano a lo largo de los años.
Además, el colegio Teresiano desarrolló varias actividades encaminadas a
rescatar algunos aspectos del conflicto armado en Colombia y una de ellas fue
una conferencia a la que asistieron estudiantes de grado séptimo a once en la
que se trataron temas como la conformación de las guerrillas y su incidencia en
la conformación de la nación colombiana. De esa charla, se rescató el gran
dinamismo de muchos estudiantes quienes pedían la palabra y participaban
dejando claro sus consideraciones críticas acerca del conflicto armado.
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Por último, la investigación de Catillo, arrojó conclusiones fascinantes como que
muchos de los jóvenes a lo largo del año escolar desarrollaron varias actividades
en las que involucraron a cantidad de directivos, padres y demás administrativos
del colegio con el fin de relacionar la filosofía de su colegio con el papel de la
mujer dentro del nuevo contexto de Paz y transformación social.
5.3.2 Colegio El Tunjo: I.E.D Rafael Uribe Uribe
La localidad de Tunjuelito, ha sido una zona distintiva debido a su correlación
con el desplazamiento forzado producto del conflicto interno procedentes de
departamentos como Boyacá, Santander y algunos municipios de
Cundinamarca. Así mismo, la dinámica que rodea las instalaciones del colegio
resulta compleja en cuanto a los diferentes problemas, como el alcoholismo, el
hurto y el consumo de sustancias alucinógenas (Ramirez, 2017).
Ahora, según Ramírez, la institución tiene dos enfoques en su PEI, la educación
para el trabajo y la construcción de ciudadanía, las cuales terminan por estar
relacionadas con los planteamientos de educación para la Paz en Bogotá. Por
ello, se evidencian dos rasgos primordiales frente a este tema, por un lado la
educación para la paz se ve ligada principalmente al área de ciencias sociales,
como se evidencia en la apuesta a competencias ético-políticas que se esperan
de los estudiantes, y así se lo hicieron saber también varios profesores del área
al conversar sobre la consolidación de la cátedra de la paz, al decir que “todo lo
que hace referencia al ser humano, a las dinámicas del ser humano, se cree que
pertenece al área de sociales” .
Por otro lado existen proyectos institucionales en torno a la construcción de paz,
como el proyecto HERMES que tiene “la misión de apoyar la resolución pacífica
de los conflictos escolares”, el cual se centra en la construcción de paz desde un
enfoque axiológico, pacificador y de formación en ciudadanía, dejando atrás
otros elementos importantes para desarrollar también el pensamiento crítico y la
construcción ética en los estudiantes, salvo algunas iniciativas docentes de
trabajo en torno a la paz.
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Por ello, el enfoque que fue implementado en esta institución fue el de reflexionar
sobre los lazos que se construyen entre la historia de las personas y los
fenómenos que han marcado a lo largo de la historia al país. Los proyectos
llevados a cabo en este colegio apuntaban a la implementación de una Cátedra
de Paz teniendo en cuenta el eje de resolución de conflictos escolares y el de
rescatar la memoria a partir de los estudios de caso de diferentes
acontecimientos en los territorios del país.
5.3.3 Caso-colegio de Ciudad Bolívar
Por consiguiente, con el fin de tratar algunos ejemplos concretos de experiencias
en instituciones educativas tras la implementación de la Cátedra de Paz, se va
iniciar con el caso de un colegio de Ciudad Bolívar describiendo como se ha
adaptado la formación para la paz y el impacto que ha tenido tanto en los
docentes como en los estudiantes.
Esta investigación desarrollada por Nelly Esperanza Vargas Castiblanco se
consultó a docentes y estudiantes de grado noveno de la institución, y tras
diferentes encuestas y charlas propiamente la autora encontró que en primer
lugar de los 18 docentes que habían sido estudiados, la mitad desconocían en
gran parte los componentes de la Cátedra, en primer su reglamentación no era
clara y desconocían las estrategias para aplicar las temáticas contenidas, pero
si concordaban todos en la importancia de incluir dentro de sus clases la
educación para la paz.
Una de las grandes conclusiones a las que se llegó a través del diálogo con los
profesores, es que lograr educar una cultura de paz, no es posible por medio de
una clase magistral, es de importancia que se den interacciones de manera
cotidiana entre estudiantes y docentes (Vargas, 2018, págs. 10-12). Así mismo,
este caso en particular arrojó conclusiones como que la formación en la Cátedra
debe hacerse relacionado los temas que rodean a la institución en toda en su
composición y no en discursos que terminan por alejarse de la vida real, también
los estudiantes no tienen una conceptualización clara de lo que es la Paz, por lo
que relacionarla a sus necesidades y vivencias termina por volverse intuitivo, de
hecho en el documento en mención se pone como ejemplo el tema de resolución
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de conflictos dentro del aula que pasa primero atendido por el docente en vez de
ser los mismos estudiantes quienes se empoderen y hagan uso de sus
competencias resolutivas y de negociación.
Otro tema fundamental que aborda este caso en la creación de canales
comunicativos dentro de la institución con el fin de mejorar el trato que se da
entre el estudiantado y el docente dentro del colegio, ya que, en ocasiones y
haciendo un análisis personal de lo que sucede en la gran mayoría de colegios
es que en muchas ocasiones se dan conflictos entre maestro-estudiante en
donde se hacen uso de palabras inadecuadas para un ambiente educativo. Es
por ello, que resulta necesario desarrollar nuevas formas comunicativas que
aporten a la desnaturalización de comportamientos violentos logrando involucrar
a los jóvenes y haciéndoles saber que son protagonistas del cambio social y del
rumbo futuro del país.
Por último, en cuanto a este caso en particular, se llega al consenso de que la
implementación de la Cátedra de Paz puede ser una oportunidad valiosa para
las instituciones educativas del país, pero si es necesario involucrar todos
actores educativos, desde los estudiantes hasta los administrativos. Así mismo,
los docentes como principales transmisores de conocimiento deben estar
informados de todo lo que la ley contiene tanto en el ámbito reglamentario como
en la propuesta se metodología para la educación y el ultimas hacer más visible
los resultados de los proyectos encaminados con la Cátedra ya que, al visibilizar
los logros las acciones de paz van a tomar un rol protagónico en la educación.
5.4 Mis experiencias
5.4.1 Colegio Santiago de las Atalayas
Esta institución está ubicada al sur de la ciudad, en el barrio Bosa la Libertad.
Santiago de las Atalayas es un colegio en concesión con Alianza Educativa quien
administra 11 centros educativos más y se encarga de todo lo referente al
funcionamiento del colegio. Por otro lado, el contexto que rodea a la institución
es bastante complejo, debido a la presencia de bares en la zona, sumado a
problemáticas como el hurto y consumo de estupefacientes.
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Como pasante del programa EFMAa (Escuelas Formadoras y Maestros de
Maestros), tuve la oportunidad de trabajar en el área de Ciencias Sociales con
los grados décimo y once de esta institución. Mi labor, aunque era restringida al
acompañamiento de la profesora titular de sociales y algunas clases que dicte,
logre involucrar varios temas que se podían relacionar con la Cátedra de Paz
como por ejemplo las violaciones al Derecho Internacional Humanitario durante
el conflicto colombiano, así como un breve recuento de lo que fue el conflicto
interno.
También, dialogando con mi Maestra Acompañante además de lo que logré
observar y participar, obtuve información acerca del enfoque que se le da en esta
institución a la Cátedra de Paz. En primer lugar, esta es interdisciplinar, es decir,
se compone por asignaturas como ética, música, sociales, español, artes e inglés
que son llamados como electivos en las cuales los mismos estudiantes eran
quienes decían que electiva deseaban tomar.
También, el módulo de Cátedra de Paz estuvo orientada hacia el enfoque de
reconstrucción de hechos y sensibilización. Se abordaron casos como la
Masacre de Bahía Portete privilegiando el papel de la mujer en la tribu Wayuu el
Salado y como la música tiene un papel preponderante, todo apoyado en
herramientas del Centro de Memoria Histórica. Por último, a modo de cierre de
Cátedra, los estudiantes de noveno, decimo y once realizaron una puesta en
escena con el fin de hacer memoria histórica a través de los relatos que entre
sus compañeros se compartieron.
5.4.2 Gimnasio la Montaña (GLM)
La Montaña es una institución Educativa Privada ubicada al norte de la ciudad,
específicamente vía Arrayanes. El contexto es bastante favorable ya que cuenta
con una dotada infraestructura y la zona está rodeada por otros colegios
privados.
Mi acción en el colegio como pasante de EFMAa (Escuelas Formadoras y
Maestros de Maestros) frente a la Cátedra de Paz es mínima ya que, trabajo con
jóvenes de cuarto y quinto de primaria en el área de sociales. Lo positivo, es que
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he logrado asistir a varias reuniones de arias en las que el Jefe de Departamento
realiza charlas acerca de cómo realizar un plan de cara a la Cátedra. Además,
en esta institución ya se han realizado pruebas piloto en cuanto a su
implementación y se ha logrado incluir algunas temáticas en áreas como
tecnología, español, Ciencias, Música y Arte.
Frente a ello, se discute actualmente como implementar la Cátedra de lleno en
las áreas. Para ello, ha definido la asignatura de sociales y español como claves
para para arrancar una correcta contextualización de la educación para la Paz
en el colegio. El enfoque que quiere implementar la institución es el de
competencias ciudadanos con el propósito de formar ciudadanos que aborden
responsablemente los cambios culturales y estructurales que el mundo necesita.
Por consiguiente, por ahora, en este colegio solo se están llevando a cabo
discusiones acerca de cómo implementar una cátedra de Paz siguiendo con
algunos lineamientos establecidos en la ley.
6. RESPUESTA A LA PREGUNTA
Las instituciones educativas de la ciudad tienen una discrecionalidad o
autonomía en cuanto a la implementación del enfoque de Cátedra de Paz que le
otorga la Secretaría de Educación de Bogotá. Es decir, aunque, la apuesta de
Bogotá es promover una cátedra con enfoque de cultura ciudadana, da libertad
a las comunidades educativas para que adopten estrategias u horizontes de cara
a la educación para la paz según su contexto, necesidades y deseos.
Además, después del análisis de varias experiencias en cuanto a
implementación de la Cátedra en instituciones educativas, una gran mayoría
apunta a la construcción de memoria histórica por medio del estudio del conflicto
armado en Colombia, sumado a los relatos que los mismos estudiantes,
docentes y padres de familia comparten ubicando a la cátedra de Paz en función
de la reconstrucción de hechos y la sensibilización de los mismos.
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7. CONCLUSIONES
Como se puede evidenciar a lo largo de este escrito, la implementación de la
Cátedra de Paz en Colombia según el Decreto 1038 de 2015 apunta al fomento
del proceso de apropiación de competencias y conocimientos relacionados
directamente con el territorio, el contexto económico y social, la cultura y la
memoria histórica con el propósito de reconstruir tejido social. En particular, en
el artículo 77 de la mencionada ley se establece que las instituciones educativas
tienen cierta autonomía a la hora de adoptar la cátedra en las diferentes áreas
de conocimiento y en cada uno de sus niveles, así como la tarea de estructurar
actividades formativas y culturales sin olvidar los lineamientos establecidos por
el Ministerio de Educación.
Para el caso de Bogotá, los lineamientos que ofrece la Secretaría de Educación
del Distrito están encaminado a una implementación de Cátedra de Paz para
colegios con enfoque de cultura ciudadana ofreciendo discrecionalidad a las
instituciones educativas para que estas definan la conveniencia y según sus
contextos, intereses y deseos el horizonte de la cátedra como estrategia
institucional.
Además, la idea de impartir una educación para la Paz es generar garantías para
la reparación de los afectados y la no repetición que son postulados que se
integran en la Ley 1448 de víctimas y restitución de tierras de 2011. Por ello, se
fundamenta la vinculación del ejercicio de formación al proceso de memoria
histórica como una herramienta de reencuentro y reconciliación.
Tras ello y según las instituciones educativas en las que logre participar como
Maestro en Formación del programa EFMMa, el colegio Santiago de las Atalayas
adopta la cátedra de Paz teniendo en cuenta el componente de memoria
histórica a través del estudio del conflicto armado colombiano propiciando
ambientes participativos que incluían a estudiantes, docentes, padres de familia
y en general a toda la comunidad educativa donde se desarrollaron temas como
la memoria histórica y la reconciliación, a partir de relatos de vida de las
diferentes experiencias que tuvieron las personas como consecuencia del
conflicto armado en Colombia.
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Por último, la cátedra de Paz es una idea integradora y positiva para la
construcción de una cultura de Paz en Colombia ya que, se trabaja desde las
aulas con el fin de formar futuros ciudadanos que conozcan el conflicto
colombiano para que de este modo tengan las herramientas para ser críticos
frente a las distintas situaciones que enmarcan al país.
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8. BIBLIOGRAFÍA
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