jitrik poesía poema poética

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  • 8/10/2019 Jitrik Poesa Poema Potica

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    -

    No Jitrik

    que ya hemos sealado previamente: destacar, seducir, envolver

    de modo, con tanta eficacia que en ocasiones, si se trata de semi o

    protorrelatos, que destinatarios ingenuos parecen creer que for-

    man parte de las entidades narra tivas que atrapan su atencin.

    Podra, en el otro tema o aspecto, trazarse una historia del dis-

    curso publicitario a partir de las formas que adopt la representacin

    y de los recursos ideolgicos con que fue contando; como toda

    historia se proyecta al futuro, lo cual permite comprender de qu

    modo tales recursos estn modelados segn tendencias o fuerzas

    que recorren el espacio social en cada momento. Por dar un ejemplo

    muy consistente, cuando se comprendi cabalmente lo que el cine

    proporcionaba, el discurso publicitario se hizo cargo as como lo

    hizo posteriormente con el desarrollo de la televisin, y lo haba he-

    cho antes, a partir de lo que brindaba la oralidad con la expansin de

    la radio, y lo habla hecho en el momento en que toda la simblica de

    que poeta aprovecharse venia de la prensa escrita y grfica.

    ro describir esas formas sera interminable 'e infinito; basta

    0 1 1

    sea la r la Il jstorjc jda d que re sid e en las d ive rsas fo rm as que

    vohlcutizan el discurso publicitario, as las formas nuevas que se

    producen no hagan desaparecer ras anteriores, desde las ms pri-

    marias a las ms elaboradas o sofisticadas. Tales formas primarias

    son aquellas que tratan de abolir la distancia entre la representa-

    i n

    y el objeto real representado; las ms sofisticadas, en cambio,

    alejan ambos trminos hasta niveles altos de simbolizacin. Entre

    ambos extremos hay una gradacin homloga al progreso formal

    de la representacin, histricamente hablando.

    y

    'si la simbolizacin es el punto ms alto al que ha llegado

    hasta ahora el discurso publicitario cabe preguntar qu ocurrir en

    el futuro, teniendo en cuenta la multiplicidad de respuestas que, me-

    diante desarrollos tecnolgicos vertiginosos, se est dando la socie-

    dad si es que la sociedad se pregunta por su sentido. Sensible a tales

    cambios, pero celoso en el cumplimiento de su funcin, el discurso

    publicitario, aunque no destierre modos pr imarios de realizacin,

    por ms que, triunfalmente, sea y seguir siendo apropiado por el

    discurso poltico y religioso, podr hallar nuevos caminos para pro-

    ducirse pero, en todo caso, seguir siendo fiel a lo que su posicin

    en el juego interdiscursivo le pidi de una vez para siempre.

    Poesa poema potica

    Es un d is cur so el d iscurso pot ico?

    A ese cuerpo discursivo, que es tambin una masa, llamado

    literatura , se le supone y se le admite que una de sus manifestacio-

    nes o variedades o especies o particularidades es la prctica verbal

    denominada poesa. Por otra parte, es tambin cierto -y por eso

    tolera insistentes precisiones- que lo que se suele entender por lite-

    ratura no es unvoco; se dirla, ms bien, y en eso puedo nnbor 1 1/ \

    gran acuerdo, que literatura es slo una manera

    e l

    d ec ir

    0, 011ni

    mejor de los casos, un mbito, un recinto o un oontlnonto IOC:OIlOcl

    ble por tres rasgos que tericamenle ccbortan confluir.

    El primer rasgo, muy cercano a lo que le seria lo Ins ospocl

    fico, es su radical diferenciacin respecto de cualquier otro orden

    material; la desrealizacin que comportan las palabras mismas,

    con las que se ejecuta. es su condicin. I En segundo trmino, cier-

    tas inflexiones discursivas (novelas, cuentos, teatro, ensayo, poe-

    sa) reunidas en lo que, por su resultado, podramos designar como

    biblioteca, remiten metontmica Y directamente a lo que se reco-

    noce, desde el exterior, que es. Por fin,' en cuanto al tercer rasgo,

    posee el carcter de una institucin social que, por eso, est regida

    por normas~nlogas a las que riqen las otras instituciones socia-

    les y mantiene con ellas una compleja red de relaciones, a veces

    de interaccin, a veces de distanciamiento.

    1. Ferdinand de Saussure, en su siernpre invocado e irnprescindible

    Curso de lingiislica

    general,

    sealaba,es sabido, que la relacin entre signo y cosa era arbitraria, inmotivada:

    postulaba, de este rnodo, la existencia de dos rnbitos Yendo un poco rns lejos, se

    puede decir que s i e l s ig no s ac a la cosa de su presencia de cosa, al rnisrno tiempo, en

    la medida en que se n ace presente la cosa desaparece A eso lo lIarnamos desrealizacin

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    Conocimiento, retrica, procesos

    Histricamente, el segundo -que percibi Aristteles-, y el

    tercero -del que informa la nocin y el hecho de la Academia -

    dan cuenta del momento de la fijacin del concepto de literatura,

    es a partir de lo que uno y otro dicen de s mismos que la literatura

    se determina como campo inteligible y legtimo junto a otros cam-

    pos discursivos, ms que el primer rasgo, que queda en gran medi-

    da aislado

    y

    recluido y en permanente estado de definicin. Se dira

    que lo que queda recluido es, paradjicamente, lo especfico lite-

    rario que paga as tributo a la generalidad constituida por la biblio-

    teca y la institucin.

    Tal vez razonando de manera parecida, Michel Pcheux se

    anim a sostener que la poesa o, mejor dicho, el hecho potico,

    ocupara en ese mbito o recinto un lugar diferente, no sera un

    simple subconjunto en el conjunto de los hechos literarios , Dos

    razones invoca para rodear esa afirmacin: la primera es que la

    generalidad del concepto de literatura -en el que predominan los

    dos rasgos indicados, biblioteca e institucin- le quita a ella

    misma una especificidad -Io que sera nuestro primer rasgo, la

    desrealizacin- que, en cambio, se acumula en el hecho potico;

    de este modo, el hecho potico sera diferencia pura , Un discurso

    no mediatizado por interdiscursividades o, al menos y es lo ms

    razonable que se puede decir-, un discurso en el cual las

    interdiscursividades estn tan atenuadas que parecen disiparse

    En cuanto a la biblioteca implica la nocin de Iiterariedad me-

    diante la cual el conjunto pareca -y slo parecra- alcanzar lo

    que llambamos el primer rasgo del mbito o recinto llamado litera-

    tura; pero la nocin de literariedad no tiene permanencia, es

    interpretable socio-cultural mente, tal como, en cierta medida, lo

    entendi Julia Kristeva cuando proclam que literatura es lo que

    se

    entiende por literatura en un momento deterrninado'v'

    Admitida, con todas las precauciones del caso, esta atribu-

    cin de diferencia al hecho potico, lo que es muchsimo y al

    mismo tiempo muy poco, tambin hay que admitir que la expresin

    hecho potico retira, al menos por el momento, del campo discur-

    sivo total del que sea como fuere forma parte eso que es o sera, y

    a lo que tanto cuesta acercarse Cmo reintegrarlo sin perder de

    vista esa posicin tan particular de diferenciacin?

    Desvo discursivo

    Si se considera que la primera funcin que se les atribuye a

    los discursos es la de representar mediante palabras aquello que

    en general se puede designar como los objetos y las acciones

    que se distribuyen, unos y otras, en el espacio social y que los

    discursos hacen cognoscibles, segn una aceptable idea acerca

    de qu es el discurso, se produce, segn el grado de

    representabilidad que tienen, una especie de escala: ciertos dis-

    cursos representan ms sus respectivos objetos y acciones y otros

    los representan menos. Pero, a su vez, los discursos que estn

    situados en esas posiciones se representan a s mismos en el mis-

    mo sentido: algunos se representan ms como discurso y otros se

    representan menos como discurso.

    Reuniendo ambas escalas se pueden establecer muy

    reconocibles tipologas discursivas: en un extremo se hallaran los

    discursos que representan el mximo de objetos y acciones -dis-

    curso cientfico- y el mnimo de s mismos; en el otro, los que repre-

    sentan el mnimo de objetos y acciones y el mximo de s mismos -

    discurso literario-. Se comprende, asimismo, si se admite esta pro-

    posicin, que ciertos discursos pueden estar situados entre ambos

    extremos as como la posibilidad de que algunos de ellos, como el

    literario por ejemplo, pueda intentar un cambio de lugar proponin-

    dose, por ejemplo, reducir al mximo la representacin de s mismo

    y aumentar correlativamente la representacin de objetos y accio-

    nes. En esa situacin tipolgica bien se podra decir que el dis-

    curso potico, porque se postula como el que tiene el mnimo de

    2. Michel Pcheux, Pour une thorie du discours potique, Pari s, s /f

    3. Ver en Tzvetan Todorov.

    Tbo ri e d e

    la

    littratureTextes

    des formalistes russes). Paris,

    Seuil. 1967; por otra parte. en Julia Kristeva. La rvolution du langage potique. Pars.

    Seuil.1974.

    4. En los traba jos sobre discurso poltico C'Un discurso que esta en todas partes) y

    Discurso pubticitario/oiscurso de la publicidad . en este volumen. se acenta mas esta

    disncion: en la SOCiedad exrsten obj eto s , a cciones Y urscursos ,

    5

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    No Jitrik

    Conocimiento, retrica, procesos

    representacin de objetos y acciones y el mximo de s mismo,

    encarna la sealada diferencia radical separndose, inclusive, del

    discurso literario en general que, en muchos casos y momentos, se

    presenta como intento de acercar los signos de ms y menos que

    rigen la funcin representadora. Lo que no quiere decir que la his-

    toria de la poesa no entregue mltiples y diversas tentativas de

    acercar, al igual que la literatura, tales signos: de lo que se trata

    ahora no tiene que ver con esa historia sino con la posicin que

    sera propia del hecho potico, de la poesa y/o del discurso poti-

    co, relacionada con lo que le sera ms especfico.

    Como una aclaracin imprescindible conviene decir, volvien-

    do atrs, que si en una primera aproximacin el discurso potico

    estara, segn una imagen corriente, en una simple relacin de

    parte a todo respecto de la literatura, ello sera irrefutable pero

    slo si se admitiera que lo predominante para entender el con-

    cepto de literatura reside en el plano institucional; si, en cambio,

    se considera la literatura desde otro lugar, teniendo en cuenta las

    mencionadas relaciones entre discursividad y representacin,

    puesto que el discurso potico. es un mximo de menos en la

    representacin de objetos y acciones y un mximo de ms en la

    representacin de s mismo, posicin que el discurso literario ate-

    na, surgen ms distancias que aproximaciones entre esa parte y

    ese todo, lo cual acerca bastante a lo que en este prrafo haba-

    mas dejado de lado. Complementariamente, tal extrema posicin

    del discurso potico parece preparar el terreno para que la expre-

    sin diferencia radical o diferencia pura, que se le haba atri-

    buido,.no sea anegada por el ensimismamiento que la acecha, un

    esencialismo, y deje ver que, no obstante, mantiene relaciones

    con otras discursividades en la medida en que est colocada en

    una tipologa, as sea en el extremo.

    y en interaccin. Esto quiere decir que un poema aceptado como tal,

    encarna o genera un concepto de lo potico el cual, a su vez, produ-

    ce definiciones de poesa y organiza conjuntos en su interior.

    De este modo, los poemas seran los objetos discursivos pro-

    piamente dichos, el resultado de la accin discursiva, la poesa el

    campo general que tales objetos componen y lo potico la cuali-

    dad que define a los unos y a la otra. De ordinario se produce un

    desplazamiento en el sentido de que se toma uno por otro, como

    cuando se dice, en plural, poesas queriendo decirse poemas:

    se comprende lo que esto significa y podra no importar pero impor-

    ta en la medida en que oscurece lo que ocurre entre los tres

    rdenes, a saber que establecen una red de relaciones similar a la

    que establecen los rdenes del habla -afn en su concepto al de

    poernas-, la lengua -anlogo al de la poesa - y el lenguaje -

    cercano al de lo pottco-.

    1. Dos movimientos corrientes se pueden registrar entre estos

    trminos; por un lado, se sinonimiza, ya se seal, poemas por

    poesa, como cuando se dice las poesas de ...: de una manera

    ms elevada el concepto de poema se extiende metafricamente,

    como cuando se califica algo, cosa o discurso, de poema. Pero el

    poema, como soporte material o momento concreto y visible de la

    cadena, o su eslabn principal, es ante todo un lugar en el que se

    ejecutan determinadas operaciones que, en principio, estn regi-

    das por retricas, en un sentido tanto restringido de retrica -nor-

    mativas, convenciones rgidas- como amplio -la obediencia a o la

    subversin de las reglas- y aun pretensiones o intentos de no-

    retrica , cuyo efecto, operativamente hablando, es, no obstante, la

    identificacin de un texto como poema: en ese sentido, los poemas

    son estructuras que resultan de acciones discursivas o, dicho de

    otro modo, de procesos de discursivizacin que, por supuesto, tien-

    den a ese. resultado en el cual, sea cual fuere la forma que logran, se

    Tres rdenes

    Ya puestos en su campo propio, empezaramos por decir que el

    discurso potico se presenta en tres rdenes de objetos

    fenomenologicamente perceptibles: el de los poemas, el de la poe-

    sa y el de lo potico, desde luego que interconectados, interceptados

    5. Diferenciaciones an mayores que stas, herederas de fa terminologia saussuriana.

    hace Henri Meschonnic. en Clbralion de la posie. Lagrasse, ~ditions Verdier, 2001. en

    su intento de centrar su reflexin en ef objeto poema , deslindndolo de poesa : el

    poema como un pensamiento contra' .

    6. Henri Mescbonnic.

    op. cit ,

    postula que el poema realiza una actividad. hace la poesia

    5

    5

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    No Jitrik

    Conocimiento retrica procesos

    reconoce lo potico? Ese efecto de reconocimiento se sostiene,

    tradicionalmente, por el arreglo estructural del discurso que adopta

    y que, por supuesto, no es nico sino que tolera una diversidad de

    manifestaciones. Ello explica que poemas de muy diferente con-

    cepcin, que designamos como formal por falta de un concepto

    ms preciso, convivan en un espacio presidido por lo que tambin

    imprecisamente estamos llamando lo potico. Es un abanico: del

    imperialismo de la estructura al indeciso brillo de un logro.

    En tanto visibles porque estn ah, en un estado de disposi-

    cin, los poemas son la instancia fenomenolgica, lo observable

    son objeto y, por lo tanto, entran en un modo de circulacin me-

    diado por ese orden de actividad que se conoce como lectura.

    Cuando tal actividad trasciende lo que tiene de receptivo, y se

    hace preguntas acerca del objeto, toma forma y empieza a actuar,

    puesto que el objeto interrogado es un discurso, un modo particular

    de metadiscurso denominado crtica , cuyas inflexiones discursi-

    vas predominantes, aunque las que se mencionan a continuacin

    estn apenas en el comienzo de esa accin metadiscursiva, son a

    su turno la opinin, la celebracin, el distanciamiento o el mimetis-

    m o e ntre o tra s re sp ue s ta s Pe ro a d e m s d e e llo lo e s e n c ia l e s

    que la crftica se establece en relacin con su objeto y ello cons-

    tituye un nivel superior; lo hace ya sea vinculndose con su totali-

    dad como objeto a la manera de una reaccin o de toma holstca,

    ya con elementos o propiedades reconocibles del objeto -mtrica,

    vocabulario, imgenes- y que lo hacen identificable como una es-

    pecie particular de hechos. Esa actividad, que prolonga la lectura o

    es un modo particular de lectura, descansa a su vez en fundamen-

    tos tericos acerca no slo de lo que es un modo de ver los poemas

    sino tambin de lo que son los poemas mismos en su relacin con

    un saber de la poesa y lo potico.

    2. En este conjunto de tres trminos, la poesa ocupa un se-

    gundo lugar, entendiendo su concepto como recipiente extenso en

    el que residen los poemas de todos los tiempos y lugares; la poesa,

    se dira por lo tanto, contiene los poemas en un sentido general

    pero tambin localizadamente cuando se hacen enunciados tales

    como la poesa de tal poeta , o la poesa de nuestro tiempo o la

    poesa romntica y as s iguiendo. Pero no es un recipiente inerte:

    tiene, ante todo, un carcter recolectar -ingresan a ese recinto

    poemas que se producen y se aaden a los que ya estn- y luego

    ordenador, lo que es decir clasificatoria, en el sentido de que es

    operada segn ciertos criterios considerados por quien los aplica

    como eficientes. La aplicacin de tales criterios da lugar a consi-

    deraciones de conjuntos, por acumulacin, y de sistemas, por ra-

    cionalidad, susceptibles de ser, unos y otros, historizados. As, los

    poemas que hacen un determinado conjunto poseen elementos en

    comn lo cual da lugar al establecimiento de tendencias y de acti-

    tudes; los que, a su turno, hacen un sistema proponen cierta lgica

    diferencial respecto de otros sistemas y su emergente necesario

    son las estticas y los movimientos, por emplear una palabra pro-

    p ia d e la h is t o r ia d e la p o e s a

    As, diferentes criterios son seguidos para ejecutar clasificacio-

    nes en el universo de la poesa; responden, sin duda, a paradigmas

    que los prevn o los han previsto para otros objetos. De este modo,

    una clasificacin de la poesa, o de un sector de ella, de intencin

    histrica, que incluye el concepto de evolucin, la entiende como

    equivalente a objetos de orden social en el cual la historia genera

    cadenas causales: de clasicismo a romanticismo, de romanticismo

    a modernismo, de modernismo a vanguardia y as s iguiendo. Cuan-

    do las clasificaciones son tipolgicas -buclica, satrica, pica, lri-

    ca- se tiene en cuenta las intenciones y los gestos comunicativos y

    los rdenes temticos que dirigen la enunciacin lo buclico, por

    ejemplo, como imagen de universos perfectos, de tiempo ideal; la

    lrica, a su vez, parece admitir dos lecturas: una, que remite al origen

    celebratorio y oral del gesto potico

    y

    la otra, que instala la subjetivi-

    dad en tanto repone al sujeto de la enunciacin, el yo lrico, como

    propio del enunciado. Si se tra ta de la clasificacin por las formas -

    sonetos, villancicos, odas, baladas- se privilegia la organizacin

    que pone en evidencia cierto orden de sabiduria productiva. Si la

    poesa es clasificada por las estructuras -coplas, octavas, silvas- lo

    7. Henri Meschonnic,

    op. cit ..

    Le pome commence quand il y a une pens e

    potique

    el

    une pense potique est une pense qui rinvenle la posie.

    8. Ver, en No Jilrik,

    Las marcas de la e sc ritura,

    Buenos Aires, Manaotiat. 2000, una

    precisin acerca de la n ocin de saber; el escritor. segn la l n ocin. es el q ue sabe

    de escribir

    y

    sabe de qu escribir.

    5 55

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    No Jitrik

    Conocimiento, retrica, procesos

    que se tiene en cuenta es el fundamento en el que descansa la

    lgica del discurso, Si, por fin -aunque puede haber ms modos de

    clasificacin- se trata de estticas que establecen diferencias entre

    conjuntos podra decirse que si por un lado responden a

    formulaciones de principio, vinculadas con filosofas, que se tradu-

    cen en preceptivas, y si lo esttico es un efecto logrado, congruente

    con tales principios, puede decirse que tal efecto se apoya, correla-

    tivamente, en procedimientos o usos determinados de los medios

    poticos: la cenestesia modernista, por ejemplo, es obtenida de un

    modo especfico y su efecto es perceptible, diferenciador, a la vez

    que sostiene una concepcin de la poesa,

    lo que entendemos como plus o resto provendra de un metafrico

    laboratorio, verbal, en el que las operaciones hacen desaparecer

    los elementos con los que labora,

    Pero no es lo nico: en otro nivel, y recogiendo tradiciones

    acerca de qu es o dnde residira, lo potico podra definirse,

    algunos sin duda lo entienden as, como relacin entre la emocin

    esttica y la emocin afectiva, la primera comprometiendo a la

    segunda o desperlndola. En una u otra perspectiva y admitindo-

    las como procedentes, lo potico se acercara y se alejara al mis-

    mo tiempo de cualidades reconocibles en otras instancias discur-

    sivas que se ubican en el tiempo y en las culturas, tales como lo

    sagrado o el conocimiento, en muchas ocasiones otorgadas al

    discurso potico en general.

    11

    Lo potico, por otro lado, hace reconocibles los poemas y a uto-

    riza la existencia de la poesa y hasta cierto punto es independiente de

    ambas instancias, de modo tal que puede atribuirse a otros universos

    de discurso, de otra clase de especificidad, Pero -vale la pena recor-

    daro-. si bien Pcheux sostena, en parecida direccin, que la cap-

    tacin de lo potico proviene de los efectos de sentido caractersticos

    de una clase particular de los discursos, tambin admita que tal

    sentido puede desplazarse; ese desplazamiento, del discurso particu-

    lar hacia otros, explica, igualmente, los movimientos hacia adentro: la

    cualidad potica que reside en otros discursos se transfiere al de la

    poesa y funda, por ejemplo, el poema en prosa, que transgrede las

    retricas de la poesa pero no se convierte a lo prosaico, que sera la

    contrapartida de lo potico. Del mismo modo, ese desplazamiento

    puede ser lo que autoriza la innovacin, la ruptura de cnones: lo

    potico permanece, la prctica potica puede variar,

    3, Es posible que en una primera aproximacin, en tercer lu-

    gar, a lo potico, difcil a causa de los riesgos esencialistas que

    comporta el neutro lo, la nocin de connotacin , pese a su

    innegable filiacin lingstica, puede ser vlida o al menos til para

    ernprer.derla? la connotacin, como lo que se desprende de un

    acto verbal sin negarlo y dejndolo indemne en su sitio, podra ser

    ,entendida ante todo como un plus pero tambin como un resto,

    nociones todas que podran dar una idea acerca de lo potico, si

    confiamos en la conocida afirmacin poundiana (la poesa es lo

    que queda cuando han sido olvidados todos los poemas), As, la

    connotacin sera , por un lado, como plus, un algo ms respecto

    del lenguaje en el que se asienta y, como resto, lo que queda cuan-

    do el lenguaje ha terminado de realizarse: un efecto de resonancia,

    de emocin, de imaginario; en otras palabras, una indefinicin ca-

    liente, Pero, como resto no es del mismo tipo que el resto que queda

    en cualquier realizacin verbal; quizs lo que lo diferencia sea que

    est recorrido por un mximo de lo que Jakobson llama funcin

    potica , como dimensin especlfica del lenguaje,

    10

    En todo caso,

    9, Henri Meschonnic, op. cit., propone una dislincin entre la potica y lo potico,

    Esto ltimo designa, sostiene, una esencia; la potica posee, en cambio, una larga

    historia, actitudes diferenles han sido designadas con el mismo nombre; lo que

    propone es funcionamiento especifico de un texto especificamente literario yanlisis

    de su funcionamienlo,

    10, Roman Jakobson (Linguistique et

    potique

    en

    Essais de LingUlSlirue gnerale,

    Pa r s .

    Editions de Minuit. 1968) seala que l a funcin

    po tic a

    proyecta el principIO de

    equivalencia del eje de la seleccin sobre el eje de la combinacin, los dos modos

    bsicos del arreglo del signo lingistico, siendo, la equivalencia, el procedimiento

    constitutivo de la secuencia ,

    11 Wilhelm Dilihey, en Vida y poesla Erlebnis u nd die Oichlung [1905]) indica, en el

    Prlogo , que la poesa es e xpresin especial,

    tpica,

    de la vivencia humana comn a

    las tres grandes actuudes del espiritu: filosofia, poesia y religin,

    12, Si bien el poema en prosa es una ocurrencia romntica. que inicia una tradicin en

    el concepto de libertad qu e el romanticismo inaugur, Rubn Dario va todava ms all

    y llama Prosas Profanas a u n coniunto de poemas de rigurosa retrica potica.

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    Conocimiento, retrica, procesos

    En suma, quizs lo que llamamos potico sea un atributo,

    semejante a la literariedad de los formalistas o quizs slo un

    resplandor que se admite como tal sin pedirle ms en un poema, en

    una msica, en un gesto, en un aspecto de la naturaleza inocente,

    presente en diverso tipo de discursos.

    cambian incluso de concepto y procuran recentrar la historicidad

    propia de esas formas y de la forma misma que es, segn ellos,

    donde reside el poema Los formalistas, como ya se sabe, abren el

    camino a una consideracin decisiva: la de la produccin misma

    de las formas, arcaica, genticamente, y actual, en cada poema,

    con una consecuencia principal, la de la posibilidad de desnatura-

    lizar el viejo y naturalizado conflicto entre forma y contenido

    aun en su conocida expresin de las dos caras de una misma

    moneoa . Pero, ms all de la reformulacin formalista, en la me-

    dida en que el hecho potico seria reconocido por su exterioridad,

    consideraremos este modo de entender el hecho potico, o 'este

    criterio, como extrnseco . 16

    Pero en un movimiento que por oposicin llamaremos intrn-

    seco , y que sera ms propio para reconocer el discurso potico,

    si no en su totalidad al menos en el aspecto que llambamos po-

    tico, distinguindolo de poema y de poesa, algo transcurre. Qu

    es? La pregunta surge de inmediato pero tambin,

    y

    antes, por

    dnde transcurre? Tal vez reconociendo esta pregunta se encuen-

    tre una respuesta para la otra. Se dira, ante todo, que quizs trans-

    c u rr a

    por los tropas, como mediaciones respecto de las formas

    pero que las formas sostienen: son esas entidades secundarias o

    terciarias en relacin con las formas bsicas, y que daran su sus-

    lento a lo potico. Los tropas, c iertamente, son a su vez formas que

    surgen como hechos de palabras y sobre las palabras que, a su

    vez, estn encauzadas, contenidas y sostenidas en el discurso

    Camino de acceso: emergente metafrico

    Admitiendo que las someras descripciones de lo que son los

    tres mbitos han permitido establecer ese universo que reconoce-

    mos como discurso potico y que eso nos ha permitido aproximar-

    nos en algo a su ndole, cmo seguir adelante, qu rasgos seguir

    precisando en esa unidad? Porque, pese a esas precisiones, el

    objeto, como conocido y desconocido al mismo tiempo, se evade

    acaso porque se inscribe, desde antiguo, en una relacin inaugu-

    ral entre hombre y universo; la poesa aparece, en esta perspecti-

    va, como camino de acceso, a travs del canto, a lo simblico

    primario y , por lo tanto, como se presenta en todas partes, desde el

    modo de entrar al mundo del nio hasta los textos supremos de la

    cultura humana, es lo obvio enigmtico; por esas razones, las difi-

    cultades para entrar en lo que es es mayor que en otros campos o

    discursos. As, pues, cmo seguir

    Tentativamente, si se empieza por considerar los poemas como

    objetos en su historia, se encuentra en todos ellos, al menos hasta

    fines del siglo diecinueve, un primer elemento comn: la sujecin a

    reglas de diversa ndole (mtricas, estrficas, relacionadas con la

    rima, lo que se suele entender por lo torrnal). que toleran inno-

    vaciones en ocasiones muy

    radicales.

    A su turno, en el privile-

    giado momento de los formalistas rusos, tales regulaciones, ms

    all del carcter ordenador y normativo o encauzador que tienen,

    15. En Sma nl q ue e l polique Bordeaux, Ducros. 1969) Maurice Malha encuentra que el

    titulo de Soledades que tiene el poema de Gngora seexplica porque est c ompuesto

    de silvas , forma estrlica cuyo aparenta desorden, alternancia de pentasilabos y

    neptasuabos, reproduce el tumulto selvtico. O ui z u n razonamiento anlogo, pero

    deliberado, es el que movi a Vicente Huidobro al

    creaclorusrno'',

    l poema creado como

    la naturaleza crea sus formas. Ver

    Non

    serviem en Huga J. Verani,

    Las vanguardias

    lilerarias en H is panoamrica,

    Mxico, FCE, 1991 .

    16. Pcheux, op. cit .. siqurendo a Hjemslev, y desechando quiz e lvalor de la afirmacin

    formalista, designa lo que llamamos extrinseco

    corno

    el plano de la expresin, que no

    deja decorrelacionarse COnel del contenido , segun el mismo modelo. Esta c orrelacin

    deline para l la especificidad de una semiologia po uca que da lugar, a su vez, a una

    tipologia. No es el crue: io que nos esta guiando

    13. Roman .Jakobson, en op. cit examina exhaustivamente la funcin que desempean

    los metros, el verso, los acentos, la rima, los sonidos.

    14. Un gran ejemplo ce innovacin de lormas fue Rubn Dara: variaciones aceruuates.

    recuperacion de estrofas, emiquecimiento de las rimas, efectos de sonoridad. Pero mas

    extrema aun fue la experiencia del verso libre

    y

    blanco, de los decadentistas

    y

    posteriormente de diversas expresiones de la vanquar dia.

    58

    59

  • 8/10/2019 Jitrik Poesa Poema Potica

    7/10

    No Jilrik

    Conocimiento, retrica, procesos

    potico por las formas bsicas, tanto las prescriptas como las que

    han roto las prescripciones y que, desde este punto de vista, no

    faltaran en ningn tipo de poema, Es ms, hay quien reconoce lo

    potico por la presencia, constante, continuada e ineludible, de los

    tropas, en especial de la metfora. 17 Atenindonos a ella, hay que

    sealar que, como tropo, en la me\dida en que puede compartir el

    espaciC con otros tropas, la metfora puede predominar ms o

    menos pero, adems, su calidad de tropo es secundaria en rela-

    cin con su modo de accin en la lengua, que va m s all de la

    funcin que corno tropo puede desempeiiar pues, como seala

    luminosamente Jakobson, la metfora es uno de los anclajEils de

    la lengua, 18 Enesta perspectiva, la palabra metfora ligara, por lo

    tanto, dos campos, uno bsico, el de la lengua, y otro discursivo, el

    de lo potico, y sera un lugar de encuentro que al mismo tiempo

    permitira justificar una nocin, repetidas veces afirmada, la de que

    el discurso potico o el hecho potico o la poesa es lo ms que

    puede dar de s el lenguaje.

    Pero, otra vez, qu quiere decir algo que transcurre y que

    sera infrnseco al hecho potico? La idea de lo metafrico como

    lugar de encuentro de la lengua y de lo potico tiene algo de est-

    tico pero como ni la lengua, pese a lo que puede entenderse en

    Saussure, ni su discursivizacin lo son, se podra aventurar que lo

    que se produce en ese lugar de encuentro es otra cosa u otra

    instancia, a la que llamaremos emergente metafrico, entendien-

    do por tal cosa lo que resulta -trmino menos complementario

    que preparatorio de la nocin de resto o, por lo menos, que enta-

    bla con el resto una relacin de inclusin diferida- o lo que se

    hace , oo que sucede o, por fin, lo que transcurre. Es tal vez lo que

    vio Mallarm en su Sonnet: las imgenes que convoca carecen

    casi de referente, no ilustran pero dan lugar a una forma, la del

    l

    soneto, anunciada en el ttulo como aquello de que se va a tratar,

    que es, por lo tanto, un emergente y no un mero vehculo; y es

    metafrico porque pone en relacin, en el caso, un desarrollo

    verbal ideolgico con la forma obtenida. 19

    El espesor semntica que tiene la idea de emergente metafri-

    co reside, insistimos, en la vinculacin que supone entre el discurso

    potico y l a lengua misma. Por esa va, y puesto que, como lo seala-

    mos, lo metafrico es un anclaje de la lengua en lo realy por anclaje

    se entiende el punto en el que el sistema lingstico se arraiga- a

    travs de la bsica nocin de similaridad, secomprende, por ese lado,

    de qu modo el hecho potico tiene que ver con lo real, eso que la

    lengua significa o lo que los actos de habla hacen significar

    20

    El emergente metafrico, corno movimiento contrario al res-

    to, que es un estar en la medida en que esa palabra dice sin

    decir que algo queda, no sera ya entonces una constante del

    discurso potico sino aquella imagen o nocin que, producida por

    el poema, lo acerca al sistema de la lengua desde el movimiento

    mismo de su configuracin y encarna las operaciones de transfigu-

    ra c in d e la m a te ri a l id a d v e rb a l e s lo q u e e n la fo rm a s e va a r t ic u -

    lando a travs de la forma, no mediante ella y que le proporciona al

    poema su columna vertebral, lo que lo hace reconocible y del cual

    la nocin de ritmo sera no slo un modo de su transcurrir sino

    s

  • 8/10/2019 Jitrik Poesa Poema Potica

    8/10

    No Jitrik

    , I

    I

    1 /

    r

    1 1

    I

    I

    t

    ,

    1 1

    ti

    1 1

    J l

    Conocimiento, retrica, procesos

    emergente de un impacto pulsional corporal que estara en la letra,

    como presencia precisamente corporal. La letra, por cierto, como

    arraigo en el inconsciente y, a la vez, guardando el secreto de, por

    ejemplo, sus reapariciones en la mecnica de la espacializacin.F

    Tampoco sera equivalente al contenido, el nivel de los semas

    de los que, hjemslevianamente, habla Pcheux y que al reunirse con

    los remas, en la misma perspectiva, daran cuenta, o lo hacen

    tradicionalmente, del discurso pctico.P Pecheux intenta fundar

    una teora del discurso potico basndose en una correlacin de

    ambos campos, lo que no deja de ser una variante ms justificada

    de lo que sigue operando en toda perspectiva de acercarse a la

    poesa sin caer en el abismo de su resistencia a una definicin que

    descanse en el signo como el determinante de toda comprensin.

    Como se va viendo, se trata de apartarse de una preocupacin

    de este tipo para lo cual la perspectiva discursiva puede ser un cami-

    no. Lo potico bien puede resolverse, en ltima instancia, en lo

    discursivo propiamente dicho y la bsqueda de sus elementos pro-

    pios recalar en su movimiento de constitucin como discurso.

    de distribucin), temporales (que tienen que

    vr

    con modos de

    enunciacin), econmicos (que tienen que ver con modos de

    arreglo) 24 Sera, y en eso consiste la importancia del concepto,

    la garanta de una especificidad discursiva y sostn, a su turno,

    del relieve connotativo que se reconoce y atribuye a los hechos

    poticos; de hecho y correlativamente el efecto de connotacin,

    que sera para la poesa un absoluto.s? Pero como, a su vez, el

    ritmo resulta de operaciones que reorganizan la materia verbal

    y la convierten o la transfiguran, se desprende que la idea de ritmo

    que, coadyuvante de la idea de emergente metafrico, .encar-

    nara el hacer de la poesa en su hacerse, en otras palabras en-

    carnara el transcurso, lo intrnseco, ese algo que transcurre en lo

    fenomnico o extrnseco.

    Ouizs por este lado sea posible asomarse al discurso poti-

    co, como un tipo de discurso especfico, diferente, situado en una

    escala respecto de ot ros discursos lo cual tal vez permita entender

    la variabilidad de sus manifestaciones, ms que porque haya met-

    foras como caracterstica del discurso potico; lo que importa es

    que esa variabilidad descansa en la generacin de un emergente

    m et a fr ic o q u e ti e n e e n e l ri tm o u n so s tn .

    Ritmo

    y

    espacio

    Connotacin y denotacin: itinerancia

    Aludimos, lateralmente, al ritmo como una nocin principal.

    Desde luego, esa nocin no debe ser confundida con la corrien-

    te, deudora de la oralidad o, en el mejor de los casos, de la

    musicalidad, uno de los rasgos ms apreciados por la tradicin,

    tanto potica como de la interpretacin que se hace del valor

    propio de la poesa. Como lo sealamos, ritmo sera la resultante

    de un proceso de espacializacin que convoca plurales regis-

    tros: distribucionales (que tienen que ver con criterios o sistemas

    i

    il

    q

    1 ,

    I

    I

    1 :

    il

    I

    1 1

    l

    1

    1 ;

    I 1

    1

    I 1

    ~

    1 :

    A su turno, esta idea de emergente metafrico permite

    considerar otro aspecto, el de la connotacin, atribuido a lo potico

    como rasgo definidor y adquirido y antagnico de la denotacin; la

    oposicin se salva porque la percepcin del emergente metafrico

    puede captar la itinerancia que hay entre las dos esferas y puede

    disolver las separaciones: esto nos permite en cierto contexto cultu-

    ral admitir-como potico tanto manifestaciones en las que nos pare-

    ce percibir un exceso de connotacin como en las que creemos que

    22. Ver Serge Leclare. Psvcnenetveet Essai sur torore de Iinconscienl ella pralique de

    la tettre. Pars. Seul,

    1968

    23. Podra prequntarse si, pese al campo terico que acta en las formulaciones de

    Pcheux. no hay en ellas una recuperacin del viejo corset terico. contenido-forma.

    mediante el cual se ha tratado de explicar la evolucin de la

    poesia

    y aun to da l a hiSloria

    de la titeratura.

    24. Ver en No Jitrik. Los grados de la es nuue op. cit .. una mayor undarnentacin

    acerca de la bsic a c ua lidad espacratiz anta de la escritura

    25. Tal vez ese modo de escritura que seconoce corno barroco sea un ejemplo claro de

    absoluto coonotauvo. obtenido a partir de una estizacion evtrema sobrecarga de

    imgenes. acumutaciones verbales. reiteraciones, hipersintaxizacln. etctera

    6

    63

  • 8/10/2019 Jitrik Poesa Poema Potica

    9/10

    No Jitrik

    Conocimiento retrica procesos

    26. Este apunte tiene una lcance politico pues abre el camino a disolver la oposicin entre

    alta poesia. connotativa. y poesia popular. predominant~mente denotativa. Una y otra

    serian reconocibles como poesa por lo que tienen de emergente metafrico Y no por

    razones de democracia.

    27. Una silla en el Museo de Arte Moderno es vista como un objeto artstico; un vaso de

    barro, pensado y producido para fines ulilitarios. siglos despus es artstico (Claude Lvi-

    Strauss.

    El pensamiento salvaje).

    La llamada poesa de lo cotidiano procede del rrusrno

    modo. pero deliberadamente, con la esperanza de lograr connotacin donde slo babla

    denotacin. A v ec es l o logra.

    escrita o no escrita, de ella, de esa historia, se puede decir que

    siempre est gravitando en cualquier reflexin, por ms actual que

    se pretenda pero, en todo caso, para que nos ilustre debemos des-

    pojarla de linealidad y de causalidad, buscando ms bien en cada

    uno de esos cambios la cifra de lo que se ha podido entender como

    lo potico en cada instancia y en cada instante.

    As, podra decirse que en la Antiqedade] predominio de

    ciertas funciones de la concepcin de lo potico, que se manifiesta

    en el culto de la pica y subsidiariamente de la lrica, contienen,

    porque exigen obediencia, y permiten, porque toleran ampliacio-

    nes tanto formales (nuevos metros, nuevas estrofas, nuevas com-

    posiciones) como conceptuales (variacin de reglas, creacin de

    otras nuevas), la produccin de los poemas y organizan la poesa.

    En este orden de transformaciones puede entenderse el paso del

    clasicismo al barroco que propone una fisonoma diferente para el

    discurso potico alterando, de este modo, las antiguas definicio-

    nes. Con el Romanticismo se produce otra irrupcin: la del referen-

    te que, oprimido por una regulacin retrico-clasista segn la

    cual los referentes eran fijos y casi predeterminados en relacin

    con las reglas y las formas que les eran adecuadas, empieza, en

    una teora de libertad creativa, a remodelar las antiguas reglas y,

    sin clausurar su accin ni neutralizar las obligaciones que compor-

    tan, deja campo abierto a la inspiracin -que es, ms propiamente,

    en el caso, ocurrencia- en detrimento del cdigo. El referente es

    concebido como emanado de una experiencia de lo real lo cual

    abre el camino a una expansin de la subjetividad y una exaltacin

    de la naturaleza en armona con sta.

    28

    Las consecuencias inme-

    diatas de este cambio no se hacen esperar: proliferan las tentativas

    de liberacin del discurso potico con el consiguiente surgimiento

    de nuevas poticas que recuperan en algunos casos la ms primi-

    tiva razn de la poesa y, en otros, se sitan en relacin con el orden

    de la lengua estableciendo, precisamente, una espeCificidad que

    funda el inicial aserto acerca de la posicin que respecto de la

    literatura ocupa el discurso potico y, por aadidura, en la escala

    discursiva en general.

    hay slo de notacin porque lo que gua es otra cosa Y no esta

    separacin que depende de la ndole de los signos.

    26

    De todos

    modos, el proceso de transfiguracin que opera tnicialrnente en lo

    denotativo, que es la materia verbal a transformar, hace connotatlve

    la denotacin mediante procedimientos que tienen que ver con

    retricas pero tambin con efectos de contextualizacin particula-

    res que someten intenciones discursivas Y las convierten de mane-

    ra no deseada pero efectiva tanto desde el punto de vista de la

    innovacin potica, concepto que suele tardar en explicarse y que

    descansara en esta posibilidad de cambio, como de la recepcin,

    que suele rechazar como poco potico lo denotativo al que no

    admite como

    oonnotativo.

    Los cambios

    Es evidente que referirse al discurso potico como si fuera

    uno solo y nico, de todos los tiempos, puede ser un abuso dialc-

    tico y la oportunidad para anular toda aproximacin. Hemos procu-

    rado escapar de ese riesgo

    y

    si no lo hemos hecho del todo, acaso

    la nocin de cambios nos proporcione alguna garanta. Porque si

    en este campo hay algo evidente es la diversdad de iniciativas que

    se han sucedido y la multiplicidad de enfoques que se han comba-

    tido asl como los infinitos poemas en los que uno y otro plano se

    pueden registrar. A este conjunto, y a lo que produce, lo designa-

    mos como cambios que se pueden verificar, sacrificando mlti-

    ples planos, de poema a poema pero tambin de poca a poca,

    como nos lo ilustrara una historia de los cambios de la poesa;

    28. Ver No Jitrik, Cinco etapas (tentativas) de una historia de la imaginacin, en

    Verde

    es toda teora. Ioulouse. Universit de To u o u se -le ..Mirall. 2008

    6

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  • 8/10/2019 Jitrik Poesa Poema Potica

    10/10

    No Jitrik

    No se trata de evolucin del discurso potico, sino de una

    necesaria historizacin, en la cual la nocin de cambios -que en

    algunos casos y momentos son designados como revolucin- no

    anula ciertas permanencias elementales. Hemos hablado de rilmo,

    de emergente metafrico, de lcita. reformulacin de poticas: con-

    ceptos como stos sirven de carril para acercarse a e sa generalidad

    que denominamos discurso potico , permiten percibir lo que dis-

    tingue Y une a poemas muy diferentes Y c omprender, quizs, cmo

    acta el discurso potico en el conjunto de los discursos sociales.

    Es el d is curso rel ig ioso perlocutivo?

    El discurso religioso ha ocupado en el mundo una posicin

    privilegiada -es obvio-, predominante respecto de otros discursos,

    hasta casi la omnipresencia en ciertas pocas y en determinadas

    culturas hasta que, en particular en Occidente, se produjo a lo

    largo de los siglos una superposicin de ambas instancias que dio

    lugar a ia no por nada generalizada expresin Occidente cristia-

    no . A punto tal que, como todo discurso operante en tanto el dis-

    curso acta sobre la realidad, pero ste, histricamente, lo fue ms,

    est en el fundamento de mltiples guerras, de no menos plurales

    persecuciones, de expresiones artlsticas y literarias de primer y

    segundo orden, de sacrificios humanos, de concepciones poiti-

    cas

    y

    de vida, de discriminaciones feroces, de morales a veces

    progresivas a veces retardatarias.

    En suma, una historia del discurso religioso occidental sera

    homloga

    la historia misma de Occidente, desde las tradiciones

    que recoge

    y

    reorganiza la Biblia hasta las ms actuales manifesta-

    ciones en lo que respecta, sobre todo, a asuntos de ndole moral.

    No muy diferente ser a esa h is toria en otras regiones del mundo,

    monotestas o politestas.

    1 Admitimos la dif icultad de riablar sobre discurso adrnltiendo las reservas que hace

    Luisa Ruiz Mor en o (Fstilos del discurso mlco-reflqioso. en oph N 6, Pueblo. G UA P,

    1992): ...llamamos 'Iilerario' a un discurso que habla de litetatura. o 'poluco' porque se

    desenvuelve entre pouucos, o hrstonoqrtico' porque tiene Quevel con la rustona. Esta

    objecin, creo, deja os taco nuestra distincin acerca de lo que recorre el ssoacro social:

    'objetos', 'acciones', dlseu/so,

    67

    66