¡jesús está vivo!

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Jesús murió en la cruz, ¡pero la historia no terminó así! Escrito por Josh McDowell y Sean McDowell (Evidencia de la resurrección para niños)

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Jesús murió en la cruz, ¡pero la historia no terminó así!SEAN McDOWELL JOSH McDOWELL

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ISBN 1-58802-624-8Categoria: Ni�os

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ISBN 1-58802-624-8Categoría: Niños

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ISBN-10: 1-58802-624-8ISBN-13: 978-1-58802-624-8

Categor�a Ni�os

INTRODUCCIÓN

¿ E s t á n s u s h i j o s p r e p a r a d o s p a r a l o s d e s a -f í o s e s p i r i t u a l e s d e e s t a g e n e r a c i ó n ?

Las investigaciones revelan que nuestros niños se hallan en una situación pre-caria. Aunque muchos de los niños que van a la iglesia y que son de familias cris-tianas hacen profesión de fe en Jesucristo durante sus años formativos, esa deci-sión en sí no los equipa para enfrentar los desafíos espirituales de su generación.

Sobre la base de nuestra investigación personal y de experiencias, estamos convencidos de que el principal temor de los padres cristianos es que no podrán pasarles a sus hijos los principios morales y las normas de fe que tienen. Aunque parezca increíble, nuestros estudios indican que “aceptar a Cristo” y hacer una profesión de fe no influye mucho en la actitud y el comportamiento de una per-sona joven. Usted probablemente ha visto las estadísticas. En un estudio, 74% de adolescentes cristianos dijeron que habían hecho trampa en los exámenes en la escuela, 83% dijeron que habían mentido a sus maestros, 93% dijeron que habían mentido a sus padres, y 63% dijeron que habían usado violencia físi-ca contra otros al enojarse.1 La realidad es que ponemos el fundamento de la verdad bíblica cuando nuestros hijos son muy jóvenes, mucho antes de que lleguen a la adolescencia.

Si usted no hace algo ahora, sus hijos probablemente aceptarán las creencias de los adolescentes que hay en la iglesia. Según investigaciones de Barna, esto es lo que creen los adolescentes de hoy:

• 65% no creen que Jesús es el Hijo del único y verdadero Dios.• 58% creen que todas las prácticas de fe enseñan verdades de igual valor.• 51% no creen que Jesús resucitó de entre los muertos.• 65% no creen que Satanás es una realidad.• 68% no creen que el Espíritu Santo es una realidad.• 70% no creen que hay una verdad moral absoluta.2

¿Importa todo esto? Preferimos que nuestros niños y jóvenes adopten las normas de fe bíblicas, pero ¿qué daño habrá si no lo hacen? Las investigaciones

¡Jesús está vivo!4

muestran coherentemente que lo que una persona cree se traduce en actitudes y comportamiento. La gran mayoría de nuestros jóvenes tienen creencias distor-sionadas acerca de Cristo y el cristianismo, y las investigaciones muestran que los que tienen esos puntos de vista distorsionados tienen:

• 200% más probabilidad de sentirse desilusionados con la vida• 200% más probabilidad de dañar físicamente a alguien• 210% más probabilidad de vivir sin propósito• 300% más probabilidad de usar drogas ilegales• 600% más probabilidad de tratar de suicidarse3

Hay que hacer algo, algo diferente a lo que al presente estamos haciendo para invertir esta tendencia. A una edad temprana necesitamos enseñar a nuestros hi-jos la verdad del evangelio para que tengan en Cristo una experiencia transfor-madora. Necesitamos un cambio fundamental en la forma en que presentamos el cristianismo a nuestros hijos. Necesitamos cambiar de simplemente guiar a nues-tros hijos a aceptar a Cristo a guiarlos a establecer una íntima relación con Él y a tener convicciones más profundas acerca de Él. Necesitamos mostrarles cómo la fe de una persona debe integrarse en su estilo de vida.

A fin de criar a nuestros hijos para que sean dedicados seguidores de Cristo, tenemos que empezar temprano, y así pasarles una verdad transfor-madora de vida. Tenemos que enseñar a nuestros hijos cuando sus mentes y corazones son jóvenes y flexibles. Si no les enseñamos y modelamos esta verdad, ellos se adaptarán a las creencias distorsionadas de los jóvenes en la iglesia de hoy. La pregunta del rey David: “Cuando los fundamentos son des-truidos, ¿qué le queda al justo?” (Salmo 11:3), es tan pertinente hoy como cuando él la hizo. ¡Jesucristo vive! ha sido diseñado para ayudarle a enseñar a sus hijos acerca de la resurrección de Cristo y cómo esa verdad puede afec-tar su vida. Le ayudará a fundamentarlos en lo que la Biblia enseña acerca de Jesús y su resurrección para que usted pueda edificar un fundamento firme para su futuro espiritual. Lo ayudará a darles claras y directas respuestas a sus preguntas acerca de Dios, la Biblia, Jesús, y la resurrección.

Para aprovechar al máximo el impacto de este libro en la vida de su hijo, le recomendamos que primero lea el libro Evidencias de la resurrección. Así usted tendrá mayor conocimiento y comprensión acerca de la resurrección de Cristo. Esto le dará mayor confianza para interactuar con su hijo. Después, lea ¡Jesús está

¡Jesús está vivo! 5

vivo! por sí mismo dos o tres veces, y después léalo en alta voz a su hijo. Prepárese para reforzar el texto con breves preguntas pertinentes, y preste atención a lo que su hijo o hija diga. Finalmente, cuénteles su propio testimonio de cómo conoció a Cristo y la diferencia que Él ha marcado en su vida.

Es fácil desanimarse y frustrarse al pensar en el estado de nuestra cultura. Los niños y jóvenes tienen desafíos hoy que nosotros ni hubiéramos imaginado aun hace un decenio. Aunque es difícil ser padre, no pierda la esperanza. El temor no viene del Señor. Aunque nuestra cultura es muy tosca, los padres aun son la prin-cipal influencia en los valores y el comportamiento de sus hijos. Dedique tiempo a edificar una relación saludable con sus hijos y enséñeles las verdades bíblicas presentadas en este libro. Si usted hace esto les dará tremendas ventajas para que lleguen a ser todo lo que Dios quiere que sean. ¡Adelante!

Notas

1. “The Ethics of American Youth–2002 Report Card”, conducido y publi-cado por Josephson Institute of Ethics (Marina del Rey, CA: Josephson Institute of Ethics, 2002).2. The Barna Research Group, “Third Millennium Teens” (Ventura, CA: The Barna Research Group, Ltd, 1999), p. 51.3. “The Churched Youth Survey” (Dallas, Texas: Josh McDowell Ministry, 1994), pp. 65, 69.

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P:¡Jesús está vivo!

¿Qué acontecimiento se celebra en la Navidad? ¿Qué concepto tenían los discípulos de la razón del nacimiento de Jesús?

R: Para muchos la Navidad es la época más alegre del año. Nos encantan

las fiestas, la comida, y, más que nada, los regalos que recibimos en la Navidad.

Pero ese no es todo el significado de la Navidad. Se trata del tiempo cuando Dios

dio el mejor regalo a todos seres humanos. Ese regalo era Jesús, su Hijo. Cuando

Jesús nació, los pastores oyeron a los ángeles cantar acerca del regalo de Dios.

Los reyes magos vieron su estrella en el Oriente y fueron a buscarlo. Y el ángel dijo

a José que diera al niño el nombre Jesús. El nombre Jesús significa “salvador”, y

esto es lo que este niño nació para hacer: salvar a la gente de sus pecados.

Los discípulos de Jesús –Pedro, Jacobo, Juan, y todos los demás– no estaban

presentes cuando Jesús nació. Ellos no oyeron el canto de los ángeles. No vieron

a los reyes magos adorarlo. Ellos realmente no comprendían que Él había veni-

do para salvar a las personas. En cambio, creían que Dios había enviado a Jesús

para que los salvara de los romanos que gobernaban sobre ellos y su tierra, y

que los estaban apabullando como pueblo. Pero estaban equivocados. Ellos no

comprendieron por qué Jesús vino al mundo.

Palabras de Josh y SeanMuchas personas no comprenden por qué Jesús vino al mundo. Hace mu-

cho tiempo, había unos cuantos devotos judíos que pensaban Jesús era el

“Mesías”, el libertador, que los rescataría de los romanos y que establecería un

permanente y verdadero reino en la tierra. Hasta podían señalar lo escrito por

el profeta Isaías de que el Mesías vendría para restaurar todas las cosas en un

Paraíso donde ya no habría guerras, opresión, temor o muerte. Los discípulos

creían que Jesús había nacido para convertir a toda la tierra en un hermoso

jardín, donde todos vivirían juntos en paz por siempre jamás. En las preguntas

que contestaremos en este libro verás que estaban muy equivocados y cuál

era y es el verdadero plan de Dios para los seres humanos.

¡Jesús está vivo! 7

Jesús dijo: “Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la

verdad escucha mi voz”(Juan 18:37).

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P:¡Jesús está vivo!

¿Qué le pasó a Cristo, la gran esperanza para el futuro?

R: En vez de libertar a Israel del gobierno de los romanos, Jesús fue eje-

cutado por ellos. Trata de imaginar lo que habrías pensado si hubieras sido uno

de los discípulos el día que Jesús murió. Creías con todo tu corazón que Jesús

había venido a libertarte a ti y a tu pueblo del gobierno romano y establecer un

reino de paz y prosperidad. Ahora, allí estaba, colgado en la cruz, muriendo. Los

discípulos no podían creer lo que estaba sucediendo. El destino de ellos estaba

colgado en esa cruz. Sus esperanzas para el futuro estaban crucificadas. Ellos sin-

tieron lo que la mayoría hubiera sentido: confusión, tristeza, ira, y desesperanza.

Los discípulos creían que el hombre que estaba muriendo en la cruz era aquel

que Dios había prometido que sacaría a todos del dolor y la miseria y les daría una

gloriosa vida que no tendría fin. Pero ahora se había ido toda esperanza. La vida

eterna era un sueño esfumado. Aquél en quien habían puesto sus esperanzas

pronto estaría muerto, y eso sería el fin de sus esperanzas de ser libres de Roma.

Palabras de Josh y SeanMuchas veces pensamos que sabemos lo que va a suceder, y cuando

no sucede de la manera que pensamos, sentimos desilusión. Los discípulos sintieron eso. Pero Dios tenía un plan. Dios nos ama. Él no podía aceptar el pensamiento de perdernos. Él contempló el futuro que había planeado para nosotros. Cuando supo que no podríamos vivir en su presencia eternamente debido al pecado, le dio mucha tristeza. Aunque los seres humanos habían rechazado a Dios, su gran amor no podía soportar el pensamiento de que seamos destruidos. Dios quería tener nuevamente comunión con nosotros, así que pensó en una solución que nos salvaría del pecado, y esa solución era Jesús, que moriría en una cruz. En este libro hablaremos más acerca del gran amor de Dios y del gran sacrificio de Jesús por nosotros. Sigue en sintonía mientras seguimos con nuestras preguntas y respuestas.

¡Jesús está vivo! 9

“Somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesu-cristo, ofrecido una vez y para siempre… Este sacerdote, des-

pués de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios... Porque con un solo sacrificio

ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando” (Hebreos 10:10-14).

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P:¡Jesús está vivo!

P: ¿Qué sintieron los discípulos después de la muerte de Jesús, y cuál fue la gran sorpresa el domingo de Resurrección?

R: Hagamos de cuenta que eres uno de los discípulos, y es el domingo en la mañana después de que Jesús fue crucificado. ¿Qué piensas que hubie-ras sentido? ¿Piensas que hubieras tenido miedo de que a ti también te arres-taran y te crucificaran? Eso es lo que los discípulos pensaban y sentían. Ellos tenían miedo, y estaban muy tristes porque el hombre que ellos creían que los salvaría había muerto y estaba sepultado. Para los discípulos Jesús era la única esperanza para la humanidad. Ahora habían perdido toda esperanza. La idea de vivir por siempre en el cielo era sólo un sueño que se había esfumado.

¿Puedes comprender por qué los discípulos no creyeron a las mujeres que volvieron de la tumba el domingo en la mañana y dijeron que el sepul-cro de Jesús estaba vacío? Como muy pocas personas alguna vez ven a un ángel, era difícil para los discípulos creer que las mujeres la habían hecho, y realmente fue difícil para ellos creer lo que ellas dijeron que los ángeles les habían dicho, de que Jesús había vuelto a la vida. Pero era cierto, y era la mayor sorpresa que el mundo jamás ha visto. No todos los días una persona muerta vuelve a vivir. ¿Qué otra sorpresa tenía Dios?

Palabras de Josh y SeanJesús era el Mesías, y la muerte no podía mantenerlo en el sepulcro. Dios lo

trajo de nuevo a la vida para cumplir su misión de dar vida eterna al mundo. Je-sús hizo una asombrosa declaración a sus discípulos. Él dijo que en el futuro ellos también tendrían cuerpos resucitados, así como Él. Esos serían cuerpos que nunca envejecerían o morirían. Ellos tendrían vida nueva, sin muerte ni dolor, en la pre-sencia de un Dios amoroso por siempre jamás. Cuando lleguemos al cielo, dire-mos: “¡Para esto fuimos hechos!” Recuerda lo que Jesús dijo antes de morir: “No se preocupen, porque yo he vencido al mundo.” Es bueno recordar sus palabras cuando tengamos problemas. No importa cuán difícil sea la vida, un día viviremos en el cielo con Jesús, ¡por siempre jamás!

¡Jesús está vivo! 11

“Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte” (Job 19:25).