isla negra 283 especial dalton

8/6/2019 Isla Negra 283 Especial Dalton

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IslaNegra7/283Casa de poesa y literaturas

2004 - mayo - 2011suscripcin gratuita. Lanusei,Italia. Direccin: Gabriel Impaglione.

Publicacin inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO

[email protected] - Especial Roque Dalton -http://revistaislanegra.blogspot.es"Aquel populista

era un hombre bueno,hecho de pedasitos

de hombres muy malos...

Martn Micharvegas - Del libro indito "Parajodidsimas"( Bs.As. - Madrid // 2006- 2010 ), escrito en fontica rioplatense

Roque DaltonEl Salvador1935 - 1975Por qu escribimos

Uno hace versos y amala extraa risa de los nios,el subsuelo del hombreque en las ciudades cidas disfraza su leyenda,la instauracin de la alegraque profetiza el humo de las fbricas.

Uno tiene en las manos un pequeo pas,horribles fechas,muertos como cuchillos exigentes,obispos venenosos,inmensos jvenes de piesin ms edad que la esperanza,

rebeldes panaderas con ms poder que un lirio,sastres como la vida,pginas, novias,espordico pan , hijos enfermos,abogados traidoresnietos de la sentencia y lo que fueron,bodas desperdiciadas de impotente varn,madre, pupilas, puentes,rotas fotografas y programas.Uno se va a morir,maana,un ao,un mes sin ptalos dormidos;disperso va a quedar bajo la tierray vendrn nuevos hombrespidiendo panoramas.Preguntarn qu fuimos,quienes con llamas puras les antecedieron,a quienes maldecir con el recuerdo.Bien.Eso hacemos:custodiamos para ellos el tiempo que nos toca.

en La Ventana en el Rostro.

Sobre nuestra moral potica

" No confundir, somos poetas que escribimos desde la clandestinidad en que vivimos. No somos, pues, cmodos e impunesanonimistas: de cara estamos contra el enemigo y cabalgamos muy cerca de l, en la misma pista.Y al sistema y a los

hombres que atacamos desde nuestra poesa con nuestras vidas les damos la oportunidad de que se cobren, da tras da ". (Dalton, Poemas Clandestinos)
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Mensaje de la familia DaltonSan Salvador, 2 de mayo de 2011.

Amigo y hermano Gabriel Impaglione:

Quera, en nombre de mi familia, saludar muy clidamente a todos los escritores, intelectuales, artistas y organizadoresdel V Festival Internacional de Poesa, Palabra en el Mundo.

Se que este esfuerzo es una red internacional con una muy buena comunicacin, vida, cultura y esperanza en un mundomejor y justo.

Esa comunicacin nos permiti organizar y rendir un homenaje a nuestro poeta Roque Dalton, de El Salvador y delmundo entero, de la Poesa que est unida por la sangre unnime de los que luchan por la vida (estas son dos frasespoticas de Roque Dalton y de Otto Ren Castillo, hermanos en la lucha y en la poesa).

Queremos agradecer enormemente este inmenso acompaamiento que los poetas nos estn brindando en el reclamo dejusticia que hemos hecho al Estado Salvadoreo por el asesinato de Roque Dalton hace 36 aos, el 10 de mayo de 1975.Confirmamos una conviccin que siempre hemos tenido: Nunca hemos estado solos en el reclamo de justicia y en elcese de la impunidad en el caso Dalton.

El asesinato de Roque Dalton enlut a la humanidad, pero la impunidad que se mantiene an en su caso, es unaverdadera vergenza sin razn, despus que en El Salvador se ha abierto un proceso de democracia y de intentos msfirmes de reconciliacin.

Como familia seguiremos esperanzados en que la justicia tendr que llegar; vamos a conocer la verdad yreivindicaremos la obra y la vida de Roque Dalton como debe ser y como se merece.

Slo as estaremos seguros que nunca ms en El Salvador un poeta ser asesinado. Nunca ms!

Un abrazo fraterno a todos,

Ada Caas Vda de Dalton, Juan Jos Dalton Caas, Jorge Dalton Caas

Carta de Hernn LoyolaTuve el privilegio de conocer personalmente a Roque Dalton en Praga y en La Habana, de disfrutar su amistad y lainfinita gracia de sus conversaciones y de sus versos, as como de admirar su sinceridad y coraje revolucionarios. Por locual me sumo con decisin a los esfuerzos para esclarecer el asesinato de Roque y castigar a sus asesinos.

Hernn Loyola, chileno de origen, italiano de adopcin (vive en Sassari desde hace ms de 30 aos), catedrtico de LiteraturaHispanoamericana en la Universidad de Chile, Santiago, hasta septiembre de 1973, y en la Universidad de Sassari 1974-2002;estudioso de Neruda, editor de sus Obras Completas (Barcelona, Galaxia Gutenberg, 1999-2002) y de la reciente AntologaGeneral (RAE-Academias-Alfaguara, 2010), y autor de Neruda / La biografa literaria, tomo I (1904-1932), Santiago, Seix

Barral, 2006 (en preparacin el tomo II).

Palabras de Vctor Casaus"Respecto a Roque, se trata de recordar la dimensin de su figura y su obra, y de estar con su familia, con sus hijos ala hora de buscar la verdad en cuanto a su destino final. Creo que estos temas de la memoria son muy importantespara el desarrollo de la vida, de la sociedad, de los pueblos, de la gente.

Poeta cubano, Licenciado en Lengua y Literatura Hispnicas en la Universidad de la Habana, director del Centro Cultural Pablode Torriente

Mensaje de Galel Crdenas

Me adhiero a esta demanda de justicia, el asesinato de Roque Dalton es un hecho sin precedentes sobre un poetalatinoamericano revolucionario sin par y ejemplo de las generaciones venideras. Su asesinato no es justificable en un

proceso revolucionario armado. Deben castigarse a los culpables. Justicia que llega tarde no es justicia, pero, esconsuelo para los deudos. Justicia hoy, maana y siempre es una ley revolucionaria.

Poeta Hondureo, Presidente de la Unin de Escritores y Artistas de Honduras


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Roque DaltonHora de la ceniza

Finaliza Septiembre. Es hora de decirtelo dficil que ha sido no morir.Por ejemplo, esta tardetengo en las manos grises

libros hermosos que no entiendono podra cantar aunque ha cesado ya la lluviay me cae sin motivo el recuerdodel primer perro a quien am cuando nio.Desde ayer que te fuistehay humedad y fro hasta en la msica.Cuando yo mueraslo recordarn mi jbilo matutino y palpable,mi bandera sin derecho a cansarse,la concreta verdad que repart desde el fuego,el puo que hice unnimecon el clamor de piedra que exigi la esperanza.Hace fro sin ti. Cuando yo mueradirn con buenas intencionesque no supe llorar.Ahora llueve de nuevo.Nunca ha sido tan tarde a las seis menos cuartocomo hoy.Siento deseos de rero de matarme.

Roque DaltonPas mo no existes

slo eres una mala silueta ma

una palabra que le cre al enemigoAntes crea que solamente eras muy chico

que no alcanzabas a tener de una vezNorte y Sur

pero ahora s que no existesy que adems parece que nadie te necesita

no se oye hablar a ninguna madre de ti

Ello me alegraporque prueba que me invent un pas

aunque me deba entonces a los manicomios

Soy pues un diosecillo a tu costa

(Quiero decir: por expatriado yot eres expatria)

Roque DaltonEl vanidoso

Yo sera un gran muerto.

Mis vicios entonces luciran como joyas antiguascon esos deliciosos colores del veneno.Habra flores de todos los aromas en mi tumbae imitaran los adolescentes mis gestos de jbilo,mis ocultas palabras de congoja.

Tal vez alguien dira que fui leal y fui bueno.Pero solamente t recordarasmi manera de mirar a los ojos.


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Roque DaltonSolidaridad

En el pasillo el anciano se prepara para la peleateme particularmente los jabs al hgadoy no va dar razn a la colmena vida

Es un hombre completamente de este sigloal albail algebraico aguardentosoacostumbrado a saltar con ayuda del bculopor sobre las parejas que hacen como pichones cadosel amor

El pasillo le queda un tanto cortoporque al fin y al cabo el campen es el campenpero no todos pueden tocar el arcoiris

La peor es la colmena que ahora mismo en las callesrecoge como colillas de cigarro el rencor

Es lo ms que se me ocurre decir al respecto

Roque DaltonLa violencia aqu

A Jos David Escobar Galindo,* Perra de Hielo.

En El Salvador la violencia no ser tan slola partera de la Historia.

Ser tambin la mam del nio-pueblo,para decirlo con una figuraapartada por completo de todo paternalismo.

Y como hay que ver la casa pobrela clase de barrio marginaldonde ha nacido y vive el nio-puebloesta activa mam deber ser tambinla lavandera de la Historiala aplanchadora de la Historiala que busca el pan nuestro de cada dade la Historiala fiera que defiende el nido de sus cachorrosy no slo la barrendera de la Historiasino tambin el Tren de Aseo de la Historiay el chofer de bulldozer de la Historia.

Porque si noel nio-pueblo seguir chulnapualeado por los ladrones ms condecoradosahogado por tanta basura y tanta mierdaen esta patria totalmente a orillas del Acelhuatesin poder echar abajo el gran barrio fuerteza cuzcatlecosin poder aplanarle de una vez las cuestas y los bachesy dejar listo el espaciopara que vengan los albailes y los carpinterosa parar las nuevas casas.

Roque DaltonDespus de la bomba atmica

Polvo sern, mas, polvo enamorado?


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Roque Dalton50 Aniversario

Un hombre sale al patio trasero de su casa(ah no llega nunca el duro viento del otoo)

tiene en sus manos una pequea copa de aguardientey se mesa con cario el cabello

aqu las canas del hambreaqu las de aquel da en que fue hroeentre miles de hroesaqu las huellas del ascolas seales de quien toc con dedos jvenes la grandezalas del temorla de la inmensa alegralas del todopoderoso conocimiento

En el fondo del cielo luce una estrellaque l llama esperanza

el hombre alza su copa

y bebe

Roque DaltonDesnuda

Amo tu desnudezporque desnuda me bebes con los poros

como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.Tu desnudez derriba con su calor los lmites,me abre todas las puertas para que te adivine,me toma de la mano como un nio perdido

que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas.Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbopasa a ser mi universo, el credo que me nutre,la aromtica lmpara que alzo estando ciego

cuando junto a las sombras los deseos me ladran.Cuando te me desnudas con los ojos cerrados

cabes en una copa vecina de mi lengua,cabes entre mis manos como el pan necesario,

cabes bajo mi cuerpo ms cabal que su sombra.El da en que te mueras te enterrar desnudapara que limpio sea tu reparto en la tierra,para poder besarte la piel en los caminos,

trenzarte en cada ro los cabellos dispersos.

El da en que te mueras te enterrar desnudacomo cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

Roque DaltonEl obispo

Los hombres en este pas son como sus madrugadas:mueren siempre demasiado jvenesy son propicios para la idolatra.

Raza daada.La estacin de las lluvias es el nico consuelo.


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Roberto Fernndez RetamarCon Roque siempre

A Ada

Antes que a Roque, conoc, sin saber que era de l, su poesa. He escrito a propsito de esto en otras ocasiones, por loque no pretendo ser aqu original. A lo largo de los ms de cincuenta aos de vida de la Casa de las Amricas, solo en

dos ocasiones he integrado el jurado de su premio anual de poesa, y en ambas, obras de Roque fueron distinguidas.Una, fue en enero de 1962, cuando los libros se presentaban con seudnimos, de modo que al encontrarme,deslumbrado, con los versos de El turno del ofendido, ignoraba quin sera su autor. Tal libro, a peticin ma, obtuvomencin en el concurso, y la Casa lo public en bella edicin... Siete aos ms tarde, en 1969, volv a formar parte del

jurado, y en esa oportunidad el premio fue para el libro de Roque Taberna y otros lugares, un ttulo imprescindible en lapoesa del siglo XX.

Para entonces, a diferencia de la vez anterior, yo ya saba bien quin era Roque, y me una a l una amistad fraternal.Poco despus de leer El turno del ofendido, me fue dable encontrarme con su autor, quien haba viajado de Mxico aCuba para participar en una reunin poltica.. Nos conocimos en una librera habanera, y nos hicimos desde el primermomento viejos amigos. Sobre l escrib y publiqu en la revista Casa el poema Carta a Roque Dalton. En mi cuartode trabajo tengo una foto suya que me dio con esta dedicatoria: Para mi querido hermano Roberto Fernndez Retamar,esta foto en pose de abnegacin. Roque. 1963. Nos unan ideales literarios, personales, polticos (muy fuertes en l), sicabe hacer estos distingos. En 1962, a sus veintisiete aos, ya Roque era uno de los poetas ms destacados de aqueltiempo americano. Y vista su tarea en conjunto, creo poder decir que es el poeta ms representativo de nuestrageneracin, a la cual Jos Emilio Pacheco sugiri que se la llamara del 59 por razones obvias, y que cuenta congrandes voces y grandes muertos. Mario Benedetti, a propsito de estos ltimos, compil la antologa Poesa trunca,editada por la Casa de las Amricas, donde Roque ocupa lugar primordial. En 1963, en una intervencin en laBiblioteca Nacional de Cuba, anunci que no estaba lejano el da en que se dira Dalton como entonces, en 1963, sedeca Vallejo o Neruda. Hace tiempo que ese da lleg, y jvenes de muchas partes lo proclaman. Me enorgulleceque as sea, y me congratula, por ejemplo, que atendiendo la solicitud que le hice para una entrega de la revista Casadedicada al centenario de Lenin, Roque me diera unos poemas que creceran hasta ser Un libro rojo para Lenin. Porotra parte, como se sabe de sobra, su extraordinaria faena en verso es solo una parte de su extraordinaria faena literaria.Pero en estas lneas no pretendo hacer un balance de su obra ni de su excepcional vida, sino evocar su presencia entrenosotros.

Esa presencia lleg a ser familiar. Recuerdo, por ejemplo, la noche en que Roque lleg a casa con Ada y sus tres hijos

para la cena de Navidad. O cuando Roque nos visitaba con flores porque estaba enamorando a mi hija ms pequea,entonces de dos aos, quien tiempo despus me dijo que ella haba credo de veras que Roque era su novio. Adelaidaconserva un libro de Roque dedicado A mi suegra. Algunos aos ms tardes, uno de los hijos de Roque tuvopretensiones acaso menos candorosas a propsito de una de mis hijas.

Mis relaciones intelectuales con Roque se hicieron ms fuertes cuando lo invit a formar parte del comit decolaboracin de la revista Casa de las Amricas. Evoco ahora en particular una noche de enero de 1967 en que losmiembros de dicho comit tuvimos una cena con Fidel que se prolong hasta el amanecer, ocasin en que Fidel yRoque se enzarzaron en observaciones sobre el uso de cierta arma. Sin duda la Casa fue la institucin cubana a la cualRoque estuvo ms vinculado. Adems de los ya nombrados, la Casa public varios de sus libros. Pero Roque desbordla Casa. Ejerci influencia en varios de los jvenes poetas nucleados en torno al primer Caimn Barbudo; public enlas revistas Unin, Pensamiento Crtico y Tricontinental; y, desde luego, se entren en Cuba para las tareasrevolucionarias que se propuso. Su identificacin con nuestro pas fue tal, que en una glosa relampagueante de un versode Mart pudo escribir: Dos patrias tengo yo: Cuba y la ma.

Como corresponde a las verdaderas grandes amistades, la nuestra sobrevivi a las discusiones. Tuvimos una en 1970, yal da siguiente, 20 de julio, Roque me hizo llegar la siguiente carta: Estimado Roberto:// Por este medio te reitero midecisin en el sentido de renunciar a mi calidad de miembro del Consejo de Colaboracin de la revista Casa.// Quieroque sepas mi agradecimiento por haberme permitido colaborar en la labor que ha hecho de nuestra Revista una de lasms importantes de Amrica Latina y de la Revolucin Latinoamericana.// Quiero asimismo insistir en mi fraternidadpara ti, nunca desmentida, y en el deseo de que ambos, desde el nivel de nuestras particulares posibilidades, sigamostrabajando en la vida de la Revolucin, inclusive uno en nombre del otro.// Con el mismo abrazo:// Roque.

Meses despus se disolvi el mentado comit (que Roque llam consejo) de colaboracin, y Roque volvi a publicar enla revista Casa. Pero quiero llamar especialmente la atencin sobre su deseo de que ambos, desde el nivel de nuestrasparticulares posibilidades, sigamos trabajando en la vida de la Revolucin, inclusive uno en nombre del otro. Porque larealidad iba a darme una terrible ocasin de verificar esas palabras, de hablar a nombre de l... Hace ahora treinta ycinco aos, comenz a circular, en forma vaga, la noticia de su muerte. Fui corriendo a la imprenta y escrib, al final dela entrega 91 de la revista, con el ttulo Compaero Roque Dalton, estas lneas: Al comenzar a imprimirse estenmero de Casa de las Amricas, distintas agencias de prensa estn trasmitiendo la noticia de la muerte en su patria, encondiciones todava no aclaradas, de nuestro querido compaero Roque Dalton. Confiamos en que esta noticia sea falsa,


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y nos sea dable seguir contando por mucho tiempo con su magnfica presencia creadora. Pero si fuera cierta, el haberconocido ntimamente y durante largos aos a Roque Dalton, autor de una obra brillante, combativa y hermosa, nospermite asegurar que hasta el final tiene que haber sido fiel a su vida: una vida al servicio de la Revolucin, al serviciode los pueblos de nuestra Amrica, que l defendi y expres sin cansancio. Por desgracia, la espantosa noticia resultcierta, y en el nmero 92 de la revista Casa, con fecha de agosto de aquel ao y la firma de la institucin, escribSobre nuestro compaero Roque Dalton estas palabras: Cuando hace algunos meses comenz a circular la especie

de la muerte de nuestro querido compaero y amigo Roque Dalton, nos negbamos a dar crdito a una noticia que tenatodas las trazas de las groseras calumnias que el enemigo no se cansa ni se cansar de urdir [] Confibamos queRoque estaba vivo, y desmentira de un momento a otro esa falsa noticia. Desgraciadamente, a estas alturas no nos esdable ya mantener esa esperanza, y estamos en la obligacin de hablar por l, y rechazar en todos sus puntos, con laautoridad que nos da el haberlo conocido ntimamente durante los muchos aos que estuviera vinculado a nuestrainstitucin, las infames acusaciones que sus asesinos le lanzaran.// Segn lo que sabemos, el 10 de mayo ltimo RoqueDalton fue cobardemente ultimado por una minscula fraccin de la organizacin revolucionaria salvadorea en quemilitaba, Ejrcito Revolucionario del Pueblo (ERP): fraccin que previamente haba sido acusada por la direccin delmovimiento de desviacin militarista y de extremismo pequeoburgus. El asesinato de Roque Dalton y de otrocompaero ratifica dramticamente lo correcto de ese planteo.// Roque Dalton ha muerto como vivi, fiel a su patria, ala Revolucin latinoamericana, al marxismo-leninismo. Precisamente esta fidelidad es lo que no pudieron perdonarlequienes, inficionados con los gravsimos errores de un seudoizquierdismo antisovitico, anticubano, antirrevolucionario,han prestado al enemigo un servicio impagable. La historia los considerar como simples criminales que pretendieron

aniquilar, en la persona de un luchador incansable, una limpia y abnegada postura; y conservar el nombre de nuestroquerido compaero Roque Dalton, revolucionario consecuente, intelectual brillante y combativo, hombre generoso ycordial, amigo inolvidable, entre los nombres de los hroes, mrtires y creadores de nuestra Amrica.

El asesinato de Roque y la monstruosa acusacin que sus asesinos le hicieran provocaron honda conmocin. En elnmero 94 de la revista Casa le dedicamos un homenaje con el ttulo Para Roque: el turno del ofendido. En suintroduccin, se lea de l que fuey seguir siendonuestro amigo, nuestro compaero, nuestro hermano. En la Casade las Amricas trabaj, public, discuti, enriqueci. Compartimos con l buena parte de su vida, la vida de unrevolucionario infatigable, un intelectual creador, un hombre til que provocaba cario, admiracin y alegra. [] Ungrupo de amigos, compaeros y admiradores le dedican hoy aqu estas palabras. Muchas ms le dedicaremos. Perosobre todo estamos seguros de que su pueblo esgrimir su nombre como bandera de combate, y har que su utilidad,como corresponde a todo revolucionario verdadero, llegue ms all de su muerte. Descansars en la lucha, hermanoRoque. Estars presente, con una sonrisa, en la victoria. El homenaje incluy textos, entre otros, de Julio Cortzar,Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Rgis Debray, Manuel Galich, Carlos Mara Gutirrez, Efran Huerta, MargaretRandall, Ren Depestre y yo.

En este mayo de 2010 Roque hubiera cumplido setenta y cinco aos. Para conmemorarlo, publicaremos el volumenMateriales de/sobre Roque Dalton en la revista Casa de las Amricas, con prlogo de Aurelio Alonso, quientambin fue su amigo y compaero. Y, sobre todo, tenemos y tendremos siempre presente a Roque.

La Habana, 4 de mayo de 2010Roberto Fernndez Retamar es poeta, ensayista y director de Casa de las Amricas

Fte: http://www.rdarchivo.contrapunto.com.sv/

Roque Dalton

CartitaQueridos filsofos,

queridos socilogos progresistas,queridos siclogos sociales:

no jodan tanto con la enajenacinaqu donde lo ms jodido

es la nacin ajena.

Mensaje de Alfonso Veliz Tobar

Me adhiero tambin en nombre de la cultura y la justicia humana a que se condene tan impune crimen y error de parte de sushechores en el crimen de nuestro querido poeta Roque Dalton, que si estuviera vivo, me imagino como estuviera dando sus vitalesaportes a los momentos polticos y cuanto no dejamos de percibir de su pensamiento terico y de su genial imaginacin potica, elasesinato de Roque Dalton debe enjuiciar a los hechores y ponerlos ante la historia del mundo.

Alfonso Velis Tobar, escritor y poeta salvadoreo, coordinador del Taller Literario Alfonso Hernndes
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Roque DaltonTodos

Todos nacimos medio muertos en 1932sobrevivimos pero medio vivoscada uno con una cuenta de treinta mil muertos enterosque se puso a engordar sus intereses

sus rditosy que hoy alcanza para untar de muerte a los que siguen naciendomedio muertosmedio vivos.

Todos nacimos medio muertos en 1932.

Ser salvadoreo es ser medio muertoeso que se muevees la mitad de la vida que nos dejaron.

Y como todos somos medio muertoslos asesinos presumen no solamente de estar totalmente vivossino tambin de ser inmortales.

Pero ellos tambin estn medio muertosy slo vivos a medias.

Unmonos medio muertos que somos la patriapara hijos suyos podernos llamaren nombre de los asesinadosunmonos contra los asesinos de todoscontra los asesinos de los muertos y los mediomuertos.

Todos juntostenemos ms muerte que ellospero todos juntostenemos ms vida que ellos.

La todopoderosa unin de nuestras medias vidasde las medias vidas de todos los que nacimos medio muertosen 1932.

Roque DaltonComo declaracin de principios

Sea cual sea su calidad, su nivel, su finura, su capacidad creadora, su xito, el poeta para la burguesa slo puede ser:

Payaso

SirvienteEnemigo

El payaso es un sirviente independiente, que nada maneja mejor que los lmites de su propia libertad y que un dallegar a demostrarle al pueblo el argumento de que la burguesa "s tiene sensibilidad". El sirviente propiamente dichopuede tener librea de lacayo o de ministro o de representante cultural en el extranjero, o inclusive pijama de seda paraentrar en la cama de la distinguidsima seora. El poeta enemigo es ante todo el poeta enemigo. El que reclama su pago,no en halagos ni en dlares, sino en persecuciones, crceles, balazos. Y no slo va a carecer de librea de frac y de trajesde noche, sino que se va a ir quedando cada da con menos cosas, hasta tener tan slo un par de camisas remendadaspero limpias como la nica poesa...

El poeta enemigo no puede ni pensar en realizar su tarea, de naturaleza tan compleja y requerida de tanto rigor, sin unaconfianza invencible y lcida en la clase obrera y sin una participacin directa en el combate.


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Roque DaltonPoema de amor

Los que ampliaron el Canal de Panam(y fueron clasificados como "silver roll" y no como "gold roll"),los que repararon la flota del Pacficoen las bases de California,

los que se pudrieron en la crceles de Guatemala,Mxico, Honduras, Nicaragua,por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,por hambrientos,los siempre sospechosos de todo("me permito remitirle al interfectopor esquinero sospechosoy con el agravante de ser salvadoreo"),las que llenaron los bares y los burdelesde todos los puertos y las capitales de la zona("La gruta azul", "El Calzoncito", "Happyland"),los sembradores de maz en plena selva extranjera,los reyes de la pgina roja,los que nunca sabe nadie de dnde son,los mejores artesanos del mundo,los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,los que murieron de paludismoo de las picadas del escorpin o de la barba amarillaen el infierno de las bananeras,los que lloraron borrachos por el himno nacionalbajo el cicln del Pacfico o la nieve del norte,los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,los guanacos hijos de la gran puta,los que apenitas pudieron regresar,los que tuvieron un poco ms de suerte,los eternos indocumentados,los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,los primeros en sacar el cuchillo,los tristes ms tristes del mundo,mis compatriotas,mis hermanos.

Comunicado de la familia Dalton

POSICION DE LA FAMILIA DALTON ANTE LA PERMANENCIA EN EL ACTUAL GOBIERNO SALVADOREO, DEJORGE MELENDEZ, UNO DE LOS INVOLUCRADOS DIRECTOS EN EL ASESINATO DEL POETA ROQUE

DALTON GARCIA

A Mara Garca Medrano (Abuela) y Roquito (hijo) in memoriam

Ada Caas, viuda de Roque Dalton y sus hijos Juan Jos y Jorge Dalton, sobrevivientes al conflicto armado, handecidido comunicar a los amigos, familiares, admiradores de la obra de Roque, al pueblo y la sociedad salvadorea ensu conjunto, los gobiernos democrticos, as como al resto de intelectuales de Amrica Latina y la comunidadinternacional, nuestra posicin respecto a la actual situacin de injusticia perpetrada por el actual Gobierno de ElSalvador.

Roque Dalton Garca fue un intelectual revolucionario ntegro, que desde muy joven se convirti en lder estudiantil yen un luchador social de genuino arraigo popular. Por su lucha, al igual que muchos compatriotas, sufri privaciones,persecuciones, crceles, torturas, amenazas, sentencias de muerte y exilios por parte de las dictaduras militares queoprimieron a El Salvador. Dalton supo, quizs como ningn otro intelectual salvadoreo, combinar obra, vida,aspiraciones y luchas de los ms desamparados. Fue un poeta genuino, consecuente y entregado, pese a cualquier costode la lucha anti dictatorial y dej claro su vehemente deseo de un verdadero cambio de justicia y derechos para lossalvadoreos.

Su quehacer en el mundo de las letras le permiti heredar al pueblo salvadoreo una obra literaria y poltica que hoyconstituye un pilar fundamental de la cultura y la historia nacional y lo ha llevado a ostentar el ttulo de Poeta


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Meritsimo, reconocimiento pstumo otorgado al poeta por la Asamblea Legislativa gracias al decreto 186, fechado el11 de diciembre de 1997 en San Salvador.

La trascendencia de su obra sobrepasa las fronteras de El Salvador y la propia Centroamrica para convertirse en uno delos intelectuales de la regin cuya obra ha sido de las ms traducidas y motivo de estudios en no pocos centrosacadmicos de gran prestigio a escala mundial como Duke University, Princeton University, Universidad de NuevoMxico; en la regin se destacan Universidad Jos Simen Caas, la Casa de Las Amricas de La Habana, Cuba, por

citar algunas. Dalton form parte de ese intenso y renovado quehacer literario que fue conocido como el boom deescritores e intelectuales de la dcada de los sesenta junto a Julio Cortzar, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, JuanGelman, Gabriel Garca Mrquez, Mario Vargas Llosa, Heberto Padilla, Efran Huerta y Thiago de Mello, entre otros.Y es sin duda, una de las voces ms influyentes de la Generacin Comprometida en El Salvador, que con su accionar ysu obra diera vida a la frase del escritor guatemalteco Miguel ngel Asturias: El poeta es una conducta moral.

Con la responsabilidad que hemos salvaguardado la obra de nuestro padre y la modestia que nos asiste en estecompromiso no podemos dejar de reconocer que la pasin por su patria y el indiscutible talento literario nos hapermitido contar hoy en da con un imperecedero legado cultural del cual hoy gozamos no slo nosotros como hijoslegtimos y orgullosos, sino tambin todos y cada uno de los salvadoreos que con ese autntico sentido de pueblodescribiera en ese ya segundo himno de nacin nombrado Poema de amor .

Hace 35 aos, siendo an adolescentes, perdimos a Roque, nuestro padre, sin intuir que El Salvador perda tambin auno de sus ms leales hijos, amante de la poesa y la libertad, a uno de los fundamentos de su cultura, de su historia,dejando una herida que no se ha cerrado despus de todos estos aos.

Roque Dalton Garca fue asesinado cruel e injustamente el 10 de mayo de 1975 por decisin de la entonces direccindel Ejrcito Revolucionario del Pueblo (ERP), de la cual sobreviven Edgar Alejando Rivas Mira, Joaqun VillalobosHuezo y Jorge Melndez. Junto a Roque Dalton Garca fue asesinado otro salvadoreo de nombre Armando Arteaga,conocido como Pancho.

Testimonios recabados por nuestra familia indican que estos tres dirigentes estuvieron de acuerdo con la ejecucin deRoque y Armando. Y fue Rivas Mira, jefe mximo del ERP en ese entonces, quien orden a sus inmediatos subalternos,tambin al frente de la organizacin, Joaqun Villalobos y Jorge Melndez, ejecutarlos sumariamente. Poco ms de unao despus del crimen, Villalobos pas a ocupar la direccin del ERP. Y al constituirse el FMLN, esta nacienteorganizacin acoge en sus filas a Villalobos y a Melndez, como miembros de su Comandancia Generalde diezmiembrospasando por alto la vinculacin directa de estos dos dirigentes, en los asesinatos. Esta es quiz una de lasms tristes paradojas de la historia de la nacin salvadorea.

Pese a estos treinta y cinco aos transcurridos de aquel horrendo hecho que dej nuestras vidas marcadas para siemprecon el dolor infinito de una prdida irreparable; pese a no saber nunca las condiciones en que fue vilmente asesinadonuestro padre; pese a no saber nunca qu sucedi con sus restos; pese a las solicitudes y gestiones realizadas por nuestrafamilia ante organismos internacionales como ONUSAL, el FMLN nunca ha asumido su responsabilidad, as tampoconunca hemos recibido de los victimarios directos declaracin alguna de perdn ni a ttulo personal ni como organizacinque fuera el Ejrcito Revolucionario del Pueblo (ERP). El pacto de silencio y la impunidad no ha permitido develar laverdad sobre el crimen, lo cual por tica, honestidad y moral poltica debe reparar la actual izquierda salvadorea.

La familia de Roque Dalton Garca, junto a los miles de salvadoreos que tienen a sus familiares desaparecidos o quefueron asesinados de manera cruel e injusta en los pasados aos, se siente ahora doblemente agraviada porque laimpunidad sigue prevaleciendo en El Salvador, y se nos contina negando el derecho a la justicia y al esclarecimientode los hechos. Por ello consideramos el nombramiento de Jorge Melndez para un puesto de gran relevancia en el actualGobierno la ofensa ms grande en contra de la memoria de Roque Dalton, as como contra su familia, desde suasesinato. A unos pocos das de conmemorarse el treinta y cinco aniversario de su muerte, este hecho por el cual hemosvenido reclamando desde su nombramiento en junio pasado constituye un agravio a las aspiraciones de justicia y verdaddel pueblo salvadoreo.

Sobre Jorge Melndez conocido en la guerra como comandante Jons pesan los siguientes hechos:

1. Se ha negado a reconocer su participacin intelectual y material en el asesinato de Roque Dalton y de ArmandoArteaga, poniendo en duda su carcter de civilidad, idoneidad, justicia, valenta para asumir la verdad.2. Fue parte de quienes torturaron fsica y psicolgicamente a las vctimas ya indefensas y en cautiverio.3. Es responsable tambin junto a Villalobos de secuestrar y desaparecer los cadveres de las vctimas y de ocultar a lafamilia y al pueblo salvadoreo la verdad de los hechos.4. Es responsable, junto a Villalobos, de haber lanzado una campaa de difamacin, especialmente contra la figura y ladignidad de Roque Dalton, que esconde la naturaleza vil y alevosa del premeditado crimen.

Estos acontecimientos harto conocidos y pblicamente divulgados en El Salvador y el resto del mundo, que ha seguidode cerca el horrendo crimen del poeta, no fueron tomados en cuenta por quienes decidieron que Jorge Melndez fuese elDirector de Proteccin Civil, cargo bajo la responsabilidad del Ministerio de Gobernacin.


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El historial como jefe guerrillero de Melndez deja mucho que desear; basta mencionar slo dos hechos: el secuestro,asesinato, extorsin y desaparecimiento del cadver del empresario Roberto Poma, as como las ejecuciones arbitrariasy sumarias de varios alcaldes del Partido Demcrata Cristiano (PDC), hecho este contenido en el Informe de la Verdad,y que constituyen crmenes de lesa humanidad.

La familia Dalton repudia y condena el nombramiento de Jorge Melndez como alto funcionario del actual Gobiernoque, basando su campaa en el lema del cambio, parece desconocer las verdades histricas o pesan sobre l demasiados

compromisos de ndole poltico o deudas de tipo electoreras al punto de dar la espalda al espritu de justicia hasta llegara mancillar la memoria del poeta. Paradjicamente, nunca antes hemos visto alejarse ms la esperanza de rescatar laverdad y la memoria histrica que en estos tiempos del triunfo de la izquierda en el poder.

Por todo lo anteriormente expuesto la familia Dalton decide:

No participar, apoyar o avalar acto oficial alguno que, dentro o fuera del territorio nacional, realice el actual Gobiernorelacionado con la conmemoracin del treinta y cinco aniversario del asesinato de Roque Dalton, o de otra naturalezaligado a su figura y su obra.Como herederos legtimos y custodios de la obra literaria y poltica de Roque Dalton anunciamos que no suscribiremosni un solo contrato para la publicacin o reedicin de obras de Roque Dalton por cualquiera de las instancias del actualGobierno.No daremos nuestra anuencia para el uso de la imagen de Roque Dalton, en cualquiera de sus formatos, por parte delGobierno y sus medios de comunicacin.No daremos nuestro aval para que la Sala de Prensa de la Presidencia lleve el nombre de Roque Dalton, tal como habamanifestado inters el presidente de la Repblica.Solicitamos a las ms altas autoridades de Gobierno no pronunciar el nombre de Roque Dalton ni hacer alusin a suobra en sus discursos pblicos.

De igual manera, la familia Dalton demanda de las actuales autoridades de Gobierno:

1. Una explicacin por parte de los involucrados en este nombramiento tanto a la familia como a la sociedad civilsalvadorea.2. La destitucin inmediata de Jorge Melndez como jefe de Proteccin Civil.3. Y que le sea exigido a Jorge Melndez el esclarecimiento de los hechos que ayuden en la bsqueda de la verdad sobreel asesinato de Roque Dalton.4. Se d una disculpa pblica a la familia y al pueblo salvadoreo por esta designacin, que no ha hecho otra cosa queprofundizar una herida que ha tardado ya demasiado en sanar.

Los crmenes emblemticos de la sociedad salvadorea antes y durante el pasado conflicto: Roque Dalton, Monseorscar Arnulfo Romero y los Mrtires de la UCA deben ser esclarecidos de una vez y para siempre si se quiere construiruna sociedad que descanse sobre la verdadera democracia, con pleno Estado de Derecho y una verdadera concienciahistrica.

Exigimos el respeto absoluto hacia las vctimas en su derecho de conocer la verdad y reclamar justicia por susfamiliares asesinados, torturados y desaparecidos. De lo contrario, seguiremos vanamente empeados en buscar nuestraidentidad de espaldas al pasado, y qu es la historia de una nacin sin el reconocimiento de su pasado?

Una vez tuvimos la esperanza que este nuevo Gobierno abrira la puerta a la justicia y la verdad, al calor de losacontecimientos recientes que han tenido lugar en Chile y Argentina para juzgar los crmenes cometidos durante ladictadura; y de otros ejemplos como el de la sociedad espaola que ha dado una muestra de valiente reconciliacin consu pasado al poner en marcha la Ley de la Memoria Histrica aprobada por el Congreso de Diputados en octubre de

2007. Sin embargo, el Gobierno de El Salvador no ha reconocido que resulta imposible establecer un verdadero Estadode Derecho mientras las heridas del pasado permanezcan sin blsamo y sutura. A pesar de ello, estamos seguros de quela sociedad salvadorea no se rendir en su largo y difcil camino en busca de la verdad y la justicia.

Estamos convencidos de que las nuevas y futuras generaciones estarn orgullosas de haber heredado ese ideario dejusticia que acabe para siempre el prolongado dolor que emana de su suelode este suelo salvadoreocomo halo decadver justiciero.

Roque Dalton nos previno: Esos jvenes sin ms edad que la esperanza Preguntarn qu fuimos, quines conllamas puras les antecedieron, a quines maldecir con el recuerdo. Bien. Eso hacemos: custodiamos para ellos el tiempoque nos toca.

San Salvador, 5 de mayo de 2010.Juan Jos Dalton Caas

Jorge Dalton Caas


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Silvio RodrguezCuba - 1946Flor para Roque

No s si le habr dolidoel tiro que lo mat,pero s que su asesino

matndolo se muri.No s dnde lo pusierona dormir el desamor.Hoy debo mirar al cielosi quiero darle una flor.

Ada, Juanjo y Jorgito,de cinco quedaron tres.Dnde estn Roque y Roquito?Cundo comienza despus?

Roque Dalton fue mi amigo.l era un poco mayor

y ahora me resulta un hijonecesitado de amor.

No es venganza lo que quiero,sino dejar una flordonde escondieron los huesosde un hroe de El Salvador.

Walter MondragnColombia

Esta maanala rueda de una can

triz una rosaunas pisadas torpes

destrozaron la yerba(del jardn)

Seres oscuros asomarona su puerta

y nada preguntarony nada se llevaron sino un verso,

la vieja estilogrficael olor humeante de la bala

que atraves su alegrecorazn bravo...alguna que otra mancha en sus vestidos

y en la bocael acibar ardiente que provoca

la vista de las vctimas.

Esta maanala rabia de un santn seg una espiga.

Publicado en el periodico (desaparecido) "El Pueblo", de Cali en 1975


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Juan GelmanArgentinaRoque Dalton

A veces pienso que sos como ese caballero del Ariosto alque hirieron de muerte en un combate, no se dio cuentaque lo haban morido y sigui peleando cuando el

asesino tir, seguro te distrajo una mujer inapagable, unpliegue del verano, el misterio sin fin del pobrero.Siempre escapaste a las fusilaciones, la muerteequivocada, y escribs en las tripas de la noche.

Rafael MendozaMxicoRoque Dalton Garca

Siempre quise ponerme el mejor traje,

el de rer y llorar, como decimosaqu los marginados,para ir a tu despensa de bellezas.

Siempre quise darte algo.Y, mira,qu intiles mis manos!Solo te traen un poema.Eso que tu has tirado en todas partes

Rafael Jess GonzlezBerkeley, Estados UnidosDespus de carnaval

a Roque DaltonDespus de carnavalllega la hora de la ceniza,tie las frentesdel humilde devotoy del arrogante y el vanidoso.Cae del cielo gris y solemnede donde llueven bombas

listas y bobas.

Pienso en la alta hora de la nocheque como t que lees estas lneastodos amamos la paz

y aborrecemos la guerra(pero tambinlos que aman la guerra leeny hasta escribirn versos.)

No lo s.Lo que s es que siguen las guerras,la matanza, la injusticia, el sufriry que no se logra el descansodel guerrero ni el de la vctimasi no es que la encuentrenen la muerte donde todo es cenizagris y fra sin ningn matiz de carnaval.


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Roque DaltonEstudio con algo de tedio

Clov: lloraHamm:Luego vive.

(Dilogo de Fin de Partida de Beckett.)

Tengo quince aos y lloro por las noches.Yo s que ello no es en manera alguna peculiary que antes bien hay otras cosas en el mundoms apropiadas para decroslas cantando.

Sin embargo hoy he bebido vino por primera vezy me he quedado desnudo en mis habitaciones para sorber la tardehecha minsculos pedazospor el reloj.

Pensar a solas duele. No hay nadie a quien golpear. No hay nadiea quien dejar piadosamente perdonado.Est uno y su cara. Uno y su cara

de santn farsante.Surge la cicatriz que nadie ha visto nunca,el gesto que escondemos todo el da,el perfil insepulto que nos har llorar y hundirnosel da en que lo sepan todo las buenas gentesy nos retiren el amor y el saludo hasta los pjaros.

Tengo quince aos de cansarmey lloro por las noches para fingir que vivo.En ocasiones, cansado de las lgrimas,hasta sueo que vivo.

Puede ser que vosotros no entendis lo que son estas cosas.

Os habla, ms que yo, mi primer vino mientras la piel que

sufro bebe sombra

Roque DaltonEl descanso del guerrero

Los muertos estn cada da ms indciles.

Antes era fcil con ellos:les dbamos un cuello duro una florlobamos sus nombres en una larga lista:que los recintos de la patriaque las sombras notablesque el mrmol monstruoso.

El cadver firmaba en pos de la memoriaiba de nuevo a filasy marchaba al comps de nuestra vieja msica.

Pero qu valos muertos son otros desde entonces.

Hoy se ponen irnicospreguntan.

Me parece que caen en la cuentade ser cada vez ms la mayora!


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Antonio M. SequeiraFlorencio VarelaBuenos Aires, Argentina

A Roque Dalton

Yo no te conoc sino hasta despus,cuando el fatal estruendo de un balazo,el sordo murmullo de la traicin,

nos arrebatara tu alegra.

Amaneci lloviendo muerte en Santa Anita,en un portal llaveado a la espesura.La voz quebrada, no por el miedo, no,sino por el grito tenaz de la impotencia.

Un rayo de luna se clava en tu garganta,el cmplice silencio corre el velo del alba.Quin tiene el poder de todas las palabras,quin deja detrs una huella en el mar?

Nos toca el tiempo que nos ha tocado,el que otros maana juzgarn equvoco.

Jugamos la partida con la total certezaque lo hicimos para dejar un tiempo mejor, acaso

la incertidumbre de abrir una ventanahacia una cima, al horizonte brumoso.Y entonces nos comprendemos solos.En la soledad vemos un cielo,

un ro, la tormenta, nuestra pequeez.Creemos que el mundo nos pertenecehemos sojuzgado los elementos. Somos dioses.En nuestro endiosamiento nos envanecemos

sin detenernos un instante ante el espejo.Bosteza la selva en su colchn de niebla,paridos en el dolor gritan tus hermanos.Grito y grito. Silencio. Silencio sobre silencio.

Roque DaltonAmrica Latina

El poeta cara a cara con la lunafuma su margarita emocionantebebe su dosis de palabras ajenasvuela con sus pinceles de roco

rasca su violincito pederasta.Hasta que se destroza los hocicosen el spero muro de un cuartel.

Carlos ApreaJusticia para el asesinato de Roque Dalton

Estimado amigo, adhiero a esta investigacin calurosamente. Es hora que quienes han hecho de la muerte sumaria, ennombre de principios pisoteados, una metodologa para dirimir impotencias, paguen por su culpa y el poeta y susfamiliares puedan tener la justicia que hasta hoy se les niega. Ninguna teora revolucionaria tiene valor como tal si

niega la compleja condicin humana en nombre de una razn abstracta y absolutista. La corta historia de los verdugostermina dndonos prueba de la infamia.La Plata.Argentina. Escritor.


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Francisco Morales SantosCiudad Vieja, Sacatepquez, Guatemala1940Nacimiento del sol

ARoque Dalton, cuya muerte fue doblemente injusta.

"Tengo Sol."-Alma AmricaNace enhiesto y donde le da la gana.

Si despierto a mi esposa se aparecesembrado en sus pupilas como si fuera un aster.Lo saban los quechuasy los que se mataban buscando oro en el lejano oeste,lo han sabido los nios y tambin los locos.

Por eso est en Teotihuacan su vieja cuna:alta, con piedras recocidas,encalada de lunas y poemas tristes.No nace una sino un montn de vecesy es como los comales en la inmensidad de la cocina,brujo antiguo que gusta enamorarsede todas las ventanas,pasar lagos sin espantar el agua,envejecer el plumaje de los pjaros,cambiar la vestimenta de los rboles.

Es como un antojo en la profundidad de los espejos,un don Juan obsesionado de cristales,de prendas femeniles que alumbran la soledado el miedo.

Es un viejo con hambre,un dibujante de ilusiones pticascansado de amedrentar la nocheque se filtra con jbilo en los vientresporque no tuvo edad para ser nio.

Vctor CasausCubaConversacin

A Flix Guerra, a quien conozcoy con quien habloA Roque Dalton, a quien no conozcoy de quien hablo

Te acuerdas de los dasde la onda de Roquecuando pensbamos que el mundo terminabadetrs de sus poemasque la vida se encontraba poseda en el turno

que el tom tras aquel libro de cartula de sienadonde desnudaba a las mujeres e increpaba a los curas?Claro que ya hemos aprendidoque todas esas cosas no son exactamente as como cremos(ejercimos el derecho legtimo de errar)Pero no es cierto que con todose recuerdan con cario sus palabrassus poemas abruptos sus cosas de profetade testigo corrodo --dice l-- por la pasin?

Me gusta coincidir en estas cosas:el amor es un bello pasatiempo importantelas malas palabras a veces son mejores que las buenas

la historia no es un viejo animal muertoy sobre todo vale la pena defender lo que pensamosdecir lo que pensamos amar lo que pensamosy odiar (con odio) a los culpables de la muerte


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Adriano CorralesCosta RicaSi Roque es panfletario yo me declaro decadente oEl turno del ofendido

Me la juego me declaro rockero en una poca globalizada por el reguetn y la basura tecnolgica Roquero y daltnicoante el trascendentalismo trasnochado o daltoniano frente a la guillotina metafsica vaya ust a saber cmo se define el

asunto o el panfleto dganme seores fillogos lingistas crticos curadores (Del ingl.phanfletlibelo difamatorioopsculo de carcter agresivo eso dice la real academia qu dir la irreal o la popular y democrtica) dgame ust doctormaster licenciado bachiller quin lo define el emisor el mensaje o el receptor? seores del tribunal desconozco por quse le juzga quizs por aquello del eterno retorno o el asunto sacrificial del evangelio segn Jesucristo porque todo buenpueblo merece un buen mrtir para redimirse en su imaginario y hay que crucificarlo (lase fusilarlo) constantementecomo una representacin pasionaria para que posea remordimiento colectivo por el desplome pero volviendo alpropsito que nos ocupa lanse EL MAR o LOS HONGOS y vern proposiciones teolgicas aireadas por la dialcticay el talento es decir la duda potica en lminas lquidas olas verdecitas azuladas en el zinc de la memoria como espasmosuave del amor que cae ms mal que la primavera en el malecn de La Habana o Santiago de Chile relean LOSTESTIMONIOS en el centro de una TABERNA Y OTROS LUGARES donde est la segura mano de dios mientras leinterrogan en la oficina tcnica de la CIA o la silla como deca el exquisito poeta nicaragense y traten de jugar con lasmanos atadas por un cordelito de nylon o balbucear poemitas y jacarandas mientras reciben tremenda galleta con LAVENTANA EN EL ROSTRO y les birbiquean los cojones o los pechos de la compaera que nos amamantara en noches

de amplia ternura y hganse los huevoncitos buscapleitos jugueteando a la guerrincha en las azoteas del gay saber y delconfort acompaados por el escocs y los bocadillos importados no seores la vaina es otra no soy slo el que hablasentencien si quieren pero esgriman razones histricas o artsticas spase que al poeta no lo matan por enlazar lavanguardia potica con la poltica o no exactamente por eso sino por militar en la segunda y proponer asuntos no tanortodoxos como el papel de la pequea burguesa en la revolucin pues a los poetas no se les mata simplemente por elhecho de serlo puede que a Garca Lorca pero en el fondo por ser marica (mamploro dira Roquito) algo que nosoportaba la homofobia franquista sino por su pensamiento y la manera de concretarlo en la accin claro seoresmagistrados ac son sus propios compaeros los del crimen por all posiblemente la redencin como el Pastor Romeroporque no cay en combate ni en las bartolinas oligarcas lo hicieron las balas compas en un asunto meramente pipil oguanaco si se mira bien que lo digan Salvador Cayetano Carpio o la Comandante Mara a quienes no se juzga en estasala es al poeta no al combatiente asunto esttico pues pero dentro de la tica mnima de lo posible humano o laconcurrencia de lo extraordinario para sobrevivir a la muerte en un paisito que se las trae desde siempre desde 1932con sus apenas 20.000 km2 pero atestado de intelectuales y luchadores de toda estirpe y gente buena onda hacelotodo

vendelotodo comelotodo poetas pues a pesar de las maras y los escuadrones de exterminio y los milicos hijosdeputa nome han respondido seores qu es un panfleto entonces cmo se come esa pupusa o cmo se logra insertar en el coraznde un pulgarcito el amor de un Roque multitudinario sin repetir las rubeniadas de Gavidia el viejitoloco o lasmaestranzas criollas de Salarru estudiando su devenir entre copa y fra y pedaleando fuerte por las montaascuscatlecas de la utopa dejando sangre en la pgina desnuda o cubrindola con su propio cuerpo como paraguasinmenso de arlequn con nariz rota travesti de la poesa como en la pera bufa estudiantil o con Menen Desleal en laLuz

Negra decapitado por la sombra entonces seores por qu continan adjetivndolo sin meterse en su pellejo despus dela derrota vean la paradoja derrota poltico-militar pero no cultural dicho de otra manera la revoluta no fue pero s surevolucin cultural he ah el eplogo para antologadores y profesorazos porque ahora s nos acercamos al final y escuando duele de verdad el LIBRO LEVEMENTE ODIOSO como este poema de amor ahora que todo se repite en farsacomo la resurreccin de Lzaro y los evangelios apcrifos en una Centroamrica dolarizada y unida al fin pero no por elsueo morazanista sino por el capital transnacional dganme apertrchense del derecho romano civil cannico castrenseustedes que otean en el alba las clarinadas de la caballera y almuerzan en compaa de los seores de la guerra

palomitas picasianas posmodernas en el penjas de la lujuria prestos a no dejarse arrebatar un puesto en la bolsa y en latradicin del retrato en suplemento cultural dganme respondan why not? en todo caso los libros del poeta gozan debuena salud y se venden masivamente de los asesinos sus conciencias

Mensaje de Csar Lazo

Me adhiero a la peticin de que se haga justicia y aclare lo relacionado con el asesinato del poeta salvadoreoROQUE DALTON; que la mentira que tiene patas cortas sea derrotada por la luz de la verdad; que esta verdad sea laespada que castigue a sus asesinos, que han resultado ser los traidores coludindose con los genocidas y asaltantes depozos petroleros. Csar Lazo, escritor y poeta, Honduras.


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Roque DaltonEl mar

Hay grandes piedras en tu oscuridad tempestuosagrandes piedras con sus fechas lavadas por tu sombraporque hasta el sol de da cmese tu sombra

cruje en el fro despidindose del aireque no se atreve a penetrarte.

Oh! mar donde los desesperados pueden dormirarrullados por explosiones impasiblesalfabeto del vrtigo paisaje diluido que los muros envistenlas gaviotas y la espuma de los peces son tu primaverala furia es una pirmide verdeuna resurreccin del fuego ms agudo tu climatu mejor huella sera un caracolcaminando con pasos de nio el desierto.

Am siempre esas poblaciones dismilesal parecer robadas de las manos del mar

pequeas villas junto a la arenapuertos escandalosos en la ebriedad del salitrecaseros tiritando entre la niebla llena de coralesgrandes ciudades titnicas frente a las tempestades humilladasaldeas de pescadores ciegos bajo un faro de aceitefactoras acechantes entre los manglares con un largo cuchilloValparaso como una gran cascada en suspensoManta Pun puertos del Ecuador que me negaron las hojasBuenaventura aromtica como un gran puerto sucioPanam con los ojos punzados por la depravacinCartagena siempre aguardando a los piratas hambrientawillemstadt nufraga en los dominios del petrleoTenerife y su dulce copa de vino

Barcelona bostezando entre los bancos y los carabinerosNpoles bellamente tumefactaGnova Leningrado Sochi La Guaira Buenos AiresMontevideo como una margaritaPuerto Limn CorintoAcajutla en una lenta playa de mi patriatodos mirndose en el espejo grave que surcan los delfinesapartando como un sable velozlas infinitas espigas de esmeralda.

Roque DaltonXVI Poema

Las leyes son para que las cumplanlos pobres.Las leyes son hechas por los ricospara poner un poco de orden a la explotacin.Los pobres son los nicos cumplidores de leyesde la historia.Cuando los pobres hagan las leyesya no habr ricos.


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Roque DaltonInvocacin

Andbamos amando las viejas oropndolas,buscando establecidas mariposasentre las sederas insondables,aportando la voz para cubrir el llano originado

en el dolor universal del hombre.El pueblo ah, difuso, a las espaldas,como un presentimiento de inquietudes ingratas,como una agrupacin de estmulosde los que se poda prescindirsin ensuciarse.El pueblo ah.Nosotros con los ngeles.Padre Anastasio Aquino, descorredor de velos;matador de prejuicios,padre Anastasio Vida;padre Anastasio Pueblo,

violador de la noche:llegastesdesde el centro de la historia,desde el origen de la historia,desde las proyecciones de la istoria,a colocarnos la verdadentre la garganta y la vocacin,a colocarnos la verdad en la esperanzacomo una hostia feroz, roja y gigante,plena de amor al hombre matinalque habremos de construir para la dicha.

Padre de la patria.Comandante de la patria.

Corazn rebelde de la patria.Honor, decoro, altiva dignidad,puo gigante de la patria:que se encarne en nosotros tu figura antigua;que aparezca de nuevo tu manera silvestrede reclamar la dicha;que en cada panhaya un recuerdo de tu esencia;que en cada da nuevo los muchachosentonen la plegaria absoluta de tu nombre;que se agigante tu vozen las ciudades estriles;que se lancen tus flechas milenarias

para marcar la frente de los nuevos traidoresy que tu ejemplo altivohaga hallar el camino a los poetas cobardes.Que se incendien los campos y los pueblosal recordar la altura de tu sangre de izquierda,y que todos los nuevos,los campesinos slidos, los obreros en pie,los que estudiamos para el pueblo,nos aunemos ardorosamenteen las jornadas agitadas de la luchay terminemos de construir tu gran maana.


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Alfredo Villanueva ColladoPuerto RicoLiber Scriptus

Liber scriptus proferetur,In quo totum continetur,Unde mundus judicetur.

Judex ergo cum sedebitQuidquid latet, apparebitNil inultum remanebit.

Muy distinguido profesor que leisestas lneas blasfemas que no concuerdancon la msica leve de vuestras pajas;

con las caricias tantalizantes de vuestros dedosbajo la bolsa vaca de vuestros sueos,

odme expresarme en el neto castizocomo lo hiciera el roquero Daltontan revolucionario pero tan correcto.

Si creis que hablar de la lucha armada,os equivocis.

Hablar de la rosablanca y roja, semen de padrote y sangrede virgen, roto de gamn violado por mendigos(os refiero a la boca de la ballena).

La rosa roja como un cordn elctrico,la rosa blanca como un balde de mierda,cerrad los ojos, mi querido colega,

esto sucede pero no pasa.

Pronto ha de ser un mal recuerdono recogido en antologas.

En buen castellano, no espaol de las islas,Dios el cabrn nos libre del futuro.El da es tan hermoso,el vino, suculento,y la muerte, caliente.

Seor profesor dadme un beso de lengua.Prefiero la francesa, mas tambin la italianapara que se me quite este sabora carne agusanada,para que los muertos tan nios renuncien

al amor que desean vivir en mi cuerpo.Salvadme para siempre del don de la videncia.Haced que enmudezca con medallas y dlares.

De: La guerrilla fantasma, Nueva York: Editorial Moria, 1990

Roque DaltonEl amor

El amor es mi otra patriala primerano la de que me ufano

la que sufro.


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Roque DaltonActa

En nombre de quienes lavan ropa ajena(y expulsan de la blancura la mugre ajena).En nombre de quienes cuidan hijos ajenos(y venden su fuerza de trabajo

en forma de amor maternal y humillaciones).En nombre de quienes habitan en vivienda ajena(que ya no es vientre amable sino una tumba o crcel).En nombre de quienes comen mendrugos ajenos(y an los mastican con sentimiento de ladrn).En nombre de quienes viven en un pas ajeno(las casas y las fbricas y los comerciosy las calles y las ciudades y los pueblosy los ros y los lagos y los volcanes y los montesson siempre de otrosy por eso est all la polica y la guardiacuidndolos contra nosotros).En nombre de quienes lo nico que tienen

es hambre explotacin enfermedadessed de justicia y de aguapersecuciones condenassoledad abandono opresin muerte.Yo acuso a la propiedad privadade privarnos de todo.

Roque DaltonA la poesa

Agradecido te saludo poesaporque hoy al encontrarte

(en la vida y en los libros)ya no eres slo para el deslumbramientogran aderezo de la melancola.

Hoy tambin puedes mejorarmeayudarme a serviren esta larga y dura lucha del pueblo.

Ahora ests en tu lugar:no eres ya la alternativa esplndidaque me apartaba de mi propio lugar.

Y sigues siendo bellacompaera poesaentre las bellas armas reales que brillan bajo el sol

entre mis manos o sobre mi espalda.Sigues brillando

junto a mi corazn que no te ha traicionado nuncaen las ciudades y los montes de mi pasde mi pas que se levantadesde la pequeez y el olvidopara finalizar su vieja pre-historiade dolor y de sangre.

Roque DaltonGuerra

Mi verdadero conflictohondureo-salvadoreofue con una muchacha.


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Thelma NavaMxicoUnas palabras para Roque

A Roque le conoc en la ciudad de Mxico, en febrero de l964, durante la realizacin del I Encuentro de Poetas, que organizamos loseditores de las revistas Eco Contemporneo de Argentina, dirigida por Miguel Grinberg, El Corno Emplumado, de MargaretRandall y Sergio Mondragn y Pjaro Cascabel, que editbamos Luis Mario Schneider y yo.

En esos das tuve poca oportunidad de conversar ampliamente con l, como hubiera sido mi deseo, dado que fueron muchos lospoetas que llegaron a Mxico y a quienes haba que atender. Por supuesto que conoca y admiraba su poesa, por publicaciones deCuba, pas con el que mantena un contacto muy cercano. S puedo recordar sin embargo su alegra, su entusiasmo y su amor por eloficio potico, la lucidez que posea y el amor a su pas.

Aos despus lo volv a ver en Cuba, en algunos de los viajes que realizaba con mi compaero de vida, mi esposo el poeta EfranHuerta. All tuvimos la oportunidad de conversar largamente con l, de las labores que realizaba para la Casa de las Amricas ytuvimos la oportunidad de conocer a su esposa Ada y a sus hijos Roque y Juan Jos.

No volv jams a verlo y en aos posteriores, a travs de peridicos que yo reciba de Nicaragua nos enteramos Efran y yo de sucobarde asesinato. Recuerdo que de inmediato me comuniqu a la Casa de las Amricas para darles la terrible noticia. Cuando elloslo comprobaron dieron el parte oficial. Posteriormente publicaron en el No. 94 de la Revista Casa de las Amricas, del ao 1977, unaseccin especial en su memoria, en la que participamos Mario Benedetti, Roberto Fernndez Retamar, Julio Cortzar, Regis Debray,Ren Depestre, Efran Huerta, Jaime Labastida, Margaret Randall y yo, entre otros escritores.

Aos despus, en la poca de mi solidaridad con el hermano pueblo de El Salvador, varios mexicanos integramos la Brigada

Cultural Roque Dalton, a instancias de Luis Melgar Brizuela. Participaba en la Brigada Modesto Lpez, editor del sello musicalPentagrama, quien edit un disco de homenaje a Roque, esfuerzo en el que colabor con nosotros ampliamente el poeta cubanoFayad Jamis, quien nos proporcion unas fotos estupendas de Roque, entre ellas la de la portada, que era la memorable foto de Roquesaliendo de la Crcel. El disco contena un poema de Fayad y fragmentos de poemas de Mario Benedetti y Roberto FernndezRetamar dedicados a Roque. El disco contena tambin canciones del nicaragense Carlos Meja Godoy y del cubano Noel Nicola,quien permaneci en Mxico una semana para grabar diversas canciones, con destacados msicos mexicanos. Modesto utiliz lagrabacin original que haba realizado Roque para la Casa de las Amricas, quien generosamente se la proporcion.

Debo sealar por ltimo mi orgullo de haber sido invitada para ser miembro de la Ctedra Libre Roque Dalton, en la que participandestacados intelectuales como Juan Gelman, entre otros.

No solamente en este aniversario, en el que se cumplen 75 aos de su natalicio y 35 de su asesinato, Roque estar siempre presenteen el corazn de todos los latinoamericanos que admiramos su vida y su obra.El disco se edit para reunir fondos para la lucha del pueblo salvadoreo y as se hizo constar en el album: todos los ingresos queproduzca este disco sern destinados a la lucha del pueblo salvadoreo, representado en su vanguardia el FDR y el FMLN.

Ernesto CardenalNicaraguaRoque estaba casado con la revolucin

Roque Dalton yo lo recuerdo riendo. Flaco, de un blanco plido, huesudo, narizn como yo, y siempre riendo. No s por qu siemprete recuerdo riendo, Roque Dalton. Un revolucionario reidor. No es que los revolucionarios sean especialmente serios ni muchomenos, pero es que l era un revolucionario especialmente reidor. Se rea en primer lugar de l mismo. Se rea de cosas ridculas deEl Salvador, y siempre estaba hablando de El Salvador y es que quera muchsimo a su pas, Pulgarcito. Se rea de la burguesasalvadorea naturalmente, y nos haca rer a todos. Se rea de los jesuitas con los que se haba educado y en cuyo colegio habaperdido la fe (tambin se rea de esta expresin) para entrar al Partido Comunista y tambin se rea de cosas de su PartidoComunista (pero de todos modos era su partido). Contaba historias fantsticas de El Salvador que parecan inventadas pero eran

ciertas. A un hombre lo tuvieron preso por varios aos en una cloaca cubierto de cucarachas. Cuando lo sacaron de all estaba loco, ylas cucarachas ya no le disgustaban en absoluto, se sonrea beatficamente y para l estar lleno de cucarachas era como estar lleno demariposas.

Roque Dalton una vez estuvo preso y lo iban a fusilar. Adems iban a hacer creer al Partido que l era un informador y un agente dela CIA para que no lo consideraran como mrtir. Esa noche, aunque l no tena fe en Dios, or, se arrodill en su celda y or. Lasuerte loca -deca l- hizo que esa noche hubiera un terremoto y se cayeran las paredes de la crcel, y l se escap. Cintio Vitier,Fina y yo nos reamos de l dicindole que nosotros dbamos otro nombre a lo que l llamaba suerte loca, y l tambin se rea.Roque Dalton estaba siempre de buen humor a pesar de los horrores que haba pasado, y de los horrores que lo esperaban por delantey que l adivinaba. El compromiso de Roque Dalton con la revolucin era como un compromiso matrimonial. Su destino fue no slocantarla sino tambin dar la vida por la revolucin.Ahora, en 1980, l est encarnado en muchas vidas, est resucitado en la insurreccin de El Salvador. Est siempre riendo, a pesar delas masacres, a pesar del llanto. Est riendo porque est triunfante. Es como si hubiera triunfado ya. Roque Dalton pronto serparques infantiles, escuelas, hospitales, ser sus poemas escritos antes y muchos otros poemas por venir. Roque Dalton ser unpueblo reidor y feliz de roque daltons.


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Jorge FalconeArgentinaDescargo de Joaqun VillalobosAnte la calavera de Roque Dalton

Cuando yo muera,

slo recordarn mi jbilo matutino palpable,mi bandera sin derecho a cansarse,la concreta verdad que repart desde el fuego,

el puo unnimecon el clamor de piedra que exigi la

esperanzaRoque Dalton

Yo,que no soy el GeneralsimoFrancisco Franco Bahamonte,confieso-no obstante-que hoyhe vuelto a fusilar

a Federico:Pisaba ya los cuarentael bardo ms importantede este pas Pulgarcito ysospechando de su excarcelacin,de los efectos nocivosde su afn de tabernassobre la Revolucin,de la distorsin eventualque la ertica de sus versos causarasobre el imprescindible rigor militante,de lo vulnerable que un combatiente se muestra

si anda cantando al amor,con un puado de hombres y mujeres resueltosa no detenernos hasta forjarla dictadura del proletariado,en el da de la fecha resolvsalvar a los pobres del mundode Roque Dalton.

(28/11/04)

Roque DaltonSobre dolores de cabeza

Es bello ser comunista,aunque cause muchos dolores de cabeza.Y es que el dolor de cabeza de los comunistasse supone histrico, es decirque no cede ante las tabletas analgsicassino slo ante la realizacin del Paraso en la tierra.As es la cosa.Bajo el capitalismo nos duele la cabezay nos arrancan la cabeza.En la lucha por la Revolucin la cabeza es una bomba de retardo.En la construccin socialista planificamos el dolor de cabeza

lo cual no lo hace escasear, sino todo lo contrario.El comunismo ser, entre otras cosas,Una aspirina del tamao del sol.


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David Escobar GalindoEl SalvadorLa roca donde Roque muri

Era a comienzos de 1995. Estaba yo desayunando en el restorn del Hotel Crowne Las Amricas, de la ciudad deGuatemala, cuando alguien se acerc a mi mesa. Me abord por mi nombre, dicindome que era Jorge Salazar, chileno,y que haba trabajado algunos aos en la Misin de Observadores de las Naciones Unidas en El Salvador (ONUSAL).

Estaba entonces en la Misin de Verificacin de las Naciones Unidas en Guatemala (MINUGUA), y lo que me dijo mesorprendi y me conmovi:Yo fui el encargado de hacer la investigacin sobre la muerte de Roque Dalton, en 1993,por parte de la ONUSAL; y quiero transmitirle a usted algunos detalles importantes del caso; muy especialmente austed. Le dije que Enrique ter Horst, quien fuera jefe de la ONUSAL y muy buen amigo, me haba pasado una copia delescalofriante informe.Y Jorge Salazar me aclar:Ese fue un resumen; hay tres o cuatro trabajos resultantes de la investigacin; de todo esome gustara hablar con usted

Quedamos en vernos en San Salvador, cuando l viniera; o en Guatemala, cuando yo fuera. Ya al despedirnos, porqueyo me regresaba al pas aquella misma maana, me puntualiz:Quiero, sobre todo, indicarle donde ocurri lamuerte...

Entre aquella fecha y estos das de 1997 hubo comunicacin entre nosotros. Yo estaba profundamente interesado en elpunto, e hice todo lo posible para que coincidiramos. Jorge me haba prometido unos documentos que no encontrentre sus papeles; pero quedaba pendiente la visita al puesto. Al fin, en algn momento de 1996, una vez que l iba yade regreso a Guatemala, nos juntamos para visitar el sitio. Llegamos, pero el terreno es escarpado y agreste, y Jorge nollevaba los zapatos adecuados. Apenas vi de lejos el lugar a travs de una alta malla cicln. La cosa qued para despus,y en cierta forma me resign a slo tener un sealamiento general de la ubicacin.Pero el pasado 17 de septiembre, Jorge Salazar me llam para decirme que estaba en San Salvador, ahora en una misinde Amnista Internacional, y que muy pronto dejara Guatemala para irse definitivamente al Per, en otro trabajointernacional. Me sugera que el sbado 20, cuando l fuera hacia Guatemala, hiciramos el reconocimiento in situ,tantas veces postergado.As ocurri. Jorge Salazar tambin es compositor, arreglista y cantante, faceta que yo no le conoca. Mientras nosdirigamos hacia la zona de Quezaltepeque donde Roque Dalton fue muerto y semienterrado, escuch unas bellsimascanciones de Jorge, emparentadas estticamente con los ritmos y melodas de la Nueva Trova cubana. Me impresionuna en especial, llamada Angola, cantada por Jorge, que escribi la msica, con palabras del joven letrista cubanoFran Delgado. La letra habla de las experiencias de un combatiente cubano en frica, al regreso de todas sus aventuras.Sent que esta msica, en las circunstancias en que la oa, guardaba un simbolismo. A Roque de seguro no le hubieradisgustado aquella cancin, de camino a la visita al ltimo paraje que vio sobre la tierra.

Fue el Milagro de la RocaSobre la carretera que conduce a Santa Ana, un poco ms adelante de las instalaciones militares de ocupara durante elconflicto el Batalln Atlacatl, est a la derecha el desvo del Sitio del Nio, en un ramal hacia Quezaltepeque, Nejapa yApopa. Son lugares bien conocidos por m, desde la remota edad (perdn por el neologismo inventado) de la infancia.La adusta y calurosa naturaleza de toda esa zona, que hacia el norte se extiende hasta Guazapa, Aguilares y PotreroGrande, ya en los lindes de Chalatenango, se enfatiza muy cera del Sitio del Nio con el spero testimonio oscuro yptreo de la lava del Quezaltepec, expelida en su erupcin de 1917, hace justamente ochenta aos, apenas. La fuerza dela exuberancia climtica, sin embargo, ha ido invadiendo el destierro de piedra con vegetacin estoica, y, ltimamente,con pequesimas viviendas miserables, signo quemante de la penuria popular. En un pequeo espacio, que es una hoya(joya, diramos los salvadoreos) con grandes rboles, hay un cementerio campesino; y, al verlo, como ante otrossemejantes, siempre me he preguntado: reconocern los muertos esta sencilla quietud, sin mausoleos humillantes?Seis kilmetros y medio desde el desvo del Sitio del Nio, en esa direccin oriente hacia Quezaltepeque, y unasdoscientas varas despus de la entrada al autdromo El Jabal, hay, en el lado izquierdo de la carretera, una entrada detierra ya en descenso, y de inmediato hay que cruzar la va del tren, que an se usa en este tramo. Se llega pronto alPozo de la Administracin Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), y el camino sigue hacia la derecha,cruzando por todo este casero que se llama Milagro de la Roca. Un vecino del lugar me explica despus que el caminoconcluye en una pedrera. En realidad, todo por aqu es el imperio de la piedra, pese a que el invierno haga prosperar losverdes poderosos aun entre las durezas hierticas del terreno.Rodeando el Pozo de la ANDA hay un alto cerco de pilastras de cemento provisto de malla cicln. Las enredaderassilvestres lo han cubierto casi en su totalidad, y, en esta poca del ao, apenas se distingue lo que hay detrs. Lo que hayes un terreno escaso, franqueado al fondo por un paredn tambin de piedra. El cerco de malla se cierra en el costadooriental de dicha prominencia, dando la inmediata sensacin de lo inaccesible. Nos detenemos sobre la calle, en laesquina del cerco, a unos pocos metros de las instalaciones de la ANDA, y Jorge me indica de nuevo

porque la

primera, como dije, estuvimos aqu mismo, pero fue imposible el accesoque hay que escalar la pendiente, en buscadel sitio en que el cerco se cierra sobre la piedra, en la parte ms alta. Es cuestin, entonces, de entrar en terreno ajeno,sin permiso. Qu le vamos hacer.


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Luego de subir y bajar, entre matorrales tupidos y sobre un lecho de piedra volcnica suelta y rodadora, estamos en ellugar del crimen. Ah, en medio, hay un promontorio mediano, tambin de roca. Contra ese promontorio ajusticiaron abalazos a Roque Dalton y al obrero de seudnimo Pancho, aquella madrugada del 10 de mayo de 1975. Los llevaronvivos, y ah los mataron. Alguien haba abierto una fosa en un espacio un poco ms bajo, a la izquierda, junto a lo quees hoy un arbolito cuya identidad no descubr. Hay algo ms de tierra en ese espacio, pero aun as no es posible cavar amucha profundidad. Por eso fue que los dos cadveres quedaron semienterrados, segn las investigaciones de la

ONUSAL. Los pies casi a flor de piel atrajeron el instinto devorador de los animales, y eso llam la atencin de algunoslugareos, en aquellos das menos numerosos que hoy.Segn los testimonios disponibles, que Jorge me relata, los cadveres fueron desenterrados por los lugareos, y puestosde pie, ya en el rigor mortis que presentaban, contra unos rboles. Se avis a la Guardia Nacional, que lleg con el Juezde Paz. Dentro de las prcticas irregulares de la poca, que era la terrible etapa previa al conflicto, simplemente fueron adejar los restos en una hondonada cerca de ah, al otro lado de la calle, cubrindolos con ramas. All, segn lo que sesabe, los perros hicieron lo que faltaba para sellar aquel tenebroso crimen con la marca de la inverosimilitud macabra.Desde entonces, en el transcurso de veintids aos, el entorno se ha poblado, pero el sitio exacto del ajusticiamientoque segn sus autores llamaron eufemsticamentefusilamientosigue igual.

El trabajo de la ONUSALEn estos das el pequeo terreno rodeado por el paredn y por la malla est sembrado de maz. Por el tiempo del ao, yael maz madur, y las matas se hallan secas y dobladas en proceso de tapisca. Mientras recorremos palmo a palmo el

espacio, le pregunto a Jorge por su trabajo de investigacin. Me repite datos que ya me ha referido. Hay un denso velomisterioso alrededor de este crimen. No es para menos. Una de las vctimas est entre las figuras estelares de la poesalatinoamericana de esta segunda mitad del siglo. Pensndolo de pronto, se me hace patente el profundo sentimiento deindefensin ante casi cualquier avatar. La violencia rompe tan fcilmente las membranas materiales del espritu. Nopuede tocar la esencia del esprituque en un poeta es su propia poesapero s es capaz de segar una conciencia, deliquidar una voz, de cortar un destinoLos datos sobre el lugar y el momento de la muerte de Roque Dalton no los proveyeron los autores intelectuales. Esosse han escondido en las sombras, tratando de huir del reflector histrico. Fue alguien que estuvo en el grupo de los quecondujeron a Roque desde San Salvador hasta este sitio el que dio las primeras pistas. Viveo viva en 1993, cuandola investigacinen Suecia. Por l se conoci de la persona que abri la fosa. Me dice Jorge que es un hombre msbien bajo de estatura y de gruesa constitucin, a quien le faltan algunos dedos de una mano, pues era encargado deexplosivos en el grupo guerrillero. En 1993, viva en Ciudad Segundo Montes. l, sin saberlo de antemano, cav la fosade Roque. E identific el sitio.

Un testimonioAlguien me pregunta:Usted conoci a Roque Dalton? Le respondo, con la ntima sensacin de hablar con unasombra: Conoc a un adolescente que hablaba poco, quizs porque lo miraba desde la vaga frontera de la infancia.Despus conoc a un poeta joven que sorprenda por la magia de sus agonas verbales, quizs porque lo miraba desdelos peldaos de la adolescencia. Ms tarde, conoc a un batallador fragoroso contra la soledad de las verdades histricas,quizs porque lo miraba desde la explanada personal de un mundo tmido. Enseguida Ese alguien me pregunta, meinterrumpe:Pero usted conoci de veras a Roque Dalton? Y entonces me quedo callado, y contesto al cabo demuchos aos con una leve y silenciosa pregunta:Quin conoce de veras a un poeta?Doy vueltas por el lugar, conturbado por una sensacin que no puedo definir. Hay en este sitio la mezcla de lo inhspitoy lo familiar. El aire fresco de la maana invernal mueve apenas las resecas estructuras dobladas del maz. Ah, adentro,estn las mazorcas con su fuerza nutritiva. Y esas mazorcas han crecido pese a la amenaza inminente de la rocavolcnica. En los restringidos espacios donde la tierra ha encontrado acomodo ha podido nutrirse tambin el maz.

Publicado en La Prensa Grfica, San Salvador, el 28 de septiembre 1997.Tomado de: http://catedralibreroquedalton.org/

Eduardo GaleanoUruguaysobre Roque Dalton

Roque Dalton, alumno de Miguel Mrmol en las artes de la resurreccin, se salv dos veces de morir fusilado. Una vezse salv porque cay el gobierno y otra vez se salv porque cay la pared, gracias a un oportuno terremoto. Tambin sesalv de los torturadores, que lo dejaron maltrecho pero vivo, y de los policas que lo corrieron a balazos.Y se salv de los hinchas de ftbol que lo corrieron a pedradas, y se salv de las furias de una chancha recin parida y

de numerosos maridos sedientos de venganza. Poeta hondo y jodn, Roque prefera tomarse el pelo a tomarse enserio, y as se salv de la grandilocuencia y de la solemnidad y de otras enfermedades que gravemente aquejan a lapoesa poltica latinoamericana. No se salva de sus compaeros. Son sus propios compaeros quienes condenan aRoque por delito de discrepancia. De al lado tena que venir esta bala, la nica capaz de encontrarlo.


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Roque DaltonCredo del Che

El Che Jesucristofue hecho prisionerodespus de concluir su sermn en la montaa(con fondo de tableteo de ametralladoras)

por rangers bolivianos y judoscomandados por jefes yankees-romanos.Lo condenaron los escribasy fariseos revisionistascuyo portavoz fue Caifs Monjemientras Poncio Barrientos tratabade lavarse las manoshablando en ingls militarsobre las espaldas del puebloque mascaba hojas de cocasin siquiera tener la alternativade un Barrabs(Judas Iscariote fue de los que desertaron de la guerrillay ensearon el camino a los rangers)Despus le colocaron a Cristo Guevarauna corona de espinasy una tnica de locoy le colgaron un rtulo del pescuezoen son de burlaINRI: Instigador Naturalde la Rebelin de los Infelices.Luego lo hicieron cargar su cruz encima de su asmay lo crucificaroncon rfagas de M-2y le cortaron la cabeza y las manosy quemaron todo lo demspara que la cenizadesapareciera con el vientoen vista de lo cualno le ha quedado al Che otro caminoque el de resucitary quedarse a la izquierda de los hombresexigindoles que apresuren el pasopor los siglos de los siglosAmn.

Roque DaltonNo te pongas bravo, poeta

La vida paga sus cuentas con tu sangrey t sigues creyendo que eres un ruiseor.

Cgele el cuello de una vez, desndala,tmbala y haz en ella tu pelea de fuego,rellnale la tripa majestuosa, prala,ponla a parir cien aos por el corazn.

Pero con lindo modo, hermano,

con un gestopropicio para la melancola.


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Roque DaltonLa culebra

-Ve pu, ahora que miacuerdo,todo esto no es ni mierda; lo verdaderamente serio fue cuandonos mani la culebra alviejo Ramos y a m. Se trataba de infiltrarse en la nocturnidad entre una cantidad de vigilancia impresionante,dinamitar tericamente el puente de la carretera central y volver al camin donde nos esperaba el capitn, ROLEX enmano,todo ello en 30 minutos. Distancia de arrastre en zona sin vegetacin: cien metros de campo no minado. El

viejo saba arrastrarse como un topo,pareca que iba bajo tierra y yo lo que hacia era pegrmele, ponindole la cabezaen los carcaales.A medio camino decidimos dejar all las pistolas y los cuchillos y quedarnos solo con las cargas para mayorcomodidad en el arrastre.-No haba luna, pero aquello no era precisamente una boca de lobo y adems los camiones y los autos de la carreterapegaban de cuando en cuando unos brochazos de la luz que se te encoga el seretete.Los centinelas estaban ah noms,bien recortados contra el cielo,con sus ametralladoras de mano con bayonetacalada.-De pronto el viejo se detuvo, yo pens que l crea que se haba dejado ver, pero como vi que se tardaba me leapare y le sopl: "qu pasa viejo cerote, nos quedan 16 minutos".Y el viejo como furioso, l que nunca he haba faltado al respeto, a pesar de mi eterna jodedera, me dijo: qu noestas viendo pendejo?".

Yo no miraba nada, slo lo oa respirar cansado, pero cuando fui a tocarlo para puyarle las costillas como se hace conlos bueyes para que caminen, me di cuenta: tena una e-nor-me culebra enrollada en el cuerpo.Un escalofro me recorri todo el mo, aunque pronto o una voz del cielo:"es masacuata, baboso, Maj de SantaMara, no es venenosa ni es capaz de matar a un hombre por constriccin".De tal manera que cuando la culebra me atrap a m tambin por los brazos, no sal dando alaridos y pude reprimir lasensacin de asco helado, por el roce y el tufo a saliva de loco.El viejo me dijo que le pellizcar la cola a la animala, con toda mi alma, pero que va, la masacuata como que si ni tal,tena dura la nalga puyuda, ms bien yo me joda el dedal.El viejo se puso en arco... casi de culumbrn tensndose para zafarse, pero la imbcil coyunda segua firme.Yo pensaba que por la tal culebra nos iban a alcanzar a ver y se iba a armar la del diablo con la tirazn y las bengalasy se iba a joder todo.De repente, ella sola, sin que mediara nada por nuestra parte, la masacuata se fue zafando como zoguilla rota y nosdej libres. Con aquel susto lo dems fue babosada.

Llegamos hasta bajo el puente, colocamos la carga y les dejamos un papel con insultos a los centinelas. Regresamospor el mismo lugar un poco contumeriosos por si apareca de nuevo la amiga, recogimos las armas y llegamos alcamin con dos minutos de retraso. Cuando volvamos al campamento y el capitn nos dio permiso para fumar, lecontamos y l se doblaba de la risa: "por mi madre que ustedes son de a caballo Atila --deca- si a m me pasa, se jodela operacin y la tercera guerra mundial, porque yo salgo gritando despavorido y no paro hasta encontrar un bar".

Y nosotros bien culones de que el capitn dijera eso ,porque sabamos que era mentira, que el tipo habra cumplidoas lo enredara las canillas un dragn echando fuego de azufre, tan es as que una vez se haba agarrado a tiros con untanque y gan la batalla, embarranc el tanque, mat a los 3 que iban adentro, desatornill la 30, se la ech al lomo yse la llev.

[Del libro Pobrecito Poeta que era Yo]

Roque DaltonYo estudiaba en el extranjero en 1953

Era la poca en que yo jurabaque la Coca Cola uruguaya era mejor que la Coca Cola chilenay que la nacionalidad era una clera llameantecomo cuando una tipa de la calle Banderano me quiso vender otra cervezaporque dijo que estaba ya demasiado borrachoy que la prueba era que yo hablaba harto rarohacindome el extranjerocuando evidentemente era ms chileno que los porotos.


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La ltima vez que vi a mi padrePor Juan Jos DaltonLa despedida de Roque con su familia en un barrio de La Habana. El poeta se iba a la guerra

No recuerdo exactamente la fecha, pero tomamos unbus, con mi mam, que nos llev a Lawton, un

municipio de la Ciudad de La Habana. Corra el ao1973. Era quiz una tarde y lo ms probable es quehaya sido durante un fin de semana porque estbamoslos tres: Roque, Jorge y yo; es decir, que habamossalido de la escuela en el campo donde estudibamos.

Nos bajamos y caminamos, de la calle principal comodos o tres cuadras para adentro. De pronto vimoscaminar hacia nosotros a un hombre delgado, deanteojos y con el pelo bastante corto. Al slo verlo decerca pudimos descubrir que era nuestro padre y nosabrazamos entre todos. ramos un solo puo.

Estaba con el pelo corto, bien corto. Le comenzaba asalir bigote y con lentes que no tenan aumento, sino

que eran pura pantalla. Su nariz estaba transformada; sela haban enderezado y delineado, nada que ver con lanariz de bruja que tena. Tambin le haban hecho untrabajo en la dentadura y en la quijada; en las orejas yla frente.

La verdad, se vea ms joven... Se ha especulado quequien le hizo ese trabajo de ciruga plstica o esttica,fue el mismo equipo que transform al Ch antes de ira Bolivia. Pero quizs ese dato nunca llegue aconfirmarse. Lo que s puedo confirmar es que estababastante cambiado y ms delgado porque estabasometido un rgimen de ejercicios fsicos.

Una recomendacin que nos hizo es que

continuramos diciendo que l estaba en Viet Namhaciendo un trabajo o una investigacin larga. Esa erala leyenda que nos habamos inventado desde hacavarios meses que fueron previos a su ingreso en laguerrilla en El Salvador.

Tenamos ya algn tiempo de no verlo, pero sabamosque an no se haba marchado definitivamente. De vezen vez nos llegaban papeles en los quefundamentalmente solicitaba libros, hojas paraescribir...

Aquella s era la despedida. El tiempo corravelozmente. Nos preguntaba de la escuela y de los

amigos. En realidad no recuerdo mucho de quhablbamos. Lo que s apreciaba era que estaba debuen humor y rindose de todo lo que le contbamos.

Hasta que lleg el momento de despedirnos. Nos hizojurar que bamos a portarnos bien, que le bamos aayudar a nuestra mam y que bamos a estudiar mucho,hasta llegar a la universidad. Pase lo que paseconmigo, esa es la meta, nos repeta.

Nos abrazamos todos otra vez como un puo. Fue unabrazo prolongado, nadie se quera desprender.Lloramos juntos... Hasta que nos separamos y tomamosel camino de retorno a nuestra casa.

El tiempo pas y continuamos diciendo que mi padre

estaba en Viet Nam. Haba gente que iba all ypreguntaba por l, pero nadie daba razn.Unos das despus de saberse de su asesinato, pero

que Cuba no confirmaba oficialmente, lleg elguitarrista cubano, Sergio Vitier; gran amigo de mipadre y de todos nosotros. Gran msico. Entr a la casay nos abraz llorando. No puede ser que lo hayanmatado, coo, repeta Sergio.Ada, si yo lo vi una vez... Era l. Fue en Lawton.

Iba caminado delante de m y le dije: Roque, coo,tengo das de no saber de ti... Luego se dio vuelta ytena bigote y espejuelos... me dio una palmada y dijo:Joven, creo que se ha equivocado de persona... Y dio la

espalda y se fue...,contaba Sergio con los grandes lagrimones que lesurcaban el rostro.

Nosotros, que entonces no sabamos mucho de lascircunstancias en que mi padre haba sido asesinado, ledijimos a Sergio: Seguramente te equivocaste, mipadre estaba en Viet Nam.

Aquello era quiz tratando de negar lo innegable,cuando ya no haba nada que negar.

(Texto publicado en Suplemento Cultural ContraPunto. Mayo/08)

Manlio ArguetaEl SalvadorManlio Argueta y Roque Dalton

El escritor Manlio Argueta describe cmo fue su ltimo encuentro con Roque Dalton.

Vivo en una casa de familia cerca del mercado Cuartel y Esquina de la Muerte. La casa es de un grupo familiar sencillopero de gran sensibilidad que les permite comprender que deben protegerme, pese a que solo soy un arrendatario decuarto, comida y lavado de ropa. Es 1964 en San Salvador, estudio tercer ao de Derecho.Apenas me voy acostumbrando a salir a la calle porque hace algunos meses he regresado a El Salvador, luego de unexilio. Al nico lugar que salgo, y con el debido cuidado, es a la Facultad de Derecho, Universidad Nacional.En esos das me cuido mucho porque hace unos meses haba sido secuestrado Roque Dalton y por las dudas, dado a laamistad y compaerismo que nos una desde que comenzamos a escribir en el Crculo Literario Universitario, debatomar todas las precauciones. Cada noticia de muerto que aparece en los peridicos la familia Dalton acude para ver sise trata del cadver del poeta. Era una poca en que no ramos aun el pas ms violento de Amrica Latina y de vez encuando apareca algn cadver desconocido.
http://www.rdarchivo.contrapunto.com.sv/familia/la-ultima-vez-que-vi-a-mi-padrehttp://www.rdarchivo.contrapunto.com.sv/amigos/manlio-argueta-y-roque-dalton-unohttp://www.rdarchivo.contrapunto.com.sv/amigos/manlio-argueta-y-roque-dalton-unohttp://www.rdarchivo.contrapunto.com.sv/familia/la-ultima-vez-que-vi-a-mi-padre


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Un da, al regresar de la facultad para encerrarme en el

isla negra 283 especial dalton

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