intervención educativa para minimizar el riesgo de caídas
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Intervención educativa para minimizar el riesgo de
caídas en las personas mayores de la comunidad
Autor: Youssouf Baldé
Tutora: M. ª Teresa Torner Benet
Asignatura: Trabajo final de grado
Curso académico: 2016/2017
Viernes 12 de mayo de 2017
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Agradecimiento
Antes de iniciar el desarrollo de este trabajo de fin de grado, no podría pasar de
alto el apartado de agradecimiento. Quisiera en primer lugar dar las gracias y
de manera muy singular dedicar este trabajo a mis padres, Mamadou, Fatou
Diaby y mi madrastra Binta Diop, sin ellos este día seria inimaginable para mí.
Desde el principio han estado a mi lado y con un enorme sacrificio
transmitiéndome sus apoyos en todo momento.
A mi preciosa mujer (Fatou), Elena (Elenuccia) y mis hermanos: Ibrahima,
Thieno Mariama, Yaya Bhoye, Maladho, Houssaïnatou, Hassanatou, Thierno
Daouda, Adama Djouldé, Aïssatou, Abdoul Karim, Saran y Saïmou, quienes
son junto con mis padres el pilar más importante de mi vida. Están siempre
cerca en los tiempos más difíciles.
No podría olvidar a mí tío Camara, quien luchó y me apoyó para que pudiera
continuar mis estudios en este maravilloso país (España).
Doy también las gracias a mi tutora Maria Teresa Torner Benet, por confiar en
mí y por estar disponible en todo momento para ayudarme a llevar a cabo el
presente trabajo. Indicándome lo adecuado para conseguir un buen resultado.
Para terminar, Agradezco a mis queridos y apreciados amigos Muhammad,
Daouda, Aznay, Fiona y Oumar Seye, quienes son como miembros de mi
familia. Compartir estos años de carrera con ellos fue una de las mejores
experiencias difíciles de olvidar.
Youssouf Baldé
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Resumen
Título: Intervención educativa para minimizar el riesgo de caídas en las personas
mayores de la comunidad.
Introducción: A medida que avanza la edad se producen cambios fisiológicos que
disminuyen la capacidad funcional, la cual se suma a los factores de riesgos
intrínsecos y extrínsecos, aumentando la probabilidad de sufrir caídas. Debido a su
elevada relevancia las caídas representan uno de los problemas más importantes del
síndrome geriátrico. En la comunidad, una de cada tres personas mayores de 65 años
experimenta como mínimo una caída al año y aproximadamente la mitad vuelve a
caerse en un intervalo de 12 meses. Por su elevada morbimortalidad y por sus
consecuencias invalidantes, el anciano pierde las habilidades de realizar las
actividades de la vida diaria y desarrolla el síndrome post-caída.
Marco teórico: La valoración geriátrica integral (VGI) permite detectar con antelación
los factores de riesgos de caídas y establecer una intervención multidisciplinar e
individualizada para prevenir que se produzcan. Los programas de prevención
permiten mejorar la calidad de vida de la población senil, además ayudan a disminuir
hasta un 10% los gastos sanitarios destinados a tratar sus consecuencias.
Objetivo: Disminuir la incidencia de caídas y sus secuelas en las personas que por su
situación vital y/o características medio-ambientales están en riesgo de sufrir caídas.
Metodología: La presente intervención se realizará mediante charlas y talleres
dirigidos a hombres y mujeres mayores de 65 años pertenecientes a las Áreas Básicas
de Salud (ABS) de Lleida. Se valorará la situación socio-familiar con la escala
modificada de Gijón y la capacidad funcional con el índice de Lawton y Brody. Se
informará a la población diana sobre la intervención a través de trípticos y el
consentimiento informado, respetando las normas éticas. El programa se desarrollará
durante un mes repartido en 5 sesiones de 60 minutos de duración cada una.
Conclusión: La intervención sanitaria promueve la seguridad de los ancianos a través
de la realización de ejercicios como actividades moderadas e individualizadas en el
desarrollo de la vida diaria, el seguimiento de una dieta equilibrada y la realización de
las revisiones médicas periódicas. Tales precauciones permiten mantener un estilo de
vida saludable y mejorar la calidad de vida de los ancianos, facilitando así la
minimización de las caídas y el gasto sanitario destinado a tratar sus consecuencias.
Palabras claves
Prevención. Caídas. Comunidad. Ancianos.
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Abstract
Title: Educational intervention to minimize the risk of falls in the elderly of the
community.
Introduction: As the age goes one, physiological changes takes places reducing the
functional capacity, which when added to the factors of intrinsic and extrinsic risks,
increases the probability of falling. Because of its high transcendence, falls represent
one of the most important problems of the geriatric syndrome. In the community, one of
every three people over 65 years, suffer at least one fall a year and approximately half
of them fall again within a 12-month interval. Due to its high mortality and invalidating
consequences, the elderly person loses the abilities to perform activities of daily life
and develops post fall syndrome.
Theoretical framework: Comprehensive geriatric assessment (VGI) allows early
detection of fall risk factors and establishes a multidisciplinary and individualized
intervention to prevent them from occurring. Prevention programs improve the quality
of life of the senile population, and help to reduce health costs to treat their
consequences by up to 10%.
Goal: To reduce the incidence of falls and their aftermath in people who, due to their
vital situation and / or environmental characteristics, are at risk of falling.
Methodology: The present intervention will be carried out through talks and physical
exercise workshops addressed to men and women over 65 belonging to the Basic
Health Areas (ABS) of Lleida. The social and family situation will be assessed with the
Gijon’s modified scale and the functional capacity with the Lawton and Brody index.
The target population will be informed about intervention by triptychs and informed
consent, respecting ethical standards. The program will be developed during a month
distributed in 5 sessions of 60 minutes of duration each one.
Conclusion: The health intervention promotes the safety of the elderly through the
performance of exercises as moderate and individualized activities in the development
of daily life, following a balanced diet and conducting periodic medical checks. Such
precautions allow the maintenance of a healthy lifestyle and improve the quality of life
of the elderly, thus facilitating the minimization of falls and health expenditure aimed at
treating its consequences.
Keywords
Prevention. Falls. Community. Elderly.
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Índice de texto
Agradecimiento ........................................................................................................... 1
Resumen ..................................................................................................................... 2
Palabras claves ........................................................................................................... 2
1 Introducción .............................................................................................................. 8
2 Marco teórico ............................................................................................................ 9
2.1 Definición de caída ..................................................................................................... 9
2.2 Epidemiologia y consecuencias de las caídas....................................................... 9
2.3 Factores de riesgo .................................................................................................... 11
- Factores intrínsecos ................................................................................................. 11
- Factores extrínsecos ................................................................................................ 12
2.4 Identificación de la población de riesgo ................................................................ 13
- Valoración funcional ................................................................................................. 14
- Evaluación de la movilidad, marcha y equilibrio .................................................. 15
- Evaluación de la visión ............................................................................................ 15
- Evaluación Auditiva .................................................................................................. 15
- Valoración del estado cognitivo .............................................................................. 16
- Valoración nutricional ............................................................................................... 16
- Apoyo socio-familiar ................................................................................................. 17
2.5 Gasto sanitario .......................................................................................................... 17
3 Búsqueda bibliográfica ......................................................................................... 18
4 Justificación ........................................................................................................... 19
5 Objetivos ................................................................................................................. 20
6 Metodología ............................................................................................................ 21
7 Intervención ............................................................................................................ 22
7.1 Consideraciones éticas............................................................................................ 35
7.2 Evaluación de la intervención ................................................................................. 36
8 Discusión ................................................................................................................ 37
9 Conclusión .............................................................................................................. 39
10 Bibliografía .............................................................................................................. 40
11 Anexos..................................................................................................................... 44
- Anexo 1: Tríptico ....................................................................................................... 44
- Anexo 2: Consentimiento informado ............................................................. 45
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- Anexo 3: Valoración socio-familiar (Gijón) .................................................... 47
- Anexo 4: Índice modificado de Lawton y Brody ................................................... 48
- Anexo 5: Recomendaciones según la OMS......................................................... 50
- Anexo 6: Ejercicios de estiramiento....................................................................... 50
- Anexo 7: Ejercicios para fortalecer la musculatura y mejorar el equilibrio. ..... 51
- Anexo 8: Recomendaciones según los ejercicios realizados ............................ 55
- Anexo 9: Encuesta de satisfacción ........................................................................ 57
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Índice de figuras
Figura 1: Comparativa por edad y sexo de antecedentes de caídas. .......................... 10
Figura 2: Peligro de las alfombras móviles .................................................................. 25
Figura 3: Adaptación de las escaleras ........................................................................ 25
Figura 4: Obstáculos en el hogar ................................................................................ 26
Figura 5: Evitar peligro ................................................................................................ 26
Figura 6: Seguridad en la cocina................................................................................. 26
Figura 7: Adaptación del baño a las condiciones físicas del individuo ......................... 27
Figura 8: Baño ordenado vs baño desordenado ......................................................... 27
Figura 9: Calzados adecuados ................................................................................... 28
Figura 10: Tipos de bastón ......................................................................................... 29
Figura 11: Tipos de andadores ................................................................................... 30
Figura 12: Cómo utilizar el andador ............................................................................ 31
Figura 13: Pasos para levantase de una caída ........................................................... 35
Índice de tablas
Tabla 1. Factores Intrínseco ....................................................................................... 12
Tabla 2. Factores Extrínsecos .................................................................................... 13
Tabla 3: Cronograma sobre el desarrollo del trabajo .................................................. 19
Tabla 4: Cronograma de Procedimiento...................................................................... 22
Tabla 5: Cronograma mensual .................................................................................... 23
Tabla 6. Niveles de prevención ................................................................................... 23
Tabla 7. Historia de caídas ......................................................................................... 24
Tabla 8. Transformar hábitos sedentarios en saludables ............................................ 32
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Lista de abreviaciones
AAVD: actividad avanzada de la vida diaria
ABVD: Actividad básica de la vida diaria
ABS: Área básica de salud
AIVD: Actividad instrumental de la vida diaria
AVD: Actividad de la vida diaria
CAP: Centro de Atención Primaria
EEII: extremidades Inferiores
ENSA: Encuesta Nacional de Salud
ENASEM: Encuesta Nacional de Salud y Envejecimiento de México
HTA: Hipertensión arterial
HHIES: Hearing Handicap Inventory for Elderly Screening
MNA: Mini Nutricional Assesment
OMS: Organización mundial de la salud
PPT: Power Point
PROFANE: Prevention of Falls Network Europe
RMN: Resonancia Magnética
Rx: Rayos X
SG: Síndrome Geriátrico
SNC: Sistema Nervioso Central
TAC: Tomografía Axilar Computarizada
TCE: Traumatismo Craneoencefálico
UE: Unión Europea
VGI: Valoración Geriátrica Integral
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1 Introducción
La esperanza de vida ha aumentado de forma acentuada en el último siglo, siendo el
grupo de los ancianos el que presenta el crecimiento más rápido. Actualmente,
alrededor del 7 % de la población mundial son mayores de 65 años (1).
Los accidentes por caídas tienen una elevada relevancia, haciendo que aumente la
morbimortalidad cada vez más en la población geriátrica, ocasionando el 70% de las
muertes por accidente en personas mayores de 75 años (2). Las caídas constituyen el
primer motivo por lo que los ancianos acuden a las consultas de urgencias
hospitalarias de traumatología y la tercera causa de consulta de urgencias en un
hospital general. No obstante, este solo es una pequeña parte del tema, porque las
caídas en los ancianos representan un problema infra-diagnosticado, ya que suelen
considerarse como una consecuencia de la avanzada edad. Frecuentemente, los
mayores no reconocen los factores de riesgo de las caídas y tampoco las comunican
al profesional sanitario una vez ocurridas, siempre que estas no tienen consecuencias
físicas inmediatas. Además, muchas veces las intervenciones preventivas están
descuidadas hasta que se hacen necesarias después de la caída (3).
En la comunidad una de cada tres personas de 65 años experimenta como mínimo
una caída al año, aproximadamente la mitad vuelve a caerse después de un año, ya
que a medida que las personas envejecen se producen una serie de cambios
progresivos y alteraciones en sus estados de salud física y psicológica. También las
caídas se asocian con una pérdida de la función neuromuscular y del rendimiento, en
parte relacionada con la reducción de la fuerza y la potencia muscular (2).
En la edad senil las caídas suponen una amenaza de gran magnitud, porque estas
tienen repercusiones físicas y psicológicas, causan la perdida de seguridad en ellos
mismos, incrementan el miedo de volverse a caer y afectan la vida socioeconómica y
familiar del anciano. A menudo, las caídas acaban en lesiones que afectan
negativamente la autonomía personal, la calidad de vida y la supervivencia,
convirtiéndose por tanto en un importante problema sanitario.
Teniendo en cuenta todo esto, las estrategias preventivas deben hacer hincapié en
establecer políticas eficaces para reducir los riesgos mediante: la educación sanitaria,
la creación de entornos más seguros y la priorización de la investigación relacionada
con las caídas.
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2 Marco teórico
2.1 Definición de caída
Las caídas en las personas mayores constituyen uno de los grandes síndromes
geriátricos dada sus altas prevalencias y las consecuencias que tienen en el desarrollo
de la vida cotidiana, incrementando el índice de morbimortalidad. Pueden ser el primer
síntoma de una enfermedad no diagnosticada o la expresión inespecífica de diversos
problemas de salud; además son unos de los indicadores más importante a la hora de
identificar al anciano frágil (4).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “las caídas son acontecimientos
involuntarios que hacen perder el equilibrio y precipitan el individuo al suelo en contra
de su voluntad” (5).
La definición de caída no se limita únicamente a la establecida por la OMS, también
Tinetti et al. la describe como: “un cambio de posición súbito e inesperado que causa
el descenso del individuo a un nivel inferior, tanto sobre un objeto, una superficie o en
el suelo, diferente a una parálisis súbita, una crisis epiléptica o provocada por
cualquier fuerza extrínseca irrefrenable”. Por otra parte, el comité de expertos de la red
PROFANE (Prevención of Falls Network Europe) la determina como: “el suceso
inesperado durante el cual la persona entra en contacto con el suelo o nivel inferior”
(6).
2.2 Epidemiologia y consecuencias de las caídas
A pesar de las numerosas investigaciones y actuaciones preventivas sobre las caídas
en la población geriátrica, esta sigue sufriendo caídas y las personas que se han caído
una vez tienen una alta probabilidad de caerse de nuevo en el plazo de un año. Las
caídas siguen representando una destacada causa de pérdida funcional, ingresos
precoces en residencias socio-sanitarias y aumento de la morbimortalidad, sin
embargo, el 1% de las caídas produce fractura de cadera y en uno de cada tres de los
casos los pacientes fallecen en el plazo de un año. La mitad de los que sobreviven tras
la caída nunca vuelven a recuperar la capacidad funcional que tenían antes (7).
La OMS clasifica las caídas como la segunda causa de muerte por lesiones no
intencionadas en el mundo. Anualmente se producen 37,3 millones de caídas graves
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que requieren atención médica, con una mortalidad de 424 000 ancianos y más del
80% de estas muertes se producen en países de bajos y medios ingresos (5).
En algunos países se ha observado que los hombres tienen mayor probabilidad de
sufrir caídas mortales que las mujeres, aunque ellas tienen las de mayor gravedad
(Figura 1), porque sus funciones cognitivas se deterioran con mayor rapidez y tienen
una elevada prevalencia de padecer enfermedades, en particular la artrosis. Además,
la esperanza de vida de las mujeres supera el de los hombres. Sin embargo, la tasa de
mortalidad y pérdida de la capacidad de las actividades de la vida diaria (AVD) es más
alto en los hombres, por los comportamientos de riesgo y la peligrosidad de las
actividades laborales (5,8).
Figura 1: Comparativa por edad y sexo de antecedentes de caídas.
Fuente: EnfermClin. 2007
Anualmente, en la Unión europea (UE), la población senil experimenta el 40% de las
lesiones mortales provocadas por caídas. De estas, 85.000 se atribuyen a incidencias
involuntarias, mientras 20.000 son intencionales. Cada día las personas mayores son
víctimas de 15.000 lesiones graves que requieren atención médica y 40.000 mueren
por causa de las caídas. En distintos países de la UE, las caídas son responsables de
aproximadamente el 75% de todas las visitas médicas y los ingresos hospitalarios por
lesiones (9).
En España se producen aproximadamente 300.000 accidentes anuales, de los cuales
el 83% son por caídas. Los mayores de 65 años representan el 30% de estas caídas y
el 50% en los de 80 años. Sin embargo, El 80% de estas caídas ocurren en la
comunidad y más del 70% de los que se caen sufren daños que requieren
hospitalización, además de secuelas que comprometen la calidad de vida, ya que el
10% se terminan en fractura y/o traumatismo craneoencefálico (TCE). A nivel mundial
se estima el aumento de la prevalencia de fracturas de cadera causadas por las
caídas a 2,6 millones para el año 2025 y el doble para el año 2050 (6,9,10,11).
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Considerando este panorama, las caídas causan síndromes geriátricos (SG)
epidemiológicamente importantes, por lo que constituyen un enorme problema que
genera un alto gasto en salud, provocan la pérdida de confianza en los ancianos
llevándoles a desarrollar el síndrome post-caída asociada a una morbimortalidad
considerable. Independientemente de otras condiciones de salud, el síndrome post-
caída tiene consecuencias como: la restricción de la movilidad, la disminución de la
capacidad para realizar actividades de la vida diaria, la pérdida de seguridad, la
depresión, el incremento del riesgo de dependencia y de la institucionalización con
repercusiones individuales, socio-familiares y económicas (4,10).
2.3 Factores de riesgo
El proceso natural del envejecimiento implica cambios físicos y psicológicos que
disminuyen la capacidad funcional y hacen que la persona sea más susceptible a las
caídas. Las caídas en los ancianos tienen sus propios factores precipitantes y sería
erróneo atribuirlas exclusivamente al proceso de envejecimiento. Asimismo, el riesgo
de caer es multifactorial y se incrementa con la acumulación de los factores
(intrínsecos y extrínsecos) (7,12).
No todos los mayores presentan los mismos factores de riesgo y tampoco actúan de
igual manera, ya que el proceso de envejecimiento es particular a cada individuo. Las
enfermedades, las limitaciones funcionales y ambientales influyen en mayor o menor
grado haciendo totalmente distintas las reacciones y las consecuencias de las caídas
(4).
Para poder prevenir las caídas se debe de conocer los factores de riesgos que las
causan, con el fin de evaluarlas adecuadamente y establecer medidas cautelares
fiables. Se puede categorizar esos factores de riesgos en dos grandes grupos:
- Factores intrínsecos
Se refieren a aquellos dependientes del individuo como las alteraciones fisiológicas
relacionadas con la edad, el sexo, el propio proceso de envejecimiento o las
enfermedades concomitantes (agudas o crónicas) como: el déficit cognitivo y
sensorial, la debilidad muscular, los problemas neurológicos, la afectación de la
marcha y del equilibrio y las enfermedades cardiovasculares (12).
Combinadas con las patologías crónicas o agudas de base y el consumo de fármacos,
los factores intrínsecos son las que más influyen en el desarrollo de las caídas. La
probabilidad de lesión como resultado del accidente depende de las características
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intrínsecas del individuo, así como de las circunstancias en las cuales se producen las
caídas (4,7).
Elaboración propia
- Factores extrínsecos
Los factores extrínsecos están ligados al entorno o ambiente que rodea al individuo, es
decir, el ámbito en el que se desarrolla la vida cotidiana y las actividades diarias:
presencia de obstáculos o la mala adaptación del domicilio a las necesidades y
condiciones psicofísica del anciano y/ o por iatrogenia. En general, los factores
extrínsecos actúan como coadyuvantes o agravantes de los factores intrínsecos (12).
Los fármacos tienen una especial importancia como factores de riesgo, bien por sus
efectos secundarios o por las interacciones entre ellos. Los de mayor importancia son
los psicofármacos que afectan el sistema nervioso central (SNC), los cardiovasculares,
que causan efecto extra-piramidal y los otológicos (4,13).
Tabla 1. Factores Intrínseco
Propios del individuo
Ser mayor de 65 años
Antecedente de caídas previas
Alteración cognitiva
Déficit sensorial
Alteración de la capacidad motora
Alteración de la marcha y movilidad
Alteración del equilibrio y mantenimiento postural
Astenia
Incontinencia urinaria y/o fecal
Alteración del estado nutricional, obesidad, déficit vitamínico, deshidratación
Habito toxico
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Tabla 2. Factores Extrínsecos
Factores relacionados con el
ambientales, entorno y/o situación
social
Factores ligados a los tratamientos
Farmacológicos
Calzado o ropa inadecuada
Alfombras y Suelos resbaladizos
Ambiente poco iluminado
Entorno desconocido
Falta o mala adaptación de gafas y audífonos
Barreras arquitectónicas
Ineficacia o mal funcionamiento de dispositivos de apoyo
Condiciones meteorológicas adversas
Caderas y camas con alturas inapropiadas
Falta de barras de apoyo en pasillos
Falta de red de apoyo
Psicotrópicos
Antihipertensivos
Poli-medicación
Elaboración propia
2.4 Identificación de la población de riesgo
No todas las poblaciones de la tercera edad presentan los mismos factores de riesgo,
por lo que es necesario recurrir a una valoración completa y exhaustiva. La evaluación
geriátrica integral (VGI) es la herramienta más adecuada para identificar las personas
en situación de riesgo, porque ayuda a establecer un proceso de diagnóstico
multidimensional y multidisciplinar dirigido a las capacidades funcionales, médicas y
psicosociales del adulto mayor, también contribuye al desarrollar de un plan de
tratamiento y seguimiento a largo plazo. La VGI se caracteriza por su exhaustividad, la
utilización de instrumentos estandarizados como son las escalas de valoraciones
enfocadas a facilitar la detección y seguimiento de problemas, así como la
comunicación entre los diferentes profesionales que atienden al adulto mayor (14,15).
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- Valoración funcional
El estado funcional puede describirse como la capacidad de desarrollar el
autocuidado, las actividades físicas y el rol social. Es una parte esencial de la
valoración geriátrica, mediante la cual se obtiene información sobre la capacidad para
llevar a cabo las actividades de la vida diaria (AVD), porque resume el impacto general
de la condición de salud en el contexto del ambiente personal y redes de apoyo social.
También es una medida de desenlace para monitorizar las respuestas a los
tratamientos, además, facilita información provechosa para cuidados futuros, tal como
la necesidad de servicios de apoyo, intervenciones médicas o terapias de
rehabilitación (16). La evaluación de la capacidad funcional se estructura en:
Actividades básicas de la vida diaria (ABVD): incluyen aquellas que deben de
realizarse para el autocuidado (bañarse, ducharse, vestirse, transferencias,
utilizar el váter, continencia y alimentación). Su alteración indica el
empeoramiento de patologías o un impacto combinado con las comorbilidades
en una etapa más avanzada. A medida que avanza el grado de deterioro
funcional, aumenta: el riesgo de mortalidad, el número de visitas médicas, los
ingresos hospitalarios y las complicaciones, el consumo de fármacos, el riesgo
de institucionalización y la necesidad de recursos sociales (16,17).
Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD): facilitan que las personas
interaccionen con el entorno para mantener la independencia, permitiendo así
la participación en las actividades comunitarias (transporte, compras, manejo
económico, uso del teléfono, toma de medicamentos, cocinar, tareas
domésticas). Los deterioros en las AIVD pueden ser signos tempranos de
depresión, demencia, miedo a caer, disminución de la agudeza visual u otras
enfermedades (16,17).
Actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD): permiten al individuo trabajar,
viajar, hacer ejercicio físico intenso y llevar a cabo actividades sociales y
recreativas. Las AAVD también incluyen roles sociales, familiares y
comunitarios, así como la participación ocupacional y recreativa (17).
El deterioro funcional es común en la edad senil y tiene múltiples causas potenciales
que incluyen cambios relacionados con la edad, factores sociales y patológicos.
Existen varias escalas para valorar valoran la ABVD como: el Índice de Barthel, el
Índice de Katz, pero el Índice de Lawton y Brody es el más conocido y empleado para
su evaluación (16,18).
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- Evaluación de la movilidad, marcha y equilibrio
La capacidad de los adultos mayores para desarrollar las AVD depende de su
habilidad de moverse de forma segura y eficiente. La marcha y el equilibrio son los
diferentes aspectos de la movilidad, siendo esta la componente más importante de la
función física. Por tanto, el deterioro de esta función sugiere mayor necesidad de
ayuda, ya que se asocia con el aumento del riesgo de caídas y lesiones (15).
Para una marcha normal, la persona debe tener una adecuada movilidad articular,
función muscular con apropiada intensidad, capacidad visual, vestibular y
propioceptiva normal. Generalmente, cualquier alteración de la marcha provoca
problemas de equilibrio, aumento del gasto energético que con el tiempo causa la
debilidad muscular y finalmente origina las caídas (18).
La valoración de la marcha y el equilibrio se puede hacer mediante la observación
objetiva, con el uso de herramientas como las pruebas Get Up and Go, Timed Up and
Go y la escala de Tinetti (19).
- Evaluación de la visión
El envejecimiento normal está asociado con disminución de la agudeza visual.
Aproximadamente el 5% de los mayores de 65 años tienen deterioro visual y más del
90% necesitan lentes debido a los cambios fisiológicos en el cristalino, presbicia,
cataratas, glaucoma, retinopatía diabética y degeneración macular relacionada con la
edad. La alteración de la visión tiene un impacto muy importante en el desarrollo de las
actividades de la vida diarias de los ancianos con el incremento del riesgo de sufrir
caídas, además de comprometer sus calidad de vida (15,20).
La mayoría de los adultos mayores, especialmente entre aquellos que padecen
enfermedades como diabetes mellitus (DM) y glaucoma, deben acudir al oftalmólogo u
optometrista para hacerse un examen periódico. También existen otras herramientas
para valorar la vista como, la escala de las Actividades Visuales Diarias y el Visual
Function Index (18).
- Evaluación Auditiva
Más de 33% de los adultos mayores de 65 y 85 años tienen cierto grado de pérdida
auditiva. La presbiacusia es el tipo de hipoacusia más común en estas edades. A
medida que progresa la pierde la capacidad auditiva y comprensiva Esta alteración se
correlaciona con el aislamiento social y emocional, la depresión y la limitación en la
realización de actividades (18, 20).
pàg. 16
Existen varias herramientas que nos ayudan a evaluar la capacidad auditiva como,
realizar un examen otoscópico que permite detectar la presencia de cerumen u otitis
serosa. La prueba de la voz susurrada y los cuestionarios del Hearing Handicap
Inventory for Elderly Screening (HHIES) son útiles para evaluar el grado de afectación
de las actividades de la vida diaria como consecuencia del déficit auditivo. También se
puede emplear las pruebas con diapasón de 256 Hz para evaluar la conducción ósea y
aérea (18,20).
- Valoración del estado cognitivo
La prevalencia del deterioro cognitivo en el adulto mayor aumenta con la edad y el
20% de los mayores de 80 años tienen alguna alteración cognitiva, la cual se asocia
con trastornos conductuales y mayor utilización de recursos de salud. Durante su
curso puede aparecer algún síndrome geriátrico como la inmovilidad, la incontinencia y
las caídas que conducen al aislamiento social y a la dependencia.
Para llevar a cabo esta valoración, es fundamental conocer el nivel educativo de la
persona y complementar la información con datos aportados por el cuidador principal o
el familiar acerca de los cambios observados en la situación funcional, mental y/o
social del anciano, así como cambios en su carácter y la aparición de trastornos
conductuales. La función cognitiva incluye la atención, la memoria, el lenguaje, las
habilidades Visio-espaciales, la capacidad ejecutiva, la praxias y la gnosias. El mini
examen del deterioro cognitivo, el dibujo del reloj y el mini-cog son unas de las
excelentes herramientas para valorar el deterioro cognitivo (18,20).
- Valoración nutricional
Mantener una dieta equilibrada es esencial para prevenir la aparición de
enfermedades y deterioros cognitivos. Hasta el 15% de los adultos mayores que viven
en la comunidad están desnutridos y los indicadores más útiles para su detección se
basan en la pérdida de peso o la presencia de anorexia (20).
Por tanto, la dieta mediterránea es una buena opción para mantener un buen estilo de
vida y evitar la desnutrición, porque supone el consumo de productos frescos y con
una cierta frugalidad en la cantidad de alimentos consumidos. Además, hay que
combinar la dieta con la práctica de ejercicio físico moderado, para llevar un estilo de
vida saludable.
Para valorar el estado nutricional en los mayores con sospecha de desnutrición, el Mini
Nutricional Assesment (MNA) es un instrumento muy útil para su determinación, ya
que clasifica el individuo en: nutrido, riesgo de mal nutrición y mal nutrido (18,20,21).
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- Apoyo socio-familiar
El apoyo social es de vital importancia, se entiende como todas aquellas formas de
ayuda (material, emocional e información) que ofrece la sociedad y que los individuos
requieren en las diferentes etapas de su vida. Los adultos mayores sin soporte familiar
o con una asistencia social inadecuada tienen mayor mortalidad, depresión,
alteraciones cognitivas y la percepción de un peor estado de salud que aquellos que
reciben apoyo social. También son los más afectados por la pobreza, la inseguridad
alimentaria y el abandono. Además, sus condiciones socio-sanitarias en lugar de
mejorar empeoran (15,22). Por eso, es imprescindible la atención y el cuidado que
pueden recibir por parte de la sociedad.
La valoración de la situación socioeconómica y familiar del anciano antaña a todos los
profesionales sanitarios, pero el asistente social es el más indicado para llevarlo a
cabo. A parte de la observación hay ítems como, la escala de Gijón que permiten
apreciar mejor las necesidades del individuo (vivienda, situación social, etc.) (18,20).
2.5 Gasto sanitario
El envejecimiento poblacional trae consigo repercusiones económicas, sanitarias y
sociales que lo llevan a ser considerado un problema de salud público, ya que solo las
caídas suponen unos gastos económicos considerables para las administraciones
públicas. En España, cada día se registran 820 accidentes de mayores que requieren
algún tipo de intervención o atención hospitalaria. Anualmente se registran alrededor
de 22.200 fracturas de cadera en la población senil, convirtiéndose en una enorme
carga para la sociedad en general, debido a su elevado coste económico. Desde la
tesorería pública, se destinan cada año 424 millones de euros en asistencia médica,
quirúrgica, rehabilitación y apoyo social (baja laboral de familiares para hacerse cargo
de los cuidados, contratar un cuidador formal, ayudas ortopédicas, etc.) para hacer
frente a las consecuencias de las caídas (5,7,9,10).
Dentro del gasto sanitario destinado a paliar las consecuencias de las caídas, se
destacan las pruebas diagnósticas: analíticas sanguíneas, radiografías (Rx),
Resonancia magnética (RMN), Tomografía Axilar Computarizada (TAC), etc. Además
de la asistencia en los servicios de urgencias e ingreso hospitalario con un promedio
de 12 días.
pàg. 18
Las heridas representan el 10% de las consecuencias de las caídas, pero su coste es
menor que en las fracturas de cadera, fémur, tibia, peroné y extremidades, debido a la
asistencia que requieren, alcanzando los 10 millones de euros anuales.
Para reducir el gasto sanitario, los expertos inciden en fomentar la prevención como
método más eficaz que además permite mejorar la calidad de vida. La reducción del
10% en la incidencia de las caídas supondría un ahorro de 42 millones de euro al año
(9).
3 Búsqueda bibliográfica
Se hace una búsqueda bibliográfica para comprobar la realidad y la magnitud del este
problema, pero también para compulsar que sean hechos basados en evidencias
científicas. Por este motivo, se ha decidido hacer una revisión bibliográfica sobre
protocolos, guías de prácticas clínicas, artículos científicos y otros con información
evidenciada, vinculada a las caídas y su prevención en la población de la tercera edad,
en el ámbito comunitario en base de datos como Cinahl Plus, Pubmed, Google
Schoolar, BioMed Center y Cuiden. Además, en diferentes páginas web para consultar
guías de prácticas clínicas sobre la prevención de las caídas en los ancianos, tanto a
nivel nacional como a nivel autonómico a través del Institut Català de la Salut de la
Generalitat de Catalunya.
También se establecen criterios de exclusión en la selección de la información, por lo
que se descarta las informaciones con una antigüedad superior a 10 años y/o
relacionada con caídas y/o riesgo de caídas en niños y adultos menores de 65 años.
También se ha establecido un cronograma para desarrollar el presente trabajo de
manera progresiva y contante (Tabla 3). Ver página siguiente.
pàg. 19
Tabla 3: Cronograma sobre el desarrollo del trabajo
ACTIVIDAD NOVIEMBRE DICIEMBRE ENERO FEBRERO MARZO ABRIL MAYO JUNIO
Cronograma
Búsqueda
bibliográfica
Objetivos
Introducción
Marco teórico
Metodología
Justificación
Discusión
Conclusión
Anexos
Citación bibliográfica
Agradecimiento
Entrega del trabajo
Defensa
4 Justificación
A consecuencia de que la población cada vez es más envejecida, aumentan las
patologías crónicas (HTA, Demencia, Esclerosis Múltiple, Osteoporosis, etc.) y la
persona se vuelve más frágil. Las caídas son unas causas de morbimortalidad
elevada, que pueden acabar en fracturas importantes, pérdida de movilidad, desarrollo
del síndrome post-caída, dependencia en la realización de las actividades de la vida
diaria (AVD), aislamiento social y en los casos más graves la muerte. Teniendo en
cuenta todo esto se genera un gasto sanitario muy elevado.
El cambio de estilos de vida y la introducción de comida rápida, sumado al hecho de
que parte considerable de la población es sedentaria, hace que nos alimentemos de
manera incorrecta, de allí la falta de nutrientes y minerales (calcio, sodio, algunas
vitaminas, etc.) importantes para el buen mantenimiento de la salud (23).
Los modos de vida actuales nos llevan a vivir en un entorno cada vez más complejo
que requiere una gran capacidad de adaptación, algo que resulta más difícil a medida
que nos hacemos mayores. La lentitud en los reflejos, la menor movilidad, la
pàg. 20
disminución de la agudeza visual y auditiva, hacen que en edades avanzadas seamos
más susceptibles de sufrir accidentes cada vez mayores graves.
Por otra parte, envejecer se asocia con deterioro cognitivo y físico que causa la
pérdida de autonomía, haciendo que los parientes, familiares y amigos se conviertan
en el cuidador principal del individuo. Sin embargo, actualmente a consecuencia del
trabajo los familiares no tienen el tiempo suficiente para poder cuidar del anciano, por
lo que cada vez más, las personas mayores están obligadas a vivir solos o pasar el día
sin compañía. Aunque hay quienes se hacen cargo de ellos, pero muchos llegan a
desarrollan el cansancio del cuidador, por lo que optan por la institucionalización de la
persona que este a sus cargos. Sin embargo, los ancianos institucionalizados sufren
más caídas que los que viven en la comunidad.
Por todo esto, se hace necesario establecer programas de prevención, porque la
mayoría de la población senil y sus cuidadores principales o familiares no tienen
suficiente conocimiento de los factores de riesgo de las caídas y como evitarlos.
Asimismo, en la mayoría de los domicilios, el entorno no está bien adaptado a las
condiciones de estas personas.
5 Objetivos
Objetivo general:
Disminuir la incidencia de caídas y sus secuelas en las personas que por su
situación vital y/o características medio-ambientales están en riesgo de sufrir una
caída.
Objetivos específicos:
- Identificar los obstáculos existentes en los domicilios y evitarlos.
- Explicar la importancia de adaptar el hogar y el entorno según la
situación Psicofísica de cada anciano para prevenir las caídas.
- Explicar la importancia de realizar ejercicios para evitar el sedentarismo
y la debilidad muscular en la vejez.
- Fomentar la autonomía para prevenir el síndrome post-caída.
- Realizar cuestionarios al final de las sesiones para comprobar la
efectividad de la intervención.
pàg. 21
6 Metodología
Este proyecto se llevará a cabo a través de charlas y talleres, que se realizarán en las
áreas básicas de salud (ABS) de Lleida y está dirigido a los hombres y mujeres
mayores de 65 años que pertenecen en dichas ABS.
El proyecto se presentará a los directores/as de las ABS (Rambla de Ferran, Eixample,
Bordeta Magranes, Baláfia Pardinyes, Once de setembre, Primer de Maig y Cappont)
para solicitar una sala que pueda albergar como mínimo 15 personas, con buena
iluminación, equipada con una pantalla de proyección, un ordenador conectado a un
proyector para agilizar las charlas, además de disponer de espacio suficiente que
permita llevar a cabo los ejercicios que deberán realizar.
Con la colaboración de los profesionales de enfermería de las ABS, se citará a los
ancianos susceptibles a participar en el programa o sus familiares, para explicarles el
propósito de la intervención y solicitar sus participaciones entregándoles un tríptico
(Anexo 1) y el consentimiento informado, (Anexo 2) en los cuales encontraran
información detallada.
Al inicio de la intervención, se pasará preguntas para establecer una historia de
caídas, la escala modificada de Gijón (Anexo 3), juntamente con el índice modificado
de Lawton y Brody (Anexo 4) de los cuales solo contestarán determinados parámetros
por ser los más adecuados y adaptados al proyecto.
Los criterios de inclusión y exclusión, establecidos a la hora de determinar entre la
población diana los que pueden participar a la intervención, se basan en una serie de
características:
Criterio de inclusión
Ser mayor de 65 años y vivir en la ciudad de Lleida
Criterio de exclusión
Estar hospitalizado o institucionalizado.
Ser menor de 65 años.
Tener un índice de Barthel inferior o igual a 20 (dependencia total)
Alzheimer o demencias.
El abordaje educativo es multidisciplinario, incumbe a todos los profesionales
sanitarios (enfermeros/as, geriatras, fisioterapeutas, farmacéuticos, psicólogos,
celadores, trabajador/a social, etc.). Sin embargo, el desarrollo del programa se enfoca
a los profesionales de salud que ejercen sus actividades en la comunidad, en
particular a los profesionales de atención primaria (AP), debido a la ventaja que tienen
pàg. 22
para interaccionar con el paciente, gestión de cuidados y servicios en el ámbito familiar
y comunitario (24). Por eso, el equipo que dirigirá la intervención será:
− Un Enfermero/a: para educar a los ancianos y los familiares o cuidadores
principales para la comprensión del proyecto de prevención, crea estrategias
de adhesión a los programas y fomenta el autocuidado.
− Un Fisioterapeuta: para evaluar e interviene sobre las discapacidades
funcionales que limitan la movilidad, recomendando las actividades más
adecuadas y los materiales de soporte necesarios (bastones, muletas,
caminadores, etc.) para garantizar la autonomía del anciano, mejorando la
marcha, el equilibrio y la motricidad fina.
− Un Asistente social: para valorar el contexto socio-familiar e identificar los
recursos asistenciales de la comunidad y asesorar el anciano que cumpla los
requisitos para el acceso a los servicios de salud y ayudas sociales (25).
7 Intervención
Para conseguir prevenir y reducir la prevalencia de caídas, se establece una
intervención que permite actuar en distintos niveles (Tabla 6) mediante charlas y
talleres de ejercicios. Se realizarán 5 sesiones de 60 minutos cada una, durante un
mes. Se harán las dos primeras sesiones en la primera semana con tres días de
intervalo entre ambas y el resto de las sesiones una en el primer día de cada semana.
Cronograma
Tabla 4: Cronograma de Procedimiento
Mes 0 1
Semana -4 1 2 3 4
Actividades Inclusión
Criterio I/E
Sesiones de intervención
Capacidad funcional:
Lawton y Brody
Situación socio familiar:
Escala Gijón
Historia de caída:
Cuestionarios previas
Encuesta de satisfacción
pàg. 23
Las charlas consisten en explicar el contenido teórico del proyecto para que los
ancianos entiendan y que sean capaces de identificar los posibles factores de riesgo
personales y los que rodean a cada uno en su entorno.
Los ejercicios diseñados en estos talleres son fáciles de realizar y son adaptable a la
capacidad física de cada individuo, de manera que puedan hacerlos solos desde sus
casas o en los parques lúdicos.
Tabla 6. Niveles de prevención
Prevención primaria
Permite prevenir la aparición de las patologías en general y en los
programas de prevención de caídas, se emplea con el fin de reducir los
factores de riesgos que causan los accidentes, como:
Explicar el beneficio de la educación para la salud y la
promoción de hábitos saludables.
Detección precoz de los factores de riesgo
Disminución de los riesgos ambientales (12,26).
Prevención secundaria
Está destinada al diagnóstico precoz de la enfermedad incipiente y en el
caso de la prevención de caídas consiste en actuar una vez que la
persona haya caído, para atenuar las consecuencias y evitar que se
repita, mediante:
La corrección de los factores de riesgo intrínsecos.
La evaluación de caídas a repetición.
Aprender a caer y a levantarse para minimizar las
consecuencias en caso de futuras caídas (12,24).
Elaboración propia
Tabla 5: Cronograma mensual
Semana 1 2 3 4
Días L M M J V S D L M M J V S D L M M J V S D L M M J V S D
Actividades
Primera sesión
Secunda sesión
Tercera sesión
Cuarta sesión
Quinta sesión
pàg. 24
Primera sesión: Iniciación al programa
Se presentará el programa explicando los factores de riesgos de las caídas
(intrínsecos y extrínsecos), sus consecuencias y la prevalencia de las mismas, para
evidenciar la necesidad de la intervención. Se evaluará la situación socio-familiar con
la escala modificada de Gijón (Anexo 3), la capacidad funcional de los participantes
mediante el índice modificado de Lawton y Brody (Anexo 4) y se establecerá una
historia de caídas a través de cuestionarios (Tabla 7).
Tabla 7. Historia de caídas
Nombre:
Apellido:
Edad:
Sexo:
Responda por SÍ o NO la siguiente
pregunta:
¿Se ha caído alguna vez?
¿Cuánto hace que se ha
caído?
Sí Hace 1 año
Menos de 1 año
No
Si la respuesta anterior es afirmativa:
¿Dónde se cayó?
En el domicilio
Por favor marque con
una cruz la respuesta
adecuada en la casilla
correspondiente.
En la calle
Otros lugares
¿Cuántas veces se ha caído?
1
2
3
Más de 3
veces
¿Tiene miedo de caerse de nuevo? Si
¿Utiliza bastón o
caminador?
Si
No
No
Elaboración propia
Prevención primaria (Charlas)
pàg. 25
Segunda sesión: Adaptación del hogar
- Iluminación
Se matizará sobre la importancia de mantener una buena iluminación del hogar como:
disponer de numerosos interruptores; colocar sensores en las entradas y salidas de
toda la casa, siempre que la situación económica del individuo lo permita; poner un
interruptor imprescindible cerca de la cama y/o una lámpara encima de la mesa de
noche, para que siempre tengan luminosidad antes y después de levantarse de la
cama para mejorar la visibilidad y evitar obstáculos (27).
- Alfombras
En ocasiones las alfombras resultan útiles para que no se moje el suelo, pero también
pueden ser peligrosas, porque al tropezar con ellas nos podemos caer (Figura 2) (27).
Por eso, se recomendará retirar las que no sean estrictamente necesarias, y
asegurarse de que las que son imprescindibles sean antideslizantes y que estén bien
sujetas al suelo.
Figura 2: Peligro de las alfombras móviles
Fuente: RevistaEnfermeríaCyL. 2015
- Escaleras
Con el paso del tiempo, las escaleras del domicilio se desgastan y aumenta el riesgo
de resbalones. Por este motivo, es importante asegurarse de que se encuentran en
buen estado para garantizar la seguridad y la confianza al subir y bajar a través de
ellas.
Colocar barandillas en ambos lados de las
escaleras del domicilio si no las hay
Si ya las hay asegurarse de que estén en buenas
condiciones y de que no puedan ceder cuando se
usan.
Colocar gomas antideslizantes en los escalones
para que los pies se apoyen con menor riesgo (27).
Fuente: Institut del’Envelliment UAB; 2014.
Figura 3: Adaptación de las escaleras
pàg. 26
- Cables y objetos
Los cables eléctricos y muchos de los objetos utilizados en los hogares se pueden
convertir en obstáculos para las personas mayores, generando situaciones de peligro
e inseguridad a la hora de moverse. Por eso, hay que retirar los cables eléctricos,
evitar que queden sueltos y visibles en el espacio transitado por los miembros del
hogar (fijarlos cuando sea necesario), también se deberán ordenar los objetos y/o
utensilios del domicilio para que no estorben (27,28).
Figura 4: Obstáculos en el hogar
Fuente: riesgo específico, seguridad en el hogar
- Cocina
Se aconsejará sobre el acondicionamiento de la cocina en
cuanto a muebles, utensilios y el suelo. De manera que la
colocación correcta de los utensilios en los armarios permita
tener todo lo que se necesita a mano y no tener que hacer
esfuerzos ni usar taburetes o escaleras.
Al ser la cocina un lugar donde se trabaja mucho con el agua, se recomendará tener
cuidado con estas zonas, sobre todo cerca de la pica. También vigilar con las
salpicaduras de aceite u otros líquidos, ya que existe la probabilidad de tener riesgo de
caída. Además, se debe disponer de una silla en la cocina para sentarse en caso de
que estén cansados o para no permanecer de pie durante mucho tiempo, evitando el
dolor de espalda y/o caídas (27).
Figura 6: Seguridad en la cocina
Fuente: Institut de l’Envelliment UAB; 2014.
Figura 5: evitar peligro
Fuente: www.cruzroja.es/prevencion/hogar
pàg. 27
- Baño
A medida que avanza la edad, las necesidades básicas (como ducharse o utilizar el
váter) conllevan un elevado riesgo de caídas. Por lo tanto es imprescindible tener
cuidado y tomar las precauciones adecuadas, adaptando el baño con elementos
como:
Disponer de alfombras antideslizantes que permitan asearse con seguridad
Un asiento para la ducha como instrumento de apoyo.
Preferiblemente sustituir la bañera por un plato de ducha.
Colocar asideros (junto al inodoro, el plato de ducha y el váter) y elevar el váter
para aporta seguridad de manera que el anciano se puede sentar y levantar
con facilidad.
Figura 7: Adaptación del baño a las condiciones físicas del individuo
Fuente: RevistaEnfermeríaCyL. 2015
Para evitar resbalones, es importante mantener el baño siempre bien recogido y
seco, procurando tener los menos muebles y la mínimas cosas necesarias para
que no se caigan convirtiéndose en obstáculos (27).
Figura 8: Baño ordenado vs baño desordenado
Fuente: Institut de l’Envelliment UAB; 2014.
Tercera sesión: Medidas de soporte
Existen diversos tipos de soportes que proporcionan apoyo, equilibrio y estabilidad a
las personas con discapacidad y/o debilidad funcional. Por tanto, para mejorar la
seguridad y la confianza de los ancianos que padecen de algún tipo de alteración o
dolor a la hora de deambular o realizar las AVD, pueden utilizar:
pàg. 28
- Calzados
Independientemente de la edad los calzados (Figura 9) juegan un rol trascendente en
el mantenimiento de la seguridad, ya que las personas los llevan puestos casi durante
todo el día y pueden causar caídas o ayudar a evitarlas. Por tanto, es de suma
importancia vigilar y conocer los tipos de zapatos adecuados en cada momento:
Utilizar calzados firmes y antideslizantes, preferiblemente herméticos y
cómodos
Los zapatos de casa también tienen que ser cerradas y planos para evitar los
tropiezos
En la calle, para evitar la inestabilidad es recomendable utilizar calzados
herméticos con talón no demasiado alto (no superior a 4 o 5 cm).
Los zapatos deben tener suela con dibujos antideslizante para mejorar la
adherencia con el suelo mientras se camina y evitar resbalones en las
superficies lisas.
Evitar los calzados de suela e interior blandos, porque influyen en la perdida
de estabilidad y el equilibrio (27).
Figura 9: Calzados adecuados
Fuente: calzados para personas mayores
- Bastones
Los bastones contribuyen a evitar las caídas en algunas personas. Se sugiere su uso
para apoyar hasta un 25% del peso corporal. Son útiles en caso de afectación en las
extremidades inferiores (EEII), tal como:
Artrosis, especialmente de las rodillas y caderas.
Leves trastornos del equilibrio.
Lesiones en las EEII.
El bastón debe estar a la misma altura que la cadera, de manera que, si tenemos que
levantar el hombro al andar, esto querrá decir que el bastón es demasiado alto. Hay
pàg. 29
algunos que tienen una altura regulable y son más cómodos. Para ajustarlos
adecuadamente es importante seguir estas recomendaciones:
Utilizar los mismos zapatos que lleva puesto regularmente
Mantener el brazo flexionado aproximadamente en ángulo de 20 o 30 grados
El cuidador principal o el familiar medirá la altura desde la muñeca hasta el
suelo, equivalente a la distancia desde la cadera al suelo.
Los bastones de aluminio se ajustan con un mecanismo incorporado,
deslizando el tubo hasta la altura deseada
En los bastones de madera hay que sacar la punta de goma antes de medir y
cortar el bastón a la altura deseada y volver a colocarla después del ajuste
(27).
Figura 10: Tipos de bastón
Fuente: RevistaEnfermeríaCyL. 2015
¿Cómo usar el bastión/muleta de manera segura?
A menos que el facultativo (Traumatólogo y/o Fisioterapeuta) indique lo contrario, para
el uso adecuado del bastón, este se coloca en el lado opuesto de la pierna lesionada o
más débil (Figura 10):
Se pone todo el peso en la pierna ilesa y luego mover el bastón
avanzando a una distancia adecuada con la pierna mala
Con el peso distribuido entre la extremidad afectada y el bastón,
avanzar con la pierna sana
Apoyar el bastón firmemente en el suelo para evitar que resbale.
Para subir escaleras utilizando dos muletas, primero se pone en el
escalón la pierna sana, después el bastón de la pierna lesionada, a
continuación, la pierna lesionada y por último el bastón de la sana.
Para bajar las escaleras, primero se apoya las muletas, luego la pierna
afectada y por último la pierna sana.
pàg. 30
Hay que revisar de forma frecuente la punta de goma antideslizante y cambiarla
cuando sea necesario, sobre todo en tiempo de nieve o hielo. También es
recomendable un asidero de espuma para dar comodidad al usuario (28).
- Caminador
Hay diversos tipos de andadores (los hay fijos o con ruedas) y a diferencia del bastón
se puede apoyar hasta el 50% del peso corporal en ellas, además ofrece soporte a los
dos extremos del cuerpo (derecho e izquierdo).
Se recomendará su uso a los ancianos con algún tipo de problemas como: la artrosis
avanzada, especialmente de rodillas y caderas, trastornos graves de marcha y
equilibrio o debilidad generalizada de cadera.
Los andadores se ajustan de la misma manera que los bastones y dependiendo del
estado del anciano se le recomendará un tipo de caminado u otro:
Andadores con sistema de freno que los hacen más seguros que los bastones.
Andadores que incorporan asiento, muy apropiado para las personas que se
cansan con facilidad (27).
Forma segura de usar el caminador
El uso inadecuado del caminador es un riesgo para los usuarios, porque puede hacer
que tropiecen y se caigan, no obstante, mantener la altura correcta y el uso adecuado
del andador (de igual manera que los bastones) permite evitar este riesgo (Figura 12):
Figura 11: Tipos de andadores
Figura 10: Uso correcto de las muletas
Fuente: Guía para el paciente con prótesis total de cadera. 2014
Fuente:Institut de l’Envelliment U AB; 2014.
pàg. 31
1. A la hora de deambular, el usuario debe desplazar el andador un paso delante
asegurándose de que sea una distancia adecuada y apoyarlo firmemente en el
suelo, porque separar el andador demasiado del cuerpo podría causar
resbalones.
2. Inclinarse un poco hacia adelante y sostenerse en las empuñaduras del
andador que sirven de apoyo.
3. Dar un paso
4. Repetir el ciclo: desplazar el andador un paso adelante, apoyarlo firmemente
en el suelo y luego dar un paso.
En el caso de los andadores con asiento, antes de sentarse hay que activar el
sistema de frenado. Es importante enseñar como activar el sistema de frenado y
su revisión periódica para asegurarse de que funciona correctamente (27).
Figura 12: Cómo utilizar el andador
Fuente: https://www.lookfordiagnosis.com
Cuarta sesión: Déficit visual, control farmacológico y adaptación de estilo de
vida saludable
- Déficit visual
En ocasiones parte de la población adulta tienden a utilizar gafas graduadas de las
farmacias sin haber acudido previamente al oculista u oftalmólogo. Sin embargo, llevar
puesto una graduación inadecuada puede comprometer la vista e incrementar el
riesgo de caer.
Para evitar este riesgo es recomendable:
No usar gafas graduadas de venta libre de las farmacias
Acudir a un oftalmólogo para que se establezca un diagnostico antes de ir al
oculista para graduarse la vista.
pàg. 32
Utilizar un cordón de gafas para evitar olvidar o perderlas
Tener dos pares de gafas, ya que en caso de que una se pierda o se rompa se
puede utilizar la de reserva.
- Control de la medicación
En las personas mayores se hace cada vez más frecuente la poli-medicación como
consecuencia de la pluri-patologías y eso hace que haya mucho riesgo de olvidarse de
tomar ciertas medicaciones o que la tomen de manera inadecuada, aumentado así el
riesgo de efectos adversos, que además de causar otros problemas, aumenta la
probabilidad de sufrir caídas (29,30). Por tanto, serían útiles los siguientes consejos:
Acudir a su enfermero/a de referencia en el CAP para resolver dudas
relacionadas con su medicación.
Guardar los fármacos en un cajetín que tenga múltiples compartimentos
Indicar el momento de la toma y el nombre de cada medicación en el
compartimento correspondiente.
Poner en compartimentos alejados el uno del otro los fármacos que
tengan el mismo color o se parecen para no confundirlos.
Disponer de un folio para marcar la hora y la medicación tomada.
− Cambiar hábitos sedentarios en saludables
Se puede aprovechar las actividades de la vida diaria para evitar el sedentarismo,
adoptándolas a un buen estilo de vida, transformándolas en saludables ajustado a las
capacidades de cada anciano.
Tabla 8. Transformar hábitos sedentarios en saludables
ACTIVIDAD SEDENTARIA RECOMENDACIONES
Conducir Caminar o ir en bicicleta
Viajar en autobús Bajar en una o dos paradas antes
Subir en ascensor Usar las escaleras
Pasar el rato sentado en el
balcón
Bajar a la calle y caminar alrededor de la manzana
Ver la televisión No usar mando a distancia.
Levantarse para cambiar los canales manualmente.
Fuente propia
pàg. 33
Existen muchas maneras de realizar actividad física durante todo el día, como: hacer
jardinería, andar en bicicleta, caminar a pasos rápidos, senderismo, etc. También es
muy recomendable invitar al vecino o amigos para realizar los ejercicios juntos,
aunque sea para salir a caminar por el parque, porque esto ayudaría a reducir el
sedentarismo animando a la persona a salir más a menudo de casa. En función de la
actividad física realizada se pueden recomendar pautas específicas de la pirámide del
ejercicio (Anexo 8).
1. Talleres de ejercicios físicos
Se realizan los talleres para promover la realización de ejercicio físico, con la
pretensión de dar a conocer propuestas de ejercicio físico existentes que se pueden
hacer desde el domicilio, proporcionando recursos realistas y accesibles para que se
animen a participar.
Para los mayores, la actividad física consiste en actividades recreativas,
desplazamientos (paseos o en bicicleta), tareas domésticas, juegos, deportes o
ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias y comunitarias. Existe
una serie de recomendaciones de actividades físicas realizada por la OMS para las
personas mayores de 65 años (Anexo 4) (31).
Se tendrá en cuenta el estado general de cada persona a la hora de introducir las
actividades, para adaptarlas a las capacidades físicas de cada uno. Se precisa que no
se trata de realizar los diferentes ejercicios hasta el agotamiento para adquirir
beneficio de ellos, porque lo poco que puede hacer un individuo con discapacidad
tiene el mismo valor que una persona sana.
Quinta sesión: Taller de actividad física
− Ejercicios de flexibilidad y estiramiento
Estos ejercicios se harán en la fase de calentamiento y para estirar al finalizar las
actividades, se pueden realizar en todo tipo de actividad en cualquier momento del día,
porque ayudan a evitar lesiones durante y después de hacer ejercicios física. Por otra
parte, permiten mejorar y garantizar la buena movilidad de las articulaciones. Son
Prevención secundaria (Talleres)
pàg. 34
fáciles de llevar a cabo y adaptables a los ancianos, de modo que puedan repetirlos en
sus domicilios.
Es un tipo de ejercicio que se lleva a cabo sin prisas, ya que los movimientos bruscos
son perjudiciales y pueden producir tirones musculares o calambres. Es recomendable
ejecutarlos diariamente o un mínimo de 2 a 3 veces por semana (Anexo 6).
− Ejercicios de equilibrio
Los ejercicios de equilibrio son una parte importante de la intervención, porque aportan
confianza tanto a la persona, como en la realización de las tareas de la vida cotidiana
y a la hora de emprender cualquier tipo de actividad (31).
Los ejercicios de la sesión incluyen actividades como: caminar afianzando el talón,
sostenerse sobre un pie luego sobre el otro, levantarse y sentarse de una silla con o
sin utilizar los brazos y andar de puntillas o de talones.
Los mayores con problema de estabilidad las harán sosteniéndose en una silla, una
pared o en el enfermero o fisioterapeuta. Se les recomendarán repetir los ejercicios en
sus domicilios con la ayuda de apoyos tal como una silla o el cuidador. A medida que
progresan lo intentaran hacer sin ayuda de manera progresiva, hasta eliminarlo por
completo, cuando el anciano haya adquirido suficiente destreza (Anexo 7).
− Ejercicios de fortalecimiento
Estos ejercicios permiten fortalecer los huesos, tendones y desarrollar la masa
muscular. Además de realizarlas en el taller, se les recomendará hacer estos ejercicios
al menos dos veces por semana, procurando no trabajar los mismos grupos
musculares durante dos días consecutivos (32). En la sala se harán actividades como:
levantarse de una silla, ejercicios de flexión y extensión (Anexo 7).
− Cómo levantarse del suelo después de una caída
La permanencia en el suelo tras caer durante tiempo prolongado es un factor de mal
pronóstico que se asocia con graves complicaciones: hipotermia, deshidratación,
rabdomiolisis, infecciones respiratorias y urinarias, úlceras por presión, etc. Por tanto,
es importante el entrenamiento sobre los movimientos y las técnicas de levantarse del
suelo, para que el adulto mayor caído pueda levantarse por sí mismos cuando no haya
nadie cerca.
El profesional de enfermería simulará una caída, tirándose al suelo para luego seguir
los pasos (Figura 13) de manera lenta hasta levantarse, para que sean fáciles de
pàg. 35
recordar y entender. Posteriormente, los participantes repetirán los pasos con la
supervisión del enfermero/a para corregir los fallos y aclara las dudas:
Movimiento 1: Después de caerse, tranquilizarse y
concentrarse en rodar, girar la cabeza a la dirección
que va a rodar y aproximar los brazos y las rodillas
juntas.
Movimiento 2: Apoyarse sobre los brazos hasta
colocarse a cuatro patas y gatear hasta la silla o
estructura estable más próxima y si es en el baño
hasta la taza del váter.
Movimiento 3: Colocar las manos sobre la silla, luego
levantar una pierna (la más fuerte) y en caso de estar
agotado, descansar en esta posición.
Movimiento 4: Tomar impulso sobre la pierna y las
manos, tirando sobre sí mismo para sentarse en la
silla (26).
7.1 Consideraciones éticas
Durante y después de la elaboración de este proyecto, se pretende garantizar la
intimidad y el anonimato de las personas mayores que participan, naturalmente,
también de los familiares y/o cuidadores principales que les acompañan a las
sesiones. Con la aplicación de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de
Protección de Datos de Carácter Personal.
Antes de iniciar cualquier actividad:
Se presentará el proyecto a los directores de las ABS de Lleida, para pedir
permiso explicando las iniciativas por las que se pretende llevar a cabo el
programa educativo y los resultados esperados.
Desde el área básica de salud, se entregará trípticos a todos los usuarios de
más de 65 años de edad, para informarles del programa y solicitar sus
participaciones voluntarias.
Figura 13: Pasos para levantase de una caída
Fuente: RevistaEnfermeríaCyL. 2015
pàg. 36
Se hará la reserva de una sala que tenga las condiciones mínimas que permita
llevar acabo la intervención.
Se les entregará un consentimiento informado, que tienen que firmar los que
participan o sus familiares. Ver anexo 2.
7.2 Evaluación de la intervención
La efectividad del programa debe ser evaluable tanto de manera cualitativa como
cuantitativamente. Al terminar las sesiones formativas, se procederá a la realización de
una serie de actividades encaminadas a demostrar el éxito de las intervenciones y/o
detectar los aspectos que se tiene que mejorar encara a una futura intervención.
Después de la última sesión, se preparará una presentación en formato Power Point
(PPT) para proyectar imágenes en la pizarra mediante las cuales se les preguntará de
identificar las que representan riesgo de caída y decir la actuación correcta para
eliminar o disminuir dicho riesgo. Estas imágenes serán: escalera sin barandillas,
hogar con poca luminosidad, utilizar las gafas graduadas de otra persona, obstáculos
en el suelo (cables, juguetes, agua), calzados con talón alto. etc.
Los participantes que utilizan un andador o bastón harán una demostración de cómo
se debe desplazar con una o la otra herramienta de apoyo.
Se pasará una encuesta de satisfacción (Anexo 9) a los ancianos y sus familiares o
cuidador principal, donde tienen que reflejar la utilidad y/o los fallos que hayan podido
detectar durante su desarrollo en el apartado de observaciones.
Se espera con la finalización de la intervención, un aumento de la independencia de
los participantes, con mejoría en la realización de las AIVD. Para poder comprobar
dichos evolución, se pasará el índice modificado de Lawton y Brady (Anexo 4)
Los participantes tendrán que reportar cualquier incidencia de caída o empeoramiento
en el desarrollo de las AVD. a sus enfermos/as de referencia del CAP, para que a
través de esto, se pueda hacer un seguimiento.
En cuanto a la adaptación del hogar, el/la asistente social volverá a evaluar el
domicilio, para determinar los cambios que han podido haber como consecuencia de la
intervención establecida.
pàg. 37
8 Discusión
Durante la realización de este proyecto se han encontrado diversos artículos con
programas de intervenciones que, aunque no todos consiguen reducir las caídas de
manera significativa, coinciden con el mismo objetivo: intentar reducir sus incidencias.
Los factores relacionados con el riesgo de caer no varían en los diferentes artículos
encontrados y los que más destacan son: el déficit visual (el uso de gafas mal
graduadas o gafas con lentes multifocales que pueden afectar negativamente la
visión), vivir solo, ciertos trastornos crónicos (inestabilidad psicofísica), la poli-
medicación y la edad avanzada, sin embargo, el consumo de alcohol es el que más
influye en la aparición de las lesiones por caídas (7,33).
Estudios poblacionales realizados en América Latina y el Caribe muestran la magnitud
del problema sanitario que representan las caídas, como: el aislamiento social, la
pérdida de capacidad funcional, la institucionalización y las fracturas de miembros
inferiores o superiores, que en los casos más graves causan la muerte del anciano.
Igualmente, los determinantes de las caídas no difieren sensiblemente de lo que se ha
observado en otras partes del mundo (34). De la misma manera, Ignacio Párraga
Martínez et al. resaltan las repercusiones de las caídas en la vida cotidiana de las
personas mayores, recordando que estas consecuencias se pueden evitarse
mediante los programas de prevención (35).
Hay autores que coinciden en el hecho que la práctica de actividad física en la tercera
edad disminuye la pérdida de masa muscular y fortalece los huesos, lo cual ayuda a
reducir el riesgo de caída y consecuentemente las fracturas. Además, se evidencia
que las personas mayores que realizan ejercicios sufren menos caídas, lesiones y
fracturas que los ancianos sedentarios. Estos mayores que realizan algún tipo de
actividad física ingresan menos en los centros hospitalarios. Lo que se traduce a la
reducción de los gastos sanitarios y el aumento de la calidad de vida en la población
senil (20,36).
Se ha observado coherencia en los diferentes estudios encontrados sobre las medidas
preventivas para disminuir las incidencias de las caídas. De lo cual, L. Montserrat y F.
Carbonell subrayan el beneficio del proceso educativo acerca de la modificación del
entorno, adaptándolo a las condiciones psicofísicas de los ancianos y matizan en la
importancia de la revisión médica periódica, para valorar la vista y la audición que
pàg. 38
permite mejorar la seguridad de las personas mayores a la hora de moverse por el
entorno (37) .
En cuanto a las técnicas de apoyo para caminar, los autores recomiendan la elección
del tipo de soporte técnica (bastón, andador o muletas) basándose en las necesidades
y capacidades funcionales de cada individuo. Están de acuerdo en que es mejor
utilizar el caminador o andador que el bastón cuando la capacidad física es muy
limitada, porque aporta mayor base de apoyo y más seguridad a la hora de andar. Ana
Gabriela Bravo subraya que el uso inapropiado de los dispositivos de soporte en vez
de evitar los accidentes pueden causar caídas con consecuencias graves (38,39,40).
Ensayos clínicos aleatorios realizados en los Estados Unidos (EE.UU) en hospitales,
instituciones geriátricas y hogares de un total de 21.668 pacientes concluyen que
andar de manera energética aumenta el número de caídas y los programas de
resistencia producen lesiones musculares en los más frágiles. De manera que las
intervenciones beneficiosas para evitar las caídas son los programas de
fortalecimiento muscular y reentrenamiento de equilibrio, la evaluación y modificación
de riesgo en el hogar (41). Colleen G. et al. afirman lo anterior con su estudio, en el
cual se observó una disminución de las caídas en el grupo intervención tras realizar
varias sesiones de ejercicios de equilibrio, fortalecimiento y de flexibilidad, de una
duración de entre 40 a 60 minutos cada sesión (42).
Se propone para una futura intervención ampliar los programas de prevención de
caídas en la comunidad, incorporándolas en los programas del paciente experto en las
Áreas Básicas de Salud, donde los ancianos voluntarios se reúnen,
independientemente si han caído alguna vez o no, para aprender el buen uso de los
medios de apoyo para caminar, así como aumentar el conociendo acerca de los
factores de riesgo de las caídas en el medio comunitario y en sus domicilios.
pàg. 39
9 Conclusión
Los profesionales de enfermería pueden intervenir proporcionando las ayudas y
técnicas necesarias para ayudar este grupo de edad, estableciendo programas de
intervención sanitaria para promover la seguridad de los ancianos a través de la
realización de ejercicios moderados e individualizados en las actividades de la vida
diaria, del seguimiento de una dieta equilibrada y haciendo las revisiones médicas
periódicas para evaluar la agudeza visual y auditiva; la capacidad funcional y el estado
cognitivo mediante la Valoración Geriátrica Integral (VGI). Es importante enseñar la
manera correcta de emplear los medios de soporte para caminar y el uso responsable
de las medicaciones. Tales precauciones permiten mantener un estilo de vida
saludable y mejorar la calidad de vida de los ancianos, permitiendo así la minimización
de las caídas y el gasto sanitario destinado a tratar sus consecuencias.
Una de las actividades más importante de Atención Primaria (AP) es iniciar los
programas de prevención desde una edad más temprana, para conseguir un
envejecimiento saludable y llegar a la vejez con buena capacidad funcional, porque los
profesionales de enfermería de las áreas básicas de salud están en contacto
permanente con la comunidad, por lo que se puede dar a conocer a los pacientes los
principales factores de riesgo de las caídas y enseñar la manera de evitarlos antes de
los 65 años.
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pàg. 44
11 Anexos
- Anexo 1: Tríptico
pàg. 45
- Anexo 2: Consentimiento informado
CONCENTIMIENTO INFORMADO
Datos personales del participante
Nombre: -----------------------------------------------------------------------------------------------------
Primer apellido: ---------------------------------------------------------------------------------------------
Segundo apellido: ------------------------------------------------------------------------------------------
Sexo: ---------------------------------------------------------------------------------------------------------
Persona de contacto
Nombre completo: -----------------------------------------------------------------------------------------
Tel: ------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Programa de intervención
Prevenir las caídas en la población de la tercera edad mediante charlas y talleres para
ensenarlos a evitar los factores de riesgo de las caídas.
Propósito del programa
El propósito del programa es aumentar el conocimiento de los ancianos y sus
cuidadores sobre los factores de riesgo de las caídas y cómo evitarlas.
¿Qué se propone en este programa?
Es un programa de intervención dirigido a evitar los riesgos ambientales, adaptar el
hogar y el entorno. También animar a la realización de actividades que ayudan a llevar
una vida activa para mejorar el equilibrio, la marcha y fortalecer los huesos y la
musculatura, con el fin de evitar las caídas y/o la dependencia.
Participación y compensación
La participación en el programa es de carácter voluntaria y no se recibe ningún tipo de
compensación económica o material.
pàg. 46
Confidencialidad
Se garantiza el anonimato de lo participante con la aplicación de la Ley Orgánica
15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.
Derecho de abandonar el programa
Los participantes manifiestan sus compromisos de asistir a todas las sesiones,
pudiendo abandonar el programa siempre que dicha decisión esté justificada.
Si desea participar, por favor rellene el talonario de autorización y devuélvelo al
responsable del programa en la primera sesión.
AUTORIZACION
He leído y entendido el procedimiento descrito arriba. Se me ha explicado mis
derechos y deberes con relación al programa. Voluntariamente doy mi consentimiento
para participar en el presente programa de intervención.
Firma
Lugar y fecha:……………………………………………………………………………….
Responsable del programa Participante
pàg. 47
- Anexo 3: Valoración socio-familiar (Gijón)
La escala de Gijón permite la valoración socio-familiar para la detección de riesgos
sociales. Recoge cinco áreas de valoración: situación familiar, situación socio
económico, vivienda, relaciones sociales y apoyo de las redes sociales, para detectar
los cambios en las condiciones sociales o situaciones de riesgo.
Después de pasar la escala, se suman las puntuaciones obtenidas de cada apartado,
de esta manera se clasifica el anciano según el resultado obtenido en tres categorías:
De 5 a 9 se considera situación social buena o aceptable.
De 10 a14 indica la existencia de riesgo social
Más de 15 manifiesta la presencia de problema social (43).
pàg. 48
- Anexo 4: Índice modificado de Lawton y Brody
HACER COMPRAS
Realiza independientemente todas las compras necesarias 1
Realiza independientemente pequeñas compras 0
Necesita ir acompañado para hacer cualquier compra 0
Totalmente incapaz de comprar 0
PREPARACIÓN DE LA COMIDA
Organiza, prepara y sirve las comidas por sí solo adecuadamente 1
Prepara adecuadamente las comidas si se les proporcionan los
ingredientes
0
Prepara, calienta y sirve las comidas, pero no sigue una dieta adecuada 0
Necesita que le preparen y sirvan las comidas 0
CUIDADO DE LA CASA
Mantiene la casa solo o con ayuda ocasional para trabajos pesados 1
Realiza tareas ligeras, como lavar los platos o hacer las camas 1
Realiza tareas ligeras, pero no puede mantener un adecuado nivel de
limpieza
1
Necesita ayuda en todas las labores de casa 1
No participa en ninguna labor de la casa 0
LAVADO DE LA ROPA
Lava por sí solo toda su ropa 1
Lava por sí solo pequeñas prendas 1
Todo el lavado de ropa debe ser realizado por otra persona 0
Continúa en la página siguiente
pàg. 49
USO DE MEDIOS DE TRANSPORTE
Viaja solo en transporte público o conduce su propio coche 1
Es capaz de coger un taxi, pero no usa otro medio de transporte 1
Viaja en transporte público cuando va acompañado por otra persona 1
Sólo utiliza el taxi o el automóvil con ayuda de otros 0
No viaja 0
RESPIONSABILIDAD RESPECTO A SU MEDICACIÓN
Es capaz de tomar su medicación a la hora y con la dosis correcta 1
Toma su medicación si la dosis le es preparada previamente 0
No es capaz de administrarse su medicación 0
MANEJO DE SUS ASUNTOS ECONÓMICOS
Se encarga de sus asuntos económicos por sí solo 1
Realiza las compras de cada día, pero necesita ayuda en las grandes
compras, bancos...
1
Incapaz de manejar dinero 0
El índice de Lawton y Brody permite valorar la capacidad de la persona para realizar
las AIVD de manera independiente en la comunidad.
Se ha elegido esta escala, porque al pasarla en el comienzo de la intervención y al
terminarla, ayuda a evaluar la utilidad del programa, porque evidencia los cambios en
la capacidad de llevar a cabo las tareas evaluadas en este ítem. Sin embargo, esta
escala ha sido modificada para adaptarla mejor y obtener resultados exactos, ya que
se considera que hay preguntas prescindibles, como la capacidad de usar el teléfono.
La valoración tiene puntuaciones que van de 0 a 8 (dependencia total e independencia
respectivamente). Tal como se puede ver en la siguiente tabla (43):
pàg. 50
- Anexo 5: Recomendaciones según la OMS
Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias, musculares, la salud ósea y
funcional, depresión y deterioro cognitivo, los niveles recomendados de la OMS sobre
la actividad física para la salud en los mayores de 65 años en adelante son:
Realizar 150 minutos semanales de actividades físicas moderadas
aeróbica, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante
75 minutos o una combinación equivalente de actividades moderadas y
vigorosas.
Practicar la actividad en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
Con el fin de obtener mayores beneficios para la salud, se deben
dedicar hasta 300 minutos semanales a la práctica de actividad física
moderada aeróbica o bien 150 minutos semanales de actividad física
aeróbica vigorosa o una combinación equivalente de actividad
moderada y vigorosa.
Para las personas con movilidad reducida realizar actividades físicas
tres días o más a la semana para mejorar su equilibrio e impedir las
caídas.
Hacer actividades que fortalezcan los principales grupos de músculos
dos o más días a la semana (44).
- Anexo 6: ejercicios de estiramiento
La flexibilidad disminuye de forma progresiva y se hace más evidente a medida que
avanza la edad y la pérdida de flexibilidad puede ir asociado a la afectación del
aparato locomotor, directamente relacionado con la falta de movilidad y el
sedentarismo. Por tanto, es un factor que hay que tener en cuenta en el momento de
establecer los ejercicios.
Puntuación Significado
0-1 Dependencia total
2-3 Dependencia severa
4-5 Dependencia moderada
6-7 Dependencia ligera
8 Independencia
pàg. 51
Para el taller se selecciona ejercicios de estiramiento fáciles de hacer, para conseguir
seguridad y comodidad durante su ejecución, evitando así exponer las articulaciones
en situaciones de excesiva tensión (45).
De pie, los participantes realizaran los ejercicios en sesiones de entre 5 a 10
repeticiones cada una:
Con las piernas separadas para conseguir un buen punto de equilibrio,
se harán movimientos subiendo y bajando los brazos.
Las manos apoyadas en las caderas, girar el tronco hacia derecha e
izquierda sin mover la cadera.
Luego sin quitar las manos de la cadera, juntar los pies y hacer rotación
de cadera con movimientos circulares de la pelvis.
Hacer movimientos rápidos cruzando los brazos
Por último, sacudir los brazos y las piernas.
- Anexo 7: Ejercicios para fortalecer la musculatura y mejorar el
equilibrio.
Para hacer ejercicios de equilibrio no precisa grandes instalaciones ni una dedicación
especial, se pueden realizar en todo momento del día y en cualquier lugar de la casa.
Solo se necesaria la motivación y tener algún objeto donde apoyarse para adquirir
seguridad, como: una mesa o una silla. Con estos ejercicios se mejora el tono
muscular, la estabilidad y el equilibrio que ayudan a evitar las caídas y consecuencias.
Los ejercicios de flexión son actividades de elongación, ayudan a mantener la
elasticidad del cuerpo a través del estiramiento de los músculos y los tejidos. Una
mejor flexibilidad permite realización satisfactoria de las actividades de la vida diaria,
por tanto contribuyen a mantener la autonomía y la independencia de la persona
(27,45).
Flexión de la planta del pie: permite trabajar a la vez el equilibrio y reforzar la
parte inferior de las piernas.
Se les pedirá a los ancianos que se pongan de pie para agarrarse en una silla con una
mano o con las dos manos según la estabilidad de cada uno, alternándolo con el cierre
y la abertura de los ojos.
pàg. 52
Imitaran el fisioterapeuta, poniéndose de puntilla con los dos pies y bajar los talones al
suelo lentamente. Haciendo cuatro series de 8 a 10 repeticiones cada una, con un
intervalo de descanso entre series.
Equilibrio y fuerza EEII
Guía de ejercicios físicos para mayores.2012
Flexión y extensión de las rodillas: el objetivo es ejercitar la rodilla y mejorar
el equilibrio
En la misma posición que el ejercicio anterior, sujetados en la silla se dobla la rodilla
todo lo posible, subiendo el talón hacia las nalgas, manteniendo la postura durante
unos segundos. A continuación, estiraran la pierna poco a poco hasta que vuelva a
tocar el suelo y cambiaran de pierna repitiéndolo 8 a 15 veces. Descansaran y
volverán a hacer una segunda serie de repeticiones.
Para aumentar la intensidad se combinará con el ejercicio anterior, poniéndose de
puntilla con el pie que está en contacto con el suelo. Para evitar resbalar y mejorar la
seguridad, se colocará la silla contra la pared o con un objeto que la retenga.
Guía de ejercicios físicos para mayores.2012
Después de flexionar las rodillas, se sentarán en la misma silla, para a continuación
realizar ejercicios de extensión de las mismas:
Se los indicarán que apoyen la espalda en el respaldo y hacer de manera que los pies
no estén totalmente apoyados en el suelo. En casa pueden colocar un cojín o una
toalla enrollada por debajo de las rodillas, para disminuir el contacto de los pies con el
suelo apoyando solo los metatarsos y las falanges de los pies.
Flexión de rodilla
pàg. 53
Pondrán las manos en los muslos o en los lados de la silla y seguirán las siguientes
instrucciones:
Extender lentamente la pierna hacia la frente hasta quedar lo más recta
posible y en paralelo al suelo.
Mantener esta posición durante uno o dos segundos, con el pie
flexionado hacia la cabeza.
Bajar lentamente la pierna hasta que vuelva a su posición original.
Repetir con la otra pierna, alternando ambas.
Repetir los ejercicios entre 8 a 15 veces
Descansar y se volver a hacer otra serie igual.
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Flexión y extensión de cadera
Para hacer la flexión de la cadera, sujetados a la silla, levantaran la rodilla lentamente
hacia el pecho, manteniendo la otra pierna, la cadera y la cintura alineadas y rectas,
permanecerán en esta posición unos segundos. A continuación, bajaran la rodilla
hasta tocar el suelo y se repetirá la misma secuencia con la pierna contraria.
Después se pasará al ejercicio de extensión de cadera: Con los pies ligeramente
separados, doblando la cintura se inclinarán hacia la silla hasta quedar a un ángulo de
45º aproximadamente. Posteriormente se sujetarán con una o las dos manos en el
respaldo de la silla manteniendo una distancia de 20 cm, para conseguir equilibrio y
seguir los pasos que se indica a continuación:
Elevar la pierna hacia atrás, estirándola lentamente hasta sentir resistencia
Mantener la posición durante unos segundos
Bajar poco a poco la pierna hasta llegar a la posición inicial
Repetir con la pierna contraria.
Repetir los movimientos 8 a 15 veces con cada uno.
Extensión de rodilla
pàg. 54
Ambos ejercicios se repetirán después de un descanso, sujetándose con los dedos,
luego soltar y finalmente con los ojos cerrados.
Guía de ejercicios físicos para mayores.2012
Levantarse y sentarse de una silla
Es uno de los ejercicios que ayudan a fortalecer la musculatura del abdomen y de las
extremidades (46). Para ello, los ancianos se sentarán en la silla situándose en la
mitad o en el extremo de la misma, manteniendo la espalda recta y los pies apoyados
al suelo, separados y en paralelas a los hombros:
Se apoyarán con las manos en la silla
para tomar impulso y levantarse con la
espalda recta y volver a sentarse
sujetándose en ella.
Repetirán varias veces y descansaran
Volverán a hacerlo sin emplear las
manos
A medida que progresan se levantaran
y se sentaran de la silla sin utilizar las manos y con los ojos serados.
Caminar en línea recta
En la sala se dibujará una línea recta al suelo a través de la cual se enseñará a los
participantes caminar sobre ella manteniendo el equilibrio. Al principio de la actividad
tendrán un soporte en los dos lados (derecho e izquierdo): caminando sobre la línea,
pondrán un pie delante del otro juntando el talón del pie de delante con los dedos del
pie de atrás.
Extensión de cadera Flexión de cadera
Extensión de cadera
Fuente:RevistaEnfermeríaCyL. 2015
pàg. 55
A medida que progresan, se retirará un apoyo quedando solo el de un lado y luego
este último también se eliminara, para que al final lo hagan sin ayuda.
Este es un tipo de ejercicio que pueden realizar con facilidad en el domicilio, siguiendo
una de la línea rectas de las baldosas si no tienen posibilidad de dibujar una línea
recta en el suelo y es preferible hacerlo cerca de donde puedan sostenerse en caso de
perder el equilibrio para evitar caer.
Guía de ejercicios físicos para mayores.2012
- Anexo 8: Recomendaciones según los ejercicios realizados
1. Los ancianos que hacen muy poca actividad física: Comenzaran las
actividades desde la base de la pirámide como:
Reducir el sedentarismo
Caminar todos los días 30 minutos
Hacer actividad física como parte de su tiempo libre
Establecer metas realistas y añadir actividades ascendiendo en la
pirámide
2. Si hace actividad física de vez en cuando: será recomendable que sea
más constante y que escoja actividades en el centro de la pirámide:
Planificar la actividad física en la rutina diaria
Establecer metas semanales y mensuales
Hacer actividad física con un amigo o familiar
3. Si hace Actividad Física Regularmente: deberá elegir una variedad de
actividades:
Cambiar la rutina para que sea divertida
Probar actividades físicas nuevas
Ponerse retos con nuevas metas
Extensión de cadera
pàg. 56
Consejos:
Comience despacio.
Incremente la intensidad del ritmo de forma progresiva.
Para terminar, conviene reducir el ritmo de forma gradual.
Procure llevar ropa y calzado cómodo.
Evite situaciones extremas de frío o calor.
Beber agua abundante para rehidratarse.
Las personas con dificultad al caminar, deben elegir terrenos llanos, pueden
ayudarse con un bastón o sujetado en el brazo de alguien que lo acompañe.
Abandonar la actividad si aparece dolor en el pecho, respiración jadeante,
sensación de mareo, dolor de cabeza, calambres musculares.
Jugar con los nietos; ir
caminando a la compra;
caminar por el parque; subir
escaleras.
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- Anexo 9: Encuesta de satisfacción
Gracias a la participación en el programa de prevención de caídas
Muy Bastante Nada
Me siento más seguro/a cuando camino
Ha disminuido el miedo de caer
Ahora utilizo mejor el bastón o el caminador
Siento que ha mejorado mi equilibrio
Ahora sé cuáles son los factores de riesgo de la
caída y sé cómo evitarlos
Puedo repetir los ejercicios aprendidos en las
sesiones en mi casa
El programa ha sido útil para mi
¿Participaría en un programa similar?
¿Aconsejaría a sus conocidos o amigos a participar
a un futuro programa similar?
Observación
Elaboración propia