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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales
Carrera de Ciencia Política
Asignatura: Métodos cuantitativos y cualitativos
Profesor: Robinzon Piñeros Lizarazo
Christian Eduardo Arroyo Rodríguez
Jennifer Eileen Suárez Bonilla
Sebastián Herrera
Jose Anderson Ferreira Ladino
Primer informe Método Cuantitativo
1. Construcción del Objeto
Introducción
Durante las siguientes líneas realizaremos la presentación del primer informe del ejercicio
investigativo que pretende indagar por la participación política de los y las jóvenes de la
Universidad Nacional de Colombia. Para ello se hará referencia a las diferentes
dimensiones que condicionan la elección de las formas de participación así como de
aquellas que definen lo que se entiende por participación política al interior de dicha
población. En primera instancia nos aproximaremos a las diferentes acepciones sobre la
participación política en general para después adentrarnos en los discursos desde los
cuales se ha producido históricamente a los y las jóvenes como nuestra población objeto.
A continuación haremos referencia al paradigma teórico desde el cual nos situaremos
para finalmente plantar nuestra hipótesis de trabajo.
Posteriormente realizaremos la paralización de la variable medios de comunicación, como
doble dimensión, como medio directamente influyente en la escogencia de los repertorios
de participación política, así como forma activa de participación política mediante la
producción de discursos de la realidad, con miras a la construcción y aplicación de una
encuesta de percepción llevada a cabo en la Universidad Nacional. Finalmente
analizaremos los resultados obtenidos obtenidos a la luz de autores como Lazarsfeld,
Baranger y D’Ancona.
Ahora bien, hemos de aclarar que dicho informe constituye una muestra parcial que da
cuenta del proceso realizado hasta el momento, por ende su exposición y modelos
analíticos se centran especialmente en lo cuantitativo, en un intento por la construcción
de los fenómenos sociales de manera externa a los juicios de valor, pese a las distancias
que tengamos con este tipo de construcción. De esta manera debe entenderse la
estructuración y enfoque del siguiente ejercicio.
1.1. Participación política
La participación política ha sido definida e interpretada por numerosos teóricos desde
perspectivas disímiles, por ende resulta conveniente situarnos en un contexto general de
las conceptualizaciones construidas con miras a la construcción de nuestro objeto de
estudio.
Tal y como lo señalan (Delfino & Zubieta, 2009) la participación política ha sido
considerada a lo largo del tiempo tomando como principal referente, el voto; así pues los
estudios pioneros realizados hace cerca de cincuenta años centran su atención en
asuntos como las razones que motivan la participación y/o abstención electoral. Él estudio
realizado por Lazarsfeld, Berelson y Gaudet, (1944); Campbell, Gurin y Miller, (1954)
constituye una muestra de ello al tomar como eje transversal y exclusivo el voto y lo
concerniente a la contienda electoral.
En este orden de ideas tomando como punto de partida las motivaciones que llevan a los
ciudadanos a involucrarse en la política, Milbrath define la participación como el
comportamiento que afecta o busca afectar las decisiones del gobierno (Milbrath, 1965).
Además describe una serie de características propias a dicho concepto tales como:
a) Declarada o encubiertab) Autónoma o de conformidadc) De acercamiento o de evitación d) Episódica o continúae) De entrada/ingreso(votar, hacer campaña o de salida/Utilización (servicios dados
por el sistema)f) Expresiva o instrumental g) Verbal o no verbal
Por otra parte es de mencionar que según este autor la participación política es
acumulativa, es decir existe una tendencia positiva que afirma que quienes participan
activamente no lo hacen exclusivamente mediante una única forma, sino que emplean los
diferentes medios a su disposición para hacerlo. Por otra parte desde esta perspectiva
las manifestaciones violentas o pacifistas no pueden considerarse como una forma de
participación.
A continuación las autoras refieren a otro de los trabajos insignia, tal como lo constituye el
de la autoría de Verba & Nie, que entienden la participación política como:
Aquellas actividades realizadas por ciudadanos privados que están destinadas a afectar la
elección del personal gubernamental y/o de las acciones que ellos toman, excluyendo de la
definición a las formas pasivas, la desobediencia civil y la violencia política, los esfuerzos
para cambiar o mantener la forma del gobierno, las acciones que se desarrollan fuera de la
esfera del gobierno, las movilizaciones por el gobierno y los resultados no previstos (Delfino y
Zubieta, 2009)
Empero existen otro grupo de autores más recientes (Booth y Seligson, 1978) para
quienes dicha visión resulta reduccionista, por ende han optado construcciones de mayor
amplitud; bajo esta tendencia se encuentran Barnes Kase y sus colaboradores (1978)
quienes centran su estudio en el análisis de las llamadas formas no convencionales de
participación política tales como las protestas ocurridas en Austria, Gran Bretaña y
Estados Unidos y Alemania Occidental por medio de la aplicación de encuestas en
1974.De ahí que la conceptualización que fundamenta su trabajo se defina como: Todas
las acciones voluntarias realizadas por los ciudadanos con el objetivo de influenciar tanto
de forma indirecta como directa las opciones políticas en distintos niveles del sistema
político (Kasee, 1979)
En términos generales podemos afirmar la existencia de enunciados síntesis en torno a
los cuales versaron las discusiones sobre lo que se podía o no entender como
participación política entre las décadas de los ochenta y noventa, de este modo.
• ¿Debía ser entendida la participación política como acción o bastaba con las
formas pasivas como el sentimiento de patriotismo o el interés por la política?
• ¿La definición de participación política debía incluir conductas como la
desobediencia civil o la violencia política o por el contrario debía limitarse a las acciones
convencionales?
• ¿Los esfuerzos por cambiar o mantener la forma del gobierno deberían estar
incluidos en la definición de participación política?
• ¿La participación política debía limitarse a las acciones dirigidas hacia las
autoridades gubernamentales, la política y o instituciones o debía incluir los fenómenos
por fuera de la esfera gubernamental?
• ¿Las acciones patrocinadas y guiadas por el gobierno para aumentar su asistencia
o prestaciones sociales deberían ser denominadas participación política?
• ¿Las acciones que tienen consecuencias imprevistas para el gobierno no deben
ser consideradas como participación política?
El abordaje realizado por Delfino & Zubetia nos lleva a observar la evolución que adquiere
el concepto de participación política de acuerdo a los contextos espacio temporales donde
sea producido. Así pues puede identificarse como sus orígenes reflejan un privilegio claro
y casi exclusivo del voto como repertorio de acción política, no obstante ante el
surgimiento de múltiples herramientas empleadas por los ciudadanos con la
intencionalidad de influir en las decisiones que mueven la contienda política, resulta
innegable la existencia de otras formas de acción, en consecuencia de ello las acepciones
de participación política adquirirán una categorización entre las acciones convencionales,
referentes a todas aquellas que versan en torno a la participación al interior de la
institucionalidad propiciada por entes gubernamentales, en este sentido hablamos de
acciones en el marco de la legalidad vigente. Por otra parte se encuentran las llamadas
acciones no convencionales como las marchas, manifestaciones, huelgas; repertorios
cada vez más utilizados como formas de presión para la toma de decisiones, es de
resaltar que no tienen un uso exclusivo y que es frecuente su accionar simultáneo con
acciones convencional. En este punto las posiciones de los diferentes autores discrepan
en cuanto a la inclusión de las acciones consideradas como violentas, desobediencia civil
y en lo que respecta a los límites entre lo legal e ilegal.
Todo lo anterior nos lleva a observar que la definición de participación política constituye
un universo de alta complejidad, ya que de acuerdo al momento, contexto y la población
observada adquiere diversas significaciones, por ende resulta importante precisar a qué
aspectos de dicha acepción nos referiremos, de otro modo nuestro objeto de estudio
resultaría ambiguo e impreciso. En este sentido nuestro punto de partida pretende realizar
una síntesis entre formas de participación convencionales y no convencionales, con miras
a observar las formas empleadas por los jóvenes con la intencionalidad de hacerse
participes de la contienda política. Así pues retomaremos varias condiciones que a
nuestro parecer influyen directamente en los repertorios políticos emprendidos por nuestra
población objeto. Los factores presentes en los jóvenes estudiantes de la Universidad
Nacional de Colombia, tales como género, condición socioeconómica, edad, así como el
acceso y participación en los diferentes medios de comunicación, son doblemente
influyentes en la construcción de imaginarios sobre la contienda política y como forma de
participación política desde la creación de discursos de producción de lo político.
1.1. Discursos en los medios de comunicación sobre participación política de
los y las jóvenes
Las clásicas interpretaciones sobre la participación política de los y las jóvenes en los
distintos escenarios democráticos y alternativos, recogen discursos que emergen de las
visiones tradicionales que identifican a la juventud como un universo homogéneo y
diferenciado generacionalmente sobre los otros. Estas definiciones sostienen que
(…) la juventud está signada por «el gran NO», es negada (modelo jurídico) o negativizada
(modelo represivo), se le niega existencia como sujeto total (en transición, incompleto, ni niño
ni adulto) o se negativizan sus prácticas (juventud problema, juventud gris, joven desviado,
tribu juvenil, ser rebelde, delincuente) (Chaves, 2005, pág. 9)
Bajo esta lógica, la profesora Mariana Cháves (Chaves, 2005) desprende un conjunto de
formaciones discursivas, especialmente dentro de los medios de comunicación, que tratan
sobre el carácter de joven y su papel dentro de los espacios de sociabilidad políticas, los
cuales pueden identificarse de las siguientes maneras:
• Discurso de carácter biológico: La definición de juventud –y en consecuencia sus
prácticas políticas-, se encuentran en una etapa centrada en la naturaleza generacional
del ser, por lo tanto el sujeto que integra esta categoría recoge prácticas políticas que se
encuentran en constante evolución
• Discurso centrado en la psicología: Las confusiones e indecisiones hacen parte
normal de los comportamientos que poseen los y las jóvenes en sus relaciones
intersubjetivas y con el entorno el cual se relacionan. Así, sus prácticas políticas están
siempre en constante definición dada la ausencia de un criterio formado para
representarse dentro del ámbito de la política, criterio que finalmente desarrollarán al
superar “esta etapa de la vida”.
• Discurso de la patología social: El “despertar” de nuevas sensaciones, emociones
e imaginarios hace que la juventud en general tengan una mayor facilidad para encontrar
caminos y trayectorias que no sean acordes con el desarrollo normal de una sociedad.
Por esto, las prácticas políticas de los y las jóvenes encuentran en estos discursos rasgos
de estigmatización al proponer ellos mismos formas alternativas del qué hacer político.
Esta mirada netamente negativa le confiere el carácter de problema continuo a la juventud
en general, invisibilizando la heterogeneidad tanto de las prácticas como de los
imaginarios tanto individuales como colectivos.
• Discurso del pánico moral: La influencia cada vez mayor de los medios de
comunicación sobre la vida social, política y económica de las sociedades, construye
imaginarios parcializados sobre el carácter y subjetividades de los y las jóvenes. Los
objetos de sensibilización acerca de un tema de coyuntura actual, acarrean en las
interpretaciones sobre la noción de juventud rasgos de peligrosidad relacionados
principalmente con hechos de violencia y vandalismo. El control cultural y la masificación
de las políticas públicas asistencialistas es el reflejo de la preocupación mediática sobre
las actividades peligrosas de la juventud.
• Discurso culturalista: La juventud como moratoria social hace parte de los
discursos que identifican este grupo dentro de cánones exclusivamente representativos
tanto del consumismo como de las significaciones simbólicas y comportamentales,
diferenciándose la juventud de forma homogénea sobre los otros grupos de la sociedad
en un proceso de identificación social a partir de distanciamientos.
• Discurso sociologista: Las externalidades de las estructuras objetivas que integran
los espacios rebatan a los y las jóvenes su agencia social (capacidad de acción). Ahora,
bajo esta mirada, la capacidad creadora y transformadora de los procesos colectivos que
integran los universos heterogéneos de las juventudes entra en un determinismo
mecánico del cual no pueden desprenderse.
Estos imaginarios y discursos formativos
(…) operan como discursos de clausura: cierran, no permiten la mirada cercana, simplifican y
funcionan como obstáculos epistemológicos para el conocimiento del otro. Se trata de
discursos que provocan una única mirada sobre el joven, pero que son utilizados
estratégicamente —o políticamente— según sea de ricos o de pobres (Chaves, 2005, pág.
19).
Ahora bien, para establecer un ejercicio de visibilización que no reproduzca los discursos
hegemónicos y tradicionales sobre los procesos de formación y socialización de las
subjetividades políticas de los y las jóvenes, el siguiente estudio se inscribe bajo un
enfoque crítico contemporáneo; el cual permite profundizar, a partir de las dinámicas de
los medios de comunicación como dimensión de investigación, un análisis alternativo
tanto de las prácticas como de las subjetividades juveniles con respecto a la participación
política de ellos, teniendo como espacio delimitado de estudio Bogotá.
En ese sentido, nos acercamos a la interpretación que hace Horkheimer con respecto a la
noción de crítica, como fundamento teórico para aproximarnos a las disyuntivas que
surgen en las dinámicas tradicionales sobre el concepto de juventud
…por critica entendemos un esfuerzo intelectual, y eventualmente de orden práctico, que no
se resigna a aceptar, de manera irreflexiva y por simple hábito, las ideas, acciones y
condiciones sociales predominantes: un esfuerzo que pretende coordinar las dimensiones
individuales de la vida social unas con otras, al igual que con las ideas y propósitos
generales de cada época (citado por: (Losada & Casas, 2008, pág. 55).
1.1. Objeto y Dimensión en la objetividad de primer orden
El enfoque de la teoría crítica contemporánea mantiene en su base su carácter
contestatario y transformador frente a las estructuras sociales predominantes, en especial
con las que tienen su origen en las dinámicas de acumulación progresiva de capital. Esta
lógica meramente económica redondea el conjunto de las redes de sociabilidad en la
actualidad, reflejándose en las sociedades modernas capitalistas y sus procedimientos
jurídicos y simbólicos que la legitiman –el caso de los medios de comunicación-. En ese
sentido, la preeminencia del capital económico como poder social permite la imposición
de sistemas de clasificación políticas bajo apariencias legítimas por parte de las clases
dominantes. Este poder, ahora transformado en poder simbólico, surge como efecto de
desconocimiento en su posesión, lo que explica que se legitime las relaciones de poder
en organizaciones políticas complejas como el Estado-nación moderno.
Otras formas institucionales que permiten determinan las conductas de los sujetos,
siempre dentro del régimen unitario del Estado que es la estructuras objetiva clave para el
desarrollo de las sociedades modernas, se basan en la preeminencia de los medios de
comunicación como dimensión que mantiene y reproduce horizontes simbólicos
homogéneos, en especial los que hacen referencia a las juventudes como categoría
biológica, psicológica, de patología social, etc…
1.1. Hipótesis
Los sujetos son sujetados mediante distintas estructuras objetivas que se encarnan
primeramente en el Estado-nación como unidad organizativa que reproduce las
condiciones sociales predominantes, mientras se dinamizan filtros –tales como la
democracia representativa - en los distintos discursos que emplean tanto los centros de
pensamiento como los líderes de opinión–controlados por las clases dominantes- y que,
frente a realidades concretas, pueden determinar el comportamiento de los sujetos. Tal
poder ideológico que establecen, por ejemplo, los medios de información hegemónicos,
se concibe como contribución específica a la violencia simbólica (ortodoxia) en el
mantenimiento de las significaciones e interpretaciones que mantienen los procesos de
sujeción, dominación y alienación de las sociedades capitalistas.
Esta situación se manifiesta de forma bastante clara en la percepción que tienen los
jóvenes universitarios con respecto a los mecanismos políticos formales que se dan en el
escenario colombiano. Así, la hipótesis que se plantea en el siguiente informe afirma que
ante la exposición de temas y asuntos políticos que se dan dentro de los medios de
comunicación, la percepción de la democracia como proceso vinculante y liberador se
restringe y se hace cada vez más negativa para los jóvenes universitarios, ya que la
participación dentro del sistema político nacional se enmarca por lógicas que no aseguran
la transparencia y garantía de ingreso y desarrollo para ellos, en tanto sujetos activos que
se manifiestan por vías políticas tanto formales como no institucionales.
2. Método, medición y análisis
En el desarrollo del siguiente informe, estableceremos los distintos lineamientos que
permitieron identificar las variaciones que resultan de los procesos metodológicos de la
investigación cuantitativa. Para ello, será fundamental tener en cuenta los distintos
momentos que constituyen este tipo de investigaciones, para así dar cuenta de los
fenómenos sociales tratados en la primera parte de nuestro informe. Cabe recordar que
definir las distintas variaciones regularmente constituidas dentro de un fenómeno social
equivale a establecer su existencia a partir de registrar las distintas propiedades que
integran el concepto en su conjunto. Para ello, los procesos de operacionalización del
concepto sugieren la primera aproximación metodológica para definir acertadamente el
diseño y las técnicas de investigación adecuadas.
2.1. Operacionalización del concepto
Para hacer posible la delimitación y abordaje de un problema de investigación, es
necesario empezar por la conceptualización del mismo. Este proceso se refiere
principalmente a establecer definiciones lo más concretas posibles de lo qué se entiende
por el fenómeno en cuestión, de manera que pueda generarnos, en su conjunto, un marco
conceptual que permita un margen de maniobra oportuno con el contexto de la
investigación. La articulación de este marco conceptual puede constituirse mediante la
relación de varios términos claves que recogen propiedades estratégicas (Lazarsfeld,
1982) del objeto estudiado, así, podemos pasar desde los distintos niveles de abstracción
que recogen las definiciones de índole teórico, a planos empíricos a partir de definiciones
conceptuales concretas. Tal como lo define Marradi & Piovani deberemos llevar al plano
de lo observable ese “algo” abstracto, y luego elegir las herramientas adecuadas para
observarlo (Marradi, Piovani, & Archenti, 2007, pág. 81).
La operativización entonces se convierte, en el caso de las investigaciones sociales
estándar, un proceso más o menos característico para determinar las propiedades aptas
de ser medidas mediante índices empíricos. Lazarsfeld desarrolla cuatro fases que
permiten la construcción de estas variaciones regularmente constituidas:
2.1.1. Representación imaginada del concepto
El primer momento en la construcción de índices empíricos adecuados para la
investigación social, surge en el análisis de los distintos detalles que hacen parte del
objeto social en cuestión. De allí surge una imagen, aun difusa y sin profundización
alguna, pero que recoge un conjunto de rasgos característicos que permiten acercarnos al
fenómeno que se pretende dar cuenta. Tal como lo define Lazarsfeld, este primer
momento trata de explicar las regularidades que observa el concepto, en el momento en
que toma cuerpo, cuando no es más que una entidad conocida en términos vagos, que da
un sentido a las relaciones observadas entre los fenómenos (Lazarsfeld, 1982, pág. 90).
Teniendo en cuenta la anterior enunciación, podemos identificar una primera definición,
aún abstracta, de lo que podemos entender la relación entre medios de comunicación y
cultura política de los jóvenes universitarios, como una relación que cada vez es más
intrínseca dado el aumento en el acceso y consumo de los medios de comunicación por
parte de este sector poblacional, a su vez, la producción política a través de estos
mecanismos está mediada según las preferencias y los intereses que movilizan a los
individuos a participar en ellos, reconociendo el contexto de sujeción político social dentro
de las sociedades capitalistas.
2.1.2. La especificación del concepto
Conocer los distintos componentes que constituyen la primera aproximación al fenómeno
social, establece el segundo momento de construcción de índices empíricos capaces de
observación. Las distintas relaciones en las cuales se puede ubicar un concepto, revela la
complejidad que poseen los distintos fenómenos que suceden en la realidad. Según cada
caso, estas dimensiones que integran el concepto permiten acercarnos a procesos de
observación cada vez más detallados, según las herramientas que escojamos tanto en el
diseño como en el trabajo de campo.
En el caso de la representación imaginada referente a la definición del concepto de
medios de comunicación – participación política, las distintas dimensiones que permitieron
detallar conjuntamente las interrelaciones de la estructura con sus componentes se
concentraron en tres principalmente:
Propiedad de herramientas comunicativas: Esta variable responde a la necesidad
de integrar, en el análisis entre medios de comunicación y participación política, la
cantidad de herramientas comunicativas que poseen los individuos como parte
fundamental en los procesos de inclusión –en este caso política- que ocurren en la
realidad social actual.
Intención / tipo de consumo de los medios de comunicación: Esta variable nos
permite definir si la frecuencia en el consumo y el objeto de acceder a los medios
de comunicación es un factor importante para la formación de una cultura política
en los jóvenes universitarios en Bogotá.
Producción de alguna pieza comunicativa con contenido político: Por último, esta
dimensión ya nos pone en términos de una posible participación activa de los
individuos en el ámbito del sistema político nacional, a través de la utilización de
distintos mecanismos relacionados con los medios de comunicación, ya sean
visuales, escritos, orales entre otros. Este es el reconocimiento del individuo como
sujeto activo en el escenario de la política.
2.1.3. La elección de indicadores
Definir y escoger los distintos indicadores que integran las dimensiones que componen el
concepto estudiado, es reconocido como la tercera etapa en el proceso de
operativización. Esta fase busca recoger las características que integran cada una de las
dimensiones escogidas, como detalles que se manifiestan a partir de correlaciones
precisas y que las diferencian de otros indicadores. Por ejemplo, para cada una de las
dimensiones antes señaladas en nuestro trabajo de investigación encontramos los
siguientes indicadores:
Dimensión 1 - Propiedad de herramientas comunicativas:
o Reproductor de música
o Computador / Portátil
o Radio
o Televisión (abierta / cable)
o Suscripción a prensa escrita
o Blog informático
o Celular de última generación
o Cine
o Videojuegos
o Otros
Dimensión 2 – Intención / tipo de consumo de los medios de comunicación
o Mantenerme informado
o Por moda
o Para escuchar o bajar música
o Académico / Educativo
o Ocio informático
o Establecer relaciones sociales
o Otros
Dimensión 3 - Producción de alguna pieza comunicativa con contenido político
o Grafitis
o Blog informático
o Pasquines
o Artículo en prensa escrita
o Audio / spot
o Crónicas
o Videos
o Ensayos / Reseñas
o Otros
2.1.4. La formación de índices
Según Lazarsfeld, esta etapa constituye hacer la síntesis de los datos elementales
obtenidos en el curso de las etapas precedentes (Lazarsfeld, 1982, pág. 94). En ese
sentido, ahora se trata de construir una medida única a partir de estas informaciones
elementales (Lazarsfeld, 1982, pág. 94).
En términos de definir valores a las variables estudiadas, se pueden establecer distintos
niveles de medición para definir en términos cuantificables nuestros objetos de estudio.
Para ello, es fundamental realizar una pregunta correcta y coherente con el fin de
convertir los índices empíricos en una serie de operaciones fácilmente cuantificables a la
hora de recoger y sistematizar los datos obtenidos en el trabajo de campo.
Ya Baranger nos comentaba que al hablar de niveles de medición se está aludiendo ya a
la existencia de una jerarquía entre los modelos matemáticos aplicables a los objetos; y
es que, en efecto, los hay más poderosos que otros (Baranger, 2009, pág. 8). En términos
de investigación social, esta situación sí que se nos presenta de forma bastante evidente,
y es que, al carecer de determinadas características que poseen las llamadas ciencias
formales, nuestros niveles de medición de las variables se restringen principalmente a dos
–nivel nominal y nivel ordinal-, siendo el nivel nominal el más claro y usado dadas sus
características de clasificación. Basándonos entre un conjunto de semejanzas y
diferencias, podemos categorizar las distintas unidades de análisis a partir los criterios
básicos de la exhaustividad y mutua exclusión de las categorías que integran las variables
de la noción o concepto en estudio (Baranger, 2009, pág. 8)
Por su parte, la definición de los niveles de medición usados para cada uno de los índices
empíricos que se desarrollaron con anterioridad, tiene como correlación el tipo de
pregunta con el cual se busca dar cuenta de una realidad social específica. Para ello, fue
clave la construcción de preguntas que respondieran satisfactoriamente a los indicadores
planteados en cada una de las dimensiones propuestas sobre el concepto de medios de
comunicación y su vínculo con la participación política en los jóvenes universitarios de la
Universidad Nacional sede Bogotá.
Los tipos de pregunta planteados por el grupo para el diseño del trabajo de campo se
concentraron en la forma de pregunta cerrada, aquel tipo de pregunta que busca
respuestas fijas, precodificadas y constituidas por un código numérico que facilita la
sistematización estadística (D'Ancona, 1996, pág. 254). Esta decisión surge de la idea de
considerar los requisitos de exhaustividad y mutua exclusión que plantea el nivel de
medición nominal, exigencias que son perfectamente cumplidas por esta clase de
pregunta.
Otra de las características por la cual escogimos la pregunta cerrada para definir los
índices empíricos desarrollados en la investigación, se remite a la facilidad que ésta le da
al investigador para poder llevar procesos de comparación de resultados en las
respuestas de distintos individuos. Por último, dada la prontitud en la entrega de
resultados, la información recogida a partir del diseño de preguntas cerradas se hace de
manera simplificada, lo que permite un avance en tiempo y sistematización.
Mostradas las características y el desarrollo del proceso de operativización del concepto,
en el diseño del cuestionario quedaron así planteados los índices empíricos para cada
una de las variables de la dimensión de medios de comunicación, dimensión que hace
parte del objeto de estudio / hecho social: Participación política de los jóvenes
universitarios en Bogotá – el caso de la Universidad Nacional.
Variable 1: Propiedad de herramientas comunicativas
Pregunta: ¿Cuenta usted con alguna de las siguientes herramientas de comunicación?
Tipo de pregunta: Cerrada múltiple respuesta
Nivel de medición: Nominal
SI NO
Reproductor de Música
Computador / Portátil
Radio
Televisión abierta
Televisión por cable
Suscripción prensa escrita
Blog
Celular de última generación
Cine
Videojuegos
Ninguno
Variable 2: Intención / tipo de consumo de los medios de comunicación
Pregunta: ¿Con qué intención accede a los medios de comunicación?
Tipo de pregunta: Cerrada única múltiple respuesta
Nivel de medición: Nominal
Mantenerme informado Por moda
Para escuchar o bajar música Académico / Educativo
Ocio informático Establecer relaciones sociales
Otra ______________________________
Variable 3: Producción de alguna pieza comunicativa con contenido político
Pregunta: ¿Usted alguna vez ha producido una pieza comunicativa con contenido
político?
Tipo de pregunta: Cerrada de filtro
Nivel de medición: Nominal
Sí (Pase a la pregunta 32) No (Pase a pregunta 33)
Filtro:
Pregunta: ¿Cuáles de las siguientes?
Tipo de pregunta: Cerrada múltiple respuesta
Nivel de medición: Nominal
Grafitis Pasquines Artículos de prensa escrita
Blog informático Videos Audios / Spot
Ensayos / Reseñas Crónicas
Otra ________________________________
1.1. Construcción del instrumento de medición
La investigación cuantitativa, y en especial las técnicas de encuesta, le permiten al
investigador social medir y analizar datos en términos de muestras representativas que
den cuenta de algún fenómeno en particular. Por eso, podemos definir ciertas
potencialidades que surgen de la práctica de la encuesta como forma de medición de un
hecho social.
En un primero momento, bajo la técnica de la encuesta como instrumento de medición, la
relación entre variables independientes y dependientes se puede estudiar con más
detalle. Esto es un importante aporte porque el investigador encuentra una multiplicidad
de formas y herramientas para analizar los hallazgos de la investigación, de manera
sistemática y exhaustiva.
Por otra parte, pareciera que las encuestas, en especial las que tocan temas de opinión y
participación política, tienen gran validez y acogida por parte de los sujetos que las
interpretan a la luz de los resultados obtenidos.
En un segundo momento, podemos argumentar que, mediante el proceso de desarrollo y
análisis de la encuesta como instrumento de medición, existe la posibilidad de abarcar
una muy buena cantidad de dimensiones que permiten incluir aspectos de carácter
objetivo y que tienen la característica de ser diferenciados el uno del otro, sin olvidar el
hecho social estudiado que es participación política de los jóvenes universitarios. En este
caso, la cantidad de información que nos puede proporcionar la encuesta como
instrumento de investigación, conlleva no sólo a interpretar la conducta e interpretaciones
del individuo, sino que permite mostrarnos una serie de relaciones que pueden ser
desarrollados con otros individuos en circunstancias y experiencias sociales de su vida
cotidiana.
En tercer lugar, la característica estructurada que poseen las encuestas en su forma
genérica, permite la comparación de las distintas respuestas de los sujetos ante las
mismas preguntas. Si bien este rasgo no nos permite tener en consideración un análisis
que incluya el propio discurso hablado (D'Ancona, 1996), no se tienen en cuenta las
formas en las que se manifiesta el sujeto frente al momento exacto en el que responde a
las preguntas del cuestionario, y además los detalles que rodean las experiencias sociales
se castran al momento de realizar un análisis sistemático de los fenómenos y contextos
que rodean los sujetos; la sistematización de las respuestas en matrices de datos permite
estabilizar de manera bastante simplificada los resultados, a su vez que el método
comparativo surge como necesidad de contrastar las respuestas planteadas por los
individuos que responden al cuestionario.
En cuarto lugar, el uso de técnicas analíticas estadísticas permite una fácil interpretación
de los resultados de una investigación. Así mismo admite el contraste con varios estudios
similares de diversas áreas geográficas locales, regionales, nacionales y hasta
internacionales (D'Ancona, 1996). Particularmente, los estudios sobre participación
política de los jóvenes han tenido bastante acogida en los círculos académicos tanto
nacionales como extranjeros. Centros y grupos de pensamiento e investigación ha
dedicado varios informes con diversos análisis sobre esta problemática social, lo que
demuestra que el énfasis en el uso de instrumentos de encuesta sigue teniendo un lugar
especial para tratar la relación cultura política y juventudes, una experiencia de
investigación que se enriquece con el paso del tiempo.
Por último, consideramos que el costo de realización de la encuesta como técnica de
investigación, si bien representa en términos monetarios una inversión considerable, ésta
se ve compensada con la simplicidad en el manejo de las respuestas y los resultados
obtenidos.
En términos de tiempo, el proceso de diseño y construcción de los cuestionarios abarca
una muy buena parte del trabajo investigativo. Encontrar la pertinencia, coherencia y
estandarización de las preguntas que se desarrollarán implica grados de coordinación y
labor que pueden tomar un tiempo bastante prudencial hasta llegar a un punto óptimo, sin
embargo, ante el uso de programas informáticos que recojan efectivamente los datos
obtenidos, y la posibilidad de emplear estrategias estadísticas, tablas de frecuencia,
diagramas, entre otros, permite una flexibilización bastante importante en términos de
tiempo y trabajo.
1.2. Construcción de la muestra
El muestreo aleatorio simple responde a la necesidad de generar un proceso de
extracción a una población finita, con el fin de garantizar que cada uno de los elementos
que integran la población posea la misma cantidad de oportunidades de ser incluidos en
dicha muestra.
Por su parte, el muestreo de carácter estratificado busca eliminar los inconvenientes que
posee el muestreo aleatorio simple, al efectuar previamente una división de la población
de estudio en grupos o clases que se suponen poseen características homogéneas, así
podemos reducir el margen de error de la muestra. Tal como lo define Baranger, en el
caso del muestreo estratificado, dividir la población en estratos (el caso de dividir la
muestra por áreas de conocimiento es un ejemplo) es útil en la medida en que los estratos
sean internamente homogéneos y externamente heterogéneos en cuanto a las variables
de nuestro interés (Baranger, 2009, pág. 41)
1.2.1. Ejercicio de trabajo de campo
En el desarrollo del trabajo de campo, identificado a partir de la realización de una
encuesta de tipo cara a cara a 45 estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, sin distinción de algún programa
curricular en especial, encontramos varios elementos que valen la pena mencionar en
este primer informe de clase.
Asegurar que en el proceso de desarrollo de una encuesta cara a cara nos encontramos
frente a una relación dialógica, en tanto que se pone de manifiesto una interacción de
segundo orden donde el investigador no sólo es observador omnímodo, sino además
hace parte de una realidad social al ser este sujeto con visiones e interpretaciones de
mundo; conlleva a una interacción compleja que, en algunos momentos, llega al punto
que las personas a las cuales se les aplicó las encuestas en mención planteaban
cuestionamientos en términos de sus argumentos y de sus mismas nociones de
participación política.
Los sujetos varían de uno hacia otro extremo argumentativo, pero poniendo énfasis en
que sus respuestas se valen de las experiencias vividas con respecto a lo que
comprenden por cultura y participación políticas en los escenarios sociales. Así, preguntas
que se refieren a la concepción y participación en mecanismos políticos, los sujetos
encuestados ponen énfasis primeramente en las discusiones y debates sobre la ausencia
de verdaderos programas sociales que reduzcan las brechas de desigualdad, sus
experiencias y vivencias particulares en ese ámbito, y recuerden en su colectividad las
movilizaciones en las que tuvieron alguna participación, especialmente las
manifestaciones en contra de la reforma a la ley de educación de 2011, ya que este
escenarios los incumbía directamente.
Otros argumentos giraron en torno al papel que tienen las organizaciones civiles y
políticas para generar espacios de debate que originen una verdadera cultura política en
el país. Por eso, la participación de carácter colectivo, buscando un interés más general
sobre el individual tiene bastante injerencia en los planteamientos de los sujetos al
momento de desarrollar las encuestas.
En términos del conocimiento de mecanismos y espacios de participación ciudadana a
través de herramientas constitucionales y no formales, los sujetos saben de ellos porque
en algún momento escucharon hablar sobre los mismos, una situación que contrasta con
la baja participación de los encuestados en estos escenarios creados y fortalecidos por la
normatividad nacional. Los argumentos para ello giraron en torno a la falta de tiempo para
realizar una veeduría real sobre los asuntos públicos, además de la ausencia de
iniciativas de este tipo en la ciudad que habitan.
1.3. Análisis
A partir del proceso de recolección y sistematización de los datos, se pretende realizar
dos tipos de análisis, uno de carácter univariado que responde a las variables expuestas
en el apartado 2.1; el otro tipo de análisis corresponde a un análisis bivariado, que busca
contrastar la hipótesis con la cual iniciamos este informe junto a tablas de contingencias
de distintas variables que permitan esclarecer los postulados sobre la relación entre
medios de comunicación y participación política de los jóvenes universitarios:
Análisis univariado
Para este análisis, se tomaron en cuenta las tres variables antes desarrolladas en el
postulado 2.1: Propiedad de herramientas comunicativas, intención de acceso a los
medios de comunicación y producción de piezas comunicativas de carácter político.
Con respecto a la primera variable, se puede demostrar la tendencia cada vez mayor de
los y las jóvenes universitarias a poseer algún objeto o medio de comunicación
convencional y no convencional (mirar Tabla 1 en anexos). El uso del computador, la
radio, el cine y la televisión, marcan la tendencia de quienes consideran estos objetos
como mecanismos para transmitir ideas e información. Por su parte, parece notarse en
términos reales el descenso generalizado de las suscripciones a prensa escrita como
herramienta comunicativa, bien sea por los costos que implica mensual o anualmente esta
afiliación, o por la proliferación de las mismas noticias escritas en páginas de internet, o
bien por estas dos razones antes mencionadas.
Con respecto a la segunda variable, los resultados reflejan que los estudiantes
universitarios de la UN Bogotá acceden principalmente a los medios de comunicación por
razones de: conocer las dinámicas y los temas que se debaten en la agenda política y
social tanto a nivel nacional como internacional; y en segunda medida, para realizar
labores educativas, debido a su perfil y calidad de estudiantes universitarios activos (mirar
Tabla 2 en anexos). Estos indicadores reflejan un marcado interés de los jóvenes
universitarios por conocer de manera profunda, asuntos político sociales que tienen que
ver con su diario vivir, que afectan las relaciones e interpretaciones que se dan en sus
experiencias cotidianas, además de procurar, mediante una formación académica seria,
crítica y propositiva, nuevos espacios de debate y participación, ya sea dentro de los
espacios formales que se ofrecen en el régimen político, o los no institucionalizados.
En la tercera variable, el análisis parece confirmar la hipótesis con la cual se inició el
presente informe. Si bien existen méritos para afirmar que, tanto el acceso como la
intención de acceder a los medios de comunicación, puede poseer un carácter importante
en términos de conocer y participar en los asuntos que influyen la vida política nacional,
los resultados reflejan que en términos de producción de piezas políticas las estadísticas
tienen un carácter bastante negativo. Cerca del 80% de los estudiantes encuestados
manifestaron que no producen o han producido en algún momento alguna pieza
comunicativa de índole político, lo que puede reflejar una situación de participación
política de los jóvenes universitarios sin alguna relación real con las herramientas
comunicativas de nuestra época (Tabla 3).
Análisis Bivariado
Para contrastar nuestra hipótesis general (negación de los jóvenes a los procesos
formales de participación política, debido a la injerencia de los medios de comunicación
convencionales) con los resultados de las encuestas, partiremos del uso de dos variables
principales: Participación en algún espacio o mecanismo político e intención de acceso a
los medios de comunicación. Siguiendo esta lógica, los resultados indican que cerca del
64% de los encuestados, manifestaron que nunca han participado en algún mecanismo o
escenario de carácter político (Tabla 4). Si bien el 72 % de las personas indicaron que
acceden a los medios de comunicación para conocer sobre los asuntos políticos de la
vida nacional, parece ser que las informaciones que manejan y proyectan los medios
convencionales al público juvenil, no terminan por reflejar los valores democráticos que
buscan definirse y defenderse bajo el régimen político actual.
Esta situación puede ir acompañada por los discursos que se expresan diariamente
dentro de las informaciones noticiosas sobre la actitud, el comportamiento y los intereses
que poseen los jóvenes en la actualidad, al recalcar la poca importancia que se le da al
joven dentro de los espacios de discusión y decisión políticas.
El escenario futuro no parece mejorar. Según los resultados, el 85% de los encuestados
también manifestaron que no se encuentran interesados en hacer parte de alguna
organización política (Tabla 5), lo que refleja la falta de legitimidad que poseen hoy por
hoy las instituciones que recogen grupos de personas que definen en su interior agendas
programáticas, ya sea para velar sus intereses particulares, defender el interés general o
cualesquiera objetivos que se deseen trazar.
1.2. Conclusiones
Más allá de reflejar una pérdida de participación política de los jóvenes
universitarios de la UN Bogotá, los resultados indican que estos sujetos poseen
una visión mucho más crítica tanto de las instituciones, como de los mecanismos
tradicionales del quehacer político nacional.
Las interpretaciones críticas que poseen los jóvenes con respecto al sistema
político actual, están relacionadas con las informaciones transmitidas bajo la óptica
de los medios masivos de comunicación. Estas visiones inundan los debates y las
discusiones de lo político, y así la acción ciudadana parece cerrarse a lo
tradicional, a lo hegemónico, a las estrategias institucionalizadas. Por tanto, los
espacios de integración al sistema no se muestran favorables a los jóvenes.
Debido a lo anterior, las formas de participación política no se ven restringidas al
mero ámbito de la democracia procedimental. Al contrario, la manifestaciones
pueden abarcar espacios y herramientas que rompen los esquemas
convencionales, en tanto se ven reflejados los intereses de los sujetos a través de
la producción de colectividades recreadas a partir de experiencias compartidas
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