importancia de la vacunación contra moraxella bovis en la
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Facultad de Ciencias Veterinarias
-UNCPBA-
Importancia de la vacunación contra Moraxella
bovis en la prevención de la queratoconjuntivitis
infecciosa bovina en un rodeo endémico
Macchiaroli Martin, Morena Horacio A., Estein Silvia M.
Marzo 2016
Tandil
Importancia de la vacunación, como método de prevención y
control de la queratoconjuntivitis infecciosa bovina en un rodeo
endémico
Tesina de la Orientación de sanidad animal, presentada como
parte de los requisitos para optar al grado de Veterinario del
estudiante, Martin Macchiaroli
Tutor: M.V. Morena, Horacio Alberto
Directora: Profesor Adjunto, Estein, Silvia Marcela
Evaluador: Dra. María Catena
AGRADECIMIENTOS
A toda mi familia, especialmente a mis padres y amigos, Abi, Juan y Chelo por el
incansable apoyo en la vida y mis estudios.
Resumen
La Queratoconjuntivitis Infecciosa Bovina (QIB), ocasionada por Moraxella bovis,
es una enfermedad infecciosa ocular de etiología multifactorial que afecta
principalmente a bovinos jóvenes. Esta patología se presenta con mayor
frecuencia en la época verano-otoño. Las manifestaciones clínicas de la
enfermedad afectan la eficiencia productiva del animal, ya que ésta reduce la
ganancia de peso y la producción láctea, incrementa los costos por tratamiento y
por el tiempo invertido en la recuperación de los animales, con la consecuente
pérdida económica. Se presenta en todos los tipos de producción, tanto en rodeos
de cría a campo, como engorde a corral o tambo. En el presente trabajo se evaluó
la importancia de la vacunación en la prevención de la QIB en un establecimiento
endémico del partido de General Alvear, provincia de Buenos Aires durante el
periodo 1998-2000. La vacunación estratégica contribuyó a reducir la incidencia de
la enfermedad de un 35% a un 3% en el periodo indicado.
Palabras clave: Moraxella bovis, bovinos, prevención, vacunación
Índice
Introducción……………………………………………………………………1
Objetivo…………………………………………………………………...........2
Epidemiologia…………………………………………………………………2
Etiología………………………………………………………………………..3
Patogenia……………………………………………………………………...3
Signos clínicos y lesiones…………………………………………………....5
Diagnostico……………………………………………………………………7
Diagnóstico diferencial……………………………………………………….9
Prevención…………………………………………………………………….9
Vacunación……………………………………………………………………10
Manejo y tratamiento………………………………………………………….11
Materiales y métodos…………………………………………………………12
Resultados…………………………………………………………………….14
Discusión………………………………………………………………………15
Bibliografía…………………….……………………………………………….17
1
Introducción
La queratoconjuntivitis bovina es una enfermedad infecciosa multifactorial, que se
presenta con mayor frecuencia en animales jóvenes aunque puede afectar todas
las categorías de bovinos (Odeón, 2006). La gravedad de la enfermedad depende
de los agentes etiológicos involucrados, observándose los cuadros más severos
cuando actúa Moraxella bovis (M. bovis) en forma combinada con Herpes Virus
Bovino 1(HVB-1), Branhamella ovis, y/o chlamidias (Merlassino, 2011).
La QIB se caracteriza por la aparición de conjuntivitis con lagrimeo intenso,
seguida de opacidad corneal (queratitis), la cual comienza con una “nube” de
pocos milímetros hasta llegar a ocupar todo el centro del ojo. Posteriormente,
puede aparecer queratocono y eventualmente ulceración de la córnea con dolor
intenso manifestándose con blefarospasmo, ceguera uní o bilateral lo cual
conlleva a una disminución en el consumo de alimentos con las consiguientes
pérdidas productivas (Turquieto et al, 2008).
El agente etiológico principal es M. bovis. La bacteria tiene la capacidad de
permanecer en tejidos subyacentes a la córnea por largos periodos de tiempo en
forma latente. Para que la infección se instaure necesita inevitablemente factores
predisponentes tales como: estrés, condiciones ambientales (viento, polvo,
aumento de intensidad de rayos solares), físicos (pastos encañados, rollos,
alimentos en batea con polvillo y la mosca de la cara, principal vector del agente)
(Gutiérrez Chávez, 2007). Dichos factores favorecen la entrada y la multiplicación
del agente infeccioso lo cual provoca lesiones en la córnea.
En nuestro país la QIB se presenta en rodeos de cría, invernada, tambos y feedlot.
La frecuencia en la aparición y la gravedad de la enfermedad varía con los años y
con las características de cada rodeo. La raza más susceptible a la enfermedad es
la Hereford y sus cruzas, siguiendo en orden decreciente Aberdeen Angus y
Charolais. La falta de pigmentación de los párpados (Turquieto et al, 2008) y el
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estado inmunitario tanto de las madres como de los terneros determinan la
susceptibilidad e influyen en la aparición de la enfermedad. (INTA Balcarce, 2008).
La QIB ocasiona serias pérdidas económicas asociadas a la merma en la
producción, costos por tratamientos veterinarios, disminución del valor de venta de
los animales con lesiones oculares evidentes y mayor demanda de mano de obra
(Gutiérrez Chávez, 2007).
Objetivo
Establecer la importancia de la vacunación para el control de la QIB en un rodeo
bovino con alta incidencia de la enfermedad.
Epidemiologia
La QIB es una enfermedad de distribución mundial que se presenta durante todo
el año, sin embargo, en verano y otoño es cuando tiene la mayor tasa de
morbilidad (Blood y Henderson, 1976).
M.bovis persiste de un año a otro en conjuntiva, ollares y vagina de los bovinos
gracias a la intervención de animales infectados que probablemente actúan como
portadores durante periodos de más de 12 meses de duración (Blood y
Henderson, 1976). Los factores que favorecen la presencia y la gravedad de los
brotes son el incremento del fotoperiodo, resecamiento de la superficie corneal,
irritación causada por el polvo, pastos altos, factores estresantes (concentración
de animales, destetes, transporte), vectores que favorecen la trasmisión mecánica
del agente etiológico como la Musca autumnalis mosca de la cara (Santa Elena,
1998), factores raciales (párpados despigmentados) y la deficiencia de vitamina A,
3
la cual causa lesiones en los epitelios y es tal vez una de las mayores causas
predisponentes.
Etiología
M. bovis es un bacilo corto de 0,5 x 1 µm de longitud (Jacobo, 2007), Gram
negativo pero que suele ser resistente a la decoloración. Son inmóviles, no
esporulados, pueden poseer fimbrias y/o cápsula. En general son
microorganismos de respiración aeróbica, aunque en algunos casos se desarrolla
en condiciones anaeróbicas. La temperatura óptima de crecimiento oscila entre los
33 ºC y 35 ºC en una atmósfera húmeda. Las colonias no forman pigmentos. Son
bacterias oxidasa-positiva y catalasa positiva (Machota et al, 2002).
Patogenia
El principal factor de virulencia de M. bovis son los pilis o fimbrias presentes en la
superficie bacteriana, compuestos por una unidad con una secuencia amino-
terminal. Se han descripto dos tipos distintos de pili denominados I y Q con
pequeñas diferencias de peso molecular y que son productos de genes distintos.
El tipo de pili Q favorecería más la adhesión del agente al tejido corneal bovino
que el tipo I. La capacidad de M. bovis para producir más de un tipo de pili podría
incrementar su habilidad para evadir las defensas del huésped, el cambio de un
tipo a otro le permitiría mostrar una heterogeneidad antigénica al sistema inmune
que favorecería la evasión del microorganismo. Es posible que el pili I sea el
responsable de mantener la infección una vez establecida, o quizás la infección
persistente con organismos piliados I esté asociada con signos clínicos leves o
con el desarrollo de una infección subclínica crónica. Las cepas que no tienen pili
son apatógenas (Zielinski, 2005).
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Por otro lado, la patogenicidad de las cepas de M. bovis está relacionada con la
producción de enzimas hidroliticas, hemolisinas y otras enzimas capaces de
degradar lípidos, mucopolisacáridos y proteínas de la matriz, aunque no produce
enzimas capaces de degradar el colágeno. En estudios histológicos se han
observado numerosos neutrófilos rodeando las lesiones cornéales. Esto podría
indicar que la quimiotaxis de neutrófilos y la liberación de colagenasas serían los
responsables de la licuefacción del estroma corneal. La acción citotóxica de M.
bovis sobre los neutrófilos, determinaría que estas células liberen las enzimas
proteolíticas y mediadores inflamatorios lo cual aumentaría la severidad y
prolongaría el tiempo de cicatrización de las lesiones cornéales. Los neutrófilos
dañados serían incapaces de eliminar el agente lo cual favorecería el aumento de
bacterias viables en la córnea y prolongaría el curso de la enfermedad (Turquieto
et al, 2008).
Una córnea normal expuesta a la luz ultravioleta o al HVB-1 y a M. bovis, sufre la
pérdida y separación de las células del epitelio corneal. M. bovis coloniza sobre la
superficie de las células separadas y discontinuas del epitelio, penetra a través del
epitelio corneal y los neutrófilos son atraídos hacia el área de infección. Los
neutrófilos liberan la colagenasa que aumenta y profundiza el cráter de la úlcera,
luego ésta es perforada, y se produce un prolapso del iris (Figura 1) (Pfizer,
1990).
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Figura 1. Desarrollo serial de una úlcera corneal. Extraído de Queratoconjuntivitis
bovina infecciosa (Pfizer 1990)
Signos clínicos y lesiones
Los primeros signos clínicos aparecen luego de 4 a 5 días de incubación
presentándose blefarospasmo, fotofobia y lagrimeo. El curso de la enfermedad en
casos individuales es de 2 a 4 semanas, y es de esperar la recuperación completa
o una turbidez corneal ligera como secuela. Los animales recuperados tienen
inmunidad temporal y lábil (Jubb, Kennedy ,1980). Si las lesiones son más
severas, el lagrimeo se hace intenso (epífora), la conjuntiva se torna hiperémica y
edematosa (Figura 2) y se produce una conjuntivitis con descarga ocular serosa
que puede transformarse en purulenta. Inicialmente la córnea está clara alrededor
de la lesión, aparece un enturbiamiento leve que luego se hace denso (Figura 3).
Dos días después se forman una o más úlceras cornéales superficiales de entre 1
y 4 mm de diámetro, siendo estos pequeños focos de necrosis epitelial que
pueden aparecer como erosión, vesícula o pérdida del epitelio en todo su espesor.
Entre los 5 y 7 días post-infección, las úlceras cornéales aumentan y llegan a
medir entre 5 y 20 mm de diámetro.
A medida que la enfermedad progresa, aparece un edema corneal severo, puede
presentarse con hipopión, iridociclitis y queratocono (Turquieto et al, 2008), hay
miosis a causa del dolor, exudado ocular mucopurulento, área extensa de necrosis
(con o sin estafiloma), áreas de neovascularización, tejido de granulación denso y
fibrosis corneal. También se aprecia una coloración de la córnea que va desde un
tono blanco hasta el amarillo intenso (Figuras 4 y 5) (Gutiérrez Chávez, 2007).
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Figuras 2 y 3. Lesiones en animales con QIB. Lagrimeo intenso (epífora). Lesión corneal. Extraído http://www.veterinarianahuen.com/buscador.aspx?texto=queratoconjuntivitis http://www.veterinaria.org/revistas/vetenfinf/bovino/qib2007/qib.pdf
La magnitud de las úlceras puede variar entre brotes a tal grado que los globos
oculares pueden estallar y resultar en ceguera completa. Aproximadamente un 2%
del ganado afectado queda con una opacidad residual muy leve (Jubb et al, 1980).
Figuras 4 y 5: Lesiones de QIB. Edema corneal severo, hipopión, queratocono, área extensa de necrosis, áreas de neovascularización, tejido de granulación denso y fibrosis corneal. Extraído http://www.veterinarianahuen.com/buscador.aspx?texto=queratoconjuntivitis ,http://www.bedatouyasociados.com.ar/profesionales/patologias-y-casos/queratoconjuntivitis-infecciosa-bovina_a106
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Probablemente el factor externo que actúa como causa predisponente más
importante es la acción de los rayos ultravioletas provenientes del sol. Se
comprobó una buena correlación entre la cantidad e intensidad de las radiaciones
como estimulante de la pérdida y la separación de las células del epitelio corneal.
Otro factor predisponente es la susceptibilidad de la raza Hereford por la falta de
pigmentación de los párpados, siguiendo en orden decreciente las razas Aberdeen
Angus y Charolais. Las causas mecánicas como el viento, polvo, cenizas, polen y
pastos altos y duros producen inflamaciones y lesiones de diversa intensidad que
favorecen la infección. El estrés tanto del destete como del transporte son también
factores predisponentes. La participación de otros agentes infecciosos como,
HVB-1, micoplasmas y Branhamella ovis predisponen al desarrollo de la
enfermedad o colaboran en la gravedad de los procesos (Jacobo, 2007).
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante la anamnesis, los signos clínicos y la
confirmación en el laboratorio. Se debe considerar que los brotes se dan con
mayor frecuencia en ciertas épocas del año y que existe alta incidencia en
animales jóvenes. Si bien el diagnóstico clínico es certero, la remisión del
hisopado conjuntival al laboratorio es importante desde el punto de vista
epidemiológico para conocer el tipo de cepa actuante, el espectro antigénico y la
sensibilidad a los antibióticos.
Una buena obtención y acondicionamiento de la muestra facilitan los estudios del
laboratorio. La toma de muestra se realiza de los animales en los cuales la
enfermedad se encuentra en su fase de lagrimeo o edema corneal (Santa Elena,
1998). Se debe exponer el tercer párpado, realizar los hisopados sobre la cara
interna de los mismos, la cara anterior del globo ocular y la mucosa conjuntival,
tratando de mantener la asepsia en la zona de muestreo (Laboratorio Azul, 2010).
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Se eligen 5 animales enfermos y 5 animales sin síntomas (Odeón, 2005). Dado
que M.bovis no sobrevive adecuadamente durante el envío, se recomienda
colocar inmediatamente el hisopo en un medio de transporte adecuado, uno para
cada tipo de microorganismo (virus, bacterias, clamidias). Este muestreo se debe
realizar en los rodeos donde las patologías oculares son evidentes.
El aislamiento de M. bovis a partir de secreciones conjuntivales permite realizar
estudios de sensibilidad antimicrobiana, para poder elegir un antibiótico especifico
contra la cepa aislada y que tenga la capacidad de llegar a los tejidos oculares, ya
que algunos tienen poco o ningún acceso a ellos. (Turquieto et al, 2008).
Por lo tanto, para el diagnóstico de la QIB es necesario:
♦ Determinar la causa.
♦ Realizar antibiogramas y en base a los resultados indicar tratamientos.
♦ Evaluar la eficacia de la vacunación.
♦ Plantear estrategias preventivas futuras (vacunaciones, detección de cepas
variantes).
Registros de información
Registrar
- prevalencia de animales enfermos y tener en cuenta los que enferman por
semanas.
- presencia de reactores positivos a enfermedades virales (IBR, DVB).
- factores climáticos antes y durante el brote.
- pasturas y suplementos antes y durante el brote.
- potreros en los que se observaron animales enfermos.
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- presencia de moscas de la cara en el establecimiento (Odeón, 2006).
Remitir al laboratorio adjuntando la planilla con el registro de los datos (Odeón,
2006).
Diagnóstico diferencial
Se debe realizar principalmente con HVB-1. El cual se presenta con una gran
descarga ocular, pero ésta va acompañado de abundante descarga nasal y
congestión en el morro, con lesiones erosivas en la mucosa nasal y vucal. Hay
signos sistémicos que jamás aparecen en la QIB como ser: diarrea,
hiperexitabilidad y lesiones necróticas y hemorrágicas en el epitelio respiratorio.
No hay ulceración de cornea. (Pfizer, 1990)
También en casos benignos de Diarrea Viral Bovina. En este caso, generalmente,
la opacidad corneal es unilateral, transitoria y está asociada a un cuadro diarreico
típico.
Fiebre Catarral Maligna: enfermedad infecciosa aguda, generalizada, propia de los
bovinos africanos, producida por un herpesvirus, que se presenta con fiebre
elevada, descarga nasal abundante, opacidad de cornea, necrosis difusa de las
mucosas nasal y bucal y linfadenitis. (Pfizer, 1990)
Prevención
La queratoconjuntivitis es una enfermedad multifactorial, debido a esto, son varias
las medidas que se deben tomar para controlarla: reducir el grado de exposición
de las categorías susceptibles a los factores predisponentes, evitar el pastoreo de
potreros con pastos encañados o rastrojos, destinar potreros que no se
encuentren linderos a calles de tierra para evitar el polvo, realizar tratamientos
cuando se observe una alta carga de moscas de la cara y vacunar el rodeo de
manera estratégica (Odeón, 2006).
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Vacunación
La eficacia de la vacuna contra QIB depende de su composición antigénica. La
misma debe presentar los serotipos piliados de las cepas de M. bovis prevalentes
en la región. Los antígenos del pili son los determinantes de la inmunidad por lo
que la optimización de los procesos de producción y conservación de los mismos
aumentan la potencia antigénica de la vacuna. Asimismo, M. bovis elabora toxinas
que se inactivan rápidamente, por lo que resulta difícil que las vacunas contengan
altos títulos de esos antígenos.
Estas características y el agregado de un adyuvante, en general de tipo oleoso,
junto a un óptimo esquema de vacunación, han permitido tener éxito en el control
de esta enfermedad (Santa Elena, 1998).
En base a los antecedentes se recomienda inmunizar con dos dosis de vacuna
contra QIB a los terneros dependiendo del tipo de establecimiento donde se
realice la vacunación:
- Si se inmuniza en un establecimiento de cría, se deberían administrar 2
dosis con un intervalo de 20-25 días, entre 45 y 15 días previos al destete.
Si en el campo de cría ya existen antecedentes de QIB en los terneros al
pie de la madre, se deberá anticipar la vacunación administrando 2 dosis
con un intervalo de 20-25 días, entre los 45 y 15 días previos a la época de
presentación habitual de la enfermedad (Odeón, 2006).
- Si se inmuniza en un establecimiento de invernada/feedlot, la primera dosis
de vacuna se administra a los 2-3 días de arribados los animales y la
segunda dosis de esa vacuna 20-25 días después, debiendo incorporar los
animales al lote unos 15 días después de la segunda dosis.
En ambos casos se recomienda administrar una dosis de refuerzo a los 6 meses
después de la segunda dosis (Turquieto et al, 2008).
Hay vacunas combinadas diseñadas para prevenir QIB que están elaboradas con
el virus de IBR (HVB-1) y cepas de M. bovis con distintos atributos de virulencia y
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antigenicidad (Biogénesis Bago, 2008). Otras vacunas combinadas se emplean
para prevenir problemas respiratorios y oculares causados por virus y bacterias
del complejo respiratorio bovino (HVB-1, virus de DVB, virus de Parainfluenza tipo
3, Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica y Histophilus somni)
(www.productosganaderos.com, 2010).
La respuesta inmunitaria estimulada por el empleo de diferentes vacunas
administradas por la vía parenteral inducen principalmente IgG, la cual está
presente en baja proporción en las secreciones lacrimales, por tanto, los
anticuerpos generados por las vacunas no ejercerían la protección necesaria.
(Zielinski ,2005).
Manejo y tratamiento
M. bovis es una especie relativamente sensible a la mayoría de los
antimicrobianos de uso corriente. Para que el tratamiento tenga éxito se
recomienda el uso del antibiograma, que permite determinar qué antimicrobiano
resulta más efectivo contra esta bacteria. El tratamiento antimicrobiano más
ampliamente difundido contra la QIB, es la administración de dos dosis de
oxitetraciclina por vía intramuscular, con un intervalo de 72 horas.
Otro antibiótico que ha demostrado efectividad contra cepas de M. bovis es el
cloranfenicol. La tilmicosina es un macrólido de reconocida eficacia debido a la
concentración selectiva que alcanza en los tejidos, aún en lesiones consolidadas,
donde el pH es inferior al del plasma (Biogénesis Bago, 2008).
Históricamente la vía local tópica fue la más utilizada para el tratamiento de
animales afectados debido a la practicidad en la aplicación de los productos
terapéuticos. Sin embargo, la principal limitante que posee es que la permanencia
de los compuestos medicamentosos activos depende del excipiente en que se
encuentren diluidos. Así, los antimicrobianos suspendidos en solución acuosa
tienen una vida útil muy breve a nivel de las lágrimas y son fácilmente barridos por
las mismas, y aunque alcancen momentáneamente en esta secreción una
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concentración que supere la Concentración Inhibitoria Mínima (CIM), no serán
efectivos para el control de las lesiones de la QIB (Zielinski ,2005).
Materiales y métodos
Establecimiento
Este trabajo fue realizado en un establecimiento del partido de General Alvear,
provincia de Buenos Aires durante el periodo 1998-2000.
Se trata de una explotación agrícola- ganadera con una superficie de 3.642
hectáreas. La explotación agrícola abarca una superficie del 12%, en tanto que la
ganadera es de 88 %.
El establecimiento al momento del estudio contaba con:
Cabaña con venta de toros Aberdeen Angus, registrados y controlados por
la Asociación Argentina de Aberdeen Angus.
Cría y recría de hembras para propia reposición y venta.
Engorde de novillos y vaquillonas en sistemas pastoriles con
suplementación estratégica invernal y con maíz en verano.
El stock ganadero total era de 4.486 bovinos de los cuales: 1.694 son vacas, 558
vaquillonas, 482 vaquillonas de recría, 777 terneros, 815 terneras, 88 toros, y 61
toritos. La densidad es de 1,4 cabezas por hectárea.
La superficie forrajera destinada a los bovinos contaba con pasturas implantadas,
promociones de raigrás, rastrojos de cosechas y en su mayoría pasto natural.
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Registro climático
Los datos de temperatura, precipitaciones y vientos se presentan en la Tabla 1.
Año T° media
anual T° máxima
anual T° mínima
anual
Promedio precipitacio
nes Días con
lluvia Vientos
1998 18,2 22,0 15,0 885,45 112 15,5
1999 17,7 20,9 15,0 719,5 99 16,4
2000 17,6 21,8 14,0 1100,5 120 16,9
Tabla 1. Registro climático en la zona. Los datos fueron obtenidos de
www.tutiempo.net
Historia clínica del rodeo
En el inicio del trabajo, el veterinario que se incorporó al establecimiento registró
que la prevalencia de queratoconjuntivitis era de un 35% en animales jóvenes
(747/2135). Los signos y síntomas se presentan en la Tabla 2:
Signos/síntomas terneros/as vaquillonas recría vacas/toros
lagrimeo (epífora) + + + + + + + + + + + +
fotofobia + + + + + + + + + + + +
queratitis y queratocono + + + + + + + + + + +
pérdida de la visión + + + + + + +
Tabla 2.Cada signo (+) representa el 7% de animales con lesión
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Toma de muestra para cultivo bacteriológico
Se tomaron muestras representativas de 7 terneros que presentaban lagrimeo y
que no habían recibido tratamiento con antibióticos. El muestreo se realizó
mediante hisopado del saco conjuntival. Las muestras se enviaron en medio de
transporte y bajo refrigeración al Laboratorio Azul por intermedio del Laboratorio
San Jorge-Bagó.
Vacuna
En este trabajo se utilizó una vacuna combinada contra la QIB, HVB-1, M. bovis y
B. ovis. La vacuna está compuesta por cepas autóctonas de M. bovis piliadas y
toxoide bacteriano, bacterina de Branhamella ovis inactivadas con formaldehido y
virus (HVB-1) inactivado con Bromo-etilenimina, en adyuvante oleoso.
Se tomaron los recaudos correspondientes al manejo de la vacuna (refrigeración)
hasta el momento de aplicación. La inmunización la realizó el veterinario del
establecimiento aplicando 3 ml de vacuna por la vía subcutánea respetando las
especificaciones del laboratorio.
Resultados
El resultado del laboratorio confirmó la presencia de M. bovis piliada. Se aplicó el
siguiente esquema de vacunación contra QIB:
a) Vacunación de las vacas preñadas
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Enero Feb. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sept. Oct. Nov. Dic.
1°
dosis
2°
dosis
b) Vacunación de terneros/as
Enero Feb. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sept. Oct. Nov. Dic.
3°
dosis
1°
dosis
2°
dosis
En la Tabla 3. Cantidad de animales afectados.
Año Número de animales con QIB (%)
1998 747 (35)
2000 64 (3)
Discusión
La QIB es una enfermedad que afecta animales de todas las categorías y
sistemas de producción. Se presenta por lo general luego del destete y
especialmente en verano cuando se presentan condiciones predisponentes que
hacen a los animales más susceptibles a los agentes causales de origen
infeccioso, especialmente M. bovis. La alta morbilidad de QIB determina que en
pocas semanas se observe una gran cantidad de animales enfermos (Odeón,
2006).
El registro de los antecedentes del establecimiento, una adecuada anamnesis y
diagnóstico de los agentes causales involucrados, permite el diseño de programas
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de inmunización para la prevención de la enfermedad. El desarrollo de vacunas
con un alto estándar de calidad que incorporen antígenos que actúan en nuestra
región, permite controlar el problema paulatinamente. Asimismo, es necesario
recomendar el manejo de los animales evitando la exposición a algunos de los
factores predisponentes como complemento de una adecuada estrategia de
vacunación. (Odeón, 2006).
Al momento de efectuar los programas de vacunación, es necesario recordar que
para lograr una adecuada respuesta inmune es indispensable administrar dos
dosis de vacuna con un intervalo de 3 a 4 semanas entre la primera y la segunda
dosis. Este programa debe diseñarse estratégicamente, a fin de que el rodeo
reciba las dos dosis antes del periodo de riesgo, en terneros al pie de la madre
dos dosis previos al destete(verano), en vacas preñadas dos dosis preparto(otoño-
invierno),invernada/feedlot dos dosis previo a incorporarlos al lote. (Turquieto et al,
2008).
En esta tesina se propone establecer la importancia de la vacunación estratégica
como una de las claves para el control de la QIB en un rodeo endémico.
17
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