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Clase póstumaAlejandro Robino

(parodia amorosa)

No son sus acertados dichos,

sino mis acotados recuerdos.

A.R.

Espacio escénico vacío, concepto de cámara negra. Un escritorio precede la primera hilera de asientos. Juan, el maestro, escribe en un cuaderno con lapicera estilográfica. Fuma pipa. Mario, el Aprendiz, se asoma tímidamente entre bambalinas.

JUAN. (Descubriendo su presencia.) Tú dirás.APRENDIZ. Estoy muy triste, Juan, porque se ha ido.JUAN. Oye, Mario, ¿qué esperabas? Ya tenía una edad en la que era presumible que en al-gún momento esto podría suceder. Vamos, déjate de pamplinas y dime qué te pasa.APRENDIZ. Nos quedamos solos.JUAN. No entiendo nada. Sé más preciso. ¿Quiénes se quedan solos? ¿Cómo sabes que los demás se quedan solos? Puedes suponerlo, pero puede ser así o de otro modo. Habla por ti.APRENDIZ. Me quedo solo.JUAN. Bien, bien ¿y cuál es el problema?APRENDIZ. Que pierdo referencia, que ahora debo navegar a mar abierto. Ya no podré rondar por sus clases a cosechar actores y actrices que ha terminado de hornear. Acercarleuna obra en pos de obtener una certera observación y…JUAN. (Interrumpe, intentando, en un halago de cortesía, disimular la ofuscación.) Sí, sí, sí, ya entendí. No es necesario que enumeres la infinita lista de acciones que no se pueden llevar a cabo con los muertos. ¡Vamos! ¡Concéntrate! ¿A qué has venido? Puede que ahora posea todo el tiempo pero no lo voy a dilapidar en tonterías. ¿Cuál es tu acción en esta escena?APRENDIZ. No lo sé. Creo conocer la escena, pero no sé qué hago y…JUAN. Bien, ese es el problema. No sabes cual es tu acción. Concéntrate en eso. ¿Qué quie-res en esta escena? ¿Cuál es la acción dramática?APRENDIZ. No lo sé… necesito ayuda.JUAN. A ver… descríbela.APRENDIZ. Yo vengo a decirle que cuando estreno un espectáculo, la suya, es una de las tres únicas palabras que verdaderamente escucho. Porque valoro el saber y…JUAN. (Interrupción drástica.) ¿Decirle? ¿La acción es decir? Mira, vete, reflexiona sobre lo que estás afirmando. A casi todos los parlamentos de la literatura dramática también se podría aplicar esto.APRENDIZ. No. Espere, Juan, es una aproximación, pero usted sabe tan bien como yo que no es certera.JUAN. Circunscríbelo, entonces. Pero hazlo ¡ya! ¿Qué vienes a hacer?APRENDIZ. Vengo a decirle que lo quiero.JUAN. Sí, sí, sí. Eso es lo que dices… pero ¿qué haces? El drama es acción. ¿Qué haces?APRENDIZ. Supongo que intento retenerlo.JUAN. ¿Quién eres tú en la escena?APRENDIZ. El alumno.JUAN. ¿Y yo?APRENDIZ. El maestro.JUAN. Entonces la acción de retener no corresponde. Ya que el maestro, si lo es, nunca abandona al alumno.APRENDIZ. Pero… y la muerte que…

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JUAN. Suficiente. Vete y piensa la escena con la acción que sea pertinente. Tú verás. Pero esta no es.APRENDIZ. Espere, Juan, espere. Ya lo sé.JUAN. Bien, dilo. ¿Cuál es tu acción?APRENDIZ. Agradecer.(Los alumnos llegan, se acomodan en la platea. Una alumna, Rita, inicia preparativos en el esce-nario. Otra, Maia, queda junto a la puerta.)JUAN. Ya estamos en hora. Por favor, Maia, cierra la puerta.MAIA. Sí, Juan. Lo que pasa que está llegando Barbarita que…JUAN. Ya es la hora, cierra la puerta, por favor.(Barbarita queda afuera.)JUAN. (A Maia.) ¿Puedes terminar de cerrar? (A Mario.) ¿Qué tenemos hoy?APRENDIZ. Rita tiene el monólogo… Maia y Camilo, tienen una escena de Ricardo III, Vio-leta y Carlos, la escena final de Casa de muñecas, Maia y Violeta, una escena de Antígona y...JUAN. Bien, bien, bien… dame la lista. Perdí la vida, no la lectoescritura.(A Rita.) ¿Estás lista?RITA. Sí, Juan, pero…JUAN. Vamos.RITA. Lo que pasa es que…JUAN. Lo que pasa es que no comienzas. ¡Hazlo!RITA. Es que sin los elementos que…JUAN. (Ofuscado.) Bien, los que siguen entonces.RITA. Pero, Juan, estaba acomodando las…JUAN. Sí, sí, sí, muchas gracias. Los que siguen, por favor.APRENDIZ. Juan, ¿por qué no la deja?JUAN. Los que siguen. No tengo tiempo para explicaciones.APRENDIZ. Juan, ahora está en la eternidad, lo que le sobra es tiempo.JUAN. (Amable.) Discúlpame, Mario, pero comprenderás que esta situación póstuma me es novedosa y no logro acostumbrarme con facilidad.APRENDIZ. (Confidencial.) Lo escucho.JUAN. El teatro es presente absoluto para el actor, la actriz, en este caso. Por lo tanto, cual-quier preparación estratégica, perjudica la actuación.APRENDIZ. Pero es lógico que la actriz piense en qué camino va a recorrer.JUAN. Innecesario. El autor ya ha elaborado el plan. Él es el ajedrecista que decide qué pieza mover primero y cuál después. La creatividad del actor proviene de su sensibilidad despierta.APRENDIZ. ¿Y de esta manera, cerrándole la puerta del escenario en la cara, no le crea una frustración enorme al abortar así la escena?JUAN. La misma que al público le causa ver actores prejuiciosos, prevenidos, que no reac-cionan a los estímulos presentes, sino que llevan adelante un grupo de muecas preconcebi-das más propias de monos adiestrados, que de artistas.APRENDIZ. ¿Y no convendría explicárselo en vez de tener esta actitud?JUAN. (Vuelve a enojarse.) ¿Y qué crees que estoy haciendo con esta actitud, sino explicán-doselo? ¡El que no comprende la acción, no comprende el teatro! (Intentando moderarse.) ¡Vamos, comencemos de una buena vez! Que tengo todo el tiempo del mundo. Sí, pero no quiero dedicárselo a otra cosa que no sea el escenario.(En el escenario ya se hallan Maia y Camilo.)JUAN. Bien, ustedes han preparado la escena…MAIA. (Completando la frase.) …la de Ricardo y Lady Ana en que…JUAN. No me la cuentes, hazla. ¡Hazla ya!(El alumno comienza su parlamento arrastrando a la alumna hacia la escena. Actúan combati-vos y en una escalada de violencia, con crispación de novatos.)

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