Un fin de semana, pasadas las cuatro de la madrugada, cinco amigos volvían de una fiesta a bordo de un Ford K gris. El auto iba a gran velocidad y, de repente, en una intersección de calles, el conductor, de 18 años, perdió el control del vehículo, volcó y se incrustó contra una columna de alumbrado. Los jóvenes salieron despedidos del auto, y dos de las chicas, de 17 y 18 años, murieron. Nadie estaba usando el cinturón de seguridad.

México se encuentra entre los primeros 10 países donde ocurre el mayor número de muertes por accidente de tránsito.

Son alrededor de 16 mil muertes al año, siendo una tercera parte de estos decesos personas entre 15 y 29 años de edad

Las estadísticas señalan que cada año ocurren unos 470 mil accidentes en los cuales se ven involucrados diversos factores (mala señalización, obras viales, distracción, fallas en automóviles, clima, etc.) Instituciones de vialidad afirman que 90 por ciento de esos accidentes se pueden prevenir.

En Monterrey uno de los principales factores que participan en los accidentes viales es el exceso de velocidad.

A la hora en la que el congestionamiento vial disminuye, la velocidad de los automovilistas aumenta hasta el doble del límite permitido en las principales calles y avenidas. Avenidas como Eugenio Garza Sada, Constitución, Gómez Morín, Leónes y Lázaro Cárdenas son aprovechadas por los automovilistas acelerados durante el día, principalmente a medio día y por la noche provocando cerrones, derrapes, entre otros accidentes que contribuyen a que Monterrey sea el campeón nacional en choques.

Según la Secretaría de Salud, la encargada de llevar los registros, en Nuevo León ha habido 42 accidentes por cada 1000 vehículos en los últimos años, mientras que a nivel nacional la tasa ha sido de 16 accidentes por cada 1000 autos.

Nuevo León es el estado que ocupa el primer lugar en accidentes viales en cifras absolutas, con más de 58 mil 418 siniestros, que representan el 16% de los que hay en el país.

“Las velocidades legales están establecidas en base a qué tanto nuestro cuerpo puede aguantar un impacto. Es decir, si alguien es atropellado a 30 kilómetros por hora tiene más posibilidades de sobrevivir que si es atropellado a 55. Cuando cruzamos a Estados Unidos, donde la negociación de la norma vial no existe, nuestra conducta es distinta” Gerardo Cisneros, Perito en hechos de tránsito terrestre