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Fundamentos de Psicología Interconductual 25

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HISTORIA INTERCONDUCTUAL3

EVOLUCIÓN INTERCONDUCTUAL

Hemos aprendido en el Capítulo I4 que todas las interacciones psicológicas son históricas, es decir, se

originan en los contactos del individuo con las cosas. Es esta interconexión histórica con los objetos lo

que distingue los eventos psicológicos de los eventos biológicos y físicos. Asimismo, mientras

estudiamos las funciones de estímulo (véase Cap. I) aprendimos que el carácter específico de las

interacciones psicológicas está determinado por las experiencias reactivas previas del individuo. La

experiencia conductual completa de un individuo es lo que llamamos su historia interconductual. Es a

través de los detalles conductuales de esta historia interconductual, que el individuo desarrolla todas las

respuestas que ejecuta. Lo que él puede hacer, sus capacidades, conocimientos, habilidades y poderes

conductuales, se han gestado en su historia interconductual.

Considere su conducta con respecto al libro que está ahora leyendo. Los comportamientos complejos de

leer y entender han llegado a ser lo que son, a través de largos contactos con letras, palabras y frases

complejas y los innumerables objetos con los que están conectadas. Podemos retroceder en la historia

de cada persona y localizar el punto en el cual no podía distinguir una palabra de otra o aún una letra de

otra. Y así es con cada acción que ejecuta. En otras palabras, las interacciones psicológicas como

eventos específicos pueden seguirse hacia atrás hasta su inicio. Si esto es cierto, seguramente no es

demasiado decir que los hechos de la historia interconductual están entre los más importantes en toda la

esfera de lo psicológico.

LA BIOGRAFÍA REACTIVA Y LA EVOLUCIÓN DEL ESTIMULO

Puesto que los segmentos conductuales como eventos unitarios son separables en las acciones del

organismo y en las del objeto estímulo podemos, al menos para propósitos descriptivos, hacer lo mismo

para los procesos evolutivos, a través de los cuales se originan los eventos psicológicos. De acuerdo a

ello, debemos enfatizar dos aspectos de la historia interconductual. Uno es la biografía reactiva que

concierne al desarrollo de respuestas y sus funciones por la maduración del organismo y el otro es la

evolución del estímulo, esto es, el desarrollo por personas u objetos de funciones estímulo.

La historia interconductual marca los intervalos relativamente cortos durante los cuales un organismo

desarrolla sus cualidades y capacidades psicológicas y su equipo conductual, en comparación con los

3 Kantor, J.R. y Smith, N. W. (1975). The Science of Psychology: An Interbehavior Survey. Chicago: The Principia Press. Capítulo IV. pp. 59-73. 4 Véase Kantor, J. R (1988). El aislamiento e investigación de los eventos psicológicos. En J.J. Irigoyen, G. Parada, y R. Lutz (Eds.), Compendio Interconductual. Sonora, México: Ed. UNISON. pp. 40-59.


largos períodos que requieren los organismos para desarrollar sus rasgos y características biológicas. La

diferencia anterior es una consecuencia del hecho de que las cualidades psicológicas y el equipo

conductual pertenecen a individuos particulares, con espacio de vida relativamente cortos, mientras que

los rasgos y comportamientos biológicos están relacionados al género zoológico y a las especies.

Aunque los rasgos biológicos están sujetos a grandes mutaciones, requieren de grandes períodos para

quedar establecidos.

Dos tipos de origen de la conducta. Los detalles conductuales de la biografía reactiva nos muestran que

nuestras respuestas tienen dos tipos de orígenes conductuales distintivos: (1) el inmediato y (2) el

progresivo. Este último tipo es el que ejemplificamos con la ilustración de la lectura. Para ser capaces de

leer primero debemos pasar a través de largas series de contactos progresivos con materiales de lectura

y con lo que representan.

Sin embargo, esto no es verdad en el caso del origen inmediato de la conducta. En este caso no se

requiere un cierto número de contactos con los objetos. En lugar de eso, el organismo y el objeto

empiezan a interactuar adecuadamente desde su primer contacto. El niño retira inmediatamente su dedo

de la llama de una vela. Es obvio por qué sucede esto. Tales acciones se construyen directamente con

base a interacciones biológicas previas cuyo resultado es la evolución de la sensibilidad del organismo a

tal estímulo. Es innecesario decir que tales interacciones constituyen la conducta psicológica más simple

posible. En su mayor parte, tales actividades son etapas en la evolución de interacciones psicológicas

más complejas.

¿CUANDO EMPIEZA LA HISTORIA INTERCONDUCTUAL?

Puesto que los organismos psicológicos son animales, la habilidad del organismo para entrar en cierto

tipo de interacciones depende de la madurez biológica. Por ejemplo, hasta que el niño alcanza la etapa

biológica de desarrollo necesario para la coordinación de sus órganos anatómicos, es cuando puede

interactuar con las cosas que requieren caminar o gatear hacia ellos. Para interactuar verbalmente con

las personas, el organismo debe alcanzar aún una alta etapa de desarrollo biológico. Consecuentemente,

en la búsqueda del inicio de la historia interconductual debemos observar el crecimiento biológico del

organismo.

Permítasenos recordar brevemente algunas etapas de este desarrollo. El individuo biológico se engendra

por la unión de las células reproductoras del macho (espermatozoides) y la hembra (óvulo). Mediante la

favorable interacción del embrión con su medio, pasa a través de una serie de cambios progresivos hasta

que sus estructuras y funciones se asemejan a las de los viejos miembros de su especie. En el

organismo humano ese desarrollo está muy lejos de completarse cuando el individuo nace. Una gran

parte del desarrollo ocurre cuando el individuo ya ha nacido. Una gran parte del desarrollo ocurre tan

pronto como cambia el ambiente de los confines protectores del útero, a los numerosos objetos y


personas con los cuales el organismo interactúa después de nacer. Ambos tipos de desarrollo tomados

en conjunto constituyen una gran parte (aproximadamente los primeros 25 años) de la historia de vida del

organismo. El resto consiste en una gradual deteriorización y desorganización que se inicia cerca de los

30 años y culmina con la muerte del individuo5. El desarrollo embriológico del organismo consiste

principalmente en la organización y perfección de las estructuras orgánicas y en el desarrollo de sus

funciones. A menor escala, por supuesto, el crecimiento biológico del individuo marca también el inicio de

su biografía reactiva y su historia psicológica.

De acuerdo a ello, fechamos el inicio de la historia interconductual de los organismos en algún punto

durante su último desarrollo intrauterino. Naturalmente, las interacciones tempranas con objetos extraños

al organismo son bastante limitadas, pues está en contacto con muy pocos objetos hasta después de

nacer. Sin embargo, sabemos que el organismo puede responder a funciones y condiciones que ocurren

dentro de él mismo. Cada organismo reacciona a sus propios procesos digestivos, especialmente cuando

están en desorden. Puesto que bien podemos asumir que tales reacciones toman lugar antes del

nacimiento, podemos concluir que la vida psicológica del organismo empieza en ese momento.

LA BIOGRAFIA REACTIVA ES PARALELA A LA MADURACIÓN BIOLÓGICA

La conducta psicológica no ocurre entonces sino hasta que el organismo alcanza cierto grado de

madurez biológica. Esto significa, en efecto, que el organismo existe como un individuo biológico antes

de que halla cualquier tipo de interacción psicológica. Este mínimo desarrollo biológico habilita al

organismo a disfrutar sólo de contactos muy elementales con las cosas. Para interactuar a mayor escala

con los objetos circundantes o para ejecutar reacciones más complejas, debe lograrse una mayor

maduración biológica. Un niño no puede hablar sino hasta que esté bien coordinado vocalmente. En

general, el desarrollo de interacciones psicológicas complejas debe esperar el incremento en la

maduración del individuo. En consecuencia, encontramos, especialmente en los primeros años de la

biografía reactiva del organismo, que su desarrollo psicológico es paralelo a su desarrollo biológico. Así,

pararse, caminar, saltar y correr son acciones paralelas a una serie de etapas de creciente maduración

biológica6.

5 Para una descripción reciente del desarrollo biológico véase Tanner, J. M. “Physiological Growht”, in Mussen, P. H. (Ed.) Carmichael’s Manual of Child Psychology, 1970. 6 Naturalmente los períodos de desarrollo no son absolutos y distintos, sino más bien se sobreponen y combinan en varios puntos.


DIVERGENCIA DE LA HISTORIA INTERCONDUCTUAL Y LA HISTORIA DE LA VIDA BIOLÓGICA

Como ya hemos profundizado, podemos, en algún punto en la historia de vida del organismo, determinar

un período de madurez biológica prácticamente completa. Todas las estructuras y funciones están tan

desarrolladas como lo estarán después. De hecho, el siguiente paso en el curso de la historia de la vida

es una deteriorización que finaliza en la muerte. Pero aunque el individuo como organismo biológico esté

en su cima o bien vaya hacia abajo, puede estar progresando constantemente como ser psicológico.

Mucho después que el individuo ha alcanzado su completo desarrollo biológico, su desarrollo y conducta

psicológica continúan expandiéndose y evolucionando. En otras palabras, no hay un punto en el cual el

crecimiento psicológico del organismo cese necesariamente. Aún durante el período de deteriorización y

en la edad senil el individuo puede entrar en nuevos tipos de interacciones con los objetos y continuar

desarrollándose psicológicamente aún hasta el momento de su muerte.

Fig. 12. Diagrama sugiriendo el desarrollo de la biografía reactiva en relación con la historia de la vida biológica.

A esta falta de total paralelismo entre los desarrollos psicológico y biológico es a la que nos referimos

como divergencia en la historia total de la vida del individuo. La forma en la cual pueden diverger el

desarrollo biológico y el psicológico está excelentemente ilustrada en la observación de dos personas que

pueden estar en la misma edad biológica o cronológica, mientras que psicológicamente una está unos

cuantos años más avanzada que la otra7. El esquema adjunto (Figura 12) nos da una representación

7 Estamos igualmente familiarizados con el fenómeno de deterioro psicológico mientras que el organismo biológico es normal y completo.


visual del inicio, paralelismo y divergencia de la biografía reactiva y de la historia de vida biológica. Los

períodos biológicos aproximados son indicados abajo.

DOS PRINCIPIOS IMPLICADOS EN LA DIVERGENCIA DEL DESARROLLO PSICOLÓGICO Y

BIOLÓGICO

La gran divergencia del desarrollo entre la historia de vida biológica y la biografía reactiva del organismo

señala dos principios importantes distintos en el estudio de la psicología.

Las reacciones psicológicas no son sólo las funciones de las estructuras biológicas. Cada respuesta

psicológica es la actividad de un organismo biológico. Hemos visto también que el organismo no puede

tener contactos con cosas hasta que ha alcanzado una cierta etapa de desarrollo. Hasta que los diversos

órganos del individuo están desarrollados y coordinados, el organismo no puede alcanzar o caminar o

cualquier otro tipo de respuesta psicológica. El punto a ser enfatizado aquí es que a pesar de la relación

excesivamente íntima entre los desarrollos biológico y psicológico, las reacciones psicológicas no son

solamente la operación de los mecanismos biológicos. No podemos identificar más las respuestas

psicológicas con las funciones biológicas (fisiológicas), que podemos identificarlas con la operación de

factores químicos y físicos que son también fases de cada interacción psicológica.

Períodos aproximados de la historia de la vida

Concepción

0-2 semanas.....… Período germinal

2-8 “ .......... Período embrional

8-40 “ .......... Período fetal

40-42 “ .......... Período neonatal

42-56 “ .......... Infancia temprana

56-104 “ .......... Infancia tardía

2-6 años ......... Niñez temprana

6-10 “ .......... Niñez tardía

10-12 “ .......... Preadolescencia

12-20 “ .......... Adolescencia

20-25 “ .......... Juventud

25-30 “ .......... Adultez

30-60 " ……… Edad Media

60 " ……… Vejez

Tome el caso de dibujar. ¿Conocemos los hechos al respecto de pintar si lo consideramos sólo como la

operación biológica de la mano, esto es, el hacer movimientos sobre el papel? No, debemos ir más allá.

El carácter psicológico intrínseco de dibujar es un hecho de contacto íntimo específico de la persona con


las cosas a su alrededor. Debemos considerar las diferentes circunstancias humanas que tienen

influencia sobre el individuo. Primero, tiene que vivir en una sociedad donde se practique el dibujo. Hacer

imágenes de ídolos es tabú en ciertas sociedades. En segundo lugar, tendría que haber estado en

contacto con aquéllos quienes pudieran enseñarle la técnica de dibujar. En tercer lugar, tendría que

haber habido algún interés en el proceso de dibujar o al menos haber estado dispuesto a adquirir la

habilidad. Finalmente, tendría que haber circunstancias que condicionen la ejecución presente de la

actividad de dibujar del individuo. Un hecho psicológico, entonces, puede ser considerado mucho más

una cuestión antropológica que una biológica. Esta es una verdad obvia en el caso de todas las

conductas psicológicas complejas.

Los factores biológicos participan en la conducta psicológica. No sólo no debemos considerar a la

conducta psicológica como actividad biológica pura, ni debemos considerar a los concomitantes

biológicos de las respuestas psicológicas como las causas de estas últimas. ¿Cómo debemos entender

entonces la relación? Probablemente la forma más efectiva es considerar a los factores biológicos como

participantes en la respuesta psicológica –digamos, las operaciones de los mecanismos biológicos son

factores en un evento psicológico. Mientras estudiábamos el sistema reactivo observamos que cada

respuesta psicológica consiste de uno o más cambios configurativos en las posturas o movimientos del

individuo. Aún cuando hablar no es sólo la operación de labios, lengua y laringe, estas estructuras y

funciones participan inevitablemente en la forma articulada del habla.

La participación de factores biológicos del fenómeno psicológico es exactamente igual a la participación

de factores físicos en la acción psicológica. Todos sabemos que a menos que un individuo tenga una

cierta masa no puede levantar cosas que otros sí pueden, puesto que el individuo mientras desarrolla

acciones psicológicas debe supeditarse a las leyes de la física. En muchas reacciones que llamamos

ordinariamente factores biológicos son realmente factores físicos. Por ejemplo, al levantar un peso el

brazo opera como una palanca de acuerdo a las leyes mecánicas de las palancas. En la misma ejecución

podemos analizar una larga serie de operaciones mecánicas involucrando muchas otras partes del

organismo. Como un registro del hecho en casi cada situación psicológica podemos analizar del todo

definidamente no sólo los participantes biológicos sino también los físicos y los químicos.

INFLUENCIAS BIOLÓGICAS Y CULTURALES SOBRE LA HISTORIA INTERCONDUCTUAL

Puesto que las interacciones psicológicas involucran factores tanto biológicos como antropológicos

consideraremos ahora con más detalle cómo influyen tales elementos la biografía reactiva del individuo.

Influencias biológicas. Cuando nace un infante es obviamente una reproducción de los padres quienes

han alcanzado un lugar particular en la escala evolutiva. De acuerdo con esto, el infante humano posee

en su bagaje biológico la posibilidad para desarrollar ciertos tipos de conducta. Cuando nace podemos

predecir que será humano en su conducta. Tendrá posibilidades de desarrollo que no se encuentran en


los animales infrahumanos. Cualquier ventaja o desventaja que se encuentre en el tipo humano de

organismo será aplicable en el caso de este infante particular.

Tales posibilidades se acumulan a la especie del individuo a través de los procesos de evolución, los

cuales están resumidos a través de los tiempos eternos. Este infante será entonces un animal de caminar

erguido, bilateralmente simétrico e incluye en su organización clases particulares de órganos, tales como

un tipo especial de sistema nervioso, músculos, piel, receptores, etc.

Sin embargo, permítasenos advertir que el equipamiento biológico con el cual el individuo viene al mundo

no cuenta en ningún sentido mas que como una posibilidad para su conducta psicológica. A pesar del

hecho de que el organismo pertenece a una especie hablante, es decir, organismos que han desarrollado

lenguaje, no hablará a menos que pase a través de una historia psicológica. En otras palabras, debe

adquirir reacciones de habla; debe aprender a hablar. El mismo principio se aplica a toda la serie de

fenómenos psicológicos.

Por lo tanto, nacer como un animal humano significa sólo que el individuo es capaz de desarrollar una

historia interconductual. No quiere decir que inevitablemente lo hará. Esta posibilidad conductual

realmente significa muy poco en términos de ejecuciones específicas, puesto que para ser capaz de

desarrollar acciones psicológicas complejas el organismo debe pasar a través de una experiencia

interactiva complicada. Este es el único sentido legítimo en el cual podemos hablar de una base biológica

para el fenómeno psicológico.

Limitaciones biológicas. La biografía reactiva de un individuo no depende sólo de la naturaleza biológica

de la especie humana, sino también de varios acontecimientos del organismo durante su desarrollo

biológico. Así, si sucediera algún accidente al individuo durante el período de gestación, mientas nace o

en cualquier período posterior del desarrollo, las posibilidades para su desarrollo psicológico

decrementarían en esa extensión. El organismo que naciera con sus partes biológicas dañadas o

destruidas no podría desarrollar ciertas actividades psicológicas. Los organismos ciegos o sordos no

pueden desarrollar respuestas visuales o auditivas. Peor aún, podría el organismo dañarse de tal manera

que no se desarrolle normalmente, como sucede en los casos de retardo biológico donde naturalmente

no habrá desarrollo psicológico normal.

Hace algunos años uno de nosotros tuvo en clase un estudiante de medicina quien desde la infancia

sufría epilepsia Jacksoniana. La presión de alguna formación anormal del cráneo sobre su cerebro

produjeron convulsiones frecuentes e interfirieron con su desarrollo psicológico general. Después de años

de negligencia una exitosa operación hizo posible para el joven ir a la escuela. Cuando entró bajo

observación se acopló a sus compañeros de estudio.


Similarmente, enfermedades de varios tipos, mientras no destruyan o dañen las estructuras del

organismo, pueden operar como factores que disuaden al organismo para que entre en contacto con

diferentes objetos estímulo. Así, su desarrollo psicológico está limitado. En este caso, condiciones

higiénicas más que la destrucción biológica impiden al organismo desarrollarse, lo que puede ser

considerado como deficiencias tanto estructurales como funcionales, tal como puede ser causado por

malnutrición severa, la cual puede tener influencias devastadoras sobre la historia interconductual de los

individuos.

Influencias culturales sobre la historia interconductual. El estudiante de psicología se dará cuenta que no

hay cosa tal como la mera conducta. Cada hecho psicológico debe ser descrito en sus detalles exactos

como una clase particular de interacción con cosas. Nadie sólo habla. El habla es siempre una forma muy

especial de interconducta. Hablar significa hablar francés o inglés. Más aún, una cosa muy particular es

dicha. El que habla no sólo habla de ciertas cosas sino también habla de estas cosas en una forma

particular. La conversación con un niño es diferente de la conversación con un adulto. Con un amigo uno

habla de cosas diferentes que con un extraño. Lo que es cierto para el habla es también cierto para el

pensar, creer, construir, recordar, tocar un instrumento, cantar, etc. Cuando tomamos en cuenta los

detalles de las interacciones psicológicas no tenemos problema en absoluto al ver el importante lugar que

toman las condiciones antropológicas en el desarrollo de la conducta.

Las condiciones culturales no juegan sólo una gran parte en el desarrollo de las acciones, sino también

influyen su ejecución posterior. En otras palabras, para entender por qué los individuos creen, hablan,

crean y destruyen cosas uno debe conocer los tipos de condiciones antropológicas o de civilización bajo

las cuales desarrollaron sus conductas. Estas condiciones constituyen el auspicio inevitable de toda la

conducta humana.

Posibilidades y limitaciones culturales. Stefansson, el explorador ártico, escribió8 al respecto de las

mujeres esquimales lo siguiente:

Las mujeres como costureras son inapreciables...Costureras tales como estas estamos necesitando con

tal urgencia que estamos dispuestos a contratarlas junto con los relativamente inútiles maridos y familias

de varios niños....La preparación de las pieles es tediosa para cualquiera pero las mujeres esquimales

fueron educadas a la idea de que es su propio trabajo, mientras que tal habilidad como la de ellas con la

aguja es adquirida sólo por años y práctica de generaciones. Todo su trabajo con aguja es excelente y

las costuras resistentes al agua son las únicas costuras verdaderamente impermeables en el mundo.

Nuestros zapateros no conciben que una costura pueda ser en sí misma impermeable y obtienen sus

terminados frotando o trabajando algún tipo de grasa dentro del ojo de la aguja. Entre los esquimales

ninguna costura es considerada aceptable a menos que sea impermeable sin engrasar. Si una buena

8 The Friendly Artic. Macmillan, 1921.


costurera lo ve frotando aceite en las botas que ella ha hecho es probable que llegue a enojarse,

considerándolo un insulto por sospecharse de una costura que necesita grasa para cubrir deficiencias de

manufactura.

De igual modo, todos sabemos que hombres criados en una cultura de máquinas pueden inventar y usar

maquinaria imposible para la gente de grupos de no máquinas. De nuevo, podemos observar las

características de civilización de un grupo por el gran arte, como los italianos en el período renacentista, y

a otros por la capacidad en la administración legal y política, como los romanos en el imperio. Tan

fundamentales son estas influencias culturales que han conducido a la noción errónea de que los

hombres son cualitativamente diferentes en la naturaleza animal.

Pero las posibilidades y limitaciones culturales no están confinadas a destrezas y capacidades. Donde

quiera que prevalezcan ciertas ideas y creencias podemos esperar que afecten la historia interconductual

de las personas que adquieran y ejecuten tales conductas. Así, los miembros de comunidades cristianas

piensan y creen diferente de aquellos de culturas mahometanas o hindúes. Esto significa en detalle que

las condiciones antropológicas determinan qué funciones estimulativas específicas de los objetos serán

atribuidas bajo diferentes auspicios humanos. Es difícilmente necesario multiplicar los ejemplos. Es

suficiente mencionar las diferentes virtudes, manerismos, actitudes filosóficas, supersticiones y

misticismos de los hombres de diferentes culturas.

Las posibilidades psicológicas aportadas por las condiciones culturales son provistas principalmente por

las oportunidades de contactos con el estímulo. Las condiciones culturales proveen los objetos, las

técnicas, los pensamientos, los mitos, las creencias, el lenguaje y otros avíos de la civilización con los

cuales interactúa la persona y a través del contacto con ellas construye todo tipo de equipamiento

conductual.

Por el contrario, la ausencia de elementos culturales en una sociedad dada significa que se pone una

limitación cultural distinta sobre el desarrollo del individuo. Cada sociedad o comunidad puede ser

considerada ya sea como poseedora de ciertos factores de civilización o como carente de ellos cuando

se le compara con algún otro conjunto de personas. Una sociedad simple no tiene necesidad de la

escritura o lectura; por lo tanto, las personas que viven en tal comunidad nunca ven material escrito y

como resultado no construyen conducta de leer o escribir. Permítasenos señalar limitaciones similares

encontradas en la ausencia de técnicas matemáticas, construcción con piedra, tipos particulares de

agricultura, religiones, organización social, etc. Sin la presencia de tales cosas antropológicas la historia

interconductual de la persona no podrá ser influida por ellas para el objetivo de que él requiera ciertas

respuestas a ellas.


Un ejemplo pertinente que muestra cómo afectan las condiciones culturales a los procesos de

comprensión es provisto por una historia que cuenta Stefansson sobre los niños esquimales9. Un profesor

de Nueva Inglaterra tuvo un grupo de muchachos y muchachas esquimales a quienes él y el explorador

consideraron tan inteligentes como niños de edades y grados similares en Nueva Inglaterra. Después de

leerles sobre las causas de la revolución en la cual, por supuesto, el “Partido del Té de Boston” jugaba

una parte sobresaliente, les aplicó un exámen en el cual aparecía la pregunta “¿por qué los colonos

americanos se pusieron en guerra con Inglaterra?” Uno de los muchachos más brillantes escribió la

siguiente respuesta: “No fue extraño que los americanos se enojaran con los ingleses, pues los ingleses

fueron muy despreciables al poner tachuelas en el té que vendieron a los americanos”. Stefansson

escribe. “El punto es obvio. De haber sido las lecturas y escrituras sobre el acta de drogas y comida pura,

todos los alumnos en la escuela Barrow habrían entendido, dado que la adulteración del alimento por los

comerciantes es algo familiar para ellos; pero la taxación impositiva, con o sin representación, era una

idea ajena y esencialmente incomprensible”. La historia es contada por el explorador con la finalidad de

ilustrar el gran abismo que debe existir entre lo que entiende el esquimal por cristiandad y lo que los

misioneros intentan enseñarles sobre el tema.

ALGUNOS ESTUDIOS IMPORTANTES DE HISTORIA INTERCONDUCTUAL

Los psicólogos generalmente están empezando a apreciar con creciente claridad que el entendimiento

del fenómeno psicológico es grandemente realzado por la investigación del origen y desarrollo de

actividades específicas del organismo. Parece natural que tales orígenes de la conducta pueden ser

mejor estudiados en el infante recién nacido. Tales estudios, de los cuales hay un número

constantemente creciente, aumentan efectivamente nuestro conocimiento de la historia interconductual.

La Figura 13 ofrece una excelente representación del desarrollo de la secuencia motora temprana

propuesta por la Dra. Mary Shirley. El profesor Gesell trabajando en la Universidad de Yale diseñó varios

métodos para observar el desarrollo de los primeros patrones de conducta, y de formulación de escalas

para medir el desarrollo de los infantes. Incluido entre los aparatos que usó está el cristal de visión de un

lado el cual permite la observación de la conducta del infante sin las distracciones de factores del

escenario como son los espectadores. En la Figura 14 se muestra una fotografía del domo de

observación el cual había diseñado para el estudio de la conducta del infante. Las fotografías

subsiguientes de los infantes (Figuras 15 y16) ilustran algunas de las respuestas típicas en los primeros

meses de la vida psicológica.

9 My life with the Eskimo. Macmillan. 1913.


Fig. 13. Secuencia motora de Shirley.


Enormes cantidades de datos han sido acumulados en varias instituciones en décadas recientes bajo el

encabezado general de desarrollo humano. En Ohio State University el profesor Weiss y sus estudiantes

realizaron estudios muy cuidadosamente controlados sobre el desarrollo de conductas muy tempranas de

infantes. Mucha información valiosa ha sido obtenida a partir de tal trabajo respecto de los inicios de la

existencia psicológica de los individuos. Tan importantes han sido tales estudios que un gran número de

institutos especiales del niño y del crecimiento psicológico general humano han sido organizados bajo

diferentes nombres en varias universidades. Una clara muestra de tales instituciones es indicada por la

siguiente lista seleccionada de muchas otras.

Fig. 14. Domo de observación fotográfica usada por Gesell en sus estudios sobre la conducta del infante. De The Foundations of Expertimental Psychology. Clark Univ. Press.

Mientras que los diferentes estudios hechos en estas instituciones no siempre fortalecen los aspectos

interconductuales del desarrollo, el trabajo ha revelado los procesos esenciales de la evolución inicial de

la conducta de coordinación, de manipulación, lingüística y social en general.

Entre los otros y más recientes investigadores de la evolución psicológica los nombres de Watson,

Piaget, Binet, Bijou, Baer y Gewirtz permanecen prominentemente.


Fig. 15. Las series de desarrollo de Gesell mostrando el desarrollo de los patrones de prensión de esferas: “20 semanas –inmediata, definida observación de la esfera, en ocasiones con actividad manual creciente; 24 semanas –se aproxima la esfera con la mano dominante; contacta la esfera con poco o ningún ajuste de los dedos; 28 semanas –se aproxima la esfera jalándola con los dedos flexionados en forma de rastrillo, sin oposición del pulgar; prensión con la palma de la mano ocasional demorada; 32 semanas –se aproxima la esfera con flexión de los dedos en forma de rastrillo pero con creciente participación del pulgar y prensión digital; 40 semanas –se aproxima la esfera con todos los dedos extendidos; contacto con el índice y después lo prensa oponiendo el índice y después lo prensa oponiendo el índice al pulgar; 52 semanas –se aproxima la esfera y la coge a manera de pinza con creciente habilidad “. Cortesía del profesor Gesell.


Fig. 16. El desarrollo de la conducta del infante. De izquierda a derecha y hacia abajo: “Una serie de fotografías del desarrollo de patrones de conducta de un bebé en 14 niveles de edad: 1 semana, rota la cabeza; 6 semanas, extiende el brazo en un reflejo tónico del cuello; 8 semanas, sostiene el anillo sin observarlo; 12 semanas, sigue una pelota pequeña; 16 semanas, ve fijamente el cubo; 20 semanas, toca la cuchara; 24 semanas, prensa un cubo; 28 semanas, golpea un cubo; 32 semanas, arrastra una esfera; 36 semanas, busca una segundo cubo; 40 semanas, inspecciona una campana; 44 semanas, coge una esfera; 48 semanas, recupera un cubo de debajo de una taza; 52 semanas, garabatea; “De Gesell, Guidance of Mental Growth in Infant and Child. Permiso de MacMillan Co., Editores.

LECTURAS COMPLEMENTARIAS

Bijou, S. W. and Baer, D. M. Child Development: A Systematic and Empirical Theory. N.Y.: Appleton-Century-Crofts, 1961. -----Child Development: Universal Stages of Infancy. N.Y.: Appleton-Century-Crofts, 1965. Eichorn, D. H. “Physiological development.” in Mussen, P. H. (Ed.). Carmichael’s Manual of Child Development. (3) Vol I. N.Y.: Wiley, 1970, 157-283. Mussen, P. H. (Ed.). Carmichael’s Manuel of Child Psychology (3), 1970.

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