gracias profesora zuray
DESCRIPTION
Un poco de mí. Palabras de la profesora Zuray Mora.TRANSCRIPT
UN POCO DE MÍ
Nací en la calurosa y colorida Nicoya de mis amores. De ese tiempo
puedo decir que fui feliz viviendo con mis padres y mis cinco hermanos,
yendo al kínder, a la escuela, al colegio y paseando por sus ríos, montes
y playas con amigos que aun son parte de mi familia.
La Universidad me trajo a San José, donde estudiar fue siempre mi
prioridad, actividad que fui alternando con la conformación de un
hogar y la llegada de mis tres queridos hijos.
Aunque empecé a trabajar bastante joven, nunca dejé de estudiar ni de
leer; esos hábitos siempre han sido parte de mí y por supuesto que
seguirán acompañándome.
Hace veinticinco años llegué al ICER, que significó para mí un lugar
con múltiples actividades y responsabilidades que desde el primer día
me encantaron.
Hacer radio para mí ha sido un juego fascinante. Una nueva manera de
comunicarme con los estudiantes de El Maestro en Casa, con quienes
yo converso y a quienes les transmito conocimientos de la mejor
manera que puedo, pero sobre todo con el esfuerzo de darles lo mejor de
mí. Llegar a la cabina y encontrarme con Eu, con Rei y con los
estudiantes fue siempre para mí una fiesta presencial y virtual.
Elaborar textos. Lo primero: investigar, leer, indagar, preguntar y
consultar diversas fuentes. Eso ha significado como estar al frente de
un montón de platillos saludables y exquisitos de donde debo escoger lo
mejor para mis estudiantes.
Imaginar a nuestros estudiantes: el que trabaja todo el día, la madre
adolescente o casada que no empezó o no terminó sus estudios, la
persona mayor que quiere aprender, personas con alguna limitación
física, muchachos y muchachas que desertaron o que el sistema formal
excluyó, en fin, seres humanos decididos a superar barreras y superarse
a sí mismos. Con ellos me comunico en mis libros de textos, con ellos
dialogo, con ellos camino paso a paso.
Correctora de estilo en diferentes momentos y textos del quehacer
iceriano: libros, la revista Tattenbachiana, documentos oficiales,
publicaciones de toda índole que se imprimen en nuestra editorial.
Aportar ideas en las reuniones de personal: acordar, discrepar,
negociar, convencer y ser convencida, en fin… aprender y crecer.
Compartir con todos mis compañeros y compañeras en distintos
momentos y de tan distintas maneras. Ese es el tesoro más grande que
me llevo, conocerles y que me conocieran, compartir con sinceridad
aunque en diferentes grados, desde las alegres risas de todos hasta los
momentos en que las lágrimas nos acompañaron.
Gracias a los estudiantes que escuchan los programas de radio y usan
nuestros textos, gracias a los facilitadores y a cada uno de mis amados
y amadas compañeros de ICER. Lo vivido se ha hecho sangre y espíritu
en mí. Estarán conmigo cada día de mi vida, gracias, gracias de verdad.
Zuray,
Ha llegado el momento d
camino que decidiste empezar ha
A lo largo del recorrido, de seguro, viviste
experiencias que poco a poco fueron esculpiendo a
una ejemplar maestra que con sus valores,
conocimientos y entrega supo transformar la
conciencia, la mente y el alma de todos aquellos
quienes tuvieron el privilegio de aprender en un aula o
con un libro.
Gracias a la vida por dejarnos compartir alegrías,
tristezas, sueños, esperanzas,
retos. Nosotros, tus compañeros y amigos, te
agradecemos todos estos
¡Te extrañaremos!
llegado el momento de visualizar otras rutas en el
camino que decidiste empezar hace muchísimos años.
A lo largo del recorrido, de seguro, viviste valiosas
experiencias que poco a poco fueron esculpiendo a
una ejemplar maestra que con sus valores, principios,
conocimientos y entrega supo transformar la
conciencia, la mente y el alma de todos aquellos
ieron el privilegio de aprender en un aula o
Gracias a la vida por dejarnos compartir alegrías,
tristezas, sueños, esperanzas, miedos, aprendizajes y
osotros, tus compañeros y amigos, te
estos momentos y ¿sabés qué?…
“Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puedepredecir dónde acabará su
“Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede predecir dónde acabará su
influencia”.
H.B Adams