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Panel de experiencias:

NUEVAS FORMULAS PARA NUEVAS REALIDADES

GESTION POLICIAL DE LA DIVERSIDAD. LA POLICIA MUNICIPAL DE MADRID, POLICIA DE PROXIMIDAD.

MEDIACIÓN COMUNITARIA POLICIAL: PROGAMA “AGENTE MEDIADOR”

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NUEVAS FORMULAS PARA NUEVAS REALIDADES (panel de experiencias)

GESTION POLICIAL DE LA DIVERSIDAD. LA POLICIA MUNICIPAL DE MADRID, POLICIA DE PROXIMIDAD.

MEDIACIÓN COMUNITARIA POLICIAL: PROGAMA “AGENTE MEDIADOR”

FCO. JAVIER GÓMEZ GALLARDO Jefe de la Sección de Convivencia y Prevención. Policía de Madrid

Licenciado en Ciencias Políticas RESUMEN La ponencia se estructura en tres bloques interrelacionados que partiendo de lo general concluyen en aspectos específicos de la gestión policial de la diversidad en la Policía Municipal de Madrid, que apoyados en modelos de gestión proactivos y preventivos de la actividad policial tienen como referente directo el modelo de policía de proximidad definido por la integración en el entorno social donde presta sus servicios. La primera parte de la ponencia se inicia con una breve referencia al concepto de gestión pública moderna y su relación con los aspectos que definen la denominada gestión pública de la interculturalidad (GPI) como generadora de espacios públicos de interacción y de dialogo entre diferentes actores de la sociedad que tiene como base una democracia de iguales, aunque diferentes (genérica y/o étnicamente. En este contexto se hace una referencia a los niveles o escalas articuladas de relaciones sociales entre los sujetos residentes en el área de competencia de la gestión municipal de la interculturalidad. Con ello se da entrada a la aproximación conceptual de la Gestión policial de la diversidad o de la sociedad diversa y lo que una gestión adecuada de la diversidad cultural y étnica exige de los cuerpos policiales. En línea con estos aspectos se establece un marco diferenciador entre gestión intercultural y gestión dela diversidad. Dentro de la gestión policial de la diversidad se abordan aspectos como: La formación para la sociedad diversa en los cuerpos policiales y las actuaciones policiales en relación con el racismo y la xenofobia. La segunda parte de la exposición pretende dar una visión de la evolución y situación actual de la aplicación del modelo de la Policía de Proximidad en el Cuerpo de Policía

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de Madrid que partiendo de un modelo de policía tradicional, de origen militarista, trata de adaptar sus estructuras para integrarse y abrirse a la comunidad como vía para lograr la reciprocidad en las relaciones sociedad civil – Policía cambiando la cultura policial existente de su forma clásica, orientada hacia el interior, a una nueva forma donde se integran factores externos como pueden ser las comunidades, los individuos y otras instituciones públicas. Se describen los cambios realizados en el plano estructural: descentralización territorial de unidades policiales (departamentos), creación de servicios específicos con vocación proactiva, próximos a los vecinos, centros escolares y los barrios que trabajan integrados en la comunidad y promueven el partenariado, asociándose con la propia comunidad, así como con instituciones públicas y organizaciones privadas. Se apunta lo realizado entorno al desarrollo de nuevas sinergias entre la policía, los servicios sociales municipales y los de salud como inicio del camino que aun queda por recorrer. El último apartado hace referencia a las acciones específicas: planes estratégicos de carácter preventivo y al Programa de mediación comunitaria policial que se desarrolla en la Policía de Madrid y denominado “Agente mediador”. Con la implantación de este programa se desea aumentar el nivel de participación pública en el mantenimiento de la seguridad de los barrios y centros educativos de nuestra ciudad, puesto que aumentando esta participación la Policía y los ciudadanos cooperamos en la creación de la seguridad pública.

1. GESTIÓN DE LA INTERCULTURALIDAD Vs GESTION POLICIAL DE LA DIVERSIDAD

1.1. GESTION PUBLICA INTERCULTURAL (G.P.I.)

La denominada “gestión pública moderna” denota procesos sociales, políticos, económicos, culturales y subjetivos en situación de cambio y transformación. Por tanto la gestión pública en un estado moderno ha de ser ágil, eficiente y descentralizado; poseer un gran ámbito de decisión y legitimidad. El Estado es una forma de organización eminentemente normativa por cuanto contempla reglas que son requisitos de calidad y que delimitan el comportamiento social: estableciendo jerarquías, creando rangos, fijando límites y compensando desigualdades. Pero, al mismo tiempo, debe valorar, respetar y promocionar el diálogo y las relaciones que se dan entre los distintos estratos sociales y culturales existentes en su seno.

Si estos aspectos generales de la gestión pública moderna los centramos en el ámbito de las relaciones sociales interculturales podemos afirmar que la gestión pública de la interculturalidad tiene como objetivo último la plena integración social de las minorías étnicas y la eliminación de toda fuente de discriminación. Trata de lograr la convivencia armónica y estable entre culturas distintas partiendo del postulado de que la auténtica comunicación intercultural solo es posible sobre la base de la igualdad.

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Así la gestión pública de la interculturalidad supone:

• Desarrollar las actitudes de tolerancia y respeto por la diversidad cultural que posibiliten la valoración positiva de la diferencia.

• Favorecer el conocimiento y la comprensión de culturas que son distintas a la propia desde una postura no etnocéntrica, considerando que todas las culturas son igualmente válidas.

• Fomentar la reflexión crítica sobre la propia cultura analizando su dinámica en interacción con otras marcas culturales.

• Pretender la igualdad de oportunidades educativas, profesionales y sociales para aquellos que poseen diferencias étnicas y culturales.

En definitiva la Gestión Pública Intercultural (GPI) tiene como base una democracia de iguales, aunque diferentes (genérica y/o étnicamente). Por ello la Gestión pública de la interculturalidad requiere crear espacios públicos de interacción, encuentro y/o diálogo entre los diversos actores. Estos espacios pueden ser socioculturales, de ocio/entretenimiento, económicos, políticos, etc. Teniendo presente que las interacciones entre los ciudadanos se establecen en entornos territoriales locales y concretamente municipales la GPI incluye tres niveles o escalas articuladas de relaciones sociales entre los sujetos residentes en el área de competencia de la gestión municipal.

• Tolerancia y respeto del “otro” y su cultura. • Diálogo horizontal entre culturas. • Relaciones de poder (agónicas). 1.2. GESTIÓN POLICIAL DE LA DIVERSIDAD.

Las diferencias interculturales existen, son reales y por tanto no debemos ser ajenos a esta realidad en la que el trabajo policial tiene que desarrollarse, hemos de estar convencidos de que es posible convivir sin tener que recurrir a la imposición ni a la violencia ya sea simbólica o real. No hay ninguna respuesta global o de conjunto que no pase necesariamente por el pacto, pues el acuerdo es la base en la que se sustenta una convivencia que reconoce las diferencias y no pretende eliminarlas. Tzvetan Todorov1 escribe: “Todo individuo es pluricultural, ya que las culturas no son islas monolíticas, sino aluviones que se entrecruzan. La identidad individual procede del encuentro de múltiples identidades colectivas en una sola persona, y cada una de nuestras numerosas pertenencias contribuye a la formación del ser único que somos” De otra José A. Pérez Tapias2 en el número 100 de la revista “Éxodo” decía:

1 Es profesor y director del Centro de Investigaciones sobre las Artes y el Lenguaje, en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), en París. En 2008 le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por representar "el espíritu de la unidad de Europa, del Este y del Oeste, y el compromiso con los ideales de libertad, igualdad, integración y justicia". 2 Es profesor de la Universidad de Granada, en la que se doctoró, tras cursar estudios de filosofía y teología, con una tesis sobre El pensamiento humanista de Erich Fromm. Crítica y utopía desde Marx y Freud. Su

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“En la sociedad actual necesitamos profundizar en el aprendizaje del respeto recíproco... Respeto significa reconocimiento del otro, ... Es la actitud moral básica que hace posible la relación entre seres humanos, dejando atrás, por una parte, la imposición mediante la fuerza, que sitúa las relaciones humanas en la órbita del dominio; y por otra parte, la indiferencia que devalúa esas relaciones, ... ... habrá que ver cómo ahondar en ese reconocimiento para poner el respeto que implica en el centro de la ética que emerge desde la interculturalidad y que a ella vuelve”. Los cuerpos policiales tienen como responsabilidad básica velar por la convivencia ciudadana y procurar el respeto mutuo entre ciudadanos toda vez que “… el respeto se convierte en la indispensable llave que hay que utilizar para que sea posible una vida en común a la altura de la dignidad humana.” Así la capacitación en interculturalidad de los profesionales de las policías se hace indispensable pues como escribe Esteban Tabares (Fundación Sevilla Acoge) en su escrito titulado “Identidad, globalización y gestión de la interculturalidad” manifiesta: “... Las evidencias equivocadas y los estereotipos se imponen en nosotros sin darnos cuenta y actúan como pantalla o barrera para una comprensión adecuada del mundo simbólico y de las necesidades de los otros con identidades culturales diferentes a la nuestra.” Una gestión adecuada de la diversidad cultural y étnica exige de la policía:

• Un trato imparcial en relación con los diversos grupos étnicos y culturales. • Nunca los miembros de los cuerpos policiales, en el ejercicio de sus funciones,

deberán actuar guiados por estereotipos y prejuicios. • Deberán utilizar todas sus capacidades para asegurar el respeto a la diversidad

étnica y cultural presentes en la sociedad, atendiendo de igual forma, por tanto, a las necesidades especiales de los grupos étnicos y culturales minoritarios.

Diversos foros han cuestionado, en los últimos años, que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad alcancen los ideales de actuación planteados. Validando este hecho la preocupación expresada por organizaciones tales como la Comisión Europea Contra el Racismo (ECRI), el Centro Europeo de Monitoreo contra el Racismo y la Xenofobia (EUCM), y la Comisión de las Naciones Unidas contra la Discriminación Racial (CERD). Ante las demandas que la sociedad requiera las Organizaciones policiales deben mantener una actitud proactiva enfrentándose al reto que la diversidad étnica y cultural exige en el ejercicio de un liderazgo activo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, intensificar esfuerzos e introducir los cambios necesarios para adaptarse a las nuevas exigencias sociales.

actividad docente e investigadora, desde la antropología filosófica y la filosofía de la cultura, Entre sus trabajos destacan obras como Claves humanistas para una educación democrática (1996), Educación democrática y ciudadanía intercultural. Cambios educativos en época de globalización (2002) y El riesgo de opinar (2006), además de Filosofía y crítica de la cultura (2000) e Internautas y náufragos. La búsqueda del sentido en la cultura digital (2003),.

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No obstante es importante marcar una diferencia clara entre lo que hemos venido mencionando como gestión de la interculturalidad y el concepto de gestión policial de la diversidad. Esta diferenciación no es una sola cuestión de matices, es algo más, pues si bien la interculturalidad hace referencia al aspecto cultural y por tanto a un entorno de origen territorial determinado, el concepto de diversidad amplía el campo de atención pues incluye la etnicidad y culturalidad territorial profundizando en el ámbito de las minorías en general, esto es de los grupos sociales y personas individuales que la sociedad considera diferentes o distintos del estándar establecido por la propia sociedad y todo ello al margen del origen étnico que pudieran poseer. Éste es el sentido de la gestión policial de la diversidad puesto que, como se ha citado anteriormente, los cuerpos policiales tienen como responsabilidad básica velar por la convivencia ciudadana y procurar el respeto mutuo entre ciudadanos. La formación para la sociedad diversa en los cuerpos policiales.3 Para conseguir una organización sensible a la multiculturalidad y a la etnicidad social es necesario que el compromiso hacia la diversidad impregne la visión, misión, valores, estructuras, proceso, políticas y servicios de los Cuerpos de Seguridad. La formación es, en este sentido, sólo un elemento más del proceso. El éxito de un programa de formación para la sensibilización que pretenda no sólo generar conocimiento, sino, también modificar actitudes debería ser apoyado de forma inequívoca por la dirección del cuerpo policial en general y la del centro de formación, en particular. El compromiso de la dirección con el programa de sensibilización debe ser evidente tanto para docentes como para alumnos de los centros de formación. El proceso formativo es un momento básico de transmisión de valores, durante el cual los agentes adquieren actitudes y aprenden lo que la sociedad y la organización espera de ellos. El papel del profesorado en estos procesos es de gran importancia. Al plantear la necesidad de sensibilizar a los miembros de la policía sobre la realidad multicultural de nuestro país, nos referimos a la necesidad de luchar contra los estereotipos étnicos y nacionales, los prejuicios y las conductas discriminatorias. La formación de los policías por tanto, debe abordar las creencias (estereotipos), los afectos (prejuicios) y las conductas (discriminación). Por tanto, la elección de las herramientas formativas utilizadas debe promover la activación de las tres dimensiones, asegurando que los programas de entrenamiento incluyan componentes afectivos y experienciales y, no sólo, cognitivos. En esencia los contenidos de la formación deberían abordar bloque temáticos como:

a. Premisas: actitudes, discriminación y sensibilización. b. Formación en diversidad. c. Actuación policial en entornos sociales diversos. d. Formación jurídica en relación con el racismo y la xenofobia.

3 Adaptado del documento: Igualdad de trato y no discriminación: Guía de recomendaciones para la formación de fuerzas y cuerpos de seguridad. Autoras de la Guía Concepción Antón (Universidad de Salamanca) y Carmen Quesada Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). © Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales

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Actuaciones policiales en relación con el racismo y la xenofobia. Como premisa básica, hemos de señalar que todas las actuaciones policiales tienen un doble componente: Componente de tipo operativo. En él se recogen la base legal de la actuación, las normas de procedimiento operativo, los resultados obtenidos, la canalización de la información, entre otros factores. La materialización de este componente vendrá dada por los conocimientos jurídicos que se posean, por las habilidades comunicativas e instrumentales adquiridas, por la previsión realizada para que la intervención sea lo más correcta respecto generar menos impacto en el entorno y a la autoprotección, para que no afecte a aspectos de la investigación, y para que se consiga un absoluto respeto a los derechos humanos. Componente de tipo ético. En él radica la legitimidad de nuestra actuación, es decir, la elegancia, el tacto con el que hemos sido capaces de realizar esa operación. De su aplicación correcta depende en buena medida la imagen de la policía y sobretodo la credibilidad y confianza que seamos capaces de trasladar a cualquier ciudadano. También depende de la propia confianza que tenga cada policía en la actuación que está realizando. Las principales actuaciones policiales en entornos multiculturales se enmarcan en alguno de los siguientes campos de actividad:

� Las actuaciones de tipo preventivo y general. � Los extranjeros y minorías como víctimas del delito. � Las actuaciones relativas a aquellos individuos en relación con el derecho de

Asilo y Refugio. Cabe una mención especial a los hechos delictivos motivados por el odio o la discriminación (delitos de odio).Estos ilícitos penales son aquellos que responden a una acción con ocasión de los siguientes motivos:

• Racistas • Motivos religiosos • Edad • Sexo de las personas4 • Orientación sexual (homofonía) • Identidad de género • Orientación política • Étnica y nacionalidad Disminuido físico/sensorial • Disminuido psíquico/mental • Enfermedad • Aporofobia (pobreza) • Cualquier otra circunstancia o condición social o personal

4 Están excluidos los delitos recogidos en la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de medidas de protección integral contra la Violencia de Genero y la ley 5/2008 de 24 de abril de Derecho de las Mujeres a erradicar la Violencia Machista

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2. LA POLICIA MUNICIPAL DE MADRID, POLICIA DE PROXIMIDAD. Evolución hacia el modelo en la Policía de Madrid. El cuerpo de la Policía de Madrid en el devenir de sus 175 años de historia ha sufrido constantes modificaciones organizativas que tenían como objetivo último adaptarse a los cambios sociales y a los requerimientos de la sociedad madrileña. Tras, criterios organizativos basados en el modelo policial tradicional, muy próximos a una organización de corte militar y supeditada a los cuerpos policiales estatales, es con la llegada de la democracia y el cambio que se produce en la sociedad española y, por tanto, en la Policía Municipal, cuando se inicia una revisión de los criterios organizativos y funcionales. Más tarde con la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (1986) y el modelo policial español que establece, las policías de los municipios españoles toman protagonismo, se emancipan y profesionalizan ocupando un lugar importante en la comunidad local donde despliegan su actividad con un objetivo definido: el permanente servicio a la comunidad y la responsabilidad en el ejercicio de sus funciones. En esta etapa se produce una gran transformación interna de la Policía de Madrid unida a un incremento del prestigio de la institución hacia los ciudadanos. Animados por la integración en los barrios de la ciudad se trató de implantar la que se denominó “Policía de Barrio” como modelo de gestión y actividad policial en la órbita de la Policía de proximidad, el intentó decayó y la Organización siguió en postulados organizativos próximos al modelo tradicional. Se han producido múltiples cambios en la estructura de la policía de Madrid unidos a cambios generalmente basados en criterios de gestión que han solido coincidir con las diversas etapas de cambio en los gobiernos municipales. Pero, tras una etapa de concentración en la gestión de la actividad policial en grandes unidades, se pasa a una descentralización de los servicios trasladando la actividad y repuesta policial más próxima a los ciudadanos pasando el distrito municipal a ser el marco territorial de referencia donde se integran las que dieron en denominarse Unidades Integrales de Distrito (U.I.D.). El siguiente paso en el avance hacia los postulados que caracterizan y definen la policía de proximidad fue la creación dentro de las Unidades Integrales de Distrito de servicios que diesen una respuesta aún mucho más próxima a las demandas de los ciudadanos y los vecinos de los barrios que conforman la ciudad; así aparecen en el año 2003 en servicio de Agentes Tutores (AA. TT.) y en año 2004 las Oficinas de atención al Ciudadano (OAC). El objetivo básico de estos dos servicios era y es atender, desde el conocimiento directo de los problemas y demandas sociales, los conflictos de convivencia con criterios proactivos donde los policías participan con la comunidad educativa y los vecinos, se implican con ellos y su entorno puesto que se involucran en la actividad de los centros escolares (AA TT.) y la actividad social del barrio (OAC), integrándose plenamente unos en el ámbito escolar y otros en el ámbito vecinal, formando parte de las redes colaborativas de las que igualmente participan las instituciones públicas del distrito y las organizaciones que vertebran el movimiento asociativo de los barrios y colegios.

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Hace escasamente dos años (año 2011) el Cuerpo de la Policía de Madrid da un nuevo salto en pos de centrar su estructura más cercana al modelo policial de proximidad, para lo cual se crea la Sección de Convivencia y Prevención (S.C.P.) como elemento que, dentro de la Jefatura del Cuerpo, sea canal de comunicación y vehículo que conecte los servicios policiales, no solo, con otros servicios municipales, sino que permita la interconexión con servicios públicos de nivel territorial superior actuando como catalizador de nuevas sinergias que permitan una apertura de la Organización hacia el exterior promoviendo procesos colaborativos y el trabajo en red. La Policía de proximidad en el ámbito de la familia y los menores. La cercanía con los vecinos ha sido tradicionalmente la seña de identidad de la Policía Municipal de Madrid. Estar en contacto con los problemas vecinales define el compromiso y la razón de ser de nuestro servicio policial. De esta forma la convivencia se convierte en eje central y principal del quehacer diario en los barrios y calles de nuestra Ciudad. Consciente de la importancia que para todos los ciudadanos tiene unas relaciones sociales armónicas, el Cuerpo de Policía Municipal de Madrid ha apostado decididamente por elevar el compromiso con la defensa y el sostenimiento de una ciudad sosegada y tranquila donde todos los vecinos puedan encontrar su sitio y donde las relaciones personales tomen carta de naturaleza ocupando el sitio que les corresponde en una Sociedad abierta e integradora como es la sociedad de Madrid. Este compromiso se materializó en la Policía de Madrid con la creación de: Servicio de Agentes Tutores: El Cuerpo de la Policía Municipal de Madrid en su condición de servicio público y con el objetivo de colaborar en el desarrollo integral de los menores de edad, se compromete de forma decidida a velar por su seguridad y bienestar, junto con sus familias y educadores, asumiéndolo como una misión prioritaria de sus obligaciones, tendente a conseguir un entorno agradable donde los menores convivan y se desarrollen. Para alcanzar esta meta, así como la cercanía en sus relaciones, la Policía Municipal apuesta en los distritos por el trabajo de los agentes tutores como policías especializados en el campo de la resolución de conflictos en los que esté implicado un menor, lo que, mediante criterios proactivos basados en la prevención, les permitirá anticipar sus acciones, evitando así que se altere la convivencia en el entorno donde los menores participan y se desarrollan. La actividad de los agentes tutores se apoya en los principios de proximidad, inclusión, apertura, flexibilidad, compromiso, servicio público, continuidad y dedicación. El agente tutor es un agente de la autoridad dedicado, especialmente, a colaborar en el mundo de los menores de edad con los profesionales del ámbito familiar, educativo y social; así como con las instituciones públicas y privadas y las diferentes instancias judiciales. Por tanto, los agentes tutores son policías cuya actividad se centra en la atención de los problemas que afectan a los menores de edad, siendo sus características principales la proximidad y la integración en el entorno escolar.

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Esta forma de trabajo que aboga por estar allí donde el problema surge, ha facilitado que los agentes tutores de la policía de Madrid sean reconocidos como un elemento clave de la convivencia en los centros escolares, del desarrollo personal de los menores en el entorno familiar y garantes de su seguridad en las zonas de ocio y recreo donde interrelacionan con sus iguales, consolidándose como modelo a seguir en el tratamiento de las problemáticas asociadas a los menores de edad en sus distintos ámbitos de actividad: entorno escolar, familiar y de ocio. En definitiva el objetivo consiste en lograr un entorno agradable que facilite la convivencia de toda la comunidad escolar En este entorno de trabajo basado en la colaboración con los diferentes actores que tienen competencias en materia de menores el Servicio de Agentes tutores se dirige hacia la promoción y participación en aquellos foros corporativos e institucionales que son cauce de participación en los distritos, apoyándose en el trabajo en red como modelo de gestión proactivo, integrador y facilitador de acciones coordinadas Desde esta premisa la colaboración directa con otros servicios municipales es fundamental para la consecución del objetivo básico y razón de ser del servicio que no es otro que la atención integral del menor velando por un desarrollo personal, familiar y social adecuado. Así trabajar conjuntamente y colaborar con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid en los distritos como atención social primaria, con los Centros de Atención a la Infancia (CAI) y los Centros de apoyo a las familias (CAF) en su faceta de centros especializados; así como con los Centros de Madrid Salud (CMS) y los Centros de Atención al Drogodependiente (CAD) o los servicios de educación de las juntas municipales se hace imprescindible y por tanto obligatorio. En esta línea de trabajo colaborativa, y partiendo del hecho de que la información ha de fluir libremente y compartirse con aquellos que pudieran estar interesados al margen de su ámbito institucional o territorial, es básico trasladar modelos de gestión y buenas practicas por ello la Policía Municipal de Madrid ha participado en foros internacionales de forma directa o en colaboración con otras instituciones. Especial mención merecen: International forum of mayor son Crime Preventión and security in urban Settings

En este foro internacional, organizado por UNICRI (Naciones unidas, la participación se centro en la mesa de trabajo denominada Reducción de la vulnerabilidad, en la que se analizaron, desde la experiencia y buenas practicas de los ciudades participantes, asuntos como: la victimización y agresiones dirigidas hacia ciudadanos perteneciente a

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grupos marginados (delitos de discriminación racial), Mediación comunitaria y policía de proximidad o la integración y colaboración para la creación de nuevas sinergias entre servicios públicos locales. Proyecto GI-FEI (Giovani immigrati, formazione e integrazione) de la Comisión Europea cuyo objetivo era trabajar con jóvenes inmigrantes, formación e integración. Intercambio de experiencias, buenas prácticas e información a nivel europeo sobre la integración de jóvenes inmigrantes como factor de crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo a las comunidades locales. En este proyecto la Policía Municipal de Madrid colaboró con la Dirección General de Inmigración de la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid.

3. PLANES ESTRATEGICOS. LA MEDIACION POLICIAL COMUNITARIA. La visión de la actividad policial de la Policía Municipal de Madrid basada en la prevención tiene su reflejo en distintas acciones que, enmarcadas en planes estratégicos de acción, tratan de dar respuesta anticipada a situaciones que nuestra experiencia ha demostrado que requieren de una actividad policial demandada por los ciudadanos. Entre estos planes y acciones cabe mencionar:

El Plan "Participa en tu seguridad" con el que se pretende informar y sensibilizar a los ciudadanos de la importancia que tiene colaborar activamente en la seguridad de nuestro entorno social.

La Policía Municipal de Madrid mediante charlas-coloquio y talleres desea concienciar a los ciudadanos madrileños de la necesidad de promover una convivencia tranquila en nuestros barrios, implicándonos en el mantenimiento de la seguridad, comenzando por la nuestra propia y para lograrlo se dirige a nuestros mayores, adultos y jóvenes.

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El Plan Participa en tu seguridad tiene como objetivos:

• Participar en el desarrollo y bienestar de nuestros mayores, familias, jóvenes y menores.

• Prevenir situaciones de riesgo y exclusión social. • Aportar información, conocimientos y herramientas sobre aspectos específicos

que faciliten una sociedad segura. • Ofrecer la oportunidad de aprender nuevas materias. • Potenciar las relaciones sociales compartiendo experiencias.

Premio Agente Tutor a la Convivencia en el Centro Escolar

Este premio se crea con el fin de apoyar y contribuir a la mejora de la convivencia en el entorno escolar y se desea reconocer la promoción de acciones diseñadas por los alumnos, Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS), así como la labor didáctica o de investigación de profesores y centros, facilitando la difusión de los trabajos, buenas prácticas o experiencias que merezcan dicho reconocimiento por su calidad y esfuerzo. La mediación policial. Al igual que los ciudadanos las Organizaciones policiales han de asumir el reto de integrarse a una sociedad diversa en constante cambio con múltiples modelos culturales. En estos entornos de diversidad religiosa y cultural el papel de la policía es crucial, pues su especial responsabilidad en el mantenimiento de las normas de convivencia hace de ella el guardián esencial de nuestro marco social. Preservar el principio de la igualdad y debe intervenir en situaciones de conflicto potencial, de forma profesional, oportuna y objetiva. La Mediación policial es un concepto nuevo que encaja en el campo de la mediación comunitaria. Es una excelente apuesta estratégica si se implanta con rigor. Centrándonos en la Policía Local la Ley nos pide nuestra intervención en la resolución de los problemas de los ciudadanos, concretamente en la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en su artículo 53, apartado i, nos exige la intervención cuando seamos requeridos para ello, Estamos hablando de conflictos privados delante de los cuales el papel del Agente de Policía Local no es el ejercicio de la Autoridad sino el de conciliador que colabora para tratar de solucionar el conflicto.

Mediación en un sentido estricto se configura como el dispositivo donde el Mediador, actúa con poder sobre el procedimiento pero no sobre las partes.

Centrándonos en la mediación social en contextos pluriétnicos o multiculturales podemos definir la mediación intercultural como una modalidad de intervención de terceras partes en, y sobre situaciones sociales de multiculturalidad significativa, orientada hacia la consecución del reconocimiento del Otro y el acercamiento de las partes, la comunicación y la comprensión mutua, el aprendizaje y el desarrollo de la

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convivencia, la regulación de los conflictos y la adecuación institucional, entre actores sociales o institucionales etnoculturalmente diferenciados

La Mediación Intercultural comparte los mismos ámbitos de la mediación en general, aunque la necesidad de recurrir a ella es más relevante en aquellos ámbitos donde, es mayor, la presencia o el contacto entre personas y grupos de culturas diferentes. A medio y largo plazo la Mediación Intercultural aporta muchos beneficios, de los cuales se pueden citar: el arraigo de una cultura de gestión positiva de los conflictos, la promoción de la comprensión y el respeto de las diferencias culturales, la reducción del peso de los estereotipos y prejuicios culturales; todo ello conlleva a una mayor cohesión social. En definitiva y centrado en el entorno escolar de los menores el marco teórico de referencia para la práctica de procedimientos de mediación se sustente en los principios de la educación para la paz, la inclusión y la convivencia escolar 5Se considera a Herman Goldstein (1979) el promotor de la idea del agente de policía como profesional capaz de resolver problemas indica que en el ámbito de la policía preocupa cómo resolver más efectivamente los problemas. Considera que la policía se dedica mucho a resolver problemas inmediatos de ciudadanos, pero dedica poco tiempo a la iniciativa de los agentes, a la prevención o a reducir los problemas de la comunidad.

Estima que la mediación y las habilidades de negociación son útiles para la policía en multitud de problemas. Se trataría de acotar muy bien en qué casos concretos se puede intervenir con cada recurso. Se trata de utilizar la tipología de conflictos como instrumento de toma de decisiones. Este modelo de intervención es el que fundamenta lo que hoy conocemos como policía comunitaria o de proximidad. Palenski, J. E. (1985) en su obra The use of mediation by Police, (pág. 33-35) afirmaba que la realidad demostraba que todo el potencial que puede aportar la mediación a la Policía no se aprovecha y que esto es por causa de varios factores:

• Obstáculos dentro la organización • Visión tradicional del papel del policía • Los policías no se ven a ellos mismos como mediadores

Para resolver esto, planteaba diversas recomendaciones interesantes:

a) La policía tiene que ser incorporada a los programas de mediación. b) La organización policial ha de alentar el uso de la mediación y de los métodos

alternativos de resolución de conflictos. c) Los ayuntamientos tienen que ser conscientes de la necesidad de introducir

conceptos innovadores como la mediación, con objeto de perfeccionar la calidad del servicio.

d) Se ha de conseguir que la policía vea la necesidad y aprecie el valor de poder intervenir en conflictos privados o de convivencia.

5 Tomado de “Aspectos críticos para implantar la mediación en contextos de policía”. Josep Redorta Lorente

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e) Los programas de mediación comunitaria tienen que reconocer el importante papel que puede desempeñar en ellos la policía. Tiene que haber una información continua de los casos tratados.

La mediación policial en el ámbito de la mediación comunitaria. La mediación policial, desde la óptica de la comunidad y el servicio público, puede ser vista como una forma específica de mediación comunitaria, sin que esto implique forzar los conceptos teóricos. La mediación policial es un concepto nuevo, aún no arraigado como tal, pero que ya empieza a teorizarse, aun cuando la principal línea de trabajo tiene que ver con el policía como solucionador de problemas. Los parámetros más clásicos de la mediación no sirven para la mediación policial, que tiene que ser entendida como una práctica y una técnica nueva por la especificidad de la función policial. Esta nueva técnica se incluiría en el campo de la mediación comunitaria. La primera afirmación que hay que hacer es que la mediación policial es una herramienta a disposición del agente, es un recurso más, útil en determinados casos, inútil o contraindicado en otros. No es extraño que el concepto (Volpe 1989)18 esté impreso en la literatura (police as mediator). Este concepto se asocia al tratamiento de molestias (disturbance calls) y tiene mucho sentido cuando se trata de situaciones no delictivas o de ligera alteración del orden público para evitar la escalada del conflicto. Es una manera eficaz de prevención. La mediación en la policía es difícil, es compleja, pero necesaria, y de hecho se está desarrollando internacionalmente, aunque de manera lenta, muchas veces bajo el paradigma de la resolución de conflictos y vinculado a la policía de proximidad. Por otro lado, parece evidente que los agentes tienen que tener criterios claros de intervención, en este sentido y desde una óptica de la prevención hay que tener en cuenta que la mediación policial será más efectiva si el conflicto se encuentra en fase latente o inicial, de otro lado habrá que excluir las conductas masivas pues fenómenos como el botellón han de abordarse desde la óptica criminológica y la mediación sólo puede ser contemplada como instrumento en una dinámica mucho más amplia. Las tipologías de conflictos que podrían abordarse por los agentes policiales se centrarían en tres básicas:

~ Vinculadas a la calidad de vida ~ Vinculadas a las relaciones interpersonales ~ Vinculadas a la diversidad cultural

Esta reducción cualitativa tiene una gran importancia cuantitativa, con efectos obvios sobre el modelo de trabajo. Prácticamente toda clase de molestias y problemáticas de convivencia (con límites) o de diversidad (turismo, inmigración), con otros límites, pueden ser abordadas:

~ Ocupación del espacio público ~ Accidentes de tráfico sin heridos (negociación del comunicado amistoso) ~ Animales ~ Incidentes en escuelas y con menores ~ Comunidades ~ Pelea familiar

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~ Molestias de toda clase (ruidos, humos, música, alarmas, personas que molestan, malos olores, obras, etc.)

~ Inmigración (algunos problemas) ~ Consumo (algunos problemas) ~ Relaciones vecinales

A modo de conclusiones sobre la mediación policial comunitaria puede decirse que la mediación en contextos policiales está vinculada a diferentes aspectos:

a) Las dificultades de aplicar la mediación en el campo de la policía son reales y objetivas y derivan tanto del propio discurso de la mediación como de la propia tarea policial.

b) Mediación policial es un concepto nuevo, que encaja en el campo de la

mediación comunitaria, del cual hay poca experiencia, es muy reciente y habitual en otros contextos. Aunque hay otros nombres posibles el concepto que se acabará imponiendo es el de mediación «policial».

c) Hay hasta un tercio de intervenciones en las que el agente de policía puede

intervenir de forma directa con recursos de mediación. Es una cifra muy importante. Naturalmente, en el ámbito de la policía de proximidad esto puede aumentar. En todo caso, hay que considerar las opciones de derivación a otros servicios de medición que pueda tener el agente ante casos concretos.

d) La implantación de la mediación afecta a la cultura organizativa y a la forma de

ejercer el rol de autoridad del agente.

e) Se tienen que definir protocolos de intervención para supuestos típicos en los que la mediación sea claramente aplicable. El agente debe tener muy claro el marco de la intervención, además de las habilidades necesarias para mediar desde un rol de autoridad.

f) Si la mediación implica cambio de actitudes, los programas de formación

requerirán más tiempo y recursos adecuados, puesto que no es lo mismo transmitir información (un cambio legislativo, por ejemplo) que cambiar la forma de pensar de un colectivo.

g) Un buen diseño de la formación en habilidades mediadoras policiales implicará,

al menos, un diseño de acciones formativas de manera que puedan confluir en él un conjunto de procesos que requerirán supervisión específica, atención permanente y generalización de experiencia.

h) La capacidad de hacerse aceptar como interlocutor válido ante las partes, la

comprensión de los mecanismos de atribución de responsabilidades entre las partes, las habilidades negociadoras en general y la identificación de algunos patrones básicos de conflicto podrían constituir el esquema inicial de un curso elemental sobre el cual se tendría que trabajar, sobre todo desde la experiencia concreta del policía.

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Programa “Agente mediador”

En línea con este planteamiento se ha instaurado en el Cuerpo de la Policía Municipal de Madrid el Programa 'Agente Mediador'

El Programa de Agente Mediador de la Policía de Madrid pretende favorecer los procesos de mediación como método de resolución de conflictos frente a las acciones judiciales.

Este servicio se canaliza a través del Servicio de Agentes Tutores y las Oficinas de Atención al Ciudadano de Policía Municipal (OAC-PM) de cada distrito.

Con este servicio se desea:

• Facilitar soluciones consensuadas a los problemas. • Restablecer el ambiente y las relaciones futuras de las partes en conflicto

incrementando la comunicación entre ellas. • Mantener las relaciones personales y de convivencia. • Evitar posibles procedimientos contenciosos.

¿Quién puede hacer uso del programa de Agente Mediador?

• Cualquier persona que forme parte o se desenvuelva en el ámbito escolar: alumnos, padres y madres, profesores; lo podrán hacer a título individual o colectivo.

• Cualquier ciudadano que muestre un interés legítimo derivado de una situación de conflicto entre vecinos o integrantes de una comunidad vecinal; así como las organizaciones vecinales.

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CONCLUSIÓN. Tras estas propuestas que se han expuesto podría concluirse que los Cuerpos policiales, y en especial los de ámbito local o municipal, pueden y deben trabajar bajo criterios proactivos de gestión puesto que esta forma de trabajo esta plenamente justificada si se orienta hacia la colaboración con el resto de servicios públicos con los que necesariamente ha de participar para ofrecer una respuesta global a las demandas ciudadanas. Si mediante estos entornos de trabajo cooperativo nos enfocamos hacia las demandas de grupos minoritarios y/o riesgo de exclusión toma, aun más si cabe, carta de naturaleza el trabajo próximo al origen del problema. La cercanía, la corresponsabilidad de los servicios, la respuesta acertada y ajustada a la demanda ciudadana son la clave para facilitar una sociedad mas segura, pacífica, colaborativa e integradora; pues a pesar de las dificultades que puedan plantearse todos los ciudadanos, sin excepción, tenemos cabida y los servicios públicos tenemos la obligación de trabajar para ello. En definitiva la suma de esfuerzos de los servicios municipales es el objetivo a conseguir.