EXPLORACION DEL NUMERO, MEMORIA, PERCEPCION Y PRAXIAS

A. GILA DE TERUEL

EXPLORACIÓN DEL FACTOR NUMÉRICO.- Los factores intelectuales

son categorías descriptivas, dinámicas y cambiantes. No sólo depen­

den del potencial innato del individuo, sino también de su experiencia.

Mediante el ejercicio p uede llegar a adquirirse w1a técnica mental

eficiente para resolver un determinado tipo de problemas. Esta habi­

lidad se generaliza, en cierto modo, cuando se deben resolver nuevos

problemas. De aquí que la edad y la riqueza de las experiencias son

factores muy importantes en la determinación del rendimiento de un

individuo. La «Capacidad Aritmética» no es simple. Se necesitan un gran

número de capacidades y de procesos mentales para resolver pruebas

con números. Para A. L. BENTON son necesarias:

1) Exacta valoración del valor cuantitativo y simbólico de los

nétmeros. Saber, por ejemplo, que 26 es mayor que 18, o que

14 es mayor que 12. 2) Buena comp rensión oral del estímulo u orden recibida.

3) Capacidad de identificar los distintos símbolos gráficos : 5, 28,

etcétera. 4) Capacidad para escribir los números correctamente y al dictado.

5) Dominio de las operaciones de adición, sustracción, multipli­

cación y división a un nivel automático de conoci miento de

las respectivas tablas y a un nivel de conocimiento del proce­

dimiento ari tmético interno de las mismas (5 X 40 = 200).

6) Correcta colocación espacial y alineamiento de los números.

Saber que su valor está determinado por su posición en la

serie numérica. 7) Capacidad para pasar de un plano concreto a otro abstracto

que nos ayude a la resolución de problemas.

En fu nción de la edad del niño pueden explorarse unos u otros

aspectos de su capacidad aritmética .

A. GILA 08 TERUEL. NÚMERO, MEMORIA, PERCEPCIÓN Y PRAXlAS 95

El pensamiento cuantitativo se tnJcta rudimentariamente entre los 9-12 meses de edad cuando el niño aprende la constancia del objeto. En este momento, cualquier objeto permanece aunque sea escondido tras una pantalla, por ejemplo. El niño lo busca porgue intuitivamente comprende la constancia de un elemento material.

Alrededor de los 30 meses puede marcarse otro momento evolu­tivo importante del pensamiento cuantitativo . El niño descubre la «iden­tidad del yo». Se distingue .intuitivamente de otros objetos y personas. Progresivamente el niño de 3 años puede seleccionar 2 objetos de entre 10. El de 4 años 3. El de 5 años 4. El de 6 años puede selec­cionar 7 objetos de 10. Sabe contar hasta 15-20. Puede reconocer estos símbolos, su valor cuantitativo y relativo y leerlos. Estos cono­cimientos son básicos para que pueda adquirir, más tarde, las nociones de adición, sustracción, multiplicación y división.

Antes de los 6 años, aunque el niño puede contar verbalmente y enumerar los objetos de una fila hasta un cierto número, como hemos dicho anteriormente, no quiere esto decir que esté en posesión del concepto de número. Un niño de 5 2ños puede contar un conjunto de 4 objetos, pero si esto se divide en dos subconjuntos de 2 y 2 puede pensar que estos no son equivalen tes al conjunto inicial.

Los estudios de PIAGET y colaboradores sobre la conservación de las cantidades continuas (líquidos) y discontinuas (cuentas, bolas, etc.), señalan justamente este estadio de los 6 años como intermedio entre las nociones de no conservación de los conjuntos iniciales si se subdi­viden, y la de conservación de los mismos entendida ésta, como una necesidad física de pervivencia.

Los conceptos numéricos básicos de los niños en edad preescolar y primeros cursos de la escuela (5-7 años) pueden explorarse con el test P.M.A. (Aptitudes Mentales Primarias) de T. G. THURSTONE. Es una prueba que puede aplicarse colectivamente y que exige, en primer lugar, una buena comprensión verbal de lo que se pregunta. Valoración del valor cuantitativo y simbólico de los números, de su posición espa­cial, de las operaciones de adición y SL1Stracción, y resolución de pro­blemas cuantitacivos elementales.

En estas edades, también, se puede utilizar el subtest de Aritmé­tica del WISC. Nuestra experiencia apunta a que los niños con difi­cultades de orientación espacial que se traducen en una discalculia, sue­len resolver esta prueba a un mejor nivel del que pueden copiar can­tidades al dictado, leerlas de un escrito, o realizar sencillos cálculos gráficamente. Sin embargo, en los niños retrasados suele suceder a la inversa, no sólo porque su capacidad de razonamiento es limitada, sino también porque suele es tar especialmente limitada la memoria y capacidad de concentración en un tiempo fijo.

96 ANNALS DE MEDICINA

A partir de los 10 años puede utilizarse el P.M.A. en su corres­

pondiente nivel, para medir la rapidez de cálculo, y el test de razo­

namiento numérico de Meili. Reproducimos por su interés la batería utilizada por A. L. BENTON

para la exploración del cálculo: 1) Valoración cuantitativa de números presentados oralmente.

Decir, por ejemplo, cual es mayor 85 ó 74. 2) Valoración cuantitativa de números presentados visualmente.

3 ) Leer números en voz alta. 4) Indicar los números escritos que son leídos por el examina-

dor. Supone conocimiento del símbolo del número.

5 ) Escribir números al dictado. 6) Escribir números copiándolos. 7) Se invita al niño a contar del 1 al 20 y del 20 al 1, y del

1 al 20 de 2 en 2. 8) Se le pide que valore elementos contenidos en seis series

continuas y discontinuas de dibujos. 9 ) Cálculo aritmético oral.

1 O) Cálculo aritmético escrito. 11) El subtest de WISC para medir el razonamiento aritmético.

12) Se mide la memoria inmediata haciéndole repetir un proble­

ma que acaba de resolver.

Hasta el subtest 6 inclusive es fundamental la capacidad de com­

prensión oral del nu1o así como su habilidad para los componentes

simbólicos de los cálculos numéricos. Un fallo en los subtests 7 y 8

indicaría o una alteración de la memoria, de la atención o dificultades

visopercep ti vas.

ExPLORACIÓN DE LA MEMORIA. - El concepto de memoria, en sen­

tido amplio, engloba todo un grupo de fenómenos psicológicos que

van desde las simples huellas del reflejo condicionado, pasando por los

hábicos más elaborados, a los fenómenos de retención de tipo asociativo

más complejos. Sin embargo, para algunos autores, se tienden a considerar única­

mente como fenómenos de memoria aquellos en los que el hecho no

sólo es reproducido sino también reconocido y situado en ei tiempo

y en el espacio. Los recuerdos que están en la base de los hábitos son

inconscientes; los actos se realizan de manera automática: Ejemplo

escribir a máquina. Sólo serían fenómenos de memoria las experiencias

que se pueden relatar como anteriormente vivídas, que en cierta medida

han modificado el comportamiento posterior y que pueden situarse fue­

ra del momento actual. Si la puerta de entrada de los estímulos son los sentidos habrá

tantos tipos de memoria como sentidos internos y externos.

A. GlLA DE TERUEL. NÚMERO, MEMORIA, PERCEPCIÓN Y PRAXIAS 97

En la práctica psicológica se tienden a explorar aquellos aspectos más fácilmente aislables: O por la naturaleza del sentido o puerta de entrada de los estímulos, o por el mayor número de pruebas de que se disponen, o por los datos que aportan al diagnóstico del enfermo. Por estas razones únicamente se expondrán algunas pruebas útiles para explorar la memoria visual y auditiva.

Los fenómenos mnésicos se pueden clasificar en función de la du-ración de los mismos:

La memoria inmediata supone la duración del aprendizaje de estímulos presentados en una sola tentativa, durante breves segundos (hasta 20" para BENTON). Se situaría en la primera fase de los fenómenos de memoria: La de fijación de los re­cuerdos .

Se explora mediante el número de cifras o silabas que pueden retenerse después de una sola estimulación.

La memoria a corto plazo supone recordar o reconocer un suceso durante un breve período de tiempo, quizá de hasta una hora. Se mide mediante pruebas en las que se debe exponer el recuer­do tras varios minutos de la presentación del estímulo.

- La memoria a largo plazo coincidiría con la segunda fase de los fenómenos de memoria : El almacenamiento de los recuerdos sirve para constituir el bagaje de conocimientos de un indivi­duo y supone un esfuerzo intelectual de organización y fijación de los estímulos. Puede explorarse mediante pruebas de cono­cimientos o información. Ejemplo: Los subtests de información de las escalas de Weschsler. Su exploración nos llevaría a la tercera fase de los fenómenos de memoria: La de evocación de los recuerdos o rememorización.

Esta clasificación, aunque es un tanto arbitraria en cuanto a la fijación del tiempo de retención, es útil para comprender a determinado tipo de enfermos orgánicos en los que puede estar alterado uno u otro tipo de memoria.

Memoria auditiva: La memoria inmediata auditíva se explora me­diante la repetición de cifras, palabras, frases u oraciones, presentadas en un solo intento y que deben ser inmediatamente reproducidas

a) Los tests de memoria de cifras, para explorar la memoria inme­diata, mecánica, se vienen utilizando desde BINET-SIMON. Han resistido diversas revisiones hasta nuestros días. La naturaleza de esta prueba es verbal.

Es muy sensible a las lesiones cerebrales al tiempo que en condi­ciones normales la cantidad de cifras a retener es bastante fija y sigue un ritmo determinado con la edad.

98 ANNALS DE MEDICINA

Según las revlSlones de los tests de BINET-SIMON llevadas a cabo por TERMAN-MERRILL y las investigaciones de WECHSLER en sus diver­sas escalas :

Un niño de 2 1/f. años puede retener en orden directo 2 cifxas. » » 3 » » » }) » 3 » » » 4 1/2 » » }) » }) 4 » » » 7 }> » » » » 5 })

}) » 10 }) » » » » 6 })

» » 13 » » » }) » 6-7 })

Pidiendo la reproducción del material en orden inverso:

Un niño a los 7 años puede retener 3 cifras. }) » }) 9 » » }) 4 >>

» » » 12 }) » » 5 » » » » 13 >> }) » 5 »

Para GurLFORD y MERRIFIELD ( 1960) la retención de cifras en orden directo mide un fac tor de Amplitud de la Memoria. Las cifras en orden inverso miden «la memoria de patrones simbólicos» .

En las escalas de WECHSLER se presentan dos grupos de cifras que van desde 3 a 9 a repetir en orden directo, y desde 2 a 8 a repetir en orden inverso. El niño debe retener, al menos, un grupo de los dos que tienen h1 misma cantidad de cifras. En caso contrario la prueba se da por terminada.

A pesar de lo dicho sobre esta prueba, parece ser que en líneas generales, los resultados no son muy constantes en esta forma de utilización. A. L. BENTON tratando de mejorar su fiabilidad para la clí­nica en la investigación de lesiones cerebrales, propone hacer repetir al paciente las dos series de números de la misma longitud, aunque haya rememorado bien la primera, y no interrumpir la prueba hasta después de tres fallos consecutivos. En las revisiones de BrnET-SIMON, también, se suspende la prueba después de tres fallos consecutivos.

La capacidad de retención de cifras es muy sensible a los déficits para atender y concentrarse, en la base de los cuales no sólo puede haber una lesión cerebral, sino también un estado emocional depre­sivo que bloquee el impulso necesario para responder a un estado de ansiedad elevado.

Obtienen buenos rendimientos los niños con gran agilidad mental que pueden concentrarse. Los que tienen buen equilibrio emocional o porque no están perturbados por sus sentinúentos o porque los man­tienen reprimidos.

A. GILA DE TERUEL. NÚMERO, MEMORIA, PERCEPCIÓN Y PRAXLAS 99

CL1ando existe una diferencia de más de dos cifras entre la repe­tición de n{uneros en orden directo e inverso (Ej. 5-2) puede indicar una pobreza de inteligencia general, o un pensamiento concreto y per­severante incapaz de cambiar de sistema de reproducción .

E n los niños que alcanzan mejor puntuación en orden inverso que en directo puede deberse: a) A una súbita comprensión de la tarea. b) A una buena agilidad de pensamiento. e) A tendencias negativistas que le hacen rechazar las tareas fáciles. d) A buena capacidad de aten­ción. e) A un buen control emocional.

A pesar de todo lo dicho, un elevado nivel intelectual no presupone un alto nivel de retención de cifras, aunque lógicamente debe favore­cerlo. La memoria mecánica se ve poco influida por la inteligencia gene­ral, y a su vez, a partir de un mínimo suficiente, influye poco en los rendimientos globales de una persona. Sin embargo, es muy sensible tanto a las lesiones cerebrales como a los trastornos emocionales (de­presión y ansiedad).

b ) Test de memoria inmediata de frases: Estas pruebas, al igual que las de memoria de cifras, han persistido hasta el momento en todas las revisiones de los tests de BrNET-SIMON.

TERMAN considera que

- A los 3 años un niño puede repetir frases de 6-7 sílabas. » 4 » » » >> » » 12-13 » » 5 » » » » » » 15-16 » » 6 » » » » » » 16-18 » » 8 » » » » » » 20-21 » » 10 » » » » » » 21-22 » » 11 >> » >> » » » 23-24 »

Los adultos pueden repetir frases de 26-28 sílabas.

Se le advierte al niño que se le va a decir una frase que debe repetir exactamente, sin cambiar ni omitir nada. Se le conceden dos oporttmi­dades o dos frases diferentes, quedando la prueba resuelta si repite una <.:orrectamente.

Para resolver estas pruebas es evidente que el niño, sobre todo en las primeras edades, debe haber adquirido un nivel de lenguaje que le perm ita expresar su capacidad de retención.

Los niños poco inteligentes pueden retener frases de este tipo, ahora bien, un buen nivel intelectual y sobre todo una buena capa­cidad de comprensión verbal faci li tan la prueba. Sin embargo, a veces, los niños más inteligentes retienen únicamente el sentido y no literal­mente las palabras .

Igual que en la memol'ia de cifras la atención, concentración, depre­sión y ansiedad, juegan un importante papel.

100 ANNALS DE MEDICINA

e) Test de memoria a corto plazo: Para explorar la memoria a

corto plazo pueden utilizarse series de palabras asociadas. Estas prue­

bas pueden emplearse tanto de forma individual como colectiva. En la

forma de utilización colectiva requieren un conocimiento de los meca­

nismos de la lecto-escritura. Por tanto, no pueden usarse antes de Jos

6-7 años . Una prueba de este tipo útil para ser utilizada desde los 6-7 años

hasta los 10, es la de RAuSHBURG-ZIEHEN. A partir de los 10 años la

mayoría de los niños normales la resuelven totalmente de forma satis­

factoria. Consta de 10 pares de palabras que se leen al niño con un inter­

valo de 3-5 segundos. Después se lee la prin1era palabra del par y

éste debe repetir o escribir la segunda.

El resultado puede expresarse dividiendo el número de aciertos por

el número de palabras leídas y multiplicándolo por cien. Ej.: Un niño

resuelve 6 pares de palabras de 10 leídos. Habrá resuelto el 60 o/:

- Jardín - grande. - Arbol -pequeño, etc .

Una prueba de memoria auditiva a corto plazo, útil para nmos

mayores de 10 años es la de Ayuda. Consta de 15 series de palabras

independientes entre sí, pero en ]a que van asociadas las tres palabras

de cada serie. Ejemplo:

- Jardín, árbol, rama. - Cama, colchón, almohada, etc.

Se leen dos veces seguidas, pausadamente, las 15 series. La tercera

vez sólo se lee la primera palabra del grupo y el niño debe escribir la

segunda y la tercera en el orden exacto en que las oyó. La tercera

vez se cambia el orden de las series, tanto para vet si la memoria es

asociativa o mecánica, como para evitar la copia si la prueba se aplica

colee ti va m en te. Se conceden dos puntos por serie resuelta. Un punto si sólo acertó

la primera palabra de la serie. Cero puntos en cualquier otro caso.

Los niños de 10-11-12 años deben resolver un mín imo de 12 series

(24 puntos). Los de 13-14-15 años deben retener de 13-14 series.

Memoria visttal: Los tests de memoria visual son utilizados en ex­

ploraciones neuropsicológicas con el fin de colaborar al diagnóstico de

trastorno orgánico. Parece ser que son más útiles que los de memoria

auditiva para detectar lesiones cerebrales. Esto puede deberse a que

el material es más abstracto, a que son menos usuales o a que la reten­

ción visual, en sí, es más sensible a este tipo de trastornos.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que una ejecución defectuosa

de estas pruebas puede deberse no sólo a una lesión cerebral sino tam­

bién: A una falta de colaboración por una actitud negativista. A un

A. GILA DE TERUEL. NÚMERO, MEMORIA, PERCEPCIÓN Y PRAXlAS 101

estado depresivo o de hipoactividad por una enfermedad somática grave. Al pensamiento autista del esquizofrénico. En los niños el intento de simular una enfermedad cerebral no suele darse, pero es un factor a considerar cuando se exploran adultos.

a) Tests de memoria visual inmediata: El test de retención visual de A. L. BENTON es representativo de este tipo de pmebas. Consta de tres formas equivalentes (C, D y E) cada una con 10 láminas, en las cuales hay dibujadas una o varias figuras y que deben reproducirse de memoria tras una exposición de 10". Otras dos formas equivalentes (F y G) de 15 láminas, están destinadas a enfermos motóricos. Se le presenta cada lámina, e inmediatamente debe reconocer el dibujo apren­dido en otra lámina en la cual hay cuatro dibujos diferentes. Cada lámi­na bien resuelta equivale a un punto.

El test de retención visual está en estrecha correlación con el nivel de inteligencia de los sujetos (0,7) y con su edad cronológica. Se aplica a partir de los 8 años y el rendimiento es máximo entre los 13-15 años. Hacia los 40 el declive es ligero y despreciable. Alrededor de los 50 el descenso es de un punto. De 55-65 años el descenso es de dos puntos.

Por tanto la interpretación de la prueba sólo puede hacerse referida a la edad y nivel intelectual premórbido del sujeto. Esta predicción, si no se poseen pruebas anteriores, se basa en el nivel de rendimiento es­colar alcanzado y en las notas obtenidas en otro tipo de pruebas.

Una nota inferior a la media en un punto plantea la posibilidad de un cierto confusionismo en esta función o un retraso intelectual. Una nota inferior en dos puntos sugiere o una deterioración adquirida o un retraso intelectual.

El análisis cualitativo de los errores cometidos indica diferencias de ejecución entre sujetos normales y los enfermos de lesión cerebraL Según las investigaciones de A. L. BENTON son errores característicos de lesión cerebral:

a) Omisión completa de la pequeña figura periférica. b) Duplicación. e) Fragmentación. J) Perseveración. e) Deformación de las relaciones espaciales entre las figuras. f) Deformación relativa de las figuras en sus dimensiones. Como enores susceptibles de encontrarse tanto en sujetos norma-

les como en los afectados de lesión cerebral se encuentran: a) Omisión de una figura principal. b) Sustitución de cierta figura principal por otra. e) Sustitución de una figura periférica por otra. d) Error de emplazamiento de una figura periférica en el sentido

vertical.

102 ANNALS DE li<!EDICINA

Debe tenerse en cuenta que el 50 % de un grupo de enfermos orgánicos estudiados por A. L. BENTON daban un resultado pa tológica­men te débil. Por otro lado sólo el .3 % de un grupo control daba una retención defectuosa. En síntesis podría resumirse que un déficit de esta función es muy discriminativo de lesión cerebral, pero una ejecu­ción normal no la excluye en el 50 % de los casos.

En un trabajo presentado al Congreso Nacional de Psicología cele­brado en Barcelona en el año 1972 por A. GILA, G. TERUEL y R. VI­ÑAS, sobre el test de retención visual de A. L. BENTON y su compara­ción con el E.E.G. realizado a un grupo de 20 niños de edades com­prendidas entre 8-14 años, en un intento de precisar la ayuda que el psicólogo puede aportar en la práctica clínica diaria al diagnóstico de organicidad, se obtuvieron los siguientes resultados:

- Un puntaje global igual o inferior en dos puntos al presupuesto para la edad y nivel men tal, es muy discriminativo de organi­cidad. El número de niños con puntaje global normal pero con erro­res de tipo orgánico fueron 8, de los cuales 1 tetúa un E.E.G. orgánico. En tres se planteaba la duda de organicidad y en los cuatro restantes había inmadurez, siendo uno de ellos clínica­mente orgánico. En la base de la inmadurez siempre hay sos­pecha de organicidad.

Es en este grupo en donde de manera más fina puede aportar ayuda la neuropsicología a la neurofisiología . Entre ambos podrían clasificar como orgánicos el 62,5 % de estas casos, quedando tres como dudosos.

El número de niños con un pontaje global normal y errores no específicos fueron cuatro, de los cuales dos eran focales (clínica de trastornos del lenguaje) y en los otros dos el E.E.G. era dudoso de organicidad.

- Unicamente un niño con un nivel intelectual muy superior y un E.E.G. orgánico no hizo ningún tipo de errores.

b) Test de memoria visual a corto plazo: En este grupo puede incluirse el «Test de copia de una figura compleja», de A. REY, en sus dos formas: A y B. Aplicables de 8 años en adelante la primera y de 4-7 años la segunda.

Su utilidad se deriva de que son figuras sin signi6cación evidente, de realización gráfica relativamente fácil y que requ ieren, al mismo tiem­po, una actividad perceptiva analítica y capacidad de organización .

Los últimos baremos se basan en las investigaciones de ÜSTERRIETH. Un aspecto importante que le da utilidad a la prueba, es el de

poderla utilizar no sólo como test de retención visual. sino también como test perceptivo, y a edades muy tempranas (4-7 años).

ÜSTERRJETH distingue 8 tipos de copia. Considerado como test per-

A. CILA DE TERUEL. Jl.lÚMERO, MEMORIA, PERCEPCIÓN Y PRAXlAS 103

ceptivo da un baremo del tipo de copia en función de la edad. Otro para valorar la riqueza y exactitud de la misma y otro en virtud del tiempo empleado. Pasado un tiempo que no excederá de tres minutos, se le pide al suje to que reproduzca de memoria la figura dibujada ante­riormente. Igualmente para la prueba de memoria da un baremo del tipo de copia y de la riqueza y exactitud de la figura. El tiempo no cuenta bajo este aspecto.

EXPLORACIÓN DE LOS FACTORES PERCEPTUALES. - La percepc.ton es una integración de mensajes sensoriales en esquemas de conocimiento. Se forma con los datos aportados por los órganos de los sentidos, pero el individuo los organiza y completa con sus recuerdos e imágenes.

La afectación de las áreas de asociación de la zona receptora de cada sensación da lugar a: Agnosia visual, a u di ti va o táctil.

Nos vamos a limitar a señalar los medios útiles para la exploración de la percepción visual.

De 4-6 años puede emplearse el test perceptivomotriz de SANTUCCI. A partir de los 6 años el test de L. BENDER. Ha aparecido una adapta­ción del mismo por E. M. KOPPITZ de gran utilidad. Pretende valorar la madurez perceptual, un posible deterioro neurológico y el ajuste emocional. La valoración va de 5-10 años.

Si el puntaje obtenido es bajo, hay dificultades de aprendizaje y problemas emocionales, puede considerarse que en la base hay un tras­torno perceptivo. Cuando no hay problemas de aprendizaje específicos, pero la prueba está alterada, puede deberse a con!lictos emocionales.

KOPPITZ da dos escalas de valoración Una pa ta medir el nivel de maduración perceptiva y otra para ver los signos de trastorno emocional.

El test de copia de una figura compleja de A. REY es bueno no sólo como prueba de memoria visual, sino también como test perceptivo. La experiencia enseña que, a veces, no es fácil llegar al diagnóstico de trastorno perceptivo a partir de una sola prueba. Empleando varias se adquiere no sólo mayor seguridad diagnóstica, sino también la visión parcial y d istinta que cada una aporta.

M. FROSTIG ha ideado un «Test de desarrollo de la percepción visual» para niños de 4-7 años, especialmente útil para explorar diver­sos aspectos de la percepción visual que la experiencia ha enseñado que se encuentran alterados en los niños que presentan di ficultades de rendimiento en la lectura y escritura.

Mide 5 aspectos diferentes: - Coordinación visomanual. - Discriminación figura-fondo.

Cons tancia de la forma. Posición en el espacio . Relaciones espaciales.

104 ANNALS DE MEDICINA

El tener una buena coordinación visomanual es muy importante

para conseguir un dominio de los mecanismos de la escritura. Un tras­

torno en la percepción figura-fondo o en la constancia de la forma se

encuentra a menudo en niños con dificultades para reconocer palabras

o letras escritas en distintos tamaños del que habitualmen te aprenden.

Los niños que escriben en espejo suelen tener un trastorno en la per­

cepción de la posición en el espacio de las letras. El intercambio del

orden de letras o sílabas en una palabra sugiere una dificultad para ana­

lizar las relaciones espaciales. La autora analiza estos aspectos prescin­

diendo de la etiología del trastorno: Lesiona!, madurativo, emocional,

etcétera .

Puede utilizarse en niños mayores de 7 años cuando se presuma o

un trastorno perceptivo importante o un retraso intelectual.

Hay una versión americana y otra f rancesa. En la americana se

obtiene una edad perceptiva y un cociente perceptivo. La versión fran­

cesa suprime la edad perceptiva. Da los resultados de los subtests en

notas standards y w1 cociente perceptivo global a partir de las mismas.

También permite establecer una correspondencia entre cociente percep­

tivo y centil.

EXPLORACIÓN DE LAS PRAXIAS COSTRUCTIVAS.- PIAGET define las

praxias como un sistema de movimientos coordinados en función de

un resultado o una intención.

Por otro lado KLEIST define la apraxia constructiva como: «Una

alteración de la actividad figurativa, como el componer, el construir y

el dibujar capaz de determinar una forma final errónea desde el punto

de vista espacial, aunque no baya apraxia de los simples movimientos» .

No está determinada por alteraciones perceptivovisuales sino que parece

debida a una interrupción de la conexión de los procesos visuales y

cinestésicos.

El concepto de aprax.ia constructiva o de praxia es muy amplio.

Engloba actividades diversas tanto por el grado de destreza que requie­

ren en cuanto a movimientos, como por el nivel de abstracción mental

que exigen para ejecutarlas. Va desde simples construcciones verticales

con cubos, a construcciones horizontales con palillos, o a construccio­

nes con cubos copiándolas de modelos abstractos, hasta construcción de

modelos tridimensionales. Un aspecto especial de la praxia constructiva

es el dibujo. Requiere una actividad grafomotriz que no es necesaria

en otro tipo de praxia constructiva. Por tanto, dado que la actividad

requerida es diversa es lógico pensar que en cierto tipo de enfermos

estén conservadas las más elementales y no se ponga de manifiesto el

trastorno si no se explora, por ejemplo la praxi.a abstracta o la de cons­

trucciones en tres dimensiones.

A. GILA DB TERUBL. NÚMERO, MEMORIA, PERCEPCI-ÓN Y PRAXIAS 105

Los niños de 30 meses ya pueden hacer construcciones verticales de más de 8 cubos . A los tres años pueden hacer un puente de tres cubos y otro de cinco a los 4. A los 5-6 años pueden recomponer un muñeco de brazos y piernas separadas.

Con el test de los palillos de GoLDSTEIN y ScHEERER se puede ex­plorar la praxia en el plano horizontal.

A partir de los 6 años se puede explorar la praxia constructiva abs­tracta con los cubos de KoHS siguiendo o los baremos del autor o los de WECHSLER.

La praxia en tres dimensiones puede explorarse a partir de los 8 años con el test de praxia constructiva tridimensional de A. L. BENTON. Consta de tres modelos diferentes que se presentan por orden de com­plejidad y que el sujeto debe reproducir a partir de unas piezas de madera que tiene dispues tas delante y hacia el lado de la mano domi­nante. Se concede un punto por cada bloque correctamente colocado .

Se encuentran 4 tipos de enores: Omisiones, adiciones, sus ti tucio­nes y desplazamientos. Como errores más típicos de enfermos cerebra­les se encuentran: Las omisiones, los desplazamientos y las sustitu­ciones.

La praxia grafomotriz se puede explorar : El niño de 30 meses dis­tingue una línea vertical de la horizontal. A los tres años puede dibujar un círculo. A los 4 años un cuadrado . A los 5 años un triángulo y a los 7 un rombo. El test percetivomotriz de SANTUCCI puede emplearse desde los 4-6 años. El test gestáltico visomotor de L. BENDER puede utilizarse a partir de los 6 años. El dibujo de una figura humana, un cubo y una casa, son empleados por la escuela de AJURIAGUERRA para explorar este tipo de praxias.

Servicio de Psicología. Cátedra de Pediatría. Hospital Clínico J' Provincial de Ba~·celo1ta.