Experimento 17

A da de hoy se conoce de sobra la obsesin de algunos sectores del Tercer Reich por todo lo relacionado con el mundo paranormal. Cualquiera que se interese en los delirios ocultistas de los nazis sabr de la existencia de la Sociedad Thule, el famoso grupo de investigacin fundado con el fin de buscar los orgenes divinos de la raza aria.Entre los muchos objetos esotricos que anhelaban poseer los nazis destacaba el libro de los muertos: el Necronomicn.

Ao 1943; la guerra empezaba a serle adversa a Alemania. Los nazis buscaban desesperadamente una nueva fuerza que les ayudara a revertir la suerte del conflicto. Y esto inclua llevar a cabo investigaciones paranormales. Muchos saben que el libro de los muertos contiene frmulas mgicas que permitiran invocar a los Antiguos: seres extremadamente poderosos, quienes fueron los primeros habitantes de la Tierra. En sus mentes enfermas, los seguidores de Hitler creyeron que podran liberar estas entidades monstruosas, y que les ayudaran a ganar la guerra y conquistar el mundo.

Miles de kilmetros recorrieron los nazis, desde Europa hasta Oriente Medio, hasta dar con lo que pensaban que era el Necronomicn. Pero para poder aprovechar los poderes mgicos del libro, necesitaban traducirlo correctamente. Slo respetando fielmente sus rituales esotricos sera posible abrir las puertas para las otras dimensiones, donde descansaban los Antiguos dioses primigenios. El investigador encargado de coordinar el estudio del Necronomicn era Helmut Koch, oficial del ejrcito, ocultista y miembro de la Sociedad Thule.

Anteriormente los nazis ya haban hecho varios intentos de utilizar el libro, y siempre haban fracasado. Pero en esta ocasin contaban con la ayuda de un parapsiclogo rabe. l les asesor a la hora de interpretar el texto, antes de intentar invocar a los Antiguos una vez ms. Todo estaba preparado; faltaban unos das para el experimento, cuando uno de los traductores que deban participar entr de repente en un estado de demencia. Nadie supo averiguar qu le ocurri; el caso es que el miembro del equipo perdi la razn sin un motivo aparente. El experimento fue puesto en espera. Pero Helmut Koch estaba obsesionado con que las investigaciones tenan que continuar. Logr convencer a un grupito de fanticos ocultistas, rob el Necronomicn, y llev a cabo el experimento por su cuenta. Era el 23 de octubre de 1943.

Todo lo que se sabe de este experimento lo debemos a una grabacin del mismo que ha llegado hasta nosotros. El vdeo es muy corto y no tiene sonido. En un lugar no identificado, rodeado de vegetacin, se reconoce a Helmut Koch con los ojos alucinados, dirigiendo la mirada hacia el cielo. Alguien con aspecto de persona importante (un investigador tal vez?) le da instrucciones sobre el procedimiento a seguir.Un soldado muestra un cartel ante la cmara, que enfoca un guila nazi y un ttulo tan escueto como indudable: Experimento 17. El ambiente est ofuscado por algo que parece una niebla; lo que hace difcil distinguir las imgenes. Koch se despide del presunto investigador. Unas manos abren un cofre y muestran su contenido: el Necronomicn. El libro cambia de manos entre los presentes, quienes llevan unas gafas protectoras. Helmut Koch pronuncia una frmula mgica, sin dejarse de gestos y actitudes teatrales.Ni siquiera ha terminado de declamar el hechizo, que alguna entidad invisible se desata y tira los objetos por los aires. Arremete contra la persona que tiene ms cerca. Un par de cientficos, pistola en la mano, hacen acto de defender al compaero, pero estn como paralizados por una fuerza extraa. Horrorizados, no pueden sino alejarse. La cmara se tambalea, enfocando en el suelo un brazo, una cabeza y el cuerpo de un soldado partido por la mitad, volteado igual que un guante.

Nadie sabe qu fue de Helmut Koch, ni de los dems investigadores nazis. No sabemos si lograron controlar la entidad destructora. Podemos suponer que esa criatura haya regresado a su mundo, cualquiera que fuese ese lugar. Pero lo alarmante es lo que podra pasar si a alguna panda de locos le diera por invocar seres desconocidos. El Necronomicn no es ningn juego, y los llamados Antiguos podran no ser sino maldad pura; fuerzas imposibles de dominar que fueron atrapadas en otras dimensiones hace miles de aos, justamente para alejarlas de nuestro mundo.