evaluación de miedos infantiles

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  • 5/10/2018 Evaluaci n de Miedos Infantiles

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    IN STRUMENTO S PSIC OMETR ICOS D E EVA LUAC ION D EMIEDOS INFANTILES

    Inmaculada MORENO GARCIA, Alfonso BLANCO PICABIA,Jose Manuel RODRIGUEZ GONZALEZ.Departamento de Psiquiatna, Personalidad. Evaluacion y Tratamicnto Psicologicos

    Universidad de Sevilla.

    EI presente estudio pretendc analizar los procedimientos Auto y Hetero-aplicados quese emplean en la evaluaci6n de las respucstas de miedo infantil. En este sentido se han revi-sado distintos tipos de Cuestionarios, Inventarios y Escalas de Calificaci6n que para esta fi-nalidad se han disenado, haciendo especial hincapie en los datos psicometricos, ventajas y li-mitaciones asociadas a las distintas tccnicas estudiadas.

    Palabras clave: Evaluacion; Instrumentos psicomctricos; Micdos infantiles

    Psychometrical instruments [or assessing children's fears. This paper analizes both theauto-applied and hctcro-applicd procedures used when evaluating the responses to children'sfears. In this sense different kinds of questionnaires, inventories and scales of assessment de-signed for this purpose have been reviewed. Psychometric data, advantages and limitationsassociated with the different techniques studies have been specially stressed.

    Kewy words: Assessment; Psychometrical instruments; Children's fears.

    Si el estudio de reacciones conductua-les observadas en poblaciones infantiles seha constituido en un foco de interes en losultirnos afios, no es menos cierto que partede esta atencion se ha centrado en los mie-dos y fobias que aparecen en las primerasedadcs y, en consecuencia, en la evaluacionde los mismos, como 10 demuestran las re-visiones de Johnson y Melamed (1979): Ba-rrios, Hartmann y Shigetomi (1981), Morrisy Kratchwill (1983), Pelechano (1984) yLopez, Rodriguez y Ballesteros (1988).

    Psicothema. 1992, vol. 4, nQ2, pp. 385396ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG

    En general, las tecnicas usadas paraanalizar las respuestas de miedo infantil (si-guiendo a Nietzel y Bernstein, 1981 yaOllendick y Hersen, 1984) se centran, porfrecuencia de empleo en: Entrevista, Autoinformes e Inventarios, Escalas de Observa-cion y Calificacion, Auto-observacion, Ob-servacion y Registro Directo y, finalmcnteTecnicas Psicofisiologicas,

    A nuestro juicio, estos sistemas de ana-lisis enumerados son susceptibles de subdi-vidirse a su vez (siguiendo un planteamientoya clasico en Evaluacion) en Procedimientos

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    IN M AC ULA D A M OR EN O G AR CIA , A LFO NSO B LAN CO P IC AB IA Y JO S E M AN UEL R OD RIG U EZ G O NZA LEZ

    Auto-aplicados (Autoinforrnes, Auto-obser-vaci6n) y Procedimientos Hetero-aplicados(Entrevista, Observaci6n y Registro Directoy Tecnicas Psicofisiologicas), considerandocomo criterio diferenciador las fuentes deinformaci6n consultadas,

    Resulta evidente que la sistematica deaplicaci6n e s una c ue st io n inp o rt an t c ,puesto que en el primer caso, aun cuandoes preciso con tar con la aparici6n de ses-gos, existe una mayor proximidad entre lavariable a conocer y la persona que laposee. De otro lado, en la segunda opci6nvan a desaparecer varies de los menciona-dos sesgos, 10 que no evitara que sean sus-tituidos por otros diferentes, a la vez que laseparaci6n entre variable objeto de estudioy observador se acaba convirtiendo en unhecho destacado,

    Son por tanto, estos planteamientos losque nos inclinan a realizar nuestra revisi6nhaciendo una distinci6n generica entre Tee-nicas Hetero y Auto-Aplicadas, clasifica-ci6n que aun cuando no resulta ser nove-dosa en Evaluaci6n, nos permite hacer unanalisis desde una dimensi6n distinta a laque hasta ahora se ha venido siguiendo eneste ambito, asf como a la vez mas com-prensiva.

    As im irno , y debido a la diversidadtecnica e instrumental que caracteriza estesector de la investigaci6n, hemos optadopor centrarnos, en este primer acerca-miento, en las pruebas de caracter psicome-trico que mayor atenci6n parecen merecerpor parte de los estudiosos del tema.

    TECNICAS AUTO-APLICADASAutoinformes

    La frecuencia de su uso se ha visto enocasiones limitada por dificultades aprecia-das en los contenidos y disefio de los instru-mentos especfficos. Asf, se han planteadoproblemas de sesgo en las respuestas (Ro-

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    drfguez Tome y Zlotowicz, 1972; Martfnezy Monreal, 1982), tam bien han preocupadoaquellas otras dificultades que se relacionancon la clasificaci6n y agrupamiento de losItems que integran los cuestionarios.

    En este sent ido , durante las u lt imasdecadas han aparecido en la bi bl iograffasobre el tema, extensas listas de enunciadosde miedo que han sido agrupados y clasifi-cados en categorfas (Scherer y Nakamura,1968; Rodriguez Tome y Zlotowicz, Op.cit; Pelechano, 1981; Martinez y Monreal,Op. eft y Ollendick, 1983). EI sistema em-pleado para configurar estas ordenacionesha sido el denominado Anal isis Lo gico,consistente en la elaboraci6n de niveles demiedo a partir de 10 que el propio investi-gador considera como agrupaciones 16gicasde ftems. En otras ocasiones, dichas agru-paciones se han bas ado en las semejanzasmanifiestas que a nivel de lenguaje mantie-nen los distintos enunciados de m iedo .Estos rnetodos de clasificaci6n han deri-vado en multiples propuestas, variables deunos autores a otros, dificultando cualquierintento por comparar los estudios realiza-dos.

    EI procedimiento de "Clasific acionLogica" de los enunciados no se encuentraexento de ciertos problemas, entre los quecabe citar, por un Iado, que las categorfasde miedo establecidas aparecen integradaspor un ruimero desigual de items y, porotro, el que se refiere a la determinaci6n delos Items "mas comunes", "mas populares"y "mas intensos".

    Otro aspecto criticado ha sido que elfactor cornun de los cuestionarios de miedodisefiados inicialmente radicaba en queestos evaluaban s610 la frecuencia de apari-ci6n de las respuestas de ternor, dejando delado el estudio y la valoraci6n de la intensi-dad y duraci6n de dichas respuestas (Cro-ake y Hinkle, 1976). De esta forma, se su-ponfa que la estimaci6n de un s610 pararne-tro era indicador suficiente de los dernas.

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    Como soluci6n (a su vez, no exenta de crt-ticas). se han ido elaborando instrumentosconcebidos para evaluar tam bien la citadaintensidad, en este caso a travcs de Escalasde lntervalos. Scherer y Nakamura (1968);Croake y Hinckle (Op. eft); Miller, Barrett,Hampe y Noble (1972); Pelechano (1981) yOrton (1982), pueden ser identificadoscomo algunos de los autores que han efec-tuado aportaciones mas significativas eneste sentido.

    Una alternativa mediante la cual sehan intentado superar la mayorfa de los de-ficits antedichos, ha sido el Andlisis Facto-rial, (destacan entre los mas conocidos, losestudios realizados por Scherer y Naka-mura, 1968; Miller, Barret, Hampe y Noble( 1972; Guarnaccia y Weiss, 1974 y Ollen-dick, 1983).

    Centrandonos en la evaluaci6n de lasrespuestas de miedo en el nino, la biblio-graffa sobre el tema (Johnson y Melamed,1979; Morris y Kratochwill, 1983 y Pele-chano, 1984, entre otros) secuencia dos for-mas de abordaje: medidas del estado de an-siedad e instrumentos especfficos de eva-luaci6n del miedo infantil. Aun asi, a nues-tro juicio, la diferenciaci6n establecida de-be ria incorporar aquellos otros instrumentosdestinados a analizar las reacciones demiedo emitidas ante esnmulos y situacionesespeefficamente delimitadas.A.- Medidas del Estado de Ansiedad

    Se han utilizado a causa de la similitudde correlatos comportamentales, cognitivosy biol6gicos que definen, en principio, a lasrespuestas de miedo y ansiedad. De entre elmaterial disponible podemos resaltar:* Children' .1 ' Manifest Anxiety Scale

    (CMAS)Es una adaptaci6n de la tradicional

    Manifiest Anxiety Scale (MAS) de TaylorPsicotneme. 1992

    (1953), siendo elaborada por Castaneda,McCandless y Palermo en 1956. Se consti-tuy6 en uno de los primeros instrumentosdedicados a estudiar la ansiedad en el am-bito infantil.

    Los datos relacionados con la fiabili-dad de la prueba empleando la tecnica deTest-Retest (Castaneda, McCandless y Pa-lermo, Op.cit), en poblaciones normales,mostraban un coeficiente de estabilidad queosci laba entre. 70 y .94. Afios mas tarde,Finch, Montgomery y Deardorff (1974, a,b) replicaron el estudio pero en nifios quepresentaban problemas emocionales, consi-guiendo unos valores de covariaci6n de .77.Estos autores, sin embargo, encontraron quela validez de criterio (de tipo concurrente)pose fa unos valores mas reducidos (.38 y.47), empleando para tal fin el cuestionarioSTAIC (Spielberger, 1973).

    Son t am b ien Finch, Montgomery yDeardorff (Op. eft) quienes Ilevan a caboun anal isis de la estructura factorial de laesc ala, cuyos resultados mostraban la ex is-tencia de tres factores primarios: Inquie-tud/Preocupacion, Ansiedad Fisiol6gica yAnsiedad Concentraci6n. Previamentc,Scherer y Nakamura (1968), en un trabajocomparativo del Cuestionario FSS-FC conesta escala de ansiedad, habfan obtenidodos factores denominados Ansiedad-In-quietud, de caracteristicas simi lares al pri-mero de los factores encontrados por Finchy colaboradores y Ans ied ad-Ne ur o s is(e qu ipar ab le a l segundo y tercer factorenunciado por los autores citados). Poste-riorrnente, Reynolds y Paget (1981) facto-rializan de nuevo la prueba, confinnando ladistribuci6n factorial espccificada ya en1974.

    El uso frecuente en la practica clfnicainfantil, junto con la detecci6n de lirnita-ciones a nivel psicornetrico (puestas de rna-nifiesto ya en 1969 por Flanigan, Peters yConry), acab6 demostrando la necesidad deIlevar a cabo cam bios y modificaciones en

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    el test. Fruto de ello fue la Revised Chil-dre n Manifiest Anxiety Scale (RCMAS),deb ida a Reynolds y Richmond (197R).No ha sido hasta fechas recientescuando esta prueba se ha adapt ado a la po-blaci6n espanola, siendo conocida con elnombre de Escala Revisada de Ansie dadManifi esta para Niiios (ERAMN), debicn-dose la adaptaci6n a Sosa, Capafons yL6pez (1990). No obstante, si cabe reseiiarque en el caso espafio l los items pertene-cientes a la escala de sinceridad originalhan sido elirninados, quedando el test aunmas reducido. En cuanto a los datos relati-vos a fiabilidad (test-retest, consistencia in-terna y coeficiente alfa), los resultados na-cionales coinciden en ltneas generales conlos alcanzados en otros parses por Boehnke,Silbereisen, Richmond y Reynolds (1986) yWisniewsky, Mullich, Genshaft y Coury(1987), entre otros.* Test Anxiety Scalefor Children (TASC)

    Sarason, Davidson, Lightall, Waite yRuebush (1960) delimitaban como principalobjetivo de su prueba la evaluaci6n de unambito mas amplio que abarcase desde in-quietudes especfficas hasta preocupacionesmas generales relacionadas con ansiedad enel colegio.

    La consistencia interna oscilaba entre.88 y .90, siendo .67 el coeficiente de esta-bilidad (Sarason, Davidson, Lightall, Waitey Ruebush (Op.cit). La validez de criterio,establecida a partir de la relaci6n del TASCcon una escala de calificaci6n de profeso-res, alcanzaba un valor reducido .20.

    EI TASC es conceptualizado como unaescala multidimensional, aSI se deduce delos trabajos, entre otros, de Feld y Lewis(1967), quienes realizaron un analisis facto-rial de la misma quedando establecidos loscuatro factores siguientes: Preocupaci6n Es-colar Futura, Escasa Autoevaluaci6n, Sig-nos Sornaticos y Ansiedad.

    * Childrens School Questionnaire (CSQ)Aunque desarrollado por Phillips en1966, este cuestionario fue construido a

    partir de pruebas ya existentcs, de esta ma-nera se incluyeron Items procedentes de laTASC. Sarason, Davidson, Lightall, Waite yRuebush (1960), A voidance Anxiety Scale,(Paivio, Baldwin y Berger, 1961), Achie-venment Anxietv Scale, (Standord, Dembery Stanford, 1963), Defensiveness ScaleforChildren, (Lighthall, 1963) y el Children:sPersonality Questionnaire (Porter y Catell,1963). J unto a estos el autor integra cues-tiones destinadas a evaluar aspectos delogro, cstres social, etc. Como caracterlsticaa destacar rescriamos el hecho de que la ad-ministraci6n de los Items tiene lugar de ma-nera verbal por parte del evaluador.

    En 1978 Phillips aportaba datos acercade la consistencia interna (.75) y fiabilidadtest-retest (oscilando entre .50 y .67). Los es-tudios factoriales han evidenciado la existen-cia de cuatro factores : Miedo de Aserci6n yAutoexpresion, Ansiedad generada por eltest (en este caso debemos pensar en la situa-ci6n de evaluaci6n y las cuestiones que con-forman la prueba), Falta de Confianza paradesarrollar y cumplir las expectativas de losotros y Reactividad Fisiol6gica asociada conescasa tolerancia al estres.* State-Trait Ansietv, l nventoryfor Chil-

    dren. (STAIC)EI instrumento disefiado por Spielber-

    ger ( 1973) ha sido empleado en el contexteque nos ocupa por Finch, Kendall y Montgo-mery, en una serie de trabajos sucesivos(1975,1976). Los datos obtenidos indicanque la fiabilidad test-retest puede oscilardesde valores de .65 para el rasgo (obtenidosen el mismo dia), a valores de .63 y .44 parael estado y rasgo respectivamcnte, cuando elintervalo entre la aplicaci6n de las pruebasasciende a 3 meses. En cuanto a su consis-

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    tencia interna, esta alcanza un nivel de .X5.segun recogen Pozo y Polaino ( 19XX).

    Se trata de una prueba de adaptaci6nrelativamente reciente a nuestro pais (TEA.19XX) y en la que el estudio de la fiabi lidadmediante Test-Retest ha facilitado unos co-eficientes de estabiliclad superiorcs a los ex-puestos en lfneas anteriorcs, concretamerueentre K\ y .93.B.- l nstrumentos Espccifi cos de Evalua-

    civil del Miedo l nfantilLa revision de la bibliograffa existente

    permite considerar que las pruebas mas fre-cuentemente utilizadas son las que a conti-nuaci6n relacionamos:* Fear Surrey Schedule/iii' Children (FSS-

    FC)

    Scherer y Nakamura (196Xj, comocreadores de est a esc ala. incluyeron estf-mulos especfficos de micdo procedentesdel inventario desarrollado por Wolpe yLang ( 1964) Y de las aportaciones realiza-das por profesionales familiarizados con elestudio, evaluacion y tratamiento del rniedoinfantil.

    EI objetivo prctcndido a traves de esteinstrumento, con el que se valoraba el com-portamiento de los nifios en distintos arnbi-tos (colegio, medio familiar. social y fisico,viajes. relacion con animates, fobias clasi-cas y miscelaneas), era cl de evaluar las di-ferencias interindividuales, emplearlo comomedida pre y post-tratamiento y/o conce-birlo como un inventario optimo para valo-rar determinadas scnsibilidades de los nifiosa ciertos estfmulos avcrsivos,

    Scherer y Nakamura (Op, cft) realiza-ron un anal isis factorial que les perrnitio de-terminar la existencia de un total de ochofactores entre ellos, Miedo al fracaso y crf-tica, Miedos Principales, Secundarios y Via-.ies, Miedos Medicos, Muerte , Oscuridad,

    Psicotbeme, 1992

    Miedos vinculados al Hogar y Colegio y porultimo. Micdos Misce lancsos. As imismolos autores inforrnaban de una elevada con-sistencia interna (.94) y de unos reducidosvalores (.49) en cuanto a validez de criterio,siendo utilizada como tal la ya mcncionadaEscala de Ansiedad Manificsta (Castaneda,McCandless y Palermo 1956). Por su parte,Ryall y Dietiker (1979), l levaron a cabo unadcpuracion y reduccion de la cscala inicial,facilitando en cstc caso unos coeficicntcs, enel estudio de la fiabilidad test-retest. que os-cilaban entre .79 y .91 A pesar de todo ello,en ocasiones posteriores no ha sido extrafioque se haya cuestionado la pureza psicorne-trica de esta cedula (Johnson y Melamed,1979 y Ollendick, 19X3).

    Precisarnente este ultimo autor (Olleu-dick. Op. eft), revise la FSS-FC con el ob-jetivo de adaptarla para su ap l icac ion anifios con edades inferiores para las que in i-cialrncnte habra sido pensada, motivo por elcual efectuo un exhaustive anal isis psi co-rnctrico. Los resultados obtenidos en rela-cion a los coeficientes de consistencia in-terna fueron de .94 y .95 (para dos muestrasdi st int as ), mientras que los relativos a lafiabilidad (calculada mediante la tecnica deTest-Retest) alcanzaron unos coeficientesde .82 y .55. No obstante. el propio Ollen-dick, puntualiz6 que el instrumento crnplc-ado era moderadamente fiab le cuandotranscurrfa un intervale temporal entre apli-caciones, igual 0 superior a trcs mcscs.

    Por otro lado, la validez de critcrio, es-tudiada mediante la correlacion con las es-calas: Trait-Scale ofState-Trait Anxiety In-ventorvfor Children (Spielberger, 1973).Piers-Harris Selj-Conccpt Scale (Piers yHarris, 1969. citado por Ollendick. 1983) YNowirki-Strickland Locus or Control Scale.(Nowicki y Strickland, 1973). mostraronunos resultados mcdiocres, pucsto que loscoeficientes de covariaci6n resultantes, encl caso de nifios con fobia cscolar, eran res-pectivamcnte de .51.. 23 y .36. micntras que

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    en nifios normales los valores conseguidosfueron .46, .69 y .60.

    El analisis factorial Ilevado a cabo porel autor revelo la existencia de cinco facto-res, a saber: Miedo al Fracaso y Crftica, aSituaciones Desconocidas, Miedo al danacorporal y Enferrnedades, aSI como al Peli-gro Fisico, Muerte, y Medicos.* Louisville Fear Survey for Children

    Disefiada y perfeccionada a 10 largo delos afios (Miller, 1967 y Miller, Barrett,Hampe y Noble, 1971), esta prueba preten-dia abarcar mediante sus Items un gran nu-mero de situaciones 0 elementos que provo-caban miedo a nifios y adolescentes.

    Cabe destacar su versatilidad, puestoque se trata de un instrumento susceptiblede ser aplicado bien como autoinforme,bien como escala de calificacion tanto a lospadres, los profesores y los cornpafieros.

    Los Items que la integran se extrajeronde fuentes diversas tales como la literaturaclfnica infantil, inventarios de ansiedad paranines y otros varios, destinados a evaluar elmiedo en aduItos (Wolpe y Lang, 1964;Geer, 1965, etc).

    En 1972 Miller, Barrett, Hampe yNoble, realizaron un estudio factorial, deri-vandose del mismo una estructura caracte-rizada por tres factores: Miedo al Dafio FI-sico, Peligros Naturales y Estres Psiquico.* Inventario de Miedos

    Para su construccion Sosa (1985) sebaso en el Inventario de Miedos de Pele-chana (1981) y en el Fear Inventory deCautela, Cautela y Esonis (1983). Se tratade una prueba de la que, aunque podemosaportar escasos datos debido a su reducidadifusion, es posible secuenciar las siguien-tes escalas que la conforman: Miedo a Si-tuaciones lnhabituales y Alarrnantes, a laMuerte, Reprobacion Social, Soledad-Fan-

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    tasfa, Caricias, Enfermedad y Miedosidad,las cuales son el resultado del estudio facto-rial Ilevado a cabo por la propia autora(Sosa, A!cantud y Lopez, 1986).c.- Instrumentos de Evaluacion del Miedo

    Infantil en Situaciones EspecificasUna tercera categorfa de instrumentos

    (de la que nos ocuparemos de una manerabreve) utilizados, viene configurada poraquellos que se han creado para evaluar lasrespuestas de miedo infantil ante situacio-nes 0 eventos especfficos.

    Posiblemente uno de los contextos enlos que con mayor frecuencia suelen desen-cadenarse las respuestas que aquf nos inte-resan 10 constituyen los sectores medicos yhospitalarios. Es este hecho el causante deque los estudios se hayan orientado haciaestes arnbitos de una forma prioritaria.

    En este nuevo apartado es posible in-cluir, entre otro , al Hospital Fear RatingScale (Melamed y Siegel, 1975), el cualconsta de ocho Items que evaluan miedosmedicos y que originalmente pertenecfan auna subescala del Fear Survey for Children(Scherer y Nakamura, 1968).

    Otro instrumento ideado para evaluaridenticas reacciones en el ambito hospital a-rio es el Hospital Fear Questionnaire(HFQ) de Roberts, Wurtele, Boone, Gint-her y Elkins (1981). Se creo este cuestiona-rio (que dispone de un total de cinco Items)de una manera puramente experimental conel fin de aplicarlo en un trabajo encami-nado a reducir los miedos medicos infanti-les mediante tecnicas de modelado. Poste-riorrnente, fue empleado por Elkins y Ro-berts (1985) en una investigacion cuyosobjetivos eran evaluar la eficacia de tresprocedimientos de model ado en un con-texto preventivo sobre los miedos vincula-dos a la hospitalizacion infantil.

    EI Children's Medical Fears Ques-tionnaire (Aho y Erickson, 1985), creado

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    con un fines similares a los restantes instru-mentos que hasta ahora hemos expuesto, seencuentra estructurado por 5 1 items suscep-tibles de ser agrupados en las siguientesareas ternaticas: sentirse enferrno, ir a visi-tar al medico e ir al hospital.

    Los datos acerca de la fiabilidad test-restes, vienen dados a traves de la estabili-dad de la puntuaciones en intensidad y fre-cuencia. Los coeficientes de correlacion eneste ultimo parametro ascienden a .78, .95 y.89, para las edades de 7, lOy 13 an os res-pectivamente. Las correlaciones obtenidasen cuanto a la variable intensidad se distri-buyen de acuerdo con los siguientes valo-res: .85, .92 Y .93. No obstante, hay quedestacar que los autores no aportan datosacerca de la validez del cuestionario.

    Finalmente, no podemos olvidar otrasituacion 0 acontecimiento que si bien pro-voca rechazo en los adultos, no por cliodeja de suscitar reacciones simi lares en lasedades infantiles, nos referimos al tema dela muerte. En este ambito cabe destacar laTempler Me Mordie Scale de Me Mordie(1979) y la Multidimensional Fear ofDeathScale (MFDOS) deb ida a Hoelter (1979).

    Aiin cuando el primero de los instru-mentes citados se centra de forma especialen el estudio y anal isis de la ansiedad pro-ducida ante el fenorne no muerte , la se-gunda, por el contrario, se ocupa por enterode detectar el peso de distintos factores quepueden integrarse incrementando asf lasrespuestas de miedo en el infante.

    CUESTIONARIOS Y ESCALAS DECALIFICACION HETERO-APLICADAS

    Aunque no son muy numerosos, exis-ten algunos instrumentos ps icornetricosconcretos destinados a evaluar el miedo in-fantil, a traves de los inforrnes y el parecerde otras personas (padres, maestros, cornpa-fieros, etc), entre ellos hemos de destacar

    Psicothema, 1992

    los siguientes: Teacher Rating Scale (Sara-son, Davidson, Lightall, Waite y Ruebush(1960), Louisville Fear Survey for Children(Miller, 1967) y ellnventario de Miedospara Padres (Pelechano, 1981-1984). Deotro lado, cabe citar otras pruebas orienta-das a la medida de la ansiedad y que tienenuna aplicacion usual en este contexte, ha-blamos concretamente del Posthospital Be-havior Questionnaire (Vernon, Schulman yFoley, 1966), Teacher's Separation AnxietyScale, (Doris, Mcintyre, Kelsey y Lehman,1971) Y Parent Anxiety Rating Scale (Glen-non y Weisz, 1978).

    Con respecto a las escalas Teacher'sSeparation Anxiety Scale, (Doris, Mcintyre,Kelsey y Lehman, Op.cit) y Parent AnxietyRating Scale (Op.cit)., solo destacar que secentran en el estudio de la ansiedad de se-paracion,

    En cuanto a la Teacher Rating Scale(Sarason, Davidson, Lightall, Waite y Rue-bush, Op.cft), indicar que se trata de unaprueba en la que mediante 17 items se ana-lizan los componentes motores de la ansie-dad infantil. En este caso nos hallamos anteun hecho bastante frecuente en este ambito,es decir, la clasica dificultad a la hora dediferenciar entre fenomenos que com partencorrelatos simi lares como son Miedo,Fobia y Ansiedad, aunque sea esta unacuestion en la que no vamos a entrar aqui yahora.

    En nuestro pais es posible destacar laexistencia de una prueba destinada a eva-luar especificamente los miedos infantiles,nos referimos allnventario de Miedos paraPadres, (1981-1984). EI analisis factorialrealizado puso de manifiesto la existenciade once factores empfricos, siete de los cua-les se identifican con los previamente aisla-dos por el autor a traves de un analisis 10-gico, siendo los cuatro restantes: Miedo a lasangre, Miedo social (a la gente descono-cida y a las muchedumbrcs), Miedo a lamuerte y perdida de seres queridos, Miedo

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    social relacionado con situaciones de vio-lencia entre personas. La consistencia in-terna de los once factores, estudiada me-diante el calculo del coeficiente Alfa deCronback , oscilaba entre .69 y .91.

    Una modificaci6n realizada en los iilti-mos afios es la de Moreno, Parraga y Rodri-guez (1987), en la que se opt6 por aplicar elinstrumento en la modalidad de autoin-forme, en lugar de escala de calificaci6n yobservaci6n propuesta por su creador.

    Por otro lade, un grupo importante deinstrumentos 10 componen aquellos destina-dos a realizar evaluaciones de los niveles deansiedad en contextos espectficos, especial-mente los vinculados a sectores medicos yhospitalarios. En este sentido, destacamosel Posthospital Behavior Questionnaire(Vernon, Schulman y Foley, 1966), que me-diante 27 items, los cuales deben ser cum-plimentados por las rnadres, intenta realizaruna contrastaci6n en la conducta de ansie-dad de los nifios en las fases de pre y post-hospitalizaci6n.

    La Observer Rating Scale (ORSA) fueelaborada por Melamed y Siegel (1975),con la pretensi6n de estudiar el componentemotor de la ansiedad anticipatoria a las in-tervenciones quinirgicas.

    De otra parte, Peterson y Shigetomi(1980), emplearon Medical Laboratory Ob-servation Scale, Child Behavioral Observa-tional Rating Scale y Child Behavior Chec-klist, en un trabajo destinado a evaluar laeficacia diferencial de procesos de mode-lado y autocontrol en la prevenci6n de an-siedades vinculadas a la hospitalizaci6n yposibles operaciones quirurgicas,

    En la faceta dental de la practica me-dica, observamos c6mo ha sido un tema queha merecido especial atenci6n. En este sen-tido, destacamos los instrumentos disefiadospor Frankl, Shiere y Fogels (1962) especial-mente la Frankl's Behavior Rating Scale,utilizada para explorar los miedos y ansie-dad experimentados por los nifios en rela-

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    ci6n al tratamiento dental, secuenciandosecuriosamente en cinco situaciones, a saber,durante la separaci6n de los padres, el exa-men oral, profilaxis, rayos X y al finalizarla intervenci6n. En cuanto a los datos psi-cometricos, la fiabilidad inter-observadoreses de ,90.

    Con fines similares a los de los auto-res precedentes Melamed, Weinstein,Hawes y Katin-Borland (1975). construye-ron la Behavior Profile Rating Scale(BPRS), la cual debia ser cumplimentadapor el dentista quien a su vez, era el encar-gada de registrar en interval os sucesivos,alguna de las 27 conductas reflejadas en laprueba. EI estudio de la fiabilidad inter-ob-servadores alcanz6 un coeficiente de .97(Winer, 1982).

    EI comportamiento infantil en relaci6na los dentistas tambien puede ser analizadoa juicio de Winer, (Op. eft), por dos escalasAnxiety Rating Scale y Behavior RatingScale estructuradas en cinco categorfas derespuesta. Las correlaciones interjueceseran elevadas, oscilando entre .78 y .96,asimismo, la correlaci6n entre medidas deansiedad y conductas de rechazo no coope-rativas, ascendi6 a .80.

    Los datos aportados por los instrumen-tos precedentes Ilevaron, en distintas oca-siones, a los diversos autores a plantearse lanecesidad de idear sistemas 0 procedimien-tos que permitiesen estudios de las respues-tas de miedo en contextos naturales masamplios, es el caso de los creados por Glen-non y Weisz en 1978 (Preschool Observa-tion Scale for Anxiety, (POSA) y Katz, Ke-llerman y Siegel (1980) y su Procedure Be-havioral Rating Scale (PBRS)

    En cuanto a los sistemas utilizadospara la construcci6n de los instrumentos,resulta evidente que uno de los procedi-mientos que mas crfticas ha sufrido es eldenominado Analisis Logico, Asf, se ha ar-gumentado que un posible deficit resultanteera la posibilidad real de que ciertos items

    Psicothema, 1992

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    aparecieran con mas frecuencia que otrosen los mencionados cuestionarios. Comoconsecuencia se excluyeron items cons ide-rados "extrafios" 0 poco frecuentes, cir-cunstancia que alteraba la relevancia eva-luadora de las pruebas disefiadas (Miller,Barret, Hampe y Noble, 1972 y Pelechano,1981, entre otros). La soluci6n a este pro-blema consisti6 en asignar "pesos relati-vos" a los items que reunian tales caracte-rfsticas.

    Otro problema planteado en torno a loscuestionarios afectaba a los items "mas co-munes", "mas populares" y "mas intensos",denominaci6n esta que ha sido empleadaindistintamente aunque, como es sabido, setrata de aspectos diferentes y que hacen re-ferencia a cuestiones que divergen de ma-nera marcada entre sf.

    Una alternativa que se ha venido bara-jando para dar soluci6n a los problemas an-teriores, ha sido el uso en la construcci6nde estos instrumentos de "Escalas de Inter-valo", A pesar de las ventajas manifiestasde las mismas, algunos autores entre ellosCroake y Hinkle (1976), han puesto enduda su utilidad, aunque sin negar su vali-dez para agrupar los items seleccionados.No obstante, los autores mencionados, ar-gumentan que tienden a complicar aun mas,el enfoque l6gico adoptado con frecuenciaen el disefio y elaboraci6n de los cuestiona-rios de miedo, dado que estas escalas, en re-alidad, pueden emplearse como un criteriol6gico mas.

    Por ultimo, otra limitaci6n relacionadacon las pruebas que nos ocupan, hace refe-rencia a la validez y fiabilidad de las mis-mas, hecho que se puede constatar a partirde la pobreza y variabilidad de algunos delos distintos indices conseguidos y que re-cogemos en este trabajo. La explicaci6n, eneste caso, viene dada por los relativamenteinadecuados procedimientos utilizados ensu construcci6n y a los que mas arriba nosreferimos.Psicothema, 1992

    CONSIDERACIONES FINALES

    A partir de las pa ginas anterioreshemos podido ir poniendo de manifiesto elrelativamente amplio arsenal de tecnicas einstrumentos auto y hetero-aplicados utili-zados en el ambito de evaluaci6n de Losmiedos infantiles. A la luz de estos datosresultan evidentes varias cuestiones.

    Por una parte, se trata de unos procedi-mientos caracterizados de manera simulta-nea por la indiferenciaci6n y la concreci6n.Dicho de otra manera, en mas de un caso esfactible dudar sobre si realmente se intentaponer de manifiesto el miedo, 0 por el con-trario, ansiedades y fobias (como se sabe,esta es una de las clasicas discusiones sobreel tema). Es decir, hacemos referencia a lafalta de especificidad que en cierto senti do,puede lIegar a distorsionar los resultados.

    De otro lado, en cuanto a la concreci6nes evidente la elaboraci6n de instrumentosque se focalizan en contextos especfficos.En este sentido, diversas fuentes entre elias,inforrnes de los padres, datos epidemiol6gi-cos, etc, ponen de manifiesto que los medi-cos, dentistas, hospitales e intervencionesquinirgicas, etc resultan muy temidas porlos nifios , luego parece l6gico que comohemos expuesto, mas de una escala se cen-tre en estos campos, Siendo asimismo, esteultimo tipo de pruebas las que han mostradounos mejores valores en cuanto al estudiode su fiabilidad y validez, posiblemente acausa de 10especffico de los temas que es-tudian.

    En cuanto a los resultados extraidos delos diferentes analisis factoriales realizadosuna vez administradas las pruebas menciona-das, cabe afiadir una conclusiones general re-lacionada con los hechos y situaciones temi-das par los nifios, Al parecer, los temores in-fantiles se asocian por un lado, a eventos querepresentan amenazas ffsicas para los sujetos,como 10 indican los miedos al dana ffsico, he-ridas, enferrnedades, etc. Por otro lado, estas

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    reacciones son provocadas par acontecimien-tos que resultan un peligro para la propia inte-gridad psicologica, asf se deduce de los temo-res vinculados a separacion, muerte de perso-nas queridas e incluso al rechazo social.

    Finalmente, llamamos la atencion encuanto a que los datos referidos procedenen su gran mayorfa de experiencias no na-cionales, 10 cual es comprensible dado queen nuestro pais las investigaciones al res-

    pecto no han sido excesivamente abundan-tes. Todo ello nos abre un interesantecampo de investigacion a corto plaza en elque las cuestiones a tratar se convierten enalgo esencial para la Salud Mental de lasgeneraciones futuras. Es por 10 que pode-mos cuestionarnos acerca de si estas inves-tigaciones deben convertirse "en una cues-tion de principios" 0 por el contrario "en elprincipio de una cuestion",

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