estudio de la obra pictÓrica de marÍa de las

Estudio de la Obra Pictórica de Mª Mercedes Sánchez Sánchez.

Por David Herrero Sánchez (Lcdo. en Historia del Arte). 1

ESTUDIO DE LA OBRA PICTÓRICA DE MARÍA DE LAS MERCEDES SÁNCHEZ

SÁNCHEZ

Por David Herrero Sánchez (Lcdo. en Historia del Arte).



PORTADA: GRAN ANGULAR. DEHESA A LAS AFUERAS DE

ALDEARRODRIGO (SALAMANCA). ÓLEO SOBRE TABLA. 68,5 x 24,8 CM. AÑO 2.006. Fotografía de Francisco Javier Herrero Sánchez.

Localidad natal de Pedro Mesonero Rodríguez. Mártir de la

Iglesia Católica durante la Guerra civil española. Beatificado por el Papa Juan Pablo II el 11 de marzo de 2.001. Pariente de la artista, la cual aboga por su canonización.



Contraportada: María de las Mercedes Sánchez Sánchez en la ciudad portuguesa de Aveiro, ciudad que recuerda mucho a Venecia y que es una

de sus fuentes de inspiración. Fotografía de Emilio Herrero Marcos.



I. BIOGRAFÍA (CONTEXTO SOCIAL):

María de las Mercedes Sánchez Sánchez nació el 18 de junio de 1.936 en la localidad salmantina de Sanchón de la Ribera. La bautizaron con el nombre de su abuela, fallecida al poco de dar a luz a su madre Amelia. Durante años, su abuela María de las Mercedes fue recordada en la comarca como una mujer de extraordinaria belleza con el sobrenombre de el Sol de la Zarza. Su abuelo se llamaba Juan Sánchez Hernández. Conocido por distinguirse en la Guerra de Cuba, concretamente, en Puerto Rico. Fue durante años el Secretario del Ayuntamiento.

Pasó gran parte de su infancia en la ciudad de Zamora. Ya en aquellos

años sintió un interés por la pintura y las artes aplicadas, concretándose durante su adolescencia en cuadros de gran y pequeño formato.

Tras diplomarse en la carrera de Magisterio por la Universidad de

Salamanca, algo que realizó en tan sólo un año, empezó la carrera de Farmacia, realizando el primer curso, aunque no pudo acabarla al contraer matrimonio en 1.960, teniendo siete hijos, de los cuales yo soy el último hermano. Llegó a ejercer su magisterio, valga la redundancia, en la localidad salmantina de Brincones y en la madrileña de Las Navas del Marqués, concretamente en el Castillo de la Nava.

Hija de un capitán de Infantería, héroe de la Guerra civil española,

llamado Felicísimo Sánchez Ballesteros, y de un ama de casa, Amelia Sánchez Rodríguez, se crió en un ambiente burgués de clase media alta en plena Postguerra.

Mujer de fuertes creencias religiosas, nacida en el seno de una familia

hondamente católica, siempre ha abogado por la tolerancia hacia otros credos, aunque reconoce que en los colegios de monjas donde se educó, había un ambiente altamente represivo, al que no fue ajena, avivado por la famosa Sección Femenina de Falange Española, que en aquella época tenía mucho poder y que ella presenció como perdía poco a poco. Su carácter quedó marcado por el enfrentamiento de ella y su familia con ese aparato represor.

En 1.960 se casó con el Dr. Emilio Herrero Marcos, Caballero de la

Orden de la Cruz del Cardenal Cisneros, con el que tuvo siete hijos: Emilio, Juan Ignacio, Francisco Javier, Jesús Rafael, Ángel, Miryam y yo, David.

Tras un largo período en que solo se dedicó a las artes aplicadas, en

1.989 ingresó en una academia de pintura local, donde aprendió a



perfeccionar su pintura, no sólo en el taller, sino también al aire libre, pintando tanto bodegones como otros géneros de taller como el urbanismo de Salamanca y otros rincones de la geografía nacional: Alcántara (Cáceres), Águilas (Murcia), Mojacar (Almería), etc., sintiendo una predilección especial por el Sur. También ha realizado viajes a paises extranjeros, tales como Andorra, Austria, Francia, Italia, Portugal, Suiza y Chile.

II. ESTUDIO DE SU OBRA: Nuestra pintora respondió con precocidad a la demanda del Siglo XX

de pintar la vida con realismo. Pinta composiciones alternando bandas horizontales claras y oscuras en contraste, acentuando la plenitud de las figuras.

Entre sus influencias se encuentra la de Diego Rodríguez de Silva

Velázquez (tiene obras con objetos en los cuadros sin apoyo de elementos externos) y las estampas orientales (sobre todo tejidos): ausencia de modelado y el carácter plano y luminoso de los objetos, son dos influencias fundamentales.

Busca fundar la pintura moderna en la tradición, como los

impresionistas, con factura clara y visión naturalista. Potencia la limpieza del color. Los colores no están atentos al

claroscuro. Aboga por la conquista del color por el color. Por eso el tema es un pretexto (bodegones, paisajes salmantinos, etc.). En sus cuadros lo que interesa son los colores lozanos, luminosos.

Su obra tiene tres etapas: 1ª) Etapa de juventud: Antes del gran parón en su producción. Empezaba a manejar la

pintura. Mención especial merecen sus obras Cobertizo en el valle, con fecha de 18 de junio de 1.953. Y En el corral del 19 de junio de 1.953. Ambas pinturas están realizadas con la técnica del óleo sobre lienzo, y miden 108 x 75 cm cada una de ellas. La artista ha reconocido que les puso fecha tiempo después de haber pintado ambos cuadros. María de las Mercedes al realizarlos pudo tener menos de 17 años. Su firma es simplemente Merce.



En el corral y Cobertizo en el valle pertenecen a una colección particular.

Estudio de un busto. Carboncillo sobre cartulina. 22,3 x 11,5 cm. Circa 1.950. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez. 2ª) Etapa de reencuentro con la pintura: En una academia local lima las imperfecciones del pasado. 3ª) Etapa de plenitud: La etapa actual, superados los problemas de técnica, su paleta muestra

ya claras diferencias respecto a la de la academia local y sus paisajistas, con un mayor dominio de tonos más claros y menos mezclados.

En sus cuadros, se ve un acorde de amarillo, verde y azul (estricta

aplicación de la ley de contraste complementario). Ni la academia local ni Zacarías González Domínguez, otra de sus

influencias, abordan en esta fecha cuadros de tal audacia y franqueza en el empleo de los colores primarios.

Como Claude Monet, ganó la batalla del aire libre. Suponía dotar a

los cuadros de una atmósfera respirable, en que la luz se erigiera en protagonista. Por eso el tema se convierte en un pretexto.



Subordina el motivo a la sensación coloreada hasta el borde de su desaparición.

Empieza a fundir los contornos con la luz, dejando atrás las

composiciones muy controladas anteriores. Virtuoso arabesco de pinceladas largas, astilladas y ondulantes.

Desea pintar directamente los colores, pero apoyados en la naturaleza.

Todo es color. Pero evita el escollo del relieve, que oscurece su paleta. Se produce una desmaterialización o disolución de la forma por efecto

de la luz. Los elementos compositivos del cuadro vibran sutilmente con la luz,

efecto que la pintora traduce a través de largas y suaves pinceladas. Con una sobria concentración en el diálogo entre cielo y agua en sus paisajes, que se reparten la superficie de la tela.

Establece un complejo juego de pantallas visuales a base de

pinceladas muy libres. Influencia de Pierre-Auguste Renoir: el uso de una pincelada larga y

la forma de encuadrar la figura, reduciendo al mínimo la sensación de profundidad espacial.

La captación de los efectos que la luz produce sobre los objetos es una

preocupación constante. La introducción de los elementos de la naturaleza en un marco espacial muy concreto (recurso muy habitual en el período impresionista) le sirve para componer una vibrante armonía de sombras coloreadas.

La disposición de los objetos y la precisión del dibujo, acusan la

influencia de Pila Díez. El fondo a base de planos de color liso conecta con los experimentos de Párraga (pintor levantino) en los años ochenta.

Fija la belleza del instante preciso y profesional, el pequeño encanto

del entorno, muestra una compleja organización del espacio a base de primeros planos picados y contrapicados, una nueva temática cotidiana inaugurada por el Impresionismo en el Siglo XIX.

Aunque María de las Mercedes no disuelva la forma, la influencia del

Impresionismo se revela en el uso de tonos claros que matizan los contornos.



Comenzó pintando a la manera de Joaquín Sorolla Bastida, reinstalando el caballete frente a la naturaleza. Pero terminó pintando como una evangelista del color y la palabra pictórica.

Reivindica la violencia de las pinceladas, por eso tiene una potente

unidad formal reforzada por los enérgicos trazos de pincel que remiten al Ferdinand Victor Eugène Delacroix de sus etapas más coloristas.

El grosor de la materia busca interpretar la fusión de la luz con el

objeto. La solidez de la forma se mantiene, pero se plasma en el cuadro como si se tratara de una masa vibrátil y activa.

Su tipo de distorsión, que practicó en sus naturalezas muertas durante

estos últimos años, contiene el germen del concepto espacial de la abstracción a la que nunca ha desacreditado, aunque solamente cuenta en su obra con una obra abstracta, sin título, del año 2.003, cuya técnica es el óleo sobre tabla, siendo sus dimensiones de 33 x 27 cm.

La recuperación del volumen es la tarea amorosamente emprendida

por María de las Mercedes. Pero eliminando el tradicional claroscuro, da a las formas nueva plasticidad a base de contrastes de color.

Como Piero della Francesca, cuando pinta retratos, modela seres

impasibles que parecen iluminados por una luz que brota de su seno. El ambiente sosegado de sus paisajes es producto de un arduo proceso

de depuración, hecho que atestigua el carácter dinámico de los numerosos estudios previos.

La diversidad de elementos de la naturaleza y su rígida quietud, que

contrasta vivamente con la expresividad de las composiciones de Pierre-Auguste Renoir o Claude Monet (pintores que tanto le han influido), son aspectos de su obra que, junto a su técnica abocetada, desorientan al espectador actual.

Sin duda, divulga el estilo de su maestra de la academia local; suele ir

al Sur de España (Murcia y Almería), algo que le influye en su colores. En su obra, se detectan también influencias de Edgar Degas y Camille

Pissarro, sintetizando los colores, con un naturalismo que tiende a desparecer en su obra actual. A veces, conjuga la aplicación no naturalista y plana del color (de los tejidos orientales) con el dibujo basto.



Profesa profundos sentimientos religiosos por todo lo que le rodea. Cambio de rumbo producido en su pintura cuando estuvo en Aveiro

(Portugal): Muestra la plácida solidez de las campiñas y una brillante gama cálida

empleada. Continúa el ascetismo religioso de los temas religiosos de corte protestante, es decir, identificar a Dios con la naturaleza, como Vincent van Gogh, de la meseta castellana a este otro escenario impactante, la costa norte de Portugal.

Uno de sus mayores empeños es encontrar equivalencias pictóricas

para los misterios del Norte luso. Se acerca, conceptualmente, al pathos de obras clásicas de artistas como José Gutiérrez Solana o Julio Romero de Torres, de los cuales, en algunos aspectos, se considera “discípula”. A través de los calendarios con ilustraciones en color de Fosforeda Española (institución que posee muchos cuadros del artista) conoció la obra de Romero de Torres durante su infancia, también conoció por la polémica suscitada en la época, la obra de Gutiérrez Solana, y no hay que olvidar la influencia parcial tácita de Salvador Dalí, ya que ha entrado en contacto con litografías originales de este pintor surrealista.

Su obra no es conocida a nivel nacional, sólo es “un poco conocida”

en Salamanca, Águilas (Murcia), Segovia, Madrid, Santander y Tarragona. La obra de la artista supone en el arte actual una rémora estilística, no es innovadora, es retardataria e incluso reaccionaria, una pintura claramente burguesa con un fin esencialmente decorativo pero, no obstante, posee un gran virtuosismo técnico.

Las exposiciones han sido muy limitadas, y de ámbito local, aunque es

preciso puntualizar que un retrato que pintó, a partir de una fotografía de la Madre Teresa de Calcuta cuando era una adolescente, que realizo en 2.005, decora el convento de las Misioneras de la Caridad de Calcuta en la India (Missionaries of Charity of Calcuta in India). El cuadro está pintado en tonos negros y grises, siendo una fiel interpretación de una fotografía en blanco y negro de principios del Siglo XX. Y según su autora, que donó el lienzo a las Misioneras de la Caridad, EL CUADRO ES UN CLARO Y HUMILDE ALEGATO PARA CANONIZAR A LA MADRE TERESA DE CALCUTA (THE PICTURE IS A CLEAR AND HUMBLE CLAIM TO CANONIZE MOTHER TERESA OF CALCUTA).

Por desgracia, María de las Mercedes, reconoce que el retrato tiene

más de devoción por la Beata Madre Teresa, que calidad artística, ya que se



arriesgó demasiado al intentar realizar un retrato a partir de una fotografía, que como es lógico en todas las instantáneas de principios del Siglo XX, no tiene mucha definición. Además, hasta este momento, nunca había pintado lienzos cuyo tema fuera el retrato de cuerpo entero.

Retrato de la Madre Teresa de Calcuta. Óleo sobre lienzo. Año 2.005. Convento de las Misioneras de la Caridad de Calcuta en la India

(Missionaries of Charity of Calcuta in India). Fotografía de David Herrero Sánchez.

MUESTRAS: 1ª) Exposición convocada por el Excelentísimo Ayuntamiento de

Segovia en 1.996, en la cual presentó tres obras: La mesa de la abuela (finalizado en 1.992), Homenaje a Bretón y Camino a Tamames nº 2 (1.993).

2ª) Exposición convocada por el Excelentísimo Colegio Oficial de

Médicos de Salamanca en 1.997, donde presentó dos obras: Espiritualidad castellanista (finalizado el 23 de noviembre de 1.996) y Camino a Tamames nº 1 (finalizado el 8 de febrero de 1.996).



Camino a Tamames nº 1. Óleo sobre lienzo. 77 x 62 cm. Año 1.996. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez.

3ª) Exposición individual titulada Mª de las Mercedes Sánchez

Sánchez: “Reminiscencias”, en un céntrico hotel de Salamanca entre 2.001 y 2.002.

Presentación del catálogo de la exposición: Nuestra artista nació en la villa charra de Sanchón de la Ribera el 18

de junio de 1.936. Hija de los ilustrísimos señores D. Felicísimo Sánchez Ballesteros y Dª Amelia Sánchez Rodríguez, mostró desde niña un precoz interés por el arte, algo que se concretó en su pintura de aquellos años en una aplicación ortodoxa de la gama cromática y de la perspectiva, que por aquellos años seguían las directrices del academicismo.

Diplomada en Magisterio por la Universidad de Salamanca, comenzó

la carrera de Farmacia en la misma universidad, la cual no pudo completar por contraer matrimonio con el Dr. Emilio Herrero Marcos, con el que tuvo siete hijos.

Nunca abandonó del todo su afición por el arte. Hace exactamente 11

años ingresó en un taller local de pintura donde perfeccionó su estilo. Podemos comprobarlo en las fechas de sus cuadros, las cuales van desde 1.990 a 2.000. Toda una década de su creación artística está representada en esta muestra, siendo el óleo sobre lienzo el catalizador de su potencia creativa.

La paleta cromática no es fija, va de los tonos pastel a los tonos

tierra, en una convivencia sin sobresaltos, que ayuda a comprender la intimista voluptuosidad de esta pintura.



Es la primera vez que nuestra artista realiza una exposición monográfica, dado que en 1.996 presentó tres obras en una exposición convocada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Segovia y un año después presentó dos obras más en una exposición convocada por el Excelentísimo Colegio Oficial de Médicos de Salamanca, pero hasta ahora nunca había expuesto en solitario.

Especial interés merecen las obras Girasoles (nº 11), con una clara

influencia del maestro holandés Vincent van Gogh, Jarra con Flores (nº 7), de clara abolengo decimonónico y Encina de Sanchón de la Ribera (nº 8), representando este último lienzo el tema predilecto de María de las Mercedes: las encinas. Tema que volvemos a ver en Encinas de Palacios del Arzobispo (nº 9) y Encina Solitaria (nº 10).

La mayoría de la creación artística de Mercedes ha sido concebida a

partir de composiciones recreadas en el estudio o pintando al aire libre, pero también podemos ver en la exposición una interpretación de la pintura impresionista, concretamente de la obra del artista francés Hilaire Germain Edgar Degas. La interpretación de nuestra artista fue titulada Intimidad de Mujer (nº 2).

En el año 1.998, el que escribe estas líneas realizó un estudio de esta

artista como proyecto de fin de carrera, y que puede encontrarse en la exposición. Lamentablemente sólo un cuadro de los que aparecen en el susodicho estudio está en la exposición, aunque todo lo que se dice en él, sigue siendo vigente para toda la obra de María de las Mercedes.

Por último, es deseo de la artista, que esta exposición esté dedicada a

la memoria de su madre Amelia y de su marido Emilio, ambos fallecidos recientemente.

David Herrero Sánchez (Lcdo. en Historia del Arte).

COMISARIO DE LA EXPOSICIÓN



Algunas de las obras expuestas y su numeración en el catálogo:

Intimidad de mujer (año 1.996). Óleo sobre lienzo. 44 x 39 cm. Colección particular. Fotografía de Ángel Herrero Sánchez. Nº 2. Cuadro de claro abolengo impresionista. Siendo una reinterpretación

de uno de los lienzos pertenecientes a esta corriente artística.

Cacharros de barro (año 1.999). Óleo sobre lienzo. 66 x 55 cm. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez.

Nº 3. Obra presentada a un concurso de pintura en Santander en 1.999.



Membrillos (año 1.998). Óleo sobre lienzo. 66 x 49 cm. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez. Nº 4.

Lilas (año 1.995). Óleo sobre lienzo. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez. Nº 6.



Jarra con Flores (año 1.996). Óleo sobre lienzo. 75,5 x 60,5 cm. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez. Nº 7.

Encina de Sanchón de la Ribera (año 1.994). Óleo sobre lienzo. 68 x 51 cm. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez. Nº 8.

Encinas de Palacios del Arzobispo (año 1.992). Óleo sobre lienzo. 56 x 48 cm. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez. Nº 9.



Encina solitaria (año 1.992). Óleo sobre lienzo. 51 x 43 cm. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez. Nº 10.

Girasoles (año 1.996). Óleo sobre lienzo. Colección particular. Fotografía de David Herrero Sánchez. Nº 11.



Ribera (año 1.997). Óleo sobre lienzo. Fotografía de David Herrero Sánchez. Nº 15. Cuadro robado tras la exposición, como dos copias de

Estudio de la obra pictórica de María de las Mercedes Sánchez Sánchez.



III. COMENTARIO FORMAL Y ESTILÍSTICO DE OBRAS CONCRETAS DE LA ARTISTA:

Día de fiesta:

Finalizado el 23 de enero de 1.994. Óleo sobre lienzo. 112 x 93 cm. Colección particular. Fotografía de Ángel Herrero Sánchez.

En una línea impresionista, colores pastel, y los sombreros son

claramente un modelo decimonónico o de principios del siglo pasado (Siglo XX).

Abandonó los temas artificiosos y los colores oscuros. Trabaja con una

línea de contornos. A partir de finales de los ochenta: tonos claros, pinturas exteriores. Se buscan vibraciones luminosas (que debe a los impresionistas).

Una cualidad de este cuadro es su claridad de líneas. Con la estancia

en Aveiro (Portugal), posee una paleta más clara. La maestra del taller, la animó a que saliera a pintar al aire libre, cosa

que le influyó también en la luminosidad de los interiores (como aquí).



En el taller de pintura conoció a un grupo de pintores que se fueron al aire libre, aprovechando como los impresionistas, la autonomía que da el tubo de óleo.

Intenta reflejar los colores y la luminosidad de la campiña castellana,

entrando en un interior de una explosión de júbilo colorístico. Sombras bruscas que hacen emerger los objetos hacia los rayos de luz. Camino a Tamames nº 2:

Finalizado en 1.993. Óleo sobre lienzo. 77 x 62 cm. Colección particular. Fotografía de Ángel Herrero Sánchez.

Hace pareja con Camino a Tamames nº 1, que fue expuesto en el

Excelentísimo Colegio Oficial de Médicos de Salamanca en 1.997. Colores terrosos. Aquí se demuestra como se retiró con sus compañeros de estudio a la

campiña castellanoleonesa. Por ejemplo, al pueblo segoviano de Pedraza. Casi abandonó los pequeños formatos en favor de la pintura neoimpresionista.

Paisajes en la línea naturalista de Gustave Courbet. En su primera

etapa tiene un cierto sentido del color, pero al unirse a su maestra del taller, es más estructurada que ella.



En los últimos cuadros, su pincelada es más libre que aquí. Trata temas de la vida cotidiana desde un punto de vista rústico, pero

pecan de ser muy estereotipados. Pintar como un ejercicio placentero es su afán y objetivo más inmediato.

Luz del Mediterráneo:

Finalizado en 1.990. Óleo sobre lienzo. 89 x 76 cm. Colección particular. Fotografía de Ángel Herrero Sánchez.

Se nota una cierta imperfección técnica debido al poco tiempo

existente respecto a su giro en el campo de las artes. Va de las artes aplicadas (decoraciones diversas) a la pintura dejada atrás hacía años. Guarda una gran semejanza con Luz del Mediterráneo (1.996), aunque éste cuadro lo supera técnicamente.

Se inspira y toma como modelo Los girasoles de Vincent van Gogh,

siendo como una especie de respuesta al aburguesamiento y capitalización demenciales que llevaron a pagar millones de dólares por esta obra de Van Gogh en la Galería Christie´s de Londres. Recuerda al fuego de los pinceles de Van Gogh.

Renunció al dibujo por los reflejos y las investigaciones sobre la luz.

En otras ocasiones, está más en la línea del dibujo, porque fue educada pictóricamente para ello hace años. Con oposición al arte realista del pintor español Macarrón.

Aboga por la línea, el color y los maestros antiguos.



Entró en contacto con Zacarías González, quién fue su vecino. Curiosamente, ambos residieron en un edificio proyectado por el famoso arquitecto, Alejandro de la Sota (Premio Nacional de Arquitectura). Como González, María de las Mercedes practica el pastel, la acuarela y el óleo. La concepción espacial de Alejandro de la Sota en su arquitectura, tiene cierta semejanza con la que posee María de las Mercedes en su pintura.

María de las Mercedes suele trabajar de vez en cuando con fotografías. Espiritualidad castellanista:

Finalizado el 23 de noviembre de 1.996. Óleo sobre lienzo. 73 x 58 cm. Colección particular. Fotografía de Ángel Herrero Sánchez.

Soberbia elección del marco por parte de la artista, ya que refuerza aún

más la austeridad del tema. Es un homenaje a la Generación del 98 en los albores de su centenario,

que creía que Castilla y León era el corazón de España, y abogaban por la espiritualidad castellanista (título del cuadro). Lienzo expuesto en la Exposición del Excelentísimo Colegio Oficial de Médicos de Salamanca de 1.997.

Vuelve a los colores terrosos. Muy parecido estilísticamente a La mesa

de la abuela (finalizado en 1.992).



Pinceladas más pequeñas y cúbicas, llegando a introducir la espátula. No descubre el objeto, sino la forma. El volumen se consigue a través

del color. Límite con una línea negra. En su infancia, copia cuadros en el Museo de El Prado de Madrid.

Sobre todo, del Casón del Buen Retiro (Pintura Española del Siglo XIX). Le influyeron los maestros del pasado. Niega la espontaneidad, pero no le gusta el Hiperrealismo, salvo algunos autores concretos.

María de las Mercedes siempre criticó el hacinamiento de los cuadros

en el Casón del Buen Retiro, y se alegra profundamente en la actualidad por la reciente reforma del Museo del Prado.

La agonía de Las Úrsulas:

Finalizado el 16 de mayo de 1.994. Óleo sobre lienzo. 68 x 59 cm. Colección particular. Fotografía de Ángel Herrero Sánchez.

Manifiesto ecológico solapado. Los árboles enfermos estaban a punto

de ser talados. Protesta muda, pero impactante que data del 16 de mayo de 1.994. Además, la reforma urbanística llevada a cabo en la zona, dejando toda la calle al mismo nivel, eliminando las escaleras descendentes al Convento-Museo de Las Úrsulas, acabó con uno de los lugares más hermosos de Salamanca, como puede comprobarse en varias escenas de la



película El rey pasmado (1.991) del director español Imanol Uribe: uno de los exteriores del film fue éste, antes de la reforma. Actualmente, nuestra artista ha mostrado su oposición a otra reforma urbanística. Me estoy refiriendo al futuro aparcamiento de la plaza de Los Bandos de Salamanca. Años antes, también mostró su disconformidad con la reforma de la plaza de La Fuente (antes Caño Mamarón), y las rehabilitaciones “psudomuseísticas” del antiguo aljibe de bomberos del Alto del Royo, y la primitiva estación eléctrica, sita ésta última, en el río Tormes.

Pintura muy mecanizada. Los paisajes son muy repetitivos. Con claras

influencias de los estampados en seda de tejidos franceses e italianos y la fotografía, de la que toma apuntes.

Le influyen mucho en sus cuadros las esculturas de la cultura indaliana

de Almería y las del Museo Mateo Hernández de Béjar, y también, las esculturas, bajorrelieves y altorrelieves del escultor Agustín Casillas Osado (autor salamanqués). Además ha entrado en contacto con la obra de artistas tan dispares como Bastida, los anteriormente comentados Párraga y Pila Díez, Rosillo, Segrelles, Miguel Serra, o Torres Pons.

En 1.995 sufrió una crisis pictórica. Hay una recuperación de la forma:

primero decidió el primitivismo, el esquematismo de las culturas ibéricas como la indaliana antes mencionada de Almería. En este tiempo conoció las creaciones de Párraga. Entonces, en contra de lo aconsejado por su maestra, llegó a afirmar que no había que pintar necesariamente frente a la naturaleza.

En este cuadro muestra una arquitectura popular y volumétrica, típica

de Salamanca, con un sentido de la estructura y los volúmenes geométricos, y se atisban las luces y los reflejos entre los árboles abocetados.



Retrato de Jesús Rafael Herrero Sánchez:

Finalizado el 3 de enero de 1.995. Sanguina sobre lámina. 72 x 60 cm.

Colección particular. Fotografía de Ángel Herrero Sánchez. La técnica de la sanguina es una especie de carboncillo que le llamó la

atención al ver un cuadro del pintor impresionista Edgar Degas, La familia Bellelli, en el cual aparecía en trompe-lóeil (trampantojo) una sanguina de uno de los personajes del cuadro.

El tema fue sacado de una fotografía de 1.989, cuando el modelo había

finalizado la carrera de Psicología. Modelo evidentemente idealizado. Practica un silueteado de las figuras como Jean Auguste Dominique

Ingres. Tiene pocos retratos, pero la artista propone la economía de elementos

en los retratos. Consciente o inconscientemente geometriza los rostros. A veces practica deformaciones expresivas para exaltar las formas (innovación de la pintura académica del Siglo XIX). Se acerca a la impresión como los impresionistas.



IV. ENTREVISTA CON LA ARTISTA (realizada el 15 de mayo de 1.998):

1. Pregunta: ¿Te sientes incómoda cuando te hacen preguntas sobre

tu obra? Respuesta: Sí, cuando las preguntas van con doble intención y se

quiere hacer con ellas crítica destructiva sin más. 2. P.: Entonces, ¿qué tipo de preguntas prefieres? y esto no quiere

decir que te las vaya a hacer. Alguna sí por cortesía, pero nada más… R.: No soy exigente con el tipo de preguntas. Me siento más cómoda

hablando de las técnicas y los motivos de mis cuadros. 3. P.: ¿Cuáles son? R.: Mis técnicas de decoración en artes aplicadas son muy amplias:

pinto telas para cojines, los bordo también, hago cuadros de pequeño tamaño con flores desecadas, pinto arcones, restauro muebles, decoro todo tipo de mobiliario y escultura, etc., pero en pintura suelo pintar con pintura al óleo, antes haciendo apuntes con lápiz y esquemas en carboncillo en el bastidor, lo que se dice la técnica usual de la pintura al óleo. También dibujo con la técnica de la sanguina y tengo un estilo bastante virtuoso, modestia a parte, con la espátula en pintura.

4. P.: ¿Dónde aprendiste esas técnicas? R.: En las artes aplicadas he sido prácticamente autodidacta, pero he

hecho cursillos de preparación. Por ejemplo, uno que impartí yo en el Colegio Montessori de Salamanca para madres de alumnos, y como alumna he hecho un curso de manualidades en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Castilla y León de Salamanca, y otro en el Taller de restauración Alhacena de Salamanca.



Mª de las Mercedes es la cuarta alumna empezando por la derecha. Fui educada para pintar desde mi más tierna infancia, es decir, en el

Cuaternario… (Nos reímos ambos [entrevistador y entrevistada] y después de unos minutos volvimos a la entrevista).

Bueno, hablando en serio, siempre he practicado la pintura, pero tengo

que reconocer que como tal, sólo he vuelto a pintar hace casi 10 años, dedicándome durante décadas sólo a la restauración y la decoración. Ahora bien, tengo que reconocer humildemente, que mi estilo se ha formado gracias a la inestimable ayuda de mi profesora, y mis compañeras me han ayudado mucho.

5. P.: ¿Te consideras una pintora anclada en el pasado? R.: Tal vez sí lo soy, pero yo no soy de las que creen que cualquier

tiempo pasado fue mejor (solamente lo fue anterior). Al contrario, opino que ahora los artistas jóvenes tienen más posibilidades que los de mis tiempos.

Sé que ahora hay muchos artistas que “no pueden ni asomar la

cabeza”, que este sistema capitalista no es el paraíso terrenal, pero te voy a



contar una cosa David: yo sufrí mucho cuando el NODO, el noticiario del régimen anterior, atacaba el arte moderno.

6. P.: ¿Sufrir por qué? R.: Porque fueron a por el arte moderno de mala manera, tildándolo de

mamarrachada. Me sentí identificada con la Vanguardia Artística exiliada en el extranjero, y odié a todos esos ineptos que dirigían la cultura del país cuando cesaron como director de filmografía a José María Escudero por apoyar la película Surcos, y truncaron la carrera del director del film, Nieves Conde.

7. P.: ¿Detecto cierto grado de resentimiento hacia esa época? R.: No, pero a mí, que me gustaba informarme de lo que se hacía

cuando era joven, a poco me muero de la risa al ver como se potenciaban grandes formatos en cuadros de pintura abstracta para dar una impresión de modernidad y libertad al exterior. Se estaba copiando literalmente a autores como Jackson Pollock o Willem de Kooning.

8. P.: ¿No hubo protestas ante ese “supuesto plagio”? R.: No, muy poca gente leía sobre arte contemporáneo. Yo no soy

historiadora del arte, paro a través de mis viajes y el conocimiento del francés y el inglés pude enterarme algo de aquello que llamaba la gente “Arte Raro”.

9. P.: ¿En qué año sucedió ese precoz interés por el arte

contemporáneo? R.: Desde que me casé en 1.960. Bueno no, ¡qué digo!, antes. Tendría

yo quince años. Me acuerdo porque me ofrecí a hacer un cuadro abstracto para regalarle a la Madre Superiora en mi colegio por su cumpleaños y “casi me excomulgan”.

10. P.: ¿Por qué no has pintado cuadros abstractos? R.: No me ha llamado la atención, y además no me parece correcto

imitar a Rothko o Tàpies. No es original y yo no soy una pintora abstracta. 11. P.: ¿Desprecias el arte abstracto? R.: En absoluto, pero es un filón agotado a mi parecer.



12. P.: Si eres una pintora realista, ¿te parece de calidad la obra de los autores hiperrealistas españoles como, por ejemplo, Antonio López García?

R.: Sí, me gusta mucho, tal vez sea porque tiene los mismos años que

yo, y eso puede que contribuya a que pensemos igual. Al tener condicionantes parecidos, nos identificamos con los mismos valores estéticos. Si me permites la osadía de identificarme con un pintor con tanto prestigio.

13. P.: ¿En tu obra, te dejas arrastrar por las pasiones? R.: En todos los ámbitos de mi vida, he sido muy comedida. Las

pasiones pueden ser muy productivas artísticamente, pero a mi me causan desasosiego. Es un poco como cuando en la filosofía griega, el Demiurgo ordenó el caos del Universo. Temo el descontrol de mi pintura.

14. P.: ¿Reprimes tus impulsos? R.: Prefiero controlarlos, aunque me tilden de represiva. 15. P.: ¿Tu pintura es escapista? R.: Sí. Añoro la plácida paz de mi niñez en el pueblo. En aquel

entonces fui feliz, y quiero recobrar el equilibrio que perdí envuelta entre el bullicio de la gente, y el entorno tecnificado de la ciudad. En definitiva, el caos que tanto detesto. Me identifico con la búsqueda de la paz del pintor holandés del Siglo XVII, Jan Vermeer de Delft, o más contemporáneamente con Juan Miró, aunque sólo coincido con éste último en el tema del escapismo, y de nuevo te pido disculpas por identificarme con las “vacas sagradas del Arte Occidental”.

16. P.: ¿Te gusta el arte actual? R.: Sí, pero veo que se está haciendo lo mismo desde hace veinte años.

Sólo salen un poco de la norma artistas como Jeff Koons, y francamente, prefiero la falta de originalidad a lo que hace ese caballero. Es insultante, sin meterme en la eterna discusión de qué es arte. Eso que hace el yanqui me parece una gran tomadura de pelo.

17. P.: ¿Recibes críticas por no tener hecha la carrera de Bellas Artes?



R.: A veces, y me duele, ya que debido a las circunstancias no pude hacerla, y me hubiera gustado. Cuando era niña, a mis padres les parecía una pérdida de tiempo, y luego de mayor me casé, y tuve un montón de hijos que no me dejaban tiempo para estudiar.

18. P.: ¿Por qué no haces la carrera de Bellas Artes ahora? R.: No me llama la atención, entre otras cosas porque en Salamanca la

Facultad de Bellas Artes es muy criticada, pero es posible que coja algunas asignaturas un día de estos para aprender técnicas como han hecho amigas mías.

19. P.: Por ser amas de casa la mayoría de las pintoras del taller, ¿os

han atacado alguna vez con ese hecho? R.: La gente al oír hablar de nuestro grupo, piensa que somos “cuatro

cotorras” o “marujas” pintando bobadas, pero yo he visto a muchas mujeres y hombres en mi taller, realizarse personalmente y formarse artísticamente teniendo una sensibilidad artística que antes no tenían.

20. P.: ¿Quieres ganar dinero con tus cuadros? R.: Modestia a parte, sí, pero no es mi fin más primordial, quiero

llevar mi arte a la gente y que disfruten con él. 21. P.: ¿Hablas de placer estético? R.: No me intentes liar con lo que decía Nietzsche de que el arte

occidental está acabado, y con la eterna lucha de cuál es el fin del arte. Mi obra está claramente preconcebida para ser vista, y agradar a los sentidos. Mi pintura es puramente sensual, y no me avergüenza decirlo. ¡No tengo propósitos elevados en mi pintura!, ni filosóficos ni de protesta social. Mi obra sólo quiere producir goce estético.

22. P.: ¿No tienes inquietudes en tu obra? R.: A la edad que tengo, sólo interesa vivir y dejar vivir, aunque

parezca egoísta. 23. P.: ¿Tu reencuentro con el arte fue traumático después de décadas

de inactividad?



R.: No, porque no dejé del todo de “practicar el arte” con las artes aplicadas, y además, fue por puro entretenimiento.

24. P.: Para que tu obra triunfara, ¿serías capaz de cualquier cosa? R.: No, no soy ambiciosa. Si mi obra no funciona entre el público no

me importa. Para mí la pintura supone una válvula de escape a la dura realidad de todos los días, y si no transmite nada al espectador, me trae sin cuidado. Tendría gracia que me deprimiera con mi pintura si no fuera comprendida.

25. P.: ¿Tu pintura, entonces, la comprende el público? R.: Yo creo que sí, a casi todo el mundo le gusta, aunque mi público

está bastante aburguesado, y mi pintura es muy amable. 26. P.: Si un día no encontraras la inspiración, ¿dejarías de pintar? R.: Tal vez sí, pintar no es como hacer tuercas, necesita un sexto

sentido, y con esto no quiero ser elitista, sólo que me exijo mucho a mí misma.

27. P.: ¿Qué baremo tienes para la calidad de tu pintura? R.: Sentirme bien con ella. Sentirme orgullosa de lo que hago. 28. P.: ¿Te sientes una artesana de la pintura? R.: Sí, por qué no, todos somos artesanos de una manera u otra, y ya

no funciona ese clasismo de la diferenciación entre artes liberales y artes manuales, la artesanía.

29. P.: ¿Crees que has llegado al tope de tu creatividad? R.: A pesar de que a este período de mi pintura lo hayamos llamado tú

y yo Etapa de Plenitud, yo creo que alcanzaré mayores cotas de perfección con el tiempo tanto en las técnicas al mejorar mi uso de ellas, como en las nuevas a las que me lance, con una repercusión clara en mis temas.

30. P.: Para finalizar, pide un deseo.



R.: Que el arte llegue a todo el mundo, y siempre sea lo que ha sido hasta ahora, un espejo del alma del hombre y la mujer, un patrimonio inequívoco de la humanidad.



V. BIBLIOGRAFÍA: María de las Mercedes no tiene publicado ningún libro sobre su

pintura, pero no obstante fue entrevistada por la revista El Mueble cuando era alumna del Taller de Manualidades Alhacena. Además ilustró con sus escenas del campo charro el ensayo titulado Evolución histórica del toro bravo, escrito en 1.996 por su marido el Dr. Emilio Herrero Marcos, y corregido y aumentado por el autor de este estudio en 2.007. Dicho ensayo esta dedicado a María de las Mercedes.

Nuestra autora se inspira en las exposiciones de pintura y sus

catálogos, que hay en Salamanca, Segovia, Madrid y Águilas (Murcia), siendo sus libros, ensayos y artículos de cabecera los siguientes:

HERRERO MARCOS, Emilio: Perfil psicofísico del torero. Ediciones

de la Diputación Provincial de Salamanca. Salamanca, 1.998. Obra dedicada a la artista.

HERRERO MARCOS, Emilio y HERRERO SÁNCHEZ, David:

Ensayo titulado Evolución Histórica del Toro Bravo. www.liceus.com. 2.007.

HERRERO SÁNCHEZ, David: artículo titulado Arte y diseño en

Salamanca. Diario TRIBUNA de Salamanca. Martes, 27 de mayo de 2.003. Catálogo de la exposición Mª de las Mercedes Sánchez Sánchez:

“Reminiscencias”. Salamanca, 2.002. HERRERO SÁNCHEZ, David: Artículo titulado Cien años de

“Castellanas”. Diario TRIBUNA de Salamanca. Jueves, 18 de abril de 2.002.

Artículo titulado La huella de Goya en Salamanca. Diario El

Periódico el ADELANTO de Salamanca. Miércoles, 9 de octubre de 2.002.

Artículo titulado El legado de Alejandro de la Sota. Diario TRIBUNA

de Salamanca. Lunes, 30 de diciembre de 2.002. Artículo titulado: Por una exposición de Mateo Hernández. Diario El

Periódico el ADELANTO de Salamanca. Miércoles, 12 de junio de 2.002.



HERRERO SÁNCHEZ, David: Proyecto de tesis doctoral. Salamanca, noviembre de 2.001.

Artículo titulado Tras las huellas de los Fonseca. Revista Guía de

Salamanca, perteneciente al diario TRIBUNA de Salamanca. Del 12 al 18 de enero de 2.001.

Artículo titulado Una iglesia de doce estrellas. Diario el Periódico el

ADELANTO de Salamanca. Sábado, 13 de abril de 2.002. ROMERO FONSECA, Eleuterio: PEDRO MESONERO. Joven mártir

de la fe. Colección Biografías Salesianas. Editorial CCS. Madrid, 2.002. SÁNCHEZ SÁNCHEZ, María de las Mercedes: cuento titulado Corre,

corre. Salamanca, marzo de 2.007. www.liceus.com. Obra presentada en el XV Concurso de Cuentos y Poesía para las Personas Mayores de los Premios de Creación Artística. Edición 2.007.

SASTRE, Luis: Zacarías González. Artistas Españoles

Contemporáneos Nº 60. Serie Pintores. Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia. Pamplona, 1.973.

SUTTON, Meter C. y LOUGHMAN, John: El Siglo de Oro del

paisaje holandés. Catálogo de la Fundación Thyssen-Bornemisza. Madrid, 1.995.

TOHARIA, Manuel y de CÁCERES, Francisco: Segovia. Ciudades

Patrimonio de la Humanidad de España. UNESCO. Segovia, 1.997. VV. AA.: Casillas. 40 años de escultura. Ed. Diputación de

Salamanca. Salamanca, 1.985. VV. AA.: Colección La era de los impresionistas. Globus

comunicación, S.A.. Madrid, 1.994. VV. AA.: Mateo Hernández en el Museo de Béjar (Fotografías). Caja

Duero y Asociación de Amigos de Mateo Hernández. Salamanca, 1.999. VV. AA.: Mateo Hernández. La mirada del águila (obra pictórica).

Junta de Castilla y León. Salamanca, 1.999. VV. AA.: Pintura española del siglo XIX. Del neoclasicismo al

modernismo. Ministerio de Cultura. Madrid, 1.992.



VV. AA.: reseña periodística titulada El III Curso de manualidades de la Miranda pretende que “se pierda el miedo al color”. Sección de Cultura del diario TRIBUNA de Salamanca. Sábado, 5 de noviembre de 1.994.

Notas del autor: * Este estudio fue realizado en mayo de 1.998, y corregido y

aumentado en noviembre de 2.007. * Agradezco la colaboración de la Sra. Dª Pilar Bernal Andrés, por

donar el libro Zacarías González, a mi biblioteca privada. * También agradezco la colaboración recibida de mi difunto padre

Emilio, y mis hermanos Ángel y Francisco Javier, en lo relativo al repertorio fotográfico.

* Humildemente, y pidiendo perdón de antemano por ser parte

interesada, me sería muy grato saber, que mi madre, MARÍA DE LAS MERCEDES, es galardonada con la MEDALLA AL MÉRITO DEL TRABAJO a toda una vida, que Dios quiera sea igual de larga, feliz y provechosa en el futuro como lo ha sido hasta ahora. Sus méritos: maestra de Magisterio, pintora, artesana, ama de casa durante medio siglo, y madre de siete hijos.

A quien corresponda.



MARÍA DE LAS MERCEDES SÁNCHEZ SÁNCHEZ ÍNDICE:



4 BIOGRAFÍA (CONTEXTO SOCIAL) 5 ESTUDIO DE SU OBRA 18 COMENTARIO FORMAL Y ESTILÍSTICO DE OBRAS

CONCRETAS DE LA ARTISTA 24 ENTREVISTA CON LA ARTISTA 31 BIBLIOGRAFÍA

* El cuadro de la página 34 se titula María José. Óleo sobre lienzo.

Año 1.996. Colección privada. Madrid.

Nombre de archivo: Estudio de la Obra Pictórica de Mª Mercedes Sánchez Sánchez.doc

Directorio: C:\DOCUME~1\AGENDA\CONFIG~1\Temp Plantilla: C:\Documents and Settings\AGENDA\Datos de

programa\Microsoft\Plantillas\Normal.dot Título: Asunto: Autor: DAVID Palabras clave: Comentarios: Fecha de creación: 10/10/2007 2:13 Cambio número: 174 Guardado el: 08/11/2007 18:15 Guardado por: DAVID Tiempo de edición: 1.321 minutos Impreso el: 13/11/2007 11:34 Última impresión completa Número de páginas: 36 Número de palabras: 6.019 (aprox.) Número de caracteres: 34.310 (aprox.)