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1 ESTRÉS AGUDO EN RATAS Y SU EFECTO EN LA ADQUISICIÓN, CONSOLIDACIÓN Y EXTINCIÓN DE LA MEMORIA ESPACIAL: PAPEL DE LA PROTEÍNA QUINASA ERK1/2 Y DE LAS PROTEÍNAS FOSFATASAS PP1 Y PP2B EN EL HIPOCAMPO. Paola Ortiz Montero Universidad Nacional de Colombia Facultad de Medicina Unidad de Fisiología. Bogotá D.C. 2011

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ESTRÉS AGUDO EN RATAS Y SU EFECTO EN LA ADQUISICIÓN,

CONSOLIDACIÓN Y EXTINCIÓN DE LA MEMORIA ESPACIAL: PAPEL DE

LA PROTEÍNA QUINASA ERK1/2 Y DE LAS PROTEÍNAS FOSFATASAS PP1

Y PP2B EN EL HIPOCAMPO.

Paola Ortiz Montero

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Medicina

Unidad de Fisiología.

Bogotá D.C.

2011

 

ESTRÉS AGUDO EN RATAS Y SU EFECTO EN LA ADQUISICIÓN,

CONSOLIDACIÓN Y EXTINCIÓN DE LA MEMORIA ESPACIAL: PAPEL DE

LA PROTEÍNA QUINASA ERK1/2 Y DE LAS PROTEÍNAS FOSFATASAS PP1

Y PP2B EN EL HIPOCAMPO.

Paola Ortiz Montero

Código: 598185

Trabajo de grado presentado para optar a título de magister en Fisiología

Dirigido por: Dr. Jean Paul Vernot, Ph.D.

Codirigido por: Francisco Alejandro Múnera Galarza, Ph.D.

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Medicina

Unidad de Fisiología.

Bogotá D.C.

2011

 

FORMATO ÚNICO DE PRESENTACIÓN DE TRABAJOS DE GRADO

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

TITULO

Estrés agudo en ratas y su efecto en la adquisición, consolidación y extinción de

la memoria espacial: papel de la proteína quinasa ERK1/2 y de las proteínas

fosfatasas PP1 y PP2B en el hipocampo.

TITLE

Acute stress in rats and their effect on acquisition, consolidation and extinction of

spatial memory: rol of the protein kinase ERK1/2 and protein phosphatases PP1

and PP2B in hippocampus.

RESUMEN

El estrés, dependiendo de la severidad y del contexto, puede causar efectos

negativos sobre el sistema nervioso central, los cuales varían desde cambios

cognoscitivos leves hasta el desencadenamiento de trastornos mentales. Los

efectos del estrés sobre el aprendizaje y la memoria han sido bien

documentados en un diverso arreglo de especies, desde peces a humanos.

Consecuentemente, los modelos animales pueden ser utilizados para entender

los cambios neurales que median los efectos del estrés. La prevención y el

tratamiento de los efectos nocivos del estrés sobre el sistema nervioso central

requieren de un conocimiento detallado de la naturaleza de la interacción entre

los mediadores de la respuesta de estrés y de los procesos neurales que

subyacen a los procesos cognoscitivos. El balance entre la actividad de

quinasas y fosfatasas en el cerebro, podría ser un posible mediador de ambos

procesos, puesto que la regulación del estado de fosforilación de proteínas,

constituye un mecanismo versátil de control de la función celular. La actividad de

 

diversas quinasas y fosfatasas en distintas regiones del cerebro, se ve

modificada de manera independiente por el estrés y por el aprendizaje; sin

embargo, hasta el momento no se han hecho estudios sistemáticos para

caracterizar la interacción de estos dos factores sobre el balance de actividad

entre estas proteínas en el sistema nervioso central.

Para caracterizar esta interacción se diseño un estudio, utilizando un modelo

animal, llevado a cabo por el grupo de aprendizaje y comportamiento animal, el

cual fue el encargado de inducir estrés agudo, corto y prolongado, mediante

restricción de movimientos, así como de la evaluación de los procesos de

aprendizaje, mediante el entrenamiento en una tarea espacial en el laberinto

circular de Barnes, en donde se evaluó la adquisición, recuperación y extinción

de memoria. Como indicador del balance de fosforilación en el sistema nervioso

central se determinó la concentración y la actividad enzimática de quinasas y

fosfatasas en el hipocampo. Finalmente se estableció una relación entre la

inducción de estrés y el entrenamiento espacial sobre la actividad de quinasas y

fosfatasas.

Los resultados de esta investigación sentarán las bases para nuevos estudios

destinados a comprender las interacciones moleculares desencadenadas por el

estrés y el aprendizaje en neuronas del sistema nervioso central.

PALABRAS CLAVES

Estrés, quinasas, fosfatasas, hipocampo, memoria espacial.

 

ABSTRACT

Stress, depending on its severity and context, can have negative effects on the

central nervous system, varying from mild cognitive changes to the onset of

mental disorders. The effects of stress on learning and memory have been well-

documented in a wide array of species from fish to humans. Consequently,

animal models can be used for understanding the neural changes mediating the

effects of stress. The prevention and treatment of the harmful effects of stress on

the central nervous system require a detailed knowledge of the nature of the

interaction between stress response mediators and knowledge of the neural

processes underlying cognitive events. The balance between kinase and

phosphatase activity in the brain could be a possible mediator of both processes,

since protein phosphorylation status regulation is a versatile control mechanism

for proper cell function. The activity of various kinases and phosphatases in

different regions of the brain is independently modified by stress and learning;

however, no systematic studies have been done so far to characterise these two

factors’ interaction regarding the balance of activity between these proteins in the

central nervous system.

A study using an animal model was thus designed for characterizing this

interaction. The study was carried out by the animal learning and behavior group

which was responsible for inducing short- and long-term acute stress by

restricting movement and evaluating learning through spatial task training in the

Barnes circular maze, where memory acquisition, retrieval and extinction were

assessed. Enzyme concentration and kinase and phosphatase activity in the

hippocampus was evaluated as an indicator of phosphorylation balance in the

central nervous system. A link between stress induction and spatial training

regarding kinase and phosphatase activity was established.

The results of this research will lay the foundations for further studies aimed at

understanding molecular interactions triggered by stress and learning in central

nervous system neurons.

 

FIRMA DEL DIRECTOR----------------------------------------------------------

Profesor: Jean Paul Vernot, Ph.D.

----------------------------------------------------------

Profesor: Alejandro Múnera, Ph.D.

NOMBRE COMPLETO DEL AUTOR Y AÑO DE NACIMIENTO:

Paola Esperanza Ortiz Montero (1984)

 

AGRADECIMIENTOS

Al Doctor Jean Paul Vernot, por su apoyo, enseñanza y excelentes sugerencias

durante el desarrollo de este trabajo de grado, por permitirme hacer parte de su

grupo de investigación y guiarme en mi formación investigativa.

Al Doctor Alejandro Múnera, por su enseñanza durante el desarrollo de este

trabajo.

A mis compañeros del laboratorio de Fisiología Celular y Molecular,

especialmente Ana María Perdomo, por acompañarme durante todo este

proceso, por sus enseñanzas y aportes en el desarrollo de esta tesis.

Al doctor Miguel Eduardo Martínez, por su apoyo durante mi formación como

Magister en Fisiología.

A Rocío Gonzales por su valiosa amistad y apoyo, a Diana Arias por toda su

ayuda y colaboración.

 

TABLA DE CONTENIDO.

Introducción

1. Planteamiento del problema

2. Marco teórico y estado del arte

2.1. Estrés y neurofisiología de la respuesta de estrés

2.2. Memoria Espacial

2.3. Efectos del estrés sobre la memoria espacial

2.4. Estado de fosforilación y control de la función celular

2.5. Memoria y fosforilación

2.6. Estrés y fosforilación

3. Justificación

4. Objetivos del estudio

4.1. General

4.2. Específicos

5. Metodología y diseño experimental

5.1. Animales

5.2. Preparación de extractos de hipocampo

5.2.1. Disección de hipocampos

5.2.2. Homogenización de los hipocampos

5.3. SDS-PAGE y Western blot

5.4. Ensayos de actividad enzimática

5.4.1. Actividad enzimática de proteínas fosfatasas

5.4.2. Actividad enzimática de ERK1/2

5.5. Diseño experimental

6. Resultados

6.1. Efecto del estrés por inmovilización en la expresión de ERK1/2 en el

hipocampo de ratas

6.2. Actividad y nivel de expresión de ERK1/2 durante los procesos de

formación de memoria

6.3. Efecto del estrés sobre la formación de memoria espacial y su relación

con la expresión de ERK1/2

 

6.4. Efecto del estrés por inmovilización en la expresión de PP2B en el

hipocampo de ratas

6.5. Actividad y nivel de expresión de PP2B durante los procesos de

formación de memoria

6.6. Efecto del estrés sobre la formación de memoria espacial y su relación

con la expresión de PP2B

6.7. Efecto del estrés por inmovilización en la expresión de PP1 en el

hipocampo de ratas

6.8. Actividad y nivel de expresión de PP1 durante los procesos de

formación de memoria

6.9. Efecto del estrés sobre la formación de memoria espacial y su relación

con la expresión de PP1

7. Discusión

7.1. Efecto del estrés por inmovilización sobre el nivel de expresión y la

actividad de ERK1/2, PP1 Y PP2B

7.2. Efecto del aprendizaje de una tarea de memoria espacial en el nivel

de expresión y la actividad de ERK1/2, PP1 Y PP2B

7.3. Efecto de la interacción del estrés agudo y los procesos de

aprendizaje en el nivel de expresión y la actividad de ERK1/2, PP1 Y

PP2B

7.4. Efectos comportamentales del estrés agudo inducido antes de la

adquisición de la memoria espacial

7.5. Efectos comportamentales del estrés agudo inducido antes de la

recuperación de la memoria espacial

7.6. Efectos comportamentales del estrés agudo inducido antes de la

extinción de la memoria espacial

8. Conclusiones

9. Anexos

10. Bibliografía

10 

 

LISTA DE FIGURAS

Figura 1. Efectos fisiológicos del estrés en función de su nivel y duración. Figura 2. Corticosterona producida por estrés y sus blancos de acción en regiones críticas para la formación de memoria. Figura 3. Complejidad de las acciones de los glucocorticoides sobre la plasticidad sináptica. Figura 4. Receptores de glucocorticoides y procesamiento de información.

Figura 5. Rutas de transducción de señales que operan en el hipocampo durante los procesos de formación de memoria.

Figura 6. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 provocados por el estrés por inmovilización.

Figura 7. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 provocados por el estrés por inmovilización.

Figura 8. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el entrenamiento de la adquisición de la memoria espacial.

Figura 9. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el entrenamiento de la recuperación de la memoria espacial.

Figura 10. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el entrenamiento de la extinción de la memoria espacial.

Figura 11. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos durante las tres fases de la memoria espacial.

Figura 12. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 provocados por el entrenamiento de la memoria espacial.

Figura 13. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto previo al entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial.

Figura 14. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés prolongado previo al entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial.

Figura 15. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial.

11 

 

Figura 16. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial.

Figura 17. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés prolongado previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial.

Figura 18. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial.

Figura 19. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 inducidos por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento en la memoria espacial.

Figura 20. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial.

Figura 21. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial.

Figura 22. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial.

Figura 23. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 inducidos por el estrés corto previo al entrenamiento de la extinción de la memoria espacial.

Figura 24. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 provocados por el estrés prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial.

Figura 25. Cambios en el nivel de expresión de PP2B provocados por el estrés por inmovilización corto y prolongado.

Figura 26. Cambios en la actividad enzimática de PP2B provocados por el estrés por inmovilización.

Figura 27. Cambios en la actividad enzimática de PP2B provocados por el estrés por inmovilización.

Figura 28. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el entrenamiento de la adquisición de la memoria espacial. Figura 29. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el entrenamiento de la recuperación de la memoria espacial. Figura 30. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el entrenamiento de la extinción de la memoria espacial.

12 

 

Figura 31. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el entrenamiento en la memoria espacial. Figura 32. Cambios en el nivel de expresión de PP2B inducidos por el entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Figura 33. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo al entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial. Figura 34. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo a la adquisición de la memoria. Figura 35. Cambios en el nivel de expresión de PP2B inducidos por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento de la adquisición de la memoria espacial. Figura 36. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Figura 37. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo a la recuperación de la memoria. Figura 38. Cambios en el nivel de expresión de PP2B provocados por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Figura 39. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Figura 40. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Figura 41. Cambios en el nivel de expresión de PP2B inducidos por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Figura 42. Cambios en la actividad enzimática de PP1 provocados por el estrés por inmovilización. Figura 43. Cambios en el nivel de expresión de PP2B provocados por el estrés por inmovilización corto y prolongado. Figura 44. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el entrenamiento de la memoria espacial. Figura 45. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el entrenamiento de la recuperación de la memoria espacial.

13 

 

Figura 46. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el entrenamiento de una tarea espacial.

Figura 47. Cambios en el nivel de expresión de PP1 inducidos por el entrenamiento en una tarea espacial. Figura 48. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo al entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial.

Figura 49. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo a la adquisición de la memoria.

Figura 50. Cambios en el nivel de expresión de PP1 inducidos por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento de la adquisición de la memoria espacial.

Figura 51. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial.

Figura 52. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo a la recuperación de la memoria.

Figura 53. Cambios en el nivel de expresión de PP1 inducidos por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento de la recuperación de la memoria espacial.

Figura 54. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial.

Figura 55. Cambios en la actividad enzimática inducidos por el estrés previo a la extinción de la memoria.

Figura 56. Cambios en el nivel de expresión de PP1 inducidos por el estrés corto y prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial.

Figura 57. Rutas de señalización activadas en respuesta al estrés.

Figura 58. Activación de ERK1/2 en el hipocampo durante los procesos de aprendizaje y formación de memoria.

Figura 59. Rutas de señalización que conduce a un cambio en la actividad de PP1 en el hipocampo durante los procesos de aprendizaje y formación de memoria.

Figura 60. Efecto de los glucocorticoides en la transcripción génica.

14 

 

LISTA DE ANEXOS

Figura A1. Inducción de estrés agudo por restricción de movimientos y entrenamiento de la memoria espacial. Figura A2. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 provocados por el estrés por inmovilización. Figura A3. Nivel de expresión de ERK1/2 en condiciones de recuperación y extinción de la memoria y sacrificio inmediato. Figura A4. Nivel de expresión de ERK1/2 1h después de finalizado el entrenamiento en la recuperación y la extinción de la memoria. Figura A5. Nivel de expresión de ERK1/2 4h después de finalizado el entrenamiento en la recuperación y la extinción de la memoria. Detección de ERK1/2 por WB. Figura A6. Nivel de expresión de PP2B en condiciones de estrés. Figura A7. Nivel de expresión de PP2B en condiciones de recuperación de la memoria espacial. Figura A8. Nivel de expresión de PP2B en condiciones de estrés corto previo a la extinción de la memoria espacial. Figura A9. Nivel de expresión de PP2B en condiciones de estrés prolongado previo a la extinción. Figura A10. Diagrama de barras ilustrando la actividad enzimática de ERK1/2, PP1 y PP2B en cada uno de los tratamientos.

Tabla 1. Análisis de varianza de la actividad de ERK1/2 entre los grupos experimentales analizados.

Tabla 2. Análisis de varianza de la actividad de PP2B entre los grupos experimentales analizados.

Tabla 3. Análisis de varianza de la actividad de PP1 entre los grupos experimentales analizados.

15 

 

INTRODUCCIÓN

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El estrés es una respuesta sistémica y coordinada por la activación hormonal y

autonómica de la glándula suprarrenal, que en algunos casos, le permite al

organismo adaptarse a situaciones que amenazan su integridad, pero cuando se

vuelve severo puede lesionar distintos órganos, incluyendo el cerebro (Pacák y

Palkovits, 2001).

La memoria es el proceso mediante el cual el organismo adquiere, retiene y

recupera información relevante acerca de su entorno y se fundamenta en

cambios duraderos en el cerebro; se ha demostrado que el estrés puede alterar

los procesos de memoria en función de su intensidad, duración y el momento en

que ocurre (Olton, 1977). La estructura central del cerebro, encargada de la

formación, consolidación y recuperación de diversos tipos de memoria, así como

la memoria espacial, es el hipocampo, que además es susceptible a los efectos

deletéreos del estrés, lo que la hace una estructura blanco en estudios acerca

de la interacción entre el estrés y la memoria (Pacák y Palkovits, 2001).

Tanto el estrés como la adquisición de memorias provocan cambios duraderos

en la función celular en el sistema nervioso central, en gran medida mediante

cambios en el balance funcional entre quinasas y fosfatasas en el tejido

nervioso; según el estímulo, estas enzimas agregan (quinasas) o eliminan

(fosfatasas), grupos de fosfato a diversas proteínas, induciendo cambios en las

propiedades funcionales de está y de la célula (Malenka, 2003). El balance de la

actividad de estas enzimas esta finamente regulado y puede ser alterado por

diversos procesos fisiológicos, como el estrés o la memoria; sin embargo la

interacción entre el estrés y la memoria sobre el balance funcional entre

quinasas y fosfatasas ha sido poco estudiado, se sabe que la exposición al

estrés esta asociada con alteraciones en el aprendizaje y la formación de

memoria tanto en animales experimentales como en humanos.

16 

 

Un conocimiento detallado de estos mecanismos permitirá señalar posibles

blancos para intervenciones terapéuticas dirigidas a prevenir o remediar los

efectos deletéreos del estrés sobre la neurobiología de los procesos

cognoscitivos.

2. MARCO TEÓRICO Y ESTADO DEL ARTE

2.1. Estrés y neurofisiología de la respuesta de estrés.

En la actualidad el estrés es un término muy popularizado, el cual es visto desde

diferentes perspectivas, como un estímulo, una respuesta o una consecuencia.

Según Selye H. (1936), se concibe como una respuesta adaptativa del

organismo ante los diversos agentes inductores de estrés. Selye también

describió el "síndrome general de adaptación" (SGA), conjunto de alteraciones

sistémicas que ocurren en respuesta a estímulos perturbadores de diversa

naturaleza y posteriormente, introdujo el término "estrés" para designar la

respuesta del organismo durante el SGA y el término "estímulo o agente

estresante" para nombrar el evento desencadenante. Por otra parte Cannon

(1929 a, b), con su definición de “homeostasis”, postuló que la médula

suprarrenal y el sistema nervioso autónomo ejercían un papel crucial para la

ejecución de este tipo de respuestas. Pacák y Palkovits (2001) plantearon que el

estrés podría concebirse como la respuesta a una amenaza a la homeostasis

producida por estímulos que ocasionan daño tisular, o por estímulos percibidos

que permiten prever la posibilidad de que se produzca lesión, los cuales

desencadena respuestas compensatorias en el organismo, las cuales ocurren

por activación de circuitos neuronales específicos.

La respuesta al estrés varía en función de: 1) la intensidad y duración del

estímulo; 2) el estado funcional del organismo; y, 3) la apreciación del sujeto y

de su capacidad para predecir y controlar tal estímulo (Jeansok y col., 1998)

17 

 

(Figura 1). La variabilidad del estado funcional y de la apreciación del sujeto

conduce a que la respuesta de estrés ante un mismo estímulo sea diferente en

individuos distintos e, incluso, en un mismo individuo (López-Calderón, 1999).

Los estímulos estresantes, por su parte, pueden ser de diversa naturaleza: 1)

alteraciones del medio interno; 2) modificaciones ambientales; o 3) estados

emocionales. A nivel del sistema nervioso, estos eventos estresantes

desencadenan la activación del sistema simpático-adrenomedular, la cual

desencadena la liberación de la hormona liberadora de corticotropina (CRH) a

partir del núcleo paraventricular del hipotálamo, y la consecuente liberación

masiva de catecolaminas. La actividad del sistema simpático-adrenomedular

debe coordinarse con la actividad del sistema parasimpático, del eje hipotálamo-

hipófisis-suprarrenal y de otros sistemas de neuropéptidos. Probablemente, el

centro coordinador de estos sistemas efectores sea el hipotálamo. No obstante,

los mecanismos íntimos por los cuales se regula la respuesta global de estrés

no están completamente establecidos.

Figura 1. Efectos fisiológicos del estrés en función de su nivel y duración. Se muestran los

daños fisiológicos que pueden ocurrir en respuesta a diferentes niveles de estrés leve,

moderado, fuerte o crónico, dependiendo también de su duración, transitoria o permanente.

(tomado de Jeansok J. Kim and Kenneth S. Yoon, Trends Neurosci. (1998) 21, 505–09).

18 

 

El eje Hipotalamo-Hipófisis-Suprarrenal (HPA, por la sigla inglesa de

Hypothalamus-Pituitary-Adrenal), se activa inmediatamente después de la

activación del sistema simpático-adrenomedular; la liberación de CRH, estimula

la liberación de hormona adrenocorticotrópica (ACTH, por la sigla inglesa de

Adreno-Cortico-Tropic Hormone). Una vez liberada, la ACTH actúa sobre la

corteza suprarrenal estimulando la secreción de glucocorticoides y,

parcialmente, de mineralocorticoides. Además de su acción en las

suprarrenales, la ACTH promueve la lipólisis y estimula la captación de glucosa

y aminoácidos por el tejido muscular. Así, la activación del eje HPA permite la

rápida movilización de energía almacenada y deprime procesos anabólicos e

inmunitarios; durante todo el periodo de estrés, se detectan niveles elevados de

CRH, ACTH y cortisol. (Jacobson y col., 1991). Por otra parte el sistema

nervioso central, participa de una manera global en el mantenimiento de la

homeostasis y en la organización de la respuesta de estrés. El sistema límbico

(especialmente amígdala e hipocampo) constituye, uno de los mayores circuitos

de regulación de la respuesta de estrés y de los comportamientos asociados

(Pacák y Palkovits, 2001).

El estrés, puede ser inducido experimentalmente por medio de dos

procedimientos: sistémicos o procesales (Anisman y col., 2001). La inducción

sistémica de estrés se logra mediante amenazas inmediatas a la homeostasis,

por ejemplo: desafíos inmunológicos, hemorragias, intoxicación alcohólica,

intoxicación con éter o hipoglicemia. Al parecer, estos eventos estresantes

estimulan al núcleo paraventricular del hipotálamo a través de proyecciones

monoaminérgicas del tallo cerebral, así mismo, la inducción procesal de estrés

requiere la integración e interpretación de eventos estresantes en centros

cerebrales superiores, con participación de circuitos límbico-prosencefálicos que

vinculan la corteza prefrontal, el hipocampo y la amígdala (Herman y Cullinan,

1997). Los eventos estresantes procesales pueden ser psicológico-

psicogénicos, como la exposición a un predador o un campo abierto novedoso,

o físico-neurogénicos como choques eléctricos en las patas, nado en agua fría o

19 

 

inmovilización. Se ha demostrado que estas dos estrategias son igualmente

efectivas, en cuanto a la inducción de estrés.

2.2. Memoria espacial.

La memoria es el proceso cognoscitivo a través del cual los organismos

almacenan información relevante de sí mismos y del medio que los rodea

(Olton, 1977). Este proceso se encuentra estrechamente relacionado con el

aprendizaje, que es la modificación del comportamiento individual como

resultado de la experiencia (Thorpe, 1963). El aprendizaje, entonces, es el

proceso de adquisición de información que es almacenable y recuperable. La

formación de nuevas memorias sigue un curso temporal característico: 1)

Adquisición de información; 2) Consolidación o establecimiento de la

información recientemente adquirida; 3) Recuperación o reactivación de la

información previamente almacenada y de aquellas respuestas que demuestran

aprendizaje. Cada vez que se activa, la memoria entra en un período de

labilidad que puede concluir con el refuerzo (reconsolidación) o la extinción de

dicha memoria. Durante el proceso de reconsolidación, la memoria pasa de un

estado lábil a un estado permanente y duradero (Pedreira y Maldonado, 2003).

Durante el proceso de extinción hay una modificación del comportamiento en

donde el animal aprende activamente que una asociación de estímulos

previamente adquirida deja de tener validez. Por último, de no activarse, la

memoria es susceptible al olvido, que es la pérdida de la capacidad para activar

la información previamente aprendida (Torres, 2006). Así mismo, la formación y

el almacenamiento de memoria a largo plazo es el resultado de cambios

transitorios en la eficiencia neuronal seguido de modificaciones de más larga

duración a nivel morfológico y funcional, en varias áreas del cerebro, incluyendo

prominentemente el hipocampo (Izquierdo y col., 2006; Dudai, 2002).

La mayoría de los eventos moleculares que participan en la formación de

memorias han sido caracterizados, ellos involucran la activación de diferentes

20 

 

sistemas de neurotransmisores y de rutas de señalización intracelular, las

cuales regulan los mecanismos celulares que controlan la expresión génica y

subsecuentemente la síntesis de nuevas proteínas que participan en la

remodelación y en el crecimiento de los procesos sinápticos. Estas

modificaciones ocurren como un resultado de un proceso dependiente de la

síntesis proteínas en donde la memoria llega a ser progresivamente estabilizada

(Izquierdo y col., 2006).

La memoria espacial es un tipo de memoria cuyo objetivo final es el

almacenamiento de la representación espacio-perceptual de los lugares a los

que se expone el organismo durante toda su vida (Carvajal, 2006). Evidencias

clínicas y experimentales indican que múltiples áreas cerebrales intervienen en

los procesos de memoria y aprendizaje. Una de estas áreas, el hipocampo, es

crucial para la adquisición de memorias declarativas, particularmente para la

adquisición de memorias espaciales (Mishkin, 1978). En este estudio, el

hipocampo fue la estructura escogida debido a que, no solo regula los procesos

de aprendizaje y formación de memoria, sino que también tiene un papel

importante en el aprendizaje de una tarea espacial. En efecto, se ha demostrado

que pequeñas lesiones en el hipocampo (30%) deterioran la memoria espacial

(Broadbent y col., 2004). En roedores, la memoria espacial, en general, y la

participación del hipocampo en la misma, en particular, han sido evaluadas

mediante diferentes paradigmas de aprendizaje: el laberinto acuático de Morris

(Morris, 1984); el laberinto de brazos radiales (Olton, 1977, 1979); el laberinto

circular de Barnes (Barnes, 1979).

2.3. Efectos del estrés sobre la memoria espacial

Durante las últimas dos décadas se ha encontrado que, en humanos y animales,

tanto la respuesta de estrés como la elevación de las hormonas relacionadas

con el estrés afectan la memoria dependiente del hipocampo, así, se sabe que

la memoria puede ser incrementada por experiencias estresantes agudas (Shors

21 

 

y col., 1992; Radulovic y col., 1999; Roozendaal, 2002), incluso cuando el

entrenamiento es realizado después de que ha terminado la respuesta al estrés.

En personas con trastorno por estrés postraumático se ha encontrado

disminución del volumen del hipocampo asociado con deficiencias en tareas de

memoria dependientes del hipocampo (Utto y col., 1993).

En respuesta al estrés, los glucocorticoides entran al cerebro y se unen a 2 dos

subtipos de receptores, los receptores de mineralocorticoides (MR) y los

receptores de glucocorticoides (GR), los cuales se localizan en regiones del

cerebro que son importantes en los procesos de formación de memoria, como lo

es el hipocampo, la amígdala y la corteza prefrontal (de Kloet, 2005) (Figura 2).

Figura 2. Corticosterona producida por estrés y sus blancos de acción en regiones

críticas para la formación de memoria. Se ilustran las regiones del cerebro (Amígdala,

Hipocampo y Corteza prefrontal) que son susceptibles a ser modificadas por el estrés (Tomado

de de Kloet ER, Joels M, Holsboer F. Nature Rev Neurosci (2005). 6: 463-4).

La activación de los MRs, mantiene la transmisión glutaminergica en el área

CA1 del hipocampo y facilita la potenciación a largo plazo (LTP, long-term

potentiation) pero únicamente cuando la corticoesterona es presente alrededor

del tiempo en la que la LTP es inducida; la rapidez del efecto de la

corticoesterona indica que esto está relacionado con rutas no genómicas de

22 

 

activación; mientras que altas cantidades de corticoesterona asociadas a un

estrés severo pueden suprimir la LTP, la transmisión sináptica y la plasticidad a

través de acciones genómicas mediadas por la activación de GRs, normalizando

de esta manera el aumento en la actividad neuronal inducida por el estrés (Joëls

y col., 2008) (Figura 3).

Figura 3. Complejidad de las acciones de los glucocorticoides sobre la plasticidad

sináptica. Se muestran los efectos a través del tiempo de la corticosterona y su acción sobre los

receptores de glucocorticoides (GR) y mineralocorticoides (MR) en la potenciación o depresión a

largo plazo, las cuales son medidas de la plasticidad sináptica. LTP (long term potentiation); LTD

(long term depression). (Tomado de: Krugers Harmen J, Casper C.Hoogenraad and Laurent Gro

Nature Reviews Neuroscienc. (2010). 11: 675-81).

A nivel comportamental, varios estudios en roedores, han mostrado que los MRs

ejercen un papel fundamental en la reactividad comportamental en situaciones

de novedad, en la apreciación de información y en la selección de una

respuesta, mientras que los GRs participan en la consolidación de información.

Se ha demostrado previamente, en diferentes tareas de aprendizaje (Laberinto

acuático de Morris, tareas de evitación inhibitoria y condicionamiento al miedo),

que los glucocorticoides promueven la consolidación a largo plazo de memoria

espacial dependiente de hipocampo y la información emocional a través de la

23 

 

activación de GRs. También hay evidencia que sugiere que los GRs asociados a

membrana promueven la memoria a largo plazo en una tarea de reconocimiento

de objetos a través de modificaciones en la cromatina. Otros estudios, han

mostrado que los glucocorticoides incrementan la eficiencia sináptica mediante

la regulación del tráfico de receptores AMPA

(α-amino-3-hydroxyl-5-methyl-4-isoxazole-propionate) (Krugers y col., 2010).

En ratas, la inducción de estrés por restricción o la aplicación sistémica de

corticosterona produce deficiencias en tareas de memoria espacial (Luine y

col.,1993; Diamond y col., 1996; 1999). La aplicación de choques eléctricos a

ratas 30 min antes de la prueba de recuperación en el laberinto de Morris

deteriora su desempeño. Este efecto no se observa cuando los choques son

administrados 4 h o 2 min antes de la prueba. Esta ventana de susceptibilidad

está relacionada con el curso temporal de la elevación de la corticosterona en

respuesta a los choques (Diamond y Kim, 2002). Este mismo efecto se consigue

si se administra corticosterona 30 min antes de la prueba de recuperación. En

ambas condiciones, el efecto amnésico es bloqueado mediante la

administración de inhibidores de la síntesis de corticosterona (de Quervain y

col., 1998). Así mismo, se ha demostrado que el estrés afecta la plasticidad

sináptica, la morfología de las dendritas, la neuro-toxicidad y la neurogenesis

dentro del hipocampo, lo que potencialmente puede tener impactos sobre el

aprendizaje y la memoria (Jeansok y Kenneth, 1998; Sandi y col., 2005); varios

trabajos han mostrado que las situaciones estresantes perjudican algunas

formas de aprendizaje dependiente de hipocampo, así como tareas de memoria

espacial (Diamond y col., 1996; Luine y col., 1993).

El hipocampo es una de las estructuras del lobo temporal medio, mas vulnerable

a los efectos del estrés; dependiendo de la severidad y del contexto, el estrés

puede facilitar o perjudicar formas de aprendizajes dependientes de hipocampo

tanto en animales como en humanos, así mismo, estas evidencias indican que

las alteraciones en la memoria espacial inducidas por estrés se deben,

principalmente, a los efectos de los glucocorticoides sobre el hipocampo (Kim y

24 

 

col., 2006). Está estructura expresa la mayor cantidad de receptores para

mineralocorticoides (MRs) y de receptores para glucocorticoides (GRs) en el

cerebro de los mamíferos. Además, el hipocampo participa en la

retroalimentación negativa de los corticoides sobre el HPA (Akirav y Richter-

Levin, 1999). En efecto, en ratas, el estrés por restricción o la administración

sistémica de corticosterona deteriora el metabolismo, la plasticidad sináptica y la

neurogénesis y provoca muerte neuronal en el hipocampo (McEwen y col.,

1995).

Los glucocorticoides afectan la adquisición de memorias, tanto en tareas

espaciales como no espaciales, con una relación dosis-efecto que sigue una

forma de U invertida. En dosis moderadas facilitan la adquisición, mientras que

en dosis bajas y altas producen el efecto contrario (Cordero y Sandi, 1998;

Roozendaal 2002). En contraste, los niveles altos de glucocorticoides deterioran

la recuperación de la memoria, este efecto es mediado por la activación de GRs

y MRs en el hipocampo (Roozendaal, 2002). Así mismo, dependiendo del tipo

de receptor activado (MRs o GRs), los glucocorticoides pueden afectar

diferentes aspectos del procesamiento de información, en una tarea de

aprendizaje espacial, la activación de MRs está relacionada con la interpretación

de la información recibida del medio ambiente y con la selección de una

adecuada respuesta comportamental, mientras que la activación de los GRs

esta relacionada directamente con el almacenamiento de nueva información (de

Kloet y col., 2004) (Figura 4)

25 

 

Figura 4. Receptores de glucocorticoides y procesamiento de información. Se muestran las

tres fases de la formación de memoria que son afectadas de manera específica por el bloqueo

selectivo de los receptores de glucocorticoides (GR) y de los receptores de mineralocorticoides

(MR). (Tomado de Kloet E. Ron, Melly S. Oitzl and Marian Joëls (1999). Stress and cognition:

are corticosteroids good or bad guys? Trends Neurosci. 22: 422–26).

Aunque el estrés puede claramente regular la formación de memoria, los

sustratos neurales a través de los cuales esto es llevado a cabo, no han sido

completamente elucidados; el factor liberador de corticotropina (CRF) es uno de

los posibles candidatos. Este media el incremento en el aprendizaje dependiente

del hipocampo y ejerce sus funciones biológicas a través de dos receptores:

CRF1 y CRF2, los cuales han sido detectados en el hipocampo (Zorrilla, 2002).

Por otra parte las modificaciones inducidas por el estrés en el funcionamiento de

la amígdala también pueden participar en el deterioro de la memoria. Al parecer,

esto es debido a que la amígdala modula los efectos del estrés sobre el

hipocampo. La amígdala tiene una fuerte conectividad recíproca con casi todas

las regiones de la formación hipocámpica, por lo que, potencialmente, existen

interacciones funcionales complejas entre estas dos estructuras límbicas.

26 

 

La actividad de la amígdala está estrechamente vinculada a la regulación de la

respuesta de estrés, pese a tener una densidad moderada de GRs; por otra

parte, la lesión o el bloqueo farmacológico de la amígdala previene los efectos

del estrés sobre la memoria espacial (Kim y col., 2001) y bloquea los efectos

facilitadores de la memoria de agonistas de glucocorticoides administrados

directamente en el hipocampo; por el contrario, la administración de agonistas

de glucocorticoides en la amígdala basolateral mejora el desempeño en la

prueba de recuperación en el laberinto de Morris (Roozendaal y col., 1996;

1997a; 1997b; 2001 y 2002).

Como se ha descrito, la determinación de los efectos del estrés sobre la

memoria se ha realizado en modelos animales, utilizando los diferentes tipos de

laberintos para evaluar la memoria espacial. El laberinto radial de Olton y el

laberinto acuático de Morris, tienen el inconveniente que utilizan situaciones

emocionales para facilitar el aprendizaje; sin embargo el laberinto de Barnes, el

cual consta de una plataforma circular elevada con agujeros en la periferia, uno

de los cuales conduce a una caja de escape, utiliza como motivación la aversión

de los roedores a los espacios abiertos e iluminados y su tendencia a

guarecerse en lugares cerrados y oscuros, este ofrece algunas ventajas: 1) Es

pequeño y fácil de manipular; 2) Es menos estresante para los animales que el

laberinto acuático de Morris; 3) A diferencia del laberinto radial no utiliza la

privación de alimento o agua como motivación, que puede verse alterada por la

acción de los corticoides sobre el hambre y la saciedad. (Barnes, 1979, McLay y

col., 1998; Olton 1979; Morris 1984).

Estudios llevados a cabo en el laboratorio de Neurofisiología Comportamental

de la Universidad Nacional de Colombia han evaluado los efectos del estrés

sobre la recuperación y la extinción de la memoria espacial, utilizando el

laberinto circular de Barnes (Carvajal, 2006; Torres, 2006). Los resultados de

estos estudios han demostrado que la inyección de 1 ó 3 mg/Kg de

corticosterona, no altera la recuperación de la tarea espacial, pero hace que la

memoria sea más susceptible a extinción (Carvajal, 2006).

27 

 

Por otra parte, la inducción de estrés por restricción de movimientos por 1 ó 4

horas mejora la recuperación (Torres, 2006). Adicionalmente, la inducción de

estrés por restricción de movimientos por 4 h hace que la memoria sea más

susceptible a extinción (Torres, 2006). Los resultados anteriormente citados

muestran que el efecto del estrés y los glucocorticoides sobre la memoria han

sido estudiados de forma no sistemática.

2.4. Estado de fosforilación y control de la función celular

Las modificaciones postraduccionales de las proteínas tienen marcados y

variados efectos sobre su función. Existen diversos sistemas de modificaciones

covalentes de las proteínas: ribosilación, acetilación, miristoilación,

isoprenilación, carboximetilación, sulfatación, glicosilación y fosforilación entre

las principales. La fosforilación, constituye un mecanismo común de

modificación y tiene un papel importante en la mayoría de los eventos de

señalización; esta involucra la transferencia de un grupo fosfato desde el ATP a

residuos específicos de la proteína blanco (Van der Geer y col., 1994); es el

mecanismo más común (afecta al menos a un tercio de las proteínas de una

célula eucariótica) y mejor regulador del control molecular de la función proteíca

neuronal en respuesta a estímulos extracelulares. Casi todos los tipos de

señales (neurotransmisores, hormonas, factores neurotróficos, citoquinas e

incluso la luz) producen la mayoría de sus efectos fisiológicos mediante cambios

en el estado de fosforilación de proteínas específicas en las células receptoras.

Dado que casi todos los tipos de proteínas expresadas en neuronas cambian su

estado funcional dependiendo de su grado de fosforilación, es altamente

probable que los cambios plásticos en el sistema nervioso, incluida la memoria,

estén relacionados con cambios en el estado de fosforilación de diversas

proteínas. De hecho, se ha demostrado que la LTP, se asocia con aumento en

la fosforilación de los receptores para glutamato de tipo AMPA, mientras que la

LTD, se asocia con de-fosforilación de los mismos receptores (Malenka, 2003).

28 

 

Proteínas quinasas y fosfatasas son las enzimas responsables de determinar el

estado de fosforilación de proteínas celulares, y de la traducción de señales

dentro de la célula. Cambios en los niveles, localización subcelular y actividad

de quinasas y fosfatasas tienen consecuencias para el funcionamiento normal y

el mantenimiento de la homeostasis celular (Denton y Tavare, 1995). Además, el

balance entre la fosforilación y la de-fosforilación de sustratos específicos es un

mecanismo que controla la plasticidad sináptica.

Las proteínas quinasas, pertenecen a una gran superfamilia de proteínas que se

caracterizan por poseer un dominio catalítico de 250-300 residuos de

aminoácidos. Son enzimas que agregan grupos fosfato sobre uno de los tres

residuos de aminoácidos que tienen un grupo hidroxilo libre; Constituyen una de

las familias más grandes de enzimas, en efecto, en humanos 1,7% de los genes

codifican para quinasas. La mayoría de las proteínas quinasas en eucariotas

comparten un centro catalítico conservado, además en el extremo N-terminal del

dominio catalítico se encuentra una región rica en aminoácidos de glicina que se

encuentra en vecindad con residuos de lisina, los cuales participan en la unión al

ATP; en la parte central del dominio catalítico, se encuentra un residuo de acido

aspartico conservado, el cual es importante para la actividad catalítica de estas

enzimas. Se agrupan en dos clases principales de acuerdo a su especificidad:

serina-treonina quinasas (que fosforilan residuos de serina y treonina) y tirosina

quinasas (que dan cuenta de menos del 1% de todas las reacciones de

fosforilación y fosforilan solo residuos de tirosina) (Hanks y Hunter, 1995).

Las tirosinas quinasas, participan en las vías de señalización asociadas con el

crecimiento y diferenciación celular. Su dominio catalítico les permite fosforilar

residuos de tirosina, el cual es importante para el procesamiento, vía un receptor

de superficie, de las señales extracelulares reguladoras del crecimiento

(Ziemiecki et al, 1994); se distinguen dos tipos de tirosina quinasas con base en

su localización subcelular: transmembrana que funcionan como receptor y

citoplasmáticas asociadas a un receptor. Las primeras, poseen un dominio

extracelular que les permite asociarse a ligandos y un dominio catalítico

29 

 

intracelular con actividad de quinasa de tirosina. La unión del ligando produce

una variedad de efectos que incluyen la activación de otras tirosina quinasas,

elevación de los niveles intracelulares de calcio, activación de quinasas de

serina y treonina, fosfolipasa C, fosfatidilinositol-3-quinasa y, finalmente,

cambios en la expresión génica (Medema y Bos, 1993).

Por otro lado, las citoplasmáticas asociadas a receptores transmiten señales

desde la membrana interactuando con los dominios citoplasmáticos de proteínas

de membrana. En este grupo se incluyen las enzimas de las subfamilias de

quinasas Src y Jak (quinasas Janus) (Hunter, 1998). Las serina-treonina

quinasas se subdividen en: 1) Quinasas dependientes de segundos mensajeros

(PKA, PKC, PKG, CaMK); 2) Quinasas de proteínas activadas por mitógenos

(MAPKs: ERK, JNK, SAPK) y sus quinasas reguladoras (MEK, SEK, Raf, MEK

quinasas; 3) Quinasas dependientes de ciclinas (Cdk1, Cdk5) y su quinasas

reguladoras (CAK, CAK quinasa); 4) Quinasas de receptores acoplados a

proteína G (GRK) (Wei y col., 1994). Las proteínas quinasas activadas por

mitógenos (MAPK), son ampliamente distribuidas a través del sistema nervioso

central y juegan un papel importante en la plasticidad sináptica y en la formación

de memoria, las más comunes son las quinasas reguladas por señales

extracelulares ERK1 y ERK2 (p44 y p42 respectivamente), las cuales regulan

principalmente el crecimiento celular y la diferenciación (Roberson, 1999).

ERK1/2 integran señales que son recibidas por receptores acoplados a

proteínas G y factores de crecimiento presentes en la membrana celular y las

transfieren al núcleo (Chen y col., 1993; Cano y Mahadevan, 1995); la

activación y regulación de ERK1/2 es regulada por múltiples quinasas

intracelulares así como Mek1/2 (quinasas reguladas por señales extracelulares

activadas por mitogenos) y PKA, así como por auto-fosforilación (Impey y col.,

1998a; Roberson y col., 1999); subsecuentemente el acoplamiento de los

procesos bioquímicos citoplasmáticos a la expresión génica ocurre a través de

la fosforilación de blancos corriente abajo de ERK1/2, los cuales actúan como

30 

 

factores de transcripción así como Elk-1 u otros reguladores transcripcionales

así como quinasa 1-3 S6 ribosomal (p90Rsk-1-3) (Chen y col.,1992).

Las proteínas fosfatasas sirven como reguladores negativos, que contrarrestan

las acciones de las proteínas quinasas mediante la inducción y el mantenimiento

de la LTD, regulando negativamente la fuerza sináptica. La de-fosforilación de

proteínas reguladoras es un mecanismo importante de modulación de las vías

de señalización que involucran proteína quinasas, esta se realiza por medio de

las fosfatasas, las cuales han sido clasificadas con base en su especificidad de

sustrato en fosfatasas de serina/treonina y fosfatasas de tirosina, existiendo

también fosfatasas de especificidad dual (Cohen, 1991).

Las fosfatasas de tirosina, remueven grupos fosfatos en residuos de tirosina y

participan en la regulación de la proliferación, diferenciación, migración celular,

transcripción de genes e incluso en la respuesta inmune (Burque y Zhang,

1998). Respecto a las fosfatasas de serina/treonina (Ser/Thr), el análisis

bioquímico ha permitido agrupar éstas en fosfatasas en: tipo 1 (PP1), 2A

(PP2A), 2B (PP2B, también conocida como calcineurina) y 2C (PP2C). Los tipos

PP1, PP2A y PP2B poseen alta homología en sus dominios catalíticos, pero

diferente especificidad de sustrato e interacción con moléculas reguladoras. Las

proteína fosfatasas PP2B y PP2C poseen un requerimiento absoluto de cationes

como Calcio y Magnesio, respectivamente, mientras que PP1 y PP2A no

requieren de estos (Cohen, 1989, 1997).

Aunque 418 genes en humanos codifican para proteínas Ser/Thr quinasas, solo

15 genes codifican para Ser/Thr fosfatasas. Entre las proteínas fosfatasas

expresadas por neuronas de mamíferos [PP1, PP2A, PP2B (calcineurina), PP2C

(PPM), PP4, PP5, PP6 and PP7], PP1, PP2A y PP2B son las mas abundantes y

de-fosforilan mas del 90% de las fosfoproteínas en neuronas. Las funciones de

estas enzimas han sido estudiadas usando dos clases de inhibidores

farmacológicos (1) acido ocadaico y caliculina, los cuales inhiben principalmente

31 

 

PP1 y PP2A e (2) inmunosupresores como la ciclosporina A y FK506, los cuales

inhiben PP2B (Mansuy y Shenolikar, 2006).

La fosfatasa 2B (PP2B), es una Ser/Thr fosfatasa citosolica expresada

ubicuamente y altamente conservada en eucariotas. Consiste de dos

subunidades: la subunidad enzimática A y la subunidad reguladora B. La

subunidad A contiene un sitio de unión a calmodulina y un dominio auto-

inhibitorio, el cual bloquea el centro catalítico de la enzima. La unión de iones

calcio y calmodulina a la PP2B conduce a cambios de conformación y a un

subsecuente desenmascaramiento del centro activo. La actividad de la PP2B es

acoplada a los niveles citosolicos de calcio, la cual es una propiedad única de

esta enzima. Adicionalmente, la actividad y localización de la PP2B es modulada

por proteínas endógenas, así como reguladores de calcineurina (RCANs),

proteína 1 de unión a calcineurina (Cabin1) ó proteína 79 de anclaje a la quinasa

A (AKAP79). A parte de la regulación por calcio, la actividad catalítica de PP2B

puede ser regulada por miristoilación, una propiedad que puede marcar PP2B a

estructuras de membrana (Alistair y Sim, 1992).

PP1 es una fosfatasa dependiente de manganeso, de 37 kDa, la cual es

compuesta de un complejo oligomerico que comprende un centro enzimático,

denominado la subunidad catalítica (PP1c). PP1 carece de especificidad de

sustrato, sin embargo esta puede ser conferida por la interacción de PP1 con un

gran numero de subunidades reguladoras, las subunidades reguladores son

generalmente no relacionadas, pero la mayoría poseen un motivo RVxF de

unión a PP1 (Eto y col., 2004). Existe en 4 isoformas (α, β, γ, δ) las cuales se

expresan diferencialmente en el citoplasma y el núcleo, PP1α es principalmente

citoplasmática, y PP1 β y δ son tanto citoplasmáticas como nucleares y PP1 γ

es predominantemente nuclear (Ceulemans y Bollen 2004; Moorhead y col.,

2007). PP1 se encuentra normalmente inactiva en altos niveles en el citosol,

estado que es mantenido por su asociación con diferentes proteínas reguladoras

así como, la proteína inhibitoria NIPP-1 (inhibidor nuclear de PP1); la

fosforilación de NIPP-1 por proteínas quinasas dependientes de AMPc y por

32 

 

quinasas de caseínas conlleva a la liberación de PP1 activa. Por otra parte la

quinasa GSK3 activadora de PP1 es predominantemente unida a membrana y

PP1 inactiva es ausente en las fracciones de membrana en el cerebro, lo que

sugiere que la regulación de esta forma de PP1 ocurre solamente en

compartimentos citosolicos que se aproximan a estructuras membranosas que

contienen GSK3 (Alistair y Sim, 1992).

Como es de esperarse, las vías de señalización que activan quinasas y

fosfatasas tienen un amplio grado de interacciones cruzadas. No obstante, es

posible determinar el grado de activación de estas enzimas a partir de su estado

de fosforilación.

2.5. Memoria y fosforilación

La mayoría de los eventos bioquímicos que soportan la consolidación de

memoria, son llevados a cabo por modificaciones en la fosforilación/activación

de diferentes proteínas quinasas localizadas a nivel sináptico y nuclear. La

proteína quinasa dependiente de AMP cíclico (PKA), es la mejor estudiada

(Bernabeu y col., 1997); está es regulada por receptores dopaminergicos D1,

adrenérgicos y serotonina 1A (5HT1A); estos receptores estimulan la

adenilciclasa y en consecuencia inducen rápidamente un incremento de los

niveles de AMPc, los cuales directamente estimulan PKA (Izquierdo y Medina,

1997). Se ha reportado en la literatura, diferentes relaciones entre los procesos

de fosforilación y la consolidación de memoria; así, por ejemplo, la activación

farmacológica de PKA en la región CA1 del hipocampo mejora el rendimiento en

tareas de memoria espacial (Sharifzadeh y col., 2007). Por el contrario, la

infusión, inmediatamente después del entrenamiento, de un inhibidor de la PKA

en el hipocampo deteriora la retención de la memoria espacial (Sharifzadeh y

col., 2006).

33 

 

El estrés prenatal se asocia con disminución de la expresión de la PKC (proteína

quinasa dependiente de calcio, diacilglicerol y fosfolípidos) en el hipocampo y

con un rendimiento disminuido en el laberinto acuático de Morris (Wu y col.,

2007). La inhibición de la PKC después de la reactivación de una memoria

espacial induce una amnesia duradera, independientemente de la intensidad del

entrenamiento previo (Bonini y col., 2007). Por el contrario, la activación de la

PKC antes del entrenamiento favorece la formación de memoria a largo plazo de

la asociación entre un estímulo visual y uno vestibular en Hermissenda (Alkon y

col., 2005).

La expresión de una forma constitutivamente activa de la CaMKII (calcio

calmodulina quinasa II) inducida inmediatamente después de un entrenamiento

espacial exitoso impide la consolidación de esta memoria (Yasuda y Mayford,

2006). Por el contrario, ratones transgénicos con una forma de CaMKII

independiente de calcio no pueden adquirir memorias espaciales en el laberinto

de Barnes pero si pueden adquirir miedo contextual condicionado (Bach y col.,

1995).

La activación de SGK (quinasa inducible por suero y glucocorticoides) facilita la

formación de memoria de miedo contextual (Lee y col., 2007) y de memorias

espaciales (Lee y col., 2006). Más aún, los animales que adquieren más

rápidamente memorias espaciales se caracterizan por una mayor expresión de

la SGK (Tsai y col., 2002). En contraste, la inactivación de SGK por la CK2

(casina quinasa II) deteriora la formación de memorias espaciales (Chao y col.,

2007).

La activación de la PKG (proteína quinasa dependiente de GMP cíclico)

mediante la estimulación farmacológica de la guanilato-ciclasa dependiente de

oxido nítrico, facilita la potenciación a largo término y mejora el rendimiento en el

laberinto acuático de Morris (Chien y col., 2005). En contraste, en una tarea de

evitación inhibitoria, la inhibición de la PKG produce un deterioro de la memoria

a largo plazo, pero no de la memoria a corto plazo (Izquierdo y col., 2000); por

34 

 

otra parte, se sugiere un papel regulador de PKG en el hipocampo, en la

formación de memoria en los primero estados, de una tarea de aprendizaje,

aversivamente motivada en ratas (Bernabeu y col., 1997).

La degradación proteolítica de SCOP (proteína oscilatoria supraquiasmática)

desinhibe la transcripción mediada por ERK1/2 (quinasa regulada por señales

extracelulares) y mejora el rendimiento en una tarea de reconocimiento de

objetos (Shimizu y col., 2007). Tras la inducción de LTP y el entrenamiento en el

laberinto acuático de Morris se observa un incremento en la fosforilación de la

ERK1/2 en la circunvolución dentada del hipocampo (Gooney y col., 2002). Por

el contrario, la inhibición de la ERK1/2 en el hipocampo deteriora la memoria

espacial a largo plazo (Hebert y Dash, 2004) sin afectar su adquisición (Blum y

col., 1999). También, se ha mostrado que la ruta MAPK quinasa es requerida

tanto para la consolidación como para la reconsilidación de memoria de

reconocimiento a largo plazo, y que está asociada con hiperfosforilación de

ERK1/2 en diferentes subregiones de la corteza entorrinal-circuito hipocampal

(Aine y col., 2003). La quinasa regulada por señales extracelulares, tiene un

papel importante en la plasticidad sináptica, y en varias formas de memoria

dependientes de hipocampo. Una vez activada, ERK1/2 puede translocarse al

núcleo y fosforilar ciertos factores de transcripción así como CREB (proteína de

unión al elemento de respuesta al AMP cíclico) y Elk, lo cual desencadena

expresión de genes asociados con los procesos de memoria (Sweatt, 2001;

2004; Davis y Laroche, 2006; Giovannini, 2006).

Por otra parte, la inhibición parcial de la PP1 (proteína fosfatasa 1) mediante la

expresión inducida de inhibidor 1 facilita la LTP (Jouvenceau y col., 2006) y la

formación de memorias espaciales en el laberinto de Morris (Genoux y col.,

2002; Waddell, 2003). Por estos motivos, se ha sugerido, aunque aún no se ha

comprobado que esta enzima está relacionada con fenómenos de debilitamiento

de la memoria. De la misma manera, la inhibición de la PP2A (proteína fosfatasa

2A) en el prosencéfalo basal causa una disminución de la concentración de

acetilcolina acompañada de deficiencias para el aprendizaje espacial (Tian y

35 

 

col., 2004). Por otra parte, la desinhibición sostenida de la PP2A en ratones

“knock out” para alfa4 (una proteína inhibidora de la PP2A) se asocia con

aumento de la actividad de la CaMKII-alfa en el hipocampo y con deficiencias

para el aprendizaje de evitación activa y para el aprendizaje espacial (Yamashita

y col., 2006). De nuevo, la escasa evidencia indica que la activación de la PP2A

en el hipocampo debilita el aprendizaje, pero este hecho aún no ha sido

plenamente demostrado.

La actividad de la PP2B disminuye durante la adquisición de una tarea espacial,

pero aumenta durante la reversión de tal aprendizaje (Havekes y col., 2006). En

ratas viejas la expresión de PP2B está aumentada y no se observa disminución

durante el entrenamiento espacial, lo cual se asocia con dificultades para la

retención de la tarea (Monti y col., 2005). Durante la extinción se observa un

aumento en la expresión de la calcineurina que puede ser bloqueado por

inhibidores de la síntesis de proteína, antagonistas del receptor NMDA y por

inhibidores de la fosfatidil-inositol 3 quinasa y de la MAPK (Lin y col., 2003).

Según los antecedentes citados, la adquisición de memorias espaciales requiere

de la inhibición de la calcineurina, mientras que las modificaciones de dichas

memorias requieren del aumento de la actividad de calcineurina secundaria a

síntesis proteica, además, en términos generales, un aumento en la actividad de

quinasas esta relacionada con una regulación positiva de los procesos de

aprendizaje, mientras que un aumento en la actividad de fosfatasas está más

relacionado con una regulación negativa (Figura 5).

36 

 

Figura 5. Rutas de transducción de señales que operan en el hipocampo durante los procesos de formación de memoria. Activación diferencial de proteínas quinasas y fosfatasas durante el proceso de formación de memoria. La activación de receptores metabotrópicos de glutamato constituye el paso inicial en la formación de memoria, que conduce a un aumento en la actividad de varias proteínas quinasas; este proceso inicia con la activación dependiente de calcio y calmodulina de la adenilciclasa, la producción de AMP cíclico (AMPc) y la activación de proteína quinasa dependiente de AMPc (PKA) y de proteína quinasa C (PKC), las cuales posteriormente desencadenan la activación de quinasas reguladas por señales extracelulares (ERK), la cual se trasloca al núcleo y activa varias proteínas efectoras como lo son la quinasa 2 ribosomal S6 (RSK2), y CREB; Contrarrestando este proceso, las proteínas fosfatasas PP1 y PP2A, actúan sobre ERK, modulando su actividad y generando un balance característico de la plasticidad sináptica. A/K, receptors AMPA/KA receptors; CaM, calmodulina; DAR, receptor de dopamina D1/D5;βAR, receptor β-adrenergico; mGLUR, receptor metabotropico de glutamato; mAChR, receptor muscarinico acetylcolina; PLC, fosfolipasa C;AC, adenilil ciclasa; DAG, diacilglicerol; PKC, proteína quinasa C; RSK2, quinasa S6 ribosomal, también conocida como quinasa CREB; CaMKII o CaMKIV, quinasas reguladas por calmodulina.(Tomado de Roberson Erik D, English Joey D, Adams J. Paige, Selcher Joel C, Kondratick Christine and Sweatt J. David. (1999) The Journal of Neuroscience. 19; 11:4337-48 y Eric Klann (2002). Metaplastic Protein Phosphatases. Learning & Memory. 9:153-55.

2.6. Estrés y fosforilación

La exposición crónica a una serie de eventos estresantes leves provoca una

disminución significativa de la expresión de PKA y de pCREB (Wang y col.,

2006). Tras la inducción de desesperanza aprendida mediante la aplicación

repetida de choques eléctricos inescapables se ha encontrado disminución de la

actividad de la PKA y de la expresión de las subunidades RIIbeta, Calfa y Cbeta

en la corteza frontal y el hipocampo (Dwivedi y col., 2004) y un aumento de la

actividad de PKA en el núcleo accumbens (Araujo y col., 2003).

37 

 

El estrés por restricción induce disminución de la expresión de PKC en el

hipocampo cuando es aplicado repetidamente durante la vida prenatal (Wu y

col., 2007) o postnatal (Alfonso y col., 2006). Cuando el estrés por restricción es

aplicado de forma aguda disminuye la expresión de la PKC gamma en el

hipocampo (McNamara y Lenox, 2004), pero aumenta su actividad en la

amígdala (Shors y col., 1997).

Aún no se ha probado el efecto del estrés inducido por tratamientos

comportamentales sobre la actividad de la PKG en el sistema nervioso central.

No obstante, se ha encontrado que la activación de la PKG podría favorecer la

supervivencia celular frente al estrés oxidativo (Andoh y col., 2002; Li y col.,

2005).

La fosforilación de la CaMKII en el hipocampo aumenta tras la aplicación crónica

de estrés por inmovilización (Suenaga y col., 2004). Por otro lado, la exposición

aguda a estrés por inmovilización produce un aumento de la activación de la

CaMKII (Blank et al., 2002), pero disminuye su autofosforilación en el hipocampo

(Blank y col., 2003).

El estrés crónico por nado forzado se asocia con disminución de la fosforilación

de ERK2 en el hipocampo y la corteza prefrontal (Qi y col., 2006). El estrés

agudo por inmovilización, por el contrario, provoca un aumento de la

fosforilación de ERK1/2 en el núcleo paraventricular del hipotálamo (Sasaguri y

col., 2005), el hipocampo, la neocorteza, la amígdala y el estriado (Shen y col.,

2004).

La exposición al laberinto en cruz elevado desencadena respuestas

comportamentales defensivas y se asocia con inducción de la SGK en el núcleo

tegmental ventral (Koya y col., 2005). Tras un estrés oxidativo por isquemia se

produce un incremento de la expresión de SGK1 en el hipocampo (Nishida y

col., 2004). La inhibición de la expresión de SGK se asocia con aumento de la

38 

 

supervivencia de células sometidas estrés oxidativo (Schoenebeck y col., 2005).

No obstante, aún no se ha probado el efecto del estrés inducido por

intervenciones comportamentales sobre la expresión de SGK en el sistema

nervioso central.

No hay estudios acerca de los efectos del estrés provocado por tratamientos

comportamentales sobre la actividad de PP1 en el sistema nervioso. No

obstante, existen evidencias que sugieren que esta fosfatasa ejerce una función

protectiva durante la respuesta de estrés celular (Kim, 2006). El estrés por

inmovilización administrado en forma aislada o repetida se asocia con

incremento de la actividad de la PP2A, sin aumento de su concentración en el

hipocampo, la corteza frontal (Morinobu y col., 2003) el núcleo accumbens y el

área tegmental ventral (Maeda y col.,2006). La exposición única (Takahashi y

col., 2001) o repetida (Gerges y col., 2004) a estrés por inmovilización provoca

aumento de la actividad de PP2B en el hipocampo.

Los efectos del estrés en los procesos de aprendizaje y formación de nuevas

memorias han sido ampliamente estudiados. En animales y en humanos, se ha

mostrado que las hormonas adrenales de estrés, catecolaminas y

glucocorticoides, tienen profundos efectos sobre la memoria. Los resultados al

respecto han sido muy variables, dependiendo del tipo de estrés, el tipo de

aprendizaje y el modelo experimental. Algunos estudios han mostrado un papel

facilitador de la corticosterona sobre los mecanismos neurales que determinan

la capacidad de almacenamiento de la memoria (Akirav, 2004). En la memoria

espacial, se ha reportado que dentro de los efectos agudos de los

glucocorticoides están, un aumento en la formación de nuevas memorias

(adquisición y consolidación) y un daño en la capacidad de recordar lo que

previamente había sido aprendido (recuperación) (de Quervain, 1998). Estos

estudios se han centrado en el hipocampo, aportando considerable evidencia

que soporta el papel de esta estructura como mediador del incremento en la

consolidación de la memoria inducida por los glucocorticoides (Roozendaal,

2003). En relación a los efectos de los glucocorticoides en los procesos de

39 

 

formación de memoria, el modelo mas conocido es el de la relación dosis-

respuesta en forma de U invertida, que sustenta que dosis moderadas de

glucocorticoides incrementan la memoria, mientras que dosis altas son menos

efectivas e incluso pueden perjudicar los procesos de formación de memoria.

(Roozendaal y col., 1999).

De lo expuesto anteriormente, queda claro que la integridad funcional del

hipocampo es un requisito indispensable para la adquisición de memorias

espaciales. Una de las regiones cerebrales más susceptibles al estrés es

precisamente el hipocampo. Además, el estrés produce modificaciones variadas

en los procesos de memoria (facilitación o deterioro) en función de su

intensidad, de su duración y del momento en que ocurra. A su vez, la formación

de memorias a largo plazo está mediada por cambios duraderos en la función

neuronal que, a su vez, dependen de la síntesis de proteínas y de cambios en

su estado de fosforilación. Por lo tanto, es altamente probable que la

complejidad de las interacciones entre la memoria y el estrés esté mediada por

los efectos de cada uno de estos procesos sobre el estado de activación de

quinasas y fosfatasas en regiones cerebrales críticas para la formación de

memorias, como el hipocampo.

Dada la amplitud del grupo de las serina-treonina quinasas y fosfatasas, para el

presente trabajo se han seleccionado la PP1 (por ejercer un rol crucial en el

deterioro de la memoria espacial y por no haber sido estudiada su actividad en

el tejido nervioso durante la respuesta de estrés) y la PP2B (por su vinculación

con las dificultades de memoria asociadas con el envejecimiento y por existir

evidencia inicial de su activación durante la respuesta de estrés) y ERK1/2

(porque su actividad aumenta tanto durante el estrés como durante la

consolidación de la memoria).

40 

 

3. JUSTIFICACIÓN

En Colombia, el conflicto persistente y los problemas socioeconómicos hacen

que una proporción amplia de la población este sometida a eventos estresantes

de intensidad moderada a severa; esto implica que potencialmente pueden estar

en riesgo de sufrir los efectos deletéreos del estrés sobre el sistema nervioso

central, incluyendo el desencadenamiento de trastornos mentales persistentes e

incapacitantes; por ello es necesario no solo mejorar la capacidad de detección

temprana y tratamiento precoz de los trastornos mentales desencadenados por

estrés, sino también generar estrategias terapéuticas novedosas para la

prevención y, eventualmente la reversión de los efectos deletéreos del estrés

sobre procesos cognitivos. Para ello, es necesario comprender los mecanismos

por los cuales el estrés modifica la neurobiología de la cognición. Por otra parte

los mecanismos moleculares y las rutas de señalización que se activan en

respuesta al estrés y al aprendizaje son poco conocidos, por esta razón este

estudio sentaran las bases para el entendimiento a nivel molecular de los

procesos que subyacen durante el estrés y la formación de memoria.

41 

 

4. OBJETIVOS DEL ESTUDIO

4.1. General

Establecer la relación entre los cambios inducidos por estrés agudo en la

adquisición, recuperación y extinción de la memoria espacial y las

modificaciones en la expresión y actividad de la quinasa ERK1/2 y las fosfatasas

PP1 y PP2B en el hipocampo de ratas.

4.2. Específicos

1. Determinar la actividad y el nivel de expresión basal de la quinasa

ERK1/2 y las fosfatasas PP1 y PP2B en el hipocampo de ratas.

2. Determinar los efectos del estrés agudo sobre la actividad y el nivel de

expresión de la quinasa ERK1/2 y las fosfatasas PP1 y PP2B en el

hipocampo de ratas.

3. Identificar si el entrenamiento en una tarea espacial ejerce algún efecto

sobre la actividad de la quinasa ERK1/2 y las fosfatasas PP1 y PP2B en

el hipocampo de ratas.

4. Identificar si la interacción entre el estrés agudo y el aprendizaje de una

tarea espacial tienen algún efecto en la actividad de la quinasa ERK1/2 y

las fosfatasas PP1 y PP2B en el hipocampo de ratas.

42 

 

5. METODOLOGÍA Y DISEÑO EXPERIMENTAL

5.1. Animales.

Se utilizaron Ratas Wistar macho (300 ± 20 g) suministradas por el bioterio

central de la Universidad Nacional de Colombia; se incluyeron 5 ratas por grupo

experimental; Las sesiones experimentales se llevaron a cabo en horas de la

mañana, durante el ciclo de luz, entre las 7:00 y las 12:30 horas en el bioterio

central; los experimentos de inducción de estrés agudo por inmovilización y de

aprendizaje en el laberinto circular de Barnes los realizó el grupo de

Neurofisiología del comportamiento animal (Anexo 1).

5.2. Preparación de extractos de hipocampo

5.2.1. Disección de hipocampos

Las ratas se sacrificaron por decapitación a las 0, 1 y 4 h después del estrés por

inmovilización y de las pruebas de aprendizaje; los cerebros se removieron

rápidamente sobre hielo; inmediatamente se practicó una disección para extraer

ambos hipocampos los cuales se almacenaron en nitrógeno líquido hasta el

momento del análisis (Grupo de Neurofisiología del comportamiento animal ).

5.2.2. Homogenización de los hipocampos

Debido a que las soluciones de extracción de proteínas fosfatasas y quinasas

diferían en algunos de sus componentes, un hipocampo de cada animal se

utilizó para determinar el nivel de expresión y la actividad enzimática de las

proteínas fosfatasas y el otro para las proteínas quinasas. Los hipocampos se

homogenizaron sobre hielo mediante lisis mecánica en buffer de lisis frío

haciendo uso de un homogenizador Dounce. Para la determinación de las

fosfatasas se utilizó 250 µl de 50 mM Tris-HCl pH 7.5, 50 mM NaCl, 10 mM

EGTA, 5 mM EDTA, 1 mM PMSF, 20 μg/mL leupeptina, and 4 μg/mL aprotinina,

43 

 

1mM ortovanadato de sodio y para la determinación de quinasas 250 µl de 50

mM Tris-HCl pH 7.5, 150 mM NaCl, 1 mM EGTA, 2 mM EDTA, 1 mM PMSF, 20

μg/mL leupeptina, and 20 μg/mL aprotinina, 1 mM ortovanadato de sodio, 20 µg

/ml pepstatina, 50 mM fluoruro de sodio, 1 mM ácido okadáico y Triton X-100

(1%). Las muestras homogenizadas se centrifugaron 15 min a 30,000 g, 4°C; se

recogió el sobrenadante y se almacenó a -80°C. El contenido de proteína en los

lisados se determinó con el sistema Qubit (Invitrogen).

5.3. SDS-PAGE y Western blot

Las muestras (~30 µg de proteína) se separaron en electroforesis en

condiciones denaturantes (SDS-PAGE) en geles de poliacrilamida al 10%

siguiendo procedimientos estándar (García, 2000; Burnette, 1981). Un carril en

cada gel contenía marcadores de peso molecular de amplio rango pre-teñidos

(BioRad). Se hicieron geles por duplicado, de tal manera que uno de los geles

se tiño con azul brillante de Coomasie y el otro se transfirió a membranas PVDF.

Brevemente, las membranas se incubaron en solución de bloqueo (leche en

polvo descremada, preparada en TBS-Tween (Tris Cl 10x, 1M pH 7.5, NaCl

(0.9%) y Tween (0.1%)) por 1 h a temperatura ambiente (TA); posteriormente se

incubaron toda la noche a 4 °C con los anticuerpos primarios específicos para

PP1 (Mouse monoclonal IgG2b, Santa Cruz Biotechnology; lote # G0908.

Dilución 1:2000); PP2B (Pan Calcineurina; Cell signalling technology; lote # 1.

Dilución 1:5000); y ERK1/2 (Rabbit Pab Anti-ERK1/2, Invitrogen; lote # 534972A.

Dilución 1:5000). Al día siguiente las membranas se dejaron temperar 1 h a TA,

se lavaron 5 veces durante 5 min en TBS-Tween y se incubaron por 1 h a TA

con los anticuerpos secundarios apropiados, anti-mouse IgG AP (dilución

1:3500) para PP1 y anti-rabbit IgG AP (dilución 1:2000) para PP2B y ERK1/2;

finalmente, se hicieron 5 lavados de 5 min cada uno y las membranas se

incubaron por 10 minutos con solución activadora.

La detección se realizó utilizando el sistema BCIP/NBT (Sustrato cromogénico

para la enzima fosfatasa alcalina). La densidad de cada una de las bandas fue

44 

 

determinada y cuantificada haciendo uso del equipo de análisis y foto-

documentación de geles (CHEMI GENIUS-BIO IMAGING SYSTEM).

5.4. Ensayos de actividad enzimática.

5.4.1. Actividad enzimática de proteínas fosfatasas.

Para medir la actividad enzimática de PP1 y PP2B en los lisados celulares, se

empleó un ensayo fluorométrico, ProFluor Ser/Thr Phosphatase assay kit

(Promega, Madison, WI). Se tomó 25 µl (~70 µg de proteína) del lisado celular y

se le adicionó 25 µl de la solución de dilución de fosfatasas (buffer de reacción

5X, más los cofactores necesarios para la activación de PP1: 1 mM de MgCl2 y

20 mM de MnCl2 y para la activación de PP2B: 100 mM CaCl2, 100 mM NiCl2 y

Calmodulina 0,5 Mm); se sirvieron 25 µl de la dilución en placas de 96 pozos y

se adicionó 25 µl de solución péptido (buffer de reacción 5X, 10 mM de sustrato

péptido fosforilado bisamida rodamina-110 y 10 mM de sustrato AMC (control

interno)), se incubó por 10 min a TA. Posteriormente se adicionó 25 µl de

solución de proteasa (solución de terminación, reactivo proteasa (kit) y ácido

ocadáico solo para PP1) y se incubó por 90 min a TA, finalmente, se adicionó 25

µl de solución estabilizadora. La actividad de PP1y PP2B se determinó en

términos de fluorescencia (485/530, excitación/emisión sustrato fosfopeptido

R110) la cual se leyó en un lector de placas FLX80; El aumento en la intensidad

de fluorescencia se correlacionó con un aumento en la actividad enzimática de

PP1 ó PP2B.

5.4.2. Actividad enzimática de ERK1/2

La actividad enzimática de ERK1/2 en los lisados celulares se determinó con el

kit ELISA [pTpY185/187] (Invitrogen), el cual detecta y cuantifica la cantidad de

ERK1/2 fosforilado, el nivel de fosforilación de ERK1/2 es un indicativo de la

actividad enzimática de esta enzima. Las muestras se prepararon de la siguiente

manera: a 20 µl de muestra (100 µg de proteína), se les adicionó 20 µl de buffer

45 

 

de tratamiento de muestra, se incubó por 20 min en hielo y se adicionó 160 µl de

solución de dilución del estándar. El ensayo se inició al adicionar 100 µl de

solución de dilución del estándar al pozo cero (blanco cromogénico) y 100 µl del

estándar y de las muestras a las placas cubiertas con el anticuerpo monoclonal

específico para ERK1/2; se dejó incubar por 2 h seguido de 4 lavados con buffer

de lavado (kit), se adicionó 100 µl de anti-ERK1/2 [pTpY185/187] el cual se dejó

incubar por 1 h, nuevamente se hicieron 4 lavados y se adicionó 100 µl de anti-

rabbit IgG-HRP, se incubó por 30 min y se lavo 4 veces, finalmente se adicionó

100 µl del cromógeno estabilizador, se incubó por 30 min y se adicionó 100 µl de

solución de parada e inmediatamente se hizo la lectura de absorbancia a 450

nm. La absorbancia obtenida es directamente proporcional a la concentración de

ERK1/2 fosforilado presente en la muestra.

5.5. Diseño experimental.

Los siguientes grupos experimentales se establecieron con el fin de determinar

la interacción entre el estrés agudo y el aprendizaje espacial sobre la actividad

de quinasas y fosfatasas en el hipocampo.

1. Estado basal de activación de quinasas y fosfatasas en el hipocampo.

2. Efecto del estrés agudo corto (1 h) sobre el nivel de expresión y la actividad

de quinasas y fosfatasas en el hipocampo.

3. Efecto del estrés agudo prolongado (4 h) sobre el nivel de expresión y la

actividad de quinasas y fosfatasas en el hipocampo.

4. Efecto de la adquisición sobre el nivel de expresión y la actividad de quinasas

y fosfatasas en el hipocampo.

5. Efecto de la recuperación sobre el nivel de expresión y la actividad de

quinasas y fosfatasas en el hipocampo.

6. Efecto de la extinción sobre el nivel de expresión y la actividad de quinasas y

fosfatasas en el hipocampo.

7. Interacción entre el estrés corto y la adquisición sobre el nivel de expresión y

la actividad de quinasas y fosfatasas en el hipocampo.

46 

 

8. Interacción entre el estrés prolongado y la adquisición sobre el nivel de

expresión y la actividad de quinasas y fosfatasas en el hipocampo.

9. Interacción entre el estrés corto y la recuperación sobre el nivel de expresión

y la actividad de quinasas y fosfatasas en el hipocampo.

10. Interacción entre el estrés prolongado y la recuperación sobre el nivel de

expresión y la actividad de quinasas y fosfatasas en el hipocampo.

11. Interacción entre el estrés corto y la extinción sobre el nivel de expresión y la

actividad de quinasas y fosfatasas en el hipocampo

12. Interacción entre el estrés prolongado y la extinción sobre el nivel de

expresión y la actividad de quinasas y fosfatasas en el hipocampo

Para los análisis inmunoquímicos se utilizaron quince hipocampos provenientes

de cada uno de los grupos experimentales (15/grupo experimental), los cuales

se obtuvieron en diferentes condiciones 1) cinco hipocampos provenientes de

animales que se sacrificaron inmediatamente finalizada la prueba en cuestión; 2)

cinco hipocampos provenientes de animales que se sacrificaron 1 h después de

finalizada la prueba; y 3) cinco hipocampos provenientes de animales que se

sacrificaron 4 h después de finalizada la prueba.

Para cada individuo, en cada condición experimental, para cada enzima

analizada en el hipocampo y para cada tiempo entre el final del experimento y el

sacrificio, se evaluaron las siguientes variables:

A. Concentración total de proteína en el homogenizado.

B. determinación del nivel de expresión de quinasas y fosfatasas por western

blot.

C. Actividad quinasa, expresada como densidad óptica a 450 nm.

D. Actividad fosfatasa: expresada en unidades de fluorescencia,

Se explorará el efecto del entrenamiento, el tratamiento y el tiempo entre el final

del experimento y el sacrificio sobre la actividad de cada enzima mediante un

47 

 

análisis de varianza de tres factores (entrenamiento, tratamiento, tiempo entre el

final del experimento y el sacrificio) haciendo uso del paquete estadístico

SigmaStat 3.01 (SPSS Inc.), con un valor crítico de significatividad de 0,05.

Se establecerán correlaciones entre la actividad de cada enzima y las variables

comportamentales mediante correlación de Spearman seguida de una

transformada z de Fisher haciendo uso del paquete estadístico SigmaStat 3.01

(SPSS Inc.), con un valor crítico de significancia de 0,05. En caso de encontrar

correlaciones significativas se procederá a un análisis de regresión por el

método de los mínimos cuadrados haciendo uso del mismo paquete estadístico.

48 

 

6. RESULTADOS

6.1. Efecto del estrés por inmovilización en la expresión de ERK1/2

en el hipocampo de ratas

Para evaluar el efecto del estrés en la expresión de ERK1/2, las ratas se

inmovilizaron por 1 h (estrés corto) y 4 h (estrés prolongado) y se sacrificaron

inmediatamente, 1 y 4 h después del estrés, con el fin de detectar cambios tanto

a nivel de expresión de ERK1/2 como en su actividad enzimática. Los resultados

de estos ensayos se compararon también con los niveles basales (animales no

estresados).

De acuerdo con los resultados obtenidos por Western blot (WB), no hubo

diferencias en el nivel de expresión de ERK1/2 al comparar el estrés corto y el

prolongado con el basal, en los tres tiempos estudiados (Figura A2 en anexos);

sin embargo, los análisis de la actividad enzimática mostraron un aumento

estadísticamente significativo de ERK1/2 en el hipocampo durante el estrés

corto y el prolongado comparativamente con el basal (t(8) = -5,791, p<0,001; E1-

1H>BASAL; t(8) = -2,866, p = 0,021; E1-4H>BASAL; t(8) = -14,616 E4-

0H>BASAL; t(8) = -5,540, p<0,001; E4-1H>BASAL; t(8) = -3,314, p= 0,011, E4-

4H>BASAL) (Figura 6); al comparar los grupos de estrés, se observó que el

principal aumento en la actividad enzimática de ERK1/2 se obtuvo en

condiciones de estrés prolongado y sacrificio inmediato (Figura 7).

49 

 

Figura 6. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 provocados por el estrés por

inmovilización. Diagrama de barras ilustrando el cambio de la densidad óptica (O.D.) con

respecto al basal, este indica la cantidad de ERK1/2 fosforilada [pTpY185/187] que es un

indicativo de la actividad enzimática. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por

grupo). Los animales se sometieron a estrés corto 1 h (E1) y prolongado 4 h (E4) y sacrificio

inmediato (0H), a la hora (1H) y a las 4 horas (4H). *, indica una diferencia significativa con

respecto al basal, p<0,05; ** p<0,01; *** p<0,001.

Figura 7. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 provocados por el estrés por

inmovilización. La línea oscura ilustra los cambios en la densidad óptica provocados por el

estrés corto y la línea clara los provocados por el estrés prolongado; el eje “x” indica el

tratamiento y el tiempo de sacrificio de los animales. Se ilustra el error estándar (n=5 animales

por grupo). La línea punteada indica una predicción de lo que puede estar pasando con la

* *****

***

***

50 

 

actividad enzimática de ERK1/2 durante la inmovilización por 4 h, teniendo en cuenta el

comportamiento de esta en respuesta al estrés por 1 h.

6.2. Actividad y nivel de expresión de ERK1/2 durante los procesos

de formación de memoria

Comparativamente con la actividad de ERK1/2 en condiciones basales, los

resultados obtenidos indican que el entrenamiento en una tarea espacial

provocó un aumento significativo en la actividad enzimática de ERK1/2 durante

la adquisición (t(7) = -11,251, p <0,001, ADQ-OH>BASAL; t(8) = -14,545, p

<0,001, ADQ-1H>BASAL; t(8) = -16,413, p <0,001, ADQ-4H>BASAL y la

recuperación (t(8) = -12,486, p <0,001, REC-0H>BASAL; t(8) = -19,996, p <0,001,

REC-1H>BASAL; t(8) = -18,540, p <0,001, REC-4H>BASAL) de la memoria en

los tres tiempos estudiados como se observa en la figuras 8 y 9.

Figura 8. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el entrenamiento

de la adquisición de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el cambio de la O.D.

con respecto al basal. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo). ADQ-0H,

animales sacrificados inmediatamente después del entrenamiento de adquisición; ADQ-1H,

sacrificados 1 h después del; ADQ-4H, sacrificados 4 h después; ***, p<0,001.

*** ***

***

51 

 

Figura 9. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el entrenamiento

de la recuperación de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el cambio de la

O.D. con respecto al basal. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo).

REC-0H: animales sacrificados inmediatamente después del entrenamiento de recuperación;

REC-1H: sacrificados 1 h después; REC-4H: sacrificados 4 h después. ***, p<0,001.

Durante la extinción de la memoria la actividad enzimática de ERK1/2 también

aumentó de manera significativa en los tres tiempos estudiados (t(8) = -6,159,

p<0,001, EXT-0H>BASAL; t(8) = -6,146, p<0,001, EXT-1H>BASAL; t(8) = -14,178,

p<0,001, EXT-4H>BASAL) (Figura 10).

Figura 10. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el entrenamiento

de la extinción de la memoria espacial. Ver leyenda de la figura 4. EXT-0H: animales

sacrificados inmediatamente después del entrenamiento de extinción; EXT-1H: sacrificados 1 h

***

*** ***

*** *** ***

52 

 

después del entrenamiento de extinción; EXT-4H: sacrificados 4 h después del entrenamiento de

extinción. ***, p<0,001

De esta manera, la actividad enzimática de ERK1/2 aumentó durante las tres

fases de la memoria espacial en todos los tiempos de sacrificio, siendo

predominantemente mayor durante la adquisición y la recuperación de la

memoria espacial y menor durante la extinción de la memoria (Figura 11).

0

50

100

150

200

250

300

350

400

-2 -1 0 1 2 3 4

ΔO

.D.

45

0 n

m

TRATAMIENTO

A

R

E

EXTINCIÓN

R

ADQUISICIÓN

Figura 11. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos durante las tres fases

de la memoria espacial. Se ilustran los cambios en la densidad óptica provocados por el

entrenamiento en la adquisición (línea azul); la recuperación (línea roja) y la extinción de la

memoria espacial (línea verde). El eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de sacrificio de los

animales; se ilustra el error estándar (n=5 animales por grupo).

En cuanto al nivel de expresión, determinado por WB, se observó un aumento

en el nivel de ERK1/2 durante la recuperación (Figura 12a), al sacrificar los

animales inmediatamente (ERK1, t(68) = -21,639, p <0,001; ERK2, t(68) = -33,720,

p <0,001) y 4 h después (ERK1 t(68) = -66,948, p<0,001; ERK2, t(68) = -35,614, p

<0,001); y durante la extinción (Figura 12b) 4 h después del entrenamiento

(ERK1, t(68) = -57,138, p< <0,001; ERK2, t(68) = -44,193, p<0,001); (Figuras A3,

A4 y A5 en anexos).

53 

 

a.

b.

Figura 12. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 provocados por el entrenamiento

de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el cambio en el nivel de expresión de

ERK1/2 con respecto al basal durante la recuperación (a) y la extinción (b). Se ilustra la media y

el error estándar (n=5 animales por grupo). ***, p<0,001.

***

***

***

***

*** ***

54 

 

6.3. Efecto del estrés sobre la formación de memoria espacial y su

relación con la expresión de ERK1/2

Finalmente, se pretendía caracterizar el efecto del estrés en la formación de la

memoria espacial en términos de la actividad y expresión de ERK1/2; para esto,

se empleó un paradigma de aprendizaje espacial en el laberinto circular de

Barnes, y se diseñaron experimentos en los que se indujo estrés por restricción

de movimientos durante 1 y 4 h antes de las fases críticas del aprendizaje, los

tiempos de sacrificio fueron los mismos en todas las condiciones

experimentales.

Comparativamente con el grupo basal, la actividad enzimática de ERK1/2

aumentó significativamente con el estrés corto previo a la adquisición de la

memoria espacial (t(8) = -4,513, p = 0,002, E1-ADQ-0H>BASAL; t(8) = -5,069,

p<0,001, E1-ADQ-1H>BASAL; t(8) = -5,934, p<0,001; E1-ADQ-4H>BASAL); sin

embargo, no permitió el aumento en la actividad enzimática observado durante

la adquisición (t(3) = 4,031, p= 0,027, E1-ADQ-0H<ADQ-0H; t(4) = 5,756, p =

0,005, E1-ADQ-1H<ADQ-1H; t(4) = 2,756, p= 0,051, E1-ADQ-4H<ADQ-4H)

(Figura 13 y 15).

0

50

100

150

200

250

300

350

400

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H ADQ-0H ADQ-1H ADQ-4H E1-ADQ-0H E1-ADQ-1H E1-ADQ-4H

ΔO

.D.

450 n

m

pERK1/2

Figura 13. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto

previo al entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial. Diagrama de barras

***

*

*****

***

***

*

***

***

***

55 

 

ilustrando el cambio en la O.D. con respecto al grupo basal y al grupo de adquisición. Se ilustra

la media y el error estándar (n= 5 animales por grupo). También se ilustra el grupo de estrés

corto. E1-ADQ-0H, animales estresados por 1 h, 30 min después sometidos al entrenamiento de

adquisición y sacrificados inmediatamente; E1-ADQ-1H, sacrificados 1 h después; E1-ADQ-4H,

sacrificados 4 h después. *, p<0,05; **, p<0,01. ***, p<0,001.

Por otra parte, el estrés prolongado previo a la adquisición y el sacrificio 4 h

después ocasionó una disminución en la actividad enzimática de ERK1/2

comparativamente con el grupo de adquisición (t(4) = 3,332, p = 0,029, E4-ADQ-

4H<ADQ-4H); con respecto al basal, la actividad enzimática de ERK1/2 aumentó

en condiciones de estrés prolongado previo a la adquisición en todos los

tiempos estudiados (t(4) = -13,675, p <0,001, E4-ADQ-0H>BASAL; t(4) = -15,144,

p<0,001, E4-ADQ-1H>BASAL; t(4) = -7,867, p <0,001, E4-ADQ-4H>BASAL

(Figura 14 y 10).

No se observó ninguna diferencia significativa, en términos de la actividad

enzimática de ERK1/2, entre el estrés corto y el estrés prolongado previo a las

pruebas de adquisición.

0

50

100

150

200

250

300

350

400

BASAL E4-0H E4-1H E4-4H ADQ-0H ADQ-1H ADQ-4H E4-ADQ-0H E4-ADQ-1H E4-ADQ-4H

ΔO

.D.

450 n

m

pERK1/2

Figura 14. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés

prolongado previo al entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial. Diagrama de

barras ilustrando el cambio en la O.D. con respecto al grupo basal y al grupo de entrenamiento

*

***

***

******

***

*****

***

***

56 

 

en la adquisición. Se ilustra la media y el error estándar (n= 5 animales por grupo). También se

ilustra el grupo de estrés prolongado. E4-ADQ-0H, animales estresados por 4 h, 30 min después

sometidos al entrenamiento de adquisición y sacrificados inmediatamente; E4-ADQ-1H,

sacrificados 1 h después; E4-ADQ-4H, sacrificados 4 h después. *, p<0,05; ***, p<0,001.

0

50

100

150

200

250

300

350

400

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔO

.D.

450

nm

TRATAMIENTO

A

E4

E4 y A

E1

E1 y A

Figura 15. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial. Se ilustran

los cambios en la densidad óptica provocados por el estrés, corto (línea azul tenue) y prolongado

(línea verde) previo al entrenamiento de la adquisición de la memoria espacial; también se ilustra

la adquisición (línea azul oscura), el estrés corto (línea purpura) y el estrés prolongado (línea

roja); el eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de sacrificio de los animales y las barras indican

el error estándar (n= 5 animales por grupo).

Se observó un comportamiento similar en los grupos de estrés previo a la

recuperación de la memoria, el estrés corto no permitió el aumento en la

actividad de ERK1/2 observado durante la recuperación de la memoria espacial

(t(4) = 12,592, p<0,001, E1-REC-0H<BASAL; t(4) = 16,584, p<0,001, E1-REC-

1H<BASAL; t(4) = 8,790, p<0,001, E1-REC-4H<BASAL); y comparativamente con

el basal, solo el sacrificio 4 h después del estrés corto previo a la recuperación

E1 ADQ.

ADQ.E4

57 

 

aumento la actividad enzimática de ERK1/2 (t(8) = -6,509, p<0,001, E1-REC-

4H>BASAL) (Figura 16 y 18).

‐50

0

50

100

150

200

250

300

350

400

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H REC-0H REC-1H REC-4H E1-REC-0H E1-REC-1H E1-REC-4H

ΔO

.D.

450 n

m

pERK1/2

Figura 16. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto

previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Diagrama de barras

ilustrando el cambio en la O.D. con respecto al grupo basal y al grupo de entrenamiento en la

recuperación. Se ilustra la media y el error estándar (n= 5 animales por grupo). También se

ilustra el grupo de estrés corto. E1-REC-0H, animales entrenados en la adquisición, 24 h

después estresados durante 1 h, 30 min después sometidos a pruebas de recuperación de la

memoria espacial y sacrificados inmediatamente; E1-REC-1H, sacrificados 1 h después; E1-

REC-4H, sacrificados 4 h después. ***, p<0,001.

Así mismo, el estrés prolongado, no permitió el aumentó de la actividad

observado durante la recuperación de la memoria, (t(4) = 10,615, p<0,001, E4-

REC-0H<REC-0H; t(4) = 14,282, p<0,001, E4-REC-1H<REC-1H; t(4) = 14,251,

p<0,001, E4-REC-4H<REC-4H) (figura 17 y 18); comparativamente con los

animales en condiciones basales, no se observó ningún cambio en la actividad

enzimática de ERK1/2.

***

***

******

*

***

******

***

58 

 

0

50

100

150

200

250

300

350

400

BASAL E4-0H E4-1H E4-4H REC-0H REC-1H REC-4H E4-REC-0H E4-REC-1H E4-REC-4H

ΔO

.D.

450 n

m

pERK1/2

Figura 17. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés

prolongado previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Diagrama

de barras ilustrando el cambio en la O.D. con respecto al grupo basal y al grupo de

entrenamiento en la recuperación. Se ilustra la media y el error estándar (n= 5 animales por

grupo). También se ilustra el grupo de estrés prolongado. E4-REC-0H, animales entrenados en

la adquisición, 24 h después estresados durante 4 h, 30 min después sometidos a pruebas de

recuperación de la memoria espacial y sacrificados inmediatamente; E4-REC-1H, sacrificados 1

h después; E4-REC-4H; sacrificados 4 h después. ***, p<0,001.

-50

0

50

100

150

200

250

300

350

400

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔO

.D.

450 n

m

TRATAMIENTO

R

E4

E4 y R

E1

E1 y R

Figura 18. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Se ilustran

los cambios en la densidad óptica provocados por el estrés, corto (línea azul tenue) y prolongado

*** ***

*****

***

******

***

***

59 

 

(línea verde) previo al entrenamiento de la recuperación de la memoria espacial; también se

ilustra la recuperación (línea azul oscura), el estrés corto (línea purpura) y el estrés prolongado

(línea roja); el eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de sacrificio de los animales y las barras

indican el error estándar (n= 5 animales por grupo).

En cuanto al nivel de expresión de ERK1/2 se observó, comparativamente con

el grupo basal, un aumento en el nivel de expresión de ERK1/2 en condiciones

de estrés corto y adquisición de la memoria espacial, ERK1 (t(66) = -60,347,

p<0,001, E1-ADQ-1H>BASAL; t(68) = -53,069, p<0,001, E1-ADQ-4H>BASAL) y

ERK2 (t(66) = -47,036, p<0,001, E1-ADQ-1H>BASAL; t(68) = -68,495, p<0,001, E1-

ADQ-4H >BASAL); y en condiciones de estrés prolongado y recuperación de la

memoria espacial, ERK1 (t(67) = -53,042, p<0,001, E4-REC-1H>BASAL; t(66) = -

57,431, p<0,001, E4-REC-4H>BASAL) y ERK2 (t(67) = -39,230, p<0,001, E4-

REC-1H>BASAL; t(66) = -22,743, p<0,001, E4-REC-4H>BASAL) (Figura 19a y

19b).

a.

-10

0

10

20

30

40

50

60

70

80

BASAL E1-ADQ-0H E1-ADQ-1H E1-ADQ-4H E4-ADQ-0H E4-ADQ-1H E4-ADQ-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

ERK1/2

ERK1

ERK2

b.

-40

-20

0

20

40

60

80

BASAL E1-REC-0H E1-REC-1H E1-REC-4H E4-REC-0H E4-REC-1H E4-REC-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

ERK1/2

ERK1

ERK2

******

******

60 

 

Figura 19. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 inducidos por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento en la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando

el cambio en el nivel de expresión de ERK1/2 con respecto al basal durante el estrés previo a la

adquisición (a) y a la recuperación de la memoria espacial (b). Se ilustra la media y el error

estándar (n=5 animales por grupo). ***, p<0,001.

Por ultimo, la actividad enzimática de ERK1/2 aumentó con el estrés corto previo

a la extinción de la memoria en todos los tiempos estudiados (t(8) = -10,011,

p<0,001, E1-EXT-0H>BASAL; t(8) = -8,529, p<0,001, E1-EXT-1H>BASAL; t(8) = -

13,076, p<0,001, E1-EXT-4H>BASAL) (Figura 20).

0

50

100

150

200

250

300

350

400

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H EXT-0H EXT-1H EXT-4H E1-EXT-0H E1-EXT-1H E1-EXT-4H

ΔO

.D.

450 n

m

pERK1/2

Figura 20. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto

previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Diagrama de barras

ilustrando el cambio en la O.D. con respecto al grupo basal y al grupo de entrenamiento en la

extinción. Se ilustra la media y el error estándar (n= 5 animales por grupo). También se ilustra el

grupo de estrés corto. E1-EXT-0H, animales entrenados en la adquisición, 24 h después

estresados durante 1 h, 30 min después sometidos a pruebas de recuperación y extinción de la

memoria espacial y sacrificados inmediatamente; E1-EXT-1H, sacrificados 1 h después; E1-

EXT-4H, sacrificados 4 h después. ***, p<0,001.

Por otra parte, la actividad de ERK1/2, en condiciones de estrés prolongado

previo a la extinción, aumentó significativamente en las siguientes condiciones

(t(8) = -10,028, p<0,001, E4-EXT-0H>BASAL; t(8) = -4,462, p = 0,002, E4-EXT-

1H>BASAL), pero comparativamente con el grupo de extinción, la actividad de

*** *********

******

*

***

61 

 

ERK1/2 disminuyó significativamente con el estrés prolongado previo a la

extinción y el sacrificio 4 h después (t(4) = 24,505, p<0,001, E4-EXT-4H<EXT-4H)

(Figura 21 y 22).

0

50

100

150

200

250

300

350

400

BASAL E4-0H E4-1H E4-4H EXT-0H EXT-1H EXT-4H E4-EXT-0H E4-EXT-1H E4-EXT-4H

ΔO

.D.

450 n

m

pERK1/2

Figura 21. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés

prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Diagrama de

barras ilustrando el cambio en la O.D. con respecto al grupo basal y al grupo de entrenamiento

en la extinción. Se ilustra la media y el error estándar (n= 5 animales por grupo). También se

ilustra el grupo de estrés prolongado. E4-EXT-0H, animales entrenados en la adquisición, 24 h

después estresados durante 4 h, 30 min después sometidos a pruebas de recuperación y

extinción de la memoria espacial y sacrificados inmediatamente; E4-EXT-1H, sacrificados 1 h

después; E4-EXT-4H, sacrificados 4 h después. **, p<0,01; ***,p<0,001.

**

***

***

*** ******

62 

 

0

50

100

150

200

250

300

350

400

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔO

.D.

45

0 n

m

TRATAMIENTO

E

E4

E4 y E

E1

E1 y E

Figura 22. Cambios en la actividad enzimática de ERK1/2 inducidos por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Se ilustran los

cambios en la densidad óptica provocados por el estrés, corto (línea azul tenue) y prolongado

(línea verde) previo al entrenamiento de la extinción de la memoria espacial; también se ilustra la

extinción (línea azul oscura), el estrés corto (línea purpura) y el estrés prolongado (línea roja); el

eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de sacrificio de los animales y las barras indican el error

estándar (n= 5 animales por grupo).

El nivel de expresión de ERK1/2 solo cambió significativamente durante el

estrés corto previo a la extinción y el sacrificio inmediato (ERK1, t(66) = -25,083,

p<0,001; ERK2, t(66) = -31,272, p<0,001, E1-EXT-OH>BASAL) (Figura 23) y

durante el estrés prolongado previo a la extinción y el sacrificio 1 h después

(ERK1, t(67) = -30,692, p<0,001; ERK2, t(67) = -54,837, p<0,001, E4-EXT-

1H>BASAL ) (Figura 24a y 24b).

63 

 

-30

-20

-10

0

10

20

30

40

50

60

BASAL E1-EXT-0H E1-EXT-1H E1-EXT-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

ERK1/2

ERK 1

ERK2

Figura 23. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 inducidos por el estrés corto

previo al entrenamiento de la extinción de la memoria espacial. Diagrama de barras

ilustrando el cambio en el nivel de expresión de ERK1/2 con respecto al basal. Se ilustra la

media y el error estándar (n=5 animales por grupo). ***, p<0,001.

a.

-20

-10

0

10

20

30

40

50

60

BASAL E4-EXT-0H E4-EXT-1H E4-EXT-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

ERK1/2

ERK 1

ERK2

b. 1 2 3 4 5 6 7 8 MW (kDa) 9 10 11 12 13 14 15 16 MW

198,844 115,7 96,743 53,541

*** ***

*** ***

ERK1  ERK2    

(1)

(2)

64 

 

Figura 24. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 provocados por el estrés

prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. a). Diagrama

de barras ilustrando el cambio en el nivel de expresión de ERK1/2 con respecto al basal. Se

ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo). ***, p<0,001. b). (1). SDS-PAGE y

(2). WB; Carriles 1, 2, 9 y 10 muestras en condiciones basales; 3, 4, 11 y 12 en condiciones de

estrés severo, extinción y sacrificio inmediato; 5, 6, 13 y 14 en condiciones de estrés severo,

extinción y sacrificio 1 h después y 7, 8, 15 y 16 estrés severo, extinción y sacrificio 4 h después.

MW, marcador de peso molecular (Estándar pre-teñido de amplio rango, BIO-RAD).

6.4. Efecto del estrés por inmovilización en la expresión de PP2B

en el hipocampo de ratas

Los resultados obtenidos por WB, mostraron que el estrés por inmovilización,

tanto corto como prolongado, en términos generales, no afectó el nivel de

expresión de PP2B, sin embargo, como se muestra en la figura 25, hubo una

disminución significativa en el nivel de expresión de PP2B 4 h después de la

inmovilización corta (t(69) = 6,449, p<0,001 E1-4H<BASAL) (figura A6 en anexos).

-40

-30

-20

-10

0

10

20

30

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H E4-0H E4-1H E4-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP2B

Figura 25. Cambios en el nivel de expresión de PP2B provocados por el estrés por

inmovilización corto y prolongado. Diagrama de barras ilustrando el cambio en el nivel de

expresión de PP2B con respecto al basal; se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales

por grupo). ***, p<0,001.

***

65 

 

En cuanto a la actividad enzimática de PP2B, se observó un aumento

significativo 4 h después del estrés corto ( t(14) = -6,240, p<0,001, E1-

4H>BASAL) y en todos los tiempos después del estrés prolongado (t(14) = -6,432,

p<0,001, E4-0H>BASAL; t(14) = -10,452, p<0,001, E4-1H>BASAL; t(14) = -6,160,

p<0,001, E4-4H>BASAL) (Figura 26); el principal aumento se observó 1 h

después del estrés prolongado, además, la actividad enzimática de PP2B 4 h

después del estrés corto y 4 h después del estrés prolongado fue igual (Figura

27).

0

5

10

15

20

25

30

BASAL  E1‐0H E1‐1H E1‐4H E4‐0H E4‐1H E4‐4H

ΔF

LU

PP2B

Figura 26. Cambios en la actividad enzimática de PP2B provocados por el estrés por

inmovilización. Diagrama de barras ilustrando el cambio en las unidades de fluorescencia

(FLU) con respecto al basal; se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo). Los

animales se sometieron a estrés corto 1 h (E1) y prolongado 4 h (E4) y sacrificio inmediato (0H),

a la hora (1H) y a las 4 horas (4H). ***, p<0,001.

****** ***

***

66 

 

0

5

10

15

20

25

30

‐5 ‐4 ‐3 ‐2 ‐1 0 1 2 3 4

ΔF

LU

TRATAMIENTO

E4 

E1 

Figura 27. Cambios en la actividad enzimática de PP2B provocados por el estrés por

inmovilización. Se ilustran los cambios en las unidades de fluorescencia (FLU) provocados por

el estrés corto (línea oscura) y el estrés prolongado (línea clara); el eje “x” indica el tratamiento y

el tiempo de sacrificio de los animales. Se ilustra el error estándar (n=5 animales por grupo).

6.5. Actividad y nivel de expresión de PP2B durante los procesos

de formación de memoria

El entrenamiento en una tarea espacial en el laberinto circular de Barnes

provocó cambios en la actividad enzimática de PP2B durante la adquisición, la

recuperación y la extinción de la memoria, comparativamente con el grupo

basal. Este cambio se caracterizó principalmente por un aumento en todos los

tiempos estudiados (t(14) = -9,735, p <0,001, ADQ-0H>BASAL; t(14) = -8,106, p

<0,001, ADQ-1H>BASAL; t(14) = -7,283, p <0,001, ADQ-4H>BASAL. Figura 28);

(t(14) = -12,973, p <0,001, REC-0H>BASAL; t(14) = -5,558, p <0,001; REC-

1H>BASAL; t(14) = -6,965, p <0,001, REC-4H>BASAL. Figura 29); (t(14) = -8,516,

p <0,001, EXT-0H>BASAL; t(14) = -8,749, p <0,001, EXT-1H>BASAL ; t(14) = -

6,835, p <0,001, EXT-4H>BASAL. Figura 30).

E4H

E1H

67 

 

Figura 28. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el entrenamiento de

la adquisición de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el cambio de FLU con

respecto al basal. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo); ***, p<0,001.

0

5

10

15

20

25

30

35

BASAL REC-0H REC-1H REC-4H

ΔF

LU

PP2B

Figura 29. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el entrenamiento de

la recuperación de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el cambio de FLU con

respecto al basal. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo); ***, p<0,001.

****** ***

***

*** ***

68 

 

0

5

10

15

20

25

30

BASAL EXT-0H EXT-1H EXT-4H

ΔF

LU

PP2B

Figura 30. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el entrenamiento de

la extinción de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el cambio de FLU con

respecto al basal. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo); ***, p<0,001.

La actividad de PP2B se comportó de manera similar durante la adquisición y la

recuperación, con los principales aumentos observados inmediatamente

finalizaba el estrés, aunque el pico máximo de actividad de la PP2B se observó

inmediatamente después de finalizada la recuperación; en todos los casos se

observó que la actividad de PP2B tendía a ser menor 1 y 4 h después del

entrenamiento (figura 31).

0

5

10

15

20

25

30

35

‐2 ‐1 0 1 2 3 4 5

ΔF

LU

TRATAMIENTO

A

R

E

ADQUISICIÓN

EXTINCIÓN

R

***

***

***

69 

 

Figura 31. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el entrenamiento en

la memoria espacial. Se ilustran los cambios de las FLU provocados por el entrenamiento en la

adquisición (línea azul); la recuperación (línea roja) y la extinción de la memoria espacial (línea

verde). El eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de sacrificio de los animales; se ilustra el error

estándar (n=5 animales por grupo).

Los niveles de expresión de PP2B, determinados por WB, no cambiaron en

condiciones de adquisición y extinción de la memoria, pero aumentaron

significativamente 1 h (t(69) = -4,161, p<0,001, REC-1H>BASAL) y 4 h después

de haber finalizado el entrenamiento en la recuperación de la memoria (t(69) = -

7,529, p< 0,001, REC-4H>BASAL) (Figura 32 y A7 en anexos).

‐20

‐10

0

10

20

30

40

50

BASAL REC‐0H REC‐1H REC‐4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP2B

Figura 32. Cambios en el nivel de expresión de PP2B inducidos por el entrenamiento en la

recuperación de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el cambio de FLU con

respecto al basal. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo); ***, p<0,001.

6.6. Efecto del estrés sobre la formación de memoria espacial y su

relación con la expresión de PP2B.

Por ultimo, se evaluó el efecto del estrés por inmovilización en la formación de

memoria espacial en relación a la actividad enzimática y el nivel de expresión de

PP2B. Se observó que el estrés corto previo a la adquisición de la memoria no

permitió el aumento en la actividad enzimática de PP2B visto durante la

***

***

70 

 

adquisición de la memoria espacial (t(6) = 7,928, p<0,001, E1-AD-0H<ADQ-0H;

t(5) = 6,920, p<0,001, E1-AD-1H<ADQ-1H; t(6) = 5,293, p= 0,002, E1-AD-

4H<ADQ-4H) (Figura 33a Y 34). Por otra parte, el estrés prolongado previo a la

adquisición no modificó la actividad enzimática de PP2B, cuando se comparó

con los grupos de adquisición, pero comparativamente con el grupo basal

(animales no estresados no entrenados), se observó un aumento en la actividad

de PP2B en los tres tiempos, lo que soporta los resultados de que el estrés

prolongado no altera la actividad de esta enzima durante la adquisición de la

memoria (t(13) = -8,051, p<0,001, E4-ADQ-0H>BASAL; t(14) = -11,021, p<0,001,

E4-ADQ-1H>BASAL; t(14) = -9,054, p<0,001, E4-ADQ-4H>BASAL) (Figura 33b Y

34).

a.

-5

0

5

10

15

20

25

30

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H ADQ-0H ADQ-1H ADQ-4H E1-ADQ-0H E1-ADQ-1H E1-ADQ-4H

ΔF

LU

PP2B

b.

0

5

10

15

20

25

30

BASAL E4-0H E4-1H E4-4H ADQ-0H ADQ-1H ADQ-4H E4-ADQ-0H E4-ADQ-1H E4-ADQ-4H

ΔF

LU

PP2B

***

*****

***

*** ******

***

*** ***

******

***

***

***

***

71 

 

Figura 33. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo al

entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el

cambio de FLU del estrés corto (a) y el estrés prolongado (b), previo a la adquisición, con

respecto al basal y al grupo de adquisición. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales

por grupo); **,p<0,01; ***, p<0,001.

0

5

10

15

20

25

30

‐6 ‐4 ‐2 0 2 4 6

ΔF

LU

TRATAMIENTO

A

E4

E4 y A

E1

E1 y A

Figura 34. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo a la

adquisición de la memoria. Se ilustran los cambios de FLU inducidos por el estrés corto (línea

azul tenue) y prolongado (línea verde) previo al entrenamiento de la adquisición de la memoria

espacial; también se ilustra la adquisición (línea azul oscura), el estrés corto (línea purpura) y el

estrés prolongado (línea roja); el eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de sacrificio de los

animales y las barras indican el error estándar (n= 5 animales por grupo).

En cuanto al nivel de expresión determinado por WB, se observó una

disminución significativa en respuesta al estrés corto 4 h después de finalizado

el entrenamiento (t(69) = 3,977, p<0,001, E1-ADQ-4H<BASAL) e inmediatamente

después de finalizado el estrés prolongado (t(67) = 3,661, p<0,001; E4-ADQ-

0H<BASAL) (Figura 35).

E4

E4 ADQ

ADQ

72 

 

-30

-20

-10

0

10

20

30

BASAL E1-ADQ-0H E1-ADQ-1H E1-ADQ-4H E4-ADQ-0H E4-ADQ-1H E4-ADQ-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (%

BA

SA

L)

PP2B

Figura 35. Cambios en el nivel de expresión de PP2B inducidos por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento de la adquisición de la memoria espacial. Diagrama de

barras ilustrando el cambio en el nivel de expresión de PP2B con respecto al basal durante el

estrés previo a la adquisición. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo).

***, p<0,001.

Se observó un comportamiento similar al evaluar los efectos del estrés sobre la

recuperación de la memoria, el estrés corto no permitió el incremento en la

actividad de PP2B visto durante la recuperación de la memoria espacial (t(6) =

5,850, p = 0,001, E1-REC-0H<REC-OH; t(6) = 3,157, p = 0,020, E1-REC-

1H<REC-1H; t(6) = 6,772, p<0,001, E1-REC-4H<REC-4H. Figura 36a y 37); así

mismo, el estrés prolongado previo a la recuperación de la memoria no altero la

actividad enzimatica de PP2B, pero comparativamente con el grupo basal, la

actividad de esta enzima aumento significativamente (t(14) = -8,074, p<0,001, E4-

REC-0H>BASAL; t(14) = -4,896, p <0,001, E4-REC-1H>BASAL; t(14) = -9,597, p

<0,001, E4-REC-4H>BASAL. Figura 36b y 37).

******

73 

 

a.

0

5

10

15

20

25

30

35

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H REC-0H REC-1H REC-4H E1-REC-0H E1-REC-1H E1-REC-4H

ΔF

LU

PP2B

b.

0

5

10

15

20

25

30

35

BASAL E4-0H E4-1H E4-4H REC-0H REC-1H REC-4H E4-REC-0H E4-REC-1H E4-REC-4H

ΔF

LU

PP2B

Figura 36. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo al

entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el

cambio de FLU del estrés corto (a) y el prolongado (b), previo a la recuperación, con respecto al

basal y al grupo de recuperación. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por

grupo); *, p<0,05; ***, p<0,001.

****

***

***

***

***

*** ******

***

***

***

***

***

*** ***

74 

 

0

5

10

15

20

25

30

35

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔF

LU

TRATAMIENTO

R

E4

E4 y R

E1

E1 y R

Figura 37. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo a la

recuperación de la memoria. Se ilustran los cambios de FLU provocados por el estrés, corto

(línea azul tenue) y prolongado (línea verde) previo al entrenamiento de la recuperación de la

memoria espacial; también se ilustra la recuperación (línea azul oscura), el estrés corto (línea

purpura) y el estrés prolongado (línea roja); el eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de

sacrificio de los animales y las barras indican el error estándar (n= 5 animales por grupo).

En cuanto al nivel de la expresión de PP2B, los análisis por WB mostraron una

disminución significativa en los grupos de estrés prolongado previo a la

recuperación (t(68) = 4,743, p<0,001, E4-REC-1H<BASAL; t(68) = 4,879, p<0,001,

E4-REC-4H<BASAL) (Figura 38).

75 

 

-30

-25

-20

-15

-10

-5

0

BASAL E1-REC-0H E1-REC-1H E1-REC-4H E4-REC-0H E4-REC-1H E4-REC-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP2B

Figura 38. Cambios en el nivel de expresión de PP2B provocados por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Diagrama

de barras ilustrando el cambio en el nivel de expresión de PP2B con respecto al basal durante el

estrés previo a la recuperación de la memoria espacial. Se ilustra la media y el error estándar

(n=5 animales por grupo). ***, p<0,001.

Finalmente el estrés, tanto corto como prolongado, previo a la extinción, no

modificó la actividad enzimatica de PP2B (Figura 39a y 39b y 40).

a.

0

5

10

15

20

25

30

35

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H EXT-0H EXT-1H EXT-4H E1-EXT-0H E1-EXT-1H E1-EXT-4H

ΔF

LU

PP2B

*** ***

76 

 

b.

0

5

10

15

20

25

30

35

BASAL E4-0H E4-1H E4-4H EXT-0H EXT-1H EXT-4H E4-EXT-0H E4-EXT-1H E4-EXT-4H

ΔF

LU

PP2B

Figura 39. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo al

entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el

cambio en la FLU del estrés corto (a) y prolongado (b) previo al entrenamiento en la extinción de

la memoria espacial con respecto al grupo basal y al grupo de entrenamiento en la extinción. Se

ilustra la media y el error estándar (n= 5 animales por grupo).

0

5

10

15

20

25

30

‐6 ‐4 ‐2 0 2 4 6

ΔFLU 

TRATAMIENTO

E

E4

E4 y E

E1

E1 y E

Figura 40. Cambios en la actividad enzimática de PP2B inducidos por el estrés previo al

entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Se ilustran los cambios de FLU

provocados por el estrés, corto (línea azul tenue) y prolongado (línea verde), previo al

77 

 

entrenamiento de la extinción de la memoria espacial; también se ilustra la extinción (línea azul

oscura), el estrés corto (línea purpura) y el estrés prolongado (línea roja); el eje “x” indica el

tratamiento y el tiempo de sacrificio de los animales, las barras indican el error estándar (n= 5

animales por grupo).

En cuanto al nivel de expresión de PP2B se observó un comportamiento mas

variable en respuesta al estrés, se observó un aumento en respuesta al estrés

corto inmediatamente y 1 h después de finalizado el entrenamiento de la

extinción (t(68) = -7,269, p<0,001, E1-EXT-0H>BASAL; t(68) = -6,814, p<0,001, E1-

EXT-1H>BASAL) y 1 h después del estrés prolongado previo a la extinción (t(68)

= -3,409, p= 0,001, E4-EXT-1H>BASAL), por otra parte el nivel de expresión de

PP2B disminuyo significativamente 4 h después de estrés prolongado previo a la

extinción (t(68) = 3,313, p= 0,001, E4-EXT-4H<BASAL) (Figura 41; A8 y A9 en

anexos).

-30

-20

-10

0

10

20

30

40

50

BASAL E1-EXT-0H E1-EXT-1H E1-EXT-4H E4-EXT-0H E4-EXT-1H E4-EXT-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP2B

Figura 41. Cambios en el nivel de expresión de PP2B inducidos por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Diagrama de

barras ilustrando el cambio en el nivel de expresión de PP2B con respecto al basal. Se ilustra la

media y el error estándar (n=5 animales por grupo). ***, p<0,001.

*** ***

***

***

78 

 

6.7. Efecto del estrés por inmovilización en la expresión de PP1 en

el hipocampo de ratas

Al evaluar los efectos del estrés por inmovilización en la actividad enzimática de

PP1, se pudo determinar que está incrementó en condiciones de estrés corto y

prolongado, únicamente cuando los animales se sacrificaron inmediatamente

después del estrés (t(12) = -7,801, p<0,001, E1-0H>BASAL; t(12) = -7,119,

p<0,001, E4-0H>BASAL. Figura 42a); este aumento fue significativamente

mayor con el estrés corto, lo que indica que PP1 tiene un pico máximo de

actividad inmediatamente finaliza el estrés por inmovilización (Figura 42b).

a.

0

5

10

15

20

25

30

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H E4-0H E4-1H E4-4H

ΔF

LU

PP1

***

***

79 

 

b.

0

5

10

15

20

25

30

-5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6

ΔF

LU

TRATAMIENTO

E4

E1

E-4H

E-1H

Figura 42. Cambios en la actividad enzimática de PP1 provocados por el estrés por

inmovilización. (a). Diagrama de barras ilustrando los cambios en las unidades de fluorescencia

(FLU) con respecto al basal; se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo). ***,

p<0,001. (b) Se ilustran los cambios en las unidades de fluorescencia (FLU) provocados por el

estrés corto (línea oscura) y el estrés prolongado (línea clara); el eje “x” indica el tratamiento y el

tiempo de sacrificio de los animales. Se ilustra el error estándar (n=5 animales por grupo).

En cuanto al nivel de expresión determinado por WB, PP1 aumentó con el

estrés corto en todos los tiempos estudiados ( t(67) = -9,217, p<0,001, E1-

0H>BASAL; t(67) = -5,019, p<0,001, E1-1H>BASAL; t(67) = -10,831, p<0,001, E1-

4H>BASAL) e inmediatamente después de finalizado el estrés prolongado (t(67) =

-14,075, p<0,001, E4-0H>BASAL); sin embargo, se observó que los niveles de

PP1 disminuyeron 1 y 4 h después de finalizado el estrés prolongado (t(67) =

7,058, p<0,001, E4-1H<BASAL; t(67) = 5,949, p<0,001, E4-4H<BASAL). (Figura

43).

80 

 

-40

-20

0

20

40

60

80

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H E4-0H E4-1H E4-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP1

Figura 43. Cambios en el nivel de expresión de PP2B provocados por el estrés por

inmovilización corto y prolongado. Diagrama de barras ilustrando el cambio en el nivel de

expresión de PP1 con respecto al basal; se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por

grupo). ***, p<0,001.

6.8. Actividad y nivel de expresión de PP1 durante los procesos de

formación de memoria

Comparativamente con la actividad de PP1 en condiciones basales, los

resultados nos permiten concluir que el entrenamiento en una tarea espacial no

provocó cambios significativos en la actividad enzimática de PP1 durante la

adquisición, y la extinción (Figura 44a y 44b), pero si ocasionó un aumento

significativo durante la recuperación de la memoria en todos los tiempos

estudiados, (t(12) = -5,396, p<0,001, REC-0H>BASAL; t(12) = -13,832, p<0,001,

REC-1H>BASAL; t(12) = -17,994, p<0,001, REC-4H>BASAL) (Figura 45).

***

***

***

***

******

81 

 

a.

0

10

20

30

40

50

BASAL ADQ-0H ADQ-1H ADQ-4H

ΔF

LU

PP1

b.

0

10

20

30

40

50

BASAL EXT-0H EXT-1H EXT-4H

ΔF

LU

PP1

Figura 44. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el entrenamiento de

la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el cambio de FLU provocado por la

adquisición (a) y la extinción (b) de la memoria con respecto al basal. Se ilustra la media y el

error estándar (n=5 animales por grupo).

82 

 

0

10

20

30

40

50

60

70

BASAL REC-0H REC-1H REC-4H

ΔF

LU

PP1

Figura 45. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el entrenamiento de

la recuperación de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el cambio de FLU con

respecto al basal. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo). ***, p<0,001.

La actividad de PP1 fue mayor durante la recuperación y se comportó de

manera similar durante la adquisición y la extinción de la memoria espacial

(Figura 46).

0

10

20

30

40

50

60

70

-2 -1 0 1 2 3 4

ΔF

LU

TRATAMIENTO

A

R

E

ADQUISICIÓN

EXTINCIÓN

R

Figura 46. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el entrenamiento de

una tarea espacial. Se ilustran los cambios de las FLU provocados por el entrenamiento en la

adquisición (línea azul); la recuperación (línea roja) y la extinción de la memoria espacial (línea

verde). El eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de sacrificio de los animales; se ilustra el error

estándar (n=5 animales por grupo).

***

***

***

83 

 

En cuanto al nivel de proteína se observó, un aumento en el nivel de expresión

de PP1 1 y 4 h después del entrenamiento de la adquisición (t(66) = -12,483,

p<0,001, ADQ-1H>BASAL; t(65) = -6,684, p<0,001, ADQ-4H>BASAL. Figura 47a)

e inmediatamente después de finalizada la recuperación (t(67) = -10,905,

p<0,001, REC-0H>BASAL. Figura 47b) y la extinción (t(67) = -7,529, p<0,001,

EXT-0H>BASAL. Figura 47c); y una disminución significativa 1 h después de

finalizada la recuperación (t(67) = 8,634, p<0,001, REC-1H<BASAL. Figura 47b) y

la extinción (t(67) = 8,694, p<0,001, EXT-1H<BASAL. Figura 47c) de la memoria.

a.

-20

0

20

40

60

80

100

120

BASAL ADQ-0H ADQ-1H ADQ-4HCA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP1

b.

-60

-40

-20

0

20

40

60

80

100

120

BASAL REC-0H REC-1H REC-4HCA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP1

***

***

***

***

84 

 

c.

-60

-40

-20

0

20

40

60

80

100

120

BASAL EXT-0H EXT-1H EXT-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP1

Figura 47. Cambios en el nivel de expresión de PP1 inducidos por el entrenamiento en una

tarea espacial. Diagrama de barras ilustrando los cambios en las FLU en animales entrenados

en la adquisición (a), recuperación (b) y extinción (c) de la memoria espacial con respecto al

basal. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo). ***, p<0,001.

6.9. Efecto del estrés sobre la formación de memoria espacial y su

relación con la expresión de PP1

Finalmente al evaluar los efectos del estrés por inmovilización en las tres fases

de la formación de memoria y su relación con la actividad enzimática y el nivel

de expresión de PP1, se observó que con respecto al grupo basal y al grupo de

adquisición, el estrés, tanto corto como prolongado previo a la adquisición, no

modificó la actividad enzimática de PP1 (Figura 48a; 48b y 49).

***

***

85 

 

a.

0

5

10

15

20

25

30

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H ADQ-0H ADQ-1H ADQ-4H E1-ADQ-0H E1-ADQ-1H E1-ADQ-4H

ΔF

LU

PP1

b.

0

5

10

15

20

25

30

BASAL E4-0H E4-1H E4-4H ADQ-0H ADQ-1H ADQ-4H E4-ADQ-0H E4-ADQ-1H E4-ADQ-4H

ΔF

LU

PP1

Figura 48. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo al

entrenamiento en la adquisición de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el

cambio de FLU del estrés corto (a) y el estrés prolongado (b), previo a la adquisición, con

respecto al basal y al grupo de adquisición. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales

por grupo).

86 

 

0

5

10

15

20

25

30

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔF

LU

TRATAMIENTO

A

E4

E4 y A

E1

E1 y A

Figura 49. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo a la

adquisición de la memoria. Se ilustran los cambios de FLU inducidos por el estrés corto (línea

azul tenue) y prolongado (línea verde) previo al entrenamiento de la adquisición de la memoria

espacial; también se ilustra la adquisición (línea azul oscura), el estrés corto (línea purpura) y el

estrés prolongado (línea roja); el eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de sacrificio de los

animales y las barras indican el error estándar (n= 5 animales por grupo).

En cuanto al nivel de proteína total, se observó un aumento estadísticamente

significativo en el nivel de expresión de PP1 comparado con el basal,

inmediatamente y 1 h después de finalizado el estrés corto previo a la

adquisición (t(66) = -4,842, p<0,001, E1-ADQ-0H>BASAL; t(65) = -4,066, p<0,001,

E1-ADQ-1H>BASAL;) y 1 h después de finalizado el estrés prolongado previo a

la adquisición (t(67) = -4,562, p<0,001, E4-ADQ-1H>BASAL) (Figura 50a y 50b).

87 

 

a.

-15

-10

-5

0

5

10

15

20

25

30

BASAL E1-ADQ-0H E1-ADQ-1H E1-ADQ-4H E4-ADQ-0H E4-ADQ-1H E4-ADQ-4HCA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)PP1

b.

(1) MW 1 2 3 4 5 6 7 8 MW 9 10 11 12 13 14 15 16

Figura 50. Cambios en el nivel de expresión de PP1 inducidos por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento de la adquisición de la memoria espacial. (a).

Diagrama de barras ilustrando el cambio en el nivel de expresión de PP1 con respecto al basal

durante el estrés previo a la adquisición. Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales

por grupo). ***, p<0,001. (b). (1). SDS-PAGE; (2). WB. Carriles 1, 2, 9 y 10 muestras en

condiciones basales; carriles 3, 4,11 y 12 condiciones de estrés 1H-adquisición y sacrificio

inmediato; carriles 5, 6, 13 y 14 condiciones de estrés 1H-adquisición y sacrificio 1 H después y

carriles 7, 8, 15 y 16 condiciones de estrés 1H-adquisición y sacrificio 4H después. MW,

marcador de peso molecular (Estándar pre-teñido de amplio rango, BIO-RAD).

198,84 115,70 96,743 53,541 37,134

198,84 115,70 96,743 53,541 37,134

*** ******

KDa KDa

88 

 

Por otra parte, y comparativamente con el grupo basal, el estrés corto previo a la

recuperación de la memoria espacial, ocasionó un aumento en la actividad

enzimática de PP1 4 h después de finalizado el entrenamiento (t(12) =-5,501,

p<0,001, E1-REC-4H>BASAL); lo mismo sucedió con el estrés prolongado pero

en todos los tiempos estudiados (t(12) = -12,852, p<0,001, E4-REC-0H>BASAL;

t(12) = -11,395, p<0,001, E4-REC-1H>BASAL; t(12) = -25,446, p<0,001 E4-REC-

4H>BASAL (Figura 51a y 51b); comparativamente con el grupo de recuperación,

se observó un aumento en la actividad 4 h después del estrés prolongado previo

a la recuperación (t(6) = -8,804, p<0,001, E4-REC-4H>REC-4H) y el estrés corto

a pesar de que no tuvo ningún efecto significativo en la actividad enzimática de

PP1, no permitió el aumento en la actividad de PP1 observado durante la

recuperación (Figura 52).

a.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H REC-0H REC-1H REC-4H E1-REC-0H E1-REC-1H E1-REC-4H

ΔF

LU

PP1

***

89 

 

b.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

BASAL E4-0H E4-1H E4-4H REC-0H REC-1H REC-4H E4-REC-0H E4-REC-1H E4-REC-4H

ΔF

LU

PP1

Figura 51. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo al

entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el

cambio de FLU del estrés corto (a) y el estrés prolongado (b), previo a la recuperación, con

respecto al basal y al grupo de recuperación. Se ilustra la media y el error estándar (n=5

animales por grupo); ***,p<0,001.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

‐6 ‐4 ‐2 0 2 4 6

ΔFLU

TRATAMIENTO

R

E4

E4 y R

E1

E1 y R

***

***

***

***

90 

 

Figura 52. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo a la

recuperación de la memoria. Se ilustran los cambios de FLU provocados por el estrés, corto

(línea azul tenue) y prolongado (línea verde) previo al entrenamiento de la recuperación de la

memoria espacial; también se ilustra la recuperación (línea azul oscura), el estrés corto (línea

purpura) y el estrés prolongado (línea roja); el eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de

sacrificio de los animales y las barras indican el error estándar (n= 5 animales por grupo).

En cuanto al nivel de expresión de PP1, los análisis de densitometría revelaron

que el nivel de PP1 no cambio durante el estrés prolongado, pero disminuyó

significativamente 4 h después del estrés corto previo a la recuperación (t(66) =

9,749, p<0,001, E1-REC-4H<BASAL) (Figura 53a y 53b).

a.

-50

-40

-30

-20

-10

0

10

20

30

BASAL E1-REC-0H E1-REC-1H E1-REC-4H E4-REC-0H E4-REC-1H E4-REC-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP1

b.

1 2 3 4 5 6 7 8 MW 9 10 11 12 13 14 15 16 MW

198,84 115,70 96,743 53,541 37,134

***

(1).

(2).

kDa

91 

 

Figura 53. Cambios en el nivel de expresión de PP1 inducidos por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento de la recuperación de la memoria espacial.

(a). Diagrama de barras ilustrando el cambio en el nivel de expresión de PP1 con respecto al

basal durante el estrés previo a la recuperación. Se ilustra la media y el error estándar (n=5

animales por grupo). ***,p<0,001. (b). (1). SDS-PAGE; (2). WB. Carriles 1, 2, 9 y 10 muestras en

condiciones basales; carriles 3, 4,11 y 12 condiciones de estrés 1H-recuperación y sacrificio

inmediato; carriles 5, 6, 13 y 14 condiciones de estrés 1H-recuperación y sacrificio 1 H después

y carriles 7, 8, 15 y 16 condiciones de estrés 1H-recuperación y sacrificio 4H después. MW,

marcador de peso molecular (Estándar pre-teñido de amplio rango, BIO-RAD).

Finalmente, al evaluar los efectos del estrés previo a la extinción de la memoria,

en la actividad y el nivel de expresión de PP1 comparativamente con el grupo

basal, se encontró que 4 h después de finalizado el estrés corto e

inmediatamente después de finalizado el estrés prolongado previo a la extinción

la actividad de PP1 aumentó significativamente (t(12) = -15,544, p<0,001, E1-

EXT-4H>BASAL; t(12) = -10,185, p<0,001, E4-EXT-0H>BASAL), lo mismo

sucedió al comparar con el grupo de extinción (t(6) = -8,874, p<0,001, E1-EXT-

4H>EXT-4H t(6) = -6,568, p<0,001, E4-EXT-0H>EXT-0H) (Figura 54a; 54b y 55).

a.

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H EXT-0H EXT-1H EXT-4H E1-EXT-0H E1-EXT-1H E1-EXT-4H

ΔF

LU

PP1

***

***

92 

 

b.

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

BASAL E4-0H E4-1H E4-4H EXT-0H EXT-1H EXT-4H E4-EXT-0H E4-EXT-1H E4-EXT-4H

ΔF

LU

PP1

Figura 54. Cambios en la actividad enzimática de PP1 inducidos por el estrés previo al

entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Diagrama de barras ilustrando el

cambio en la FLU del estrés corto (a) y prolongado (b) previo al entrenamiento en la extinción de

la memoria espacial con respecto al grupo basal y al grupo de entrenamiento en la extinción. Se

ilustra la media y el error estándar (n= 5 animales por grupo). ***,p<0,001.

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔF

LU

TRATAMIENTO

E

E4

E4 y E

E1

E1 y E

Figura 55. Cambios en la actividad enzimática inducidos por el estrés previo a la extinción

de la memoria. Se ilustran los cambios de FLU provocados por el estrés, corto (línea azul

***

***

93 

 

tenue) y prolongado (línea verde), previo al entrenamiento de la extinción de la memoria

espacial; también se ilustra la extinción (línea azul oscura), el estrés corto (línea purpura) y el

estrés prolongado (línea roja); el eje “x” indica el tratamiento y el tiempo de sacrificio de los

animales, las barras indican el error estándar (n= 5 animales por grupo).

Así mismo, a nivel de la expresión de PP1, se encontró que comparativamente

con el grupo basal, el nivel de PP1 aumentó inmediatamente y 1 h después de

finalizado el estrés corto previo a la extinción (t(66) = -12,130, p<0,001, E1-EXT-

0H>BASAL; t(66) = -9,229, p<0,001, E1-EXT-1H>BASAL), y retornó a los niveles

basales 4 h después de finalizado todo el entrenamiento; el nivel de PP1 se

mantuvo cercano al basal con el estrés prolongado, pero disminuyo

drásticamente 4 h después del estrés prolongado previo a la extinción (t(66) =

6,201, p<0,001, E4-EXT-4H<BASAL) (Figura 56; WB 1 y 2).

-40

-30

-20

-10

0

10

20

30

40

50

60

BASAL E1-EXT-0H E1-EXT-1H E1-EXT-4H E4-EXT-0H E4-EXT-1H E4-EXT-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

PP1

Figura 56. Cambios en el nivel de expresión de PP1 inducidos por el estrés corto y

prolongado previo al entrenamiento en la extinción de la memoria espacial. Diagrama de

barras ilustrando el cambio en el nivel de expresión de PP1 con respecto al basal. Se ilustra la

media y el error estándar (n=5 animales por grupo). ***,p<0,001.

***

***

***

94 

 

(1) 1 2 3 4 5 6 7 8 MW 9 10 11 12 13 14 15 16 MW

(2).

WB. 1. Nivel de expresión de PP1 determinado por WB en respuesta al estrés corto previo

a la extinción de la memoria espacial. (1). SDS-PAGE; (2). WB Carriles 1, 2, 9 y 10 muestras

en condiciones basales; carriles 3, 4,11 y 12 condiciones de estrés 1H-extinción y sacrificio

inmediato; carriles 5, 6, 13 y 14 condiciones de estrés 1H-extinciónn y sacrificio 1 H después y

los carriles 7, 8, 15 y 16 condiciones de estrés 1H-extinción y sacrificio 4H después. (n= 5

animales por grupo). MW, marcador de peso molecular (Estándar pre-teñido de amplio rango,

BIO-RAD).

(1) 1 2 3 4 5 6 7 8 MW 9 10 11 12 13 14 15 16 MW

(2)

WB. 2. Nivel de expresión de PP1 determinado por WB en respuesta al estrés prolongado

(4H) previo a la extinción de la memoria espacial. (1). SDS-PAGE; (2). WB Carriles 1, 2, 9 y

10 son muestras en condiciones basales; carriles 3, 4,11 y 12 condiciones de estrés 4H-

extinción y sacrificio inmediato; carriles 5, 6, 13 y 14 condiciones de estrés 4H-extinciónn y

sacrificio 1 H después y los carriles 7, 8, 15 y 16 condiciones de estrés 4H-extinción y sacrificio

4H después. (n= 5 animales por grupo). MW, marcador de peso molecular (Estándar pre-teñido

de amplio rango, BIO-RAD).

198,84 115,70 96,743

198,84 115,70 96,743

kDa

kDa

95 

 

Se observó un comportamiento muy variable en la actividad enzimática de

ERK1/2, PP1 y PP2B, en respuesta a cada uno de los tratamientos (Figuras en

anexo 10, A10), también se observó, mediante un análisis de varianza,

diferencias significativas entre los grupos experimentales estudiados para cada

una de las enzimas (A11)

96 

 

7. DISCUSIÓN

En este estudio, se encontró que la actividad y el nivel de expresión de las

enzimas estudiadas en el hipocampo tuvieron profundas modificaciones

provocadas por el estrés por inmovilización, el entrenamiento de una tarea de

memoria espacial y por la interacción de los dos anteriores. A continuación se

realiza una descripción detallada del comportamiento de cada una de las

enzimas en respuesta a los diferentes tratamientos.

7.1. Efecto del estrés por inmovilización sobre el nivel de

expresión y la actividad de ERK1/2, PP1 Y PP2B

Al observar en detalle el comportamiento de cada una de las enzimas en

respuesta al estrés se pudo establecer que:

1) El estrés por inmovilización, independientemente de su duración, no

causó modificaciones significativas en el nivel de expresión de ERK1 y

ERK2 en el hipocampo de ratas; sin embargo, el estrés agudo

prolongado, pero no el de corta duración, provocó un aumento

significativo en la actividad de ERK1/2. Este incremento fue mayor

inmediatamente después de finalizado el estrés y se redujo

progresivamente en las siguientes 4 h, pero continuó siendo

significativo.

2) El estrés por inmovilización tuvo un mayor efecto en la actividad

enzimática de PP2B, el estrés agudo, tanto corto como prolongado,

ocasionó un aumento en la actividad enzimática de PP2B, pero

únicamente 4 h después del estrés corto, e inmediatamente después

del estrés prolongado permaneciendo significativamente alto 1 y 4 h

después de finalizado el estrés.

3) Tanto el nivel de expresión como la actividad enzimática de PP1, se

modificaron por el estrés por inmovilización; se observó que el nivel de

97 

 

expresión de PP1 aumentó inmediatamente finalizado el estrés corto,

se redujo progresivamente a la hora, y alcanzó el nivel de expresión

inicial a las 4 h; con el estrés agudo prolongado, se observó un pico

máximo de expresión de PP1 inmediatamente después de finalizado

el estrés y una reducción estadísticamente significativa a la hora y a

las 4 h; en relación a la actividad enzimática de PP1, esta tuvo dos

picos máximos de actividad, tanto con el estrés agudo de corta

duración como con el prolongado, pero únicamente inmediatamente

después de finalizado el estrés.

Trabajos previos han documentado la activación de estas enzimas en respuesta

al estrés; Meller y col. (2003) demostraron que un estrés agudo por 30 min

incrementaba el nivel de ERK1 y ERK2 en su forma fosforilada, inmediatamente

terminaba el estrés, pero un estrés crónico repetitivo no causaba ningún efecto;

así mismo Shimizu y col. (2004) mostraron que después de 2 h de restricción, el

nivel de ERK1 y ERK2 fosforilado incrementaba drásticamente y permanecía

alto 24 h después; de la misma manera, el estrés por inmovilización por 2 h

durante días consecutivos causaba un incremento en la fosforilación de ERK1 y

ERK2 en el hipocampo de ratas 1 h después de finalizado el estrés (Lee y col.,

2006); consistente con nuestros resultados, no observaron un aumento en el

nivel de expresión de ERK1 y ERK2 total en respuesta a la restricción.

Por otra parte, Takahashi y col. (2001), al estudiar la influencia del estrés por

restricción sobre la expresión y actividad de PP2B en el cerebro de ratas,

encontraron que el nivel de expresión de PP2B no se alteraba, pero su actividad

enzimática aumentaba en respuesta a un estrés por restricción de 45 ó 90 min;

resultados similares obtuvo el grupo de Morinobu y col. (2003). Sin embargo, no

se ha logrado definir con claridad y precisión los mecanismos que expliquen el

comportamiento de esta enzima en respuesta al estrés, pero es posible que el

aumento en la actividad de PP2B se deba a un aumento en los niveles de calcio

provocados por este tipo de estrés; varios estudios en ratones han demostrado

que los niveles de calcio aumentan en respuesta a un estrés por restricción

98 

 

(Satoh y Shimeki, 2010; Wen-feng y col., 2008). El comportamiento de PP1 en

respuesta al estrés, y específicamente a un estrés por restricción no ha sido

definido, pero no se descarta que esta enzima pueda tener un papel importante

en los eventos moleculares relacionados con el estrés, debido a que se ha

descrito una función neuroprotectora de PP1 en un modelo de isquemia cerebral

de ratón adulto (Hédou y col., 2008).

De esta manera el estrés por inmovilización ocasionó principalmente un

aumento en la actividad enzimática de las enzimas estudiadas; siendo ERK1/2 y

PP2B principalmente modificadas con el estrés prolongado.

De acuerdo con los resultados obtenidos en este trabajo y teniendo en cuenta

los resultados de otros grupos de investigación, se puede concluir que el estrés,

dependiendo de su duración y repetición, desencadena la activación diferencial

de estas enzimas en el hipocampo de ratas. Así mismo el protocolo de estrés

empleado, la duración y el tiempo transcurrido desde la finalización del estrés,

son determinantes claves en su activación.

Para tratar de discernir el mecanismo por el cual estas enzimas están siendo

activadas en respuesta al estrés, es necesario hacer un análisis detallado de las

hormonas y neurotransmisores liberados en respuesta al estrés y establecer su

relación con la activación de estas enzimas. Trabajos de investigación dirigidos

a evaluar el papel de estas hormonas y neurotransmisores en la expresión de

ciertas proteínas en el cerebro, han dado a conocer diferentes aproximaciones

que nos permiten entender como es la cascada de señalización de estas

enzimas en respuesta al estrés (Figura 57). Qiu y col. (2001), reportaron que la

corticosterona puede inducir rápidamente la fosforilación y activación de ERK1 y

ERK2 e inducir su traslocación al núcleo sin cambiar el nivel de ERK1 y ERK2

total. Estos autores postularon también que PKC está corriente arriba de ERK1 y

ERK2 y que su fosforilación, inducida también por corticosterona, conducía a un

aumento en su actividad a través de c-Raf-1 (Qiu y col., 1998). En ratones

sometidos a estrés por restricción se observó que ERK1 y ERK2 se activaron en

99 

 

extractos de hipocampo, pero únicamente 60-120 min después del inicio del

estrés, mientras que Raf-1 que esta corriente arriba de ERK aumento su

actividad 30 min después del inicio del estrés (Revest y col., 2005). Un

comportamiento similar se describió en líneas celulares, células AtT20,

observándose un aumento de ERK1 y ERK2 fosforilada 1 y 3 h después del

tratamiento con corticosterona (Tasker, 2006).

Por otra parte, el factor liberador de corticotropina (CRF, de sus siglas en

inglés), juega un papel importante en el control de la función del eje hipotálamo-

pituitaria-adrenal, y controla la respuesta endocrina frente a eventos estresantes

a través de receptores acoplados a proteína G (Gs, Gq/G11). Se ha

documentado que ERK1 y ERK2 es activada por CRF a través del receptor 1

(CRF-1) en el hipocampo, esta activación es dependiente de la actividad de

PKA, la cual media la fosforilación de ERK1 y ERK2 mediante la activación

secuencial de Rap1 y de B-Raf, moléculas claves en la activación de ERK1/2

por señales dependientes de AMPc (Arzt y Holsboer, 2006 y Elliott-Hunt y col.,

2002).

La norepinefrina, también induce la fosforilación y activación de ERK1 y ERK2.

Esto se demostró en un estudio en cultivos de neuronas primarias de la corteza

cerebral. La norepinefrina, se une a receptores α y β adrenérgicos acoplados a

proteína G (Tolbert, 2003).

La vasopresina, es un regulador importante de la secreción de ACTH. Su

expresión y secreción dentro de la circulación portal hipofisaria, así como el

número de receptores, se incrementan durante la fase tardía de un estrés agudo

y con el estrés crónico (Aguilera y Rabadan-Diehl 2000). Una de las posibles

rutas de señalización de este neuropéptido en respuesta al estrés, se describió

en una línea celular hipotalámica (H32), en esta línea celular se demostró que

este neuropéptido ejerce su efecto a través de la activación del receptor para la

vasopresina tipo 1 (V1bR) (Volpi y col., 2006); estos autores plantearon el

siguiente modelo: la liberación de vasopresina a la circulación portal hipofisaria

100 

 

inducida por el estrés, conlleva a la activación del la señalización a través de

V1Br, este es un receptor acoplado a proteína G (Gαq/11), que ejerce su acción a

través de la activación de fosfolipasa C, intermediarios de esta ruta así como

inositol trifosfato (IP3) y el aumento en los niveles de calcio citosólicos inducen

la activación del receptor del factor de crecimiento epidermal (EGFR), el cual a

su vez induce la activación de la ruta MAPK (ERK1/2) a través de Ras (Fuentes

y col., 2008; Chen & Aguilera, 2010). En el hipocampo, el receptor para la

vasopresina es el AVPR1B, el cual pertenece al grupo de los receptores

acoplados a proteína G (Gs, Gq/11) y ejerce su señalización a través de

fosfolipasa C (Roper y col., 2010).

Finalmente, Los receptores de mineralocorticoides (MR), que se encuentran

predominantemente en el hipocampo, presentan de 4 a 10 veces más afinidad

por la corticosterona, que los receptores de glucocorticoides (GR) y por lo tanto

son ocupados en su mayoría cuando hay niveles bajos de corticosterona. En un

trabajo realizado por Olijslagers y col. (2008), se llego a la conclusión que la

corticosterona, se une a MR localizados en membranas postsinápticas de

neuronas piramidales en el área CA1 del hipocampo y activa la ruta ERK1/2 a

través de la activación de receptores acoplados a proteínas G.

Figura 57. Rutas de señalización activadas en respuesta al estrés. Se ilustran las posibles

rutas de señalización que se activan en respuesta al estrés y conducen a la activación de

ERK1/2. CRF: factor liberador de corticotropina; AC: adenilato ciclasa; cAMP: adenosina

101 

 

monofosfato ciclico; PKA: proteína quinasa A; AVP: arginina vasopresina;V1Br: receptor 1B de

la vasopresina; PLC: fosfolipasa C; DAG: diacilglicerol; IP3:inositol trifosfato; PKC: proteína

quinasa C; MR: receptor de mineralocorticoides; Rap-1:proteína 1 relacionada a Ras;BRaf y

cRAS: proteínas serina treonina quinasas; ERK1/2: quinasas 1 y 2 reguladas por señales

extracelulares. (Tomado y modificado de Michael J. Shipstm (1995). TEM.6; 8).

En cuanto a la activación de fosfatasas en respuesta al estrés y los mecanismos

moleculares que subyacen a este evento son muy poco conocidos y la literatura

al respecto es escasa, razón por la cual nuestro trabajo sienta las bases para

futuras investigaciones al respecto.

7.2. Efecto del aprendizaje de una tarea de memoria espacial en el

nivel de expresión y la actividad de ERK1/2, PP1 Y PP2B

Durante el proceso de formación de la memoria espacial, también se observaron

modificaciones en la actividad enzimática de ERK1/2, PP1 y PP2B, en el

hipocampo de las ratas. En términos generales, la actividad de estas enzimas

aumentó durante las tres fases de la formación de memoria.

1) La actividad enzimática de ERK1/2 aumentó de manera significativa

comparativamente con el grupo basal, con el entrenamiento en la

adquisición, la recuperación y la extinción de la memoria espacial en los

tres tiempos estudiados, siendo muy similar en la adquisición y la

recuperación, y menor en la extinción de la memoria espacial. En cuanto

al nivel de expresión, se observó un aumento significativo en la

recuperación y la extinción de la memoria espacial, principalmente 4 h

después del entrenamiento.

2) La actividad enzimática de PP2B aumentó considerablemente durante las

tres fases de la formación de la memoria; esta actividad, fue equivalente

inmediatamente y 4 h después de haber finalizado el entrenamiento en la

adquisición y la extinción de la memoria, y similar en las tres fases 4 h

después de finalizado el entrenamiento. También se observó un pico

máximo de actividad inmediatamente después de haberse finalizado el

102 

 

entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial. Se observó

principalmente un aumento en el nivel de expresión de PP2B con el

entrenamiento en la recuperación de la memoria espacial 1 y 4 h después

de finalizado el entrenamiento.

3) La actividad de PP1 no cambio durante el entrenamiento en la adquisición

y la extinción de la memoria espacial, incluso su actividad fue muy similar

en estas dos fases, pero si lo hizo con el entrenamiento en la

recuperación de la memoria en todos los tiempos estudiados,

observándose una mayor actividad 1 y 4 h después del entrenamiento.

Sin embargo, los niveles de proteína total si cambiaron con el

entrenamiento en la adquisición, la recuperación y la extinción,

observándose un aumento en el nivel de PP1 1 y 4 h después de

finalizada la adquisición e inmediatamente después de finalizada la

recuperación y la extinción de la memoria espacial, y una disminución

significativa 1 h después de finalizadas estas dos fases.

Estas enzimas son expresadas en abundancia en neuronas del sistema

nervioso central maduro y en diferentes aéreas en el cerebro, específicamente

en neocorteza, hipocampo, amígdala y cerebelo, que son áreas involucradas en

procesos de aprendizaje y memoria (Atkins y col., 1998; Fiore y col., 1993; Flood

y col., 1998). El papel de ERK1/2 en la formación de memoria se ha

documentado en diferentes trabajos. La administración de un inhibidor

especifico de MEK (SL327), que impide la fosforilación de ERK1/2, deteriora el

aprendizaje contextual y el aprendizaje espacial (Selcher y col., 1999).

Adicionalmente, otro inhibidor de MEK, PD098059, bloquea la memoria espacial

a largo plazo en ratas entrenadas en el laberinto acuático de Morris (Blum y col.,

1999). ERK1 y ERK2 presenta un 84% de homología y comparten muchas

funciones diversas, como la regulación de la formación de memoria; estas son

activadas en respuesta a muchas señales, incluyendo receptores de factores de

crecimiento, integrinas, Src, Fyn y receptores acoplados a proteína G, así como

también, mediante la activación de receptores NMDA de glutamato (NMDAR) y

la estimulación eléctrica, los cuales rápidamente inducen la activación de ERK

103 

 

(Ramos, 2008). Los NMDAR contribuyen a la adquisición de nuevas tareas de

memoria a través de la activación de ERK1/2 (Haddad, 2005). De esta manera,

ERK1/2 puede estar siendo activada por diferentes rutas de señalización en el

hipocampo, uno de los posibles modelos es, el aumento en los niveles de calcio

citosólico inducidos por la activación de los NMDAR en respuesta al

entrenamiento en la memoria espacial y a la activación de receptores acoplados

a proteína G (GPCR) (Figura 58); la activación de GPCR conduce a un aumento

a la actividad enzimática de PKA a través de un aumento de AMPc, PKA

fosforila los NMDAR y directa e indirectamente activa MEK1/2 promoviendo la

activación de ERK1/2. Otra posible ruta es a través de la activación de PKC, la

cual también es activada durante los procesos de formación de memoria y

puede inducir la fosforilación de c-Raf y activar de esta manera MEK1/2 y

ERK1/2; PKA también lo hace directamente a través de la fosforilación directa

de Raf-1 (Haddad, 2005). En cuanto al nivel de expresión, solo se observó un

aumento 4 h después del entrenamiento, esto es consistente con el tiempo en el

que transcurre la síntesis proteína.

Figura 58. Activación de ERK1/2 en el hipocampo durante los procesos de aprendizaje y

formación de memoria. Se ilustra la ruta de señalización activada durante los procesos de

aprendizaje con la consecuente activación de ERK1/2. Ca2+: calcio; GPCR: receptores

acoplados a proteína G; Gsα: subunidad alfa de la proteína G; PD-98059: Inhibidor de MEK

(Tomado y modificado de: John J. Haddad; Progress in Neurobiology 77 (2005) 252–282).

104 

 

Un aspecto muy importante que queda por investigar son los efectores corriente

abajo de ERK1/2 que pueden contribuir con los procesos de aprendizaje y

memoria, tales como proteínas de vesículas sinápticas y de citoesqueleto,

canales iónicos y factores de transcripción como Elk-1.

Por otra parte, la PP2B a diferencia de otras fosfatasas, tiene una estrecha

especificidad de sustrato, siendo la fosfoproteína neuronal regulada por AMPc y

dompamina, inhibidor 1, factor nuclear de celulas T activadas (NFAT), NMDAR y

el inositol trifosfato, de sus siglas en ingles DARP32, I-1, NFAT, NMDAR e IP3

respectivamente, los principales blancos de esta enzima. Tiene una distribución

principalmente citoplasmática y en ausencia de algún estímulo se encuentra

principalmente inactiva (Rusnak y Mertz, 2000). Mediante el uso de FK506, un

inhibidor especifico de PP2B, se demostró que está involucrada en los procesos

de potenciación a largo plazo (LTP, modelo sináptico del aprendizaje y la

memoria) en el hipocampo y en la regulación de la actividad de los NMDAR (Lu,

1996). Pequeños aumentos en la concentración de calcio intracelular, inducidos

por estimulaciones de baja frecuencia, son suficientes para activar PP2B a

través de los NMDAR (Munton y col., 2004). Por lo tanto, existe una relación

estrecha entre los cambios en la plasticidad sináptica asociados con los

procesos de formación de memoria y la actividad enzimática de PP2B, que se

reflejan en el aumento en la actividad enzimática observado durante la

adquisición, la recuperación y la extinción de la memoria espacial. Por otra

parte, Mansuy y col. (1998), encontraron que ratones que expresaban una forma

truncada de la PP2B presentaban un defecto específico en la memoria espacial

en el laberinto de Barnes; sin embargo, la sobreexpresión de una forma normal

de PP2B, revertía dicho defecto en la memoria. Así mismo, Zeng y col. (2001)

mostraron que ratones Knock-out para PP2B tenían dificultades de aprendizaje

en el laberinto acuático de Morris y en el reaprendizaje de una nueva

localización de la plataforma. También se ha reportado que PP2B es una

enzima importante en la adaptación a cambios en un contexto conocido, en

línea con esta hipótesis, Runyan y col. (2005), mostraron que la inhibición

farmacológica de PP2B en la corteza pre-frontal de ratas, impedía el aprendizaje

105 

 

de una nueva localización de la plataforma en el laberinto acuático de Morris. Lin

y col. (2003), mostraron que el bloqueo de la actividad de PP2B en la amígdala

basolateral durante la extinción del entrenamiento en un paradigma de

condicionamiento al miedo, no permitía la extinción de memoria al miedo

previamente formada. Por último, Havekes y col. (2006), mostraron que el nivel

de PP2B disminuía durante el entrenamiento en el laberinto en Y, pero

retornaba a niveles basales cuando se revertía la tarea, indicando que está

fosfatasa es esencial para adaptarse a cambios en un mismo contexto. Sin

embargo, otras publicaciones reportan un efecto negativo de PP2B en la

regulación de los procesos de formación de memoria (Malleret y col., 2001;

Dineley y col., 2007; Mansuy, 2003). Teniendo en cuenta estos resultados

encontrados y los obtenidos en este estudio, es importante recalcar el aumento

en la actividad enzimática de PP2B observado durante la extinción de la

memoria, se sabe que en esta fase, se establece una nueva memoria y un

aumento en la variabilidad en el repertorio comportamental de un organismo,

que le permite adaptarse a una nueva tarea en un mismo contexto.

En cuanto a PP1, esta puede unirse a más de 60 proteínas reguladoras y de

anclaje a través de su subunidad catalítica y se localiza en diferentes

compartimentos sub-celulares específicos (Mansuy y Shenolikar, 2006), esto

hace de PP1 una proteína muy compleja de estudiar con un amplio espectro de

funciones, ejerce un papel importante en la regulación del ciclo celular, la

transducción de señales, el metabolismo del glicógeno, la contracción muscular,

la apoptosis y la función neural, así como la plasticidad sináptica, la liberación

de neurotransmisores y el crecimiento de neuritas (Munton y col., 2004) y

además, tiene efecto neuroprotector (Hédou y col, 2008). La PP1 citoplasmática

es conocida como un regulador negativo universal de la memoria y la plasticidad

sináptica. En el cerebro, el pool de PP1 presente en las terminales sinápticas,

regula negativamente la señalización neuronal y la eficiencia sináptica, actuando

como un limitante molecular del aprendizaje y como un supresor de la memoria;

por otra parte, la PP1 nuclear es un regulador crítico de la remodelación de la

cromatina en el cerebro de mamíferos, que controla las modificaciones post-

106 

 

traduccionales de las histonas y la transcripción de genes asociados con la

memoria a largo plazo, tales como elementos de unión de respuesta al AMPc

(CREB) y el factor nuclear kappa-B (NFκB) (Koshibu y col., 2009). Esto es

fundamentado en trabajos que concluyen que la inhibición de la PP1 presente

en el núcleo de neuronas en la amígdala altera la fosforilación, acetilación y

metilación de residuos específicos sobre varias proteínas histonas e incrementa

la memoria al miedo a largo plazo y la LTP (Morishita y col., 2001; Jouvenceau y

col., 2006). Genoux y col., 2002 y Graff y col., 2010 reportaron que la PP1

nuclear tiene un papel importante en el control de los eventos transcripcionales

críticos para la formación de memoria y la plasticidad sináptica a largo plazo. En

efecto, este grupo encontró que la inhibición de la PP1 nuclear estaba asociada

con una regulación positiva o negativa de genes involucrados en diferentes

funciones celulares. Más aún, la inhibición de la PP1 nuclear facilitó la memoria

espacial dependiente de hipocampo. Esto tiene un papel importante en la

regulación epigenética de la memoria al miedo en la amígdala (Koshibu y col.,

2011).

La administración de inhibidores de fosfatasas (ácido ocadáico, caliculina A,

ciclosporina A) tiene efectos deletéreos sobre varias formas de memoria, lo que

sugiere que PP1, PP2A y PP2B podrían actuar como facilitadores del

aprendizaje (Vianna y col., 2010; Zhao y col., 1995, Bennett y col., 1996, 2001,

2003; He y col., 2001).

De acuerdo con lo mencionado anteriormente, es posible que el aumento en la

actividad de PP1 y PP2B observado se deba a: durante el aprendizaje se

activarían los NMDAR, la entrada de calcio a través de estos receptores

provocaría un aumento en la actividad de PP2B, lo que llevaría a la des-

fosforilación de DARPP32 (G-substrate and dopamine and cAMP-regulated

phosphoprotein Mr 32000) (Halpain y col, 1990), esto conllevaría a una

desinhibición de la PP1, asimismo, la PP2B también puede defosforilar el

inhibidor 1 de PP1 (I1) dejando a PP1 activa.

107 

 

Por otra parte, también es posible una interacción entre las quinasas y las

fosfatasas en términos de la regulación de su actividad. En cardimiocitos, la

activación de los receptores opioides-κ (receptores acoplados a proteína G, que

también se encuentran en cerebro) activaría PKC y PKA. La activación de PKC

incrementaría la actividad de PP1 a través de una interacción directa o a través

de la inhibición de PKA. La activación de PKA fosforilaría la neurabina I (la cual

es altamente expresada en las neuronas y regula el crecimiento de las neuritas).

Como la neurabina I sin fosforilar, se une directamente a la PP1 inhibiéndola, su

fosforilación por PKA disminuiría su interacción con PP1 y por lo tanto la dejaría

activa (Figura 59) (Mc AVOY y col., 1999).

Figura 59. Rutas de señalización que conduce a un cambio en la actividad de PP1 en el

hipocampo durante los procesos de aprendizaje y formación de memoria. Ilustración de las

rutas de señalización desencadenas por la activación de los receptores κ-opioides y la

subsecuente activación de PP1. (tomado y modificado de British Journal of Pharmacology, 1998,

124; 3: 600-6)

Los mecanismos de acción y de señalización de cada una de estas enzimas son

muy diversos y varían dependiendo de la fase y de la forma de aprendizaje y

memoria. De esta manera, cada fase de la formación de memoria recluta

diferentes estructuras anatómicas del cerebro y diferentes rutas de señalización

intracelular, las cuales son activadas diferencialmente durante las diferentes

fases temporales de la formación de memoria y en las distintas formas de

108 

 

aprendizaje. Es importante tener en cuenta que no solo el tipo de memoria

influye en el patrón de expresión de proteínas en el cerebro, específicamente en

el hipocampo, sino que también influye el tipo de paradigma de aprendizaje

utilizado. En efecto, Zheng y col. (2009), reportaron que en el hipocampo los

cambios en la expresión de proteínas relacionadas con la memoria espacial

eran significativamente distintos en función de que el entrenamiento se hubiera

hecho en el laberinto de Barnes o en el laberinto en T múltiple.

7.3. Efecto de la interacción del estrés agudo y los procesos de

aprendizaje en el nivel de expresión y la actividad de ERK1/2,

PP1 Y PP2B

Es necesario hacer una descripción de los resultados obtenidos a nivel

comportamental (Grupo de aprendizaje y comportamiento animal) para poder

establecer una relación directa de la interacción del estrés agudo previo a las

tres fases de la formación de la memoria.

7.4. Efectos comportamentales del estrés agudo inducido antes de

la adquisición de la memoria espacial.

Los animales estresados, independientemente de la duración de la restricción

de movimientos, adquirieron satisfactoriamente la tarea espacial. No obstante, la

adquisición de la tarea espacial fue más lenta en los animales estresados que

en los no estresados, comportamiento que se refleja en los siguientes

indicadores: latencia de escape [estrés 4 horas (E4h) > no estrés (NE), p <

0,05], errores de agujero [estrés 1 hora (E1h) > NE, p < 0,01; E4h > NE, p <

0,01], errores ponderados [E1h > NE, p < 0,001; E4h > NE, p < 0,001], distancia

media a meta [E4h > NE, p < 0,05] y número total de exploraciones [E1h > NE, p

< 0,001; E4h > NE, p < 0,001]. Como se infiere de los datos anteriores, el

enlentecimiento del cambio comportamental durante el entrenamiento fue mayor

en los sujetos sometidos a estrés durante 4 horas.

109 

 

7.5. Efectos comportamentales del estrés agudo inducido antes de

la recuperación de la memoria espacial.

los sujetos estresados mostraron un comportamiento significativamente distinto

que el de los animales no estresados en los siguientes indicadores: latencia a

meta [E1h > NE, p < 0,001; E4h > NE, p < 0,001], exploración de agujeros

diferentes al agujero meta [E1h > NE, p < 0,001; E4h > NE, p < 0,01],

exploración ponderada de agujeros diferentes al agujero meta [E1h > NE, p <

0,001; E4h > NE, p < 0,001], distancia media a meta [E1h > NE, p < 0,01; E4h >

NE, p < 0,01] y exploraciones porcentuales del agujero meta [E1h < NE, p <

0,001; E4h < NE, p < 0,001], lo que indica que el estrés interfiere en la

recuperación de la memoria.

7.6. Efectos comportamentales del estrés agudo inducido antes de

la extinción de la memoria espacial.

Durante la extinción, los animales no estresados persistieron en explorar

preferencialmente el agujero meta hasta el sexto ensayo de extinción, esta

preferencia desapareció durante el séptimo ensayo de extinción y se recuperó,

si bien marginalmente, durante el octavo ensayo de extinción. En contraste, en

los animales estresados, la preferencia por el agujero meta desapareció a partir

del quinto ensayo de extinción y no hubo recuperación en ensayos sucesivos.

Los resultados indican que el estrés agudo deteriora la adquisición y

recuperación de la memoria espacial, mientras que facilita la extinción de la

misma. A mayor intensidad y duración del estrés, mayor es la magnitud de estos

efectos.

Finalmente, el estrés agudo inducido antes de fases específicas del

entrenamiento en una tarea espacial también ocasionó modificaciones en la

actividad y el nivel de expresión de las enzimas estudiadas, observándose un

comportamiento más variable tanto en la actividad como en el nivel de

expresión. Los resultados obtenidos indican:

110 

 

1) El estrés corto inducido antes de la adquisición de la memoria espacial

sin importar su duración, no permitió el aumento en la actividad

enzimática de ERK1/2 observado durante esta fase de la memoria

espacial; comparativamente con el grupo basal, el estrés, tanto corto

como prolongado, inducido antes de la adquisición, ocasionó un

aumento en la actividad enzimática de ERK1/2; en cuanto al nivel de

expresión de ERK1/2 esté aumentó con el estrés corto inducido antes

de la adquisición de la memoria espacial.

2) Solo el estrés corto inducido antes de la adquisición de la memoria

espacial no permitió el aumento en la actividad enzimática de PP2B y

PP1 observado durante la adquisición, aunque esté solo fue

significativo para PP2B; comparativamente con el grupo basal, la

actividad de PP2B, aumentó solo en condiciones de estrés prolongado

inducido antes de la adquisición; en términos generales, la actividad

de PP1 no se modificó con el estrés inducido antes de la adquisición,

sin embargo, el nivel de expresión de PP1 aumentó inmediatamente y

1 h después de finalizado el entrenamiento con el estrés corto

inducido antes de la adquisición de la memoria y 1 h después de

finalizado el entrenamiento con el estrés prolongado inducido antes de

la adquisición.

3) El estrés agudo inducido antes de la recuperación de la memoria tuvo

un efecto más dramático en la actividad de ERK1/2. Sin importar su

duración, la inducción del estrés agudo antes de la recuperación, no

permitió el aumento de actividad de ERK1/2 observado durante la

recuperación (sin estrés). El estrés agudo de corta duración inducido

antes de la recuperación no permitió el aumento en PP2B y PP1; si

bien este efecto no fue estadísticamente significativo para PP1, debido

a que las desviaciones estándar fueron muy grandes. Por otra parte,

el estrés agudo prolongado inducido antes de la recuperación de la

memoria no alteró el aumento en la actividad enzimática de PP1 y

PP2B observado durante la recuperación. El nivel de expresión de

111 

 

ERK1/2 aumentó con el estrés prolongado inducido antes de la

recuperación 1 y 4 h después de finalizado todo el entrenamiento,

mientras que el nivel de PP2B y PP1 disminuyó.

4) El estrés agudo inducido antes de la extinción de la memoria espacial,

no tuvo un efecto considerable en la actividad de ERK1/2 y PP2B

cuando se comparó con el grupo de extinción. Sin embargo, cuando

se comparó el grupo basal, la actividad enzimática de ERK1/2

aumentó con el estrés corto inducido antes de la extinción

inmediatamente y 4 h después de finalizado todo el entrenamiento, e

inmediatamente finalizó el estrés prolongado inducido antes de la

extinción. Por otra parte el estrés previo a la extinción tuvo un efecto

más notorio en el nivel de expresión de PP2B, observándose

principalmente un aumento.

5) Por ultimo, el estrés inducido antes de la extinción de la memoria, tuvo

más impacto sobre el nivel de expresión y la actividad enzimática de

PP1. Con respecto al grupo basal, se observó un incremento en el

nivel de la expresión de PP1 inmediatamente y 1 h después de

finalizado el estrés corto inducido antes de la extinción; con respecto

al grupo de extinción (sin estrés), se observó un aumento en la

actividad de PP1 4 h después de finalizado el estrés corto inducido

antes de la extinción e inmediatamente finalizo el estrés prolongado

inducido antes de la extinción; por lo tanto el estrés inducido antes de

la extinción de la memoria incremento tanto el nivel de expresión

como la actividad enzimática de PP1.

Existe importante evidencia que involucra a ERK1/2 como uno de los posibles

candidatos que puede estar mediando los efectos en el aprendizaje inducidos

por el estrés. Revest y col. (2005, 2010), describieron la primera cascada

molecular que soporta el incremento de la memoria relacionado con el estrés, la

cual involucra la activación del receptor de glucocorticoides (GR), el factor de

112 

 

transcripción Egr-1 y finalmente ERK1/2 (GR/Egr-1/MAPK). Además reportaron

que la activación de GR inducida por estrés se asociaba con un incremento en

la expresión de Ras y Raf-1 30 min después del estrés, con un incremento

nuclear de ERK1/2 60 min después del estrés, y con un incremento de la forma

fosforilada de ERK1/2 120 min después del comienzo del estrés. Así mismo,

reportaron que en el hipocampo y corriente abajo de esta cascada, la sinapsina-

Ia/Ib (proteínas de las vesículas presinápticas que controlan la liberación de

neurotransmisores), es una de las principales proteínas efectoras que esta

siendo activada por esta ruta. Otro trabajo reportó, que el incremento de

corticosterona durante el estrés agudo, conducía a la activación de GR y a la

síntesis y liberación del factor neurotrófico derivado del cerebro, de sus siglas en

ingles BDNF, el cual actúa sobre el receptor TrkB, lo que conduce a la

activación secuencial de una serie de quinasas que incluye PKC, RAS/RAF-1,

MEK1/2 y finalmente ERK1/2, la cual en este trabajo perjudicaría la LTP y

promovería la inducción de la LTD (Yang Chih-Hao y col., 2004).

La modulación del aprendizaje y la memoria parece ser uno de los principales

papeles de CRF en roedores y humanos. Así, la inyección intra-cerebro-

ventricular de CRF antes o inmediatamente después del entrenamiento

incrementa la memoria en tareas de aprendizaje (pruebas de discriminación

visual en el laberinto en Y; tareas de evasión pasiva, y tareas de evasión activa,

aprendizaje de evasión inhibitorio (Radulovic y col., 1999). De otra parte, en un

estudio realizado con dos cepas de ratones BALBc y C57BL/6N (Blank y col.,

2003) para tratar de establecer las rutas de transducción de señales del CRF en

el hipocampo, se encontró que CRF incrementa la actividad neuronal en el área

CA1 del hipocampo a través de PKC en ratones BALBc y a través de PKA en

ratones C57BL/6N; no obstante, la administración de CRF solo mejora el

aprendizaje en ratones BALBc. Otro estudio, realizado por Sananbenesi y col.

(2003), demostró que la inmovilización por 1 h previo a un aprendizaje al miedo

dependiente del contexto incrementa la fosforilación de ERK1/2 30, 60 y 120

minutos después del entrenamiento, y que este efecto depende de Mek1/2 y lo

que conduce a un incrementó la persistencia de esta memoria. De esta manera,

113 

 

como lo indican nuestros resultados, el estrés previo a la adquisición de la

memoria espacial no interfiere negativamente con el nivel de expresión y la

actividad de esta enzima. Además, en respuesta al estrés, hay varias rutas de

señalización que pueden estar manteniendo ERK1/2 activa, como las mediadas

por PKC, PKA, BDNF, Egr-1, o el AMPc. El incremento de AMPc asociado a la

activación de CRF1 y CRF2, de una manera independiente de PKA, regula el

factor intercambiador de nucleótidos de guanina y activa ERK1/2.

Por otra parte, el bloqueo del aumento de la actividad enzimática de ERK1/2 tras

la recuperación de la memoria espacial debido al estrés agudo corto, se ajusta a

lo obtenido por otros grupos de investigación, que concluyen que esta enzima

está relacionada con los procesos de memoria y que el estrés afecta

específicamente la recuperación. Han sido pocos los estudios que se han

enfocado en los efectos del estrés o de los glucocorticoides en la recuperación

de la memoria. Cai y col. (2006), reportaron que cuando los glucocorticoides son

administrados inmediatamente después de la recuperación de la memoria al

miedo contextual, esta era significativamente disminuida. Sin embargo, es difícil

tratar de establecer una cascada de señalización intracelular a través de la cual

se esté generando la disminución en la activación de ERK1/2 mediada por

glucocorticoides, dada la complejidad, el numero y la variabilidad de moléculas

que se activan en el cerebro en respuesta al estrés. Es posible que mediante la

activación de la vía dopaminérgica en respuesta al estrés, y específicamente la

activación del receptor D2, se disminuya la vía de señalización del AMPc y de la

proteína quinasa A (PKA) (cAMP/PKA), la cual es una de las vías de activación

de ERK1/2. También se reportó, aunque no es muy clara la vía de señalización

corriente arriba, que PKA puede inhibir la actividad de ERK1/2 a través de la

fosforilación del residuo ser43 en Raf-1, esto perjudicaría su interacción con Ras

y, corriente abajo detiene la cascada de señalización que finaliza con la

fosforilación de ERK1/2 (Roberson y col., 1999). Por otra parte, como vimos en

nuestros resultados, la actividad enzimática de ERK1/2 disminuyó tanto con el

estrés agudo de corta duración como con el estrés prolongado, pero la actividad

de PP2B solo disminuyó con el estrés de corta duración. Dado este resultado,

114 

 

es probable que PP2B sea responsable de que no aumentara la actividad de

ERK1/2 cuando se indujo estrés agundo prolongado antes de la recuperación.

Como vimos, la actividad de PP2B aumentó con el estrés prolongado, con la

recuperación y con el estrés prolongado inducido antes de la recuperación.

Según la literatura, en respuesta al estrés hay una regulación dependiente de

glutamato de PP2B, el aumento en la activación de esta enzima conllevaría a la

des-fosforilación de Rap1GAP en los residuos ser-441 y ser-499, a la

inactivación de Rap1 y por lo tanto de ERK1/2 (McAvoya y col., 2009).

La extinción de la memoria es considerada una nueva forma de aprendizaje, y al

igual que otros tipos de aprendizaje, es regulada por: el aumento en la expresión

génica, la síntesis de proteínas, la activación de las quinasas PKA y ERK1/2 y la

activación de los NMDAR (Cammarota y col., 2004). La extinción también es

susceptible a los efectos del estrés, pero, a diferencia de las otras fases de la

memoria espacial, no se sabe con certeza cuales son los mecanismos

moleculares que subyacen a los efectos del estrés sobre esta fase. Sin

embargo, previas investigaciones le confieren un papel facilitador a los

glucocorticoides en la extinción de la memoria (Yang y col., 2006), así como

también un papel importante a los NMDAR, y a numerosas cascadas de

señalización, como las MAPK, fosfatidilinositol 3-quinasa (PI3K) y PP2B y genes

tempranos inmediatos como zif268 y c-fos (Yang y Lu, 2005). Los

glucocorticoides alteran la conductancia y la expresión de los canales de calcio,

y a través de este mecanismo los glucocorticoides también podrian modificar la

extinción de la memoria (Yang, 2007). Por otra parte, el estrés, a través de la

activación de los GR, perjudica la absorción de glutamato en la región CA1 del

hipocampo, lo que prolonga la activación de los NMDAR y conlleva a la

activación diferencial de ciertas cascadas de señalización, dependiendo de la

estructura cerebral en cuestión y del tipo de aprendizaje (Yang y col., 2007).

A groso modo, la actividad enzimática de ERK1/2 y PP2B no cambio en

condiciones de estrés agudo previo a la extinción de la memoria espacial, sin

embargo la actividad de ERK1/2 aumento con respecto al grupo basal en

115 

 

condiciones de estrés agudo corto y prolongado previo a la extinción, pero esta

no fue mayor en ninguno de los casos a la obtenida durante el entrenamiento de

la extinción, lo que indica que ERK1/2 y PP2B no se ven modificadas con el

estrés previo a la extinción y de acuerdo con los resultados comportamentales,

en donde se concluye que el estrés mejora la extinción de la memoria, es

posible que otras proteínas se estén activando específicamente en esta fase del

entrenamiento. De acuerdo con nuestros resultados PP1 tiene un papel

importante durante este proceso, sin embargo, no se sabe con certeza los

mecanismos por los cuales el estrés puede estar activando esta enzima y cual

es su papel durante la extinción de la memoria espacial.

Por otra parte, se sabe que los GR dentro del núcleo, dependiendo de la

concentración de corticosterona, pueden inducir tanto la transcripción génica, a

través de su unión secuencias especificas de DNA en las regiones enhancer del

promotor (GRE) de ciertos genes sensibles a esteroides y la acetilación de

histonas (H4) a través de la activación de proteínas co-activadoras como CREB-

binding protein (CBP), p300/CBP activating factor (PCAF) y steroid-receptor

coactivator (SRC-1) que tiene actividad de histona acetiltransferasa (HTA) ó

pueden reducir la transcripción génica, interfiriendo con la transactivación

mediada por co-activadores (CBP) a través de una interacción directa o a través

de alteraciones a nivel de la cromatina, esto se demostró en pacientes con asma

en donde bajas concentraciones de corticosterona puede inducir la activación de

histonas deacetilasas (HDAC2) (Figura 60) (Barnes y col., 2005; Ito y col.,2000);

este hallazgo explicaría el hecho de que encontremos una expresión diferencial

de las proteínas estudiadas, que sustenta los aumentos y disminuciones

observados.

116 

 

Figura 60. Efecto de los glucocorticoides en la transcripción génica. Se ilustra el papel de la

corticosterona en los procesos de transcripción génica (Tomado de Barnes P.J, Adcock I.M, Ito

K; Eur Respir J. 25: 552-63).

Estos hallazgos indican que el estrés previo a un aprendizaje, interfiere con el

proceso de formación de nuevas memorias, a través de la activación diferencial

de rutas de señalización intracelular, quinasas y fosfatasas, que permite explicar

la relación entre los procesos celulares desencadenados por el estrés y los

procesos neurobiológicos en los que se basa la memoria.

No es posible formular un modelo universal que explique la relación entre los

procesos de aprendizaje y los mecanismos moleculares subyacentes. Sin

embargo lo comúnmente aceptado y más conocido es el balance entre las

proteínas quinasas y fosfatasas, que operan en el cerebro para controlar la

eficacia sináptica, el aprendizaje y la memoria, regulando positiva o

negativamente las rutas de transducción de señales (Lisman, 1989). Así mismo,

no podemos hablar de un modelo “lineal” en donde solo intervienen 2 moléculas

protagonistas, ya que existen otras moléculas y otros factores que ejercen un

papel determinante en estos procesos, además es importante tener en cuenta,

que durante los procesos de aprendizaje y formación de memoria la síntesis de

proteínas y la expresión de genes es inespecífica en cada fase del entrenamie

117 

 

8. CONCLUSIONES

1. El estrés agudo provocó aumento de la actividad enzimática de todas

las enzimas evaluadas. La actividad de ERK1/2 presentó el aumento

más evidente y persistente, independientemente de la duración del

estrés agudo. La actividad de PP2B aumentó después del estrés,

siendo este fenómeno más temprano e intenso cuando el estrés

agudo se prolongo. La actividad de PP1 aumentó levemente

inmediatamente después de finalizado el estrés agudo,

independientemente de su duración.

2. La adquisición del aprendizaje espacial indujo un aumento de la

actividad enzimática de ERK1/2 y de PP2B, la cual se mantuvo

elevada hasta 4 h después de finalizado el entrenamiento. En

contraste, la adquisición solo provocó un aumento tardío del nivel de

expresión de PP1, pero no de su actividad enzimática.

3. La recuperación de la memoria espacial provocó un aumento de la

actividad enzimática de todas las enzimas evaluadas, este aumento

persistió hasta por 4 h después de finalizado el entrenamiento. La

recuperación también ocasionó cambios en el nivel de expresión de

estas enzimas: ERK1/2 y PP1 aumentaron tempranamente, mientras

que PP2B lo hizo tardíamente.

4. El entrenamiento de la extinción de la memoria espacial indujo un

aumento persistente de la actividad enzimática de ERK1/2 y PP2B. El

nivel de expresión de PP1 aumentó inmediatamente después de

finalizada la extinción, pero disminuyó 1 h después de finalizado el

entrenamiento, sin presentar cambios significativos en su actividad

enzimática.

5. El estrés agudo inducido antes de la adquisición de la memoria

espacial indujo cambios en la actividad de ERK1/2 y PP2B. La

actividad de ERK1/2, con respecto a la actividad basal, presentó el

118 

 

aumento más evidente y persistente independientemente de la

duración del estrés agudo. No obstante, cuando el estrés agudo fue

de corta duración, el aumento de la actividad de ERK1/2 fue

significativamente menor que el observado durante la adquisición. El

estrés agudo de corta duración, pero no el prolongado, bloqueó el

incremento en la actividad enzimática de PP2B inducido por la

adquisición. En contraste, el estrés agudo antes de la adquisición solo

provocó aumento del nivel de expresión de PP1.

6. El estrés agudo inducido, antes de la recuperación de la memoria

espacial, provocó cambios en todas las enzimas evaluadas, los cuales

fueron dependientes de la duración del estrés agudo para PP2B y

PP1. El estrés agudo, independientemente de su duración, impidió el

aumento de la actividad de ERK1/2 observado tras la recuperación. La

actividad de PP1 y PP2B aumentó persistentemente con el estrés

agudo prolongado previo a la recuperación, siendo este aumento más

notorio para PP1. No obstante, cuando el estrés agudo fue de corta

duración el aumento en la actividad de PP2B fue significativamente

menor que el observado tras la recuperación.

7. El estrés agudo inducido antes de la extinción de la memoria espacial

provocó un aumento en la actividad de ERK1/2 y PP1. La actividad de

ERK1/2 aumentó de forma persistente cuando el estrés agudo fue de

corta duración y solo ocurrió tempranamente cuando el estrés fue

prolongado. Estos cambios fueron significativamente menores de lo

observado tras la extinción sin estrés previo. La actividad de PP1

aumentó de forma tardía cuando el estrés agudo fue de corta duración

y de forma temprana cuando el estrés fue prolongado. La actividad de

PP2B no se modificó, pero sí su nivel de expresión, el cual aumentó

principalmente con el estrés agudo de corta duración inducido antes

de la extinción.

119 

 

9. ANEXOS

A1. Inducción de estrés agudo por restricción de movimientos y

entrenamiento de la memoria espacial.

1. Inducción de estrés agudo por restricción de movimientos

Los animales se introdujeron en un cilindro de PVC con un perímetro

ligeramente superior al perímetro abdominal, con tapas removibles en los

extremos, durante un periodo corto (1 hora) y un periodo prolongado (4

horas).

2. Entrenamiento del aprendizaje de una tarea de memoria espacial

Se indujo mediante un protocolo de entrenamiento abreviado en el

laberinto de Barnes. El laberinto es una plataforma circular elevada, con

18 agujeros en la periferia, uno de los cuales conduce a una caja, ubicada

bajo la superficie, en la cual el sujeto puede ocultarse. En las paredes

blancas que rodean el laberinto hay figuras geométricas negras que son

las únicas claves disponibles para que el sujeto pueda orientarse en el

espacio. Una intensa iluminación y un ruido blanco motivan al sujeto a

buscar refugio. Se evaluaron tres fases de la memoria espacial:

2.1. Adquisición

Durante esta sesión se hacen 8 ensayos, separados entre sí por

intervalos de 4 min. En la primera sesión, se introduce el sujeto en

el centro del laberinto y se le permite explorarlo en ensayos de

hasta 4 min de duración. Si el animal encuentra la caja de escape

en un tiempo menor, se apagan las luces y la fuente sonora y se

da por terminado el ensayo.

120 

 

2.2. Recuperación

Un día después de la sesión de adquisición se hace la sesión de

evaluación, la cual consta de dos ensayos: En el primer ensayo, se

evalúa la ejecución del animal en condiciones idénticas a las de los

ensayos de adquisición (prueba con caja). En el segundo ensayo,

se retira la caja de escape para evaluar si el animal explora

preferentemente el agujero que conducía a la caja de escape

(prueba sin caja).

2.3. Extinción

Inmediatamente después de la recuperación, con el fin de extinguir

la preferencia espacial adquirida el día anterior, el sujeto es

sometido a siete ensayos adicionales idénticos a la prueba sin

caja. Para caracterizar la eficiencia de la ejecución de la tarea a lo

largo del proceso completo de entrenamiento el comportamiento

del animal en cada ensayo se graba en video y posteriormente se

registra una serie de indicadores comportamentales.

3 Inducción del estrés previo al aprendizaje de la tarea de memoria

espacial.

3.1. Estrés agudo inducido antes de la sesión de adquisición

Los animales se sometieron a restricción de movimientos por

períodos de 1 ó 4 h antes de la sesión de adquisición (en ambos

casos, la restricción de movimientos terminó 30 min antes de

iniciar el entrenamiento). Se evalúo la ejecución durante los

ensayos de adquisición y los ensayos de evaluación y se comparó

con la ejecución de sujetos que recibieron el entrenamiento

completo pero no se sometieron a restricción de movimientos.

121 

 

3.2. Estrés agudo inducido antes de la sesión de recuperación y

extinción

Un día después, a los animales que habían adquirido previamente

el aprendizaje de la memoria espacial, se les sometió a restricción

de movimientos por períodos de 1 ó 4 h antes de la sesión de

evaluación y extinción (en ambos casos, la restricción de

movimientos terminó 30 min antes de iniciar el entrenamiento). Se

evalúo la ejecución durante los ensayos de evaluación y los

ensayos de extinción y se comparó con la ejecución de sujetos que

recibieron el entrenamiento completo pero no se sometieron a

restricción de movimientos.

-20

-15

-10

-5

0

5

10

15

20

BASAL E1-0H E1-1H E1-4H E4-0H E4-1H E4-4H

CA

NT

IDA

D N

OR

MA

LIZ

AD

A (

%B

AS

AL

)

ERK1/2

ERK 1

ERK 2

Figura A2. Cambios en el nivel de expresión de ERK1/2 provocados por el estrés por

inmovilización. Diagrama de barras ilustrando el cambio en el nivel de expresión de ERK1/2.

Se ilustra la media y el error estándar (n=5 animales por grupo). Los animales se sometieron a

estrés corto 1 h (E1) y prolongado 4 h (E4) y sacrificio inmediato (0H), a la hora (1H) y a las 4

horas (4H). (n= 5 animales por grupo). MW, marcador de peso molecular (Estándar pre-teñido de

amplio rango, BIO-RAD).

122 

 

(1). 1 2 3 4 5 6 7 8 MW 9 10 11 12 13 14 15 16 MW

(2).

FIGURA A3. Nivel de expresión de ERK1/2 en condiciones de recuperación y extinción de

la memoria y sacrificio inmediato. (1) SDS-PAGE; (2) WB. Carriles 1,2,3,9 y 10 muestras en

condiciones basales; carriles 4,5,6,11,12 y 16 condiciones de recuperación y sacrificio inmediato

y los carriles 7,8,13,14 y 15 condiciones de extinción y sacrificio inmediato. (n= 5 animales por

grupo). MW, marcador de peso molecular (Estándar pre-teñido de amplio rango, BIO-RAD).

(1) MW 1 2 3 4 5 6 7 8 MW 9 10 11 12 13 14 15 16

(2).

FIGURA A4. Nivel de expresión de ERK1/2 1h después de finalizado el entrenamiento en la

recuperación y la extinción de la memoria. (1) SDS-PAGE; (2) WB. Carriles 1, 2, 3, 9, 10 y 16

son muestras en condiciones basales; carriles 4, 5, 6, 11 y 12 condiciones de recuperación y

sacrificio 1 h después y carriles 7, 8, 13, 14 y 15 condiciones de extinción y sacrificio 1 h

después. (n= 5 animales por grupo). MW, marcador de peso molecular (Estándar pre-teñido de

amplio rango, BIO-RAD).

ERK1 ERK2

ERK1   ERK2 

198,844 115,7 96,743 53,541

198,84 115,70 96,743 53,541 37,134 29,134

kDa

kDa

123 

 

(1).

1 2 3 4 5 6 7 8 MW 9 10 11 12 13 14 15 16 MW

(2).

FIGURA A5. Nivel de expresión de ERK1/2 4h después de finalizado el entrenamiento en la

recuperación y la extinción de la memoria. Detección de ERK1/2 por WB. (1) SDS-PAGE;

(2) WB. Carriles 1, 2, 3, 9, 10 y 16 son muestras en condiciones basales; carriles 4, 5, 6, 11 y 12

condiciones de recuperación y sacrificio 4 h después; carriles 7, 8, 13,14 y 15 condiciones de

extinción y sacrificio 4 h después. (n= 5 animales por grupo). MW, marcador de peso molecular

(Estándar pre-teñido de amplio rango, BIO-RAD).

(1). MW 1 2 3 4 5 6 7 8 9 MW 10 11 12 13 14 15 16 17

(2).

Figura A6. Nivel de expresión de PP2B en condiciones de estrés. (1) SDS-PAGE (2) WB.

Los carriles 1, 2, 9, 10, 11, 12 y 17 son muestras en condiciones basales; carriles 3, 4, 5, 13 y 14

condiciones de estrés corto y sacrificio 1 h después; los carriles 6, 7, 8, 15 y 16 condiciones de

estrés prolongado y sacrificio 4 h después. (n= 5 animales por grupo). MW, marcador de peso

molecular (Estándar pre-teñido de amplio rango, BIO-RAD).

ERK1                      ERK2      

198,84 115,70 96,743 53,541 37,134 29,134

198,84 115,70 96,743 53,541 37,134

kDa

kDa

124 

 

(1) MW 1 2 3 4 5 6 7 8 MW 9 10 11 12 13 14 15 16

(2).

Figura A7. Nivel de expresión de PP2B en condiciones de recuperación de la memoria

espacial. (1). SDS-PAGE; (2). WB. Los carriles 1, 2, 3, 9, 10 y 16 son muestras en condiciones

basales; carriles 4, 5, 6, 11 y 12 condiciones de recuperación y sacrificio 1 h después; carriles 7,

8, 13, 14 y 15 condiciones de recuperación y sacrificio 4 h después. (n= 5 animales por grupo).

MW, marcador de peso molecular (Estándar pre-teñido de amplio rango, BIO-RAD).

(1). 1       2      3     4       5      6      7     8    MW              9     10    11    12    13    14    15   16   MW

(2)

Figura A8. Nivel de expresión de PP2B en condiciones de estrés corto previo a la

extinción de la memoria espacial. (1). SDS-PAGE; (2) WB. Los carriles 1, 2, 9 y 10 son

muestras en condiciones basales; carriles 3, 4, 11 y 12 condiciones de estrés corto, extinción y

sacrificio inmediato (E1-EXT-0H); carriles 5, 6, 13 y 14 condiciones de estrés corto, extinción y

sacrificio 1h después (E1-EXT-1H); carriles 7, 8, 15, 16 condiciones de estrés corto, extinción y

sacrificio 4h después (E1-EXT-4H). (n= 5 animales por grupo). MW, marcador de peso molecular

(Estándar pre-teñido de amplio rango, BIO-RAD).

198,84 115,70 96,743 53,541 37,134

198,844 115,7 96,743

kDa

kDa

125 

 

1.

1 2 3 4 5 6 7 8 MW 9 10 11 12 13 14 15 16 MW

2.

Figura A9. Nivel de expresión de PP2B en condiciones de estrés prolongado previo a la

extinción. (1) SDS-PAGE; (2) WB. Los carriles 1, 2, 9 y 10 son muestras en condiciones

basales; carriles 3, 4, 11 y 12 condiciones de estrés prolongado, extinción y sacrificio inmediato

(E4-EXT-0H); carriles 5, 6, 13 y 14 condiciones de estrés prolongado, extinción y sacrificio 1h

después (E4-EXT-1H); carriles 7, 8, 15, 16 condiciones de estrés prolongado, extinción y

sacrificio 4h después (E4-EXT-4H). (n= 5 animales por grupo). MW, marcador de peso molecular

(Estándar pre-teñido de amplio rango, BIO-RAD).

a).

0

50

100

150

200

250

‐5 ‐4 ‐3 ‐2 ‐1 0 1 2 3 4 5

ΔEN

 LA ACTIVIDAD ENZIMATICA 

TRATAMIENTO

E1 ERK1/2

E1 PP1

E1 PP2B

b).

198,844 115,7 96,743

kDa

126 

 

0

50

100

150

200

250

300

‐5 ‐4 ‐3 ‐2 ‐1 0 1 2 3 4 5

ΔEN

 LA ACTIVIDAD ENZIMATICA

TRATAMIENTO

E4 ERK1/2 

E4 PP1

E4 PP2B

c).

0

50

100

150

200

250

300

350

400

‐5 ‐4 ‐3 ‐2 ‐1 0 1 2 3 4 5

ΔE

N L

A A

CT

IVID

AD

EN

ZIM

AT

ICA

TRATAMIENTO

ADQ ERK1/2

ADQ PP1

ADQ PP2B 

d).

0

50

100

150

200

250

300

350

400

‐5 ‐4 ‐3 ‐2 ‐1 0 1 2 3 4 5

ΔE

N L

A A

CT

IVID

AD

EN

ZIM

AT

ICA

TRATAMIENTO

REC ERK1/2 

REC PP1

REC PP2B 

e).

127 

 

0

20

40

60

80

100

120

140

160

180

200

‐5 ‐4 ‐3 ‐2 ‐1 0 1 2 3 4 5

ΔE

N L

A A

CT

IVID

AD

EN

ZIM

AT

ICA

TRATAMIENTO

EXT ERK1/2

EXT PP1

EXT PP2B 

f).

0

50

100

150

200

250

300

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔE

N L

A A

CT

IVID

AD

EN

ZIM

AT

ICA

TRATAMIENTO

E1 y ADQ  ERK1/2 

E1 y ADQ PP1

E1 y ADQ PP2B

g).

128 

 

0

50

100

150

200

250

300

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔE

N L

A A

CT

IVID

AD

EN

ZIM

AT

ICA

TRATAMIENTO

E4 y ADQ ERK1/2

E4 y ADQ PP1

E4 y ADQ PP2B 

h).

-50

0

50

100

150

200

250

300

-5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5

ΔE

N L

A A

CT

IVID

AD

EN

ZIM

AT

ICA

TRATAMIENTO

E1 y REC ERK1/2 

E1 y REC PP1

E1 y REC PP2B 

i).

-50

0

50

100

150

200

250

300

-5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5

ΔE

N L

A A

CT

IVID

AD

EN

ZIM

AT

ICA

TRATAMIENTO

E4 y REC ERK1/2

E4 y REC PP1

E4 y REC PP2B 

j).

129 

 

0

50

100

150

200

250

300

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔE

N L

A A

CT

IVID

AD

EN

ZIM

AT

ICA

TRATAMIENTO

E1 y EXT ERK1/2

E1 y EXT PP1

E1 y EXT PP2B

k).

0

50

100

150

200

250

300

-6 -4 -2 0 2 4 6

ΔE

N L

A A

CT

IVID

AD

EN

ZIM

AT

ICA

TRATAMIENTO

E4 y EXT ERK1/2 

E4 y EXT   PP1 

E4 y EXT PP2B 

A10. Diagramas de barra ilustrando la actividad enzimática de ERK1/2, PP1 y PP2B en

cada uno de los tratamientos. (a y b). Condiciones de estrés; (c,d,e) formación de la memoria

espacial; (f y g) estrés inducido antes de la adquisición; (h y i) la recuperación; (j y k) y la

extinción de la memoria espacial.

130 

 

TABLA 1. Análisis de varianza de la actividad de ERK1/2 entre los grupos experimentales

analizados.

Source of Variation  DF   SS   MS    F    P 

Between Groups 33 822846,4 24934,7 35,006 <0,001

Residual 71 50573,35 712,301

Total 104 873419,7

 

F(33,71)=35,006;p<0,001

NOMBRE DEL GRUPO  N  MEDIA DEV STD MES

BASAL 7 7,11E‐15 19,62 7,416

E10H 3 21,043 7,885 4,552

E11H 3 85,731 26,197 15,125

E14H 3 38,369 18,731 10,814

E40H 3 203,837 21,882 12,634

E41H 3 65,228 3,081 1,779

E44H 3 39,029 3,137 1,811

ADQ0H 2 164,748 4,984 3,524

ADQ1H 3 255,755 37,978 21,927

ADQ4H 3 292,206 38,826 22,416

E1ADQ0H 3 71,463 30,847 17,81

E1ADQ1H 3 84,892 34,655 20,008

E1ADQ4H 3 162,47 71,701 41,397

E4ADQ0H 3 173,141 13,842 7,992

E4ADQ1H 3 242,446 31,59 18,238

E4ADQ4H 3 167,866 51,674 29,834

REC0H 3 191,727 28,733 16,589

REC1H 3 298,561 26,792 15,468

REC4H 3 261,511 22,722 13,119

E1REC0H 3 ‐21,223 5,689 3,285

E1REC1H 3 ‐7,434 17,423 10,059

E1REC4H 3 93,525 24,073 13,899

E4REC0H 3 10,791 6,783 3,916

E4REC1H 3 47,602 14,437 8,335

E4REC4H 3 71,583 4,07 2,35

EXT0H 3 112,5 40,595 23,438

EXT1H 3 111,719 40,253 23,24

EXT4H 3 171,094 8,269 4,774

E1EXT0H 3 136,892 20,393 11,774

E1EXT1H 3 126,953 26,578 15,345

E1EXT4H 3 176,215 19,254 11,116

E4EXT0H 3 124,74 12,031 6,946

E4EXT1H 3 55,859 12,706 7,336

E4EXT4H 3 25,911 6,077 3,509

comparison  Diff of Means t Unadjusted P

REC1H vs. BASAL 298,561 16,211 1,45E‐25

ADQ4H vs. BASAL 292,206 15,866 4,82E‐25

REC4H vs. BASAL 261,511 14,199 1,98E‐22

REC1H vs. E1REC1H 305,995 14,042 3,55E‐22

ADQ1H vs. BASAL 255,755 13,887 6,35E‐22

E4ADQ1H vs. BASAL 242,446 13,164 9,90E‐21

REC1H vs. E4REC1H 250,959 11,516 6,62E‐18

E40H vs. BASAL 203,837 11,068 4,11E‐17

REC0H vs. BASAL 191,727 10,41 6,19E‐16

REC0H vs. E1REC0H 212,95 9,772 8,93E‐15

E1EXT4H vs. BASAL 176,215 9,568 2,11E‐14

E4ADQ0H vs. BASAL 173,141 9,401 4,28E‐14

EXT4H vs. BASAL 171,094 9,29 6,85E‐14

E4ADQ4H vs. BASAL 167,866 9,115 1,44E‐13

E40H vs. E4REC0H 193,046 8,859 4,28E‐13

E1ADQ4H vs. BASAL 162,47 8,822 5,02E‐13

REC4H vs. E4REC4H 189,928 8,716 7,88E‐13

REC0H vs. E4REC0H 180,936 8,303 4,58E‐12

E4ADQ1H vs. E41H 177,218 8,132 9,50E‐12

ADQ1H vs. E1ADQ1H 170,863 7,841 3,30E‐11

REC4H vs. E1REC4H 167,986 7,709 5,79E‐11

ADQ0H vs. BASAL 164,748 7,699 6,04E‐11

E40H vs. E44H 164,808 7,563 1,08E‐10

E1EXT0H vs. BASAL 136,892 7,433 1,88E‐10

E4ADQ1H vs. E1ADQ1H 157,554 7,23 4,44E‐10

E1EXT4H vs. E4EXT4H 150,304 6,897 1,81E‐09

E1EXT1H vs. BASAL 126,953 6,893 1,84E‐09

E4EXT0H vs. BASAL 124,74 6,773 3,05E‐09

EXT4H vs. E4EXT4H 145,183 6,662 4,86E‐09

E40H vs. E41H 138,609 6,361 1,71E‐08

E1EXT4H vs. E14H 137,846 6,326 1,97E‐08

EXT0H vs. BASAL 112,5 6,108 4,83E‐08

ADQ4H vs. E1ADQ4H 129,736 5,954 0,000000091

E4ADQ4H vs. E44H 128,837 5,912 0,000000108

ADQ4H vs. E4ADQ4H 124,34 5,706 0,000000248

E1ADQ4H vs. E14H 124,101 5,695 0,000000259

E1EXT0H vs. E10H 115,849 5,316 0,00000117

E1REC4H vs. E1REC0H 114,748 5,266 0,00000142

ADQ4H vs. ADQ0H 127,458 5,231 0,00000163

E1REC4H vs. BASAL 93,525 5,078 0,00000295

REC1H vs. REC0H 106,834 4,903 0,00000578

E4ADQ0H vs. E1ADQ0H 101,678 4,666 0,0000141

E11H vs. BASAL 85,731 4,655 0,0000147

E1REC4H vs. E1REC1H 100,959 4,633 0,0000159

E1ADQ1H vs. BASAL 84,892 4,609 0,0000174

E11H vs. E1REC1H 93,165 4,275 0,0000584

E1ADQ4H vs. E1ADQ0H 91,007 4,176 0,000083

E4REC4H vs. BASAL 71,583 3,887 0,000226

E1ADQ0H vs. BASAL 71,463 3,88 0,000231

E41H vs. BASAL 65,228 3,542 0,000707

E4EXT1H vs. BASAL 55,859 3,033 0,00338

131 

 

Tabla 2. Análisis de varianza de la actividad de PP2B entre los grupos experimentales

analizados.

Source of Variation  DF   SS   MS    F    P 

Between Groups 33 6446,396 195,345 17,467 <0,001

Residual 108 1207,804 11,183

Total 141 7654,2

NOMBRE DEL GRUPO N  Mean Std Dev SEM

BASAL 12 2,85E‐15 3,286 0,948

E10H 4 2,812 2,016 1,008

E11H 4 0,996 2,132 1,066

E14H 4 11,159 2,278 1,139

E40H 4 11,958 2,967 1,484

E41H 4 21,776 4,603 2,301

E44H 4 11,455 2,972 1,486

ADQ0H 4 18,036 2,91 1,455

ADQ1H 4 15,106 3,006 1,503

ADQ4H 4 14,953 4,409 2,204

E1ADQ0H 4 3,777 2,114 1,057

E1ADQ1H 3 2,65 0,578 0,334

E1ADQ4H 4 0,927 2,941 1,47

E4ADQ0H 3 17,862 4,172 2,409

E4ADQ1H 4 20,15 2,686 1,343

E4ADQ4H 4 17,613 3,66 1,83

REC0H 4 26,995 4,586 2,293

REC1H 4 10,285 2,89 1,445

REC4H 4 12,054 1,535 0,767

E1REC0H 4 10,417 3,33 1,665

E1REC1H 4 5,048 1,628 0,814

E1REC4H 4 0,937 2,903 1,451

E4REC0H 4 14,58 2,464 1,232

E4REC1H 4 8,926 2,636 1,318

E4REC4H 4 17,77 2,9 1,45

EXT0H 4 14,608 1,27 0,635

EXT1H 4 16,949 3,599 1,8

EXT4H 4 11,511 0,363 0,181

E1EXT0H 4 11,575 1,06 0,53

E1EXT1H 4 9,361 2,663 1,331

E1EXT4H 4 10,882 6,753 3,377

E4EXT0H 4 9,849 4,167 2,084

E4EXT1H 4 8,513 3,388 1,694

E4EXT4H 4 9,229 7,429 3,715

Comparison Diff of Means t Unadjusted P

REC0H vs. BASAL  26,995 13,982 5,59E‐26

E41H vs. BASAL  21,776 11,278 5,77E‐20

E4ADQ1H vs. BASAL  20,15 10,436 4,73E‐18

ADQ0H vs. BASAL  18,036 9,341 1,47E‐15

E4REC4H vs. BASAL 17,77 9,203 3,01E‐15

E4ADQ4H vs. BASAL 17,613 9,123 4,59E‐15

E41H vs. E11H 20,78 8,788 2,62E‐14

EXT1H vs. BASAL 16,949 8,779 2,75E‐14

E4ADQ0H vs. BASAL 17,862 8,275 3,70E‐13

ADQ1H vs. BASAL 15,106 7,824 3,69E‐12

ADQ4H vs. BASAL 14,953 7,745 5,52E‐12

EXT0H vs. BASAL  14,608 7,566 1,36E‐11

E4REC0H vs. BASAL 14,58 7,552 1,46E‐11

E4REC4H vs. E1REC4H 16,832 7,118 1,27E‐10

REC0H vs. REC1H 16,71 7,067 1,63E‐10

E4ADQ4H vs. E1ADQ4 16,686 7,057 1,72E‐10

REC0H vs. E1REC0H 16,578 7,011 2,15E‐10

REC0H vs. REC4H 14,941 6,318 6,05E‐09

REC4H vs. BASAL 12,054 6,243 8,61E‐09

E40H vs. BASAL 11,958 6,193 1,09E‐08

ADQ0H vs. E1ADQ0H 14,258 6,03 2,33E‐08

E1EXT0H vs. BASAL 11,575 5,995 2,74E‐08

EXT4H vs. BASAL 11,511 5,962 3,19E‐08

E44H vs. BASAL 11,455 5,933 3,64E‐08

ADQ4H vs. E1ADQ4H 14,026 5,932 3,67E‐08

E14H vs. BASAL 11,159 5,78 7,34E‐08

E1EXT4H vs. BASAL 10,882 5,636 0,00000014

E41H vs. E4EXT1H 13,262 5,609 0,000000159

E4ADQ0H vs. E1ADQ0 14,085 5,514 0,000000241

E41H vs. E4REC1H 12,849 5,434 0,000000344

E1REC0H vs. BASAL 10,417 5,395 0,000000408

REC1H vs. BASAL 10,285 5,327 0,00000055

REC0H vs. E4REC0H 12,415 5,25 0,000000767

E4EXT0H vs. BASAL 9,849 5,101 0,00000145

ADQ1H vs. E1ADQ1H 12,457 4,877 0,00000373

E1EXT1H vs. BASAL 9,361 4,848 0,0000042

E4EXT4H vs. BASAL 9,229 4,78 0,00000556

REC4H vs. E1REC4H 11,117 4,701 0,00000767

E4REC1H vs. BASAL 8,926 4,623 0,0000105

E41H vs. E14H 10,617 4,49 0,0000179

E4EXT1H vs. BASAL  8,513 4,409 0,0000246

E41H vs. E44H 10,32 4,364 0,0000293

E14H vs. E1ADQ4H 10,232 4,327 0,0000339

E14H vs. E1REC4H 10,222 4,323 0,0000344

E14H vs. E11H 10,163 4,298 0,0000379

E41H vs. E40H 9,818 4,152 0,000066

E1REC0H vs. E1REC4H 9,479 4,009 0,000113

132 

 

Tabla 3. Análisis de varianza de la actividad de PP1 entre los grupos experimentales

analizados.

Source of Variation  DF   SS   MS    F    P 

Between Groups 33 39096,658 1184,747 37,392 <0,001

Residual 106 3358,557 31,685

Total 139 42455,215

NOMBRE DEL GRUPO  N  Mean Std Dev SEM

BASAL 10 8,88E‐17 3,012 0,952

E10H 4 19,889 6,861 3,43

E11H 4 5,922 5,014 2,507

E14H 4 3,55 1,138 0,569

E40H 4 13,101 3,391 1,695

E41H 4 8,181 3,791 1,895

E44H 4 7,202 1,031 0,515

ADQ0H 2 5,423 0,475 0,336

ADQ1H 4 6,204 0,0927 0,0464

ADQ4H 4 12,442 1,015 0,508

E1ADQ0H 4 1,611 0,97 0,485

E1ADQ1H 4 1,702 0,791 0,395

E1ADQ4H 4 0,574 0,211 0,106

E4ADQ0H 4 5,403 1,12 0,56

E4ADQ1H 4 3,81 3,968 1,984

E4ADQ4H 4 8,033 2,986 1,493

REC0H 4 16,161 8,678 4,339

REC1H 4 47,351 10,331 5,165

REC4H 4 36,191 4,361 2,181

E1REC0H 4 2,406 8,834 4,417

E1REC1H 4 12,293 13,307 6,653

E1REC4H 4 22,238 12,633 6,316

E4REC0H 4 36,979 8,21 4,105

E4REC1H 4 22,284 4,062 2,031

E4REC4H 4 83,171 9,741 4,87

EXT0H 4 2,552 1,189 0,594

EXT1H 4 9,012 2,583 1,291

EXT4H 4 8,519 1,877 0,939

E1EXT0H 4 7,567 3,402 1,701

E1EXT1H 4 6,714 2,617 1,308

E1EXT4H 4 37,224 6,191 3,096

E4EXT0H 4 27,631 7,544 3,772

E4EXT1H 4 12,989 3,313 1,657

E4EXT4H 4 13,689 5,696 2,848

GRUPOS  Diff of Means t Unadjusted P

E4REC4H vs.BASAL 1 83,171 24,975 3,27E‐46

E4REC4H vs. E44H 75,969 19,086 4,45E‐36

E4REC4H vs. E4REC1H 60,887 15,297 1,38E‐28

REC1H vs. BASAL 47,351 14,219 2,58E‐26

E4REC4H vs. REC4H 46,98 11,803 4,94E‐21

E4REC4H vs. E4REC0H 46,192 11,605 1,37E‐20

E1EXT4H vs. BASAL 37,224 11,178 1,24E‐19

E4REC0H vs. BASAL 36,979 11,104 1,81E‐19

REC4h vs. BASAL 36,191 10,868 6,18E‐19

REC‐1H vs E1‐REC‐1H 35,058 8,808 2,68E‐14

E4REC0Hvs. E1REC0H 34,572 8,686 5,02E‐14

E1EXT4H vs. E14H 33,674 8,46 1,60E‐13

REC1H vs. REC0H 31,19 7,836 3,81E‐12

E4EXT0H vs. BASAL 27,631 8,297 3,68E‐13

E1EXT4H vs. E1EXT1H 30,51 7,665 8,99E‐12

E1EXT4H vs. E1EXT0H 29,657 7,451 2,62E‐11

E1EXT4H vs. EXT4H 28,705 7,212 8,56E‐11

E4REC1H vs. BASAL 22,284 6,692 1,08E‐09

E1REC4H vs. BASAL 22,238 6,678 1,15E‐09

E4EXT0H vs. EXT0H 25,078 6,301 6,89E‐09

REC1H vs. E4REC1H 25,067 6,298 6,98E‐09

E4REC0H vs. E40H 23,878 5,999 0,000000028

E10H vs. BASAL 19,889 5,972 3,16E‐08

E1EXT4H vs. E4EXT4H 23,535 5,913 4,15E‐08

E4REC0H vs. REC0H 20,817 5,23 0,000000858

E4EXT0H vs. E1EXT0H 20,063 5,041 0,00000192

REC4H vs. REC0H 20,029 5,032 0,00000199

REC0H vs. BASAL 16,161 4,853 0,0000042

E4EXT4H vs. BASAL 13,689 4,111 0,000078

E10H vs. E14H 16,339 4,105 0,0000797

E4EXT4H vs. BASAL 13,689 4,111 0,000078

E40H vs. BASAL 13,101 3,934 0,000149

E4EXT1H vs. BASAL 12,989 3,9 0,000169

ADQ4H vs. BASAL 12,442 3,736 0,000303

E1REC1H vs. BASAL 12,293 3,691 0,000354

F(33,106)=37,392;p<0,001

133 

 

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