¿estrategias docentes o creatividad desde el sentidos comÚn? cecilia ravale

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Relatos Pedagógicos Año 2010 Artículos de las Jornadas Internas de la materia “Pensamiento Pedagógico del Siglo XX”

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¿ESTRATEGIAS DOCENTES O CREATIVIDAD DESDE EL SENTIDOS COMÚN? Por Cecilia Ravale* ¿Cómo enseñar en un contexto diverso? Aquel verano del 2007, me habían convocado para asumir mi primer cargo en un Jardín de Infantes, no podía estar más feliz. Creía que estaba preparada, con un título en mano, excelentes notas en el recorrido del profesorado y una mirada crítica de la educación, desde la teoría que había leído durante esos tres años de preparación. Segura de mis convicciones conversaba con la directora del Jardín en donde trabajaría, quien me comunicaba que la sala en donde me iba a desempeñar sería integrada, es decir, con niños de cuatro y cinco años, y que sumado a esto tendría un niño con síndrome de down, de siete años, haciendo permanencia en el Nivel Inicial porque aun no contaba con las herramientas necesarias para ingresar al Nivel próximo (EPB).

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Relatos

Pedagógicos

Año 2010

Artículos de las Jornadas Internas de la materia

“Pensamiento Pedagógico del Siglo XX”

Relatos Pedagógicos –Artículos de las Jornada Internas de la materia “Pensamiento Pedagógico del Siglo XXI”

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PRÓLOGO  

Los escritos que encontrarán a continuación forman parte de una actividad conjunta realizada

en el curso de Pensamiento Pedagógico del Siglo XX, materia obligatoria de la Licenciatura en

Educación de la Universidad Nacional de Quilmes.

A lo largo del curso, hemos logrado intensificar las discusiones y agudizar la reflexión sobre

distintas problemáticas educativas, como la debilidad de la formación docente; la competencia

y la desigualdad educativa; la discusión sobre las formas de los escolar; las marcas que deja el

tránsito por la escuela; el desgaste del rol del docente; la influencia de los medios y las nuevas

tecnologías en la educación, entre otras.

Estas inquietudes manifestadas por las alumnas y alumnos del curso, que en general parten de

la propia experiencia profesional en ámbitos formales y no formales, derivan de una

problemática más general: ¿Cómo  la  escuela  hace  frente  a  los  vertiginosos  cambios 

socioculturales  de  la  posmodernidad? Este interrogante que apareció en las clases como

frustración y a la vez como desafío, desató nuevas inquietudes que complejizaron nuestros

encuentros.

Los participantes del curso, algunos avanzados del Ciclo Superior en Educación y otros

recientemente iniciándolo, se animaron a ponerle la voz y la letra a sus propias inquietudes, a

escribir desde uno mismo dejando a un costado lo que dicen otros de los problemas que ellos

mismos observan y padecen como protagonistas. Una vez finalizados los escritos organizamos

tres jornadas internas, donde por mesas temáticas, cada uno de ellos expuso la problemática

en cuestión para someterla a preguntas de sus compañeros y público invitado.

Comparto con ustedes estos diecisiete escritos, advierto que no encontrarán aquí minuciosos

análisis, ni monografías, ni estudios profesionales, ni primeras investigaciones, ni trabajos

académicos. Son simplemente relatos, ensayos, palabras, grandes preguntas, reflexiones de

quiénes están preocupados y ocupados nada más ni nada menos que por la educación.

Agradezco a cada uno de ellos por el compromiso y por el maravilloso intercambio de ideas en

los encuentros compartidos.

Cecilia Elizondo

Docente del Curso de Pensamiento Pedagógico del Siglo XX

Relatos Pedagógicos –Artículos de las Jornada Internas de la materia “Pensamiento Pedagógico del Siglo XXI”

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¿ESTRATEGIAS  DOCENTES  O  CREATIVIDAD  DESDE  EL 

SENTIDOS COMÚN? Por Cecilia Ravale*

¿Cómo enseñar en un contexto diverso? 

Aquel verano del 2007, me habían convocado para asumir mi primer cargo en un Jardín de

Infantes, no podía estar más feliz. Creía que estaba preparada, con un título en mano,

excelentes notas en el recorrido del profesorado y una mirada crítica de la educación, desde la

teoría que había leído durante esos tres años de preparación.

Segura de mis convicciones conversaba con la directora del Jardín en donde trabajaría, quien

me comunicaba que la sala en donde me iba a desempeñar sería integrada, es decir, con niños

de cuatro y cinco años, y que sumado a esto tendría un niño con síndrome de down, de siete

años, haciendo permanencia en el Nivel Inicial porque aun no contaba con las herramientas

necesarias para ingresar al Nivel próximo (EPB).

En ese momento, no podía dejar de pensar que el título de Profesora de Educación Inicial se

desvanecía, las notas y felicitaciones se diluían y que la teoría ideal no encontraba lugar en esta

realidad.

Sin embargo, en mi interior sabía que este era el desafío que yo debía atravesar, la lucha que

debía reinventar. Como he aprendido a través de la filosofía de Freire, en estos últimos años, la

historia la hacemos nosotros, no está terminada, la construimos día a día recreando el modo

de embatir la realidad, impulsados por el motor de la esperanza.

Continuando con el relato de mi experiencia, y de acuerdo a

la situación que estaba viviendo una vez que conocí al grupo

de niños, me encontraba cuestionando mi rol y mi

responsabilidad en la educación, desde un lugar ético, ¿Con

qué autoridad podía enseñar dentro de un aula tan diversa

sino contaba con las herramientas metodológicas, ni

psicológicas para abordar mis prácticas?

Vacíos de la formación docente 

En el desencuentro de aquella profesión que idealicé y aquella realidad con la que me

encontré, me replanteaba mi trayecto por las distintas cursadas del profesorado donde había

estudiado las características evolutivas de los niños que atraviesan este nivel, desde una visión

homogénea de sus capacidades y posibilidades, y los modos de abordar didácticamente los

contenidos, pensándolos desde una transposición regida por la simultaneidad, sin contemplar

los tiempos y el capital cultural y material previo de los alumnos, ni la historia de vida personal

de cada individuo.

En esta dirección, como futuros profesionales, la carrera docente nos había permitido

conceptualizar, en términos teóricos, qué es la enseñanza, qué es el aprendizaje, cuáles son los

Relatos Pedagógicos –Artículos de las Jornada Internas de la materia “Pensamiento Pedagógico del Siglo XXI”

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distintos tipos de juegos, cuáles son los componentes de una planificación, qué es un proyecto

educativo institucional, cuáles son o deberían ser los roles de los actores institucionales, cómo

había que interpretar la cultura institucional de los distintos Jardines de Infantes que

observábamos, etc.

Claro está que, desde esta mirada, nos encontrábamos pensando las propuestas y las

actividades para un niño ideal, un sujeto común, que atravesará las mismas dificultades para el

logro de sus aprendizajes. En este sentido no se tenían en

cuenta los niños con necesidades especiales, ni a los niños

con dificultades emocionales que actualmente conforman

nuestras aulas.

Nos enfrentábamos a un vacío conceptual para afrontar estas

dificultades, y con la imperiosa necesidad de construir

espacios de reflexión para dar cuenta de estas situaciones e

iniciar la búsqueda de nuevas estrategias de enseñanza, a partir de experiencia de otros pares

que hayan vivido situaciones similares, y de especialistas que nos asesoren, en lo que respecta

a las situaciones críticas de nuestros pequeños.

 

Reconstruyendo la historia 

El desafío que presentaba el aula, desde la diversidad de los

niños que conformaban el grupo total, me invito a recrear mis

estrategias, a repensar mi representación social de la escuela.

De este modo, con las herramientas culturales y materiales

que ya poseía, sumado a la indagación de aquello que

desconocía, y a la observación y registro de lo que ocurría en

la dinámica del grupo comencé a redefinir las propuestas

áulicas.

En este sentido, y en parte, desde el sentido común, reorganice las actividades de modo tal

que el mismo saber a aprender fuera apropiado de distintos modos y en distintas

circunstancias, atendiendo a las dificultades individuales, de manera particular, y adecuando la

actividad en los casos que fuese necesario.

Es preciso aclarar que la mayoría de las actividades apelaban a situaciones lúdicas con una

finalidad educativa, las cuales ­ desde la formación docente – habían sido abordadas, pero a

través de los distintos enfoques teóricos, donde se explicaba la tipología de los distintos juegos.

Lo que faltaría, en estos términos, estaría relacionado con el modo en que el juego puede

influir en los niños, al favorecer o movilizar la dinámica de los

aprendizajes a alcanzar, pero no desde una perspectiva

genérica, sino reparando las individualidades de cada sujeto.

En este sentido, al repensar las prácticas en el dispositivo

escolar que hoy tenemos, se torna decisivo enfrentar la tarea

diaria desde un lugar político, donde el trabajo docente se

convierta en una tarea intelectual, y no en una labor

Relatos Pedagógicos –Artículos de las Jornada Internas de la materia “Pensamiento Pedagógico del Siglo XXI”

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instrumental o técnica (Giroux H.; 1990: 176).

A modo de cierre 

En estas líneas he tratado de exponer

algunos aspectos de la breve experiencia

que hoy me definen como docente. Si bien

no buscó encontrar respuestas a los

interrogantes qué he expuesto en relación a

la diversidad de alumnos con la que, año

tras año, trabajamos en el aula; ni pretendo

encontrar métodos prescriptos que orienten

mi desempeño profesional; me encuentro

en la necesidad de asumir un papel crítico y

activo en la realidad educativa, de la cual formo parte.

Desde allí parte mi búsqueda hacia nuevas estrategias de enseñanza que, impulsadas desde la

esperanza, me permitan conocer y reconocer al ser humano que hay detrás del alumno.

Claro está, que esto no es suficiente, sólo el punto de partida. Y que el mayor desafío radica en

posibilidad de generar encuentros y espacios de reflexión, entre los distintos actores que hacen

a la vida de la institución educativa.

Sólo a través del intercambio y desde las distintas miradas que puedan aportar los distintos

actores, al menos desde mi parecer, podremos resignificar los vínculos que se generan en el

aula, y aproximarnos a un nuevo de hacer escuela, entre todos y para todos.

* Cecilia Victoria Ravale es profesora en Educación inicial, Se desempeña como docente de inicial desde el 2006 hasta la actualidad y es estudiante avanzada de la licenciatura en Educación de la UNQ.

Bibliografía 

FREIRE, Paulo. (2003), “El grito manso” cap. 3 Elementos de la situación educativa, Ed.

Siglo Veintiuno, Bs. As.

GIROUX, H. (1990) “Los profesores como intelectuales” cap. 9, Ed. Paidós, Barcelona.

GVIRTZ, Silvina y Palamidessi, Mariano. (2008), “El ABC de la tarea docente” cap. 5

Enseñanza y filosofías de la enseñanza, Ed. Aique, Bs. As.

TENTI FANTANI, Emilio. (2008), “Mirar la escuela desde afuera” en Tenti Fanfani Emilio

(comp.) Nuevos temas en la agenda de política educativa. UNESCO IIPE, Ed. Siglo

Veintiuno, Bs. As.