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Contents

Sobre el libro 3 Copyright 4 Sobre la autora 5 Los 10 errores más comunes que cometemos los hispanohablantes ...

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12 Trucos para practicar inglés 9 Vivir en Londres: mi experiencia 13 Cómo superar la vergüenza a hablar en Inglés 16 "El pánico escénico y la vergüenza lingüística" 22

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Sobre el libro

En este libro recopilo una serie de artículos del

blog http://aprendeinglessila.com/ que pueden convertirse en una

buena herramienta para todo aquel que quiera aprender o mejorar su inglés.

Con este libro intento, en primer lugar, mostrar los errores más comunes que

cometemos los hispanohablantes al hablar inglés. Una vez que el lector se

percata de tales errores, simplemente persigo motivar al lector a que se anime

a mejorar su inglés día a día con trucos fáciles y al alcance de todo el mundo.

Al final incluyo dos artículos en los que enfatizo la necesidad de superar la

vergüenza al hablar otro idioma y os propongo trucos para que ganéis en auto-

confianza.

Con este libro, ante todo, pretendo transmitir al lector mi pasión y entusiasmo

por la lengua inglesa.

Sólo me resta decir, enjoy!

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Copyright

Autora: Sila Inglés

Copyright © 2013 Silainglés

Este libro es gratuito y su venta está totalmente prohibida.

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Sobre la autora

Sila Inglés se licenció en Filología Inglesa (Universidad de Barcelona).

En estos momentos trabaja como escritora freelance, profesora de inglés y

traductora.

Además, Sila administra la página web Aprende Inglés-Sila y la página de

Facebook que cuenta ya con miles de seguidores.

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Los 10 errores más comunes que

cometemos los hispanohablantes al

hablar inglés

1. Omitimos el sujeto

En inglés, a diferencia del español, el sujeto (aquél que realiza la acción) no se puede omitir y siempre aparecerá delante del verbo. Esto ocurre porque en español, a diferencia del inglés, conjugamos los verbos y así indicamos quién es el sujeto.

(Tú)Tienes que aprender inglés

You have to learn English

2. Colocamos mal el adjetivo

La lengua española es más flexible en estructuras sintácticas y permite, en ciertas ocasiones, usar el adjetivo tanto delante como detrás del nombre.

En este sentido el inglés es más restrictivo y el adjetivo siempre se coloca antes del nombre al que modifica: the black dog (el perro negro) y NO the dog black.

3. Usamos mal las preposiciones

El uso de las preposiciones en inglés siempre nos crea confusión a los hispanohablantes.

Para las oraciones en las que nosotros utilizamos la preposición ‘en’, los anglosajones llegan a utilizar hasta tres preposiciones diferentes: in, on y at.

Let’s meet at the restaurant - Quedemos en el restaurante

Let’s meet on the street - Quedemos en la calle

Let’s meet in my house - Quedemos en mi casa

4. Pronunciamos mal las vocales

En español tenemos cinco (5) sonidos vocálicos: a, e, i, o, u; en cambio el idioma inglés tiene doce (12) sonidos vocálicos (Phonetic chart). Es por ello que los hispanoparlantes podríamos confundir I want a ship (quiero un barco) por I want a sheep (quiero una oveja). La /I/ de ship suena más corta y más cerrada que la /i:/ de sheep.

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5. Confundimos los pronombres He, She, His, Her

Por alguna extraña razón, muchísimos estudiantes hispanos de inglés cometen el mismo error al hablar inglés: intercambian los pronombres he (él) y she (ella).

También suelen confundir la forma posesiva de estos: his y her, pero este sí que no es un fenómeno paranormal porque en ambos casos la traducción al español sería “su”.

6. Usamos excesivamente el artículo ‘The’

Al empezar a hablar inglés, los hispanoparlantes nos empeñamos en añadir el artículo the por todas partes… porque eso es lo que haríamos en español.

Por ejemplo, decir the people like music es incorrecto; sería people like music. De la misma manera, en inglés se dice It’s time to go to bed (Es hora de ir a la cama) en lugar de It’s time to go to THE bed.

7. Desconocemos los Verbos Frasales (Phrasal Verbs)

Uno de los problemas a los que nos enfrentamos los hispanos es aprender los Verbos Frasales - Phrasal Verbs - de los cuales no tenemos un equivalente en español. Un Phrasal Verb se compone de un verbo y una (o dos) partículas (preposición o adverbio). El problema es que, al añadirle la partícula al verbo, éste puede cambiar el significado radicalmente.

Put: poner

Up: arriba

With: con

Entonces, literalmente put up with se traduciría como “poner arriba con”, pero su traducción real es tolerar.

8. Añadimos “e” en palabras que empiezan por “s”

En español no tenemos palabras que empiecen por la letra ‘s’ que precedan a una consonate, por tanto los anglicismos tales como ‘estrés’ (stress), la RAE los “españoliza”, es decir, les añade una ‘e’ al principio de la palabra.

Es por ello que nosotros tenemos tendencia a pronunciar palabras tales como Spain, school o style así: /espein/, /escul/ y /estail/, respectivamente.

9. Usamos incorrectamente los plurales irregulares

El problema de los hispanohablantes no es que no aprendamos los plurales irregulares correctamente, sino que nos empeñamos en añadirles una ‘s’ de todas maneras. Somos así de tozudos, por eso decimos palabras como ‘mens‘ o ‘childrens’.

El error más común es el uso del plural de la palabra ‘persona’ con verbos en singular, dando por hecho que ‘people’ significa ‘gente’ y no ‘personas’. Esta es la pesadilla de todos los profesores de inglés, conseguir que sus alumnos digan people are en lugar de people is.

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10. Confundimos los Falsos Amigos (False Friends)

En lo que se refiere a los “Falsos Amigos”, quien te traiciona no son las

personas sino las palabras. Los falsos amigos son palabras que suenan

parecidas en distintos idiomas pero que no significan lo mismo y por tanto

crean gran confusión. Vamos a poner un ejemplo muy ilustrativo.

En español ‘estar constipado‘ significa tener un resfriado, pero en inglés ‘to

be constipated‘ significa estar estreñido. Te puedes imaginar cuán importante

es saber distinguir estos falsos amigos en caso de ir a comprar medicamentos

para tu ‘constipation’.

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12 trucos para practicar inglés

Vamos a ver unos trucos para ir practicando y aprender algo más de inglés.

Algunos consejos parecerán obvios, pero no está de más recalcarlos.

Escucha Música en Ingles

Primero escucha la canción y luego busca la letra y ve siguiendo la letra al

ritmo de la música. Escuchando y cantando canciones mejorarás tanto la

pronunciación como el vocabulario y encima te lo pasarás bien. Escucha y

repite, escucha y repite, escucha y repite.

Mira Películas en Versión Original

A parte de ir a cines donde se proyecten películas en versión original, si el

presupuesto no te lo permite, busca en tu televisión la opción de ver las

películas en versión original. Te recomiendo que empieces con películas

subtituladas, pero a medida que vayas acostumbrando el oído, quita los

subtítulos. Intenta ver pelis tanto americanas como británicas, australianas o

canadienses para ir acostumbrándote a los diferentes acentos.

Intercambio de idiomas

Hay muchos angloparlantes que viajan a nuestros respectivos países para

aprender y practicar su español. En internet encontrarás miles de anuncios

de gente que quiere intercambiar idiomas. Busca a gente que quiera

intercambiar su inglés por tu español. Pero ten cuidado, asegúrate de que

es alguien de fiar, Internet está lleno de granujillas, no pagues ni un euro

(peso, dólar, lo que sea…), un INTERCAMBIO es gratis.

Lee tu libro favorito…pero ahora en inglés

Una de las cosas que les pido a mis alumnos es que lean en inglés aunque

les resulte difícil y aburrido. Yo les presto libros adaptados a su nivel, pero,

si mis alumnos no se “enganchan” a estos libros, rápidamente se aburren y

dejan de leer.

La semana pasada una alumna me reveló que se estaba aburriendo con la

versión de nivel intermedio de Frankenstein de Mary Shelley. Entonces le

pregunté cuál era su autor favorito y me dijo: Ken Follet. Su libro favorito era

Los Pilares de la Tierra y, de hecho, le gustaba tanto el libro que se lo había

leído dos veces.

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¡Ahí encontré mi oportunidad! Le presté el libro en inglés. Lo ojeó y espetó

con frustración: “¡Ufff, que difícil!… el vocabulario es demasiado

complicado”.

Yo asentí y le expliqué que el vocabulario de ese libro no estaba adaptado a

su nivel, pero que ella, al conocer y disfrutar de ese libro, iría entendiendo el

argumento de la historia. ¡Especialmente porque se lo sabía casi de

memoria! Marchó de clase con el ceño fruncido y un libro enorme bajo el

brazo…

Al siguiente día de clase regresó emocionada. Le encantaba el libro y lo

entendía casi todo. Las palabras que le impedían entender oraciones, las

buscaba en el diccionario, pero las demás palabras extrañas las

interpretaba por el contexto ¡Se pasaba el día leyendo!

Moraleja: Redescubre tus libros favoritos en inglés. No dejes de leer porque

un libro sea aburrido. Aplica el idioma a tus gustos y personalidad, y no al

contrario. No permitas que aprender un idioma se vuelva aburrido. Evítalo,

¡tú eres la única persona qué sabes lo que te entusiasma!

Ve a ver obras de teatro y musicales en inglés

Aprovecha cuando alguna compañía extranjera venga de gira a tu ciudad o,

cuando vayas tú a un país anglosajón, no te pierdas una buena obra de

teatro. Si no te llega el presupuesto, infórmate por Internet de obras de

teatro representadas por amateurs (muchos actores aficionados son

mejores actores que algún actor profesional…).

Videojuegos

Si te gustan los videojuegos, esta es una oportunidad magnífica para

practicar tu inglés. Empieza por cambiar el idioma de las instrucciones…

Facebook

Por Facebook es fácil entrar en grupos o comunidades con los que

compartas una afición. Busca páginas de fans de tu cantante favorito y dale

un ‘Me Gusta’. Lee los comentarios y no te avergüences de escribir tus

propios comentarios aunque tu inglés no sea perfecto. También puedes

aprender trucos y consejos sobre aprender inglés en mi página de

Facebook: https://www.facebook.com/AprendeInglesSila

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Revistas y periódicos

Si te gusta el cotilleo o siempre estás al tanto de las últimas noticias, ¿por

qué no pruebas a leer revistas y periódicos en inglés? Puedes empezar por

las siguientes propuestas, hay para todos los gustos:

Periódicos:

New York Times

The Guardian

The Telegraph

Daily Mail

Revistas de Cotilleos

Hello Magazine

OK Magazine

In Touch

De Moda y Belleza

Vogue Magazine

Allure Magazine

Elle Magazine

Otras

Cocina: Bon Appetit

Decoración: Architectural Digest

Entorno: National Geographic

Escucha emisoras de radio en inglés

Cuando estés en el coche, en casa, en la bañera, no pierdas la oportunidad

de sintonizarte la radio en ingles. Por internet encontrarás miles de emisoras

que valen la pena.

1. BBC Radio

2. ABC Radio

3. Fox News

Vete a tomar una copa

¿En tu ciudad hay pubs ingleses o irlandeses? Si no los hay, seguro que

conoces algún bar que sea frecuentado por extranjeros. Vete para allá,

pídete una ‘pint’ /paint/ y atrévete a entablar conversación con algún

asiduo/a. Además de practicar tu inglés, seguro que haces amigos.

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Sé especialmente amable

Ofrece ayuda a los turistas que veas perdidos. Si ves a un señor con

sandalias, calcetines y una cámara de fotos, tiene todas las probabilidades

de ser anglosajón… No te cortes, pregúntale ‘Do you need any help?’

Internet

Sé que es una obviedad, pero no por ello debo ignorarlo. Navega por los

millones de páginas interesantes que hay en internet. Lee artículos,

participa en foros, mira videos en youtube, échate un/a novio/a…lo que sea

antes de dejar de practicar inglés.

***Recuerda, el gran TRUCO para aprender inglés es practicar, practicar y

practicar.

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Vivir en Londres: mi experiencia

Viví más de cinco años en Londres, donde trabajé desde acomodadora de

un teatro hasta de secretaria de dirección en un “tutorial college”. En

Londres me di cuenta de que el nivel de inglés de los hispanohablantes (en

general) es “bajísimo”.

Al llegar a Londres, yo también tenía un nivel muy bajo de inglés. Me

costaba expresarme y entender a los anglosajones, pero con esfuerzo,

motivación, voluntad y constancia, al final conseguí dominar el idioma

(casi…porque siempre continúo aprendiendo).”

Y así, es. Cuando llegué a Londres yo pensaba que tenía un nivel

intermedio pero nada de eso. No podía entender a los ingleses y me

costaba muchísimo hablar y sobre todo que me entendieran. Estuve a punto

de perder mi primer trabajo por el nivel tan bajo de inglés que tenía ya que

me costaba entender las instrucciones de mi jefa y la pobre perdía la

paciencia conmigo.

¿Qué hice?

En el teatro donde trabajaba de acomodadora se representaba una obra

que se llamaba LONG DAY’S JOURNEY INTO NIGHT de Eugene O’Neill,

protagonizada por Jessica Lange. La obra duraba casi 4 horas y se

representó durante 3 meses. Los acomodadores hacíamos turnos para

sentarnos en la sala y controlar que todo transcurriese tranquilamente y sin

complicaciones.

Como es lógico, al haber visto la obra de teatro siete u ocho veces, sentarse

en una butaca incómoda y seguir la obra diariamente se convirtió en un

auténtico tostón, algunos compañeros de trabajo se dormían…

Yo decidí sacar provecho de la situación para aprender inglés. Pensé:

‘Every cloud has a silver lining’, (traducción literal: ‘Toda nube tiene un

revestimiento plateado’)– Traducción ‘ad sensum’: ‘No hay mal que por bien

no venga’.

Entonces me compré el libro de esa obra de teatro y me pasé 3 meses

encerrada en la sala siguiendo la obra durante casi 4 horas diarias. De esta

manera sustituía a mis compañeros de su turno de ‘ver la obra’ y yo me

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pasaba horas y horas siguiendo las palabras de los actores con mi libro en

mano.

Así fue como mis compañeros empezaron a hablarme. De alguna manera

se sentían entre agradecidos y culpables de que la ‘tonta’ española hiciera

su trabajo.

No hace falta decir que después de 3 meses me sabía la obra ‘al dedillo’ y

mi inglés había mejorado enormemente, aunque también debo añadir que

sólo me podía comunicar con las frases de esa obra….

¿Qué quiero decir con todo esto?

No tengas miedo de volver a Londres aunque tu nivel sea bajo, allí, con

esfuerzo y tesón, aprenderás….no te quedará otro remedio. Pero te pido

que evites a tus compatriotas.

Londres es la “capital de Europa”, por lo cual es la ciudad elegida por una

gran mayoría cuando deciden salir al extranjero a aprender inglés. Entre esa

mayoría se encuentra un alto porcentaje de españoles que deciden

completar sus estudios o buscar un trabajo en Londres al mismo tiempo que

aprenden inglés.

El hecho de que Londres esté plagado de españoles es perjudicial para la

adquisición del inglés puesto que, al estar en un país extranjero en el que se

habla una lengua ajena, uno tiende a unirse a sus conciudadanos y crear

una especie de gueto de habla hispana. Es casi imposible no trabajar o vivir

con españoles cuando uno posee un bajo nivel de inglés, por lo cual un

español, si no va con cuidado, acaba hablando más en su idioma materno

que en inglés.

Es importantísimo tener este punto claro antes de ir a Londres a aprender

inglés porque, una vez allí, es difícil salir del círculo hispano creado debido a

la seguridad y confianza que ese pequeño “núcleo familiar” implica.

¿Se debe, por tanto, evitar a los españoles?

Rotundamente sí. En tanto que se pueda, un español debe evitar

relacionarse con paisanos, aunque ello conlleve crearse una senda más

laboriosa a la hora de socializar. Es aconsejable, por tanto, relacionarse con

gente de otras culturas, aunque éstas no sean de habla inglesa

originalmente. Porque, pese a todo, Londres es una ciudad

excepcionalmente cosmopolita y muchos nativos de habla inglesa no

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británicos se desplazan a esta ciudad para estudiar o trabajar. Miles de

sudafricanos, neozelandeses, australianos o americanos residen en

Londres y siempre será más fácil relacionarse con ellos, puesto que ellos

también son “extranjeros” en el Reino Unido. También se tiene la opción de

relacionarse con, por ejemplo, alemanes u holandeses cuyo nivel de inglés

es generalmente excelente y por tanto aportarán una base para mejorar la

fluidez en el idioma.

En cualquier caso, elegir Londres para aprender inglés es una estupenda

opción por el gran abanico de posibilidades que ofrece, tanto culturales,

sociales o económicas. Es fácil encontrar trabajo y es incluso más fácil

ascender dado el gran movimiento socio-económico que existe. Teniendo

claro el objetivo por el que se viaja a Londres -aprender inglés-, uno puede

conseguir la fluidez en el idioma tan valorada hoy en día en el mundo

laboral manteniendo ciertas reglas para conseguirlo.

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Cómo superar la vergüenza a

hablar en inglés ¿Cuántos de nosotros no nos hemos muerto de vergüenza a la hora

de hablar inglés en una clase o delante de personas desconocidas?

Muchos hispanohablantes nos cortamos a la hora de hablar el idioma de

Shakespeare, bien por timidez, por miedo a hacer el ridículo, o porque nos

sentimos inseguros o incómodos o, incluso, frustrados. Y aunque estos

miedos son comunes a muchos estudiantes de inglés, tales miedos no

deberían frenarte a la hora de expresarte en inglés.

Miedo a hablar en público

En muchos libros de psicología dedicados a ayudar a superar el ‘miedo a

hablar en público’ te dicen que, en primer lugar, debes averiguar la razón

exacta que te produce esa timidez. Te preguntan, por ejemplo, si te

vuelves tímido frente a desconocidos o al poner en práctica una nueva

habilidad que no dominas (como por ejemplo, un nuevo idioma). En algunos

de estos libros te aconsejan que trates de identificar los pensamientos que

pasan por tu cabeza justo antes de que llegue esa timidez paralizante y te

recomiendan que, una vez descubiertas las razones, te digas a ti

mismo “puedo hacerlo” u frases que te ayuden a superar la inseguridad.

Sin embargo, como bien he comprobado con mis alumnos, aunque las

técnicas propuestas por los libros de auto-ayuda puedan servir a muchos,

en realidad, a la hora de hablar un idioma que no es el tuyo, creo

que existen otras variables que nos condicionan a la hora de conseguir

la autoconfianza, que podríamos llamar ‘variables idiomáticas’. Las

‘variables idiomáticas’ podrían ser esas deficiencias específicamente

relacionadas con la lengua que explican esos titubeos propios de cada

persona a la hora de expresarse en inglés y que pueden tener que ver con

un gran número de factores.

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Enumero los que me parecen más relevantes:

1) Falta de vocabulario: simplemente no tienes el léxico necesario para

expresarte como lo harías en tu lengua materna.

2) Pronunciación errónea: Tienes miedo a pronunciar mal una palabra y a

hacer el ridículo. Por ejemplo, confundir la /i:/ larga de “sheet” /ʃiːt/ (sábana)

con la (I) corta de “shit” /ʃɪt/ (mierda) puede crearte una situación de

aquellas en que dices “Tierra trágame” (I wish the earth would swallow me

up).

3) Desconocimiento de la gramática y de la sintaxis inglesa: Si

confundes las formas verbales o el orden de las frases en inglés, puedes

conseguir que nadie te entienda, o bien que entiendan todo lo contrario de

lo que querías decir. Te pongo un ejemplo muy claro. No es lo mismo decir:

For no reason John would beat his wife

a decir

For no reason would John beat his wife

El orden de los componentes en esta frase es esencial para expresar una

cosa o la contraria. Fíjate que, comparando ambas frases, sólo se cambia el

orden del verbo modal “would” y del sujeto “John”. Sin embargo la primera

frase significa “John pega a su mujer sin razón alguna” y la segunda frase

significa “Bajo ningún concepto John pegaría a su mujer”

En principio (y en final), todos esos miedos se superan practicando el

idioma, aunque existen algunos trucos que nos pueden ayudar a superar de

modo más rápido la vergüenza de hablar inglés.

Pequeños logros, grandes resultados

En primer lugar, te recomiendo que no te establezcas metas demasiado

difíciles, es decir, céntrate en pequeños retos. Fíjate un logro diario, como

por ejemplo, “hoy aprenderé a pronunciar cinco verbos regulares en

pasado" y pronuncia esos cinco verbos delante del espejo, poco a poco,

vuélvete más audaz y atrévete a pronunciar esos verbos delante de

un conocido y, más adelante, lánzate a la piscina y utiliza esos cinco verbos

ante desconocidos o en clase o en un bar…porque ya dominarás su

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pronunciación y eso te creará la confianza necesaria y

la motivación requerida para seguir aprendiendo.

Si te encuentras en medio del follón y tienes que hablar inglés sí o sí sin

haber podido practicar antes, vamos a ver lo que podemos hacer:

Sonríe (smile)

Cuando tengas que hablar inglés y sientas una vergüenza inmensa, sonríe y

mantén el contacto visual con tu interlocutor. ¿Por qué? Porque una simple

sonrisa a un desconocido puede hacerle olvidar como estructuras las

frases en inglés y sólo fijarse en el contenido. Tu sonrisa es tu contenido.

Reformula/parafrasea (rephrase)

Si estás en medio de una conversación y quieres decir una palabra en

inglés que no recuerdas o que no te sabes, reformula la frase. Por ejemplo,

quieres decir “Me he comprado una silla” pero no te sale la palabra

‘chair’ (silla), puedes intentar describir lo que es una silla “a piece of furniture

where you sit on” (un mueble en el que te sientas). Si no sabes decir

“furniture”, reformula de nuevo la oración y parafrasea hasta que consigas

llegar a donde querías llegar, aunque te lleve dos horas decir “me he

comprado una silla”. Lo importante es que te puedas expresar para que te

entiendan.

No traduzcas literalmente

No intentes traducir literalmente lo que piensas en español al inglés. Eso no

funciona y además imagínate el valioso tiempo que perderás entre

que piensas la frase en español, la traduces al inglés, piensas en

cómo pronunciarás cada palabra y al final la verbalizas. Debes pensar

directamente en inglés, no traducir del español.

Para conseguir pensar directamente en inglés, intenta utilizar

siempre estructuras simples, es decir, en vez de intentar espetar: “Qué más

quisiera yo que Ana, que se casó con mi primo, el que vivía a las afueras de

Medellín, viniera a visitarme de vez en cuando”, intenta decir: “Me gustaría

ver a Ana”. A medida que ganes confianza y habilidades lingüísticas ya

podrás aventurarte y formular oraciones más complejas.

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Lo importante, como te digo más arriba y te lo repetiré mil veces más, es

que te puedas expresar para que te entiendan.

Recibe clases particulares por teléfono

Hay profesores que ofrecen clases de inglés por teléfono y estas clases

tienen mucho éxito precisamente porque el alumno no tiene que mostrarse

físicamente, se mantiene, de alguna manera en el anonimato. Estas clases

‘ciegas’ pueden ser un método genial para las personas que sienten

una vergüenza tremenda cuando hablan inglés. Incluso, puedes crearte

un personaje y decirte a ti mismo que eres Penélope Cruz o Bo Derek, es

igual quien seas, lo importante es que hables inglés.

No te compares con los demás

Cuanto más te compares con los demás, más sentirás que no estás a la

altura y más intimidado te sentirás…lo cual es

totalmente contraproducente porque acrecentará tu vergüenza. En vez de

compararte a los demás, compara al “ti mismo” de ahora con el “ti mismo”

del pasado. Compara lo que sabías antes y lo que sabes ahora,

los errores que cometías antaño que ya no cometes, las palabras que has

aprendido a pronunciar bien o el nuevo vocabulario que has adquirido en un

cierto periodo de tiempo. Esta comparación SÍ será fructífera porque

provocará que obtengas más confianza en ti mismo y, sobre todo,

la motivación necesaria para seguir avanzando.

Practica

No dejes nunca de practicar inglés. Como te explicaba en mi artículo “ 12

trucos para practicar inglés", habla con anglosajones, escucha con atención

la radio y la televisión en inglés, lee libros en inglés (si no tienes dinero para

comprarlos, ve a tu biblioteca local que seguro que tienen alguno),

escucha música en inglés y canta tus canciones favoritas, no te cortes,

también puedes bailar delante del espejo. Se acabaron las películas

dobladas, ahora solo las verás en versión original. Y, si te lo puedes

permitir, viaja todo lo que puedas. La necesidad de que te entiendan te hará

perder la vergüenza.

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En voz alta

Este apartado está muy relacionado con el anterior. Practica, practica,

practica…pero siempre en voz alta. Cuando leas un libro, lee un capítulo

entero en voz alta (o dos páginas…vale). Canta en voz alta delante del

espejo para comprobar cómo colocas tus órganos de articulación (labios,

lengua, etc) para pronunciar determinados sonidos del inglés.

Crea un diálogo entre “tú” y “tú mismo” ante el espejo: háblate, contéstate,

rebate lo anterior, convence, riñe, sermonea y despídete. Si puedes, graba

estas conversaciones para escucharlas más adelante y valorar tú mismo

qué es lo que necesitas mejorar, o pasa las grabaciones a alguien de tu

confianza para que te corrija. Pero asegúrate que cuando converses contigo

mismo, estés sólo en casa… si no quieres que te vengan a buscar con

una camisa de fuerza…

¿Qué importa lo que piensen los demás?

No te preocupes tanto de si cometes errores al hablar inglés. Los errores

son una parte esencial en el proceso de la adquisición de una lengua

extranjera. Piensa que muchos anglosajones NO hablan otra lengua más

que la suya. Entonces, el hecho de que tú seas capaz de hablar

una segunda lengua (más o menos bien …de momento) ya lo dice todo.

Cada día (pero cada cada cada día) siéntete orgulloso de tus avances en el

conocimiento de la lengua inglesa. Y no siempre pienses lo peor de la

gente. La verdad es que la mayoría de la gente apreciará tus esfuerzos para

comunicarte en su lengua… ¡ellos ya saben que estás aprendiendo y que

no naciste en Londres! De hecho, muchos angloparlantes te responderán

con una actitud positiva e incluso te ayudarán a hablar bien

inglés corrigiéndote pequeños errores de pronunciación o encontrando la

palabra que tú tienes en la punta de la lengua pero no te sale.

También encontrarás personas groseras y que te quieran ridiculizar, pero el

problema es que esas personas son insolentes por naturaleza, su actitud no

tiene nada que ver contigo, olvídalas y céntrate en lo que te preocupa que

es aprender inglés.

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Take it Easy

Tómatelo con calma. ¿Qué es lo peor que te puede pasar si te equivocas en

la estructura sintáctica o no conoces una palabra en inglés? Nothing, nada,

res de res. No pasa nada, te has equivocado, ya aprenderás…No intentes

tener todas las situaciones controladas constantemente…déjate

llevar, desmelénate.

Simplemente habla, no te escuches a ti mismo, no analices tus propias

palabras mientras las estés verbalizando, no intentes planear de antemano

lo que vas a decir. Dicen que los estudiantes que no se preocupan tanto por

sus errores aprenden mucho más rápido que los que se autoanalizan en

exceso.

Sigue las reglas pero no te excedas. Olvídate de tu gran “ego”, ¿qué más da

si alguien piensa que eres un torpe? ¿Te importa realmente lo que un

desconocido piense de ti? Además ese desconocido seguramente estará

más preocupado de lo que pienses tú de él.

Recuerda que intentar controlar una situación en que estás hablando una

lengua que no es la tuya es totalmente ridículo. El control es una fantasía,

una ilusión. Acepta y acoge el caos, aprende a convivir con él, y disfruta de

los desequilibrios, de las ciclotimias lingüísticas y de la esquizofrenia

idiomática que implica aprender inglés.

Ya verás que poco a poco (little by little), con constancia y motivación,

irás mejorando. No necesitas fustigarte porque te has vuelto a equivocar

con ese verbo, sigue practicando y verás que al final recogerás todo lo

sembrado.

¡Que ya no te dé más vergüenza hablar inglés, arriba esa autoconfianza!

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"El pánico escénico y la vergüenza

lingüística"

Artículo escrito especialmente para mi blog por el profesor de Antropología y

Comunicación Marc Sevi.

La vergüenza es uno de los problemas mayores de

la comunicación humana, porque con frecuencia provoca el bloqueo de

la espontaneidad y altera la fluidez expresiva. Por ello, encontrar recursos

para superarla es realmente importante.

La vergüenza

Pero la cuestión no es tan fácil como para resolverla con cuatro consejos

generales sobre la autoconfianza y el incremento de la propia seguridad. Si

tenemos en cuenta que la vergüenza es un sentimiento relacionado con

el miedo, pero que se funda en la manera como interiorizamos la opinión y/o

la mirada de los demás, el modo en que construimos al interlocutor, o

interlocutores, es determinante para la posible aparición de fenómenos

de vergüenza.

Si pensamos que lo que hacemos o decimos puede ser objeto de risa o

menosprecio por parte de los que nos observan o escuchan, entonces es

probable que nos invada un cierto sentido del ridículo (este es el sentido

original de la palabra: “ser objeto de risa”) y nuestra conducta comunicativa

se bloquee y optemos por el silencio, antes que sentirnos balbuceando

estúpidamente.

Un sentimiento social

Pero no confundamos este sentimiento social, que pone de relieve el grado

de importancia que atribuimos a la opinión y actitud de los demás, con una

estructura de nuestro carácter, que solemos llamar timidez.

La timidez es una forma caracteriológica de la vergüenza, relacionada

directamente con el sentimiento de inseguridad y que se supera a medida

que aprendemos a construirnos contextos de relación más seguros.

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Es un proceso personal de aprendizaje, no siempre fácil, pero que se

parece al modo en que un actor aprende a dominar la escena en una

representación y a superar el llamado “pánico escénico”. Por eso, algunos

de los “trucos” que se recomiendan para superar la timidez, pueden ser

útiles para los que aprenden una nueva lengua, en especial en los

momentos de relación comunicativa cara-a-cara. Este es uno de los motivos

por los que la comunicación en la red funciona con tanto éxito. Permite

evitar la mirada del otro. Aunque no anule plenamente la opinión ajena, uno

se siente más “protegido”, muchas veces por el anonimato del pseudónimo.

Estereotipos comunicativos

Creo que el primer procedimiento básico para superar los episodios de

vergüenza y timidez es construir elementos de comunicación espontánea

correcta, es decir, dominar los estereotipos comunicativos, los saludos, las

frases hechas, los tópicos, porque es el modo de no cortarse de entrada en

cualquier conversación. Saber cómo empezar y responder de modo no

reflexivo las preguntas iniciales de una conversación convencional es siempre

un factor de seguridad “escénica”. Tener la sensación de que uno se “sabe el

papel” es siempre un buen comienzo. Y esto se entrena fuera del escenario

social, de modo que la mirada del otro no sea todavía

potencialmente intimidante.

La práctica

La práctica en la intimidad, el ensayo en contextos seguros de amigos y

conocidos es importante para ir produciendo las bases de seguridad e

ir creciendo en atrevimiento. A veces se tiene un buen conocimiento

de gramática y de léxico técnico o científico, que permite leer y entender con

una cierta normalidad un texto, pero la falta de recursos en la conversación

directa, sea por errores de pronunciación o de falta de dominio de los

estereotipos conversacionales básicos, provocan la incómoda emergencia

de episodios de vergüenza.

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Contextos públicos

Es cierto, sin embargo, que no todos los escenarios comunicativos son

iguales. He conocido personas, autoexigentes y perfeccionistas, que a

pesar de su buen dominio del idioma inglés, todavía se cortan en contextos

públicos que viven como exigentes y a los que atribuyen un gran potencial

de influencia sobre su imagen.

Pienso en colegas del ámbito académico, que en el bar no tienen problemas

especialmente graves de comunicación, pero sufren enormemente a la hora

de subir a la tarima del aula o al atril de la sala de congresos. Es normal. Y

solo se supera con el tiempo y la práctica, pero también aprendiendo

a relativizar la importancia de la opinión de los demás. Nada es

decisivo. Nada es tan determinante que no pueda ser afrontado y superado.

En el ámbito de la comunicación hay muchos fantasmas, pero si les

quitamos la sábana con que se envuelven, descubrimos que debajo no hay

nada. Solo el aire del miedo a lo que piensen los demás. Que no es poco,

pero es…¡solo aire!