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  • Escritos1934 - 1935

    Tomo VIvolumen 1

    León Trotsky

    16 junio 1934 - 26 febrero 1935

  • Edición OriginalWritings (1934 - 1935)Pathfinder Press, New York, 1974

    Traducción deSara Bozzi Anderson

    CarátulaRodrigo Cortés

    © by Editorial Pluma Ltda.Bogotá, 1976Printed in ColombiaImpreso en Colombia

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    Prefacio

    Tras cuatro años y medio de residencia en Turquía,León y Natalia Trotsky obtuvieron permiso para mu-darse a Francia, país en el que vivieron dos años. Elpresente volumen comprende trabajos escritos duran-te el segundo de esos dos años, que transcurrió entrejunio de 1934 y junio de 1935.

    Trotsky llegó a los cincuenta y cinco años de edaddurante este mismo período, antes de cuya finaliza-ción escribió en su diario: De todas las cosas que leocurren al hombre, la vejez es la más inesperada. Enlos intervalos de salud que mediaban entre sucesivasrecaídas de la enfermedad se conservaba fuerte, vigo-roso, combativo y productivo. Pero su situación perso-nal era insegura en extremo.

    Tanto los fascistas como los stalinistas francesesexigían su expulsión del país y constituían, además,para Trotsky, una posibilidad constante de agresión fí-sica. El gobierno de Doumergue ordenó su deportaciónen abril de 1934, pero no pudo llevarla a cabo porqueningún país quiso darle asilo. Sus amigos temían que,en cualquier momento, Trotsky fuese enviado a alguna

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    5de las colonias penales que el gobierno francés mante-nía en Africa. Sujeto a severas restricciones policiales-que entre muchas otras cosas, le prohibían revelar suidentidad y residir en París, o en sus cercanías, o encualquier provincia lindera con otros países-, Trotskyse vio obligado a salir de Barbizon, lugar en que sehabía instalado en 1933, y pasó la mayor parte de laprimavera cambiando constantemente de hoteles ypensiones, en busca de un lugar apropiado para vivir ytrabajar. Por último, ya en el mes de julio, halló refugioen la casa de un maestro de escuela de Domene, pe-queña localidad alpina cerca de Grenoble, en el depar-tamento de Isere. Allí permaneció con Natalia, sin se-cretarios ni guardaespaldas, hasta que en junio de 1935salió definitivamente de Francia. Sumada a la perma-nente incertidumbre acerca de su propio futuro, losTrotsky sufrieron, hacia fines de 1934, una profundapreocupación por la suerte que -durante la purga quesiguió al asesinato de Kirov- podían haber corrido susallegados que aún residían en la Unión Soviética, entrelos que se contaba su hijo menor, Serguei.

    1933 señaló uno de los momentos políticos más crí-ticos del tercer exilio de Trotsky y del movimiento queconducía. Hitler había llegado al poder, gracias, en granparte a la política ultraizquierdista aplicada por la In-ternacional Comunista [Comintern] al oponerse a unfrente único antifascista con los socialdemócratas, aquienes los stalinistas acusaban de social-fascistases decir, de constituir una variedad del fascismo. Porlo demás, los stalinistas alemanes capitularon anteHitler sin disparar un solo tiro, y la Internacional Co-munista manifestó su aprobación total por la políticade su sección alemana.

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    6Estos acontecimientos determinaron que, a media-

    dos de 1933 y en momentos en que se aprestaba asalir de Turquía rumbo a Francia, Trotsky propusieraun cambio fundamental en la estrategia de la Oposi-ción de Izquierda Internacional (bolchevique leninis-ta).

    Hasta entonces, la Oposición de Izquierda habíaaplicado la línea de trabajar por la reforma de la Terce-ra Internacional y de sus partidos afiliados; la Oposi-ción se consideraba y autodenominaba fracción de laComintern, aun cuando sus miembros habían sido ex-pulsados de ella. Ante las nuevas circunstancias, Trotskyadvirtió que, aunque ese enfoque había sido correctoantes de la capitulación de la Comintern frente a Hitler,ahora había perdido vigencia: la Internacional Comu-nista y sus partidos estaban ya demasiado corruptoscomo para que fuera posible regenerarlos dentro de lalínea leninista; en lo sucesivo, sería necesario abando-nar la perspectiva de la reforma y proclamar la necesi-dad de una nueva internacional y de nuevos partidosleninistas en todo el mundo. La dirección de la Oposi-ción de Izquierda adoptó la nueva perspectiva en agostode 1933 y en el curso de ese mismo mes logró que tresgrupos independientes que asistían a una conferenciainternacional realizada en París -el Partido de los Tra-bajadores Socialistas (SAP) de Alemania, el PartidoSocialista Independiente (OSP) y el Partido SocialistaRevolucionario (RSP), estos dos últimos de Holanda-se unieran a ella en una Declaración de Cuatro queexhortaba a la formación de una nueva internacional.

    Entre 1934 y 1935 las energías de Trotsky se con-centraron en las complejas tareas políticas y organiza-tivas exigidas por los nuevos pasos a dar con miras a la

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    7estructuración de la nueva internacional. El contextoen que debían encararse estas tareas presentaba lassiguientes características:

    1. La victoria de Hitler produjo una profunda agita-ción en el movimiento de la clase obrera europea, es-pecialmente en los cuadros de la socialdemocracia, entrelos que comenzaron a extenderse las tendencias deizquierda (tal cual lo había predicho Trotsky en 1933).En 1934, los obreros socialdemócratas de dos países-Austria en febrero y, España en octubre- sostuvieronheroicas aunque infructuosas luchas armadas contrasus gobiernos reaccionarios. En Francia, España, Bél-gica y Suiza algunos sectores de la Juventud Socialistacomenzaron a manifestar su simpatía por las ideas trots-kistas, si bien no se mostraron dispuestos a abandonarsus propias organizaciones para unirse al pequeño grupode los bolcheviques leninistas (rebautizados con el nom-bre de Liga Comunista Internacional, ICL) Algunos deesos sectores llegaron a sugerir que los miembros dela ICL se unieran a ellos en su lucha por la conquista deposiciones revolucionarias dentro de las organizacio-nes socialdemócratas.

    2. En febrero de 1934 los fascistas franceses inten-taron tomar el poder mediante una manifestación ar-mada dirigida contra la cámara de diputados. Aunquela intentona fracasó, el gobierno giró hacia la derechay el advenimiento del fascismo en Francia se transfor-mó en un peligro real. Trotsky estimó que dicho paísentraba en un período prerrevolucionario y que se ha-bía transformado en clave de la situación internacio-nal, como lo había sido Alemania en el período1930-1933. (El segundo trabajo de los seleccionadospara este volumen, Programa de acción para Francia,

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    8fue publicado en 1934 y contiene el análisis de Trotskyacerca de las reivindicaciones que debían impulsar losrevolucionarios en tal situación.)

    3. Hacia fines de 1933 hubo una ruptura en el Parti-do Socialista francés (SFIO) en virtud de la cual su aladerecha (los neo socialistas, o Neos) se apartó paraformar su propia organización. Este acontecimientovolcó a la SFIO hacia la izquierda y reforzó las tenden-cias revolucionarias dentro del mismo, especialmenteentre la juventud. La SFIO era, por entonces, el mayorde los partidos de la clase obrera francesa, mientrasque la Liga Comunista, filial francesa de la ICL, eramuy pequeña y estaba poco menos que aislada delmovimiento de masas.

    4. Hasta 1934, la Internacional Comunista se aferróa la política del tercer período que había conducido aldesastre en Alemania. Cuando Jacques Doriot, desta-cado dirigente del PC Francés de Saint-Dénis, propusocambiar de política y apoyar la formación de un frenteúnico contra el fascismo fue censurado primero y final-mente expulsado del partido. Con todo, y ante los acon-tecimientos de febrero de 1934, los stalinistas comen-zaron a apartarse del ultraizquierdismo, aunque pron-to iban a precipitarse, como en sus pasados zigzags,en los abismos del oportunismo. En julio de 1934, losdirigentes del stalinismo francés y de la SFIO firmaronun acuerdo de acción conjunta contra el fascismo, ydurante un tiempo hubo conversaciones en torno de launidad orgánica, es decir de la fusión de ambos par-tidos. La unificación de aquellas dos grandes organiza-ciones habría significado, inevitablemente, un aisla-miento todavía mayor de la Liga Comunista y un obs-táculo para el desarrollo de las tendencias izquierdis-

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    9tas dentro de la SFIO.

    5. Los stalinistas no estaban interesados realmenteen un frente único de la clase obrera (es deciranticapitalista) contra el fascismo. En concordancia conuna nueva tendencia orientada hacia la derecha, queprocedía de Moscú y que pronto iba a transformarse enla regla que se aplicaría en todo el mundo, los dirigen-tes del stalinismo francés invitaron al capitalista Parti-do Radical (o Socialista Radical) para que se uniera alPC y a la SFIO en un frente de colaboración de clasesformado por partidos obreros y liberal-capitalistas con-tra la reacción y el fascismo. Los radicales aceptaron lainvitación y así nació el Frente Popular de 1935. Esteorganismo, aprobado por Moscú en nombre del leninis-mo, reforzó la autoridad de los dirigentes reformistasde la SFIO y obstaculizó o desorientó las tendenciasopositoras dentro de sus filas.

    6. También en el plano internacional los stalinistasllegaron más a la derecha que en cualquier otra épocaanterior. Tal como Trotsky lo señala en el primer traba-jo de los recopilados en el presente volumen -impresooriginariamente en junio de 1934-, la burocracia so-viética, que para ese entonces se preparaba para in-gresar en la Liga de las Naciones, estaba echando porla borda el análisis hecho por Lenin de aquella organi-zación antecesora de las actuales Naciones Unidas. Yaquello era sólo el principio. En mayo de 1935 la UniónSoviética y Francia firmaron un pacto de no agresión, yStalin -seguido rápidamente por los stalinistas france-ses- respaldó el programa de rearme del imperialismofrancés. De este modo el social-patriotismo resultópoderosamente reforzado a expensas de los revolucio-narios de dentro y de fuera de la SFIO.

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    107. Otro de los factores que preocuparon a Trotsky

    fue el retroceso que se operó, entre 1934 y 1935, en laactitud de los dirigentes del Partido de los Trabajado-res Socialistas de Alemania (SAP), que en 1933 habíanfirmado la declaración en favor de una nueva interna-cional pero comenzaban a obstruir todo movimientopositivo en ese sentido.

    Cómo actuó Trotsky para enfrentar estos problemas-a partir de su propuesta de junio de 1934, destinada aque la Liga Comunista se uniera a la SFIO (el llamadogiro francés)- constituye el contenido medular de lapresente recopilación, junto con sus réplicas a las mons-truosas y fraudulentas acusaciones lanzadas contra élpor Moscú tras el asesinato de Kirov.

    Muchos de los trabajos que presentamos aquí se tra-ducen al inglés por primera vez, y muchos otros tuvie-ron otras traducciones, pero se publicaron en boletinesde circulación interna, destinados sólo a miembros dela ICL. Otros fueron publicados sin firma o con seudó-nimos, casi siempre por razones de seguridad. Las tra-ducciones que datan originalmente de la década del 30fueron revisadas para corregir errores obvios Y unifor-mar la ortografía de los nombres, la puntuación, etcé-tera. En la sección Notas y reconocimientos figuranlos reconocimientos por los artículos y traducciones yel material explicativo sobre las personas y aconteci-mientos mencionados.1 La fecha que acompaña al títu-lo de cada artículo corresponde al momento en queTrotsky terminó de escribirlo; cuando no se conoce esafecha se da la de su publicación original.

    Los editores [norteamericanos]Febrero de 1971

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    Cronología

    1934

    Junio: Trotsky, sobre quien pesa una orden de depor-tación, no puede salir de Francia porque ningún otrogobierno lo acepta, y continúa la búsqueda de un lugardonde vivir y trabajar dentro de aquel país.20 de junio: Moscú anuncia que el Consejo de GuerraRevolucionario, creado durante la Guerra Civil a mane-ra de máxima autoridad militar, política y educativa,ha sido abolido; sus funciones se transfieren al Co-mando Militar, encabezado por el Comisario de guerra,Voroshilov.27 de junio: el Partido Comunista Francés expulso aJacques Doriot.30 de junio: Hitler desencadena la purga sangrientaque acabará con todos los elementos potencialmenteopositores dentro del propio nazismo y de otros gruposburgueses de Alemana.Julio: Trotsky encuentra albergue temporario enDomene, localidad alpina, y retoma el trabajo de bio-

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    12grafía de Lenin.2 de julio: los dirigentes de los partidos socialista ycomunista de Francia se reúnen para considerar la po-sibilidad de un frente único.10 de julio: Moscú anuncia la disolución de la policíapolítica secreta (GPU) y su remplazo por otro cuerpodirigido por Henry Iagoda.Julio: la Liga Comunista de Francia comienza las discu-siones en torno de la propuesta (conocida con el nom-bre de giro francés) de que sus miembros ingresen alPartido Socialista25 de julio: los fascistas austríacos pro alemanes ase-sinan al canciller Dollfuss y tratan de deponer a surégimen fascista pro italiano. La revuelta es reducidaen cuatro días.27 de julio: los dirigentes de los Partidos Comunista ySocialista de Francia suscriben un pacto de frente úni-co contra el fascismo.8 de agosto: Trotsky se reúne con tres dirigentes sin-dicales de izquierda para discutir la táctica a aplicar enel sindicato de maestros.29 de agosto: en su conferencia nacional la Liga Comu-nista vota en favor del giro francés. Sus integrantescomienzan a afiliarse al Partido Socialista, dentro delcual forman el Grupo Bolchevique Leninista.18 de setiembre: la Asamblea General de la Liga de lasNaciones, reunida en Ginebra, vota la admisión de laUnión Soviética y le otorga una banca permanente ensu Consejo.5 de octubre: comienza en España una huelga generalconducida por el Partido Socialista que es aplastadahacia el día 11 del mismo mes.9 de octubre: el ministro de relaciones exteriores

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    13Barthou, de Francia, y el rey Alejandro I de Serviamueren asesinados en Marsella.Octubre; Trotsky completa su folleto ¿Adónde va Fran-cia?Octubre: Maurice Thorez manifiesta que el Partido Co-munista Francés está dispuesto a establecer una alian-za con el burgués Partido Radical.8 y 9 de noviembre: los radicales retiran su apoyo algobierno francés de Doumergue que cae y es reempla-zado por otro derechista: Flandin.12 de noviembre: Moscú anuncia que ciento treintamil miembros del Partido Comunista de la Unión So-viética han sido expulsados y otros noventa mil estána prueba.30 de noviembre: las respectivas convenciones de laCommunist League of America (CLA, Liga ComunistaNorteamericana) y del American Workers Party (AWP,Partido Norteamericano de los Trabajadores) votan enfavor de la formación del Workers Party of the UnitedStates (WPUS, Partido de los Trabajadores de EstadosUnidos).1° de diciembre: Serguei Kirov, dirigente stalinista deLeningrado, muere asesinado. En el curso de pocassemanas se anuncia la ejecución de ciento diecisietepersonas acusadas de complicidad en el atentado:Zinoviev, Kamenev y otros son arrestados el 16 de di-ciembre.28 de diciembre: Trotsky escribe un folleto sobre elasesinato de Kirov.16 Diciembre: la Juventud Socialista española lanzaun llamado en pro de la creación de una nueva inter-nacional.

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    1935

    Enero: Serguei Sedov, hijo de Trotsky y desvinculadode la política, es arrestado en la Unión Soviética.13 de enero: en un plebiscito el Saar vota por abruma-dora mayoría en favor de su anexión a Alemania.15 al 17 de enero: Zinoviev, Kamenev y otros dieci-siete detenidos son acusados de complot para asesinardirigentes soviéticos. Zinoviev resulta condenado a diezaños de prisión y otros a sentencias menores. Se des-tierra a setenta y ocho.10 de febrero: Trotsky da fin al folleto en que modificasu posición acerca de la analogía termidoriana.7 de febrero: Trotsky inicia sus anotaciones en el diarioque luego sería publicado con el título de Diario deTrotsky en el exilio, 1935.15 de febrero: las diversas organizaciones centristasque asisten a una asamblea realizada en París y convo-cada por la IAG (Comunidad Internacional del Trabajo)rechazan la propuesta holandesa de trabajar en favorde la convocatoria de una nueva internacional.3 de marzo: dos partidos holandeses se unifican para

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    15formar el Partido Revolucionario de los TrabajadoresSocialistas (RSAP).18 y 19 de marzo: un joven bolchevique leninista, de-legado a la Conferencia de la CGT francesa, pronunciaun discurso preparado por Trotsky.20 de marzo: el Partido Laborista Noruego (NAP) asu-me el gobierno de su país cuando los agraristas le dansu apoyo con el fin de derrocar al gabinete liberal.Marzo: Trotsky conferencia con Marceau Pivert, diri-gente de uno de los grupos de izquierda del PartidoSocialista francés.Abril: Trotsky lanza una advertencia acerca de que losstalinistas preparan un nuevo giro a la derecha en ma-teria de política internacional.2 de Mayo: se anuncia en Moscú la firma de un pactode no agresión franco-soviético.15 de mayo: Stalin declara públicamente que com-prende y aprueba por completo la política de rearmedel gobierno francés.Mayo: los partidos socialista y comunista logran avan-ces en las elecciones municipales de Francia, y así per-suaden a un sector de los dirigentes radicales para quese unan a ellos en el Frente Popular, que se constituyepoco después.25 de mayo: el gobierno noruego comunica a Trotskyque ha decidido concederle una visa para que viaje aese país.31 de mayo: el gabinete de Flandin renuncia en pleno.Bouisson forma uno nuevo, que dura apenas cuatrodías.Junio: el gobierno británico prepara un pacto con Hitlerque permitirá la expansión de la flota alemana.Junio: Moscú anuncia que la Internacional Comunista

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    16celebrará pronto su Séptimo Congreso Mundial, el pri-mero en siete años.7 de junio: se forma un nuevo gobierno francés encabe-zado por Pierre Laval.9 de junio: el Partido Socialista francés inaugura enMulhouse su congreso nacional; después del cual ladirección reformista del partido comenzará a expulsara los bolcheviques leninistas.10 de junio: Trotsky escribe acerca de la necesidad deque se produzca un nuevo giro en Francia para acele-rar la construcción de un partido revolucionario inde-pendiente.13 de junio: Trotsky sale de Francia rumbo a Noruega,país al que arribará el 18 de junio.

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    La política exterior de la UniónSoviética2

    Publicado el 16 de Junio de 1934

    La política exterior soviética tomó un cariz decidi-damente antileninista, en particular a partir del reco-nocimiento de la Unión Soviética por los Estados Uni-dos.

    En primer lugar, ese reconocimiento sólo estuvo ase-gurado una vez que el capitalismo norteamericano seconvenció por completo de que la Tercera Internacional3

    ya no sirve, en general, como instrumento de la revo-lución mundial y en particular como incitación e inspi-ración revolucionaria para la masa trabajadora estado-unidense. En segundo término, y con el fin de recalcarsu buena voluntad, la burocracia stalinista declaró ofi-cialmente que el presidente Roosevelt representa alcapitalismo estadounidense pacífico, que busca hones-tamente una solución democrática y pacifista para lascontradicciones y conflictos imperialistas de nuestrosdías.

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    18En fecha reciente el embajador soviético en Wa-

    shington, Alexander A. Troianovski,4 declaró que laURSS y Estados Unidos deberían hallar un terreno co-mún, en un esfuerzo tendiente a asegurar el desar-me total o parcial. La política externa de la UniónSoviética -continuó- muestra una creciente actividaden favor de la paz [...] Saludamos, desde este puntode vista, la reanudación de nuestras relaciones norma-les con Estados Unidos. Lo que nuestro país consideramás importante en las relaciones amistosas con Esta-dos Unidos no es la obtención de ventajas materialessino el logro de la paz internacional.

    Difícilmente se pueda dudar del amor por la paz deTroianovski, especialmente cuando se toman en cuen-ta otras declaraciones suyas. La causa de la paz -afir-mó- era tan importante que debía prevalecer sobrecualquier otro problema. Y entre ellos mencionó lasmás importantes contradicciones económicas de nues-tra época. Todos los problemas secundarios [!?], comolos de las deudas, la competencia comercial, las tari-fas, etcétera -explicó- deben solucionarse, tan pron-to como sea posible, mediante convenios mutuos y lasatisfacción mutua, porque estas cuestiones relativa-mente pequeñas [!?] vician la atmósfera internacionaly desbaratan los esfuerzos amistosos por consolidar lapaz.

    ¿Es posible que el benemérito embajador stalinistarealmente quiera decir eso? ¿Habrá olvidado por com-pleto las enseñanzas de Lenin sobre las causas econó-micas de la guerra? Debiera recordársele a Troianovskique en El imperialismo: etapa superior del capitalis-mo, Lenin prueba realmente que las cuestiones se-cundarias y pequeñas que el embajador menciona

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    19constituyen la raíz misma de la guerra imperialista enparticular, y de toda guerra en general. ¿O acaso estoes trotskismo contrarrevolucionario, MonsieurlAmbassadeur?

    En la misma línea, los stalinistas publicaron en elexterior una novísima interpretación del capitalismo ydel imperialismo que consiste en dividir a las nacionescapitalistas en dos categorías: las amistosas, democrá-ticas y pacifistas y las belicosas, fascistas y agresivas.(Esta es, precisamente, la teoría de la Segunda Interna-cional.5) En la primera categoría se alistan EstadosUnidos, Francia, la Pequeña Entente6 y probablementeInglaterra; en la segunda se encuentran especialmenteAlemania y Japón.

    Siguiendo adelante con esta filosofía políticaantimarxista, Litvinov7 se encuentra empeñado en con-versaciones tendientes a un entendimiento con laimperialista Francia. Frederick T. Birchall, corresponsaldel New York Times en Berlín, dice que [...] junto yparalelamente con el convenio militar se entiende quese ha llegado ya a un completo acuerdo en cuanto alingreso de Rusia a la Liga de las Naciones. La incorpo-ración tendrá lugar tan pronto como sea posible, con elentusiasta apoyo de Francia que, con la excusa de lasnegociaciones de desarme [¡nótese bien esto!], envia-rá a Ginebra, en fecha próxima, una imponente dele-gación [...] En Francia, está preparado el ambiente parasaludar con entusiasmo el entendimiento con Rusia [...]como garantía adicional de paz para Europa y seguri-dad para Francia. Después, Francia estará dispuesta aconversar sobre el desarme

    Esta maniobra se lleva a cabo en nombre de Marx yLenin -explican los stalinistas- con el fin de asegurarnos

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    20aliados (?!)para el caso de un probable ataque a laURSS por parte del capitalismo fascista y belicoso, esdecir de Alemania y Japón. Del mismo modo, se facilitatambién el ingreso de la Unión Soviética a la Liga delas Naciones, caracterizada por el Tercer Congreso Mun-dial de la Internacional Comunista como el monopoliointernacional formado por los estados victoriosos parala explotación de sus competidores derrotados y de lospueblos coloniales

    Actualmente, Pravda,8 órgano oficial de la burocra-cia stalinista, explica la política de la Liga de las Nacio-nes de la siguiente manera: De hecho, el que se ha-yan retirado de la Liga de las Naciones Japón y Alema-nia9 -países que ni siquiera tratan de disimular sudeterminación de satisfacer sus ambiciones imperia-listas mediante la multiplicación de su armamento, lasusurpaciones y las guerras- plantea la cuestión de queacaso la Liga pudiera, en cierta medida [¡cuánta cau-tela!] transformarse en el centro de las fuerzas con-juntas dispuestas a postergar la definición sangrientade las disputas y generar, al menos, algún fortaleci-miento de la paz. Y Karl Radek10 agrega: El peligro deguerra contra la URSS no proviene de la Liga, sino delos que se oponen abiertamente a ella y de los reaccio-narios ingleses.

    Las Tesis y Resoluciones del Tercer Congreso Mun-dial de la Internacional Comunista sostienen otra con-clusión. La nueva organización internacional del tra-bajo se establece con el propósito de organizar la ac-ción unida del proletariado mundial, que aspira a unasola meta: el derrocamiento del capitalismo, el estable-cimiento de la dictadura del proletariado y de una repú-blica soviética internacional para la eliminación total

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    21de las clases y la realización del socialismo, primer pasohacia la comunidad comunista.

    El stalinismo liquidó todo eso. En su lugar, colocólas alianzas militares con el capitalismo y la insana teoríadel socialismo en un solo país.11 Al marxismo-leninis-mo del Tercer Congreso Mundial se lo llama hoy trots-kismo contrarrevolucionario. ¡Y como prueba de ello,el gobierno imperialista francés persigue, hoy, al ca-marada Trotsky por contrarrevolucionario! 12

    Si estalla una guerra imperialista, esta nueva políti-ca stalinista pondrá en peligro, no sólo a la Unión So-viética sino también las esperanzas de la revoluciónmundial. Si la URSS ingresa a la Liga de las Naciones yse ata así al carro imperialista de Francia y la PequeñaEntente, o si se transforma en miembro de la Conferen-cia Permanente de la Paz, quedará demostrado, en unou otro caso, que la Unión Soviética está del lado de losbandidos capitalistas más poderosos. De ese modo serenuncia a la emancipación de los oprimidos por mediode la revolución proletaria y la Unión Soviética se trans-forma en peón (y a la larga, en víctima) del ajedrezimperialista.

    Esta política, que hoy se dirige, principalmente, con-tra Alemania, es consecuencia inevitable de la cobardetraición del Partido Comunista Alemán a los obreros ylas masas semiproletarias de su país cometida siguiendolas órdenes directas de Stalin. Antes se saboteó la re-volución alemana en aras de la paz y los créditos. Aho-ra, bajo la amenaza de Hitler, Stalin y Cía., se vuelvenhacia la Francia imperialista para detenerlo. es decir,para desorientar su política de Drang nach Osten (ex-pansión hacia el Este).

    Como de costumbre, la burocracia stalinista no cal-

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    22cula el efecto que su orientación tendrá sobre las ma-sas alemanas. Por haber perdido la fe en la revoluciónmundial y, más particularmente, por desdeñar la ayu-da revolucionaria que las masas alemanas podrían brin-darle en caso de un ataque fascista, Stalin le hace, unavez más, el juego a Hitler. Goebbels ya ha dicho porradio, a lo ancho y a lo largo de la sangrante Alemania,que la Unión Soviética formó con la profundamenteodiada Francia, una alianza técnica-militar contra elpueblo alemán. Y así se exprime la última gota de san-gre revolucionaria de las venas de los obreros alema-nes. Esta es la última puñalada por la espalda.

    El inminente fracaso de la Conferencia de Desarmeabre una peligrosa perspectiva para la Unión Soviética.Inglaterra no puede permitir que Francia aumente supoder en Europa continental. Tampoco tolerará que Ale-mania sea humillada y aplastada aun más. Apoya laspropuestas alemanas de rearme13 y mantiene buenasrelaciones con Japón porque necesita tanto a Alemaniacomo a Japón, al menos como aliados potenciales, paraconservar su dilatado imperio.

    Llevada hasta sus últimas consecuencias, la actualpolítica de la Unión Soviética la conduce a enredarsecon el imperialismo y asesta el golpe de gracia al movi-miento proletario mundial.

    Obviamente, semejante situación, exige la creaciónde un nuevo partido y de una nueva (Cuarta) interna-cional.14

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    Un programa de acción para Francia15

    Publicado en junio de 1934

    1. ¡El fascismo y la guerra nos amenazan!Conducida por la gran burguesía, Francia zozobra

    en la desintegración del mundo capitalista. En los círcu-los dominantes de la sociedad, en todas las institucio-nes del régimen, los escándalos se multiplican: la in-fluencia corruptora de los ricos se propaga.

    Para los trabajadores, el desempleo creciente; paralos pequeños campesinos, la ruina; para los explota-dos, la miseria en aumento.

    El agonizante capitalismo está en quiebra. Y la clasedominante sólo tiene un plan para salir de esta banca-rrota histórica: ¡aun más miseria para las masas labo-riosas!

    ¡Supresión de todas las reformas, aun las más in-significantes! ¡Supresión del régimen democrático!

    Por todas partes, en el mundo entero, el taco deacero de la bota fascista se transforma en el últimorecurso del desesperado capitalismo.

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    24El imperialismo, que fue herido de muerte por la

    Revolución Rusa de 1917, logró mantener su dominiosobre la sociedad debido a la derrota de los partidosproletarios durante los dos periodos de la posguerra:la traición generalizada por parte de la socialdemocra-cia y la degeneración de la Internacional Comunista.Las derrotas de la Revolución Alemana en 1923, de laRevolución China en 1927 y de los proletariados ale-mán y austríaco en 1933 y 193416 marcan los momen-tos decisivos en que el capitalismo logró estabilizarse.

    Sin embargo, estas precarias victorias, alcanzadassin que la antigua clase dominante de la actual Rusiasoviética lograra restablecerse, sirvieron sólo para agu-dizar la crisis general. La presión de los monopolios enel mercado mundial hoy choca más violenta y anárqui-camente que nunca con las fronteras nacionales y conel principio de la propiedad privada.

    Aprovechando los reveses sufridos por el proleta-riado en su marcha revolucionaria hacia el socialismo,la burguesía mundial echa mano a su último recurso,el fascismo, mediante el cual hace desesperados esfuer-zos para sacar del paso a la clase obrera organizada.

    Tal es la situación mundial que está empujando a laburguesía francesa hacia el fascismo.

    Pero el fascismo aislado no es todavía la última pala-bra del capitalismo en su proceso de desintegración. Nibien termina la lucha contra su enemigo interno, cadaimperialismo necesita expandirse hacia el exterior. Estapuede ser la causa de una nueva guerra mundial. Cin-cuenta millones de personas perecieron en el atrozsufrimiento de la última guerra y sus secuelas. En lapróxima, los obreros del mundo serán atrozmentemasacrados por centenares de millones. Francia, cuya

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    25población se mantiene numéricamente estable, sufriráeste proceso más que cualquier otro país.

    Los trabajadores deben luchar con todas sus fuer-zas contra estos planes criminales de la burguesía.

    2. El plan de la burguesía francesaPara tratar de salir del caos en que ella misma ha

    sumergido al país, la burguesía francesa debe comen-zar por resolver el problema monetario. Un sector deésta quiere hacerlo mediante la inflación, es decir me-diante la emisión de papel moneda, la devaluación delos salarios, el alza del costo de la vida, la expropiaciónde la pequeña burguesía; otro sector confía más en ladeflación, o sea en la disminución del nivel económicode los trabajadores (rebaja de los salarios y sueldos),ampliación del desempleo, ruina de los pequeños pro-ductores agrarios y de la pequeña burguesía de las ciu-dades.

    Ambas alternativas significan más miseria para losexplotados. Optar por uno u otro de estos métodoscapitalistas equivaldría a elegir entre dos instrumen-tos con los que los explotadores se preparan para de-gollar a los trabajadores.

    El primer paso del plan de los capitalistas francesesconsiste en una deflación brutal. Se despoja a los tra-bajadores del subsidio por desempleo; el seguro socialestá amenazado; se reducen los salarios. Los emplea-dos públicos comienzan a sentirse afectados; los próxi-mos serán los pequeños productores rurales.

    Esto no significa que mañana, si le conviene, la bur-guesía no vaya a emplear también el otro método: elde la inflación. La Alemania hitlerista es ejemplo deello. ¡Los explotados deben oponerse vigorosamente a

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    o 6 1934 - 1935 volúmen 1

    26este plan de la burguesía!

    Al programa de deflación, de reducción de sus me-dios de vida, los trabajadores deben oponerle su pro-pio programa de transformación fundamental de lasrelaciones sociales mediante la completa deflaciónde los privilegios y ganancias de la banda de los Oustricsy los Staviskys que explotan al país! 17 Este es el únicocamino hacía la salvación.

    3. Abolición del secreto comercialPara hallar una solución favorable a las masas labo-

    riosas debemos confeccionar, sin demora, el implaca-ble balance de la bancarrota capitalista y efectuar elinventario de las entradas y los gastos de todas lasclases, de todos los grupos sociales.

    Para los proletarios, para los explotados de todas lascategorías, ésta no es una tarea difícil. Los salarios delos trabajadores están asentados en los libros de conta-bilidad capitalistas. En cuanto a los gastos, los peque-ños comerciantes los registran de semana en semana.Los ingresos y gastos de los campesinos, artesanos,pequeños comerciantes y funcionarios de baja catego-ría no son un secreto para nadie. ¡Los rapaces bancosestiman con precisión, mediante hipotecas, la tasa deincremento de la ruina de los campesinos!

    Pero los capitalistas, los grandes explotadores, guar-dan celosamente sus secretos. Los trusts, los monopo-lios, las grandes compañías, que dominan la produc-ción total del país mediante la posesión directa de lasnueve décimas partes de la misma, jamás dan cuentade sus raterías.

    Esta mafia explotadora se oculta tras la santidad delsecreto comercial.

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    27El secreto comercial no es más que un artificio para

    controlar la vida de los pobres y encubrir todos los ne-gociados bancarios, industriales y comerciales de losricos, los Staviskys y los de Wendels, que se escondenbajo el manto del bienestar general y la economíanacional.

    ¡Abajo el secreto comercial!; quienes piden sacrifi-cios deben comenzar por presentar sus propios librosde contabilidad. ¡ Así se revelará su deshonestidad!

    4. Control de la banca, la industria y el comerciopor los obreros y los campesinos.

    La democracia burguesa acordó a las masas laborio-sas un remedo de control político sobre sus dirigentes:la urna electoral. Mientras no le resultó perjudicial laburguesía permitió esta clase de democracia. En cam-bio, jamás permitió ni una sombra de control sobre suadministración económica, base de la explotación queejerce y que finaliza en la anarquía, la bancarrota y lamiseria de las masas.

    El parasitario accionista tiene derecho a saber cómofunciona el negocio que lo enriquece. El obrero, el pro-ductor explotado, sólo tiene que obedecer y conservarla boca cerrada; él es una mera parte de la maquina-ria.

    Pero los trabajadores quieren conocer todas las par-tes de la máquina. Solo ellos pueden juzgar su funcio-namiento. En lugar del manejo capitalista de la admi-nistración, establezcamos el implacable control delpueblo trabajador.

    Los comités de fábrica, los comités de campesinos,los comités de pequeños funcionarios, de empleados,podrían, con la ayuda de técnicos, ingenieros y contado-

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    28res honestos, leales al pueblo trabajador, acabar fácil-mente con el secreto comercial de los explotadores.Es mediante este método que debemos establecer elcontrol público sobre la banca, la industria y el comer-cio.

    5. ¡A los trabajadores!Bajo este llamamiento general, la Liga Comunista

    lucha por las siguientes medidas en favor de los tra-bajadores:

    1. Semana laboral de cuarenta horas, aumento desalarios. El control obrero demostrará que el nivel delas fuerzas productivas permite la reducción de la jorna-da de trabajo. Aumento de salarios a expensas de losmagnates del Comité des Forges, del Comité desHouillerés y de los Finalys, los Schneiders y los Stavis-kys, para beneficio material y moral del pueblo traba-jador.

    2. Seguridad social real y, ante todo, seguro de des-empleo, vacaciones anuales de un mes como mínimo,jubilaciones que nos permitan vivir después de los cin-cuenta años de edad.

    3. A igualdad de tareas, salarios iguales. Aboliciónde la superexplotación impuesta a las mujeres, los jóve-nes, los extranjeros y los que provienen de las colo-nias.

    4. Para las mujeres que trabajan, iguales salarios eiguales derechos que para los hombres que trabajan.Protección a la maternidad con licencias especiales

    5. Para los jóvenes, salarios iguales a los de los adul-tos. Extensión de estudios y aprendizaje con expensascolectivas. Medidas higiénicas especiales.

    6. Rechazo de toda legislación especial para tra-

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    29bajadores extranjeros y de las colonias.

    6. Nacionalización de bancos, industrias claves,compañías de seguros y transportes.

    En la actualidad los bancos dirigen y controlan real-mente toda la economía del país. Pero si el pueblo tra-bajador toma los bancos y por su intermedio comienzaa administrar la industria, el transporte y el comercio,el nivel general de vida puede elevarse de inmediato.

    La nacionalización de los bancos, la gran industria,el transporte y las compañías de seguros es la condi-ción previa de toda economía orientada hacia el bien-estar de las grandes masas laboriosas, de todo el pue-blo.

    Esta nacionalización no debe contemplar indemni-zación alguna para los grandes capitalistas que se en-riquecieron mediante el expediente de desangrar a losproletarios durante años y años y sólo fueron capacesde ofrecer miseria y anarquía económica.

    La nacionalización de los grandes medios de produc-ción e intercambio no significa en modo alguno la liqui-dación de las pequeñas empresas agrarias, comercia-les y artesanales. Por lo contrario, son los grandesmonopolios privilegiados los que estrangulan a las pe-queñas empresas.

    Las pequeñas empresas deben quedar en libertad, ylos trabajadores, una vez nacionalizadas las grandes,podrán ir en ayuda de aquéllas. La economía planifica-da, con base en las inmensas riquezas acumuladas porlos bancos, los monopolios, los trusts, etcétera, permi-tiría el establecimiento de un plan de producción y dis-tribución capaz de ofrecer a los pequeños productorescompras directas del estado, materias primas y crédi-

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    30tos en condiciones enteramente favorables. De estemodo el campesinado recibiría maquinaria agrícola yfertilizantes a bajo precio.

    La nacionalización por parte de las trabajadores sig-nifica la destrucción de las grandes monopolios priva-dos, el apoya a las pequeñas empresas, la redistribuciónde las productos para beneficio de la gran masa de losproductores.

    7. Monopolio del comercio exterior.Todo comercio exterior debe pasar por las manos

    del estado. De este modo, el intercambio dejará deencontrarse bajo control de los monopolios privados,que regulan las importaciones y las exportaciones sinimportarles los intereses del consumidor. De esta rela-ción entre la producción nacional y el mercado mundialsurgirían invalorables beneficios para las grandes ma-sas. Así, sólo el estado, regido por los trabajadores,controlaría realmente todo el comercio exterior en biende la colectividad.

    8. La alianza entre obreros y campesinos.El campesinado constituye, aproximadamente, la

    mitad de la población francesa. El estado proletario debeapoyarse en los campesinos explotados tanto como enlos obreros de la ciudad y el campo. Nuestro programacontempla, junto a las necesidades de la clase obrera,las de las grandes masas rurales.

    Afirmamos que nuestra meta final, como forma máselevada del progreso, es la colectivización de la agricul-tura tanto como de la industria. Sin embargo, el prole-tariado no puede imponer este objetivo, al campesi-nado. Sólo puede facilitar su avance hacia el mismo.

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    31El proletariado sólo puede hacer propuestas en ese

    sentido, que luego habrán de ser completadas, corre-gidas y ampliadas por la experiencia conjunta de am-bas clases, igualmente oprimidas por los explotadorescapitalistas. Lo primero que debemos hacer es asegu-rar a los campesinos una oportunidad real de determi-nar su propio destino, decidir el uso que darán a susfuerzas y a su propiedad, expresar sus preferencias enmétodos agrícolas, aplicar su propio juicio a la eleccióndel momento en que pasarán de la economía privada ala economía colectiva.

    La población rural está lejos de ser homogénea. Laclase dominante y sus serviles profesores ocultan ce-losamente el hecho de que una pequeña minoría hamonopolizado gran parte de la tierra y ha concentradoen sus manos los mejores medios de producción agrí-cola (máquinas, tractores, ganado, etcétera), por nomencionar las fuentes de crédito.

    Proponemos la lucha para hacer efectivas, inmedia-tamente, las siguientes medidas:

    1. Igualdad de derechos entre los obreros rurales ylos urbanos. Leyes generales que regulen los contra-tos, la jornada de trabajo y el día semanal de descan-so, seguridad social (incluso seguro de desempleo). Lalegislación laboral debe aplicarse totalmente a lostrabajadores del campo.

    2. Expropiación de las grandes propiedades, cam-pos y granjas modelo, en beneficio de la agriculturacolectiva, cooperativa y de los pequeños agricultores.

    3. Abolición de la esclavitud de las aparcerías. Revi-sión de los arriendos actuales por comités de tra-bajadores rurales electos por departamentos.

    4. Revisión de hipotecas. Moratoria. Detención de

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    32todos los pleitos y ejecuciones hipotecarios.

    9. ¡Servicios sociales para la colectividad!Las grandes instituciones del estado (correos, adua-

    nas, educación, etcétera), que explotan a varios millo-nes de obreros y empleados, funcionan para beneficiodel capitalismo. Los recientes escándalos revelan lacorrupción que reina entre sus funcionarios más en-cumbrados.

    Los empleados gubernamentales de menor catego-ría son explotados por corruptos y venales funciona-rios que utilizan sus puestos para permitir que la clasepropietaria aplaste aun más a los trabajadores.

    Debemos efectuar una limpieza a fondo. Con la cola-boración de todos los explotados, los comités y los sin-dicatos de empleados gubernamentales efectuarán loscambios necesarios para establecer verdaderos serviciossociales, que funcionen por y para las masas laborio-sas.

    10. Disolución de la policía, derechos políticos paralos soldados.

    El gobierno arrebata centenares de millones de fran-cos a los pobres, a los explotados, a gente de todas lascondiciones para desarrollar y armar a su policía, susgardes mobiles y su ejército; en otras palabras, no sólopara desarrollar la guerra civil, sino también para pre-parar la guerra imperialista. Los jóvenes obreros movi-lizados por centenares de miles en las fuerzas armadasde tierra y mar están desprovisto de todos sus dere-chos.

    Exigimos la destitución de los oficiales y suboficia-les reaccionarios y fascistas, instrumentos del golpe

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    33de estado. Por otra parte, los obreros bajo las armasdeberán conservar todos sus derechos políticos y esta-rán representados por comités de soldados, elegidosen asambleas especiales. De esta manera se conser-varán en contacto con la gran masa de los trabajado-res, y unirán sus fuerzas con las del pueblo, organiza-do y armado contra la reacción y el fascismo.

    Todas las policías, ejecutoras de la voluntad del ca-pitalismo, del estado burgués y de sus pandillas depolíticos corruptos deben ser disueltas. Ejecución delas tareas policiales por las milicias obreras. Aboliciónde los tribunales de clase, elección de todos los jueces,extensión del juicio por jurado a todos los crímenes ydelitos menores: el pueblo se hará justicia a sí mismo.

    11. Derecho de las nacionalidades, a laautodeterminación, incluso a la separación.

    El rapaz Tratado de Versalles es fuente de atrocesmales no sólo para los obreros de toda Europa sinotambién para los de la nación victoriosa, Francia. Ladefensa de las relaciones internacionales que surgende este tratado, en virtud del cual la burguesía se anexóAlsacia y Lorena18 sin mediar siquiera un plebiscito comoel que ahora exige para el Saar,19 conduce hoy a laguerra.

    La burguesía francesa no sólo oprime indirectamen-te todo un sector de Europa sino también asuela y aplas-ta inmensas colonias. Para todos esos pueblos oprimi-dos por los grandes capitalistas franceses - por losWendels y los Michelins, por los bancos de París y otros-, para el pueblo de Alsacia-Lorena así como para los deIndochina, Marruecos y Madagascar, exigimos el dere-cho a la plena autodeterminación, incluso la separa-

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    34ción, si así lo desean.

    Las masas laboriosas de este país no tienen ningúninterés en ayudar a que los bancos franceses manten-gan su dominio sobre otros pueblos. Por el contrario, alganar aliados y simpatizantes para su propia lucha lostrabajadores ayudan a la lucha por la liberación.

    12. ¡Contra la guerra, por los estados unidossocialistas de Europa!

    Para transformar la sociedad y sacarla del caos de-bemos primero salvarla de la guerra en que la bur-guesía ha de sumergirla una vez más.

    Contra las maniobras del fascismo alemán, los capi-talistas franceses han establecido una política de blo-ques de estados que proclaman su lealtad al criminalTratado de Versalles. Francia utiliza la Liga de las Na-ciones, ese conglomerado de la burguesía rapaz, paraencubrir sus actos con un velo de pacifismo; mientrastanto, descarga el aplastante peso del costo de la ca-rrera armamentista sobre el pueblo trabajador. Y lamentira defensiva de la seguridad permite que elfrenesí chovinista realice su obra de arrojar el país alas monstruosas matanzas de mañana.

    Los proletarios, los campesinos, los pequeños co-merciantes, los artesanos y los empleados del gobier-no sólo pueden evitar aquel futuro estableciendo todaslas formas de su control, desenmascarando la diplo-macia secreta, oponiéndose por todos los medios a lapreparación de la guerra, arrebatándole el gobierno alimperialismo.

    Solo la victoria de los trabajadores revolucionariosde Francia puede eliminar toda posibilidad de guerraimperialista y elevar a los pueblos esclavizados de Eu-

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    35ropa y las colonias. Los pactos y los tratados se con-vertirían, entonces, en polvo. La única solución posi-ble, prevista ya en 1919, sería, entonces, una: los es-tados unidos socialistas de Europa.

    ¡Contra la política de los bloques imperialistas, con-tra la mentira pacifista de la Liga de las Naciones, con-tra la diplomacia secreta de la guerra y la locura de losarmamentos! ¡En todo el Viejo Continente europeo,dividido, militarizado, manchado de sangre, amenaza-do con la destrucción total por una nueva guerra, ele-vamos la única bandera de la liberación, la de los esta-dos unidos obreros y campesinos de Europa, la frater-nal federación de los estados soviéticos!

    13. Por la defensa de la Unión SoviéticaPara todo proletario el primer paso en aquella direc-

    ción consiste en la defensa incondicional de la UniónSoviética, donde la Revolución de Octubre de 1917 creólos grandes cimientos de la primera experiencia de dic-tadura del proletariado, basada en la abolición de lapropiedad privada de los grandes capitalistas.

    La lucha contra la Unión Soviética sigue siendo elobjetivo fundamental de la reacción imperialista mun-dial.

    Desenmascarando los planes pacifistas de la bur-guesía, los trabajadores de Francia estarán luchandopor la defensa de la Unión Soviética. Los pactos y lostratados no serán una defensa efectiva del proletaria-do soviético; sí en cambio, la lucha revolucionaria porel derrocamiento de la burguesía en los demás países.

    La unión de las repúblicas socialistas de Francia yRusia ha de ampliar la solidaridad proletaria interna-cional; no lo harán, en cambio, los compromisos con

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    36Barthou, Tardieu, Herriot20 y sus pandillas imperialistas.

    Sólo estas medidas pueden salvar a las masas de lamiseria y guiarlas hacia el socialismo. A partir de hoytodos los trabajadores deben luchar vigorosamente paralograrlas.

    Más aun: la acción individual, la actividad de unaagrupación u otra no bastan para la aplicación plena deestas medidas; ésta sólo puede llevarse a cabo pormedio del poder estatal, que está al timón de la econo-mía, de la política y de la cultura de todo el país. ¿Enqué manos se encuentra ese timón? ¡Este es el pro-blema!

    14. ¡Abajo el Estado autoritario burgués! Por elpoder obrero y campesino.

    La burguesía comienza a llevar a cabo su plan detransformación del poder estatal, destinado a eliminarde una vez y para siempre la resistencia de los obre-ros: cercenamiento de los derechos de las institucio-nes democráticas electivas (parlamento y comunas) eincluso supresión total de estos derechos, ya que lapresión proletaria, aunque distorsionada, también sesiente allí.

    La burguesía trata de concentrar el Poder Ejecutivoen manos de unos pocos hombres que imponen susdecisiones por medio de un aparato administrativo,militar y policial que es brutal, incontrolado, costoso.

    El plan burgués de estado autoritario, dirigido con-tra los explotados debe ser rudamente combatido porlas masas laboriosas.

    Sólo éstas, tomando el futuro en sus propias ma-nos, con vigor revolucionario, pueden crear, enérgica-mente, el gran poder que se necesita para salvar a la

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    37sociedad de la oligarquía capitalista que la corrompe yla lleva a la ruina.

    La tarea consiste en reemplazar al estado capita-lista, que funciona para beneficio de los grandes explo-tadores, por el estado proletario de los obreros y loscampesinos. La tarea consiste en establecer, en estepaís, la dominación de los trabajadores. Declaramosante todo que no se trata de una modificación secun-daria, sino que el dominio por parte de esa pequeñaminoría que es la clase burguesa debe ser reemplaza-do por la dirección y el poder de la inmensa mayoríarepresentada por los trabajadores.

    Para lograrlo, se necesita la alianza de los traba-jadores con los campesinos. La reacción trata de atemo-rizar a éstos con el espectro de una dictadura proleta-ria que ha de someterlos al yugo de los obreros. Enrealidad, el estado obrero no se podrá realizar mien-tras el proletariado se encuentre aislado de los campe-sinos.

    El ejemplo de la Revolución de Octubre de la Rusiasoviética nos ayuda. Sin embargo, en Francia podemoshacer las cosas mejor que nuestros hermanos rusos, yevitarnos algunos de sus errores. El nivel económicode Francia es más elevado, y nos proponemos actuarde conformidad con las condiciones reales de nuestropaís. La dictadura del proletariado se ha de establecersobre la base de un programa claro y preciso y de unestrecho entendimiento entre el proletariado y los cam-pesinos explotados.

    El campesinado se encuentra disperso. Esta es unade las causas de su impotencia política, pese a su núme-ro y a su importancia para la producción. Los campe-sinos sólo podrán adquirir más poder si hacen causa

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    38común con los obreros contra la burguesía.

    15. La lucha por la comuna obrero-campesinaLa alianza entre campesinos y obreros sólo se logra-

    rá si la clase trabajadora muestra su fuerza, su decidi-da iniciativa y su capacidad para llevar a cabo esteprograma. Esta es la razón por la que debemos, antetodo, crear condiciones para la unidad de acción.

    Es necesario organizar la alianza obrera de los par-tidos y los sindicatos mediante la unificación de lasfuerzas de todos los trabajadores sin excepción.

    Se debe organizar un comité nacional de la alianzaobrera, comités regionales y locales; crear comités defábrica elegidos por los trabajadores.

    El impulso provocado por estos comités de la uni-dad obrera y su autoridad ante las masas inspirarán alos trabajadores del campo para organizarse a si mis-mos en comités campesinos.

    En la lucha contra el fascismo, la reacción y la gue-rra, el proletariado acepta la ayuda de agrupacionespequeñoburguesas (pacifistas, Liga por los Derechosdel Hombre, Frente Común, etcétera), pero las alian-zas. resultantes sólo pueden ser de secundaria impor-tancia. Por encima de todo, la tarea consiste en asegu-rar la unidad de acción de la clase trabajadora mismaen las fábricas y en los barrios obreros de los centrosindustriales. La alianza de las organizaciones obrerasimportantes (Partido Comunista, Partido Socialista, CGT,CGTU,21 Liga Comunista) carecerá de todo valor revo-lucionario si no se orienta hacía la creación de:

    1. Comités de lucha que representen a las masasmismas (soviets embrionarios).

    2. Milicias obreras siempre unidas en la acción, aun-

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    39que organizadas por los diversos partidos y organi-zaciones.

    Para reforzar por igual la lucha de obreros y campe-sinos, los comités obreros deben establecer estrechacolaboración con los de campesinos. Constituidos enórganos de la defensa popular contra el fascismo, es-tos comités de unidad obrera y estos comités campesi-nos deberán transformarse, en el transcurso de la lu-cha, en organismos directamente electos por las ma-sas, órganos del poder obrero y campesino. Sobre estabase, el poder proletario se erigirá en oposición al po-der capitalista y la comuna obrero-campesina triunfa-rá.

    16. Por una Asamblea ÚnicaSomos, pues, firmes partidarios del estado obrero-

    campesino, que arrancará el poder a los explotadores.Nuestro primordial objetivo es el de ganar para esteprograma a la mayoría de nuestros aliados de la claseobrera.

    Entre tanto, y mientras la mayoría de la clase obre-ra siga apoyándose en las bases de la democraciaburguesa, estamos dispuestos a defender tal progra-ma de los violentos ataques de la burguesíabonapartista22 y fascista.

    Sin embargo, pedimos a nuestros hermanos de cla-se que adhieren al socialismo democrático, que seanfieles a sus ideas: que no se inspiren en las ideas y losmétodos de la Tercera República sino en los de la Con-vención de 1793.23

    ¡Abajo el Senado, elegido por voto limitado, y quetransforma el poder del sufragio universal en mera ilu-sión!

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    40¡Abajo la presidencia de la República, que sirve como

    oculto punto de concentración para las fuerzas del mi-litarismo y la reacción!

    Una asamblea única debe combinar los poderes le-gislativos y ejecutivo. Sus miembros serian elegidospor dos años, mediante sufragio universal de todos losmayores de dieciocho años, sin discriminaciones de sexoo de nacionalidad. Los diputados serían electos sobrela base de las asambleas locales, constantemente re-vocables por sus constituyentes y recibirían el salariode un obrero especializado.

    Esta es la única medida capaz de llevar a las masashacia adelante en vez de hacerlas retroceder. Una de-mocracia más generosa facilitaría la lucha por el poderobrero.

    Si durante la implacable lucha contra el enemigoocurriese que el partido del socialismo democrático(SFIO),24 del que nos separan irreconciliables diferen-cias de doctrina y de método, llegara a ganar la con-fianza de la mayoría, estamos y estaremos siemprepreparados para defender contra la burguesía a un go-bierno de la SFIO.

    No queremos alcanzar nuestro objetivo medianteconflictos armados entre diversos grupos de asalaria-dos sino con arreglo a la real democracia obrera, con lapropaganda y la crítica leal, con el reagrupamientovoluntario de la gran mayoría del proletariado bajo labandera del verdadero comunismo.

    Los trabajadores que adhieren al socialismo demo-crático comprenderán luego que tal socialismo no essuficiente para defender la democracia, y que ésta debeser reconquistada. El desplazamiento del centro de gra-vedad político del Parlamento al gabinete y del gabine-

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    41te a la oligarquía del capital financiero, los generales yla policía es un hecho consumado. Ni el Parlamentoactual ni las nuevas elecciones pueden cambiar esteestado de cosas. Sólo podremos defender los tristesdespojos de democracia que nos quedan y, especial-mente, ampliar la arena democrática para la actividadde las masas aniquilando las fuerzas armadas fascis-tas que el 6 de febrero de 1934 comenzaron a despla-zar el eje del estado y todavía siguen haciéndolo.

    17. La burguesía jamás se rendirá voluntariamenteLa burguesía jamás aceptará de buen grado la apli-

    cación de medidas que puedan sacar a la sociedad delcaos. Quiere perpetuar todos sus privilegios, y paraprotegerlos comienza a utilizar bandas fascistas.

    Nuestra consigna no es la de confiar el desarme delas bandas fascistas del capital financiero a su propiapolicía. Nos negamos a sembrar la criminal ilusión deque el gobierno capitalista pueda proceder realmente,al desarme de las bandas capitalistas. Los explotadosdeben defenderse contra los capitalistas.

    ¡Armar al proletariado, armar a los campesinos po-bres!

    ¡Milicia popular antifascista!Los explotadores, que no son más que una pequeña

    minoría, retrocederán antes del desencadenamiento dela guerra civil; los fascistas y reaccionarios perderánsu audacia sólo cuando los trabajadores estén arma-dos y conduzcan a las masas.

    Unicamente si los obreros proceden en este sentidose logrará que la mayor parte de los soldados y mari-neros, hijos del pueblo laborioso y a quienes nuestrapropaganda debe recordar constantemente sus oríge-

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    42nes y sus deberes de clase, sean ganados para la cau-sa de los trabajadores. Unicamente así se logrará quese unan a las masas laboriosas contra los oficialesreaccionarios y fascistas que pretenden usarlos contrasu propia clase.

    ¡La tarea es enorme, pero constituye la única salidahacia la salvación! La Liga Comunista señala el cami-no.

    La sociedad, que sólo puede existir gracias a vues-tro trabajo, se pudre debido a que la burguesía domi-nante no ha de renunciar a uno solo de sus odiososprivilegios. Para conservarlos, ésta prepara bandas fas-cistas que amenazan vuestra existencia.

    El 12 de febrero25 exhibisteis vuestro poder y vues-tra determinación de no someteros a esa violencia. Peroese día vuestros dirigentes os traicionaron al no propo-ner consignas concretas ni perspectivas serias de lu-cha para vosotros. Para llegar a tener verdadera fuer-za, para defender vuestro derecho a vivir, para no se-guir trabajando por el enriquecimiento de una minoríade explotadores desvergonzados, preparad vuestra re-volución: ¡uníos a la acción de la Liga Comunista!

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    La liga frente a un giro26

    Junio de 1934

    1. Para un revolucionario, no basta con tener ideascorrectas. No olvidemos que El capital y el Manifiestocomunista ya establecieron ideas correctas, sin que elloimpidiera la propagación de ideas falsas. La tarea delpartido revolucionario consiste en fundir esas ideascorrectas con el movimiento obrero de masas. Solo deeste modo pueden las ideas transformarse en fuerzasmotrices.

    2. Un periódico y sus. lectores no bastan para for-mar una organización revolucionaría. Uno puede escri-bir y leer artículos revolucionarios día y noche y según,en realidad, fuera del movimiento revolucionario. Sepueden dar buenos consejos a las organizaciones obre-ras... desde fuera del campo de juego. Esto ya es algo,pero no basta para constituir una organización revolu-cionaria.

    3. Aunque las condiciones de vida dentro de la In-ternacional Comunista son muy poco normales, la Opo-

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    44sición de Izquierda se habría desarrollado si hubieseseguido en contacto con el movimiento de masas. Peroel aparato stalinista aisló automáticamente a la Oposi-ción desde que la misma dio los primeros pasos de suexistencia. De este modo se alcanzaron dos resulta-dos: 1) se ahogó la vida interna de la Comintern, y 2)se privó a la Oposición de la necesaria esfera de acciónpolítica.

    4. La Liga (como otros sectores) se vio obligada adesarrollarse como grupo propagandístico aislado. Estacircunstancia determinó tanto su aspecto positivo (suhonesta y sería adhesión a los principios) como su as-pecto negativo (la observación del movimiento obrerodesde fuera). En el curso de la elaboración de los prin-cipios y métodos de la Oposición de Izquierda, se im-puso el lado positivo de la Liga. En nuestros días, enque hace falta poner en circulación el capital acumula-do, el lado negativo amenaza con transformarse encuestión decisiva.

    5. La dirección de la Liga ha confiado la distribución(del periódico) a una empresa capitalista. Para un gru-po de literatos, la distribución significa una pesada car-ga. Para una organización revolucionaría, se trata deuna importante palanca. ¿Cómo es posible que quie-nes se preparan seriamente para la lucha la entreguenal enemigo? El movimiento revolucionario se componede docenas, de cientos de diversos tipos de tareastécnicas tan poco interesantes como ésta. Sin untrabajo preparatorio minucioso y asiduo es imposibleiniciar la formación de una milicia o realizar un paro, ymucho menos alcanzar la huelga general o la insurrec-ción. Así, pues, toda organización revolucionaría queno pueda (o, mejor dicho, que no quiera) hacerse car-

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    45go de la distribución [de su periódico], renuncia en eseacto y por adelantado a la ejecución de tareas máscomplicadas.

    6. En relación con el Partido Socialista, la Liga hademostrado no sólo insuficiente iniciativa, sino tam-bién un obstinado sectarismo. En vez de asumir comotarea la de crear una fracción dentro de la SFIO tanpronto como se manifestó una crisis en su seno, la Ligaexigió que todo socialista se convenciera de la correc-ción de nuestras ideas y dejara su organización demasas para unirse al grupo de los lectores de La Verité.Para crear una fracción interna habría sido necesarioseguir al movimiento de masas, adaptarnos al medio,llevar a cabo tareas cotidianas menudas. Pero precisa-mente en este campo decisivo la Liga hasta el momen-to, no ha sido capaz, con muy pocas excepciones, deavanzar en lo más mínimo. Se permitió la pérdida demucho tiempo valioso. Tras la demora de todo un añoel Comité Político plantea ahora una tarea: crear unafracción interna. No; eso ya no es suficiente. La situa-ción exige medidas más decisivas.

    7. Las críticas, las ideas, las consignas de la Ligason en general correctas, pero particularmente inade-cuadas en el actual período. Las ideas revolucionariasdeben cotidianamente volverse vivas por medio de laexperiencia de las masas mismas. Sin embargo, ¿cómopodría la Liga explicar esto a las masas, cuando ellamisma está separada de la experiencia de aquéllas? Esnecesario agregar, por otra parte, que varios camara-das ni siquiera ven la necesidad de tal experiencia. Lesparece suficiente formarse una opinión en base a losrelatos periodísticos que leen, y luego expresar esosconceptos en artículos o charlas. La verdad es que hasta

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    46las ideas más correctas escapan por completo a la aten-ción de las masas, cuando no reflejan directamente supensamiento y acción.

    8. En ese caso, ¿estará en quiebra la Liga? Esta con-clusión sería absolutamente falsa. Resulta obvio quelos éxitos de la Liga son mucho menores que lo queanhelábamos; mucho menores que lo que podrían ha-ber sido sin las limitaciones de un conservadurismoabstracto. No obstante, y a pesar de los inmensos obs-táculos, no hay duda de que se han logrado algunoséxitos. La Liga ejerció y ejerce cierta influencia sobrelas ideas y las consignas del movimiento obrero en suconjunto (frente único, milicia obrera, unidad sindical).Pero son precisamente esos éxitos, cuando se los con-sidera a la luz de la situación global, y particularmentede las tácticas cambiantes de los aparatos burocráti-cos, los que señalan la necesidad de que la Liga efec-túe un nuevo y decisivo giro. ¿Hacia dónde? Hacia lasmasas.

    9. A corto plazo, la situación general en Francia co-loca a todo el movimiento obrero consciente ante unatarea: o en el curso de seis meses, un año o quizá dosel proletariado destruye al fascismo y da un tremendopaso adelante en todos los frentes de la lucha por elpoder, o él será destruido, y toda Europa se transfor-mará en escenario de la tiranía fascista y la guerra. Lapresión de esta terrible alternativa ha forzado a ambospartidos obreros a iniciar la marcha acelerada hacia elfrente único. Pero, en el sentido más estricto, esta granvictoria plantea a la Liga, en toda su amplitud, la grancuestión: ser o no ser.

    10. La reunión conjunta del 2 de julio ofrece un pa-norama notablemente claro de la situación creada. Tal

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    47como la Liga lo predijo con tanta insistencia, ya el pri-mer paso hacia el frente único despertó un entusiasmoextraordinario en las masas. La posibilidad de lograr lavictoria por ese camino está fuera de toda duda. Sinembargo, ni los stalinistas ni los socialistas aprovecha-ron la unificación para plantearse metas de lucha másavanzadas; por el contrario, unos y otros volcaron susenergías en hacer que las masas se den por satisfe-chas con el solo hecho de la unificación. Ayer el mayorpeligro era el del sabotaje al frente único. Hoy el peli-gro mayor reside en las ilusiones sobre el frente único,estrechamente relacionadas con las ilusiones parlamen-tarias: las notas diplomáticas, los discursos patéticos,los apretones de manos, el bloque sin contenido revo-lucionario... y la traición a las masas. En esta reuniónsimbólica, la Liga no consiguió que le dieran la palabra.Y no por casualidad, ya que en todo el próximo períodovamos a enfrentar el programa de acción de esas dosburocracias.

    11. Ese programa puede llevarse a la práctica sóloporque la Liga sigue aislada de las masas. El intento deromper la costra de este aislamiento mediante el inter-cambio de notas diplomáticas con el Comité Central ola asistencia a las sesiones del Consejo Nacional delsocialismo no es más que una maniobra destinada adisfrazar la desfavorable relación de fuerzas. Esto enmodo alguno es digno de nosotros. La relación de fuer-zas debe ser cambiada y no disfrazada. Es necesario ira las masas. Es necesario que hallemos un lugar paranosotros dentro del frente único, es decir dentro de losmarcos de alguno de los dos partidos que lo compo-nen. En la realidad práctica, eso significa dentro de laSFIO.

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    4812. ¿No constituye esto una capitulación ante la

    Segunda Internacional? Esta queja puede plantearsecon más justicia contra los stalinistas. No bien llegarona la conclusión de que era preferible la democracia, enveinticuatro horas y por orden de Litvinov, renunciarona la teoría del socialfascismo,27 y hasta abandonarontoda crítica a sus nuevos amigos. Nosotros, en cambio,no tenemos a qué renunciar. Nos reducimos a admitirhonestamente que nuestra organización es demasiadodébil como para atribuirse un papel práctico indepen-diente en las luchas que se están entablando. Al mis-mo tiempo, y como buenos revolucionarios, no quere-mos quedar fuera del juego. En 1848, Marx y su débilorganización comunista entraron en el partido demo-crático. Justamente para no quedar fuera del juego,Plejanov28 trató de unir su grupo Emancipación de laclase obrera con el grupo Voluntad del pueblo(Narodnaia Volia), con el cual había roto por cuestiónde principios sólo cinco anos atrás. Por razones distin-tas y en situación diferente, Lenín aconsejó al PartidoComunista de Inglaterra unirse al Partido Laborista.29

    Por nuestra parte, hemos estado dispuestos a formaruna nueva internacional con el SAP30 y el OSP.31 Tam-bién aconsejamos a nuestros camaradas británicosunirse urgentemente al ILP32 y algunos de ellos siguie-ron nuestra sugerencia. ¿Ha sido eso una capitulación?En modo alguno. Ahora estamos empeñados en aplicary desarrollar la misma política en Francia.

    13. Sea como fuere, ¿no hemos proclamado, acaso,la necesidad de crear un nuevo partido y una nuevainternacional? Este programa conserva por entero suvigencia. Pero jamás hemos dicho que íbamos a dete-nernos a rumiar hasta el momento en que la Cuarta

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    49Internacional se reuniera en torno de nosotros. Siem-pre declaramos que los medios para su creación soncomplejos y que no tienen el mismo carácter en losdistintos países, tal como ocurrió con la Tercera Inter-nacional. Hace un año, el camarada Trotsky nos recor-dó particularmente el ejemplo francés. Allí, y pese a laruptura de los bolcheviques con la Segunda Interna-cional, toda su sección fue ganada para la creación dela Tercera. No conocemos ley alguna que declare impo-sible la repetición de un Congreso de Tours.33 Por elcontrario, muchas de las actuales condiciones indicanla posibilidad de esa repetición.

    14. ¡Pero en ese caso, la SFIO no nos aceptará!. Esmuy probable que los grandes personajes se opongan.Pero la mayor parte de las organizaciones locales esta-rá con nosotros. Dentro del partido la lucha de tenden-cias sigue su curso. El ala izquierda se pondrá de nues-tro lado, nuestros lazos con esa ala izquierda se refor-zarán. Y los acontecimientos parecen volcarse en favorde la izquierda.

    15. Y nosotros, ¿acordaremos mantener la disciplina?Si hemos de trabajar dentro de sus filas, mantendremosla disciplina. Nos desarrollaremos como fracción. A cam-bio de eso, nos pondremos en contacto con decenas demiles de trabajadores y tendremos derecho a partici-par en la lucha y en la discusión, al mismo tiempo quela oportunidad. particularmente indispensable paranosotros, de probar a diario nuestras ideas y consignasen las acciones de las masas.

    16. Sin embargo, ¿nuestro ingreso a la SFIO no im-plica el peligro de que caigamos en la adaptación opor-tunista y en la degeneración? Sin duda. Pero sería in-genuo creer que podemos escapar de este peligro por

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    50medio del autoaislamiento. Hoy la Liga es indepen-diente, pero su posición sobre la política de la SFIOcontiene, lamentablemente, elementos de inadmisibleadaptación. No es obligatorio insultar a los dirigentes;pero es absolutamente necesario denunciar el peligrode una actitud puramente decorativa frente a la luchacontra el fascismo, como la expresada en las colum-nas de Le Populaire (o lHumanité).34 El proletariadoenfrenta a un enemigo mortal, preparado para cual-quier circunstancia y que, de ser necesario, se armaráhasta los dientes. La vanguardia obrera debe desarro-llar en sus filas y entre las grandes masas una incon-movible preparación para la lucha, una voluntad dehierro, un espíritu de disciplina revolucionaria, una com-batividad militar. Los desfiles arreglados de antemano,las manifestaciones con permiso policial y otras accio-nes simbólicas de ese tipo sólo tienden a adormecer lavigilancia y la fuerza de voluntad de los trabajadores.Se necesita una organización para el combate; se ne-cesitan batallones de acero; se necesitan instructoresy oficiales. Hay que desarmar al enemigo, barrerlo delas calles, aterrorizarlo. La tarea de la Liga -tanto si semantiene independiente como si se une a cualquierade los partidos del frente único- exige imperiosamenteque dé a los trabajadores una explicación tan franca,clara y honesta como lo requieren la seriedad de lasituación y los deberes que de ella emanan.

    17. En ese caso, ¿cuál ha de ser nuestra posición enlo que respecta al Partido Comunista? A través del frenteúnico tendremos con él un contacto más estrecho queantes. Habrá que tener bien claro el hecho de que elPC es capaz de provocar en la SFIO una descompo-sición tan grande que deje de significar ventaja alguna

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    51para la revolución. Es notorio que ése fue el resultadode la coalición entre el PC de Inglaterra y el ILP. Pero sipodemos intervenir efectivamente tendremos una nue-va e invalorable oportunidad de influir sobre el núcleoproletario del PC. De este modo puede surgir un pode-roso sector favorable a la Cuarta Internacional.

    18. Pero el partido proletario debe ser independiente.Así es; sin embargo, la Liga no es todavía un partido.Es un embrión, y todo embrión necesita abrigo y ali-mento para desarrollarse.

    19. Pero, ¿si... y entonces... y si? Es imposible pre-verlo y prevenirlo todo. Es necesario comprender lasituación claramente para determinar las tareas v pro-ceder a su realización. En el término de seis mesespodemos perder para siempre la oportunidad que senos ofrece ahora. Debemos ver las cosas desde la pers-pectiva del corto plazo.

    20. Para concluir: dice el Corán que la montaña fueal profeta. El marxismo aconseja que el profeta vaya ala montaña.

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    La Liga frente a un giro decisivo35

    Junio de 1934

    Durante varios años, la más activa consigna de lu-cha de la Liga fue el frente único. No cabe duda deque, pese a su carácter abstracto, esta consigna hasido durante dos o tres años la clave de la situación:primero en Alemania, luego en Francia. Fueron nece-sarios la derrota del proletariado alemán, el desastreaustríaco, el crecimiento del fascismo en Francia y enotros países para que la burocracia de la Comintern sesintiera impulsada a efectuar un giro radical en tornode la cuestión del frente único. Los ejemplos de girosanteriores sólo sirvieron para mostrarnos demasiadobien que, sin la revisión crítica de la posición anterior ysin la cimentación teórica de la nueva, no hay giro, porprogresista que fuere en su aspecto formal, que ga-rantice la adopción de una política correcta. Por lo con-trario, el nuevo giro lleva inevitablemente dentro de síuna cadena de nuevas vacilaciones y errores. Y en éltenemos ya signos elocuentes de los nuevos peligros:

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    53los ultimatistas se vuelven oportunistas. Esto hace quetoda nuestra lucha se transfiera a un plano nuevo ymás elevado.

    Por su parte, la socialdemocracia allanó el caminohacia el frente único con el propósito definido de que-brar su cabeza revolucionaria. En el terreno del frenteúnico la lucha contra la burocracia reformista36 debellevarse a cabo en forma menos estentórea pero mássistemática y concentrada que nunca.

    Ambas burocracias están unidas por sus interesescomunes contra la creciente oposición que expresa otrata de expresar las tareas de la hora. Por otra parte,esas mismas burocracias se oponen hostilmente entresí, en una competencia más aguda que nunca. Estonos permite diferenciar dos planos en las políticas deambas burocracias: el de la conspiración contra todo elque trate de perturbar su dominio y el del temor queambas tienen de transformarse en víctimas de su aña-da. El resultado es la disposición a romper el frente encualquier momento.

    Hasta hace poco, en la política del frente único lle-vaban la voz cantante las lecciones recogidas de loshechos, el análisis marxista y las criticas de los bolche-viques leninistas. Ahora en Francia se agregó a aqué-llos un nuevo y poderoso factor: la presión activa delas propias musas. Es éste un factor decisivo. Se ex-presa directamente en las combativas manifestacio-nes callejeras e indirectamente en el giro político deambos aparatos. Es un tremendo paso adelante. Pero,justamente por tratarse de un paso tremendo, cambiala situación política de pies a cabeza.

    Apenas ayer, la consigna del frente único era mono-polio exclusivo de los bolcheviques leninistas. Hoy nos

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    54han quitado ese monopolio. La consigna ha pasado aser de propiedad común, lo que expresa el profundo yapasionado, aunque políticamente muy nebuloso, anhe-lo de las masas de oponerse al avance de la reacciónmediante las fuerzas unidas de todos los oprimidos. Laexistencia de este anhelo crea la condición más impor-tante, si no para una situación directamente revolucio-naria, por lo menos para una situaciónprerrevolucionaria. Por desgracia, las organizacionesexistentes apenas distinguen los cambios reales quese han producido en la actitud de las masas trabajado-ras. El primer deber de toda organización revoluciona-ria, especialmente. en un período critico como el pre-sente, en que la conciencia de las masas cambia lite-ralmente a diario, consiste en mantener oídos atentosa lo que el trabajador común comenta en la fábrica, enla calle, en los transportes, en el café y en el hogar,para saber cómo ve él la situación, qué esperanzas alien-ta, en qué cosas cree: hay que escuchar atentamentea ese trabajador. En la actualidad, se puede juzgar laprofundidad y la agudeza del giro operado en la con-ciencia de las masas sobre todo por sus expresionesafines, especialmente por hechos tales como los quetienen lugar en ambos partidos (la cristalización de unala izquierda dentro de la socialdemocracia, la escisiónde Saint-Dénis, el giro de ambas burocracias hacia elfrente único, etcétera). Por cierto que el carácter deestas expresiones sintomáticas se ha mantenido ensegundo plano y ha sido distorsionado; sin embargo,es licito llegar a las siguientes conclusiones: 1) los tra-bajadores no sólo ven el peligro Sino también la posi-bilidad de la resistencia; 2) ven su salvación en el frenteúnico; 3) con una política correcta que refuerce la con-

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    55fianza de los trabajadores en si mismos, la defensaactiva puede pasar a ser, en poco tiempo, ataque ge-neralizado.

    La tarea de los bolcheviques leninistas no consistehoy en la repetición de fórmulas abstractas sobre elfrente único (alianzas obreras, etcétera), sino en la for-mulación de consignas definidas, en la actividad con-creta y en la perspectiva de la lucha sobre la base deuna política de frente único de masas. La tarea de ladefensa es la de establecer soviets y acelerar su trans-formación en órganos de la- lucha por el poder. La ta-rea de la Liga no disminuye en virtud de la situaciónpresente, sino que, por el contrario, crece, se desplazaa otro plano y adquiere otro carácter. Nadie debe pen-sar que ocuparse de reflexionar sobre lo que se haaprendido significa perder la partida.

    Desde ahora en adelante, para la. Liga tendrá impor-tancia decisiva su relación con el frente único no comoconsigna abstracta, sino como realidad viviente de lalucha de masas. La nueva situación se expresa conclaridad máxima en el ejemplo de Saint-Dénis. Apenasayer, Doriot37 encabezaba la lucha por el frente únicoque él, a su manera, hizo realidad en Saint-Dénis. Ma-ñana, en caso de acuerdo entre ambas burocracias, lasmasas encontraran en Doriot un obstáculo, undivisionista, un saboteador del frente único. La burocra-cia stalinista optará por presionar al grupo de Saint-Dénis a volver a los cuadros de su viejo partido (¿con osin Doriot?), o bien por aplastarlo.

    La política de la Liga no queda, naturalmente, ago-tada con la idea abstracta del frente único, por la si-guiente razón: la trayectoria de los bolcheviquesleninistas - desde el punto de vista histórico - no pue-

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    56de ser liquidada por el acuerdo entre ambas burocracias.Con todo, si la Liga permaneciera pasiva, incapaz deadaptarse audaz y rápidamente a la nueva situación,podría ser lanzada nuevamente al vacío por un largoperiodo.

    Podría objetarse que el frente único exige la partici-pación de todas las agrupaciones y organizaciones pro-letarias y, por consiguiente, la de Saint-Dénis tantocomo la de la Liga. Pero semejante objeción sólo tienevalor formal. Lo decisivo es la relación de fuerzas. Si laLiga hubiera sido capaz de enraizarse más profunda-mente en las masas en el momento oportuno, si Saint-Dénis hubiera adherido a la Liga, si... etcétera, enton-ces habría existido, al margen de ambas burocracias,una tercera fuerza, cuya participación en el frente úni-co habría sido una necesidad surgida de la propia si-tuación. En el campo del frente único, esa tercera fuer-za se habría hecho decisiva. Pero ésa no es la situa-ción. La Liga es organizativamente débil; Saint-Dénisy otros grupos son políticamente débiles. Por esa razónestán todos, incluso la Liga, amenazados por el peligrode tener que permanecer realmente fuera del frenteúnico, pese a que sea un tremendo mérito de la Liga elhaber puesto en marcha este frente.

    Si la Liga se mantiene al margen y concentra susesfuerzos en la crítica desde fuera, corre el riesgo dedespertar la ira y no la atención de los trabajadores.Recapitulemos una vez más: las masas ven hoy en launidad la única salvación de sus filas y consideran unobstáculo a todo el que se mantiene fuera de las ba-ses, a todo el que crítica desde el balcón. No tener encuenta esta poderosa y, en el fondo, sana actitud delas masas, ponerse contra ella significaría la muerte.

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    57En los comienzos del movimiento, la tarea de los mar-xistas consiste en aportar, apoyándose en la ola ascen-dente, la necesaria claridad de pensamiento y método.

    La Liga debe tomar una posición orgánica dentro delfrente único. Es demasiado débil para pretender unaposición independiente. Esto equivale a decir que de-berá ocupar de inmediato un lugar dentro de uno delos dos partidos que negociaron el acuerdo. Para noso-tros, no hay diferencia de principios entre ambos parti-dos, o ésta apenas si existe. En la práctica, sin embar-go, sólo es posible el ingreso en el partido social-de-mócrata.

    ¿Cómo? Oímos de pronto un estallido de objecio-nes: ¿la Liga tiene que entrar en el partido de LeónBlum? ¿Debe capitular ante el reformismo? Si estamospor el nuevo partido, si estamos por la Cuarta Interna-cional, ¿cómo vamos a unirnos a la Segunda? ¿Quévan a decir los stalinistas? ¿Qué van a decir los obre-ros? Etcétera, etcétera. Todo estos argumentos pare-cen poderosos, pero son en realidad superficiales, por-que saltan por sobre la realidad. Se basan en lo queseno deseable, y no en lo que es.

    Por supuesto que estamos contra el reformismo: enla presente situación, con más inflexibilidad que nun-ca. Pero hay que saber cómo acercarse a la meta encada situación concreta. Renunciar a los principios oabandonar provisoriamente la lucha por ellos seriauna traición abierta. Pero la elección de medios de lu-cha congruentes con la situación y con nuestras pro-pias fuerzas es una exigencia elemental del realismo.El bolchevismo,38 representado por la conducción leni-nista, no traicionó ni renunció a sí mismo, cuando en1905-1906, por presión de las masas que anhelaban la

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    58unidad, los bolcheviques se vieron forzados a estable-cer una coalición con los mencheviques. Esta coaliciónllevó progresivamente a una nueva escisión. Sin em-bargo, en 1910 y bajo la presión de los sentimientosde sus propios cuadros, Lenín se vio forzado a encararuna tentativa de unidad que desembocaría, dos añosmás tarde, en la escisión definitiva. La irreconciabilidadde principios nada tiene que ver con la osificación sec-taria, que negligentemente pasa por alto los cambiosen la situación y en la actitud de las masas. Partiendode la tesis según la cual el partido proletario ha de serindependiente a cualquier costo, nuestros camaradasingleses llegaron a la conclusión de que no podían per-mitirse el ingreso al L.P. ¡Vaya! Sólo olvidaban que es-taban lejos de ser un partido, que eran apenas un cir-culo de propaganda, que un partido no cae del cielo yque el circulo de propaganda debe atravesar un perío-do de existencia embrionaria antes de transformarseen partido. Nuestros camaradas ingleses (la mayoría)pagaron indudablemente caro su error de perspectiva,y nosotros con ellos. Recordemos aquí lo siguiente: enaquella época no le reprochamos a Walcher39 y Cía.haber ingresado al SAP, sino haber enfundado la ban-dera del marxismo para hacerlo. Nosotros no haremoslo mismo.

    Naturalmente, la Liga no puede entrar al PartidoSocialista sino como fracción bolchevique leninista.Mantendrá La Verité, que ha de transformarse en ór-gano de la fracción, con los mismos derechos que ActionSocialista,40 etcétera. En el planteo abierto de la cues-tión de su admisión, la Liga dirá: Nuestros puntos devista se han visto reivindicados por completo. El frenteúnico inicia la marcha por los rieles de las masas. Que-

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    59remos participar activamente. La única posibilidad quenuestra organización tiene de participar en el frenteúnico de masas, en las circunstancias dadas, consisteen ingresar al Partido Socialista. Hoy tal como antes,consideramos más necesaria que nunca la lucha porlos principios del bolchevismo, por la creación de unverdadera partido revolucionario de la vanguardia pro-letaria y por la Cuarta Internacional. Confiarnos en quehemos de convencer de todo esto a la mayoría de lostrabajadores, tanto socialistas como comunistas. Noscomprometemos a llevar a cabo esta tarea dentro delos marcos del partido, a sujetarnos a su disciplina y apreservar la unidad de acción.

    Naturalmente, los stalinistas levantarán vuelo, o tra-taran de hacerlo, con un aullido furioso. Pero, en pri-mer lugar, ellos mismos emprendieron un agudo girocuando formaron un bloque con los socialfascistas.En segundo lugar, su campaña contra nosotros desper-tará la indignación de los obreros socialistas. En tercerlugar, y ésta es en el fondo la única consideración im-portante, aquí no se trata de qué van a decir losstalinistas