entrevista al dr. rubén makinistian

1
Página 22 Miércoles 11 de abril de 2012 ENTREVISTA A RUBÉN MAKINISTIAN “La comunicación es lo que disponemos para admitir llamarnos nosotros” Antonio Capriotti M édico, psicoanalista, ana- lista sistémico, viajero inquieto que se define “más cercano a los libros que al fútbol”, Rubén Makinistian acepta la invitación de Cruz del Sur para responder sobre temas de su práctica cotidiana. Hay autores que sostienen que la comunicación humana es imposible (Lacan). Bateson de- cía que “es imposible no comu- nicar”; otros, que la comunica- ción lo es “todo”. ¿Lo es todo? ¿Es posible la comunicación humana? “Si la comunicación no exis- te, si no es posible, este diálogo entre usted y yo sería ilusorio, pura imaginación. Ahora, si la comunicación existe, toda- vía es ilusorio que la veamos como un fenómeno que posi- bilita su trasvasamiento a mí, y viceversa. No. Más bien, se trata del nombre que le pone- mos al hecho de que unos y otros, al actuar (emitir), nos perturbamos. Esto es: alguien activa un proceso cognitivo en mí; yo, además de aceptar que ha sido disparado por ese al- guien, interpreto como alguna clase de conocimiento de él. Y otro tanto le ocurre a él conmi- go. Puede que si admitimos la existencia de la comunicación estemos admitiendo que cada quien es consigo, gracias a la existencia técnica u operati- va, estimuladora del otro, que, así, es sinónimo de mundo, de no-yo. Las respuestas a esas dos preguntas suyas serían: la hará lo que pueda según su in- tuición y su habilidad pero sin aptitud desarrollada porque no se le enseña. —¿La cultura crea los dis- cursos dominantes? —Sí, definitivamente: dis- cursos morales. —¿La cultura enferma? —En tanto define enferme- dades como parte de su dis- curso dominante, sí. Enferma tautológicamente. —¿Cómo define la salud? —Estado de amor por la ma- gicidad de la vida. —¿Puede definirse el dolor? —Yo no puedo hacerlo con precisión… pero opino que tie- ne que ver con la experiencia de esfuerzo adaptativo. —¿Y el sufrimiento? —Tampoco puedo definirlo con precisión, aunque opino que tiene que ver con el defec- to de visión que connota como innatural al dolor. —¿Las instituciones se enferman? —Las instituciones pueden representar las definiciones de enfermedad que propone una cultura. —¿Puede hacer una bre- ve explicación del concep- to Entidad Plural Natural (EPN) que usted viene desa- rrollando desde hace unos años? —Comunicación: posibili- dad humana que ha hecho de- sarrollos. Yo he contribuido a la comprensión fenomenológi- ca de esta apariencia que es la relación. Relación entendida como sinónimo de comunica- ción. Llamamos EPN (Entidad Plural Natural) a los sistemas humanos que los seres huma- nos constituimos espontánea- mente, entes complejos y son estudiables como unidades. —¿Un ejemplo? —Cuando un individuo se enferma, en paralelo surgen otros individuos también sin- tomatologizados dentro de la red social. Allí se detecta un El psicoanalista habla de “mitología” al momento del vínculo entre el médico y el paciente y de la comunicación a la hora de su enseñanza dentro de la medicina comunicación no existe porque existe, y, entre el otro y yo, es todo lo que disponemos para admitir llamarnos nosotros”. —¿Qué se entiende por mitologías? (A propósito del empleo que usted hace de ese término para definir la re- lación entre el médico y su paciente). —Recurro al término mi- tología para tratar de expli- carme: cuando se habla de relación médico-paciente, en general se habla cuasi lírica- mente, fantaseando posibilida- des de tal relación siempre que el médico se muestre gentil y condolido. Ahora, sin excluir estas actitudes, el médico, además, debe formarse, desa- rrollarse en el arte del actuar (emitir-comunicar). —¿Está incluida la comu- nicación dentro de la curri- cula de la enseñanza de la medicina? —Creo que la medicina sin introducir el mito de la comu- nicación en la currícula, de pri- mero a sexto año, incluyendo psicología, sociología, antro- pología pero como un estudio integral con el cuerpo, el médi- co “medio” se seguirá tecnifi- cando. El verdadero médico se autoformará a los ponchazos y sistema que se ha enfermado y no necesariamente el individuo lo está conformando con sus familiares. Esto nos ha lleva- do a una práctica diferente a la habitual. —¿Cree que es un encade- namiento lógico el ciclo leer, escribir, pensar? —No. Makinistian tuvo una fir- me adicción a la lectura a la que accedió a muy corta edad, aprendiendo con su padre a leer el diario y una biografía de Abraham Lincoln que ha- bía en su casa. Su pasión por la lectura se apoderó de él cuan- do la profesora de literatura de primer año del secundario, tras un dictado de palabras, hizo un chequeo de la ortografía. Sorprendida, a la clase siguien- te preguntó por Makinistian; una vez identificado lo felici- tó por la cantidad de errores: 97 sobre 100; algo, para ella, nunca visto. Maravillada le dijo: “Makinistian, le queda una sola posibilidad de resol- ver este problema y es que se pupile conmigo”; y allí comen- zó a leer a los grandes: rusos, franceses, ingleses, italianos. Al cabo de un año ya no tenía errores de ortografía. Había aprendido a leer. —¿Qué opina de la ciencia? —Que es un dominio válido CIENCIA Y TECNOLOGÍA de gestión del conocer. —¿Y de la investigación científica? —Para algunos –para mí, por ejemplo– es una actividad amiga, que entretiene. —¿El investigador influye en el objeto a investigar? —Para mí, sí. —¿Qué relación ve, si es que ve alguna, entre la cien- cia y el arte? —Si a la ciencia no se la practica artísticamente resul- ta un dominio de gestión del conocer casi desprovisto de lo que fundamentalmente lo hace válido: su dinamismo, su in- quietud, su antiestatismo. —Por los 60, 70, lo sisté- mico invade a las distintas disciplinas científicas; ¿cómo impactó en usted? —Me fascinó. —Lo invito a un juego; un podio de filósofos: primero, segundo, tercero. —Bruno, Kierkegaard, Husserl. —Otro de artistas plásticos —Miguel Ángel, Rodin, Picasso. —Otro de poetas. —Bukowski, Pessoa, Juan L. Ortiz. —Otro de narradores. —Borges, Dostoievski, Joyce. Promediando su carrera de medicina decide comenzar, a la par, a estudiar psicología; que- dándole una materia, no se recibe. Avanza en la carrera de medicina y busca por el lado de psiquiatría: “Porque me aproximaba al sujeto dolorido. Luego, practiqué el psi- coanálisis, hasta que alguien me dice que en los EE.UU. habían desarrollado una nueva forma de terapia que era la de pareja, sis- témica. La estudié y ejercí la do- cencia en EE.UU., regresé al país para hacerla mi práctica”. Luego, se especializa en análisis organi- zacional. “Las instituciones pueden representar las definiciones de enfermedad que propone una cultura”, dice Makinistian. Es reconocido que muchas veces el azar provee encuentros in- esperados. Internet los facilita. Daniel Flichtentrei gestiona una página de medicina, Intramed, en la que publicó una entrevista a Rubén Makinistian: médico rosarino; psiquiatra, psicoanalista y analista sistémico; viajero incansable, artista plástico –“escultura, pintura, para mí forman parte de la unidad de mi vida”– y con varios libros editados, “más de 50 libros de literatura, el aspecto literario lo veo vinculado a la medicina; bueno, a lo que me de- dico es a la comunicación. Cruz del Sur pudo tomar contacto con Makinistian por la generosidad de Flichtentrei. En el intercambio de una decena de mails permitió esta nota con un pensador origi- nal, de respuestas cortas y directas. A veces el azar se impone

Upload: deigorina

Post on 15-Feb-2017

97 views

Category:

Science


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Entrevista al Dr. Rubén Makinistian

Página 22 Miércoles 11 de abril de 2012

ENTREVISTA A RUBÉN MAKINISTIAN

“La comunicación es lo que disponemos para admitir llamarnos nosotros”

Antonio Capriotti

M édico, psicoanalista, ana-lista sistémico, viajero inquieto que se define

“más cercano a los libros que al fútbol”, Rubén Makinistian acepta la invitación de Cruz del Sur para responder sobre temas de su práctica cotidiana.

Hay autores que sostienen que la comunicación humana es imposible (Lacan). Bateson de-cía que “es imposible no comu-nicar”; otros, que la comunica-ción lo es “todo”. ¿Lo es todo? ¿Es posible la comunicación humana?

“Si la comunicación no exis-te, si no es posible, este diálogo entre usted y yo sería ilusorio, pura imaginación. Ahora, si la comunicación existe, toda-vía es ilusorio que la veamos como un fenómeno que posi-bilita su trasvasamiento a mí, y viceversa. No. Más bien, se trata del nombre que le pone-mos al hecho de que unos y otros, al actuar (emitir), nos perturbamos. Esto es: alguien activa un proceso cognitivo en mí; yo, además de aceptar que ha sido disparado por ese al-guien, interpreto como alguna clase de conocimiento de él. Y otro tanto le ocurre a él conmi-go. Puede que si admitimos la existencia de la comunicación estemos admitiendo que cada quien es consigo, gracias a la existencia técnica u operati-va, estimuladora del otro, que, así, es sinónimo de mundo, de no-yo. Las respuestas a esas dos preguntas suyas serían: la

hará lo que pueda según su in-tuición y su habilidad pero sin aptitud desarrollada porque no se le enseña.

—¿La cultura crea los dis-cursos dominantes?

—Sí, definitivamente: dis-cursos morales.

—¿La cultura enferma?—En tanto define enferme-

dades como parte de su dis-curso dominante, sí. Enferma tautológicamente.

—¿Cómo define la salud?—Estado de amor por la ma-

gicidad de la vida.—¿Puede definirse el

dolor?—Yo no puedo hacerlo con

precisión… pero opino que tie-ne que ver con la experiencia de esfuerzo adaptativo.

—¿Y el sufrimiento?—Tampoco puedo definirlo

con precisión, aunque opino que tiene que ver con el defec-to de visión que connota como innatural al dolor.

—¿Las instituciones se enferman?

—Las instituciones pueden representar las definiciones de enfermedad que propone una cultura.

—¿Puede hacer una bre-ve explicación del concep-to Entidad Plural Natural (EPN) que usted viene desa-rrollando desde hace unos años?

—Comunicación: posibili-dad humana que ha hecho de-sarrollos. Yo he contribuido a la comprensión fenomenológi-ca de esta apariencia que es la relación. Relación entendida como sinónimo de comunica-ción. Llamamos EPN (Entidad Plural Natural) a los sistemas humanos que los seres huma-nos constituimos espontánea-mente, entes complejos y son estudiables como unidades.

—¿Un ejemplo?—Cuando un individuo se

enferma, en paralelo surgen otros individuos también sin-tomatologizados dentro de la red social. Allí se detecta un

El psicoanalista habla de “mitología” al momento del vínculo entre el médico y el paciente y de la comunicación a la hora de su enseñanza dentro de la medicina

comunicación no existe porque existe, y, entre el otro y yo, es todo lo que disponemos para admitir llamarnos nosotros”.

—¿Qué se entiende por mitologías? (A propósito del empleo que usted hace de ese término para definir la re-lación entre el médico y su paciente).

—Recurro al término mi-tología para tratar de expli-carme: cuando se habla de relación médico-paciente, en general se habla cuasi lírica-mente, fantaseando posibilida-des de tal relación siempre que el médico se muestre gentil y condolido. Ahora, sin excluir estas actitudes, el médico, además, debe formarse, desa-rrollarse en el arte del actuar (emitir-comunicar).

—¿Está incluida la comu-nicación dentro de la curri-cula de la enseñanza de la medicina?

—Creo que la medicina sin introducir el mito de la comu-nicación en la currícula, de pri-mero a sexto año, incluyendo psicología, sociología, antro-pología pero como un estudio integral con el cuerpo, el médi-co “medio” se seguirá tecnifi-cando. El verdadero médico se autoformará a los ponchazos y

sistema que se ha enfermado y no necesariamente el individuo lo está conformando con sus familiares. Esto nos ha lleva-do a una práctica diferente a la habitual.

—¿Cree que es un encade-namiento lógico el ciclo leer, escribir, pensar?

—No.Makinistian tuvo una fir-

me adicción a la lectura a la que accedió a muy corta edad, aprendiendo con su padre a leer el diario y una biografía de Abraham Lincoln que ha-bía en su casa. Su pasión por la lectura se apoderó de él cuan-do la profesora de literatura de primer año del secundario, tras un dictado de palabras, hizo un chequeo de la ortografía. Sorprendida, a la clase siguien-te preguntó por Makinistian; una vez identificado lo felici-tó por la cantidad de errores: 97 sobre 100; algo, para ella, nunca visto. Maravillada le dijo: “Makinistian, le queda una sola posibilidad de resol-ver este problema y es que se pupile conmigo”; y allí comen-zó a leer a los grandes: rusos, franceses, ingleses, italianos. Al cabo de un año ya no tenía errores de ortografía. Había aprendido a leer.

—¿Qué opina de la ciencia?—Que es un dominio válido

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

de gestión del conocer.—¿Y de la investigación

científica?—Para algunos –para mí,

por ejemplo– es una actividad amiga, que entretiene.

—¿El investigador inf luye en el objeto a investigar?

—Para mí, sí.—¿Qué relación ve, si es

que ve alguna, entre la cien-cia y el arte?

—Si a la ciencia no se la practica artísticamente resul-ta un dominio de gestión del conocer casi desprovisto de lo que fundamentalmente lo hace válido: su dinamismo, su in-quietud, su antiestatismo.

—Por los 60, 70, lo sisté-mico invade a las distintas disciplinas científicas; ¿cómo impactó en usted?

—Me fascinó.—Lo invito a un juego; un

podio de filósofos: primero, segundo, tercero.

—Bruno, Kierkegaard, Husserl.

—Otro de artistas plásticos—Miguel Ángel, Rodin,

Picasso.—Otro de poetas.—Bukowski, Pessoa, Juan L.

Ortiz. —Otro de narradores.—Borges, Dostoievski,

Joyce.Promediando su carrera de

medicina decide comenzar, a la par, a estudiar psicología; que-dándole una materia, no se recibe. Avanza en la carrera de medicina y busca por el lado de psiquiatría: “Porque me aproximaba al sujeto dolorido. Luego, practiqué el psi-coanálisis, hasta que alguien me dice que en los EE.UU. habían desarrollado una nueva forma de terapia que era la de pareja, sis-témica. La estudié y ejercí la do-cencia en EE.UU., regresé al país para hacerla mi práctica”. Luego, se especializa en análisis organi-zacional.

“Las instituciones pueden representar las definiciones de enfermedad que propone una cultura”, dice Makinistian.

Es reconocido que muchas veces el azar provee encuentros in-esperados. Internet los facilita. Daniel Flichtentrei gestiona una página de medicina, Intramed, en la que publicó una entrevista a Rubén Makinistian: médico rosarino; psiquiatra, psicoanalista y analista sistémico; viajero incansable, artista plástico –“escultura, pintura, para mí forman parte de la unidad de mi vida”– y con varios libros editados, “más de 50 libros de literatura, el aspecto literario lo veo vinculado a la medicina; bueno, a lo que me de-dico es a la comunicación. Cruz del Sur pudo tomar contacto con Makinistian por la generosidad de Flichtentrei. En el intercambio de una decena de mails permitió esta nota con un pensador origi-nal, de respuestas cortas y directas.

A veces el azar se impone