entre lo etéreo y lo mundano, profesor héctor sevilla

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HYBRIS. Revista de Filosofía, Vol.4  2, ISSN 07188382, Otoño 2013, pp. 2142. www.cenaltes.cl  Entre lo etéreo y lo mundano. Posibilidades metafísicas e implicaciones culturales de la ética aristotélica. Between the ethereal and the mundane. Metaphysical possibilities and cultural implications of Aristotelian Ethics. Héctor Sevilla Godínez [email protected] Recibido: 29/09/2013 Aceptado: 28/10/2013 Resumen: Se aborda el problema de la ética aristotélica mostrando los aspectos definitorios de la propuesta práctica del filósofo de Estagira y clarificando la implicación cultural de sus postulados sobre una vida feliz asociada a las virtudes y la búsqueda del sumo bien como herencia metafísica. Se aborda también la relación de la ética aristotélica y el tema de lo Absoluto, sea la Nada o Dios mismo y se establece una distinción sobre la circunstancias imperantes en el contexto aristotélico que influyeron en sus conclusiones morales. Palabras clave: Ética, Bien, Cultura, Dios, Nada. Abstract: This work deals with the Aristotelian ethics showing the defining aspects of the practical proposal of the philosopher from Stagira and clarifying the cultural implications of his postulates about a happy life associated to the virtues and the search of the ultimate good as the metaphysical heritage. It shows the relationship of the Aristotelian ethics and the topic of the Absolute, whether it be Nothing o God himself, and establishes a distinction between the dominant circumstances in the Aristotelian context which influences his moral conclusions. Keywords: ethics, good, culture, God, Nothing.  Mexicano. Doctor en Filosofía por la Universidad Iberoamericana y Doctor en Ciencias del Desarrollo Humano por la Universidad del Valle de Atemajac. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Asociación Filosófica de México. Profesor de tiempo completo en la Universidad del Valle de México, campus Guadalajara Sur. 

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Entre Lo Etéreo y Lo Mundano, Profesor Héctor Sevilla

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  • HYBRIS.RevistadeFilosofa,Vol.4N2,ISSN07188382,Otoo 2013,pp.2142.www.cenaltes.cl

    Entreloetreoylomundano.Posibilidadesmetafsicaseimplicacionesculturalesdelaticaaristotlica.Between the ethereal and the mundane. Metaphysical possibilities and cultural implications of Aristotelian Ethics.

    Hctor Sevilla Godnez [email protected]

    Recibido: 29/09/2013 Aceptado: 28/10/2013 Resumen: Se aborda el problema de la tica aristotlica mostrando los aspectos definitorios de la propuesta prctica del filsofo de Estagira y clarificando la implicacin cultural de sus postulados sobre una vida feliz asociada a las virtudes y la bsqueda del sumo bien como herencia metafsica. Se aborda tambin la relacin de la tica aristotlica y el tema de lo Absoluto, sea la Nada o Dios mismo y se establece una distincin sobre la circunstancias imperantes en el contexto aristotlico que influyeron en sus conclusiones morales. Palabras clave: tica, Bien, Cultura, Dios, Nada.

    Abstract: This work deals with the Aristotelian ethics showing the defining aspects of the practical proposal of the philosopher from Stagira and clarifying the cultural implications of his postulates about a happy life associated to the virtues and the search of the ultimate good as the metaphysical heritage. It shows the relationship of the Aristotelian ethics and the topic of the Absolute, whether it be Nothing o God himself, and establishes a distinction between the dominant circumstances in the Aristotelian context which influences his moral conclusions. Keywords: ethics, good, culture, God, Nothing.

    Mexicano.DoctorenFilosofaporlaUniversidadIberoamericanayDoctorenCiencias del Desarrollo Humano por laUniversidad del Valle de Atemajac.MiembrodelSistemaNacionaldeInvestigadoresydelaAsociacinFilosficade Mxico. Profesor de tiempo completo en la Universidad del Valle deMxico,campusGuadalajaraSur.

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    1.Introduccin.En la profundizacin que ofrezco en el presente artculo, comenzar por realizar una revisin de la originalidad de los escritos aristotlicos que utilizo como punto de partida. Posteriormente, me centrar en el abordaje de la tica de acuerdo al presupuesto aristotlico de concebirla como bsqueda del bien supremo. En un tercer apartado analizar la versin prctica de la tica aristotlica bajo la perspectiva de la obtencin de virtudes como prembulo ineludible de la felicidad. Despus de ello, enfocar mi atencin a la cuestin social implcita en la tica comprendida como hermenutica cultural y finalizar con un anlisis sobre la relacin de los conceptos escolsticos sobre la divinidad y la propuesta tica del filsofo del Liceo.

    2.Convergenciasydivergenciasdeloslibrosaristotlicossobrelatica.Quizs el primer paso al hablar de la tica en Aristteles sea definir los escritos en que ha de centrarse el investigador. Son tres los especficamente relacionados a la tica aristotlica: Gran tica, tambin conocido como Magna Moralia, la tica Eudemia y el libro de la tica Nicomquea. Sobre el libro de la Magna Moralia, Jaeger es implacable al afirmar su poco valor diciendo: puede omitirse la Gran tica o Magna Moralia. Esta es simplemente una coleccin de extractos de las otras dos obras (tica Eudemia y tica Nicomquea); su autor fue un peripattico que derrocha las palabras para presentar un breve libro de lecciones1.

    Aunque no todos los estudiosos de Aristteles suponen lo mismo2, he optado por excluir a la Magna Moralia de este anlisis para centrarme entonces en la tica Eudemia y la tica Nicomquea. Es preciso aadir tambin que me uno a Jaeger en la consideracin de que: la tica Nicomquea es decididamente superior por lo acabado de la construccin, la claridad del estilo y la madurez del pensamiento. Ya en la antigedad se discuta exclusivamente la Nicomquea y se olvidaba la Eudemia, que sigue siendo un suelo casi virgen3.

    1JAEGER,Werner.Aristteles. Mxico,FCE, 1984. p.262.2HELLER,gnes.Aristteles y el mundo antiguo.Barcelona,Pennsula,1988.pp.182183.

    3JAEGER,Werner.Aristteles, p.262.

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    Otro de los motivos para preferir a la Nicomquea encima de la Eudemia es la suposicin de que sta ltima haya sido escrita, y no slo publicada, por Eudemo de Rodas, tal como muestra Zeller4; a lo anterior se suma que en la obra existe una clara tendencia a la deduccin teolgica de la moralidad, as como constantes implicaciones de la religiosidad tal como lo afirma Jaeger5 y que contrastan en demasa, en ese sentido, con la Nicomquea. De este modo, la conclusin de Jaeger es que cada obra manifiesta una situacin histrica diferente en la vida de Aristteles y que, juntas, permiten una idea completa de las modificaciones acontecidas en el pensamiento del estagirita.

    Sin embargo, la opinin ms radical al respecto la tenemos por va de Dring, quien nos repite que aunque en la Magna Moralia se observan fragmentos de originalidad, difcilmente es una obra atribuible directamente a Aristteles. El argumento principal alude a que la versin final del libro no es de la mano aristotlica y se fundamenta en que el estagirita habra pedido a Teofrastro arreglar uno de sus antiguos cursos de tica para adecuarlo al joven Neleo, hijo de Corisco -y emparentado con el mismo Teofrastro-; as como a sus coetneos efebos a los que Aristteles no consideraba idneos para escuchar lecciones de tica. Los cambios del discpulo del Filsofo dan cierta originalidad al texto, pero termina siendo indirectamente trabajado por Aristteles6.

    Siendo as, se mantienen como ms aceptadas la tica Nicomquea y la Eudemia, pues no existen diferencias esenciales en sus propuestas ni en su estilo, a pesar de que la forma de la Nicomquea sea, por lo general, percibida ms congruente y elevada, tal como lo refiere Dring7.

    Vale decir, finalmente, que la tica Nicomquea es alusiva ya sea al padre o al hijo de Aristteles, ambos llamados Nicmaco. Con respecto al hijo, ste muri adolescente y es propicio pensar que le fue dedicado el escrito, sobre todo recordando que es uno de los libros ltimos del estagirita y uno de los pocos que tiene un estilo continuo desde el principio hasta el final. En la obra no se encuentran los ataques polmicos tan usuales en el joven Aristteles puesto que la argumentacin es libre y tranquila.

    4ZELLER,Eduard.Aristotle and the Earlier Peripatetics.Trad.deB.F.C.CostelloeyJ.H.Muirhead,vol.2,Londres,1897.pp.2527.

    5JAEGER,Werner.Aristteles. p.263.6DRING, Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.Mxico,UNAM,2005.p.687.

    7DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.677.

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    A continuacin presentar, como primer aspecto bsico, la cuestin del bien y del bien supremo, que dan una pauta clara de las intenciones del nativo de Estagira en lo que respecta a la tica. No dudar en hacer mencin de algunos libros tempranos del Filsofo que, aunque no estn considerados dentro de los dirigidos especialmente a asuntos morales, muestran con claridad las ideas y presupuestos originales de Aristteles sobre ello.

    3.Elbiensupremocomometadelatica.Aunque son claras las influencias socrtico-platnicas, en la tica de Aristteles no se observa coincidencia con Scrates en la idea de que la virtud es un saber; ni con Platn en lo que respecta a que el Bien es algo que antecede al individuo. Me permito comenzar con algunas referencias a la tica que no estn contenidas ni en la Eudemia ni la Nicomquea, con la intencin de vislumbrar el acontecer secuencial de las reflexiones del Filsofo sobre los asuntos morales.

    En el libro juvenil de los Tpicos el estagirita haba referido algunas tesis ticas, las principales aluden a que el bien es parte de la naturaleza y no necesariamente una idea en s misma existente; del mismo modo se reconoce que el bien no tiene existencia independiente a lo natural y al hombre. Es notable la afirmacin de que el bien slo existe como propiedad8; presuponiendo, presuponiendo con ello que no es algo inherente al ser humano, sino que exige trabajo para lograrlo. Desde los primeros libros de su juventud, Aristteles nos menciona que la felicidad de la vida es ms digna que las virtudes particulares pues la vida buena y noble es la meta9. Tena claro que, aunque se busque el bien, la valoracin que se tenga del bien no ser la misma en todo momento puesto que el valor de las virtudes depende de circunstancias externas10. Aristteles destaca, adems, la esencia fundamental del significado de la situacin electiva, la decisin voluntaria y el juicio correcto11.

    En uno de sus libros maduros, la Retrica, tambin alude a la tica. En la obra referida menciona que lo bueno tiene que generar de alguna manera un gozo particular por lo que obrar bien supondra un alivio; de tal modo que bueno es lo que merece ser escogido por razn de s mismo, o lo que, siendo bueno, proporciona gozo porque es bueno12. Se muestra claramente

    8ARISTTELES. Tratados de Lgica (Organn) 1.Espaa,Gredos,1994.III1,116b8.9ARISTTELES. Tratados de Lgica (Organn) 1.III2,117a121.10ARISTTELES.TratadosdeLgica(Organn)1.III2,119a126.11ARISTTELES.TratadosdeLgica(Organn)1.VI.12ARISTTELES.Retrica.Espaa,Gredos,1990.I9,1366a33.

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    la intencin aristotlica de proponer una tica que ha de vivirse en lo real, en los acontecimientos de cada da, puesto que el bien debe transformarse en hechos, o quedara disminuido a un discurso13. Por lo tanto, el fin de todos los hombres es el bienestar y la felicidad de la vida. Ese bien tiene que ser un bien de la naturaleza14. Incluso llega a decir que el arte oratorio es una combinacin entre la capacidad de argumentacin y la intuicin tica y psicolgica15 con lo que deja en claro que la congruencia en la vida permite la congruencia al expresarse.

    Aristteles menciona en el Protrptico que existe una vinculacin entre el inters por conocer la naturaleza y los principios ticos. Asume que cualquiera que tenga inters en el conocimiento podra indagar tambin en la prudencia. La prudencia aristotlica es resumida por Aubenque del modo siguiente:

    Amediocaminoentreunsaberabsoluto,queharalaaccinintil,y una percepcin catica, que hara la accin imposible, laprudenciaaristotlicarepresenta()laoportunidadyelriesgodelaaccinhumana.Eslaprimerayltimapalabradeestehumanismotrgico que invita al hombre a querer todo lo posible, perosolamenteloposible,yadejarelrestoalosdioses16.

    Cabe hacer notar que a pesar de que el pensamiento del estagirita busca una aplicacin general para todos los hombres en cuanto a la bsqueda del bien, tal igualdad es solamente aparente; pues de hecho: Aristteles no dej una tica aplicable a todo ser humano con valor pleno de igualdad () imposibilit a determinados especmenes para alcanzarla17. Y es que al final, si la razn determina la regla tica y tal razn est sujeta a los aprendizajes siempre diversos de acuerdo a lo que se vive y al contexto circundante, entonces la tica es producto accidental y no esencial del ser humano. El contenido moral ser siempre diverso como diversos son tambin el modo de razonar y las tendencias paradigmticas del razonar mismo. Para Aristteles, la tica es la norma que enuncia la razn pero no establece la regla misma. Tal cosa la haran despus los estoicos.

    13ARISTTELES.Retrica.I1,1354a7.14ARISTTELES.Retrica.1366b38.15ARISTTELES.Retrica.I4,1359b10.16AUBENQUE,Pierre.El problema del Ser en Aristteles. Espaa,Taurus,1981.p.201.17 BEUCHOT, Mauricio. Ensayos marginales sobre Aristteles. Mxico, UNAM,2004.p.179.

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    El que la razn intervenga en las elecciones del hombre no desemboca en la nula consideracin del bien sino que, por el contrario, implica que toda eleccin tienda a un bien que la razn presenta. Por ello: el objeto del obrar y por tanto de la tica es el bien, por cuyo motivo se obra18. Se ha de distinguir, entonces, entre lo que es bueno para el hombre en un momento determinado y lo que es el bien supremo atemporal.

    Ya que los principales bienes son la comprensin filosfica, la virtud tica y los placeres, la tesis central de la tica aristotlica es que estos tres juntos forman la felicidad. En ese sentido, el bien supremo es la felicidad, es decir, la eudaimonia. No obstante, la pregunta fundamental es hacia lo que propicia la felicidad. Muchos pensadores han supuesto, equivocadamente, que Aristteles propuso la obtencin de la felicidad en el placer y el goce; sin embargo, si tal postulado fuese cierto se estara concibiendo al hombre, como el mismo estagirita asever, en el plano de las bestias y al nivel de los esclavos. Otra opcin podra ser considerar el honor como la base de la felicidad, pero Aristteles tambin se deshace de tal idea al pensar que el acto humano honorable supondra una intencin de carcter externo entendiendo que el honor depende ms de quin lo confiere que de quien lo recibe19. Contrariamente al honor, que tiene cierta virtud, la intencin de amasar riquezas no supone virtud alguna puesto que, al final, las riquezas son slo medio de algo distinto y no un fin en s mismas. As, el sumo bien no puede ser algo que no vale por s, es decir, no puede ser algo contingente. Aristteles no consideraba como felicidad algo que dependiera de cuestiones externas y que no obtuviera en el individuo la saciedad de s. Es por ello que la vida menormente autntica sera la de amasar riquezas.

    Finalmente, tampoco es el bien supremo aquello trascendente que est fuera del alcance del hombre, puesto que tal visin implicara desdicha o aoranza de algo inalcanzable. En todo caso, tal como comenta Reale: para Aristteles el bien no es una realidad nica y unvoca, sino () algo polvoco, diferente en las diversas categoras y diferente asimismo en las diferentes realidades pertenecientes a cada una de ellas, aunque siempre unidos por una relacin de analoga20.

    El sumo bien, entonces, consiste en la realizacin de la obra especfica que el hombre es capaz de hacer. Tal obra no es el vivir ni el sentir pues eso no es algo exclusivo del hombre, sino ms bien el razonar. De ese modo, la virtud del hombre se encuentra en su propio ejercicio pensante y ah debera buscarse la felicidad. Aristteles afirma que cada uno de nosotros 18ARISTTELES.tica Eudemia. Espaa,Gredos,1985.I8,1218b5.19ARISTTELES.tica Nicomquea.Espaa,Gredos,1985.I5,1095b,2425.20REALE,Giovanni.Introduccin a Aristteles.Barcelona,Herder,1985.p.100.

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    es, sobre todo, intelecto y la persona moralmente idnea lo ama por sobre todas las cosas21. El razonar supone, para el Filsofo de Estagira, una funcin propia del alma, tal como queda expuesto cuando afirma que: habiendo repartido los bienes en tres grupos: los llamados externos, los del alma y los del cuerpo, diremos que los correspondientes al alma son los principales y ms perfectos22.

    En la virtud est la felicidad. Sin embargo, Aristteles no niega el valor de otros bienes siempre y cuando se reconozca que el buscarlos por s mismos, exclusivamente, no dar nunca la felicidad. Es probable que el estagirita haya entendido que disponer de espacios en la vida para dedicarse a las cosas del espritu depende precisamente de no dedicar tanto tiempo a los otros bienes (materiales), de tal modo que la mejor manera de no pensar en ellos es cuando ya se cuenta con ellos. Nadie puede ser dichoso sin un mnimo de bienes externos. Si bien la persona con carencias estar preocupada por obtener lo que no tiene, aquella que tenga lujos puede caer en la relajacin que su condicin le permite. Ambos, en su parcialidad, han de encontrar las formas de dedicar espacios a las tareas del espritu.

    En lo que respecta a la tica Eudemia, el objeto de la investigacin est claro desde el principio: cmo debemos comportarnos en la vida para llegar a ser felices? Adems de los tres valores, la comprensin filosfica, la virtud tica y el goce, el estagirita se cuestiona en el libro referido sobre cul de los tres es el ms importante. Se asume que el humano ha de tener cierta cualidad para dirigirse a s mismo23. Se reitera que la posesin del bien debe desembocar en los actos que lo muestren24. Al igual que en la tica Nicomquea se distinguen tres tipos de vida: la dedicada a la investigacin filosfica, la orientada a la poltica y la centrada en el placer. Como es de suponer, Aristteles entiende y propone la primera de tales como la principal; pero no al grado de observarla como un fin en s misma tal como lo hizo en el Protrptico25; sino que en la tica Eudemia muestra a la actividad filosfica como una actividad prctica que produce satisfacciones y no slo como una disciplina pasivamente contemplativa de la razn divina.

    A pesar de la mencin de la razn divina, como he referido, se contrapone la idea de que no hay bienes supremos que sean iguales para todos sino que es el individuo el que puede discernir sobre lo que es bueno y, por lo tanto, la bondad ser siempre contextual. Ya se deca en los Tpicos que para el

    21ARISTTELES.tica Nicomquea.I8,1169a2s.22ARISTTELES.tica Nicomquea.I8,1098b1215.23ARISTTELES.tica Eudemia.1215a.24ARISTTELES. tica Eudemia. 1248b,3437.25ARISTTELES.Fragmentos.Espaa,Gredos,2005.B47.

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    hombre no existe ningn bien universal sino que es bueno aquello que el hombre valioso elige ticamente26. Ahora bien, esto ltimo podra parecer contradictorio si se le confronta con la siguiente afirmacin de Dring: desde el comienzo hasta el fin de su vida Aristteles se mantiene firme en que existe un Bien absolutamente, esto es, como fin del acontecer natural27. Por ello, es oportuna la cuestin sobre si tal Bien es el mismo al que se refiere en el tema de la tica, es decir, un Bien para todos los actos y todos los hombres. La respuesta que ciertamente es alentadora- es que no. De hecho, la explicacin la encontramos en su distincin de los trminos a favor de algo y como fin de algo. El fin ltimo del acontecer natural es la muerte, pero el fin de cada uno de los hombres en una situacin tica particular est diferenciado28.

    Por tanto, si al hombre valioso le corresponde elegir y obtener las virtudes, importa ahora definir cmo es que eso se logra. O bien, entender la imposibilidad de tal cuestin en caso de que as llegara a presentarse.

    4.Lasvirtudesysuobtencin.Entre las propuestas ms interesantes de ndole tica referidas por Aristteles se encuentra su afirmacin sobre la obtencin de las virtudes ticas por medio del habitus29, es decir, la constancia ligada a la costumbre. La virtud, para Aristteles, est depositada en el equilibrio; por tanto, en los excesos y en la carencia no hay virtud. Ahora bien, contrario a lo que usualmente se ha pensado, no es posible contar con una medida equilibrada de las cosas y que sta sea, adems, previamente establecida por las cosas mismas; sino que, en todo caso, cada individuo deber buscar su propia medida justa. Cuando se habla del justo medio no es la mitad sino la medida de algo en particular que, segn la persona, produce un beneficio para s sin perjuicio posterior. De tal modo que: segn su esencia y conforme a la razn que establece su naturaleza, la virtud es un trmino medio, pero respecto al bien y a la perfeccin se encuentra en el punto ms elevado30; por ello, se entiende que, para Aristteles, en lo ms elevado est lo perfecto, aunque tal elevacin no corresponda en forma idntica al justo

    26ARISTTELES.Tratados de Lgica (Organn) 1.III1,116a14.27DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.407.28ARISTTELES.Metafsica.Espaa,Gredos,1994.982b6.29Aristtelesplanteaquelaobtencindelavirtuddependedelavaloracindetal yqueesto a su vezest sujeto a lamaneradeentenderuobservar larealidad que el individuo despliega. A la vez, lo anterior no se encuentradesligadodelreconocimientodelainfluenciadelcontextoentodoindividuodebidoalosrolessocialesqueseejercenenlacolectividad.

    30ARISTTELES,tica Nicomquea,II6,1107a68.

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    medio para cada hombre puesto que a cada uno le corresponde un equilibrio distinto. El pensamiento aristotlico concibe, entonces, un aspecto superior al hombre, al que le corresponde todo lo que ste no puede alcanzar. Relacionando esto con sus conceptos metafsicos, lo supremo es propio de algo que es superior al hombre, lo que mueve al hombre. Lo ms alto que el hombre puede lograr es, en ese sentido, su propio equilibrio. Y el equilibrio no supondr, precisamente, un extremo particular.

    En lo que respecta a la cuestin sobre la virtud tica principal, el estagirita menciona a la justicia. Entiende tal virtud como la reparticin equitativa de las posibilidades. Es inevitable encontrar en esta idea una ligera veta que el comunismo marxista, sin duda, promulg. Tambin es notable que las convicciones morales de la sociedad a la que perteneca Aristteles ejercen una influencia decisiva sobre el filsofo31. Ahora bien, la justicia no supondr entonces igualdad, sino equidad. La posibilidad del equilibrio particular que a cada individuo corresponde segn su constitucin se vuelve el mayor derecho que corresponde a lo humano. Tampoco es operante intentar que todos los miembros de una sociedad particular persigan las formas o modos que algunos en particular consideren los ideales. Las especficas particularidades que se conciben a partir de las evidentes diferencias entre los individuos son el prembulo de sus elecciones. No es la justicia una virtud desde la cual deba proponerse la igualdad, sino la posibilidad de ejercer el derecho de autodescifrarse. En tal perspectiva de denominacin personal se vuelve ineludible el uso de la razn.

    Bajo tal ptica, la racionalidad es una actividad superior de lo humano, vivir conforme a ello es dejar momentneamente de ser humanos para tocar una felicidad ms all de la propia condicin aunque tal condicin sea el punto de partida para considerarlo. La intencin de sobrepasar lo humano es, propiamente, muy humana. Obrar es sencillo, pensar sobre lo que se obra no lo es tanto; pero actuar conforme se piensa es una labor intrpida. La contemplacin intelectual es el paso para ello. La especulacin y la felicidad abarcan la misma extensin. Ahora bien, dado que Dios -que se presenta perfecto- slo puede contemplarse a s mismo, el hombre que logra realizar la actividad de auto-contemplacin se asemeja a Dios. Aristteles lo afirma claramente del modo siguiente: Es preciso hacerse inmortales en la medida de lo posible y empearse en vivir segn la parte ms elevada de cuantas hay en nosotros32. Tal contemplacin no es hija de la vanidad; sino que, todo lo contrario, es el reconocimiento de los lmites implcitos en la condicin humana. Tal reconocimiento permite esclarecer la unidad parcial

    31REALE,Giovanni.Introduccin a Aristteles.p.115.32ARISTTELES,tica Nicomquea.X7,1177b191178a2.

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    que supone compartir la humanidad. No hay paso a la luz que no emerja de la tiniebla personal. Los estados propuestos por Kierkegaard, es decir, el esttico, tico y religioso son, en parte, muy similares a lo que el estagirita propuso bajo la lgica de que el estado religioso es el ms alto, puesto que refiere a la contemplacin de s que implica la contemplacin divina.

    Por otro lado, la razn se divide en cuestiones prcticas y teorticas: la virtud tpica de la razn prctica es la phronesis, usualmente traducida como prudencia, mientras que la virtud especfica de la razn terica es la sabidura (sophia)33. La prudencia ayuda a deliberar sobre los bienes y fines del hombre, sobre la manera de alcanzarlos o vivirlos, sin definirlos. Por ello, para Aristteles, no es posible ser virtuosos sin la prudencia ni ser prudentes sin las virtudes ticas. La sabidura se funda en el reconocimiento de algo mayor que el hombre mismo, desde lo cual se valora (y no se desprecia) lo humano.

    Ahora bien, si la felicidad es una especie de producto de la especulacin filosfica y del proceso contemplativo, por qu no todo aquel que especula logra tal felicidad? No es en parte porque, en ocasiones, el filosofar lleva a la puerta de la nocin de las pobrezas y limitantes humanas a lo cual se teme? Es siempre la especulacin un camino a la felicidad o, de no ser as, es una inadecuada especulacin por no cumplir su objetivo? A diferencia de Platn, el autor de la tica Eudemia no se limita a considerar la razn por s misma como virtuosa puesto que una cosa es conocer el bien y otra actuarlo o realizarlo. Si antes Scrates haba afirmado que la maldad consiste en la ignorancia, pareciera que Aristteles abre la puerta a la posibilidad de la existencia de la maldad en el sentido de que se puede conocer lo que se debe hacer y, sin embargo, no hacerlo. En ello, no cabra la ignorancia sino la voluntad de hacer algo contrario a lo que dicta la razn misma. Es por ello que el conocimiento supone una responsabilidad proporcional. La angustia y la desesperacin son propias del hombre que, tras la conciencia de su misin de saber, se vive perplejo ante la intempestiva fuga del tiempo que le resta posibilidades al cumplimiento de sus intenciones. Quien no vive la angustia no ha experimentado en s mismo la conciencia del compromiso que vivir significa. Permanecer en la angustia, a la vez, es evidencia de la desconexin que la ansiedad ante la incertidumbre provoc. Redentoramente, el paso de la incertidumbre a la aceptacin voluntaria de los lmites es una puerta al equilibrio aristotlico.

    Todo responde a una causalidad que escapa de la percepcin y comprensin humana, as como a las innumerables conexiones que en nuestra vida nos

    33REALE,Giovanni.IntroduccinaAristteles.p.106.

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    van llevando a optar (quiz racionalmente, pero no unvocamente) por lo que hacemos. Aristteles no responde a lo que genera la voluntad y por ello deja la puerta abierta a la influencia de la causalidad catica. Sobre la imposibilidad de explicar aristotlicamente el origen de la voluntad, Reale refiere que:

    Aristteles ha comprendido perfectamente que somosresponsables de nuestras acciones, causa de nuestros mismoshbitosmorales y causa de lamanera en que se nos aparecenmoralmentelascosas,peronohasabidodecirporqusucedeasyaquprincipiopresenteennosotros sedebe todoesto.Nohapodido determinar correctamente la verdadera naturaleza de lavoluntadydellibrealbedrio34.

    Qu alternativa propone Reale para responder a esa interrogante? Redunda en la afirmacin de que: el hombre occidental slo llegar a entender qu son la voluntad y el libre albedro gracias al cristianismo35. Es decir, Reale observa el lmite aristotlico e intenta llenarlo (como lo hizo antes el Aquinate) con la doctrina cristiana. Es posible proponer algo diverso a sta, tan usual, cmoda, cotidiana y mayoritaria visin? No slo es posible sino que es oportuno -y urgente- abrazar un post-humanismo que no considere al mundo en polaridades de bondad y maldad, sino que comprenda al fenomnico caos que la causalidad es.

    5.Laticacomoproductodelejerciciohermenuticosobrelacultura.Tan clara es la consideracin de Aristteles sobre los asuntos sociales con relacin al individuo que ha sido llamado el filsofo de la armona entre la polis y hombre privado36. En la misma filosofa aristotlica se puede observar la influencia del contexto social.

    La crisis de la polis griega haba llevado a Platn al punto de crear un sistema tico centrado fuera del mundo; de hecho, el fundador de la Academia no oculta que el celo con que restaura la imagen de un dios concreto y con la cual busca refugio en la religin es consecuencia de su miedo al desorden, a las transformaciones sociales37. Aristteles no fue ajeno a ese esquema social y aunque no empapa de religiosidad su propuesta tica tampoco puede desligarse de la idea de un algo superior

    34REALE,Giovanni.Introduccin a Aristteles.p.112.35REALE,Giovanni.Introduccin a Aristteles.p.112.36HELLER,gnes.Aristteles y el mundo antiguo.Barcelona,Pennsula,1988. p.113.37HELLER,gnes.Aristteles y el mundo antiguo.p.142.

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    que estara a la punta de lo existente. El nombre genrico de Dios que utiliza en varias de sus obras surge de una concepcin que no es ajena, en lo elemental, a la idea de la Nada Absoluta.

    Refirindose a los lmites de la tica de Platn, la cual es particularmente importante puesto que de ah se cimenta la propuesta aristotlica, Heller seala que:

    La existencia de ideas trascendentes, entre ellas la del biensupremo,determindeformanecesariaelcarctermimticodesutica. El reflejo del bien trascendente alz una barrerainfranqueablealbien inmanente.Eladmitirelsertrascendente leimpidillevarasusltimasconsecuenciassusprincipiosyllegarporlotantoalprincipiodecatarsis38.

    En lo referente a la tica, Platn no contempl necesario fundamentar suficientemente dos problemas especficos que Aristteles intenta responder por medio de la teora del valor tico (justo medio) y la relacin entre la voluntad y la libertad en las conductas. El estagirita no se deslig completamente de las ideas trascendentales de Platn, sino que las complement con la consideracin de lo sensible, lo experiencial, lo propio y lo contextual.

    En ese sentido, la tica individual y social -que tanto se intenta distinguir actualmente- estn intrnsecamente unidas para Aristteles. No hay un nexo de la tica con lo sobrenatural a menos que esto ltimo sea parte implcita de la naturaleza o se le conciba en ella. Es por eso que Aristteles parte antes que de la moral abstracta, de la moralidad social y, sin saltar lo trascendente, se mantendr en el seno de la inmanencia, esto es, concebir la moral como lo que es efectivamente: como moral39.

    Sin ninguna duda podemos advertir junto con Dring que: la tica de Aristteles es una tica social, una filosofa de la convivencia humana40. No se observa en sus escritos una distincin mayor entre la tica y la poltica. Al final, son las buenas leyes y costumbres las que forman, por su funcin educativa, un buen carcter en las personas y tal carcter es el fundamento de la vida feliz, la posibilita.

    La medida de la eudaimonia que un hombre puede alcanzar est en relacin intima con su posicin en el Estado. De tal modo que, para Aristteles, los filsofos que sirven a su sociedad son los que estn ms cerca de lograr la 38HELLER,gnes. Aristteles y el mundo antiguo.p.131.39HELLER,gnes.Aristteles y el mundo antiguo.p.144.40DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.672.

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    felicidad. El hombre comn o el esclavo difcilmente pueden aspirar a ello, por lo que se podra entender que la tica aristotlica es el fondo una tica aristocrtica41.

    Todo lo lejano a la razn era, para el lder de los peripatticos, despreciable e indigno de consideracin benevolente. En lo anterior se observa un rasgo ms de la influencia de la sociedad en Aristteles debido a que era muy propio de su tiempo el desprecio a la gente inculta o sin conocimientos, lo cual se comprende al reconocer que con muy pocas excepciones la literatura griega clsica desde Homero hasta Menandro y Epicuro, atestigua el absoluto menosprecio hacia la gente sencilla y sin instruccin42. En parte, la misma pobreza o las limitaciones econmicas se asociaban tambin a las limitantes intelectuales, de ah que Aristteles reconoca que era necesario contar con una cierta cantidad de bienes materiales para vivir bien. Reconoca tambin que hay individuos para los que ciertas cosas de la razn seran siempre ajenas.

    Se entiende, con todo esto, que Aristteles no propone su tica para el hombre comn. Asumi que algunos se vuelven hombres ticos por la costumbre y otros por la reflexin43, siendo los primeros los que dependen ms del contexto. No escribe reglas para la accin moral sino que busca mostrar la manera en que se puede obtener la comprensin tica. Confiaba en que la responsabilidad hacia los propios actos corresponda nicamente al individuo que los realiza; por ello:

    Aristteleseselprimerpensadorque tomaconcienciadequealmaestro, lejosde serporentero responsablede sudiscpulo, lecabeslounaresponsabilidadmuyrelativa.Conscientedeque laenseanzarecibidanoesmsqueunoscuantosestmulosqueelhombrerecibedetodaspartes,noleacucianingnsentimientoderesponsabilidadexacerbadaantesusalumnos44.

    Adems, el obrar tico se construye a partir de una buena disposicin dada por la naturaleza, la physike arete o perfeccin natural; posteriormente viene, en segundo lugar, el cuidado diligente de esa aptitud. Cuando se percibe el fin ltimo, la reflexin permite buscar los medios para lograrlo y la decisin se remite a los medios para lograr el fin. De tal modo que: la eleccin del fin es un acto de la razn, dirigido por la voluntad45 y el conocimiento del fin, el bien, presupone meditacin y reflexin. Sin embargo,

    41DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.674.42DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.690.43DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.711.44HELLER,gnes.Aristteles y el mundo antiguo.p.49.45ARISTTELES,tica Nicomquea. VI2,1139b4.

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    antes de todo eso, deben prevalecer la meditacin y la reflexin que, a la vez, suelen depender de una aptitud natural. Es por eso que la existencia de leyes o normas sea necesaria para dirigir a aquellos cuya disposicin natural no est focalizada en manejarse a s mismos. Lo anterior debi suponer, para Aristteles, la bsqueda del origen de tal disposicin natural; aunque, finalmente, no se entrometi demasiado en tales terrenos y evit realizar afirmaciones que le vincularan directamente a cuestiones divinas.

    Agustn de Hipona fue quien propuso (bajo la premisa de que hay individuos con mayor capacidad que otros para reflexionar sobre las actitudes y las conductas, as como sus consecuencias y adecuaciones a las cosas y conductas de otros) la palabra gracia como un indicativo de la disposicin natural de la que habla Aristteles, aadiendo la idea de que supona un regalo de Dios que no implicaba una virtud en el hombre elegido sino su libertad para ejercerla46. Sin embargo, las elecciones no se deben a disposiciones enteramente naturales ni a la gracia proveniente de la divinidad; sino que la implicacin social y contextual de la vida de un individuo es la que adecua, dirige, modela, acostumbra o enfatiza la reflexin y el contenido- de las decisiones que intervienen en la propia conducta. Si bien Agustn de Hipona se esforz en no permitir que el hombre se excuse en su irresponsabilidad ante Dios47, tambin aport la propuesta de la implicacin de Dios en la vida humana lo cual es una veta explicativa que desnutre y adelgaza el ejercicio de la responsabilidad del hombre ante s mismo. Para Aristteles, el hombre deba de responder por su conducta ante s y ante la polis, no necesariamente ante Dios.

    No es el pensamiento humano lo nico que propone Aristteles para la concepcin del bien, sino que tal pensamiento debe ser educado, potenciado, diseado y revisado. Con esto se trasciende el supuesto empirismo de la tica aristotlica48 y se asume que en lugar de la norma trascendente y supuestamente objetiva de Platn, no aparece en Aristteles un relativismo sin sentido; sino -como es obvio- una consideracin relativa al hombre y la situacin que le circunda.

    Ms importante que lo que se debe hacer es la consideracin de la situacin especfica del acto, la proairesis, que no es una opinin de otro ni una tendencia o norma en cuanto al modo de actuar, sino la contextualizacin de lo que se desea hacer. Los actos nunca son cuestiones abstractas sino que estn enraizados en un tiempo y lugar, un aqu y ahora. El lmite en Platn eran las ideas, en Aristteles lo es la naturaleza. Debemos entender a 46AGUSTNdeHipona.De la gracia y el libre albedro.Madrid,BAC,1971.II2.47AGUSTNdeHipona.De la gracia y el libre albedro.II3.48JAEGER,Werner.Aristteles. pp.8789.

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    esta naturaleza como el contexto en que el individuo se encuentra. El siguiente paso debe ser el reconocimiento de que el contexto es causalidad continua y que se funda en un orden que a la mirada humana representa un caos. El contexto es siempre consecuencia de eventos conexos que no tienen un principio aparente. La Nada permite el movimiento, los movimientos originan la causalidad que suponemos desordenada al no comprender todas las conexiones entre las cosas. Luego, la causalidad nos presenta un contexto determinado y a partir de la valoracin de ese contexto -partiendo de un criterio evaluador que se ha forjado tambin a partir de la causalidad de la propia vida y experiencias- es que determinamos por medio de la razn, y aconsejados por la voluntad, lo que hemos de hacer. Como se observa, la razn no es precisamente pura y mucho menos objetiva. Lo nico que resta al individuo consciente es el reconocimiento de la fragilidad de sus propias decisiones y su inoperante autodeterminacin.

    Podramos entonces, si todo es conexo entre s, predecir el futuro? Si bien es cierto que podra explicarse la realidad an no acontecida de un modo matemtico, tambin lo es que tal hallazgo slo podra ser posible si se pudiese tener conocimiento de todas las premisas, secuencia, conexiones y datos necesarios para realizar el clculo de la prediccin. Es oportuno reconocer que se escapa de la posibilidad comprensiva humana la captacin del nmero casi infinito de variables que sera menester considerar puesto que no todas estn bajo la mirada del alcance perceptivo natural. Del mismo modo, ningn individuo podra anticiparse acertadamente en el tiempo para comprobar lo que ser correcto o funcional de entre sus decisiones. Ya haba afirmado Platn en el Timeo que existe una diferencia fundamental entre las ciencias matemticas y el conocimiento del Bien. Aristteles asume que:

    Eneldominiodelaticaslopodemosencontrarlaspremisaspormediodelareflexin.Portantoelnfasismayorrecaeeneljuicio.En consecuencia,eloyentequequiere formarseunaopinindeestascuestioneshade tener tambinunbuen juicio.Deahquegente joven y retrasada en su desarrollo intelectual, no es aptacomo oyente para seguir lecciones de tica porque no estsuficientementeformadaparatenerunjuicioseguro49.

    Aristteles reconoci la imposibilidad que ciertos individuos muestran para captar las cuestiones ticas que estn implicadas irrenunciablemente con la reflexin. A pesar de estas distinciones, el Filsofo asuma que a travs de la potencialidad del individuo era probable que, con instruccin certera y continua, se obtuviera la capacidad reflexiva. De tal modo que la

    49ARISTTELES,tica Nicomquea.I1,1094b.

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    incapacidad de algunos individuos es debida a la influencia contextual y referida al acto no a la potencia aunque sta misma sea inferior en unos ms que en otros.

    Para Dring, el mtodo aristotlico en la tica: no es ni especulativo ni emprico en el sentido actual de estos trminos, tampoco puramente deductivo ni inductivo50. As que, si hemos de clasificarlo en algn mtodo, tendramos que hablar de una lgica dialctica pues: en nuestra investigacin necesitamos, por un lado, argumentar lgicamente con premisas y conclusiones; por otro, tomar en cuenta las opiniones tradicionales, de manera que los hechos dados concuerden con la verdad51. La cual, claro est, es lgicamente construida y no inmanentemente proporcionada.

    De tal modo que la recta razn52, orthos logos, es de importancia fundamental en la tica aristotlica al grado de estar presente, conceptualmente, en sus escritos tempranos y tardos sobre tica. El pensar rectamente es una cualidad que, segn Aristteles, se desarrolla con el fruto de la experiencia. No es ajeno este trmino al de la opinin correcta tantas veces manejado en el Menn platnico. Podramos decir que el estagirita redisea y acua el trmino de la recta razn como aquello que permite la opinin correcta de las cosas. Se asume que la recta razn permite una buena voluntad. A la vez, los contenidos de la razn pueden variar de acuerdo a la especificacin concreta de la situacin a la que se refiere. Sin embargo, algunos de los lectores aristotlicos han afirmado que la articulacin que realmente se encuentra en el corpus es incompleta, al menos para responder satisfactoriamente el modo de alcanzar la felicidad53. Lo anterior solamente en el supuesto de que se espere un camino general que no considere especificaciones en el camino a la felicidad que se construye en el da a da.

    Hablando de ello, Aristteles no acepta que la maldad sea involuntaria, lo cual es un precepto socrtico. El estagirita asume que es decisin del hombre lo que al final sea su opcin. Para l, la comprensin moral es una clase diversa de conocimiento54, por lo que no se equipara al saber cotidiano. En otras palabras, a pesar de que el saber cientfico suponga

    50DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.725.51ARISTTELES,tica Nicomquea.I8,1098b11.52ElconceptoesmanejadocontinuamenteporAristteles;sepuedeverificarenMagna MoraliaI,35;tica EudemiaIII4;ytica Nicomquea.VI1.

    53 ZAGAL, Hctor; AGUILAR Sergio. Lmites de la argumentacin tica en Aristteles. Mxico,PublicacionesCruz,1996.p.213.

    54ARISTTELES,tica Eudemia.1246b36.

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    cierta atemporalidad y consenso, por el contrario, la comprensin moral supone vitalismo y multiplicidad de posibilidades. Es un saber metodolgico ms que un saber como producto. Un saber que genera conclusiones apropiadas a una situacin, no un saber que pueda ser conclusin general.

    Considerando que la contemplacin de los tres bienes aristotlicos es fundamental: la filosofa, la tica y el placer; tambin debe quedar claro que para el estagirita nadie es tan independiente como quien cultiva su saber y, ms an, la comprensin moral. Este saber est activo, en movimiento y, por ello, no es algo que ya se tiene de una vez por todas, puesto que el saber supone esfuerzo constante debido a su vitalidad. Es la sabidura el fin ms alto posible en el humano. En todo caso, es el verdadero yo quien acta en el intento de saber. Es decir, la carencia impulsa el conocimiento y el verdadero yo es de tal naturaleza que la carencia es su caracterstica principal. No se propone llenar el vaco a partir del saber, sino reconocer que el saber es una posibilidad cuya existencia se sostiene en la carencia. El saberse ignorante impulsa al saber, no en la idea de que se deje de ser ignorante sino en funcin de que se asume con mayor sabidura la ignorancia.

    Finalmente, todo saber de algo es un saber interpretativo y toda interpretacin es una hermenutica determinada por una estructura cognitiva que es delineada por la experiencia de la vida que nunca es descontextualizada. El conocimiento no slo es sobre la cultura sino que el conocimiento es, en s mismo, cultural. Por ello, la tica aristotlica est arraigada a una cultura55 y no se le puede entender independiente a la misma. Si bien es cierto que, tal como Zagal menciona, el estagirita era defensor de la esclavitud natural, de la inferioridad de la mujer y de los brbaros56, tambin ha de recordarse, antes de molestarse contra el padre de Nicmaco, que en la tica aristotlica, ms importante que la argumentacin racional, se observa fundamental la influencia de la polis y las lneas polticas y culturales de la misma en la formacin tica de un individuo57.

    Siendo as, es importante recalcar que debido a que la tica estaba vinculada -entonces como ahora- con explicaciones metafsicas de la realidad, ciertamente surgidas de una cultura particular, Aristteles no poda

    55 ZAGAL, Hctor; AGUILAR Sergio. Lmites de la argumentacin tica en

    Aristteles.p.215.56 ZAGAL, Hctor; AGUILAR Sergio. Lmites de la argumentacin tica en Aristteles.p.216. 57 ZAGAL, Hctor; AGUILAR Sergio. Lmites de la argumentacin tica en Aristteles.p.222.

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    menos que suprimir la posibilidad de que la Nada -como concepto absoluto- fuera el sentido del ejercicio tico-poltico de una sociedad necesitada de claridades especficas y no de abstracciones invisibles. Sin embargo, la Nada no puede reducirse a una cuestin meramente invisible sino que, de manera contraria, es la posibilitante de lo visible y, encima, de que lo visible sea visto. Tanta es la influencia de la Nada, incluso en terreno tico, que las mismas opciones que todo individuo hace son facultadas tambin por ella puesto que slo a partir de lo no hecho an es que se puede optar por lo que se har.

    6.ElvnculoentrelaticayladivinidadenAristteles.En la tica Eudemia se observa el mtodo dialctico, a diferencia de las otras obras ticas aristotlicas. En el texto, se suele iniciar con apreciaciones de hechos conocidos, de lo propiamente emprico, hacia las conclusiones generales, a la inversa del mtodo de Platn, propiamente deductivo. Aun as para Aristteles tambin haba un Bien Absoluto fundado, no en la teora de las ideas, sino en su visin teleolgica de la naturaleza y su postulado lgico de un fin ltimo58. En otras palabras, crea que el orden en la naturaleza tena tambin un origen y que ese origen tena que ser un ordenador. La causalidad entendida por el estagirita supona un sustantivo que pona el orden. No conceba el orden sin un ordenador.

    Puesto que el mundo era eterno tambin el ordenador deba serlo. En el terreno de la tica, Aristteles concibe un fin ltimo al que estn dirigidos todos los fines secundarios de la vida, una intencin que deba impulsar a todas las dems. Que el Motor Inmvil sea la fuente del movimiento conductual, fuente de la voluntad incluso, es algo que se puede intuir directamente de la Eudemia. Asimismo, la causalidad es una fuente indirecta de la voluntad. Si se entiende a la Nada como una ausencia que implica carencia, es posible reconocer su cualidad de Motor que impulsa a la voluntad; es decir, si las necesidades son carencia de algo y la voluntad es, en amplia medida, el deseo de encontrar el satisfactor de aquello que se necesita, entonces, la Nada que posibilita la necesidad, siendo ausencia de algo que se entiende como satisfactor, es una causa clara de la voluntad.

    Las constantes alusiones aristotlicas sobre la actividad contemplativa han provocado la suposicin de que su tica est religiosamente inspirada y que se le puede comprender como una tica teolgica; sin embargo, la interpretacin aristotlica de la contemplacin no supona la implicacin del

    58DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.697.

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    dios antropolgico y, tal como lo afirma Dring59, la tica aristotlica tiene un carcter racionalista y nunca religioso.

    La tica aristotlica tampoco es una teologa moralmente unvoca puesto que el alumno de Platn se separ claramente de su maestro en lo que refiere a su concepcin de la divinidad. Heller refiere que: la formulacin filosfica abstracta del problema de la trascendencia no bastaba ya para garantizar la moral terrena60.

    As, cuando Aristteles propone que lo divino en nosotros pone en movimiento a todo en nosotros61 hace alusin a la actividad prudente de la razn humana. Del mismo modo, cuando se pregunta por el inicio de la reflexin y la conciencia de lo reflexionado reconoce que debe de haber un principio de tal razonamiento:

    Elazarnopuedeserlacausadequeunodeseeloqueescorrectoycuandoescorrecto.Siestoesverdad,elazarseralacausadetodo,puesseralacausadequetododeseoytodareflexinempiecen.Nosereflexionaypiensadespusdehaberreflexionadoypensadoprimero, si se debe reflexionar o pensar, y as en adelante ininfinitum;tienequedarseunprimercomienzo62.

    Los intrpretes de las explicaciones aristotlicas asocian con la divinidad tal sugerencia de un primer comienzo. Sin embargo, no es la divinidad el comienzo puesto que de haber sido as habra tenido un principio y, en ese sentido, no sera eterna lo cual se presupone. Tampoco es el azar lo que causa la reflexin del hombre sino una causalidad que no es del tipo A produce B, sino A que produce B que produce C que produce D que produce E. En ese sentido, es posible que por asociacin se deduzca que la produccin de A est asociada a Z y Z producida por H. Si se comprende que cada detalle del universo est interconectado sin dejar fuera la ms mnima porcin; entonces, se asume que cualquier smbolo representativo de un ente (sea A, B o Z) est relacionado a los dems de formas incalculables y difciles de imaginar. Esto resulta en la primera vista y en la segunda tambin- como catico. Pero, si entendemos que lo catico es denominado as debido a nuestra imposibilidad de comprensin del orden subyacente, entonces, comprenderemos -al menos- que no hay caos sino causalidad mltiple. Coincido con Aristteles en que debe de haber un comienzo, pero tal no tendra que ser un ente sustantivo que decide comenzar con todo y al

    59DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.701.60DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.141.61ARISTTELES.tica Eudemia.1248a27.62ARISTTELES.tica Eudemia.1248a29.

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    que se deba adorar; mejor opcin es comenzar a contemplar la Nada63. Hay creacin mas no creador, hay movimiento pero no un absoluto movedor. Lo que hay es la posibilidad de que ello suceda, la Nada es la posibilitante absoluta. Ahora bien, por qu Aristteles no habla de la Nada si es una consecuencia lgica de sus mismos razonamientos? Porque no estaba en sus premisas ni era un trmino o concepto valioso en su contexto.

    Qu podra ser ms elevado sino Dios para un filsofo de la polis griega? En varios pasajes de los escritos aristotlicos se observa a su autor haciendo eco de algunos aspectos de la tradicin espiritual de su tiempo64. De acuerdo con el esquema lgico aristotlico no tendramos que preguntarnos si tal Absoluto existe sino, ms bien, qu es lo que provoca que el mismo Aristteles considere su existencia, as como de qu modo es que dice lo que dice y qu elementos conceptuales tiene a su alcance para expresarse. Ciertamente, el azar -al que hace referencia el estagirita- no es similar a la idea del caos. No hay azar libre o puro; pero s una causalidad cuasi infinita de acontecimientos que nos hacen pensar tal o cual cosa.

    Para Hegel: Aristteles no comprende el ser o el no ser puro, esta abstraccin que no es, esencialmente, sino la transicin de lo uno a lo otro, sino que entiende por lo que es, esencialmente, la sustancia, la idea, la razn, pero al mismo tiempo como fin que mueve65. El filsofo alemn reconoce que debido a que el alumno de Platn mencionaba que la idea especulativa era la mejor y lo ms libre, sta deba buscarse en la naturaleza y no solamente en la razn pensante, por lo que: Aristteles pasa para ello al Dios visible que es el cielo () y as Dios irrumpe en el universo como Dios vivo66. Esto no significa que haya convertido su pensamiento en una teologa.

    Cuando Aristteles se refiere a Dios lo hace en varios sentidos y principalmente los dos siguientes: el Dios en el Cosmos y el Dios en nosotros. El Dios en el cosmos es el principio del movimiento, es el Dios en Lambda, es el Universal que es comn, es decir aquello que por naturaleza pertenece a una pluralidad67. Por otro lado, el Dios en nosotros es en la tica Nicomquea la razn divina, la cual es entendida como la capacidad potencial de ejercer en los actos la justa medida que es antecedida por el conocimiento de las cosas. Est claro que Aristteles se refiere a Dios como

    63SEVILLA,Hctor.Contemplar la Nada: un camino alterno hacia la comprensin

    del Ser. Madrid,PlazayValds,2012.p.347.64DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.710.65HEGEL,Friedrich.Lecciones de la historia de la filosofa. Mxico,FCE,1997.p.258.66HEGEL,Friedrich.Lecciones de la historia de la filosofa.p.268.67ARISTTELES,Metafsica. 1038b1314.

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    un concepto, el cual est asociado culturalmente a lo mximo, lo ms alto y globalizador. Tambin represent un concepto ontolgico puesto que Dios era el ser Absoluto, lo ms perfecto para Aristteles y, como era de esperarse, la ontologa y tica estn en Aristteles inseparablemente unidas68. Finalmente, debido a que las concepciones aristotlicas sobre la Ontologa se modificaron poco, se puede afirmar que desde los escritos ms tempranos hasta los ms tardos su concepcin tica no cambi69. De cualquier manera, esta intencin metafsica de la tica aristotlica no implica una conexin implcita con una voluntad amorosa, tal como Aubenque lo refiere:

    Peseelpiadosocelodetantosintrpretes,saltaalavistaqueelDiosamabledeAristtelesnoanuncianidelejosnidecerca,elDiosdeamor;quesumocininmvilnoescomparableennadaalagraciacristiana:elDiosdeAristtelesnocondesciendeanada,ninadareclama.Simplementees,notienenecesidaddeactuarysuaccines,podradecirse,extrnseca;noesdel,sinohacial.Porsuparteelmundonoprocededel,ynisiquieraesconformadoporl()sinoquesecontentacontenderhacial70.

    De tal forma que la propuesta tica de Aristteles, si bien intenta sustentarse en una metafsica que le otorgue la calidad de ser propiamente ontolgica en cuanto que fundada en un Bien Absoluto, termina siempre aterrizando en la naturaleza de las cosas que rodean al hombre e incluyndolo a este mismo como parte de la misma. Considerando que los referentes sobre lo absoluto que rodeaban a Aristteles coadyuvaron a que su percepcin se orientara hacia tales, no podemos ms que concluir que su tica est, no por decreto sino por procedimiento implcito, enraizada culturalmente y que desde tal condicin es que se fundament en una metafsica que nunca ocult sus intenciones de particularidad segn sea el individuo al que nos refiramos en cada cuestin, es decir, el intrprete de la causalidad natural de los acontecimientos que rodean su vida.

    El ejercicio tico tiene la profundidad de dotar al filsofo de un significado para la vida. No es nunca en la aletargada sumisin a un planteamiento universal sobre lo que debe fundarse la tica, sino en la rfaga que permite al hombre vislumbrar un poco de sentido desde su crucial condicin de humana carencia. Puesto que el hombre no teme tanto morir, sino morir siendo insignificante71, es oportuno que comience a crear sus propios significados a partir de una hermenutica situada, siempre condicionada por los lmites ineludibles de lo que a lo humano corresponde.

    68DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.708.69DRING,Ingemar.Aristteles: exposicin e interpretacin de su pensamiento.p.709.70AUBENQUE,Pierre.El problema del ser en Aristteles,p.353.71MALISHEV,Mijail.En busca de la dignidad y el sentido de la vida.Mxico,PlazayValds,2005.p.44.

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