ensayo modernidad y contemporaneidad

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ENSAYO ACERCA DE LOS CONCEPTOS DE LO QUE SIGNIFICA LA MODERNIDAD Y LA CONTEMPORANEIDAD EN LAS CIUDADES.

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  • Contemporaneidad vs.modernidad. El concurso devivienda experimental de 1956Carlos Sambricio Las referencias establecidas en el presente trabajo corresponden

    tanto a revistas especializadas como a noticias aparecidas en laprensa de la poca. Intentar hacer historia citando la prensa deaquellos aos es ms que dificil, debido fundamentalmente aun hecho: los peridicos no slo cambiaban la dimensin de lanoticia -un hecho tcnico se convertia en un canto a lasexcelencias del Rgimen- sino que, sin duda faltos deacontecimientos, en numerosas ocasiones daban como hechosconsumados lo que no eran sino intentos, sondeos opropuestas. Adems, el carcter "oficial" de la prensa deaquellos aos hace que existan minimas diferencias entre unosmedios y otros, por lo que toda declara.cin oficial erareproducida literalmente un da ms tarde por todos losperidicos, las mismas fotos y los mismos comentarios seeditaban en todos ellos, reduciendo y empobreciendo as lainformacin sobre la poca.

    En 1956 se convoca, por el Ministerio de la Vivielida, un Concurso para la construc-cin de viviendas, calificadas de experimentales, con la intencin de establecer solucionesconstructivas capaces de modificar los sistemas tradicionales, estimulando la industria dela construccin y. buscando su normalizacin. Buscando incluso encaminar a los partici-pantes, adems de detallarse claramente en las bases los objetivos a alcanzar, los ServiciosTcnicos del Instituto Nacional de la Vivienda facilitaron a los concursantes una planta tipoque poda ser tomada como referencia.

    Publicadas las bases el 27 de diciembre de 1955 (para la presentacin de propuestasse daba de 3 de marzo al 2 de abril) el concurso se estableca en dos fases: una primera,de admisin, en la que un Jurado seleccioliara -antes de mayo- quienes de entre los pre-sentados, al haber asumido el espritu de la propuesta, podran pasar a una segunda,consistente en la realizacin -enDn plazo de cuatro meses- de la obra. Recelosa la convo-catoria de la capacidad de los arquitectos por diferenciar teora y practica, se especificabaen las bases que las propuestas se formularan por equipos de arquitectos y empresasconstructoras, implicando as de manera directa tanto a los responsables del diseo arqui-tectnico y constructivo como a las empresas encargadas de la organizacin y desarrollodel proceso de obra: con tal fin se obligaba a que la edificacin de cada prototipo fuesedirigida por los arquitectos concursantes, asistidos por personal tcnico designado por elINV de acuerdo con el Jurado seleccionador. Por ultimo, se sealaba como el INV efec-tuara encargos a los constructores seleccionados de grupos de 200, 500 1000viviendas, a la vista de las ofertas y de los resultados obtenidos.

    , Las bases del concurso fueronpublicadas en Hogar y Arquitecturan 2, 1956, p. 15; la resolucin delmismo aparece en Hogar yArquitectura n 3, 1956 p. 11. Sobreel concurso interesa ver [NA n 193,1958, p.I-7; n 194 pp.7-14; n0195,p.8, asi como el Informe sobre elConcurso de Vivienda Experimentaldel Ministerio de la Vivienda.

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    Tres problemas justificaban la convocatoria del concurso: en primer lugar, la volun-tad por racionalizar la construccin de viviendas sociales, fomentando paralelamentela actividad de la industria; en los aos inmediatos a la postguerra, la "construccin deviviendas sociales" se haba identificado con soluciones artesanales, basadas en la tra-dicin, ignorandose el debate surgido en los aos veinte y treinta sobre normalizaciny estandarizacin. Los textos de Moya sobre bvedas tabicadas, los estudips deMuguruza sobre" viviendas para pescadores " o los detalles constructivos que publicaCrdenas en "Reconstruccin fueron, hasta casi los aos cincuenta, la pauta de unareflexin, 1 y aunque ya en aquella poca se contase con elementos normalizados, pro-ducidos en serie, la construccin segua siendo artesanal, utilizando una mano de obrabarata capaz de levantar aquellas bvedas tabicadas que tanto asombraron a los msindustrializados.

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  • 2 Los textos de Luis Moya sobrebvedas tabicadas, los estudios publi-cados en Crdenas en Reconstruccin-posteriormente recogidos en carpe-ta, el trabajo de Pedro Muguruzasobre los Poblados de Pescadores(Madrid 1940)... son pauta funda-mental para comprender el posiblenexo que une los estudios sobrearquitectura popular anteriores a laGuerra y el intento de algunos, tras1939, por establecer las bases de unaarquitectura ligada a la tradicin.Paralelamente, sobre "lo popular" enItalia o Alemania, ver el trabajo de J.L.ESCARIO. Enseanzas de un viaje aItalia. El Agro Pontino. en Revista deObras Pblicas. 1940, pp. 133 Y201-5o las referencias que algunos hacen aSchultze-Naumburg a los nuevetomos de sus Kulturarbeiten.Sobre el concurso de Vivienda Rural lanota ms amplia aparece en LaVanguardia de 2 de agosto de1939p.l.

    lb" Las primeras disposiciones sobrevivienda social aparece en Decretode 13 de abril de 1939. Pocodespus se regularian las competenciasdellNV, se precisarla su posiblefinanciacin y se esbozaba laposibilidad de establecer un PlanNacional de Vivienda. En septiembredel mismo aos se establecieron lasordenanzas arquitectnico-urbanisticas:redactadas por Fonseca buscabanregular todo tipo de viviendaacogida a proteccin oficial, si bienparecian estar ms (!irgidas almbito rural que al urbano. 'La normativa siempre fue por detrsde las necesidades: Gaspar Blein(Gran Madrid n 6,1949, p.8) cifrabaen 6500 viviendas la produccinnecesaria si bien precisaba. Sinembargo, la Comisaria deOrdenacin Urbana de Madrid-(CUM) seala6a como entre 1940 y1950 tan slo se haban realizado3200, siendo slo un cuarto de lasmismas de promocin oficial. Frentea la realidad, las cifras publicadas enla prensa eran c1ari'lflente triunfalis-tas: ABC de 16de nero de 944(p_l) s.ealaba como en aquellosmomentos estaban pendientes deaprobacin casi 30.000,destacndose igalmente como seestaba "preparando" un PlanNacional de Vivienda para construir360.000 en tres aos.Cincuenta mil viviendas faltanactualmente en Madrid, come.ntabaArriba el 12 de Octubre de 1944(p.3) publicndose en Pueblo de 19de Abril de 1949 una entrevista conFermn Sanz arro en la quecomentaba como la OSH tena"entre manos" un total 45.168viviendas (en cartillas de ahorro deOSH, 9.356; 7.206 en construccin;3.528 en subasta; 13.168 enproyecto y 11.901 en anteproyecto).En Madrid se hablan entregado ya(tras 10 aos de actividad) 2.270,estando 1. 91 Oen construccin,1. 000 en proyecto, localizadas en elBarrio del Pilar (1.200); en BuenSuceso (631); en Maudes, 135 yenVillaverde, 348 etc.

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    En segundo punto, la necesidad de encontrar una respuesta econmica y de fcil eje-cucin -en un momento, sobre todo, eh' que se empezaba a plantear la autoprestacinpor parte del destinatario de la vivienda como forma de pago- capaz de hacer frente a unademanda de vivienda social en la que a las no solventadas necesidades de los suburbiosse aada una espectacular emigracin campo-ciudad que hacia mas completa todava elcaos existente en la poltica de vivienda de aquellos aos: es en esos momentos cuanto seinicia una reaccin frente a una poltica de construccin de viviendas ms preocupada enla propaganda que en la realidad: y contrastar las cifras presentadas como objetivos de los"futuros planes de viviendas" con las publicadas cuando, en fechas sealadas, las autori-dades inauguraban las construidas (la ceremonia de "entrega de llaves") demuestra comola diferencia entre entre los cientos de miles de viviendas soadas y los escasos cientosconstruidos reflejan como el dficit de vivienda social fue uno de los ms importantes pro-blemas de aquellos aos.

    Por ultimo, la convocatoria del concurso coincide con la aparicin de una nueva gene-rain de arquitectos que buscan en referencias extran'eras -en las olticas occidentalesae-' reconstruCClon - as pautas de su actuacin. Ajenos a las referencias al "estilo impe-!lal", a las citas" metafsicas" de un Cabrero influido por Libera, al clasicismo de Moya oa la posible continuidad de una arquitectura nacional ... se confiaba que los jvenes arqui-tectos, que en aquellos aos iniciaban su vida profesional proyectando viviendas sociales(y tanto daba que fuese para el Hogar del Empleado, para la OSH o la INV) fuesen capa-ces de establecer nuevas propuestas de viviendas, alejadas de las referencias a laarquitectura "tradicional" que caracterizara la labor de DGRD o dellNC. Quienes hoy sonmaestros reconocidos de la arquitectura espaolase iniciaron profesionalmente por aque-llos aos desarrollando propuestas de "arquitectura humilde", esbozando solucionesnovedosas tanto en la composicin en planta como en la adopcin de nuevas solucionesconstructivas, en la definicin de los bloques en altura o en la construccin de viviendasunifamiliares. Fueron ellos -con su reflexin sobre la vivienda social- quienes establecieron

    _las bases de una nueva realidad, quienes demostraron en la prctica su rechazo al monu-mentalismo entendido no tanto desde la voluntad de encontrar un lenguaje singular sino,por el contrario, desde la voluntad de retomar la discusin sobre la arquitectura moderna.

    El Concurso de Vivienda Experimental de 1956 no fue entonces un hecho mas delmomento (un punto de inflexin, por sus repercusiones, en la cultura arquitectnica delmomento) sino qUe, al asumirla necesidad un cambio cuantitativo y valorar esta desdecriterios tan nuevos como fueron los de racionalidad, normalizacin e industria, estable-ci una autntica ruptura epistemolgica con la "cultura" de la postguerra.

    Tras la Guerra Civil, fueron varios los concursos convocados para resolver la falta devivienda y distintas, cada vez, las soluciones adoptadas. En 1939 ellNV convocaba unpri~mer Concurso de viviendas rurales, buscando soluciones que se ajustasen al mediogeogrfico 2: frente a esta lgica, DGRD o OSH optaron por el contrario -en las contadasactuaciones puntuales desarrolladas en las grandes ciudades- por una imagen de viviendaligada a abstractas referencias a la tradicin, dotandolas incluso de un pequeo huerto enviviendas urbanas, ejemplo que se mantuvo de manera reiterada en los proyectos urbanosrealizados en todo el pas.

    En 1949 se convocaron dos importantes concursos para la construccin de viviendasgcla.T:ano, jJDLeU~IT.f:tG=TerfE)ja-y-el-s-e9tJooe-i3er--el-Co.legLQ. ae1\rquItec10sae~ El primero buscaba -para la construccin de 50.000 viviendas am.iaJes-enES)afla::-soluciones industriales al problema de la vivienda, forzando la reflexin tantosobre la organizacin industrial para la produccin de maquinaria como precisar los ele-mentos y materiales (de produccin nacional) necesarios 3. Influido por las numerosaspublicaciones europeas de la poca sobre la racionalizacin de la industria de la construc-cin, el Instituto Torroja publicaba en esos aos -a travs de sus Informes para laconstruccin- un importante numero de reseas y resumenes tanto sobre aspectos teori-cos de la normalizacin e industrializacin de la vivienda como informacin sobre

  • Situacin de cuevas y chabolas enMadrid,

    3 La convocatoria de esteConculSoaparece en el Boletinlnformativo de laDireccin General de Arquitectura,junio 1949, Las bases se publicaron enRNA, n. 87; mar. 1949 y la informacinsobre los proyectos recibidos figura enInformes de la Construccin n029,Sobre la posibilidad de mantener lavivienda popular como solucin alproblema de la vivienda, ver Gaceta dela Construccin, 16 de marzo 1950(p.5) o, en la misma, 16 de febrero1950,

    4 El Concurso se convoca como conse-cuencia de un impreciso Plan Nacionalde Edificacin que prevela la construc-cin -por eIINV- 360,000 viviendas endiez aos, ver Pueblo de 18 de enerode 1994, p.4. Informaciones, de 17 deenero del mismo ao (p.5) celebraba lapresentacin de la Memoria dellNV:daba datos y cifraba el dficit en lamisma cantidad de 360,000 vivien-das, Paralelamente, Informes de laConstruccin daba en esas fechasnumerosa informacin sobre la pollticade vivienda tras la postguerra mundial,destacndose artculos comoNormalizacin de la vivenda sueca(Ratonalserung und moderneschwdische Archtektur),por G.Paulsson, publicada n la SchweizerischBauzeitung; Acerca del problema socialde construccin de viviendas (Zumsozialen wohnungsbaupgramm), enBauen, n 6, 1949; La investigacin enla Construccin (Research in the cons-truction industry) por CF.RiJSSveiler, enArchitectural Record de febrero 1949...ver, sobre el tema, la excepcionalBibllografia 1 publicada por el InstitutoTorroja en 1949,' dando pequeosresmenes de los ms importantesarticulas especallzados publicados enrevistas extranjeras. '

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    experiencias inglesas, alemanas o nrdicas. Por ello, y tras convocar el concurso, elInstituto se reservaba su publicacin as como la capaCidad de negociar con losorganis-mas competentes la posibilidad de construir el proyecto premiado 4.

    Si el anterior concurso se planteaba desde la perspectiva de quienes buscaban unaeconoma en la construccin, el segundo fue convocado por el Colegio de Arquitectos deBarcelona, quien-proponiendo una optima ordenacin del espacio-buscaba una solucinintegral al problema de edificar viviendas cuyo alquiler mensual fuese inferior a 200 ptas..

    ~ijando en las bases la necesidad de llevar la reflexin al tema de la vivienda mnima, sepropona el emplazamiento y se determinaba la necesidad de la agrupac:in, as comodefinir los elementos constructivos y materiales, se especificaba la obligatoriedad de pre-sentar un estudio econmico y financiero, destacndose que se valorara de maneraespecial su viabilidad y presupuesto.

    El Primer premio, logrado por Mitjans, Moragas, Tort, Sostres, Balcells y Perpi, defi-na -en bloques de cuatro plantas- dos viviendas por escalera, con superflcies de 54y 67m2 para 3 dormitorios, todo exterior (con terrazas o tendederos), valorando la pieza deestar como distribuidor; concebida -se deca- desde la experiencia realizada en Basileasobre vivienda social, lo ms destacable de la propuesta era tanto su voluntad por reto-mar el hilo perdido de la reflexin centroeuropea con la realidad centroeuropea de sumomento como su actitud frente a la industrializacin, diferenciando c1ramente el senti-do de la normalizacin frente a la idea de prefabricacin, sealando en la memoria como...si la casa prefabricada es la negacin misma de la arquitectura por el contrario ...el ele:;mento tipificado, econmicamente indiscutible, como resultado de la prqduccin enserie... estticamente puede mejorar, y desde luego es elemento base de una logradacomposicin arquitectnica. . .

    Reivindicando la construccin tradicional (material cermico hueco cogido con morte-ro de cal y bvedas tabicadas para eliminar el hierro y la madera) sealaban en la Memoriacomo ...cualquier intento de tipificacin de los elementos que faciliten la puesta enobray la economa resultante dela fabricacin en serie pueden redundar en un abaratamien-to de la construccin. Pero quiz debido al ritmo lento de la industrializacin de nuestropas, as como a la crisis en el transporte, de momento interesa... slo como estudio. parael 'futu'ro. Las soluciones premiadas con el segundo (Giralt) y tercer premio (Muntaola eInfiesta) ofrecan una tipologa similar (disponiendo el primero un pasillo como distribui-

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  • 5 Las bases de este nuevo concursofueron publicadas en Informesde la Construccin, n. 10, abril 1949.Ver, sobre el mismo concurso, RNA,n. 101, mayo 1950 yCuademos deArquitectura y Urbanismo, n. 15-16,1952 Sobre la referncia que afl/sehace a la experiencia de B,as/ea,recordar que er'i 1949 se hablacelebrado en esta cidad la exposicin"Arquitectos suizos". ver la nota queda, por ejemplo, Hoch und Tiefbau de22 de enero de 1949, pp.32.

    6 Carlos Flores y Oriol Bohigasdestacaron en su da la importanciaque tuvo este VAsamblea deArquitectos, donde se tratarontambin temas tales corno el nmerode plantas en 105 edificios, en el cualpor razones de tipo econmico seexpresaba el desacuerdo con laslimitaciones fijadas porordenanzas. Sobre la misma, verGaceta de la Construccin. 24 Mayo1949, pp.3

    7 Cotorruelo,A. La pol/tica econmicade vivienda en Espaa. Madrid 1960,pp.59-60. La prensa peridica dinoticias sobre el tema: ver Pueblo de18 de Enero de 1944 e Informacionesde 17 de enero de 1944. ~Paralelamente a esta situacin, enmayo del mismo ao se exponiapublicamente un disparatado proyectoLa ciudadjardn NUevo Madrid,concibindose en Alameda de Osunala construccin de 5.000 viviendasunifamiliares.

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    dor y proponiendo los segundos agrupar las viviendas formando bloque, con una solaescalera y patio en cada uno y situando adems los servicios comunes en el interior delpatio) que se quera consecuencia de las realizaciones alemanas, holandesas o austracas 5.

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    La reflexin barcelonesa difera de la que el Torroja buscaba difundir al entender quela economa en la construccin poda lograrse igualmente racionalizando la agregacin deviviendas en bloques y estableciendo una economa de espacios; criticando implcitamen-te al Torroja su exclusivo carcter tcnico, en cualquier caso su posicin iba ms all de lapostura oficiClI: en el mismo 1949 se celebraba la V Asamblea Nacional de Arquitectura ysu Director General, Prieto Moreno, destacaba la necesidad de potenciar la arquitecturapopular, dado que ... el sistema de casas prefabricadas no poda ser eficaz en Espaa,donde encarecera de modo excesivo el coste de la construccin 6.

    Ignorando la opinin del Instituto Torroja o las opiniones de los arquitectos catalanes,la actitud oficial hasta el momento haba limitado a prometer, como se ha comentado,fantsticos e inviables planes de construccin de viviendas sociales: tras el fallido plananunciado por Girn -en el mismo 1949- para la realizacin de 360.000 viviendas o anteel fracaso incluso del Plan Nacional de 1955-56, la realidad asumida por ellNV fue enten-der que la construccin d~ viviendas deba depender de un resurgir de la industria de laconstruccin, de la posibilidad de acceder a materiales, de la voluntad de encontrar cr-ditos capaces de financiar la construccin de viviendas pblicas 7. Con siete aos deretraso el INV asuma las razones del Torroja y la reflexin catalana sobre la definicin debloques y sobre la racionalidad de los espacios. '

    En un momento -entre 1955 y 1957- en que se inicia la construccin de los Pobladosde Absorcin y se gestan los Dirigidos de la primera etapa; cuando Laguna desencadenasu actividad como responsable de la Comisaria de Ordenacin Urbana de Madrid y cuan-do el Rgimen busca -abierta ya, desde 1953, la colaboracin con Estados Unidos- hacersepresente en congresos, exposiciones y certmenes extranjeros, es cuando ellNV creaba ungrupo para estudiar alternativas a la falta de viviendas sociales, optando por establecer,mediante experimentacin con nuevos materiales, maquinarias, tcnicas y sistemas cons-tructivos, una respuesta ms correcta a los problemas existentes. La causa de este cambiovena impuesta por el cambio demogrfico que empezaba a trastocar el equilibrio exis-tente pocoi3ntes. La propuesta de Moya de vuelta hacia sistemas tradicionalesc nstructivos se haba debido, a comienzos de los cuarenta, a la falta de materiales deconstruccin, por lo que fue casi obligado asumir durante aos esta opcin; pero la reali-dad de las n bvedas tabicadas n propugnadas por Moya es que, para su construccin,requeran de un oficio y de un saber artesanal que poco a poco se iba perdiendo: y si lafuerte emigracin campo-ciudad que se produjo en los aos 50 supuso la presencia demano de obra abundante y barata, la realidad era que la mayor parte de los llegados des-conocan por completo el oficio de la construccin, motivo por el cual los aparentementesencillos problemas propuestos por Moya se transformaron en complejsimos e inaccesi-bles, en difciles soluciones para la nueva necesidad de vivienda social existente enaquellos momentos.

    La primera reflexin que surge al leer la Convocatoria del Concurso de ViviendasExperimentales de 1956 es intentar saber quien pudo redactar unas bases que se distan-ciaban claramente del Saber oficial de la poca. Si Bidagor fue personalidad clave paracomprender la reflexin urbanstica que se desarrolla en Espaa de 1939 a 1952 entien-do que, por lomismo, Fonseca y Vallejo lo fueron igualmente para comprender el debateesbozado sobre,la vivienda. Fonseca es hoy un arquitecto injustamente olvidado del queconviene recordar no slo su amplia formacin Y'conocimientos sobre la vivienda sinotambin sus caractersticas singulares: n camisa vieja n y arquitecto con larga tradicin enJos aos anteriores ,ala Guerra Civil -particip, recordemos, en el Concurso para laOrdenacin del Ensanche y Extrarradio de Madrid de 1929 aportando ideas interesantes-al finalizar la guerra tuvo un dursimo enfrentamiento con Bidagor en la Primera AsambleaNacional de Arquitectos de FETY JONS, llegando ste a acusarle de no comprender lo que

  • La Bomba

    Cuevas con fachada a la calle deGuzman el Bueno

    8 En ell Congreso de la Federacin deVivienda participaron Cort (comoPresidente) quien trato sobre elproblema de la vivienda; NicanorPuga; Fonseca (con el temaColonizaciones evolutivas); Bias Sierra,Fiscal Superior de la Vivienda; G.Crdenas y Paz Maroto.En el II Congreso de la Federacin deUrbanismo y de la Viviendapresentaran proyectos la DireccinGeneral de Arquitectura y losAyuntamientos de Madrid, Barcelonay Zaragoza. (28-10-1942).Sobre los trabajos de Fonseca en estapoca, ver La vivienda obrera en lasgrandes ciudades (Comunicacin al 111Congreso de la Federacin deUrbanismo y Vivienda. 1944);El problema de la vivienda. Madrid,1945 y La investigacin en el campode la vivienda socia/, Instituto Torroja.Madrid, 1958.Seria importante estudiar que fueaquella Federacin de Urbanismo yVivienda, integrada por los "desafec-tos" a Bidagor. Pero igualmenteimportante seria realizar un estudio enprofundidad sobre la labor dellNVdestacando cuanto la Ley de 19-04-39 de Proteccin Vivienda de RentaLimitada apenas tuvo repercusin,dado fundamentalmente ni OSH niINV dispusieron de medios financierospara resolver el problema. Sobre eltema, ver Cotorruelo, op. cit, p. 170.

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    significaba, en 1939, el concepto" Jerarqua" y conminndole a abandonar" posturas libe-. rales" sobre la arquitectura que identificaba con su pasado republicano. Marginado tras

    aquel enfrentamiento -o, por lo menos, desaprovechado en su saber- ni colabor en laJunta de Reconstruccin de Madrid ni lo hara luego en la Direccin General deArquitectura o Regiones Devastadas: "refugiado" primero, en el Instituto Nacional de laVivienda, posteriormente desarrollara una actividad paralela en la semiclandestinaFederacin de Vivienda y Urbanismo .propiciada por Cesar Cort quedando siempre -a pesarde su ms que probada fidelidad poltica al Rgimen- apartado de cualquier rgano dedecisin 8.

    A pesar de sus contradicciones polticas, Fonseca fue un arquitecto de enorme cultu-ra, especializado en el anlisis de los problemas de la vivienda. Tcnico del INV desde losprimeros momentos, haba colaborado con Federico Mayo en el intento de elaborar los pri-meros planos esbozados por este organismo tras la guerra civil, redactando no slo lasnormas para la construccin de viviendas sino participando activamente en los proyectosms importantes de aquellos aos: la reconstruccin, en Villaverde, de la colonia de SanFermn y Alfonso XIII. La importancia de esta actividad se bas en que las viviendas dedoble altura (proyectadas junto con Gmez Mesa en 1949, con una superficiede 38 m2 enuna planta y 48m 2 en una segunda) organizadas en torno a un pequeo patio delantero

  • 9 Para conocer la actividad de laObra Sindical del Hogar en Madridver L. Moya Gonzlez Barrios depromocin oficial. Madrid 1939-76COAM. Madrid 1983; F. Sanz Treintaaos de realizaciones de la ObraSindical del Hogar en Madrid, enHogar y Arquitectura n 75 Madrid,1968 y Resumen de actividades de laOSH 1943-64 en Hogar yArquitectura n 55-56, 1964; El datopara mi ms importante es el cuadroque ofrece Cotorruelo, op. cito p. 146,n. 170 da el numero de viviendasconstruidas por aos entre 1942 a1955. Los principales grupos cons-truidos en aquellos aos en Madrid,siempre por la OSH, fueron 1)Coronel Lpez Larraya (CuatroCaminos), un total de 153 viv.; 2)Virgen Pilar (4 fases) 451,478, 167Y45 mas 80 viv.; 3) Buen Suceso (CeaBermudez), 638 viv.; 4) Fermln Javier(sur Retiro), 167 viv.; 5) San Federico(Carabanchel Alto) 52 viv.; 6) SanJase Obrero (carabanchel Bajo), 383viv. ; 7) Fundacin Generalisimo(Fuencarral), 106 viv.; 8) Marconi(Villaverde), 196 viv.; 9) San Carlos(Villaverde), 103 viv. y 10) La Paz(Villa verde), 242 viv. De entre todosellos, el ms importante fue el grupode viv. de Ntra. Sra. del Pilar, concasi 1.200 viviendas. Antonio Vallejo

    ~arquitecto consejero de la empresaconstructora comentaba la obra enPueblo de 18julio 1945, p.21: elproyecto fue realizado por losarquitectos de la OSH GermnAlvarez de Sotomayor, EduardoOlasagasti y Luis Gamir. igualmentesobre el tema, ver la nota publicadaen Arriba 16 abril 1942, p.4.

    y otro trasero, durante tiempo se valoraron como prototipo de posible solucin urbana alproblema de la vivienda. Basndose en la referencia a Villaverde, fonseca elabor unas~gidas ordenanzas de vivienda (basad~bsicamente, en la experiencia alemanade~1I0s aos), ordenanzas que el propio ffgimen se vio incapaz de asumir; si la Ley de PolticaSocial de Vivienda de 1939 dejaba claro -cuanto menos en teora- que la misin del INVera orientar la construccin de viviendas as como dirigir y proteger su realizacin, en 1949Federico Mayo reconoca cmo en los nicos barrios construidos en Madrid haban sido eldel Pilar, en la Avenida de Amrica, y el del Perpetuo Socorro 9. Por ello, la entrada deVallejo sustituyendo a Federico Mayo en la direccin del INV supuso un enfrentamientoentre el nuevo Director y el arquitecto, por cuanto que el espritu posibilista de Vallejo seencontr coartado y limitado por las rgidas normas redactadas por Fonseca que no seadecuaban a la urgencia que Vallejo pretenda imponer a sus planes 10.

    La Ley de Viviendas protegidas de 1939 haba fracasado debido tanto al desinters delcapital privado porel tema -en un momento en que inestabilidad monetaria, la construc-cin de viviendas no era- inversin de posibilidades especulativas- como al aliciente quepresentaron las llamadas "viviendas bonificabies ": primando la construccin de edificiosde viviendas construidos antes de 12 meses a partir de Noviembre de 1944 (y terminasenantes de los treinta y seis: seran las llamadas "viviendas bonificables"), aquellas medidastuvieron como nica consecuencia que stas fuesen adquiridas por familias de situacineconmica relativamente desahogadas ... resultando entonces que no slo una parte delos recursos destinados a construir se dedicaron a casas semi-lujosas, sino que los empre-sarios que las edificaron obtuvieron elevadas ganancias, gracias a subvenciones de origenpblico. y los dos primeros ejemplos de barriadas de viviendas bonificables en Madrid fue-ron los barrios del Nio Jess y, luego, de la Concepcin 11.

    Para solucionar el acceso a la vivienda de social, la iniciativa oficial recurri a la OSH yINV, pero su actividad se vio minimizada por factores tan distintos como, en primer lugar,la escasez de suelo municipal urbanizado; a ello se aadi tanto la falta de coordinacinentre organismos (Patronato Municipal, OSH, INV, DGRD, Iglesia) que planteaban pro-puestas aisladas, puntuales, alejadas por completo de lo que deba ser el espritu de unaautntica poltica social como la insuficiencia de materiales de construccin y, por ltimo,los limitados recursos financieros a disposicin de las instituciones. As, los datos estads-ticospublicados en esos momentos sobre la falta de vivienda, los estudios de la Fiscala olas referencias hechas por arquitectos como Blein sealan como, en Madrid, se precisabaconstruir un mnimo de 6500 viviendas/ao, cifra enorme para la poca sobre todo si setiene presente que el total de las hasta entonces construidas por el INV, OSH, Patronatode Casas Militares, DGRD, DGA Y Patronato de vivienda Municipal. .. ascendan a 6207 12.

    Los estudios realizados por Luis Moya sobre barrios de promocin oficial en Madrido los datos que diera Cotorruelo sobre la actividad de la Obra Sindical del Hogar de 1946a 1966 reflejan como se pas de apenas 2.500 viviendas por ao a 52.000 en 1956; losbarrios de promocin oficial en Madrid se caracterizaron por una economa en la cons-truccin, el modo en la concesin de viviendas e, incluso, planteado desde la adopcin dela frmula de prestacin como forma de pago del futuro inquilino. Pero si durante untiempo la construccin de viviendas se plante desde la labor de la Obra Sindical del

    10 Diez aos de politica social,publicado en 1949 por ellNI/, esuno de los ms importjntesdocumentos grficos para conocer laactividad de aquellos aos. Sobre lasopiniones de Federico Mayo, laentrevista publicada f:n Pueblo1970411949 pp. 6-7 dondecomentaba la politica llevada a caboy daba importantes datoseconmicos.

    11 ver la referencia dada en nota 9.

    8

    12 La Construccin y sus problemas.en Gaceta de la Construccin de 24-51949, pg. 1. el Boletin de Estadisticade aquellos aos di,sistemticamente, informacin sobreel tema: ver en concreto lainformacin sobre Edficacin yvivienda que apareci en marzo1949, p.63; mayo 1949, p.66;septiembre 1949, p.62; octubre1949, p.70; diciembre 1949, p.69.

    Tambin Dficit numrico deviviendas en la misma revista demayo 1949, p.71; Viviendas puestasen servicio y su clasificacin porgrupos de alquiler mensual enpesetas. de agosto 1949, p.63. En laGaceta de la Construccin sepublicaron tambin sobre el tematrabajos tales como Una originalsolucin al problema de la viviendade 8 enero 1950, p.6; El problema de

    la vivienda. Una junta decoordinacin provivienda popular de16 de febrero de 1950, p.6; Ciclo deConferencias sobre el problema de lavivienda en Espaa, 16 de Marzo de1950, p5 Y La colaboracin delAyuntamiento de Madrid en lasolucin del problema de la vivienda,siempre en la Gaceta de laConstruccin de 1-12-1949. p.1.

  • Panormica de varias cuevas en lacalle de Guzman el Bueno.

    13 Pueblo de 19 noviembre de 1956,p.8 informaba sobre la inauguracinen Madrid de cerca de un millar dehogares modestos construidos por elINVy el Patronato Diocesano.La refe- rencia era a los grupos"Virgen .deJas Gracias" y Patriarca fijoy Garay. fijo y Garay lo configuraban35 grandes edificios de 5 plantas,cada uno con 20 viviendas. de 75 m'.El otro grupo, junto al Barrio delProgreso en Gene- ral Ricardos, loconstituian 34 edificios de 3 plantascon 334 viviendas.

    14 Para comprender de que modo seproduce la recalificacin de ciertaszonas en el Madrid de los aoscuarenta y cincuenta, es fundamen-tal el estudio de las actas de laComisaria, publicadas como anexosa la revista Gran Madrid. Destac,entre otros acuerdos, el que asumeen la Comisin de Urbanismo deMadrid de 2 /7/1947, en la que seaceptaba el informe de su propiaOficina Tcnica para ceder a la OSHterrenos en la zona noroeste deCuatro Caminos para construir 1500viviendas; la autorizacin para cedera la DGA terrenos en la Ventilla,entre Mrtires de la Ventilla y PadreRubio para construir viviendas(sesin 2/7/47) o el inters demos-trado en la sesin 19-7-51, en laque se demostraba el intersexistente -en 1950 y 1951- slo porel desarrollo de las zonas de Ventilla,Calero, Concepcin. La construccinde vivienda oficial apenas si existia(OSH, como se ha sealado, casi noconstrua) y se busca definir lo quees el paso de Palomeras a Canillejas,esbozndose una poltica de ncleossatlites en Paomeras, Canillas,Canillejas y Villaverde.

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    Hogar, IN\/, Ayuntamiento e Iglesia (destacando, sobre otras, las colonias "Virgen de lasGracias" y la "Patriarca Eijo y Garay", en la carretera de Extremadura) las viviendas cons-truidas por el Patronato Municipal de la Vivienda apenas fueron actuaciones puntuales enColn y Moscard, en las inmediaciones de la Plaza de Toros (Flors Aguilar), Chamartn,Paseo Extremadura, Cerro Bermejo... destinadas, en sntesis, a los propios empleadosmunicipales 13.

    Paralelamente a la poltica desarrollada por el privado o a laoesarrollada por losorganismos oficiales, conviene recordar que c.9.si un tercio de la poblacin de Maddd_viva, en aquellos aos, en chabolas, chozas o cuevas~l problema del suburbio -exis~tefeY de manera importante n los aos anteriores a la Guerra- se haba agravado enlos cuarenta debido, por una parte, a la destruccin ocasionada por la Guerra y, para-lelamente, se haba agravado de modo singular a causa del incontrolado movimientomigratorio existente: la consecuencia fue queen todas las grandes capitales (especial-mente en Madrid) el chabolismo tuvo un crecimiento vertiginoso ocupando reas de laciudad que los planos de urbanismo definan como zonas destinadas a diferentes ser-vicios: as, por ejemplo, en la zona alta de Castellana y Ventilla se produjo uhaimportante concentracin de chabolas, convirtiendo lo que Bidagor concibieracom9rea para la ciudad poltica y econmica en zona degradada; por ello, la poltica de laAdministracin (Comisara de Ordenacih Urbana de Madrid) fue liberar Un terrehbocupado por chabolistas, realojndolos en Quintana y Calero, barrios situados al Estede la ciudad, ms all del Abroigal 14.

    Los ncleos chabolistas fueron sufriendo mayor degrado e incrementaron su nmero:los estudios que en su da realizara el Arzobispado o los datos que se reflejan en los expe-dientes de la Comisara de Madrid referentes al tema as lo demuestran, y en este sentidoun tema hasta ahora no estudiado (Azurmendi yVillasante hicieron en su da referencia alhecho que algunos" inmobiliarios" -los hermanos Santos- vendieran parcelas de suelo rs-tico convirtindolo en suelo urbanizable) refleja como aquellos miserables poblados demiseria tenan un trazado yuna divisin en lotes establecida por u alguien", con lo queconvendra eliminar definitivamente la idea que el "barraquismo" fue un fenmenou espontneo" de quienes, en una sola noche, construan y cubran aguas a un elementalchamizo.

  • " En Gran Madrid n 2, de 1948 secomenta como en los barrios dechabolas el promedio resultante queera de 9 personas/viviendas. lo quesupone 2 familias por viviendamodestisima y hacinada. Sobre elmismo tema, J.Martin Artajosealaba en Arriba de 13 mayo1953, (p. 13) como, de las 8.000viviendas anuales que Madridnecesita, apenas se construla unacuarta parteaadiendo al dato la necesidad deedificar -para nuevas familias- 4.600mas por ao. Para absorber eldficit, comentaba, de arranque senecesitan 1.750 y para reponer lasque han cumplido un ciclo de 150aos por trmino medio 2.000 porao. Todo ello FlPs lleva a la cifra de8.350 por ao.'Por su parte Bidagor endeclaraciones a Pueblo de 18diciembre 1952 (p.8) considerabaque para la construccin ordenadade las 64.000 viviendas necesarias,seria necesario unos 40 aos.Ver, igualmente. sobre el tema, laentrevista que Cotorruelo, A. (op.cit.p. 116) cita en revista TERESA.

    f6 Orcasitas se est construyendozona verde y de modo anrquico. enArriba, de 20 octubre 1955 (p. 16)Sobre la falta de suelo municipal, elperiodista Eugenio AQUINAGApublica en Arriba de 7 noviembre1950 (p.2) un artculo en el queseala como el principal problemadel Ayuntamiento para resolver elproblema de la vivienda era la faltade suelo. Apuntaba entonces "...dos realidades deben ser aceptadas:el Ayuntamiento no tiene terrenos yla construccin de viviendas econ-micas est fuera de las posibilidadesde la iniciativa privada ".

    " Informaciones de 2 abril 1952(p. 1): poltica del Ayto. en los'prximos aos, con vistas alaconstruccin de viviendas yeliminacin de suburbios. Por ello,Gran Madrid n 11, 1950, sealabacomo ante la imposibilidad deencontrar zonas edificables, dos delos ncleos de vivienda obrera (S.Fermin y Ntra. Sra. de los Angeles)han sido proyectados en zonaverde. La Comisin acuerdaconceder autorizacin solicitada:ste seria entonces el antecedenteque marcaria el enfrentamientoentre Laguna como responsable dela Comisaria (encargado de resolverpor cualquier medio la falta de suelopara construccin de viviendaobrera) y Bidagor, autor del plan deMadrid en el que prevea enormesanillos verdes. Por ello, en Acuerdode la Comisin Urbanismo deMadrid (sesin 31/5/50) se proponeelevar al Gobierno y al Ministro, unPlan de construccin de ncleossatlites solicitando aumento de lasubvencin del Estado. La DireccinTcnica de la Comisaria plantea quePalomeras sea la l' etapa. Se pideque Ayuntamiento, C. General delParo e INV colaboren.

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    En Gran Madrid de 1948 se sealaba, al estudiar el problema, como en cada chabolavivan, por trmino medio, nueve personas o, lo que es lo mismo, dos familias en unamodestsima vivienda, con un altsimo hacinamiento y, en consecuencia, con una ms quepeligrosa situacin de higiene. Buscando solucionar el problema, desde las publicacionesoficiales se daban datos medios sobre ingresos por familia y se constataba un hecho: ellNVpoda financiar la construccin de viviendas de renta superior a 150 ptas. pero no las res-tantes. Es decir, si la falta de recursos econmicos de los chabolistas imposibilitaba questos pudiesen asumir parte alguna de la nueva vivienda, tampoco el INV poda H regalar-las H 15.

    En 1950 la COUM se plante la necesidad de hacer desaparecer el chabolismo ali-viando, en lo posible, las necesidades de la vivienda social: se empez a teorizar-recordemos los concursos de vivienda antes citados- sobre un posible Plan Nacional devivienda pero la lenta ordenacin urbana impidi el desarrollo de proyectos importantes.A la falta de suelo municipal se unan situaciones tales como venta de terrenos con~

  • Quintana, Pueblo Nuevo y Ventilla.

    y otros organismos) fijndose el nmero y clases de las mismas que deban construirsedurante el primer ao en cada una de las provincias espaolas 20.

    El proyecto de Comisara de organizar ocho poblados en las inmediaciones de Madridcobr entonces otra dimensin: se propona un nuevo estudio de las viviendas y, al mismotiempo, se sealaba como en el realojo de las chabolas deba permitir obtener solares"aptos" para la construccin de viviendas de categora superior. Identificando de nuevo"realojo" con recuperacin de suelo en zonas privilegiadas de la ciudad, la COUM -quesecomprometa a su compra y encargar su urbanizacin generaba una poltica de produc-cin de suelo destinable a viviendas bonificadas. Suprimir determinados ncleos dechabolas obligaba tanto a reflexionar sobre el nuevo tipo de vivienda social que se queradar a los realojados como liberar reas que, en el planeamiento, haban sido destinadas avivienda de clase media, incentivando entonces al privado a participar en la construccine integrndolo definitivamente en la poltica de vivienda. En base a ello, el Plan deVivienda de 1955 estableca como opcin a la vivienda social las que se denominaronviviendas protegidas y los poblados de absorcin; sin embargo, la casi imposibilidad paraacceder a suelo pblico oblig a Laguna -como ha sido estudiado- a intervenir en las zonasprogramadas por Bidagor para sus anillos verdes 21.

    " Gran paso para la solucin delproblema de la viviendas. Decreto-Leypara construccin de 20.000viviendas. La Iglesia y FE, vuelven unay otra vez a la necesidad de facilitarcasa a familias, en Pueblo 1476/1954p.3. Como consecuencia, en el BOEde 17/06/1954 se publican 3 decretospor los que se encargan alNV la orrJe-nacin de viviendas de tipo social. Seconcede re- duccin de impuestos yse encomienda a OSH, la realizacinde 20.000 viviendas. anuales.

    "Tras la aprobacin del decreto por elque se encomendaba al INV ladefinicin del plan, Sindicatosreclamaron la capacidad de desarro-llarlo: ver, por ejemplo, Los sindicatosabordan el problema de la vivienda.Declaraciones de Solis Ruiz sobre elDecreto del 1954. Pueblo, 10 de Junio1954, p. 1 o OSH ejecutara un plan deviviendas sociales. Acuerdo Consejode Ministros. Se nombra a Laguna,

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    comisario gral. de ordenacin urbanade Madrid. Decreto por el que seencomienda a INV, ordenacin delplan de viviendas sociales en Pueblo,15 de mayo 1954 (p.4) asi como LaOrganizacin Sindical aborda el pro-blemade la vivienda. Entrevista conel Jefe Nacional de la OSH. Losresponsables visitan Alemania,Blgica e Italia en Pueblo, 3 dejunio de 1954, p.7.

    20 A.Cotorruelo op.cit, p.113-114 Y117,nota 127. Ver, ademas,p.128,h.148 donde cita el Estudiospara un Plan Nacional de la Vivienda.Tambin, La Vivienda en la EconomaNacional. Discurso de apertura al aoacadmico 1955-56 pronunciado el6de octubre de 1955 por J. Fonseca.Instituto Social Len XII/.Madrid 1955.

    '1 Una de las mas interesantesinvestigaciones que debera plantearse

    es el estudio de Julian Laguna comoarquitecto promotor, ligado tanto alMinisterio de Hacienda como a laJunta de Reconstruccin de Madrid yal privado (Vasco-Central,5.A) enproyectos como la ciudad satlite ElPlanto, presentada a la Comisin deUrbanismo de Madrid en mayo de1947. Sobre los ocho pobladossatlites a construir en Madrid, serianecesario rastrear la idea desde losprimeras propuestas de Cort yStubben en los aos treinta a lasdefendidas por Moreno Torres en susaos de Alcalde. De cualquer modo,ver Valero Bermejo. De todo estonaci el poblado de absorcin: en die.1954 la Comisara prepar proyectosde 8 poblados y la OSH se hizo cargode el/os. Como en las reas dechabolas quedaban solares buenos,aptos para constr. de mas categora,la Comisara compr los nuevosterrenos y se encarg de urbanizar/os;los solares eran de su propiedad. en

    pueblo 18/9/1956 pp. 1-2. En 1955 seplantearon ocho ncleos satlites enFuencarral (2), Canil/as, Cao Roto,San Fernando, Villaverde, Pan Bendtoy Zafio, con un total de 50.000viviendas, mentras que en 1956 seproponan ncleos satlites enManoteras, Elipa, Val/ecas, Entrevas,Juan Tornero, Gral. Ricardos, San Bias(2) y la 2' fase en San Fermn,programandose 8.000 viviendas.La Comisara de Urbanismo de Madridha sealado las zonas a absorber enlos suburbios INV, OSH y Ayto. Hanacometido la tarea. Para construccio-nes del Plan de Madrid. Hoy exstenen perodo de entrega 9 pobladoscon 5.042 viviendas. De inmediato seentregarn 12 proyectos de poblado.OSH construir 5; Comisara 5 yAyuntamiento 2. La vivienda tiene unamedia de 44 m2. Antes de 1957 elAyuntamiento habr terminado otras3.000 viviendas. ms en Vallecas. enPueblo 18 sept. 1956 pp. 1-2.

  • 22 ACotorue/o, op.cit,p.142, nota162. declaraciones a Arriba de18 Diciembre 1955.

    23 Hogar y Arquitectura n. 2 -Enero/Febrero 1956

    24 F. Chueca Viviendas de RentaLimitada en Estados Unidos, Madrid1956.

    El problema no slo fue obtener un suelo que el planeamiento haba destinado a zonaverde, sino que -por la escasa capacidad de compra de los hipotticos propietarios- laconstruccin de viviendas sociales no era rentable para una iniciativa privada, lo que obli-gaba auna administracin exhausta a intervenir econmicamente, sealando ValeroBermejo... el coste total del Plan Nacional de la vivienda en este primer ao se evala en12.000 millones de pesetas. De ellos, 5.500 son aportados por el Estado; un millar por losMontepos Laborales, unos dos mil por las economas particulares de los promotores ... ycuatro mil han de ser atendidos por el crdito. En este sentido, y segn cifras oficiales dela OSH, de una media de menos de 2.000 viviendas construidas en toda Espaa entre1942 y 1954, se pasaba, en 1955, a construirse 5f.275 en un solo ao 22.

    El salto cuantitativo que se produce entre 1954 y 1955 refleja un cambio en la formade entender la poltica de vivienda: por ello, el Reglamento de 1956, adems de repetiren su articulado las ya manidas referencias a como ...se deber establecer la convenienciade orientar socialmente la construccin de viviendas en beneficio de las familias econ-micamente dbiles; de dirigir y ordenar la actividad constructiva de viviendas con lacolaboracin de los organismos oficiales; de proteger econ0micamente la edificacin devivi.endas mediante la concesin de prstamos; de atraer yfomentar la iniciativa privada,introduca dos singulares novedades 23. Planteaba, en primer lugar, la necesidad de con-vocar -con carcter excepcional concursos entre" empresas constructoras espaolas" conobjeto de adjudicar entre las seleccionadas la construccin de un determinado nmero delViviendas para ensayo y prctica de los ms adelantados sistemas edificatorios, organiza-ci del trabajo y aprovechamiento. En segundo lugar, fijaba y defina las caractersticasespaiales de la vivienda, precisando (de los distintos tipos posibles) como la 3a categorade las propuestas -las autnticas viviendas sociales- deban tener una superficie construi-da no menos de 50 m2 ni mayor de 80m2 , siempre que el coste de ejecucin material pormetro cuadrado fuese inferior al 75% del mdulo.

    Casi siete aos ms tarde, el debate propiciado en 1949 tanto por el Instituto Torrojasobre la industrializacin de la construccin como la reflexin sobre el diseo de la vivien-da que propiciara el Colegio de Arquitectos de Barcelona apareca en el Reglamento de la~ I~ de 1956. Buscndose ms una reflexin que un modelo, indirectamente se forzaba a

    los arquitectos a volver la mirada hacia la expe~ncia europea y americana, y, en este sen-tido, no slo se inicia una labor de difusin de la experiencia espaola en certmenesinternacionales (se participa, por ejemplo, en la Internationale BauAustellung -IBA- cele-brada en Berln en 1957) dando a conocer los nuevos prototipos de arquitectura socialsino que se publican un importante conjunto de trabajos sobre el tema, los ms impor-tantes de los cuales son los que publican Chueca y Fonseca.

    Viviendas de Renta reducida en Estados Unidos fue un trabajo elaborado en 1952 'ien quechueca estudiaba la experiencia de la New York Clty Houslng Authority 24.Consciente -de cuanto aqulla difera de la realidad espaola (y la primera contradiccinque sealaba era la diferencia en el ordenamiento urbano, por cuanto que las normas delINV especificaban como -mientras las ordenanzas municipales no lo recomendasen expre-samente- no se consenta la construccin de casas destinadas a viviendas protegidas sitenan ms de cinco plantas) sealaba como ..si la magnitud de los problemas no es lamisma, no debemos olvidar que en nuestro pas, con ciudades que llegaran pronto a losdos millones de habitantes, los problemas van a imponer soluciones nuevas.

    Cinco aos antes del Reglamento de 1955 y slo dos aos ms tarde del Concurso delInstituto Torroja, Chueca analizaba la necesidad de establecer unos estndares en la cons-truccin al tiempo que defina, como cualidades arquitectnicas, la correcta orientacinde los bloques; su ordenacin en bloques continuos semicerrados -frente a los bloquesabiertos- capaces de brdenar espacios libres; la baja densidad de lo construido frente a lasuperficie total del proyecto; la existencia de galeras abiertas que diesen acceso a lasviviendas y, refirindose a la planta de la vivienda, ofreca ejemplos de estndares desuperficies mnimos para cada una de las habitaciones; estudiaba la distribucin depen-

    12

    E

  • Proyecto del poblado de Palomeras.

    r25 El arto 2 y 54 del Reglamento de24 de Junio de 1955 a la Ley de 15de Junio de 1954 sobre viviendasprotegidas y viviendas bonificablesse encomendaba allNV laconvocatoria de concursos entreempresas constructoras "para elensayo y practica de los masadelantados sistemas de edificacin,organizacin del trabajo yaprovechamiento, para la ejecucinde elementos normalizados,al tiempo que se autorizaba a dichoInstituto a establecer medidas decarcter obligatorio encaminadas aobtener economlas en los materialesde construccin, especialmente enaquellos cuya produccin fuesedeficitaria.

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    diendo del nmero de ocupantes; destacaba la correcta distribucin en el interior de lavivienda, eliminando cruces en las circulaciones interiores y disponiendo ventilaciones cru-zadas y ofreca, en sntesis, una informacin que iba desde el modo en que debanagruparse los bloques a detallar como disponer una cama en una pequea habitacin condos ventanas.

    Abandonando la discusin sobre vivienda mnima que caracterizara el debate tericode los aos treinta y aproximndose a las posiciones defendidas por Sert en su Can ourCities Survive? Chueca abra un segundo frente de debate -el primero haba sido tres aosantes, al propiciar el abandono del "estilo imperial" optando por la idea unamuniana deuna opcin casticista en arquitectura- al rechazar la ordenacin de bloques abiertos carac-terstica de la OSH y el INV, introduciendo, por ejemplo, las referencias a composicionesestrelladas, a ordenacin de bloques dispuestos oblcuamer;1te. respecto a la calle, a orga-nizacin de las viviendas en el bloque buscando una mayor economa de escaleras... Ysi las previsiones de Chueca pudieran parecer fantsticas en 1952, el que fuera DirectorGeneral de la Vivienda en 1956 -Vicente Mortes- reconocera cuatro aos ms tardecomo ...en el ltimo Congreso de arquitectos -en 1951 cifraba el dfLcit en ocboc-i.e-J+tas..mil; la cifra a que llegamos hoyes realmente escalofriante: son un milin doscientas cin-cuenta mil 2S. .--'---,-------

    ~

    , Si la realidad de 1956 era cuantitativamente bien distinta a la existente poco antes, las ~referencias tericas y los planteamientos tambin lo fueron cualitativamente: el Concursode 1956 buscaba movilizar el mercado de la construccin de manera siniilar:-a-COID{Lpius lo hiciera en los primeros aos de su exilio americang,~a partida de Weimar

    !

  • 26 V. Martes. La vivienda: Ideas sobreel problema en Rvista Nacional deArquitectura; n 58.-

    La no escisin entre el desarrollo industrial y la propia arquitectura a la que ste debe ser-vir de medio para configurarse en realidad. Por ello, e independientemente de la fortunaque tuvieran las patentes que Gropius y Wachsman desarrollaran en los cuarenta para laprefabricacin de viviendas, lo realmente novedoso fue la ide de pt-encir~el desarrollQ.~dustria y 'la racionaJizaa-oJJ,ael~~.s:QJ:1ftfucci~EJl!'J.

  • roblado de Manoteras

    2l F Chueca op.cit.p.53. Cita laedicin de Sertde 1942, p.39 Yda ilustracin del site plan deQueensbridge Houses criticando sudiseo un tanto formal por su"aspecto calidoscpico a base deexgonos".

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    Pues ya nos arreglaremos con menos dinero. Que tenemos problemas de hierro? Vamosa ver si economizamos hierro. Que tenemos problemas de cemento? Vamos a ver si eco-nomizamos cemento.

    Si la pretensin del INV era estudiar y comparar tcnicas constructivas sobre basecomn de un mismo proyecto, la realidad es que la confrontacin se realiz entre tipolo-gas de viviendas debido, sobre todo, al hecho de facilitar una planta-tipo (elaborada porPrez Enciso) a los concursantes. Facilitar una referencia y establecer un programa fueequivocado, por cuanto que si se buscaba una innovacin tcnica -que llevara empare-jada una forma de construir- ofrecer como modelo una planta significaba limitar eldesarrollo de las propuestas y encauzar un determinado tipo de respuesta. Quizpudiera justificarse -y cuanto la cultura de Fonseca se percibe en este guio cmplicepara evitar problemas- rememorando como en el Concurso de vivienda mnima queMercadal convocara antes de Guerra, las respuestas fueron ms que disparatadas: enlugar de resolver el tema desde la cultura centroeuropea, la respuesta madrilea fuetan disparatada como para proponer una casa para una familia, tres hijos y dos cria-das. Pero ahora, por el contrario, establecer una planta supona condicionar el tipo derespuesta.

    Frente alas contradictorios resultados mnstructivos o la abstracta resolucin de lasplantas, tampoco nada se especific sobre la ordenacin de los bloques y la eleccindel punto donde construir ... los proyectos de vivienda no pueden ser buenos si secomete el error inicial de escoger un mal sitio sealaba Chueca citando a Sert: cons-cientes quiz de como lo que se buscaba era definir prototipos, los bloques debanpresentar soluciones flexibles al tiempo que sencillas. Se buscaba -argumentando nue-vos estndares de comunidad- proporcionar ventilacin transversal a las viviendas altiempo que se intentaba establecer una agrupacin de stas para poder as rentabili-zar la parcela 27.

    Sorprendentemente, la poltica autrquica se mantena y conociendo. (o descono-cindolo, que tanto da) los supuestos del alemn Migge sobre la posibilidad de

  • 28 Sobre los primeros intentos deestandarizar la construccin enEspaa, ver mi trabajo Normalizar lovernculo. La propuesta deGoicoechea son posteriores a laGuerra y datan de 1953, siendopublicadas en Pueblo de 30 demayo. Aos antes Pedro de Almenarhabla sealado como la opcin delas viviendas desmontables podiasignificar la desaparicin de lossuburbios (Informaciones de 4 demarzo de 1946), opinin que seriacontrastada con las de Luis Moya yRafael Barrios:

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    establecer pequeos huertos en la parte trasera de las viviendas que facilitase la super-vivencia de los habitantes, el Concurso se convocaba sin comprender lo desfasado queera establecer huertos de vivienda en plena zona urbana. Por ello, se obviaba precisarsi lo que haba que construir eran barrios obreros, colonias satlites o ncleos en laperiferia y se entenda que la solucin deba ser una panacea capaz de resolver los pro-blemas existentes.

    In la convocatoria se especificaba como las empresas deban presentar soluciones~-la dos tipos_ d~ m.9~!dJs gE;._l/ivj~n.9a~~ue ..d:Q~r.~n s~r. agr~pables:"~nomo1f~~TIlila~r~

    ltltLQ.:A:~:QhQuo.iamiLLaLde cJo~J21ntas (ti po "El"). LosbIOques'u"'de6Ta()mpre::=der 24 viviendas en 4 plantas; el 80% de ellas debantener tres dormitorios de dos camas,una instancia mnima de 18 m, una cocina mnima de 6 m2, paseo, ducha, despensas yarmario. Su superficie total no deba exceder de 80 m2. El tipo" B" corresponda, por elcontrario, a viviendas unifamiliares de dos plantas que deban poder agruparse. Se dabaas mismo superficies mnimas a ocupar, indicndose que no deban realizarse viviendasunifamiliares aisladas.

    Podramos reflexionar sobre qu se entenda en 1956 por elementos prefabricadosy establecer, paralelamente, cuanto la industria de la construccin espaola poda asu-mir tal cometido. En 1956 el concepto "prefabricado" significaba voluntad pornormalizar encofrados recuperables, tabiqueras, peldaos, carpinteras, solados, nue-vos modelos de aparatos sanitarios, uso de hormigones ligeros... Todo ello suponaretomar el debate sobre el tipo esbozado en el Deutsche Werkbund de comienzos desiglo cuando lo que se pretenda era, bsicamente, establecer una normalizacin de loselementos constructivos. A travs de La casa, el debate haba llegado a la arquitecturamadrilea de los aos treinta tanto entre quienes optaron por la referencia a la arqui-tectura centroeuropea (los detalles construCtivos y de mobiliario en la FundacinRockefeller o en los Colegios Mayores de la Universitaria) como entre quienes buscaronen la arquitectura popular el punto de partida de una nueva arquitectura. Desde la pri-mera referencia a la construccin de casas baratas, vacindolas sobre un molde demadera a los congresos de vivienda instituidos en Lyon sobre estandarizacin de los pro-cesos constructivos a las irreales propuestas que, ya en la postguerra, realizara elingeniero Goicoechea sobre la posibilidad de fabricar viviendas de hormign prefabri-cadas existe un importante debate en la cultura arquitectnica espaola que hasta elmomento no ha sido nunca analizado 28.

    Desde este conjunto de contradicciones, el modo en que el Jurado se enfrent al temafue especialmente interesante: se puntuaron cuatro sumandos diferentes (el primero, con35 puntos, para rendimiento en el tiempo compensando ste por el capital inmovilizadoen la maquinaria pesada; el segundo, con 25 puntos, por la composicin y nivel arquitec-tnico; el tercero, con 20, a la calidad del sistema constructivo y el cuarto, con otros 20,se enjuiciaba la calidad de la ejecucin). La constructora HELMA,S.A. y arquitecto Romar:yobtuvieron la l!ll)lor puntuacin para bloques de cuatro plantas; AGUIL. e[se.godo~_eltercero a CONST!lUCrORA ASTU~~y Cu~illo}, en cuarto lugar,SAN MART~~~nSenz de OLza como arguitecto. _uu~~~_~~_~u . ~~_~'~U'U-

    Extraamente los que entonces eran maestros reconocidos ignoraron la convocatoriay pocos arqutectos con experiencia en el tema, ligados a la administracin, participaronen l, aunqueRoman Cubillo Oiza uienes, a fin de cuentas, ganaron el concurso)estuviesen y siguiesen ligados a las actuaciones del INV y de la OSH, tra ajan o en en osprimeros poblados de Absorcin. Junto a ellos, destacaron Capell (con V.de Aguil), quienobtuvo la segunda puntuacin en el proyecto de bloque" A"; Miquel (que se presentabacon Ponte y Rivero)"y que tambin intervendra en los poblados- o el proyecto de Boschy Cassinello (presentados junto con Colomina y Serrano) que obtuvieron el tercer y primerlugar con sus viviendas unifamiliares.

    da i

  • Ncleo satlite de San Bias.

    29 Sobre la actividad anterior dealgunos de los concursantes,conviene recordar que un aodespus de la convocatoria entre los4 primeros puestos se encuentrantres arquitectos que trabajan en elHogar del Empleado; Empresapromotora relacionada con la Iglesia,que est llevando a cabo una granparte de la arquitectura social deesos aos. Alli trabajan Romany,Cubillo, Sierra y Senz de Oiza,realizando unidades vecinales comolas de Erillas y Batan o el Pobladode Calero.Sobre la actividad de "El Hogar delEmpleado" conviene ver las actas dela Comisin Urbanismo Madrid(acuerdo enero sesin 7/1/53)solicitando aprobacin del proyectode viviendas protegidas, en el solarE, del noreste de Cuatro Caminos; elacuerdo de la sesin de 1/7/54 sobrela construccin de 80 viviendas enGeneral Vare/a; asi como L. MoyaBarrios de promocin oficial, Madrid1983 donde da cuenta de losproyectos deNtra. Sra. de Guadalupe,Ntra. Sra. de Covadonga.Ntra. Sra. de Covadonga.Ntra. Sra. de Montserrat.

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    La mayor parte de las soluciones partan de un planteamiento comn, si bien la ima-gen propuesta difera formalmente: la premisa de mxima economa en la construccinimplcita en las bases se reflej en la voluntad por simplificar las fases de obra y definir loselementos prefabricados, as como en la reflexin sobre la rapidez de un montaje realiza-do por una mano de obra no especializada... Se busc modular en planta y altura todoslos elementos constructivos (intentando evitar una excesiva rigidez), separando las fun-ciones de soporte de las de cerramiento y concibindose -en la mayor parte de los casos-la estructura como muro de carga. La separacin de funciones facilit mayor libertad parala apertura de huecos (Oiza, Cassinello, Cubillo...) y los huecos rasgados o corridos -queevitan petos o capialzados tradicionales- convertan la construccin del paramento en unaalternancia simple entre macizo y hUeco, confiriendo (Romany, Cubillo, Oiza o Coderch)al alzado un carcter de modernidad y abstraccin. As mismo, la citada separacin defunciones posibilitaba agrupar los bloques de servicios (cocinas y aseos), buscando un aho-rro en las canalizaciones de las aguas 29.

    Cul fue el resultado de las premisas impuestas? En primer lugar, los estndaresesbozados (que no definidos) eran limitados en sus aspiraciones y, por lo general, quienesaportaron soluciones lo que hicieron fue ms modular un proyecto que trazarlo desde laidea de normalizacin en la construccin. Es cierto que ciertas propuestas se concibieroncondicionadas por determinadas patentes; pero la mayor parte de los concursantes, porel contrario, respondieron desde el oficio, desde el saber hacer, buscando ms una lgicaen la composicin que esforzndose en aplicar estndares o esquemas industriales. Quiz,pudiera argumentarse, la respuesta fue coherente a una imprecisa demanda: quienestuvieron como referencia los estrictos mnimos definidos en la construccin americana -quienes conocieran el estudio de Chueca, por ejemplo- no podan ignorar que si en EEUU,

  • en 1950, las cuestiones de mantenimiento, gastos generales (las salas de mquinas y ser-vicios de los bloques eran como laboratorios automatizados) estaban cubiertas por lasinstituciones, en la Barcelona de 1949, por el contrario, se haba llegado a plantear la con-veniencia de suprimir -por ahorro- la calefaccin yagua caliente en estas viviendas.

    Analizando las soluciones dadas a las viviendas unifamiliares y a las colectivas, es evi-denteq\le hubo clara diferencia de planteamientos: si el tipo arquitectnico msgeneralizado en la? propuestas unifamiliares era una adaptacin de la experiencia de losaos veinte -lo que explicara lj gran similitud de respuestas constructivas y estructurales-por el contrario en las propuestas de viviendas colectivas de cuatro plantas si hubo varie-dad de tipos arquitectnicos, constructivos y estructurales, utilizando por ejemplo muros

    .de carga de fbrica de ladrillo (Cubillo, Romany, Cassinello o Sinz de Vicua) tmn1.e...a~pQ(,~ticos de hormig2rLll1DaQQ~4Qiza). . '

    Si el anlisis de los alzados en los bloques permite comprender cuanto hubo un deba-te entre diseoyvluntad por normalizar, las soluciones dadas a la ordenacin de losbloques parecen, por el contrario, venir determinadas de antemano: la propuesta de blo-ques lineales se repitene todas las presentadas e incluso cuando aparecen con forma de

    .estrella -como ocurre e la propuesta deCastelao y Escol"Sinz de Vicua- stas se tra-tan como variante. Por qu se adoptaron entonces unos tipos tan rgidos, que ni eran losms econmicos ni los ms flexibles, a la vista sobre todo de las experiencias europeas yamericanas? La nica respuesta 'que cabe es sealar cuanto las propuestas de los pobla-dos de absorcin ya realizados iniciados, y por tanto experimentados, influyeron en eldiseo de los bloques: yque una respuesta anterior, experimentada, se propusiese comoopcin al concurso era entrar en abierta contradiccin con el espritu del mismo.

    La mejor puntuacin global del concurso la obtuvo la propuesta presentada porRomany,. junto con la constructoraHELMA S.A., planteando en los bloques u A u viviendascon una superficie edificada de 78,9 m2 mientras que, en las unifamiliares, propona79,73r:n2 , EstableciEmdo una rgida modulacin, parta de una retcula de 35 x 25 y pro-pona una variedad en la construccin basndose en materiales, formas... Definiendo unaestructura demuros de carga (tanto de fbrica como de bloques de cemento) con cuatrometros de separacin y atados mediante una viga prefabricada aligerada, el forramientose realizab,a por ~Iementos prefabricados modulados, traslosados con una placa de hor-mign celular, diseando los cercos de los huecos mediante piezas prefabricadas dehormign y guas metlicas para vidrio. Incorporando la escalera al exterior -Chueca habaestl,1diado las posibles agrupaciones de viviendas en torno al ncleo de la escalera- y tra-tando los muros con ladrillos vistos, Romany simplificaba las instalaciones, concentraba losaparatos y reduca, como he sealado, las distancias en la canalizacin..' I

    Preocupado por desrrollafsu proyecto desde supuestos de ecorDma en la construc-cin, la rica cermica exterior o la ventana~ que swStitua a los huecos

    conVencio~a.les utilizados en ~royectos ante~iores,~~bu~caba ~~a tipificacin mxi-ma en la VIVienda pero asumiendo cuanto esta deba ser flexible, utilizando elementos yprocedimientos de prefabricacin sencillos (lo cual deba evitar hacer terminaciones aca-badasen obra): Su propuesta insista en aspectos tales como ver;1tilacin transversal de lasviviendas o en la facilidad de adaptacin al terreno, la posibilidad de orientar de igualmodo todas las viviendas y, por ltimo, sealando como, con agrupaciones paralelas, sepoda conseguir dentro del rea general unas zonas de mayor densidad de edificacin,dejando los espacios verdes unidos y en mayor superficie. Apareca adems, en la plantapropuesta, una preocupacin por controlar los espacios residuales (del distribuidor al dor-mitorio, bao...) que, pese a lo ajustado de la plana, demuestran un esfuerzo porenriquecerlas posibilidades y lograr una flexibilidad de espacios.

    '~. Sus ref~:nC,ias f~lg~ro,v~[l d.e~ejem21()~.~~~'2~.i~avo~:~~9.~i!~c::ura que -c~~~~"CublLLQ.=JJabla~CQ[loCldo tras un,vaJeal norte de Eut:pa. los testimonios dehabernor-~~ o" ~'~""~"_""""_""_,... _ ._"~_~"" ' ',."'-' .,,',- '0" . , .,-".... -_,.,""~~ .,__._"__.. _.,,.__ .,._. __ ,,,._, __ .. _._ .. _.... ,_._,~"_".,,~'""~_~.,,.,..._J ~_._.,.-~,,~-,-.-.-'--- . -, ..-...-- ...- ..-, .~.-~,'-~--_.- ..,..-.~ .-.-.~~._.....-~.'~.-_____c..'"'"'

    dico,la experiencia .mericana de iza o las referencias que Moneo hiciera a Jacobsen,-~--~ ..~, ..,_....,..........-......__....------.~", ..----"'-"'''-'~----,--,,--.- ...~,"-'~" '~'''''''-'~--'''-''--~''-''--''''-----~~'''-'''--~''----'''-'----'-~------ .._-------"" ....~ ...-.~-~~.--,,~~-.- .. --..--~-----_:._._--_ .._._----,,----->

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    ~&. L

  • en su artculo sobre Entrevas, demuestr~n~uant() 1~~rq~i!~cturaesea~()laf~~c~f?9sg~aDrrse a n~uevas opdon~~~S(']~'~r.s--a~~y~~r
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    'puesto con suficiente elasticidad como para poder ser realizado en diferentes puntos dela pennsula.

    La solucin "A" presentada consista en bloques de viviendas de cuatro alturas, agru-paba estas dos a dos por escalera, con un sistema constructivo resuelto con estructura dehormign armado, forjados cermicos aligerados y cerramientos ligeros. Propona ademsuna terraza asfltica como sistema de cubricin y, en su defecto, cubierta de fibrocemen-to de poca pendiente y mucho solape. La estructura de hormign armado se resolvamediante pilares y vigas tipificadas; los cerramientos, con piezas ligeras, moduladas. Lasescaleras, punto fundamental del proyecto, se basaban en un principio ya experimentado,econmico y de fcil conservacin: peldaos y mesetas estaban constituidos por elemen-tos independientes de hormign armado que, preparados a pi de obras, se podanmontar al tiempo que se levantaban los cerramientos. Pero lo que distingua a las vivien-das de iza -junto a las de Cubillo- del resto de los proyectos, era su imagen exterior. Laventana corrida sUstitua ahora a los huecos convencionales utilizados anteriormente, sibien este tipo de ventana no fue bien recibido por los ocupantes y en muchos casos sera,ms tarde, sustituida. .

    Las viviendas de dos alturas (tipo "B") se resolva como de tipo unifamiliar, en con-tacto con una superficie de patio, jardn o corral. Sustituyendo la incial idea de Migge dela huerta por una pequea parcela de verde, iza reflejaba cuanto la influencia del saberamericano haca variar los supuestos autrquicos mantenidos por Fonseca en algunos desus proyectos. Defina, en estas viviendas, una estructura de muros transversales a facha-das de gran economa y, al ofrecer una solucin en planta de cruz, garantizaba la rigidezdel conjuntoen todas las direcciones. Al mismo tiempo; reiteraba la conveniencia de con-centrar los servieioseinstalacionesen ambas viviendas y propona a la industria la creacinde nuevos tipos de instalaciones en griferas y aparatos sanitarios que permitiesen unamayor economa en el presupuesto.

    El Concurso sirvi entonces para potenciar el debate sobre la conveniencia de la nor-malizacin, y aunque los resultados obtenidos no alcanzaron las metas deseadas -ydejando de lado innovaciones sobre temas puntuales- es evidente que si se consigui unprimer e imprtantepaso:conocer, ordenar y difundir entre los distintos profesionales dela construccin los recursos con los que contaba la Espaa del momento, estableciendocuales eran los caminos a seguir para desarrollar, desde la normalizacin, el mercadoindustrial con materiales autctonos, dotndolos de la necesaria garanta de calidad.

    A partir de este momento se iniciaron en Espaa una serie de "sellos de calidad demateriales" destinados a proveer la construccin las viviendas no slo de este Concursosino del mismo Plan Nacional. En el mismo ao de 1956, el Instituto Nacional deRacionalizacin del Trabajo convocaba un concurso para estimular el carcter prctico oterico sobre la "organizacin cientfica del trabajo y sus aplicaciones a la Industria", elINV convocaba concursos sobre racionalizacin de muebles para viviendas econmicas,diseos de cocinas, cercos de ventanas y puertas...

    El concurso se publica y comenta extensamente tanto en revistas profesionales, enpublicaciones oficiales e incluso Alberto Sartoris hace referencia al mismo en ArchitecturalDesign, publicando en 1958 las propuestas de Romany y Coderch. Sorprendentemente, apesar de haberse definido desde la voluntad por normalizar la construccin, lo que sepublican son respuestas arquitectnicas, dibujos a mano alzada, imgenes formales quenunca vendrn acompaadas ni por datos econmicos, ni por detalles constructivos ni porreferencias a como la industria podra repetir aqullos. Incluso, podramos aadir, los pro-yectos publicados sern siempre los mismos, ignorndose -sin explicaciones- muchos delos presentados. '

    Podra decirse, a partir de este Concurso, que la experiencia espaola en cuestionesde vivienda cambi de forma radical? La respuesta es compleja: si nos referimos al tipo,

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    es evidente que no; pero si hubo, por el contrario, un cambio de mentalidad en la inten-cin de neutralizar la industria, si se produjo una variacin a travs de los "sellos" deconstruccin, si se evidencio una alternancia en el modo de proyectar. A partir del con-curso se plantea, por ejemplo, un quiebro frente a la actitud artesanal de un Moya quereclamaba el uso artesanal del material cermico y se propone, por el contrario, una pri-mera reflexin sobre la posibilidad de industrializar este mismo material, concibiendosepiezas prefabricadas de este mismo material. Abandonandose ya los supuestos de nor-malizacin e industrializacin que haban aparecido en los aos anteriores a la Guerra,ahora la voluntad es llevar el debate industrial al campo de la vivienda social, difundiendolos nuevos supuestos y dando a conocer los avances que centros como el Torroja definenen estos momentos.

    Si nos atenemos a lo sealado en las bases, el resultado un me fiasco optando elpropio INV por ignorar los resultados, encargando slo a Oiza a construccin deFuencarral A. Plantendose primero en las inmediaciones de adrid los po a os e~oblados dirigidos, las experiencias tanto de Orcasitas -el proyecto de Leoz,por ejemplo- como los que se desarrollan en Fuencarral A Fuencarral B o las diferentesUVA.s marca cuanto el debate sobre la vivienda generado en estos momentos va a ser-vir, bsicamente, a Laguna para potenciar una poltica de creacin de vivienda social. Sinembargo la experiencia dura poco tiempo y ser asumida por el privado de forma parcialy tendenciosa: en 1959 se define el Plan de Urgencia Social p-or el cual se proyecta la cons-

    . truccin en Madrid, en tan slo dos aos, de 60.000 viviendas realizadas la mayoradeerras por parte de un privado al que desde una coordinacin de administraciones (canali-zacin del Manzanares, Ayuntamiento, Ministerio y Comisara) se facilita un terreno yaurbanizado. El PUS difiere sin embargo radicalmente de la poltica llevada hasta ahora porcuanto que se cede a la iniciativa privada la solucin de un problema que, hasta elmomento, el sector pblicohabia sido incapaz de resolver:. facilitar a los madrileos unavivienda propia. El xito del plan (ms de 80.000 viviendas construidas en dos aos) refle-ja sin embargo un tema tan importante como es el hecho que el nmero de viviendasconstruidas desde el sector oficial en estos momentos es ms que reducido y todo el deba-te esbozado en 1956 con motivo del concurso experimental se casi abandona. Entre laspromociones oficiales y las polticas de poblados, entre las absurdas soluciones de vivien-das adoptadas en muchos de los proyectos y las defendidas en el plan del 56 entiendoque deberan citarse no solamente los ya conocidos poblados dirigidos a la absorcin sinotambin la realidad desempeada por algunas empresas inmobiliarias ligadas a la Iglesia(muy especialmente lo que fuera el "Hogar del Empleado") de las cuales fueron arquitec-tos, precisamente, los Oizas, Cubillo, Romany, Sierra ... con quienes definitivamenterompieron -mediante unos proyectos que nos sitan en lo que es el origen de nuestra cul-tura arquitectnica, de nuestra contemporaneidad- con la bsqueda de una "nuevaarquitectura", tal y como se enunciara a comienzos de los cuarenta.