elementos del derecho publico de la paz

7/24/2019 Elementos Del Derecho Publico de La Paz

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1



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5



ELEMENTOS

DEL

DERECHO

PUBLICO.

TOMO I .



¿OÍ. i . .

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V..^ ■ ' »

1

I I \ « ¡ ¡

-X -

\



ELEMENTOS6

EL°t-

k

DERE HOPUBLICO

E

LP Z

YDEL

GUERRA

ILUSTRADOS

CON

NOTICIAS HISTORICAS, LEYES,

y Do&rinas

de

e l

Derecho Español.

POR

DONJOSEPH DEOLMEDA

T

LEON,

Caballero

del

Orden

de

Santiago ,

y Colegial

Huesped en e l Mayor

de Cuenca de

¡a

Universidadde Salamanca.

THulU

lex

s t t i s cotmnoda omnibus e f i i d modo queritur:

s i m a j o r ' t

f a r t i ,

a

summum

prodeft.Th.LivAib.

5

4.

TOMOt

Con

las Licencias

necesarias.

Madrid

,en la

Oficina

de

la Viuda de Manui*

Fernandez. Año

ds

1771.



AL

EXC.^0

SEÑOR

CONDE

DE ARANDA,

CAPITÁNGENERAL,

Y

PRESIDENTE

DE

CASTILLA,

&c.

&C.

&C.

EXC.MO

SEÑOR.

NA Obra , en

l a

q ue

s e t r a t a de e l De-

f

3

r e -



recho

Tublico

de la

Ta

y de la (guerra ;

\

á quién

con mas juña razón se

deberá

ofrecer

,

que

á

quien preside con tanta

gloria

en ambos

Tribu-

nales

?

V.Exc.a después

de haver iluftrado

las

Campañas conv

sus

mi

litares expediciones,

ha

sabido

dar

nuevo

asunto

á



á l a fama, en e l p o l í t i c o

manejo

,

y

r e ¿ t a

admi

n i s t r a c i o n de l a j u f t i c i a ,

uniendo con s i n g u l a r t a *

lento l o s dos 3 a l parer

cer , tan

diversos

e x e r c i r

¿ios

,

de

l a s

Armas

,

y

l a s

. L e t r a s . V .

Exc.a con

s u s

continuos

v i a j e s

a l a s

p r i n c i p a l e s Cortes de Eu

ropa

, con

e l p r á c t i c o

f

4

co-



conocimiento de

s u s ver

daderos

i n t e r e s e s

,

l e y e s ,

coftumbrcs , é i n c l i n a c i o

nes? y

con l a

frecuente

expedición

en l o s

nego

c i o s de Eftado ,

ha

l l e g a

do

a

poseer

en

t a l

gra

do l a c i e n c i a del Dere

cho

Publico

de

l a s

Na

ciones , q ue s i n l i s o n j a

s e

l e

puede

admirar ,

co

mo



mo

Maeítro

en

cfta

Fa

cilitad. V.

Exc*

al

fin,

con su

penetración, es

tudio

,

y

singular

amor

a

las Letras , yconlabene-

nevolencia

, yagradocon

queadmite

á losquelas

profesan, se

ha confli-

tuido

digno

protector de

ellas j queriendo

dar

a

entender

, queenlascon-

ti-



tinuadas t a r e a s de e l Go

bierno

,

no

e s .

en

su

e f t i -

macion de menor apre

cio l a Pluma q ue l a Espa

da.

. Eftas

prendas tan

d i s

tinguidas

,

q ue

adornan

a

V. Exc.a (mucho

mas

apreciables

que

l a

i l u f t r e

descendencia de tan he

roicos antecesores? ) son

l a s



l a s q ue inclinan á mi r e s *

peto

para

q ue

s e

atreva

á

poner bajo de su ampa

ro una

Obra

, en

l a

q ue

s i n duda ha tenido

mas

parte l a f a t i g a , q ue

e l

a c i e r t o .

Mi

deseo

e s

ani

mar á

l a

Juventud Espa

ñola

a

un

Eíludio

poco

practicado

h a f t a aqui,y

cu

y os

adelantamientos pue

den



den

s e r de

t a n t a u t i l i d a d

para

l a

Nacion

toda

;

pe

ro no

b a i l a mi

deseo

:

e s

p r e c i s a l a poderosa pro

tección de V .

E x c*

e f t a

e s l a

q ue

s o l i c i t o , y s i

acaso

tuviese e l

honor

de conseguirla

, desde

l ú e -

go

daré

por

bien

emplea

do mi t r a b a j o , y recom

pensado e l

anhelo, con

q ue



que

gufloso meinclino

á

quanto

pueda

contri

buir para

beneficio del

Publico.

EXC.MOSEÑOR.

¿>.

Josepbde Olmeda

y Lean*



i.

■



ERRATASDEESTE

■ - .

Tomoprimero.

PAG.i.en la cita lin. 1

1

.acomonan-

donosjee acomodandonos. Pag.

18. lin. g.

a el

, lee é l . Pag.25. lin.i.

por eso

3

lee no por

eso.

Pag. 99.

lin.

7.

Anothomia

slee

Anathomia

.

Pag.

330. lin.

1

3. abrogue , lee abrrogue.

Pag. lin.

7. le ofenden, lee le

ofende. Pag.

»6o. lin. 15. no solo

para

ellos a /f£

no solo para

usar de

ellos.

Pag.

177.

lin.

x y .

Inftrucion,

lee Introducion. Pag. 190. lin.

18.

que tiene, lee que tienen. Pag. 347.

en la cita lin. xo. Petcrbourgo , lee Pe-

tersburgo. Pag. 354. lin. ultima, Car-

taginenseS,/ff Cartagineses. Pag. 353:.

lin.

20. entones, ¿ re entonces.

ER>

■



ERRATAS DEL TOMO

segundo.

P

AG.26.lin. jj.chvo,leechtü. Pag*

343.

l i n . 9 . Regnins

l e e Repnin.

IN<



INTRODUCIOS.

L Derecho de Gentes

Publico , q ue r e s u l t a

de

l o s

r e s p e c t i v o s

i n

t e r e s e s de l a s Nacio

nes , e s e f t u d i o dig

no de l a mayor a t e n

cion

en l a

c a r r e r a de

l a s Letras ;

e s p e c i a l

mente

para l o s

q ue

s e dedican ala

Ju

risprudencia

, con e l f i n de poder

s e r

a l

gun

d i a

u t i l e s a l Eftado. Pero e s p r e c i

so confesar ,

con

dolor ,

l o poco

adelan

tada q ue s e h a l l a

en España e f t a

c l a s e de

tíhidios,

no

por

f a l t a

de

Libros

,

y

Maes

t r o s , n i por defecto de juventud

a p l i c a

da

, y e í h i d i o s a ,

sino por

l a ninguna

d i s

posicion

,y metodo

para a d q u i r i r l o s . Nues

t r o s Jurisconsultos han tratado e f t a

ma

t e r i a ,

con l a extension , y

s o l i d e z

q ue

todas l a s demás ; pero á l a verdad , mas

Tom,

l t

ha



ha

s i d o

como

por i n c i d e n c i a ,

esparcien

do en sus Obras l a s n o t i c i a s de e f t e De

recho

,

y

d i f e r e n t e s

Tratados

,

ó

Ramos

de é l , q ue tratandolo metodicamen

t e , y con p a r t i c u l a r i d a d ,

como s e

r e

quiere

para su

perfecto

conocimien

t o , ( a )

Los Autores Eftrangeros l o

han e x -

puefto

con

mas

extension

,

y

metodoi

1F^

( a ) Los mas conocidos

AA. de e f t e

Derecho en

t r e nosotros son : El Licenciado Caftillo de Boba-

d i l l a , (Fiscal q ue

fue

de l a Real Cnancillería de Va-

Uadoíid)

reynando

e l

Señor

Don Phelipe

Tercero

,

en

»u Obra intitulada: P e l l t i c a para C o r r e g i d o r e s , y Se

ñ o r e s de

Vasallos , en l a

q ue

descubre su

grande

t a

lento , y pr ofunda erudicion , tocando muchos pun

tos del Derecho Publico , en

especial

por l o q ue mi

ra a l gobierno de una Ciudad. Dombius Ferdinandut

Vazquez.

Pincianus Menchaca

, Juris Comultus His'

panus

Regís C a t b o l i e i ,

i n supremo

Pratorio

D o m i r t i c i

Kei

Senator. E f t e

Autor

,

Colegial

Mayor del Arzobispo,

f l o r e c i ó en e l Reynado

del

Señor Don Phelipe Segun-

do.vdió

á

luz

una

Obra

intitulada:

Controversia'

rum i l l u / t r i u m , aliarumque usu frequentium,

lib.^.ci-

vidida en dos tomos. En

e l l a s e

tratan con bailan

t e extension algunos principales puntos del Derecho

Publico ;

pero

no siendo

e l animo del Autor mas

q ue

e l

de

decidir

,

y

aclarar

algunas

especiales

con

troversias ,

originadas

en e l

e f t i l o

Forense

,

modo

de

suftanciar los j u i c i o s - , y verdadera inteligencia de

los



pero (ademas de que no á todos les es

posible adquirirlos

, y

leerlos)

siendo

al

mismo tiempo dichos Autores, por

la

mayor parte etherodoxos

,

y nacidos

en

Países

adonde

se hace

gala

de

escribir

con

demasiada libertad,

á cada paso se

advierten

en

sus

Obras proposiciones

baftante

agenas

del

debido

respeto

a

la

Religion

, y al Soberano, perniciosas

en

gran manera

3

á los que con

poca refle-

2 xion

los

casos

dudosos

,

no

s e

eftiende

a

mas

su doctrina.

y

a s i e s

una obra muy

limitada

,

y reducida , respec

to ala vafta extension, y diferentes ramos que

abraza e l Derecho Publico. No

obftante tiene

l a glo

r i a de s e r de l a s primeras q ue s e escribieron en Eu

ropa sobre c f t e

asunto

,

y

haver dado mucha

doctri

na

á l a s q ue

s e siguieron.

En nueftros tiempoi

se

hadado

tambien

a

luí

una

Obra

de

Derecho

Pu

blico en idioma latino ,

intitulada :

Apar mus Ju-

r i t Publhi H'upantct. El Autor e s tan conocido por su

literatura ,

y

diftinguido caracter ,

q ue escusamos

nombrarlo.

La Obra e s digna de su Autor : s i bien

no

hay

publicados a l presente mas q ue dos

tornos,

prometiendo

hafta s i e t e

, y l o s dichos no son sino

es como una introducion , b aparato para e l Dere

cho

Publico,

q ue

s e

ha de

tratar

en l o s demás.

Fuera

de

cftos AA. ( que con

mas extension trataron



xion

r e g i f t r a s e n

sus e s c r i t o s ,

( a ) .

„ ,

En e f t e supnefto no parece f u e r a ¿ d ¡

proposito

,

ofrecer

a l

Publico

ana

nueva

Obra.

*

i

> i

, 1

i i if i . a—

de eñe

Derecho)

hay

otros muchos

que

escribieren

de diferentes materias , á él pertenecientes. Tales

son

los

Señores

Covarrubias,

Colegial

en

e l

M.iyor

de-

Oviedo.

Prad.

i . i . fS'tnaliis: Aroaya , Colegial

en e l Mayor de Cuenca

,

Observationum , l i b . i . An-

tunez, de

Donat. Regia,

l i b . t .

W

in alus.

Salgado,

di

Regia Protec.f.,i.c.i.Ra.mlrez.de Leg.Rcgia.S¡\ctdo,de

Leg.Pclitica,Ctv3.\\os,en las Comunes. R.imosdel Man

zano

en

las P , a p i as.

Vzzquez,

en e l Gobernador

C b r t f l i a . n o ' .

Simancas

(Colegial Mayor

de

Santa Cruz) en-lxR»-

publica,' >¡Ava.rtcte,en sus

Empresas,

\lo\\na,y Avala; y

ultimamente en nueftros tiempos Don

Juan

Francisco

de Caftro,Abogadodela

Real

Audiencia de Galicia,*»

sus Discursos Criticas sobre las Leyes, f sus inUrpretes» Y

Don I»nacio Joseph de Ortega y Cotes , Cabulero

del Orden

de Santiago,

Colegial

en e l Mayor de Ovie

do,

del

Consejo

de S.M. en

e l

de

Ordenes,

en su

Obra

intitulada

:

Qutftioms

del

Derecho

Public»

,

en

iarerpre-

tacion de l o s Tratados de fax.es.

[a)

Los AA. Eftrangeros mas celebrado?

j

son e l

Varon

de

Pufrendorf ,

en su

Derecho de la Naturaleza,

y de Gentes , con l a s notas de Juan de Barbcyrac,

Hugo

Grotioí»/M Derecho

Belli

,

CPacis. Vvoll-

f i o .

Thomás Hobbes. Gravina ,

Vatel

, y

otros

mur

chos que

omitimos

por

no

ser

prolijos.



Obra

de Jurisprudencia

,

l i b r e

de

toda

sospechosa

doctrina ,

y acomodada a l e s

t i l o

de n u e f t r a Nacion.

E f t a

e s

l a

q ue

presento

,

bajo

e l

t i t u l o

de

Elementos

del

Derecho Publico : ( a ) queriendo reducir á

unos c l a r o s documentos l a v a f t a exten

sion de e f t e Tratado, para l a mas comoda, y ,

breve

i n f t r u c c i o n

de l o s

e f t u d i o s o s .

Desde

q ue

me

propuse

e s c r i b i r e f t a

Obra , juzgué q ue debia

ceñirme

solo á

p s

l i m i t e s

de unas I n f t i t u c i o n c s de e l

Derecho Publico

de

l a Nacion , s i n e f t e n -

derme á dar una

H i f t o r i a

completa

de

c i .

No

hay

duda q ue s e r i a e f t a muy u t i l ,

y

n e c e s a r i a , pero a l mismo tiempo

muy

d i f í c i l , y

penosa

: requiriendose para

1T 3 e l l a

( < 0 Intitulamos e f t a Obra Elementos , queriendo

dar

j

entender

no

e s

mas

q ue

unos

rudimentos

del

Derecho Publico

,

por medio

delos

quales puedan

los eftadiosos ( que quisiesen aplicarse á l a vafta eru

dicion de e f t e eftudio) adquirir l a s principales noti

cias , y tomar

l a s

s u f i c i e n t e s luces , para poder

coa

conocimiento , y s i n confusion alguna, r e g i f t r a r des

pues l o s

inmensos volumenes q ue

s e

han escrita

so

bre

e f t a

n r u t e r i a .



e l l a

e l t a l e n t o

,

no solo de

uno

, s i n o de a l

gunos Sabios, empleados por mucho*

años en r e g i f t r a r l o s Monumentos a n t i

guos,

y

reconocer

l o s

mas

p a r t i c u l a r e s

e s c r i

tos ,

para conseguir e l f i n de

su

comision.

Y no debe parecer

extraño

e f t e i n f a

t i g a b l e e f t u d i o , s i s e considera l a p r e c i

sion

de formar á un tiempo

mismo

qua-

tro d i f t i n t a s

Obras,

todas

de

una

v a f t a

erudicion

,

é

indispensables

para

e l

inten

t o .

La primera,

una H i f t o r i a completa

t d e todas

l a s

Leyes de J Z s p a f i a , desde

su

origen, n a f t a nueftros tiempos, con

«na exada

n o t i c i a

de sus Legislado

res,

de

l a s

v a r i a c i o n e s

q ue

hanpadecidoi

' d e su

decadencia, extincion,

ó

renova

cion

, y

d e l uso q ue

a l

presente

de e l l a s

se

hace

; con

o t r a s e r u d i t a s n o t i c i a s , pre

c i s a s para v e n i r en conocimiento de d i

cha H i f t o r i a .

( a )

Bien

(4) De e f t e

asunto

tenemos una

Obra

dada

i

luz e l

año de

1738.

intiuladai Derecho

Real

de

Ei$añay

su

Autor Don

Antonio

Fernandez Prieto

,

Abogado

de l o s Reales Consejos* No

s e

l e puede negar á dicho

Au-



Bien s e

d e j a compiehender

l o v a f t o ,

y d i l a t a d o de e l l a , siendo asunto

de

l a

f a t i g a de muchos e r u d i t o s .

No f a l t a n en España sugetos capaces

para e l desempeño de

e f t c encargo

,

pero

juz go por imposible e l q ue l o logren i no

por f a l t a

de talentos,

s i n o

de

n o t i c i a s .

Con

l a

irrupcion

de

l o s

Moros

padecie

ron mucho l o s e s c r i t o s de aquellos tiem

pos,

y

l a s

memorias

q ue

pudieran

s e r v i r

de

s o l i d o s

documentos , para

l o

suce

s i v o . Durante

e l

espacio de

ocho

s i g l o s ,

no pensaron en mas l o s

Españoles

, q ue

en l a s Armas ; y aunque no f a l t a r o n Es

c r i t o r e s

,

no

creo

hayan tocado

en

e f t a

materia. De l o s q ue han

e s c r i t o

despues,

algunos

han dicho algo , y de otros hay

n o t i c i a

q ue

e s c r i b i e r o n mas difusamente,

pero

s u s

Obras ó

s e han extinguido , 6

yazen

sepultadas en

e l olvido

de algunas

antiguas Bibliotecas,

negadas

á lainspec-

4 cion

Autor e l singular talento q ue s e descubre en su Obra,

pero

efta,

por

desgracia,

quedo

incompleta , y s e

debe mirar

mas

como un

Compendio , q ue

como

Obra

principal

;

no

dirigiendose

i

otra

cosala

idea

de

su

Escritor.



cion de l o s e f t u d i o s o s ,

A e í t a

H i f t o i i a

d e l Derecho Civil ¡

H

Particular, s e s e g u i a l a d e l Derecho Par

t i c u l a r ,

ó

comun

á

l o s

I n t e r e s e s

de

l a

Na

cion. E f t a

Obra no

e s

de menos conse-

quencia q ue l a antecedente.

Los

diversos

i n t e r e s e s de l a Nacion , segun l a

variedad

de l o s tiempos

,

e l p o l i t i c o manejo delos

negocios , l a s

d i v e r s a s

u t i l i d a d e s

de

t a n

t o s

pequeños

Soberanos

,

como

ocupa»

ban

l o s

Tronos

de t a n d i f t i n r o s

Reynos,

y l a s a l i a n z a s , conexiones,

contratos,

y

c i e r n a s incidentes de e l Derecho

Publico

de aquellos tiempos, pueden formar u r t

copioso

,

y

erudito

Tratado

,

no

menos

«preciable q ue e l primero, aunque no me

nos

imposible

, por tropezar

en

l a s mismas

d i f i c u l t a d e s .

La H i f t o r i a

d e l

Derecho Canónico Es

pañol , e r a por

consiguiente

n e c e s a r i a .

Antiguamente ( e n e s p e c i a l despues de a

conversion

d e l Rey Recaredo , y de todos

l o s Godos

á

l a verdadera R e l i g i o n ) en l o s

Concilios Nacionales s e t r a t a b a , no solo de

l a reforma, y d i s c i p l i n a

E s c l e s i a f t i c a

, sino

es



es

tambien

de l o s negocios de Eftado ;

e s

tableciendo

Leyes para e l

buen

gobierno

de l a

Monarquía

, ( a )

por

l o qual e s i n d i s

pensable

c f t a

Obra,

eftando

unidas

l a s

Leyes Canonicas

con

l a s C i v i l e s . De

e l l a

tenemos en España b a f t a n t e

dado

á l u z en

nueftros tiempos.

Últimamente , e l mismo Publico

De

recho , ó l as

Leyes

, y Doctrinas de é l ,

e s

l a quarta Obra q ue

se

deduce de l a s an

te

f i j a

Asi lo afuma e l

Doctísimo

Varon Don

Die

go

Saavcdra y

Faxirdo , en

sus

Empresas Políticas^

Empresa

5

5. Hit prievide

,

tf providé

, donde

hablan

do

de

efte

caso

dice

:

Con

e l l o s

fines

s e

convocaban

l o t

Concilios de Toledo, en l o s anales , no solose trataban lat

materias de

Religion ,

sino e s

tambien las del

Gobierno

de

Caftilla;

y efto

lo

confirman mejor

dichos Concilio*

en sus Cañones, especialmente e l

11. del

1 . e l

ii.

del 3. el 46 . del 4. 3 .

del

j.y

del

6 .

y

otros que omi

timos. No por eso

decimos j

que

los

Ecíesiafticos

tuviesen

parte

del

Gobierno

del

Reyno

,

sino

es

que á

consulta

de ellos , y de otr os Varones Doc

tos determinaban los

Reyes

, lo

que

parecía

mas con

veniente par a e l

buen

gobierno

,

inftituyendo

Leyes

cu

los

mismos Concilios , como dice

e l

citado Au

tor

en

la dicha Empresa 5 5 . Les Reyes Godos consulta

ban las

cosas grandes

con l o s

Prelados

,

congregados

en

ios Concilios Toledanos,



tecedentes

,

y

á

mi

parecer ía

mas

preci

sa » pues no interesa tanto á los jovenes

aplicados,el

saber de

adonde,y como

provi

no

efte

Derecho

,

que

el

conocer

,

y

adqui

rir

las reglas de

él ,

y

de

qué

forma

se ob

serva en su Nacion. Efte fue el motivo de

trabajar eftos elementos,

ó rudimentos

,

por

medio de los quales

viniesen en

cono

cimiento del

adlual

Derecho Publico de Es

paña.

„

Se puede intitular DERECHOESPA

ÑOL,valiendose

del

exemplo del Emperador

Juftiniano

en sus

inftituciones ,

( a) en las

quales

,

hablando

del

Derecho

Civil , se

explica

en

su

difinicion

con

eftas

pala

bras :

El Derecho Civil es aquel

, que

cada

Pueblo

,

yCiudad eftableció para

sí i y despues añade : / asi

el

De

recho que conftituyÓ para sí la Ciudad

de

Roma

,

se

llama

Derecho

Civil

de

los

Romanos y y

del

mismo modo los

de-

mas.

De cuyas palabras se infiere 3 que

el

\d)

Liba i . l i t . z .



el

Derecho Publico , 6 Particular que

es

coja para s i un Pueblo , ó Nacion , de

berá

tomar

su nombre;

y por lo

tanto el

Derecho

Publico

que

escogió

el

Reyno

de España , se nombrará sin violencia De

recho Publico

Español. Nodeberá

servir

de reparo

,

el

convenir en muchas cosas

con el

Derecho

de otras

Naciones ,

pues

Vien

sabido

es

que los

Romanos

tomaron

sus Leyes

de

los Griegos , haviendose for

mado

las doce tablas , segun el

Derecho

Griego

5

y por lo

tanto

convinieron , co

moera

preciso en

muchas cosas ambosDe

rechos , sin embargo ,

no

se

confundieron;

nombrandose Derecho Romano ,

solo

el de

cfta

Ciudad. Efto

se debe observar con

mas rigor , quantas mayores sean las va

riaciones , ó diferencias , y las de nueftro

Derecho

son baftante

notables ,

asi en

el

principal

punto

de

la

Religion

,

como

en

la sucesion á la Corona , coftumbres na

cionales , modo de exercer

la

jufticia

,

y

otras

,

que

á

la verdad pueden

formar

un

derecho

diftinto del

de

las demásNaciones.

Además

de

efto,

aunque

el

Derecho

Publico ,

por

razon

de intitularse .Ikre-

cho



cho de Centes ,

conviene

con e f t e Dere»

dio general

de

todos l o s Países , no

obflante

,

bien

podremos

a p l i c a r l e , p a r t i

cularmente

á

aquel

en

e l

qual

s e

ha

obser

vado primero q ue en l o s demás , e f t o e s ,

a a q u e l l a Nacion q ue haya tenido antes q ue

o t r a s

,

Leyes P u b l i c a s ,

y

vivido

segun e l

orden e f e Sociedad , q ue previene c f t e De

recho.

Bien

c i e r t o

e s ,

q ue

España ha s i d o

en

e f t o

a n t e r i o r

á

l a s

demás

Naciones

de

Europa ;

pues

qnando

l o s

Britanos , Ga

l o s ,

y demás Países Septentrionales, v i

v i a n en l a obscura

barbarie

de s u s f i e r a s

coftiUKbrés , yá

e l

nueftro , bajo

l a domina-

den

Romana,

gozaba

d e l

Orden,

y

Po

l i c í a

,

q ue

prevenían l a s Leyes C i v i l e s ,

e f t a b l e c i d a s en l a s muchas Colonias , y Mu

n i c i p i o s ; cuyos deshechos monumentos, aun

ahora a c r e d i t a n l a verdad de e f t o s sucesos.

Bien

c l a r o s e conoció en

l a

irrupcion

delos Godos; l o s quales , despues deha-

v e r l a conquiftadocon l a s Armas

, '

querien

do e f t a b l e c e r una

dominacion

mas c u l t a ,

y

p o l i t i c a

, s e

v a l i e r o n para

e l l o

de aque

l l a s

mismas

Leyes ,

q ue h a l l a r o n e f t a b l e - »

c i d a s

en

e l

P a i s

,

formando

sobre

e l l a s

l a s

r e -



j - f g J a i de s u Fuero

juz^go.

En e l qual e l

íley Sisenando , y

sus

sucesores

r e c o p i

laron l a s

Leyes Godas 3 l a s

quales

,

por l a

mayor parte

,

no

fueron

mas

q ue

una Co

pia

de

l a s

Romanas.

Continuando

l a

Monarquía en i r s e

pt>

niendo cada d i a mas c u l t a

,

y p o l i t i c a ,

continuaron en e f t a b l e c e r s e nuevas Leyes

para

e l l o .

En

todas

l a s

de

España

s e

h a l l a

rán á

cada

paso muy apreciables

documen

t o s para e f t e f i n ; pero especialmente en

n u e f t r a s

Leyes de

Partidas, publicadas por

e l Sabio D . Alonso e l Decimo. En e l l a s s e

admiran

l a s

mas prudentes r e g l a s para l a

Sociedad C i v i l , ó por mejor d e c i r , l o ma$

sublime d e l Derecho Publico de

Gentes;

de s u e r t e

, q ue s i n mas documentos

puede

gobernarse

sabiamente

una

Nacion. De

e f t o s e prueba q ue l a n u e f t r a , no ha men

digado

de

o t r a s

e f t e

Qerecho

,

n i

ha

nece

s i t a d o i m i t a r l a s para a d q u i r i r l o ,

( a )

Ha-

[ a) E f t a verdad l a comprueban los mas c l a s i

cos

Autores

Eñrangeros , y entre e l l o s especialmen

te

e l

celebre

Grotio

,

quien

no cieñe

reparo

en

con-

f e -



Haviendo sido ,

pues

, conftítuído por

nueftras

propias

Leyes , sin auxilio

de

otras,

y

haviendose

observado

conftantemente

por

tan largo

numero de años

,

y con

tan

ta

anticipacion á

las

demás ,

no

creo

sea

violento llamar : DERECHOPUBLICO

ESPAñOL y al (digamoslo asi)

nacido

, y

criado

dentro

de

nueftro

continente

:

sin

que

efto impida

el

que las demás Nacio

nes intitulen

el

suyo del mismo

modo

respectivamente.

Efte Derecho

se

puede

considerar con

dos

diftintos

respectos ;

es

á saber : en tiem

po

de

Paz , y

en el de

Guerra

, yeftos para

mayor

claridad,

dividir entre s í . En

tiempo

de

Paz

, considerado el

Derecho

Nacional,

como haciendo relacion

á

los derechos de

la

Nacion entre

s i misma

,

que

será

l a primera

division

; y considerado

,

como

haciendo

re

lacion con las otras«Naciones ; que será la

se-

ftsar ha tomado mucha

doctrina

para

su

Obra

,

de

nueftro celebre Dan Balrtusar de Ayala , Autor d e l

erudito

Tratado

deJure

,

t S '

O f i a i t

S e l l i e ' u

,

q ue

f l e w

recio

en

e l

Siglo pasado.



segunda.

El Derecho de a

Guerra

tambien

admite dos p a r t e s : en l a primera s e t r a t a

rá

de

l a Guerra

C i v i l , ó

interna

, y de l a

«xterna

,

ó

publica

en

l a

segunda

,

conclu

yendo con

l o s

Tratados de

Paz

, Alianzas»

y

Derecho

de

Embajadores.

Tal

e s e l Plan propuefto en e f t a

Obra,

dividida en

dos tomos

, cada uno de l o s

quales

,

coinprehenderá

l a s

r e f e r i d a s

d i v i

s i o n e s .

Se

ha procurado

t o c a r en e l l a l o s

mas

esenciales

puntos de e f t e Derecho , á

f i n

de

q ue s i r v a

mas

de inftruccion q ue

< í e l i g e r a noticia : i l u f t r a n d o l a

a l mismo

tiempo

(en

quanto

permitan

l a s circuns

t a n c i a s ) con exemplos propios de nucftra

Hiftoriaj { a )

y quando

e f t e

trabajo no sea

apre-

( a )

Aunque para l a formacion de e l l a Obra hemos

tenido

presentes l a » Leyes

del Rey

no

,

y l o s princi

pales

Autores

nacionales

,

y

extraños

,

de

suerte

q ue

toda e l l a s e

funda

en

su

autoridad ,

y

doctrina , no

l i a parecido conveniente

, sin

embargo , amontonar

citas , y l l e n a r l a s margenes con todos l o s docu

mentos

q ue

pudieran exponerse

;

cosa

q ue

s e r v i r í a

mas de

confundir , q ue

de aclarar e f t e

Derecho.

Bas

te

haver señalado

los principales

Autores , y

fuentrs

de

donde

s e

deriva,

a

l a s

quales

pueden

acudir

los

q ue

dudasen de l a doctrina de l a Obra, 6 quisiesen

s a

berlas con mas extension. No abftame , porque no

pa-



«preciable

por

el cuidado , y esmero que

se

ha puefto en Formar una

idea

del De

recho

Publico

Nacional

,

creo

no

desmere

cerá , á lo menos , l a benevolencia de los

Pocios ,

el

deseo

que

me mueve á sacri

ficar mis

cortos talentos

en

obsequio

de

la Nacion , creyendo serla util , por me

dio de

aquellos

que inftmídos con efíe

eftudio en sus

verdaderos intereses ,

anhe

len á hacerla cada día

mas

dichosa*

DÉ

parezca s e evita e l trabajo ,

dejandolo

todo álos Lee*

tores,se ponen

bailantes

autoridades en

e l

discurso de

J a

Obra

,

especialmente en

l o s

puntos mas delirados,

porque no s e tengan

por a r b i t r a r i a s

l a s proposicio

nes. Por t o q ue i a a c e á l a Hlítoria de España , no

s e

c i t a

Autor

particular

,

pues

coníta

de

todos

lo*

Escritores de e l l a ,

l a

verdad de los sucesos q ue s e

señalan.



Pag.i.

i PUBLICO

DELT Z

LIBROPRIMERO.

PARTE

PRIMERA.

DELA

NACION

considerada respeto

a

sí

misma.

CAPITULO

PRIMERO.

Del Derecho Publico en general.

Ucho

se

han fatigado los Au

tores, para dar una idea dis

tinta , y un sólido conoci

miento del sagrado Derecho

de las

Naciones , pero

no

todos han podido lograr efte

fin.

La

mayor

parte

de

los

Escritores,

no

reconocen bajo el nombre

« l e

Derecho de



2 Derecho Publico

Gerccs ,

sino e s c i e r t o s

usos

, y

maximas

r e c i b i d a s e n t r e l a s

Naciones,

hechas

ya

o b l i

g a t o r i a s por s u reciproco consentimiento*

pero e f t o

e s encerrar

en l i m i t e s muy e s

trechos una Ley tan eftendida ,

y

de tanto

i n t e r é s para e l

Genero

Humano , y

a l

mis

mo tiempo desconocer su verdadero o r i

gen.

No

hay

duda

en

q ue

e s

un

Derecho

Publico Natural ; porque l a Ley de l a Na

t u r a l e z a no obliga menos á l o s Eftados,

y a l a s personas unidas en Sociedad ,que á

¡ o s P a r t i c u l a r e s ; pero no e s b a f t a n t e d i

cha

i d e a

para

conocer

exactamente

c f t e

Derecho. El Natural

de

Gentes

e s una

c i e n c i a p a r t i c u l a r , l a qual c o n s i f t c en l a

a p l i c a c i o n

j u f t a

, y r a c i o n a l , de l a n a t u r a l

Ley a

l o s

negocios, y conducía

de

l a s Na

ciones

, y s u s Soberanos ; y a s i todos l o s

Tratados,

en

l o s

quales

e l

Derecho

de

Gen

t e s s e h a l l e mezclado

,

y

confundido

con e l

Derecho

n a t u r a l ordinario ,

no

son s u f i

c i e n t e s para dar una idea d i f t i n t a

,

y un só

l i d o conocimiento

de

l a

Ley

Sagrada de

l a s

Naciones.

Es c i e r t o q ue s e o r i g i n a e f t e Derecho

d e l

xZ?

* - \ L )



de la Paz. 3

del primer

natural

inftinto que hace impre

sion

en

el corazon

humano; pero

cfto

es,

si

solo

atendemos

á

aquellas

primeras

ideas ,

y mas

remotas causas;

mas s i

adver

timos en las

inmediatas

que

le cercan

,bien

podremos reconocerlo

por

hijo

del

temor,

y l a necesidad. El hombre desnudo de bie

nes

,

deftituído

de

medios

,

y

falto

de

muchas

cosas

necesarias para

la

vida, se

puede

considerar

en la

primera edad del

mundo , como un habitante en un desier

to , acompañado solo de l a luz

de la

razon,

y

dela Divina Providencia , que invisible

mente le asifte , dexando obrar las segun

das causas que

le rodean

; su primera

ocu

pacion sería satisfacer sus necesidades:

bien

prefto

procuraría explicar

con gritos las

impresiones de

placer , y

de dolor con que

se hallaba.

Ved

aqui

su

primera

lengua,

que

juzgando por

la pobreza de algunas

lenguas

salvajes

, debe

de

ser muy

corta,

y reducirse á

los primeros

sonidos. La

compañía de sus semejantes (acaso encon

trados

en

aquellas

soledades

,

y

con

las

mismas

circunftancias

que él)

le

llenaría

de interior regocijo

, y

apego

á zia

ellos.

Aa Quan-f



4

Derecho Publico

Quando

l o s hombres mas multiplicados

comenzasen á extenderse sobre l a super

f i c i e de l a t i e r r a ,

e f t a r í a n

mas cercanas l a s

f a m i l i a s

,

y

e l

deseo

comun

de

poseer

l a s

mismas cosas ( como

l a f r u t a

de un Árbol,

l a Caza

, Pesca , y o t r a s ) c s c i t a r í a n

en

e l l o s

(precisamente) q u e r e l l a s , y combates , em

pezando

á

e j e r c i t a r s e

l a c o l e r a ,

y

l a

ven

ganza en

l o s

hombres.

Cansados

de

der

ramar sangre , y de v i v i r en un continuo

temor,y

desconfianza,

consentirian

a l

f i n en

perder

un

poco

de

a q u e l l a

l i b e r t a d

n a t u r a l

q ue

l e s e r a t a n dañosa,y formarían s u s Trata

dos

,

y

convenciones. Ved

aqui l a s prime

r a s

Leyes

: e f t a s

e r a p r e c i s o e n c a r g a r s e l a s

á

algunos hombres , para

h a c e r l a s

obser

var: ved

l o s

primeros Magiftrados. D es

pues de haver vivido de

l a

caza ,

y

f r u t o s

s i l v e f t r e s ,

l a necesidad

l e s e n s e ñ a r í a

á c r i a r

Ganados

,

y

mantenerse

de

e l l o s .

No

bas

tando

despues

e f t o s con l a gran

m u l t i p l i

cacion de

habitantes,

l a

misma necesidad,

y l a hambre d e s c u b r i r í a n l a A g r i c u l t u r a , en

señandoles e l

Arte

de d i v i d i r , y medir l a s

t i e r r a s .

E f t a s

p a r t i c i o n e s

,

para

asegurar

á

cada uno su propiedad

,

o r i g i n a r í a n

una

gran



de

la Paz. 5

gran multitud de Leyes , y Ciencias. Las

tierras

,

produciendo por su

diversa natura-

lera

frutos

diferentes

,

darían

ocasion

á

las

permutas , y cambios. Ved aqui los con

tratos

de

compra , y venta , y un sin nu

mero de reglas para el

Comercio. Efte,

siendoles embarazoso

, por

no convenirse

muchas

veces

en

los

trueques

, ni poder

jucamente

tantear el

valor de

los

efectos,

se

procuraría

aliviar,

inventando una co

sa

que

hiciera indiftintamente átodo. Ved

la

invencion

de

l a moneda,

que acuñada, y

seUada ( p a r a evitar fraudes) es

el Alma

de

las Negociaciones. El continuo trato por el

motivo del Comercio engendraría en los

hombres

diversas pasiones de

embidia,

avaricia , ambicion , orgullo , amor , vana

gloria, y

otras

innumenibles,que no corregí»

das

por

alyuna

Ley

, o

fuerza

,

produci-

*

rían perjudiciaüsimos efeoos. Eftas expe

riencias , y el deseo de defenderse de

les

mas

poderosos ,

y vivir con paz

,

y tran

quilidad , irian

poco á

poco

reduciendo los

corazones

á unirse

en Sociedad Qvfl

,

for

mando cuerpos

de comunidades separados,

en los

que

entrarían

al principio los que

A¿ vo-



6 Derecho

Publico

voluntariamente q u i s i e s e n

observar l a s con

venciones, y Leyes e f t a b l e c i d a s para

e l

buen

orden

de

s u

gobierno ,

y

despues

s e

g u i r í a n

por obligacion

s u s

h i j o s ,

y descen

d i e n t e s . Ved ,

pues

, formadas

l a s prime

r a s

Republicas, y

eftabledmientos

de

So

ciedad.

Los hombres a s i

unidos

para su ma

yor

bien

procurarían

aumentarse

,

y

t r a

b a j a r en

v i v i r en paz , gozando cada uno

l o q ue

l e pertenecía :

para e f t o e r a p r e c i

so p r e s c r i b i r r e g l a s , por medio de l a s qua-

l e s , sabiendo cada uno

l o

q ue

debía execu-

t a r

,

y

de

q ué

abftenerse

,

procuraría

no

s e r incomodo á su vecino. Ved , pues

,

l a s

Leyes C i v i l e s . Mas no pudiendo e v i t a r

toda l a prudencia humana

,

e l q ue algunos

mal

intencionados cometiesen

i n s u l t o s

con

t r a

l a Sociedad C i v i l

,

perturbando s u

f o r

ma

; procuraría r e f r e n a r l o s , y atemorizar

l o s con e l c a f t i g o , conforme l a c a l i d a d de

s u s

d e l i t o s

; y e f t e

e s

e l origen

de l a s

Le

yes Criminales. Últimamente , e l

genio

diñinto de

l a s Naciones

,

y l o s

mas ,

ó

menos

p e r j u i c i o s

experimentados

en

l a

for

ma d e l

gobierno

, h a r í a n q ue padeciera

l a s

v a -



de la Paz. 7

v a r i a c i o n e s

q ue vemos

,

eligiendo

e l q ue

mas l e s acomodase

á sus

i n c l i n a c i o n e s .

E f t a s Republicas , ó Reynos

,

s a b i a

mente

gobernados

en

tiempo de Paz

,

no

tenian

q ue rezelarde

sus

individuos

,

pero

s í , de l a

c o d i c i a

,

y

ambicion de o t r a s

Na

ciones , q ue confiadas en su

poder , po

dían v e n i r á i n v a d i r l o s . La defensa

en

e f t c

caso

e r a

j u f t a ,

y

n a t u r a l .

Ved

aquí

e J origen de l a Guerra

,

y con

e l l a e l

de

i n

f i n i d a d de obligaciones , y derechos q ue

s e siguen , a s i en e l modo de h a c e r l a , co

mo

por sus c i r c u n f t a n c i a s .

Los Tratados

de Paz ,

y

otros medios pata conservarla,

serán l o s

q ue

aseguren l a publica t r a n

quilidad

de l o s E f t a d o s .

Eftc

e s un pequeño Plan

d e l origen,

y progresos, q ue ha

tenido

e l Derecho

Publico

, h a f t a l l e g a r á

nosotros

:

cada d í a

se perfecciona

mas,

segun

van conociendo

l o s hombres , l a s obligaciones á q ue

l o s

l i g a

l a amigable Sociedad,

y l a s ventajas q ue

t r a e e l v i v i r

como hermanos

, bajo

e l

yugo

suave

d e l Derecho Publico.

Los

Romanos

confundían

á

cada

paso

c f t e

Derecho de Gentes con e l n a t u r a l ,

A

4

en



8 Drecho Publico

en

quanto

es

conocido

, y

adoptado por

todas lásNaciones.Juftiniano,que fue quien

mas

se

acercó

á

demonftrarlo

,

se

explica

con poca

claridad

, y bajo unos terminos

muy generales en sus tres definiciones

del

Derecho

Natural

,

Civil

, y de Gentes, ( a)

Su pensamiento es solo demonftrar , que

segun

el

eftado

,

y

circunftancias

en

que

los hombres se hallan , la razon les ha dic

tado algunas maximas de

Derecho , fun

dadas

sobre l a naturaleza de las cosas ,

y

generalmente admitidas entre

las Nacio

nes

; pero

efto aun es

quedarse en los

limites del

Derecho Natural , que con

viene á todos los hombres.

No se

debe

eftrañar que los

Romanos'

cuidasen poco de

eftablecer

un Derecho,

cuyo uso les

se.

ía

muyembarazoso

,

para

el

logro

de

sus

ideas.

Nj er a posible hacerse Señores del

mundo , sin quebrantar á cada paso efte

Derecho de Gentes , cuya f i e l observan

cia,

( * ) Veante

l a s dichas Definiciones en el út.z.

de

su Inftúut* - . . *

- ■



de la Paz. £

ch les

huviera

sido un eftorvo

insuperable

para

el

fin

de

sus

designios. Despues de

efttblecido

el

Imperio,

les

er a

aun

mas

i i i u c i l

; pues siendo absolutos Señores de

casi todo el Univeiso,

no havia Potencia

que pudiera

obligarlos a l cumplimiento de

sus Tratados , ó que se

atreviese

á salir

por

garante

de

sus

publicas

obligaciones.

No obftante , eftos mismos Romanos

reconocían una Ley que obligaba á los

Eílados entre s í mismos , y tenia

alguna

conexion

con

e l

Derecho

publico de las

Embaxadas. Sus Feciales ( a) eran como

garantes de l a fé publica , y los que tenían

derecho de interpretar , y decidir los casos

en que se falta á ella» Regularmente ser

vían de declarar l a Güera , aprobandola

como

jufta;

para

lo

qual

, en

señal

de

hos-

t i -

( < » ) Los Feciales fueron inftituídos por Numa

Porapilío, succesor de Romulo (entre otros varíot

Miniftros

de l a

Religion.)

Su o f i c i o era Impedir que

s e

u s . \ » c de l a fuerza

, antes

de haver tentado l o s

medios

de

composicion. Pedir j u f t i c i a contra

los

agresores.

Declarar

l a

Guerra

,

y

ajuíbr

l a s

Paces,

E f t e

nombre

de

Feciales , suena l o mismo

q ue Paci

ficadores.



io Derecho

Publico

tilidad , arrojaban

un dardo en el

País

ene

migo

:

tambien

intervenían

en los Tratados

de

Paz,

dando

fuerza

,

y

autoridad

á

las

alianzas ; pero

toda efta

apariencia

de jus»

tiffcacion publica ,

solo servia de autori

z ar las usurpaciones; y los Romanos sa

bían

servirse dieftramente, para

su

intento»

de

un derecho inftituido solo

para

l a segu

ridad de

los

Pueblos , que intentaban opri

mir.

Es verdad que

se

leen en

su

Hifto.ia

Tratados de Paz

,

y

conciertos hechos con

sus Enemigos ; pero sin embargo

de

eso,

en nada pensaban menos que en

cumplir

los

,

durandd

solo

el

tiempo

que

necesi

taban

para rehacerse de sus perdidas. Nu-

mancia, ( a) sitiada .contra todo el Derc*

cho de las Gentes , puede ser buen exem-

plo

de

efta verdad.

Los

Tratados

hechos

succesivamente

por

Quinto

Pompeyo

,

y

el Pretor Popilio , en los qus declaraban

á eftos

invencibles

guerreros por

aliados

del

Pueblo Romano,no

tuvieron mas efecto

que

( a ) Ciudad

q ue eíhba

situada a dos

millas

de

Soda

> ds l a

q ue aun s e

conocen

l a s

ruinas*



DE

la

Paz.

:

M

que el de poder salvar por efte medio

las

reliquias de sus Exercitos; mientras Ro

ma

,

embiando

otro

nuevo

,

bajo

las

or

denes

de Scipion

, logró deftruír efta infe

l i z Ciudad. La misma conducto observa

ron para hacerse

Señores

de

lo

reftante

de

España , despues

de

ciento sesenta

y siete

años de continuadas

infracciones

en el De

recho de Gentes.

( a)

Los Autores modernos convienen ge

neralmente en dar el nombre de Derecho

Publico , á aquel que debe reynar entre

las Naciones ,

óEftados Soberanos ; y solo

difieren

en

l a idea

que se

forman

de

efte

Derecho , y de sus fundamentos. Fuera

molefto referir aqui

las opiniones de

todo»

sobre efte particular; pero a l

fin

convienen

en que

es un

Derecho de la Naturaleza,

aplicado

á

las

Naciones

:

Mas

como

la

aplicacion de una regla

no puede ser jufta,

y racional , s i

ella no

se hace

de

un modo

pro-

( < » ) De e f t a s mismas Artes s e valieron par a des

t r u i r á

Viriato

,

v

a

Sertorio

,

celebres

Capitanes

de

España,»

quienes

no

pudieron vencer

con

l a i

Armas»



12 Derecho

Publico

proporcionado a l s u j e t o q ue s e a p l i c a ,

no

s e

puede d e c i r ,

q ue e l

Derecho

de

Gen

t e s ,

s e a

absolutamente

en

todo

l o

mismo

q ue e l Derecho Natural ; de s u e r t e q ue no

haya mas

q ue

s n b f t i t u i r

l a s

Naciones á

l o *

p a r t i c u l a r e s , ( a )

Una Sociedad C i v i l e s un

cuerpo bien

d i f e r e n t e

de un individuo

humano ,

de l o

cual

r e s u l t a n

en

v i r t u d

de

l a s

mismas Le

yes Naturales, o b l i g a c i o n e s , y derechos bien

d i f e r e n t e s en muchos

c a s o s ; porque

l a s

Leyes , y Decisiones d e l Derecho Natural,

no pueden

a p l i c a r s e

á l o s Eftados

Sobera

nos

,

d e l

mismo

modo

q ue

á

l o s

p a r t í c u

l a -

( a ) Son tan diversa» l a s opiniones de l o s AA»

del Derecho

Publiro

,

sobre e l

erigen

,

y modos

¿ o

derivarse

, progresos , y verdadera

inteligencia

de

el, para acomodarlo á l a s Leyes de l . » Naturaleza,

q ue

apenas

s e

puede

formar

f y f l r e m a

f i j o

;

havien-

dose hecho c a f i Metaphysico un asunto, q ue debe

conrear de principios evidentes. Ciceron dixo en

su Tratado de Officüs :

Suprema

l e x ¡ a l i a K i ' t p u -

bUc* t f t . Y bajo de e f t e principio , ( haviendo de

seguir

alguna opinion ,

entre

tantas

) formaremos

l a ¡dea

de e l l a Obra ; acomonandonos a l

modo

de

pensar

de

dicho

Orador

(en

quanto

no

s e

apar

t e de nueftro Derecho) y con l a s notables variado*

nM q ue advertirán l o s eftudiotos.



de la Paz. 13

lares ; es preciso , pues, admitir

alguna

mu

danza

en sus efectos

,

siguiendo

l a

natura

leza de

los

diftintos sujetos á

que

se apli

can. 1

Para entender con mas claridad efta

doctrina ,

es

necesario saber que las Na

ciones ,

ó

Eftados ,

son

unos Cuerpos Po

líticos , ó unas Sociedades de hombres

uni

dos

entre

sí,

para

procurar

su

bien,

y

co

modidad

, reuniendo

todas

sus

fuerzas

á

cite fin ; semejantes

Sociedades

que se unen

para

sus propios intereses ,

y

que delibe

ran

tomando

en comun las determinacio

nes

,

bien

se

pueden

considerar

como

unos

Cuerpos morales , que tienen su enten

dimiento

,

y

voluntad propia,

ysoncapa-

zes

de obligaciones ,

y derechos ;

por

lo

qual las Naciones, ó Eftados Soberanos de

ben ser considerados , como otras tantas

personas

libres , que viven entre s í en el

eííado

de l a

naturaleza.

Pero como

el

hombre precisamente

necesita

los socorros , y comercio de los

demás

para mantenerse , y

vivir

como cor

responde

á

un

racional

;

de

efto

proviene

Ja

Sociedad

natural eftablecida entre todos

los



14 Derecho

Publico

l o s hombres. La l e y fundamental de e f t a

Sociedad es,que cada uno haga por l o s otros

aquello q ue pueda, para socorro de s u s ne

cesidades.

De e f t a union C i v i l q ue

acabamos

de

r e f e r i r ,

r e s u l t a n v a r i a s

obligaciones

, ó

de

rechos, q ue

comprehenden

á todos sus

individuos.

Llamase e l primero , Derecho

Neccsario^óde l a Naturaleza. Por mas uni

dos

q ue

e f t é n

l o s

hombres

en

l a

Sociedad

C i v i l , no dejan por eso de

s e r hombres;

y

a s i no pueden eximirse de observar

l a s

Leyes

del

Derecho Natural

,

a p l i c a d o á l a s

Naciones.

Llamase

Necesario , porque

l a s

Naciones

e f t á n

obligadas

absolutamente

á

observarlo. Es inmutable ; a s i

como

l a

naturaleza d e l hombre , en q ue s e fonda ;

y

siendo inmutable l a obligacion impuefta

por

e f t e

Derecho

, e s

asimismo

n e c e s a r i a ,

é

indispensable

;

de

t a l

modo,

q ue

l a s

Na

ciones no pueden a l t e r a r l o ,

n i

d i s p e n s a r

l o , en s u s recíprocos

t r a t o s

, y

conven

c i o n e s .

Para

l o qual e s

preciso saber, q ue

hay dos c l a s e s de Tratados

:

unos

son de

qosas

ya

determidadas

,

y

admitidas

,

por

e l



de la Paz. 15

el

Derecho de

Gentes Necesario,

en

las

qua-

les convienen todas las Naciones sin dis

puta , como cosa ya eftablecida ;

y

otros de

cosas

no

determinadas

, cerno

c i e

coftum-

bres, ó nuevos usos; de los que les es

l i

cito á los Pueblos eftablecer, formar , ó qui

tar , segun mas les acomode ,

pero

en e l en»

tender,de

que

todo Tratado de

cosas

nueva

mente

introducidas

,

siempre

que

sean

con

tra lo que el Derecho de Gentes necesario

previene,

es

tenido por ilegitimo.

El

fin

de efta Sociedad natural , es

tablecida entre todos los hombr

es

, es de

socorrerse

mutuamente

,

para

l a

mayor

utilidad

de

los Eftados. Efta obligacion

subsifte

en las

Naciones

,

asi

como

en

los

particulares

;

pues

consideradas

(cada una

de por s í ) como

otras tantas personas l i

bres , eftán

por

l a misma razon comprehen-

didas

en las propias

obligaciones. ¿Quién

no tendrá por inhumano a l hembre, que

pudiendo socorrerá otro , lo dexase pere

cer, abandonandolo contra todas las Le

y es

de la

humanidad?

Pues efto mismo, que

es

delito

en

un

particular

,

no

lo

es menos

en una

Nacion

, ¡resp e&o

á

Jas otras j es-



1

6

Derecho

Publico

-penalmente no siendo c o n t r a r i a s : y aun

-

en e f t c caso , bs Leyes de l a Guerra dan l u

gar

á l a s de l a humanidad

, segun

l a s c i r

cunstancias

de

l o s

a c a s o s .

No hay

cosa mas

comun , q ue socor

r e r s e mutuamente l a s Naciones en l o s

f u

ñenos

acontecimientos

de terremotos,inun-

daciones, p e f t e s , y hambres; s i n mas f i n

que

l a

obligacion

n a t u r a l de l a Sociedad ,

y

bien

comun.

En

nueftro

s i g l o

s e

han

v i f t o

repe

t i d o s

c

f t o s piadosos

exemplares

, siendo

l o s

mas

r e c i e n t e s l o s socorros embiados

á

Portugal

, con e l motivo d e l grande t e r r e

moto d e l año de 1755. en q ue quedó a r r u i

nada

l a

Capital

,

y

muchas

poblaciones

de

aquel Reyno. Tambien en l o s naufragios,

q ue

frequentemente acaecen

en lasCoftas,

se deben executar i g u a l e s a&os de Sociedad

Civft ; de suerte q ue ninguna Nacion puede

desentenderse

de

l a s

obligaciones

q ue

e l

Derecho Natural , Necesario^ ha impuef-

to respecto

a l a s otras,debiendo s o c o r r e r l a s ,

y ayudarlas

en quanto no l e

s e a p e r j u d i c i a l

á

sus

propios i n t e r e s e s .

No poresodexan l a s Naciones de s e r

independientes

unas

de

o t r a s

;

a s i

como

un

par-



de la Paz. 17

p a r t i c u l a r l o

e s

de

otro i g u a l

f u y o :

e l l a s

ion

l i b r e s

;

y q uerer

oponerse á e f t a l i b e r t a d , s e

r í a

i r

inmediatamente

contra

e l

Derecho

de

Gentes.

Solo

l a

f é

de

l o s

contratos

puede

o b l i g a r á l a s Naciones; pero e f t o s e entien

de , conviniendo voluntariamente á e l l o s .

De e f t a

independencia

, r e s u l t a

l a

igualdad

comun ,

q ue en e l l a s

s e a d v i e r t e .

Todas

l a s

Naciones , son naturalmente i g u a l e s , s i n

que

e l mayor poder

de alguna

,

produzca

alguna d i f e r e n c i a , respecto á l a s demás;

a s i como

l a

ma yo r

,

ó menor

robuftez en

l o s

hombres, no produce

e s e n c i a l

d i f e r e n

c i a

en l a e s p e c i e r a c i o n a l . Una

pequeña

Re-

publica

,

no

e s

menos

Eftado

Soberano,

que

e l mas poderoso Reyno; y a s i

s e

i n f i e r e por

consequencia, s e r l i c i t o á

una

Nacion ,

l o

q ue l e e s permitido á l a otra , y negado

igualmente en l o s propios terminos.

Es verdad

,

q ue

dicha

independencia

en l a s

Sociedades

Civiles, no puede e f t a r

siempre s i n

interrupcion,

y

padece

frequen-

tcs a l t e r a c i o n e s ,

originandose diferentes

disputas en

l o s

Eftados

, bien

d i f í c i l e s

de

decidir , por juzgar cada

uno

q ue c f t á á

5U

lado

l a

razon.

Se

hace

muchas

\eces

Tom. 1 . B pre-



1

8

Derecho Publico

preciso

ceder ,

y s u f r i r algunas

cosas

, aun

q ue i n j u f t a s , por e v i t a r e l mayor daño , no

teniendo bañantes medios para

oponerse

con

l a

f u e r z a .

De

aqui

nace

e l

Derecho

de gentes

,

q ue

s e llama

Voluntario ; como

s i dixeramos

Presuntivo

, por e l qual se

c r e e , q ue

una

Nacion

consiente v o l u n t a r i a

mente

,

á l o q ue

,

á l a verdad ,

e s

forzada,

anteponiendo á e l p a r t i c u l a r p e r j u i c i o

,

á e l

bien comun

de l a t r a n q u i l i d a d , y conser

vacion

de Sociedad

entre

l a s

Naciones.

No

por

eso e f t e

Derecho debe perjudicar

su

l i b e r t a d ; todas son

l i b r e s

, é

indepen

dientes, pero obligadas á observar l a s Le

yes

q ue

l a

Naturaleza ha

e f t a b l e c i d o

entre

e l l a s , y tan obligadas , q ue tienen

facultad

de reprimir á l a q ue v i o l e semejantes De

rechos.

E f t a

l i b e r t a d

, ó

g e n e r a l independencia,

s e

l i m i t a

mas,

ó

menos

,

segun

l a s

diver

s a s obligaciones , q ue mutuamente l a s Na

ciones

contraen , y producen un nuevo

Derecho

,

q ue s e

llama

Convencional

,

6

de

Tratados;

pero

como

un Tratado no

obliga mas 3 q ue á

l a s

p a r t e s contratantes;

e f t e

Derecho

mas s e

puede

llamar

p a r t i -

cu-



de la Paz. 19

cular

,

que universal

de

todas las Nacio

nes.

Las

principales

reglas

de é l, se r e

ducen

á

que

las

convenciones

sean

sin

per

juicio del Derecho Natural , ó necesario,

yen observar fielmente lo contratado.

Las

coftumbres

juftas, y

racionales,

observadas por

largo discurso de tiempo,

sin interrupcion

alguna

, producen otro

Derecho

de Gentes

,

llamado comunmen

te

Derecho de Cojlumbre ;

cfte

Derecho

se

funda sobre el consentimiento tacito

de

la Naciones ; es particular en aquellas cos

tumbres

,

que

solo

se

adoptan

en alguna

Nacion

,

pero

quando

l a

coftumbreeftá

ge

neralmente recibida , obliga á todas gene

ralmente. Para no errar en el modo de

usar efte Derecho , es preciso observar la

siguiente

regla. Quando

una coftumbre

es

generalmente

eftablecida,

ya

sea

entre

to

das las Naciones

Politicas del mundo

,

yá

sea

entre las mas

de ellas, (como

por ejem

plo

en

nueftra

Europa)

s i efta

coftumbre

es indiferente en

s í

,

y

con

mas razon

s i es

jufta, y

racional

, es

obligatoria para todas

aquellas

Naciones ,

que no

se

han opuefto

expresamente

a

ella,

pero s i efta

coftum-

B2

bre



20 Derecho Publico

bre t i e n e algo de

i l i c i t a ,

ó

i n j u f t a ,

no a l

canza f u e r z a alguna , n i o b l i g a á su ob

servancia ;

a n t e s bien

todas

l a s Naciones

c i t a n

obligadas

á

abandonarla,

( a )

De

e f t a s

t r e s e s p e c i e s de Derechos , Voluntario^

Convencional

,

y de Cojlumbre , s e compo

ne

e l Derecho

Publico

Positivo , de

q ue

hemos de hablar en e l discurso de e f t a

¡»Obra; porque todos e l l o s proceden de l a

voluntad de

l a s

Naciones.

E l Derecho

Vo~

lumarioy d e l consentimiento presuntivo

:

El

Convencional ¡ d e l expreso: Y e l de Coflum'

bre , d e l

t a c i t o

consentimiento ; y como no

hay otros

modos

de comprehender l a

vo

luntad

de

l a s

Naciones,

y

deducir

de

e l l a

algun

Derecho

; de aquí

proviene

,

q ue no

hay

s i n o e f t o s t r e s

generos

de

Derecho Pu

b l i c o P o s i t i v o .

Por l o q ue acabamos de d e c i r

s e

pue

de

ver

claramente

,

de

q ué

s u e r t e s z

apar

t a

(a)

Nueftras

Leyes

tratan largamente

de

l a

fuer

z a de

l a

coftumbre , de los adios

q ue

s e

requieren

Eara introducirla

, y

de otras

particularidades

so-

re e f t e asunto. Como

s e

puede ver en l a 16. t i r .

7. part.

1 .

-

24.

tit.xg.part.

3.-

I .

t i t .

2»

l i b .

s.

Recop. y l a s j.yfi.

t i t . >. part. t »



DE la

Paz.

4 1

t a e f t e Derecho Publico

voluntario ,

del

Derecho Natural , ó

Necesario

, q ue

a r r i b a

diximos.

E f t e e s

un

Derecho

por

s u

natu

r a l e z a

inmutable

, y

f i j o

, q ue

no

permite

a l t e r a c i o n alguna ; y aquel , por l a s con

venciones , coftumbres , ó t a c i t o s consen

timientos de l a s Naciones , admite

mu

danzas

,

y

variedades

,

para

l a

u t i l i d a d

co-

* '

nuin de todas.

CAPITULO

II.

De

l a s

o b l i g a c i o n e s , y Derechos de

l a s

Naciones

, y

diversidad

de l o s

Ejlados.

LAS

bligaciones

,

y

Derechos

de

una

Nacion

,

s e deben considerar de

dos

maneras;

unos son generales,

q ue

per

tenecen indiftintamente á

todos

, como

p r i n c i p i o s generales d e l Derecho Necesario:

otros

q ue

solo

comprehenden

á c i e r t o

nu

mero de

individuos , segun l a

c a l i d a d ,

y

r i r c u n f t a n c i a s d e l gobierno

á

q ue e f t á n su-

B¿

j e -



2.2 Derecho

Publico

jetos

, y las div er sas espec ies de Sebera»

nías , eftablecidas

entre

las gentes

, para

lo que

es

preciso

advertir ,

que una

Na

cion ,

ó un

Eftado

es un Cuerpo Politico,

ó una Sociedad de hombres

unidos ,

afín

de procurar

por medio

de efta

union

,

su

mayor conveniencia

,

y seguridad.

Pero

efta

multitud,que

forma una

Socie

dad para

sus intereses comunes , y que

de

be obrar siempre

de

concierto ,

es

necesa

rio

eftablezca á

efte

fin

una Autoridad Publi

ca

que gobierne ,

y

dirija lo que cada uno

relativamente

debe

executar

para

el bien

de

la Sociedad :

Efta

Autoridad

Publica es

la

que

llamamos Soberanía ,

y

á

aquel,ó

á

aquellos que la

exercen

, Soberanos.

A

efta

Autoridad Publica se somete

todo Ciudadano

por

un

a&o

de asociacion

Civil , ó Politica ; pero aunque el Dere

cho de

todos sobre cada miembro ,

perte

nece esencialmente

a l Cuerpo Politico del

Eftado ;

el exercicio

de efte

Derecho

solo

toca á aquel en ouyas manos efta el go

bierno

,

segun

sea

conftituído

en

cada

Nacion; paralo qual

es de

advertir , que

hay

tres especies

de

gobiernos ,

llamados



de

la

Paz. 23

comunmente Arijirocatico

, Democratico%

yAdonarchico.

Quando el gobierno

eftá

cometido

á

un

cierto

numero de

Ciuda

danos

, que componen un Senado, se

l l a

ma Ai iftr ocatico. ( a) Democratico , quan

do el Cuerpo de la Nacion retiene el

man

do, y forma un Gobierno Popular; ( í > )

y

ultimamente

,

quando

confia

el

Go

bierno á uno solo , entonces se llama Mo-

narchico. (c) De eftas tres especies de

Gobiernos se

forman diversas convina-

ciones

,

de

las

que resultan

los diversos

Derechos

particulares

respectivos

á cada

Nacion.

Los eftados

se diferencian tambien

se

gun

la calidad

, bajo la que eftán

eftable-

cidos

:

unos

son

Sobet

anos

sin dependen

cia

alguna ,

y

sus derechos

son los mismos,

que

los de

todo ot? o Eftado

,

gobernado

B4 por

( * i Como sucede en Venecia.

( b ) Como en l o s Cantones

Suizos.

( e )

Como en España ,

Francia ,

y l a mayor par

t e

de

Europa

,

siendo

e l

Gobierno

Monarchico

e l

mas perfedo

,

segun l a opinion

de

casi

todos l o s

AA. y e l

sentir

de nueftras Leyes , en especial de

l a

7. t i c . 1. pare, t. *



2 4 Brecho Publico

por s í , s i n dependencia de otro , solo

por s u propia autoridad

, y por

s u s

Le

y e s .

Otros s e h a l l a n unidos por a l i a n z a s ,

y Tratados d e s i g u a l e s , á otro Eftado mas

poderoso

,

ó pueftos b a j o de s u proteccion,

para mayor seguridad suya ;

( a ) pero

e f t o s

Eftados , a s i c o n f t i t u í d o s , no dejan de

considerarse

como

Soberanos

,

respecto á

q ue por dicha proteccion no s e

despojan

de su gobierno , y soberanía , n i recono

cen otra Ley

,

q ue l a d e l

Derecho

de

Gentes.

En

l o s

Eftados

t r i b u t a r i o s

hay

mas

du

das , por l o q ue mira á s u Soberanía. Efta

coftumbre de pagar Tributo , e r a antigua

mente muy usada ;

y

á cada

paso

s e en

cuentran en n u e f t r a s

H i f t o r i a s

casos,

de

haver

pagado

Tiibuto

l o s

Reyes

Moros

de

Granada , y otros , a l Santo Rey Don F er

nando , y s u s

succesores

; pero como

e f t o

era s o l o un m edio para e v i t a r mayores ve

j a -

( a ) Como l a s Republicas de Ginebra

, Ragusa,

f otns.



de

la

Paz.

2 5

j t i c i o n e s

, y

daños , por eso

s e perdía

e l

Derecho

de

Soberanía; siendo e f t o s Eitados

gobernados

por

s u s

propias

Leyes,

s i n

maj

dependencia

q ue l a

obligacion

d e l Tributo.

Los Eftados feudatarios tampoco

p i e r

den su Soberanía

,

siempre q ue e l

home-

nage ,

dexando

s u b s i f t i r l a independencia,

y l a

autoridad Soberana

,

en l a

adminiftra-

cion

d e l

Eftado

,

no

obligue

á

mas

,

q ue

á

c i e r t o s deberes con e l Señor d e l Feudo , ó

á un reconocimiento honorifTco,que no im

pide

para

q ue

un

Eftado

feudatario f e a

igualmente Soberano. Los Condes de

C a f t i l l a

,

feudatarios

en

otro

tiempo

de

l o s

Reyes de Leon , fon

buen exemplar

de e f t a doctrina

,

y aun

mejor

en nueftro

tiempo e l feudo

q ue

, en

f e ñ a l

de

recono

cimiento , paga á nueftro Soberano l a I s l a

de

Malta,

( a )

Puc-

( 4) Despues

de l a perdida de Roda*

, losCaballe-

tos de l a

Orden

de

San

Juan s e acogieron 4

l a

proteccion

del Emperador

Carlos V.

quien

l e s

ce

dio

l a

I s l a

de

Malta;

en

reconocimiento

deloqual,

pagan

e l feudo de Aleones

,

q ue annualmente han

remitido i l o s Reyes e j e España.



26 Derecho Publico

Pueden tambien dos Eftados Soberao

nos eftár fujetosáun miímo Principe , fin

tener

dependencia

alguna

el

uno

al

otro,

y toníervando los dos igualmente fu Dere

cho

de Soberanía. El

Reyde Prufia

es

Prin

cipe

Soberano

de Neuschatel en la

Suissa,

sin alguna

reunion de

cfte Eftado á

los

otros

Eftados

suyos

;

de

suerte

,

que

los

de Neuschatel , en

virtud

de sus franqui

cias , pueden militar bajo las ordenes de

otro Soberano

, aunque fea contrario

al

Rey de Prusia

,

siempre que la Guerra

no se haga

por

causa

de

quitarle el Princi

pado.

Además de

cfto hay muchos Eftados

libres ,

é

independientes cada uno por s í ,

que se

unen poruña confederacion perpe

tua , y forman una Republica confederada;

las

deliberaciones

comunes no

pueden

qui

tar la Soberanía

de cada

miembro

en par

ticular , no dejando de ser libre , c inde

pendiente , aunque cftá obligado á cum

plir las obligaciones en que se ha

confti-

tuído.

Tales eran

antiguamente

las

Ciuda

des

de

la Grecia

, y en nueftros tiempos

las Provincias Unidas

de los Payses

bajos,



de la

Paz. it

y los

Cantones Suizos

: mas quando un

Pueblo

ha pasado

á

la dominacion de

otro,

ni forma

algun

Eftado ,

ni puede

servirse

directamente del Derecho de Gentes. Los

Imperios de Mexico , y el Peru , reunidos á

la dominacion de España ,

perdieron por

efte medio

todos los Derechos de

su

anti

gua

Soberanía.

De

todos

eftos

Eftados,

los

libres , é independientes , solo

son

á quienes

les

comprehende

el

Derecho Pu

blico

de Gentes , de que hablamos.

CAPITULOIII.

Del aumento ,jy perfeccion

del Eftado.

ENtre las obligaciones generales de

una Nacion , la mas principal de

ellas

, es

la obligacion de

conservarse

, y

procurar su mayor perfeccion. El

conser

varse una Nacion, consifte en la duracion

de

l a

Asociacion

Politica

, que

la

forma;

s i efta llega

á faltar

, la Nacion, ó

el

Es

tado no subsifte mas ,

aunque

exiftan los



2 8 Derecho

Publico

individuos

,

q ue

l e

componen. Lo mismo

decimos de l a p e r f e c c i o n . La

multitud

de

individuos

q ue

componen

una

Nacion,,

solo s e une

con

e l f i n de formar una So

ciedad C i v i l :

quanto mas

s e acerquen á

e f t e

f i n , s e r á l a

Nacion mas

p e r f e c t a , y

e f t á

obligada á procurarlo por l o s medios

p o s i b l e s .

El

objeto

p r i n c i p a l

de

e f t a

So

ciedad C i v f t , e s procurar á todo Ciudada

no l a s conveniencias posibles para

su

comodidad

, y sosiego

,

y

hacer

de modo

q ue pueda gozar con tranquilidad l o

q ue

e s suyo

,

y obtener J u f t i c i a seguramente,

defendiendolo

de

toda

e f t r a ñ a v i o l e n c i a :

quanto

mas s e acerque l a

Nacion

á

e f t o s

tan

p r e c i s o s

f i n e s , s e debe

considerar

tan

to mas p e r f e c t a . No solo e f t á obligada á

mirar

por

e l

bien

comun de toda l a

So

ciedad

,

sino

tambien

por

e l

p a r t i c u l a r

de

l o s miembros q ue l a componen , y e l l o s

tienen

derecho á s e r

atendidos

, p a r t i c u l a r

mente por e l mismo

a £ t o

de l a

a s o c i a c i o n :

de

ninguna manera pueden s e r

abando

nados

,

y un

Cuerpo de Nacion , no solo

no puede abandonar una Provincia , Ciu

dad 3 ó V i l l a i pero n i á un p a r t i c u l a r , l

me-



de la Paz. 2 9

menos

q ue l a

necesidad

,

y l a s mas

f u e r » »

t e s razones de l a salud publica , no l a o b l i

guen

á e l l o .

La

Nacion

t i e n e Derecho á todo

l o

q ue

contribuye

á su conservacion , y

debe procurarlo por

todos

medios,

aun

q ue sean contra e l

bien de

otras Nacio

nes ,

siempre

q ue no l o s o l i c i t e por

medios i nj u f t o s , n i contra

e l

Derecho de

Gentes:

consiguientemente debe

e v i t a r ,

en

quanto

l e s e a

posible,

todo aquello

q ue

puede

causar

su deftruccion.

Lo mismo q ue decimos de l a conser

vacion de l a

Nacion , decimos tambien de

l a

perfeccion

de

e l l a .

Todo

Ciudadano

e s

t á obligado á t r a b a j a r con desvelo para l a

mayor perfeccion d e l Eftado ; y

e f t e

por

s í mismo no

debe

omitir l o s medios

para

hacerse f l o r e c i e n t e , y p e r f e c t o . Tiene dere

cho

a s o l i c i t a r

quanto contribuya a

e f t e

f i n ,

evitando

a l

mismo

tiempo3lo

q ue

s e

oponga

á su perfeccion. Todas l a s r e g l a s d e l Dere

cho Publico , q ue hemos de exponer , no

tienen mas objeto q ue l a conservacion , y

perfeccion de l a s Naciones: á e f t o s dos pun

tos

s e

d i r i g e n

l a s

maximas

de

e f t a

do&rina,

y



3o Derecho Publico

y

el saberlas aplicar oportunamente

hace

la

mayor

felicidad

de los Eftados.

Mas es

necesario advertir, que no bas

tan

los

principios

generales

para

alcan

zar

el

perfecto logro

de efta ciencia. Las

Naciones son

muydiversas entre s í ,

y

por

lo tanto deben ser diversos los medios

para adquirir su conservacion ,

y

perfec

cion.

Muchas

veces

lo

que

en

una

aprove

cha , puede ser dañoso en otra ;

y

en el

modo de aplicar las reglas dichas , eftá la

mayor , ó menor felicidad del Eftado : solo

puede

proponerse

por maxima general, que

toda Nacion eftá obligada á conocerse

á s í misma ;

hacerse

cargo de

su

situacion;

medir atentamente sus fuerzas , y

conocer

sus

verdaderos

intereses ; descubrir , y en

mendar sus defeceos ; observar la conduc

ta

de

otros Pueblos habiles , é induftrio

sos

j

para

acomodarla

á su mayor

conve

niencia

, y

ultimamente

, velar

en

no omi

t i r medio alguno para

su

mayor felicidad,

á

fin

de

hacerse

cada

dia

mas

perfecta.



de la

Paz.

3

1

CAPITULO

IV.

De la Autoridad Publica.

AUnque

la

idea

principal deeftaObra

se

dirige

á

tratar de

una

Nacion,

gobernada por solo

un

Soberano, explican

do las

reciprocas

obligaciones , y derechos

que en efte gobierno se contienen

,

es

preciso , no obftante , prescribir algunas

reglas generales

antes

de

hablar

particular

mente) las

quales

se

pueden

contraer tam

bien a l Gobierno Monarchico

, del

que

he

mos de

tratar. Toda Sociedad

Política

debe

necesariamente eftablecer una Auto

ridad Publica ,

que ordene

los

negocios

comunes , prescriba

la

conduela de cada

uno

para

el bien

Publico ,

y

sepa hallar los

medios

de hacerse

obedecer. Efta Autori

dad pertenece esencialmente a l cuerpo de

la Nacion ; pero

ella

se puede exercer

de

varias

maneras

,

cada

Sociedad deberá

te

ner aquella que

mas le

acomode. En nues

tr a



32

Derecho: Publico

t r a España , desde l a venida de

l o s Godo»,

se

conserva

l a autoridad

en

e l Soberano

por

derecho de e l e c c i o n , y despues de succe-

s i o n ,

y a

e f t a b l e c i d a , y

confirmada

en

l a

l a r g a

s e r i e de t a n t o s s i g l o s .

E l reglamento fundamental , q ue de

termina e l modo como s e

debe

exercer l a

Autoridad Publica, e s e l q ue forma l a

Conflitucion del Eflado. E f t a Confinacion

no

e s o t r a

cosa

,

q ue

e l e f t a b l e c i

miento

d e l

orden

,

q ue una

Nacion s e propone seguir

en comun , para conseguir l a s u t i l i d a d e s ,

en v i f t a de l a s q ue s e ha e f t a b l e c i d o l a So

ciedad C i v i l . En e l l a

s e vé

l a forma

, por

l a

qual

l a

Nacion

t r a t a

en

qualidad

de

Cuerpo P o l í t i c o : cómo ,

y

por quién , e l

Pueblo

debe s e r

gobernado, y l o s derechos,

y obligaciones de

l o s

q ue

gobiernan.

La

Nacion debe e s c o j e r

l a mejor c o n f t i t u c i o n

q ue

s e a

p o s i b l e

,

y

mas

acomodada

á

s u s

c i r c u n f t a n c i a s .

Por

l o

q ue mira á l a s Leyes

,

deben

s e r e f t a b l e c i d a s , y a r r e g l a d a s por l a Auto

ridad Publica

, para observarse

por

l a So

c i e d a d .

Todas

han de mirar

por

e l bien

del

Eftado

,

y

l o s

Ciudadanos.

Las

Leyes

es-



de

la

Paz.

33

efhblccidas dire&amente para el bien Pu

blico , son las Leyes Politicas; y en efta

clase

,

aquellas

que

miran

a l

cuerpo

mis

mo,y ala esencia de l a Sociedad, á

la

forma

del Gobierno

, y a l modo como

debe ser

exercida

l a Autoridad Publica;

aquellas (en una palabra) que forrmn la

Conftitucion

del

Ettado

,

son

las

Leyes

que se

llaman Fundamentales ;

Ylas Le

yes Civiles

son las

que arreglan los dere•

chos

, y

obligaciones entre los Particula

res.

TodaNacion debe poner particular cui

dado

en

eftas Leyes, (especialmente las

fun

damentales) acomodandolas con sagaci

dad a l

natural

de los Pueblos, ya las cir-

cunftancias en que se h allan. ( a) Han de

ser pocas , claras ,

é

intelegibles , y demo

do que

no

sea

d i f í c i l

su

observancia

,

y

ad

mitan

pocas

interpretaciones. Ninguna Na

cion puede

gloriarse

de tener

Leyes

mejo-

Tom. i , C

res,

( « )

Que

l a s Leyes

deben

s e i acomodad i s a l na

t u r a l , y coftimbres del

P a í s ,

l o previenen e l l a s mis

mas ; como s e puede ver enire otras _ e n l a Ley i , t i c .

i . l i b . a.de l a Recop.



34 Derecho

Pü3Lico

r e s , n i mas bien e x p l i c a d a s

q ue l a s

nues

t r a s . La

obra

inmortal de l a s

s i e t e

Partidas

d e l Señor Rey D.Alonso e l Sabio,seiá siem

pre

l a

admiracion

de

l o s

doctos

;

pero

l a

multitud de Leyes , q ue a s i en e f t e volu

men

,

como en l o s demás de

n u e f t r a J u r i s

prudencia

C i v i l

s e

h a l l a n esparcidas , a l pa

so q ue oprimen l a memoria , embarazan l a

observancia

de

e l l a s

i

l o

i n u t i l

de

unas

,

por

haver variado y a

l a s

c i r c u n f t a n c i a s de

l o s

tiempos,

de o t r a s

por

h a l l a r s e duplicadas,

y de muchas

por

su

obscuridad ,y encon

trados sentidos , son sobrados motivos

para

esperar

una

prudente reforma

en

l a

composicion de un Codigo Hifpano , q ue

contenga

solamente l a s u t i l e s , y necesa

r i a s

con l a

c l a r i d a d , y

bievedad p o s i b l e .

S i e l

Emperador

Juftiniano reformo e l

Derecho C i v i l , reduciendolo

á unas breves

i n f t i t u c i o n e s

,

y

á

un Codigo

b a f t a n t e

su

cinto , s i e l Rey de Prusia en n u e f t r o s

tiem

pos ;

s i

aun mas r e c i e n t e l a

Emperatiíz

de

l a s

Rusias , han

conseguido

e f t a empresa,

formando respectivos

volumenes de Le

yes

para

e l

gobierno

de

s u s

Reynos

,

¿por

qué

no

debemos esperar con

mayores

run

d a -



de la Paz. 35

damentos

, ver puefta en

planta e f t a

idea

en

nueftra Nacion , y mirar por e f t e

me

dio

abreviado

e l e f t u d i o

p r a c t i c o

de l a Ju

risprudencia?

La

c o n f t i t u c i o n

d e l

Eftado

,

y

sus

Leyes

,

son l a

basa

de l a tranquilidad

publica

,

y

e l

mas firme

apoyo

de l a Auto

ridad p o l í t i c a , y de \ a l i b e r t a d de l o s Ciu

dadanos ;

pero e f t a

Conftitucion e s

una

va

na

fantasma

,

y

l a s

mejores

Leyes

son

i n -

u t i l e s , siempre q ue no s e observen r e l i g i o

samente, ( a ) Los q ue gobiernan l a Nacion

deben v e l a r , p a r a h a c e r l a s

respetar

de

aque

l l o s q ue e f t á n obligados á obedecerlas. Opo

nerse á l a s conftituciones d e l Eftado , y

vio

l a r

s u s Leyes , e s

un

d e l i t o Capital

contra

l a Sociedad ; s e debe ,

pues

, cuidar de r c -

s i f t i r con vigor t o d a í resolucion toma

da

contra

k Autoridad Publica , cas

tigando

á

l o s q ue s e

opongan á

e l l a ;

pues

de

otro

modo

,

haciendose

i l u s o r i a ,

C Ven

ía) El Rey

Don

Alonso

e l Sabio,

dixo : q ue

servia

de

foco e l

hacer

Leyes

, r i o

havhndo

J t t e - c e s

q ut

cuidasen

de

su

observancia.

Vcase

l a

Ley

ij.

t i t ,

i,

pare.

i.



36

Derecho

Publico

vendíianá perecer con ella

todos

los inte-í

reses

del pftado.

( a)

CAPITULO

V.

De los

Derechos ,

y

obligaciones del

Soberano.

HEmosicho que la Soberanía

es

aque-

.

l i a

Autoridad

Publica

,

que

gobier

na l a

Sociedad

Civil , y ordena , y dirije

lo

que

cada

individuo

eftá

obligado

á

prac

ticar para efte fin. Efta autoridad pertene

ce esencialmente a l

Cuerpo de

l a Socie

dad , al que cada miembro se

somete

para

ser gobernado

por él

; pero

el Cuerpo

de

( a ) Nada prueba mas

e l resurto,

y ven-riciort

q ue s e dfbe

á l o s Reyes, y

á sus Decretos ,

q ue l a

expresion

de llamailos Dioses en

i a f i e r r a

, tan usa

da delos

mas

clasicos

AA.

v

especialmente

en

nues

tro Derecho;

como s e

puede ver

en

l a s

Leyes i . y

7. part.i.

t i t .

1 .

Y

en

l a 5 .

t i t .

4 .

de

l a

misma pare.

Y

en

l a 1.

c í t . 18. pare. 3 .



de la Paz. 37

de l a Sociedad , pocas s

ó ningunas

veces

r e t i e n e en s í e f t . j Autoridad Soberana ; l o

r e g u l a r

es,

c o n f i a r l a

á

algunos

individuos,

y e f t e e s e l

Senado

; ó

á

s o l a una persona,

y

e f t e

e s

e l

Principe Soberano.

Semejante

eftablecimiento

s e debe

enten

der en

l o s

p r i n c i p i o s

,y

fundacion de una

Monarchia , despues

de

l o qual e l Derecho

de

Succesion ,

y

de Herencia

, adquiere s i n

disputa ( e n l o s Reynos no

e l e c t i v o s ) l a Co

rona. Es evidente q ue l o s hombres no

forman una Sociedad P o l i t i c a , n i s e

so

meten á l a s

Leyes

, sino e s por su propia

salud ,

y

conveniencia.

La

Autoridad

S o b e - *

rana no s e ha e f t a b l e c i d o sino por e l bien

comun de l o s

Ciudadanos.

Un buen Prin

c i p e

debe

e f t á r

poseído de e f t a

grande

maxi

ma:

e s á s a b e r , q ue l a Soberanía, y e l

poder

no

s e

l e

ha confiado

, s i n o e s

para

l a

salud

d e l

Eftado , y

l a

f e l i c i d a d

del

Pueblo.

(*)3

H_

■ ( * ) Ctrzzj>i

, e Alma , dixo e l Rey Don Alonso

e l

>abio ,

que

er a

de

l a Republica

e l

Rey : Ca asi

como yace

e l alma

en e l

coraron

del

heme

, e por

ella

vive

e l

cuerpo

,

é

s e

mantiene

,

asi

en

e l

Rey

y

i c e

la

ju/licia , q ue e s

vida

, é mantenimiento

del

Pueblo , j t

su Señor io. Ley ;

.

t i t . i . pare,

i»



38

Derecho Publico

Ei

Emperador Antonino

s o l i a

d e c i r con

frequencia

,

q ue mas quería l a Vida de un

Ciudadano

,

q ue

l a

muer te de

mil enemi

g o s . Eítos heroicos excmplos de piedad

s e

l i a n

V i f t o r enovados en

nueftros Reyes

,

y

especi

límente en nueftros tiempos, en l o s

q ue e l piadoso Monarca q ue

nos gobierna,

eítima mas q ue todos s u s blasones, e l j u f t o ,

y

heroico

renombre

de

Padre

de

l a

P a t r i a ,

Eftando

,

como hemos

dicho,

refundida

toda

Autoridad

Publica en l a persona del

Soberano ,

por

consiguiente representa

t o

do e l cuerpo de l a Nacion,

y

corren por

gu

quenta

l o s

i n t e r e s e s

,

derechos

,

y

o b l i

gaciones de e l l a

, reuniendo

en s u

persona

e l poder, y mageftad q ue pertenece a l cuer

po entero d e l Eíbdo , de quien e s cabeza.

Todo l o q ue hemos dicho a n t e s , de l a s

obligaciones generales de

una

Nacion r e s *

pedio á s i misma , comprehende

p a r t i c u l a r

mente

a l Soberano ; Depositario d e l Im

perio

puede

mandar l o q ue l e parezca

u t f t

para e l bien Publico ;

mirar

por

l a

conser

vacion

,

y perfeccion d e l Eftado

, precaver

su

decadencia;

v e l a r

por

s u

seguridad;

y

procurar por todos l o s medios p o s i b l e s l a

ma-



DE LA

P\Z.

39

mayor

felicidad

de los Pueblos

;

para eiro

se

ha

de considerar a l

Principe reveftido

de

toda

la

Autoridad

Publica.

La

Nacion

le ha cedido sin limites sus poderes , para

poder usarlos segun

los juzgue por con

veniente al bien suyo. Efte es el Derecho,

que se llama comunmente, R gal)a dela

Jldageftad.

Asi

como

e l

P.

incjpe

eftá

obli

gado á mirar

por

l a Nacion , asi todos

los

subditos le deben

una

f i e l obediencia des

de el

inflante que lo

reconocieron por

Señor: ( a) de otro modo le er a imposible

gobernar el Eftado; para lo que se

requie

re una puntual observancia á sus ordenes.

Los

subditos no

tienen

derecho ( ni

aun

en caso

de duda) de pesar la

sabiduría

,

6

jufticia de los mandatos del Soberano : Efte

examen

pertenece

al Principe ,

y

los

Sub

ditos deben

suponer

que

todas

sus

or -

C

4

de-

( * )

Al

subdito no

l e toca

juzgar

de l o s mandatos

de su Rey , q ue debe

suponer

son

Quilos

,

sino

obe

decer

ciegamente ; pues

l a

desobediencia á l o s Reyes,

s e

tiene

como

s a c r i l e g i o .

Asi

l a

llaman

nueftras

Le

yes , y entre e l l a s , expecialmente

l a i , tic

6.

l i b .

3 . Recop.



40 Derecho

Publico

denes son juftas , y saludables. En Espa

ña

(por

benignidad de

sus

Soberanos) es

licito

,

no

obftante

,

representar

en

mu

chos casos, con el debido respeto , expo

niendo las

razones

, para

que mejor

in

formado

e l P¡ incipe , revoque ,

ó

modere

los Decretos. El

Señor Don

Phelipe V. man

da expresamente que se le represente , y

replique

,

cuya

practica han seguido des

pues sus dignos succesoies. {a)

Efte mismo respeto ,

y obediencia

que se debe a l Principe , se debe igual

mente a sus Minifti os. Ellos

son

los i n f t i t i

memos de

su

gobierno. Es

imposible

que

un

hombre

solo , pueda

atender

á gober

nar por

s i un

Eftado

; net esiia de sugetos

fíeles , y

habiles

en quien descargar parte

del

peso que le oprime. ( *) Eftos son

los

Miniíhos

,

y

se

debe

mirar

en

ellos

r e-

pre-

( a ) Es

Decreto expedido

en

7 . de Febrero del

año

de 1 ;

1 5 . y

e f t á incluso eM l o s Autos acordados:

Parte i . Ajto 165.

y

en l a

novísima

edíceíon

, Au

to

70. t í t . 4 . l i b . 2 .

E l

Señor Don Phelipe IV » havla

anteriormente

expedido

otro

Decreto

sobre

e l

mis

mo asunto

,

dia 14. de

Ener o a ño

de 164'.

(*) Asilo afirma e l Rey Don Alonso por e f t a s

palabras i X a s i debe baver b o r n e s s a l i d o r e s , e e n t e n

d í '



de la

Paz. 41

presentado e l c a r a c t e r d e l

Soberano,

a s i

como l a

p i n t u r a

e x p l i c a

vivamente su

o r i g i n a l .

La

voz

de

l o s

Miniftros

e s

l a

voz

d e l

Soberano , y sus ordenes s e han

de venerar ,

como q ue

provienen

inme

diatamente

de

é l .

CAPITULO

V I.

De

l o s

Eflados e l e c t i v o s , y heredi

t a r i o s .

IOS

Eftados e l e c t i v o s son

aquellos

en

_ j q ue s e e l i g e e l Soberano , por l o s

votos de l a

Nacion

,

y . í sea

por l a ma^or

parte

de e l l a ,

ya

por l a

mas p r i n c i p a l .

Tal

es

oy

en

d i a

e l

Reyno

de Polonia

,

y

era

an

tiguamente

e l Reyno de l o s Godos en Es-

didos

, leales

, é -verdaderos ,que

l e

ayuden ,

ele sir van

de fecho

en

. i q i / e l l a t cosas

q ue son wentfler para

su Con-

se

jo ,

6

para

facer

jufticia

, é

derecho a

la gente, Cd

e l

so'o

no

podrá

h.iver

,

nln

librar todas

lis

cosas

,

porque

%,£ rnenefter por fuerx.4 ayuda de otros de quien s e fie,

l_ey.

4. tic i . part. 2 .



42 Derecho Publico

paña.

El Eftado hereditario , es

el

que se ad

quiere

por medio de

la succesion

heredita

ria

;

quando

la

Corona

exifte

solo

en

los

descendientes de una familia. Regularmente

es

de rigorosa succesion

, heredando las

hembras

en

el lugar que las

pertenece

des

pues

de

los

varones ,

como

hafta aqui se ha

observado

en

España.

( a)

No

asi

en

el

Reyno

de Francia

, adonde no

le es per

mitido á las

mugeres heredar

l a

Corona.

Casi

todos

los AA.que han escrito de

efhs

materias

, prefieren

el

Reyno

elec

tivo a l hereditario ,

teniendo por

mas fe

l i z el gobierno

de aquel ,

que el dominio

de éfte :

las

razones en que lo fundan

, no

es

facil exponerlas por

ser muchas , s í bien

de

( a )

Por

e l

nuevo

Decreto

del

Señor

Don

Phclipe

V. ( qu í santa

G lor ía hay a) q ue e s e l

Auto acordado

164. part.i. de l a Recop.y en l a novísima edíccíon,

Auto 5 .t¡t.7.líb.5.dc l a Recop.se mudo e f t e orden de

succeder en

e l

Reyno

h t f t x aquí oSse.vada.

Siendo

l a

voluntad de e f t a L?y

e l :

formaran nuevo

Regla

mento para l a

¡ u c e e . i o n

de

t f t a

Monarchia

,

p o r

e l

qual

. - »

í«

d e

conservar

e n

e l l a

l a

agmeion

r i g o r o s a ,

fue

r e n p r e f e r i d o s t o d o s mis

d e s c e n d i e n t e s

varones.

Que

son

l a s

palabras con

q ue s e explica.



de la Paz. 43

de poca

solidez ; pues

la

experiencia

nos

ha enseñado lo

contrario.

Sin recurrir

á

las

Hiftorias

eftrangeras ,

( en

las

que se

vén

multiplicados

los crueles

asesinatos de

los

Piincipes , y las

funeftas inquietudes

de los

Pueblos

por l a eleccion desus

Soberanos)

nueftra Hiftoria nos subminiftra muchos

exemplares. Thorismundo

,

Theodorico,

Liuva

, Viterico ,

y

otros muchos

Reyes

Godos , muertos por sus

propios vasallos,

ansiosos

de l a Corona

, dán

á conocer

los

perjuicios del gobierno

electivo.

Aun

el

jufto Rey Vamba , forzado á tomar el ce

tro ,

se

vio obligado

abandonarle

á

la

am

bicion de los que querían succ

ederle.

No

hay particular que

no

se juzgue digno del

Trono , y que no se atreva á competirlo,

quando lo ocupa otro igual suyo. No asi

en

l a

succesion

hereditaria

,

es

menefter

ser

muynecio para disputar

el

mando á un su-

geto tan desigual ,

como un Principe

, y se

'ven pocos , ó ningunos exemplares de eftc

arrojo.

De qualquier

modo

que

sea

la

succes-

sion del

Trono;

el vasallo no tiene por s í

solo

,

derecho de

oponerse

á

ella.

Si es

por

elec-



44 Direcho Publico

eleccion , la mayor parte de

votos

en

la

aprobacion de los E1c&ores , es l a que de

cide

,

y

señala

el

sugeto

elegido

por

Rey,

al que

eftán

los demás subditos obligados

á obedecer , aun

quando

no sea de su apro

bacion , pues

deben

ceder a l mayor nume

ro

,y

por consiguiente a l consentimiento

de casi

toda

la

Nacion

,

siendo

l a

eleccion

hecha confoime

alas

Leyes fundamentales

de ella. Si

es

por herencia , el mas in

mediato

á

la

Corona debe

ser

sin disputa

su

poseedor , siempre que

en

él concurran

las circunftancias

dignas del

Trono

; y

eftc

se llama Derecho deSuccesion. Efte De

recho no hay duda que

trae

su primer

ori

gen de l a eleccion de los vasallos. Don

Pelayo,

elegido

Rey por

los

Afturianos,

echó los

fundamentos á

l a

Mmarchia , que

oy subsifte

tan

dignamente en sus suc-

cesores ; pero tambien puede venir por

Derecho deConquifta , compra

, ó

permu

tacion

; en los

quales casos

los

nuevos va

sallos, aunque expresamente no demues

tren

el

consentimiento

,

bafta

den

el

taci

to para legitimar

con el tiempo la

nueva

adquisicion.



de

l\

Paz. 45

Sucede

muchas

veces

haver c i e r t a s

con»

diciones anexas á l a succesion , q ue s e

hace i n u t i l

no

observandolas. En España,

Francia

,

Polonia

,

e l

Imperio

,

y

demás

Paí

s e s Catholicos , e s condicion expresa , q ue

pueda

heredar

e l

Trono

solo

e l

q ue

haga

profesion de

l a Religion Catholica

Roma

na. En

Rusia

s e excluye

de

é l ,

á

todo

e l

q ue

posea

otro

Reyno.

En

Portugal

á

todo eftrangero

; y generalmente

s e

des

piden d e l Trono , l o s q ue

por

debilidad,

f a l t a

de j u i c i o , y de potencias ,se hagan i n

capaces de gobernar : mas qnando

e f t a

i n

capacidad

proviene

de l a

menor

edad , se

puede

s e ñ a l a r un Regente

,

ó Regentes

que

exerzan en nombre

d e l Rey

s u

Real

Auto

r i d a d .

( * )

De

(*) En

España

e s prafrica

inconcusa

, c j u e los

Reynantes

nombren succesnr

legal

, como s e puede

ver en l o s Teftamentos del Señor Don Carlos I I . y

Don

Phclipe V.

de gloriosa

memoria.

Asimismo en

l a s minoridades de l o s

Principes,

e l

Consejo

de

C a f t i l l a es Tutor nato del Reyno. Asi lo afirman los

Autores , q ue han escrito sobre e f t a materia , espe

c i a l

inente Solazar

en

e l

o r i g e n

delas

Dignidades

de

Ca/iill».



46 Derecho Publico

De l o s p r i n c i p i o s q ue acabamos de es-

t a b l e t e r sobre

e l De; e.ho des-accesion

,

se

i n f i e i e

claramente,

q ue l a soberanía e s i n

d i v i s i b l e

por

s u naturaleza, y

un Principe

no puede p a r t i r s u s Eftados entre s u s

h i j o s .

Antiguamente e f t a s p a r t i c i o n e s eftaban muy

en uso ; pero despues q ue

l o s

Piincipes han

conocido l o s grandes p e r j u i c i o s

q ue s e

s i

guen

a l

Eftado por

semejantes

desmembra

mientos

, no s e encuentran t a l e s exempla-

r e s . La d i v i s i o n q ue hizo de s u s Eftados

e l R ey Don

Fernando

e l Primero, l l a

mado

e l Grande ,

en

sus h i j o s

Sancho,

Alfonso

,

García

,

E l v i r a

,

y

Urraca

,

pro-

duxo una s e r i e de

Guerras

C i v i l e s , y l a

muerte

desgraciada

d e l mayor de

e l l o s ,

asesinado

por

un

t r a i d o r , á v i f t a de l o s

muros de

Zamora. Es verdad

q ue

s i

un

Principe ha

reunido

á

s u Imperio muchas

Provincias

,

especialmente por

Derecho

de

Conquifta , l e e s l i c i t a semejante d i v i s i o n ,

siempre q ue l o s

respectivos

subditos s e

convengan

á

e l l o ; ( * ) pero

como

dixc a r -

r i -

(*) Confia

dela Ley

12.

del

Fuero antiguo da

Cas-



de la Paz.

47

riba , los

gravísimos

perjuicios que de efto

se

originan

,

deben

servir de exemplo

para escusarlo

quanto

se

pueda.

Otra

co-

es,

qu

ando

por

Tratados de Paz ,

y

con»

venciones con

las

Potencias

Eftrangeras

se divide

alguna Provincia , ó Reyno

á fa

vor de un nuevo Monartha , pues enton

ces el

mismo

bien publico pide que se ha*

gan

semejantes enagenaciones, en las que

pende

el

bien de

la Paz, y seguridad de

los

principales Eftados.

De lo dicho se infiere , que eftos no

deben considerarse como Patrimoniales,

y que

el

Principe

no

puede

por

s i

ncm*

brar

saccesor

, sino á

el que legítimamen

te l e pertenezca el Reyno ;

es

verdad que

se hallan exemplares de adoptar ,

aun

en

vida

, succesores para la Corona , como

sucedía

a

los

Emperadores

Romanos,

y

en e l siglo presente se ha vifto, con admi

ración , nombrar el Czar Pedro á su Espo

sa,

C i f t i l l a

, q ue

c f t a

por principio

de

F a r r o

de Sobrabe,

daio

por

e l

Rey

Don

Sancho

Ramirez

año

1065.

Vea

l e

1 1 Híítoiia del

Derecho

Real de España, í i b , j«

cap. i .



48 Derecho

Publico

sa ,

anteponiendola

á sus propios h i j o s ;

pero e f t o s exemplares solo pueden sobs-

tenerse con l a t a c i t a conformidad del Pue

blo

,

quenado

en

e l

talento,

y

sobresalien

t e s prendas de

su

Soberano

,

cree

son para

su bien semejantes elecciones , que llevan

solo

e l

f i n de l a

mayor

u t i l i d a d

de l a

Na

cion ,

y

especialmente r ecay endo en suge-

tode

prendas

superiores;

pues

interesan

dose

e l bien

publico

ceden l o s

demás

de

rechos

p a r t i c u l a r e s .

Por

conclusion de

e f t e capitulo

debe

rnos exponer

, que l a Persona

del

Principe

es

sagrada

,

é

inviolable.

El

Soberano

es

el Alma de l a Sociedad Civil , y l a salud

misma de l a Nacion ,

se

interesa en

que sea

venerada su persona,

y respetada con una

perfecta

seguridad;

pues de

otro

modo l a

Paz publica, y e l

bien

del Eftado e f t a r i a n en

un

continuo

riesgo.

(*)

Los

Romanos

concedieron

á

sus Tribunos e f t a s

prerroga-

t i -

(*)

Lo mismo pruebala

Ley

5 .

pare. i . t i c . 1 .

por

e f t a s

palabras : Vicarios de Dios

son

los Reyes,

cada

uno

en

su Reyno

,

quanto

á l o

temporal. Y

es

doítrina del

Salgado

,

cap. t . § .

41.



de la Paz. 49

r í v a s , á fin de que sin temor , y con segu

ridad pudiesen

hablar

por el Pueblo

No

es

menos

importante

la

persona

de

un

Principe , que l a de aquellos Tribunos , ni

necesica menos defensa ,

y

proteccion. Por

jufto, y arreglado que

sea

un Monarcha, no

puede

dejar de tener

descontentos :

¿Sería

bueno

dejar

el

Eftado

expuefto

á

perder

un

buen Principe , por

la

mano

de

un trai

dor alevoso?

Con baftante dolor

hemos

vifto

(aunque

en Reynos eftraños) seme

jantes

acontecimientos, en

los

que

se

debe

tener

por

leve

el

mas

rigoroso

suplicio;

de

l i t o s

de

efta clase ,

aun

imaginados , no

deben

quedar sin caftigo. ( a)

Eftando el

Rey

Don

Fernando

el

Catholico

en

Bar

celona

,

fue herido gravemente

por

mano

Tom.

i. D de

( a ) Nueftr as Ley es

l o s señalan

correspondientes

a t a n grave delito

, como

s e puede ver en l a 2 . y

4.

t i t , 1 . part. 7 . Y eu l a

I .

t i c . 12. l i b . 8. de l a

Re-

c o p . Y no solo son caftigados

los q ue

cometen

e f t e

d e l i t o ( de l e í a Mageítad) de obra

,

sino tambien los

quede

palabra

l a

ofenden

.hablando

mal

de

su

Per

sona

, o

Gobierno ; como claramente l o previenen.

J a s Leyes 3 . t i t . 8 . l i b . 8 . Ordinam. Y l a 3 . y 1 2 . t i c .

4> l i b . 8. Rccop.



5o Derecho

Publico

de un Loco furioso , q ue

casualmente

se

h a l l a b a en l i b e r t a d ; pero n i l a plena j u s

t i f i c a c i o n dela f a l t a

de

j u i c i o , n i l a piedad

del R ey inclinado

á perdonarle,

fue

ron bañantes para q ue haciendo l a J u f t i -

c i a

s u

o f i c i o

, no

muriese

publicamente,

atenaceado,

sirviendo de

escarmentar á

otros, q ue quizá intentaran l o mismo,

fingiendo

semejante

pretexto.

Los

Reyes

reynan solo por

Dios

,

y e l

Señor

e s solo

quien

puede

d e r r i b a r l o s d e l

Trono.

CAPITULO VIL

De l o s principales

o b j e t o s del b%en

Gobierno.

Primer objeBo 'Ja Religion.

Vf t a s

y á

l a s d i v e r s a s

e s p e c i e s

de

go

biernos q ue

hay

en l a s

Naciones,

e l j u f t o Derecho de conseguirlos

,

y l a s

prerrogativas

,

de

q ue

l e s

acompañan

,

pa

semos ahora

á examinar

e l uso

,

y

e x e r c i

c i o



de la

Paz.

51

c i o d e l buen Gobierno , y l a s obligaciones,

y derechos

q ue s e originan de

é l .

Aun

q ue

bajo

e l

nombre

de

Gobierno

,

6

Au

t o r i d a d Publica , s e deben entender gene

ralmente

todas l a s diversas c l a s e s

de sobe

r a n í a s , que s e conocen en e l mundo , co

mo e f t a obra s e d i r i g e particularmente á

l a

inftruccion

d e l

Reyno

Monarchico por

su naturaleza , e s preciso cohartar en quan-

t o

s e a posible e f t a s

r e g l a s ,

acomodando-

l a s á l a condicion d e l Eftado para quien

s i r v e n

:

S i

bien pueden

s e r

u t i l e s para otros

difuntos » respecto á convenir todos

en

un

derecho

,

q ue

e s

c a s i

u n i v e r s a l

en

l a s

Naciones

P o l í t i c a s .

La

Religion

debe s e r s i n disputa e l p r i

mer objeto

d e l Gobierno , ( a )

llevandose

l a

primera

atencion. La Religion

c o n s i f t e

en

l a

Doctrina

perteneciente á

l a

Divini

dad,

y asuntos de l a

o t r a

vida i y en e l

culto deftinado para honrar e l Supremo

S e r .

D

2

Por

[ a ) Que deba s e r l a Religion e l primer objetó

del

Gobierno

,

y

del

cuidado

del

Principe

,

bien

c l a

ramente l o dicen

nueftras Leye» ,

e»p«cialrnence

los

t i t . 1 .

y 2 .

de

laRecop.



$2 Derecho

Publico

Por

e f t o s

diversos

respectos ,

s e

puede con

s i d e r a r l a Religion de dos maneras , e s á

saber

:

I n t e r i o r

,

y

E x t e r i o r .

I n t e r i o r

e s ,

quando e f t á encerrada en

e l corazon ,

y

en

tonces

e s

asunto solo de

conciencia

, en e l

qual cada p a r t i c u l a r s e gobierna segun l a s

l u c e s de s u

propio

conocimiento ; y

Exte

r i o r

quando

e l l a

e f t á

publicamente

e f t a b l c -

c i d a ; y entonces

e s un

negocio de

Eftado,

y

d e l q ue especialmente hemos de h a b l a r .

Todo hombre e f t á obligado á c u l t i v a r

en su

corazon

unas

j u f t a s

i d e a s de

l a Di

vinidad

:

debe , s i n

duda

, amar ,y respetar

á

su

Criador

,

dandolo

á entender

,

no

solo

con l o s

a f e c t o s

d e l animo

,

s i n o

e s

con l a s

s e ñ a l e s

e x t e r i o r e s ; e f t o e s l o

q ue

propia

mente s e llama Culto. E f t c

c o n s i f t e

en

c i e r t a s acciones

publicas,

q ue

directamente

se

executan

en

honor

de

Dios.

Siguiendo

l a s Leyes de l a Sociedad, ningun

Ciudadano

puede eximirse de dar semejantes

s e ñ a l e s , ( ¿ )

debiendo conformarse , á l o menos en l o

ex-

( a ) Efta obligacion

e f t á encargada particularmen1-

t e poda

Ley

i .

l i b .

i . t i c . i . dela Recop.

Por

1 *

q ue s e c a f t i g a severamente a l o s q ue no hiciesen



de la

Paz.

53

e x t e r i o r , con l a

Religion d e l Vais

en que

h a b i t a .

Es verdad

q ue nadie puede s e r v i o

lentado á

mudar

de Religion

,

y

q ue

l a

conciencia se ha de i n c l i n a r , no f o r z a r á

s e g u i r e l mejor

camino

;

pero

e f t o

s e debe

entender

, segun l a s c i r c u n f t a n c i a s del

go

bierno nacional.

En

l o s

Países

en

q ue

l a

l i b e r t a d

de

con

c i e n c i a e f t á consentida , e f t o e s , q ue cada

Ciudadano

s i g a l a

Religion

q ue l e parezca

mas segura , como en l a Republica de Ho

landa

,

y

Eftados d e l Rey de

Prusia

, pue

de

libremente

qualquiera

u s a r

de

e f t a

per

mision; con

t a l , q ue

en s u observancia

no perturbe , n i impida

á

l o s demás e l l i

bre

e x e r c i c i o

de

l a

suya

; pues

entonces

s e r i a

c a f t i g a d o

, mas

q ue por d e l i t o de R e

l i g i o n

, por

perturbador

de l a tranquilidad

publica

; pero en l o s

P a í s e s

, q ue por s u s

Leyes fundamentales

han e f t a b l e c i d o una

s o l a , bajo cuyas maximas se gobiernan,

D3 á

publica

demonftracíon de

reverencia a l

Sacramento,

aunque sean Moros , ó Judíos.



54 Derecho Publico

á nadie l e e s

l i c i t o

v i v i r bajo de o t r a d o c t r i

na

3

y

juíramente s e r i a c a f t i g a d o por e l l o .

La ÑJtion t i e n e

derecho para e f t a b l e c e r

l a

Religion

q ue

todos

deben

seguir

;

y

e l

bien d e l

publico , l o s

p e r j u i c i o s

q ue traen

- l a s novedades , en punco de reforma

, y

l a

conveniencia

q ue s e

experimenta

en e f t e

metodo de Gobierno, pesan mas

q ue

l a

pretendida

l i b e r t a d

de

conciencia

,

de

que

se l e s p r i v a á l o s

p a r t i c u l a r e s ,

( a )

Nueftro Tribunal de l a Inquisicion es

una Jonta

prudente de

sugetos d e f t i n a -

dos

a poner en execucion e f t a voluntad

. e x p r e s a

de

l a

Nacion

t o d a .

( * )

En

e l l a

r e

s i d e

l a Autoridad Publica, concedida por

e l Soberano para e f t e f i n

,

y sus facultades

s e extienden a

v e l a r sobre

l o s abusos

,

i n

q u i r i r ,

y examinar l o s daños

, para preca

ver

***—

*

■

( a

) La Religion Catholica

s e

ha

conservado

siem

pre en España pura, desde e l Reynado de Recaredo.por

losanos deChrifto de

586.

18. años antes s e h avia

abrazado

ya

en

Galicia ,

(adonde

reynaban

loi

Suevos] gobernados por s u Rey Theodomiro.

(*)

Efte

Santo

Tribunal

s e

erigio

en

España

en

1418. Reynando en e l l a Don Fernando, y Doña

Isabel,



delaP\z.

55

ver los malos efectos. El Eftado , cuya ca

beza

es

el

Principe ,

caftiga con el

ultimo

suplicio

á

los

delinquentes

,

y

eftos

no

tie

nen razon de quejarse , quando viven en

un

País ,

sin

querer

someterse

á

sus Leyes:

ni

es

rigor que perezcan unos Ciudadanos

traidores á Dios , y enemigos del Eftado.

( *) Bien piadoso er a el Santo

Rey

Don

Fernando

, y perseguia

con

tanto rigor

los

hereges

,

que decia

:

iría guftoso áser Mi-

niftro de su

caftigo

, s i acaso faltase exe-

cutor ; pero se debe atender á las circuns

tancias , y calidad de las personas , para

juzgar

desus

delitos.

Los

Moros,

Judíos,

y Gentiles , como nunca han conocido la

Religion verdadera

,

no

cometen

el

crimen

de lesa Mageftad Divina ,

como

los Here

ges relapsos ,

y judaizantes :

y

asi son mira

dos

los

primeros

con

mas

benignidad

que

eftos

segundos. ( a)

D4 En-

(*) Es

doctrina

del Simancas , en su

Tratado

de

C a t h o l i c l s ¡ n f i i t u t i o n i b u s , adonde trac e l punto po

l í t i c a

,

y

jurídicamente.

[ a )

Por l o que hace

á

l o s

hereges

obftínados , y

relapsos ;

l a

pena en España e s , de quemarlos vi-

vo., i



5 6

Derecho

Publico

Entre l a s obligaciones d e l

Principe

, y

s u s Miniftros en

materia

de Religion , mi

rando

por

l a

pureza

d e l

c u l t o

,

y

f T e l ob

servancia de e l l a , no solo s e cuenta l a

de c a f t i g a r á e f t o s publicos i n f r a c t o r e s

,

y

perturbadores de l a Ley

,

s i n o e s l a de

oponerse tambien álos s u p e r f t i c i o s o s

ex

cesos

,

q ue con t i t u l o de

piedad

a

cada

pa

so

s e

introducen

con

muy

p e r j u d i c i a l e s

abusos.

Asunto e s

e f t e

b a f t a n t e

para l l e n a r

copiosos volumenes , y no para t r a t a r s e con

l a

brevedad

q ue

piden

unos

elementos;

pero , no obftante , s e

hace

preciso

tocar

aunque

ligeramente

,

l a s

p r i n c i p a l e s

causas

de

e f t e desorden.

Es l a

Piedad

una b e l l a disposicion

del

Alma , en v i r t u d de l a qual s e d i r i j e n á

Dios todas

s u s acciones ,

proponiendose

en todo

quanto

s e

executa

,

e l

f i n

solo

de

agradar a l Supremo S e r .

E f t a

v i r t u d e s de

una obligacion

indispensable

para

todos

l o s

hombres 3 y

e l verdadero

origen

de

s u

f c -

l i -

vos

,

y

confiscar sus bienes.

Asi

l o

previenen

l a »

Leyes i . i , 3.4, 5. y 6. t i t . 16 , part.7.



de

la

Paz. 57

l i c i d a d . Una Nacion debe s e r

piadosa

, y

J a

Piedad r e p a r t i d a en l o s

Pueblos , e s

e l

mas f i . me apoyo de una legitima a u t o r i - »

dad.

En

l o s

Soberanos

ha

de

reynar espe

cialmente , y s e r v i r á de apoyo

,

y confian

za

entre

e l Principe, y sus Subditos,

viendole

ocupado de piadosas i n t e n t iones.

Es a l f i n l a Piedad e l alma de l a Sociedad

C i v i l

,

y

e l

origen

de

l a

quietud

,

y

seguri

dad

d e l

Eftado.

E f t a e s l a Piedad verdadera , ¡pero q u á n

d i f t i n t a e s

l a f i n g i d a , y f a l s a jQuantas ve»

e e s

con vano

t i t u l o de piedad i e disimulan

l o s

mayores

desordenes

de

l a

codicia

,

am

bicion, y p a r t i c u l a r e s f i n e s Debe,

pues,

e l Soberano v e l a r

atentamente

, á f i n

de

q ue

no s e

abuse

de l a Religion r e c i b i d a ;

ya s e a

por

l o s f i n e s q ue

hemos

expuefto;

yapara e s p a r c i r una p e r j u d i c i a l Doctrina,

con

maximas

opueftasá

l a

Sociedad.

Las

revelaciones f a l s a s , l o s milagros supueftos,

l a s

s u p e r f t i c i o n e s ,

é inconsideradas

credu

l i d a d e s

,

¡qué daños no ocasionan a l Efta

do La imprudente

devocion de

l o s Ciu

dadanos

hace

muchas

veces

,

q ue

llevados

de un

inconsiderado zelo ,

s a c r i f i q u e n

l o s

i n -



58 Derecho

Publico

i n t e r e s e s de

sus

f a m i l i a s , dejando s i n sus

tento á l o s mas

immediatos parientes

,

para

o f r e c e r

s u s

bienes á

una I g l e s i a ,

Religion,

ó

Obra

P i a ,

q ue no

l o n e c e s i t a , ofrecien

do

á

Dios , quizá , un

holocaufto poco

acepto á s u s o j o s

,

en semejantes c i r c u n f t a n -

c i a s .

Razon

e s q ue l a s

Religiones, y fun-

dacionesPias

tengan l o

s u f i c i e n t e

para su

suftento

;

pero

no

e s

preciso

l e s

sobre

con

profusion

para su daño : n i

puede s e r

u t f t

a l

Eftado

,

q ue l a piedad de l o s F i e l e s en

riquezca

á l o s q ue hicieron profesion de s e r

pobres

, y s e

conftituyan

l a mayor p a r t e de

l o s

Pueblos

por

colonos,

subditos,

y de

pendientes, de l o s q ue h i c i e r o n voto de hu

mildad, y

obediencia.

El precaver todos

e f t o s

inconvenien

t e s

, y remediar e f t o s abusos pertenece a l

Principe

,

como

revenido

de

l a

Autoridad

Publica

,

y

f a c u l t a d

economica

q ue en

é l

r e s i d e

;

en virtud de e f t e poder , l e

e s

l i

c i t o impedir l a s nuevas adquisiciones , c u i

dar de l a f i e l

observancia

de l o s I n f t i t u t o s ,

examinar l a

Doctrina

q ue

s e

enseña á

l o s

Pueblos

,

e f t o r v a r

e l

aumento

de

l o s

Re

g u l a r e s , é individuos E c l e s i a f t i c o s , corre

g i r -



de la Paz. 59

g i r l o s introducidos

desordenes, a d v e r t i r ,

c a f t i g a r ,

y ultimamente ( s i

fuere

necesa

r i o para e l bien d e l Eftado)

expeler

,

y ex

t r a ñ a r

de

é l

qualquier

Cuerpo

Regular,

prohibiendo exercer su I n f t i t u t o , como t e

nemos

sobre e f t e p a r t i c u l a r recientes

en

e l

d i a l o s

exemplares.

Todos e f t o s

p e r j u i c i o s s e originan

de

l a

demasiada

t o l e r a n c i a

,

b a j o

e l

pretexto

de

Piedad

;

y a s i

e s

preciso no

confundir l a

verdadera con l a f a l s a

, y

no

d e j a r s e

des

lumhrar

con

l a

apariencia

de zelo, y Re

l i g i o n ,

q ue

s u e l e c u b r i r muchas veces per

n i c i o s o s

designos,

muy


para

e l Eftado. Lasheregias declaradas , y publi

c a s ,

acarrean

un

s i n numero de daños

, pro

curando

p e r v e r t i r l o s

animos

con sus de

pravadas doéhinas , y confundiendo e l or*

den de gobierno ,

y

bien de l a

Monarchia,

como

sucedio

en

Alemania

con

l a s

de

Lu-

tero ,y Calvino : pero e f t e mal, aunque

tan grande ,

no

e s tan dañoso

, por quan-

t o s e descubre

,

y combate a l enemigo c a

r a

á c a r a ; pero quanto mayor p e r j u i c i o

a t r a e

e l

f a l s o

zelo

de

Religion

q ue

ha

oca-



6o Derecho

Publico

ocasionado grandes perturbaciones en l o s

Reynos.

Mas de

quarcnta

años duraron

l a s Guer

r a s

c i v i l e s de Francia

, en l o s Rey nados da

Enrique

I I .

Francisco I I . Carlos

IX. Enri

q ue

I I I . y IV. con

motivo

de l a persecucion

de l o s Hugunotes ; especioso pretexto q u f t

s i r v i ó

a l Duque de G uisa

,

y sus

p a r c i a l e s ,

para

oponerse

á

s u

R ey

,

Señor

n a t u r a l ,

haciendo balanzear l a Corona en s , u cabe

z a . En

España h a f t a l a

expulsion

de los

Judíos

,

y despues , de l o s Moriscos ,

no se

pudo h a l l a r sosiego; siendo e f t o s

enemigos

abrigados

en

e l

seno

d e l

Eftado

,

otros

tan

t o s c r u e l e s

verdugos q ue l o despedazaban.

Por e f t o ,

pues

, no debe descuidarse

e l Soberano , en mirar por l a f i e l observan

c i a de

l a Religion,

cuidando de q ue

sea

unica,pura,y

l i b r e

de

toda

mala

i n t e l i g e n c i a ,

6 s i n i e f t r a i n t e r p r e t a c i o n ; yefte será, como

diximos,

e l

objeto p r i n c i p a l de su buen

gobierno.

CA,



de la Paz. 6 i

CAPITULO VIII.

Segundo o b j e t o d e l

gobierno :

lajufíicia,

yP o l i c í a .

DEspues

de

l a

Religion

,

uno

de

los

p r i n c i p a l e s ciudados d e l buen

go

bierno

, e s hacer

reynar l a

J u f t i c i a

en

e l

Es

tado

, procurando se

adminiftre á

todos,

d e l modo

mas pronto,

seguro

,

y menos

gravoso.

Que

l a

J u f t i c i a

s e a

necesaria

para

e l

Gobierno, y

f e l i c i d a d

de

una Nacion,

es t a n evidente

,

q ue no n e c e s i t a prueba. ( a )

Los

( 4 ) Son tantas l a s Leyes q ue hablan

á

favor

de

J a

J u f t i c i a

,

y ponderando

su

importancia

,

q ue

fue

r a imposibie r e f e r i r l a s todas. El Rey Don Alonso d i

ce en l a Ley f i n a l , t i c . 1 .

part.

2 . q ue l a Jufticia , y

los

q ue l a

adrciniftran ionios principales

inftrumcn-

tos de mantener en Paz l a Republica. Y en l a s Le

yes 9 . t i t . 3 . part. 1 . - y x. t i t . 10. part. i . exclama

contra

l a f a l t a de

Jufticia

en

terminos

muy

expre

sivos.

Y

en

l a

»z.

t i t .

9 »

part.

z .

acuerda

á l o s

que

gobiernan l a obligacion de hacer J u f t i c i a . Y en

otras

muchas

q u e -

omitimos.



62 Derecho Publico

Los

hombres han

perdido con

gufto

s u na

t u r a l

l i b e r t a d , y reducidose á v i v i r bajo una

Sociedad

C i v i l

, solo

con

l a mira de

po

der obtener j u f t i c i a con seguridad , y de

gozar tranquilamente

l o q ue l e s pertenece;

s i e f t e

f i n propuefto no l o logran con

l a

exacta adminiftracion de l a J u f t i c i a , l a con

f u s i o n ,

y

e l

desorden,

s e apoderarán d e l Es

tado

,

extinguiránse

l a s

v i r t u d e s

C i v i l e s

,

y

l a

Sociedad vendrá insensiblemente

á

pe

r e c e r .

Para

conseguir

e f t e f i n , e s menes

t e r

e f t a b l e c e r

buenas Leyes.

E f t a s

, y

su

f i e l

observancia

,

son

l o s

unicos

medios

por l o s q ue

s e consigue

reyne l a

J i f t i c i a

en

un Eftado

; e l qual debe

tener Leyes

j u f t a s , y s a b i a s para

su gobierno. S i l o s

hombres fuesen siempre

j u f t o s ,

y r e c t o s ,

l a s

Leyes

n a t u r a l e s

b a i l a r í a n

,

s i n

duda,

para v i v i r

en Sociedad; pero

l a ignoran

c i a ,

preocupacion

,

y

amor propij,

hacen

á cada paso i n u t i l e s t a n Sagradas Leyes.

Por

e f t a razon

todos l o s Pueblos P o l í t i

cos

han

conocido l a

necesidad

de hacer

Leyes p o s i t i v a s , y formar r e g l a s genera

les,/ c l a r a s , para q ue

cada

uno conozca

su



de la Paz. 63

su derecho , sin

equivocacion. Es

nece

sario algunas

veces

apartarse de la equidad

natural

,

á

fin

de

prevenir

los

abusos

,

y

los

fraudes ,

acomodandose á

las circunftan-

cias de las cosas : y como el corazon hu

mano es tan rebelde ,

muchas

veces

para

acomodarse

a

su

deber

, es preciso que una

Sancion

penal

dé

á

las

Leyes

toda

su efi

cacia. Vease ,

pues

,

como la Ley

Natural

se muda

en Ley Civil.

Poner

los intere

ses

de

los Ciudadanos a l mero arbitrio

de los que han de adminiftrar l a Jufticia,

puede

traer muchos inconvenientes , y

asi los Jueces eftán obligados á juzgar se

gun l a s

Leyes , y

Alegatos

que se

hacen

en

l a forma

judicial

del Derecho.

Pero es mcnefter advertir, que las

mejores Leyes son inutiles , s i

no se

ob

servan

;

debe

,

pues

,

velar

el

Principe

en

hacerlas respetar , y executar puntualmen

te; pues de otro

modo

sería ilusoria su

au

toridad

. Mejor

es

no.promugarlas

que

per

mitir la inobservancia, ( a)

Hay

( * )

Las Leves q ue no eftán derogadas expresa

mente por otras posteriores ,

deben

observarse sin

es-



64 Dsrécho Publico

Hay varias especies de Leyes ;

unas

fundamentales

, y

admitidas ya

en

e l Rey-

no

por

eftablecimiento

seguro

,

bajo

las

quales

se gobierna l a practica de

los Tribu

nales :

tales

son las Leyes de las

Siete

Par

tidas , formadas

por

el

Rey

Don

Alonso

el

Sabio , y autorizadas por los Reyes Catho-

licos

i

las

Leyes de

Toro

,

publicadas

por

los

mismos, y las que resultan

de

la Reco

pilacion

, hecha por

el Señor

Don

Pheli-

pe I I . en que se

incluyen

las del Ordena

miento, Fuero Juzgo, Real

,

y Eftilo: (*)

todas

las

quales Leyes

obligan

,

en quan-

to se acomoden á las circunftanciasde I o s -

tiempos

;

pues no

hay

duda , que muchas,

juftamente eftablecidas en los principios,

llegan

á

ser

despues

inutiles ,

por haver

va

riado

las circunftancias. Otras

hay

nueva

mente

eftablecidas

por

el

Principe

,

en

vis

ta de

la

necesidad que se experimenta

,

bien

de

«sema , aun quando no cftén en uso; como e f t á man

dado

en

e l

Aut.

i ,

t i c .

i

.

1 1 b .

z .

de

l a

Rccop.

de

1

2.

de junio de 1 7 14.

( * ) Las Leyes

de Toro

e í l á n tambien Inclusa*

en dicha Recopilacion»

. . . - -



de

la Paz.

65

de reformar algunas anteriores , bien de

ocurrir nuevos casos ,

no

prevenidos por

las

Leyes

, que

necesitan

de nuevas

Cons

tituciones

para

el buen

régimen de

el

Reyno.

( a) Llamanse

eftas

Leyes regular-

Tom. 1. E raen-

( < ) Las Leyes Civiles de España han tenido

no

tables

variaciones

,

segun

e l

orden

,

y

mudanza

de

l o s

tiempos. i os primeros

Españoles

s e gobernaban

(como

todos l o s

Pueblos) por l o s usos, y colum

bres q ue l o s

dictaba e l

Derecho

Natural.

Los

Ro

manos intr^duxeron

sus

Leyes a s i q ue

l a

poseye

ron con sus Armas

;

especialmente en l a s Colonias,

y Municipios. Con l a irrupcion de los Godos

,

s e

conservaron

parte

de

l a s

dichas

Leyes

,

mezclada

con otras de e f t o s nuevos poseedores

,

haciendose

como

una confusa masa de Leves

,

mal

entendidas,

y

peor

interpretadas

;

hala q ue despues

de algun

tiempo

Eurico , Leovigildo , Sisenando , Recesvinto,

Ervigio ,

y principalmente

Flavio Egica , Reyes

Godos , haviendo celebrado varios Concilios,

y

Jun

t a s

de

hombres

doftos

,

enmendando,

quitando,

f

añadiendolo q ue l e s parecio

conveniente,

forma

r on e l

volumen de

Leyes

,

q ü e

en Latín

s e

Uatn»

F c r t t i Judicum , y vulgarmente s e llama Fuero Jua.

go. Despues de

l a

venida

de l o s Moros ,

fueron

con

firmadas e f t a s Leyes por

los Chriftianos

,

q ue

for

maban e l Reyno de Afturias , y Leon ; especial^

mente

por

DonBermudo

,

y

Alonso

V .

su

hijo;

pero

efto no

impidio , q ue

de

los Privilegios, b Fueros

e l e l a s Ciudades

, y

Villas q ue s e iban

conquiftando,

y

de otras varias

exenciones concedidas

por

l o s



66 Derecho Publico

mente

Pragmaticas

Sanciones ,

en las

qua-

les interesa

siempre la

Causa Publica, y

el

buen

gobierno

dela

Nacion.

Otras

Or

denanzas hay que solo miran á la utilidad

de los

particulares

: tales son las que

se

llaman

Privilegios , concedidos por el Prin

cipe

á

un particular , ó

á

muchos ,

y tam

bien

á

algun

cuerpo

de

Comunidad

,

Pro

vincia

,

ó Reyno. El

Privilegio es

una

ex

cepcion

de la Ley ; debe concederse de

modo que no dañe la Causa

Publica ,

ni

sea gravoso á

la

Sociedad Civil.

Todas

cftas

Leyes no obligan mientras

no

Rsyes, descayese algo e f t e Fuero , y s e formase otro

nuevo volumen de Leyes, intitulado Fuero

Real,

pu

blicado

(segun s e cree)

por Don

Alonso

e l Sabio.

Las

Leyes q ue s e

llaman de E f t i l o , no

son masque

una

declaracion

de

hs

d e l

Fuero

,

y

s e

cree

fueron

hechas por varios Reyes. La/ S i e t e Partidas , (obra

d^ l

dicho Rey

Don

Alonso ,

y

d e l

Santo

Rey

Don

Fernando ,

su

padre ,

q ue

empezó

á formarla;)

Las

de

Toro , publicadas por

l o s

Reyes Catholicos , Don

Fernando , yDoña I s a b e l ; y

ultimamente l a

nueva

R t c o p ' i l a c ' i o n , he'cha por

e l

Señor Don Phclipe I I . y

aumentida

por

sas succesores

,

con

l a s

Pragmaticas,

Decretos , Ordenanzas y Autos

acordados del

Su

premo Conseja de

C a r t i l l a i

forman los principales

volumenes

del

Derecho Civil

de España.



de

la Paz. 6 7

no son

publicadas

por

voz

del Pregon , y

con aquellas formalidades acoímmbradas;

deipues

de

l o

qual

nadie

puede

eximirse

de observarlas

,

á no

s e r por efc&o de una

ignorancia j u f t a

, no

crasa ,

ó

afe&ada

,

de

q ue

s e h . i l l a n pocos exem p i a r e s .

El Principe (como arriba dijimos) de

be hacer reynar l a j u f t i c i a , y

cuidar

que

s e adminiftre fielmente á

sus vasallos;

pe

ro

como no es

posible que por s í

solo

pueda encargarse

de

tan

penoso

trabajo,

e s

preciso

que se valga de personas j u f r i - .

fícadas

, y

r e c t a s , ( d )

De aqui

proviene

l a

ereccion

de

Tribunales,

y

Jueces

encar

gados de adminiftrar j u f t i c i a en e l Reyno.

De eftos , unos son ordinarios, y

de

p r i

mera

inftuncia

, como l o s Alcaldes Mayo

r e s ,y Corregidores : otros superiores, que

juzgan

definitivamente

,

como

e l

Supremo

Consejo de Camila

,

(*)

Cnancillerías ,

y

E 2

Au-

( a) El

tenerlo ,

d ¡o

e l Rey Don

Alonso , no

quiere compañero , n i l o ba de 'nenefcr, como

quiera,

q ue

tu

rodas

guisas

conviene q ue baya hombres h u e r t o s , é sxbi-

dores

,

q ue

l e

aconsejen,

é l e

atilden.

Ley

1 .

t i c .

y ,

pare . 1.

( * ) E l primer Tribunal gue s e e r i g i o en España

con



6 8 Derecho

Publico

Audiencias.

Es

cosa muy

j u f t a

q ue haya

un Tribunal i n f e r i o r , ó de primera i n f t a n *

c i a , e n

e l

q ue

s e

v e n t i l e n

l o s

cargos,

s e

exa

minen l a s pruebas

t

y verifiquen l o s i n f t r u -

mcn-

con

nombre de Consejo „ fue e l q ue fundo Don

Juan e l

primero

en l a s

Cortes

de Valladolld , año

de

1J9J»

Pues

aunque

nueftros Principes,

desde

e l

prin

cipio

de

l a

Monarchia,se

valieron

de

Consejeros,

con

cuyo diclamen administraban l a s materias

de

Paz , y

de Guerra ; sf»ndo l o s Prelados, y RIcos-Homes

lo»

q ue

intervenían en todas l a s materias de

Gobierno:

e s tambien cierto q ue no havia determinado

nume

ro

de

Consejeros , n i dias deftinados para tratar

los asuntos , n i s e

observaba

regla para

l a

determi-

jiacion de l a s materias

de Eftado

; halla q ue e l Señor

Don

Juan

e l primero .formo

e l Consejo de Gobier

no, con todas

l a s

formalidades de Tribunal.

Formole,

pues, dedoceMiniftros ; quatro Prelados , quatro

Caballeros , y otros

tantos

Ciudadanos. Al o s doce

Mililftros

añadio

dos años

despues

otros quatro

de

Toga ; previniendo , q ue dos l e acompañasen en sus

jornadas

,

y

otros

dos

l e

hiciesen

relacion

de

l o s Me

moriales q ue sele presentascri:remítiendoá l a s Cnan

c i l l e r í a s , y Audiencias l o s q ue perteneciesen á J u f t i -

cia , y á l o s Secretarios del Rey

aquellos en

q ue

se

J e pidiese gracia. E f t e e s e l origen verdadero d e l Su

premo Consejo de C a f t i l l a

, aunque

otros

sienten ds

piro

modo ; pero seguimos

l a

opinion mas

c i e r t a ,

aunque

no

l a

mas

comun.

Santollana

,

origen

de

loi

Magiftrados

, y Tribunales de España. Pan. i .

cap. V .



de la

Paz. 6 o

meritos

;

pero

tambien

e s

j u f t o ,

q ue

l a

p a r -

t e

condenada por e f t e Tribunal , tenga

otro

superior adonde a c u d i r , para

q ue examinada

l a Sentencia l a reforme , s i l a h a l l a mal fun

dada ;

pero

e l l a s apelaciones han de tener

l i m i t e s , pues

de otro modo serían

i n t e r

minables

l o s

J u i c i o s . En España

hay

un

Tribunal supremo ,

q ue e s

e l unico recur

so

de

l o s

J u i c i o s C i v i l e s

,

de

cuya

u l t i

ma resolucion no e s

l i c i t o a p e l a r

, dando

s e

en

é l , f i n

a

l a s

d i f e r e n c i a s ,

( a )

E 3 En

( a )

La

Sala

de

Mil

y

Quinientas.así

llamada,

por

q ue l o s q ue apelan á e f t c

Tribunal

depositan mil y

quinientas

doblas

de

moneda anticua de España.

La apelacion á

l a

Sala

de Mil

y Quinientas

,

no

e s general en todos l o s casos.sino e s en c i e r t o s , y de

terminados

, q ue han de tener l a s circunstancias

de

l a

Ley

,

en l a

cantidad

, y modo de subftanciacion.

Los

negocios

q ue

s e

empezaron

en

e l

Juzgado

Or

dinario , y pasaron >or apelacion a l Superior, no

tienen

recurso á

M'l

y Quinientas ;

como tampo

co l o s

de

cierto numero de maravedises de renta;

l o s Posesorios, l o s Criminales , é Híjds

Dalgo,

aunque sobre

e l l o s u't'mos

vanan

l o s Autores , por

na

tener precio l a honra.

Otro

modo hay

de

recurrirá

l a

Superioridad

,

q ue

e s

e l

de

i n j u f t i c i a

notorii

;

de

positando quinten tos ducados , y sus ciicunltincias

l a s traen los

Autos

acordados 3 . j . y 7. 4e

e f i e

s i

glo.



70

Derecho Publico

En todos

eftos Tribunales, se ha de

observar conftantemente Informa de jus

ticia eftabletida en ellos; sin que el Piin-

cipe quiera interrumpirla

,

guardandose

los

tramites

, esenciones ,

y

dilaciones

que previene el Derecho, ( a) á

no

ser

que por

hallarlas

viciosas ,

quiera acaso

corregirlas , ó enmendarlas. Nocreo sería

dañoso

en nueftros Tribunales ,

en

lus

que las trampas que

se

llaman legales ,

y

el

descuido ,

ó

malicia

de los

Miniftros infe

riores, hacen interminables los pleytos , y

originan

perjuicios enormes

á las Partes;

de

modo

que

no

suele alcanzar

á

veces

toda la

vigilancia

,

y cuidado

de los

Su

periores para

eftorvar

eftos abusos ; sí

bien

glo.

E l Señor

Santollana escribio sobre e l modo ,

y '

orden de

juagar

en

nueftros Tribunales

;

y

e l Señor

Mildonado

,

y

otros

,

sobre l a Segunda

suplicacion.

Se ha de advertir, no obftaiue, q ue tunque de hs sen

tencias de l o s Jueces Ordinarios, s e apela á los Tribu

nales Superiores,

s i n

embargo , pasado

e l

termino de

l a apelacion , caulan Executoria dichas Sentencias;

segun l a docttina,y praftica comun de l o s Tribunales.

El

Principe debe observar l a s

Leyes j u f t a s ,

eftablecidaspara

e l Gobierno

Civil. Así confta

dela

16

.

tu, i . par:.

i.



de la Paz. 71

bien s e han corregido mucho , y debemos

esperar una favorable providencia

para

que

s e acaben d e l todo.

En

e f t o s

Juzgados

l a

persona

d e l

Prin

c i p e s e ha de

mirar

como

l a

de

un

p a r t i

c u l a r

,

s i n q ue pueda

a l e g a r

mas derecho,

q ue

e l q ue l e pertenezca por l a j u f t i c i a de

s u causa.

Debe

s e r condenado , ó absuel-

to

,

conforme

l o

pida

l a

razon

d e l

Dere

cho

,

s i n

q ue

en e f t o haya l a menor i n

dulgencia. Asi e f t á mandado expresamen

t e por n u e f t r o s g l o r i o s o s Soberanos , i n c l i

nandose su piedad á querer s e r condenados

en l o s casos q ue e f t u v i e s e e l derecho dur

doso. ( a )

Además de e f t a

J u f t i c i a

C i v i l , q ue

se

reduce á

dar

á

cada uno

s u

derecho

,

con

servandole, ó

r e f t i t u y e n d o l e

l o s

bienes

, ó

Derechos

injuftamente usurpados

,

hay

o t r a

especie

de

J u f t i c i a ,

q ue

s e nombra

Atributiva

, ó D i j t r i b t í t i v a , y c o n s i f t e

en

t r a t a r

á

cada

uno segun su merito. Efta

E

4

Jus-

( a )

De

e l

Rey Don

Fernando

e l

Caibolico

s e

r e f i e r e ,

q ue l o mandaba á

l o s de

su Consejo. Asi l o

trae

Bobadilla

, l i b . z. cap. 2 . § . 41. de

su

Poli c i c a .



72 Derecho Publico

J u f t i c i a

e s

l a

q ue

a r r e g l a

en l o s Eftados l a

d i f t r i b u c i o n delos empleos publicos,

l o s

honores , y l a s recompensas. Se l e s debe

s i n

duda

á

l o s


l a

j u f t a

atencion

de honrar ,

y

recompensar

s u mérito.

Es

verdad q ue s o l ó

e l Soberano e s

e l

dueño

absoluto de

d i f t r i b u í r á quien

quiera l a s

g r a c i a s ,

y l o s empleos

,

y q ue ninguno

t i e n e

p e r f e c t o

derecho

á

l o s

cargos,

y

dignidades

;

pero

no obftante , un

hom

bre q ue por

su gran t a l e n t o

, y a p l i c a c i o n ,

se h a l l a en e f t a d o de s e r u t f t á l a P a t r i a

,

ó

q ue l a ha hecho algun señalado s e r v i c i o ,

se

puede

quejar

con

b a f t a n t e

razon

s i

vé

olvidado s u merito para anteponerle su

j e t o s menos

dignos,

y t a l vez i n u t i - .

l e s para l o s empleos. Debe , pues , e l

Príncipe escoger con cuidado para e l l o s ,

gentes q ue sepan desempeñarlos , toman

do

l o s

informes

correspondientes

á e f t e

f i n , mas

como

e s d i f í c i l por s í solo

p r a c

t i c a r

e f t a s d i l i g e n c i a s , l e

e s

necesario

va

l e r s e de sugetos desinteresados, q ue

examinando l o s

meritos

de l o s

pretendien

t e s

,

l e

propongan

aquellos

mejores

en

q ue

puede e l e g i r

j

para asegurar l o s a c i e r t o s .

Tal



de la Paz. 73

T a l e s l a Camara de

C a f t i l l a ,

compuefta de

M i n i f t r o s

deftinados

para informarse d e l

m e r i t o

de

l o s

pretendientes

,

consultando

l o s

en l o s

empleos

, segun l a

graduacion

d e

s u

c a r r e r a . ( * )

De

l o s p r i n c i p i o s

q ue acabamos de

r e f e r i r en l a J u f t i c i a d i f t r i b u t i v a ,

e s á

s a

b e r

:

t r a t a p

á

cada

uno

segun

s u s

meri

t o s

,

proviene como p a r t e de

e l l a

,

e l

c a f t i g o de l o s

culpados.

Toda Sociedad p i

d e indispensablemente q ue s e c a f t i g u e n l o s

d e l i t o s . El derecho

de c a f t i g a r

,

q ue

en e l

e f t a d o de naturaleza pertenece

á

cada

par

t i c u l a r

,

s e

funda

sobre

un

derecho de

s e -

guridad.To'do

hombre

puede precaverse

de

l a i n j u r i a ,

ó

daño

q ue

otro quiera h a c e r l e ,

y aun

escarmentarle

con

alguna

pena

,

y á

s e a por

s u propia

seguridad ,

y á

para conte

n e r

á

otros

con

e f t e

exemplo

;

peroquan-

d o

l o s

hombres

s e

unen

en Sociedad , co

mo

e l l a por s í

s e encarga

de l a

seguridad

desus

miembros, todos

se despojan

en

fa-

( * ) F ue eregido e f t e

Tribunal

por e l

Empera

d o r

C a r l o s V .

Ano

de 1518.



74 Derecho Publico

favor suy o de e f t e n a t u r a l derecho de cor

r e g i r á otros ; por eso adquiere é f t a e l

derecho

de

c a f t i g a r

l a s

i n j u r i a s

hechas

á

J o s p a r t i c u l a r e s , protegiendo á s u s Ciuda

danos

: y como

l a

Sociedad

e s por s í t i n a

persona

moral , á quien no

s e

l e puede

hacer i n j u r i a , por

eso

tiene

obligacion

de

mantener l a

seguridad

, caftigando á l o s q ue

l a ofenden.

En

una palabra

,

s e

h a l l a con

f a c u l t a d de c a f t i g a r l o s d e l i t o s

publicos.Efte

poder r e s i d e en e l Principe

,

y en s u s Mi-

n i f t r o s , encargados de hacer respetar l a

J u f t i c i a ,

Sería,

s i n

embargo,

dañoso

abando

nar

e l c a f t i g o de l o s

culpados

á

discrecion

de aquellos q ue tienen l a autoridad en

l a

l«no. La pasion

puede

mezclarse

en

un c a f t i g o a r b i t r a r i o en q ue l a J u f t i c i a debe

solo

tener

p a r t e

,

y

una

pena

c i e r t a

,

y

determinada ya

,

para

e l c a f t i g o

delos mal

vados

,

contiene mas á e f t o s , q ue un t e

mor vago q ue

puede tener muchas

con

t i n g e n c i a s , ( a ) Por o t r a parte

,

e l Pue

blo

(«) Las Leyes 9 . 10. 1

1 .

y \i. t . 5 . part.

1 -

ca

car-



de la Paz. ^ 75

blo, ordinariamente

conmovido á

la

villa

de un

delinqueme

, se convence

mejor

de

l a

jufticia

de

su caftigo

,

quando

es la mis»

nía Ley quien lo ordena.

Eñe esorigen de

las Leyes

Criminales,

tan necesarias en un Eftado Politico , que

no

puede

conservarse sin

ellas. Al

Legis

lador

pertenece

eftablecerlas

,

pero

con'

mucha jufticia , y

sagacidad

, arreglandose

á

las

circunftandas , caracter , y

genio

de

l a Nacion.

No se puede dar regla f i j a sobre

efte particular

; solo s í

, que las

penas

han

de

ser

á

medida

de

los delitos.

Todas

las

veces que una culpa no es

demasiado

da

ñosa á la Sociedad , se comete pocas ve

ces

,y los individuos no son

muy

incli

nados á

ella

, se debe caftigar mas suave

mente

que

otras.

Se

ha

de

cuidar

especial

mente

en

los cafttgos , que se inclinen mas

á l a piedad , que no á la crueldad mugrien

ta , y parezcan correccion , no venganza

in-

eargin

mucho

e l

modo

como

deben

juzgar

lo$

Jueces,

uo

por voluntariedid, odio, malí voluntad,

ú

capricho

,

sino

e s arreglandose a l a razon de l a s

Leyes, sin

mas f i n q ue

e l de hacer

j u f t i c i a .



7

6

Derecho Publico

inconsiderada.

( * )

En Francia l l e g a n á

to

c a r l a raya de c r u e l e s . Con pocas circuns

t a n c i a s

q ue

s e

añadan

a l

d e l i t o

,

son

s u f i

c i e n t e s para romper vivo a l Reo en una rue

d a ,

dejandole

penar

horas

e n t e r a s ,

expuefto

á

l a r a b i a ,

y desesperacion

,

y

á

l a

perdida

de su alma ,

en q ue

nada debe i n t e r e s a r s e

e l

caíhgo.

No

por

eso

s e

experimentan

en

aquel

Reyno menos

d e l i t o s

q ue en

o t r o s

,

y e f t o s exemplares sangrientos , l e j o s

de producir e l e f e c t o á q ue s e deftinan,

endurecen , y

quitan

e l t e r r o r á l o s mal-

vados.

La experiencia

misma

ha

hecho

ver,

q ue

l a

imaginacion

s e f a m i l i a r i z a

con

l o s objetos q ue

firequentemente s e l a

pre

sentan ,

y

quanto mas

s e

multipliquen

l o s

s u p l i c i o s t e r r i b l e s ,

tanto

menos im

presion harán de d i a

en d i a en

l o s

Pueblos.

E l l o s

vendrán

a l

f i n

á a d q u i r i r

un

c a r a c t e r

de

atrocidad indomable, como sucede

á

l o s

( *) Cd como quler son palabras del R.cy

Don

Alonso)

q ue

la

J u j i l c ' t a e s

muy

buena

cota en

s í

,

i

¿t

q ue debe e l Rey usar ; con todo e s o facese muy cruel,

quando

a

las vegadas no e s templada

con

mhlrhor-

dia.

Ley i . t i c .

io.

patt, 2 .



de la Paz. 77

l o s

Japones

, y á otros

Pueblos

barbaros,

h e c h o s á derramar con fíequencia sangre

humana.

En España son mas humanos l o s su

p l i c i o s , ( a ) a s i por e l modo , en e l q ue

no

hay

q ue desear , y e f l á

respirando

l a

humanidad de l a Nacion , como por l a s

c a u s a s , siendo muy j u f t i f i c a d a s , y p r e c i

s e s ,

para

q ue

puedan

ocasionar

elultimo

c a f t i g o . Verdad e s ¡ q ue l a s Leyes previe

n e n

s e

c a f t i g u e e l hurto, aunque s e a de

muy

corta

cantidad , con pena de

muer

t e , especialmente dentro de l a Corte , co

mo

sehavifto

executar

algunas

veces

;

pe

r o e f t a Pragmatica , aunque

no

derogada,

t i e n e poco

uso

por

un

e f e c t o de benigna

condescendencia.,

( b ) No

por

eso s e

debe

apro-

( 4 ) Es bien

notoria

l a

caridad con q ue

s e trata

3

l o s íleos

en

España. Antiguamente no seles a d « -

minfíhaba e l Sacramento de l a Euchariftia en l a

Carcel

,

halla

q ue

por una Pr agmatica del

Señor

Don Phelipe I I . publicada en Madrid año de 1569,

» 17. de Marzo , s e ma ndb a s i : y q ue s e l e s dijera

Misa

a l

mismo

tiempo.

Y

e s

l a

Ley

9.

t i t .

i.lib.

1 . de l a F„ecop.

( £ ) S e e x p i d i o e f t a P r a g m a t i c a e n elPatdopot

e l



78

Derecho

Publico'

aprobar en l a J u f t i c i a l a floxedad , y e l

descuido

dañoso en mucho á l a Sociedad

C i v i l i e l l a debe

s e r

confiante , s i n

q ue

con

e l f a l s o

t i t u l o de

piedad

, s e

t u e r z a

á

s e r

r i g o r con todo e l Pueblo, l a clemencia

con

algunos


Aunque e l Principe , como cabeza de

l a Nacion , y en

quien

r e s i d e l a

Autori

dad

de

e l l a

,

t i e n e

e l

derecho

de

j u z g a r

á

sus Vasallos en l a s causas criminales ,

pa

r e c e r í a indecoroso á l a persona

d e l

So

berano , q ue

debe representar

en todo

un

Pa-

e l Señor Don Phelipe V .

en io,

de

Febrero

de

1734.

imponiendo l a

pena capital á qualquícra persona

q ue teniendo i?, años cumplidos , robase dentr o de

l a Corte

,

o

cinco leguas

en contorno poca

,

ó mucb*

cantidad , q ue son palabras formales del

Real

Det r e

to.

Y aunque (como llevamos

dicho)

por benigni

dad

,

y

Condescendencia

,

no suele

caltigarseel

hur

to, con pena de muerte, s e puede, no o b f t a i ? r e ,

segun

l a s

circunltanciasque en

é l

concurran ,

apli

car e f t a pena ; como s i fuese Sacrilego

.

6

en

des

poblado , b

en cantidad

excesiva

(oara l o qual

bas

ta l a de 5U. maravedis)ó con violencia ,

y

herid i s ,

y a l f i n por otras ratones q ue s e pueden ver en l a s

muchas

Leyes

q ue

tratan

de

e í t o

;

y

en

especial

en

l a s 1 . 3 . 3 . y siguientes

,

hafta l i ii.

t i c .

14.

part.

7»

y

ea l a s 7 . S . 9 . 10. t i c . u.lib.S. Rccop.



de la Paz. 79

Padre de su Pueblo , reveftirse del cara¿ter

de

Juez

, contra la

persona

de un

desdi

chado.

Tiene

,

pues

,

Miniftros

deftinados

para efte fin, á quienes prefta su autori

dad ,

y

consentimiento ,

encargandoles los

rigores de l a

juílicia

, y reservandose para

s í todas las materias degracia.

( *) La na

turaleza

misma

de

las

I

eyes

pide

que

el

executor de ellas tenga facultad de dispen

sarlas , quando

sin

hacer

ofensa

á nadie,

puede en ciertos

casos

particulares , en los

que e l

bien del Eftado

pide una excepcion;

de

aqui

se

infiere

que

el

Derecho

de

ha

cer

(*) Es queftion

entre

l o s Políticos :

s i

e l Prínci

pe

debe a s i f t i r á hace* j n f i i e i a en

Jos Tribunales. La

mas comun e s q ue no ; aunque ha

bavido Reyes

de

España

q ue

l o

han

hecho.

En

caso

q ue

s e

veri

f i q u e su a s i f t e n c i a , han de Inclinarse mas a l a mise

ricordia como sucáno a l Rey Don Juan e l I I I . e f e

Portugal á v i f t a de un criminal proceso. Fueren

iguales l o s votos ; unos absolvían a l Reo , y otros

l e condenaban. Y

haviendo

de dar e l

suyo

dijo : Los

q ue

t e

haveis condenado

,

haveis

kecbo j v . f t i c i a a

mi en

tender ,y

q u i s i e r a

q ue

c o n

e l l o s

s e

hubieran conforma

do l o s

demás ; pero

yo

veto

, q ue sea

a b s u e t t o

,

porque no

s e

diga,

q ue

por

e l voto de

un Reyfue

condenado

a \ muer

t e

un

vasallo.

Saavedra.Empr, J

7 .

V #¡

redatur%



8o Derecho Publico

cer

Gracia e s un a t r i b u t o de l a Soberanía,

pero

e l

Soberano debe a d v e r t i r q ue l a

j u f t i c i a

,

y

l a

misericordia

, son l a s basas de

l a Sociedad C i v i l

,

y deberá usar

de

t a l

modo de e l l a s

,

q ue no s e s i g a p e r j u i c i o

a l Eftado. E l Principe q ue sabe c o n c i l i a r -

J a s , e s

s i n duda causa p r i n c i p a l de

l a glo

r i a , y seguridad de l a

Nacion.

( * )

CAPITULO IX.

De

l a

Poliáa.

LAo l i c í a c o n s i f t e en l a

atencion

deí

Principe , y de

l o s M í i g i f t r a d o s para

mantener e l

buen orden

, y

harmonía en

l a s

cosas

p u b l i c a s .

Los

s a b i o s

reglamentos

deben p r e s c r i b i r todo

loque

e s mas

con

ducente

á

l a seguridad , u t i l i d a d

, y con-

ve-

( *) Econ e f t a s cosas

s s

endereza

e l

Mundo

, facien

do

hiena

l o s

q ue

bien

facen

,

é

dando

pent,

é

escarmien

t o t i

lasque

l o merecen. Son

palabras del

Rey Don

Alonso.

Ley 5

»

t ¡ t .

1 .

p a r : . 1 .



de la Paz.

8

1

veniencia publica

, y

los

que tienen

auto

ridad para ello han

de

velar atentamente

en

hacerla

observar.

Los Corregidores,

Regidores

,

Gobernadores

Politices , y Al

caldes

Ordinarios

en sus respectivas Ciu

dades , Villas , y

Lugares , han de atender

a que

reyne

e l buen o.den ,

y

l a obedien

cia

,

y

se

conserve

l a

paz

,

tranquilidad

,

y

concordia entte

sus moradores.

La

abun

dancia

en

los abaftos , la equidad en los

pesos

,

y medidas , l a buena calidad

en las

especies

vendibles, la

limpieza

délas ca

lles,

e l

precaver

las

ruinas

,

el

pronto

so

corro en los incendios, la comodidad , el

sosiego ,

y seguridad de

los

Ciudadanos ,

y

el

recogimiento de vagamundos,son objetos

en

que

debe emplearse l a

Policía,y el cuida

do de

los Magiftrados

, que gobiernan los

Pueblos ;

en los quales mientras mas rey

ne cfte buen gobierno , tantas mayores

utilidades havrá para la Sociedad

Civil.

( a)

Tom.

i,

F Se

( a )

El

objeto

de

l a

Policía

,

no

solo

debe

s r

r

e l

material

de

l a

limpieza,

adorno,

y hermosura de l o s

Pueblos ,

sino

e s

tambien e l forma)

del sosiego,

quie

tud de los Ciudadanos , y

buen

orden de l a

Sociedad.

Qu4



82

Derecho

Publico

Se atribuye álos

Holandeses

talento singu

lar

por

l a

Policía.

Sus

Villas

,

y

Ciudades,

y

hafta

sus

eftablecimientos

en

las

Indias,

pasan generalmente entre

todos

los Paí

ses

del Mundo

por

los mejor

gobernados.

En

efte particular no tenemos

nosotros

que echar menos en un Reynado , en el

que

parece

se

lleva

l a

principal

atencion

efta clase de gobierno. Se ha vifto con ad

miracion mudarse el

aspe&o

de

nueftra

Corte , por su limpieza , aseo , hermosu

ra ,

y comodidad ;

á

cuyo

exemplo las

demás

Ciudades

del

Reyno

,

se

esmeran

quanto

les es

posible,

á fin de contri

buir

por

su parte á los deseos del go

bierno. Efte

ha

sido el fin principal de l a

ereccion de publicos Personeros ,

y

Dipu

tados

delos

Pueblos,

eftablecidos en

nues

tros

Qualquiera cosa

q ue

pueda perturbarlo,

debe impe

dirse ,

y

caftigarse

con rigor. Los

Pasquines ,

y

Libelos

.infamatorios

, son

delitos

q ue merecen e l

mayor

qaftigo;por

eso s e l e s impone l a pena de muer

t e

á sus

Autores

,

y

de

excomunion

l a

tienen

tam

bien. La Ley 3

.

t i c .

9 .

part. 7.

uaca

de

e f t a

calidad

de

delitos ,

y

de

su c a f t i g o .



de

la Paz. 83

t r o s tiempos. E f t o s verdaderos Procura

dores d e l Comun ,

deben

solo acordarse

de

q ue

e f t á n

coníhtuidos

para

beneficio

d e l Publico.

Todas

s u s

miras

no s e han

de

d i r i g i r á otro

f i n

, q ue á

exponer

con l i

bertad

s u s

dictamenes ,

y

representar con

viveza l o s daños , p e r j u i c i o s

, é inconve

nientes. En

consequencia

de

sus

buenos

o f i c i o s , debemos esperar v e r enmendados

muchos

abusos

,

y

q ue

cada

d i a

s e ad

mire

mas

e l

buen

orden , y p o l i c í a de

los Pueblos.

Entre

l o s

desordenes

q ue

suelen

per

turbar

l a Sociedad ,

alterando e l

sosiego,

y quietud delos Ciudadanos,se

deben

con

t a r l o s

duelos,

6

d e s a f i o s p a r t i c u l a r e s , tan

t a s veces piohibidos; pero todavia per

manentes en e l f u r o r

de unas

mal enten

didas

Leyes

de

honra

,

y

nobleza.

Ya

he

mos

dicho

q ue

no

e s

l i c i t o á l o s

p a r t i c u

l a r e s tomar venganza de s u s i n j u r i a s ,

quan-

do pueden r e c u r r i r á l o s

Magiftrados. El

duelo , q ue e s un

combate

hecho solo

para

s a t i s f a c c i o n

de

una

p a r t i c u l a r

queja,

e s un

desorden manifieftamente contrario

a l

f i n

de l a Sociedad C i v f t .

Las

Leyes l o

£ a í i e -



84

Derecho

Publico

tienen

prohibido ,

( a ) con

l a s ultimas

pe

nas de deshonor ,

y

l o s Sagrados Caño

nes,)'

Decretos

P o n t i f i c i o s

han

procura

do por

s u

p a r t e reprimir e f t e desorden

con l a s mas r i g o r o s a s Anathemas ;

h a f t a

negar l a E c l e s i a f t i c a Sepultura a l o s q ue

pereciesen en

e f t o s

barbaros combates.

La

ceguedad

de

l o s

hombres

hace

i n u t i l e s

con b a f t a n t e frequencia semejantes pie-

cauciones. S i

qualquier

retado

,

temeroso

de

s u

conciencia ,

y

obediente

á

l a s

Le

yes de

su Soberano

,

s e

escusase de

s a l i r

a l d e s a f i o , s e i á mirado entre

sus

i g u a l e s

como un

hombre cobarde,

y

s i n

honor.

Los

Griegos,

y

Romanos

, s i n embargo de

haver

s i d o

l o s

hombres

mas v a l i e n t e s

y

pun

donorosos d e l

Mundo ,

no conocian

e f t e

genero de d e s a f i o s entre s u s Ciudadanos,

n i

pensaron

vengar

l a s

ofensas


con

l a

espada.

En v i f t a de

e f t o

,

¿quien

tendía

por

cobarde

a l q ue no admita e l

reto

?

Sin embargo

l a

preocupacion puede

mas

( a )

Por

loque hace

a l

desafio

, vease todo

e l t i c .

í.dcRieto , part.

7.

La Pragmatica

Real de 1716.

y

e l

Concilio

Trident. sesion i j . cap. y.



DE LA P\Z. 85

mas q ue l a s prudentes r e f l e x i o n e s , y en

e l

a r d o r de l a c o l e r a , ninguna

quiere

ser

menos á

s u

p a r e c e r . Una r i d i c u l a etiqueta,

un pique de

poca

consideracion , y otros

igualmente

f r i v o l o s

motivos, obscurecen

e l buen concepto de muchos años , vien

dose en l a dura p r e c i s i o n l o s q ue salen

a l d e s a f i o

,de perder su vida, ó

s u c r e d i t o ,

y

eftimation

para

en

adelante

;

por

eso,

pues,

debe v e l a r con cuidado e l Gobierno

en precaver c i t a s p e r n i c i o s a s r e s u l t a s . Sin

duda q ue l a s Leyes contra l o s duelos

no

tienen l a f u e r z a q ue debían ,

por

l a gene

r a l i d a d

en

q ue

c f t a n

concebidas.

I g u a l

mente comprehenden a l retador , y a l

retado :

y

siendo , á l a verdad , ma yo r

e l

d e l i t o d e l primero , quizá s e r í a mas u t i l

c a r g a r en é l solo

toda

l a pena,

y

l a des«

honra

:

Y

de

e f t e

modo

no

se

atreverían

muchos á d e s a f i a r , viendo l a

ventaja

con

q ue s e

presentaba

e l

enemigo.

Era me-

n e f t e r

a l mismo tiempo c a f t i g a r

con

i g u a l

rigor ,

a l q ue

con su

insolencia

,

y des

atencion

d i e r a motivo

para s e r retado;

pues

e f t e

t a l

con

sus

i n s u l t o s

,

s e

debe

mirar como

un

perturbador de

l a

Socie-

F 3

dad



86 Derecho Publico

dad

Civil , que intentaba deftruír

por

me

dio

de su desatenta

conducta.

CAPITULOX.

Tercer

objcEto

del buen gobierno : la

educacion.

f Odos

los objetos de un

buen

gobier-

X

no se dirijen á

Ja

felicidad ,

pro

vecho,

y

seguridad de l a Nacion. Efto

es

s considerados

bajo

sus

respectivas,

y principales miras , aunque s i se advier

ten sin diftincion, todos miran reciproca

menteá un propio fin:

eft

ando ,

por de

cirlo

asi ,

tan identificados

,

y eslabona

dos

unos

con

otros

,

que

no

se

puede

tocar un fin , sin incluir precisamente

los

demás.

El

objeto

que

mira á hacer

feliz

una Nacion , por consiguiente

mira

en

cfto mismo á su utilidad *

y defensa

,

y

el

que tiene

por

asunto

principal

,

lo

util

,

y

commodo

, indispensablemente grangea la

gloria , y segundad de l a Nacion. Me ha

pa-



dera

Paz. 87

p a r e c i d o exponer e f t o , para q ue no s e

e f t r a ñ e

en c i t a Obra l a f a l t a de l a s t r e s

d i v i s i o n e s

subsodichas

,

q ue

frequentemen-

t e suelen hacer

l o s

E s c r i t o r e s d e l Derecho

Publico , aunque

no

con l a ma yo r c l a r i

dad á

mí v e r .

Despues de l a

Religion

, J u f t i c i a , y

P o l i c í a , debe con razon

l l e v a r s e

l a aten

c i o n

del

Gobierno

l a

i n f t r u c c i o n

de

l o s

Pueblos , por

medio

de l a educacion dela

juventud.

E l

Conductor de

un

Eftado

e s

t a

obligado

aponer todos l o s

medios para

i n f t r u í r á s u

Pueblo ,

Humandole , y f o r

mando

en

é l

un

conocimiento

perfe&o

de

l a mas s a b i a do&rina.

Ha de

procurar

tener por v a s a l l o s ,

s u j e t o s

i n f t r u í d o s , y

do&os ,

a s i para e l desempeño

de

l o s

Em

pleos , á q ue e s p r e c i s o promoverlos

,

co

mo

para

g l o r i a de s u

gobierno

,

siendo

ma yo r l a de mandar hombres sabios , q ue

no

barbaros i d i o t a s .

P o l i t i c a

ignoran

t e de l o s Soberanos d e l

Oriente

, q ue pro

hiben e l e f t u d i o de l a s c i e n c i a s á s u s va

s a l l o s

, pareciendoles q ue por e f t e

medio

no

l l e g a r á n

á

conocer

l a

e s c l a v i t u d

en

q ue

viven

;

como

s i

e f t o s forzados subditos no

F4 su



88

Derecho

Publico

supieran s a c u d i r e l

yugo

muchas

v e c e s ,

ignorando

l a obligaron

en

q ue

e f t á

e l va

s a l l o

,

de

obedecer

á s u

Señor.

La

i n f t r u c -

cion

de l a

Nacion puede

c o n t r i b u i r

á ha

c e r l a dichos?.

El

origen

de

c i t a

feíiddad c o n s i f t e

en l a educacion de l a juventud. En nin

guna

cosa

s e

debe poner mas cuidado.

Las

primeras

impresiones

son

de

una

ex

trema consequencia pdra loda l a v i d a . En

l o s

t i e r n o s años

de l a

i n f a n c i a

, - y de i a

juventud, e l e s p í r i t u , y e l corazon

d e l

hombre,

reciben

facilmente l a s prime

r a s

s e m i l l a s d e l

bien

,

ó

d e l

ma .

La

educacion de l a juventud e s una de

l a s materias mas importantes , q ue me

recen

l a

atencion

d e l

Gobierno. No

s e

debe

c o n f i a r enteramente a l

a r b i t r i o

de

l o s

padres

,

q ue

ocupados

en

s u s

domes

t i c a s t a r e a s , ó en e l desempeño de su

obligacion, no suelen atender

á

e f t a

tan

p r i n c i p a l . Es preciso fundar buenos e f t a -

blecimientos p a r a l a educacion p u b l i c a ,

con Maeftios

h á b i l e s

,

q ue sepan d i i i g i r , y

enseñar

l a

juventud

con

sagacidad

, :

me»

todo ? y d u l z u r a * Efíe e s

ü n camino seguro

pa-



de LA Paz. 8p

pflra formar excelentes Ciudadanos. En

España no faltan Colegios ,

y Seminarios

ihfticuídos

á

efte

f i n

por

varones

doiílos,

y

sabios

, y

bajo la

Real proteccion

,

cuya*

Conftituciones

son

, sin duda , una ver»

dadera norma de l a educacion chiiftiana. ( *)

Debe ,

pues

, e l Soberano protejer , y

fomentar

las Ciencias

,

y las

Artes

,

exci

tando

los talentos de

los

aplicados ,

por

medio de los honores, y recompensas.

La

Universidad de

Salamanca

, fundada en

Palencia por el Rey

Don

Alonso el No

ble , fue trasladada á aquella Ciudad por

su

descendiente el

Santo Rey Don Fernan*

do

, con

el fin de acrecentarla

5

y hacerla

mas util, en mas proporcionada situacion.

Sü

f e

- i

i - H

I I

I

I

(*)

En

España

,

c o n

grande

providencia

,

son

pala

bras de D. Diego Saavedra en sus Empresas Políticas,

t e

fundaran C o l e g i o s , q ue fuesen

Seminarios

de i n s i g

n e s varones , para e l

g o b i e r n o

,

y

admi/lracion de li

Jufiicia : cuyas

C o n / l i t u c i o n e t

,

aunque

parezcan

l i g e r a s ,

y

vanas , s o n

muy

prudentes ; porque

enseñan

d s e r mo

delos ; y a o b e d e c e r ,

a

l o s q ue despues han de mandar»

Emp.

6 6 .

Ex

fascibus

f a s c e s .

Y

en

toda

e l l a

s e

trata

largamente de l a educacion de l a juventud , y del

mojo de proporcionará l o s sugetos para l o s gran

des trr.plcos de l a

Republica.



£0 Derecho Publico

Su h i j o

Don

Alonso e l Sabio l a

aumen

t ó considerablemente , dotandola de

Ca-

thedras,

y

r e n t a s

competentes

para

l o s

Maeftros

de e l l a , s o l o con l a mira de pro

mover l a s Letras en

España :

formando

u j i a Escuela de adonde

s a l i e s e n

Do&os

Varones , para ocupar l o s primeros Em

pleos de

l a Monarchia

;

como l o

ha a c r e

ditado l a e x p e r i e n c i a . Lo mismo

sucede en

l a s demás Universidades de España , pro

curando todas desempeñar e l f i n de su

i n f t i t u t o .

Pero no b a f t a s o l o e f t e fomento, y

proteccion

,

s i

no

s e

procura

a l

mismo

tiem

po

v e l a r sobre e l metodo

de

l a enseñan

za , reformando l o s abusos , y prescribien

do nuevas r e g l a s mas f a c i l e s ,

cornadas,

y

acreditadas por l a

e x p e r i e n c i a . Como

e l

f i n

p r i n c i p a l

de

e f t a

Obra

s e

d i r i g e

á

l a

i n f t r u c c i o n de l a juventud

q ue

cursa l a s

Escuelas ,

no me

parece

fuera de proposi

to t r a t a r aqui de algunos de sus

p r i n c i

p a l e s abusos : especialmente por l o

q ue

toca á

Jurisprudencia.

Es cosa , á l a verdad ,

muy

eftraña , y

baftante s e n s i b l e

,

ver

fundadas

en l a s

Uni-



de

la Paz. 91

iMversidades t a n t a s Cathedras

,

solo

para

enseñar un

Derecho

,cuyo uso e f t a

prohi

bido

por

n u e f t r a s

Leyes ,

( a )

y a l q ue no

e s

necesario

a p e l a r , s i n o

e s e n - algun caso

p a r t i c u l a r

, r a r a vez

sucedido

, segun l o

abundante d e l nueftro , y ver á é f t e a l

mismo tiempo t a n abandonado ,

q ue s i n

embargo

de

s e r

e l

q ue

s e ha de s e g u i r des

pues

en

l o s

Tribunales

,

n i

s e

enseña

,

n i

s e aprende , y una

Ley

de Partida ,

ó

R e

copilacion , s e oy e con e f t r a ñ e z a en qual-

quier Adto

l i t e r a r i o

, y e l

c i t a r l a s e

t i e n e

l a s mas xeces por i n u t i l obftentacion d e l

privado

e f t u d i o .

No

por

eso

repruebo

e l

Derecho C i v i l de l o s Romanos , n i me

opongo á su enseñanza, q ue puede s e r

co-

{*)

Por

la

3 .

t i t .

1 .

l i b .

i.

de

la

Recop.

Por

l a

Ley i- de

Toro.

La 5. t i t . 6. l i b . 1 . del Fuero

Real,

Y l a 4 . . t i t . 4.

de

¡ a s Reales Ordenanzas

deCaftilla.

Tambien, e l Rey Don Alonso e l

Sabio

ordeno á los

Jueces

: á j £ < e l o s Pierios

ante

e l l o s

l o s

libren bien

,

j

lealmente ,

l o

mas

aina ,

e mejor

q ue

supieren

, e por

las

Leyes de e f t e Libro , é no por ttras. Ley 8. t i c . 4,

pare.

3 .

Anteriormente lo

havia

mandado e l Rey

Recesvinto

en e l

Fuero

Juzgo:

E nin quiero,

q ue

de aqui adelante sean usadas las Leyes Romanas,

ni las ejiraüas, L. 8. y 9. t i t . 1. l i b . í. Fo r.



92 Derecho Publico

como

escalon para llegar á adquirir el

nueftro ; ( a) pero

nadie

aprobará e l que

se empleen tantos

años

en un eftudio del

que

se

necesita solo

una

tintura leve , y

para el que bailaba hu

viese

una Cathedra

señalada

en

las Universidades , dejando las

demás para la

practica

de nueftro Dere

cho , que era el verdadero modo de ha

cerlas

mas

utiles,

(*)

Además

de

efto es

preciso

advertir,

que una Jurisprudencia seca , y eftéril , no

es eftudio suficiente para formar un Ciu

dadano util

á

l a

Nacion,

y que pueda

en

algun

dia

desempeñar

sus

principales

Em

pleos.

( 4 )

Empero

b i e n

,

queremis

,

son palabras d e l Rey

Don Fernando e l Guholico

,

y s u f r í no

1

q ue l o s Li

b r o s de l o s Derecho y q ue

l o s

S a h í o s antiguos h i c i e r o n , q ue

s i

lean

e n

l o s

Efluiios

generales de

n u e / l r o

S e Ü t r l t ;

f orque hay e n e l l o s mucha sabiduría

,

y queremos dar

lugar a q ue l o s nueHrot naturales sean

s a b i d o r e s ,

/

sean p o r

enie

mas

honrados.

Ley

3 .

t í t . 1 . I ¡ b .

1 .

Recop.

(*)

E f t o ' e f t i prevenido y \ por repetidas Orde

nes del Supremo Consejo de Oftilla ; y especialmen

t e

por

l a s

q ue

s e

ex pidier on en

15.

de

Noviembre

de 174.1. i coascqueiicia del Auto acordado 3. t i t .

i.lib. i .

dela

Recop.de 19. de Mayo del mismo

ana.



DELA

Paz. 93

pieos. Es preciso saber tcdo quanto pue

de tener alguna concernencia

ton su

mi-

nifterio , iluftrandose de mas eruditas

no

ticias , que las que ofrece la sequedad del

Derecho.

La

Hiftoria de

l a

Nacion

, y de

las principales de Europa , l a

Geogrrphia,

Rbetorica, y Erudicion: el Deietho Pu

blico

,

los

Trata

dos

de

Paz

,

los

intereses

de

los Principes

,HiftoriaEclesiaftica

.Conci

lios ,

asi

Ecumenicos ,

como Nacionales

,

é

inílruccion baftante en el manejo de

los

mas

singulares

Autores , son precisas ta

reas

á

que

deberán

aplicarse

sin

intei

mi

sion

, y cuyas noticias echarán menos en

la frequente

versacion

de los

negocios

, los

que siguen efta

carrera

, alegrandose

mu

cho

havcrlas

eftudiado

para el

buen des

pacho

de

los

expedientes.

Efta falta de inftruccion es muy

natu

ral en muchas Universidades,

no

oyendose

en

ellas masque una Jurisprudencia,desnu-

da de

todos tilos preciosos

adornos.

Es

cierto que no faltan sugetos instruidos

,

y

aplicados ; pero asi

los

que

hay, cerno

los

que ha haviclo, mas deben

su

adelanta

mien-



94 Derecho

Publico

miento á la privada fatiga , que no á

la publica enseñanza.

No

solo se eftiende el cuidado

del

Principe

al fomento de las

Letras, para

defterrar la ignorancia de la Nacion,

es pre

ciso que cuide tambien de los utiles pro

gresos de

las Artes

, tan necesarias en el

Eftado.

Entre

ellas

,

se

llevan

la

primera

atencion las

ucs Nobles de

Pintura,

Es

cultura

,

y

Arquitectura

,

adorno

,

y lus

tre de

qualquier Reyno. No se

puede

de

cir

sin

gozo , lo mucho que en eftos

ul

timos

años

se

han

adelantado

en

España

eftos Nobles Exercicios

, y las fatigas , gas

tos ,

y

desvelos con que sus Monarchas

han procurado poner eftas Artes en l a

perfeccion

que

oy

se miran. Cada

dia ve

mos nuevos

primores

,

y se

cree, median

te tan soberano

influxo

, lleguen al colmo

de la perfeccion. Lo mismo se puede de

cir, respecto de las demás Artes mecani

cas,

en cuyos adelantamientos

siempre

tienen mucha

parte los

eftimulos

del pre

mio

,y

la

respectiva

emulacion.

El

Principe

que anima por

e£os

medios la fauga ,

y

es-

me-



de la Paz. 95

mero de l o s Pueblos

,

conseguirá c r e c i

d a s v e n t a j a s para e l i n t e r e s publico de

l a

Nacion.

A f i n de proporcionar e f t e logro , sue

l e n

no s e r s u f i c i e n t e s l o s

propios

documen

t o s

, y

entonces

s e hace

preciso buscarlos

e n l o s e f t r a ñ o s . Es menefter , pues , dipu

t a r sugetos h a b i l e s , é i n t e l i g e n t e s á

l o s

P a í s e s

Eftrangeros

,

para

q ue

aprendan

en

e l l o s

, l o s e q ue ignora en e l suyo , y puedan

despues

enseñarlos á s u s compatriotas. E f t e

e s un Derecho Publico q ue l a buena h a r

monía de l a s Naciones ha permitido, por

medio

d e l

qual

s e

socorren

mutuamente,

comunicandose l o s adelantamientos q ue

e l mayor t r a b a j o , y experiencia

ha sabido

a d q u i r i r .

Lu Real

Academia

de San Fernando

i n f t i t u í d a

en

e l l a

Corte,

mantiene

sus

Pensioniftas en

Roma, París,

y algunas

o t r a s

Ciudades de

Europa

,

para

q ue s e

perfeccionen

en l a s

t r e s

r e f e r i d a s

Artes, y

en

l o s primores

d e l b u r i l ;

cuyos adelanta

mientos admira

e l Publico , y

conoce

t o

da España. Los

a c i e r t o s

dela

Cirugía

, p r i

morosos inftrumentos para

l a s

operacio

nes,



6

D..RECHO

Publico

nes

,

y

establecimientos

de Sociedades, ere-

eidas bajo l a Real Proteccion , s e deben

tambien

á

l a s

t a r e a s

,

y

e f t u d i o

,

de

algunos

jovenes embiados f u e r a d e l Reyno á ob

servar , y aprender

l a s

verdaderas

r e g l a s

de

Anothomia , y e l uso de s u s mas primoro

sos inftrumcntos. La u t i l i d a d q ue s e ha

seguido

a l Publico de t a n bien empleados

afanes,

no

d e j a

duda

de

quan

convenien

t e a l Eftado son e f t o s v i a j e s á l a s Provin

c i a s Eftrangeras ,

y

quan eftimado debe

s e r e l Principe q ue no omite

medio algu

no para e l

l u f t r e

y y comodidad de l a Na

cion.

Efta puede tambien i n t e r e s a r en l o s v i a j e s

de l o s p a r t i c u l a r e s , especialmente de l o s

Nobles,

con

e l

f i n

de i n f t r u í r s e , y - aprender

l o q ue entre l a s d e l i c i a s , y regalo de sus

c a s a s

no

pueden

a d q u i r i r .

Desde

q ue en

España

s e ha llegado á

conocer por l a ex

periencia

, q ue

pueden a d q u i r i r l a s

Cien

c i a s

,

s i n nota

, aun

l o s q ue

no

l » s nece

s i t a n para

mantenerse

:

s e

han

aplicado

á buscarlas muchos Poderosos

,

e s p e c i a l - ,

mente por medio de v i s i t a r l a s Cortes,

adquiriendo en e l l a s conocimientos con

q ue



de la

Paz. 97

qne poder s e r algun d i a u t i l e s a l

H i t a *

d o .

Mas

e s

p r e c i s o

a d v e r t i r

,

q ue

e l

v i a

j a r

s i n

conocimiento

,

y prudente observa

c i o n

puede t r a e r grandes p e r j u i c i o s , en l u

g a r de l o s imaginados provechos. Los Es-

trangeros ( como todos l o s

hombres)

t i e

nen

sus

perfecciones,

y

defeceos

;

adqui

r i r

e f t o s

en l u g a r de a q u e l l a s

,

mas s e i á s a

l i r de

su P a t r i a

á

acaudalar v i c i o s

,

q ue

inftrucciones

u t i l e s , y provechosas. Saber

s o l o

,

quantas

c a s a s

de

p l a z e r

hay en

l a s

Cortes e f t r a ñ a s ,

quantos generos

de r e

creos

,

y

quanta

variedad

de

d i f t r a c c i o n e s ,

de ningun modo puede formar

sngetos

habiles para e l M i n i f r e r i o , s i solo para

l a

ociosidad

, y

pasatiempos,

y entonces

mejor

f u e r a

no haver

s a l i d o de su

P a í s .

El

verdadero

modo de

hacer

v i a j e s

e s ,

con

b a f t a n t e

n o t i c i a de l a H i f t o r i a de

aquella Nacion :

con

una prudente inves

tigacion de s u s usos , coftumbres , Leyes,

riquezas , Comercio

,

Marina

,

y fuerzas

de

t i e r r a

:

de

s u s i n c l i n a c i o n e s

,

y

pasio

nes mas

dominantes ,

de l a s antigüedades

del

País,

de s u s

mas

i l u f t r e s sngetos

,

á .

Tom. i , G q ue



98 Derecho Publico

q ué

s e

añade e l

conocimiento,

y p e r *

f e c c i o n en s u idioma. Todos e f t o s adelan*

tamientos

s e

deben

a d q u i r i r

en

l o s v i a

j e s , para q ue

puedan

llamarse u t i l e s , y

l o s q ue no tienen f a c u l t a d e s para empren

derlos

,

por

medio de su a p l i c a c i o n á l e e r

buenos l i b r o s , y s e l e c t a s n o t i c i a s , consegui

rán, quizá con

mas

v e n t a j a ,

una

perfe&a no

t i c i a

d e l genio , y

c a l i d a d

de l a s Nacio

nes.

No solo

e s necesario

para

e l bien

publico

,

cuidar

de

i n f t r u í r á

l a

Nacion,

e s p r e c i s o tambien i n s p i r a r l a e l amor á l a

v i r t u d

,

y

e l

horror

a l

v i c i o .

Una

Nacion

virtuosa , e s capaz por s i

s o l a

de

formar

un eftado

tranquilo

, f l o r e c i e n t e , s ó l i d o ,

respetable á s u s

vecinos, y

formidable á

sus enemigos. El i n t e r e s verdadero del

Principe

,

e s

fomentar

en

e l

corazon

de

sus v a s a l l o s e f t a s admirables s e m i l l a s , em

pleando toda

s u

autoridad

en hacer reynar

l a v i r t u d ,

y en reprimir e l v i c i o . Los sub

d i t o s por s u parte, deben proporcionarse

para

e l

bien

d e l

Eftado

,

abrigando

en

su

corazon l a s maximas d e l

buen

Gobierno,

y contribuyendo

en quanto l e s

sea

posi

ble



de la Paz. W

b l f á

q ue logre todo

e l

efe&o.

Deben

i n t e r e s a r s e

en e l bien comun de l o s

Ciu

dadanos

,

ayudando

l a s

i d e a s

d e l

Principe,

aspirando á l a ma yo r g l o r i a de l a Nacion,

y sacrificandose guftosos

por

e l honor

d e e l l a .

E f t a

dichosa

disposicion elevó á

l a

Republica de Roma

,

a l mas a l t o grado

de

poder

,

y

g l o r i a .

El amor de l a

P a t r i a

e s e l motivo mag

poderoso p a r a mover

l a

voluntad

de l o s

Ciudadanos.

De

e f t a

n a t u r a l

i n c l i n a c i o n ,

q ue e l Autor Supremo ha puefto en e l

co

razon

de todos l o s hombres,

s e pueden

seguir

admirables

v e n t a j a s á

e l

Hftado. Ade

más d e l Derecho Natural , todo individuo

e f t a

obligado

á amar

a q u e l l a Sociedad

,

de

l a

qual

e s miembro; ¿ c ó m o l a s e r v i r í a con

f c e l o

, amor

,y f i d e l i d a d

s i n a > l a amase ver

daderamente?

Bajo

e l

nombre

de

P a t r i a ,

se

entiende

regularmente

adonde

s e ha

nacido 3 y r e c i b i d o l a educacion , pero

como por

muchas

j u f t a s

razones

puede

uno

verse

obligado á

d e j a r

su P a t r i a , y

escojer

otro

domicilio

,

haciendose

miem

br o

de otra

Sociedad

,

quando

s e

habla

generalmente de l a

P a t r i a

3 s e debe emen»

Ga der



ioo Derecho Publico

der

de aquel Eftado , del que es miembro

a&ual.

Si todo hombre eftá obligado á amar

sinceramente á

su Patria, y

procurarla

to

do el

bien

que le sea posible ,

por

lo con

trario

será

un horrible delito

el ser enemigo

á cfta misma Patria. Qualquiera que incur

re

en

él

,

viola

las

obligaciones

mas

sagra

das , cae

en la

mas deteftable

ingratitud,

y se deshonra por la mas baja perfidia,

abusando de la confianza de sus Ciudada

nos , y tratando

como

enemigos á los

que solo

esperan

de

él

socorros

,y

servi

cios

; asi con jufta razon los que efto ha

cen son deteftados de todo

el

mundo,

como los mas infames de é l .

La

memoria

del

Conde Don Julian,

será siempre para los Españoles un ob

jeto

execrable de

la

perfidia. Traydor á su

Rey , yásu Patria

, no dudó

entregarla al

furor de sus enemigos, por

vengar

las parti

culares injurias.

( a)

Semejantes monftruos,

in-

( a )

No

f a l t a n

AA. q ue

niegan e l hecho de efte

Conde ,

atribuyendo á los hijos

de

Vritiza l a t r a j r »

cion



de

la

Paz.

io i

i n c u r r e n

en l a pena c a p i t a l ,

y

de desho

n o r

para toda

s u f a m i l i a . Al

contrario

q ue

dignos

de

alabanzas

,

y

honor es son

aque

l l o s

Ciudadanos

generosos ,

q ue

no c o n - ,

tentos de

mirar por l a

g l o r i a de l a

P a t r i a ,

executan en

s u f a v o r

t o s

mas nobles e s f u e r

zos, y

son

capaces

de

hacer

por e l l a

l o s

mayores S a c r i f i c i o s .

Vivirá

,

mientras dure

n u e f t r a

Monarchía,

en

l a memoria de todos,

l a

g l o r i a

de Don

Alonso Perez deGuzmán,

llamado e l Bueno , por l a heroica hazaña de

permitir l e

s a c r i f i c a s e n

á su v i f t a un

h i j o

nnico , antes q ue d e j a r de s e r v i r a . s u Pa

t r i a

en

l a

defensa

de

T a r i f a

,

en

vano

. s i t i a

da por l o s Moros, y t a n bien defendida

por é l

,

á c o f i a de

su mas preciosa

sangre.

( a ) E f t e exemplar , q ue t i e n e pocos

s e -

G 3 me-

cion de introducir l o s Moros en España ; pero s e

guimos

l a

opinion

mas recibida.

( a) Efteiluftíe

Español

defendió á Tarifa , a Cos

ta

de su propia

sangre-,

pues

ha viendo

hecho l o s

Moros

prisionero á su hijo

unico ,

y poniendoselo

delante

para

q ue entregase l a ,

Plaza

,ó

viese

perecer

á

e í l a

innocente

victima

,

s e

mantuvo

con

t a l

cons

tancia de animo

,

q ue

admiro

a l a s propios

i n f i e l e s ;

arrojandoles su propia espada

,

para q ue s i r v i e s e ( s i

era necesario) de inftrttmento á tan cruel martyrio.

<Í-^



102

Direcho Publico

mejantcs

(aun entre

las

heroicidades Grie

gas,

y Romana*;)

da

baftante á conocer

los

maravillosos

efectos ,

que

inspiran

en

un buen Ciudadano l a gloria de l a Na

cion , y el amor de

l a

patria.

CAPITULO

XI.

Quarto

objeto del buen gobierno

:

procu

rar el

provecho y utilidad

de

la Nacion,

TODOSos

objetos

del

gobierno

, has-

ta

aqui

explicados , miran especial

mente

á

la

felicidad , y

gloria

de

la Na

cion;

veamos , pues, los que se emplean

en

Executbse é í t e , consintiendolo e l Padre , antes q ue

f a l t a r

á

l a debida l e a l t a d á s u Ley , y á su Rey , del

qual (que

era entonces Don

Sancho

e l

IV ,

llamado

e l Bravo)

mereció

una

Carta muy expresiva , en l a

q ue

entre

otros

epítetos,

l e

da

e l

renombre

de

Bueno

: Blason q ue conservan

sus I l u f t r e s descendien

tes, l e s Excelentísimos Señores Duques de Medina-

Sidonia,



de la

Paz.

i

03

en l a comodidad , y provecho de e l l a . Ta

les

son

la

Cultura

de

las

tierras , el Comer -

cio,

l a

abundancia

,

y

demás

comodidades

publicas,

que contribuyen para

el alivio

de las

urgencias

,

y comunes

necesidades.

El sabio

Conductor

de un Eftado, no solo

ha de cuidar de que se

cultiven los

ingenios

de

sus

moradores

,

sino

es

tam

bien

las

tierras, y -

artes

mecanicas , tan

necesarias

para

l a utilidad de é l . La

Na

cion

, y su

Soberano se deben aplicar

á

socorrer las

urgencias del Pueblo , y

a ,

hacer

reynar en el Eftado una dichosa

abundancia de todas las cosas

necesarias

á

l a vida humana,

y

aun de comodidades,

y placeres inocentes , y laudables.

Una

vi

da comoda sin delicadeza , contribuye

mucho para

la

felicidad

de los hombres,

y

los pone

en

eftado de trabajar con me

jor

suceso en su propia perfeccion , que

es el

giande, y

principal interes que se

deben

proponer

los que

se unen

en

So

ciedad Civil.

Para

procurar

efta

abundancia

de

to

das

las

cosas,

es preciso cuidar mucho de

que haya suficiente numero de obreros

G

4 ha



104 Derecho Publico

habiles

, en

cada profesion

util

,

ó necesa

ria

,

la atencion del

Gobierno

, los

sabios

reglamentos

, y

ios

socorros

oportunos

pueden producir efte efecto , sin usar de

la violencia dañosa para efte fin.

Se deben retener en los Eftadcs los Obre

ros que le

son

trtiles:y Licitamente l a Autoii-

dad

Publica

en efte

caso

puede usar de

la

fuerza para detenerlos. Todo Ciudadano se

debe á su Patria,y particularmente un Arte

sano nacido , criado, e inftruído en ella , no

puede

legítimamente dejarla

, por servir á el

Eftrangero con una

induftria

que ha apren

dido

en

efta,

á

menos

que

l a

Patria

no

le deje á él

primero

, ó

no pueda recibir

de ella la juila recompensa

de

su trabajo,

y talentos. Es necesario , pues , ocuparle,

señalandole un honefto eftablccimiento en

su

País

:

y

s i

él

quiere

abandonarle

sin

razon , l a Patr ia t iene derecho de retenerlo.

Pero de efte Derecho se

debe

usar

limita

damente

,

y

solo en

casos

importantes

, ó

de necesidad. La libertad es el alma de los

talentos , y de la induftria. Sucede rrequen-

temente

que un Obrero

,

ó Artesano ,

des

pues de haver viajado mucho , traído de

na-



de la Paz. 105

n a t u r a l i n c l i n a c i o n , buelve á su

P a t i i a mas

h a b i l s

y

en

mejor e f t a d o de

s e r v i r l a

,

con

l o

q ue

ha

adelantado

en

l o s

P a í s e s

Eftran-

geros : y a s i exceptuando algunos casos

p a i t i c u l a r e s , l o mejor e s d e j a r l o s en

su

n a t u r a l l i b e r t a d , obligandolos

s o l o

con

l a proteccion

,

y recompensas , pues e s

c i e r t o q ue e l amor a l p a t r i o suelo , ha de

bolver

a l

f i n , á l o s

q ue

s a l i e r o n de é l .

Por

l o q ue

mira

á

l o s

Emisarios

,

6

Enganches

,

q ue vienen á

un P a i s

para

l l e

varse l o s sugetos u t i l e s de é l , t i e n e e l

So

berano

derecho de

c a f t i g a r l o s

severamente,

y

dequexarse

juftamente

de

l a

Nacion

q ue

l o s

embia.

La p o l i t i c a de l o s Principes, en

eñe

cajo, e s

darse por desentendidos, y

no interesarse en e l c a f t i g o de

e f t o s

en

ganchadores,

q ue regularmente

s u e l e s e r

de

muerte.

Sobre

e f t e

p a r t i c u l a r

t r a t a r e

mos

mas

largamente quando hablemos de

l a s

e s p í a s

en e l Derecho de l a

Guerra.

Finalmente , todo e l cuidado

d e l

E i r a * ,

do debe s e r , a l e n t a r ,

y

animar l a indus

t r i a ,

y e x e r c i t a r l o s t a l e n t o s delos

Ciuda

danos

, con honores, y p r i v i l e g i o s , capaces

de

hacer q ue puedan

s u b s i f t i r de su

pro

pio



To6

Derecho

Publico

pio

t r a b a j o .

Los I n g l e s e s merecen , s i n du

e l a , p a r t i c u l a r

alabanza

por

e l zelo, y

a p l i c a c i o n

con

q ue

s e

dedican

á

premiar

l o s t a l e n t o s de

s u s

compati i o t a s . Se han

v i f t o P a r t i c u l a r e s q ue han dedicado grue

s a s sumas solo á e f t e f i n

:

y apenas hay

invencion u t i l

,

ó primorosa , q ue no ten

ga recompensa

en

I n g l a t e r r a . De t a n pru

dente

conducta , han sacado maravillosas

ventajas,

y

l a Nacion q ue

l o s imite

,

bien

•puede

prometerselas i g u a l e s .

CAPITULO X I I .

D el Cultiva de l a s Tierras.

DE

odos

l o s

Artes

,

e l

de

l a

Agricul

t u r a

es, s i n duda, e l mas u t i l , y

necesario , y e l p r i n c i p a l para l a s u b s i f t e n -

c i a d e l Eftado.

La

c u l t u r a de l a s Tierras

mul

t i p l i c a infinitamente l a s producciones, y

• e s e l

origen mas seguro de l a s

riquezas,

y d e l

solido comercio para todo e l Pue

blo

,

q ue h a b i t a un clima f e r t i l , y abun

dan-



de la

Paz.

107

dante.Efte objeto

merece toda l a atencion

d e l

Gobierno.

E l Soberano

no debe des

p r e c i a r

medio

alguno

para

procurar

l a

c u l

t u r a á l a s t i e r r a s

de s u

obediencia.

No

s e

debe p e r m i t i r a l a s Comunidades , n i á l o s

P a r t i c u l a r e s , a d q u i r i r

muchas

t i e r r a s para de

j a r l a s i n c u l t a s . Eftos Derechos son contra

r i o s a l bien d e l

Eftado

, y deben s e r

s u

primidos

, ó á

l o

menos reducidos á unos

j u f t o s l i m i t e s . La propiedad introducida

entre l o s Ciudadanos, no debe impedir

e l

que l a

Nacion tenga

derecho

de tomar

l a s

mas e f i c a c e s medidas

, á

f i n

de

q ue

e l

t o t a l

de

s u

terreno

produzca

con

ma yo r

Ventaja, y con l a abundancia p o s i b l e .

España e s

,

f i n

duda , e l

P a í s

mas

f é r t f t de

Europa

; pero e l menos

c u l t i v a

do : no tanto por d e s i d i a de s u s mora

dores

, (que

no

e s

general

en

todo

e l

Rey-

no)

quanto por

l a s causas expresadas : de

aqui provienen l a s c a r e f t i a s t a n frequentes,

en un P a í s q ue pudiera a b a f t e c e r á sus

vecinos.

El Gobierno

t i e n e

f a c u l t a d

de e v i

t a r

con todo

cuidado l o q ue

pueda

i m - .

p e d i r , ó perturbar l a c u l t u r a

,

y l a s medidas

que

s e

toman cada d i a para

conseguirlo,

nos



108

DlRECHO PlTBLICO

nos

pueden

prometer f a v o r a b l e s sucesos»

El desprecio d e l Labrador

e s

un

abu

so

muy

p e r j u d i c i a l

para

l a

c u l t u r a /

Los

Artesanos , y

s i r v i e n t e s

de l a mas

Ínfima

c a l i d a d ; l o s mas comun e s plebeyos

,

sue

len

mirar a l Labrador con un ayre de

desprecio ,

q ue

no d e j a

de

a b a t i r l e , y

des

animarle b a f t a n t e . Apenas hay Tendero,

ó O f i c i a l mecanico , q ue no

s e

crea de

superior

grado,

en comparacion de qual-

quier honrado Labrador , atreviendose

i

despreciar una profesion q ue alimenta

a l

Genero

Humano, siendo l a n a t u r a l voca

cion

d e l

hombre.

Los Chinos

han

e v i

tado

sabiamente e f t e abuso. La Labranza

es

entre

e l l o s de mucho honor , y para

mantener e f t e dichoso

modo

de pensar,

cada año en

un

d i a solemne

,

e l Empera

dor

mismo

,

seguido

de

toda su Corte,

pone l a mano en e l Arado, y c u l t i v a una

porcion de terreno deftinado para e f t e f i n ;

por e f t o l a China e s e l Pais mejor c u l t i

vado d e l Mundo, y

capaz

de mantener

e l

inumerablc

Pueblo

q ue

l e

h a b i t a ,

( a )

No

( 4 ) NhcfIms

Leyes

, cotno tan prudentís, favore

cen



de

la

Paz.

iop

No

s e puede negar

q ue

e l c u l t i v o

de

l a s Tierras, además de l a u t i l i d a d q ue

t r a c ,

e s

una

obligacion

indispensable

de

l a Naturaleza. Es verdad q ue l a t i e r r a e f t á

deftinada á mantener á s u s h a b i t a

dores,

pe

ro

e l l a

por

s í no

puede hacerlo , s i e l l o s no

l a c u l t i v a n . Cada Nacion s e h a l l a obliga

da por Ley

Natural

á

c u l t i v a r e l

Pds q ue

l e

ha

tocado

j

no

t i e n e

derecho

de

eftender-

s e ,

ren mucho á l o s Labradores , no solo con l a s j u f t a t

alabanais

de s u

Oicio

, sino e s tambien

con

grandes

Privilegios

: y a exceptuando de

l a s casis

oMijadas

en

1

i s

deudas

,

sus

Bueyes

,

y

Aperos

de

Labor

,

y a

aten

diendo

a

s u

ignorancia , y

supliendoles

muchos de

fectos de e l l a : y y a a l f i n dandoles facultad para

repetir

contra e l q ue pagaron indebidamente, bailan

doles

e l alegar j u f t o

error. Asi

s e

puede

ver

e n ,

l a s

Leyes

3 . t i t .

17, part. 3 . - 4. t í r .

1 5 .

part.

5 .

- 5,

t i t . 17. l i b .

5 .

Recop.

-

6. t i t . 14. part.

3 . -

29. t i t .

14.

parr.

5 .

y

13.

t i t .

7.

part.

6.

Y

especialmente

en

l a Pragmatica

d e l

año

de

1

s 94.

publicada

en

Madrid,

en l a q ue s e conceden

á l o s Labradores nuevos

, y

grandes privilegios ,

y esenciones ;

a s i para no

po

der e f t a r

presos

por

causas Civiles ,

desde principio

de Junio , hada f i n e s de Diciembre , como p a r . po

der panadear , y otras muy favorables. L os Labr ado

res

no

pueden

s e r

reconvenidos

fuera

de

s u

domi

c i l i o

,

por

causa Civil , n i obligarse á s e r fiadores

por otro». Ley

ij. y

aS. l i b . 4. Recop.



no

Derecho Publico

se

, n i

r e c u r r i r

á

l a a s i f t e n c i a

de

otro \ á

no s e r

que l a

t i e r r a

en

que

habita

no

l a

socorra

con

l o

necesario.

Aquellos

Pueblos

vagamundos

, y ociosos ,

que

ha

bitando f e r t i l e s Países , no se quieren de

dicar á

l a

cultura,

y guftan mas v i v i r de

correrías ,

y

rapiñas, merecen ser exter

minados

por

sus

vecinos

,

como

beíhas

ferozes , y enemigos de l a Sociedad. Ta

l e s han sido , y son l o s Tartaros antiguos^

y modernos , gente f i e r a , y agena de to

da

c i v i l i d a d . Otros Pueblos hay que no son

tan

dañosos ,

aunque igualmente

holga

zanes

: e f t o s

viven

dela

caza

,y

de

sus

ga

nados

,

á exemplo

de

l o s primeros

habi

tadores

dela

t i e r r a :

t a l e s

son

l o s

Ara-

b e s . , l o s Africanos Meridionales, y varios.

Países de l a America.

No hay duda

que

efto

se

podía

hacer

s i n

contradiccion

en

l a

primera

edad d e l

Mundo , quando l a t i e r

ra

era

mas que suficiente para e l peque

ño numero

de

sus habitadores ; pero en

e l día

de

oy , que e l Genero Humano se.

ha

multiplicado tanto

,

fuera

imposible

s u b s i f t i r

,

s i

todos l o s Pueblos quisieran v i

v i r de eftemodo.

Los

que tienen t a l ge

ne-



de

la Paz. i

í i

ñero de vida ociosa , ocupan mis terreno

q ue

e l

necesario para

un

c u l t i v o

r e g u l a r :

y

a s i

no

pueden

quejarse

de

que

otras

Naciones mas

l a b o r i o s a s , y c u l t a s , vengan

á

ocupar

una p a r t e de é l .

El

eftablecimiento

de Graneros Publi

cos, ó P o s i t o s e s un excelente a r b i t r i o para

prevenir l a e f t e r i l i d a d , pero e s p r e c i s o ad-

m i n i f t r a r l o s

francamente

,

s i n

i n t e r e s a r mas

q ue l a u t i l i d a d Publica ; pues de otro mo

do mas s e r í a en p e r j u i c i o , q ue en prove

cho suyo, ( a ) Un Posito bien gobernado

puede hacer

l a f e l i c i d a d

de

un Pueblo*

E l

socorre

l a s

neceiidades

, e f l : o r v a l a

c a r e s

t í a .

( < * ) La columbre de tener Positos ,

6

AlholícJ

Publicoj, e s muy antigua c r t e l Mundo: y l o s

Egypcios

,

y

Romanos

l o s

tenian

muy

copiosos. En

España no s e conocieron

hafta

mediados d e l

siglo

16.

y desde entonces s e han aumentado mucho , e f t a b l c -

ciendo para

e l l o s

Leyes , y Pragmaticas , a f i n

d*

evitar

l o s

fraudes

, y

procurar

e l mayor

beneficio

del

Publico. La

Pragmatica de 1 584. publicada en

Ma

drid , (que esla Ley 9 « t i t .

5 » Hb.

7.

de l a Recop.)

previene

quanto

puede

ofrecerse

en e f t a materia

;

y

por e l l a en l a s Ordenanz 1 s p 1 rticulares de cada

Pue

blo ,

s e deber án gobernar l o s

q ue

l o s

mandan , pa

ta no errar en t f t o .



1

1

2 Derecho Publico

tía,

mantiene

en un precio moderado

el Trigo, y sobftiene

á

los Labradores ,

sub-

miniftrandoles

lo

necesario

para

sus

la

bores. Deben llenarle eftos

Graneros

en

el tiempo de mayor abundancia ,

y

abrirse

quando lo pida la necesidad , (como efto

no

impida

el Comercio.)

Puede

darse

ca

so en

que

eftando

muy

bajo

el

precio

del

Trigo, se vean obligados á vender los

Granos

encerrados

á mas

bajo precio

que

se compraron j pero

efto

se compensa con

lo que pueden subir otros años , en los

que

es licito la moderada

ganancia, y se pu

diera evitar mejor ,

depositando

todos los

Labradores cierta porcion de Trigo en e l '

Granero

Publico

,

quedando

éfte obliga

do á

reftituíila

en genero,

especie

, ó es

timacion , siempre que se le

pidiera por

el

interesado

,

atendidas

las

circunftandas

de

los

tiempos ,como se practica

en algunos

territorios.



de la Paz.

U3

CAPITULOXIII.

Del Comercio.

HEmos

expuefto la

obligacion

que tie

nen

las

Naciones de socorrerse

mutuamente

en

sus

necesidades,

franquean

dose

lo que produce respectivamente ca

da

País

,

y

no

se

encuentra

,

ó

se

halla

con escasez en

el

otro. Efte

trato

, ó co

municacion se llama Comercio ; iníhtuído

por

e l Derecho

Natural

,

a l principio, quan-

do sin

interes

alguno se adquirían las co

sas

,

y

autorizado

despues por

el

Derecho

Publico

de

Gentes

con reglas

,

y

confti-

tuciones

para

su mayor

aumento , y segu

ridad. A la verdad , parece que quiso la

Divina Providencia

unir como en una

Sociedad ,

y

trato Civil , las mas apartadas

Naciones

,

disponiendo

que

l a

urgencia

, y

licito

interes

, uniese

los

mas diftantes

co<

razones ,por medio de recíprocos contra-

Tom. i, H tos,



ii4 Derecho

Publico

t o s , y a l i a n z a s .

E l

Comercio s e d i v i d e en

i n t e i i o r , y

e x t e r i o r :

e l piimero

es, e l

q ue

s e

exerce

en

e l

Eftado

,

e n t r e

s u s

pro

p i o s habitadores ,

y

e l segundo e l q ue

s e

hace con

l o s Pueblos Eftrangeros.

E l Co

mercio

i n t e r i o r

e s

de grande u t i l i d a d ,

El

proporciona

á todos l o s Ciudadanos l o s

medios

de

a d q u i r i r

l a s

c o s a s

de

q ue

tienen

necesidad, ya

sean

p r e c i s a s , y á miles,

ó

agradables ,

hace

c i r c u l a r e l dinero , e x c i t a

l a

i n d u f t r i a

, anima e l t r a b a j o ,

y dá s u s

tento á una i n f i n i d a d de

personas

,

q ue

¿ e otro modo p e r e c e r í a n i

contribuye

f i

nalmente á

hacer

e l P a í s

mas

poblado

, y

e l

Eftado

mas

poderoso. Las

mismas r a

zones s e advierten en

e l

Comercio e x t e

r i o r , y

aun

con mayores v e n t a j a s . E l Co

mercio

con

l o s Eftrangeros

,

bien gober

nado,

i n t e r e s a

mucho

ala

Nacion;

ade-'

más de a d q u i r i r l a l o q ue l a

n a t u r a l e z a

, ó

e l Arte no

producen

en e l l a , aumenta

por e f t e medio s u s propias riquezas , y

puede l l e g a r á

un cumulo

inmenso

de

abundancia.

Los

Cartaginenses

entre

l o s

antiguos

, y entre

l o s

modernos

l o s

Ho

landeses,

son

excmplaies evidentes de

es-



de la Paz. 115

efia verdad. Cartago compitió , é hizo

titubear

,

por

medio

de

su

comercio,

y

riquezas

, l a grandeza , valor , y ar

dimiento

de

Roma;

y la Holanda

acu-

mola

sumas inmensas por efte

mis

mo camino,

Su Compañía ,

llamada

de

las

Indias ,

posee

en

el Oriente

Reynos

enteros

:

y

el

Gobernador

de

Batavia

,

tie

ne bajo sus ordenes á muchos Reyes de

aquellos Países.

¿ A.

qué gloria no ha

llegado

por el Comercio la Inglaterra^ Vease

quan diftinto poder ,

y fuerzas marítimas

tenia

en los

Reynados

de Enrique

oclavo,

y sus

inmediatos succesores

,

a l que

ahora tiene. La formidable

Armada

( a)

que embió

Phelipe

II.

contra

ella , hizo

temblar antes de presentarse todo aquel

Rey

no

,

y

a

la

verdad

fue

preciso

apelar

al

H

%

aca-

(a) Componíase

e f t a

Armada d e .

cerca

de 130,

velas , en l a s q ue iban Navios de

uní

grandeza exi

traordinaria » y llevaba

4 0 1 J .

hombres

de

desembar

co

;

no

podían

l o s

Ingleses

oponer

n

aun

l a

r e r c e - »

ta

parte

de Navios , y esos de i

nferfor

calidad.

Df

aquí s e puede

i n f e r i r

,

quan

diferente cftado ;enij

aquel ílernp?

su

Marina,



1 1

6 Direcho Publico

aiaso de

l o s

naufragios, para poder r e s i s *

t i r l a ; pues de

otro modo

era imposible,

no

teniendo

Esquadras

competentes

que

oponerla. ¡Quan d i f t i n t a es ahora, despues

que por medio del Comercio

ha

adquiri

do

riqueza

, y

fuerzas

Marítimas. y

se

puede decir s i n pasion , que tiene en e l

dia

la

balavzji

de

Europa.

No

se

debe

negar que

l o s Españoles

han sido

l o s

piimer os en

arrojaise

a l

Mar,

adelantando sus adquisiciones , y

comer

c i o .

(*)

Aun no se havia

movido Eftnin-

gero alguno

de

su Casa

,

y já losPoitu-

guescs ,

atravesando

e l

Cabo

de Bucna-

Esperanza

,

y

doblando toda l a

Colla Me

ridional

de África ,

se eftablecieron en

J a s

Indias

Orientales , de l a s

que

por me

dio de su trafico,

sacaban

inmensas

r i

quezas

,

h a f t a que l o s

Holandeses

l o s

han

despojado de

l a

mayor parte de sus

Eíta-

blecimientos ,

fundando sobre sus ruinas

e l

(*) Sisebuto

,

Rey de l o s Godos

,

fue e l prime

ro

q ue

tuvo

Armadas

Navales

en

España

,

por

l o s

añ

s

de

Cbriftode

614.

Saavedr.

Emprcs.

08.

His F o l i t ,



DE la Paz. 117

d dominio mas u t i l

c í e

¿u Republica. Los

Caftellanos ( a ) por s u parte (dueños de l o s

mas

d i l a t a d o s P a í s e s

de

ambas

Americas)

eran s o l o l o s Comerciantes de a q u e l l a s

apartadjs Regiones

,

de

l a s

q ue

sacaban

grandes t e s o r o s . Mis

e s

p r e c i s o

confesar^

q ue l o s Eftrangeros , haviendo empezado

mas

t a r d e

q ue

nosotros

, han trabajado con

tanto

v i g o r

,

y

f e l i z

suceso

,

q ue

s e

nos

han

adelantado mucho ; de

s u e r t e

q ue

nueftro

Comercio, aunque en e l

d i a

no

s e

h a l l a

en

decadencia , e s

muy corto ,

y de poca

consideracion , en comparacion

d e l

suyo.

No

s e

debe

a t r i b u i r

tampoco

e f t o

á d e s i d i a de l a Nacion, sino esa l a ma

y or

necesidad,

é i n d u f t r i a de

l a s

o t r a s , á

q ue

s e

agregan

unas

c i r c u n f t a n c i a s i n d i s

pensables

para

aumentar su Comercio.

H

5

Los

( * ) E l

Pueblo en q ue s e frecuentaba

roas e l

Co

mercio era

en

aauellos tu míos Medina

d a l

C . z t i p o ,

a cuya

Feria concurría

multitud

grands

de

Natu

r a l e s

, y

Eftrang.ros

; desde

a l l í

s e giraban Letras

para l i s principales Ciudades d e l Mundo , y en prue

ba

de

tfto,

todavía

en

Roma

,

y

en

a'gunas

otras

ha quedado e l

t f t i l o

de girir

Letras

, usando

de l a

aot'gua forjLula: ¿egun usotyc ftumbre de Medina del

Campo



1 1 8 Derecho Publico

Los Holandeses , por exemplo ,

no

tienen'

otro modo

de

subsiftir , y

por lo

tanto

fomentan

cada

dia

mas

su

trafico.

La

s i

tuacion

de

l a Inglaterra

la

pone en

preci-

¿ion de mantener muchas

fuerzas Nava-

Jes i y no püdiendo subsiftir eftas fino por

Comerciole

es

indispensable el

sobfte-

nerlo.

De

qualquier

suerte

que

sea

,

no

hay duda

que el

Comercio hace l a Felicidad

dela Nacion ,y que

ya

sea interior , yá

exterior

, eftá obligada

á

mantenerlo ;

no

haviendo cosa

mas

natural , que asiftif-

se

los

hombres reciprocamente, contri

buyendo en quanto les sea posible á la

felicidad de sus semejantes.

El

modo de

hacer

florecer el Comercio , y conservarlo

ert el Eftado consifte en favorecerlo,

protegiendo especialmente

á

los que se de

dican

á

él

,

y

eftablecer

prudentes

Leyes,

y reglas

para

su mejor execucion. De to

óos los Litados

modernos, la

Inglaterra

es

sin

duda

l a que

se

diftingue

mas en

el

zelo 4 y cuidado

por

el Comercio. Su Par*

lamento

(sietnpre

Vigilante

sobre

efte

tari

importante objeto) proteje eficazmente la

Navegacion

de

sus Comerciantes 5 y

favo*

r e*



de

la Paz. u£m

r e c e

con g r a t i f i c a c i o n e s considerables

l -

s a l i d a de l o s generos, y mercadelas su

p e r f l u a s . Los f r u t o s preciosos q ue ha s a

cado

de una

p o l i t i c a

t a n

sabia,

son con

secuencias

evidentes

de l o q ue puede l a

proteccion d e l Gobierno para l a u t i l i d a d

del Comercio.

Las r e g l a s , y derechos de é l , se fun

dan

( como

vá

expuefto)

en

e l

Derecho

Na

t u r a l ,

y

en l a mutua

obligacion

de socor

r e r s e l o s hombres en sus necesidades ; pe

ro despues q ue s e

introduxo

l a propiedad

en

l a s cosas, como

no

hay otro medio de

p o r l e r

a d q u i r i r l a s

,

q ue

comprandolas

por

un j u f t o precio

á

quien no n e c e s i t a t a n

to de

e l l a s

, de aqui

nace

e l

Derecho

del

Comercio, por e l

qual

e l

vendedor,

y e l comprador tienen i g u a l derecho de

a d q u i r i r elp.ecio,ó cosa vendida,

siempre

q ue no haya engaño, n i f a l s e d a d en l a bue

na

f é de e f t e contrato; pero

e s

de adver

t i r , q ue l a Ley Natural no da alguna e s

pecie de f a c u l t a d para vender,

ó comprar,

siendo

voluntario

en e l comprador (espe

cialmente)

r e c i b i r

,

ó

d e s p r e c i a r

l o s

gene

ros, segun su

i n c l i n a c i o n :

en e l vendedor

H4 no



i2 o

Derecho Publico

no

corre

i g u a l razon ; pues e f t á obligado

á

no

hacer diü incion

de

personas en e l

despacho

de

su

venta

,

teniendo

qualquie-

ra , der echo de s e r atendido por

medio

del

precio s

siempre que l l e g a s e en ocasion

oportuna. Eira regla general

puede

variar

por

algunas

circunftancias que acaezcan.

Lo

mismo

que

decimos

de

l o s

p a r t i

culares , decimos del Cuerpo de Nacion,

unido en

Sociedad

C i v i l . Toda Nacion

tiene

derecho

de

procurar alcanzar por un

precio j u f i o l a s cosas que necesita, adqui

riendolas de l o s

otros

Pueblos

,

que no

tienen

tanta

necesidad

de

e l l a s .

Vease

aqui , pues 9

e l

fundamento del Comer»

cio entre l a s Naciones , y por consi-

guiente

e l

derecho

de

adquirir. Pero

nin

guna

Nacion puede generalmente obligar

á

otra

á

comprar

sus

generos

,

y

mercade

r í a s , que no quiere r e c i b i r .

De aqui

d i

mana e l

derecho

de todo Eftado

para

r e *

usar admitir l o s generos Eftrangeros , y

los Pueblos, á quienes l e s es perjudicial

e l l a

prohibicion

,

no

pueden

quexarse

de

e l l a

,

como s i se l e s huviese teusado a l

gun o f i c i o de humanidad , sus quexas

se-



DE LA PAZ. 121

s e r í a n i n u t i l e s , porque tendrian por objeto

una ganancia ,

q ue e l Eftado

l e s

reusa,

no

queriendo l a hagan á

s u

c o f t a . Es verdad q ue

s í

una

Nacion

sabe

bien

q ue

e f t a

negacion

no

proviene de

l a

u t i l i d a d d e l

Eftado,sino de

odio , ó a n t i p a t í a á z i a

e l l a

, puede quexar-

s e , mirando e f t a conducía

como

efe&o de

mala

voluntad

,

y correspondencia ;

pero e s

d i f í c i l

probar

,

q ue

un

Eftado

s e

h a l l a

s i n

a l

guna

razon s ó l i d a , ó

aparente

para seme

j a n t e

modo

de proceder.

Por

l o q ue

hace

a l derecho q ue tienen J a s

Naciones

en

caso

de

l a

eftrema

necesidad

, hablaremos

en

l a

segunda

p a r t e

de

e f t e

Libro.

De

q ue no haya Derecho en l a s Na

ciones para vender mutuamente s u s merca

d e r í a s , n i para a d q u i r i r ganancias, s e i n

f i e r e

q ue

e l Comercio depende de l a vo

luntad de

l o s

q ue

quieren

excrcerlo , s i e n

do

l i b r e e l

u s a r l o

,

ó

omitirlo

con

o t r o s ;

y

en e l

mismo

uso de

é l ,

e s

l i c i t o poner

l a s

condiciones q ue

parezcan

mas

comodas,asi

¿ornoles pertenece

á

l o s otros e l a d m i t i r l a s ,

ó

n e g a r l a s ;

siendo e f t e e l medio de adqui

r i r

un

Derecho

imperfecto

,

semejante

a l

q ue t i e n e

e l

pobre

de a d q u i r i r

l a

limosna

d e l



122

Direcho

Publico

¡ d e l r i c o , q ue

s i

s e l a

i

cusa

,

t i e n e mo

t i v o dequexarse

,

pero no t i e n e derecho

de poderla a l c a n z a r por f u e r z a

,

a no s e r

en

caso

de

eftrema

necesidad.

Mis aunque l a

naturaleza

no obliga

á

l a s

Naciones

por

e f t e medio , sino e s

de

un modo

imperfecto; l o s Tratados

,

pac

tos ,

y

obligaciones

contraídas

entre e l l a s ,

pueden

hacer

q ue

e l

t a l

Derecho

obligue

perfeéh

mente.

El s e adquiere solo

por

Trat ados , y convenciones , y s e debe

areglará

l a s reglasque

prescribí

e l Tratado.

Efte Daech > adquirido de

e f t a

forma,

per

tenece

á U especie

de

Derecho Convencio

nal

de

Gentes,

d e l

qual

hablamos

en

e l

c a p i t u l o

primero.

Pero

s e ha de tener presente

, q ué

una

simple

permision de comerciar

, no

da algun

Drrech j

perfecto

,

porque s i

una

Nacion

ha

s u f r i d o

por

algun

tiempo

q ue

otra

venga

á negociar en su

P a í s

,

no por

eso

c f t a

obligada

á p e r m i t i r l o siempre

,

y

se l i b r a r á de e f t e Comer cio q uando quie

r a

: bien impidiendolo

absolutamente

, b i > r t

prescribiendo

c i e r t a s

r e g l a s ,

á

l a s

q ue

se

debe acomodar

e l

Pueblo q ue l o

exerce,

s i n



de

la Paz.

125

sin qne se

pueda quexar de que

le hacen

injuftkti i efto

mismo se entiende

entre

los

Particulares.

Se ha

de

observar

en

efte punto , que aunque

las

Naciones

, por

un Derecho de

natural Sociedad

, eftán

obligadas á socorrerse

mutuamente en

sus

necesidades , para l a

comun

utilidad de

los

hombres >

efto no impide para que

cada

una

quede

libre ,

y

pueda

considerar

en

los casos particulares ,

s i le

conviene, o

no,

el admitir el Comercio í porque s i una

Nacion se

halla en

tales

circunftancias

que la parece no la tiene quenta el Co

mercio

con

otra

4

puede

reusarlo

fran

camente , ya en el todo , ya

en

la

parte.

El Comercio de

los

Eftrangeros en nueftrá

America eftá prohibido

por

las Leyes

del

Reyno

,

sin

que ellos puedan quexarse de

eftajufta

providencia,

( *) No

es

negarse

una

(*) Es l a

Ley

1 . t i t .

17.

de l a

Recop.

de Indias,

en l a q ue

l o s

Señores

Reyes Don Phclips I I .

y Ill.pro . •

híben

e l pasage

de l o s

Eftrangeros

á l a s

Indias: Sí

no t f i u v ' i e s t habilitado con naturaleza t y l i c e n c i a nuet-

tra ,

q ue

son

l a s

palabras

con

q ue

s e

explican

;

Pe.

ro aun en e f t e caso no s e permite

á

l o s Eftrangeros

pasar dalos

Puertos, y comerciar t i e r r a adentro;

co-



124 Direcho Publico

nna

Nicion

á

las obligaciones

generales

de l a

humanidad

, proceder coa reser

va

,

y

reftriccion

en

algunos

casos

partí»

culares.

Pero se ofrece l a duda de s i efte De

recho admite Prescripcion :

Eíto

es , s i

una

Nacion

con largo , é inmemorial uso

de

comerciar con otra, adquiere l a facul

tad de poderlo hacer sin

oposicion.

Para

resolver con

solidez

efte punto

, es nere-

saiio observar , s i el derecho de l a tal Na

cion consifte solo en

una

simple

facultad,

ó derecho imperfecto del que

hemos

ha

blado

,

tan

libre

por

su

naturaleza

,

que

el que lo

posee

pueda usar

,

ó no

usar

de

él , conforme le parezca

, ó le

acomode á

su

utilidad ; en efte caso no admite pres

cripcion

:

pues efta se funda en un con

sentimiento legítimamente

presumido

, y

el

que uno

posea

un Derecho , t a l por

su naturaleza, que libremente pueda

usar

se ,ó omitirse, sin que nadie prescriba r e

glas ,

no

da motivo para presumir

(aun

que

Como

conft

» ¿ c l a s Leyes 4.

y

5 . de dicho tkulo ,

y

gcaeialineuce de codo

e l .



dé la Paz.

125

q ue no

se

use

en

mucho tiempo)

que l a

intencion

ha

sido de

abandonarle,

y su

j e t a r s e

á

l a

voluntad

de

otro.

Asi

como

un Mercader que

tiene

su Tienda publica,

no

puede obhgar á e l Ciudadano

, á

que

se surta

de

e l l a precisamente , n i

adqui

r i r

derecho sobre é l

,

aunque

por

e l

espa

c i o de muchos años e f t é acofíumbrado á

no sacar l o s generos

precisos de

otra.

Efto mismo

se

puede

d e c i i

en

e l Comercio

de l a s Naciones , añadiendose , que s i una

Nacion desea tener algun

deiecho

f i j o de

Comercio , que no dependa meramente

de

l a

voluntad

de

otra

,

es

mencfter

que

l o

a j u f t e , y

procure

por medio de los

Tratados.

En c f t e

caso

podemos

decir

tiene de*

recho

exclusivo de

vender, y

contratar en

ciertos

generos

por

s í

sola,

¿pero

qué

d i

remos s i e l l a se descuida en

usar de c f t e

privilegio

, dexando

pasar

muchos

años

s i n Comercio? ¿Por ventura

l o peideiá,

prescribiendose e f t a facultad por e l no uso

de elh? Debemos creer que no , por l a

razon

de

ser

un Derecho de

mera

facul

tad 3 de l a

que

puede,

vuar

quaedo acomo

de



1?6 Derecho

Publico

i d e

su

mayor u t i l i d a d , y conveniencia ;

s i n

«mbargo

hay

muchas c i r c u n f t a n c i a s , que

pueden

v a r i a r

e f t a

doctrina

j

como

por

exemplo, s i l a Nacion

q ue

concedió e l

P r i v i l e g i o exclusivo á

o t r a

de

poder

c o n - ,

t r a t a r con

e l l a ,

l o hizo con e l f i n de pro

veerse por

e f t e

medio de l o s generos q ue

n e c e s i t a . E f t a

e s una condicion

t a c i t a ,

«nexa á e l

contrato

, l a qual no cumple

l a

Nacion ,

q ue por

n e g l i g e n c i a ,

y descui

do

suspende e l Comercio

, y

siguiendose

de e f t a conducta notable

p e r j u i c i o

á

l a

q ue

esperaba s u s

socorros ,

no

cumplien

dose

a l

mismo

tiempo

l a

condicion

,

U

Nacion

q ue

t i e n e

e f t e

derecho

de vender,

l o pierde en t a l

caso

seguramente.

Se deben

e v i t a r

con e l cuidado

p o s i

ble l o s Monopolios ,

y n u e f t r a s

Leyes c a s

t i g a n

con

r i g o r

tan

pernicioso

abuso,

( a )

Por

( * ) Efta

voz Monopolio ,

viene

d e l vccaMo latino

Monopolio,

q ue s i g n i f i c a confederacion en

s e c r e t o - , de

l a

q ue suelen usar l o s vendedores, para q ue s e ca

rezcan l o s mantenimientos ,

y

otras mercaderías, e s

condiendolas

,

6

no.

queriendolas

vender

sino a|

precio entre e l l o s concertado

, como mas ordina

riamente

lo

bac;n l o *

Pagader o?, Las Leye$ de

J o s



de la Paz.

127

Por l o

q ue

hace

á l o s P r i v i l e g i o s e x c l u s i

vos concedidos por e l Piincipe á

algunos

P a r t i c u l a r e s

,

ó

Cuerpos

de

Sociedad

,

aun

q ue a l parecer son

c o n t r a r i o s

a l bitn

co

mun de l a

Nacion

,

cuyos

miembros t i e

nen un derecho i g u a l a l Comercio,

hay

s i n embargo

,

casos en q ue s e pueden con

ceder

juftamente.

No s e debe negar q ue muchas

negó»

daciones ,

ó

i n t e r p r e s a s de Comercio , ne»

c e s i t a n

grandes fondos, y f u e r z a s

para sobs-

t e n e r l a s , y no

s e

pueden emprender por

l o s P a r t i c u l a r e s , por

e f t a causa s e

han

formado

Compañías, sobfíenidas con

l a

autoridad

d e l Gobierno , l a s q ue cen

me

nos

gravamen , emprendan negociaciones,

q ue puedan

s e r

miles

a l

Publico,

ya

en

a b a f t e c e r l e

con los

generos de q ue c a l e

c í a

,

ó

en

a l i v i a r l e

con

l a

may or comodi

dad de pierio, E f t e e s e l f i n de l a s Ccm-

pa-

Romanos caft'gabjn

severamenre

eñe

delito

,

como

f e

puede

ver

entre

otras

en

l a

Ley

Uni.

C.

de

Mo-

nopol.

Y l a s

nueftrasno

menos j u f t a s ,

han

señala

do penas correspondientes á

eñe delito , como le

trae U Ley 1 . t i t .

7.

patt. j .



128 Derecho Publico

pañías de

Caracas , Habana , y o t r a s

e s t a

b l e c i d a s en España ; pero d i c h a s Compañías

no

podían

sobftenerse

s i n

un

P r i v i l e g i o

exclusivo : de otro modo perecerían i n f a

liblemente. La Nacion debe

i n t e r e s a r

en

semejantes eftablecimicntos ,

q ue fomen

tan

l a s

Artes

, y l a

Navegacion. Tambien

«uele suceder,

q ue una Compañía 5 ó qual-

quier

P a r t i c u l a r

, s e encargan

de

e f t a b l e -

c e r

, ó

fomentar alguna manufactura

i g

norada ,

6 perdida en e l Reyno ,

bajo

e l

, P r i v i l e g i o exclusivo de c o n t r a t a r

con

e l l a ,

entonces

no . h a y derecho para

negarlo

: y

de

e f t o .

tenemos

muchos

exemplares.

Ta

l e s P r i v i l e g i o s suelen s e r perpetuos , pero

mas comunmente s e

conceden

por c i e r t o

numero

de

a ñ o s .

Nueftro Comercio f u e

s i n duda

en

l o s

s i g l o s

pasados

e l

q ue

s e

l l e v a b a

l a

atencion de l a

Europa, y

l o s f r u t o s , y

generos

de España eran conocidos

,

y

e s

timados en l a s Naciones mas

remotas

; aho

r a no eítamos , n i con mucho , en e f t e

gra

do de prosperidad.

Verdad e s

q ue l o s

Holandeses

, é I n g l e s e s

,

hacen

un

c o n t i a r -

l e í l o q ue no havia en otro tiempo, y q ue

t o -



de

la Paz.

i 2 9

t o d o s l o s Pueblos de Europa han abier

t o

l o s o j o s , y conociendo l a u t i l i d a d d e l

Comercio,

no

omiten

medio

alguno

para

e x e r c e r l o con v e n t a j a s . No obírante en

España s e anima baftantemente , y s e ade

l a n t a l o

p o s i b l e .

Vense s a l i r

con

frequen-

c i a Flotas bien

interesadas, q ue

á

s u r e

torno t r a e n

excesivas ganancias.

Verdad

e s

q ue

en

e l

Oro

,

y

P l a c a

de

n u e f t r a

Ame

r i c a , i n t e r e s a n en

mucha

parte l o s Eftran-

geros, pero no e s posible e v i t a r l o . Una

Flota interesada en muchos millones, por

l o regular no puede i r cargada de generos

de

España,

s i n o

e s

en

l a

mitad

de

su

im

porte,

y no

e s

poco, s i

a s i

s e logra; l o

r e f t a n t e e s preciso

tomarlo

de l o s Eftrange-

ros , especialmente todo l o q ue mira á

quinquillería,

l i e n z o s , y otros

e f e c t o s

de

que

hay

en

España

demasiada

e s c a s e z .

El

Eftrangero i n t e r e s a , bien en l a venta,

bien

en

l a p a r t e de l a ganancia , y e s pre

ciso

conformarse

con

e f t o .

El unico r e

medio s e r l a

, e f t a b l e c e r

Fabricas

de l a s

cosas

q ue

s e echan

menos

,

y

entonces no

l a s

mendigaríamos

de

otros

,

mas

para

e l l o

¿ e necesita tiempo,

y conftancia

; pues de

Tom, x . I otro



1 30 Derecho Publico

otio modo e s imposible conseguirlo. Es

t o

e s

por

l o q ue hace

á

nueftro Comercio»

a ó t i v o . El

pasivo c o n s i f t e en

e l

despacho

de

nueftros

f r u t o s . Los

Eftrangeros

vienen

t o

dos l o s

años

á n u e f t r o s Puertos

,

y cargan

muchas Embarcaciones de l o s f r u t o s q ue

produce

e l P a í s . E f t e

Comercio

á primera

v i f t a parece ventajoso de n u e f t r a p a r t e , y

l o

f u e r a

mucho

s i n

duda

,

s i

no

t u v i e r a

l a s

tornas tan e x c e s i v a s

,

y s i en l u g a r de q ue

vinieran

e l l o s

á

comprar á

n u e f t r a

c a s a ,

fueramos á

vender

á

l a

suya ,

disminuyen

do por e f t e medio su

Marina

,

y

aumen

tando

l a

n u e f t r a .

Finalmente , todo e l objeto

delComer-

c i o s e

d i r i g e á a d q u i r i r

mayores ganancias

cada d i a ,

y

proporcionar l o s medios para

t i l o . El Oro ,

y

l a P l a t a

(que son

e l

Alma de

l a

negociacion , y l a

medida por

donde

se

regulan l o s aumentos) s e miran como e l

verdadero i n t e r é s d e l Comercio. El

q ue

trayga á e l Eftado mas

cantidad

de e f t o s

preciosos

metales , q ue l a q ue de é l s a l e ,

s e r á e l Comercio

mas

ventajoso : y por e l

contrario

desgraciado

,

y

p e í

j u d i c i a l

,

e l

que

haga s a l i r mayores

cantidades, q ue

l a s que

r e -



de la Paz. i 3 1

recibe.

Efto es

lo que se llama Balanza del

Comercio ,

y

la habilidad de aquellos que

lo

dirigen

,

eftá

en

que

ella

se

incline

al

lado de su Nacion.

Por conclusion debo decir

, que

para

evitar los disguftos que puede traer á una

Nacion verse obligada á r epeler abier ta

mente

el

Comercio

de

otra,

(cosa

difícil

de hacer, sin faltará la harmonía, y buen

orden) puede conseguirse

indirectamente

efte fin , subiendo con exceso los Derechos

de entrada

;

sin

que por efto pueda que

jarse l a

Nacion

cargada,

bajo

las reglas de

libertad que

exiften

en efte modode

ad

mitir

el Comercio , y

dejamos arriba

ex

plicadas. Los

Vinos de

Francia pagan exce

sivos

Derechos

en

Inglaterra

,

al mismo

tiempo que los de Portugal los tienen muy

moderados

:

y

de

efta

desigualdad

tan

perjudicial

,

no

se han

quejado

nunca

los

Franceses,

1

1 CA*



132

Derecho

Publico

capitulo

XIV.

De la Moneda , y Cambio.

HEmos

icho

que

el

dinero

es

e l

alma

del Comercio ; y

á

la verdad sin

él

seria

embarazoso, y

casi

i mpta&icable.

En

los primeros tiempos ,

despues de

la

introduccion de

l a

propiedad

,

los hombres

no conocían

otro modo

de

comerciar que

trocando unas cosas por otras, y

dando

lo

superfluo

, en cambio

de

lo

necesario ;

pero

efte modo de

Comercio

er a muy lleno de

inconvenientes ,

porque muchas veces suce

dí a , que no se conformaban

losConrrararu

tes

,

no

acomodandoles

para

su

uso

las

cosas

que

se havian de tomar

en

cambio

,

y

dudan

do en qué terminos convenirse. Otras veces

se

hallaban atajados por ignorar la eftimacion

correspondiente delos generos,

y como

compensar

el

exceso

que

havia

por

parte

de

alguno : y no pocas , solia

ser

embara

zoso

el

manejo

>

y

conducion

de ellos;

pot



de la

Paz. 133

por efto , pues , fue preciso inventar una

cosa

que sirviese

de

precio

,

y

eftimacion

de las demás

,

y pudiera tomarse en r e

compensa

de

todo.

Efta

fue

la Moneda

fabricada a l principio de bajos metales , y

despues de los mes nobjes

,

como son el

Oro ,

y

la Plata. ( a)

Efta

invencion es de

una

utilidad suma

; facilita el Comercio,

y evita los fraudes, y

engaños,

ó equi

vocaciones que

se podían originar;

pero

se

entiende cuidando

el Gobierno , con

l a mayor atencion de que

no se vicie

efta

tan

util

invencion,

llegando

á

perderse

la confianza

publica a l

paso

,

que

falte el

jufto valor ,

y

legitimidad

de ella.

Es verdad , que las

piezas

de

Oro,

Plata , y Cobre , no tienen por s í efti-

macion

intrinseca

,

ni

mas

valor

que

el

que

las

da

el

cuno

con l a imagen , y armas del

1 3 Prin-

? ■

■

»

-

1

»

»

—

1

1

( a ) Los Romanos ,

no

conocieron e l uso de l a s

monedas

de Oro , y Pl

i c a

; l i a f t a

despues

de l a

Guer

ra

de

Pirro

,

q ue

fue

e l

año

487.

de

su

fundacion*

Hafta

a l l í s e havian

servido df l a s de bajo

metal , acu

nadas con l a imagen de alguna

Res

, en l a t í n Pecus,

y de

aquí

s e deriva e l nombre de Pecunia , q ue no-

«otros llamamos dinero»



134

Derecho Publico

Principe j pero efte precio

imaginario

de

be

ser

arreglado

,

en

lo

posible

,

á

su

peso,

y

calidad

, y e l

Sello

, como un

Teftimo-

riio

irrefragable de l a

equidad

con que

eflán hechas. La moneda

se

fabrica por

la autoridad del

Principe ,

y bajo

su nom

bre

,

quien sale como garante de su bue

na Ley , y

debe

cuidar (bajo la Autoridad

Publica que en el reside)

de

que se acu

ñen las

suficientes

para las urgencias del

País,

y

de que sean de calidad propor

cionada á

su valor

extrínseco

,

ó numera

r io

;

de

aqui

se

infiere,

l a

grande

injuria

que

hacen

al

Soberano

, los que

violando

sus

Derechos se atreven a acuñar Moneda,

llamados ordinariamente Monederos fal

sos. Efta

caña

de

gente es

sumamente per

judicial

a l

Eftado.

Regularmente

fabrican

Ja moneda de mala ley , y entonces roban

al Principe

,

y a l

Publico;

s i

acaso

la

hacen

buena

, usurpan el Derecho del Soberano,

y privan a l Eftado de una grande ganancia,

que

por

ningun

titulo les pertenece,

Con

ra^on son castigados con el ultimo su

plicio

,

y sus

cuerpos

entregados

á

las l i a - »

mas*



DE LA P\Z. 135

mas.

( a )

S i

no s e

usara

e f t e

r i g o r

t r a s

tornarían á cada paso l a quietud P u b l i c a ;

pero s i

l a

moneda

e f t á

contrahecha

por

una

Nacion

,

en

p e r j u i c i o de

l a o t r a

, ó s i

protege

,

y

defiende á

l o s

Monederos f a l

s o s

, hace s i n duda i n j u r i a á

l a Nacion ofen

dida

,

y e f t a r á obligada

á dar

s a t i s f a c c i o n ,

ó

á

s u f r i r

q ue

s e

l a

tome

por

l o s

medios

mas e f i c a c e s ;

pero

regularmente l o s d e l i n -

quentes

de e f t a c l a s e , n o h a l l a n A s i l o en par

t e alguna, siendo i n t e r e s de

todos l o s

P r i n c i

pes e l exterminarlos.

Otra

cosa

e s ,

quando

l a

moneda

s e

f a b r i c a

por

l o s

P a r t i c u l a r e s por

P r i v i l e g i o ,

y

permision d e l P r i n c i p e . Antiguamente

l o s Grandes ,

y

Señores

s o l i a n

t e n e r e f t a s

facultades, y l a H i f t o r i a de

España

nos dá

b a f t a n t e s exemplares de

f a b r i c a r s e por

orden

delos

Duques

( b ) q ue

para e l l o t e n í a n po-

I 4

t e s -

(¿) Asilo previenen

l a s

Leyes ir. 6 4. y 6 7.

tit.ti.lib.5.de l . i Recop. Y l a Ley 1

j.tíc.14.

pirt. 7.

( b )

Los

Duques

de

Cardona

tenían

facultad

pa

ra labrarla en Cithaliñi de

baja

eftlmacíon. Guar

nióla de N o b i l i t a t e . cap. 46. r o l - 1

13.



1

3¿ Derecho Publico

teftad baftantc.Efta coftumbre

se

ha extin

guido yá

en España

y

demás Países de

Europa

;

haviendo

conocido los Principes

los gravísimos

inconvenientes que traía , y

apropiandose

á s i

solos > l a facultad que

oy

en ellos

reside.

Aunque hemos

dicho que no se debe

alterar

la

moneda

,

pueden

darse

casos

en

que

l a

necesidad obligue

, y dé derecho

para

mandarsela

recibir á los Ciudadanos,

de un precio

superior á

su

valor

real.

De

be

, sin

embargo

,

el Principe abírenersc

de

usar

efte

arbitrio

,

sin

haver

primero

echado mano de otros

,

aunque sea r e

currir á los Tributos , ó implícftos

extraor

dinarios. Son las monedas en l a Republi

ca (dice el doctísimo Varon Don Diego

Saavedra

, y

Faxardo ( *)

) como los ojos en

el

cuerpo humano , á

los

que

se

debe

llegar

con mucha

delicadeza

para

no

dañarlos.

Semejante determinacion es ruinosa para

el

Comercio ,

deftruye la

confianza

del

Ciu-

(*) En l a Empresa 6 9. Ftrro , ( 3 ' Aum , y puede

verse toda diasque t r a c a largamente dí a materia.



de

t . a

Paz. 137

Ciudadano, y Eftrangero : , y haciendo su

b i r á proporcion e l p r e c i o de l a s

cosas

, e s -

tanca

l o s

generos ,

y

s i

s e

quiere

ptner

remedio ,

e s

echarlo

á

perder.

E l R ey

Don Alonso e l Sabio l l e n ó de inquietu

des a l Reyno , por semejante providencia,

y eftuvo á

pique

de perder l a Corona,

por

l o s

rebeliones

de

sus

Vasallos

,

a t r i

buidas á l o s muchos malcontentos de

e f t a

providencia.

Subióse e l precio de l a s

Mercaderías á proporcion q ue

e

de

l a Mo

neda ,

con

q ue no

tuvo e l

efe&o

q ue

s e

deseaba. Quiso

e l R ey

remediar

c f t e i n

conveniente :

y en

l a s

Cortes de Segovia,

convocadas

á

e f t e f i n , s e publicaron

pro

hibiciones, y

penas para

l o s

q ue

s e exce

diesen

en

e l

precio de l o s generos; con

q ue

en vez

de sosegarse, crecieron l o s a l

borotos;

porque

l o s

Mer cader es, y

Co

merciantes, ocultaban

s x i s e f e c t o s ,

y s e

pa

deció en

l a Paz l a s necesidades de l a mas

c r u e l

Guerra.

Lo mismo acaeció en e l Rey-

nado d e l Señor D .

Phelipe

I I I . acreditando

l a

experiencia

l o


de

e f t e

a r b i

t r i o

, q ue

s e

debe

usar

aun

en

caso de

l a mayor necesidad, con notable

c a u t e l a .

El



138

Derecho Publico

El Santo Rey

Don Fernando, en

e l

s i t i o

de S e v f t l a , viendose f a l t o de

dineros,

y

considerando

q ue

sus

Reynos

,

no

l e

po

dían

s e r v i r con

mas

cantidades

, por l o

gaftados q ue

s e hallaban

: siendo a l mismo

tiempo necesario proseguir e l s i t i o , tomo

l a

resolucion

de

hacer

acuñar gran

suma

de

maravedises

,

con

l a

mitad

de

su

j u f t a

l e y ,

y q u i l a t e s

; pero prometió e l Rey,

q ue

pasada a q u e l l a

necesidad , á

todos

l o s q ue tuviesen e f t a moneda s e l e s s a t i s

f a r í a h a f t a su j u f t o v a l o r :

como

en

e f e c

to s e h i z o , ( a ) S i n embargo de l a

u t i l

invención

de

l a

Moneda

para

l a

mayor

f a c i l i d a d d e l Comercio ,

todavia quedaba

un

r i e s g o por prevenir

en

l a conduccion

de e l l a

;

siendo

incomoda quando e r a gran

•

de l a

cantidad

,

y

p e l i g r o s a para e l t r a f i

co

;

q ue

podia

tener

muchas

quiebras,

eftando expuefto e l dinero á l a c o d i c i a

de

t a n t o s . Para remedio de e í r e daño , han

discurrido

l o s

modernos un a r b i t r i o , q ue

no

*—

r

-

i

i

i i -

i

( a ) De aqui provino

l a opinion

vulgar , de q ue

v e l Santo Rey mando

fabricar

moneda de fuela de

zapato»



de la

Paz. 139

no conocieron l o s

a n t i g u o s . E f t e e s

: Las

Letras

de Cambio

No

hay

cosa mas u t i l

q ue

t a n

admirable

invencion; por

e f t e

medio puede

qualquier

Negociante g i r a r

por todo e l mundo , llevando sumas i n

mensas, s i n cuidado n i p e l i g r o .

Los So

beranos e f t á n obligados á sobftener e f t e

eftablecimiento ,

por

l a

m i s t l i a

razüh

q ue

deben proteger e l Comercio , cuidando de

l a

buena f é

,

y

r e a l i d a d en e l

g i r o de l a s

Letras ,

y de q ue l o s

i n t e r e s e s , q ue

pot

e l l a s

s e

l l e v a n , no sedn excesivos

,

con

notable

p e r j u i c i o

de

s u s

V a s a l l o s .

En

Es

paña

e f t a

especie de Comercio puede s e r

mas conveniente

q ue en

otro Reyno ,

por

l a

prohibicion de e x t r a e r l a Moneda

, es*

pecialmente

en plata, l o qual

s e

e v i t a de

e f t e modo

, s i n e l ma yo r p e r j u i c i o para l o s ;

i n t e r e s a d o s .

CA-



140 Derecho Publico

CAPITULO XV .

De l o s Caminos Públicos.

PAra

l a

u t i l i d a d

d e l

Comer cio no

s e

debe omitir medio alguno. Los Ca

minos ,

Canales

, Puentes , y Calzadas, q ue

por l a

v i g i l a n c i a

d e l Gobierno

s e

constru

y en

en

e l

Eftado, no t i e n e n o t r a mira

q ue

hacer mas

comodo

e l

t r a f i c o

, y mas

segura l a comunicacion. E l l o s l a f a c i l i t a n

haciendo

e l

transporte de l a s Mercaderías

menos coftoso , y por l o

tanto

menor

su

p r e c i o .

Los

Propios, y

Eftrangeros, no

h a l l a n d i f i c u l t a d en

t r a n s i t a r por

un P a i s

comodo,

y

vienen

guftososá

e l .

De

aqui

nace l a mayor c i r c u l a c i o n d e l dinero , q ue

se

reparte

por todas p a r t e s por

donde

pasan,

como s e experimenta en muchos

Países de Europa

,

especialmente en Ho

landa.

E l

i n t e r e s d e l

Principe

, y

d e l Go

bierno en e f t e

p a r t i c u l a r

,es cuidar deque

es-



ma Paz. 14 í

é f t é n l o s Caminos

seguros , y comodos:

de sus reparos

,

c o n f t r u c c

iones de Puen

t e s

,

y

renovacion

de

todo

l o

q ue

d e f t r u -

y e e l tiempo , y e l continuo t r a n s i t a r ;

para e f t o s g a f t o s e f t á obligada á contri

buir l a

Nacion

, como

tan interesada

en

e l l o

: y

e l Gobierno

puede o b l i g a r

á l o s

Pueblos á t r a b a j a r en

l o s

reparos , en*

cargando

á

l a s J u f t i c i a s

de

e l l o s

,

e f t e

cuida

do. La Francia

e s e l

País d e l mundo

, á

donde s e mira

con mas

atencion

,

y mag

n i f i c e n c i a e f t e Ramo d e l

Derecho

Publico.

Un

numero

grande de Soldados

c f t a n em

pleados

solo

en

l a

seguridad

de

l o s

Via-

geros

> s u s Puentes

, Calzadas ,y

Caminos

son

excelentes:

y ultimamente en

e l Rey-

nado

de Luis XIV. por

medio

d e l

Canal

de

Languedoc

,

s e

consiguió l a

union

de

l o s

dos

Mares

,

y

a l

mismo

tiempo

ere-

g i r un monumento

digno de

l a

grandeza

de

aquel Rey,

y

de

una u t i l i d a d inmen

s a

para l a Nacion.

No

podemos quejar

nos en

España , en un s i g l o en

q ue s e

a t i e n

de

con

t a l cuidado

á s o l i c i t a r e f t e

bien

Pu

b l i c o .

Por todas partes s e

abren

Cami

nos, y s e discurren nuevos

a r b i t r i o s para

l a



B42 Derecho Publico

l a mas f a c f t conduccion , y bien de l o s

Pucbjos.

Podemos

esperar , á viíh de tan

b e l l o s p r i n c i p i o s

,

q ue dentro de

algunos

años

no

tenga

España

q ue

embidiar ,

por

l o

q ue

hace a e f t o , alas

demás Nacio

nes c u l t a s de

Europa.

La conftruccion

, y

manutencion de

£ Í t a s obras p u b l i c a s , n e c e s i t a grandes g a s

t o s

,

de

q ue

nace

e l

derecho

q ue

t i e n e

una

Nacion , de hacer c o n t r i b u i r para e l l o á

l o s q ue mas inmediatamente gozan de s u

utilidad.Llamase

e f t e

Derecho

de Portazgo,

6 P e , A g e . Es muy puefto en

razon

,

q ue

l o s

T r a f i c a n t e s ,

y Viageros,

q ue

d i s f r u t a n

l a

comodidad

de un Puente,

Camino,

ó

Calzada , paguen u n 1 ? moderada contribu

cion para

l o s reparos

,

y

g a f t o s

forzosos

de

aquella Obra. En c i t o

no

s e

deben

d i f e

r e n c i a r l o s Naturales de l o s Eftrangeros,

siendo para

todos

i g u a l

e l b e n e f i c i o .

Mas

e s

preciso

c u i d a r q ue e f t e

impuefto , l e g i

timo en s u origen , no degenere

en

abu

s o .

Las

causas

p r i n c i p a l e s pueden

s e r

, por

l o excesivo de l a contribucion , ó por no

i e r

necesaria:

e s

p r e c i s o

q ue

haya

j u f t o

motivo

para imponerla j pues querer l l e

v a r



DÉLA PaZ. 143

v a r í n t e r e s

,

solo por e l

mero t r a n s i t o de

una t i e r r a , e s contra

e l

Derecho

Natural

de Gentes ¡

y f u e r a

una

extorsion mani-

f i e f t a

,

imponer

contribuciones á

l o s

Eftran-

geros , por e l mero a £ t o de venir a l Reyno.

CAPÍTULO XVI,

Quinto o b j e t o del buen Gobierno

:

La

Patria,

HEmos

hablado

d e l

amor

de

l a

P a t r i a :

en e l c a p i t u l o diez, tratando

del

t e r c e r objeto del

buen

Gobierne. A l l i

l a

definimos , aunque

en

terminos generales,

diciendo:

que

s i g n i f i c a comunmente. El

Ejlado

,

del

qual

e s

uno

miembro

;

pero

e f t a

definicion e s

muy

general,

y nos f a l t a

e x p l i c a r muchas cosas r e l a t i v a s á e f t a ma

t e r i a , y l o s derechos que de e l l a s e o i i »

ginan.

La P a t r i a en e l

rigoroso

sentido s es

solamente

e l

P a í s

adonde

uno

nace

,

y

de padres naturales de e l ? no

c f t r a n g e r o s ;

pues



144 DERECHO

PüÓLICO

pues l o s h i j o s siguen l a condicion de

sus

padres , aunque hayan

nacido

en

otroPais.

Para e f t o e s menefter saber , q ue aunque

bajo

e l nombre de

Ciudadanos,

s e enrien

den todos

l o s miembros

de

una

Sociedad

c i v i l , sometidos á una misma autoridad, y

derecho , s e dividen no obstante en natu

r a l e s , q ue

son l o s

nacidos en

e l

P a í s ,

en

l o s

terminos

dichos

,

y en

estrangeros

,

ó

habitantes, q ue son l o s nacidos f u e r a d e l

País, y s e l e s permite no

obstante e s t a b l e

cerse,

y

h a b i t a r en é l . Hablaremos

prime

ro de l o s n a t u r a l e s .

Los

Ciudadanos

propriamente

( P a t r i

c i o s ,

ó

Naturales ) son como hemos dicho

J o s q ue nacen en

l a

P a t r i a de

padres asimis

mo

o r i g i n a r i o s de

e l l a

; ( a )

pues l o s q ue na

cen de

un

Estrange;

o

,

verdaderamente

no

pueden llamar P a t r i a á e l P a i s adonde nacen,

sino e s , l u g a r de s u nacimiento.

Estos

pue

den abandonarlo en teniendo edad compe

tente para

d e l i b e r a r

; pueden

d e j a r

de

s e r

Ciudadanos , y

p a s a r s e á otro

Reyno , s i n

no-

[ a )

Es Dodruía

de U

Ley

i

?»úc. 3 .

l i b ,

1 . Recop,



de la Paz.

145

nota , ni inconveniente

alguno.

No asi los

naturales; pues

aunque

el Derecho Natu

ral de vivir adonde mejor le acomode ,

per

tenece

á todo hombre

5 no debe abufar de

efta libertad para hacer cosas nada dignas,

debiendo tener

presente ,

que

no

todo

lo

licito por las Leyes humanas es honeftoj

pero

de

efto

hablaremos

adelante.

Lo mismo

que

decimos de los nacidos

en nueftro País de Padres Eftrangeros , de

bemos decir respecto á nosotros,

de

los

nacidos en

País

eftrangero, de Padres origi-i

narios

del

nueftro.

Ellos

siguen

la

condi

cion de sus Padres , los quales s i eftá n es

tablecidos ,

y

gozan l a

calidad

de Ciudada

nos,

adquieren para sus

hijos la mtema

prerrogativa; á no ser que

eftos

quieran-

boiver

á

su País

,

para lo que tienen dere*

cho. Otra cosa es quando sus Padres eftán

como transeuntes , ó comisionados con

era*

baxadas , empleos , 6

otros

encargos , co

mo

diremos

en su

lugar

( £)

Tom.i. K De

( a ) Es

do&titu

de l a altada Ley 19.

t i c » } . l i b . I .

de l a Recop,



146

D:recho

Publico

De

l o s nacidos

en

l a Mar hay opinio

nes

,

y

d i f t i n c i o n e s v a r i a s . S i nacieron

en

l a

parte

de

Mar

ocupada

por

una

Nacion,

s e

reputan nacidos en c l a : s i en a l t a Mar en

un Baxél propio de

s u Nacion , s e

tienen

por

nacidos en

s u

t e r r i t o r i o ; pues

e s

n a t u r a l

considerar l o s

Navios

de

l a

Nacion

como

parte

de

e l l a .

S i

nacen

en

Navio

efbangero,

se deberán entender

como nacidos

en un

P a í s e f t r a ñ o ; á no s e r q ue e l Navio e f t é en

algun

Puerto

de

laN;cion, q ue

entonces

s e deben

tener por

n a t u r a l e s de aquel t e r

r i t o r i o ,

siendolo mas

propiamente e l Puer

to

en

q ue

han

nacido.

Los

q ue

nacen

en

l o s Exercitos , aunque c f t e n f u e r a d e l P a í s ,

ó en l a Casa de un Embaxador, Embiado,

6

Miniftro

extraordinario

,

s e reputan

como

s i nacieran en su P a t i i a ; pues un Ciudada

no

r e s i d e n t e

en

P a í s

cftrangero

por

s e r v i c i o

de

e l l a , no debe considerarse como f u e r a

d e l t e r r i t o r i o .

Los habitantes eftrangeros domiciliados

en e l

P a í s

, q ue

componen

l a

o t r a c l a s e

de

Ciudadanos

,

son

aquellos

á

quienes

s e

l e s

peimite

e f t a b l e c e r s e

, y v i v i r en

é .

Eftán

s u j e t o s á l a s Leyes d e l Eftado en q ue ha

b í -



de

la Paz. 147

bitah

, y

son protegidos

por

e l l a s

, aunque

no gozen todos deiechos de Ciudadanos.

De

e f t o b

habitantes

hay

dos

c l a s e s .

(*)

Unos

que

permanecen

en c f t e eftado ,

s i n aspirar

á

mas

deiechos

, que á

l o s

geneíalcs

de l a

Sociedad. Ocios que adquieren l a calidad

de Ciudadanos , agiegandose a l Cuerpo de

l a

Sociedad

P o l i t i c a

,

por

un

a¿to

de

natu

ralizacion ,

concedida por

e l Principe

,

( a )

en nombre de l a Nacion. En Inglaterra so

lo e l nacer

en

e l

País, naturaliza

á l o s

hijos

de l o s Eftrangeros.

De

estas

dos

clases

de

Ciudadanos,

proviene

l a

diversidad de domicilio, Lla-

K 1 ma-

• (*) Para l a diftincion

propuefta

conviene

parti

cularmente r e f e r i r s e a l apuntamiento formado de va

r i a s

resoluciones

de

S .

M.

tomadas

sobre

Consultas

de l a Junta

de Eftrangeros , tocantes

á l a ¡urisdicion

q ue tiene S . M, arreglada , y s e observa

desde e l

año

1716. con los Eftrangeros

transeuntes

, avencidados,

y arraigados en e l País. Su contexto , por s e r difuso,

s e omite

aquí

;

pero puede

verse

en

e l Señor Ottega;

guejltonts

de Derecho P u b l i c o , cap. 15.

a l f i n ,

[ a )

Eftas

Cartas

de

Naturaleza

s e

conceden

en

España

,

como

no

s e a

para obtener

Beneficios Ecle

s i a s t i c o s . Asi l o previenen l a s Leyes 14. 15. 16.

17,

zo.

y l a

ultima dePtit.

3 . l i b . i .

de LiRecop.



148

Derecho Publico

mase domicilio

, l a habitacion

f i j a en

algun

lugar,

con

intencion

de

mantenerse

en

é l .

Hay dos generos de domicilio

:

uno natu

ral, ó de

origen

, y

es

el que nos adquiere

el nacimiento , ó el de nuefti os Padres: y

otro adquirido por un eftablecimiento

vo

luntario 5 pero es de

advertir

, que un hom

bre no

eftablece su domicilio

en

alguna

parte , menos que

no

haya dado

á

entender

tácita,

ó

expresamente,

la

intencion

de

f i

jarlo a l l i ;

y

aun

efta declaracion no

le eftor-

va para que

en adelante

pueda mudar

de

parecer

,

y

transportar

su

domicilio

á

otro

lugar.

El

que solo se

detiene

corto tiempo

en un

Pueblo

, para el despacho de sus ne

gocios, no

tiene

mas que una simple ha

bitacion sin domicilio : lo mismo sucede á

los

Minifti

os

,

que

viven

en

las

Cortes

Es-

trangeras. Aqualquier Ciudadano le es

licito

mudar

de

domicilio, s i

lo juzga

conve

niente á

sus intereses. Efto se debe enten»

der dentro del

mismo

Reyno : mas

abando

nar

absolutamente

su Patria

, ( a)

no siem

pre

(a) Puede

e l

Principe

impedir e l

q ue

salgan d e l



de la

Paz.

149

pre l e

e s

l i c i t o , como diremos en e l Capi

t u l o

s i g u i e n t e .

Los q ue no tienen

domici

l i o

f i j o , s e llaman

regularmente vagamun

dos : t a l e s s e han reputado n a f t a aqui l o s

Gitanos

( a ) en España; aunque despues

por Leyes ,

y

Pragmaticas Reales

,

e f t á

man

dado

q ue l o

tengan

, y q ue velen l o s Gober

nadores de

l o s

Pueblos , sobre

q ue s e

e f t a -

blezcan

en

vecindario

;

y

con

e f e c t o

s e

ha

conseguido.

Los h i j o s

de l o s vagamundos

siguen l a condicion de s u s Padres, y

no

t e

niendo

e s t o s domicilio , n i aun como ha

b i t a n t e s

,

tampoco

l o

p a r t i c i p a n l o s

h i j o s .

S i n

embargo

,

s e

puede

considerar

l a

P a t r i a

de un vagamundo,

por

e l

l u g a r

de su

n a c i

miento,

en

tanto q ue

no s e

sepa ha renuncia

do absolutamente

s u

domicilio

n a t u r a l ,

ó de

origen. K 5 Los

Rcyno

los

Subditos

,

s i n

su

l i c e n c i a .

Ley

ulcim.

t i c .

4.

J i b . z .

Recop.

( ¿ )

Muchas son l a s

Leyes, y Ordenanzas

hechas

en España

contra

l o s Gitanos ;

pero

entre

e l l a s

l a

principal

e s

l a Pragmatica d e l año

de 1717. en

l a q ue

s e puede ver l o s medios q ue s e han tomado para

contener á e f t a

gente

vagamunda. A

l a

Pragmatica s e

han

seguido

despues

varias

Inftrucciones

,

y

Reales

Odenes en l o s

años

1 74J . 1 746. y 1

749.

q ue l a con

firman.

.



150

Derecho Publico

Los q ue dejan s u

P a t r i a

con e l d e s i g

nio de e f t a b l e c e r s e en

otra, llevando

s u s

bienes

,

y

f a m i l i a s

, s e

llaman

Transmi

grantes. E f t e Derecho de Transmigracion

proviene de v a r i a s causas : 6 por e l Dere

cho

Natural

,

q ue

l e s permite

en c i e r t o s c a

s o s

s a l i r

de s u P a i s , y e f t a b l e c e r s e en o t r o ,

ó

por

Ley fundamental

d e l

Reyno;

como

sucede

en

Alemania

entre

v a r i a s

Ciudades,

q ue

tienen

c f t a

mutua f a c u l t a d , ó por con

cesion d e l Principe , ó por Tratados hechos

con alguna Potencia e f t r a n g e r a , l a qual per

mite , q ue saquen de s u s Eftados aquellos

Subditos

q ue

quieran

i r

á

e f t a b l e c e r s e

á

otro Reyno, como colonos, ó pobladores.

Bien

á

l a v i f t a tenemos

e l

exemplar en l o s

Eftrangei os , q ue pueblan a S i e r r a More

na, cuy o u t i l eftablecimiento

puede

t r a e r

muchas

f e l i c i d a d e s

a l

Eftado.

Los

llamados

Suplicantes

,

son l o s f u g i t i v o s , q ue

implo

ran l a

proteccion de

un Soberano , contra

l a Nacion , ó Principe q ue

han

dejado. En

e l segundo Tratado

de

e f t e Libro , en q ue

s e hablará de l o s i n t e r e s e s de l a s Naciones

entre

s í

,

corresponde

t r a t a r

de

e l l o s .

CA-



de la Paz. 151

L

CAPITULO XVII.

De

l o s

q ue dejan su

Patria.

OS Ciudadanos dejan

s u

P a t r i a

,

ó

por

j

su propia

voluntad

,

ó

forzados á

e l l o ; y e í í o s u e l e s e r , ó por corro tiempo,

ó perpetuamente ; de todo l o qual

s e

o r i g i

nan v a r i a s e s p e c i e s de derechos , q ue i r e

mos exponiendo. Se s u s c i t a entre

l o s

Au

t o r e s

l a

queítíon

,

de

s i

un

hombre

puede

abandonar s u P a t r i a , ó l a

sociedad de

q ue

e s miembro; y á l a verdad , s i atendemos

a l r i g o r d e l

Derecho

, y á l a l i b e r t a d natu

r a l , en q ue e l hombre nace , de poder

ha

cer

l o

q ue

mas

l e

convenga

en

l o s

termi

nos

regulares,

debemos d e c i r

q ue

puede

abandonarla; no

obftante , e l

nacimiento,

l a educacion

,

e l amor de l o s Padres

,

y

l a s

obligaciones q ue

debe á su

P a t r i a ,

de

l a s

q ue no puede

desentenderse

, hacen q ue

todo

buen

Ciudadano

no

pueda

honefta-

mente determinarse á e l l o

,

s i n tener fuer

K4 t e s



15^ Derecho Publico

t e s razones

,

ó

indispensable necesidad. No

e s decoroso abusar de

e f t a

l i b e r t a d

,

para

abandonar

ligeramente

l a s

Sociedades

,

des

pues

de h a v e r l a s disfrutado

con

v e n t a j a s

considerables, ( a )

Puede,

no

obftante

,

darse caso en q ue

s e a honefta t a l determinacion; pues l a s

obligaciones

,

q ue

un

hombre

t i e n e

á z i a

su

P a t r i a ,

s e pueden a l t e r a r , y mudar , segun

e l orden de

l o s sucesos

, q ue

agravan mas,

ó menos e f t e procedimiento, ( b ) Pero l o s

que

( a )

Los

Soldados

Romanos

,

prisioneros

entre

los

Partos , (en

l a desgraciada expedicion

de

Crasso)

no

quisieron bolver á Roma en tiempo de Augufto,

hallandose

bien eftablecidos

entre sus En«migos, y

o l

vidando

enteramente su Patria ; de l o qual s e queja

e l Poeta Horacio Oda

5

.

l i b .

j

.

Milesne

Crassi

conjuge barbara

Turpís

maritus

v i x i : ?

Et

hoftium

(Proh

Curia

, inversique

morrs )

Consenuit socerorum i n

armis.

Sub Rege

Mcdo , Marsus , & Appulos,

Anciliorum

, notuinis & togas

Obiitus , aeternjeque V e f t a t

Incolumi Jo v e ,

&

urbe Roma.

f £ ) La Hiftoria

de

España

nos

ofrece muchos

«xemplares.

E l

Rey

Don

Alonso

e l

V I. perseguido

del Rey Don

Sancho I I . su

hermano

,

dejo su Patria,

refugiandose c r » Tokdü, bajo e l amparo del Rey Moro

AI-



de la

Paz. 153

que la abandonan en el peligro , y huyen

por ponerse en seguridad , deben

ser

teni

dos

como

infames

desertores

,

y

violadores

del pacto de Sociedad,

por

e l qual efián obli

gados á defenderse

mutuamente,

y

el

Efta-

do puede con razon caftigarlos.

En el tiempo de

paz,

y tranquilidad,

quando

no

amenaza

peligro

alguno

,

es

cier

to que los

Ciudadanos

pueden ausentarse,

y viajar por los Países Eftrangeros , ó por

gufto

,

ó por

su

propia utilidad. Efto se en

tiende en aquellos sugetos , que por su

em

pleo , ó cargos no eftén imposibilitados pa

ra hacerlo ,

pues

los Mínimos , Soldados,

Gobernadores , Jaeces , y todos los que tie

nen ofkio público ,

a

menos que

no sea

con

licencia

del

Gobierno, eftán imposibilitados

de

emprender semejantes viajes.

Las

Leyes

políticas

de

las

Naciones

va

r ían mucho

,

eftrechando

efta

libei tad

de via

jar.

Almenon

,

q ue l o recibio benígnamenre. Efto mis

mo sucedió (algunos s i g l o s despues) a Antonio Perez,

Secretario

d e l

Señor Don

Phelipe

I í .

retirandose

á

Francia

, por

l i b r a r s e de l a

indignacion

d e l

Rey

:

y

siempre q ue

hu

v i e s e estas, í í otras

juñas

causas

,

es

l í c i c a semejante determinacion



1

54

Derecho Publico

j a r . Es

cierto,

q ue en algunas

e s

l i c i t o

de

j a r l a P a t r i a en todo tiempo , á no s e r en

;

ó t u a l

Guerra;

pero

e f t a

l i c e n c i a

tan

contra

l l a a l

bien

de l a Sociedad , s o l o puede

tener

l u g a r en

algunos

pequeños P a í s e s

, incapa-

ics de s u f t e n t a r á s u s habitadores.

En

otros

hftados todos

pueden v i a j a r

libremente,

mas no

pueden d e j a r l a P a t r i a

s i n

consen-

umiento

d e l

Soberano.

En

otros

no

e s

per-

i r ,

indo s a l i r

d e País,

s i n

permiso d e l

Prin

c i p e

,

y

pasaportes

suyos. Es preciso,

pues,

i .

f . í o i n i a r s e

con

e f t a s leyes,

pueftas, s i n

ík - . a , p a r a mayor bien d e l Eftado. En Es-

pa

. ;

i e

prch.be

embarcarse

para

I n d i a s ,

s i n

í i c e i i u a

, - u p e i i o r

,

l a q ue

s e

dá con baftan

t e

piecíiM ion , atendiendo

á

l o s gravisimos

inconvenii

n t c s q ue

s e han seguido de l o

c o n t r a r i o . ( * )

Asi

como

e l

Derecho

,

y Leyes

d e l

Es

tado , prohiben á qualquier Ciudadano e l

abandonar

l a P . t i i a , hay ocasiones en q ue

e l mismo Derecho Natural de Gentes s e l o

per-

(*) V ease tod^

e l

Titulo z6. dela Recopilacion

de l a s Leyes de Iuüias,especialnience l a s Leyes 1.2. y 3 .



de la Paz. 155

permite , y puede renunciar s i n nota

e l

pac

t o de Sociedad. Muchos son l o s c a s o s mas,

ó

menos

graves,

segun

l a s

c i r c u n f t a n c i a s

q ue l o s acompañan ; pero l o s reduciremos

á

s o l o s t r e s

,

q ue

pueden

s e r v i r

de

r e g l a s

g e n e r a l e s .

1 . S i

e l Ciudadano

no

puede

ha

l l a r l a s u b s i s t e n c i a necesaria en su P a t r i a ,

l e s e r á ,

s i n duda

, permitido i r l a á buscar

fuera

de

e l l a .

La

Sociedad

C i v i l

s e i n f t i t u y ó

solo para f a c i l i t a r á cada uno l o s

medios

de

v i v i r : cosa

absurda

s e r í a

,

querer o b l i g a r á

un

hombre

á permanecer

adonde

no

puede

conseguirlo , f u e r a

de

q ue

, poco

u t i l

será

ala

Sociedad

un

miembro

q ue

no

puede

s u b s i f t i r . 2 . S i e l Cuerpo de l a

Nacion ,

ó

su Soberano , f a l t a s e n absolutamente á sus

obligaciones

con algun

Ciudadano,

no q ue

riendole

hacer j u f t i c i a

,

y atiopellando

sus

j u f t a s

quejas;

entonces

puede

r e i n a r s e ,

por

que cesa l a obligacion d e l Contrato Nacio

n a l ,

y no e f t á obligado á

cumplir

por su

parte l o q ue l e

pertenecía , viendo q ue l e

f a l t a n por l a c o n t r a r i a á l o q ue esjufto, y

debido

por l a s obligaciones de l a Nacion.

3 . S i

l a mayor

p a r t e de

e f t a

,

ó

e l

Soberano

que l a

representa,

quieren e f t a b l e c e r cosas

a



^ i

$6 Derecho

Publico

á l a s

q ue no puede o b l i g a r e l pa&o de l a

Sociedad: como,

por exemplo ,

mudar de

Religion

, y

q ue

e l l a

solo

s e

observe

en

e l

Eftado , pueden l o s q ue quieran p r o f e s a r l a

c o n t r a r i a

,

s a l i r de é l con

s u s

bienes , y f a

milia, y aun deben s e r

obligados á

e l l o ,

en

caso q ue voluntariamente

no

l o hagan, ( a )

El

d e f t i e r r o e s otro

modo de d e j a r l a

P a t r i a .

Dividese

en

voluntario

,

y

involun

t a r i o . Voluntario

es,

quando e l hombre

d e j a s u

domicilio por

h u i r d e l c a f t i g o , ó

por e v i t a r una

calamidad.

Involuntario e s ,

quando l o hace obligado por orden supe

r i o r

,

y

é f t c

s u e l e

e f t á r

notado con

algo

de

infamia

, especialmente siendo en

l o s t e r

minos de j u f t i c i a . El d e f t i e r r o puede s e r per

petuo,

ó

temporal; puede s e r concebido

en terminos generales ,

s i n

e x c l u i r

lugar

alguno

para

r e t i r a r s e

,

con

t a l

q ue

sean

a l

gunas

l e g u a s

de d i f t a n c i a d e l q ue s e d e f t i c r -

ra» y puede s e r

reducido

á un l u g a r d e f t i -

nado,

no permitiendo a l

deftenado s a l i r

de

( # )

La

expulsion

delos

Judíos,

y

Moriscos

de

Espafh,

hace

ver

l o

preseme q ue

s e

ha

tenido

siempre

semejan

t e do&rina.



déla Paz. 157

c í e a l l i h a f t a cumplir e l tiempo señalado por

l a l e y . Efto

e s

e l q ue en España r e g u l a r

mente

llamamos

Presidio

,

y

s e

ha

i n f t i t u í -

do como pena para l o s dclinquentes. ( a )

El Principe , y s u s Tribunales en nomina

de é l , son l o s q ue pueden imponer seme

j a n t e

c a f t i g o

, contra aquellos miembros


á

.

l a

Sociedad

,

despojandoles

d e l Derecho Natura ; ( b ) no solo con l o s

P a r t i c u l a r e s , sino

tambien

con un Cuerpo

de

Comunidad

, de

qualqoier

genero

q ue

sea, siempre q ue s u eftrañamiento paiczca

u t i l para e l bien d e l Eftado. ( c )

Los

( a ) E l deftierro perpecuo para Galeras, Presidio,

I s l a

, 6

para fuera

d e l Reyno ,

q ue

en Latín s e

llama

deportath

, s e

reputa por pena c a p i t a l : a s i lo entien

den l a b Leyes

R e a l . - ?

, y entre otras

l a

Ley i . t i r . i 8.

part.4.

Pero

e l

drftierro

temporal

de

un

Pueblo,

q ue

en

Latín

s e

llama

r t l t g a t t o

, no e s

pena

corporal , s e

gun l a Ley z . t i t . i 9 . l i b . 8 . de l a Recop. q ue hablan

do

de

l o s amancebados , dice: No

b.m

de l l e v a r

penx

corporal

, sino e s

de marco

, o

de

deflierro.

( b ) Por l o s Fueros antiguos de C a f t i l l a , los Hi¡o«

Dalgos

, y

Ricos Homes

,

no podían s e r defterrádos

hafta

pasados

30.

dias

de

promulgada

l a

Sentencia.

Es

ta Ley l a

promulgo

e l Rey Don Alonso e l V I. arrepen

tido

de

l a ligereza con q ue havia defterrado a l Cid

Don

Rodrigo Duadel

Vivar,

£ ) E S .



153 Direcho Publico

Los d e f t e r r a d o s s i n d c f t i n o p a r t i c u l a r

tienen derecho de h a b i t a r en qualquiera de

l o s

otros

P a í s e s .

Un

defterrado

no

d e j a

de

s e r hombre , y por l o tanto , no puede p e r

der e l derecho

de h a b i t a r sobre l a t i e r r a .

Injuftamente

l e

negarán

l a s demás

Nacio

nes

s u morada ,

n i podrán f a l t a r l e

á

l a s

obligaciones

p i e c i s a s

d e l

Derecho

Natural,

y

a l

socorro de s u s necesidades.

E f t a

d o c t r i

na general , q ue s e llama Derecho Necesa

r i o

, puede

tener muchas

reíhicciones, s e

gun l a s c i r c u n f t a n c i a s q ue acompañen

a l

d e f t i e r r o .

Es veidad

, q ue una Nacion ( h a

blando generalmente) no puede negar e l

a s i l o á

l o s

i n f e l i c e s

, q ue

en

e l l a l o

buscan;

p e -

( c ) E f t a doftrina s e ha v i f t o puefta en prédica

•dos

veces

en

España.

La

primera

en

ciempo

Je

l o s

Re

yes

Catholicos,

quando

l a eftrañaciou de los Religio

sos Franciscos, Humadas Clauftrales ,

hecha

por

e l

Cardenal Don

Fray

Francisco Ximcnez de Cisneros.

Y l a otra en nueftros tiempos , con l a expulsion de l o s

Regulares

de l a

Compañía

de

Jesus. Los C l a u f t r a l e s

fueron defterrados

indiftintamente

,

y

s e eftendieron

por

I t a l i a

,

adonde

tienen

muchos

Conventos

;

pero

los

otros

fueron deftinados á

l a

I s l a de

Corcega

s o l a

mente

, aunque despues s e

l e s ha

permitido s a l i r de

e l l a

,

y pasar

á

l o s

Lftados

dclPa£>a.



de

la

Paz. i 59

pero se halla

con derecho para

rensar

á un

Eftrangero la entrada en su País , siempre

que

crea

no

le

tiene

conveniencia.

Efte

de

recho

se origina de su propia seguridad

,

y

provecho; yá la verdad, hay juftos

moti

vos

por los

que puede

negarse

á t a l permi

sion.

Como por

exemplo

:

quando

no tie

ne

tierras

sufi.ientes

para

e l

suftento

de

sus

habitadores

,

y le es perjudicial una tropa

de fugitivos, ó defterrados. Quando se te

me

un

contagio

de

parte

de ellos

, ó

se

cree

que perturban

l a

tranquilidad

del

Eftado

,

ó

perviertan l a Religion , corrompan las bue

nas coftumbres ; y

ultimamente,

se pueda

rezelar prudentemente, que son

dañosos

á

la

Sociedad ; entonces no

eftá

obligada la

Nacion á recibirlos

,

antes s í

á arrojarlos

de

s í ,

mirando por

el

bien del Eftado ;

( a) pe

ro

efta

conducta

debe

ser

con

l a

mayor

pru

dencia , y precaucion , no negandose por

causas frivolas, y temores

mal

fundados,

á

una

( * )

A

e f t a s

ratones

puede

añadirse

e l

j u f t o

temor

de indignar

e l poder del

Principe ,de quien huyen ,

y

atraerse por l a

i n u t i l

defensa de un clUaño, l a desola

cion de su propio'* l i s .



1 6o

DR

ECHO P

UBLICO

una accion

t a n

propia de a humanidad , co

mo conceder

un r e t i r o

á

l o s

miserables, q ue

l o

buscan

por

a s i l o

de

s u s i n f o r t u n i o s ,

( a )

El

modo

para

proceder

con

equidad

en e s

to ,

e s

no

perder

jamás de

v i f t a

l a

piedad,

v

commiíeracion

q ue s e debe á l o s i n f e l i c e s .

No

s e pueden negar e f t o s sentimientos a u n ,

á l o s delinquentes , q ue han caído en t a l

d e s g r a c i a .

Los

d e l i t o s s e

deben

a b o r r e c e r ;

pero no quien l o s comete:

son

hombres, y

por Derecho n a t u r a l deben

s e r

amados.

Mucho

menos puede l a

Nacion

q ue l o s

admite,

c a f t i g a r l o s

d e l i t o s

q ue cometieron

en

l a

o t r a .

( J b )

La

naturaleza

no

ha

conce-

d i -

( a ) El Rey Don Pedro de

C a f t i l l a ,

y Don Pedro

de

Portugal

, por

un convenio injufto

,

y ageno de e s

tos

nobles sentimientos

,

s e entregaron mutuamente

los Subditos, q ue sehavian refugiado á sus Eftados,

huyendo del

furor

de

s u s

respectivos Soberanos.

( b ) Puede

,

no

obftantc ,

por l o s Paftos , y

Tra

tados con l a s otras , contraer l a obligacion de e n t r e - :

gar

l o s fugitivos , (como no s e a para e l

suplico.)

Efto

s e

practica

mas frequentemente entre dos

Plazas de

Armas

inmediatas

, con los

desertores

,

en

tiempo de

paz.

En

Españi tenemos e l exemplar con l o s I n g l e s e s

de

Gibraltar,

y

nueftro

Campo

de

San

Roque.

Lo

mis

mo sucede en l a s Colonias de

America

, con l o s Ne

gros,

y

Ssclavos

fugitivos. *



dé l a Paz. i6 í

dido

á l o s hombres e l

derecho

de c a f t i g a r

á

otros , sino e s para

propia seguridad

,

ó

defensa ; y a s i no l e s e s l i c i t o hacerlo con

quien

no

l e s

ha

hecho

daño.

Verdad

es

hay unos

d e l i t o s t a n atroces , q ue violan

toda l a seguridad publica, y s e hacen l o s

q ue l o s cometen

enemigos

de todo e l

Ge

nero

Humano : t a l e s son l o s Asesinos , P i

r a t a s ,

Incendiarios,

Regicidas

,

y

Traydores:

delinquentes de e f t a

naturaleza

, no deben

h a l l a r

abrigo

en

alguna

paite , siendo

unos monftruos de l a Sociedad C i v i l .

Lo

q ue

s e

observa

regularmente

e s , entregar

l o s

á

sus


Soberanos

,

para

que

l o s

impongan e l c a f t i g o correspon

diente

á t a n infames d e l i t o s ,

( a )

Tom.

i »

L C

A-

( < * }

Es

digno

de

admiracion

,

como

l a

Repu

blica

Ronmni,

Compuefta

en sus

principios de e f t a

elasede Gentes

,

pudodár

tantos

varones insignes

en

Letra?, yÁrrnas;tal e s

l a

fuerza de l a Sociedad,

ínftituída

,

s i n

duda , para

Corregir l a s Coftumbres,

y

formar

honeftos Ciudadanos , a i i n de

l o s

hombres

mas

desarreglados.

La Republica de Holanda, fun

dada

c a í

en

l o s

mismos

terminos

,

e s

uhexemplar

moderno

de

lo q ue puede

e l

buen

Gobierno

, y l a s a

bia

conduela.



1

62 Derecho Publico

capitulo

XVIII.

Sexto o b j e t o del buen Gobierno:

£1

poder de

l a

Nacion.

POCOe r v i r í a para e l bien de una

Nacion

,

q ue

s e

desvelase

su

So

berano en h a c e r l a f e l i z , r i c a , y abundan

t e ,

s i

no

cuidase

igualmente de h a c e r l a

poderosa :

e f t o

e s

, ponerla en eftado

de

defenderse contra l o s i n s u l t o s de s u s ene

migos.

Una

Sociedad

q ue no

e f t á

en

e f t a

do de

c o n t r a r r e f t a r

á s u s vecinos , no pue

de

durar

mucho tiempo. Debe , pues , e l

Principe v e l a r por l a conservacion d e l E f t a

do

,

y siendo e l unico medio aumentar su

poder,

no

omitirá

d i l i g e n c i a

alguna

para

cumplir con tan p r e c i s a

obligacion.

£ 1

po

der

de

una

Nacion c o n s i f t e

principalmen

t e

en

e l

numero de s u s

Ciudadanos

,

en

e l v a l o r , y v i r t u d e s M i l i t a r e s , y en l a s r i

quezas; entendiendose bajo de e f t e

nom

bre

l a s

Plazas

de

Armas

,

Arsenales

, Ca

b a l l o s

, Municiones 3 A r t i l l e r í a 3 y gene

r a l -



DE la

Paz.

1 63

raímente todo aquel cumulo de peltrechos

q ue

s e

necesitan e l

d í a

de oy

,

para

hacer

l a

Guerra

,

y

no

s e

adquiere

s i n o a

c o f t a

de

mucho

dinero.

Por l o q ue

hace

á l a

multiplicacion

de

l o s

Ciudadanos

, s e

debe

tener presente l o

uní q ue e s a l Eftado e f t e t a n importante

asunto.

La

Nacion

q ue

t u v i e s e

mas

i n

dividuos

, s e r á ,

s i n duda , l a

mas poderosa;

para

e f t o

e s p r e c i s o procurar todos l o s

medios

p o s i b l e s

; hacer q ue reyne l a

abun

dancia en

e l

P a í s ¡ procurar a l Pueblo mo

dos

honeftos

, para

a d q u i r i r

por su traba

j o

e l

suftento

de

s u s

f a m i l i a s

;

atender

coa

p r e f e r e n c i a a t o s q ue c í r a n cargados de

h i j o s ;

y sobre

todo , promover

l o s

Matri

monios a exemplode l o s Romanos, Eftos

sabios Ciudadanos, siempre atentos a l o

q ue

podía

c o n t r i b u i r

á

su

mayor

poder

y grandeza , conftituyeron Leyes ,

por

l a s

qua.es, no

solo d i f t i n g u i a n con

honores,

y

conveniencias

a l o s q ue s e casaban , y

tenían

muchos h i j o s 9 sino e s q ue imponían

penas,

y

multas

a

l o s

q ue

s e

manteniaq

en

e l celibato, como menos

acreedores

a

l a s

atenciones d e l Eftado pues

mas

L % pa.



1

64

Derecho Publico

parece que vivian para s i

, que

para el Pu

blico , no dandole individuos que le sobftu-

vieíícn.

( a)

No

hay

duda

que

la

despo

blacion

de

nueftra España

proviene de

efta causa ;

pero es cierto

tambien que

la

pureza

de

nneftra

Religion no permite

se

caftigue por las Leyes.Civiles

,

un Eftado

que

eflá

aprobado

por

el

mas

perfecto.

Sin embargo

, puede

muy bien

e l Gobier

no precaver los inconvenientes de

l a

des

poblacion, concediendo algunas esencio-

nes, y privilegios á los casados , como lo

previenen

nueftras Leyes

,(*) disminuyen

do

( a )

La

Ley Julia , Papia , Popea , inftituida e r t

tiempo

de

Augufto

, con e l f i n de

aumentar e l numero

de

l o s

Ciudadanos (tan

deteriorado

por

l a s

pasadas

Guerras

Civiles)

concedía varios P r i v i l e g i i s , y Eseiv

c

iones

á

l o s

q ue

s e

casaban

;

imponiendo

a l

mismo

tiempo multas t

y caftigo á

l o s

Celibes, para

oblí»

garlos á tomar cftado. Las Ley es

de

l o s Lacede-

monios cftaban

concedidas

en

l o s mismos termi

nos.

E l Señor Ramos d e l

Manzano

,

e s c r i b i o

un

erudito Tratado sobre e f t a s

Leyes ,

en q ue

toca las

facultades de nueítros Reyes

sobre

e f t e particular,

y

l a s

disposiciones

dadas

para

su

fomento.

( * )

Como s e puede

ver

claramente

en l a Ley

i*. t ' t . t . l i ó . 5 . delaRecop. Yen l a s 11. y uN

tima

del mismo t i c .



de la Paz. 16 5

do e l excesivo numero de Reglares

,

y

c u i

dando no s e e r i j a n mas Casas de Religio

sos

q ue

l a s

p r e c i s a s

para

e l

b e n e f i c i o

de

l o s

Pueblos. ( ¿ ? ) S e r í a u t i l i s i m o ,

( y

s i n duda

e l remedio u n i v e r s a l )

s i

s e e f t a -

b l e c i e s e , q ue l a s Profesiones R e l i g i o s a s ,

no

s e

h i c i e s e n

h a f t a

l o s v e i n t e y cinco años,

evitando

por

e f t e

medio

,

q ue

l a

t i e r n a

edad , y poca r e f l e x i o n , conduzcan á l o s

hombres

á

unas

obligaciones

,

de l a s

q ue

muchos , quizá , s e

arrepienten aunque

tarde ; todo l o

qnal e s

contrario á

l a

po

blacion

,

y

nada

agradable

á

l o s

o j o s

d e l

Señor.

( * ) En e l

Gobierno

presente s e

L3

l i e -

(a) Las

fundaciones de

Monafteríos , Conventos,

Casas de Hospedería , Misiones , 1 1 otras qualesquie-

ra

,

eftán

prohibidas

por

los

Reales

Decretos

;

y

tambien e l pedir licencias

para ello

,

aunque sea

con pretexto de solicitar limosnas , y adminiftrar

Haciendas, 6 otros

semejantes.

Asi confta en la

jemision que

se

halla

a l f i n a l

del

t i t .

4. l i b .

1.

de

los Autos

acordados ,

impresos e l año de

1745

.

( *)

El Consejo Real , y Supremo de

Castilla

con

íulco

a

la

Magettad

del

Señor

Don

Pbelipe

IV,

sobre

t / i e aiunto

,

proponiendole

q ue suplicase al

Papa , q ue

en Caflilla no recibiesen en las Religiones , a l o s que

no fuesen de

diez

y s e i s

años

,j q ue baji» l o s

veinte

n o



í 66 Derecho Publico

lleva

l a principal

acendon

efte

importante

cuidado.

Vemos

con admiracion , y gufto,

una numerosa

tropa

de

nuevos

Ciudada

nos

,

trabajar

á

porfía paia eftablecerse eri

el terreno , antes desierto , ó inutil. Los

vaftos despoblados de

l a

Sierra

Morena,

algun tiempo

refugio de

foragidos

,

y tea

tr o

de

lamentables

desgracias

, se

miran

ya

convertidos en bien cultivadas heredades4

y en politicos eftablecimientos 4 que aumen

tandose mas cada

dia con

el influxo del

Soberano

4 darán

copioso numero de

ha

bitadores utiles

a l Hitado ,

y

capaces

de

aumentar su poder» Se debe reputar por

falsa la Opinion

de

algunos Autores , que

aseguran

ser

l a Religion

Catholica

4

opues

ta por su naturaleza á l a multiplicacion

de

sus

individuos. Los que asientan

efto se

engañan

,

s i creen

es

l a Poligamia mas

fe

cunda que el Matrimonio > haviendo dado

á

t g M ]

i

. i -

i m

- r i ~

-

i f c

80

s e h i c i e s e n l a s

P r o f e s i o n e s ;

p e r a l * piedad c o n f i a -

da,

y

e l

escrupulo

o p u e s t o

a

l a

prudencia

dejan

cor-

V e r semejantes

i n c o n v e n i e n t e s .

S ' o n palabras de

Don Diego Saávedra ,

en

l a Empresa 6 6 » Exfascihui

f a s r e i i



de la Paz.

16 7

á cononcr l o contrario l a e x p e r i e n c i a . Los

Cantones Suizos

Catholicos

e f t á n sumamen

t e

poblados:

l a

Francia

no

l o

e f t á

menos

;

y

á proporcion no tienen mas gente l o s P a í s e s

i n f i e l e s , q ue l o s C h t i f t i a n o s .

Preciso

e s i n

c l i n a r á l o s subditos a l Eftado de Marri-

monio , ó per mejor d e c i r , no r e t r a e r l o s ;

pues

todos

l o s

hombres

por

s u

naturaleza

se i n c l i n a n á é l , y s o l o l o

dejan

por

f a l t a de medios

para mantener sus

o b l i

gaciones, ( a )

L 4 El

(<0 La

Emperatriz

Reyna ha

dado

un

bello exem-

plo del deseo que tiene de conseguir efte f i n . Quan-

do l a s Bendiciones Nupciales del Emperador su

h ¡o ( en e l segundo Mitrimonio^

hizo que a l mis

mo

tiempo

lis recibiesen gran numero de Vasallos

suyos ,

dotandoles

con

gran

magnificencia. Si esa

Coftumbre se

introducen

en

España

entre

los

Parti

culares , en lugar

de

los

inutiles gaftos

de

l a s Bo

das , y

se

hiciera vanidad de un

acto

tan piadoso

iqué utilidades no pudiera traer a l Eftado?

Don Diego Saavedra

pone por

causa de la despo

blacion de España

la

fundacion de

Mayorazgos:

porque , dice

,

e l hermano mayor carga con

toda

la

Hacienda ,

y

l o s

o t r o s

no

pudiendo

casarte,

o

s e

hacen

Religiosos , o salen ü servir h la Guerra , 6 pudieramos

añadir

,

se

mantienen toda l a

vida solteros ,

no

pu

liendo mantener con decencia otras obligaciones.

Co-



i68 Dzrgcho Publico

El valor

,

vir tud tan heroica, y nece

saria para l a salud de Eftado

,

es uno de

los

principales

apoyos de

su poder : poco

serviría una multitud debil , y afeminada.

Es

necesario

inspirar

á los subditos

los

sentimientos

mas

vivos del honor , y de

fensa

de

l a

Patria.

Los

exemplarts de los

antepasados

pueden

contribuir

miuho

para

inflamar los corazones con su exemplo.

En España hay poco que hacer en efto;

pues el genio pundonoroso de l a Nacion

no necesita

de mas eftimulo ,

que

su

na

tural

fuego

;

ni

le

fritan

exemplares

que

imitar, en

tantos

i l u f t i es antecesores,

que

por espacio de ochocientos años no de

jaron las armas,

hafta

arrojar

de

su

País

á

los

Cosa

dañosa

. a l a propagacion del Eftado , como

asegura dicho Autor ,

e l

qua

previene

e l remedio

en no permitirla fundacion de tantos Mayorazgos-,

pues

s i

e f t o s s e fundaron para

mantener

e l

explendor

de l a

familia ,

cosa eftrafu

s e r á

q ue s e

use de

me

dios

t a l e s

adonde f a l t a

e l ex olendor que

mantener.

Tambien

previene

e l

medio

de

hacer

q ue

l o s

parien

t e s dentro

d e l

quarto grado sean herederos forma

tos ,

s í no

en e l todo , en t i í t t e de U herencia.Erop,

6 6 . Ex f«s(ibus f a s c e t .



de

la Paz. 169

los Infieles poseedores. Además

de

efto

las continuadas guerras que ha mantenido

con casi

todas las Naciones del

Mundo,

acreditan bien su valor , y fortaleza de

animo.

( a)

Pero no

es

baftante el valor ; nada

sirve sin l a pericia Militar ,

disciplina

, y

defrreza

;

es

preciso

,

pues

,

cuidar

de

que

se

exerciten

los Soldados en tiempo de

Paz en los Exercicios de

l a Guerra.

Las fa

tigas , el calor , frío , sed , hambre , desnu

dez ,

y

demás incomodidades que hacen

robuftos

los

cuerpos, son

conducentes

para exercitar

,

y endurecer e l

valor ,

y

s i

á efto

se

añade la deftreza ,

y manejo

de

las Armas en los Exercicios

Militares

,

se

formarán

,

sin duda, en

e l

Eftado

,

esforza

dos

Guerreros

, capazes de

dar

mucha glo

ria á

la Nacion. De efta

clase eran

aque

llos

( 4 ) S í

s e

l e e con reflexion l a Hiftoria de

Espaua,

f e advertira en

e l l a

una

s e r i e

de Guerras sangrientas,

desde l a

veni

ia de l o s Moros hafta nueftros tiempos.

no

haviendo

c a s i

dejado

l a s

armas

en

mas

de

diez

s i g l o s . Bien merece , pues , e l

renombre

de belico

s a con preferencia á l a s demás.



1

7o Derecho Publico

l í o s Romanos

q ue s e h i c i e r o n Señores

d e l

Mundo,

y

de e f t a aquellos Españoles q ue

h i c i e r o n

temblar

á

l o s

mismos

Romanos;

( a ) y

s i g l o s

despues alcanzaron t a n t a s

v i c

t o r i a s

de

l o s Moros :

No

b a f t a con todo

e l Exercicio en tiempo de Paz.

Una

Guer

r a , especialmente f u e r a

d e l

Eftado , pue

de

s e r

muy

conducente

para

e x e r c i t a r

l a s

f u e r z a s

de

é l , y impedir

l a afeminacion,

y

f l a q u e z a . Se ha

v i f t o por

experiencia

despues de algunos años de Guerras , e s

t a r mas f u e r t e s

,

y animosos l o s

Soldados,

y por l o tanto

mas d i f í c i l e s de vencer.

Nueftros

Tercios

v i e j o s

de

Flandes pasa

ban

en

su

tiempo por l a mejor I n f a n t e r í a

de l a

Europa

, aguerridos despues

de tan

t a s Campañas , y

hechos á

vencer c a s i por

coftumbre. E f t a opinion de v a l o r e s muy

u t i l

á

l a

Nacion

;

pues

l a

respetan

s u s

ve

cinos ,

s i n

a t r e v e r s e á i r r i t a r l a ,

sirviendo

l a

(«)

El

valor

de

los

Numantínos »

s e adquirio en

Roma e l epitefto de Terror Impertí ,

blason

mas i l u s

tre

,

q ue

quanras

Eftatuas

,

y

Columnas

erigieron

los

Remanos

á sus

mayares

Heroes.



de la Paz. 171

l a fama adquirida

de

s i n g u l a r defensa para

e l Eftado. ( 4 )

No

b a f t a

con

todo

e l

v a l o r

, y

d i s

c i p l i -

ha M i l i t a r i e s menefter

tambien

conocer

l a s f u e r z a s

de l a Nacion : e f t o e s , saber

a p l i c a r con conocimiento l a i n c l i n a c i o n de

l o s

Subdit

os

, y

l a ma yo r

proporcion

de

su

poder,

segun

l a

s i t u a c i o n

de

l o s

Paí

s e s . Las Potencias Marítimas

, como son

l a

I n g l a t e r r a ,

y Holanda, han aplicado t o

do su

eftudio á mantener

grandes f u e r

z a s Navales > para resguardo de s u s Pro

vincias, y seguridad d e l Comercio, no

teniendo t a n t a

necesidad

de l a s

de

t i e r

r a .

La

Alemania a l

contrario s

d i f t a n t e de

l a Mar , ( á excepcion de

l o s

Países

del

Norte ) ha mantenido siempre

grandes

Exercitos , como necesarios para su con

servacion.

España,

siendo

c a s i

I s l a ,

ne

c e s i t a de

ambas

f u e r z a s de Mar , y Tier

r a ;

( a )

En l a Guerra de S i c i l i a >y Cerdeña de e f t e

siglo ,

nueftf

a s

Tropas

,

bajo

l a

conduela

d e l

Mar

qués de Lede > hicieron prodigios de valor , havien-

dose

criado grandes

Capitanes , y execelentes Sol

dados en l a Guerra anterior

de

k i sucesion.



171 Derecho Publico

r a;

bien

es

verdad qne despues de los

recíprocos

intereses con

l a Francia ,

no te

niendo

que

temer

por

aquella parte ,

pue

de bolver mejor su

atencion á

las fuer

z as Marítimas ; necesitando

contrareftar

a

aquellos

,

que en otros tiempos hicieron

temblar

sus

poderosas Armadas.

Aun

en

el

manejo particular

de

las

Armas, no debe perder la atencion el

Gobierno,

pues

suele

contribuir mucho

para los buenos

sucesos.

Los antiguos Par

tos se hicieron formidables por

sus

sae

tas; los

Numidas

por

su

Caballería;

los

Macedonios

por

su bien

ordenada

Pha-

lange , y

los

Españoles por l a Espada , ( a)

y

pofteriormente por

la Pica.

En el dia

se

reputa la Infantería Alemana por la mas

excelente para resiftir

el

continuado fuego;

la nueftra

sabe hacer á todo

,

pero el ge

nio del Soldado

es

mas á proposito para

el Arma

blanca

;

por lo

que hace á

nues

tr a

( )

Los

de

l a s I s l a s

Baleares

( oy

Mallorca

,

y Me»

norca) pasaban en

sus

tiempo» por los

mejores

Hon»

dkros

del Mundo.



de la Paz. i 73

t r a Caballería , siempre ha s i d o reputada

por

l a mejor de

Europa.

Finalmente - 3 l a s riquezas

de una

Na

cion

,

son

una

p a r t e

muy

e s e n c i a l

de su

poder , especialmente e l d i a de oy y q ue

l a Guerra n e c e s i t a de g a f t o s inmensos.

No solamente en e l Tesoro

d e l

Sobera

no, y en

sus r e n t a s c o n s i f t e

l a riqueza

de

una

Nacion

,

s i n o

e s

tambien

en

l o s

bienes

de l o s P a r t i c u l a r e s .

Llamase

Nacion

r i c a

aquella q ue t i e n e un gran numero de Ciu

dadanos poderosos, ( a ) Los bienes de l o s

P a r t i c u l a r e s

aumentan

s i n duda l a s f u e r

z a s

d e l

Eftado

;

pues

s e

h a l l a n

en

dispo

s i c i o n de c o n t r i b u i r

con

gruesas sumas

para

l a s

urgencias

p u b l i c a s

,

y asimismo

en un caso de eftrema necesidad puede

e l

Principe

v a l e r s e

de l a s

riquezas de

s u s

Sub

ditos , para l a

salud

d e l

Eftado

, en virtud

del

[a) El

mejor

Tesoro

q ue

e l

R ey

(dice

Don

Alon

so e l Sabio) tiene , y e l q ue mas

t a r ó l e

s e pierde e s e l

Pueblo

,

q u ando bien e s

guardado \

y con e f t o

acuerda

1 0 q ue dijo e l

Emperador

Jufiimano , q ue entonces son

1 1

Reyno

,

e

la

Camara

del

Emperador,

b e l

Rey

abundes,

e r i c o s , quando sus Vasallos

son

r i c o s , i

su

tierra

abun

da.

Ley i j. c i t i j

.

part.

z.



174 Derecho

Publico

del

dominio

eminente que le pertenece, (a)

La

Nacion

por s í

debe

aplicarse

á adqui

rir

las

riquezas

posibles

,

y

efta

es

una

r a

zon

en

los

particulares para cultivar ei

Comercio exterior

, atrayendo

por efte

medio bienes al Eftado i y en e l Principe

pura velar por U mayor

utilidad

de efte

Comercio.quitando

todos los

inconvenien

tes que puedan sobrevenir por los esfuer

zos

Eftrangeros , y

cuidando

de que sal

ga del Reyno la menor cantidad de oro,

y plata que

sea

posible.

Las riquezas del Principe consiften en

los

Impueftos

, ó

Tributos de

los Vasallos,

Eftos sen ordinarios, y

extraordinaiios:

Ordinarios los que regularmente

se pagan,

y

eílán

ya eftableudos para la manuten

cion del Principe , y

gaftos

regulares de la

Corona

:

Extraordinarios

,

los

que

con

el

mo-

(a)

De aquí proviene e l

origen

j u i l a de l a s Tribu

tos

;

pues como

dice l a Ley

1

1 .

t i c . z8. p a r t . 5 ,

Los

haberes d e l Rey ,y de l o s Pueblos , s o n par» q ue e l

Rey

s e

mantenga

honradamente e n s u f

despensas ,

y con q ue

pueda

amparar

s u s t i e r r a s ,

y

s u s

Reynados

, y

guerrear

c o n t r a

l o s

enemigos de l a F?. Y e f t o

mismo afirma

l a Ley

8 . pan, 1 .

t i c . i «



de la

Paz.

175

motivo de Guerras , ó otras precisas ur

gencias

,

se

exigen

extraordinariamente.

Ningun

Vasallo

tiene

derecho

para

negar

se á las obligaciones en que

interesa

la

Nacion.

( a)

Hemos dicho queeftán obligados

los

Subditos á solitar por todos los medios

P°-

{ a ) No solo e f t á ü obligados á

e f t o

l o s Vasallos Se

c u l a r e s , sino tambien l o s E c l c s i a f t i c o s

con

sus bienes,

y l o s de sus I g l e s i a s ; pues en caso de necesidad,

puede

e l Principe

valerse

de l a

p l a t a , y oro

de

e l l a s ,

como l o

afirma l a Ley

9 . t i t .

z.lib. i.de l a Recop. por

c f t a s

palabras:

La

Plita

,

y

Bienes

de

l a s I g l e s i a s

,

e l

Rey

no l o puede , n i debe lomar , f i e r o s i a c a e c i e s e tiemoo de

Guerra

, ó

de

gran

menefler

, e l Rey puede tomar

l a t a l

Plata ,

c o n

t a n t o

q ue

despues l a

r e j l i t u y a enteramente,

s i n ninguna

diminucion d

l a s I g l e s i a s . Efto

mismo

e í l á prevenido por e l Derecho Canonico. Sin em

bargo l o s Reyes de España

, como

tan

piadosos,

han

procurado

evitar

e f t o s

medios.

Es

digna

de

admi

racion l a

respuefta

del

Señor Don

Phelipe

IV .

con

motivo dehaverse ventilado e f t e punto en

e l

Supre

mo Consejo de C a r t i l l a , representandole e l -

Señor

Don Juan de Chumacero , entonces

su Presidente,

los graves inconvenientes , c j u e de e f t o s e

podían

seguir :

Mi

i n t e n t o ,

respondió

e l

Rey

de su mano

propia , no fue l l e g a r d l a execucion de e j i e medio ; pues

m n t e t baviamos de comer t o d o s en p l a t o s de barro

, q ue

usar de e l , y a s i podrá c e s a r t f t a diligencia. 4 16 , dt

Julio de

1 6 4; .



176

Derecho Publico

p o s i b l e s e l mayor poder d e l

Eftado

, ad

quiriendo por e l

Comercio

, y i n d u f t r í a

r i

quezas p u b l i c a s , y


q ue s i r

van de

hacerlo

mas

pode)

oso

j

pero

e f t o

se

entiende por modos l i c i t o s

, y hones

t o s , no con

v i o l e n c i a s

, y usurpacioneSé

Una Nacion s e debe considerar como

un P a r t i c u l a r

,

y no siendole á

é f t e l i c i t o

e l

apoderarse

de

l o s

bienes

de

otro

i n j u f t a -

mente,tampoco

l e

e s

á

e l l a

permitido hacer

l o . Porefta razon l a Guerra declarada , con

s o l o e l

animo

de

s u j e t a r una

Provincia,ó Rey-

no

á su

dominio,

s i n

o t r a causa , e s

i n j u s

t a

,

y

todas

s u s

adquisiciones

v i o l e n t a s ,

y opueftas a l Derecho de

Gentes.

Espa

ña expuefta

siempre

á l a

cedria

de l a s

Naciones,

experimentó muchas veces s e

mejantes i n s u l t o s . Cartaginenses , Roma

nos , Godos , y Moros

, succesivamente l a

t i r a n i z a r o n , s i n

mas

derecho

q ue

su

pro

pia u t i l i d a d , { a ) El

( a ) Los Godos (enere e f t a

multitud de

usurpado-

t e s ) par ece er an i o s q ue tenían

algun

mas derecho.

El

Emperador

Honorio,

por

echarlos

de

I t a l i a

,

l e s

cedib gu (loso l a España

,

y permitiole eíUblecie-

sen en e l l a .



de la Paz. 177

El

poder

de

la

Nacion

es relativo

, y

je debe medir por

el

de sus vecinos, ó

de aquellos Pueblos con quien tenga re

lacion en punto de intereses > y de los que

se pueda temer algún daño. Llamase po

deroso un Eftado

,

quando es

capaz de

hacerse

respetar,y defenderse contra los ata»

ques de otr o. Efta dichosa situacion se la

puede

adquirir, ó por sus propias

fuerzas»

manteniendolas en

disposicion que

puedan

resiftir

á

sus vecinos

,

ó eftorvando que,

e l poder

de

eftos

se

aumente , y haga

cada dia mas formidable. No es

de

efte

lugar

tratar

,

como

puede

un

Eftado,

(sin

faltar

á

la

equidad)

poner limites al poder

de otro : quando tratemos de los intere

ses de la

Nacion,

respecto a

las

otras,

diremos sobre efte particular Jo. que per

mite

el

Derecho

de

Gentes.

Ahora

solo ea

de

advertir 4 que asi

en

efte asunto ,

co

moen todos los que pertenecen á la como

didad, de l a

Nacion

; las reglas de

sagaci

dad , y politica , no deben perder de vifta

las de equidad , y jufticia; pues

de

otro

.modo sería el Derecho Publico , derecho

infatue i , y contrario á l a Naturaleza»

Tom. 1.

M CA*



178 Derecho Publico

CAPITULO

XIX.

Septimo o b j e t o del G o b i e r n o * .

L,a gloria de l a

Nacion.

- * * i

DEodas l a s r e g l a s d e l buen Gobierna

n a f t a aqui r e f e r i d a s , y exaóhm en

t e observadas , r e s u l t a l a

g l o r i a

de l a

Na

cion ; objeto importantísimo 9 y q ue de-

be

l l e v a r s e

l a

p r i n c i p a l

atencion

de

los

q ue

gobiernan.

La verdadera

g l o r i a

no es

otra cosa

,

q ue e l concepto vcncajoso q ue

l a s

demás Naciones hacen

, y l a

gran repu

tacion en

q ue

tienen á l a

Nacion q ue

l a

adquiere

, baftante para hacerse r e s p e t a r

de sus

vecinos

, y q ue

s o l i c i t e n su

amiftad,

temiendo

d a r l a

motivos de

q u e j a s . Efta

es l a ventaja

q ue

s e saca de

l a

g l o r i a

,

pu

diendola usar

para

l a

seguridad

de un

Efta-

do. Nadie quiere i r r i t a r

e l

valor

de

una

Nacion

,

q ue

ha

adquirido

gran

fama

por

s n s

hazañas

9 y e f t a opinion suele

v a l e r

t a n -



de la Paz.

.179

tanto como un Exercito.

La Nacion adquiere g l o r i a de

dos

maneras : ó por l o q ue e l l a

hace

en q u a l i -

dad

de

Nacion :

eftoes

, por

l a

buena

con

ducta , y

direccion

de l o s

q ue gobiernan:

ó

por

e l

merito

de l o s P a r t i c u l a r e s q ue l a

componen.

Un Principe , q ue por su c a r a c t e r s e

debe

todo

á

l a

Nacion

,

e f t á

obligado

en

quanto

l e sea

p o s i b l e á

mirar por

l a

glo

r i a

de

e l l a . Hemos v i f t o

y á,

q ue

todo su

cuidado debe

s e r

t r a b a j a r para l a perfeccion

del Pueblo q ue s e l e ha entregado , y

ha

cerse digno de l a

reputacion

de

l a g l o r i a .

Debe,pues,hacer

b r i l l a r

l a

J u f t i c i a ,

y

mode

r a c i o n en todas s u s acciones ; y dar á co

nocer

l a grandeza de alma q ue l e

acompa

ña , procurando

para s i ,

y p ; i r a su Pueblo

un nombre respetable en e l Universo sy no

menos

u t i l

q ue

g l o r i o s o .

Los

Alfonsos

,

( a )

M 2

Fer-

( * )

E l

glorioso renombre de Sabio , q ue s e ad

quirió e l Rey Don

Alonso

X.

hizo q ue lo

e l i g i e s e n ,

por Emperador,

de Alemania ,

viniendo á

ofrecerlo

e f t a

Corona

e l

mismo

Rodulfo

,

Conde

de

Hap3«

bu:g ,

q ue

llego despues

á s e r

Emperador.



i8o

Derecho Publico

Fernandos,

( a )

y Carlos , ( b ) q ue ocuparon

sucesivamente:

e l Trono de n u e f t r a

Monar-

c h i a

, s e adquirieron una

g l o r i a

inmortal,

que.no

podrá

borrar

e l

tiempo.

Toda

l a

mageftad de l a

Nación

r e s i d e en l a perso

na d e l P r i n c i p e . Debe , pues

,

r e v e f t i r s e del

cara&er

t a n

sobresaliente q ue

l e acompaña,

procurando hacer glorioso su nombre , y e l

de

su

Pueblo.

El merito

,

y reputacion

de

l o s

P a r t i

c u l a r e s

recae

tambien

sobre l a

Nacion,

haciendola g l o r i o s a , y respetable ; por lo

r e g u l a r s e atribuye una v i r t u d , ó v i c i o

á

un

Pueblo

,

quando

e f t a

v i r t u d

,

ó

v i c i o

se

nota

frequentemente

en é l .

Se

d i c e

,

que

una

< * ) Don Fernando I I I . por su valor , y heroicas

virtudes

, s e

adquirió

e l

renombre

de Sanro ,

y e l

s e r

amado

nafta

de

sus

enemigos.

La

gloria

de

los

Reyes Catholicos , Don Fernando , y Doña I s a b e l ,

es muy notoria , l i a viendo

acabado

l a Conquifta ds

España,

y

arrojado

de e l l a á los

Moros.

( b ) No

e s

menos grande l a fama del Emperador

Carlos

V.

cuyo solo nombre fue bailante

para

ha

cer

levantar coa precipitacion e l

s i t i o

de

Viena ¿cer

cada por sooy. Turcos , y e l mismo

Soliman

I I . en

persona

; no

queriendo medir

sus Armas

con

e l

Cesar.



de la

Paz. i 8

i

una

Nacion es belicosa

,

quando produce

gran

numero

de

valientes

Soldados

;

que

es sabia , quando tiene

muchos doctos

en

tre sus Ciudadanos ; que es excelente en

las Artes

, quando

hay en su

seno

muchos

excelentes

Artiftas ;

y a l

contrario

afemi

nada

,

cobarde

,

y

necia

,

quando

las

gen

tes de efte caracter son en mas numero

que los otros. Se nota regularmente á

nueftra Nacion con el titulo

de Sobervia,

pero no

hay

e l mayor

fundamento

para

creerlo asi.

Verdad

es , que el Español

es por

su

natural poco sufrido , mas tam

bien

es cierto

, que la docilidad

de

su ge

nio

, en l a

f i e l observancia de la Religion,

y el respeto , y ciega

obediencia

á su

Soberano

,

no dan á

entender

la fiereza,

y

arrogancia

,

que

sin

razon

se

la

atri

buye.

Los Ciudadanos

obligados á

trabajar

para contribuir al bien

de

la Patria , de

ben

tener

presente en sus acciones

la glo

ria

de

ella

,

aun

masque

la

suya

propia.

Se la hace ,

pues

, gran honor , y

se

la sirve

Utilmente , adquiriendo la reputacion , y

aprecio

posible.

En España

hemos tenido

M3

tan-



c8s D¿recho Publico

tantos

varones i l u f t r e s

por l e t r a s

, y

armas,

q ue

s i n

duda

podrá

n u e f t r a

Nacion

igua

l a r

,

y

aun

exceder

á

l a s demás en l a

g l o

r i a

, q ue con s u s famosos hechos l a adqui

r i e r o n , ( a )

Por l a misma

razon

q ue e l

Ciudada

no

debe

emprender

acciones

h e r o i c a s ,

mirando por l a g l o r i a de

l a

Nacion ,

de

be

abftenerse

de hechos infames, por e l

miedo d e l deshonor q ue r e s u l t a r í a a é f t a .

El

Principe no

puede permitir q ue sus

Sub

d i t o s

s e

entreguen á v i c i o s

,

capaces de

disfamar

l a

Nacion

,

y

ha

de procurar r e -

p r i -

( a ) El famoso Don Rodrigo de Vivar , llamado

e l Cid, (o Señor en lengua Ar abiga) por l a gran

deza

de

su

animo

,

valor

,

y

prudencia.

El

Gran

Go

ber nador de España Don F r, Francisco Ximenez de

Cisnercs

,

habil

, y

dofto

político , q ue supo unir

l a s maximas de Eftado

con

l a s de

l a

Religion ;

El

esforzado Varon Don Gonzalo Fernandez de Cordo-

va(por

sobrenombre G r an Capitan)

elogio

q ue

dice

c |

uanto s e puede ponderar ;

e l gran Duque de Al

ba

Don

Fernando

Alvarez de

Toledo

;

Hcrnan-

Corces

;

Don Alvaro Batan, Marqués

de Santa

Cruz,

y

otros i n f i n i t o s Heroes de

l a primera

magnitud,

ion

evidentes teftimpnios

de

l a

gloria

q ue

han

s a

bido

adquirir

l o s

Españoles para

su Nacion,



de

la

Paz-

183

primir , y caftigar los delitos escandalo

sos

,

que

son

la

mayor

deshonra

del

Es

tado.

Siendo la gloria

de

una Nacion un

bien real,

y no aparente,

hay obliga

cion jufta de defenderlo , como las demás

cosas

que

la

pertenecen

:

qualquiera

que

la

atropelle,

ó desprecie , la

hace

notable

injuria

,

y

la Nacion tiene

derecho

á

pedir

una

completa satisfaccion

, ó tomarsela

con las armas en

l a

mano. Es preciso con

fesar

que

son

juftas , y

necesarias

las

de

terminaciones

que toman

los

Soberanos,

por

mantener , ó vengar l a

dignidad de

su

Corona , aun quando algunas veces se ha

yan excedido en la execucion. Efte

es

un punto muy

delicado ,

y

en que con-

sifte el

arte

de

reynar

,

siendo

uno

de

los

mas

firmes apoyos dela grandeza,

y

se

guridad de la Monarchía. ( a)

M4

CA-

[ a ) La I r a para tomar satisfaccion de agravios

heehos

á l a Dignidad Real , no e s

vicio

,

sino

e s

virtud. Tenemos muchos exemplares , aun en l a

Hiftoru Sagrada. David , s i n embargo de n c r de

apa_



1 84

Derecho

Publicó

CAPITULO XX.

De l o s Bienes Públicos , Comunes^

y

Particulares,

LOSienes P o l i t i c o s de l a Nacion , son

todas a q u e l l a s cosas en q ue puede

haver propiedad

, y l a pertenecen

quando

se apodera de un P a í s , haciendo

como

una masa

t o t a l

de

e l l o s

;

pero

no

posee

l a

Nacion

todos e f t o s bienes

de un propio

modo.

Hay

unos q ue no s e pueden

d i v i d i r

entre l a s Comunidades p a r t i c u l a r e s ,

6 l o s

Individuos de l a Nadon,y s e llaman por e f t o ,

Bienes

Publicos.

De

e l l o s

unos

e f t á n

r e s e r

va-

apacible corazon ,

no

pudo

deiar

de vengar l a in

juria

hecha

á sus

Embaidores

, por

e l

Rey Ambn,

q ue l o s mando raer l a s barbas , y desgarrar los

veftidos

,

tratandolos

con

afrenta

,

s i n

em

bargo

q ue iban

de

Paz. Movible

l a

Guerra

,

y

ocupadas l a s

Ciudades de

su Eftado

,

l a s saqueo

, ha*

ciendo perecer

á

sus habitadores con

exquisitos ,

y

atroces totmentos.

Lib, t ,

R(g,

m/.. n./ji.



déla Paz. 185

vados

para

l a s

necesidades

d e l Eíbdo ,

y

pertenecen

ala

Corona, t a l e s

son

en

Es

paña l a s S a l i n a s , e l

Tabaco ,

( * )

y

demás

producios

deftinados

para l o s precisos

gas

t o s

d e l

Principe ;

otros

son comunes á t o

dos l o s Ciudadanos

,

q ue pueden u s a r de

e l l o s

,

segun

l o

pidan

sus

necesidades

,

y

siguiendo l a s

Leyes q ue prescriben

su

uso. Llamanse e f t o s Bienes

Comunes.

Co»

mo

( *) Siendo un j u i l a s e l l a s Rentas ,

para

l a ma

nutencion

de

l a

Corona

,

por

tanto

l o s

defrauda

dores de

e l l a s comunmente

llamados Contravandi/i a t ,

deben s e r caftigados con e l

mayor r i g o r ,

como usur

padores

de

l a s

Rentas Reales

, en lo

q ue

no

solo ha

cen perjuicio a l Soberano , sino a . todo e l Reyno,

Impidiendo e l logro j u f t o

de

l a s

contribuciones

, y

exponiendo

alos

Subditosá nuevos impueftos. Mu

cho

podría

decirse

sobre

l o s

contravandos

,

pero

hay poco q ue añadir a l erudito Tratado de Contra -

vando , escrito

por Don Pedro de

Salcedo.

Solo

po

demos decir ,

q ue losContravandiftas deben

s e r

r e

putados por Ladr ones del Publico, y caftigados por

e f t a raion mas severamente q ue l o s de otra clase.

Por l a s

Ley es, y D ecr etos de 1748.

1755.

1719.

17

5

1.1754.

y

especialmente

por

l a

Real

I n f t r u c c i o t i ,

en orden áContravando?

de Mar

, y Tierra, dada

en 2 2. de Julio de

1760.

e f t á

prevenido e l

caftigodc

semejantes delitos ; y

aun

frequentcmente s e renue

van

los

Decretos.



1 86 Dírecho Publico

mo

son e l

A yre ,

Agua c o r r i e n t e

, l a Mar,

l o s

Pezes,

y

Tierras,

&c.

Efto

e s

l o

q ue

l o s Romanos llamaban Res comunts. Pero

hay otros

bienes

q ue pertenecen

solo á

algun cuerpo

de Comunidad

, y s e nom

bran cosas

de

alguna

Comunidad

,

R . c s

unhersitatis ,

y son para e f t o s cuerpos

p a r t i c u l a r e s , l o mismo

q ue

l o s bienes

pu

b l i c o s

para

toda l a Nacion. E f t a s e puede

considerar tambien

como

una grande co

munidad

; y

llamarse bienes

comunes

,

to

dos

aquellos

q ue

pertenecen

á

toda l a

Nacion

,

comunes

á

todos

l o s

Ciudada

nos. En f i n , l o s bienes poseídos por l o s

P a r t i c u l a r e s , s e llaman bienes de Particu

l a r e s , ó Res singulorum. ( a )

Dos

modos hay de a d q u i r i r

e f t o s

b i e

nes

Publicos

:

e l

primero

,

e s

quando

l a

Nacion

s e apodera de un P a í s .

Todo aque

l l o q ue no s e

reparte

entre s u s miem

bros

,

queda comun para toda e l l a , y en

e l

o -

( a )

Efta materia s e trata por l o s Jurisconsultos

Romanos,en e l t í c . ^ f Rer.Divis. i .

de

l a s Inftituciones

del

Emperador Juftiniano ;

y en

e l

nueftro ,

desde

l a

Ley

i .

nafta l a io.

t i t . 31.

parU

J .



de la Paz. 187

él concepto de bien Publico. El segundo,

quando

la

Nacion

en general adquiere

los bienes de alguno que se los ha

cedi

do, con

qualquier

titulo

que

los posea

,

ya

sea de dominio , ó de propiedad, ( d) Efta

sucede frequentemente

en

los Tratados

de

Paz

,

quando

se

ceden

algunas

Tierras,

6 Provincias en recompensa de otras, con

todos los Titulos

de pertenencia.

( b)

Pero

es

necesario

advertir

, que

eftos

bienes

publicos

adquiridos á la Nacion

,

y

en

los

que tiene un

Dominio

eminente

,

en

los Reynos

que eftan bajo de

un Sobera

no ,

ceden

en beneficio suyo

,

y

eftan

bajo de

su poder,

como

todas

las cosas

publicas

para poder disponer

de

ellas

en

bien

de

la

Nacion

, cuya autoridad en el

reside.

Efte es un

Derecho necesario que

per-

( a ) O con

t i t u l o de herencia, como l a Republi

ca

Romana adquirio

l o s

Reynos de

dpadocia , por

sucesion en

e l

Teftamento de su Rey Atalo , q ue l a

nombro

por

heredera.

( b ) Una parte de l a Provincia de Florida ,

s e

ce

dio a l o s Ingleses en e f t a ultima Paz ,en recompen

s a de l a

Habana

, y otras posesiones en l a Ame-

t i c a .



188 Derecho Publico

pertenece á

los que gobiernan

, y

hace una

parte

de

su

Imperio

,

y Soberanía

,

llaman

dose

comunmente

eftos :

Derechos de

la

Adageftad. Quando una Nacion

elige

para

su

gobierno

un

Soberano

,

le

confiere

al

mismo tiempo cite Dominio eminente

,

y

todo Principe eftá reveftido

de

efte

De

recho,

á

menos que la Nacion

expre

samente no se lo

haya

reservado.

En

vir

tud de el tal dominio puede disponer de

los

Bienes

Publicos,y la enagenacion será

valida siempre que

sea con

causa

jufta. (a)

No solo de eftos bienes podrá disponer

en

caso

de necesidad, sino

es

tambien

de los particulares , y

de

una comunidad:

Mas

lajufticia pide que se satisfaga á los

due-

(a) Por e l Dominio Eminente

q ue

reside en e l

Principe , s e

debe considerar

para

su Pueblo

,

con

lasqualidades de Padre , Juez , y Conservador

de

é l ;

a s i confta

de l a Ley

i . t i c .

i . par.

i.

En

virtud

de

c f t a s , facultades , l e e s

l i c i t o

decretar quanto juz

gue

necesario

para e l bien

del

Eftado.

Para

c i t e

f i a

puede

imponer,

y

e r i g i r

Tributos.

Asi

l o

previenen

entre otras l a Ley t . a l

f i n t i t . 1 5 .

l i b . 4 . de l a Recop.

Acunar Moneda

:

Ley 9. t i t . 9 . part. 7 .

declarar l a

Guerra

, y

l a

Paz

, crear

Magifttados

, y caíligar de»

l i e o s ;

Ley

t . t i c . i.part. z .



de la Paz. 189

Sáueños

,

6 bien

d e l

Tesoro

Publico , ó

e f j

f a l t a de é l , de l a

contribucion

delos

Ciu

dadanos p u e f t a para e f t e

f i n

; pues l a s c a r *

gas

d e l Eíhdo

deben

repartase

con

i g u a l

dad.

Las

r e n t a s de l a Nacion e f t á n

en

po

der

d e l

Principe

s

y puede usar de e l l a s

diñribuyendolas

en

l o s

g a f t o s

precisos de

l a

Corona

,

y

en

su

persona

,

y

c a s a . S i

e f t a s r e n t a s no

fuesen

s u f i c i e n t e s

para

l a s

urgencias publicas, s e s u p l i r á e f t a

f a l t a ,

por medio de l o s

Impueftos ,

y Tributos.

Eftos e s

preciso q ue

s e arreglen

de

modo

q ue todos

l o s miembros de l a

Nacion

pa

guen á proporcion de sus f a c u l t a d e s . To«

dos

e f t á n

obligados á contribuir

segun

sus

fuerzas , para e l

Bien Publico

, y no pueden,

reusar

l o s subsidios

necesarios á

s u conser

vacion

,

y exigidos por

un poder

legitimo:

El

Soberano

t i e n e f a c u l t a d

absoluta

de

imponer Tributos, (*) y a r r e g l a r e l modo

e l e

( *)

El

Rey puede demandar , e tomar al Reyno l o

q ue

usaron l o s

o t r o s

Reyes

,

¿ aun mas en las

sazones,

q ue l o buvitre en gran meneftz? para

pro comunal

di la

t i e r r a .

Segun

sSrma e l Sabio ReyDon Alonso»



19° Derecho Publico

de

l a contribucion ; pero s e permite á l o s

Vasallos e l representar

respetuosamente,

en caso de h a l l a r

inconvenientes graves

en

l a

paga

de

l o s

Impueftos.

Tambien

puede e l Principe disponer

algunas veces de l o s bienes publicos , para

s u

comodidad , y

recreo

en

e uso de e l l o s ,

como por

exempto

: pescar ,

c a z a r

, na

vegar en c i e r t o s parages , ó s i t i o s

d e f t i n a -

dos

para e f t o

, q ue

s e

conceden

por

e l

t a

c i t o

consentimiento

del Pueblo.

Cosa i r

regular

s e r í a

no

tener e f t o s

desahogos,

permitidos á l o s P a r t i c u l a r e s , é impropio

dela

dignidad, s i t u v i e s e

q ue

mezclarse

con

sus Vasallos para

d i s f r u t a r l o s .

Otro genero

de

dominio t i e n e tambien

e l Principe sobre l o s bienes publicos , co

munes , y p a r t i c u l a r e s . Efte e s :

El

Dere

cho de mandar en todos l o s Lugares del

País

,

q ue

pertenecen

á

l a

Nacion,

e l

po

der supremo

s e

e f t i e n d e á todo quanto pa

s a

en e l

E i r a

do

,

en qualquier l u g a r que

suceda ;

y

por

consiguiente

e l Soberano

manda en todos l o s s i t i o s publicos ;

en

l o s

Rios

,

en

l o s

Caminos

,

en

l o s

Desier

tos ; y en

una

palabra

,

en todo e l

Reyno,

q ue



que c f t á

s e j e t o á su

autoridad.

En virtud

de e l l a e l Soberano puede

hacer

Leyes , q ue

arreglen e l modo de u s a r l o s bienes co

munes , y á sean l o s de una Nacion , y a

l o s

de

un

Cuerpo

de Comunidad

; no

puede á

l a verdad ,

p r i v a r d e l derecho á

aquellos á quienes

pertenecen

e f t o s b i e n e s ,

pero t i e n e f a c u l t a d para a r r e g l a r su u s o ;

de

modo q ue no s e a

dañoso

a l publico,

n i

a l

bien

de

l o s

Ciudadanos.

No

hay

duda q ue sobre e f t e p a r t i c u l a r suelen o r i

g i n a r s e muchos abusos , y e x c i t a r s e d i s

c o r d i a s , q ue

e s

preciso prevenir

,

y

contra

l a s quales

e f t a . e l Principe

obligado

á t o

mar

arregladas

medidas

¡ ,

eftableciendo

una s a b i a

P o l i c í a

,

y a

en l a Caza , ( a ) y á

en l a Pesca , vedandola en e l

tiempo

de

l a multiplicacion , prohibiendo c i e r t a c l a

s e de redes, ó inftrumentos ;

y finalmen

t e

< * )

Todo c f t á

prevedido largamente

por l a

Real

Cedula despachada enlajunca de Obras, y Bos

ques en 16.de Enero de 176 1. por l a qua a s i en l a

Caza ,

como

en l a Pesca , s e señalan

l o s

tiempos

de

poder

usarlas, e l

modo

,

y

otras pirciculares

c i r -

cunftancias

para

e l

beneficio del

Publico»

.

. . .



Í92

Derecho Publico

te cuidando de que

se

observe

un

metodo

diftributivo , y

arreglado

a l

bien del Pu

blico ,

como

es

su

obligacion

en quali-

dad

de

Padre

,

Gobernador

,

y

Tutor

de

su Pueblo

, haciendo que

todas eftas Or

denanzas

se

dirijan

á su

mayor utilidad.

Por efte

derecho

, pues , le compete

precaver

el

mal uso de

los

bienes comu

nes : como por

exemplo , s i

algun Cuer

po

de

Comunidad

disipase

, ó diftribuye-

se sus rentas,

usando

mal de ellas} pue

de el Principe

oponerse ,

remediando

cite

•buso

perjudicial

á los intereses

del Eftado

.

Lo mismo se dice de los particulares , y

las Leyes

Civiles

han

prevenido

eftos

ca

sos

, señalando Tutores 5

y

Curadores

á

los menores

,

prodigos ,

furiosos ,

y men

tecatos , para suplir por efte medio

los

de

fectos de su condicion.

Pero

es

de

advertir

,

que

s i

bien

el

uso

de los propios bienes es de Derecho

na

tural 4

y acaece muchas veces

eí

usar bien

de ellos

para

su propio interes , con todo

eftá

sujeto

á

varias reftricciones ,

y

á las

Leyes de Policía hechas por

e l

Soberano.

ComIO. ^Jof exemplo : s i un Pais abunda

mu-



DÉ LA P\Z. 193

mucho de p l a n t í o s de Vinas , faltando t i e r

r a s para

o t i a

mas n e c e s a r i a labor , puede

e l

Principe

impedirlo,

obligando

a l o s

dueños de e l l a s á a r r a n c a r l a s , ó vender

l a s

,

por l o q ue en

e l l o i n t e r e s a

e l

bien

del Eftado :

siendo

maxima general siem

pre q ue

l l e g a n á concurrir l a u t i l i d a d pu

b l i c a

,

y

p a r t i c u l a r

;

q ue

debe

ceder

é f t a

a beneficio

de

l a o t r a . Por l a misma r a

z on s e

impiden l o s

Monopolios, ganancias

excesivas , y todo l o q ue puede contribuir

á

encarecer l o s comeíhblcs , y

á

q ue e l Pu

blico

padezca algun

gravamen.

Efte e s e l

motivo

de

l a

i n í r i t u c l o n

de

tVinculos , ó Mayorazgos ( a ) en España.

Tom.

i ,

N To-

( a )

El origen de los Mayorazgos en España, se

Cree

e s e l

mismo

q ue

e l

de

l a

sucesion

del

Rey

no

por Mayorazgo ,

q ue

empezó en

tiempo

d e l

Rey

Don Peiayo ; pues hafta entonces e l Reyno de l o s

Godos era por

eleccion

; y aunque hall1 l a s Leyes

.deToro , q ue fueron hechas e l añode 1505.

no s e

encuentra

Ley

, q ue

particularmente

trate

de c f t a

sucesion

por Mayorazgo , n i otra alguna q ue ha

ble

delos

Primogenitos

de

España

,

sino

e s

l a

Ley

x . t i t ,

15.

part.

1. con todo s e sab? , q ue antes ds

«l a s e havia

fundado

Mayorazgo en Espnña ,

e s

pecialmente ,

desde

e l

año

de

iiji. verdad e s que

a u -



194 Derecho Publico

Todos l o s h i j o s por l e y

n a t u r a l

t i e n e n -

i g u a l

derecho á

l o s

bienes de s u s Padres ; pero

eso

no

e f í o r v a

para

q ue

l a s

Leyes

C i v i l e s ,

(con e l f i n de sobftener l a s Familias No

b l e s )

hayan e f t a b l e c i d o

,

q ue e l h i j o

ma

yor ( a )

sea

e l p r i n c i p a l heredero

de

l a Ca

s a , dejandole l o s bienes con t a l e s o b l i

gaciones

, y

vinculos

q ue

nunca

puedan

f a l t a r

de e l l a . E f t a s Leyes ,

aunque

a l pa-

tecef i n j u f í a s

5

por e l

p e r j u i c i o

q ue s e hace

a

anteriormente no s e hallaban , b serian muy raros;

pues

huvier a Ley es

para

e l l o s .

Despues

creciendo*

l a s inftítuciones

de Mayorazgos

,

fue menefter asig

narles Leyes , haciendo obligatorio , lo

q ue

a l prin

cipio fue por coftumbre solamente. Efto s e i n f i e r e

de l a gran similitud

q ue

tienen

con l a

sucesion al

Reyno. Es Doctrina de Molina de Primog. 1 . i . y

asimismo del Señor Cobarrubias , y Simancas tratan

do

de

c f t a

nucen*.

( a ) No

e s

deesencia

de

e f t a s fundaciones

, que

sea e l mayor e l

preferido

(aunque

l a

practica comun

e f t á por

e l

Ma y o r az g o. ) P ueden , no obftante , fun

darse Minorazgos , señalando a l menor do l o s hijos

por

principal

Heredero.

El f i n

de

l a Ley

e s : q ue haya

uno q ue sobftenga e l exptendor de

l a

Familia , y

de

c f t e

modo igualmente

s e

consigue.

Al

primee

Fundador

esa quien pertenece señalar heredero , des*

pues de

l o

qual

e s

preciso acomodarse á l a clausula

•del Teftamento , y

Fundacion.



dé

la Paz.

195

á tantos p a r t i c u l a r e s , s e sobíticnen , s i n

embargo , por e l bien de e l Publico , y

por

e v i t a r

q ue

s e

arruinen

l a s

f a m i l i a s ,

dividiendose l a s herencias en muchas par

t e s

incapaces de s o b f t e n e r l a s . No f a l c a n ,

s i n

embargo

, Autores q ue reprueban t a

l e s fundaciones , no reputandolas tan ne

c e s a r i a s

,

á

exemplo

de

l o s

Romanos

, (a)

que

no

l a s echaron menos ;

( b ) pero l a

p r a é t i c a e f i á por l o contraiio , y nueftras

Leyes

sabiamente

han precavido

l o s incon

venientes, q ue s e pueden originar: y a .

señalando

alimentos

á

l o s

inmediatos

su

■

cesores

, y a limitando

J a s excesivas

v i n

culaciones

, ya ,

finalmente ,

reduciendo e l

numero

de e l l a s , s i n

p e r m i t i r l a s mas

q ue

en c i e r t o s

casos

, quedando de e f t a suer

t e u t i l e s , y s i n p a r t i c u l a r p e r j u i c i o á l a Na

c i o n ,

( c ) N a Ul-

( * ) Aunque e s

cierto

q ue

l o s Romanos no cono

cieron

e f t a s inftituciones

bajo

e l

nombie de

Ma

yorazgos , tenían , no obftante ,

e l

equivalente de Jos

Fideicomisos familiares , q ue s e asemejaban á e l l o s .

( b )

Ni

en

e l

día

l o s

Venecianos

,

s i n

embargo

de

ser l a Republica

mas

bien

gobernada q ue

s e conoce.

( c )

Por

l a Ley

7 . t i c .

7. l i b . 5 .

Rccop.

Se prohi

be

e l

q ue s e junten por causa de Matrimonio dos

Mar



196 Derecho Publico

Últimamente se ha

de

observar que e r t

l a

adquisicion de

l a s cosas

publicas, se

atiende

a l

Derecho

de

Prevencion

;

efto

es,

l o

que

llamaron

l o s

antiguos

Ocupacion^

no pudiendo juftamente quitar e l

derecho

de

una

cosa

, a l

primero

que l a ocupa; y a ;

sea l a propiedad , y á

e l

uso de e l l a .

Efta

es

una

regla

del

Derecho

Natural

,

e f t a -

blecida

desde e l

principio

d e l

mundo,quan-

do todos l o s bienes eran comunes, y se

ignoraba todavia e l

t i t u l o

de propiedad.

Por l a

misma

razon que todos

l o s

Par

t i c u l a r e s

tienen

derecho

á

l o s

bienes

co

munes , tienen asimismo obligacion de

contribuir

á l o s gaftos precisos

para su

ma

nutencion

, y reparos. De aqui se originan

los

j u f t o s

Tributos

, Impueftos

,

y Portaz

gos

,

para l a composicion de

Caminos,

Puentes,

Calzadas,

y

demás

gaftos

publi

cos. La contribucion ha

de

ser arreglada

a

Mayorazgos q ue

excedan

de dos quentos de

mara

vedises.

Efta Ley fue

í n f t i t u i d a

por

Carlos V . y

f l o

debe suponerse

¿erogada,

aun

quando

por

permi

sion

de l o s

Soberanos s e

haya

execurado

algunas

veces l o

contrario.

E l

Señor Don

Phelipe

I I . l a man

dó promulgar

en

Portugal.



de la Paz. 197

á l a s f a c u l t a d e s de

cada

individuo ; de

suerte q ue s e

d i f t r i b u y a con

equidad

, con

curriendo

todos igualmente

á

e f t a s

cargas

p r e c i s a s

d e l Eftado.

CAPITULO XXI.

Del dominio publico en l o s Ríos, Lagunas,

y

Riveras.

QUando una Nacion se e f t a b l e c e en

algun P a i s

, ocupa

por

consiguicn-

t e

todo

quanto

e l

P a í s

e n c i e r r a ,

no s o l o l a s t i e r r a s de é l , sino tambien

las

Ríos

,

Lagunas ,

y Riveras. E f t e dere

cho

general

q ue l a

pertenece

,

puede

t e

ner algunas l i m i t a c i o n e s , especialmente

quanJo

h . i y

algun

Rio

q ue

divide

dos

Paí

s e s . En

t a l

caso no hay

duda ,

s e

debe

atender

a l primer poseedor , y por l o

tanto l a

Nacion

q ue primero

l o

ocupe,

será

p r e f e r i d a

en e l Dominio , y mucho

mas

s i

ha

exercido

y a

algun

a c í o

de

j u

r i s d i c c i o n ,

como

pescar , navegar , ó

otro

equivalente; pero como

suele suceder,

q ue

N

3 s e a



198 Derecho Publico

sea

d i f í c i l de probar qual de las dos Na

ciones vecinas fue

l a

primera en eftable-

cerse

en

las

inmediaciones

del

Rio,

6

aca

so

puedan concurrir juntas

,

entonces es

preciso, para

evitar queftiones,

determinar

el modo mas proporcionado

de

usarlo.

El mejor es, que cada una eftienda su

dominio hafta

l a

mitad

del

Rio

,

tenien

do por consiguiente todos los derechos de

Alusion

,

cada

una

por

su parte ,

y de

las

Islas

nacidas en sus

inmediaciones

,

por

lo

que hace á la Avulsion ;

(que rara vez

sucede

) s i

l a porcion

de terreno arranca

da

permanece

de suerte

que

se pueda

diftinguir, aunque

efté

unida

á otras

tier

r as , siempre queda de

su

antiguo Señor.

En e l Derecho

Civil

eftá

prevenido

,

y

de

terminado

eftc caso , respecto á los parti

culares entre

s í .

Es muy esencial adv er tir

,

que una

larga

,

y

pacifica posesion

, tiene fuerza

para

eftableccr

el Derecho de lasNacio-

ciones;

y

asi quando

despues de

un

tiem

po

inmemorial

,

una

Nacion

exerce

sin

contiadjcion los derechos de

Soberanía

sobre

algun

Rio

,

que la sirve de limites,

m-



de

la

Paz. 199

nadie puede

disputarla

el

dominio. De

otro modo no

havria

seguridad , ni cosa

eftable

entre

las

Naciones.

Lo

mas

segu

r o, sin embargo,es usar de Tiatados,y Con*

venciones expresas , por las quales

quedan

decididas eíhs quefliones , y eftablecidas re

glas

ciertas

para en

adelante.

De efte medio

usan

en

el

dia

las

Naciones

Politicas

,

que

dando sin 1 ezelos para

lo

sucesivo.

Asi

como e l Rio

pertenece á

las doi

Naciones , asi también l a madre , 6 Al\>eo,

s i por

acaso quedase

en seco

, se re

parte entre los dos dueños.

Quando

el

Rio muda de

corriente

echandose so

bre

alguno

de los Eftados vecinos

>

enton

ces pertenece solo á

aquel

Ettado por

donde corre , cesando todo el

derecho

de los

vecinos.

Las tierras por donde

va

quedan

del

Publico,

porque

todos

los

Ríos

lo

son por

su

naturaleza.

El Derecho que

tienen

las

dos

Nacio

nes

de usar el Rio ,

se

debe entender

sin

hacerse

perjuicio mutuamente

, no

conftruyendo

Obras

4

Diques

,

ó

Moli

nos

,

que eftorven

l a

navegacion

,

é impi

dan la pesca , y demás «sos necesarios

del

N4

Rio



200 Derecho Publico

Rio. Puede, no obftante, darse caso en

q ue por

e l l a r g o uso ,

no

impedido ,

ó ( l o

q ue

e s

mas

r e g u l a r )

en

f u e r z a

de

l o s

Tra

tados , adquiera una

Nacion

derecho so

bre

l a

o t r a , y

f a c u l t a d

de poder u s a r

d e l

Rio , aun con

p e r j u i c i o

de e l l a , por e l

Derecho Voluntario

,

ó Convencional

,

de

q ue

hablamos

a l

p r i n c i p i o .

Lo

mismo

q ue hemos dicho de l o s

Rios , decimos de l a s Lagunas. Las q ue

e f t u v i e r e n dentro d e l Eftado pertenecen

a l Señor

de é l

,

ó

á

l o s P a r t i c u l a r e s

I n d i

v i d u o s - , y l a s q ue s i r v a n de l i m i t e s , siguen

l a

misma

condicion

,

y

r e g l a s

q ue

l o s

R i o s :

pero e s de a d v e r t i r , q ue l o s derechos q ue

acabamos de exponer

sobre e f t a materia,

s e deben entender en l o s asuntos p u b l i

cos, quando s e t r a t a de pertenencia de

Eftado

á

Eftado,

poique

e l l a

se

decide

b . i j o otfos

p r i n c i p i o s , entre

l o s p r o p i e t a r i o s

miembros de m¡a Nacion, ( a )

CA-

(a) Del Uso de

l o s

Rios , Playas

,

y Riveras

,

s e

trata

largamente

en nueftro Derecho ,

d e s < 6 e

l a Ley

i . ruíca l a 3 1 ,

t í t .

28. pan. 3 .



de

la

Paz. 201

CAPITULOXXIL

Del dominio

del

Mar.

Ntre

las

cosas

que

una

Nacion

puc-

1

k de

poseer

,

se

debe comprehender

el Mar. Su uso consifte en la navegación,

yen la pesca. Las Coftas Marítimas ofrecen

tambien baftante utilidad , yá en las

Con

chas

,

Ambar

,

y

Sal

,

yá en

proporcionar

retiradas

comodas para la seguridad de

los

Vageles.

Ninguna

Nacion puede apropiarse

con

jufto titulo e l dominio del Mar. La nata*

raleza no ha concedido á los

homares

el

derecho de las cosas , cuyo

uso es inocen

te

,

y

preciso, y cuya

abundancia es sufi

ciente para

todos.

La tierra no

da

sin

el

cultivo todas las cosas

necesarias , 6 uti

les

a l

Genero

Humano ,

multiplicado

ex

cesivamente;

por

efto

fue

preciso

intiodu-

cir

e l Derecho de

Propiedad

,

á

fin

de

que cada uno se aplicare ácukivar a parte

que



202 Derecho Publico

q ue

l e

tocaba

,

y

á m u l t i p l i c a r

por medio

c i c

su t r a b a j o

, l o s f r u t o s

u t i l e s

á

l a

v i

da

humana,

E f t a

e s

l a

razon

por

q ue

l a

Ley n a t u r a l ha aprobado t a l e s derechos

de dominio

,

y

propiedad ,

juzgandolos

necesarios para l a

Utilidad

Publica; pero

en

l a propiedad , y uso d e l

Mar

, q ue por

su

naturaleza

no

e s


á

alguno,

y cuya

u t i l i d a d e s

inagotable

,

no

puede

darse e l

j u f t o motivo de a d q u i r i r l a . La

Nacion q ue l o i n t e n t e

,

y quiera sobfte-

nerlo con l a f u e r z a , hará i n j u r i a á l a s de

más

, y deberá s e r t r a t a d a

como

violado

r a d e l

Derecho

de Gentes.

Pero siendo permitido renunciar

cada

uno sus derechos , no

hay

duda q ue

por

medio de Tratados ,

s e

pueden a d q u i r i r

ex

c l u s i v o s de Navegacion

,

y Pesca

,

renun

ciando

unas

Naciones

en

otras,

l o s

de

rechos

q ue tienen de l a n a t u r a l e z a . En e f t c

caso

e f t á n obligadas

á

observar l o

p r o - ;

metido, y t i e n e f a c u l t a d l a Nacion i n t e

resada de

v a l e r s e

de l a

f u e r z a ,

á f i n de q ue

s e

l a

cumpla

l o

c a p i t u l a d o .

El

l a r g o

uso

de l a Navegacion , ó Pes

ca 3 no adquiere t i t u l o alguno de Prescrip

c i o n ,



de

la

Paz. 203

c i o n

,

siendo e f t a

de l a s

cosas

imprescrip

t i b l e s por s u naturaleza , y q ue no pueden

perderse

por

e l

no

uso:

y

a s i

aunque

una

Nacion de tiempo inmemorial

e f t é en

posesion de

pescar

, ó navegar en c i e r t o s

Mares

,

de

ningun modo puede impedir

á o t r a q ue quiera usar de l a propia f a

c u l t a d .

Puede

,

no obftante ,

a c a e c e r ,

q ue por

un

t a c i t o consentimiento

vengan

á ad

q u i r i r fuerza e f t o s Derechos de P r e s c r i p

cion , como

por

exemplo , s i una Na

cion q ue e f t a

en

posesion de

pescar

, ó

navegar

en

algunos

Mares,

quiere

impe

d i r e f t e uso á l a s demás , oponiendose á

e l l o , y e l l a s

obedecen

por su parte , s i n

hacer oposicion

,

n i defensa alguna : en

tonces

s e

cree

q ue

reconocen

tacitamente

un

derecho

en

favor

de

aquella,

e l

qual

puede en adelante legitimamente s o b f t e -

nerlo en v i r t u d d e l paélo, aunq ue no

expreso , y a contrahido , y sobre todo con

firmado por e l l a r g o uso.

Hemos

dicho

q ue

e l

Dominio

del

Al x r

es

independiente ,

y

no

s e

puede adqui

r i r por Nacion alguna ; pero e f t o s e debe

en-



204

Derecho Publico

entender hablando generalmente de todo

e l Mar ,

ó

de

una

gran

p a r t e

de

é l

, mas

no

de

l a s

Coftas

Marítimas,

por

cuyo

uso

s e

puede

d e c i r q ue

admite e l Mar

algunos

Derechos de propiedad. Nadie puede

du

dar q ue l a s Pesquerías , a s i de P e r l a s , y

de Coral,

como

de Pescados , hechas

en

l a s

Coftas

,

pertenecen

á

aquella

Nacion

q ue

l a s habita, como bienes anexos á l a s

t i e r r a s de

su Dominio;

tendrá , pues , de

recho de impedir á o t r a l a u t i l i d a d q ue

d i s f r u t a ; pero no podrá e f t o r v a r l o siem

pre q ue por algun motivo

abandonase

eñe

Comercio

,

y

no

q u i s i e s e

u s a r

de

é l

,

de

jándolo en su n a t u r a l ,y primera condicion.

Las

Pesquerías

de l o s

Holandeses en

l a

I s l a

de Ceilán ,

y

Bahrem , l a s de l o s I n

g l e s e s en Terranova

,

y

l a s

de

nueftra Ame-

l i c a

,

q ue

nos

pertenecen

,

en

tanto

pueden

s e r

propias

, en quanto no s e

abandona

s u uso , e l qual dejado,

ciertamente

podrán

poseerlo o t r a s

Naciones.

Además de e f t o , l a seguridad de

l a s

Coftas

pide

q ue

s e

pueda

impedir

e l a c e r c a r s e á e l l a s Navios de otra Na

cion s

enervando

por bien de e J L

Eftado

e s -



de

la Paz. 205

cite Derecho Natural de Navegacion comun

á

todas las

gentes.Efto se debe

entender

solo

con

los

Navios

sospechosos,

ó

que

eftán

en

guerra

,

pero injuftamente se usaría de efta

facultad

con los neutrales, y mucho me

nos con los que arrojados por una tem-

pcltad buscan abrigo

en

los Puertos

, como

no

sean

declarados

enemigos,

y

aun

en

tonces

se

les

debe

tratar con l a mayor

hu

manidad.

No se puede determinar á punto

f i j o

hafla

qué

diftancia

una

Nacion

debe

éftender sus

derechos sobre los

Mares

que l a

rodean.

Lo mas cierto

,

y regular es : que la do

minacion

de

un Eftado sobre

el

Mar

ve

cino , puede eftenderse todo lo que se ne

cesite

para su

seguridad

,

y resguardo,

pues

de otro modo

no

pudiera apropiarse

una

cosa

comun

como es

e l

Mar,á no ser

con

el

fin

legitimo de su seguridad. Algunas Na

ciones han querido apropiarse el Impe

rio del

Mar, especialmente en

algunas

gran

des porciones de

é l ,

como

los

Venecianos

que se

atribuyen

el

del

Mar

Adriatico;

( a)

pe-

( a ) En consecuencia de c i t o :odos l o s años C l

día



2 0 ( 5 Derecho Publico

pero e s d i f í c i l q ue

l a s

demás

Naciones

quieran

reconocer

c í t o s

violentos

impe

r i o s

,

l o s

q ue

solamente

duran

en

quan-

to l a Nacion q ue se l o s atribuye e f t á en

eftado de s o b f t e n c - r k w con l a fuerza, ca

yendo con l a f a l t a d e l pode?,

( a ) El

t i i a de oy

,

todo e l espacio de Mar

á l o

l a r g o

de l a s

Coitos

q ue

e f t á á

úr v de

c a

non

, s e

mira

corno

paite d e l t e r r i t o r i o

de una Nacion , y por e f t a razon

i « r

Na

vio apresado bajo d e l canon de una

f o r

t a l e z a

n e u c r a l , no s e t i e n e por buena

p r e s a .

Las

día de l a Ascension del Señor , hace

e l

Dux l a cere

monia de desposarse con e l Mar publicamente , para

lo

qual

desde una

magnifica Galera ,

l e

arroja un

Anillo de

Oro

, como

en señal del dominio q ue

pretende tener sobre

é l .

[ a ) No obftante , por l o q ue

hace

á nueftros ma

r e s

de

America , parece

competir

e l dominio

de

e l l a s solo á nueftro Soberano,

como l o

prueba e l

Señor

Solprzano

,

i n t e g r o

tom.i. dejur. I r i d i a r , y e f t a

reconocido en

l o s Tratados de Pai con Inglaterra,

en

Utrech , año

de

1714.

a r t i c .

8 . v

con

Holanda

en

e l

mismo año , a r t i c .

31.cn virtud de

l o s

qua-

l e s s e

puede

impedirla

Navegicion

en aquellos

pa-

raoes

a l o s

Navios

Eftrangeios ,

especialmente

con

titulo

de

Coincido.



de

la

Paz.

207

Las Playas pertenecen á la Nacion

que posee el territorio ,

como

partes de

é l

,

eícando

en

el numero

de

las cosas

Publicas. Los Romanos las ponían en el

numero de las cosas comunes á todos;

pero efto se debe entender quanto al

uso. Lo mismo se debe decir de los Puer

tos

,

que

como

parte

del Pais

pertenecen

I

l a

Nacion , y deben ser regulados co

modominios

terreftres. De las Radas,

Bahías , y Eftrechos , decimos lo mismo

que de las Coftas , regulandolas

de

igual

condicion.

Por

lo

que

hace

á

los

eftre

chos que sirven de comunicacion

á

dos

Mares, se debe advertir , que

los

Seño

r es de ellos , no pueden juftamente eftor-

var la

Navegacion

á

los

otros

,

privando

los de un

derecho concedido

por la natu

raleza

, á

no ser que por su propia segu

ridad

quieran usar

de

ciertas precaucio

nes

con los Navios sospechosos

,

cuya

conducía

eftá

aprobada por la cofturnbre

de las Naciones. Tambien se podrá exigir

de

los Navios

que

pasan

,

una

pequeña

contribucion

;

ya

sea por

l a

segundad,

y defensa del sitio , ya por la obligación

de



2 08 Derecho

Publico

de poner Fanales

, y avisos , cuidando

de

que sea mas

comoda

por e f t o s medios la

Navegacion.

Semejantes

derechos

deben

c f t a r

fundados

en l a s mismas razones,

y bajo l a s mamas reglas

que

l o s Derechos

de Portazgos eftablecidos en l a

tiena,ó

en e l pasage de

l o s

Rios.

S i

un

Mar

se

h a l l a

enteramente

inclu

so

en l a s Tierras

de

l a Nacion , comuni

candose solo

por un

Canal

á oíros Ma

res , no hay duda que e l debe seguir l a

misma

condicion

que

l a s t i e r r a s

que

lo

rodean. El Mar

de Mamora

,

ó

Ponto Eu«

xino

,

y

gran

paite

del

Ai

chipielago

per

tenecen a l dominio del Gran Señor

, por

e f t a r inclusos

en sus

Eftados

,

s i n

que na

die

l e

dispute e f l e Derecho.

Quando una Nacion se

apodera

de

alguna

parte

del

Mar

,

tiene

dominio

,

y

e f t á bajo de

su

jurisdiccion

, como paite de

su t e r r i t o r i o . El Soberano manda en e l l a ,

y

sus

Leyes deben s e r

observadas

como

en

l a s t i e r r a s de su dominacion j pero es

de

advertir

,

que no

todos

los

parages

del Mar son de una misma naturaleza.

En unos

,

como en l a s Coilas

,

tiene e l

So-



t>É la Paz. Zo0

Soberano

la

propiedad , y el dominio , por

c f t i e son

inseparables

del Eftado :

en

otro*»

solo

fierte el

dominio

util

,

sin

pretender

la propiedad ; de suerte

qüe abandonados

por

ía

Nacion que los posee

,

pueden pasar,

jüftarriertte á otra.

Finalmente ,

el derecho del Naufragio^

desconocido

en

todas

las

Naciones Politi

cas, no

dk mas

facultad que pará a d - a r

quirir aquellas casas ar r ojadas del 'Mar¿

cíe

las

que

no

se

conoce dueño , y en-«

ronces por un derecho de a preñen-»

sion se hacen del primero que las adt

qaiereJ (*)

Tom.

n

O

CA-

(*) .Vease sobre e f t e asunto e l erudito Tratado

t

Man,

Jmptño, del Señor Don Pedro

Valiente•.



sio Derecho Publico

. . .

p

g.

I ■ '

=B—

g=B

CAPITULO XXIII.

De l o s derechos de

u n a ,

Nacion

iobre

e l

País q ue ocupa.

HEmosablado , h a f t a

ahora

conside

rando

á l a Nacion como

e f t a b l e -

cida en un P a í s

i veamos

, pues ,

con q ue

derechos puede

a d q u i r i r

,

y conservar

eñe

eftablecimiento. La

t i e r r a

,

hablando

gene

ralmente

,

pertenece

á

todos

l o s

hombres,

y f u e c r i a d a para mantenerlos. Todos

tienen derecho de h a b i t a r l a ,

y

e x i g i r de

e l l a l o necesario

para su s u f t e n t o .

Pero

haviendose

multiplicado excesivamente

e l

Genero

Humano

,

y

siendo

preciso

bus

c a r e l suftento

con

e l sudor

de

su

ros

t r o , segun

l a

voluntad d e l Señor ,

fue

preciso

d i v i d i r s e l a s

f a m i l i a s ,

y

e f t a b l e c e r -

s e en l a s t i e r r a s i n c u l t a s q ue iban descu

briendo

, aplicandose

a l

t r a b a j o

,

y

cultivo

para a l c a n z a r

e l

alimento.

E f t a s t i e r r a s a s i ocupadas , debían per-

t e -



de

la

Paz. 2 1

1

tencceí por Derecho Natural

á sus primeros

habitadores , con exclusion de l o s o t r o s ,

q ue

vagos ,

ó

poco

laboriosos

s

quisiesen

aprovecharse d e l afán s y

f a t i g a

de e f t o s

prudentes Ciudadanos. De

e f t o

s e origM

no e l Derecho de Propiedad ,y Dominio^

q ue j u f t i f i c á l o s ' eftablecirhientos<Despues de

su i n t r o d u c i o r t e Derecho c o n l ü r t a

todos

l o s

hombrea

,

s e

r e f t r i r t g i d

,

quedando

par*

t i c u l a r

á

l o

q ue cada uno

legítimamente

posee.

Por

c i t a razon e l País q ue

un*

Nacion h a b i c a

,forrilando

Cuerpo de S o - »

ciedad P o l i t i c a , pertenece á e l l a salametH

te

^

con

Derecho

exclusivo

de

l a s

demás.

Efte derecho

de

e s t a b l e c e r s e f

usado e r t

los años inmediatos a l Diluvio , puede

tambien tener e r e c t o en nueftros tiempos,

siempre

q ue se

proporcionen

iguales

c i r -

cunftancias

,

como

expondremos

en

e f t e

capitulo.

Semejante derecho comprehende dos

cosas bien e s e n c i a l e s . El Dominio , en

virtud d e l qual l a

Nacion

puede u s a i r

solo

del País

para

sus urgencias*

y

disponer

de

é l

para

todo

l o

preciso

,

y

e l

Imperio,

ó der echo de Soberanía

,

y mando

,

por

Oí e l



¿

1 2 Derecho Publico

e l

qual e l l a

ordena

,

y

dispone á

s u vo

luntad de todo

l o q ue

pasa en e l P a i s ¿

Dos

modos

hay

de

e f t a b l e c e r

e l

Imperio,

ó Soberanía :

e l

primero , quando

una Na

cion s e

apodera de e l

P a í s q ue

no

perte*

nece á alguno; en e f t e

caso

s e cree q ue

e l l a

ocupa

e l Imperio

,

a l mismo tiempo

q ue e l

Dominio

,

poique

siendo

l i b r e ,

é

independiente, no puede s e r su

inten

cion e f t a b l e c e r s e en

un terreno

,

y

dejar

á Otros e l Derecho de Soberanía

,

y man

do

de é l . Todo e l espacio

en q ue

l a Na

cion exerce e l Imperio , forma su j u r i s d i -

cion

, y

se

llama

s u

T e r r i t o r i o .

El

segundo

modo e s

,

quando muchas f a m i l i a s repar

t i d a s

en

un P a í s ,

s e

unen

para formar un

Hftado^

y

Cuerpo de Sociedad; entonces

e l l a s

ocupan

e l Imperio , eftableciendo una

Autoridad

Publica

,

á

l a

qual

todos

e f t á n

obligados á obedecer ,

por

l o q ue i n t e r e s a

e l bien comun de l o s h a b i t a n t e s .

Hemos

dicho como

per é l

derecho

í d e ocupacion ,

s e

puede

legítimamente

l a Nacion apoderar de l o s P a í s e s desier

tos; de l o s q ue no puede

s e r arrojada

por o t r a 3 a s i q ue haya

tomado l a pose

s i o n .



DE LA

Paz.

2

1

3

sion. Eílo

sucede á

cada paso én las Isw

las

despobladas

,

descubiertas

por

los

Na

vegantes

,

que se hacen dueños de ellas,

en

virtud

de comision , y facultad que

para

ello tienen de su

Soberano

,

y de que

hay tantos exemplares

en

la

America ;

( ¿ )

gpero

qué diremos quando cftas

tierras es

tén

ocupadas por algunos habitadores,

aun-*

que errantes , como los

Salvajes de aquel

continente?

Entonces

,

siguiendo los prin

cipios que llevamos expueftos ,

es

licito

ocupar los Países , que ellos no pueden

habitar

,

entechandoles

en

limites

mas

r e - »

guiares.

La habitacion vaga

de eftos

ocio-»

sos individuos

,

no se

debe mirar coma

una verdadera ocupacion ,

ni

posesion,

viviendo

regularmente de

la

Caza ,

y

Pes*

ca

,

y

no

cultivando

las

tierras

,

que

es

el

O5 prin-

( o ) La coftumbre hafta

aquí

obser vada por

los

¡descubridores de l a s I s l a s , b Países desiertos , os

f i j a r

l a s

Armas de su Nacion

,

como en señal de

to

mar

posesion

,

b

dominio

de

e l l o s

,

excluyendo

4

otros q ue despues vengan ;

pero

e f t e derecho

e s

dU

$ c i l de sobftener ,

a

no s e r por } a f i i e r i a .



214

Derecho Publico

p r i n c i p a l f i n para

q ue s e

ocupan ;

por e s

to

juftamente ,

s e

pueden

e f t a b l e c e r

o t r o s ,

haciendo fecundas l a s t i e r r a s q ue antes

no

l o e r a n .

Mas

s i

acaso no fuese

s u f i

ciente una Nacion para h a b i t a r , y poblar

gran porcion de

terreno

,

s i n duda

no

pue

de impedir

á o t r a q ue venga

á

e f t a b l e c e r -

se

en

é l ,

á

no

s e r

q ue

e l

j t i f t o

motivo

de

Religion

,

ó

e l

temor

de l a

corrupcion

de

coftumbres

? l a den

causa para

im

pedir semejante comunicacion

t

La

queftion

famosa e s

: s i

será

l i c i t o

apoderarse

de

un

P a í s

habitado

,

y

c u l t i

vado

por s u s primeros

poseedores ,

y á

unidos en una especie de ^ - S o c i e d a d C i v i l ,

aunque

l l e n a

de

d e f e c e o s , é inhumanida

des

i como por exemplo de l o s

Imperios

< d e

México

,

y

e l

Perú,

q ue

fueron

con-

quiftados por n u e f t r o s Españoles , s u j e

tandolos á su

dominacion. R f t e e s un punto

< e n

q ue c a s i todos

l o s

Autores Eftrangeros

han corrido sangrienta l a pluma

,

infaman

do l a

conduela

de

n u e f t r a Nacion

,

pon

derando

l a i n j u f t i c i a

d e l

hecho

,

y

l a s

crueldades de l a execucion j imputandola

h a - »



de la Paz.

2

1 5

haver

violado

todos l o s mas sagrados

Derechos de l a naturaleza ;

( a )

pero s i n

embargo

de

s u s

razones

( h i j a s

mas

d e l

sentimiento

dehayer

l l e g a d o tarde á a q u e - .

l í o s P a í s e s , en cuya adquisicion no

s e han

descuidado

con todo e s o ) q ue del buen

zelo q ue l o s

anima , me

parece debemos

decir

e s

e f t e

uno

de

l o s

casos

,

en

q ue

s e

debe j u z g a r mas

por

l a s c i r c u n f t a n c i a s que

o acompañan

, q ue

por

e l

r i g o r

d e l Dere

cho. Quando no

sean j u f t o s

t í t u l o s para

l a adquisicion , l a propagacion del Evan

g e l i o , l a s solemnes renuncias de l o s Em

peradores Montezuma, y Atabaljpa ,y

e l

consentimiento

de l a mayor p a r t e de aque

l l o s nuevos Subditos ,

deseosos

de

domi-

O

4 rio

i i

( ' * )

Es

digna

de

admiracion

l a

compasion

q ue

mueftran l o s Eftrangeros quando hablan d- l o s In

dios, q ue llaman i n f e l i c e s , bajola domimeion de l o s

Españoles.

E f t o s

mismos Eftrangeros , s i n

embargo

de l a piedad q ue l o s acompaña , son l o s q ue van a

l a s Coftas de África á poner en esclavitud á l o s i n

f e l i c e s Negros , para venderlos en l a s Col nías de

America.

En

l a

Empresa

n.

Exeat

candor

d .

D.

Die

go

Saavedra

s e puede ver largam ente l a erudicion q ue

trae

sobre c f t a

materia

, y l a j u i l a defensa q ue

hace

de nueftra Nacion»



21

Derecho

Publico

pio mas suave , y huinanp , bien

se

podrá

alegar por principal causa, la especial

pro-?

videncia

de Dios

, y su Divina voluntad,'

tan visiblemente acreditada

en

lo

r n i l í i -

groso

de la Conquifta

,

no siendo irre

gular

creer

, que

s i

en

otro tiempo

conce-n

dio á los Israelitas

los

delicioso? Países

har

.

hitados

por

losAmorreas

,

Etheos,

yCa-r

naneos

, permitiendo arrojasen de ellos;

á eftos antiguos poseedores

, que

con igual

permision

entregase

tantas Naciones bar-*

bai as , que poblaban la Anierica , aun ma

¡de

sangrientas

iniquidades

, que

de gen

tes, bajo del dominio de Monarchas pia

dosos

j ytbajo

el yugo suave de la

Santa

Fe.

Refta decir

, que

todos eftos eftablecU

mientos

,

aunque separados

,

y

muy

d i s - r

tantes

del

Eftado

principal

,

se

deben

mi

r ar como una

parte de

él ,

de

^almpdp,

jque quando en las Leyes Politicas , y Trar

tados no se diftinguiese

,

hablando gene

ralmente del territorio

de

una Nacion ? de-

fíen ser

comprehendidas eftas

Colonias,



de la Paz, 2 1?

capitulo xxiv.

D el Derecho de

Proteccion,

.

>

HAY

a r i o s

Eftados

pequeños,

q ue

no

pudiendo

por s j

solos conser»

varse , y r e s i f t i r á e l poder de l o s q ue los

rodean , s e ponen bajo l a proteccion de a l

guna Nacion , o Principe Soberano

q ue l o s

defienda de

s u s enemigos

, y

tome por

su

quema s u s

agravios ;

t a l

e s l a Republica

de

Ragusa , bajo

l a proteccion

d e l

Turco

,

l a

de Ginebra ,

y o t r a s muchas

Ciudades de

Alemania, sometidas á

diversos P r i n c i p e s . ;

Efta sumision e s de v a r i a s

maneras,

s i *

guiendola

segun

l a

voluntad

de

l o s

contra

yentes

: ó dejando s u b s i f t i r en parte

l a

So

beranía de l a Nacion i n f e r i o r , cohartando-

l a s o l o á c i e r t o s casos ; ó suprimiendola en

teramente ,

de suerte q ue l a Nacion supe

r i o r

venga

á

s e r

Señora

de

l a

otra

;

ó

,

ya

finalmente , agregandola enteramente á l a

l a c r a Nacion* de suerte

q ue l o s Ciudadanos

ten-



2

1 8 Derecho Publico

tengan

l o s

mismos P r i v f t e g i o s q ue

e l

Es-

lado adonde se

incorporan. De e f t a s t r e s

especies

de

sumision

usaban

l o s

Roma-*

noS,diftinguiendo

con

e l nombre de

Mu

n i c i p i o s , ( a ) Colonias

,

y

Provincias

Ro

manas

á l o s

Eftados

, y Pueblos que po»

nian bajo su proteccion.

En

e l

caso

de

s u j e t a r s e

á

una

Potencia

J E f i r a n g e r a , pueden l o s Ciudadanos que

no

< * ) Hay-

grande

diversidad

en e f t o s t r e s

generos

í d e Dominio, b Proteccion,

q ue

usaban l o s Romanos.

P r o v i n c i a :

Romana,

se

llamaba

aquel

Reyno

,

6

Re-

publica q ue s e agregaba a l ImperioRomano ,

go

bernandose

por Pro-Consules , b Prefectos , q ue

eran como unos Gobernadores q ue

embiaba

Roma

Íara e f t e f i n » Municipios

eran

aquellas Ciudades , ó

uebtos ,

q ue

reconocían en los Romanos alguna

proteccion , admitiendo

sus Leyes

,

y

coftumbres,

y

sirviendolos

mas

como

amigos

,

y

aliados

,

que

como

subditos, Colcnias ,

a l f i n

,

eran unas

Ciudades

edificadas por los mismos Romanos

,

y

pobladas

por l a s

gentes ,

q ue

de

tiempo

en

tiempo salían

de

Roma con e f t e deftino. En Esp.ma s e verificaron

eftistres especies de dominio, y especialmente el

de

l a s

Colonias

,

haviendo llegado

hiíla nueftros

tiempos

l a i j u f t r e

memoria

de

l o s

Fundadores

,

q ue

se conserva en Zaragoza , llamada antiguamente

Cesar

Augufta

:

Merida

,

Augu/ia-Emerita

: Badajoz^

Fax Augufta , y o t r a s * .



de la Paz. itp

lio aprueben

efta determinacion

del

Hfta

do,

apartarse

de

él

,

y

se

les

permitirá

ven

der sus

bienes,

y buscar

otro adonde

vi

vir, Nadie efta obligado á sujet ar se amas

de

lo

que se ha convenido , y un Ciuda

dano

, que

se obligo á vivir en

Sociedad

en un Éftado

independiente ,

puede muy

bien

, en

mudando

éfte

de

naturaleza ,

y

sometiéndose al

dominio

eftraño

,

aban

donarlo , y

ausentarse

de el.

Asi como se

desatan

los laz os que

linen al

Ciudadano

con

el

Cuerpo de S

o-

ciedad

Civil

,

siempre

que

éfte

falte

,

y

mude de condicion

, asi tambien la

Na

cion protegida no

eflá

obligada á

seguir

bajo la dominacion

de

su Protectora,

siempre

que

efta ,

ó por flaqueza , ó por

mala

fe

no

exerza

los

oficios

de

protec

cion

que bavia prometido;

queda/,

pues,

entonces libre

s

é independiente de toda

sumision , recobrando

los derechos de

su

antigua libertad

;

la razon es :

porque

f a l

ta el

principal fin

de su sumision , que fue

buscar defensa , y amparo en la que

no

quiere,

ó

no se lo

puede

dar.

Lo

mismo

se debe decir quando la Nacion

que

pro-

te-



gao Derecho Publico

tege, s e excede en

l a s

f a c u l t a d e s de su»

Dominio , queriendo a t r o p e l l a r

£ l a

o t r a ,

ó

s o l i c i t a n d o

mas

preeminencias

,

y

supe

r i o r i d a d e s de l a s

concedidas

por e l contra

t o .

E f t e

e s

un

abuso

conocido

,

de l a au

toridad q ue se l a concede ,

y por

e l

mismo

s&o de

i n t e n t a r l o , debe

perder

e l derecho

de

jMOteccion,

No

es necesario

q ue

se

exprese e f t e caso para

l a revocacion

,

pero

s e r á , s i n duda , muy conducente añadir

en l o s Pactos e f t a c l a u s u l a , q ue declare

nulo e l

derecho

de proteccion

,

siempre

q ue l a Nacion Protectora

s e

abrogue mas

f a c u l t a d e s

q ue l a s q ue

l a

conceden.

Pero como l a Ley debe s e r i g u a l para

l a s

dos Naciones

contrayentes

,

s i l a

pro

tegida f a l t a s e por su

p a r t e á l o s contratos

celebrados á e f t e f i n , l a q ue protege no e f t á

en

obligacion

de

s e g u i r

haciendolo,

y

puede

abandonarla,

declarando

nulo

e f t e Tratado,

El t a c i t o consentimiento puede adq ui

r i r , como

en o t r a s

obligaciones,

un de

recho , q ue a l

p r i n c i p i o

no

e s

v a l i d o 9 y

despues

s e

l e g i t i m a

por

e l

tiempo.

S i

una

Nacion

consiente

s i n

oponerse

de

modo

alguno ,

q ue su Protectora usurpe

,

y se

- . : . ■

aprq-



2

2

2 »

DreghO

Publico

fenderse

$ pero

s i

se vé en

obligacion de

ceder á l a fuerza, la necesidad, ley á que no

puede

resiftir,

l a pone en eftado de abando

nar sus primeras obligaciones, y poder tratar

con el vencedor para alcanzar las mejores

condiciones que sean

posibles. Siendo,

pues

, preciso someterse á

él

,

6 perecer

miserablemente, ¿quién podrá

dudar

que

debe

mirar

en

primer lugar

por

sí?

La

coftumbre eftablecida es , que un Pueblo

sometido

al

Enemigo

por no poder hacer

una vigorosa defensa ,

hace

el juramento de

fidelidad

, sin que

su Soberano lo culpe de

cfte

forzoso

vasallage.

CHiando

la

entrada

del Archi-Duque Don Carlos en

eíb

Cor

te

, se vió

obligada á

reconocerle

por

due

ño , haciendole los violentos homenages

á

que obligaba l a necesidad ; pero

efto

no

perjudicó

á su

legitimo

Soberano

,

á

quien

poco

despues reconoció

por

su

Señor ,

con

publicas

demonftraciones de afecto.

Pero s i l a Provincia , ó Pueblo se ven

abandonados

por su

legitimo

Soberano

, y

en poder

de sus

enemigos ,

entonces

debe

rán

tomar

el

partido

que mas importe á su

seguridad.



223

DERE HO

PUBLICO

DELAPAZ.

PARTE

SEGUNDA.

DE

LA

N4CI0N

CONSÍ

derada haciendo

relación

con

las otras.

CAPITULO PRIMERO.

De los oficios de humanidad entre

las Naciones. ....

Oonsifte solo

la

felicidad

de

una

Nacion , en

saber

arreglar sus

intereses entre s í misma,

hacien

do

que

el

gobierno

interior sea

conforme

á

las leyes

de la

razon , yequi

dad , es preciso tambien

saber mantener

la

buena harmonía

,

y correspondencia

con

las

Naciones

vecinas,

respetando

sus

derechos ,

haciendo

valer los propios , y no

f a l -



2 ¿ 4 Derecho

Publicó

Eáltando á l o q ue pide l a humanidad, y ,

trato C i v i l , ( a )

Por e f t o , pues i haviendo yá hablado

largamente

• d e

todo

l o

q ue

corresponde

k

t o s

i n t e r e s e s

de l a Nacion entre

s i ,

v a - »

mos

á t r a t a r de l o s q ue l a tocan , haciendo

r e l a c i o n

con l a s o t r a s

i e f t o e s

:

de

como

podrá ,

s i n

f a l t a r á l a s Ley es de l a

hu

má *

nrddd

,

mantener

con

e l l a s

sus

derechos

,

y

a d q u i r i r

l a s posibles u t i l i d a d e s para e l pro-

fio b e n e f i c i o . . _ ¡ , \

Todas

l a s

Naciones c i t a n obligadas

por

Derecho

Natural á

excrcer

reciprocamente

l o s

o f i c i o s

de

humanidad

en

caso

q ue

sean

ne-

■ . 1 i n i i i ' ■ ' » - T . - ^ „

(a) Hemos dicho y á

,

q ue l a s Naciones s e deben

considerar

como l o s

Particulares, y

de aquí nace e l

principio

natural de socorrerse

mutuamente» Un

horríbre no bada por s i solo

á

sOcoríer Codas

sus necesidades ,

y

vivir

con

l a

comodidad

cor

respondiente á su naturaleza. Le e s preciso ,

pues,

e l socorro c í e

l o s

otros. Efté es e l origen de l a So

ciedad

Civil*

Lo mismo podemos decir de l a s Na- >

ciones

,

cu yo

Comercio

,

y trato

s e

hace necesario,

careciendo unas

de

l o s frutos

, é induftrias

de

l a s

otras. Solamente nueftra España , s e puede gloriar

de

q ue

no

necesita

para

su

comodidad

,

y

regalo

los

•

socorros

de o t r a ,

Nacion , encerrando en su Conci«

nente, todo quinto s o echa menos en otros.



de la Paz. 225

necesarios. Las Leyes naturales que obli

gan generalmente á todos

los

hombres,

comprehenden por precision á

los Cuerpos

de Sociedad Civil.

Del

mismomodoque

un

hombre

eftá obligado á socorrer á los

otros

hombres, una Nacion lo eftá con las demás

Naciones , y no

puede

desentenderse en

mirar

por

el

bien

,

y

conservacion

de

ellas,

siempre que no sea en perjuicio suyo.

Para no errar

en

el modo de ofrecer,

eftos socorros , es menefter tener

presen

te

l a

propia

utilidad ,

la

que

se debe an

teponer

á

todo

,

sin

duda

alguna

,

segun

buenos principios

de

Derecho.

Llamo

propia utilidad, aquella que

puede haver

en terminos licitos ,

y

sin

faltar

á las

Leyes de la humanidad i como por exem-

plo : s i una Nacion puede socorrerse por

sí misma

: no eftá obligada otra alguna á

hacerlo. Por igual razon , s i un Reyno

se

halla

afligido de

la

hambre

,

los

vecinos

eftán en obligacion de socorrerle

sin

in

teres

alguno;

mas

s i

él puede pagar los

víveres

con

que

se

le

socorre

,

será

enton

ces permitido venderlos á

un

moderado

precio , pero siempre cuidando de que efte

Tom. i . , P 50-



2 2 6

Derecho Publico

socorro no

s e a

en

p e r j u i c i o

de l a Nacion que

l o

ofrece*

Tambien

s e

debe comprehender

en*

t r e l o s

o f i c i o s

de humanidad

,

l a

defen

s a de l a Nacion i n s u l t a d a por algun po-

dereso enemigo. Quando un Eftado ve

cino

e s

injuftamente invadido

por

algun

otro

q ue

l o

i n t e n t a

oprimir

,

no

hay

du

da q ue l a s Naciones vecinas e f l á n obliga

das á s u defensa , ya por l a obligacion na

t u r a l

, y á por l a u t i l i d a d propia en

no

con

s e n t i r semejante

atentado , q ue pueda s e r

v i r

de

exemplo

para

en

adelante

,

y

de

p e r j u i c i o á s u s

propios i n t e r e s e s .

Las

Na

ciones de Europa escarmentadas de l o s

funeftos acasos

,

q ue a c a r r e a e l excesivo

poder de

un Eftado, procuran

con

v i g i

l a n c i a no d e j a r sobrepujar demasiado

á

a l

guno

,

q ue

venga

precisamente

á

hacerse

a r b i t r o

de l o s

demás.

Efto

e s l o

q ue l o s

p o l i t i c o s llaman Equilibrio delaEuropai

y

s e reduce á i g u a l a r de t a l

modo

s u s f u e r

z a s , q ue no l l e g u e á sobrepujar

alguna.

Bien

c l a r o

s e

vio

e f t e

s i f t é m a

quando

en

e l

año

de 1672. con e l temor q ue daban l a s r á »

pidas conquiftas de

Luis XIV. R ey

de Fran

c i a ,



de

la Paz.

227

c í a , s e formó u - i a famosa l i g a á favor de

l a s Provincias Unidas , amenazadas

á

su

f r i r e l

yugo

de

aquel

P r i n c i p e .

En

e f t a

l i

ga en q ue entraron

c a s i

todas l a s Poten

c i a s de Europa , ( a ) s e olvidaron l a s quexas

p a r t i c u l a r e s para unirse

á

remediar e l ma

y or

mal

q ue

amenazaba. Los

Principes

e f t a n

obligados

á

reprimir

l o s

progresos

de

un Conquiftador ambicioso, q ue solo pien

s a engrande, e r s e sujetando á s u s v e c i n o s .

En l a s calamidades p u b l i c a s , como i n

cendios

, p e f t e s ,

y

terremotos

,

e s

adonde

deben

e x e r c i t a r s e

mejor

e l l o s

o f i c i o s

de

humanidad para con

l a Nacion a f l i g i d a ;

y

a l a verdad en n u e f t r o s tiempos

hemos

V i í r o repetidos t a n heroicos ejemplares

No

solo e f t á obligada una Nacion á

contribuir

l o

posible

para e l socorro

de

l a s

o t r a s

en

s u s

mayores

necesidades

,

de

be

tambien poner

l o s

medios p a r a s u ma

yor

perfeccion

,

y no

r c u s a r l a s l a enseñan

z a . Una Nacion Culta , y

Sabia , no

de

bera

negar

á o t r a q ue desea

s a l i r

de su___ 3

igno-

toldo, e n t r a n d o h v p a ñ » d e

U, primas

e n e l l a .



223 Derecho Publico

ignorancia , la do&rina , é inftrucciori. Lá

Grecia

dio

Leyes

á

los

Romanos

,

que

vinieron á solicitarlas,

y lo

contrario

seiia

faltar

á los derechos de la humanidad.

Es verdad que efle Derecho se observa

poco en el dia , no queriendo

las

Nacio

nes

dar

armas

contra

si propias

,

inftruyen-

do

,

y

adieftrando

la ignorancia de las

otras ,

que

puede serles dañosa ; pero

efto

se debe

entender con las

Naciones

Infieles,

enemigas declaradas

de los

Europeos

;

pe*

ro entre los Países mas cultos, se permi

ten

eftos socorros

, especialmente

para be

neficio

de la Agricultura , y de

las Artes.

Toda Europa vio con tranquilidad á el

Czar Pedro el

Grande

,

trabajar

con anelo

en la mayor cultura de sus vasallos , ha

ciendo

un

Imperio

de

hombres civiles,

y

politicos, el que hafta a l l i haviasido

solo de

supei

fticiosos

, y barbaros. Para

lograr efte

fin ,

fue

menefter valerse de socorros Es-.

trangeros. La Holanda, é Inglaterra

le

subminiírraron

quantos

quiso

,

y

por

me

dio de ellos

formó

un

eftado

tan

flore

ciente

,

que

puede competir

con

los

prime

ros de

Europa.

Aun-



de la

Paz. 229

Aunque una Nacion cftá obligada á

contribuir por su parte á

l a

perfeccion de

las otras , efto se debe entender , convi

niendo ella en recibir eftos socorros ;

pues

de otro modo

seria violar l a libertad

natu

ral,

y

querer

adquirir

l a

Nacion bienhe»

chora una

superioridad

sobre las demás,

obligandolas

á

recibir

sus

beneficios

con

tra l a absoluta independencia en

que se

hallan.

No

obftante

, l á

Nacion

necesitada,

tiene derecho para

pedir , y obtener todos

los buenos

oficios

de

humanidad

,

pero

no

para

exigirlos

de

otra

,

la

que

no

po

drá reusarlos,

sin faltar á l a

equidad,

á

no

ser

que tenga

suficientes causas para

negarlos; como

por exempí o :

s i

eftá

con

escasez

de Trigo,

ó

otras semillas, no

debe quedar expuefta

á padecer

ca

» : - f t í a ,

por

socorrer

la necesidad agena.

En e/re

c.iso

es

muy

comun prohibir toda extrac

cion

,con

cuya

providencia, aunque á la

verdad se niega

e l

socorro á la Nacion ne

cesitada^

puede

quejarse

de

que

se la ha

ce

injuria.

( a)

V

3 La

(a)

La Inglaterra

dio

una

prueba heroica

de su

hu-



2 o

D¿recho Publico

La difeicncia de Religion no debe ser

pretexto para reusar eftos oficios de

hu

manidad

;

eftando ella fundada unicamen

te sobre la qualidad del hombre; bafta,

pues, el serlo para ser

socorrido

por los

otros, y l a diferencia de Culto , no pue

de eftorvar los sentimientos

de

herman

dad

,

que

deben

ser

comunes

á

todos.

Nueftra

Religion , tan

perfe&a en

sus pre

ceptos,

no diíhngue

á los

Infieles

del ca

racter

de hei manos

, y como á

tales en

carga su

socorro.

En los primeros

siglos

de

l a

Iglesia

,

en

que

vivían

los

Chriftia-

nos mezclados ton ellos, y

bajo su

do

minacion , se

admiraban

á

cada paso

tan

he-

humanidad , y

atencion

, quando

e l terremoto

del

año

1755.

quedeftruyb

l a

opulenta

Ciudad

de

Lis

boa. A

l a

primera noticia-

de

e f t a desgracia

e

Par

lamento

asigno

un

fondo de

loou.

l i b r a s S t c r l í n a s

para • . ¡rorro de aquel Pueblo a f l i g i d o ; además de

c f t o e l í i c - y junto sumas

considerables,

y s e fletaron

Navins cargados de provisiones , y

socorros

de todas

especies

, quehicieron vétalos

Portugueses

,que l a

diversid

i d

de

culto

,

y

creencia

no

eftorva

para

usar

los

o f i c i o s

de humanidad , y Sociedad Política entre

l a s Naciones. El Rey

de España

por su pirre dio tam

bien mneftras de s u amor , y magnificencia para

con

c í i u s

desgraciados vecinos.



dela

Paz.

23 1

heroicos cxemplares.

En

nucftra España

er a

muy frequence

el socorrerse

nueftros

Reyes

,

y

los

de

los

Infieles

,

en

casos

de

gran necesidad.

El

Rey Don

Alonso

VI.

refugiado

á Toledo ,

halló

amparo

en

el

Rey Moro de aquella Ciudad ; y

Benabet,

Rey de

Sevilla

,

10 encontró

en el mismo

Don

Alonso

,

tomando

las

armas

en

su

favor

contra los demás Mahometanos de

España.

( a)

El mutuo amor

que

debe reynar en

tr e

las

Naciones

, es el

medio

mas sóli

do

de

sobftener

la

union

,

y

amiftad.

Asi

como los hombres por Derecho Natural

eftán obligados

á amarse,

asimismo lo

eftán las Naciones , y Cuerpos de Socie

dad : ¡Qué felicidad sería la de todos los

hombres , s i eftos

amables

preceptos

de

l a

naturaleza se observaran fielmente Las

P 4 Na-

( a )

Los Holandeses excrcen

un

Comercio

perju

d i c i a l a todas l a s demás Naciones de Europa ,

con

l a s

Ciudades

Marítimas

de

l o s

Moros

de

Africa

,

su-

miniftrandoles armas, peltrechos , y municiones;

habilitandoles de e f t e modo

, para q ue

puedan

s a

l i r

á

Corso , y hacer l a guerra á l o s Chriftianos,



232 Derecho Publico

Naciones s e comunicarían l o s bienes, y

l a induftna. Una

paz

verdadera reynaria

sobre

l a

t i e r r a

,

enriqueciendola

con

sus

mas preciosos

f r u t o s . Las Artes, y l a s

Ciencias

á p o r f í a s e

ocuparían solo para

nueftro bien , y

para

e l socorro de nues

t r a s

necesidades. Las

d i f e r e n c i a s s e

termi

narían

amigablemente ;

reynarian

l a mo

deracion ,

y

l a equidad ,

pareciendo

e l

mundo,

como una grande Republica, y

l o s hombres

como

hermanos

, y

Ciudada

nos d e l Universo.

Pero

no

siendo p o s i b l e c o n c i l i a r l a s

pasiones

humanas,

y

r e d u c i r

á

l a s

Naciones

á e f t e genero de

Sociedad

, á l o menos

en

general , e s

necesario

o b l i g a r l a s á l o s de

rechos de

humanidad

,

especialmente en

aquellas cosas , q ue s i n

p e r j u i c i o

de

sus

i n t e r e s e s

,

pueden

contribuir,

como

yá

he

mos expuefto : de

suerte,

q i i e

s i una Na

cion posee

algun

secreto u t i l para e l Co

mercio , q ue

no

s e a necesario

para

l a

vida

humana , no e f t a r á obligada á comuni

c a r l o á o t r a s , pero s i , á dar l o s cfe&os á

un moder ado precio

,

especialmente

s i e n

do cosa q ue puede contribuir á

l a

corno

d i -



de la

Paz.

2 33

didad

,

y r e g a l o . Los Holandeses ( a ) e l t a n

en posesion de l a Especería f i n a , y l o s In

g l e s e s

d e l

Bacalao

,

q ue

e l l o s

solos

ven

den á l a s demás Naciones.

Bajo

de eftos

p r i n c i p i o s de humanidad entre lasNacio-

ciones, secomprehende l a obligacion de

no

hacer

p e r j u i c i o unas á

o t r a s

, procura ndo

y á p o r negociaciones secretas^ y á por otros

medios

dañar

,

y

perturbar

su

ma yo r

per

f e c c i ó n . Efto se

entiende

siempre q ue haya

bue-

( a )

Efta posesion

de l o s

Holandeses

no

es muy

j u f t a

,

h av iendo usur pado

á otras

Naciones

(espe

cialmente á l o s Portugueses) l o s eftablecim

lentos

en

l a

India

Oriental. Nosotros

tenemos

en l a America

Meridional , y en l a s I s l a s Philipinas abundancia

de Canela, Pimienta, y

Clavo, cuyos efectos s e

han traido alguna vez

á España

, y s i

sefomentá-?

ra e f t c Comercio

,

no

hay

duda pudiera

dar

a l

t r a i t e

con

e l

de

los

Holandeses. Por

l o

que

h.icc

a l Bacalao

,

nueftros Españoles

(y entre

e l l o s

los

Viz

-

caynos) fueron de

l o s

primeros poseedores

de

é l .

Los Ingleses , despues de varías

altercaciones

,y mu

danzas , s e han quedado dueños absolutos , y l o s in

teresa

tanto

dicho

Comercio, q ue asciende solo

en España á cerca de dos millones de pesos. No

obftante

algunas

Naciones

( y

en

especial

los

F r an

ceses) pueden cargar

todos

l o s

años

cierto

numero

de Navios

para

su

particular

consumo.



234 Derecho

Publico

buena correspondencia entre e l l a s

, y no

s e s i g a u t i l i d a d propia

d e l daño agenoj

mucho

menos

son

permitidas

l a s

ofensas

p u b l i c a s , hechas á una Nacion

; no

hay

cosa

mas opuefta

á h Sociedad Civil.

Las

p a l a b r a s

picantes

, l o s e s c r i t o s s a t í r i

cos,

y

l i b e l o s

infamatorios

indisponen Jos

animos de

suerte,

q ue son origen

de san

g r i e n t a s

guerras ,

y de

odios

c a s i

perpe

t u o s . La Republica de Holanda eftuvo para

v e r

su

ultima

ruina

, siendo l a principal

causa algunos dichos i n s o l e n t e s , y algunas

medallas s a t í r i c a s

,

q ue

agriaron

e l

corazon

de

Luis

XIV.

contra

e l l a

,

de

modo

q ue

em

prendió

una sangrienta

guerra,

con e l

animo de no parar h a f t a

su

t o t a l

e x t e r

minacion, ( a )

CA-

Q*l Año de 1671.



de la Paz. 235

CAPITULO II.

Delmutuo Comercio de las Naciones.

EL

edio

mas

eruáz

para

mantener

l a amiftad , y buena corresponden

cia en

las

Naciones

,

es el mutuo

comer

cio de ellas. En

l a

primera parte, capi

tulo

1 3.

tratamos

con baftante

extension

efta

materia

,

explicando las

obligaciones

del comercio

interior,

y exterior de

los

Eftados. Efte , pues , es el que pertenece

á

los intereses

de ellos,

respecto

á los

otros ; y asi corresponde hablar de él en

efta segunda parte , s i bien hay poco que

añadir á lo arriba dicho.

Todos

los hombres por su naturaleza

tienen

derecho á quanto produce

la

tier

ra; (patrimonio

que

heredaron de sus pri

meros Padres) éfte se exercitaba , sin con-

tradicign

en

los

primeros

siglos

del

mun-

do , poseyendo los frutos comunes á to

dos sus habitadores. No se conocía toda

vía



2 36 Derecho

Publico

v i a

e l

derecho

de propiedad

,

q ue d i v i d i e n -

do l o s bienes , hizo mas

d i f i c u l t o s a

su ad

q u i s i c i o n - ?

pero

como

siempre

e l

Derecho

Natural

,

e s

p r e c i s o q ue permanezca cons

tante, y en su vigor, s i n embargo de

l a s

v a r i a c i o n e s q ue s e pueden o r i g i n a r , e f t a

f a c u l t a d de a d q u i r i r , q ue antes e r a l i b r e ,

y

s i n

obligacion

alguna,

vino

á

quedar

l i

gada a l Comercio , alcanzando por medio

de

é l , l o s hombres ,

l o

q ue a n t e s

solo

con l a ocupacion a d q u i r í a n . De aqui pro

viene,

q ue e l

Comercio entre

l a s

Nacio

nes

debe s e r l i b r e ,

y

s i n e f t o r v o s por

e l

derecho

q ue

cada

una

t i e n e

de

s o l i c i t a r

quanto

s e a u t i l , y comodo

para

su sub-

s i f t e n c i a .

Ninguna Nacion puede l i c i t a m e n t e im

pedir e l Comercio de

l as o t r a s

, n i

aun con

e l l a

misma

,

á

no

t e n e r

f u e r t e s

razones

de

Eftado

,

en l a s q ue

i n t e r e s e

s u bien p a r t i

c u l a r , como

s e vé

en l a prohibicion del

Comercio Eftrangero en n u e f t r a America.

Asi en l o s casos de e f t a naturaleza , como

otros

q ue

pueden

o c u r r i r

,

l a s

Naciones

deben

a r r e g l a r

su

conduda, segun

mas

aco

mode á

s u s j u f t o s

i n t e r e s e s

;

pues siendo



de la

Paz. 2 37

e l

Comercio l i b r e , cada Eftado l o puede

admitir con mas,

ó

menos r e f t r i c c i o n e s ,

nada

incompatibles

con

e l

Derecho

Natu-

r a l .

Para e f t o , e l mejor medio e s l a solem

nidad de

l o s

Tratados. La f i e l

observan»

c i a de

e l l o s ,

s e r á

, s i n duda , causa de l a

tranquilidad , y v e n t a j a s de l a s Naciones.

Eftos Tratados por

l a

mayor

p a r t e

son

a r

b i t r a r i o s ,

segun

l a

voluntad

de

l o s

contra

t a n t e s , aunque mucha p a r t e t i e n e l a

cos

tumbre

r a c i o n a l , q ue

puede

s e r v i r de nor

ma para

e f t a b l e c e r

l a s condiciones , pue

den

s e r

perpetuos

,

ó

temporales

;

l o

me

j o r s e r á de e f t e ultimo modo ,

acaeciendo

siempre c i r c u n f t a n c i a s no p r e v i f t a s , q ue

l o s hacen onerosos ; por l o q ue e s muy

u t i l s u renovacion.

En

e f t o s

Tratados ,

l a s

condiciones

s e

rán

como mas

convengan

á

cada

Nacion,

y ana vez admitidas ,

no

se deben v a r i a r ,

aunque parezca

s e

v i o l a l a l i b e r t a d del

Comercio , pues e l l a c o n s i f t e

en

no impe

d i r

e l Comercio general de l a s Naciones,

mas

no

e l

p a r t i c u l a r

,

respecto

una

s o l a

;

l a

q ue

puede

admidr, y

e x c l u i r

á

l a s

q ue

ten-



23&

Derecho Publico

tenga por convenientes , usando de su na

tural

libertad. Por

efta

misma

regla

no es

irregular

que

una

Nacion

posea

,

y

comer

cie

en

algun fruto particular , con

exclusion

de las otras,

( a) Los Holandeses

tienen

el

Comercio de

l a

Canela en

l a Isla

de

Ceylan , por Tratados

hechos

con el

Rey

de

la

Isla.

Eftas

son

de

las

cosas

que

se

conceden a l primero que las ocupa

,

co

mo

las demás

de

l a naturaleza ; pero se

debe

entender

solo

,

quando ellas no

son

necesarias para l a vida humana ; pues en

tonces

las

demás

Naciones pueden

obligar

á l a que Us posee á darlas por un mo

derado

precio.

Finalmente, la obligacion de las Na-

; . . cio-

( a )

En prueba de e f t a

pueden verse l o s

Tra

tados

celebrados

en

e f t e

s i g l o

entre España , y l a s

principales Potencias

de Europa

; especialmente e l

de Utrech entre España , é Inglaterra

año

de 1713*

e l

mismo entre

España, y

Provincias Unidas

en 1714..

con Portugal en 171?. e l

Tratado

de Madrid entre

España ,

é

Inglaterra en 17 15. dicho entre ¡ a s mis

mas , y l a

Francia

en 171.. de S? v i l l a entre

l a s

mismas en 17: 9.

de Florencia

eiurs España

, y

Tos-

cana en 1 7 , 3 1 . y generalmente.



déla Paz. 239

dones

(que no

tienen


moti

vos para r e u s a r e l Comercio) e s : admi

t i r l o

,

y

proporcionar

l o s

medios

masco-

modos

, y

j u f t o s ,

á f i n de q ue no s e a

gra

voso á l o s q ue l o

exercen. Una

de l a s

I n f t i t u c i o n e s modernas

mas u t i l e s

, y ven

t a j o s a s , e s l a de l o s Consules , ( a ) q ue

residen

en

l o s


Puertos,

y

para

j e s

adonde

s e hace un gran Comercio.:

El

Consul

e s un

hombre deftinado

para

v e l a r sobre l o s P r i v i l e g i o s , y

Derechos

concedidos á su Nacion , y d e c i d i r l a s d i f e

r e n c i a s originadas entre

s u s

Comerciantes.

Su

c a r a c t e r

no

e s

de

Miniftro

publico ,

n i

goza de s u s p r e r r o g a t i v a s ; no obftante co

mo s e l e considera encargado con

u ñ a r

comision de su Soberano , s e

l e

deben t e

ner

algunas

atenciones ,

y

especialmente

concederle

todas

l a s

p r e c i s a s

seguridades,

0 » ) Por l o q ue

hace

á l o s Jueaes Conservadores

de l o s Eftrangeros , vease l a copia de l a Cedula Real

del Señor Don

Phelipe

V.

(que

e l l e

en Gloria)

expe

dida

en 7.

de

Julio de

1727. q ue

su

Mageftad

man

do

s e

diese

, (como s e

execata)

á

todos

l o s

Juece»

Conservadores de los Naciones Eftrangeras desde

e l año

1716,



240 Derecho Publico

y excepciones para l a execucion de su

en*

cargo ; por

e f t a razon no s e l e

considera

s u j e t o

a l

Eftado

en

q ue

é l

r e s i d e ,

y

s e l e

contempla independiente de l a J u f t i c i a Ci

v i l

, y Criminal j no pudiendo

s e r

preso,

n i c a f t i g a d o por e l l a , á menos q ue é l no

v i o l e e l D er echo de Gentes ,

en cuyo

caso

e l

mejor

acuerdo

s e r á

r e m i t i r l o

á

su

So

berano

para

q ue

l e c a f t i g u e .

Los Tratados de

Comercio

son l o s q ue

arreglan

, como

l a s demás

cosas

de é l , l a s

prerrogativas de l o s Consules ,

y e l

me

j o r modo

para

a c e r t a r , e s e f t a r

á

l o q ue

en

e l l o s

s e exprese

;

pero

s i un

Consul

e s recibido s i n formalidad alguna de

Tra

tados , s e deberá entonces atender para

e l modo de t r a t a r l e , á l a

mas

admitida , y

r a c i o n a l coítumbre- ( a )

CA-

( < * ) En

l a

Recopilacion

de

Indias , l i b .

9. c í t . 6 ,

s e

trata largamente d e l

Oficio , facultades , y prer»

rogativas de

l o s Consules ,

principalmente £or l o

^ ue t o a s e á oueftra España.



DE la

Paz.

. 241

ggggggS II 1 1 ' . ■WW

CAPITULO I I I .

De l a Dignidad , y Prerrogativas de

Ui Naciones.

T

T|NA

Nacion conftkuída en

l a

dase

J

de Eíhdo Soberano , é indepen»

dienre ,

merece,

s i n

duda, l a

atencion, r e s -

pedo delas

demás

, y e f t á obligada á ha*

cerse r e s p e t a r , y k mantener s u dignidad,

como una cosa p r e c i s a para s u seguridad,

y

s o s i e g o .

El Soberano e s e l q ue represen

ta toda l a Nicion, reuniendo en su perso

na l a Mageftadde día.

Para e f t o

e s

p r e c i s o a d v e r t i r l a i g u a l

dad

,

é

independencia

q ue

reyna

en

to

das

, como

yá

llevamos dicho, de

l o

que

nace

l a d i f í c u l e a d de

s e ñ a l a r

l a p r i

macía, ó

p r e f e r e n c i a .

Verdad

e $

,que un

Eftado muy

vafto,

y poderoso

, siendo

mas

digno

de

atencion

en

l a

Sociedad

Universal , q ue otro muy pequeño , pare

ce , segun

razon

, q ue d e b e , obtener í £ -

Tom.j, ^ gu.



$42

.

Derecho Publico

gima superioridad , principalmente en

l a s

Jantas

, y Asambleas , por l o

q ue mira

á

solo

e l

orden

ceremonial

;

pero

e f t o

no

dá

mas

superioridad

, a f i í e s

bien

denota una

buena correspondencia

, y

j u f t a

atencion

enwe l o s i g u a l e s . La antigüedad d e l E f t a -

do puede s e r motivo de p r e f e r e n c i a

,

r e s -

pecio

á otro

nuevamente

e f t a b l e c i d o

j

pues

parece

cosa i n j t f f t a quiera empezar

sobre

pujando á l o s q ue

cftaban

ya e r e g i d o s .

De

qualquier modo q ue sea, convi

niendose

regularmente e f t a s d i f e r e n c i a s

por

medio

de

Tratados ,

( que

e s

l o

mas

Seguro) s e debe a d v e r t i r

,

q ue l a s d i f t i n -

- t a s formas de gobiernos no mudan , ni

■disminuyen l a Dignidad , q ue s u b s i f t e en e l

cuerpo

de

l a Nacion. Verdad e s , q ue

los

-Reyes a l presente s e atribuyen preferen-

■ c i a

sobre

l a s

Republicas

,

{ a )

pero

efto

olacedelas mayores f u e r z a s , y poder; sin

-embargo

, l a s Republicas de Holanda , y

^Venecia, s d han iriamenido con e l honor

de

( a ) La

Republica Romana en

otros tiempos

,

fue

mas poderosa q ue

l o s Reyes,

l o s quales eran de

pendientes

suyos.



de

la Paz.

243

de

ser miradas

como

Teftas coronadas,

aunque sus Embaxadores

( a) ocupen

lugar

inferior

á

los

de

los

Reyes.

Desde e l tiempo de

Cario Magno ,

res-

taurador del Imperio de Occidente

, pre

tendieron

los

Emperadores ser tenidos

por Gefes

de

toda la Chriftiandad ,

que

riendo ser reconocidos por la primera

Tefta coronada de ella i pero efta pre

tension no tuvo efecto , siendo

Esparla

de

los primeros Reynos que se opusieron á

reconocer dependencia

;

y llegó á tanto el

empeño , que tuvo e l Rey Don Fernando

Primero

que

embiar

exercito

contra

el

Emperador , obligandole á desiftir de

efta

empresa. ( b)

.Qj. con-

( a )

Q^iando

Oliverio

Cromuel

mudo

l a

forma

d e l Gobierno de Inglaterra

,

erigiendolo

en Republi

ca , sus Embajadores en

l a s

Cortes Eftrangeras con

servaron l a s mismas diftinciones

,

y prerrogativas,

q ue antes tenían.

[ b ) E f t e

Exercito ,

mandado por

e l Famoso Rui

Diaz del Vivar (llamado comunmente e l Cid) salib

de

Esoatn

con

determinacion de

llegar

á

Alemania;

y

l o

huviera conseguido , á no detenerle en Tolos»

l o s Diputados de e l Papa , y del Emperador q ue




Por

l o

q ue

hace

á l o s Títulos , y Dio

tados

concedidos

a l

Soberano

por su Na

cion

,

puede

s i n

disputa

u s a r

de

l o s

q ue

mejor l e parezcan ,

no sirviendo

e f t o

de

consequencia

para pretender esencion

alguna. El

Czar

Pedro mudo e l t i t u l o de

G r an Duque de

Moscovia

(que havian t e

nido

todos

s u s

antecesores , en

e l de

Em

perador

( a )

de

l a s

Rusias, s i n

q ue

l a s

Na

ciones de

Europa ,

l e

t r i b u t a s e n por eso

mas

honores, y d i í i i n t i v o s , q ue a n t e r i o r

mente usaban. Los antiguos tenían en

e f t o c i f r a d a l a Autoridad

Soberana

, e s

pecialmente

l o s

Asiaticos,

por

su

natu

r a l e z a vanos , y amigos de pomposos r e -

nora-

j e

conformaron

en r econocer por independiente la

Corona

de España.

El

Papa ¡que era Vi&or

I I .

Ale

man

de

nacion)

favorecía

l a

pretension

del

Empe

rador

,

aunque no tuvo efecto.

( a ) El t í t u l o

de

Emperador e s por su natura

leza

inferior

a l

de

Rey. Los Romanos (de quienea

proviene) llamaban Imptrator solo á un Capitan Ge

neral

de

Exercito ,

y Cesar no quiso usar

de otro

diítado , por huir d e l nombre

de Rey

tan odioso

a l

Pueblo

Romano.

Desde entonces

quedo

admitido

por

sus

herederos.

Algunos

de

nueftros

Reyes

( e s

pecialmente Don Alonso e l VI.) s e han intitulado

Emperadores de

España,

pero

s i n

mas efeíto q ue

e \ Titulo,



de la Paz. 245

nombres

;

cuya

eftravagancia degeneraba

en locura , y r idiculez. ( a ) De

los

Cesares

Romanos , sabida es l a coftumbre de inti

tularse Dioses ;

siendo

el

primero

Angufto,

llamado Dhus ÁHguftus , por l a adulacion

de sus Vasallos; y siguiendo

los

demás

con igual extravagancia,

entre

los quales

no

podemos

vé r

sin dolor

,

á muchosCe

sares

Ch¡ iftianos usar

de tan

impropio epi

telio.

( b)

Las Naciones mas cultas de Europa

han despreciado , con razon , eftos vanos

sobrenombres

,

contentandose

con

el

Ti

tulo

correspondiente

á su

gobierno

,y á

los

derechos de l a

Soberanía. (c) Efto puede

ser-

( * ) Los

Persas ,

l o s Soldanes de Egypto ,

y

é n

nueftros

tiempos

l o s

Mogoles

,

han

tenido

l a

cos

tumbre

i n t i t u l a r s e

hermanos d e l

Sol ,

y

de

l a Luna,

Señores del Mundo, y otros semejantes Títulos.

( 6 ) En e l Codigo de Juítiníano kemos á cada

paso

e l

t i t u l o de

Dlvus

, aplicado a dos Emperado

r e s

Chriltianos.

( c ) Los Principes Chríftíanos efliman

por

mas

glorioso

l o s

t í t u l o s

q ue

denotan

s u

zelo

por

l a

Re

ligion ; como e l renombre de Cat b o l l e o , e l Rey de

España,

de

Cbrlfitanlitmo , e l de Francia ,

de

Fldeil-

iimo

t e \ de

Portugal, y e l

de

A f o f t o l i c o , e l de Un-

gria

,

y Bohemia.



246 Derecho

Publico

s e r v i r

de r e g l a

para qualquier Eftado

nue

vamente e f t a b l e c i d o , q ue deberá escoger

un

Titulo correspondiente á sus

c i r c u n s

t a n c i a s

, no

haciendose

despreciable por

vano j y afectado

, n i r i d i c u l o por l o de

masiado

humilde. E f t e

e s un

punto , q ue

s u e l e

desconcertar

muchas

veces

l a s mas

unidas

Sociedades

,

y

q ue

ha

collado

no

poca

sangre á

l a s

Naciones, llevando á

mal

l o s

Soberanos qualquiera f a l t a

, q ue

puedan a t r i b u i r

á

desatencion ,

ó

des-

a y r e .

El

tratamiento

e s

consiguiente á

l o

d i f t i n g u i d o d e l T i t u l o .

Regularmente

es

de

Magejiad

con

í o s Reyes ,

y con

l a s

Republicas

conforme

acoftumbren.

E l

Em

perador de l o s Turcos (que s e i n t i t u l a

G r a n

Señor)

admite s o l o

e l tratamiento de Al

teza ,

teniendole

por

superior

á

todos.

En

España c f t a reservado para l o s P r i n c i p e s ,

{ a ) é I n f a n t e s , siendo

e l

de Adagejiad pro

pio

( a )

Desde

e l

tiempo

de Don

Pelayo

,

empezaron

los Reyes

de

España

a

usar

e l

Don , hafta a l l í

no

praílicado.

Los Infantes

de

España tenían E r c e t e t i -

c i a

y b e l lluftruim*

antiguamente, y

en

e f t o s

r j r «

mi-



DE

LA Pa?.

%¿g

pío de

l o s

Reyes, desde e l

Reynado

d e l

Señor Emperador Carlos V . pues h a f t a

entonces s e l e s

daba

indiftiptamente e l

e r e

Señarla ,

Altezj,,

y

aun

Merced,,

cqmp

confta

de

mqchas

Cédulas

,

y P r j v i i e ^ i q s

de l o s Reyes a n t e r i o r e s concebidos en

e s

t o s terminos. De qualquier mofo q ue s e j í ,

l a s Naciones deben observar una r e c i p r o

c a

atencion,

y

urbanjda^

en

su

t r a t o , no

defraudandose

ü >

aquellos t j t u l o s ,y

q f í j -

l o s admitidos y a,

por

l a r g a caftumbrf,

y por

consentimiento reciproco de

I q s

Eftados.

( a )

El

modo mas

seguro de afianzaremos

derechos ,

e s J a

f u e r z a de l o s

Tra^ps,

(especialmente en l a s

nuevas

S p b ^ e r q n í a ^ )

por e l l o s , pues , s e a r r e g l a J a f c f f i m a d j ? $ f t c

ceremonial , y que/dan

deci$c|as

l a s

¿ t u f o s

para en adelante, e | [ t a Í } l e c J ^ n . d o r e g l a s

minos hay

varías

Cartas del

Gran Duque de

Alya,

e s c r i t a s á Donjuan de Auftria , hijo del Empera

dor Carlos V.

( a ) La Republica de Venecia s e i n t i t u l a S e r e n í -

¡tma,.y

l o s

Eftados

de

Holanda

A l t ' t - P e t e n c i a s , y t i e

nen

«atamiento

de

Altezas.



Í4&

Derecho Publico

c i e r t a s , q ue e v i t a n todo motivo d e ' q u e j a ,

y

desabrimiento*

Últimamente s l a s

Naciones ,

y

l o s

So

beranos

e f t á n

en

l a

obligacion

de

guar

darse

reciproco* respetos, s i n q ue s e a

l i

c i t o

ala s u p e r i o r u l t r a j a r ala quemenos

puede j pues como llevamos dicho * son

todas

i g u a l e s , é independientes. Lo mismo

se

debe

entender

de

l o s

Principes *

cuyo

c a r a c t e r

e s

Sagrado ,

y

cuyo respeto

no

se

debe v i o l a r , aun eftando

vencidos

, y pre

s o s . Buena prueba de e f t a verdad fue e l

tratamiento , q ue

s e

dio a l

R ey

de

F ran

c i a

Francisco

Primero*

,

preso

,

y

condu

cido á

Madrid

,

despues

de l a celebre Ba

t a l l a

de

P a v í a .

Su p r i s i o n

fue

l a r g a

, y

s - i t

l i b e r t a d

tardó en e f e c t u a r s e ; pero s u Per

sona eftuvo siempre respetada

con

l a ma*

y or atenciom E f t a debe conservarse en

t r e l o s

Eftados

, y

e l

q ue

s e

juzgue

a g r a

viado

4 puede p e d i r s a t í s f a c i o n , y tomar*

l a

en ca*o q ue

no l a obtenga.

CA-



&e la

Paz.

249

CAPITULO

IV.

tos efeííos de la Soberanía , ¿ indepett *

dtncia

entre

las Naciones.

L Derecho de iridependencia no es

dir a las

demás

Naciones el

mezclarse en

negocios propios, y defenderse de sus insul

tos, eftorvando quanto pueda ser perjudicial

á sus intereses. Lo mejor es evitar el daño

antes que

suceda - 3

no descuidandose

en la

averiguacion de todas las ocultas maquinas

que se pueden formar contra ella ; pero ya

sucedido , es

necesario

procurar

l a

repa

racion

por

los

medios

mas

decorosos

,

y

aun

escarmentar con alguha publica de-

monftracion á los infr actor es del Derecho

de Gentes ,

interesandose

en

ello l a

So

beranía de la N-cion. Efto es , por lo

que

hace

a l

interes particular

de

cada

una

;

pero

generalmente todas eftáh

obligadas

á

per*

seguir

á

la que

sea

enemiga

cemun de jas

Otrá

cosa

,

que l a

facultad de im pe-

de-



250 Derecho

Publico

demás,

y

que

por la fuerza,

aíluda, y

falsedades

>

quiera

injuriar , y proceder de

mala fé

con

las

otras.

En

tal

caso todas

cftan obligadas á la comun union para

perseguirla. Los Reyes de Caftilla, Ara

gon , y Navarra

,

aunque

encontrados

las

mas v eces, se unían quando

lo

pedia la oca

sion

contra

los

Moros,

comunes

enemigos

de todos , siendo razon , y politica , per

seguir á la

Nacion

que es

enemiga de

l a s

demás. ( a)

Nose debe mezclar Nacion

alguna en

el

Gobierno

ageno

,

ni

un Soberano po

drá con razon eregirse

Juez,

para juzgar

de

l a conducta

de

otro. Los Eftados (como

dijimos arriba) todos

spn

independien

tes

, y tienen

facultad

para reusar el que

otros

quieran tener parte en

su

gobier

no

,

aun

con

el

especioso

titulo

de

Reli

gion

;

pues efta no se debe introducir

con

violencia , y sin el consentimiento del Pue

blo

que

la

recibe

; sino

es como

un a&o

de

( < » )

Como

socedib

en l a celebre Batalla

de l a s

Navas

de Tolosa , ganada á los Moros por dichos

Reyes año 1H2,



de la

Paz. 25 1

de humanidad, persuadiendo blandamen

te,

y

procurando inclinar

los corazones;

para

lo

qual se pueden

embiar

Misione

ros,

que

con el consentimiento de la Na

cion

que

los

admite,

procuren

atraer á

los

Pueblos a l

verdadero conocimiento de

la

Religion.

Eftá

reglá

,

aunque

general

,

qtte

abra

za

todas las

demás Religiones

,

siendo ellas

por

su

naturaleza

falsas ,

solo

debía

en

tenderse

con

la rmeltfa.

Yá teo

qué en

la errada creencia de muchas Naciones , se

entenderá

al

contrario

,

y

pof

tanto

será

perseguida

nueftra

Religion ,

creyendo

van

confol mes al Derecho Publico de Gentes,

prohibiendo

en

el

feriado üria

doctrina a

su parecer perniciosa ; asi lo executaron los

Emperadores

Trajano

, ( a) Marco

Aurelio,

Severo , y otros , que áurique

en lo

demás

juftos , y arregladas , tuvieron tá desgracia

de

caer en efte error.

Q¿ian-

- - n

_

( . ■ » )

No

obítante

,

l a

persecucion

de

Trajano

s e

modero, en v i f t a

de l a

Carta q ue

l e

escribio Plinio Se

gundo (Gobernador de

l a

BIthinia) á favor de los

í-hrKtianoS.



¿ 5* Derecho Publico

Quando

una

Religion

e s

perseguida

en un

P a í s ,

l a s Naciones vecinas q ue l a

profesan

,

bien

pueden

interceder

por

sus

Hermanos ,

á r í n de q ue s e

l e s t r a t e

con

equidad j

pero

no

tomar

l a s armas

en

su

defensa,

á

no s e r q ue l a persecucion sea

tan

excesiva

, y

t a n f u e r a de l a s l e y e s

de

l a razon

, q ue obligue

á

no

dejar

pere

cer á e f t o s

desgraciados,

por s o l a

una

culpa en q ue s e comprehendcn todos los

q ue siguen s u misma

c r e e n c i a .

No

obs

tante e f t e e s un caso muy p a r t i c u l a r , y

q ue

s e debe mirar con

mucha

r e f l e x i o n .

Los

I n g l e s e s

para

a r r o j a r

d e l

Trono

á

j a -

cobo I I . s e

valieron

d e l a u x i l i o

de

l a s

Provincias Unidas

, y d e l Principe

de

Oran-

ge,todos de l a Seda Proteftante como

e l l o s ;

¿pero

quién d i r á q ue f u e

j u f t o

e f t e socor

ro

,

tomando

l a s

armas

contra

un

Señor

natural,

y

colocando

en

e l Trono

á un

Eftrangero

? El poder , y l a

v i o l e n c i a

, no

pueden l e g i t i m a r con e l tiempo un dere

cho

v i c i o s o

desde sus p r i n c i p i o s , ( a )

CA-

¿ a ) Los Chiíftuno» nunca pensaron en tomar



de

la Paz.

¿ 53

■9999=99-59959999999999)

CAPITULO V.

De l a

J u f t i c i a

entre l a s

Naciones.

LAu f t i c i a

e s l a basa de l a Sociedad,

y

l a

seguridad

d e l

Comercio

entre

l a s Naciones;

no es

necesario

expresarlo

precisa q ue s e a para mantener l a buena

correspondencia

, y e l t r a t o

c i v i l

de e l l a s ;

pues s i n j u f t i c i a no puede sobftenerse

nin

gun

Eftado.

Todos

e f t á n

obligados

á

ob

s e r v a r l a , y á s o b f t e n e r l a ,

haciendola

obe-

de.

las armas contra ios Emperadores Gentiles

,

que los

perseguían tan cruelmente

;

sin embargo de ser e n ,

numero

mayor

que

sus

perseguidores

,

y

de

l a j a f t i -

cia de

su

causa.

Tertuliano

dice en su

Apología

es

tas

palabras.

¿ S i nosotras quisieramos tomar las armas

fura

rechazar la persecucion

,

no

formaríamos Exerci-

/es

muy

numerosos

,y

pujantes? ¿Las Naciones q ue o s

hacen

la guerra , s e pueden por

ventura

comparar con

e l numero de Chr'tftlanos del Universo} Nosotros na ha~

temos

mas

q ue

nacer

,y

llenamos

vue/iro

vafto

Imperio,

VUeftras Cittdade/, vue/lras

Islas, vuejlros

Montes, v t i e s »

t r e s CaJfiUff

f

vutffras

ítfientj

,

J vue/lrt finado.



254 Derecho

Publico

decer á los que

la reusen

,

y efto

,

( s i es

necesario) por medio de la fuerza , pues

en

vano

concediera la

naturaleza

el

de

recho de

no

permitir injufticias , s i

al mis

mo tiempo

impidiera

el

usar

de

todos

los

medios

para conseguirlo.

De efte

Derecho

nacen otros

dos ,

que

son como

ramos

de él

, y origen

de

to

das las Guerras.

Eftos

son el

Derecho

de

defensa 3 y de oponer la fuerza á

los que

quieran usar la suya para insultar á otros

Eftados; y

efte

es el fundamento de la

Guerra

defensiva, ; y el derecho de hacer

se

jufticia por

fuerza

,

quando

no

se

pue

de de otro modo

,

ó mantener

su

razon

con las

armas

; y efte es e l fundamen

to de la

Guerra ofensiva

; con los quales

derechos

es

licito

caftigar á los infracto

r es

de

la

seguridad

publica

,

procurando

que efta sea firme , y respetada para

la

fiel

observancia

de la

Paz.

Asi , aunque en el capítulo anteceden

te dijimos , que ninguna Nacion puede

ser

Juez

de l a

otra,

se debe entender

en los

casos particulares , y de otra naturaleza,

pero no

en el

de reprimir

la

publica in-



de la

Paz.

65.5

j a f t í c i a de

alguna

q ue no quiera observar

e f t a s r e g l a s

de

moderacion , y equidad,

y

haciendo

desprecio

de

e l l a s

,

v i o l e

Jos

Sagrados Derechos delas Naciones ;

pues

en e f t e caso, e s l i c i t o c a f t i g a r l a con L a

fuerza ,

uniendose

todas

para

o b l i g a r l a

á

e n t r a r en s u deber.

CAPITULO V I.

Be l o s Delitos , y condctSla de l o s

Ciudadanos,

HEmosconsiderado á l a s Naciones-

formando


Cuerpos

Civiles;

y

bajo e f t e concepto,

expuefto

e l derecho q ue

tienen

para reprimir l o s

i n s u l t o s

de

o t r a s

,

y

sobftener

con

vigor

l o s fueros

de

l a Soberanía, é

indepen

d e n c i a . No hay

duda

q ue e l

agravio he

cho

á

unos Cuerpos c a n r e s p e t a b l e s

, r e

quiere p u b l i c a s a t i s f a c i o n ; pero

¿ qué

d i -

lémos

quando

l a

i n j u r i a

s e hace

solo á

algunos

individuos? La Nacion puede s e r

agraviada,

no solo directamente

en e l

to

do,



2 5 < 5 Derecho Publico

i d o , sino e s tambien en algunos de sus

miembros

,

por l o s dependientes de o t r a s ;

en

e f t e

caso

t i e n e

obligacion

de

darse

por

ofendida , y pedir l a mas pronta s a t i s f a -

c i o n . Los Ciudadanos

e f t á n

bajo l a protec

cion

d e l

Eftado

,

y qualquiera q ue

l o s

agravie

,

l e ofenden indirectamente; debien

do e l Soberano tomar á s u cargo e f t e em

peño

,

en

v i r t u d

de

l a

Asociacion

C i v i l

q ue

gozan todos l o s subditos , q ue

forman

e l

Cuerpo de l a Sociedad , de

quien e s cabe

z a . La conducta r e g u l a r q ue s e

puede

s e

g u i r , s e reduce á c a f l i g a r a l culpado , siem

pre

q ue

s e

h a l l e

en

s u

poder

;

y

no

e f t a n »

do , pedir j u í U c i a á su P r í n c i p e , ( a )

; Mas

(a) Las injurias entre

l o s

Ciudadanos de una

misma N«cion

, s e deben c a f t í g a r aun mas seve

ramente

,

aunque

no

sea mas

q ue

d*

palabrij

pues perturban l a

Sociedad

, y son

origsa

de

muer

tes , y graves daños. Regularmente s e

c a f t i -

gan por l a primera ve? con multas , y apercibimien

to

para en adelante

,

como

lo

prev'enen

l a s

Leyes i .

a.

3 .

4.

y 5 . t i t ,

19.

part.7. seros

l a injuria

s e

haca

á l a J u f t i c i a , son mayores J a s penis conforme l a s

circunftancias

,

imponiendose

regularmente

ia

Gile*

ras , Presidio , Verguenn publica , y ot^as arbitra»

t í a s . Ley

I . » ,

3.

4. y

j,

t i c ,

»»« l l b ,

$«

de

U

iieco^.



de la Paz. 2 57

Mas e s necesario

a d v e r t i r ,

q ue c f t e de^

rccho

e s

i g u a l por ambas p a r t e s ,

y

a s i

e l

Soberano

no

deberá

s u f r i r

q ue

s u s

vasa

l l o s ofendan á l a o t r a Potencia , cuidando

c í e

q ue

l o s

individuos

de l a s

Naciones

s e

respeten , y eftimen mutuamente , obser

vando una buena Correspondencia j pues de

otro modo , s e r i a v i o l a r l o s preceptos na

t u r a l e s

,

é

i n t r o d u c i r

e l

l i b e r t i n a g e

,

y

des

orden , atrepellando l a s prudentes r e g l a s

de

e l

Derecho

Publico.

Sin

embargo ,

como e s

imposible pre

venir todos l o s daños , y por bien gober*

nado

q ue

e í i é

Un

Pueblo

,

no

s e

puedert

e v i t a r todos l o s desordenesjserá i n j u f t o a t r i

buir

á

l a Nacion

todos

l o s

d e l i t o s de

sus

individuos , no pudíendo s e r responsable

en todo

á s u conducía :

e f t o

s e entiende

k

no s e r q ue e l l a

l a

apruebe ,

y

r a t i f i q u e ,

no queriendo

poner

remedio alguno ; pues

entonces e l

Ciudadano

s e debe mirar

solo como

inftrumento , q ue executa

l a s

superiores ordenes*

En

l o s d e l i t o s

de poca

consideracion,

s e

deben

terminar

amigablemente

l a s

d i

f e r e n c i a s

;

pues l o contrario s e r í a una s e -

Tom.

1 .

R

r i e

v -



55& D2recho Publico

f i e de d i s g u f t o s

entre

l a s Naciones v e c i n a s ,

cftando acriminando continuamente

sus

¿ r o c i o n e s .

Es

preciso

s u p l i r

algo

,

pues

de

otro modo nunca podrá

conservarse

l a

Sociedad Ovil.

En l o s d e l i t o s de l o s - P a r t i c u l a r e s

,

s i t e *

Jen l o s Soberanos dar l a

s a t i s f a c c i o n á I *

parte

agraviada, entregando

e l

delinquen*

t e

á

su

disposicion

;

e f t e

e s

un

medio

su

f i c i e n t e

,

y q ue

debe contentar

á

l a

Na

cion ofendida , sm pasar á mayores

empeños^ Demetrio entregó

á

l o s Ro

manos l o s asesinos de

sus

Embajado

r e s

para

q ue

l o a

c a f t i g a í e n

por

s i

»

pero

e l l o s no quisieron darse por s a t i s f e c h o s ,

Queriendo

q ue

e l

Rey,

y

sus

Eftados,

fueren comprehendidos en l a venganzar

cosa , ala verdad i n j u f t a , y

solo para s e r *

v i r

de

pretexto

á

s u

ambicion

j

pues

un

Soberano no puede responder de todas

l a s operaciones de s u s subditos.

En e l caso .unico q ue e i r á obligado e s ,

quando

l a Nacion

por

su

naturaleza

es

i n c l i n a d a á hacer daño á sus vecinos, man

teniendose

de

robos,

y

c o r r e r í a s ,

como

los Tartaros en Europa, y l o s Corsarios

de •



de la

Paz*

259

de B e r b e r í a * Los

Pueblos

q ue s e

h a l l a n '

i n f e f t a d o s de e f t a t r o p a de ladrones, pue

den

q u e j a r s e

á

s u

Soberano

,

y

a l

Cuer

po de

l a

Nacion , imputandola t a l e s desor

denes , y deberán armarse

p a r a r e p r i m i r

l o s

, como hacen l o s

P r i n c i p e s

C h r i f t i a -

r t ó s , s a l i e n d o s u s V a s a l l o s á

Corso

con*

t r a

l o s P i r a t a s ,

( a )

«MR

CAPITULO V IL

Del

Dominio

de

l a

Nacion

r e s p e E i o

n

l a s o t r a s .

ENl c a p i t u l o

a i .

dela p a r t e primera

tratamos

d e l

modo

q ue una

Na

cion

s e

apodera

de

un

P a í s

d e s i e r t o

,

ad-

R

a q u i -

( a )

El

mejor

medio

es a j u f t a r Tratados de Pazes

con ellos .obligandolos ano hacer correrías , v a

r e f t i t u i r l o

robado ;

como

s e usa con l o s Tartaros

Crime-os

,

y

Nogais

,

y

s e

practico

en

e l

Tratado

de

CirTovviz

,

á

principios de e f t c siglo ,

saliendo

e l

Gran

Señor

por

garante de su observancia.



2 < 5 o Derecho Publico

¡ q u i r i e n d o e l dominio , y e l mando de bU

Eñe dominio

, considerado como p a r t i c u

l a r

de

l o s

Ciudadanos

,

puede

l i m i t a r s e

por l a s Leyes de

Eftado

, y principalmen

t e por e l eminente dominio d e l P r i n c i p e j

pero e l dominio pleno , y

absoluto

de l a

Nacion, no admite limitaciones algunas,

r i o teniendo en l a t i e r r a superior de quien

poderlas

r e c i b i r

;

excluye

todo

dominio

cftraño ,

y

debe s e r respetado por l a s de-

Inás

Naciones

,

s i n q ue

alguna

s e atreva

á pretender derecho

sobre

e l

Pais q ue

l a

otra juftamente ocupa,

n i sobre l o q ue

. c n (

é l

l a

pertenece.

El dominio de l a

Nacion

s e eftiende

h .

todo l o

q ue

en e l l a

posee con j u f t o t i

t u l o . Comprehende l a s posesiones a n t i

guas, y o r i g i n a r i a s , con todas l a s adqui

s i c i o n e s hechas por j u f t o s medios ,

r e c i b i

dos como

t a l e s

entre

l a s Gentes ,

l a s con

cesiones ,

compras

, conquiftas , y no

s o l a

mente

L i s t i e r r a s , sino e s todos l o s dere

chos

anexos á

e l l a s .

Además

de e f t o

,

los

bienes

mismos

de l o s P a r t i c u l a r e s

l a

per

tenecen

enteramente,

no

solo para

e l l o s ,

en

tiempo

de

urgencia, s i n o e s tambien

p a -



de la

Paz. 2 6

1

para q ue s e

consideren bajo de su pro

teccion , y defenderlos

de

l a s usurpaciones

c f t r a ñ a s .

La

Nacion

s e

considera

,

como

una Persona , y a s i

debe

representar

solo

un

Cuerpo,

en e l q ue son

unos mismos

l o s

i n t e r e s e s

;

por e f t a razan

s i t i e n e

de

recho á l o s bienes de o t r a

, podrá

hacerse

pago

en

l o s

q ue

pertenecen

á

l o s

Ciuda

danos de e l l a , como p a r t e s q ue compo

nen aquel todo , contra quien e s e l des

techa.

Efte

dominio e s inseparable

d e l i r r n

perio

,

ó

mando

,

( como

explicamos

en

el

capitulo

2 1 . )

de

s u e r t e , q ue l a

Nacion que

tiene dominio en un P a í s , precisamente ha

de

a d q u i r i r e l

Imperio, ó Soberanía de

él.No obftante

e f t e DominioEminente,(que

es como prerrogativa

d e l

Soberano) s e debe

d i f t i n g u i r

de

o t r a

especie

de

Dominio

ú t i l ,

que regularmente pertenece á l o s p a r t i c u l a

r e s

,

poseyendo

s i n

mando alguno

, v a r i a s

porciones de terreno, q ue componen parte

de sus rentas.Los Lugares de Señorío en Es

paña,

conservan

l a

dependencia

á

s u s

Seño

r e s p a r t i c u l a r e s , e n l o s casos de c o n t r i b u i r l e s

como Vasallos

con

l o s Tributos ,

y

R e g a l i a s ,

R

3

q ue



2Ó2 Derecho Publico

q ue l e s pertenecen por

concesiones

de ips

Principes ,

y

mediante

l o s djehos P r i v i l e g i o *

pueden

e l e g i r J u f t i c i a s

,

y

nombrar

Alguaci»

l e s , y M i r i i f t r o s q ue l a

executen, segun

l a co

mun opinion,y Leyes

deeftos

Reynos,

aun

q ue

no en

l o s casos criminales de

p e n a ;

c a p i t a l ;

y en l o s demás siempre con l a

subordinacion debida a l Soberano,

de

q u i e n >

spn como V i c a r i o s , p Tenientes, ( a )

El Imperio d e l

Soberano solo s e e f t i e n *

de

a

s u j u r i s d i c c i o n . En

e l l a puede

juzgar

diíínitivamente , y nadie t i e n e derecho para

oponerse

a

s u s

j u i c i o s , Es

preciso con

formarse

con

e l l o s

, y

todo

Eftrangero

que

habite en

dicha

j u r i s d i c c i o n , y

v e n t i l e

sus

causas en e l l a

, deherá

acomodarse con

l a Sentencia

dada s segun

l a s

Leyes

del

País ,

( b )

aunque sean c o n t r a r i a s á l a s del

suyo

,

y

su

Principe

no

podra

intervenir

en

( a ) Porlo q ue

hace

á c f t a s .

Privilegios

concedi

dos a losSeñqres de

l o s Pueblo?

,

s e

pueden

ver

la»

Leyes j .

y 1 8.

c i t . 4 . .

p a r e .

3 . y la ix.tit,

1 ,

part.2t

( k ) Que l o s Eftrangeros eftán obligados 4 l a s Le

yes

d e l

Reyno,

y

serán

caftigados

s i

no

l a s

obser

vasen, e s Doftrina de nueftras L e y e s , , yespeciaUncnr

t e de

l a Ley

9 .

t i t , « 5 . l i b . 6 . Recop.



D E, la Paz. 2^3

en e f t a s causas , á no s e r q ue conozca una

i n j u f t i c i a ,

notoria ,

ó un

conocido odio,

o

t e r n a

con

l a

q ue

s e

t r a f t o r n e n

rodas

l a *

r e g l a s de l a j u f t i d a

para a t r o p e l l a r a sus

subditos.

No

solo s e

e f t i e n d e l a j u r i s d i c i o n de un

Eftado

£

l o s P a í s e s habitados, sino tambien

a

l o s

i n c u l t o s , y

d e s i e r t o s ,

como

e f t é n

i n c l u s o s

C

su

t e r r i t o r i o .

Es

verdad

que

segun l o s

p r i n c i p i o s de

Derecho

q ue l l e

vamos

expueftos

,

no

e s l i c i t o

a

una

Na

ción ocupar

mas

terreno

d e l

q ue

puecU

c u l t i v a r , teniendo

i n u t i l i z a d a o t r a gran

porcion,

y

eftorvando

á

l o s

Eftrangeros

e l e f t a b l e c e r s c en e l l a » pero e f t o s e debe

-entender conforme s e a su s i t u a c i ó n ,

y

extension, S i e f t a

porcion de

t i e r r a pq r

su s i t u a c i ó n cae en l o i n t e r i o r de un Rey -

no , como n u e f t r a S i e r r a

Morena

; absurdp

s e r í a d e j a r

e f t a b l c c e r s e

en e l l a una multi

tud

de

Eftrangeros, s i n preceder prime

ro

e l permiso

d e l

Soberano , y l a s

precau

ciones p r e c i s a s para e f t o s eftahleámientosí

pues

de

Otro

modo f u e r a

i n t r o d u c i r

l o s

enemigos

en

e l

seno

del

Eftado

i

pero

s i

es e x t e r i o r , y muy d i l a t a d a e f t a

parrAá

R4

l a



2 ( 5 4 Derecho

Publico

l a verdadparece cosa i n j u f t a p r i v a r 3 . otros

de un

bien q ue no

s e puede gozar ; y a s i

s e r á

muy

conforme

a l

Derecho

de

Gen

t e s , p e r m i t i r á l o s

demás

Pueblos q ue

vengan á

disfrutar, y h a b i t a r

e f t o s Luga

r e s d e s i e r t o s . Se puede, no obftante , c a »

p i t u l a r

con e l l o s sobre l a s condiciones , ha

ciendolos

dependientes ,

y subditos para

en

a d e l a n t e .

Los

I n g l e s e s

han

aumentado

por

c f t e medio

e l poder de s u s

Colonias

en

l a

America, llenando

de habitadores

aquellos d e s i e r t o s

P a í s e s . Bien notorio

es

en España

e l cuidado

d e l

Gobierno en

e f i e

p a r t i c u l a r

, y

e l

empeño

con q ue

ha

tomado

un asunto

de t a n t a consequen-

c i a

,

q ue

puede hacer con e l

tiempo

l a

f e

l i c i d a d de l a Nacion.

En l a ocupacion

de un P a í s

,

e s l i c i t o

é l a Nacion

apropiarse , ó d e j a r en su p r i

mera

l i b e r t a d

a q u e l l a s cosas , q ue por

su naturaleza no pertenecen á alguno , y

en

caso de no

haver

expresa derogacion,

j s c

entiende

q ue

e f t e dominio

u t i l , e s

pro

pio

de l a Nacion , especialmente , respec

to

4

l o s

Eftrangeros

,

y

a s i

no

podrán

c a

g a r

}

pescar ? n i

apropiarse

cosa alguna k

m



de la Paz. 2 6 5

no

haver e s p e c i a l

permiso, e l qnal suele

darse algunas veces? pues cada Eftado

puede

disponer

de

s u s

derechos

como

mejor l e

parezca;

y bajo

de e f t e p r i n c i

pio vemos 3 l o s

Holandeses , y o t r a s Na

ciones Comerciantes

,

tener Puertos,

F or

t a l e z a s ,

y

Guarniciones

en muchos

para-

ges

de

l a

India Oriental

,

con

permiso

de

J o s Soberanos

d e l

P a i s .

E f t a s l i c e n c i a s son

muy dañosas

a l

Eftado, y deben r e f l e x i o

narse mucho antes de concederlas. Nues

t r o s antiguos Españoles tuvieron l a con

descendencia de permitir

á

l o s

Cartagi

nenses

e s t a b l e c e r s e

en Cadiz

,

y

Coftas

d e l Mar Mediterraneo; pero

bien preño

s i n t i e r o n su l i g e r e z a , viendose

s u j e t o s

á

e f t o s

engañosos huespedes , q ue pasaron

de

Amigos

á Señores

,

y

de

humildes

Co

merciantes,

á

Conquiftadores

dela

mayor

parte d e l Reyno.

Una vez concedidos e f t o s permisos,

s e deben observar

religiosamente,

como

l o s

intentos de l o s q ue l o s poseen no

quieran

p a s a r

á

o t r a

cosa

:

Pero

no

por

c i t o

s e ha de permitir á l o s

Eftrangeros,

c j u e

abandonen $u

t e r r i t o r i o

por e f t e i i l ,

ó



i66 Derecho Publtco

6

malo , y vengan £ establecerse en los

ágenos ,

perturbando

la paz , y sosiego de

sus

habitadores.

Los

Romanos

tuvieron

continuas

guerras

contra

las repetidas inun-

daciones de Barbaros , que de las Regio-

res Septentrionales descendían

con

fre

cuencia, buscando

territorio mas apaci

ble

en

la

jur isdicion del

Imperio.

Mario,

y Cesar , los batieron en

repetidas

ocasio-

nes , y ?1 Emperador Claudio U. los deshizo

casi enteramente ; lo mismo hicieron Pro»

bo,y

el Gran Theodosio , hnfta

que

no

pudiendo resiftir á sus repetidos esfuerzos

las debiles

Armas

del Imperio , se

eftendiá

(como

un

torrente)

por

Italia una

multitud

de Godos , ( a) Suevos , Wandalos ,

y Ali

ños ,

llenandola de

terror , y

eftragos.

Despues

repartidos

en dos

divisiones,

U

primera

conducida por Alarico

,

tomo

,

y

sa-

{ a ) Aunque e s cierro q ue l o s ffodos , no tenían

derecho alguno . para quitar á

losRomanos

sus t i e r *

r a s

,

tampoco

e ( b > j

l a s

poseí

u i

con mejor

t i t u l o ;

j r l a Providencia

Divina permitía

q ue Rox.^hccha pp»

derosa con l o s

despojos de

r , o . f U $

Us

fUc^ncs.

»

vinte»

t e a s e r p r e s , a , de e l l a , . . . . .



de la

Paz.

2 6 7

saqueo

á

Roma,

mientras

l a

otra,guiada por

Ataulfo ,

se e f t a b l e c i ó en

España

,

fundan

do

l a

Monar chí a de

l o s

Godos,

( a )

Eftos modos de e f t a b l e c e r s e no se pue

de

negar

son violentos , s í bien e l t i e n v »

po l e g i t j m a l a s adquisiciones ; pero e f t a r a

z on no e s s u f i c i e n t e para permitir unos

exemplares t a n contrarios

a l

Derecho de

Gentes. Deben a d v e r t i r l a s Naciones , q ue

no tienen f a c u l t a d alguna para despojar á

o t r a s

de s u s eftableqmientos ,

n i

e l pre

texto de no poder s u b s i f t i r en su País , es

motivo bañante para e l l o ,

La

i n d u f t r i a ,

y

continuado

trabajo,

darán,

s i n

dqda,

mayores

f r u t o s

q ue

s e

pudieran

esperar

de

l a

e f t e r i l i d a d d e l

terreno,

y

quando no,

hay

otros medios

honeftos

de

buscar d o - »

micilio,

y a

por Tratados

con

l o s Países

vecinos

,

y á

embiando

Colonias

á

l o s

De

s i e r t o s , q paragcs poco h a b i t . a d o s . La

Cbi-

{*)

Los

Godos

ocupaban

entonces

solamente una

parte de

Cathaluña

, siendo Barcelona l a Capital&l

Pais;pcro

s e

eftendian

mucho

a l

otro

lado

de

los

P i r i

neos ,

poseyendo

una gran parte

¿ e F r ancia, q ue

S a llamaba Gaita ftaiéonat , a$ en día l a Qascuft».



2<58 Derecho Publico

China

es

la

Region mas

poblada del Mun.s

do

,

y sin

embargo de

lo

inumerable da

sus moradores , nunca eítos han determi

nado usurpar

las tierras

agenas

para

dar

ensanches á su territorio,

supliendo

con

su

aplicacion

,

y

cultivo ,

la

escasez que

acarrea

el prodigioso numero de habitado

res,

( a)

No solo es injufta semejante usurpa-

cion

del

todo , sino es tambien de algu

na parte, especialmente de los limites,

ó fronteras , las quales deben eftár deli

neadas

,

y

fijas,

para

evitar

dudas

,

y

dis

cordias ,

querer

ensanchar las propias ,

ó

eftrechar las

agenas ,

yá sea con arte

, ó

violencia, es faltar á

los

Derechos de la

Sociedad entre

las

Naciones.

Violar

el

territorio

ageno , se consi

dera por

mayor

delito

que

usurparlo.

Se

viola regularmente entrando en él con

ma-

0 * mm , m . ni ■ j ,

i

mmmm. . «

(a) La

China

abunda tanto

de

gente,

q ue s a

len

por

l a s

mañanas

en

l a

Ciudad

de

Pequín

,

d e ,

orden

d e l

Gobierno , carros deftinadosá recojer l a s

Criaturas muertas, qae

arrojan

a

l a

c a l l e Iqs veci»

ros

,

por

no poderlas mantener.



de la Paz.

2 6 9

tnano armada,

yá para

perseguir algunos

Reos f u g i t i v o s ; ó y á para

s a t i s f a c e r s e de

alguna

ofensa ,

de qualquier modo q ue

sea.

La

mayor

i n j u r i a

q ue

s e

puede

hacer

á

una Nacion , e s quebrantar l a s Leyes

de

l a Soberanía

, y cometer un atentado

contra l a publica

seguridad.

La Nacion

ofendida deberá tomar una grande s a t i s *

facion

;

pues

de

otro

modo

no

s e

pudie

ran sobftener l o s derechos d e l mando , é

independencia

entre

l a s

Naciones. Tam

bien s e puede p r o h i b i r l a

entrada

á

todos

l o s Eftrangeros,

ó algunas

determinadas

personas

, conforme

parezca conveniente

a l

Eftado

q ue

l a

prohibe.

Los Chinos

ob

servaron algun tiempo e f t a

maxima

, t e

miendo

q ue e l

Comercio con

l o s Eftran

geros corrompiese s u s coftumbres ; y en

España

, como llevamos advertido

,

no

s e

permite

e f t a b l e c i r n i e n t o

alguno

á

l o s

q ue

no profesen l a Religion

Catholicaj

pero

e f t o

no impide para q ue ( s i por algun nau

f r a g i o 3é impensado acaso l l e g a s e n

k

s u s

Puertos , ó Fronteras)

s e

l e s franqueen

l o s

socorros q ue pide l a humanidad en t a l e s

coyunturas.

Un



270

Derecho Publico

Un Pais

poseído

por dos

d i f t i n t a s

Ka-

dones,

puede

d i v i d i r s e

equitativamente,

mas s i acaso no s e convinieren , cada una

poseerá

l o

q ue

ocupe.

En

l a

I s l a

de

San

to Domingo ,

habitada

á ü n tiempo por

l e s Franceses , y Españoles , cada Nacion

conserva

l a j u r i s d í c i o n de su t e r r i t o r i o .

Lo mismo q ue decimos de l a Na

cion

,

por

l o

q ue

mira

á

e f t a s

ocupaciones,

decimos de un p a r t i c u l a r , e l qual puede

e s t a b l e c e r s e

en un

terreno desierto fuera

de su País , adquiriendo e r i é l dominio , y

formando

un

nuevo Eftado

, s i

acaso

h a l l a

quien l e acompañe en e f t e

intento

j pero

será

vana

pretension

querer

apropiarse

é l s o l o ,

todo e l

P a í s , con un derecho

ex

c l u s i v o ; y a s i l a s Naciones q ue vengan

despues á e f t a b l e c e r s e , aunque

deberán

r e s p e t a r

á

e f t e

poseedor,

no

de modo

q ue

l a s

impida

tomar

posesion

d e l

t e r r e

no q ue no ocupa.

CA-



de

la

Paz. 271

CAPITULO VIH.

Del

verdadero uso del dominio entre tas

Naciones,

Aunque

e l

derecho

de

e l

propio

in*

t e r e s en l a s Naciones l a s da f a c u l

tad para anteponerse

á

todos l o s demás e s *

traños derechos i

nu

juzgandose o b l i g a

das

á

ceder de

su

propia conveniencia pof

acrecentar

l a

agena;

con

todo

eso,

e l

derecho

de humanidad en l o s

Eftados

Politicos,

e l

mutuo

ajnor « q u e deben t e

ner l o s hombres , y l a s r e c i p r o c a s

pruebas

de

amiftad q ue deben darse , obligan mu

chas

veces

á

p a g a r

una

pequeña

incomo

didad

,

y

s a c r i f i c a r

u r t corto

i n t e r e s

por*

q ue otros logren

alguna

grande venta-

Los Eftados , y Sociedades C i v i l e s se

han de

considerar como

l a s p a r t i c u l a r e s ,

y s i

e l t o s

por

razon

de

equidad

,

natural

amor , y

reciproco a f e c t o

, deben procu

r a r

s



272 Derecho Publico

r a r

e l bien de s u s

semejantes ,

no

s i g n í e n - *

dose

de e l l o grande p e r j u i c i o á

s u s propios

i n t e r e s e s , por q ue no á aquellos d e l mis

mo

modo

,

y

aun

con

mas

razon

concur

r i r á n á l a s v e n t a j a s de l o s o t r o s . Efta

j u f t a

condescendencia , tan

l e j o s

e f t á de ser


á

l o s adelantamientos dela

Na

cion

, q ue antes

bien

l a puede s e r

mas

u t i l

;

pues

l a s

q ue

reciben

e l

b e n e f i c i o ,

obligadas

de l a generosidad

,

bolverán

a l

gun d i a quizá

con

aumento

l o s

s e r v i c i o s

q ue

l a s han

hecho

;

de

cuya buena

correspon*

dencia ,

¡qué f e l i c i d a d e s no r e s u l t a r á n

en

l o s

E f t a d o s

Uno de l o s

e f e é l o s

de e l l a buena

condescendencia es

e l

pasaje, ó t r a n s i t o

de l o s

Eftrangeros

por

e l

P a í s

,

ya

sea

para i r á

comerciar á otro

, ya

para

otros

f i n e s q ue no l e perjudiquen. A l a verdad

e l

v i a j a r

e s

de

Derecho

Natural

,

y

l o s

Ca

minos deben e f t á r patentes á todos , a s i

como e f t á n losMaies; pero puede haver

t a l e s

razones

, q ue obliguen

á

impedir

e f t a

l i b e r t a d . Sin embargo,

no

siendo

gravisimas

,

y

de

grande

consequencia

p a r a .

e l Eftado, deberá permitirse e f t a f a c u l t a d

a



D É

la Paz.

z ?$

á l o s q ue quisieren u s a r l a . La p r a c t i c a q u¿

en

e l d í a s e observa e s , no r e u s a r e l pasa

j e

en

tiempo

de

Paz

,

negandole

en

t i e m - »

po de

Guerra

á

l o s

Enemigos

;

a .

nO s e r

por p a r t i c u l a r caso , q ue

no

debe hacer

exemplar» Verdad

e s

q ue a s i

en é f b i

,

co

mo

en l a s

demás

ocasiones $ s e debe

ca*

minar

con

l a s

reservas

mas

prudentes

,

á

f i n de

q ue no t r a i g a p e r j u i c i o

semejante

permiso

j

( a )

para l o qual

e s

l i c i t o á l a

Nacion q ue l o concede , pedir l a s s e g u r i

dades q ue l a

parezcan

mas oportunas,

no

debiendo misarse por parte de l a q ue

Í o s o l i c i t a * Efto

s e

p r a c t i c a

entre

dos

Naciones mal r e c o n c i l i a d a s

, y r e z e l o s a s

entre s i

» y en t a l caso

s e r á mas

conve*

Tow»

i * S nien-

y a )

La

Reyna

Catholica

Doña

I s a b e l

dio

uní

prueba muy

señalada de

su

heroico

espíritu

,

con e l

motivo de pisar truchos Franceses

á v i s i t a r

e l

Cuer

po de Santiago , armados ,

y

en

numero

baftante para

dar

retelo. Despues

de

oídos los dictamenes de sus

Consejeros ( q ue decían era conveniente impedir

l a

entrada') respondió resuelta : Mas

q u i e r o

caer enma

nto

de

mis

enemigos

,

q ué

eftorvar las

visitas

del

Pa'troH

de E,paña,

A

l a verdad , digna respuefta

de

un pe

cho

Catholicd

,

pero

en

l a s

Leyes de l a Política maí

d'gua de

admiracion ,

c j u e de imitarla.



274 Derecho Publico

mente den l a s

seguridades

ambas p a r t e s i

Tales

pa&os

, y

obligaciones

, suelen i n t e r

venir

quando

e l

t r a n s i t o

e s

de

algun

Cuerpo

de E x e r c i t o , ó de

algún Personage,en cuya

seguridad i n t e r e s a

l a

Nacion. Por l o que

mira á l o s p a r t i c u l a r e s , b a f t a

l a buena

fé

de l a tranquilidad, para no pedir otros

resguardos

, n i darlos ;

no

pudiendo ser

dañosos

,

a s i

por s u

numero

, como por

su

c a l i d a d . De

qualquier

suerte q ue

s e a

,

y s t

por

Tratados,

y convenciones, ya por t a

c i t a permision , qualquiera de l o s q ue

quebrantaren e í t e derecho concedido ,

ó

abusasen

de

é l ,

serán

mirados

como

vio

ladores de

l a

p u b l i c a seguridad

,

y

eftarán

en

obligacion de s a t i s f a c e r

á

l a

parte ofen

d i d a . E l Emperador Carlos V . con e l mo

tivo de apaciguar

J a

Sedicion

de Gante,

quiso

a t r a v e s a r

por

Francia

,

siendo

e l

camino mas

breve ; s i n embargo

de que

podia e f t a r rezeloso de su Rey Francisco

Primero , á quien

havia tenido

preso

, y

soltado con . d u r a s

condiciones

;

pero

e f t e

generoso

P r i n c i p e ,

(contra

e l

dictamen

de

l a

mayor p a r t e de s u s

Consejeros,

q ue pedian

asegurase

l a

persona d e l Emperador;

solo

l o



de

la

Paz. 275

l o

r e c i b i ó para a g a s a j a r l e

magníficamente,

y

despacharle

l l e n o de agradccimiento,dan-

do

á entender con e f t a accion , q ue en l o s ;

corazones Reales

no

caben infames b a j e

zas, y q ue e l

derecho

de humanidad

,

y

l a

i b

p u b l i c a

, s e deben anteponer á qualquier

otro

i n t e r e s . En España , eftando por su

s i t u a c i o n

rodeada

c a s i

toda

d e l

Mar

,

s e

ofrecen pocas

ocasiones

de

u s a r

e f t a s

con

cesiones, no obftante , s i alguna vez s e

proporcionan ,

s e

observan l a s mismas

r e g l a s

en

i g u a l e s

c i r c u n f t a n c i a s ,

s i n

q ue

l a

d i f e r e n c i a

de

Religion

impida

e f t o s

bue

nos o f i c i o s de humanidad,

Qnando e f t a

concesion

e s

general d ,

todas

i a s

Naciones,

s i

acaso s e niega á

alguna , s i n duda podrá tener j u f t o mo

t i v o de sentimiento , a l verse exceptuada

de l a comun permision

,

á no

s e r

q ue ha

ya para e l l o causas muy graves ; pues

de

otro modo p a r e c e r í a mas odio a z i a e l l a , q ue

no j u f t a precaucion d e l Eftado.Efte i n t e r e s a

mucho , en quesean

bien

r e c i b i d o s , y

t r a

tados

l o s

Eftrangeros.Para

e f t o l a

perfeccion

d e l Gobierno , y P o l i t i c a ha de c u i d a r ,

de

q ue

s e l e proporcione l a mayor como-

S 2 d i -




didad, y

r e g a l o

, a s i en l a s Posadas de

i o s Caminos, como en l a s

demás

de s u s

eftablecimientos

,

procurando

s e

l o s

mire

con

amor, y

agrado

, y no por s e r

de

otro P a í s , s e use con e l l o s t r a t o engañoso,

y de

mala

f é . Los antiguos Griegos, y

Romanos , eran tan observantes de l a hos

p i t a l i d a d

, q ue l a

veneraban

como

Sa

grado Derecho.

Pisón ,

Cabeza delos con

jurados , para matar a l Emperador Ne

ron

,

no quiso

(pudiendo)

hacerlo en su

propia Casa , por no quebrantar l a s Le

yes de l a

h o s p i t a l i d a d .

En nueftros tiem

pos

no

s e

puede

negar

á

l a

Nacion

Fran

cesa l a

g l o r i a

de

s e r

l a

q ue mas a g a s a j a

a

l o s

f o r a í r e r o s

, haciendoles

quantas

de-

monftraciones

de

a f e ó l o s e

pueden e s p e r a r .

Verdad e s , q ue no

r e c i b e

c o r t a

recompen

sa

por

e f t o s

s e r v i c i o s ,

siendo

inmensas

l a s cantidades

de

dinero ,

q ue

con e f t e sua

ve

a t r a c t i v o entran

todos l o s

años en P a r í s .

E f t a

j u f t a

atencion con l o s

Eftranje-

ros

t r a n s i t a n t e s , debe tambien

comprehen-

der

á

l o s q ue

s e

quieren e f t a b l e c e r én

e l

P a í s . Muchas veces sucede , q ue un

n u * .

mero grande de e í t o s , se presenta pidien

do



de la Paz.

277

¿o

domicilio

; en

eftc

caso , s i

no

huviese

graves inconvenientes , podrán ser admiti

dos

; pero deberá el Eítedo tomar

las

pre

-

cauciones

necesarias para

que no sean

dañosos. Lo mejor será dividirlos en las

principales Villas

, y Ciudades

;

y de

efte

modo

pueden ser de gran utilidad

al

País

que

los

recibe.

CAPITULO IX.

De los inmutables

Derechos de

los

Hombres.

ANtesde introducirse el

Dominio >

y

la

Propiedad de

las

cosas

,

todas

ellas

pertenecían indiftintamente

á

los

hom

bres

,

y despues de

efta lnftruccion , solo

pertenecen

(como yá

hemos expuefto)

á

aquellos que

las poseen , pero sin embar

go de

efte

particular Dominio^ hay muchas

que por su naturaleza conservan la inde

pendencia

, siendo

comunes

á todos , se

gun en las circunftancias que se propon

S $ CÍOt*



2 78 Derecho

Publico

cioncn¿ Todos

l o s hombres conservan

c i e r t o s derechos inmutables

por

s u

natu

raleza,

con

l o s

quales

pueden

adquirir

aun l o

q ue e f t é

en ageno

dominio.

El Derecho de necesidad obliga mu

chas veces

á

hacer , l o

q ue

s i n é l fuera

í l i c i t o . La t i e r r a s e

c r i ó para

e l suftento

de s u s habitantes

,

y l a propiedad

de a l

gunos

,

no

debe

s e r

causa

de

q ue

l o s

de

más perezcan de hambre. Quando una

Nacion e f t á f a l t a

de

v i v e r e s

,

puede e x i

g i r l o s de otra

por

f u e r z a

, siempre

q ue no

quiera d a r l o s á moderado

p r e c i o .

La ex

trema

necesidad

,

hace

r e i . a c e r

e l

p r i m i t i

vo derecho de

l a s

cosas

comunes, q ue

no s e

debe

perder en caso

n e c e s a r i o .

Los

p a r t i c u l a r e s tienen l a misma f a c u l t a d

,

a s i

en

c f t e caso , como en

l o s

demás , en q ue

interese

su

v i d a ,

( a )

Tam-

(a) La necesidad quebranta

e l

Derecho comun,

y aun

e l

Privilegio , y a s i haviendola , nu s e podri

sacar

Trigo

d e l

País

, n i otro vaftimento , con

e l

f i n

de

socorrer

á

l o s eftraños; a s i

lo enseñan nues

tras

Leyes,

y

entre

e l l a s

s e

puede

ver

con

cuidado

U

Ley ij.

t i t .

i.part. i » con l a Glosa de

Gregorio

Lo»



de

la

Paz.

279

Tambien

s e emende e f t c Derecho

a

l a s

demás

cosas q ue una Nacion n e c e s i *

t a

,

como

son

Navios

,

Carros

,

Caballos,

y aun

e l

t r a b a j o de

l o s

Eftrangcros. No

hay duda

q ue s i n e c e s i t a

s e r v i r s e de

e l l a s ,

podrá hacerlo,

aunque

s e a

por f u e r z a .

La

p r a c t i c a comun de Europa e s muy con

forme á e f t a maxima.

Se

pueden

usar

de

l a s

Embarcaciones

Eftrangeras

, ( a )

y de

más cosas q ue s e necesiten , pero ha de

s e r pagandolas á su j u f t o precio

,

pues e l

derecho de n e c e s i t a r no permite s e quede

s i n

pagar

e l t r a b a j o

ageno.

Por

l o

q ue

mira

á

a d q u i r i r

mugeres

propias , debernos d e c i r , q ue una Nacion

tiene derecho

de

p e d i r l a s

á

s u s vecinos,

y de

tomarlas s i

no

quieren d a r l a s . Todos

los hombres por

su

naturaleza

tienen

de-

r e * ,

ho

de

conservar,

y

m u l t i p l i c a r

su

e s

pecie por

l o s medios

l i c i t o s d e l

Matrimo*

S 4

n i o ;

■ i m . 1 é

Lopee

en

e l vers. Pojtur* ,

colun.

1 .

en

e l f i n , y tam^

bien l a

Ley

1 . c í t . 15. de l a Recop.

l i b .

j.

(a)

Es

Dottrina

d e l

Señor

Ortega

en

eltap.

18*

S j t t f t i o n e s d e l Derecho Publico ; y de los demis Anco

r e s q ue a l l í s e c i c a n . i *



28o

Derecho

Publico

pio i pues de otro modo perecería quaf-

quier Eftado nuevamente eftablecido. Si

$e

les

reusan

las

mugeres

para

casarse

con

ellas ^ se verán en la necesidad de qui

tarselas á sus Padres de por

fuerza.

Efte e s ;

Un

caso que no tiene exemplar en nues

tros tiempos ,

ni

parece facil

de

propor-

<ionaise.

No

obftante

,

no

es

imposible,

y en

caso de

que

suceda , se

deben

te-

per presentes muchas circunfhncias , para

no

faltar á l a

Religion en

punto tan de

licado.

El Robo de

las Sabinas

y tan famo

so en la Hiftotia

Romana

, fue reputada

entre los Sabios de la antiguedad , por

un legitimo esfuerzo

del

Derecho

Natural

¡ a que

la necesidad obliga s pero s i aten

demos á

los

juftos motivos

que sus Padres>

tuvieron para

negarlas ,

y

á l a

violencia,

que

á

ellas

se

les

hizo

entrando

al

.

prin

cipio forzadas , fue una grande injuíticia , y -

Un.

atentado

digno de caftigo, ( a)

Se

(a)

L o s .

primeros

Fundadores

de

Roña

,

fueron

una

tropa

de

fWagidos

, y

salteadores

quo s e aco

gieran á

e l

arlo , q ue Romulo

señalo

en e l a , par*

p i l a c a f t a

de Ganes.

Los Pueblos ¡nnacdáaios > ( n i e < *



de la Paz.

2 8 r

Se

han

de

mirar primero l a s circuns

t a n c i a s , no resolviendose sino e s en caso

de

q ue

l o s

parientes,

s i n

motivo

j n f t o ,

nieguen

á

s u s

h i j a s

,

cuyo consentimien

to esforzose»;

pues ningun der echo dá

f a c u l t a d para v i o l e n t a r l a s voluntades

,

y

a s i

, s i l l e g a r e e l caso de q ue una Nacion

robase

l a s

mugeres

q ue

n e c e s i t e

para

ca

s a r s e con e l l a s , solo podrá retener á l a s

que voluntariamente, y

por

medio

de su

agasajo , y atencion

escogiesen

Esposos

en

e l l a , dejando á l a s demás en plena l i

bertad para

r e f t i m i r s e

á s u s f a m i l i a s .

Asi

como

no

s e

deben

a d q u i r i r

por

• fuerza en

otros P a í s e s

l a s mugeres q ue

reusasen contraer

e l

Matrimonio

, a s i tam

poco

e l

Soberano , n i e l

Cuerpo

de Na

cion

pueden e n t r e g a r l a s , violentando su

alvedrio

,

y poniendolas en

poder

de

unos

dueños ,

á

quien e l l a s reusan a d m i t i r . E f t a

se-

Informados

de

quien eran) reusaron con razón en

tregarles sus hijas ; y a s í respondieron á Romulo

resueltamente : ght

señalase

o t r o A s i l o para l a s ma

las Mugeres . y de e f l e modo bailarla Esposas p r o p o r c i o n

nadas i ¡ a calidad de

l o s quilas p e d i a , n .

< ■ •




S e r í a una v i o l e n c i a tan inhumana,

como

se puede

d i s c u r r i r de una

accion q ue vio

l a

todos

l o s

derechos

de

l a

humanidad.

La voluntad propia

e s independiente

, y

solo s e s u j e t a á l a s Leyes de l a razon,

siendo l i c i t o o b l i g a r l a

en

e f t e

caso

,

no

en l o s q ue

tienen por f i n

l a

impiedad ,

é i n -

famia.El d e t e f t a b l c Tributo de

l a s

c i e n don

c e l l a s , pagado álos

Moros

por e l i n t r u

so Mauregato

, e s Un laftimoso

exemplar

q ue ofrece nueftra H i f t o r i a , como efe&o

de un t i r a n o abuso , y traftorno d e l De

recho de

Gentes. No solo fue

e f t e

con

t r a t o

violento

,

y

d e t e f t a b l e

,

por

l a s

bar

baras circun

( r a n c i a s

de entregarse

á l o s

i n f i e l e s pira p r o f t i t u í r s c unas c h r i f t i a n a s ,

y honeftas doncellas, sino tambien por

quebrantar l a s Sagradas Leyes de l a

hu-

munidad

,

obligando

por

fuerza

su

con

t r a r i o consentimiento: De suerte ,

q ue

aun practicado con Naciones C h r i f t i a n a s ,

y P o l i t i c a s

,

y con e l honefto f i n

del

Matrimonio

,

siempre quedaba nulo e l

contrato

,

por

l a

f a l t a

de

voluntad

en

l a s

contrayentes.

Por l o q ue hace a l pasage , ó t r a n s i t o

por



de

la

Paz. 2 83

por

e l

País

ageno

, y á hemos hablado

an

tecedentemente.

Un Exercito q ue

t i e n e

precision

de

a t r a v e s a r

otro

t e r r i t o r i o

q ue

e l

suyo

, podrá hacerlo por f u e r z a , s i no

quiere permitirlo l a

Nacion

q ue l o

ocupa.

Lo mismo decimos de

una Esqua-

dra

r e f u g i a d a a l Puerto por

miedo

de

l a

tempeftad , guardando siempre en e l

t r a n s i

to l a buena

orden

, y equidad q ue s e

ne

c e s i t a ; pero s e

ofrece l a

duda ,

de s i

aun

tiempo mismo

a s i f t e n

dos razones i g u a l

mente f u e r t e s á cada p a r t e : á una para

negar

e l paso , y a o t r a

para s o l i c i t a r l o ,

¿ q u é

partido

s e

deberá

s e g u i r ?

Como

por

exemplo : ¿ s i

un Navio arrojado de

una

tormenta ,

s e refugiase á

e l Puerto

,

pero

e l

Señor

de

c f t e

, supiese

q ue

venia i n

f e c t o

,

y apeftado

,

de

s u e r t e

q ue

s e

v i e s e

obligado

á

a p a r t a r l e

á

cañonazos?

En

e s

t e caso ,

y en l o s demás de

e f t a

e s p e c i e ,

se debe atender á e l mayor mal , y en c a

so

de s e r

i g u a l e s ,

ver como s e pueden con

c i l i a r , cediendo

algo por

ambas

p a r r e s ,

y

precaviendo l o mejor q ue s e pueda l o s ma

l o s

efe&os

, en l a suposicion de q ue ,

me

diando

e l bien Publico

( como en e l caso

de



284 DERECHO

PüBLICCJ

ide no admitir el Navio) debe ceder el de

los particulares. Si no obftante (por una

rara

contingencia)

se

encontrasen

dos

ca

sos , en que igualmente interesa efte bien,

no faltaran algunas circunftancias , que

balanceando mas

de un

lado que

de otro,

hagan mas jnfto un motivo , y s i identi

camente

sin

discrepar

en

nada

,

ni

ser

menores

los intereses , se uniesen igual

mente

las

razones (cosa a l

parecer impo

sible) entonces la parte

mas debil debe

r á ceder á

la

mas

poderosa

,

y conformar

se

con los acasos de la

suerte.

El

derecho

de habitar en

un

País

Es-

trangero , pertenece á todos los fugitivos,

ó defterrados del

suyo.

La Nacion á

la

que se acogen , no podrá reusarles l a ha

bitacion , á

lo menos

por algun tiempo,

siempre

que

no

tenga razones

suficientes

para

ello. Eftos

nuevos

habitantes

deben

eftár sujetos a l Soberano del

Eftado adon

de

se

han eftab'ecido ;

pagarle tributos ,

y

mirarle como á

Señor

suyo , 6 á

lo

me

nos

como

á

Protector

,

y bajo

cuyo

am

paro eftán

conftituídos.

Además de efte Derecho de uso nece-

sa-

V



de La

Paz. 285

sano , hay otro de uso inocente ,

que

se

parece á él mucho. Llamase Derecho de

uso

inocente

,

la

facultad

de

poder

usar

una

cosa

sin causar daño , ni perdida al

propietario de ella. Bajo cfte

concepto

se

deben

entender

todas aquellas , cuyo

ú¿o

es

comun á todos los

hombres , como el

agua

corriente

,

el

Mar

,

el

Ayre

,

( a)

y

otras de

efte genero.

Un

Navio

marchan

te

puede ,

aun sin

extrema

necesidad,

acer

carse á unaCofta á hacer aguada , dar al

gun

descanso

al

equipage , encender fue

go

para calentarse,

y componer

l a

comi

da , con

otros

usos inocentes ; y que el

reusarlos fuera mero capricho del Seño? .

de

la propiedad. Lo

mismo se debe en

tender en

otros

casos de cita especie , no

debiendo traftornar el Derecho Publico na

tural

,

que

es

propio

de

todos

los

hombres.

CA-

( 4 ) Efte

uso del

Agua , A y r e

,

y otras co sas Co

munes ,

e s

l í c i t o

á

todos I09 hombres

,

como

coafta

de l a s Leyes 9,10.16, y ocras

t i t ,

»8. part.

3 ,



286 Derecho Publico

capitulo x.

De la conduffa que se debe observar

con los

EJirangeros.

Nel capitulo antecedente tocamos

i algo

de la

conducía que debe te

nerse

con los Eftrangcros

, pero

siendo

l a

materia tan

bafta,

es necesario

tratarla

separadamente.

Los

Eftrangeros

de

quien

hablamos, son de aquellos que vienen

á eftablecerse á otro País por algun

tiem

po, yá sea por ser

arrojados

del suyo,

yá por el gufto de viajar , é inftruirse con

los

cxemplares de

afuera.

No hablamos

aqui de los Embajadores Ordinarios, y

Extraordinarios, Residentes,Encargados de

los negocios ,

ni

de sus

dependientes

, y

familias ,

por haver de tratar

de ellos en

donde

les

corresponde

, segun

el

Plan

propuefto

a

principio

de

efta

Ohja.

De qualquier clase que sean IosEflran»

geros

,

daben ser recibidos

con

amor

, y

be-

i



de la Paz. 2 87

benevolencia. El

Soberano d e l Pais

tiene

poder

para

no hacerlo; pero

cerno

e l l a s

facultades

e f t á n

concedidas

,

mas

cen

l a

mira de l a propia

seguridad

, q ue no

del

ageno p e r j u i c i o

, siempre q ue no s e s i g a

grave

inconveniente

, deberán , s i n áuáa,

concederse ; pues de otro modo paiece-

l i a

mero

capricho e l impedir nn ido

de

humanidad

entre

l a s

Naciones.No obftante,

e l Señor d e l t e r r i t o i i o puede

impedirlo,

á

no s e r en l o s casos

de

necesidad a r r i b a

expueftos, y

nadie

deberá

quejarse deque

se

l e

hace i n j u r i a .

T;mbien l e e s

peimi-

tido

poner

alguna

condicion

,

bajo

l a

qual

se deba

entrar en e l

P a í s

, y de l a

q ue

s e r á

preciso

a d v e r t i r

á

l o s Eftrangeros a

su entrada en é l , como

en

l a China

,

y

en

e l Japon para q ue conformen

,

6 no

con

s u

observancia.

En

Europa

libremen

t e

s e puede v i a j a r , no siendo enemigos

d e l Eftado , vagamundos , ó f a c i n

eresoj;

por

l o

q ue mira á España, e s pichibida

l a entrada

á

l o s

de c o n t r a r i a

Religion ; no

chftante

,

yendo

de

paso

,

á

algun

nego

c i o

p a r t i c u l a r

de

interes

propio , ¿ e ¿emi

t e alguna condescendencia, lo mas cen-

f o r -

i



2 83

Dzrecho Publico

forme a l Deiecho es, presentarse á sit

Embajador , para que responda

de su

con*

duda,

y

s i

e f t a

fuese

sospechosa

, se

po

drá expeler del Reyno ;

l o

mismo

suce-»

de quando e l numero de Eftrarigeros de

difunta Religion llegue á ser

tanto

, que

cause algun recelo de

que

pueda pertur

barse é f t a ; pues no hay duda que de t a

l e s principios

suele

dimanar

l a

corrupcion,

a s i de coftumbres , como de creencia.

Eftas son unas

condiciones

expresas,

l a s que es necesario

prevenirles á

l o s que

transitan por un

Pais

, de suerte

que

na

.

puedan

disculparse

con

l a

ignorancia

de

ellas, pero l a s condiciones t a c i t a s que de

ben observar , no

requieren

expresa enun

ciacion, siendo

de

su obligacion e l saber

l a s . La

principal

de e l l a s es l a sumision

á

l a s

Leyes

del

P a í s ,

( a )

Todos

l o s

Eftran-

geros

cíián

sujetos á

ser juzgados

poí

Jas

( a ) Los Eftrangeros

e f t ' á n

sujetas

á l a s

Leyes

del

País, especialmente aquellas q ue

son de

Derecha

comun

,

y

no

podran

disculparse

con

l a

ignoran-

c í a .

Ley

2 5. t i t .

7. pare, i » Ley i j . t i t .

1 .

de l a mis

ma part. .

•

. . . , í



de la Paz. 289

f a s

Leyes

q ue

gobiernan

aquel

t e r r i t o r i o

en q ue s e h a l l a n , y s e h i c i e r e n

para

se

guridad

de

é l

,

s i n

d i f t i n c i o n

de

personas*

La poteftad l e g i s l a t i v a de e l Soberano

se e f t i e n d e á todos s u s

Dominios

, y consi

guientemente

á

todos s u s habitadores ,

de

« j u a l q u i e r c a l i d a d q ue s e a n . En

v i r t u d de

c í i a

f a c u l t a d ,

e l

Eftrangero

q ue

cayese en

alguna

f a l t a

, s e r á

c a f t i g a d o segun

d i c h a s :

Leyes , y

l o mismo

s e

debe

entender en

e l juzgado de l a s

demás

d i f e r e n c i a s s u y a s ,

y a

sea

entre s í

, y a con

algun Ciudadano,

exceptuando l o s

casos

en q ue por l a s

con

venciones

,

y

Tratados

eFectuados

á

e f t e

fin, sus Consules conocen delas d i f e r e n

c i a s suyas ,

especialmente en materias de

Comercio. Ya hemos v i f t o como deben

respetar e f t a j u r i s d i c c i o n l o s otros Sobera

nos

,

y

en

l o s

casos

q ue

solamente

pue

den

i n t e r v e n i r á favor de s u s subditos.

Por e f t e derecho de a s o c i a c i o n a l c u e r « (

po d e l Eftado, l o s Eftrangeros se deben

considerar

como miembros

de

é l , y

por

l o tanto han de tener toda l a proteccion

l l e l

Soberano;

de otro

modo mas

s e i i a *

Tom, i , T ? 4 -



290 Derecho Pubuco

a d m i t i r l o s -

para

i n j u r i a r l o s ,

q ue

para

t r a

t a r l o s con

humanidad.

Entre l o s antiguos

era

muy

eftimada

l a

h o s p i t a l i d a d

con

l o s

Eftrangeros

: y

l a s Naciones c u l t a s de Eu-

ropa,y s e esmeran en e l uso de e l l a .

Contra,

Jas Naciones

feroces,que s a c r i f i c a n á l o s Es-

trangeros

inhumanamente

,

s e deben a r

mar l a s demás ; para a n i q u i l a r t a n infames

moradores

de

l a

t i e r r a .

En

reconocimiento de e f t a

proteccion

deberán l o s Eftrangeros

a c u d i r

á todas

l a s

urgencias d e l

Eftado ,

especialmente

para

l a defensa de

é l

contra l o s P i r a t a s ,

y

Salteadores

i

asimismo

a s i f t i r

a l

socorro

de

l a s d e s g r a c i a s ,

de inundaciones ,

incen

dios

,

y

ruinas, siendo muy

conforme á r a

zon,

q ue

disfrutando muchas v e n t a j a s , por

J a proteccion q ue t i e n e

d e l Soberano

, p a r

t i c i p e n

igualmente

de

l a s

p r e c i s a s

f a t i g a s

de

l o s Ciudadanos.

Es

verdad q ue

no

puede e f t a r

sujeto

a l a s cargas,que unicamente

hacen

relacioa

con

dicha

qualidad , pero no puede

e s -

cusarse

de otras, excepto de

l a

m i l i c i a ,

y

de

l o s

Tributos

deftinados

á

softener

los



i '

de

la Paz. 291

los derechos de l a Nacion. Deben pagar

los impueftos sobre los

viveres ,

( a) y mer

cadelas, y todos los

que

tengan co

nexion con su eftancia en el País , y

las repentinas urgencias

de

la Nacion.

No por

eso deja

de ser

miembro

de

la

suya e l Eftrangero : Efta

qualidad no

la

pierde

por

su

ausencia

,

y

asi conserva

sus

derechos

, y

es

reputado

con las mis

mas obligaciones.

El Eftado que los res-

p eta bajo efte concepto , nunca juzga te

ner

algun

derecho sobre su

persona : Es

verdad

que

s i

el

Eftrangero

comete

un

delito ,

puede

ser

caftigado ; pero

tambien

es

cierto

no eftá

obligado lo mismo

que los Subditos á

las

Leyes del Sobe

rano ,

tiene

la libertad de poderse ¡ c

por

no

obedecerlas , y

nadie

judíamente

podrá detenerlo , á no ser en tiempo de

T

%

Guer-

. - - . . . - . i , , , m

( a) í > y 3 . y 1 1 .

t í t .

3 .

I i b .

T . Recop. Y vease

e l a r t i 5 .

inserto en l a

r a t i f i c a c i o n del Traudo de

Comercio

ajudiado entre

nueftra

Corte, y

l a

de

Ingla

terra en

Ucrech á

9 .

de Diciembre de

17 13. y

en

e l

articulo 1 4. del Tracado de Comercio con e l Impe»

tío año 17*1.



2 9 2 Derecho Publico

'Guerra

para q ue no

dé n o t i c i a s

de

l a f ó r >

t a l e z a

d e l P a í s .

Siendo

l o s

bienes

d e l

Eftrangero

pro

pios de

s u persona podrá

disponer de e l l o s ,

segun

Leyes

de

su Rcyno,del qual

e s

miem

bro , y

nombrar

herederos conforme

lo

prescriba e l mismo

derecho.

No se l e

puede

impedir

e l

q ue haga Teftamento,

siendo

e f t e un derecho q ue r e s u l t a de l a

propiedad , y concedida é f t a , e s preciso

permitir l a l i b e r t a d de t e f t a r .

El

Tefta

mento d e l Eftrangero deberá s e g u i r en l o

s u b f t a n c i a l

l a s

Leyes de

su

P a í s , ( a ) pero

en

l a

formula

,

y

solemnidades

acoftumbra-

das , para q ue c o n f t e de l a verdad de é l ,

puede observar

a q u e l l a s e f t a b l e c i d a s

en

e l

q ue

forma e l Teftamento j mas e s de

a d v e r t i r

,

q ue hay grande d i f e r e n c i a entre

l o s

bienes

muebles

,

é

inmuebles

:

de

l o s

primeros puede disponer, segun l a s r e

g l a s d i c h a s ; pero de l o s segundos deberá

conformarse

con

l a s Leyes

l o c a l e s de

aquel

t e r -

( < * )

Asi

l o

p r e v i e n e

l a

Ley

t

. de

Toro

,

y

l a

4.

tic 4 . de URecop. hablando de o s C a f t e l l a n u i e p t t

hacen Teftamento fue» de

s u

iVu, •



de la Paz. 293

territorio.

La

poteftad del Soberano se

es.

tiende á todos sus dominios , sin

excep

tuar porcion alguna por pequeña que

sea : y asi los

bienes

de efta calidad es

tan sumisos á

las

Leyes

de

el País , y

sujetos á

las tasas , y

demás condiciones

que sean

precisas.

Por razon

de

buena

politica

no

se

deben

conceder

á

los

Eftran-

geros

semejantes

adquisiciones; pero

en

caso que se permitan , llevan tacitamente

inclusa efta condicion.

Se

debe

entender

hablamos de un Teftamento

solemne ,

no

del

cerrado

,

y

sin

las

publicas

formalida

des ;

pues

entonces

se

reputa

como s i es

tuviese hecho por el Eftrangero en su

mis

ma

Patria.

»

De los

bienes

muebles

que salen

del

Eftado , el Soberano

(en algunos Países)

retiene una corta porcion

,

por un

derecho

que se llama Tratado Foráneo : y no pa

rece fuera de jufticia retener alguna

parte

de

lo

mucho que absolutamente sale del

territorio.

En

España

efta

en uso

semejan

te

derecho.

Por lo

que hace á los Matrimonios de

los

Eftrangeros , sin

duda

son

permitidos,



2 4

Derecho

Publico

a no ser

que

se

halle

algun inconvenien

te grave , e l

que

regularmente es el de

la

diftinta

Religion

,

la

qual

siendo

igual

en

tr e

los

contrayentes , no hay

impedimen

to alguno,por nuefti as. Leyes. En otros

Países de Europa tienen menos reparo,

casandose sin embargo de la diftinta creen

cia

,

y

viviendo

convenidos

en

seguir

cada

. uno

l a

suya

,

y

tambien

en educar

los hijos en

ellas

,

repartiendo

regularmen

te

los

varones a l Padre ,

y á la Madre

las

hembras. .

. ,

CAPITULO XI.

De la

Usucapion

entre

las Naciones.

L

Usucapion

es

una adquisicion

de

dominio

fundada

sobre

l a larga

, y

quieta

posesion de

buena

f é .

En

las

Le

yes Civiles de los

Romanos

«e

señala

por

tiempo

baftante

para la

posesion

,

e l

de

tres

años

en

las cosas muebles, y diez

en

las que

no

lo

son

,

con

la diftinciou

i



de la.' Paz. 295

de los presentes , ó del territorio

,

y los

ausentes

que

viven fuera de él ; pues en

tonces

se

alarga

en

eftas

ultimas

hafta

veinte años,

como

se puede ver en el

titulo VI. libro 2 . de las Inftituciones de

Jvftiniano.

Tambien

se llama

Prescripcion,

y bajo eftos dos nombres suele entender

se

comunmente,

aunque

efta

voz

Pres*

criacion solia usarse en las cosas

incorpo

rales. 1

De qualquier modo

que

sea

,

es preci

so

confesar, que

la

Usucapion

es de Dere

cho

Natural por sus

efeftos.

Hemos dicho

yá, ene el Bien

Publico ,

se debe antepo

ner

á todo

otro

particular ,

y

asi nadie

dudará

que sea

valida

l a Usucapion

,

vien

do que

el

publico

interesa

en

el

cultivo de

las Tierns , y en

que los

dominios de las

cosas noeften

inciertos

;

pues

de

otro

mo

do el descuido

,

ó

negligencia de los po

seedores

icarrearia

notables

perjuicios al

Eftado. E e

es

el motivo

porque

despues

ée

varias controversias se ha

admitido

la

prescripcion

entre

las

Naciones ;

pues

fue-*

ra cosa opuffta al Derecho Natural , que

una porcion de terreno quedara incul-



596 Derecho

Publico

t a por l a n e g l i g e n c i a

d e l

dueño.

Para l a s Prescripciones de e l l a clase

Se s u e l e a l e g a r un l a r g o

tiempo

s

y

aun

c a s i inmemorial , y aun

de e s e modo eí

d i f í c i l

de probar e l abandono

d e l

dueño»

pues l a

negligencia,

ó

descuido d e l

Sobe

rano

, no debe dañar

á

l a Nacion

,no

s i e r -

do l i c i t o cnagenai 4 6

abandonar

s i n

pe

-

miso

de

é f i a

s algana

pouion

de

tenenj,

ó álgun Derecho

Nacional

; por eso s e

prueba mejor con e l tiempo inmemoralí

pues

s e

supone e l consentimiento d e l E f t a «

¿o , no haviendose opuefto despues df t a r i

largo

tiempo,

Es verdad

q ue entre l a s excepáonel

¡ q u e s e suelen

poner

por

l a parte cespo-

jada

, s e

puede

a l e g a r e l j u f t o t e r r o r d e l

mayor poder

, . y e l involuntario

s l c r í c i o ,

q ue por

e f t a razon ba

observado

no

de

biendo

s e r v i r de

abono

para

l a

p r e s t

r i p *

cionj pero e f t a razon parece debí,

siem

pre q ue

s e

haya pasado un

minero

exce

sivo de años : en cuyo tiempo e s , a \ pa«

recer, imposible d e j a r de o f r e c e r s e a l g u n a s »

favorables

ocasiones

,

para

p r o t e f t a r

,

á

l o

menos , l a

posesion

¿ a s i no sendo palpa

b l e



dé

la

Paz.

f c £ 7

f e l e l a mala f é ,

s e

debe

c r e e r

no

l a hay

en

l a

Nacion

q ue

posee.

Hay

c i e r r o s

derechos,

aunque

verda

deros ,

y a mutiles

, y q ue p a r e c i e r a r i d i c u

l e z

e l s u s c i t a r l o s ; pues

con l a

l a r g a pose

sion no conteftada

, e f t á n p r e s c r i p t o s , y

s i n fuerza a l g u n a . Los Reyes Godos pose»

yeron por deiecho

deConquifta

una p a r

t e

de

l a

Francia

, llamada comunmente Ga*

l i a

Gotica

,

y aunque l o s

Reyes ,

s u s suce

sores ,

por

razon

de

l a

herencia

, a d q u i r i e »

ron

tambien e l

derecho

á

e f t a parte,

nin

guno ha intentado una pretension

,

q ue en

e l

d i a

s e

deberia

despreciar

como

teme

r a r i a , aunque t r a e tan

j u f t i f i c a d o

origen.

Otra cosa

es

e l derecho á l a

Corona

de

Portugal , t a n t a s veces disputado , y tan

c l a r o á favor

. ^ d e nueftros

Soberanos

;

ver

dad

e s

q ue

en

e l

ultimo

Tratado

de

Paz , ( * ) s e declaró

por

independiente e f t a

Corona, renunciando quantos derechos

tenia á e l l a 5 pero tambien e s c i e r t o que

e l

bien de

l a Paz , y l a s c i r c u n f t a n c i a s que

Suelen o c u r r i r > hacen mudar de semblan

t e

i*)

Año

de 1668,



2 B Derecho Publico

te las cosas, y ceder violentamente alo que

no se debe de jufticia

: fuera de que

el nue

vo

derecho

( a)

no

renunciado

es

aun

mas

solido que

los

antecedentes.

Los Eftados

de flandes , gran parte de la Italia , mu

chos

eftablecimientos de la America ,

y

otros Eftados

que

pertenecian de jufticia^

y

eftuvieron

algun

tiempo

bajo

la

Domi

nacion de

España,

son claras usurpacio

nes , que las demás Naciones la han hecho

en

diferentes

tiempos y ocasiones : y aun

que por

los

Tratados de Paz, y obliga

ciones pofteriores se han cedido eftas

adquisiciones á sus respectivos poseedo

r es , s i atendemos k las triftes

circunftan-

cias

que

han obligado á ello

, será impo

sible salvar la buena fé de las Naciones,

... . . . ni

(a)

E l

derecho q ue tiene

á

l a Corona de Portu

gal l a Cata

de Farnesio , e s incontratable.

Muerto e l

Rey Don Sebaftian s i n hijos ,y poco desoves e l R«y

Don

Henrique

,

bolvia l a

Corona á l o s hcrfdcros

de

Don Manuel su

antecesor. Eftc havia

dejado un

hijo llamado Eduardo , y

dos

h i j a s ,

I s a b e l

q ue

e r a

l a

mayor

(Madre

de

Phelipe

I I . )

y

Beatriz,

casada

con e l Duque de Saboya. Eduardo murió dejando

tambien dos h i j a s

y l a

mayor

casada con

e l

Duque

de Parma

,

y

l a

menor con

e l de Bergaiua.



de la

Paz. 299

ni

creer

que ellas pueden prescribir con

jufto titulo , unas posesiones que se

han

abandonado

contra

toda

la

voluntad

de

su legitimo dueño.Noobftantc,la practi

ca

común es afianzar la Usucapion

,

por

medio de Tratados para

hacerla

legitima,

y

á falta

de

ellos,

l a coftumbre

inmemo

rial

,

legitima

las

prescripciones

,

siempre

que se hallen en ellas desde el princi

pio l a buena fe 5 y el jufto titulo, ( a)

CAPITULOXII.

De los Tratados.

■

¡ i

HEmos

llegado á la materia mas

obscura , y

escabrosa

del Dere

cho Publico 5 y por lo mismo

que es

tan

importante

s mas difícil de decidir. Dare-

» » . - mos

( < * ) La

prescripcion

de

l o s

Pechos

,

y

Tributos,

y

otras

cosas del Reyno , e f t a prohibida

por

nues

t r a s

Leyes,

como conftadela i.Lib. 4.

t i t .

1 5 1 , de

l a

Recop.



3oo

Derecho Publico

mos , no obftante , algunas reglas genera

les, cuya aplicacion

puede

var iarse se

gun

las

circunftancias

que

ocurran en

los

Tratados.

Si los hombres vivieran siempre de

buena

fe

, baftaban las obligaciones natura

les

que

llevamos

expueftas

para

su tran

quilidad

,

y

sosiego

;

pero

no

pudiendo

contar sobre ellas solamente ,por l a poca

fuerza

que

suelen

hacer

,

como

lo

ha acre •

ditado la

experiencia ,

es

preciso

conftituír

otras mas fuertes obligaciones , que como

dobles

nudos

,

aten

,

y unan

l a

voluntad

de

las Naciones.

Eftas

son

,

los

Tratados

he

chos

para efte f i n . Llamansc Tratados unos

pacaos ,

ó

convenciones celebradas para el

bien

Publico

entre

los Soberanos, ya

sea

perpetuamente ,

ó

por largo

tiempo.

Para que

tengan

la fuerza de Trata-

dos públicos ,

es

necesario

eftar

hechos

en

tre

los

Soberanos

independientes,

y

l i

bres

;

pues

aunque algunas

veces se con

trata con

los

Subditos

, ó Particulares,

es

tas

son

unas convenciones

privadas

que

no tienen

la

publica solemnidad que los

Tratados.

En

España

el

Soberano es

solo



de

la Paz.

301

quien

t i e n e f a c u l t a d de

a j u f t a r

l a s

d i f e r e n c i as

de l a

Nacion

con l a s o t r a s

por

medio de

Tratados,

y

pa&os

efectuados

con

l a s

so

lemnidades correspondientes. Regularmen

t e s e executan por s u s Embajadores, ó

Miniftros extraordinarios ,

comisionados á

e f t e f i n con todos l o s poderes necesarios*

pero haviendose originado no pocas d i

f e r e n c i a s , y disputas

acerca d e r l a s

f a c u l t a

des

de l o s

Miniftros , y del modo

de com«

prehender l a s ordenes

de

l o s Soberanos,

para

e v i t a r en

adelante s i n i e f t r a s

interpre»

taciones , s e han reservado e f t o s e l po

der

de

r a t i f i c a r

l o s

Tratados,

siendo

pre

c i s a

e f t a

d i l i g e n c i a para

su verdadero va

l o r

,

y f i r m e z a . Verdad

e s

, q ue

e l

Sobe

rano debe exponer politicamente l o s mo

tivos , por l o s q ue

no

concuerda

con

l o

executado

por

s u

Miniftro,

y

l o

mal

que

ha

entendido sus

ordenes,

( a )

Un

(a)

En

e l

Tratado

del

Derecho Publico

de

l a

Europa,

dado

á l u z ; en

nueftros

tiempos , pag. 93.

s e

citan

l a s

palabras

de

un

¡asigne

Autor

,

q ue

ha

blando

en e f t c

asunto ,

s e explica en

e f t o s

t e r t r i i -

D9» : St remedia , dice , « l inttnvtnitntt dt la í n f i -

de-



302

Derecho

- Publico

Un Tratado efectuado con

l a s r e f e

r i d a s solemnidades

, no hay duda

será va

l i d o

por

e f t a

p a r t e

,

s í

bien

e s

necesa

r i o no

tenga

v i c i o e s e n c i a l alguno. S i

es

pernicioso á l a Nacion , i n j u f t o , y de da

ñosas consequencias ,

aunque

s e haya e f e c

tuado

con

buena

f é , no conociendo e f t e

daño , s e r á

p r e c i s o deshacerlo ,

y l a

Na

cion

perjudicada ,

exponer

s u e r r o r para

enmendarlo ; en cuy o caso, s i l a otra no

q u i s i e r e ceder

de su derecho > i n s i s

tiendo

tenazmente en

é , deberá

perder

l o

, no

eítando

obligada l a

q ue

l o conce

dió

,

á

f a l t a r s e

á

s i

misma

por

un

yerro

f a c i l

de

enmendar. E l Rey

Don

Alonso

e l

Cafto , inconsideradamente ofreció h

Co-

delidad

posible

de

l o s

Embajadores

, con la

recíproca

et-

tipulacíon del

cambio

de lis r a t i f i c a c i o n e s , q ue t i

co

mo s i dijese : q ue e l tiempo ifiipulado para e r t i b i a r las

ratificaciones , e s e l q ue se da a l o s Soberanos , para c o

nocer

s i

s e han execut id o

sus

ordenes s e c r e t a s

, y en caso

q ue no hayan s ' y d o executadas para retraClar las promesas

hechas por l o s Embajadores. Por l o

qual

todos conviene*

en

q ue

un

Tratado

no

adq uier e toda

su

fuerxa

,

sin»

e s con la

ratificacion

de

lat

Patencias q ue l o han con»

citado»

-

\ ¡ i

• i



de

la Paz.

203

Corona

de Leon a l

Emperador Cario

Magno

,

contra e l legitimo derecho de

s u s

inmediatos

herederos, y

consentimien

to

de s u s v a s a l l o s , q ue no querían

e l

do

minio Eftrangero. E l e f e c t o fue , q ue a r r e

pentido e l Rey , y no queriendo por otra

parte f a l t a r

á

s u

palabra

, consintió

l e s a

casen

de e f t e ahogo s u s propios Subditos,

capitaneados por

e l

valeroso

Bernardo

d e l Carpio , l o s quales encontrando á e l

Exercito Francés

, q ue venia

entrando en

España , para tomar posesion de l a heren

c i a ,

l o derrotaron enteramente

con

muer

t e

de

s u s


Capitanes

,

V

ver

gonzosa huida d e l Emperador.

F f t a

fue

l a

ramosa B a t a l l a

de Roncesvalles

, llamada

a s i por e l s i t i o en q ue s e dio , y tan c e l e

brada

en l a s H i f t o r i a s

a n t i g u a s .

A

l a

verdad

e l

Principe

en

un

caso

como e l

antecedente,

debe

consultar

con

sus Miniftros , para tomar l a mas a c e r t a

da determinacion , no s e a q ue l a í i m i f t a d ,

ó

e l parentesco

i n c l i n e n l a

pasion

con*

t r a e l bien publico d e l Eftade. Asi l o eje

cutó

e l

Señor

Don

Carlos

I I .

nombrando

por

su sucesor a l Señor Don Felipe V .

( que



304 Derecho Publico

(que

efté

en Gloria) despues de muchos?

años

de

consultas

, y

dictamenes

de

hom-

bies sabios

,

y

virtuosos.

Aun

quando el

Tratado sea

jufto

en

tre

dos

Naciones ,

puede

, no obftante,

ser

injufto

respecto á l a causa

de él

;

como

por

exemplo : s i

dos

Soberanos se unen

para

hacer

alguna

injuiheia

á

otro

:

cuya

alianza

,

siendo

para tan

perverso

fin

, no

debe

pasar adelante.

Se

duda

s i es licito hacer Tratados de

Paz

, ó

de

Alianza

con los infieles

s enemi

gos de nueítra Religion , y a l parecer no

debe

executarse , negandoles todo el trato,

y comunicacion i pero es necesario diftin-

guir los tiempos, y las razones. En nin

guna

parte

mejor

que en

España

> puede

haver

perfecto

conocimiento de

efte pun

to

de Derecho

,

haviendo

por espacio

de

ochocientos

años tratado

con

ellos

, y te

niendolos en el dr a tan inmediatos. Es ver

dad

que el espíritu de

furor

, y l a natutal

antipatía

de

los dos

opueftos

partidos ^

ha

cía

en

otros

tiempos

olvidar

los

principios

naturales de

la humanidad , no pensando

en otra cosa, las Chriftianas, y Moro?,

e



MLA. Paz.

305

que C t t derramar reciprocamente su san

gre

,

y d e f t r u í r s c mutuamente.

Se

debe

conceder alguna raz on de parte de l o s

Es

pañoles >

pues combatían contra unos i n

trusos , usurpadores de su

P a í s

, barbaros

por naturaleza , y profesion , y de cuyas

palabras no s e podia f i a r ; mucho mas t e

niendolos

dentro

de

é l .

No obfkmte , ve

mos

en

n u e f t r a

H t f t o r i a

,

haverseles

con

cedido

treguas

de

b a f t a n t e s

años , y

toma

do con e l l o s a l i a n z a s , y obligaciones muy

c f t r e c h a s , ( a ) Pero a l presente q ue

s e

ha

l l a n f u e r a de n u e f t r o s Dominios , s i n pro

porciones

para

hacernos

notable

daño

,

y

a l mismo

tiempo

q ue con e l

t r a t o delas

Naciones

c u l t a s e f t á n mas

c i v i l e s ,

y

p o l i

t i c o s ; no hay inconveniente alguno en

semejantes Tratados ,

en l o s

q ue puede

i n -

Tom*

1 »

V

t e -

1 1

■ —

(a)

El ReyDon Alonso e l V I.

hizo Tratados

de

alianzas , y a r t i í f t a d c o i l

Benaveí

, Rey Moro de

Se

v i l l a , en

consequencia de

l o qnal s e caso con su

hija ¿ayda, (que s e bolvio chriftíana) viviendo en

tan

buena correspondencia con aquel Rey , q ue no

dudó

ayudarle

con

todas

sus

fuetzas

para

deílmítí

4

l o s demás

Moros

da España

; cosa q ue

l e

pudo

Coftat muy caro»



306 Derecho Publico

t e r e s a r l a Religion , y e l Comercio. Loa

I n f i e l e s son hombres , y bajo de e f t e con

cepto

,

l e s

comprehenden

l o s o f i c i o s

de

humanidad,

( a )

El Tratado r e c i e n t e entre

nueírro

Au«

gufto Soberano ,

y e l

Emperador

de Mar

ruecos ,

- e s

un

admirable

excmplar

de

e f t a

acertada P o l i t i c a

i por

medio de

é l , l a s -

Cautivos

Chriftianos

han

hallado

pronto

r e s c a t e , l o s P r e s i d i o s de

Á f r i c a

e f t a n

mas

seguros ,

y

n u e f t r a s

Coftas

mas

resguar

dadas

de l o s i n s u l t o s de l o s P i r a t a s , ( b )

No obftante s i l a Nacion i n f i e l e s de

a q u e l l a s

q ue

no

dan

partido

,

viviendo

solo d e l robo , y e l p i l l a g e , como l o s

Tartaros , Árabes

,

y o t r o s ; entonces s e r á

i n a -

( , a )

Los

Tratados

de

alianía

de

l o s

Principes

Chriftianos

( y en

especial del de Francia) con l a Puer

t a Otomana

, mantienen

con respeto

,

y veneracion

l o s Santos Lugares de Jerusalen , q ue de otro

modo

fuera

imposible.

( b )

Es

Dodrina

de

Saavedra.

La

confederado*

c o n l o s Hereges,dice e f t e Autor, para q ue c e s e l a Guer

ra ,y c o r r a libremente e l Comercio e s l i c i t a , como l »

fue l a que h i z . o Isaac c o n A b ' t m e l e c , y l a q ue hay e n

t r e

España ,

i Inglaterra,

Emp. 93, Imfta

Fcedtri»



de la Paz. 307

Imprudencia grande

,

f i a r s e

de

s u s

p r o - í

mesas

, y c o n t r a t a r

con

r i e s g o de s e r

e n - ,

ganados.

La

f i e l

observancia de l o s Tratados e s

e l

vinculo mayor q ue une á l o s S e b e r a - »

nos

:

en

vano s e cansarían

é f t o s , en

t r a t a r

mutuamente

de a r r e g l a r

sus i n t e r e - »

s e s

,

s i no s e havian de

observar l a s conven

c i o n e s . Los Tratados q ue s e

efectuan

con

l a s solemnidades debidas , y cuyas condi

ciones

son

j u f t a s

, y

razonables

, s e deben

guardar religiosamente , y l a Nacion q ue

v i o l a r e e f t a s

p u b ' i c a s

obligaciones ,

s e de

be

tener

por

infame

,

y

comete

una

no

t a b l e

i n j u r i a en

e l Derecho

de

l a s

Gentes.

Los Españoles han

s i d o siempre reputados

por f i e l e s observadores de s u s contratos,

y buenos amigos de s u s a l i a d o s .

En

l o s

s i g l o s

a n t e r i o r e s

,

l a

Ciudad de

Sagunto

quiso entregarse a n t e s á

l a s

llamas,

q ue

f a l t a r á s u s

confederados

l o s Romanos,

con quienes t e n i a e f t r e c h a a l i a n z a , ( a ) y

Vi

en

( * ) Año 1 1 7 . a n e e s d e C h r i f t o .



3o8 Derecho

Publico

en ios nueftros ,

mas

cuícos,

aunque

no

menos pundonorosos , supo sacrifi.ar suí

mayores

intereses

por

el

bien

de

sus

alia

dos. ( a)

» Es licito contratar con diferentes Na

ciones á un

mismo

tiempo , siempre que

los asuntos sean diversos ; pero siendo

uno

mismo

,

se

deberá

en

la

ocasion

cum

plir con los

aliados mas

antiguos

;

como

por exemplo : s i se ofrecen socorros de

Tropas , o dineros , pidiendolos á un mis

mo tiempo dos

difuntas Naciones ;

pero

s i la

mas antigua aliada los pidiese

con

injufta causa

, deberá

ser

menos atendida,

que

la

juftamente necesitada. Hacer

Trata

dos contrarios á los eftipulados con otra

Nacion , será licito

siempre que

sea

con

jufta causa , y sin secreto , ni mala f é . Los

Tratados

pofteriores

regularmente

deshacen

( a )

Para

q ue tuviese efeclo l a

Paz

de Nimega,

« a e r i f i c o Espina á

l a Francia

a mayor pane

del

Franco

Condado

,

con

l a s

Ciudades

de

Cambra?,

Ypres Valencerus,

Saru-Omer ,

Arras, y CbaRi

ictnont»



de la Paz. 309

á los

anteriores, aunque no es siempre ciem

ta efta dodhina. ( a)

CAPITULO XIII.

De la

division

general

de

los

Tratados]

HEmos

dicho que

hay dos especies

de Tratados :

una

de los publicos

hechos entre los Soberanos , con las solem

nidades

precisas

:

y

otra

de

los

efectuados

entre

los

Particulares , y el Principe , de

V

$

que

(a) En

e l Tratado hecho

entre Phelipe

de Valoís,

Rey de Fnncia.y Alfonso XI. Rey de C a r t i l l a año

1

345

.

s e

e f t i p u l o

:

Que

ninguno

de

los

dos

Reye\

podr ía hacer l a Pazcon otro

Principe (con

qualquíer

pretexto q ue

f u e s e ) s i e f t a r comprehendido s u a l i a

do. Clausula q ue

anulaba todos l o s Tratados pos

teriores ruchos s i n c i t e requisito. S i una Potencia,

quilquiera q ue s e a , acometiese a l Rey Chtiftianisi-

iuo

, ©

a l

Rey Catholico

en l a

parte de l o s Domi

nios

q ue

cada

uno

posee

anualmente

,

6

q ue

po

seyere en

vírrud

del

Tratado de los Pirineos,

e l otro

contratante no podrá dar socorro á e f t a Potencia

enemiga

,

aunque sea su aliada. Trat.

de

los PícN

neos , adF'j.



3 i o >

Derecho

Publico

i q u c hablaremos

en

e l

c a p i t u l o s i g u i e n t e s

Los

p u b l i c o s de q ue vamos hablando,

s e

dividen

generalmente

en dos

c l a s e s :

l a primera compiehcnde solo l o s Tratados

q ue s e d i r i g e n á procurar simplemente

a q u e l l a s c o s a s

concedidas

por

e l

Derecho

Natural , y

q ue

á l a verdad s e tienen por

meros o f i c i o s

de

humanidad.

La

segunda

incluye a q u e l l a s ,

por

l a s quales s e

preten

de

algo mas de l o q ue

meramente

per

mite c f t e

n a t u r a l Derecho.

Los Tratados

de

l a puniera

, s i r v e n para

dar un derecho

perfecto á

a q u e l l a s c o s a s q ue no

l o

t i e

nen

;

e f t o

e s

:

para

poder

e x i g i r

formal

mente l o s socorros , q ue s o l o s e con

ceden por un o f i c i o de humanidad.

De

e l t o s Tratados e s conveniente u s a r con

aquellos Pueblos

poco

c u l t o s , q ue

c r e e n ,

no

e f t á n

obligados

á

atender

s i n o

e s

á

s u s a l i a d o s : y

aun

tambien e s

u t i l

t e n e r

l o s con l o s P o l i t i c o s

Eftados,

no tanto

para adquirir

e i t o s

o f i c i o s humenos ,

q u a r i -

to

para

a r r e g l a r

e l

modo , y en q ué t e r

minos s e deben conceder; l o qual no

pue

de

s e r

determinado

generalmente

por

l a

patuiak z a, y suele n e c e s i t a r

de algunas

í n - r



de la Paz. 3

1

1

interpretaciones

: y tambien

para alcanzar

el derecho de preferencia á otros

Eftados;

pues

no

siendo

los

fondos

de una

Nacion

suficientes para socorrer las necesidades

de

las

otras ,

aquella con

quien

de ante

mano trate

sobre

cfte

particular,

deberá ser

preferida.

Todos

los

Tratados

simples

de

paz,

de

amiftad , de comercio , de pasaje

,

y en

una palabra , todo lo

que contribuye

á

ha

cer

los

hombres sociables ,

y

tratarse co

mohermanos , pertenece á cfta primera

clase;

pero es

de advertir,

que

s i acaso

la necesidad

,

( ó conveniencia propia) se

pusiese de por medio , no deberá la Na

cion con perjuicio suyo eftár á lo contra

tado

,

siendo éfta

una condicion tacita,

anexa á el Tratado , y un principio del

Derecho

Publico

de

Gentes.

( a)

V

4

Los

(a)

En e l

a r t . 10.

d e l

t r a t . de Ucrech

entrela

Corona de España , é Inglaterra , quando s e habla

de l a

cesion

de Gibraltar , s e dice , q ue : S i

l a Ingla

terra

q u i s i e s e

vender ,

b

enagenar de

qualquiera

mane

ra q ue sea l a

Ciudad

de

Gibraltar , la Espada será

siempre preferida a t o d o s l o s demás P r i n c i p e s . E f t e a r t í »

culo ,

en

lugar¡de s e r

favorable

para España ,

pudier»

ser^



312 Derecho

Publico

Los

Tratados , por

l o s

quales se prí*

tende algo mas de lo que meramente per

mite

e l

Derecho

Natural,

se

dividen

en

iguales

, ó desiguales. Los iguales son

aque

l l o s en los

que

l a condicion

es igual, pr o

metiendose los

contratantes l a s

mismas

cosas, 6 equivalentes, s i n

que

haya dife

rencia

subftancial.

Tal

es

una

alianza de

fensiva ,

en l a

qual

se

eftipulan

los mis

mos recíprocos socorros : y t a l es

una

alianza

ofensiva,

en l a qual

se

conviene

cada

uno

de l o s aliados á dar e l miíino

numero de Tropas , Navios, A r t i l l e r í a ,

Ví

veres

,

&c.

ó

e l

equivalente

de

e l l o .

El

Pa&o de Familia hecho

entre nueftro

So

berano y e l

de

Francia , es un igual Tr a

tado

de

alianza

ofensiva

,

y defensiva

,

que

une á

l a s

dps Coronas en unos mismos

intereses.

Es-

eerle gravoso siempre q ue l a Inglaterra usacadel tra-

to doble

de componerse secretamente

coa otra Po

tencia , á f i n de q ue ofrec'era sumas exorbitante»

por

dicha

Plaia

,

pero en

t a l

caso

no

s e

miraba

Es

paña obligada a l contrato, q ue solo s e debe CU*

tender

«n terminos juftos,y e q u i t a t i v o s »



dé la

Paz.

3

1

3

Eftos Tratados s e pueden subdividir e t \

Cantas especies ,

quantas

sean n e c e s a r i a s ,

segun

l a

c a l i d a d

de

l o s

negocios.

B a f t a

dar

l a s

r e g l a s generales , q ue s e

podrán

a p l i

car a l o s p a r t i c u l a r e s c a s o s . Pero e s nece

s a r i o entender , q ue no dejan de s e r i g u a

l e s l o s

Tratados

, aunque sean desiguales

l a s

f u e r z a s

de

l a s Naciones ; pues l a q ue

se

obliga

a .

a s i f t i r

con

todo

su

poder,

cumple por

su

parte , aunque

sea

menor

que l a

o t r a .

La

obligacion de observar

e f t a

i g u a l - .

dad,

es

tan grande como

l a de todos

l o s

contratos

,

solemnemente

executados

con honefta causa ; no obftante , s i n f a l

t a r

á

e f t a

obligacion

s e puede dar caso,

en q ue

no s e

observe

l a igualdad

;

por

exemplo

:

s i

una de l a s Naciones

c o n - »

t r a t a n t e s

ha

recibido

de

o t r a

e f t r a ñ a ,

tan s i n g u l a r e s favores , y beneficios q ue

l a

empeñen á no poder tomar con

t r a e l l a

l a s

armas , s i n f a l t a r a l a s

j u s *

t a s Leyes d e l

agradecimiento

, aun

quando

s e

h a l l e obligado

á

e l l o

, por

•lgun

i g u a l

Tratado

anteriormente

contraí

do.



. 3*4 D¿recho

Publico

do. ( a ) Las Naciones

s e

deben r e p u t a r ,

como l o s p a r t i c u l a r e s ,y a s i como s e r i a

vergonzoso

en

un

hombre

,

tomar

l a s

a r

mas contra su

bienhechor

, por s e r v i r

á

algun

amigo,

d e l

mismo

modo

s e de*

be

considerar

en

l a s Naciones. Es ver

dad

q ue

en e l contrato s e hablo ge

neralmente s i n exceptuar , n i prevenir e f t e

caso

, pero s e deben entender i n s e r t a s en

el, unas t a c i t a s condiciones q ue no ne

c e s i t a n expresarse , cftando l a misma na

t u r a l e z a previniendolas.

Aunque

hemos llamado

á e f t o s

Tra

tados

i g u a l e s ,

a l i a n z a s

,

hay

,

no

obftante,

mucha d i f e r e n c i a

entre

l a s

a l i a n z a s , y l o s

Tratados. Eftos s e llaman i g u a l e s ,

por

q ue

son i g u a l e s en l a s

obligaciones ,

como

acabamos de explicar, y aquellas

s e d i

cen

( a ) Sin embargo

de

c f t i Do&rina ,

en

losare,

j.

4.

y

5 . del Trit. de Munfter , e l Emperador ,

y

e l

Imperio s e

obligaron á no

dar

,

durante

U

Guerra,

ningun socorro

directo , n i indire&o a l Rey de

Es

paña

,

sin embargo de q ue e f t e Principe

era

mim

bro

del

Cuerpo Germanico,

por

e l

Circulo

d-Bar-

goña.



de

la Paz. 315

cen

tambien

i g u a l e s ,

por

l a igualdad de

l o s contrayentes.

Llamase

contrato de

i g u a l

,

á

i g u a l

,

e l

q ue

s e

efe&úa

entre

dos Principes Soberanos , independientes,

y s i n reconocer s u p e r i o r en l a t i e r r a . Ba

j o e f t e concepto tambien s e entienden

l a s

grandes Republicas

, q ue t r a t a n con

l o s

Reyes

, como con

i g u a l e s

,

aun qnant

do

l e s

cedan

en

algunas

preeminencias

de

honor. B r - j o e l nombre de Soberanos , s e

entienden unos s u j e t o s d i f t i n g u i d o s con

e f t e c a r a c t e r ,

q ue

l o s i g u a l a á

todos

, aun

q ue

s e a

d e s i g u a l

e l

poder.

El Reyno de

Portugal

,

no

hay

duda

e s

i n f e r i o r

a l

de

C a f t i l l a

, a s i

en

su

e f t e n s i o n , y

f u e r z a s ,

como en l a dependencia

q ue debe

á e f t a

Corona de l a q ue t r a e

su

origen

:

( a )

y

s e r í a cosa i n j u r i a anteponer en algun acto

de

ceremonia

e l

Soberano

de

Portugal

,

a

e l

[ a ) La

Corona

de

Portugal

debe

su origen

á l a l i

beralidad

d e l

Rey D.Alfonso elVI.que

cedio e f t e Rey-

no, con t i t u l o de Condado

a

Henrique de Borgoña,

(uno

de

losPrincipes eftrangeros q ue vinieron á ay u

darle

para

l a

Conquifta

de

Toledo)

casandolo

con

su

h i j a

natural

Doña

Theresa

, y

de e f t e

Matrimo

nio descienden l o s Reyes de aquella Monar-

thia.



3

1 6

Dsrecho

Publico

e l de

l a mayor p : . r t e de

España. No o b s 5 *

tantc en l o s

a&os publicos

, y ocasiones

q ue

han

ocurrido

,

s e

l e

ha

tratado

con

l a

d i f t i n c i o n correspondiente

á un

Monar

c a s . Aunque l o s Tratados , y a l i a n z a s d i

f i e r e n en l o s u b f t a n c i a l

q ue hemos ex »

puefto

, no

obftante

, suelen comprehen-

derse bajo e l mismo nombre.

Los

Tratados desiguales

son

aquellos

en

l o s q ue l o s a l i a d o s

no prometen igua

l e s condiciones ,

haviendo

grande

d i v e r s i

dad en l o s c o n t r a t o s .

E i r a

desigualdad

puede

s e r voluntaria

,

ó

p r e c i s a ,

q ue

e s

l o

mas

r e g u l a r .

Voluntaria

e s

: quando

una Potencia

superior

promete

á o t r a

i n «

f e r i o r suya grandes socorros, y

v e n t a j a s ,

« i n r e c i b i r i g u a l e s de e l l a , solo con e l

f i n

de a t r a e r l a á s u partido , por

l a

ven

t a j a

q ue

de

e f t o

puede

seguirse

á

sus

i n

t e r e s e s . Ei

l a

Paz

de R i s v i t l c ofreció

Luis XIV. bolver á España quantas P l a

z a s havia tomado en e l discurso

de ocho

años

, ( y ala

verdad eran muchas, espe-

cialmente en Flandcs.) Eftefue Tratado des

i g u a l ,

respccfoá una

Potencia

supeiior,como>

eftaba entonces l a

Francia ,

no

recibiendo

e s -



déla

Paz. 317

t i l a ; i g u a l recompensa, aunque granjea

ba por e f t e medio mayor f a c i l i d a d para

l a

sucesion

á

l a

Corona ,

q ue

f u e

l a

causa de e f t a g a l a n t e r í a .

La desigualdad p r e c i s a e l l a de parte

de l a Nacion i n f e r i o r , ó vencida

,

quando

se vé

obligada

á admitir l a s Le) e s d e l

vencedor ,

e f t a desigualdad s e i á mas,

ó

menos

gravosa

, segnn l a s

condiciones

e x -

p u e f t a s en

l o s

contratos. Las r e g u l a r e s sue

l e n s e r

,

l a cesion de algunas Plzzas ,

ó

Derechos ; pero hay o t r a s , c e i r . o l a s de

reconocer superioridad en

l a

Potencia ven

cedora,

no

poder

hacer

a l i a n z a s ,

n i

guer

r a s s i n su consentimiento , s e r

rmiga,

y

a l i a d a de l a s

q ue

l o fueien de e l l a

,

y

enemiga

del mi«mo modo , á q ue se

añaden

otras igualmente i n j n í r a s

, .

y aun

quizá

mas

infames.

Semejantes

Tratados

no

deben

s e r

admitidos por

l ? s

gentes

de honor,

escogiendo

zntes

moiir cen

J a s armas en l a s manos , á ejemplo

de

l o s Saguntinos , y

Nrmcntinos

,

por

no

entregarse

como esclavos

a l

vencedor

; pao

i i

acaso , por

e v i t a r mayores males ,

) mm«

p l i e n -



31 8 DERECHO PjBLTCÓ

plitndo con

l a

doéhina

d e l Evangelio,

q ue no permite

l a desesperacion

,

y des

pecho,

aunque

s e a

con honroso

p r e

texto , s e a c e d i e r c á e f t o s Tintados , cedien

do á l a necesidad, no havrá mas obliga

cion

de observarlos

,

q ue

e l

tiempo pre

c i s o

para

cobrar

nuevas f u e r z a s , y sacu

d i r tan

pesado yugo. E l levantamiento

de

Genova contra l o s Alemanes , suce

dido en nueftros tiempos, fue una j u f t a

repulsa d e l i n j u f t o dominio q ue havian

tomado

sobre e f t a i n f e l i z

Ciudad

: e l l a r e

cobró con e l a u x i l i o de l a s

Tropas

Espa

ñolas

,

sus

antiguos

derechos,

quedando

nulos L o s Tratados d e s i g u a l e s v i o l e n t a

mente celebrados. Nadie

podrá

dudar

q ue un modo de pioccder t a n i r r e g u l a r

con l o s vencidos ,

e s

contra

todo

e l

De

recho

de

Gentes,

y

no

s e

debe

u s a r

en

l a s

Naciones

P o l i t i c a s .

No obíhnte , sue

l e

haver

algunos casos , en

l o s q t i a l e s

es

l i c i t o u s a r de semejantes procedimientos.

Sin hacer mencion de

l o s p a r t i c u l a r e s de

Plazas s i t i a d a s q ue c a p i t u l a n , en l a s q ue

s e puede c a f t i g a r

l a

p e r f i d a , ó mala

guer-,

r a



üe

la

Paz.

319

r a de l o s s i t i a d o s , como diremos en l a

segunda parte de

e f t a

Obra ,

hay

otros

generales

en

q ue

son

permitidos

e l l o s

Tratados onerosos. Por excmplo: en

nueftra España qualquicra convencion ,

ó

Tratado por d e s i g u a l q ue

f u e s e

, hecho por

nueftros Reyes con l o s

Moros

en tiempo

q ue l a poseían , no debia parecer i n j u s

to, siendo

e l l o s

unos

usurpadores

del

Reyno

,

y

poseyendo

de

mala

f é l a s Pro

v i n c i a s q ue ocupaban ; s i l viendo

t f t a

Alian

za ,

y Tratado

de

una

especie de

pena,

que

seles impenia en c a f i i g o de s u usur

pacion.

Los

Tratados

de

proteccion,

y

generalmente todos l o s q ue denoten a l

guna superioridad , á favor de

una de

l a s

Potencias

Contratantes , son tenidos

por Tratados d e s i g u a l e s .

Otra

d i v i s i o n

hay

de

Tratados

,

ade

más

de

l a s expueftas. E i r a e s

l a

de Per-

sanales , y R eales

, cuyo nombre

solo

,

i n

dica su d e f i n i c i o n . Llamanse Tratados

Personales

,

aquellos

q ue pertenecen

p r i n

cipalmente a . l a u t i l i d a d de l a s personas

que

l o s

contraen,

y

Reales

l o s

q ue

s i n

dependencia

alguna

solo s e i n t e r e s a n en

l a s



32 0 Dzrecho Publico

l a s

cosas que' s e t r a t a n . Para comprcherl*

dcr

mejor e f t a s

d i f i n i c i o n e s , e s p r e c i s o

saber

q ue

l o s

Soberanos

tienen

dos

c l a s e »

de

i n t e r e s a s :

unos publicos,

y propios

de l a

Nacion

q ue gobierna, y por con

sigueme suyos, como p a r t e s p r i n c i p a l e s

de e l l a

;

otros

privados

,

ó


y á de su Patrimonio, y a de s u F a m i l i a ;

en

l o s

q ue

regularmente

no

i n t e r e s a l a

Nacion,

como

vemos en

e l d i a

en Ingla

t e r r a ,

cuy o Sober ano

,

como

Elector

de

Hanover t i e n e d i v e r s a s miras

,

y d i f t i n t o s

intereses, q ue como R ey

de l a G r a n Bre

t a ñ a .

Pero

de

e f t c

asunto

trataremos

mas

largamente

quando

hablemos

de

l o s i n t e - » ,

reses de l o s P r i n c i p e s .

La d i f i c u l t a d e f t á

en

conocer quando

l o s

Tratados son personales, quando Rea*

l e s .

Muchas

son

l a s

r e g l a s

q ue

dan

l o s

Au«

t o r e s , peroánueftro parecer ociosas

pues

qualquiera

podrá conocer q ue un Tratado

en e l q ue solo s e i n t e r e s a l a u t i l i d a d del

Eftado , e s

Tratado Real ;

y Personal

,

en

e l

q ue solo

i n t e r e s a

l a Persona

delPrin»

c i p e .

En

caso

de

duda

s i

l a

materia

es

odiosa, s e debe

tener

e l contrato

por

Per?



de la Paz. 32 1

personal , y

por

r e a l s i e s f a v o r a b l e . Es

t a interpretacion no t i e n e

cosa

alguna de

violenta,

antes

e s

muy

j u f t o

pensar

q ue

e l Principe

solo

mira

por

l a u t i l i d a d de su

Eftado , y q ue de ningun modo quiere

c a r g a r l o ; y

s i por

l a necesidad s e vé o b l i

gado á e l i o , siempre q ue

no

cuide de

a c l a r a r e f t a duda

,

s e supone

su

t a c i t o con

sentimiento.

Los

Tratados

perpetuos

s e deben

t e

ner por r e a l e s

,

pues l o s personales e s »

piran con

l a persona.

Por l o q ue hace á

l a observancia

de

los

Tratados,

s e

ha

de

a d v e r t i r

,

q ue

l o s

reales

obligan á l o s sucesores ,y

no

pue

den a l t e r a r l o s ,

á

menos q ue no

s e

mu

den l a s c i r c u n f t a n c i a s . Un Tratado r e a l

se hace regularmente por e l

bien

d e l E f t a

do

:

siempre

q ue

s u b s i f t a

e f t a

causa

,

es

preciso

s e mantenga e l Tratado

; pues

aunque

f a l t e

l a persona d e l Principe

q ue

lo contrajo ,

l a

Nacion ,

y

e l c a r a d t e r de

l a

Soberanía,

por cuya atencion

s e

e f e c

tuó ,

siempre

s u b s i f t e n . No

a s i

en

e l per

sonal ,

faltando

e l

s u j e t o

p r i n c i p a l

q ue

contrajo

l a o b l i g a c i o n . Ya hemos referido

Tom*j* X co«

y



322 Derecho

Publico

como e l Rey Don Alonso e l VI. no quiso

t o r n a r á Toledo

h a f t a

l a muerte d e l R ey

Moro

Almenon

,

y

su

h i j o

,

á

quienes

l o

havia o f r e c i d o . Efte

Tratado aunque

mi

raba

á l a

u t i l i d a d

de

aquel

Reyno s

s e

hizo solo

por

e l respeto , y eftimacion de

bida

á l o s

dos

Reyes Moros, á quienes

e l Rey Don Alonso debia p a r t i c u l a r e s o b l i

gaciones

,

pero

faltando

e l l o s

quedaba

l i

br e

de s u

promesa ,

no

haviendo

contra

tado con l a Nacion ,

como

unida

en

Cuerpo

P o l i t i c o . No obftante e f í o s Tra

tados

personales

, suelen observarse

r e l i

giosamente

por

l o s

sucesores

,

atendien

do á l a voluntad

de sus

padres ,

y mayores.

El

Rey

Don Henrique I I . entre

l a s cosas

q ue encargó

á

s u

h i j o Don

Juan

e l

I .

á

l a

hora-de l a

muerte

fue , q ue observase

e s

trecha

amiftad

con

l a

F rancia, á

quien

é l

debia e l

Reyno ,

por

personales obligacio

nes q ue havia con e l l a

contraído ; y

e l

h i j o

obediente

, observo l a

misma

cor

respondencia

q ue

su

padre

con

aquella

Corona.

No

solo

e s p i r a

e f t a

a l i a n z a

personal

con l a muerte, sino e s tambien

con l a

»

mu-



DE LA

P\Z. 323

mudanza de c i t a d o .

Un Rey

desposado

de

su

tL'yno ,

juftamente buscará a s i l o en

su

a l i a d o

,

y

é f t e

s e

verá

obligado

á

dar

l o

;

pero s i s u s

t e n t a t i v a s

s a l i e s e n i n u t i

l e s

, no

cendiá

precision alguna

de man

tener una l a i g a guerra ,

s i n

mas f r u t o q ue

l a

r u i n a de s u s propios E f t a d o s . En tan

i n f e l i z coyuntura

,

no f a l t a r á a l Derecho de

Gentes

,

s i

ab.indona

á

s u

aliado,

y

hace

l a paz con e l usurpador, mii ando por su

propio

b i e n . E l

ejemplar

de Jacobo

I I ,

y de

su

h i j o , e s t a n publico,

q ue

no

se n e c e s i t a de mas prueba. La Francia

hizo

quanto

pudo

por

r e f t a b l e c e r

á

e f t ó s

P r i n

cipes

en su Trono,

pero

viendo i n u t i l e s

sus

esfuerzos , cedió a l

f i n ,

reconociendo 3

Guillermo

I I I . por Rey de

l a

G r an

B r e t a - »

f i a . Lo mismo h i c i e r o n

l a s

demás Poten

cias

de

Europa

,

y havian

hecho

a n t e r i o r

mente

después de l a muerte

t r a g i c a de

Carlos

I .

haviendose

cregido en I n g l a t e r *

ra una forma de Republica , b^jo l a proteo*

cion de

Oliverio

Cromuel. La unica

o b l i

gacion q ue r e f t a e s , l a de l o s socorros

de o t r a

especie

6

p r e c i s o s

para

mantener

el esplendor de un Principe ,

auncjue

d e § «



324

Derecho

Publico

pujado, y f u g i t i v o . En e f t o s no e s Espa¿

ña l a q ue menos ha contribuido, s i bien

mas

por

un

a c t o

de

generosidad

q ue

de

o b l i

gacion^ haviendo s i d o a l i a d a de Jacobo I I .

á quien

tuvo

siempre por c o n t r a r i o .

CAPITULO

XIV..

De l a s

publicas convenciones

hechas por

l o s particulares.

HAY

uchos

Tratados

Publicos

,

q ue

no e f l á n

hechos inmediatamente

por

l o s

Soberanos , sino e s por algunas

personas , q ue

tienen autoridad

para e l l o ,

y á por mandato expreso

d e l

Principe, y a ,

por

l a

f a c u l t a d

anexa

á su

empleo.

Asi

su

cede

álos Magiftrados , Embajadores

, Ca

pitanes de Exercito , y

o t r o s

; cuyas o b l i

gaciones serán l i c i t a s ,

siempre

q ue no

exce

dan l a s

f a c u l t a d e s

d e l cargo q ue exercen.

E f t a s

se eftienden á

1 © $

asuntos q ue solo

hacen r e l a c i o n con l a s urgentes circuns

t a n c i a s ,

q ue

prontamente

suelen ocurrir,

y



de la Paz. 325

y

para

l a s

quales no e s posible esperar

l a s ordenes

d e l

P r i n u ' p c . En

t a l e s

casos

pueden dichos

s u j e t o s

obrar por s í , como

Sus determinaciones

no

s e d i r i j a n

á

con

c l u i r un Tratado q ue

obligue á toda

l a

Na.

c i o n . Por ex emplo : e l Gobernador de

una Plaza s i t i a d a puede c a p i t u l a r en ca

so

necesario

con

s u s

enemigos

,

procuran

do paélos

honrosos para

l o s Soldados

, y

habitantes de e l l a ; pero no podrá hacer

un Tratado de Paz

en

nombre d e l Sobe

rano, ó

de l a Nacion. Los Tratados

f a

mosos

d e l

tiempo

de

l o s

Romanos,

e s p e c i a l

mente

e l de l a s Horcas

Caudinas , ( a ) y

tambien o t r o s de n u e f t r o s tiempos , hechos

s i n expresa autoridad d e l Principe, solo

sirven de manifeftar l a demasiada credu

l i d a d de

l o s

contrarios q ue

accedieron

á

X

3

e l l o s ,

-— - ■ . 1 » ... 1 a

( a) Efte Tratado

fue

muy vergonzoso para l o s

Romanos.

Los

Sarunytes,

con

quienes tenían guer

r a , haviendo sorprcliendidoal Exercito Romano, en

unos desfiladeros

(llamados

l a s Horcas Caudinas)

oMií»aron

á

los

Romanos

á capitular

por

salvar

l a s

vldis,

con l a

afrentosa

condicion de pasar

por

debajo del yugo, q ue era

grande

infamia-entre

lo$

antiguos.



326

Direcho Publico

e l l o s

, & i n

mas seguridad q ue l a de su pa^

l a b i a ,

por

eso l o s

P r i n c i p e s p o l i t i c o s ,

y

cautos,

no

dan

poderes

p a r a

t : a c a r

asun

t o s de g avedad s i n 1 a p i e c i s a circuns*

r a n c i a de r a t i f i c a r l o s Tratados a n t e s que

se concluyan ; y í i l a

brevedad

d e l tiempo,

o o t r a s


c a u s a s ,

no

diesen

l u g a r

á

semejante confirmacion, siempre

q ue

e l

Tratado

comprehenda alguna obligacion ex

t r a o r d i n a r i a

,y f u e r a

de

l o s

l i m i t e s

d e l

asun

to

en

q ue s e t r a t a

,

s e deberá tener por

nula , y

no e f t á obligado

e l Principe

á

confiimarla. Además

de

e f t o

puede

e l

que e f e c t ú a e l Tratado , ignorar l a s i d e a s

de su Sobeíano, y l a s

j u f t a s

razones

de no consentir tenga e f e c t o algun a i t i c

t i

l o de l o s Tratados , y

entonces no

e s va

l i d o ,

aunque perezca r e g u l a r

,

pues s e su

pone,

q ue

á saber

l a

voluntad

de

su

Piincipe,no

huviera pasado adelante e l

contrato.

Los sucesores e f t á n obligados á ob

servar

l o s

Tarados

efectuados

por sus an

tecesores

:

no

obftante

,

s i

s e a d v i r t i e s e ,

< j u c forzados de l a necesidad amas no po

der l o

h i c i e r o n

, no e f t á n

en

obligacion

de



de la Paz. 32 7

de

cumplirlos.

El R ey Don Henriquc

I I .

fue demasiado prodigo

en derramar

mer

cedes

,

y

favores

,

por

l a

necesidad

q ue

t e n i a de

a d q u i r i r l a s voluntades de sus

subditos ; ( a ) por eso e f t a s mercedes Hen-

r i . j u e ñ a s

s e

miran en

España con descon

f i a n z a , como

alcanzadas

por nimia con*

descendencia

de

aquel

Rey.

( b )

El Tacito consentimiento d e l

Principe

X4

bas-

——

»—

— » 1 . .

( a)

Eft a s mercedes

las

revoco e l dicho Rey en

«u Tefttmeiuo , como hechas sin razon ; pnes

como

dijo

e l

Rey

Don

Alonso.

Muy

bien

e / l a

l*

libertad

¡ i

t^ do borne

poderoso

, i

señaladamente

el

Rey , q'iando usa de ella en tiempo q ue conviene , 0

como debe. Ley 18. t i t .

5. pirt.

1.

(b)

El

Rey Don Henrique IV. cayo

en

e l

mismo

defecto , como afirma e l Rey Don Fernando , su cu

ñado ,

en l a

Ley 1 7.

t i t .

10- l i b . 5. Recop. dicien

do:

que

eftas mercedes se

havian

hecho ,por exqui

sitas , y no

debidas

maneras ; cd

a

unas

personas lat

f i x . o sin su voluntad , y grado , salvo por salir de lat

nrceñdides

, procuradas por l o s q ue tales mercedes r e

cibieron

, y otras las fizo

por

pequeños servicios , q ue

no erin dignos de tanta remuneracion, Y algunos de

t f l o s tenian o f i c i o s , y cargos , con cuyas

rentas^

y salarios s e debían tener por bien contentes

,

y

satisfechos

;

y

a

otros

dio

las

dichas

mercedes

por

intercesion

de

algunas per sonas, q uer iendo pagar

c»n

hs Rentas

Reales l o s

servicios,

q ue alguna*

de e l l o s

havian

recibido de l o s tales»

- ■




b a f t a para

dar

f u e r z a a l Tratado,

aun

quando

interiormente

no l e agrade. El

Rey

Don Juan

e l

I I .

queriendo

pasar

á

segundas

Nupcias

con

Rodeguna ,

h i j a del

Rey de

Francia

, s e v i o obligado á casar

se con Doña

I s a b e l ,

n i e t a

d e l Rey

Don Juan

de Portugal , cuya

boda

havia tratado , y

ajuftado

,

s i n

n o t i c i a

suya

,

s u

gran

Prima

do Don

Alvaro

de

Luna

;

aprobando

e l

Rey con su s i l e n c i o un contrato hecho s i n

su aprobacion. Mas

porque e f t e

s i l e n c i o

en o t r a

c l a s e

de Tratados puede s e r ma

l i c i o s o y p e r j u d i c i a l , s e debe p e d i r a l So

berano

una

formal

declaracion

de

su

con

sentimiento , p a r a q ue no q uede duda a l

guna.

Las

r e p e t i d a s experiencias han

he

cho

a

l o s

Principes mas cautos

, y

p r e

venidos

s á f i n de e v i t a r todas l a s

con

t i n g e n c i a s .

Por l o q ue hace á l o s privados Tra

tados de l o s

Soberanos

, siguen l a s mis

mas

r e g l a s q ue l o s de l o s


Otros hay q ue

no

obligan , aunque e f t é n

hechos

con

todas

l a s

solemnidades

p o s i

bles

,

por

defecto

de l i b e r t a d

,

viendose

muchas veces obligados

l o s Soberanos á

con-



de

la Paz. 329

convenir en uncís Tratados injuftos , por

evitar mayores daños.

CAPITULO XV.

De la fé

de

los

Tratados.

QUanecesaria sea la

fé

de los Tra

tados se puede inferir de lo

que

en cfto interesa la

salud pu

blica, para

cuyo

fin

se

inftituyeron

;

por

efta razon

es inviolable , y

sagrada , y

el

Principe

,

ó Nacion

que se

atraviesen

á

violarla ,

serán tenidos

por

enemigos del

bien publico , y de e l Derecho de Gentes.

Todas

las

Naciones

tendrán

precision

de

declararse

abiertamente

contra

los

infrac

tores dela fé publica , como

perturbado

res de

la Sociedad

; á

efto

se añade la

nota de perjuros ; pues regularmente todos

í os Tratados de consequencia , se

efec

túan con las mas firmes proteftas,

jura

mentos , y

execraciones

, trayendo á

Dios

por

teftigo de la

verdad, y

buena fé con que

se



33o D

recho

Publico

se procede ; ( a) no por

efto

decimos que

sea

precisa efta

circun (rancia del

juramen

to para la

validacion

de los Tratados ; pues

ellos deben eftrivar sobre

la

buena fé,

y

f i e l observancia del

Derecho

d«

Gen

tes. N

obftante

la fe del juramento pa

rece

dá

nueva fuerza a l contrato , ponien

do

á

Dios

por

fiador

de

las

publicas

obli

gaciones ;

y la experiencia

ha

acredita

do

lo

mucho

que

el

Señor se ofende de

que se quebranten los

Tratados

conce

bidos en

eftos terminos , aun

quando

se

hagan

con los

infieles.

La

infeliz

Bata

l l a

de V.irna

,en l a que

pereció

Udalisdao,

Rey de Uugria con la mayor parte de su

Exer-

(a) En l o s ailos de Renuncia de Phelipe V . Rey

de

España

a

l a

Corona

de

Francia

,

dado

en

Madrid

a 5 .

d:

Moviembre de 17 1a.

y e l de Phelipe ,

nieto

de l i F ra i c i a , D u ¡ ] i i e de O rleans , í sus derechos

sobre

l a

Corona da España ,

firm ido

en Palacio a

19.de Nj*iembre

de

171 i .

s e vé comprobada efta

columbre;

pues

e í b o s

Principes, en s u

nombre,

y

cu e l de su poíteridad ,

s e obligan á no proteltar

, n i

recLmir

en

modo

alguno

contra

e l

presente

a£lo

de renuncia; anee» bien jur an sobre l o s Evangelios,

de observarla con f i d e l i d a d . Y

e í l e

juramento , q ue

dara integro , no ooítante todas l a s dispensaciones

q ue s e puedan conceder.

1



de la Paz. 331

Exercito ,

se

atribuye á caftigo de oíos,

por

haver

quebrantado

sin

causa

algu

na, las treguas solemnemente

efectuadas

con

Arnurates

I I . Emperador de los Tur

cos» ( a)

Ademas de los

juramentos

, que

no

siempre se

usan

, intervienen otras pto-

teftas , y seguridades de

la

buena fé con

que se trata , empeñando sobre todo

la

Palabra Real. Efte debe ser

el

mas ,

firme

apo-

( * )

En

c f t a

Bttalia

sucedio

un

caso

muy

porten-

toso ; pues

pilando l o s Ungaros

vencedores, y casi

deshecho e l Exercito de l o s

Turcos

, e l mismo

Arnu

rates

, viendose vencido , quebrantadas l a s pazes

por

l o s

Chriítianos

, contri

l a f é del juramento,

pucílos

l o s ojos en e l Cielo , y sacando del pecho

e l ^

papel

en

q ue

citaban

hechas l a s

Cioltulaciones,

dijo

en

a l t a

voz

:

Diot

de

l o s

C h r t / l i a n o s

,

s i

e r e t

e l

verdadero , como l o c o n f i e sin mis

Enemigos

, mira q ue

a p r e c i o k . i c e n

d e t u nombre , y como

cumplen I x s o b l i g a '

t i o n e i ty juramentos en

l o s

q ue t e traen p o r

t e j f . g o .

Al

acabir

c i t a s palabras ,se

madó enteramente e l

aspec

to de l a

b a t a l l a . Los

Ungaros , vencedores ,

bolvíe-

r on

l a espalda ,

y su Rey

, peleando

inconsiderada

mente

,

fue

muerto

,

cortada

l a

Cabeza

,

y

puefta

en

una Pica. Efta fuá l a desgraciada Batalla de Varna,

exemplar

bailante funefto , q ue advierte l a obliga

cion de no f a l t a r

a

l a f é de los Tratados , aunque

sean

hechos

con l o s

I n f i e l e s .



332

Derecho Publicó

apoyo de

l a

verdad

d e l

S©bcrano

, s i e n

do honor de l a Mageftad

no

empeñar f a l

samente

l a

Real

Palabra.

Los

Reyes

de

España se han preciado

siempre

de ob

servar l a f é de sus p a l a b r a s . Verdad es

q ue

á Don Fernando e l Catholico

, s e

l e

achaca e l defecto

dz

s e r inconftanteen sus

promesas;

pero

e f t a

notapuefta

por

s u s

Ene

migos ,

no

e s s u f i c i e n t e para a c r e d i t a r de

l i g e r o

e l

corazon

de aquel grande

Princi

pe,

permitiendo

muchas

veces

l a s razo

nes p o l i t i c a s de Eftado alguna variacion

en

l a s

o f e r t a s ,

( a )

Su

I l u f t r e

nieto

,

y

sucesor e l

Emperador Carlos

V . dio

pruebas bien c l a r a s de l o q ue v a l i a su pa

l a -

( a )

Los

AA.Ettrahgeros

siempre

han

hecho

poc

favor

á l a

memoria

de

e l l e

Principe , y no

puede

poco

meden

mirar con imparcialidad

su

glorioso

reynrmo.

F ue

tan dieftro político, y

manejó

l a s maxirms de Es

tado

,

con t i l

acierto ,

q ue logro burlar machis ve

ces l a s ideas de sus Enemigos ; de e f t o tuce , sin

duda, su oposicion.

Lo

cierto e s , q ue en l a Con-

quifta de Granada , guardo fielmente lo capitulado

con los Moros

, a s i

con

l o s

q ue

dejaron

e l Reyno,

como

con l o s

q ue s e quedaron

en é l .

Y

en otras

muchas

ocasiones

s e porto

del

mismo modo.



de la Paz . 333

l a b r a , y seguro, quando haviendoseío

concedido

á Marcin

Lutero , y

s u s

sequa-

zes para presentarse

en

l a

Dieta

de

V o r -

mes , s i n embargo de l a i n s o l e n c i a de

e s

t o s

Heresiarcas , y

de l o

q ue

i r r i t a r o n su

Real animo , l o s dejó i r l i b r e s , contra e l

parecer de l a mayor parte de

l o s

Prela

dos, y Consejeros.

De

otros

mu&hos Re

yes

de

España

s e

pudieran

r e f e r i r i g u a l e s

sucesos

, siendo

propio cara&er de

l a

Na

cion l a

f i d e l i d a d

en

sus contratos.

Para

e v i t a r

todos l o s p e r j u i c i o s q ue

pueden r e s u l t a r , por l a mala i n t e l i g e n

c i a

de

l a s

palabras

,

ó

e s c r i t o s

,

s e

deberá

cuidar q ue sean con

c l a r i d a d

, y pedir

de

c l a r a c i o n de s u s c l a u s u l a s

quando e f t é n du

dosas.

La interpretacion debe s e r l e g i t i m a ,

y conforme á l a f e e de l o s Tratados. Los

antiguos

s o l i a n

usar

de

e t t a s

c o n t r a r i a s

i n

terpretaciones

para

e v i t a r

cumplir l o pro

metido.

Toda s u t i l e z a

de ingenio ,

y v i o

lento

modo de d i s c u r r i r , no t i e n e l u g a r

á donde

s e t r a t a

solo

con

l a

s o l i d e z

,

y

s i n

ceridad q ue pide l a

f é

publica } y l a s j u s

t a s obligaciones de l o s P r i n c i p e s .

Lo

mismo

decimos de l a t a c i t a segu-

r i -



334 Derecho Publico

r i c u c í , y

f é q ue

s e debe á

l a s personas

con*

t r a t a n t e s . Un Principe,

ó algun

Embiado

suyo ,

q ue

pasan á e l P a í s enemigo á t r a

t a r

l o s

conciertos de l a paz , no pueden

s e r presos i

pues l l e v a n

l a

t a c i t a seguri

dad

q ue l e s da

e l a j u f t e

de l o s

Tratados.

Regularmente

para e f t a s p l a t i c a s con l o s

Enemigos ,se usan algunas señales, q ue

admitidas

por

l a

p a r t e c o n t r a r i a

,

baftan

para

a f i a n z a r e l seguro. Tales son

t r e

molar alguna Vandera b l a ' h c a , b a j a r l a s

armas , y o t r a s semejantes ,

conforme

l a s

coftumbies

de l o s p s i s e s ; E f t a misma

f é

s e

debe

guardar

con

todos

l o s

d e -

n

a s ,

de

suerte

q ue

unExercito.no po

día

s e r acomendo ; Í n t e r i n

duie e l a j u / t e

de l o s Tratados publicos, s e

supone una

suspension

de hoftüidades.

Pero

como todas

c f t a s

s e ñ a l e s

de

s e

gundad han

sido

muchas veces i n u t i l e s

por l a p e i f i d i a

de l o s

hombres,

l o s

q n a

l e s á cada paso quebrantan

l a s mas r e l i

giosas

promesas ,

s e ha

hecho

n e c e s a r i o ,

a l paso q ue s e aumenta l a

desconfianza,

inventar

nuevas

seguridades

,

parque

p u e *

< i a n s u b s i f l i r

l o s

Tratados p u b l i c o s , .

Una

de



DE

LA

Px\Z. 335

de

e l l a s ,

y

de l a s

mas


e s

l a

Garantía, ( a ) q ue e s

una

especie de f i a n

za

por

parte

de

o t r a

Potencia

,

aunque

con muy diversos

e f e ¿ l o s .

La Garantía e s

t i n a especie de Tratado ,

por

e l qual se

promete a s i f t e n c i a s

,

y

socorros

á

alguna

Nacion , en caso de

q ue

l a o t r a s e n i e

gue con

p e r f i d i a á cumplir

l o

prometi

do ;

puede

e f e c t u a r s e

por

una

Potencia

e s -

traña , respe&o á o t r a s dos confederadas

y á con e l f i n de p i o t e j e r á una de e l l a s ,

y á indiftintamente

á l a s d o s .

T;n:bien

suele usarse

en l o s Tiatados de nuitlus,

saliendo

por

Garantes

unas

de

o t r a s

par

a

e l

(a)

Las Garantías

s e

han hecho tan comunes,

que

no s e

celebran a l

presente

Tratados algunos,

sin

q ue l a s haya. Su uso e s

moderno

; pues e l

Tr a

tado

de

Blois

,

celebrado

entre

Luis

XII.

Rey

de

Francia , y Fernando

Rey de Aragon

año

de

M05.

y e l de Cambray , celebrado t r e s años despues

entre

dicho Rey

, y e l Emperador Maximiliano

s e deben

considerar como l o s primeros ex r

rrplos

de l a s Ga

rantías. Antes, además de los

juramentos,

s e nombra

ban algunas personas encargadas

de

velar

sobre l a

execucion

de

los

Tratados

,

y

solo eran

unos

me

ros Mtmítros , á quienes s e l e s d a b a , e l nombra de

Gtmtrvadtm*



336

Derecho Publico

e l

cumplimiento

de l o

prometido ;

de

todos e f t o s

diversos

generos de Garantías

tenemos

b a f t a n t e s

exemplares

en

nueftro

s i g l o .

Se

debe a d v e r t i r

q ue e l

derecho de ser

Garante , no dá f a c u l t a d , n i superioridad

á l a Nacion

q ue l o exerce

sobre l a s o t r a s ;

pues solo se

e f t i e n d e

áusar de su

poder

en

aquel

caso

q ue

pide

l a

proteccion

,

y

a s i s e termina

en cesando l a

razon

d e l

Tratado

de q ue

e s

Garante , s i n

poder

mezclarse en otros diversos

asuntos.

La

buena f é , l a cansa j u f t a , y e l bien publi

co

,

deben

tener

l u g a r

en

e f t e

Tratado

de Garantía , d e l mismo modo q ue he

mos dicho en l o s

demás

Tratados;

pues

de

o t r a

suerte , mas

f u e r a

proteger i n j u s

t i c i a s , q ue

mirar por

l a

union

,

y s e g u r i

dad

de

l as

Naciones.

La

Fianza

, ó

Caucion s e d i f t i n g u e de

l a Caranua , en q ue é f t a solo

s e

obliga

á

hacer

cumplir J o s Tratados , y

aque

l l a ofrece s a t i s f a c e r por l a p a r t e q ue f a l

t e .

Regularmente

s e concede

en

l o s

asun-

ros

de

i n t e r é s

de

dinero ,

quando

algu

na Nacion

coma

algunas sumas

preñadas

ú



DE

LA P\Z. 237

6 otra , aunque

de

citas Fianzas hay po

cos exemplares; pues regularmente

en

tales casos se hipotecan algunos bienes

de

la Corona , ó algunas Ciudades , y Vi

llas , que sirven de segundad para la

paga. ( a) Las deudas de la Corona

sue

len ser respeítj á o : r a

Nacion,

ó á los

Particulares

de

ella

, 6

de

la

propia.

En

España con dificultad se

encontrarán

exem

plares

de lo

primero, aunque s í

de lo

segundo, y en efte

caso

regularmente se

procede con

el

Principe en los mismos ter

minos

que

con los

Particulares

, recon

viniendo con sus

firmas

,

y

obligaciones

Tom.i. Y en

( a ) En e l Tratado

Velan ,

s ? hívia obligado

U

Polonia

á

p a s c a r

á l a

Corte

de I J e r l í n

3 ooy.R.ixdaicrs,

y

á entreoírla

l a

Cuidad

de

Elblng

,

h a l l a

l a

entera

satisfacción de

e í t a

cantid i d . E l l e Articulo

s e

coti-

f i r t í o después en

un

d j u f t e , q ue f u e f i r r r i a d o ' e n V a r-

Bovia á t 1 . de D i c i c - ■ r i b r e de

1699.

cuvo contenida

e s ' : ' El E l ? ? }

i r

de

Brandembourg

s e

o b l i g a

a

e n t r e

gar a l o r

Polacos

e l

día

t . r í e F e b r e r o

de 1

700. l . t Ciu

dad

de

Elblng , c o n

la

c o n i i c ' o n d e

que

i » RenubVca 1 $

pague

300J.

Rixdalers

,

t r e s

meses

d e s o u e s

de

/ . i

f ' / í -

brtclon de

l a proxima

Dieta ,

y q ue e l

día

e n t e s

de

A i

evacuacion de

Elbing s i \ t entreguen l a s

j o j r a r

PUt* J O 1 - »

v i r l t ¡renda.



338

Derecho Publico

en

i o s Tribunales C i v i l e s 5 como y a

he*

mos expuefto. Por

l o

q ue hace á tomar

Ciudades

en hipoteca , ó como prenda de

resguardo ,

s e p r a c t i c a b a

antiguamente

cuando

intervenían algunas

d i f e r e n c i a s

entre l o s

Reyes ,

y

Ricos-Hombres del

Reyno , cediendolas como

en

seguridad

de

l o s

Tratados ,

h a f t a q ue

e f t o s

se exe-

cutasen.

Los

Reynados

de

Don

Alonso

e l Sabio

,

Don

Sancho s u

h i j o

, menor

edad

de

Don

Fernando

e l

IV.

y en l o s

de

l o s

Reyes

Catholicos

,

eíhivieron

l l e n o s

de

e f t o s acontecimientos , como nos r e f i e r e

l a H i f i o i i a ,

juzgandose p r e c i s a s

entonces

t f t a s

,

ya

poco

usadas,

seguridades.

Pero en

caso q ue suceda h a v e r l a s ,

se

tendía

presente q ue l a

posesion

dela

Ciudad

,

ó

V i l l a

hipotecada

, no

permite

mas f a c u l t a d e s q ue l a s p r e c i s a s para con-

■

c e i

v a i l a

ton

seguridad;

de

s u e r t e

q ue

ni

l a f o i ma de Gobierno , n i l a s coftumbres, ó

Le j e s e f t a b l e c i d a s s e

pueden v i o e n t a r , s i e n -

do p r e c i s o no i n t e r v e n i r en mas

q ue

l o con*

cedido por l a s l e y e s

de

un deposito ; pero s i

pasado

e l

tiempo

determinado

para

l a

paga^

l u Nacion deudora no s a t i s f a c i e s e de otro

a i o»



de la Paz. 330

modo , s e r á entonces

l i c i t o apoderarse

en*

teramente de

l a

Hipoteca. Efto

s u e l e

ha*

cese

muchas

veces con voluntad de

su

Dueño , cediendo s u s

derechos

, y pro

piedad

en

compensacion

de l a

paga.

CAPITULO XVI.

De

otras

seguridades p u b l i c a s

para

la

exigencia de

losTratados.

LOS

ehenes,

q ue

s e

entregan

en

pren

das de l a seguridad , son o t r a pu

b l i c a f i a n z a de l a f é

de

l o s Tratados ; e f t a

coftumbre e s muy antigua,

y

usada

por

todas

l a s Niciones.

Son

l o s

Rehenes

unas

personas

d i f t i n g u i d a s

d e l

Pueblo

,

q ue

s e

entregan

en poder de

otro

, h a f t a q ue s e

ha y a cumplido e l t r a t a d o . Las

personas

viles

,

no pueden

darse en

rehenes , á

no

ser q ue sean en excesivo numero , ó ten -

gan alguna c i r c u n f t a n c i a q ue l a s

haga

apre-

ciables

á

l a

Nacion.

El derecho q ue hay sobre e l l o s

, e s

el

mismo

q ue sobre l a s cosas

hipotecadas,

Yí

y



340 Derecho Publico

y ¿olo s e extiende

á

impedirles l a l í b e r *

tad

de

ausentarse, pero e f t o ha

de s e r

con

p r e c r a i c i o n e s

moderadas, no v i o l e n *

t a s ;

y despues

de concluido e l Tratado

no s e l e s puede detener con

otro

pretex

t o ,

á no s e r por

algun

d e l i t o

p a r t i c u l a r ,

q ue

durante

s u e f t a n c i a

hayan

cometido,

6

deudas

contraídas

;

pues

no

permite

e l

Derecho de Gentes hacer

p e r j u i c i o

en e l

p a í s ageno t con l a confianza de r e t i r a r s e

s i n dar s a t i s f a c i o n .

La manutencion

de

l o s Rehenes

c o r -

re

por

quenta

de

quien

l o s

embia

,

no

haviendo de

l a o t r a p a r t e mas

g a f t o s

, q ue

l o s

precisos para s u

seguridad.

Por

l o q ue mira á l a

c a l i d a d , ningu

no puede e s c u s a r s e de s e r embiado en

rehenes , por mas d i f l i n g i d o q ue s e a .

Los

h i j o s

de

Francisco I . R ey de Francia,

de l o s

quales

uno e r a e l Delphin , e i í u -

vieron l a r g o tiempo en

España

por r e

henes de l o s tratados de s u Padre. Eíla

e s una

carga p u b l i c a á

l a

q ue

todos es-

tan

obligados

,

por

e l

bien

comun

del

Fftado , y a s i

deben

obedecer en e í t e ca

so

,

no solo a l mandato superior

d e l

So

be-



D£

la

Paz. -í 341

Serano , sino

es

a l de qualquier

Gober

nador

de

una

Plaza,

que

los

señale

por

rehenes , para afianzar las Capitulaciones.

Deben

ser

tratados con humanidad ,

y

política , y ellos por su parte eftán obli

gados á observar puntualmente su comi

sion

, nosicndoles licito el

huir , ni ausen

tarse con

pretexto

alguno , á no ser que

se

mude la condicion de la

persona ;

pero

cfte es un caso particular , como por exem-

plo

:

Si llegase á heredar el Reyno ,

cosa

que

pudo

haver sucedido

con

los hijos

del Rey de Francia

,

yá citados «

enton

ces se dcb_e

embiar

libre ; pues aunque no

eñe prevenido efte caso, la

buena

fe

suple efte defecto 5

debiendose

entender

que

la

Persona Sagrada del Rey , no eftá

obligada

á

quedarse

en

rehenes;

mucho

mas

quando

se exceptua por

el mismo

caso ; pero s i muriese , entonces la Na

cion que

lo puso

eftará en

obligacion de

embiar otro

en

su

lugar.

.*¿

La

Nacion

que

no

cumple

fielmente

los tratados , no

solo

hace injuria á las

demás

,

sino es

principalmente á

las

per

sonas dadas en

rehenes

, que son como

Y1 pren-



342 Direcho Publico

prendas

de

\ a seguridad publica ; mas si

fuese por

alguna

c i r c u n f t a n c i a

, ó por

cul

pa

de

l a

Nacion

q ue

posee

l o s

Rehenes,

en t a l caso e s necesario no abandonar á

c f t o s i n f e l i c e s , y hacer todos l o s esfuer

zos p o s i b l e s para l i b e r t a r l o s ; y

quando

no

s e

pueda , recompensar e f t e daño,

con

l o s

honores

concedidos

á

l o s

Parien

t e s .

En

e l

caso

de

f a l t a r á

l o

eftipulado

por p a r t e d e l

Soberano

q ue

dá

rehenes,

l a suerte de é f t o s e s , quedar piisioneros

perpetuos; pero l a s Naciones p o l i t i c a s ,

que saben d i f t i n g u i r entre

l o s

inocentes,

y culpados no s e v a l e n de e f t e rigoroso d e »

lecho , antes bien

s u e l e n

embiailos l i b r e s

bajo de algunos pacaos , y condiciones»

pues todo l o demás q ue en

e f t e

punto s e

execute,

aun

quando

s e a

autorizado

por

l a l a r g a coftumbre , s e debe tener por i n

j u r i o ,

y

ageno de l a humanidad , y

p o l i t i

ca

de

l a s

Naciones.

CA-



de la Paz. 343

CAPITULO XVII.

De l a interpretacion de l o s Tratados.

UNA.de l a s materias mas b a f t a s q ue

s e

ofrecen en e l Derecho Publi

co , e s l a interpretacion delos Tratados.

S i huvieramos de

r e d u c i r

á

l o s

casos par

t i c u l a r e s , q ue

pueden o c u r r i r ,

l a s

gene

r a l e s . ,

r e g l a s

de

l a

interpretacion,

s e r i a

nunca a c a b a r , y no s e r v i r í a mas q ue de con

f u s i o n . Es necesario , pues , considerar

l o s

Tratados, como l a s demás p u b l i c a s

volun»

tades , i n t e r p r e t a d a s

por

l a s

l e y e s

c i v i l e s ,

en

l a s

q ue

mas

s e

debe

atender

á

l a

men

te , q ue no á l a s p a l a b r a s con q ue se ex*

p l i c a n . ( a ) S i

e f t a

re&a intencion reynsU

r a siempre en l o s corazones de l o s hom

bres

s no era

necesario

andar buscando

Y4

ex«

( a ) Semper tutem

m f í e l e

, quid t e n i l r í t ,

nm

quid

dixtru , coytmium, Cicct.de O / f i d í s , üb.t,

cap.io.

-



344

Derecho

Publico

explicaciones a

s u voluntad, pero como

muchas vetes l a s cosas q ue s e inftituyeron

para

a c l a r a r

l a

verdad

, suelen

s e r v i r

de

con

f u n d i r l a

, esnecesaiio

dar algunas

reglas de

la\erdadera interprecacion

delos

Tratados.

La p r i n c i p a l r e g l a , y mas u t i l era , s i n

duda

, e l disponerlos de modo q ue no ne

c e s i t a s e n

i n t e r p r e t a c i o n .

Para

e f t o

todo

Principe advertido , procura q ue

s e l e

de

c l a r e n , y expliq uen l o s puntos mss prin

c i p a l e s , de

s u e r t e

q ue no haya dudas en

adelante: no concluyendo, n i fñmrn-

do Tratado alguno,

h a f t a q ue c o n f í e ,

s i n obscuridad de

e l

asunto

q ue

s e

t r a t a

,

y

de todos s u s

c a p í t u l o s

en p a r

t i c u l a r . No

obftante, como no

s e

pue

den prevenir todos l o s sucesos , y

con

e l

tiempo,

y d i v e r s a s c i r c u n f t a n c i a s

, s u e l e n

o c u r r i r

v a r i o s

,

no

prevenidos ,

e s

siem

pre necesaria l a interpretacion j u ñ a , f

r a c i o n a l

;

para e l l a s e ha de t e n e r presen*

te: q ue

s o l o

t i e n e l u g a r en l o s c a s o s obs

curos , y dudosos ; pues en l o s q ue e f t a

c l a r a

l a

razon

,

ó

hay

otros

exemplares

de

sucesos

equivalentes

,

por e l l o s s e puede

juzgar , evitando de e f i e .

modo J a

moleña



de

la Paz. 345

interpretacion

, l a s mas veces peugicsa:

que e f t a no puede

hacerse por

l a s partes

interesadas,

sino

por alguna

otra

señalada

para e l l o , y cuya decision una vez apio-»

bada ,

y

tenida por c i e r t a , se debe

seguir

a no descubrirse

despues

algun perjuicio

notabilisimo

;

pues de otro modo serían

interminables

e f t o s

j u i c i o s

:

y

que

se

de

be juzgar , segun e l modo mas

comun ,

re

gular , y que mas s e adeq üe a l a s circuns

tancias de l o s contrayentes

,

y naturale

z a

d e -

l a s cosas ;

evitando

toda

sutileza,

y travesura de ingenio, contraria i á L a

buena f e , y sinceridad con que se

pro

cede.

¿Que

cosa mas

r i d i c u l a , y

despre

ciable

puede haver ,

que l a de f a l t a r un

Principe

á su

palabra ,

y

juramento con

una s a l i d a

agena del

sentido verdadero

de

sus

palabras?

Como

s i

(por

exemple)

ofreciera no

derramar

l a sangre de sus

enemigos , y l o s mandara

ahogar

, ó en

terrar vivos:

no

quemar una Ciudad, y

l a mandase deftruir : poner á uno en l i

bertad,

y

l e

mandara

sacar

l o s

ojos

: co

mo

hay

ejemplares en l a

Hiííoiia d e ;

to*



3 4 ¿ > Derecho Pusltco'

todos

e f t o s c a s o s , ( a )

E f t a s

r i d i c u l a s

e s c a p a t o r i a s

,

en

lugar

de

dar algun aparente

motivo

de d i s c u l

pa

, s o l o s i r v e n para

demonftrar l a per

f i d i a ,

y mala f é con q ue s e ha

procedido.

Por l a misma

razon

s e prohiben

en l o s

t r a

tados

l a s

r e f t r i c c i o n e s mentales

:

y

l a s ex

presiones

equivocas

,

ó

f i g u r a d a s .

Los

t e r

minos propios de O f i c i o s , ó Artes , y

d i a l e c t o s p a r t i c u l a r e s

de cada lengua

,

se

deben i n t e r p r e t a r , segun s e entienden,

en e l modo

mas comun

, y usado

, aten

diendo

mas

a l

sentido

q ue no

á

l a

ex

presion , 6

sonido

de l a s p a l a b r a s .

Otra cosa e s , quando para negar

algu»

na

p e t i c i o n

s e usan de

p a l a b r a s

equivo»

cas , pero q ue bien consideradas dan b a s »

tante

á

entender

l a

intencion

de q uien

l a s d i c e . El

Emperador

Carlos V .

respon-

d i e n »

(x)

El Rey Don

Pedro e l Cruel

ofrecio

a

l o »

Vizcaynos

darles por Señor á Don Juan

Infante

de

Aragon

,

y

havir-ndo

hecho

matarle

,

l o

mando

a r

rojar

á l a Plaza

publica, cutiendoles : Vets baj a

vuet-

t r » Señor»



DE LA P\Z. 34?

diendo a l Embajador de Francisco I . R ey

de

Francia

,

q ue

l e

pedia

e l

Eftado

de

Mi

l á n

,

dixo :

Jo quiero l o

mismo

q ue mi

her

mano e l Rey de Francia quiere : aludien

do á l a posesion d e l Eftado

; pero

e l

Em

bajador

no comprehendiendo e l

sentido

de e f t a s voces , e s c r i b i ó á su Corte q ue

y a

e f t a b a

concluido

e l

Tratado

,

aunque

s a l i e r o n vanas s u s e s p e r a n z a s ,

{ a )

Qiialquiera

equivocacion ,

ó engaño

q ue pueda haver en

semejantes

conven

ciones deberá r e c a e r sobre l a Nacion , que

s i n

( . * ) Bien sabido es e l caso sucedido en

e f t e

sig-

glo , q ue puede servir para

exemplar

de

e f t a Doc

trina. En l a Guerra de

1733 .embió

l a Corte de F r an

cia algunos Baca llones para socorrer á l a Ciudad de

Dantcik ,

en

donde

e f t a b a

e l Rey

Stanislao

, sitiadd

por

l o s

Rusos.

E f t e

cuerpo

de

Tropas

s e

vio

obliga

do a capitular , contentandose

e l

O f i c i a l

q ue

lo man

daba ,

con

e f t i p u l a r q ue l o condujesen

á un

Puerto

del

Mar Baltico

; pero

e l

General Ruso Conde de

Munich , l o s embió á

Petersbourgo

, en donde que^

daron

prisioneros

de guerra.

Sin

embargo

l a

F r a n

cia

no

reclamo

,

ni s e quejó de e f t a

p e r f i d i a ,

y to

dos

l o s

Políticos ,

condenaron

l a

ignorancia

del

O f i c i a l

Frances ,

conociendo q ue e l

Conde

de

Mu-

nick, sabia

aprovecharse bien

de todas

l a s o c a ' *

f t i o n e s .



348

Derecho

Publico

s i n

precaucion , n i examen de j a

Verdad

s e entrega

á e l l a s j

y

a s i

como l l e v o

adverti

do

,

ante

todas

cosas

s e

debe

proteftar

l a buena fé, y

s i n c e r i d a d

en l o s t r a t a

dos, y

en haviendo algnna

proposicion que

pueda tener dos sentidos , pedir l a verda

dera

interpretacion

de

e l l a , antes de con

c l u i r

e l

tratado,

y de

c f t e

modo

s e

ca

mina con seguridad.

Lo

mismo decimos

quando

alguno

de l o s contrayentes amplia l a s

f a c u l t a d e s ,

y concesiones q ue l e

han

permitido

por

e l

tratado

, interpretandolas

á s u favor

,

y

cften diendo l o s l i m i t e s de l a concesion;

j p u e s entonces s e supone en é l mala f e ,

quando

no s i g n i f i c ó s u animo

a l

tiempo

de hacerlos a j u f t e s , y deberá conformarse

c . o n [ n

intencion de

quien

concede.

CA-



de la

Paz. 349

CAPITULO

XVIII.

De la renovacion , y extincion de los

Tratados.

LOSTratados hechos por

cierto tiem

po, se renuevan en

cumpliendo

su termino, y efta renovacion se puede

hacer

tacita ,

ó expresamente ; de efte ul

timo

modo

se

cxecuta

,

bolviendo

á

con

traer

las mismas

obligaciones,

con alguna»

mas,

ó menos circunftancias: del otro s i

guiendo sin poner impedimento por 1«

parte

que

mas interese

en que

no siga

el

tratado

, pues entonces

se

presume

con

siente á ello.

Tales

tratados de renovacion

,

re

gularmente

se

llaman

en

España Tre

guas , muy usadas

antiguamente con los

Moros ,

concediendoles

eftas suspensio

nes de hoftilidades por cierto numero de

años, despues

de los quales se

concluía

el

tratado

i

siendo nrecisa la renovacion



3 5 < > Direcho

Publico

para q ue continuase.

En l o s asuntos de

Comercio , y

Navegacion

,

s e

efectuan al

presente

v a r i o s

tratados, no

peipetuos,

como conceder por

a'gun

tiempo

a l

guna

v e n t a j a

en e t r a f i c o ,

ó

despacho de

c i e r t o s

generos ,

acabándose e l

tratado

luego

q ue

e s p i r a l a condicion. Por l o que

hace

á

l o s t r a t a d o s de Paz

, s e tienen por

perpetuos

a l

presente

,y

no

s e

quebrantan

por

tiempo alguno,

sino

e s solamente

por alguna nueva

causa q ue

ocurra.

En

e l Reynado de Carlos V . y en

e l

de

algu

nos de s u s sucesores , especialmente

D.

PhclipcIV.

fue

c a s i

continua

l a

guer

ra entre España , y Francia ,

s i n

impedir

efto,elque s e

celebrasen

v a r i o s tratados

de Paz entre l a s

dos

Coronas

, s i n e f t á r

concebidos

en l o s

terminos

de

limitado

tiempo. , : .

El Tratado e s

un vinculo

, o

o b l i g a

c i o n . , q ue une á l o s dos contratantes ; de

suerte q ue

s i s e

rompe

por uno de e l l o s ,

quedará e l otro l i b r e de l o ofrecido ; pero

como puede un

t r a t a d o tener

muchos d i

versos

a r t í c u l o s

,

s e

duda

,

s i

quebranta

do el uno,fenece todo e l contrato .

Para

r e -



DÉLA

PaZ. 351

r e s o l v e r una duda en q ue s e embarazan

b a f t a n t e l o s Autores d e l Derecho Publico,

e s necesario

saber s i e l a r t i c u l o á

q ue

se

f a l t a

,

e s

tan

e s e n c i a l

,

q ue

s i n

é l

pierde

e l

tratado

su f u e r z a , y e x i f t e n c i a ,

ó aun

que

no s e a

eso , s i

acaso

e f t á

t a n

unido,

y enlazado con l o s demás q ue s e haga

p r e c i s a su observancia , d e l mismo modo

que

todo

e l

contrato.

En

e f t o s

terminos

ciertamente s e acaba e l

tratado, faltando

á tan p i i n c i p a l e s a r t í c u l o s : mas s i e f t o s

á q ue s e f a l t a n son enteramente indepen

dientes

, l a

razon

, y equidad , piden

q ue

se disimule, no queriendo l l e v a r l a s co

s a s

con

todo

e l

r i g o r

,

á

no

s e r

q ue

e f t a

f a l t a

siendo maliciosa , dé pruebas b a f t a n

t e s de l a mala f é

con

q ue

s e procede

; y

á l a verdad, se

hace

sospechosa l a Na*

cion, q ue

olvidandose de s u s

promesas,

quebranta

alguna

de

e l l a s

,

dando

q ue

rezelar prudentemente á l o s q ue a d v i e r

tan en e f t a conduela , l o f a c i l q ue l a s e r á

faltando

á algunas

,

hacer l o ,

mismo con

I s l s

r e f t a n t e s .

En e f t e caso puede l a agra

viada

amenazar

con

l a

rotura

de

todo

e l

tratado, i ña

de

q ue

s e observe

e l me

nor



352 Derecho Publico

ñor a r t i c u l o

de e l .

Lo

mismo

decimos

qitando

s e

c e l e b r a

un

Tratado c o n t r a r i o

a l q ue anteriormente s e ha hecho, pudien-

do

o b l i g a r

á quien l o executa á q ue l o

rompa , y no pase adelante en é l

,

y quan-

do no quiera

,

á l o menos ,

s e p a r a r l e del

suyo.

Los Tratados , como todas l a s demás

cosas

,

perecen

en

faltando

l o s

s u j e t o s

prin

c i p a l e s

de

e l l o s

,

y a s i

no

s o l o

l o s

persona

l e s

,

f a l t a n d o l a persona ,

s i n o

e s l o s rea

l e s

,

pereciendo

l a Nacion

q ue l o s

ha

efec

tuado

; pero

s i

e f t a s u b s i f t e , aunque mu

de

l a

forma de

Gobierno

,

ó

entre

en

Dominio Eftrangero , deberá cumplir l a s

obligaciones

coatraídas

con

l o s demás Es

tados

,

y e l Principe q ue l a adquiera por

herencia , ó por c o n q u i f t a , adquirirá a l mis

mo

tiempo

l a s

c a r g a s

de

deudas

,

hipote

cas , y

demás

obligaciones q ue tenga l a

Nacion , no pudiendo r e u s a r e l s a t i s f a c e r

l a s , segun l a precision en

q ue

l e pone

e \

perecho P u b l i c o ,

CA*



OelaPaz. 353

CAPITULO

XIX.

De

los

intereses de los

Principes.

LOSntereses de los Piincipes

pueden

ser particulares de

sus

Familias , ó

Rentas , y comunes

de

la Nacion que

gobiernan

:

de

los

quales

vamos

á

hablar.

Los

intereses de una

Nacion , y por

con

siguiente

del

Soberano

que

i a

gobierna

son,

generales en

que conviene con las

demás,

ó

particulares en los que se diftingue

de

las otras , y bnjo eftos terminos aun ad

miten otra divisten ; es á saber: ó son in

tereses

de

l a

Nacion

,

respecto

á

s í

misma,

ó respecto á

las demás : de todos los qua

les

daremos razon

con la brevedad

po

sible.

Los

intereses generales

de

l a

Nacion,

consiften en l a paz , y tranquilidad de

los

Ciudadanos ,

en la

recta observancia

de

la

jufticia

9 en que reyne l a policía, l a abun

dancia

, el buen orden

: y

en

una

palabra

Tom.

u

en



354 Derecho Publico

en q ue s e observen l a s r e g l a s d e l Dere

cho Publico q ue

hemos

explicado.

Los


i n t e r e s e s

son

aquellos

q ue competen á

cada

Nacion , y a por su

s i t u a c i o n , y á

por

l a de s u s

vecinos

, ó

a l i a d o s ,

y á

a l f i n por l o s dominios , q ue

dentro , y f u e r a d e l

t e r r i t o r i o posee

,

c a

l i d a d ,

genio , y

coftumbres

de

s u s

mora

dores,

con o t r a s

muchas c i r c u n f t a n c i a s , q ue

hacen diversos l o s i n t e r e s e s de

cada

Es

t a d o . Fuera l a r g o , y molefto querer

ex

p l i c a r l o s de

todas l a s

Potencias

de Eu

ropa : y a s i solo nos ceñiremos á dar a l

guna

n o t i c i a

de

l o s

p r i n c i p a l e s i n t e r e s e s

de l a n u e f t r a , q ue e s e l objeto d e l derecho

q ue vamos explicando.

España , por s u s i t u a c i o n , riquezas ,

y

g l o r i a de s u s h i j o s , ha hecho siempre un

d i f t i n g u i d o

papel

en

e l

Theatro

P o l i t i c o

d e l Mundo: de suerte, q ue

quando

o t r a s

Naciones

(que

oyen e l d i a b r i l l a n con tan

to ex plendor) cftaban

obscurecidas

en

c\

olvido de l a s

gentes

, y entre

coftumbres,

poco c u l t a s ,

y

p o l i t i c a s , y á

lanueftra era

asunto para

l a s

ideas de

l o s

principales

Conquistadores d e l

Universo. Cartaginen-*

sesy



de la Paz. 355

s e s , y Romanos anhelaron

á

su posesión

con un ardor i n c r e í b l e ,

y

a l f i n pudieron

l o g r a r l o

e f t o s

ultimos

,

á

c o f t a

de

mucha

$angre,grandcs

b a t a l l a s ,

y un numero pro

digioso de años, en l o s qualcs l a paciencia,

y conftancia Romana , f u e

l a

q ue sobrepujó

todas l a s d i f i c u l t a d e s , ( a ) Despues de e l l o s ,

con

l a

c o d i c i a

de

t a n

r i c a

presa

,

una

inundacion deBaibaros s a l i d o s d e l Nor

te, s e a r r o j ó impetuosamente sobre e l l a .

A un

tiempo disputaron e l dominio Go

dos , Suevos , Vandalos , Alanos, y Ro

manos

,

antiguos poseedores.

Y

haviendo

a l f i n quedado

l o s

Godos por

dueños abso

l u t o s , s e vieron obligados á ceder e f t a

r i c a

herencia á otros

nuevos

usurpadores.

Los Moros , llamados con t r a i c i o n de l o s

propios n a t u r a l e s , s e dieron p r i e s a á apo-

deiarse

de

una

a l h a j a

,

para

l a

q ue

b a f t a

ba entones e l derecho de l a s armas. En

poco

mas

de

dos años

no

dejaron cosa

de

q ue no

fuesen

Señores

s á no

s e r

algunos

Z 2

pe«

( < * )

La Sagrada

Escritura

afirma

q ue

l o s Roma

nos poseyeron a

España :

C $ n s i l ¡ o s u t i , W

patientia

l i b .

t . Macbabttorum*



356

Derecho

Publico

peñascos

q ue

s e r v i a n

de

abrigo , mai

q ue

de

defensa ,

á l o s f u g i t i v o s á e l l o *

refugiados.

Entonces

fue quando

s e

vieron

en Es-

. paña t a n t a s

pequeñas

Monarquías , como

p r i n c i p a l e s Cuidados , y Provincias t e n i a .

Por parte de l o s Moros ,

Toledo

, Cor-

dova

, Jaen ,

Murcia , Cuenca ,

Zaragoza,

Granada

,

y

S e v i l l a

, reconocieron

Sobe

ranos

á

l o s primeros

Gobernadores que

tuvieron , dejando l a Corona á sus deseen*

d i e n t e s . Los Chriftianos

tambien

e r i g i e

ron Monarquías en A f t u r i a s , Leon, Gali

c i a ,

C a f t i l l a

,

Aragon

,

y

Cathaluña,

gober

nadas

por

Reyes , y

Principes

Soberanos

l a r g o

tiempo. De e f t a t a n e f t r a ñ a

s i t u a c i o n ,

resultaron

( como

e i a p r e c i s o )

una i n f í n i *

dad

de

d i s c o r d i a s

, no solo entre l o s Chris-

t i a n o s

,

é

I n f i e l e s

,

sino

e s

tambien

mu-

chas

veces

entre

l o s de

una

misma pro

fesion, siendo

diversos l o s i n t e r e s e s

por

l a

razon de s e r d i f t i n t o s

l o s Reynos^

De aqui

s e originaron crueles,

Guerras*

y

sangrientas B a t a l l a s

, no cesando

por

c\

espacio

de

ochocientos

años;

h a f t e

q ue

al

f i n

de e l l o s , deíhuídos. enteramente

lo»



DelaPnz. 357

Moros, y reunidas

poi

herencia todas l a s

Coronas

de

l a

Chriftiandad ,

en

l a s

s i e n e s

de l o s Catholicos Reyes Don Fernando,

y

Doña I s a b e l

,

s e vieron renacer en Es

paña aquellos

a l e g r e s

d i a s , de

mirar

reu

nidos á todos

s u s

moradores , bajo una

Religion , y un mismo dominio.

Hafta

a l l i

l o s

i n t e r e s e s

de

l a

Nacion

eftuvieron como confundidos

en

t a n t a va

riedad deReynos,yla misma d i v i s i o n ha

da

precisamente

q ue l o s i n t e r e s e s r e s p e c t i

vos de cada parte fuesen c o n t r a r i o s a l todo

de

l a

Nacion.

Hechos,

pues,

dueños

l o s

Reyes Catholicos de todo

e l Continente,

( á excepcion de

Portugal) empezó

España á

tomar v i s o s

de

Monarchia , y

á

a l t e r n a r en

asuntos de i n t e r e s e s con l a s demás Poten

c i a s

de

Europa.

Con

l a s

nuevas

adquisicio

nes

fue

p r e c i s o

contraer nuevos empeños,

y

t r a t a d o s con

l o s Principes

, y empez ar a ,

g i r a r con nuevos i n t e r e s e s , b i e n d i f t i n t o s de

l o s q ue h a l l a a l l i h a v i a .

Ñapoles , y S i c i l i a , adquiridos por de

recho

de

sucesion

,

y

conquifta

,

aumen

taron e l

cuidado

, y cxplendor de l a Co

rona. Las dos Ameritas , l o a

Eftados

de

Z 3 Plan-



3 5 3 , Derecho

Publico

Flandes , Milán , y gran parte de l a l t a ¿

l i a ,

l o s Re)

nos

de

Portugal ,

l a s I s l a s Phi-

l i p i n a s

,

y

o t r a s

Provincias

,

y

Ciudades

q ue

s e

agregaron por l o s sucesores de los

Reyes Catholicos , h i c i e r o n i n t e r e s a r á Es

pina en

c a s i

todas

l a s

negociaciones de

Europa.

No

e s d e l

caso

r e f e r i r

l o s

diversos

sucesos de e l l a s por

l o q ue mira

á nues

t r a Nacion ; eso pedia H i f t o r i a aparte , y

en l a de España podrán v e r l o l o s eftudio-

sos

; solo

debemos d e c i r ,

q ue

despues

de

l o s

v a r i o s acontecimientos ,

en

q ue l a

fortuna , ó por mejor d e c i r

l a providen

c i a de Dios , ha dado, y q uitado l o s

Reynos , y Dominios , despues de

aban

donados algunos , cedidos otros , y s e p a

rados

muchos

, e l R ey de España

pose

yendo

Eftados

en

l a s

quatro

p a r t e s

d e l

Mundo

, precisamente

i n t e r e s a

en

s u

con

servado, í

con

l a s


Potencias de

e l ; y especialmente con l a s de Europa,

que son

l a s q ue

mejor

saben

t r a t a r l o s

Publicos

i n t e r e s e s .

Veamos

, pues

,

a l g u

nos de l o s mas

p r i n c i p a l e s .

Por

l o

q ue hace

á

s i

misma

,

ade

ma*



de

u

Paz. 359

más de

aquellos comunes

i n t e r e s e s

de l a

paz, quietud

de l o s

Pueblos, y

buena

a d m i n i f t i

acion

de

j u f t i c i a

,

&c. España

i n t e r e s a en mantener l a

Religion

s i n mez

c l a de o t r a s , evitando por

e f t e

medio l a s

turbaciones q ue

con t a l e s motivos s e

o r i «

ginan , asimismo en q ue s a l g a e l menos

dinero

q ue

s e

pueda

d e l

Reyno,

en

l o

que debe poner

tanto

mas cuidado , quan-

to l o ponen en j a c a r l o l a s demás Nacio»

nes.

Desde e l

descubrimiento

de l a Ame

r i c a e s i n c r e í b l e e l Oro, y P l a t a q ue

ha

venido á España de aquellos P a í s e s ; pues

se

queman

por

m i l l a r e s l o s

millones

de

pe

sos f u e r t e s , y de e f t a s prodigiosas c a n t i

dades, s e

puede

asegurar con verdad,

que apenas havrá quedado l a oétava par

t e . Todo l o mas l o han sacado

l o s Es-

trangeros

con

s u

comercio,

é

i n d u f t r i a .

El remedio e s precaverla , y tomar l a s

medidas

para

q ue no necesitemos

de

e l l o s .

Otros

i n t e r e s e s t i e n e

España,

respecto

á

s í

propia ; como mantener una

bue

na

Armada

para

defensa

de

s u s

Coftas

,

y

Dominios de I n d i a s

,

e f t a b l e c e r buenas

F a

b r i c a s , fomentar e l Comercio , y otros

Z

4

q ue



360 D:recho Publico

q ue omito por e v i t a r p r o l i j i d a d . De lo*

q ue t i e n e

con

¡ a s demás Potencias

de

Eu

ropa,

diremos

algo

s i n

s a l i r

de

l o s

t e r

minos g e n e r a l e s .

CON LA fRANClA. E f t a Corona

y a t a n eftrechamente unida con l o s lazos

del parentesco , f u e en otro tiempo e l

ma.

y or enemigo de España , como l o acredi

tan

t a n t a s

b a t a l l a s dadas entie l a s

dos

Na

ciones

;

pero despues q ue

l a

Casa

de Bor-

bon ocupó

e l Trono Español ,

l a s

dos

Co

ronas unidas

en

l a z o

e f t r e c h o

de amiftad,

no piensan

en

mas q ue

en

ayudarse r e c i

procamente.

Los

i n t e r e s e s

de España

con

l a Francia s e

reducen á

c u l t i v a r c f t a amis

tad,

y

buena

correspondencia , y á com»

poner

amigablemente qualquier

d i f e r e n c i a

que

s e

o r i g i n e .

con

Inglaterra.

Los

Buwm.

eos , 6 I n g l e s e s , ( que despues de r e u n í »

das

l a s Coronas de Escocia

, é I r l a n d a

á l a

suya , y despues de haver con s u

apUca-

cacion a l gobierno adquirido por medio d e l

comercio grandes riquezas ,

y efbbletido

una Marina poderosa , s e han hecho como

f l r b j t i o $ de

l a Europa , y una

de

su»

p r i n ?



de

la Paz.

;

S < 5 í


Potencias)

son

s i n

duda , cne4

migos muy dañosos para

España. La i n

mediacion

de

sus

Colonias

en

America

con n u e f t r a s Provincias , y l a s

diferen

t e s pretensiones , y derechos de ambas

Naciones l a s

hacen v i v i r

siempre

con

a l

gun

r e z e l o ,

y precaucion. Los intereses

de

España

con

I n g l a t e r r a

,

serán

,

s i n

duda,

mantener una

buena

Marina

q ue

pueda

hacer f r e n t e

á l a

suya,

aunque no

sea tan

numerosa ,

disputandola

e l Imperio d e l

Mar q ue

quiere

apropiarse; e v i t a r

q ue

sea

t a n f l o r i d o s u Comercio

,

á l o menos

á s u c o f t a , velando sobre l o s fraudes

,

y

contravandos

,

especialmente

en l a Ame

r i c a adonde son comunes; i n t e r e s a r á

l a

Francia

en

qualquier Guerra con

Ingla

terra , á f i n de ocupar

, y

d i v i d i r s u s

f u e r

zas ,

y

en

l o

demás

guardar

una

buena

h a r

monía , observando

fielmente

l o s

t r a t a d o s .

CON

EL EMPERADOR. Quando

l a

Casa

de A u f t r i a

ocupaba e l Trono de Es

paña , eran

l o s

i n t e r e s e s

de l a s

dos

Coro

nas

mas

unidos

,

y

mayores

:

a l

presente

no son, n i con mucho

, i g u a l e s ;

no obs

tante i o s r e c i e n t e s vínculos de parentesco

por



362 Derecho

Publico

por

los celebrados

Matrimonios ,

hacen

mirar

á la

Familia Imperial, como

unida ala

nueftra con una perpetua amiftad

,

y

un

vinculo

de sangre que

afirma

la

paz

, y

la ninguna oposicion en los respectivos

intereses.

CONLAS DEMASPOTENCIAS

DEL

NORTE.

Yá

por

su

diftante

si

tuacion , yá por los ningunos enlazes,

siempre

ha

tenido

España

poca

conexion,

é

intereses , fuera del general del Comer

cio ,

especialmente

con los Dinamarqueses,

y

Suecos

que

frecuentan

mas

sus

Puer

tos:

puede, no

obftante, indirectamente

tener alguna

relacion con eftas Provincias,

ó

por

garantía

de

algun tratado

, ó por

entrar ellas como aliadas en

algun articu

lo en que

se

prometa

la

defensa

de

los

aliados

de las

Potencias Contratantes. Con

los Cantones Suizos se debe entender

lo

mismo , reduciendose

todos

los

intereses á

solicitar las regulares reclutas

de

Solda

dos puramente

Catholicos,

para el servi

cio

de

la

Nacion.

CON

LA REPUBLICA DE HO

LANDA.

En

otr© tiempo eran

,

sin duda,

de ■



de

la

Paz. 363

de mucha gravedad los negocios , c in

tereses

con ella , poseyendo España los

Países de Flandes

,

y

manteniendo

una

Guerra casi continua ,

por

espacio de se

senta

años; pero

al

presente se

reducen

á materias de Comercio , y

a

observar

los ultimos

Tratados,

celebrados

regular

mente

para

cfte

fin.

CON

LOS

PRINCIPES

DE

ITALIA,

especialmente con

el Papa. El principal

interes de un Principe

Chriftiano

,

es ma-.

nifeftarse hijo obediente de la Iglesia , r e

conociendo

á

su

Santidad

por

Suprema

Cabeza de ella

; pero efto

no quita para

que se

tomen todas

las

medidas

, á fin

de que la Corte de Roma , con titulo de

piedad ,

y Religion

, no confunda l a po-

teftad

temporal

con

la

espiritual

,

y

quie

ra

exercer jurisdiciones

que

no la com

peten.

Los Reyes de España, al paso que

respetan

la

autoridad Pontificia ,

han cui

dado

de que se exerza solo en aquellas

materias que tiene jurisdiccion. El verda

dero interes de una Nacion , es ser go

bernada

por

solo su Soberano, y que sus

ordenes no sean impedidas pot otro. Ade-



3^ 4 Derecho Publico

más

de

e f t o s i n t e r e s e s con l a Corte Re»

mana,

hay e l

de

procurar

no

s e

e f t r a i g a

para

e l l a

t a n t a cantidad

de dinero

,

como

n a f t a aquí ha sucedido

,

cuy o daño se h a

remediado mucho con e l nuevo Concor

dato , celebrado entre l a s dos

Cortes.

CON

LOS

DEMÁS PRINCIPES

DE

ITALIA. En

otro

tiempo

,

quando

Espa

ña

poseía

l a

mayor

p a r t e

de e l l a

,

eran

de mucha consideracion s u s i n t e r e s e s :

a l

presente, por l o q ue

hace

á Ñapoles, y

S i c i l i a , Parma, y Toscana , conserva l o s

q ue

son

n a t u r a l e s

entre

l o s

de

una

misma

f a m i l i a .

Con

l o s r e f t a n t e s c a s i nada

i n t e r e

s a

, excepcuando a l

R ey de Cerdcna,

unido tambien

por l a

razon d e l p a r e n t e s c o .

CON LOS SOBERANOS DE Á F R I

CA.

Eftando tan

inmediatos

á n u e f t r a s

Coftas, no e s poco l o q ue i n t e r e s a Es

paña en precaverse de s u s i n s u l t o s . Lt

Paz

a j u f t a d a con e l Emperador de Marrue

cos t r a e l a u t i l i d a d , de s e r menos moles

tados

l o s

P r e s i d i o s de aquel Continente,

y

mas

a b a f t e c i d o s

de todo

l o

n e c e s a r i o .

Por l o q ue hace

á

l a s Regencias de Ar

g e l , Tune*

, y o t r a s

r e l

verdadero

i n t e

r e s



de

la

Paz.

36 5

tes es, contenerlas en l o s l i m i t e s posi-

bles,

escarmentando

á s u s

Piratas, y cs-

torvando l a s

continuas hoíhlidades en

«ueftras

Coftas ,

á

q ue

s e

añade

f a c i l i t a r

la Redempcion de l o s

Cautivos

C h r i f t i a *

nos.

Últimamente

CON

PORTUGAL,

(dejando

aparte l o s

Derechos y á expresa

dos

:

)

puede

i n t e r e s a r

en

q ue

s e

observen

los l i m i t e s de l o s dominios

,

especialmen

te

en

America , evitando usurpaciones, y

fraudes

en su franqueza de Comercio en

tre l o s dos Reynos , y buena harmonía

entre l o s V a s a l l o s .

Efta

e s

una

idea

en

general

de

l o s

i n

tereses de España : pueden e f t o s v a r i a r s e

gun varíen l a s

c i r c u r f t a n c i a s

, per o siem

pr e se ha de tener presente , q ue e l De

recho Publico permite á cada Nacion ha

cer

l o

posible

para

conservar

por

me

dios j u f t o s ,

sus

r e s p e c t i v o *

i n t e r e s e s .

CA-



3

66

Derecho Publico

capitulo xx.

Del modo

de

terminar las diferencias

entre las bJaciones.

LASiferencias entre las Naciones

j se

originan

por querer

cada una

sobftener sus

intereses

, y derechos. Es

cicito que

la

perjudicada, ó ofendida

puede

pedir

satisfacion

completa

,

ó

to

marsela por s í , en caso que sea necesario.

Lps particulares pueden remitir sus ofen

sas , y utilidades ; pero efte a&o de ge

nerosidad , que

en un

particular es

muy

loable ,

sería

con razon

reprobado en

un

Soberano

,

que debe

mirar por

los intere

ses

de su Reyno i y no eftá en su mano el

remitirlos por otro qualquier

respeto.

El heroico exemplo deDoña Ana de Aus

tria , madre de Luis XIV, y Gobernadora

del

Reyno

de

Francia

en

su

menor

edad;

puede servir de regla para semejantes ca

sos

:

ni el havev nacido en

España

,

ni

e l



de la Paz.

367

s e r hermana d e l

R ey Don

Phelipe IV.

pudo

hacer l a

menor impresion

en

su e s p i r i t a

para

q ue

cediese

algo

en

l o s

intereses

de

su

h i j o

,

y de todo e l Reyno. Nunca se

vieron guerras mas sangrientas entre Es

pañoles , y Franceses , y

l o s

dos hermanos,

s i n d e j a r de

s e r l o

en e l amor, antepusieron

e l c a r a c t e r de Reyes á l o s respetos de l a

Sangre, ( a )

Mas

no todas

l a s


se

de*

ben terminar

por l a s

armas. Otros

me

dios

hay

mas

suaves , y

mas

u t i l e s

para

conformar

l o s animos

de l a s Naciones.

Una

amigable

composicion

suele

producir

mejores efedos q ue l a s guerras mas por

f i a d a s . Quando dos

Eftados s e

juntan de

buena f é á determinar amigablemente sus


,

entonces

s e

miran pueftas en

p r a c t i c a

todas

l a s

i d e a s

de

l a

Sociedad

Ci-

( « ) El Paz de l o s Pirineos ( que fue l a conclusion

de e f t a G uer ra) h aviendose vifto los dos herma

nos ,

s e

disculpo

Dona

Añade Auftria de l o s

suce-

io*

pasados

;

pero

mirandola

e l

Rey

agradable

l a

dijo

: H a v c ' t i

becbt

v u e f i r t

4(her

; for t í o e s

efilmo

J« mai»

■*.'■•.



3 < 5 8

Derecho

Publico

C i v i l , y

d e l

Publico Derecho de

Gentes,

q ue s e d i r i g e á hacer á todos l o s hombres

t r o c a r s e

como

h c i

manos, no

como

ene»

x n i g o s .

La Mediacion. Es otro de

l o s

me*

dios para terminar pasivamente l a s d i

f e r e n c i a s .

La

j u f t i c i a de

cada p a i t e

queda

indecisa,

y s e convienen á t r a n s i g i r

s u s

derechos

con

o t r a s

equivalentes

u t i l i d a -

dades

, a r r e g l a d a s

á

l o

q ue se

cede

en

recompensa de e l l a s .

La Tramacion , e s tambien

modo

de

impedir e l

rompimiento.

La Nacion

me

diadora

,

ó

c o n c i l i a d o r a

,

debe

s e r

impar

c i a l , favoreciendo á cada p a i t e , solo en l o

q ue

l a pertenece

:

ha de procurar

l a p a z ,

c interponer l o s

buenos

o f i c i o s para e l l a :

c o n c i l i a r l o s

animos,

y a l l a n a r l a s d i f i c u l

t a d e s .

Eftos

son

l o s

objetos

de

l a

media*

cion , y

además de e l l o s queda

obligada

l a

Nacion

mediadora á s a l i r por garante

de l o s Tratados.

S i

no b a f t a l a mediacion,

n i demás tne-

dios propneftos

, aun

s e puede r e c u r r i r

á

otro

antes

q ue

á

f a s

armas.

E f t e

e s

,

á

l o s

Jueces Arbitros. Quando dos Naciones no

fue-



de la Paz. ; ? ; 3fo

pueden

convenirse en s u s pretensiones

v

proceden

de

buena f e ,

s e

suelen comprome-

t e r

en

l a

decision

de

o t r a ,

ó de

a l g a , ,

P r i n c i

pe ,

o

persona difundida, p a r a q ue

en

v i f t a

de s u s derechos pronuncie Sentencia á

favor de l a s dos

p a r t e s . La

Corona

de

Aragon

,

q ue

por

l a muerte de s u

R ey

Don

Maron

quedó

s i n

Soberano

,

e l i g i ó

para

e f t a

Dignidid a l Infante Don Fernan-

do , llamado e l de Ancequera , p r e f i r i e n

d o l e - a . o c r o s - p r e t e n d i e n t e s , ( a ) Mas

es

preciso a d v e r t i r , q ue siendo l a Sentencia

d e l f u e z . Arbitro ,

manifiefbmente

i n j u s

ta,

na

hay

obligacion

de

pasar

por

e l l a

Puede darse caso en q ue por soborno y

cncmiftad

o c u l t a

, u otro motivo , dé al

gana

Sentencia iniqua , entonces

no

e s

razon

conformarse

con

e l l a . Para

preca

ver

e f t o s

inconvenientes,

s e r á

bien no

d e j a r

un absoluto poder

a l Juez

Arbitro

de modo

q ue

pueda disponer solo á su

Tom.i.

Aa

a r .

W

ara

e f t e

f i n

s e

formb

una Junta

de

Varones

doftos

,

y

de

exemplares

coftumbres ,

del numero

de

Jos

«pales fue

San Vicente Fcrrer. num«ode



g?o

Derecho

Publico

t u b i t r i o

,

sino

e s cohartarlo

á c i e r t o s

l i

mites, y con v a r i a s r e f t r i c c i o n e s , de l a s

« j u e

no

debiera

a p a r t a r s e .

Todos e f t o s medios son

admirables

para c o n c i l i a r l a paz , y a d q u i r i r cada uno

sus derechos, s i n sangre , y calamidades,

pero no en todos casos s e pueden u s a r ;

en

l o s

c l a r o s

,

y

evidentes

,

s e r í a

cosa

r i

d i c u l a buscar composiciones nada nece

s a r i a s .

Un Principe q ue t i e n e

derecho in-

c o n t r a f t a b r e á

un

Eftado

, ¿por

q ué ha

de

t r a n s i g i r s e ,

n i buscar mediadores

, ó

a r b i

t r o s

en

1 a

r n j u f t a

pretension

de

otro?

De

berá, pues, defender s u razon, s i fuese

necesario con l a s armas. Otra cosa es en

l o s casos

dudosos , en

e f t o s

t i e n e n l u g a r l a s

amigables composiciones

,

y

traen mayor

mftidad

q ue l a guerra

mas

f a v o r a b l e .

Tambien

s e

debe

tener

presente

,

que

tn no siendo l o s derechos de l a mayor

entidad ,

y

muchas veces de cortísima,

p i

de l a humanidad , y razon, q ue s e ceda

alguna cosa antes de empeñarse en una

guerra

sangrienta

por

un

corto

interés»

no a s i quando e l asunto en q ue se trata

e s de l a mayor u t i l i d a d para e l q ue dispu

ta



de la Paz. 37I

t a : a s i en e f t e caso

,

como en l o s

demá?,

en q ue l a Paite c o n t r a r i a no quiera con

venirse ,

n i

á 1 ransaciones

,

Arbitrios

,

ó

Al

'd ( a c i o n e s , s e r á l i c i t o hacer v a l e r sus

derechos

con l a f u e r z a

de

l a s

armas , en*

trando

por e l

P a i s

de l a

controversia,

aun

mas por derecho de

conquiPa

q ue de he

r e n c i a .

Phelipe

I I .

despues

de

v a r i a s

j u n

t a s

, y pareceres de hombres

do&os

, sobre

l a l e g i t i m a sucesion á l a Corona de Por*

t u g a l , s e v i o

obligado

á hacer v a l e r sus

derechos con l a f u e r z a , embiando a l Du

q ue

deAlva

á

l a

f r e n t e

de

un

poderoso

Exercito

, q ue en

pocos meses

l e a l l a n o

e l camino para e l Trono. En e f t e c a s o ,

especialmente con Vasallos desobedientes,

y

con l o s Principes

, q ue

c i e r r a n l o s

oídos

á toda composicion , *on Hatos e f t o s me

dios ;

pero no

s é con

q ué

razon , n i dere

cho, a n t e s de

p e d i r cada uno

l o q ue l e

pertenece , y

a n t e s de

v e n t i l a r

l a s

razo

nes de cada p i r t e , s e piede con l a f u e r

za , l o q ue aun no

s e

debe de j u f t u i a .

En

e l

S i g l o

pasado

Luis

XIV.

q ue

pretendía

l a Soberanía de algunos P a í s e s de Flandes,

por derecho de

su

Esposa l a Infanta Doña

Aa 2 Ma



S 7 i

D

ERECHO PÜBLICO

M - i r . a Theresa , e l primer paso q ue dio en

c f t a

pretension

, f u e

i n t r o d u c i r s e

en

e l l o s ,

seguido

de

un numeroso Exercito ; y

en

e l

presente s i g l o , e l R ey de P r u s i a a l a

f r e n t e

de otro de s e s e n t a mil hombres , publico

un

manifieíro por l o tocante á su pretension

en l a S i l e s i a .

No

s e duda q ue e f t o s Prin

c i p e s

tendrían

s u s


razones

para

pioceder de

e f t e

modo , a l parecer contra

e l

Derecho

de Gentes ,

pero

á l a verdad,

t f t o s

exemplares

son pocos seguidos

,

de

l o s q ue

con p u b l i c a j u f t i f i c a c i o n

, y

bue

na

f é

,

desean

terminar

l a s

d i f e r e n c i a s .

Para

mantenerse

en posesion de una

cosa aun no

decidida ,

b a f t a l a buena

f é 4 y e l

no

moftrarsemas legitimo d e i e *

cho por l a p a r t e c o n t r a r i a . S i n embargo,

no e s l i c i t o por

s o l o

un derecho dudoso,

y

i n c i e r t o

, tomar l a s a r . n a s p a r a apode

r a r s e de Eftados q ue

no

pertenecen abso»

Juramentes

pero s i ,

pueden tomarse para

e b l i g a r con

e l l a s á

v e n t i l a r

e f t e derecho»

mas quando

s e comete

una i n j u r i a contra

o t r a

Nacion

,

e s

p r e c i s o

s a t i s f a c e r l a

,

y

re«

parar en e l modo

posible

l a ofensa.

Mu

chas vece* *uccde3

q ue

c i t a

s e '

hace por

a l -



e j e 'la Paz. 373

algunos

P a r t i c u l a r e s , s i n

n o t i c i a

d e l Prin-

cipe , n i de l a Nacion. En e f t e caso e l

mejor

modo

de

s a t i s f a c e r

e s .

,

entregarlos

á a

p a r t e

ofendida para q ue come de e l l o s

l a s a t i s f a c i o n

q ue l a p a r e z c a .

Pero

s i

l a Nacion ofendida no a l c a n

za s a t i s f a c i o n alguna

,

podrá

tomarla

con

l a s

armas

en

l a

mano,

como

yá

hemos

d i

cho ,

usando

antes de e l derecho de r e s -

torsion ,

e f t o

e s

,

executar ,

s i fuese p o s i

ble , en l o s subditos ,

ó

bienes de l a o t r a ,

l o

q ue

ha experimentado

en l o s

suyos.

Efte derecho de Taiton , ó de tanto por

tanto,

no

permitido

entre

l o s

P a r t i c u l a

r e s ,

e s

l i c i t o entre

l a s

Naciones

;

mas

s e

debe

a d v e r t i r , q ue s o l o

s e

usa en

casos

de

l a

mayor equidad , y

no

e s

l i c i t o mu

chas veces hacer l o q ue han hecho o t r o s .

Por

exemplo:

S i

una

Nacion

,

procedien

do contra todas l a s Leyes p o l i t i c a s , y hu

manas , maltratase cruelmente á l o s Em

bajadores de o t r a , no s e r á razon hacer

l o mismo con l o s suyos , ó otros subdi

tos

,

q ue

padecerían inocentes

por

e l

de-

Uto ageno , l o q ue s e permite e s , ame-

. < - A¿ n a «



374 Derecho Publico

razar con i g u a l e s

c a f t i g o s ,

y

penas á

l a Nacion q ue e f t é

en

animo de cometer

t a l e s

i n s u l t o s ,

y

una

vez

cometidos

tomar

« a t i s f a c i o n de e l l o s .

CAPITULO

XXI.

De l a s

Represalias.

LASe p r e s a l i a s son l a s retenciones de

algunos

bienes

pertenecientes á

otro ,

para facerse

pago de

loque

é l

debe.

Qiiando

una

Nacion

no

r e c i b e s a t i s f a c i o n

alguna ,

no

s e l a oyen

s u s

quejas , n i

s e

hace

caso

de

s u s

derechos

,

entonces

pue

de muy bien apoderarse de l o s

primevos

e f e c t o s

q ue

encuentre

de

l a

o t r a ,

como

prenda

d e l c r e d i t o

, y s i no s e

l a

s a t i s F a d e -

rc , quedarse con

e l l o s .

E f t e derecho e f t á

e f t a b l e c i d o entre l a s gentes ,

y

r e g u l a r

mente s e observa quando hay alguna de»

daracion

de

Guerra ,

haciendo r e p r e s a l i a s

mutuamente l a s Naciones, aunque des

pues



DÉLA

Paz.

375

pues

s e suelen

deshacer, ( a ) Los

bienes

sobre

q ue s e exercen son sobre todos l o s de

l o s

Ciudadanos

,

como

miembros

de

l a

Nacion , y q ue componen e l cuerpo de

e l l a , y a s i l o s Navios, Mercaderías, y

o t r o s qualesquiera i n t e r e s e s de l o s p a r t i

c u l a r e s quedan

obligados

,

y

comprehendi-

dos

en

l a s

r e p r e s a l i a s .

Es

verdad

q ue

siem

pre tendrán

e f t o s

e l derecho de r e p e t i r con

t r a e l Cuerpo de s u Nacion, y q ue e l l a q ue

da

obligada

á s a t i s f a c e r l o s

daños , y per

j u i c i o s q ue por su causan padecen.

Las R e p r e s a l i a s no competen á l o s par

t i c u l a r e s

,

y

s o l o

puede

e l

Principe

man

dar q ue s e hagan ; de otro modo s e r í a un

manantial de

quejas j

pero e f t o s e dcb$

entender de a q u e l l a s

p u b l i c a s

r e p r e s a l i a s ,

q ue

pueden t r a e r

algun p e r j u i c i o

a l

E f t a -

Aa4

do,

( a ) En e l

Tratado

de

l o s

Pitineos

,

celebrado en

t r e España.y

Francia

s e halla

e f t a clausula

en e l

art.i4.

T . n

c a s o qut l o s

c o n t r a t a n t e s s e

bagan l i

guerra , l e s

Vasallos tendran

s e i s

meses

para

r e t i r a r s e

c a n s u s e f e c

t o s . Lo mismo s e

dice

en e l

articulo

36. d e . l Trata

do

d t -

Uirech

,

entre

España,

y

Holanda, y

en

otros,

con e l f i n de evitar e l perjuicio de l a s Represar

Uas.




do

í

pues no hay

duda que

por Derecho

nacuial es l i c i t o á

cada

uno

apoderarse

de

alguna

a l h a j a

que

s i r v a

de

pienda

,

Í n

terin recobra l o que es suyo. Solo e l

Principe puede

concederlas

, 6 mandarlas

á favor suyo , ó de sus subditos, mas

no

á favor de l o s

Eftranjeros ; pues

su

dere

cho

no

se

eftiende

á

velar

sobre

l a

bue

na

f é

respecto

alas otras Naciones, ni to

mar á su cargo sus

i n j u r i a s .

No solo

s e hacen

l a s Represalias por

delito de toda una Nacion

,ó del Sobera

no

de

e l l a , sino

es tambien de algunos

particulares

,

y

en

e f t e

caso

,

e l l o s

deberán

s a t i s f a c e r con sus bienes , e l perjuicio

que

a l

publico se

sigue

por su

mala

con-

du<5b. Tambien

l a s personas

s e toman en

represalia , ó como en rehenes pero se de

ben

t r a t a r

con

humanidad

,

aun

quando

su

Principe

se niegue

á dar s a t i s f a c i o n .

Los

bienes

, y libettad pueden

judíamen

te quitarseles, pero no

l a s vidas, de

l a s

quales fuera i n j u f t o p.ivarles

por

delitos

de

otios.

Últimamente , siendo e f t e derecho jus-

p no

debe

s e r causa de

l a

guerra

,

y a s i

U



de la Paz. 377:

l a

parte ofensora

podrá muy bien e v i

t a r l a

, reftituyendo l o usurpado ,

y

s i no

quiere

de

c í r e

modo

dar

satisfacion

,

será

preciso venir

á

l a s

armas. El derecho de

Sociedad Politica

pide

que se escusen l a s

ocasiones

de l l e g a r á rompimiento , me

diando

l o s

tratados , y a j u f t e s amigable*,

en

lugar

de

l a

Guer ra

tan

dañosa

á

todo¿;

pero s i no

pudiesen

conformarse

de

otro

modo l i c i t o seiá declararla, adviniendo

que

en l a s

represalias hechas por causa

de

guerra , y s i n motivo de tomarlas como

deposito, ó prendas, para adquirir otras

anteriormente

usurpadas

por

l o s

enemigos,

en

eftasdigo , que

regularmente

se llaman

hoftiüdades , se ha de observar e l derecho

de

no poder

hacerlas, hafta que e f t é de

clarada con todas

formalidades

l a

Guerra;

pues

de

otro

modo

no

havria

seguridad

alguna en l a s cosas, y parecerían corre

r í a s de

Barbaros

l a s j u f t a s

satisfaciones

que s o l i c i t a n los Derechos

Politicos

de

l a s Gentes, ( a ) CA-

(*) Sobre

e l modoeftablecido para

su uso

, vean

se los

tratados ultimos , y especialmente e l

de

Utrcch,



378

Derecho Publico

CAPITULO

XXII.

De ¡ o s

p r i n c i p a l e s Tratados

q ue h a , c e

lebrado

España con l a s demas

Naciones.

ENna materia

t a n d i l a t a d a nos

c e

ñiremos l o posible, mas s i n d e j a r

de r e f e r i r ( c om o e s p r e c i s o ) l a s n o t i c i a s

e s e n c i a l e s de e l l a . España , como l l e v a

mos

dicho,

ha

c f t a d o

c a s i

siempre

e n

guerra, y por consiguiente e s preciso h a

y a

celebrado

i n f i n i d a d

de Tratados con

l a s demás Naciones.

El primero d e

q ue

tenemos n o t i c i a , fue e l q ue a j u f t ó con

l o s

Carthagmeses

por

l o s

años

de

4 ¿ > 8 . a n -

t e s de Chrifto , dandoles permiso para e d i

f i c a r

sobre

l a s Coftas Casas

adonde

a l o

j a r -

Utrech

,

celebrado

entre

nueftra

Corona

,

y la

de

Inglaterra

,

año

de

17

14. a r t . 3.



de la Paz. 379

j n r s e , Almacenes para l a seguridad ck mis

mercaderías

,

y

Templos

á

sus Dioses ,

para

e l

exercicio

de

su

Religion

,

l o

qual

fue

tan

a l contrario

, que co

n e l

nombre

de Ca

sas ,

Almacenes

, y Templos , levantaron

l o s Caí t h a g i

r i e s e s

Fortalezas á lo largo

de

l a Betica , que

oy

llamamos Andalucía,

y

Reyno

de

Granada

,

y

se

multiplica)

on

tanto en eños parages con l a s

numerosas

Colonias que

embiaron ,

que l e s fue f a

c i l

s u j e t a r

desde e l l o s á

l a

mayor parte

de

España.

Nuda escarmentados l o s Españoles con

c í r e

pernicioso

desengaño,

bol

vieron

á

entablar

nuevos

tratados , y negociaciones

con l o s Romanos , que con e l pretexto

de

ayudarlos

á sacudir

e l

yugo

de l o s

Car-

thagineses l e s impusieron otro mas pe

sado.

Eftos

Tratados

no

eran

generales

de l a Nacion , por e f t á r dividida

en

pai>

cialidades,

eran solo

de algunas

Ciudades,

ó Provincias, y de l o < ; Gefes delos Parti

dos

opueftos.

Tales fueron l o s

de Viiiato,

Sertorio , Sagunto , Nnmancia ,

y

otros

a

e f t e

tenor

j

cuyas

obligaciones se

obser

va-



383 Derecho Publicó

varon de parte de l o s Romanos, del mismo

modo que

anteriormente

lo havjan hecho

l o s

Cartagineses.;

Con l a dominacion de l o s Godos mudo

de

aspecto l a

Nacion

, viniendo^ s e r Mo-

narchico e l Reyno , que n a f t a a l l i havia

sido

como una Provincia

Romana. Eftos

ultimos

poseedores

tenían

por

enemigos

á todos l o s que concurrieron con ellos

para

conquiftar

á

España

,

y se havian

apoder ado de parte de e l l a

;

como

los

Vandalos

de Andalucía , l o s Suevos de

Galicia , y a s i e l e l o s demás. Fuera de

cfto

era

preciso b a t a l l a r con

l o s

Romanos,

antiguos poseedores , y que todavía con

servaban

muchas Plazas , especialmente en

l a s

Coftas del Reyno

de Granada

; por

todo

lo

qual

necesariamente

se ajuftaban de

parte

á

parte

con

frequencia

tratados

,

y

a l i a n z a s . Tambien con l a Francia (poseyen

do l o s Godos

gran

parte de

e l l a a l lado

de

los

Pirineos)

eran

continuos l o s a j u f t e s ,

hada que vencidos, y echados de Espa

ña

los

Romanos

,

experimentando

igual

suerte

l a s

Naciones barbaras

, todo se

su

jetó á las

Godos

, quedando absolutos

en

l a



DE LA Paz. 33 1

la

Peninsula.

Los Tratados que

se siguie

ron

á

efta dominacion, solo eran rela

tivos

á

los

intereses

del

Eftado , y á las

alianzas con los Principes Eitrangeros.

Con

la irrupcion de los Moros

mu»

do de aspecto l a Monarquía

, y dividida

en una infinidad de Soberanías ,

empeza

ron

eftas

á

tratar

reciprocamente

sus

inte»

reses. Con efte motivo se siguió una mul

titud de Tratados relativos á

las circuns

tancias , y eftado presente

del

Reyno ; no

solo

entre Infieles , y

Chriíhmos ,

sino

tam

bien

entre

los

de

una

misma

Religion.

Ya

se

puede

discurrir

quantos

serian

,

y

por

k >

tanto que molefto el referirlos , por lo

qual

lo

omitimos. Lo esencial se reducía

á treguas,

pazes

,

y otros

ajuftes,

diiijí-

dos

á eftc

fin

,

y

en

los que

mediaban los

enlaces de las familias , y sucesion de los

Reynos,como vino

á

acaecer

a l

fin, reunien

dose

todos

en

las

Personas

de Don

Fernan

do ,

y

Doña

Isabel

, Reyes

de

toda

Espa

ña , á excepcion de Portugal. Desde ea«

tonces

,

como

yá

llevamos

dicho

,

empe

zó

á tomar

el

Reyno visos de Monarquía,

y



382

Dírecho Publico

y a a l t e r n a r con l a s demás en l o s a j u f t e s ,

y

Tratados

, y desde e l l e tiempo empe

zamos á dar una breve n o t i c i a de l o s

años , y motivos por q ue s e a j u f t a r o n , y

e s como s e s i g u e .

Tratado de Paz , y confederacion en

t r e

Luis

X I I .

Rey de Francia

de una par

te, y Fernando, é I s a b e l , Reyts de Cas-

t i l l a

de

otra,

en

Granada,

< i ñ o

ijoo.

Otro

en

i g u a l e s terminos en Leon , año

de 1502.

Tratado de Treguas por t r e s años en

t r e l o s mismos contrayentes, celebrado

en

l a

Abadía

de

n u e f t r á

Señora

de

l a

Ma-

jorada

,

año 1J04.

Tratado

de Paz entre Maximiliano

I .

R ey de l o s Romanos, y

Phelipe

I . Rey

de

C a f t i l l a

de

una

p a r t e ,

y

Luis

X I I . Rey

de

F r

anda

de

o t r a

,

en

B l o i s

,

año

1

j

04.

Tratado

de Paz

, confederaron

,

y

a l i a n z a entre Luis X I I . Rey de F r a n c i a ,

y

Fernando e l Catholico

, en B l o i s ,

año

IJOJ.

Tratado de Paz , y alianza, entre Ma

ximiliano

I .

y

Carlos

V .

s u

nieto

,

Principe

de



de

la

Paz. 383

deAfturias (a) de

una parte, y

de

otrí

Luis XII. y Carlos

de Egmond

, Duque

de Gucldres, en Cambray, año 1509.

Tratado , y artículos Matrimoniales del

ajuftado casamiento

entre

Carlos V. y Ma

dama Renea , hija de Luis XII. Rey de

Francia , adonde por incidencia se trata de

la alianza

, y

liga ofensiva , y defensiva

entre

los

dichos Reyes

,

y

Principes ,

ce

lebrada en Blois, año

15 13.

Otro en

iguales circunftancias , y

por

dichos

motivos,

en París, año

15

14.

Tratado

de

Paz

entre

Maximiliano

I.

Emperador de

Alemania

,y Carlos V. Rey

de España de una parte, y de otra Fran

cisco

I .

Rey de

Francia ,

en Cambray , año

de 1 5 1

6 .

Otro.

(a)

El primer Principe

de

Afturias q ue s e cono

cio en

España con

e f t c t i t u l o , fue e l Principe Don

Henrique

,

hijo

de Don

Juan

e l

I .

( que

despues

fue

Rey , y s e

nombro

Don

Henrique I I I . )

Tuvo ori-

gen e f t e t i t u l o de l a boda con Doña Cathalina , h i j 1

del

Duque

de

Alancaftre.y

de

Doña

Conftanta

de

Padilla, queriendo

e l

Rey

seguir en

e f t o

l a coítum-

br e de Inglaterra , adonde los hijos Primogenitos di

loi Reyes , m intitulan Principes de Gales.



3S4

Dsrecho Publico

Üao. Lo

misnr> con los

dos

ultimos

concr.i) entes , en

Cales, año

15 21.

Tratado de Tregua por tres meses en

tre

los

mismos , y

FL-nrique VIII. Rey de

Inglaterra, en Toledo

año

de 1 5 25.

Tratado de Paz hecho en la Villa de

Midrid entre

Carlos V.

Emperador

,

y

Francisco

I .

Rey

de

Francia

,

año

de

JJ2J.

Otro igual , entre los mismos, en Cam-

bray

, año

de

1 529.

Ot o de Treguas

por

diez meses

,

entre

los

mismos,

en

Bommy

,

año

15

37.

Otro de

Tregua

por tres meses , entre

los dichos ,

en

Monzon , en

el mismo

año.

Tratado

de Contraliga ,

óLig3Catho-

lica

,

opuéfta

á

la

de

Smalcalde

,

hechi

en

tre Cailos V. Emperador , Ferdinando Rey

de Romanos , y los

Electores

,

y

Principes

Catholicos del

Imperio ,

en Nuremberg,

año 1537.

Ti atado de

Tregua

por

diez años ,

en

tr e Francisco I . Rey de Francia , y Car

los

V. Emperador, en Nicea3 año de

1538. *

, .

.......

De-



dé la Paz. 385

Declaracion

d e l Emperador Carlos V,

en

l a q ue s e a d v i e r t e ,

q ue

l a Tregua ' c o n c l u i

da

enNicea,se

tendrá

por

una

Paz

f i r

me , y segura , y

q ue

e l Rey

Francisco

de Francia s e r á mirado como un ver

dadero amigo , y a l i a d o . En Toledo año

Liga ofensiva, y defensiva entre e l

Emperador

Carlos

V .

Francisco , Rey

de

Francia

,

y

Gustabo I . R ey de S u e c i a . En

Ragny , año 1 542.

Tratado de

Paz

, y Alianza entre Car

l o s

V .y Francisco

I.Rey deFrancia.En Cres-

pi,

año

1

544.

Acios de Convencion , acordados por

los respectivos Diputados para e f t e efe&o¿

En Cambray ,año de 1 544.

Tratado de Tregua por cinco años en

t r e

Henrique

I I .

R ey

de

Francia

de una

parte , y Carlos V . Emperador , y su h i j o

Phelipe I I .

R ey de I n g l a t e r r a

,

y despues

de España , de o t r a . En l a Abadía de Bau-

c c l l e s , c e r c a de Cambray , año 1 5 57.

Cesion

de

l o s

P a í s e s Bajos, y de l a Bor-

goña ,

hecha

por Carlos

V .

á Phelipe I I .

§u h i j o

,

R ey de I n g l a t e r r a ,

y despues de

-7m»,

i , B b .

Es-



386 Derecho

Publico

España. En Bruselas , año de i JJJ. x

Suspension de Armas

entre

España , f

Francia.

En

l a

Abadía de

Cercamp

,

año

1558-

Prolongacion de

l a

dicha suspension.

En e l Camilo de

Cambresis

, en dicho año

de

1558.

Tratado

de Paz entre

Henriqué I I .

y

Phclipe

I I .

Reyes

de Francia , y España. En

e l mismo C a f t i l l o , año 1 jyp.

Ediók) perpetuo , ó Tratado de acuer*

do entre e l Principe Don

Juan de

Aus

t r i a , en nombre de Phelipe I I . y l o s Es

tados

Generales

d e l

P a i s

Bajo.

En

Bruselas,

año

1577.

Tratado hecho entre Phelipe

I I . Rey-

de

España

, y l a Liga Catholica

de

F r a n c i a ,

cuya cabeza e r a

e l

Duque de

Guisa,

En

J o i n v i l

,

año

1584.

Tratado

entre

e l

Principe de

Parma,

en

nombre de Phelipe

I I .

de una p a r t e , y

l a

Ciudad

de

Bruxelas

de o t r a .

En

Bover,

año deij8j.

Otro

por

e l mismo con l a Ciudad de

Amberes en

dicho año.

Jr

atado de Paz hecho entre

Henri*

9ue



de la Paz. 387

q ue IV.

R ey

de Francia

,

Phelipe I I . de Es

paña ,y Carlos Emanuel , Duque deSabo-

y a .

En

Vervins,

año

1598.

Tratado

de Paz , y

de

a l i a n z a

perpetua

entre

Phclipe

I I I . R ey de España , y l o s

Archiduques

Alberto , é I s a b e l de una

parte , y de o t r a Jacobo I . R ey de I n g l a t e r

r a

,

año

1

^04.

Tregua

de

doce años entre Phelipe I I I .

Rey

de España,

y

l o s Archiduques

Alber

to ,

é

I s a b e l Clara Eugenia , de una p a r t e ,

y de

o t r a

l o s

Eftados Generales de

l a s

Provincias

Unidas

d e l

P a i s

B a j o . En

Am-

beresaño

1609.

Tratado de Paz , y de Alianza entre

Phelipe

IV. Rey de España

, y

Carlos

I .

R ey de l a G r an Bretaña.

En

Madrid , año

de 16331.

Renovacion

de

l a

Alianza

entre

P h e l i

pe IV. R ey de España , y l o s cinco peque

ños Cantones

Caiholicos

Suizos , e l Pais

de Appenzel , y e l Abad de l a V i l l a de

San G al , año 1634.

Tratado

de

Comercio

entre

España,

y Dinamarca. En Madrid año de 1642 .

Bb » Tra.

*



388 Derecho Publico

Tratado preliminar

entre

Ferdin

an

do I I I . Emperador, y Phelipe IV. R ey

de

España

de una

parte

,

y

Luis

X I I I .

Rey

de Francia de otra , por l a Asamblea de

Munfter ,

y de

Osnabruc.

En

Hamburgo,

año

de 1643.

Tratado de Comercio entre

P h e l i

pe IV. Rey de España , y l a s Ciuda

des

A n s i a t i c a s .

En

Munfter

,

año

de

1647.

Tratado

de Paz entre

e l dicho

,

y l a s

Provincias

Unidas

de l o s Países B a j o s .

En

Munfter, año 1648.

Tratado

de

Reconciliacion

,

y

Paz

en

t r e e l mismo ,

y

Francisco de E f t , Du

q ue

de Modena. En Regio, año 1549.

Tratado de Marina

,

concluido e n t r e

dkho

Rey, y l a s

Provincias Unidas. En

l a

Haya

,

año 16 50.

Tratado de Paz , llamado de l o s Pi*

r i n e o s

, entre

l a s

Coronas de

F r a n c i a ,

y

España

,

hecho en l a

I s l a de l o s

F a y s a - v

nes

, año 1659.

Tratado de Paz entre Carlos I I . Rey

de

España,

y

Alphonjo

VI,

R ey

de

Portugal.

En



de la

Paz.

389

En

Lisboa , año 166$.

Tratado

de

Paz entre

l a s Coronas

de

Francia , y España. En Aix l a Chapelle,

año

1

6 6$.

Tratado de Alianza , y de mutuo so

corro

entre Carlos I I . R ey de España , y

L i s Provincias Unidas.

En l a

Haya

,

año

1671.

Tratado de

Alianza entre

e l Empera

dor , e l Rey de España , y l a s Provincias

Unidas de una p a r t e

,

y de otra e l Duque

de Lorena. En l a Haya , año 16 73.

Declaracion

de

l a

Guerra,

por

Luis

XIV.

R ey de Francia contra España ,

año

1*73.

Tratado de Confederacion de

a s i f t e n -

c i a ,

y de defensa, entre e l

Emperador

Leopoldo, Carlos

I I .

R ey de España,

l a s

Provincias Unidas , Jorge Guillermo , y

Rodulpho Augufto

, Duques de Brunswick

de

Lunebourg. En Cali

$

año de 1*74.

Otro en i g u a l e s terminos entre l a s

t r e s

punieras Potencias , y Federico

G ui

llermo,

e l e c t o r

de

Brandembourg.

En

Co

l o n i a

, i n

dicho año.

T¡- ^ í o para e l r e f t a j j j e c i m i e n t o

de|

Bb$ Cor

0



39o D-RECHo Publico'

Comercio entrelos

subditos

de

Luis

XTV.

Rey de Francia , y de Carios

I I .

Rey de

España, en los Países Bajos Españoles. En

el

Cnfíillo de Frey sobre el Mosa

,

año

1575.

Tratado de

Socorro

, y

Alianza

,

entre

Carlos

II. y las

Provincias Unidas

de una

parte,

y

de

otra

el Principe

Pahtino

,

y

el Duque de Neubourg.

En l a

Haya

año

167 6 .

Tratado de Paz entre Carlos II. y

Luis XIV.

Rey de Francia.

En

Nimega,

año 1678.

Tratado

de

Tregua

entre

los

mismos.

En

Ratisbona

, año 11584.

Tratado entre los dichos , por el

mo

tivo de las señales , ó limites pueftos a .

vifta

del Camilo

de

Namur.

En

Piüppeve-

1 1 a ,

año

1687.

Tratado de cesacion de Armas, y hos

tilidades

haftala

Paz general entre Leopol

do

,

Emperador

,

Carlos I I .

Rey

de Espa

ña, yVistorAmdeo I I . Duque de Sabo-

y a. EaVigevano ,

año i6$S.

Tratado de

Paz

entre Luis XIV.

Rey

de Francia , y Carlos II. de España. En



de la Paz. 391

Riswich

,

año

1597.

Tratado

entre

l o s dichos para a r r e g l a r

los

l i m i t e s ,

ycange

de

algunos Lugares,

en

consequencia d e l tratado de Riswkh,

año 1699.

Teftamento

de

Carlos

I I . R ey de

España,

en

Madrid, por e l mes de Octu

bre,

año 1700.

Codicilo d e l mismo Teftamento. En d i

cho mes , y año.

Artículos convenidos para

f a c i l i t a r

e l

Comercio

entre l o s subditos de España,

y

F r a n c i a .

En

Madrid

,

año

1705.

Tratado de asiento

de Negros hecho

entre l o s Reyes Catholico , y C h r i f t i a n i s -

mo con l a

Compañia

Real de

Guinea

, e s

t a b l e c i d a en

Francia, año

de 171a.

Declaracion d e l

Rey

Don Phelipe V .

á

sus

Miniftros

por

l o

perteneciente

á

l a

renuncia

de l a Corona de Francia, hecha

en 9 . de J u l i o

de 1712 .

Decreto de l a Renuncia de dicho Rey

de l a Corona de Francia

en

8 . d e l

mismo

mes

,

y

año.

Tratado

de

suspension

de Armas

en

t r e

Francia ,

y España de una paite

,

y

de

Bb4 c r i a



39 2 Derecho P u f i L i c c *

otra P o r t u g a l .

En Utrech , año 171a.

•

Solemne Renuncia de Pbelipe V . %

l a

Corona

de

Francia

,

y

de

l o s

Duques

de B e r r i , y Orleans

á

l a de España,

hel

ena en e l

mismo

año , con l a s Letras Pac

i e n t e s d e l , R ey

de Francia

,

q ue admiten

l a s dichas Renuncias.

Renovacion

de

l a

suspension

de

Ar

mas entre España f Francia , y Portugal,

año

171

3 .

Convencion para l a evacuacion de l a

Cathaluna

,

y Armifticio

de I t a l i a

en dicho

año.

En

Utrech.

Puntos de

r e s e r v a , ó p r o t e f t a s

del

Rey

Don

Phelipe

V . sobre l o s a r t í c u l o s

de

l a Paz,

efectuada

con e l Duque

c í e

Saboya ,

por

l o

perteneciente á

l a

cesion

del

Reyno de S i c i l i a , año 17 1 4 .

Tratado

de

l a

Barrera

, entre

e l

Em

perador , e l Rey de España , y l o s Eftados

Generales de l a s Provincias

Unidas ,

con

cluido en

Amberes

en i j . de Noviembre

de 1

715. de e l q ue s a l i ó por Garante

e l

Rey

de

I n g l a t e r r a .

Quadruple

Alianza entre

e l

Empera

dor

,

¡ a

I n g l a t e r r a

, Francia ,

y Saboya

, para

t e r -



DÉ LA Paz.

393

terminar l a s


entre l a Casa de

Auftria , y l a Corona de España. En Lon

dres

,

año

de

171

8 .

Tratado de

Paz

entre l o s

Reyes

de l a

Gran Bretaña , y de España. En Madrid,

año 1711. . ,

Artículos

Preliminares para l a Paz en

t r e

l a s

Coronas

de

Francia

,

y

España

de

t i n a

p a r t e

, yde o t r a l a

Emperatriz

Reyna,

Inglaterra , e l R ey de Cerdeña , y l a Repu*

büca de Holanda. En

Breda d i a

30. de

Abr il de

1748.

Paz

general entre

l a s

d i c h a s

Potencias,

femada en

Aqüisgran

á 1 8 . de

Octubre de

<dicho

año.

Concordato celebrado

entre

l a Santa

Sede , y l a Catholica Mageftad d e l Rey

Don Fernando VI.

(que e f t é

en Gloria) por

el

qual

pertenece

a l

R ey

de

España

l a

pre

sentacion de todas l a s Prebendas ,y Bene

f i c i o s

E c l e s i a f t i c o s d e l Reyno ,

á

excepcien

de cinquenta y dos reservadas a su S a n t i

dad.

En

l a s r e s p e c t i v a s

Cortes,

año de

Pacio llamado de Familia, entre l a s dos

Coronas de España , y Francia , unidas en

r e -



$94

Derecho Publico

í e c i p i o c o s i n t e r e s e s . Firmado en

l a s r e s *

pe&ivas Cortes, año 1762.

Tratado

de

Paz

e n t r e

l a s

Coronas

de

España

, y F r a n c i a de una p a r t e , y

de o t r a

l a s de

I n g l a t e r r a

, y P o r t u g a l con s u s

a l i a

d o s . En P a r í s , año 1763.

Tratado de Paz , a m i f t a d

,

y l i b r e Co

mercio

con

e l

Emperador

de

Marruecos.

Firmado en l a s r e s p e c t i v a s Cortes ,

año

de

IN-



395

INDI E

DELOSCAPITULOSQUE

contiene

e/ie

primer

Tomo.

PARTE

PRIMERA.

»

APITULO I . Del

Derecho

Publico

j

en general, Pag. i.

CAP.

I I .

Delas

obligaciones,

y

Derechos

delas Naciones,

y diversidad

de los

Eftados, ai.

CAP. I I I . Del aumento, y perfeccion del

Eftado,

27.

C\P

IV.

De

l a

Autoridad

Publica.

31.

CAP.

V. De

los Derechos , y obligaciones

del Soberano,

CAP.VI. De

los Eftedos electivos , y

here

ditarios, 41.

CAP.VII. De los principales objetos del

buen

Gobierno.

Objeto primero

:

la

Religion, 50.

CAP.



396

CAP.

VIII.

Segundo objeto del buen

Go

bierno.

La

Jufticia

,

y

Policía,

61.

CAP.IX.De la

Policía.

8o.

CAP.X.

Tercer objeto

del buen Gobierno.

La Educacion, 8(5.

CAP.XI. Quarto objeto del buen gobier

no.

Procurar el

provecho , y utilidad

de l a Nacion,

102.

CAP.XII. Del Cultivo

de

las

Tierras,

1

06.

CAP.XIII. Del Comercio,

1 1

¿ .

CAP.X1V.De l a

Moneda,

y Cambio, 132.

CAP.XV.

De

los Caminos Publicos, 140.

CAP.

XVI.

Quinto

objeto

del

buen

Go

bierno: La

Patria,

143.

CAP.XVH.De los que dejan su P at ria, iji.

CAP.

XVIII. Sexto

objeto

del buen Go

bierno : El poder de l a Nacion, 162.

CAP.

XIX.

Séptimo

objeto

del

buen

Go

bierno : La gloria de l a Nacion.

178.

CAP.XX. De

los

Bienes Comunes

^Par

ticulares, 184.

CAP.XXI. Del Dominio

Publico

en

los

Rios

,

Lagunas ,

y

Riveras,

197.

CAP. XXII. Del

Dominio

del

Mar,

201.

CAP.XXIII. De los Derechos de una Na

cion



397

cion sobre e l P a í s q ue ocupa, 2 i o . ¡

CAP.

XXIV.

Del Derecho de

Protec

c i o n ,

3l7s

PARTE SEGUNDA.

CAPITULO I .

De

l o s Oficios de ha-

manidad entre l a s Naciones,

2 2

p

CAP. I I .

Del

mutuo

Comercio

delas

Na

ciones, 23J.

CAP. I I I . De l a Dignidad , y P r e r r o g a t i v a s

de l a s Naciones, 241.

CAP. IV. De l o s e f e c t o s de l a Soberanía , é

independencia

entre

l a s

Naciones, 249.

CAP.V. De l a J u í t i c i a

entre l a s

Nacio

nes,

2 5

¡ .

CAP. VI. De

l o s Dclitos,y

conducta

de l o s

Ciudadanos,

255.

CAP.

V I I .

Del

Dominio

de

l a

Nacion

,

r e s

peto á

l a s

o t r a s ,

259.

CAP. V i l l . Del verdadero uso d e l

domi

nio entre l a s Naciones, 271.

CAP. IX. De l o s inmutables Derechos de

l o s

Hombres,

277/

CAP.X. De l a conduela q ue s e debe obser -

var con l o s Eftrangeros, 2 8 6 .

CAP.



398

CAP. XI. De l a Usucapion entre l a s Na

c i o n e s , 394.

CAP.

X I I .

De

l o s

Tratados,

299.

CAP. X I I I . De l a d i v i s i o n general de l o s

Tratados, 309.

CAP. XIV. De l a s p u b l i c a s

convenciones

hechas por l o s p a r t i c u l a r e s , 324.

CAP.

XV.

De

l a

f é

de

l o s

Tratados,

3

2 9 .

CAP. XVI. De o t r a s seguridades p u b l i c a s

para l a exiftenciade l o s Tratados, 139.

CAP.

XVII. De

l a i n t e r p r e t a c i o n

de

l o s

Ti a t a d o s ,

343.

CAP. XVIII. De l a renovacion, y extincion

de

l o s

Tratados,

340.

CAP. XIX. De l o s I n t e r e s e s de l o s P r i n c i

p e s ,

353.

CAP. XX.

Del modo de terminar

l a s

d i f e

r e n c i a s entre l a s Naciones, 366.

CAP.

XXI.

De

l a s

R e p r e s a l i a s ,

374.

CAP.

XXII. De

l o s

p r i n c i p a l e s Tratados

q ue ha celebrado

España con

ks

de

mas Naciones, 37

8

»

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elementos del derecho publico de la paz

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