el quite a lamuerte ola ilusion de pazcomo sintoma · 2015. 2. 19. · aleyda muÑoz l....

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ALEYDA MUÑOZ L. Psicóloga - Psicoanalista EL QUITE A LA MUERTE O LA * ILUSION DE PAZ COMO SINTOMA LOS ANTECEDENTES . n la historia reciente de Colombia, 1989fue un año mar- cado por episodios violentos de honda repercusión en la vida anímica de la nación. 1 Un grupo de intelectua- les realiza un sombrío balance de todo lo ocurrido con- siderándolo "un año de miedo". 2 La publicación de este análisis, motivó una extensa respuesta de Miguel Angel Barajas -agrónomo vinculado por un tiempo al Incora y luego promotor de Proyectos Comunitarios- quien se presentó como un campesino "hacedor de realidades". El artículo titulado El quite a la muerte 3 revela de su autor una curiosa mezcla de poeta amante de la vida y la palabra, de analista de los hechos sociales, de crítico recio de desfase entre la reflexión de los intelectuales y las realidades construidas sin mucho alarde por organizaciones comunitarias. Pero ante todo, deja ver un líder que aglutina en tomo a un proyecto social, a personas que en medio del horror de una guerra no declarada, lucharon por una al- ternativa pacífica hasta encontrar -irónicamente- una muerte vio- lenta. 4 Barajas fue asesinado el 26 de febrero de 1990, cuando en •NOTA DE LA AUTORA: Este escrito fue leído por algunas personas, quienes hicieron oportunas ob- servaciones a la idea desarrollada. Un reconocimiento para ellos; de manera particular al doctor Hernán Lozano Quien fue además un excelente orientador en aspectos semánticos. l. Se hace referencia al recrudecimiento de la violencia desatada por el llamado narcoterrorismo Que en 1989 dejó como saldo cientos de muertos. De ello da cuenta atentados como el perpetrado al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en Bogotá, el jet de Avianca Que explotó en pleno vuelo, la muerte de varios magistrados y transeúntes por la explosión de bombas ubicadas en sinos y vías públicas y la reaparición de masacres, Quecuarenta años atrás expresaban odios políticos. 2. Fernando Cruz Kronflyy otros. Un año de miedo. en Lecturas Dominicales. ElTiempo, 31 de enero de 1990. 3. Miguel A. Barajas, El Quitea la muerte. en Lecturas Dominicales. El Tiempo, 4 de febrero de 1990. 4. Se trata de una comunidad campesina, cuyos miembros proceden de diferentes departamentos del país, de diversas creencias religiosas: los hay católicos, adventistas, evangélicos y pentecostales. También de diferente raza: los hay mestizos, negros y blancos. A pesar de la diversidad se unieron solidariamente en torno a un Proyecto de desarrollo social para el corregimiento La India Que comprende 21 veredas próximas al municipio de Cimitarra ubicado en la región del magdalena medio santandereano. Esta zona ha sido escenario de treinta años de contienda entre el Ejército Nacional y movimientos guerrilleros y en los últimos años, con la aparición del tráfico de estupefacientes, se ha convertido en el asentamiento de grupos armados Quedefienden tales intereses, a veces de manera independiente, a veces asociados con los movimientos de autodefensa -otrora auspiciados por el Estado- para combatir la guerrilla. e l programa defendido por una organización comunitaria que propone la paz a cambio de la guerra, el diálogo a cambio del enfrentamien- to y el respeto a cambio del atropello suscitó una reacción que culminó con el asesinato de tres de sus dirigentes y una periodista interesada por los pro- blemas sociales. El artículo analiza la situación como efecto de una relación grupal y explora las condiciones estructurales del indi- viduo que facilitan la fuerza de un vínculo de tal naturaleza. REVISTA COl.C».eIANA. DE PSICOLOGIA 39

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ALEYDA MUÑOZ L.Psicóloga - Psicoanalista

EL QUITE A LA MUERTE O LA*ILUSION DE PAZ COMO SINTOMA

LOS ANTECEDENTES

.n la historia reciente de Colombia, 1989fue un año mar-cado por episodios violentos de honda repercusión enla vida anímica de la nación. 1 Un grupo de intelectua-les realiza un sombrío balance de todo lo ocurrido con-

siderándolo "un año de miedo". 2 La publicación de este análisis,motivó una extensa respuesta de Miguel Angel Barajas -agrónomovinculado por un tiempo al Incora y luego promotor de ProyectosComunitarios- quien se presentó como un campesino "hacedor derealidades". El artículo titulado El quite a la muerte 3 revela de suautor una curiosa mezcla de poeta amante de la vida y la palabra, deanalista de los hechos sociales, de crítico recio de desfase entre lareflexión de los intelectuales y las realidades construidas sin muchoalarde por organizaciones comunitarias. Pero ante todo, deja ver unlíder que aglutina en tomo a un proyecto social, a personas que enmedio del horror de una guerra no declarada, lucharon por una al-ternativa pacífica hasta encontrar -irónicamente- una muerte vio-lenta. 4 Barajas fue asesinado el 26 de febrero de 1990, cuando en

•NOTA DE LA AUTORA: Este escrito fue leído por algunas personas, quienes hicieron oportunas ob-servaciones a la idea desarrollada. Un reconocimiento para ellos; de manera particular al doctorHernán Lozano Quien fue además un excelente orientador en aspectos semánticos.l. Se hace referencia al recrudecimiento de la violencia desatada por el llamado narcoterrorismo Queen 1989 dejó como saldo cientos de muertos. De ello da cuenta atentados como el perpetrado alDepartamento Administrativo de Seguridad (DAS) en Bogotá, el jet de Avianca Que explotó en plenovuelo, la muerte de varios magistrados y transeúntes por la explosión de bombas ubicadas en sinosy vías públicas y la reaparición de masacres, Quecuarenta años atrás expresaban odios políticos.2. Fernando Cruz Kronflyy otros. Un año de miedo. en Lecturas Dominicales. El Tiempo, 31 de enerode 1990.3. Miguel A. Barajas, El Quitea la muerte. en Lecturas Dominicales. El Tiempo, 4 de febrero de 1990.4. Se trata de una comunidad campesina, cuyos miembros proceden de diferentes departamentos delpaís, de diversas creencias religiosas: los hay católicos, adventistas, evangélicos y pentecostales.También de diferente raza: los hay mestizos, negros y blancos. A pesar de la diversidad se unieronsolidariamente en torno a un Proyecto de desarrollo social para el corregimiento La India Quecomprende 21 veredas próximas al municipio de Cimitarra ubicado en la región del magdalena mediosantandereano. Esta zona ha sido escenario de treinta años de contienda entre el Ejército Nacionaly movimientos guerrilleros y en los últimos años, con la aparición del tráfico de estupefacientes, seha convertido en el asentamiento de grupos armados Quedefienden tales intereses, a veces de maneraindependiente, a veces asociados con los movimientos de autodefensa -otrora auspiciados por elEstado- para combatir la guerrilla.

elprograma defendido por unaorganización comunitaria que

propone la paz a cambio de la guerra,el diálogo a cambio del enfrentamien-to y el respeto a cambio del atropellosuscitó una reacción que culminó conel asesinato de tres de sus dirigentes yuna periodista interesada por los pro-blemas sociales.El artículo analiza la situación comoefecto de una relación grupal y exploralas condiciones estructurales del indi-viduo que facilitan la fuerza de unvínculo de tal naturaleza.

REVISTACOl.C».eIANA.DE PSICOLOGIA 39

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DOSSIER

compañía de Iosué Vargas y Saúl Castañeda, se disponíaa contar su historia y realizaciones de la Asociación deTrabajadores Campesinos de Carare (A.T.C.C.) a la pe-riodista Silvia Duzán -también asesinada- quien preten-día realizar un documental para un medio de comunica-ción internacional. 5

Esta es de manera muy sucinta, la suerte corridapor tres líderes de una organización comunitaria, quie-nes pretendieron ejercer el derecho a vivir en paz y deuna periodista de quien R. Jimeno dice:"De Silvia Duzán, queda no sólo el recuerdo de su sonrisa per-manente sino sus investigaciones en el bajomundo urbano quela llevaron a acercarse a los pandilleros, a los atracadores, a losguerrilleros, a los sicarios, para tratar de encontrar el cruceque existe entre la motivación que a unos los lleva a vivir yaotros a buscar la muerte, la propia o la ajena o las dos","

UNA ELECCION CRUCIAL

¿Qué elementos subjetivos determinan una elec-ción por la muerte en aras de la vida? ¿Qué se oculta enel trasfondo de una conducta social que contraría lasupervivencia? ¿Cómo se estructura la relación de losmiembros de un grupo y sobre qué elementos descansala posición del líder? ¿Son las circunstancias sociales laúnica explicación posible a un acto violento que suplan-tó la aproximación y el diálogo?

Estas preguntas resultan pertinentes cuando sebusca comprender lo ocurrido con Barajas, sus compa-ñeros y la periodista. La secuencia de los hechos deja veruna cierta inercia que facilita el desenlace, y la conductade las personas asesinadas -califícada desde una pers-pectiva ética- parece el cumplimiento de un compromi-so social asumido con rigory coraje. Pero ¿Porqué hastala muerte?

El psicoanálisis permite introducir elementos queexp loran la conducta humana más allá de las determina-ciones conscientes. A partir de sus premisas tal vez seaposible dar respuesta a las preguntas antes formuladas.'La siguiente reflexión intenta en primer lugar ilustrar através de los textos de Barajas y de la informaciónobtenida por R. Jimeno, la dinámica inconsciente de unaconducta grupal que en términos de Freud puede ser

5. La publicación del primer artículo de Barajas El quite a la muerte. causó malestare 'hirió" a.fondo los susceptibles hombres de armas (Jimeno QUintero). De algunamanera contribuyó a cerrar el círculo, que ya venía ajustándose por la modificaciónsocio-política de la región, a saber, el retorno de la guerrilla, el debate electoral y lasituación de ilegalidad de las autodefensas (Jimeno Quintero). Aunque los acuerdosIniciales logrados por la A.T.C.C. con los grupos en conflicto, les permitió respirarpor algunos meses, ahora su posición de neutrales quedaba sin piso. El documentalque realizaría Duzán era la esperanza de obtener el premio nobel alternativo de paz-en efecto les fue otorgado ocho meses después del asesinato- pero sobre todollamar la atención de organismos del Estado y de fundaciones internacionales, de talmanera, que dicha atención desarticulará las amenazas de muerte. El segundoartículo de Barajas, igualmente beligerante, fue publicado por El Tiempo el 4 demarzo bajo el nombre de 5 Conquistadores del apocalipsis, y subtitulado Violenciay antiviolencia del Carare.

40 No. 2 AÑO MCMXCIIIu NACIC)f<.IAL DE COlOMBIABOGOTA, OC

entendida como efecto de una ligazón profunda querelativiza la estructura psíquica individual, mientraspotencializa una identidad social a partir de la cual seincrementa el valor frente al peligro y se adquiere unacertidumbre que minimiza el obstáculo o que descono-ce la noción de imposibilidad. En el caso de los tresdirigentes tal imposibilidad era evidente en el entornosocial en el cual estaban inmersos, por el antagonismoentre los parámetros por ellos propuestos, y los yaestablecidos por los grupos dominantes en la región, porlas repercusiones económicas de un proyecto que limi-taba intereses y monopolios, pero ante todo por la des-proporción en los medios de la defensa que por ausenciade un interdictor legal, los colocaba en abrumadoradesventaja, enfrentados a un dilema: el sometimiento ola aniquilación. Esta realidad, patente y disuasiva paraotros, constituyó para los campesinos el acicate paraintentar modificarla conforme al deseo, derivando de talpropósito una satisfacción interior en gran medida in-consciente. Se presume como satisfacción inconscienteporque va más allá del prestigio social, del beneficioeconómico o del placer de vencer al opositor. Es unagratificación que sobrepasa los límites racionales quegarantizan la vida.

Explorar a nivel conceptual las condiciones estruc-turales del sujeto, que posibilitan una identidad socialde tales características, será también objetivo de este en-sayo y como aproximación inicial y dada la complejidaddel tema, dejará muchos aspectos por desarrollar. No envano, los hechos que motivan esta reflexión, actualizantambién el debate acerca de las relaciones entre el indi-viduo y la cultura? yen tal sentido pueden ser analiza-dos por diferentes disci plinas con parámetros a lo mejorirreductibles.

Lo sucedido actualiza este debate porque "el pasoal acto", implícito en el asesinato del otro, deja ver lagrieta en la base de una cul tura edificada sobre la renun-cia a requerimientos pulsionales'' de los individuos,acaso imposibles de compensar en su totalidad por losbeneficios de la convivencia social, Requerimientosademás esenciales, porque tienen origen en los alboresde la constitución del sujeto, cuando en el intento desuperar la precariedad de su ser, se ve obligado a captu-

6. Ramón Jrneno y Magda QUintero, La ley del seenc», en Magazín Dommical. ElEspectador, 29 de marzo de 1992.

7. Se utiliza el término cultura en el sentido expuesto por Freud: 'Por un lado abarcatodo el saber y poder-hacer que los hombres han adquirido para gobernar las fuerzasde la naturaleza y arrancarles bienes que satisfagan sus necesidades; por el otrocomprende todas las normas necesarias para regular los vínculos recíprocos entrelos hombres y, en particular la distribución de los bienes asequibles" en el Porvenirde una llusión. Amorrurtu Editores en Obras Completas. Tomo XXI. Pág. 6.

8. El término pulsional hace mención al retorno permanente de matenal nconscien-te que alguna vez fue desplazado de la conciencia por reñir con lo posible osocialmente aceptable y que fue desviado o transformado de modo provisional aotros contenidos o conductos.

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ALEYDA MUÑOZ L. EL QUITE A LA MUERTE O LA ILUSION DE PAZ COMO SINTOMA

rar la imagen de un otro, amado pero también odiado,por ser el poseedor de bienes visceralmente deseados.Este trasfondo de la condición humana deja ver el matizde violencia que acompañará sus actos, si fracasa en laposibilidad de mediatizar, ordenar o transformar lapulsión. Se pasa al acto cuando ante el retorno de lapulsión no funcionan los referentes simbólicos quedomeñaron la primera aproximación al otro humano.

Por esta doble fa-lla, la del sujeto y la delacultura en su conjun-to, lo que resulta abe-rrante en la conductadel grupo puede ser unreflejo de lo que en elinterior de un indivi-duo tampoco ha sidodominado socialmen-te. A partir de tal pre-misa resulta pertinen-te, el análisis de losfactores subjetivosimplícitos en laconduc-ta social de los miem-bros de un grupo, paratratar de entender laparticularidad de unhecho colectivo.

Conviene añadir

Do D G 1 N GDEATH OR THE

ILLUSION OF PEA-CE AS A SYMPTOM.The policy enacted by acommunity organizationthat sought for peace in-stead of war, dialogueinstead of confrontationand mutual respect in-stead of abuse broughiabout a reaction ihai

sin embargo, que sibien los ejes conceptuales de este trabajo apuntan al in-dividuo y a la dinámica psíquica que subyace a suconducta, es necesario reconocer la importancia, quepara un análisis global de lo ocurrido, se debe atribuir ala realidad social de muchas comunidades urbanas ycampesinas, que al resultar ubicadas en la intersecciónde intereses ilegítimos de cualquier orden, cuyos pro-motores tienen más fuerza y virulencia, quedan atrapa-das bajo presiones que conllevan las más variadas for-mas de agresión, desde la obligación de subscribirse demanera incondicional como informadores o mili tantesde ideas que no comparten, hasta el despojo de susbienes, el abandono involuntario del lugar de residenciacon sus consecuencias de migración y desarraigo o en elpeor de los casos y con mayor frecuencia, a perder lavida. Todo esto sucede ante la inoperancia de un Estadoque no asume la función de interdictor legal y que enmuchos casos es también el infractor. Bajo estascircunstancias de compleja procedencia ha transcurridola niñez de varias generaciones de colombianos, de las

9. "Silvia fue siempre una lucha contra el caos" "La vida de Silvia fue siempre Jugarun poco con la muerte, con el riesgo y el peligro que la justificabaa y revivían" diceen una semblanza su esposo Salomón Kalmanovitz, y dos anotaciones de suhermana María Jimena la describen como una persona singular con "una Inexplicable

cuales han surgido los llamados gamines, los niños-sicarios y los miembros de pandillas juveniles. Sepodríaafirmar que en tales condiciones, es .dífícil interiorizarlas nociones de equidad, justicia y respeto, elementalespara consolidar en el niño una estructura autoregulado-ra que atempere la relación con otros.

Como ya se afirmó este ensayo propone, una refle-xión acerca de la motivación inconsciente de una con-

ducta social, relevantepor muchos aspectos,pero de manera parti-cular por haber contra-riado una cierta lógicade supervivencia. Losdos artículos deMiguelAngel Barajas, serán elreferente central paraentender la dinámicagrupal, asumiendo quelo expuesto allí revelael pensamiento queidentificó y movilizó alos campesinos del pro-yecto comunitario. Secircunscribe el análisisal lapso transcurridohasta el momento delasesinato, porque losefectos posteriores me-recen la consideración

de nuevos factores. Respecto a Silvia Duzán surgenmuchos interrogantes similares a los ya planteados, im-posibles de abordar por ahora." Como referencia gene-ral de loocurrido, se remi te al lector a la Investigación deRamón Jimeno y Magda Quintero también mencionadaen este trabajo.

ended in the death ofthree of its leaders and ofa journalist interested insocial problems. Thispaper analyzes the siiua-tion as an effect of agrouprelationship and exploresthe structural conditionsojthe individual that givestrength to ties of such anature.

EL CONTRASTE DE SENTIDO O LA ILUSIONDE REDIMIR

Los textos de Barajas exponen un lenguaje querechaza la imposición del silencio y busca a cambio elencuentro, la comunicación: "Pero llega un momento enque los violentados no resisten más la negación de sus dere-chos, sienten la necesidad de hacer algo. Los campesinos delCarare reaccionan ante la violencia, utilizando como armaspara la vida, lo que niegan las armas para lamuerte: el diálogoy la inteligencia, (...) Surge entonces el21 de mayo de 1987en el corregimiento de la India, la A.T.c.c. o Asociación deTrabajadores Campesinos del Carare, la cual a través del

atracción al nesgo, al peligro", afín a la madre, de quien habían asimilado un 'carácterfuerte, indómito e independiente, que en muchas ocasiones la hacía a ella másvaliente que sus hijos". (Kalmanovitz, Magazin Dominical, 16 septiembre 1990. p.3Y M.J. Duzán, Crónicas que matan, Bogotá, Tercer Mundo, 1993, p. 278 Y 288).

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DOSSIER

diálogo, de los acuerdos y del entendimiento, logra hacer sentira los armados el peso de una comunidad, que ha decididohacerse sentir como comunidad".

El discurso de la asociación -en palabras de Bara-jas- surge como alternativa de diálogo, como respuestaa múltiples amenazas de muerte, y propone además lareunión de fuerzas antagónicas, yel apoyo de la cultura.Sediría que además de buscar las soluciones inmediatasdel orden de la necesidad, se busca también el alimentopara el espíritu y el afianzamiento de sus raíces:

"Integrados llaman al Gobierno para que haga presenciareal y se lo facilitan; buscan las universidades para que lestraigan la negada cultura ó buscan la prensa para ampliar susvoces y su verdad ó localizan a los emigrados y desterradospara que retornen pues hay que volver a repoblar el territorio".

Tal derroche de proyectos y el tono de los plantea-mientos, resulta por decir lo menos insólito, cuandohabía sido impuesto lo que Barajas llama el genocidio delas palabras: "Esta región ha conocido dos genocidios de laspalabras. El primero cuando acabaron con el idioma de los in-dígenas. (...) El otro genocidio de las palabras fue cuandotan to laguerrilla, como los militares y elMAS nos impusieronlo que nosotros los campesinos del Carare (...) hemos dado enllamar desde el21 de mayo de 1986 la criminal ley del silencio.Por más de 15 atlas nos impusieron esta ley. Pero unidos,produciendo verdad al tiempo que riquezas, la mandamos alcaraja, y así, permitimos que se hable y cante en todos losestilos. Ahora en nuestra querida región, nadie muere ensilencio. Sólo se permite un silencio: el de las armas. (...) Yano nos desgastamos ni perdemos tiempo encasillando a lagente en izquierda y derecha, en progresistas o reaccionarios.Eso se lo dejamos a los sectarios. (...)

A pesar de la apuesta a lo simbólico lanzada por laATCC, se filtra por los resquicios del discurso, un doblenivel de argumentación que supone defensa y desafío,comentario y denuncia, análisis y censura. Tiene elefecto de liberar una hostilidad latente, por la vía de lapalabra. Pero una palabra incitadora, acuciante que si enun intercambio normal suscita una respuesta agresiva,en condiciones de enfrentamiento o beligerancia preci-pita la respuesta en acto, es decir la descarga pulsionalmasiva. Se detecta un movimiento dual que oscila entremomentos de prevalencia simbólica: porque surge eldiálogo que aproxima la búsqueda de la cultura, la ex-ploración de las raíces, y momentos en los cuales preva-lece la hostilidad que emerge en el discurso en forma derechazo, de crítica severa, del desafío innecesario o de ladenuncia inoportuna.

"La cultura es la mejor respuesta a la barbarie (...) a laguerrilla le dijimos defren te, a riesgo de ser fusilados que ya110 creíamos en sus tesis mesiánicas (... ) lo que el guerrillerono agregó es que a los pregoneros y guerreros del cambio revo-lucionario por medio de las armas y al estilo marxista tambiénles conviene el empobrecimiento de las comunidades porque,

42 No. 2 A.ÑfJMCMl<CIIIu. NACIONAL DE COlOt.eIABOGOTA.D,C

según ellos, eso agudiza las contradicciones y la lucha declases. Una vez más se vuelven a parecer al pentágono al quetanto dicen odiar. Y no sólo porque hay que ver lo que laguerrilla con su accionar vino a empobrecer nuestra economíacampesina".

Las siguientes afirmaciones revelaron al país ente-ro la naturaleza de los opositores de la ATCC

"...aquí en el Carare los paramilitares, esos nazis crio-llos, crearon en Cimitarra un grupo de autodefensa en elColegio Integrado del Carare... (...) ¿Quién curará este dolorcausado por el saber que en el mayor templo de la cultura deesta querida tierra, a los jovencitos que allí se educan les estáninculcando desde ahora que la cosa se arregla es con matonesya tiros? (...) Existen también las diferencias que tenemos conlos comerciantes ladrones, quienes no ven con buenos ojosnuestra tienda comunitaria, gracias a la cual acabamos con laespeculación en los víveres en todo el territorio de laA. T.e.C....(diferencias) ej.: el militar deshonesto que nos ofrecía trescien-tos fusiles si nos convertíamos en grupo de auiodefensa paracombatir la guerrilla ...

No es una rebelión cualquiera contra el opresor. Esalgo más de orden ideal. Es la ilusión de ser reconocidocomo interlocutor cuando no existía posibilidad de co-municación. Es pretender instaurar un orden cuando sehan perdido los límites que establecen distancias y dife-rencias sin que la A.T.CCle otorgue a esta circunstan-cia la importancia que merece. Se puede entender estaconducta como un efecto grupal, según el cual la fragi-lidad de los individuos se ha transformado en fuerza in-contenible, en certeza incuestionable que empuja a laaccion aún cuando las condiciones de la realidad aún nosean favorables y por supuesto bajo la conducción de unlíder con mucha fuerza porque personifica lo deseado.

y la ilusión que cohesiona contra la barbarie haceuna negación de lo evidente y vislumbra un futuropromisorio donde sólo existía el riesgo, las sombras, elpuntazo final de una prolongada amenaza: "Algo esta-mos haciendo para que Colombia no siga escindida por lasfuerzas que quieren destruirla". Aunque Barajas admiteque no es fácil y que es tarea de todos, aflora la exal tación:"Queremos superar los imposibles, pero sin prepotencias, conla sencillez y la humildad propios de nosotros los campesinos,acompañados de la inteligencia, de la autenticidad, de la auda-cia y el valor el cual, vale la pena decirlo, ni es prestado ni estásustentado en la seguridad que da el hecho de portar un arma.En últimas, tal vez lo que más queremos es hallar el verdade-ro rostro de la vida, para gozarla al máximo y como debe ser:con dignidad. Hace treinta meses, los campesinos del Cararedimos un salto hacia lo maravilloso y ahora, cuando hemosvuelto a saber lo que son las maravillas, no queremos que nadani nadie nos baje de allí ni siquiera la muerte".

¿Superar los imposibles con humildad y sencillez?sólo parece factible a partir de la certeza de poseer unpoder enorme medible con la muerte. El matiz de

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ALEYDA MUÑOZ L. EL QUITE A LA MUERTE O LA ILUSION DE PAZ COMO SINTOMA

prestancia, desafío y ostentación engrana con la necesi-dad de dominio y la prevalencia de la conducta en actode los grupos opositores. El empecinamiento da consis-tencia a una lucha a muerte y los tres dirigentes parecenolvidar lo que ya sabían, "...sabemos tanto de violencia, desilencios, de emigraciones, de pobrezas, de lágrimas, de mie-dos, de riesgos, de incertidumbres y de cadáveres insepultosque se llevaron los ríos". La dimensión imaginaria quesustenta la posición del líder y su palabra frente al gruposólidamente cohesionado, explica también la certezaotorgada al pensamiento y el manejo de la realidadcomo si estuviera fusionada con el deseo.

LA PROVOCACION AL VERDUGO

Es una dinámica inexorable, cada una de las reali-zaciones de la comunidad, cada testimonio de su avan-ce, tenía el efecto de alimentar la ilusión de fuerza y decerteza, pero en forma simultánea del lado de sus opo-nentes alimentaba el impulso a exterminarlos. Secuen-cia paradójica, según la cual, donde los unos confirmanla razón de su existencia, los otros aseguran las condicio-nes para segarla. Movimiento dual y antagónico sin me-diación de un tercerocomo referente estabi-lizador, llámase la ley,las justicia, en fin, elEstado.

¿Cómo entenderlacircularidad? ¿Cómoexplicar este desafíoobcecado que persistehas ta el sacrificio sinque la duda o el miedohagan retroceder? Unmotivo profundo, noevidente a la miradasocial, es la explicaciónposible y de ella dacuenta el Psicoanálisis.

El deseo de redi-mir, el deseo de dialo-gar, o el deseo de trans-formar una conductadestructiva por otraconstructiva, converti-dos en tarea para lograr una convivencia equitativa,alternan con el deseo de ser reconocido, escuchado yacatado. Seconjugan en un movimiento constante seña-lado por Freud, cuando reflexiona sobre las aspiracionesde dicha individual y de acoplamiento a la comunidad:"así como el planeta gira en torno de su cuerpo central al parque rota sobre su eje, el individuo participa en la vía dedesarrollo de la humanidad en tanto anda por su propio

LL'EVITATIONDELA MORT OU

L'ILLUSION DE LAPAIX COMMESYMPTOME La poli ti-que engagée par une or-ganisation communau-taire qui proposait la paixau lieu de la guerre, ledialogue au lieu de laconfrontation et le res-pect au lieu de l'abus aengendré una réaction

camino vital". 10 En una fuente de forcejeo constante noexento de hostilidades, entre aspiraciones individualesy sociales, cada individuo en la búsqueda de su ser,"hace camino al andar" como diría el poeta. Y el senderoasí trazado, llevará el sello de su historia, es decir portaráel rastro que le dejaron relaciones primordiales estable-cidas -casi siempre- en el grupo familiar.

¿Por qué son primordiales?, ¿por qué la relacióncon otro, en el sentido del semejante, adquiere una pre-ponderancia tal, que prefigura y avala la constitución deuna subjetividad?

Para dar respuesta, es necesario dar marcha atrásen esta reflexión y ubicar en su origen una criaturahumana palpitante pero inacabada, inscrita en un uni-verso de símbolos mucho antes de nacer, por el sólohecho de ser mencionada en el discurso familiar y deocupar un lugar -aceptado o no- en el afecto materno.Esta circunstancia constituye un bautizo de doble inci-dencia, pues lo inscribe como sujeto del lenguaje y comoobjeto del deseo y antecede a otro bautizo formal,mediante el cual le otorgan una filiación, por tanto un re-conocimiento social y jurídico.

Como sujeto del lenguaje, está destinado a vivir"exiliado en el mundo delas palabras':", porqueno encontrará el signi-ficante único que lo re-presente. Pero comosujeto y objeto de de-seo tendrá la posibili-dad de construir-se através de la imagen deotro. Será una transac-ción avalada por elafecto -en todos susmatices- que le permi-tirá substituir la ima-gen corporal desarticu-lada de sus primerosmeses de vida por ladel semejante, quepercibe sólida y coor-dinada.

Es importanteseñalar cómo la desva-

qui a abouii dans l'assasi-nat de trois de ses diri-geants et d'une jou rna lis-te interessée par les pro-blemes sociaux. Cet arii-ele analyse cette siiuationen iani qu'effet d'un rap-port de groupe et exploreles conditions structure-lles de l'individu quicontribuent a la force deun tellien.

lidez biológica se re-suelve en otro orden, pues la imagen como representa-ción pertenece al orden psíquico y en tanto se reviste deexcelencias dignas de poseer, jalonará la identificacióncon el otro, en un intercambio especular que dará consis-

10. S. FREUD: El Malestar en la Cultura. amorrurtu Ed. en Obras completas. TomoXXI. p. 136.

11. A. SAMPSON. Norma y agresividad. Conferencia dictada en el Primer EncuentroRegional de Educadores de Preescolar. Cali. Junio de 1988.

REVISTACOlOMBI~DE PSICOLOGA. 43

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DOSSIER

tencia imagina-riaasuser. Estaes la huella nar-cisista, de laestructura esen-cial del hombre,que surge sobrela base de unadotación bioló-gica pero en elentrecruce deelementos psí-quicos y cultu-rales. Con estelazo mínimo,entre dos seme-jantes que inter-cambian sus re-flejos se originael vínculo so-cial. Así lo afirma Pommier cuando comenta la imposi-bilidad del hombre para definirse: "Porque los significan-tes que lefueron atribuidos al hacer lo han definido como seryporque esos significantes remiten siempre a otros significan-tes, el hombre no llega a definirse por completo, no llega al ser.Algo de lo que él es, se le escapa, no llegar agozar plenamente.Engancha entonces su ser a su imagen, y su reflejo representael lugar donde puede esperar que habrá de gozar. Pero comono puede ver constantemente su propia imagen, la de suprójimo adquiere el mismo ualor,'?

Ahora bien la dinámica de esta primera identifica-ción, no revela propiamente un vínculo armónico. Esmás bien un verdadero combate al interior del YOincipiente, que ve en su modelo un Ideal poseedor deaquello de lo cual carece, que le ofrece un rasgo perotambién lo desposee. En una palabra que le suscitasentimientos encontrados: "Se trata de un conjunto detensiones, rivalidades, reacciones de intimidación, de inhibi-ción, de dominación y de sumisión. Y todas ellas seráncaracterizadas por su reversibilidad, es decir su estructuraambivalente, porque el sujeto será simultáneamente domina-dor y dominado, rey y esclavo, actor y espectador, seducido yseductor. 13

La. agresividad predomina en esta identificacióncon el otro quien es al mismo tiempo destinatario de suafecto y el escenario primordial de este drama, no es otroque el medio familiar cuya particularidad reside en elhecho de que los afectos circulantes son normatizadospor la cultura en líneas de aproximación y exclusión quedelimitan las pretensiones imaginarias de sus miem-bros. El acatamiento y transmisión de estas normasvinculares significa la presencia de un 0tro regulador,12. G. POMMIER. ¿Freud Apolítico? Nueva visión. Buenos Aires 1987. p. 23.

13. A. SAMPSON. Obras Citadas.

que afianza elorden simbóli-co en el inter-cambio afecti-vo, dando pasoa efectos quepermean lafrontera entre laprivacidad delpsiquismo indi-vidual y el en-torno públicode lo social.

De mane-ra muy general,se puede enten-der la funcióndel 0tro inter-dictar, comoaquél que sub-

jetiviza en la diferencia, -no en la semejanza especular-dando paso con su intervención a una instancia represo-ra individual, que deberá manejar patrones éticos, pararegular de allí en adelante todas las relaciones que porefecto de transferencias afectivas constituirán la redsocial. Es lo que puede esperarse. Sin embargo, elresultado no será igual en todos los sujetos, porquecomo se decía un poco atrás, corresponderá a los avata-res de la historia individual, no siempre propicia a estefinal.Salir de la especularidad significa entonces descubrirotras alternativas de relación, significa aceptar la media-ción que instaura el lenguaje o el acatamiento a una leyuniversal que sobrepasa intereses individuales. Signifi-ca que un tercero ocupe ellugardel0tro interdictor, estoes aquél que divide la díada inicial.

En la conformación de los grupos yen la constitu-ción del rasgo fundamental que los identifica, se corre elriesgo de repetir al infinito la relación especular. Confacilidad el jefe o líder, pero también la meta buscada, oel ideario que reúne, adquiere la connotación de Amo.Amo absoluto de un saber, de un goce, o de una comple-tud anhelada. Esta relación con el Amo sólo es posibleporque responde a un vacío, a una falla estructural delsujeto que ignora todo acerca de su ser y de la imposibi-lidad del goce, pero en la búsqueda de una solución a sumalestar, inventará Amos cuya encarnación será posiblepor los efectos de la transferencia de la vida grupal. Sepodría afirmar que la carencia personal es modificadapor la excelencia del 0tro -llámase éste, grupo, líder oideario social político o religioso- en un proceso deidentificación enajenante, que crea la ilusión de totali-dad con efectos relevantes en la dimensión del goce.Bajo tales circunstancias, el síntoma individual se hace

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ALEYDA MUÑOZ L. ELQUITE A LA MUERTE O LA ILUSION DE PAZ COMO SINTOMA

colectivo y poco importa la inmolación si ello es unapromesa de satisfacción o de meta cumplida. En fin siello da sentido al ser. En este carácter ontológico residela fuerza del malestar humano perentorio y repetitivoque urge una satisfacción, mucho más allá de la deman-da que instaura la necesidad. Porque siempre quedaráun resto que escapa a toda posibilidad de satisfacción yel fracaso reiterado de la búsqueda obliga a un reco-mienzo que el psicoanálisis distingue con el término dedeseo. Este malestar es pues la falta en ser que el grupooel líder promete resolver. Lo real que está en juego paracada uno se colectiviza en lo social y la necesidad ofre-cerá diferentes máscaras para encubrir lo fundamental.

Si se retorna la reflexión a los acontecimientos queculminaron con el asesinato de Barajas y sus compañe-ros se descubre una situación social explosiva, sin refe-rentes legales que garanticen el proyecto organizado dela A.T.e.C.. Un contexto emocional marcado por lasospecha y la pugnaciad entre grupos polarizados,conformados éstos, por un rasgo común que denota ladialéctica del amo y del esclavo.

En efecto cada grupo parece satisfacer la demandainconsciente de un Otro, erigido al interior de cada indi-viduo pero socializado en el grupo con el nombre deMadre-vida, Madre-paz, Madre-nación, Madre-podereconómico o político, Madre-MAS, o la Madre-Madre.Este carácter materno da cuenta de la perentoriedad, yde la ausencia de referentes interdictores de un goceirrefrenable que conduce a la muerte. No hay entendi-miento posible ente la A.T.e.e. y sus opositores, porquela hostilidad especular desborda la intención simbólicaen los primeros y los segundos no tienen interés enmediatizarla. Para éstos sólo es posible el acto brutal,facilitado por la ausencia de un tercero que representa-do en el Estadodebería transmi-tir la diferencia,ordenando y le-gislando a nom-bre de un interéssocial general.

A la mane-ra de círculosconcéntricos quese multiplicanpero remi tensiempre al mis-mo núcleo, laspalabras y lasacciones de lax.r.c.c. aproxi-maron los he-chos del 26 defebrero. Inten-

tando escapar al Amo absoluto de la muerte, propicia-ron los mecanismos para someterse a él, porque:

- Centraron su esfuerzo, su razón de ser, en unlugar en el cual, sólo tenían detractores. Intentaron de-fender valores diariamente pisoteados. ¿Valor civil?¿Omnipotencia? ¿Negación de la realidad?

- La certidumbre otorgada a sus argumentos leshizo sobreestimar el efecto que causarían en sus oponen-tes. Perdieron la diferencia entre sus códigos y losajenos. ¿Ingenuidad? ¿Idealización?

- La exaltación por los resultados obtenidos loshizo más desafiantes, más temerarios frente al amo -ad-versario, a quien le quitaba el aliento, la existenciareconocida de la asociación. ¿Coraje? ¿Invocación a lamuerte?

Vencer al opresor en tal desigualdad de fuerzasadquiere la connotación de un síntoma. Síntoma subya-cente a un ideal individual pero convertido en idealcolectivo, que proporciona un goce y que sostendrá conseguridad las próximas generaciones de dirigentes quie-nes relevarán las personas asesinadas. Basta leer lasiguiente carta escrita por la esposa de Barajas, paraentender el encadenamiento consciente e inconscientede esta historia:

"Señor Director:Soy la viuda deMiguel Angel Barajas Collazos, vilmen-

te asesinado y con él todas sus ilusiones por forjar unaColombia mejor, en hechos repudiables -que más vale norecordar-, ocurridos el pasado 26 defebrero en la población deCimitarra (Santander).

Es inenarrable el daño que con su absurda y tempranadestrucción le han causado a mi hogar. Fueron 21 años de ma-

trimonio, supe-randa etapas di-fíciles, pero lle-nas de amor yesperanza cifra-das en nuestrostres hijos, hoysumidos en eldolor de la orfan-dad. Afortllna-datnenie muchole aprendimos, yde su ejemploextractaremosel coraje querequerimos enel incierto fu-turo para nodejarnos tam-bién derrotar.

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DOSSIER

Señores: quiero por este medio agradecerles muy since-ramente todas sus manifestaciones expresadas a través de eseimportante periódico. Tantas cosas bellas no se pueden decirde cualquiera; ello nos sirve de consuelo en medio del dolor quenos consume, y ante todo nos hace sentirnos muy orgullososde haberformado parte de la vida de un hombre de la talla deMiguel Angel: porque un luchador como él no se puede dejaren el olvido, ni mucho menos calificarlo de desaparecido: sugran obra quedó ahí plasmada en esa gente humilde, loscampesinos del Carare, obra que en honor de los caídos debe ytiene que continuar.

Quiero que ustedes conozcan las palabras que escribiómi hijo mayor Héctor Hernando (futuro periodista, si Dios nodispone otra cosa), frente al féretro con los despojos mortalesdeMiguel. En ellas resume su dolor y lo que le significaba supadre. ¿Quién podría conocerlo mejor?

Querido padre:

¿Cuántos hombres más habrán de caer para que tussueños de libertad, igualdad y democracia, se hagan realidad?¿Cuántas batallas hemos de librar, para poder forjar la paz ennuestra patria? ¿Cuántas ideas como las tuyas seguiránfusilando las bestias bípedas implumes? ¿Cuánto más tendre-mos que aguantar ... ?

Tú me enseñaste a luchar,a fabricar una vida digna,a creer en las voces de la selva,a fabricar pan con la tierra,a construir mañanas siempre nuevos.A repudiar el silencio que intimada,a no sentir miedo de ser hombre.Porque tú fuiste "un hombre".Un hombre que no callara nunca,un hombre que siempre estará construyendo,un hombre que no se separará nunca de la tierra.Un hombre repetido en todos los árbolesde mi patria,un hombre vivo porque has alcanzado la eternidadque se les concede a los verdaderos guerreros ...

¡Gracias por haberme dado la vida!Tuyo y de tu lucha,Héctor Hernando Barajas Lamo(Febrero 28 de 1990 )

María Leonor Lamo de Barajas

Desde una perspectiva no psicoanalítica, resultasorprendente que en una comunidad se produzcanmanifestaciones grupales tan antagónicas que bienpueden finalizar en la inmolación O en la criminalidadpor motivaciones que reclaman un mayor orden social.

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No así para el psicoanálisis que en lo esencial de suteoría, puntua la convivencia del hombre con la muerte-así intente siempre ignorarla-, y concibe el sujeto en unadimensión estructural que le impide ser dueño absolutode su consciencia condición según la cual le resultadifícil reconocer como propio lo que le resulta ajeno,diferente, pero en particular porque el psicoanálisis haseñalado el vínculo existente entre el deseo del Otro y latensión constante entre lo que cree ser y lo que deberíaser. Forcejeo interior que traducido en actos llevará elsello de sus ideales y de su relación particular con el amoabsoluto de la muerte.

Una reflexión final de Cioran, que logra comopocos reconocer la muerte como complemento insepa-rable de la existencia: "Para afirmarse, la vida ha demostra-do un raro ingenio; para negarse igualmente. ¡La cantidad demedios que hapodido inven tarpara deshacerse desi misma! Lamuerte es con mucho su mayor hallazgo, su logro prodigio-50".14

Retomando los planteamientos de Pommier resul-ta pertinente afirmar, que la tarea de abatir el Amo es co-rrelativa con la existencia misma. Lo paradójico es queel ideal de conseguirlo, a veces permite su destituciónpero también puede facilitar su apuntalamiento. Yla su-presión definitiva no es posible porque el amo es unacreación del inconsciente y siempre existirá la posibili-dad de transferir su poder. A menudo a otros, que confrecuencia están prestos a encarnarlo.

Para concluir pero también para recomenzar con-viene seguir interrogando, salir de la relación especularmediante la intervención de un otro interdictor del goce,es garantía permanente de un orden en el individuo conrepercusiones en el orden social?

¿Qué significa reconocer la imposibilidad del gocey qué efectos podrían ser esperados en el lazo social?

¿Cómo se articula la conservación de la vida con laEtica en el orden social?

¿Cómo debe ser asumido el compromiso con unpadre real que acepta la muerte para defender la vida?

¿El Estado como referente simbólico de una naciónestá en posibilidad de interdictar el goce para dar pasoa la construcción del deseo?

¿Será posible significar la muerte?~I~

14. E. M. CIORAN, Ese maldito yo. Tusquets Eds, pág 114.