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UNIVERSIDAD DE GRANADA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS. DEPARTAMENTO DE LINGÜÍSITCA GENERAL Y TEORÍA DE LA LITERATURA PROGRAMA DE DOCTORADO: “TEORÍA DE LA LITERATURA Y DEL ARTE Y LITERATURA COMPARADA” TESIS DOCTORAL EL POEMA EN PROSA EN ANTONIO CARVAJAL DOCTORANDO JOSÉ CABRERA MARTOS DIRECTOR DR. ANTONIO CHICHARRO CHAMORRO Vº Bº GRANADA 2015

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  • UNIVERSIDAD DE GRANADA

    FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS.

    DEPARTAMENTO DE LINGSITCA GENERAL Y TEORA DE LA LITERATURA

    PROGRAMA DE DOCTORADO: TEORA DE LA LITERATURA Y DEL ARTE Y LITERATURA COMPARADA

    TESIS DOCTORAL

    EL POEMA EN PROSA EN ANTONIO

    CARVAJAL

    DOCTORANDO

    JOS CABRERA MARTOS

    DIRECTOR

    DR. ANTONIO CHICHARRO CHAMORRO

    V B

    GRANADA

    2015

  • [2]

    Editor: Universidad de Granada. Tesis DoctoralAutor: Jos Cabrera Martos ISBN: 978-84-9125-510-9URI:http://hdl.handle.net/10481/42415

    http://hdl.handle.net/10481/42415
  • [3]

    El doctorando, don Jos Cabrera Martos y el director de la tesis, don Antonio

    Chicharro Chamorro, garantizamos, al firmar esta tesis doctoral, que el trabajo ha sido

    realizado por el doctorando bajo la direccin del director de la tesis y hasta donde

    nuestro conocimiento alcanza, en la realizacin del trabajo, se han respetado los

    derechos de otros autores a ser citados, cuando se han utilizado sus resultados o

    publicaciones.

    Granada, 11 de noviembre de 2015

    Director de la Tesis Doctorando

    Fdo.: Fdo.:

  • [4]

  • [5]

    EL POEMA EN PROSA EN ANTONIO

    CARVAJAL

  • [6]

  • [7]

    A Daro y Luca

    por su inconsciente pacencia;

    consciente, no celada margarita, ni exacta y para siempre,

    para ti, Ana Beln.

    Agradezco sin lmites, la generosidad en sabidura

    a la luz del olivo en el camino siraco,

    sea Antonio Chicharro,

    y a mis padres y Antonio Carvajal

    por darme la alegra en girasol flotante y en cascada.

  • [8]

  • [9]

    NDICE

    1. LAS CARTAS SOBRE LA MESA: INTRODUCCIN (METODOLOGA Y POSICIONAMIENTO CRTICO)..............................................................................17

    2. TEORA DEL POEMA EN PROSA...29

    2.1. LA HORMA DEL ZAPATO. EL POEMA EN PROSA: ENTRE LAS REGLAS DE LA LIBERTAD Y DE LA TRADICIN..31

    2.2 DELIMITACIN DEL GNERO...40

    2.2.1. El poema en prosa como subgnero potico...40

    2.2.2. Poesa y narracin. prosa y verso.44

    2.2.2.1. Ttrada de nociones nebulosas........................44

    2.2.2.2 Poesa / narracin: verso / prosa...49

    2.2.2.3. Relativizacin histrica y dogmatismo potico: la tilde

    prosaria...68

    2.2.2.4 Las licencias mtricas como disyuntores magnticos de los

    soportes textuales prosa y verso....76

    2.2.3. Definicin y deslinde de nociones afines y dismiles.....89

    2.2.3.1. El poema en prosa y la prosa potica: el ejemplo de Juan

    Ramn Jimnez......89

    2.2.3.2. El poema en prosa y la novela lrica o potica: el ejemplo de

    Gabriel Mir...96

    2.2.3.3. El poema en prosa y la prosa mtrica o rtmica: el ejemplo de

    Fray Luis de Granada.........101

    2.2.3.4. El poema en prosa y el verso libre.....106

  • [10]

    3. PRAXIS DEL POEMA EN PROSA: EL ARRIBO IDEOLGICO DESDE DIFERENTES NAVES.....113

    3.1. INTRODUCCIN115

    3.2. EL ROMANTICISMO COMO OBERTURA......120

    3.3. LA MODERNIDAD IDEOLGICA EN LA FORMA DEL POEMA EN PROSA DE BAUDELAIRE, DARIO Y CARVAJAL......123

    3.4. DOS MODELOS BSICOS DE REPRESENTACIN EN PROSA: MALLARM Y RIMBAUD131

    3.5. LA CONSTRUCCIN HISPNICA DEL POEMA EN PROSA DESDE LA DESNUDEZ, CREACIONISMO Y SURREALISMO....................................................................143

    3.6. EL POEMA EN PROSA A PARTIR DE LOS AOS SESENTA: CONOCIMIENTO Y COMUNICACIN..162

    3.7. LA IDEOLOGA ESTTICA CARVAJALIANA Y SU HEREDAD....164

    3.8. CONCLUSIN: LA IDEOLOGA CONSTRUCTIVA DEL ORIGEN DEL POEMA EN PROSA Y LA IDEOLOGA CONSTRUCTIVA CARVAJALIANA......174

    3.9. ESBOZO ALEVE AL LTIMO ARRIBO IDEOLGICO: LA POSMODERNIDAD DEL SIGLO XXI Y EL AUGE DEL POEMA EN PROSA. APUNTES.....177

    4. TRES CONSTANTES DEL POEMA EN PROSA: LA PINTURA, LA MSICA Y LA CIUDAD.181

    4.1. LA PINTURA.183

    4.2. LA MSICA......192

    4.3. LA CIUDAD..197

    4.3.1. El nacimiento de la ciudad moderna: ideologa e historia. Ciudad y

    campo. Civilizacin y barbarie......197

    4.3.2. La ciudad y sus edificaciones: El poema en prosa como constructo

    especular.202

    4.3.2.1. Charles Baudelaire, Rubn Daro, Antonio Carvajal y Julin

    del Casal: de Pars a Valparaso, pasando por Londres, Granada y

    La Habana. Una forma para dos ideologas..........202

  • [11]

    4.3.2.2. Civilizacin y Barbarie durante la vanguardia del poema en

    prosa: Pars en Csar Vallejo y oriente en Vicente Huidobro y Pablo

    Neruda. Tras las huellas de dos ideologas continuadas...209

    4.3.3. Superacin de las dicotomas: Antonio Carvajal y Granada, naturaleza y

    urbe. Antequera y Moguer de fondo..........................................................213

    4.3.4. Juan ramn Jimnez, un viaje de ida y vuelta desde Moguer hasta Nueva

    York. Mart en el eco del paisaje.......215

    4.3.5. De Nueva York a Mxico. Calas asistemticas en la generacin en prosa

    del 27..........................................221

    5 CARACTERSTICAS FORMALES DEL POEMA EN PROSA

    CARVAJALIANO229

    5.1. INTRODUCCIN....231

    5.2. LA DISPOSICIN GRFICO-VISUAL EN PROSA COMO VOLUNTAD ARTSTICA: DOS TIPOS DE LECTURA.....233

    5.3. BREVEDAD......238

    5.4. EL PROSASMO AUSENTE DEL POEMA EN PROSA.......239

    5.5. LA PALABRA Y LA ORACIN.240

    5.6. LA RIMA EN EL POEMA EN PROSA.241

    5.7. LA REPETICIN DE SONIDOS: EL RITMO. RTMICA DEL POEMA EN PROSA....243

    5.7.1. El ritmo total y el ritmo de pensamiento: Ritmo balstico y ritmo

    ondulado........245

    5.7.2. La ideologa de la libertad en el ritmo: La ilusin del poema en prosa

    sin ritmo ni rima y su continuidad crtica...251

    5.7.3. El ritmo por clusulas......253

    5.7.4. El ritmo por slabas contadas: entre la sintaxis y la msica.......256

    6. UN POSIBLE MTODO PARA EL ANLISIS DEL RITMO EN EL POEMA EN

    PROSA. APLICACIN DE LAS TEORAS DE RAFAEL BALBN.....261

  • [12]

    6.1. INTRODUCCIN....263

    6.2. CONFLUENCIAS RTMICAS DEL POEMA EN VERSO Y EL POEMA EN PROSA....265

    6.2.1. Verso y oracin......265

    6.2.2. Estrofa y prrafo....268

    6.3. APLICACIN DEL MTODO DE ANLISIS RTMICO AL POEMA EN PROSA NO SABA QU ESPADA ME ACECHABA DE ANTONIO CARVAJAL....270

    6.4. LA DOBLE LECTURA DEL POEMA EN PROSA. EL ESCOLLO DE LOS PROCEDIMIENTOS DE UNIN Y SEPARACIN DE SLABAS Y LA PAUSA.....274

    6.5. APLICACIN DEL MTODO DE ANLISIS PAUSAL AL POEMA EN PROSA CARVAJALIANO. DOS POSIBLES LECTURAS DEL POEMA EN PROSA FLORES Y VIENTO DEL SUR... 279

    6.6. DOS CONSTRUCCIONES DEL POEMA EN PROSA: LA ESTRUCTURACIN PRTASIS-APDOSIS (TENSIN-DISTENSIN) Y LA ESTRUCTURACIN CIRCULAR....286

    7. OTROS PROCEDIMIENTOS CONSTRUCTIVOS Y RTMICOS EN EL POEMA

    EN PROSA CARVAJALIANO: LAS FIGURAS DE REPETICIN..291

    7.1. REPETICIN DE ESTRUCTURAS SINTCTICAS........295

    7.2. REPETICIN DE ESTRUCTURAS FONTICAS...299

    7.3. REPETICIN DE ESTRUCTURAS MORFOLGICAS...301

    7.4. REPETICIN DE ESTRUCTURAS TEXTUALES..304

    7.5. REPETICIN DE ESTRUCTURAS SEMNTICAS....306

    7.6 CONCLUSIN....308

    8. UBICACIN Y TIPOLOGA DEL POEMA EN PROSA CARVAJALIANO...311

    8.1. UBICACIN TEXTUAL.......314

    8.1.1 Poemas en prosa publicados en catlogos........316

    8.1.2. Poemas en prosa publicados en libros de poesa318

    8.1.3. Poemas en prosa inditos publicados exclusivamente en antologa320

  • [13]

    8.2. TIPOLOGA DEL POEMA EN PROSA....321

    8.2.1. Poesa hbrida: Versificacin de la prosa y prosificacin del verso...321

    8.2.2. Series hbridas: Poesa y prosa enfrentadas....325

    8.2.3. Corpus textual de poemas en prosa.......326

    8.2.4. Micropoemas en prosa..329

    8.2.5.Tipologa rtmica provisional...333

    9. PRCTICA DEL POEMA EN PROSA EN ANTONIO CARVAJAL: HORTUS

    CONCLUSUS, MTROPOLIS, UT PICTURA POESIS.337

    9.1. LAS RUINAS DEL AURA.339

    9.2. VIENTO DEL SUR..343

    9.3. FUEGOS....356

    9.4. FLORES....359

    9.5. AUSENTES OJOS....361

    9.6. ELEGA PARA EL RO DARRO.....366

    9.7. NO SABA QUE ESPADA ME ACECHABA.....372

    9.8. LA FLORIDA DEL NGEL...376

    9.9. CASTILLO INTERIOR.....385

    9.10. RICARDO GARCA EN SUS MBITOS....394

    9.11. NO LE EST BIEN AL JUEZ...402

    9.12. GLOSA A GANIMEDES.404

    9.13. GLOSA PARA LAS HORAS PINTADAS....410

    9.14. VARIACIONES PARA UN DESNUDO..414

    9.15. EL LATIDO IMPAR DE EL CORAZN NO ES LGANO (CONCLUSIN) 421

  • [14]

    BIBLIOGRAFA...437

    ANEXO DOCUMENTAL: LOS POEMAS EN PROSA DE ANTONIO

    CARVAJAL..469

    1. EL CORAZN NO ES LGANO...........471

    2. CORNICA ANGLICA..472

    3. CASTILLO INTERIOR (FANTASA ALHAMBRISTA PARA JULIO JUSTE).........473

    4. FUEGOS...475

    5. RICARDO GARCA EN SUS MBITOS.....477

    6. LAS RUINAS DEL AURA....479

    7. NO SABA QUE ESPADA....488

    8. VUELTA DE PASEO...489

    9. GLOSA PARA LAS HORAS PINTADAS.....490

    10. QU SENSACIN DE TACTO BAJO LA PIEL!....491

    11. LA FLORIDA DEL NGEL....492

    12. FLORES.....494

    13. VARIACIONES PARA UN DESNUDO (PINTADO POR DIEGO GADIR)...495

    14. GLOSA A GANIMEDES....497

    15. ALHAMBRA: ESTACIN DE LAS HORAS..499

    16. VIENTO DE SUR.....500

    17. AUSENTES OJOS.....504

    18. ELEGA PARA EL RO DARRO..506

    19. NO LES EST BIEN AL JUEZ....507

    20. FELIZ QUIEN VE SUS HORAS EN DORADO PRESENTE...508

    21. VISTAS DE VENECIA..509

  • [15]

  • [16]

  • [17]

    1. LAS CARTAS SOBRE LA MESA: INTRODUCCIN (METODOLOGA Y

    POSICIONAMIENTO CRTICO)

    Pero si se quiere, como requiere la costumbre, hacer de las Letras una especie

    de institucin de utilidad pblica, [] hay que tener cuidado de no corromper con

    ello el exacto y verdadero sentido del arte. Esa corrupcin consiste en sustituir por

    precisiones vanas y exteriores o por opiniones convencionales la precisin absoluta

    del placer o del inters directo que provoca una obra, para hacer de esta obra un

    reactivo al servicio del control pedaggico, una materia de desarrollos de parsitos,

    un pretexto para problemas absurdos

    (Paul Valry, 1990: 35)

  • [18]

  • [19]

    El estudio de la rtmica, el nivel de la forma, ha arrastrado consigo, hasta fechas

    recientes, una valoracin superficial basada en su adhesin a una taxonoma estable,

    simtrica y crona, junto a su aislamiento de lo social e histrico.

    Se alzaron voces contra la consideracin de la poesa en clausura, pero an son

    pocas las que advierten islotes en un inmenso ocano- de la radical historicidad,

    semntica e ideologa de la forma, como otro de los estratos que posibilitan el anlisis,

    la interpretacin y el sentido del texto potico, acaso el ms complejo e inconsciente,

    ms all de un conjunto de computacin silbico-matemtico abandonado de sentido,

    aritmtrico, y no slo a travs de la fontica, sino tambin de la morfo-sintaxis y,

    sobre todo, del lugar privilegiado de la semntica y la textualidad. Como seala Herv

    Le Corre estamos pasando de una mtrica aritmtica a una rtmica generalizada (H.

    Le Corre, 2001: 269-270), fenmeno sealado en augurio por los formalistas rusos, en

    su ahnco por integrar todas las dimensiones significantes del verso (J. Domnguez

    Caparrs, 1988) y olvidado para, posteriormente, volver ser recuperado en los ltimos

    aos tamizado, en algunas opciones, por la matriz sociolgica, sea el caso del

    desempolvado marxismo de un Gyrgy Lukcs en Prolegmenos a una esttica

    marxista sobre la categora de particularidad (1957):

    un estudio especial de la forma no es en absoluto ocioso ni tampoco un problema

    cuyo estudio, como piensan los vulgarizadores, est en contra del mtodo del

    materialismo dialctico e histrico [] la dacin de forma es el principio propiamente

    decisivo, y la elaboracin esttica del contenido es un mero trabajo preparatorio que

    artsticamente es an de poca importancia, pues el quedarse en ella no produce, desde el

    punto de vista esttico, un resultado artstico ms dbil, sino absolutamente nada.

    (G. Lukcs, 1969: 191 y 289)

    O del tamiz semitico de Iourij M. Lotman en La estructura del texto artstico

    (1969, 1982), aplicado en su vertiente hispnica en la figura-emblema de Jos

    Domnguez Caparrs a partir, sobre todo, de Mtrica y potica. Bases para la

    fundamentacin de la Mtrica en la Teora de la literatura (1988). El anlisis semitico

    como produccin del sentido en el que se enmarca

  • [20]

    el estudio de las cuestiones mtricas a propsito de la poesa en general o a

    propsito de cualquiera de sus manifestaciones resulta necesario en el seno de este mbito

    cognoscitivo

    (A. Chicharro, 2002: 263)

    Hasta desembocar en el nombre de hoy: los estudios sociocrticos como va

    integradora de reconstruccin del formalismo amalgamado al sentido social

    explicitando la creacin artstica como prctica social y produccin ideolgica que

    absorbe y devuelve lo real indicando la importancia del producto como prctica socio-

    ideolgica y produccin en s mismo especficamente esttica (A. Chicharro, 2012: 19-

    29).

    La plasticidad de la poesa en objeto y mtodo de asedio, en tema y forma, rmora

    de la individualidad del hombre como sujeto libre y de la poesa como expresin ntima,

    cabe matizarla a partir de mtodos crticos de asedio al discurso potico, igualmente

    relativizados como herederos de una determinada ideologa. Tanto la individualidad, la

    unicidad de la poesa como esencia intransferible del alma del poeta, como la

    matematizacin, la descodificacin potica a partir de reglas sistemticas, son caras de

    una misma moneda contempornea: la libertad del hombre y la matematizacin de la

    realidad1. Lo idneo y conveniente situarse en la lucidez, procurando mantenerse en el

    canto de la moneda mallarmeana, visualizando ambas posiciones y utilizando mltiples

    artefactos cognoscitivos. Una posicin sociocrtica basada en el estudio del lenguaje

    artstico constreido a las formas poticas en cuanto condicin material de significacin,

    un anlisis del discurso socio-semitico, esa sera la pretensin, en cuyo interior se

    enmarca tanto el estudio mtrico como el retrico, integrando la semitica en relacin

    con el marxismo:

    es hoy algo ms que una interesante realidad: es una prctica cientfica de la que no

    se puede prescindir por su alto grado de formalizacin terica y por sustentarse en una va

    1 Matei Calinescu ha sealado el conflicto entre las dos modernidades: la social burguesa establecida como civilizacin triunfante por la clase media abanderada de la doctrina del progreso, la confianza cientfico-tecnolgica, el culto a la razn y a lo pragmtico o el ideal de la libertad; y la modernidad cultural antiburguesa que rechaza los valores de aqulla y propone el arte como finalidad sin fin (M. Calinescu, 1991: 51). Si bien la poesa moderna fusiona las dos visiones: la finalidad sin fin del arte kantiano y la razn positiva (M. A. Garca, 2001: 38-39 y J. C. Rodrguez y A. Salvador, 1987: 199-200).

  • [21]

    materialista de investigacin, prctica que es consciente por tanto de su propia

    historicidad y de la de los discursos de que se ocupa

    (A. Chicharro, 1987: 16)

    Si, en 1956, Samuel Gili Gaya (S. Gili Gaya, 1993: 18) desde otra perspectiva

    crtica, sealaba la ausencia de una metodologa especfica para estudiar el ritmo de la

    prosa y el desconcierto al utilizarse instrumental de disciplinas ajenas, por no citar su

    ausencia antolgica2: msica, lingstica En la actualidad, las carencias prosiguen en

    el campo de estudio rtmico o mtrico del poema en prosa y resultan no slo

    significativas, sino, y sobre todo, desoladoras con honrosas excepciones dignas de loa-.

    El estado de la cuestin no existe: Tras un repaso de manuales de literatura, diccionarios

    literarios, estudios mtricos, teoras rtmicas, publicaciones especficas o bsquedas por

    defecto, no llegaron los resultados: Breves notas, casi siempre ambiguas, sobre la

    diferencia entre prosa y verso, apuntes sobre el ritmo interior, interno o de pensamiento

    desde la teora y sin correlato sustento o demostracin prctica, remodelaciones de

    teoras u opiniones anteriores, aplicacin de teoras francesas al caso espaol3..., algunas

    tesis doctorales, estudios monogrficos y antologas4. No existe un estado de la

    cuestin, s una confusin y una multiplicidad de posturas en un cajn de sastre.

    Antonio Carvajal ha reflexionado sobre el poema en prosa en su conferencia

    Potica y poesa (2004d), explicitando esta problemtica delimitativa y el uso de

    comodines crticos huecos de sentido tanto para el poema en prosa como para su poesa,

    junto a los axiomas preceptistas:

    2 Desde el punto de vista sociolgico puede servirnos el ejemplo del venezonalo Jos Antonio Ramos Sucre (1890-1930), en la sombra por ms de 30 aos, hasta que se produjo un giro en la tendencia potica dominante, no por su valoracin crtica, s por la dificultad de encasillarlo en una corriente crtica determinada o por el uso mayoritario en su produccin lrica del poema en prosa, hecho que dificultaba su inclusin en antlogos que igualan poesa y verso (Daro Puccini, 1996: 666). 3 Imposibles en tanto que el sistema mtrico apoyado en la prosodia francesa difiere del sistema mtrico y prosdico espaol desde su misma base: La ausencia de palabras esdrjulas en francs ya genera una imposibilidad correlativa del sistema. 4 Remitimos a la bibliografa como cotejo de lo anterior y, para no redoblar lo indicado, sirvan las siguientes calas: Guilllermo Daz-Plaja, (1956), Pedro Aulln de Haro (1979), F. Gonzlez Oll (1963 y 1964), Luis Felipe Vivanco (1972), Luis Ignacio Helguera (1993), Jesse Fernndez (1994), Ta Blesa (2001), Benigno Len Felipe (1999 y 2005), Mara Victoria Utrera Torremocha (1999), Marta Agudo Ramrez (2003 y 2005), Carlos Jimnez Arribas (2004 y 2005). Para la traduccin y recepcin del poema en prosa baudelaireano en Espaa: Jess Belotto Martnez (2012). Para el caso rabe, vase la tesis doctoral de Ahmed Sayed Yamani El poema en prosa rabe: bases tericas y estticas (2014).

  • [22]

    Pero no caigamos en la falacia de los reglamentistas, de los preceptistas tuertos o

    miopes: El soneto o la dcima no pueden ser los crisoles donde se contraste la pureza y

    calidad de un poeta; son formas histricas, ambas hasta con fecha de nacimiento casi

    precisa. Por su lado, el verso libre, nacido de la necesidad de limpiar de escoria verbal los

    contenidos lricos, se llen tan pronto de ripios y desmesuras que en algunas malas bocas

    no se distingue de la peor prosa conversacional. Y disponemos del poema en prosa, tan

    bien cultivado, tan disfrutado por algunos como vilipendiado por otros. Tiene el poema en

    prosa, frente al texto en verso, un juego distinto de meloda y velocidad; suele hablarse de

    l como dominio del ritmo de pensamiento; decir eso y no decir nada viene a ser lo

    mismo; pues la inmensa mayora de los poemas en prosa que conozco no estn

    articulados por un conjunto de ideas trabadas con una sintaxis que responda a una lgica

    especial y sometidas a la dinmica del concepto; antes bien, dominan los afectos y la

    sintaxis se acomoda a la produccin de enunciados sugestivos en los que suele ser

    sacrificada la exposicin ntida del pensamiento en pro de un patetismo casi siempre

    convulso y avasallador.

    (A. Carvajal, 2004d: 31-32)

    Consecuentemente, el anlisis y delimitacin del poema en prosa frente a otras

    modalidades prosa potica, prosa mtrica- desde el punto de vista de la forma,

    ahondando, sobre todo, en cuestiones concernientes al ritmo, la meloda y la velocidad

    en su vertiente externa, tanto desde el punto de vista fnico-rtmico como desde el punto

    de vista del uso de figuras de repeticin lxicas, semnticas, sintcticas o textuales, para

    validar, matizar o rechazar su inclusin dentro del gnero potico, es hasta hoy mismo

    prcticamente nulo. Aunque nadie sabe qu es un poema en prosa (Yurkievich, 1984:

    109, apud C. Jimnez Arribas, 2004: 17) o, como indica el propio Antonio Carvajal, qu

    es la poesa, s es cierto que, y aqu reside la clave de bveda, podemos reconocerla ms

    all de la mitologa libertaria o nebulosa que rodea su construccin.

    Se plantea como necesario, por tanto, la investigacin del poema en prosa desde

    un posicionamiento socio-mtrico que se delimita en la praxis potica para decantarse y

    solidificar la teorizacin crtica de la misma5.

    5 La definicin pragmtica del mismo se hallar definitiva en Marta Agudo y Carlos Jimnez Arribas: Un poema en prosa [] es un poema escrito en prosa, un poema que renuncia a la marca formal por todos asociada a la poesa: el verso, a fin de entregarse a la extensin no pautada del sentido. En el plano temtico, un poema en prosa nunca dejar de ser un poema, por muy tentadores que sean los cantos de sirena de la narracin o el ensayo. Pragmticamente, habr sido concebido, publicado y recibido en un libro o revista como poema. Formalmente, por ltimo, se ceir al discurso oracional y paragrfico, no al

  • [23]

    Pero el asedio a un campo de estudio tan amplio deba constreirse a partir de un

    ejemplo prctico y reducido en nmero de poemas en prosa, una teorizacin y prctica

    potica recprocamente influenciadas. Nos interesaba encontrar una produccin

    caracterizada supuesta y crticamente por el virtuosismo tcnico apoyado en nociones

    mtricas y retricas, una produccin tradicionalmente calificada de formalista, para

    averiguar si dicho molde desapareca en el poema en prosa, se ocultaba bajo la falda del

    aparente prosasmo o se utilizaban procedimientos rtmicos inusuales o dismiles en la

    produccin en verso. Los requisitos anteriormente expuestos se aunaban en la poesa de

    Antonio Carvajal, tipificada o topicada por su maestra tcnica y, sobre todo, porque el

    cultivo de las diversas tipologas mtricas no responde al azar, sino a las necesidades

    expresivas del autor (A. Chicharro, 1999: 41).

    Ms an, si Carvajal propone desde su tesis doctoral -De mtrica expresiva frente

    a mtrica mecnica (Ensayo de aplicacin de las teoras de Miguel Agustn Prncipe)

    (A. Carvajal, 1995)-, la aplicacin de las teoras mtricas de Prncipe, esto es una

    mtrica de cuo cuantitativo musical, el empleo de la poesa en verso o en prosa carece

    de disyuncin, al igual que los tratadistas de la Antigedad no distinguan entre prosa y

    poesa porque ambas se englobaban en el trmino poiesis, intensificando una de las

    claves comprensivas de la potica carvajaliana: el dilogo, actualizacin y relectura

    moderna de la tradicin.

    A partir del anlisis de su produccin artstica, establecimos un corpus potico en

    prosa deslindando y desechando su produccin en prosa potica6- y unos ejes radiales,

    a los que se aaden ejemplos, influencias o concomitancias de las producciones lricas

    de otros autores en un intento, si no globalizador de anlisis, s de comprensin terico

    prctica de una extensa tipologa del poema en prosa fundamentada en el ritmo. No

    obstante, como cada poeta y cada poema requeran, en la mayora de los casos, una

    versal ni al estrfico, y har de esa condicin en la que caben si violencia rasgos mtricos- un recurso expresivo vlido. Frente a lo acotado de la pauta versal, el poema en prosa es una escritura a campo abierto, sin ms lmites que su propia gestacin (M. Agudo y C. Jimnez Arribas, 2005: 14-15). 6 Ejemplos de la misma pueden encontrarse en su prosa periodstica florilegiada en Costumbre sana (2007) y Vuelta de paseo (2009). En el primero de los ttulos referidos se inserta, causalmente, el anlisis de tres poemas en prosa de Jenaro Talens, Jos Antonio Muoz Rojas y Salvador Lpez Becerra, respectivamente (A. Carvajal, 2007: 48-49, 104-105 y 118-119).

  • [24]

    metodologa de anlisis especfico y un estudio de su potica, el espectro constreido

    era obligado, el canto individual de la moneda, el borde inverso7.

    Dentro de este marco, el estudio del poema en prosa carvajaliano descree, matiza

    o desmitifica los siguientes dogmas poticos:

    El primero de corte general, la libertad formal, rtmica, del poema en prosa frente

    a la aritmtica del verso medido8:

    En la investigacin mtrica podemos diferenciar dos vertientes: una ms bien

    tcnica, de recuento y establecimiento de patrones, de constantes fnicas y estructurales;

    otra, ligada a la potica, que tratara de ver la funcin de la forma mtrica en el poema o

    en la historia de la literatura.

    (J. Domnguez Caparrs, apud T. Albadejo et alii, 1990: 32)

    El segundo, especfico del autor que nos ocupa, al matizar el calificativo de poeta

    clsico, neobarroco o formalista a partir del empleo en su produccin de una forma

    potica, por antonomasia, de clara raigambre y filiacin moderna, el poema en prosa.

    Consecuentemente y, en definitiva, vendra a demostrar que Antonio Carvajal, no puede

    ser definido en exclusividad y reduccionismo intencionado? como un poeta clsico9,

    sino como un artista que arranca de la tradicin Servidumbre de paso (1982), es el

    ttulo sintomtico de uno de sus libros y el poema prlogo que lo principia toda una

    declaracin de intenciones poticas al respecto10- y cuya originalidad radica en su

    dilogo con sta desde el fondo y, aqu reside el asedio y el hito que nos interesa, desde 7 La extensin de estos ejes radiales, el borde inverso al concepto de individualidad, nos abocara a ese trmino tan complejamente manoseado llamado, ya con repulsa y odio, ya con boato y genuflexin, tradicin que, a pesar de todo y en suma, se oculta, asume y/o actualiza, por encima de individualidades, en los cultivadores del poema en prosa, posibilitando al unsono un intento, como sealamos anteriormente, de anlisis individual transcendido hacia lo colectivo. 8 Afirmacin simplificadora que iguala mtrica a cmputo silbico-mecnico, soporte ausente y huero de semanticidad y tipologa acentual, pongamos por caso- refleja de aquel. 9 Entendiendo clsico en su sptima acepcin: Que no se aparta de lo tradicional, de las reglas establecidas por la costumbre y el uso (D.R.A.E.) 10 Transcribimos por lo explcito el principio de la ltima estrofa:

    Pero ya era imposible la libertad. Queramos incorporar el mundo que hacamos al sueo; pero el sueo lo rechazaba. Apenas contenamos todos la sonrisa.

    (A. Carvajal, 1982: 14)

  • [25]

    la forma: actualizando, no emulando, empleando y modificando en la continua

    bsqueda del fenmeno potico a partir de cualquier soporte textual adecuado a la

    semntica que se intenta transmitir al lector11. Consecuentemente se descubre entre las

    mltiples hojas de su florida, una ansiedad de clorofila potica que se materializa en los

    ms diversos colores y formas como se ha encargado de sealar Antonio Chicharro:

    Un renovador empleo de recursos mtricos y rtmicos en dilogo con la tradicin

    potica, clsica y contempornea [], Carvajal participa en su obra en ese proceso de

    renovacin [de la poesa actual]

    (A. Chicharro, 2002b)

    La eleccin autorial auspiciaba otro aspecto relevante: su ubicacin durante

    dcadas en la periferia del campo literario, parafraseando a Bourdieu, no en tierra de

    nadie sino en su propio, consciente y construido terreno, frente al centro de ste, la

    potica burguesa novsima12, fundamentada en presupuestos poticos divergentes13. Su

    poesa apuesta por el espritu como constructor potico por encima del nivel emprico,

    en una suerte de solidaridad humana y cultural donde el hombre se entiende con el

    hombre a travs de la sensibilidad y la inteligencia, posicionamiento equivalente al del

    11 Carvajal explicita la dificultad que supone lo anterior en los siguientes trminos: Juan Valera [] sostiene que el endecaslabo sin rima es la forma adecuada para distintos gneros [] pero entiende que no se use por su proximidad a la prosa. Como si la prosa no pudiera ser vehculo adecuado para la expresin lrica (A. Carvajal, apud F. Daz de Castro, 2001: 95). La eleccin de un soneto como forma potica explicita una determinada ideolgica y posicionamiento con respecto al resto del campo literario sincrnica y diacrnicamente. 12 Instaurada en el ncleo del canon literario con la exclusin de, entre otros, Antonio Colinas y Antonio Carvajal s recogidos en la antologa de Enrique Martn Pardo (1970: 21-30) que lo caracteriza por el simbolismo y el surrealismo artstico que muchos tachan de formalista y esotrico (dem: 16-17)-, por Jos Mara Castellet en su antologa Nueve novsimos poetas espaoles (J. M. Castellet, 1970) confeccionada al servicio de una teora y prcticas poticas de signo escapista, burgus (A. Chicharro, 2004: 252). La Carta congratulatoria a Jos Mara Castellet de Antonio Carvajal en el homenaje a este crtico (A. Carvajal, 2001c: 17-24) le reconoce:

    a Castellet responsabilidad moral en la configuracin del canon de la poesa espaola al haber prologado la antologa Nueve novsimos poetas espaoles [] y al haberse puesto as al servicio de una teora y prcticas poticas de signo escapista, burgus []. Carvajal acaba agradecindole a Castellet [la reafirmacin de su situacin] ligada con los valores ticos de la izquierda, valores en donde se sustenta la belleza y la pureza artstica que siempre ha buscado

    (A. Carvajal, 2001c; y A. Chicharro, 2002). 13 Similares a los de Rubn Daro en Historia de mis libros: he saludado con gratitud a los que dan alas, tranquilidad, vuelos apacibles, y ensean a comprender de la mejor manera posible el enigma de nuestra estancia sobre la tierra (R. Daro, 1950 t. I: 223).

  • [26]

    supuestamente cerebral Paul Valry para el que la poesa se convierte en consciente

    agudeza fabricada14:

    Soy aquel que canta al hombre, no opone nunca, que no sabe oponer, la

    inteligencia a la naturaleza, a la vida: sensibilidad

    (P. Valery, 1990: 189)

    Y todo ello amalgamado a una agudeza que canta al hombre, a la naturaleza, a la

    vida, calor de vida, no frialdad de estatua (Gerardo Diego, 1991: 29). Sirvan de

    modelo dos fragmentos del poema Cancin de la ciudad recogido en Poemas de

    Granada (1991) y Miradas sobre el agua (1993) y de Casi una fantasa (1975 y 2001c),

    respectivamente:

    Amo a los hombres que una luz futura

    nutren con los ardores de su vida

    (A. Carvajal, 1991: 110; y 1993: 69)

    Hay que intentar vivir. Vivir! Y, luego,

    mirar al sol, hasta quedarse ciego.

    Cantar, cantar, cantar nuestro destino:

    Que nunca acabe, con la paz, la guerra,

    sino que haya por siempre en esta tierra

    un camino, un jardn. Y otro camino.

    []

    Supe de las palabras: albedro,

    libertad, ms conciencia, compromiso

    y solidaridad y soledades.

    (A. Carvajal, 1975 y 2001c: 85)

    La poesa se est convirtiendo en un producto palmero y fugaz de consumo con

    una fecha de caducidad cada vez ms breve que, siguiendo la evolucin de la

    produccin capitalista, ha pasado de una fabricacin artesanal, a la cadena de

    14 Desde Ignacio Prat, Antonio Carvajal ha sido calificado como il miglior fabbro calificativo que emplea Dante Aligheri en la Divina Comedia (Purgatorio XXVI, 1117) para el poeta provenzal Arnaut Daniel (I. Prat, 1981: 4).

  • [27]

    produccin y a los intereses del mercado, no slo el editorial. Frente a esto,

    encontramos, en la otra margen, la postura de Antonio Carvajal, en huelga frente a una

    determinada y mercantil sociedad, siguiendo a Mallarm, y frente al signado como

    hipcrita lector, parafraseando a Baudelaire, ambos autores fuentes de aqul y sendos

    cultivadores del poema en prosa.

    La obra de arte es intil en un sentido social y mercantil por eso tiene que exigir

    lo mejor del artista. La gratuidad exige lo mejor. [] La poesa no es un artculo de

    consumo que, por imitacin de los gustos mediatizados de los importantes que leen o

    que escuchan determinado tipo de msica, se pueda lanzar al mercado y encontrar un

    pblico ya configurado. Todo eso es un fraude.

    (A. Carvajal, 2004: 238-239)

    La sociedad aborregada, el populismo esttico y el hombre unidimensional, el

    compromiso del hombre con su tiempo en suma, como afirma en la composicin y

    soledad ltima Tras la arribada (Soledad ensima, II, fragmento 2, p/e) (A. Carvajal,

    2015: 27-29) y afirmaba en el poema Divertimento de Siesta en el mirador (1979):

    [] Estamos

    inmersos en un mar

    de hombres como trapos

    (A. Carvajal, 1979: 46)

    Con todo y como cierre, no se pretende realizar una exaltacin pendular del

    poema en prosa en detrimento de otras formas de produccin lrica, nada ms lejano a

    ello, sino ms cercano a la postura de Samuel Gili Gaya (1993: 19) en su artculo de

    1956, El ritmo en la poesa contempornea, acopiado en Estudios sobre el ritmo

    (1993), ora en su caso sobre el verso libre espaol, ora en nuestro caso con relacin al

    poema en prosa:

    Trato slo de recoger y explicar las formas poticas que encuentro a mi alrededor,

    sin la actitud hostil de los que piensan que hay innovaciones posibles en los fundamentos

    del verso, ni en pasmo admirativo de quienes aplauden cualquier novedad.

    (S. Gili Gaya, 1993: 63-99)

  • [28]

    A modo de gnesis conclusiva, sirvan las siguientes cuestiones como prembulo a

    las pginas que prosiguen, espacio de comprensin del poema en prosa desde su

    prctica potica:

    1. De orden general, el poema en prosa es un subgnero de la poesa.

    2. De orden particular, el poema en prosa en Antonio Carvajal, junto a las series

    hbridas o la prosa versificada tres estadios graduales desde la prosa, pasando por la

    hibridez, hasta la llegada al verso, o viceversa la graduacin es conmutativa en este

    caso- pulverizan el axioma de clasicista que ha sido enarbolado o continuado por la

    crtica para la calificacin ociosa y tranquilizadora de una obra que incluye el cultivo de

    la poesa, el ensayo y el teatro.

    3. De orden taxonmico, la bsqueda semntica del contenido a travs, no slo de

    los parmetros de significado, sino tambin de la forma, de la materia del significante.

    La disolucin de las dicotomas estables tradicionales desde su conceptualizacin

    ideolgica.

    4. Una potica concisa, significativa y densa, siempre es un poema en prosa. El

    lmite es el ritmo, elemento bsico en el poema en prosa.

    Las poticas de los grandes poetas, muy reducidas, muy concisas, son poemas en

    prosa15. No pasan de ah, porque lo fundamental, que es definir lo que es la poesa, eso se

    nos escapa a todos

    (A. Carvajal, apud Manuel Garca, 1999: 32):

    15 Se refiere, entre otras, intuimos a la de Luis Cernuda con Rimbaud de fondo- en la antologa de Gerardo Diego Poesa espaola contempornea (1932):

    No vala la pena de ir poco a poco olvidando la realidad para que ahora fuese a recordarla, y ante qu gentes. La detesto como detesto todo lo que a ella pertenece: mis amigos, mi familia, mi pas. No s nada, no quiero nada, no espero nada. Y si an pudiera esperar algo, slo sera morir all donde no hubiese penetrado an esa grotesca civilizacin que envanece a los hombres.

    (L. Cernuda, apud G. Diego, 1991: 580)

  • [29]

    2. TEORA DEL POEMA EN PROSA

  • [30]

  • [31]

    2.1. LA HORMA DEL ZAPATO. EL POEMA EN PROSA: ENTRE LAS REGLAS

    DE LA LIBERTAD Y DE LA TRADICIN

    Examinemos el axioma libertario circunscrito al poema en prosa tras su

    desencadenamiento del supuesto rigor del verso, a partir de la teora y de la praxis

    potica. Sirva de ejemplo Juan Ramn Jimnez en una carta a Cernuda fechada en 1943

    a propsito de su poema Espacio:

    Ahora, hace tres aos, tengo en mi lpiz un poema que llamo Espacio y

    sobrellamo Estrofa y llevo de l una 115 pjinas seguidas. Pero sin asunto, en sucesin

    natural. Creo que en la escritura potica, como en la pintura o en la msica, el asunto es

    retrica, lo que queda, la poesa

    (J. R. Jimnez, apud A. de Albornoz, 1981: 119-120)

    Interesan dos afirmaciones: La extensin del poema en prosa en una sola estrofa

    de arte mayor (ibd.: 120) de 115 pginas, algo ms dilatado de lo habitual. Y la

    sucesin natural, continuidad escrituraria como medio de esencializacin y desnudez,

    La potica de lo invisible parafraseando la obra homnima de Miguel ngel Garca

    (2002), como mtodo de creacin y reflejo de la libertad formal La realidad de una

    escritura automtica o la apariencia de una superficie sin retrica? Arte, sin duda,

    encubriendo la forma, edificio sin andamios sin estructura slida o visual al modo de

    Mies van der Rohe y su postulado de menos es ms, el sueo de cualquier arquitecto

    y, tambin, de Juan Ramn Jimnez- o la lgica de la forma soterrada en un concerto o

    sonata potica y musical en tres movimientos como tres son las partes de Espacio. La

    lgica esttica juanramoniana produce la prosificacin de la lrica, de ah el trmino

    sucesin como apostilla inicial o esa fuga raudal en el interior del poema como fluir

    sin la retrica de la pausa versal, transformacin de verso libre a poema en prosa,

    justificado por matices del nfasis (Howard T. Young, 1968: 470) en las

    subsiguientes publicaciones de Espacio. Preguntarnos si la obra juanramoniana se

    exime del trabajo, redunda cuando se ha demostrado su rigor y revisin constante16.

    16 El tiempo empleado en la elaboracin de Espacio no deja lugar a dudas, once aos: publica la primera y la segunda parte en verso libre en Cuadernos Americanos (1943 y 1944, respectivamente) y el poema

  • [32]

    En tal caso A qu se debe la utilizacin del sintagma sucesin natural?

    Aclaremos, se refiere a una naturalidad escrituraria no exenta de rigor, s de desdeo al

    exceso retrico huero del Romanticismo o el Modernismo de sus primeras obras,

    Ninfeas o Almas de violeta17. Un intento de disolucin de las formas, o de borrar, al

    menos, su perfiles dentro de unos lmites libertarios, porque la forma o los

    procedimientos por los que un texto es poesa, y no otra cosa, siguen siendo

    imprescindibles. El intento de desnudar por completo a la poesa est condenado al

    fracaso. Juan Ramn Jimnez lo sabe, o lo intuye, y se dedica a cambiar los trapitos

    inevitables por otros de color carne de prosa para darnos con xito, justo es decirlo-

    la impresin de total desnudez (A. Gonzlez, apud A. de Albornoz, 1981: 66 y 69)

    frente a la arquitectura o la expresin arquitectnica pura18. De ah, la revisin y el

    intento de prosificacin de su obra a fin de destruir cualquier barrera, ya potica, el

    verso, ya prosstica, el prrafo; pero el subconsciente o el consciente rtmico de las

    oraciones reiteradas no escapan al ritmo, aunque oculten la silva polimtrica y la

    libertad muestre sus lmites en el empleo del verso libre o el poema en prosa, igualados

    en Juan Ramn Jimnez, El verso libre es prosa [] y no encuentro inconveniente en

    completo, ya en su forma definitiva en prosa, en Poesa espaola, n 28 en 1954, das antes de su publicacin, segua revisando el texto (A. de Albornoz, 1981: 121). Para ms informacin sobre la gnesis de poema en prosa remitimos al estudio de Almudena del Olmo, donde se explica la progresin lgica juanramoniana en cada una de las partes desde el verso libre prosificado del primer fragmento, pasando por la prosa mtrica nuestras reservas hacia este trmino que analizaremos posteriormente-, hasta culminar en la prosa total (Almudena del Olmo Iturriarte, 2009: 161-182) Del lado del verso libre, y tambin para el poema en prosa, sirvan las consideraciones de Jimnez en Ideoloja:

    Suele creerse que el verso libre es verso descuidado. El verso libre admite, exije ms arquitectura interna y externa que el regular. Adems no tolera el ripio. [] Si en el verso regular y rimado la medida la dan el nmero y rima, en el libre, superior en esto, la dan intelijencia y gusto. [] (No es necesario aadir que puede haber mal verso libre, como hay mal verso regular o, esperantistas sin njel, prosa toda ripio)

    (J. R. Jimnez, 1990 tomo IV: 379-380)

    17 Desdeo que persiste en Cernuda, ms cercano a los romnticos ingleses por su negacin de lo huero, o en Lorca y su deseo de podar el frondoso rbol de la lrica (F. Garca Lorca, 1998: 168-169). 18 Recoge Ricardo Gulln en sus Conversaciones con Juan Ramn Jimnez: La poesa pierde por la arquitectura; por el empeo de darle una forma determinada, una construccin (R. Gulln, 1958: 115). Aqu radica la diferencia bsica entre la pureza de Valry y la desnudez de Jimnez: la constancia constructiva de la existencia de la forma, el ingeniero, frente a la aparente inexistencia destructora, el desnudador. Aunque la base de la poesa pura de Brmond y la desnuda sigue siendo la misma: poesa es lo que queda, cuando ya no queda nada (Mariano Brull, apud Julio Matas, 1979: 181).

  • [33]

    que el poema se escriba seguido19 (Juan Ramn Jimnez, apud R. Gulln, 1958: 115),

    como se demuestra en Espacio:

    Los dioses no tuvieron ms sustancia [11] que la que tengo yo [7].

    []

    Y para recordar porqu he vivido, [11] vengo a ti, ro Hudson de mi mar [11].

    []

    Pero si yo no estoy aqu con mis cinco sentidos, [14] ni el mar ni el viento son

    viento ni mar; [11] no estn gozando viento y mar si no los veo, [14] si no les digo y lo

    escribo que lo estn [14]

    A pesar de lo expuesto, la supuesta libertad constructiva del poema en prosa,

    ausente de normas frente al encorsetamiento de otras formas de expresin, ha

    caracterizado cualquier asedio, trayendo consigo la supuesta dificultad delimitativa de

    este: individuelle par dfinition, gnero inclasificable donde cada poema constituye

    una norma nica por la amplitud, diversidad y resistencia a las definiciones que

    delimitan los gneros (S. Bernard, 1978; T. Blesa, 2001; Shara Moseley, 2003: 164; o

    F. Gmez, 2001: 252)20.

    La razn de esta libertad en cuanto al gnero, procedente de una asistematizacin

    constructiva, rtmica en lo ms profundo, proviene, como seala Ezra Pound para el

    verso libre, de la ignorancia de conocimientos musicales (E. Pound, apud M. A.

    19 Afirmacin no del todo exacta en tanto que la pausa versal genera una expectativa lectora y un ritmo dismiles en el verso y en la prosa. Sea el caso de la obertura de Espacio, donde el verso inicial deja en suspenso al lector ante el significado total, prolongado la nocin de sustancia, generando y ampliando an ms su significado sustancial, extendiendo la idea sideral o universal de lo infinito a travs de la pausa:

    Los dioses no tuvieron ms sustancia que la que tengo yo

    Frente a esta disposicin en verso, la presentacin en prosa, disuelve la significacin de la pausa versal a favor de la pausa de sentido oracional, subrayando lo individual del hombre que ha superado el concepto de deidad desde el conocimiento interior del yo: Los dioses no tuvieron ms sustancia que la que tengo yo.. Otros ejemplos a lo largo del poema Espacio han sido comentados por A. L. Lujn Atienza (2013: 77 y ss.) 20 Aunque con excepciones, sea el caso de Yves Vad:

    On portera du moins la plus grande attention aux incipit, aux clausules, au dcoupage des

    alinas, au dtail de la ponctuation, autant qu'aux cadences, aux segments rythmiques ou aux allitrations. C'est cette rigueur de l'criture en vers, qui permet de considrer que le dtail d'un pome en prose est impermutable

    (Y. Vad, 1996: 177)

  • [34]

    Garca, 2001: 224 n. 4) y de la ideologa libertaria del sujeto21, el poema en prosa como

    expresin excelsa de la individualidad creadora. Siempre en toda obra literaria

    encontramos la polaridad entre el alejamiento individual y las races que lo emparentan

    con un determinada construccin22.

    Pero la libertad, la indefinicin o el carcter espontneo e individual del poema en

    prosa se funda en una estela potica, Baudelaire, Rimbaud, Cernuda, auspiciada por

    la crtica: As Ta Blesa y, con anterioridad, Guillermo Daz-Plaja, introducen una serie

    de normas partiendo de la tradicin francesa del poema en prosa y del modelo, para

    ambos crticos, Baudelaire23, padre consciente de la novedad y la revolucin creada:

    poeticidad, musicalidad, ausencia de ritmo y rima, disposicin visual de prosa (T. Blesa,

    2001: 228-230) o estrofa irregular de verso no medido, no sujeto a ritmo alguno, capaz

    de dar libre fluencia a lo espontneo (G. Daz-Plaja, 1956: 24)24, perpetuando un

    sofisma heredero de la ideo-mito-loga burguesa del sujeto libre: el triunfo de la libertad

    21 Cernuda, frente a lo analizado anteriormente, diferencia la poesa en prosa y en verso de J. R. Jimnez por la libertad rtmica y medida de aqulla frente a sta en su artculo Juan Ramn Jimnez publicado en 1942 (L. Cernuda, 1970: 173-193). Para Cernuda, el poema en prosa refrendara una libertad de expresin frente a las exigencias del verso, una afirmacin del yo potico; asimismo, este juicio se emite el mismo ao en que publica Ocnos (1942). Cernuda lee a J. R. Jimnez a travs del prisma de su ejecucin potica en prosa y justifica su lnea de construccin, excluyente de escuelas o movimientos en la bsqueda de la individualidad heredera del Romanticismo, a partir de ste. 22 Concepto vossleriano: El lenguaje es una encrucijada, o, como prefiere imaginar Vossler, una estructura polar y mvil de espritu y cultura, de originalidad individual y de categorizacin histrico-comunal, de creacin y de evolucin (A. Alonso, apud C. Bally, 1956: 222). Un innovar desde la tradicin, como seal Borges o Eliot y ha puesto consciente o juanramonianamente en prctica, entre otros, el autor que nos ocupa, Antonio Carvajal. 23 Pero el empleo del poema en prosa en este autor responde a parmetros histricos divergentes. Si Baudelaire afirma en el prlogo el deseo constructivo de una poesa sin ritmo ni rima, sta responde a la liberalizacin de la rigidez poemtica en verso, no a una libertad completa. La afirmacin baudelaireana debe entenderse en el interior de su potica y de su tiempo histrico-ideolgico, en contraposicin, incluso, a su poema en verso exacto, matemtico como se encargaron de rubricar en su anlisis del soneto Los Gatos (C. Baudelaire, 1993: 281) Roman Jakobson y Claud Lvi-Strauss (R. Jakobson y C. Lvi-Strauss, apud R. Barthes et alii, 1970). 24 A pesar de que, como seala Miguel ngel Garca, hoy nadie duda de que el verso libre o el poema en prosa, despus de su definitiva canonizacin por parte de la vanguardia, son formas tan poticas como el soneto o la dcima (M. A. Garca, 2001: 157), el valor inconsciente de stos frente al de aqullos es bien distinto: el inconsciente formal sigue sobrevolando al horizonte lector e, incluso, crtico. Una de las claves de esta desigualdad valorativa atae a la ausencia de un poemario o poema en prosa inolvidable, de cristalizacin perfecta. Para que una forma se consolide dentro del canon literario requiere una obra excelsa o coronada de laurel y el poema en prosa en Espaa, an carece de ella o s la posee: Pasin de la tierra, Ocnos o Espacio no son lo suficientemente poticos?

  • [35]

    por encima de las normas, el yo por encima de todo, Altazor, parafraseando a Huidobro,

    impulsado por el aparato terico-crtico como un imposible de analizar formalmente25.

    Tras un rastreo formal, descubrimos que este nuevo soporte potico no renuncia a

    la personalidad de cada poeta pero que, al igual que cualquier manifestacin artstica, no

    puede hacer tabla rasa de la tradicin: Incluso en los poemas en prosa de Cernuda,

    (1978), recordemos su valoracin libre del poema en prosa juanramoniano frente a la

    rigidez del poema en verso, hallamos una ruptura con una determinada tradicin, pero

    tambin un rechazo de la escritura automtica suscitado a travs de una estructuracin

    25 Tanto Bernard como Daz-Plaja conectaran, al afirmar la imposibilidad genrica, con el impresionismo pictrico, visin del ritmo del poema en prosa en perspectiva:

    El pintor impresionista hace un lienzo con una mancha azul que corresponde a su impresin [a su ritmo de pensamiento], sin preocuparse en averiguar si se trata de un pedazo de cielo o de una mantilla o del reflejo del sol en el lomo de un caballo bayo. El impresionista despoja las cosas de las correcciones lgicas que el hombre normal introduce en ellas

    (Elise Richter, apud Charles Bally et alii, 1956: 52). Comprese lo anterior con el cuento lrico, mal denominado poema en prosa, El fardo de Rubn Daro publicado en el primigenio modernista Azul (1888), donde la impresin de la lnea azul del horizonte invita sensorialmente a la contemplacin y simultneamente recurdese el fundacional impresionista en inversin temporal de muerte decadentista a nacimiento Impresin, sol naciente (1872) de Claude Monet:

    All lejos, en la lnea como trazada con un lpiz azul, que separa las aguas y los cielos, se iba hundiendo el sol, con sus polvos de oro y sus torbellinos de chispas purpuradas, como un gran disco de hierro candente. Ya el muelle fiscal iba quedando en quietud; los guardas pasaban de un punto a otro, las gorras metidas hasta las cejas dando aqu y all sus vistazos. Inmvil el enorme brazo de los pescantes, los jornaleros se encaminaban a las casas. El agua murmuraba debajo del muelle, y el hmedo viento salado que sopla de mar afuera a la hora en que la noche sube, mantena las lanchas cercanas en un continuo cabeceo.

    (R. Daro, 1998: 174) Y para cerrar o expandir el entramado, un poema en prosa de Baudelaire, redactado entre 1855 y 1864, El puerto, en el que aparecen mltiples de las claves lricas o constantes de poetas posteriores, Daro y el puerto, Cernuda y las nubes, Jimnez y el mar junto a dos elementos bsicos del poema en prosa, el ritmo y la contemplacin:

    Un puerto es una morada encantadora para un alma cansada por las luchas de la vida. La amplitud del cielo, la movilidad de las nubes, el cambiante colorido del mar, el destello de los faros, todo ello es un maravilloso prisma propio para divertir los ojos sin cansarlos nunca. Las esbeltas formas de los navos de complicado aparejo, a los que el oleaje imprime armoniosas oscilaciones, sirven para mantener en el alma el gusto por el ritmo y la belleza. Y, sobre todo, hay luego una especie de misterioso y aristocrtico placer para aquel que ya no tiene curiosidad ni ambicin: contemplar

    (C. Baudelaire, 2000: 122-123)

  • [36]

    rtmica26,a pesar de la influencia de Baudelaire y sus poemas en prosa desde el punto de

    vista temtico, recurdese el poema en prosa El extranjero de Pequeos poemas en

    prosa Amo las nubes las nubes que pasan all lejos las maravillosas nubes!

    (C. Baudelaire, 2000: 51)- y el eje lingstico que radia al Cernuda del poema

    Peregrino o Las nubes (1943) obra que concluye al mismo tiempo que los poemas en

    prosa de la primera edicin de Ocnos (1942).

    Esta dicotoma o tensin entre lo simuladamente informe, el poema en prosa y el

    verso libre, y lo formal, la poesa de versificacin regular, atraviesa la poesa espaola:

    la tradicin de la ruptura Paz, Cuadrivio (1965) y Los hijos del limo (1974)- pendular

    en su atraccin o rechazo a este gnero a partir, sobre todo, del modernismo como

    indica ngel Rama en La dialctica de la Modernidad en Jos Mart: El principio de

    reaccin como generador de movimientos artsticos [] quedar incorporado a la

    dinmica de las letras (. Rama 1978, apud J. Olivio Jimnez, 1985: 34).

    26 Cabe preguntarse, hasta qu punto la mxima del surrealismo bretoniano fue continuada en la poesa del 27 o la posguerra. Sin ir ms lejos, la revista Postismo (1945), en un intento de renovacin potica a cargo de C. E. de Ory, E. Chicharro y S. Sernesi crea, a pesar de rotularse como arte espontneo, en la tcnica compositiva del poema. De esta forma, el poema en prosa se abre paso en las nuevas promociones de vanguardia, gracias a la revista y al autor, director-poeta, puente entre ambas promociones, Deucalin y ngel Crespo. Con esta nueva formulacin asistimos, no slo a la vigorizacin de la poesa visual de un Fernando Milln, sino, y a partir de ese anhelo experimentador, tambin a un rebrote del poema en prosa enarbolado como trasgresin o juego (F. Rubio y J. F. Falc, 1984: 49-56). Sirva el ejemplo de Jos Miguel Ulln en (Responso), de todos los autores de la joven poesa espaola (R. M. Pereda, apud C. G. Moral y R. M. Pereda, 1979) y, remontndonos hasta la generacin de los 50, de Valente en Mandorla donde encontramos un poema en prosa con el significativo y juanramoniano ttulo de Espacio escandido a partir del verso caracterstico de su poesa el endecaslabo y otros versos de acento rtmico en sexta slaba-, como reveladora ocultacin de la silva, materializacin rtmica del poema en prosa en parte de la obra de Antonio Carvajal, y como diferenciacin con respecto al poema en verso a partir de la dismil articulacin de la pausa sintctica cuando esta no coincide con la pausa versal esticomitia-, (RESPONSO):

    De Saucelle lleg y era el ms feo [11] de toda la manada [7]. Hay cejas que no engaan [7].

    Imn [2+1]. Hay bocas cual navos de velas abundosas [14]. Imn [2+1]. Hay canas sin desgana [7] (impar) [2+1]. Imn. Dormir en Dios [7]. Requiescat (a muerte o vida) in pace [11]. Por algo desertaste de tu origen ocioso [14]. No por algo: por Picio [7]. A Cuenca fue conmigo [7], a pesar de la esposa [7], y por eso le tejo esta guirnalda [11] con las rosas y el dao que merece [11].

    (J. M. Ulln, apud C. G. Moral y R. M. Pereda, 1979: 178) El poema se articula a partir de una silva polimtrica. En las primeras oraciones a partir de un ritmo clausulstico pseudo-ymbico hasta el segmento sexto, el segmento sptimo sirve de enlace a un cambio de ritmo en donde se alterna el ymbico y el espondeo. La palabra Imn sirve de estribillo y de rima con impar y requiescat, rompiendo el ritmo de cualquier prosa comunicativa y acercndolo a la msica y al verso, a pesar de que la secuencia de ritmo se ajuste a la sintaxis.

  • [37]

    Pero la ruptura o disolucin de las fronteras taxativas entre verso y prosa con el

    arribo del poema en prosa (M. A. Garca, 2001: 185), es slo apariencia, las dicotomas

    se mantienen aunque encubiertas y la libertad de la poesa, tras los excesos, fracasos y

    constataciones de las vanguardias se matiza, aunque no se niega como seala Guillermo

    de Torre en su ensayo Literatura y libertad publicado en Al pie de las letras (1967):

    Abominaremos pues de las palabras en libertad? No, pero siempre que [] las

    mueva [] una intencin radicalmente libertadora, y por ello constructiva. Escritor

    escuetamente, sin necesidad de adjetivos- no es, en ltima instancia, quien suelta las

    palabras, en vez de ser gobernado por ellas. El reverso de la libertad literaria no es la

    coercin y menos el retroceso. Tiene un nombre incambiable: disciplina. Pero insistir-

    voluntaria y consciente; no impuesta o imitativa

    (G. de Torre, 1967: 46-47, apud M. A. Garca, 2001: 221)

    La Disciplina y oasis (1921) juanramoniana que tuvo su influjo en Carvajal como

    seala Carlos Villarreal (C. Villarreal, apud A. Carvajal, 1988: 86) tanto en obra como

    en vida desde el servicio militar, junto a la afirmacin de Valry que en 1937, dentro de

    un contexto diametralmente vanguardista afirma, como otro de sus bastiones:

    Una esttica emanada de la reflexin y de una voluntad continua de la comprensin

    de los fines del arte, que lleve su pretensin hasta prohibir ciertos medios o a prescindir

    condiciones [] Puede, adems, tener en ciertos casos virtud creadora, sugerir muchas

    ideas que nunca se hubieran tenido sin ellas. La restriccin es inventiva al menos tantas

    veces como la superabundancia de las libertades puede serlo. [] los zapatos demasiado

    estrechos nos haran inventar nuevas danzas.

    (P. Valry, 1990: 57 y 102)

    El poema en prosa atiende a una preceptiva, a unas normas de regulacin lricas.

    No existe una diferencia rtmica ni libertaria tajante entre el poema en verso y el poema

    en prosa, porque la articulacin de la poesa en prosa se realiza, fundamentalmente, a

    partir de unos metros regulares introducidos como fondo rtmico, consciente o no, del

    poeta y adquiridos en la tradicin. La libertad del poema no reside en el armazn

    soneto, dcima, verso libre o poema en prosa-, sino en su utilizacin, en la posibilidad

  • [38]

    de eleccin dentro de unos lmites27. El equilibrio, seala Miguel ngel Garca, de la

    libertad apoyndose en Claudio Guilln, Teoras de la historia literaria (Ensayos de

    teora): el arte moderno ha vuelto a descubrir la paradoja de que sin el rigor de las

    formas y las convenciones, un uso importante de la libertad humana desaparecera (C.

    Guilln, 1989: 111-112, apud M. A. Garca, 2001: 158) y como aos antes indic

    Goethe El genio se reconoce en sus lmites (Goethe, apud A. Carvajal, 2004: 22)

    La ideologa de la libertad, de cualquier forma, ha surtido su efecto: ha creado un

    monstruo bicfalo, el poema en prosa y el verso libre, la prosa y verso, que ha

    destrozado las fronteras de la tradicin y se ha enarbolado como emblema de la libertad

    del poeta por encima del canon de la forma. La teora y crtica literaria se ha encargado

    de fundamentarlo28, a partir de la supuesta imposibilidad de definicin, y ha cargado las

    tintas en su hibridez, en su gnesis mixta: ilusiones y mitologas propias de

    prestidigitadores y hroes.

    El poema en prosa se articulara como subgnero porque pertenece al gnero

    poesa pido excusas por la filiacin darvinista del anlisis a pesar de facilitar la

    transparencia-. El trmino hibridez o mixtura no es ms que un apriorismo que enturbia

    lo profundo: tipo de poesa que se materializa en un soporte en prosa, la hibridez es

    falsa. En cuanto a la libertad formal, bastan los ejemplos magistrales aducidos de Juan

    Ramn Jimnez29, Luis Cernuda, el anterior de Ulln o, como constatamos en este

    estudio, de Antonio Carvajal, para confirmar el uso de procedimientos y formas

    tradicionales de ritmificacin soterradas en un discurso lineal que elude el verso, pero

    no el ritmo y sus procedimientos de creacin. Ahora bien, partiendo del anlisis

    sociolgico de la forma, resulta sorprendente el verso o el ritmo mental del sujeto

    libre ms utilizado en el poema en prosa, el endecaslabo o el ritmo de acento

    predominante en sexta slaba: El imperio del endecaslabo extiende sus alas incluso por

    llanuras aparentemente yermas o prosaicas30 o por Campo[s] abierto[s], parafraseando

    27 El problema esttico libertario del poema en prosa se soluciona a travs de la teora poltica ilustrada de la libertad bajo normas, la libertad del individuo termina en donde se inicia la del otro, la libertad de la poesa termina en donde comienza otro gnero... ms all se encuentra el caos. 28 Segn Isabel Paraso, si el verso libre posee un esquema no puede denominarse con este rtulo (I. Paraso, 1987: 115), al ser una contradiccin semntica, en suma, un oxmoron terminolgico. 29 No solo en la praxis, sino tambin en la teora condensada en Esttica y tica esttica: la prosa del y su acento sern siempre otros que los del ensayo o el cuento (J. R. Jimnez, 2005: 671) 30 Si bien, debemos distinguir su uso potico: de un lado, el endecaslabo mimtico y mecnico; y, de otro, el endecaslabo expresivo. Siendo ste el perseguido en la poesa carvajaliana, ora verso, ora prosa,

  • [39]

    la obra de Marta Agudo y Carlos Jimnez Arribas (2005). Y no slo este imperio, existe

    uno superior el de la poesa en verso, vigente a pesar de lo dicho, en casi la totalidad de

    la primera produccin de cualquier poeta en lengua espaola31. La verdadera poesa es

    la medida o, siquiera, la versada, podemos aceptar el uso del poema en prosa pero

    introducido en un conjunto, ahora s, mixto de poemas en verso y en prosa o en un autor

    que ha demostrado su calidad potica versificada. De este modo, cabra replantearse los

    modos de aproximacin, ahora s tradicionales, al poema en prosa para articular su

    estudio formal, explicitando lo que se ha encargado de enterrar la mitologa de la

    libertad para mantener su religin intacta, entre ellas el rechazo de la forma y su anlisis

    como detrimento de lo potico no slo por la frialdad crtica, sino por la inutilidad? de

    la aproximacin literaria, y descubriendo cmo uno de los aspectos de la poesa, lo

    formal, nos puede ayudar a entender la gnesis y vigor de un soporte potico bautizado

    bajo el desafortunado o conscientemente ocultado trmino de poema en prosa.

    como demuestra su variabilidad, la sacudida del modelo endecasilbico -Dicha distincin puede ampliarse a cualquier tipo de verso, estrofa hasta abarcar la mtrica en su totalidad-. Sirva como ejemplo la dilatada tipologa del endecaslabo realizada por Dionisio Prez Venegas (2001), cercado su mbito de estudio a la obra potica de Antonio Carvajal recogida en el volumen Extravagante Jerarqua (1983). 31 La llegada al poema en prosa por parte de los autores se realiza tras el conocimiento de la mtrica regular, la estacin final de la poesa: Octavio Paz inicia su decurso potico en 1933 y publica sus primeros poemas en prosa en 1951, guila o sol?, continuando sobre este soporte con El mono gramtico (1973). Esta constatacin podra argumentarse en dos motivos: Por el reconocimiento que implica el verso medido, frente al pblico y la tradicin, en los inicios poticos, y, alcanzado el prestigio en etapas posteriores, por la bsqueda de un nuevo soporte potico, exprimido o extenuado el jugo del verso, veleros mltiples para arribar a un mismo puerto: el poema en prosa. Ejemplos recin salidos del horno se encuentran en los poemarios de Juan Carlos Mestre o de Juan Andrs Garca Romn desde sus inicios en poemas en verso con Antfona del otoo en el valle del Bierzo (1986) presente ya el poema en prosa, arriesgado en la obertura del libro El otoo- o Perdida latitud (2004), respectivamente, hasta llegar al ltimo libro completamente en prosa La adoracin (2011), en el caso de Garca Romn, mayoritariamente en prosa, La bicicleta del panadero (2012), en Mestre.

  • [40]

    2.2. DELIMITACIN DEL GNERO

    No existe teora que no sea un fragmento,

    cuidadosamente preparado, de alguna autobiografa

    (Paul Valry, 1990: 78)

    2.2.1. EL POEMA EN PROSA COMO SUBGNERO POTICO

    El poema en prosa, rtulo contradictorio y paradjico (Daniel Leuwers, 1990:

    175) que ha llegado a ser calificado de oxmoron (Michel Beaujour, 1983: 50, apud B.

    Len Felipe, 1999: 34), en convivencia con el sinnimo aunque de menor extensin,

    poesa en prosa, utilizado por Juan Ramn Jimnez en una seccin del mismo ttulo

    dentro de su obra La colina de los chopos32, resuelve la problemtica generstica o

    genrica ubicndose en el interior del gnero poesa como subgnero potico (A. Garca

    Berrio y J. Huerta Calvo, 1995: 165-166), desechando su calificacin de gnero literario

    como fundamentacin o, simplemente, como habitualidad (G. Daz-Plaja, 1956: 23; S.

    Bernard, 1978: 12; A. Marchese y J. Forradellas, 1997: 321-322; o M. V. Utrera

    Torremocha, 1999: 22 n. 45), al no suponer sino un nuevo soporte o disposicin grfico-

    espacial, la prosa, dentro del gnero poesa33.

    Ms all de su calificacin potica, su nacimiento, desarrollo y consolidacin

    responde a una superacin de los gneros iniciada en el siglo XIX, ms an Incluso

    sera un signo de autntica modernidad en un escritor no someterse ya a la separacin de

    32 Hay que tener en cuenta el valor de este trmino en la potica de juanramoniana distinto a su semntica usual, aunque en conexin con ella. 33 Porque sta no deriva del uso del verso o de la prosa, sino del discurso potico frente al del relato (A. Marchese y J. Forradellas, 1997: 321), por lo tanto el verso no es requisito imprescindible (T. Blesa, 2001: 223), s excepcin, aunque nos revela esa ley cuya inslita y necesaria desviacin la constituye ella tambin (M. Blanchot, 1979: 225).

  • [41]

    gneros como indica Tzvetan Todorov en El origen de los gneros (T. Todorov,

    apud M. A. Garrido Gallardo, 1988: 31). Este subgnero, se caracteriza por la simetra y

    la regularidad, es decir, por la repeticin fnica y estructural cudruple apoyada en el

    tono, en la intensidad, en la cantidad y/o en el timbre (R. de Balbn, 1975: 357-358)

    generando cierta cadencia que, pudiendo ser mtrica, responde a unos impulsos

    rtmicos fijados, derivando, al igual que el poema lrico, en una unidad rtmico-

    semntica. La particularidad se encuentra en la diferente forma de articular los

    elementos del sonido para que sean fundamento de la expresin conjunta y unitaria

    (dem) a travs de los versos asimilados en oraciones como pausa medial y de la estrofa

    asimilada al prrafo como pausa final, integracin de grupos meldicos. Un texto

    estructurado con una lgica fuera del libre arbitrio y, como tal, abocado a una posible

    sistematizacin y estudio. Siempre teniendo en cuenta que algunas obras de arte

    Blanchot- amalgaman o superan la trada generstica tradicional superando los lmites

    para incardinarse dentro de la Literatura con maysculas, sea el caso de El Quijote, de

    Finnegans Wake o de los poemas en prosa de Antonio Carvajal, si bien estos van ms

    all de lo que Blanchot afirma todo libro remite nicamente a la literatura (M.

    Blanchot, 1979: 225), al remitir al arte y a la vida en toda su extensin y no solo nos

    referimos a la humana.

    De este modo, se investigaron los estudios formales a travs de una batida de

    diccionarios, estudios de mtrica, anlisis del fenmeno potico o, los ms exiguos,

    estudios sobre el poema en prosa, para desenterrar o constatar la ambigedad tanto

    definitoria como descriptiva y generstica: Slo encontramos la ausencia (T. Navarro

    Toms, 1983; o K. Spang, 1983: 18); las notas marginales (R. Baher, 1997: 80-81); la

    constante remisin al estudio histrico ms que rtmico de Daz Plaja para el caso

    espaol (R. Baher, dem), del exhaustivo y referente estudio de Bernard (1978), junto al

    de Ann Caws y Hermine Riffaterre (1983) para el caso francs; y de F. Nizet para el

    caso alemn (1964); el recorrido histrico-literario iniciado en Bertrand34 hasta llegar a

    34 Teniendo en cuenta que se ha sealado la utilizacin del trmino poema en prosa para designar, como en el caso de Bertrand, una nueva forma de prosa potica con anterioridad a este en Barbey dAurevilly y su Amade escrito en 1835 y calificado como une espce de pome en prose (Pascale Auraix-Jonchire, apud Jules Amde Barbey dAurevilly, 2000: 136), aunque su inclusin sera en el seno del relato breve por su extensin (Jernimo Martnez Cuadrado, apud Concepcin Palacios Bernal, ed., 2003: 207-217) y que Bertrand nunca emple el trmino poema en prosa, a pesar de su conciencia de la novedad Jai essay de crer un nouveau genre de prose (S. Bernard, 1959: 60). Si bien, Curtius, proporciona el dato ms antiguo de la denominacin: En la temprana Edad Media se emplea tambin el trmino prosa aplicado al poema rtmico []. En un poema del perodo longobardo, fechado en 698, dice el autor que

  • [42]

    Juan Ramn Jimnez (A. Marchese y J. Forradellas, 1997: 321-322) o iniciado con

    Novalis para culminar en Cernuda (A. Garca Berrio y J. Huerta Calvo, 1995: 165-166;

    y M. V. Utrera Torremocha, 1999); la insercin de textos narrativos calificados de

    poemas en prosa (G. Daz-Plaja, 1956; P. Aulln de Haro, 1979; J. Gil de Biedma,

    1980; o J. Domnguez Caparrs, 1999: 281); algn estudio exhaustivo donde el

    recorrido histrico se salpica de algunas nociones rtmicas y en el que se califica como

    gnero hbrido, mixto o cruzado y dada su disposicin tipogrfica en prosa y su efectiva

    filiacin con los gneros narrativos, el poema en prosa obliga a una nueva definicin de

    la poesa no fundamentada en el verso (M. V. Utrera, 1999: 12) perpetuado en casi

    todos los estudios o referencias al poema en prosa; y la omnipresente figura de

    Baudelaire y sus Pequeos poemas en prosa como partida de nacimiento y carta de

    ciudadana del gnero, seguido de la inclusin del poema en prosa en el gnero potico,

    al no ser requisito indispensable la versificacin (K. Spang, 1996: 60; y T. Blesa, 2001:

    223), aunque con objeciones (A. Garca Berrio y J. Huerta Calvo, 1995: 165-166). Sin

    olvidar la relevancia de los tres ltimas tesis doctorales publicadas en Espaa, al

    respecto: Benigno Len Felipe: El poema en prosa en Espaa (1940-1990) (1999);

    Carlos Jimnez Arribas: El poema en prosa en los aos setenta en Espaa (2004); Marta Agudo. De ah, nuestro propsito de anlisis formal a partir de la praxis, omitido

    en la mayora, aunque con apuntes sobre el ritmo y su concepcin autorial para autores

    franceses y algn que otro espaol, caso de Rubn Daro, Juan Ramn Jimnez o

    Cernuda (M. V. Utrera Torremocha, 1999), basado en la recurrencia de elementos

    rtmicos (G. Daz Plaja, 1956; o J. Domnguez Caparrs, 1999: 281)35 o la metrificacin

    de la prosa en el esclarecedor estudio de M. A. Mrquez (2003)36.

    no domina la mtrica y que por lo tanto escribe en prosa, como si fuera un pequeo discurso / (scripsi per prosa ut oratiunculam: Poetae, IV, p. 731, estr. 18). Este texto constituye el ejemplo ms antiguo del empleo de prosa para designar un poema; el poema no entraba en ninguno de los esquemas rtmicos [] aqu el trmino est, por decirlo de algn modo, a medio camino del significado poesa mtrica. La verdadera transicin se encuentra en un poema del siglo VIII o IX, que lleva el nombre de prosa compositum []. El empleo de la palabra prosa para designar a la poesa hall nuevo terreno de aplicacin al inventarse la secuencia, en el siglo VIII (E. Curtius, 1995: 219) Esta innovacin hizo poca y tuvo tan grande importancia, fue porque por vez primera quit a la poesa las trabas tradicionales, librndola de los escasos esquemas mtricos y rtmico existentes (K. Strecker, apud E. Curtius, 1995: 220). 35 El poema en prosa desarrolla un asunto propio de la lrica y ofrece un conjunto armnico que proviene de la combinacin de frases de ritmos variados que, sin embargo, generalmente se subordinan a la estructuracin semntica del discurso (H. Beristin, 2000). 36 La obsesin de la metrificacin de la prosa como accin reprobable, se constata como opinin general del siglo XVIII, al sealarse evitar la inclusin de versos en la prosa:

  • [43]

    El poema en prosa se presenta ante el crtico como un gnero incmodo a la hora

    de realizar clasificaciones globalizadoras y diluyentes de las diferencias. Lo potico, por

    tanto, despus del nacimiento del poema en prosa no estara en la versificacin como

    marca visual del mismo, sino en un empleo especial del lenguaje. Mara Victoria

    Utrera explica la inclusin del poema en prosa dentro del gnero poesa por la forma

    interior o la sugerencia y el misterio que se ligan a la evocacin de la palabra o la

    recreacin de lugares, paisajes y situaciones extraas, la unidad formal unida

    generalmente a la unidad espiritual, que supone una revelacin ontolgica de naturaleza

    trascendente, la sinceridad y el fondo subjetivo (M. V. Utrera, 1999: 14). No obstante,

    la crtica soslaya cualquier anlisis formal del sistema potico, basndose en

    convenciones de corte romntico-modernista: la subjetividad, la sinceridad, el misterio,

    situaciones extraas mitologas subjetivas y aproximaciones vagas (G. Daz-Plaja, P.

    Aulln de Haro, J. Fernndez o Vivanco, entre otros, op. cit.)

    Una de las claves de esta situacin se debe al trasvase de la teorizacin y prctica

    del poema en prosa en Francia de la mano del estudio pionero y esplndido de Suzanne

    Bernard (1957, 1978), al caso espaol sin teorizar y analizar la realidad hispnica de

    este fenmeno como un proceso con trasvases de influencia, si bien dismil ya que,

    aunque puede poseer caractersticas de aqul, tambin puede auspiciar bajo el mismo

    rtulo un hecho potico distinto. El equvoco podra radicar en los bernardistas

    hispnicos que leyeron el poema en prosa espaol a partir del estudio de sta, por

    ejemplo en su caracterizacin de Los cantos de Maldoror lautramontianos:

    Le pome en prose, tel que Lautramont la conu, est quelque chose dentirement

    neuf, qui tient dire que Les Chants de Maldoror pulvrisent les cadres stricts du pome en

    prose conu comme un genre littraire bien dfini

    (S. Bernard, 1978: 247)

    Il faut viter les vers dans la prose autant quil se peut, sur tout les Alexandrins, et le vers

    communs, mais particulierement les Alexandrins [] Mais il les faut principalement viter quand ils commencent, ou achevent la periode, et quils font un sens complet

    (Claude Favre de Vaugelas, 1672: 81)

  • [44]

    2.2.2. POESA Y NARRACIN. PROSA Y VERSO

    2.2.2.1. TTRADA DE NOCIONES NEBULOSAS

    Empleamos nociones tradicionales, fundamentalmente binarias herederas del

    platonismo y el cristianismo, para la descripcin de fenmenos y conceptualizaciones

    modernas que suponen su ruptura o equvoco. Los trminos prosa y verso, cartulas

    llamativas y tiles para el lenguaje en su definicin estndar, se convierten, cuando nos

    introducimos en el lenguaje literario y, sobre todo, a partir de la modernidad y el

    nacimiento del verso libre y el poema en prosa, en etiquetas que ms que agilizar la

    comunicacin, la problematizan tanto por su ambigedad como por su insuficiencia,

    necesitamos recaracterizar o redefinir los trminos, nombrar de nuevo lo real37.

    De esta forma, correspondera diferenciar las nociones, agrupadas en binomios:

    prosificacin del verso y prosificacin de la poesa38, porque una cosa es soporte y otra

    procedimiento, ninguno de los dos casos supone un salir del gnero potico: en el caso 37 Para la problemtica de la terminologa baste sealar la preocupacin terica de Valry por los instrumentos de anlisis potico y, sobre todo, de Carvajal por los trminos cadencia, medida y ritmo, reconocidos en la prctica y no slo potica, pero desconocidos e insuficientes en su delimitacin terica (P. Valry 1990: 142 y 186; y A. Carvajal 2002: 73). 38 La confusin se encuentra en Alfonso Reyes Verso y prosa, [] han tendido a emulsionarse otra vez, por una parte, con la vuelta al versculo y el hasto de los metros y rimas fijos y, por otra, con el afn de dar a la prosa ciertos nuevos atavos rtmicos. La confusin parte de los dos polos hacia el centro: en el verso afloja, y en la prosa aprieta, los rigores acsticos. Esta segunda tendencia, que llamaramos la versificacin de la prosa, no parece haber prosperado en nuestro tiempo; en cambio, prospera la otra, que llamaramos tendencia a prosificar el verso (A. Reyes, 1963: 479). Tendencia que se remonta al romanticismo, desde el mismo prefacio de Wordsworth a Lyrical Ballads (1798), como ritmo y lenguaje primigenio, original y cercano, por tanto, al origen intacto y acorde con la naturaleza: la armona de forma y fondo a travs de la armona de lenguaje original y naturaleza en una edad de oro. Consideracin tambin presente en A. E. Schlegel a partir de los planteamientos de Vico y Herder. Esta prosificacin del verso tambin est presente y llevada al lmite en Antonio Carvajal y su poema Ad petendam pluviam (o de cmo conjurar una cursilada prosaria con unos cuantos versos de cabo doblado, un pseudo dctilo catalctico y otro quebrado) [la negrita es nuestra] (A. Carvajal, 1996b: 8; y 1999: 22), analizado por J. Domnguez Caparrs (2010: 83-89). La prosificacin del verso y la versificacin de la prosa, procedimientos que depende de la recepcin y la expectativa lectora, junto al eje fundamental de la velocidad que imprime la diversa tipologa del verso comprese el tempo de un pentaslabo y un alejandrino- frente a la unicidad en la narrativa ms all del empleo de recursos grficos que aceleren o ralenticen la lectura-.

  • [45]

    del primero sealamos la disposicin visual en prosa, de un conjunto de versos ocultos:

    el poema en prosa mtrico; en el segundo caso, hablamos, bien de gnero prosa y

    gnero poesa con la introduccin en sta de una sintaxis, lxico o gramtica propia de

    aqulla, el verso libre prosaico39, o bien de forma prosaica y forma potica con la

    disposicin en prosa de la poesa, el poema en prosa. Los trminos contrarios,

    poetizacin de la prosa y versificacin de la prosa, sealan el procedimiento y remiten

    al gnero narrativo: de un lado el verso como soporte del relato, la prosa rtmica o

    mtrica; de otro los rasgos poticos como constructores, la prosa potica40. En

    definitiva, y en lo que nos concierne, el poema no supone una ida desde la prosa como

    gnero hacia la poesa sino una bsqueda, reincidimos, potica en un soporte visual

    prosaico.

    El origen de ambos resortes lo encontramos en el siglo XIX y la culminacin en el

    siglo XX, como seala Octavio Paz en Los hijos de limo:

    Mediante el dilogo entre prosa y poesa se persegua, por una parte, vitalizar a la

    [segunda] por su inmersin en el lenguaje comn, y por la otra, idealizar a la prosa,

    disolver la lgica del discurso en la lgica de la imagen. Consecuencia de esta

    interpretacin: el poema en prosa y la peridica renovacin del lenguaje potico, a lo

    largo de los siglos XIX y XX, por inyecciones cada vez ms fuertes de habla popular

    (O. Paz, 1994: 383-384)41

    39 sta tambin puede afectar al contenido como refleja el poema Prose de Stphane Mallarm (T. Blesa, 2001: 223) o el poema de Serenata y navaja Prosa del seco esto de Antonio Carvajal (1973: 125). Para Elise Richter es imposible trazar fronteras entre estilo artstico y lengua comn, ms an diramos nosotros, fluyen y refluyen una en otra: hay versos que se han lexicalizado formando parte del habla comn Juventud, divino tesoro o cualquier tiempo pasado fue mejor y viceversa, el fenmeno del prosasmo en el siglo XX. Entonces podramos hallar una sucinta lnea, una fina capa que dividiera ambos fenmenos pero que no fuera como una corteza, sino como un retculo endoplasmtico celular en el que la clula, ya sea el plano artstico o viceversa, permite la introduccin de elementos externos en un vaivn acuoso, en donde cada poeta-clula-habla, posee sus propios mecanismos de apertura no idnticos, aunque s semejantes. As la clula potica vive a partir del alimento externo, de la lengua, pero en ellas esa lengua, habla, gramtica sufre un proceso de extraamiento, de absorcin hasta los lmites de las posibilidades del lenguaje: el material externo se convierte en energa interna. 40 Aunque con excepciones como la versificacin de la prosa realizada por Antonio Carvajal en dos poemas en prosa -la inversin juanramoniana de la prosificacin del verso- a saber: Alhambra: estacin de las horas en el catlogo pictrico de M. T. Martn-Vivaldi (1999) versificado posteriormente en el libro Diapasn de Epicuro (2004: 86-87) y el poema en prosa Qu sensacin de tacto bajo la piel en el catlogo de una exposicin pictrica de Francisco Lagares (1995) posteriormente versificado en el libro Raso milena y perla (1996: 45). 41 Esta renovacin de la poesa occidental, y cabra preguntarse en el caso que aludimos las relaciones de poder que esconde, expande su eje de accin hasta Japn, que tras la victoria militar sobre Rusia en 1905, absorbe un influjo de su poesa junto con la francesa moderna, introduciendo un nuevo gnero potico en

  • [46]

    Se intentaba eliminar con la ruptura de las fronteras, la idealizacin de la poesa

    frente al resto, frente a la literatura, mediante el uso de la prosa potica y el empleo de

    nuevos modelos de expresin, caso del poema en prosa. Pero, en el fondo, se mantena

    intacta en la cumbre y tan slo se irradiaba una breve luz sobre la prosa, sobre lo bajo,

    dignificando un nuevo modo de expresin prosaico que, lejos de ser prosa, mantena

    las diferencias clarividentes entre los dos gneros. Tras la apariencia de novedad y de

    ruptura, en lo profundo se mantuvo la diferenciacin y la jerarqua de los gneros,

    iniciada en Aristteles. Como seala Miguel ngel Garca Parece, por las palabras de

    Paz, que poesa y prosa dejan de separarse hacia fuera, como fuerzas centrfugas (M.

    A. Garca, 2001). Y el verbo nos da la clave, parece:

    La poesa en el estrato superior el Albatros de Baudelaire, las Torres de dios!

    Poetas! de Daro, el poeta es un pequeo dios de Huidobro, nuevamente la herencia

    romntica soterrada en movimientos posteriores42- utiliza un nuevo modelo de

    expresin, la prosa como soporte -el poema en prosa- o procedimiento -el verso libre-

    pero manteniendo las diferencias, no mezclando su pureza, porque la poesa frente al

    habla, como seala Bousoo, supone un salto de lo genrico a lo individual (C.

    Bousoo, apud D. Alonso y C. Bousoo, 1951: 190-191)43.

    Y la prosa en el estrato inferior de la valoracin tradicional de los gneros, recoge

    algunas maneras de la poesa -en su afn de elevar su estatus social-, la prosa potica.

    Pero todo queda en su sitio, en su margen libertaria: en el aire la poesa y la prosa en la

    Japn: el poema en lengua hablada (Koogoshi), donde no se tiene en cuenta el nmero de slabas ni de versos y en el que el poeta mediocre poda producir mera prosa, y un buen poeta algo parecido a la prosa potica. (Fernando Rodrguez-Izquierdo, 1994: 113). 42 O incluso la pre-romntica de Chateaubriand a propsito de su narrativa en Atala en el prefacio de esta obra:

    Je suis oblig davertir quesi je me sers ici du mot de pome, cest faute de savoir comment me faire entendre autrement. Je ne suis point de ceux qui confondet la prose et le vers. Le pote, quoi quon en dise, est toujours lhomme par excellence, et des volumes entiers de prose descriptive ne valent pas cinquante beaux vers dHomre, de Virgile ou de Racine

    (Chateaubriand, 1859: 2, vol. 3). 43 La lengua ordinaria (esto es, la lengua en cuanto sistema inalterado, lo mismo si la consideramos en acto que si la consideramos en depsito) no puede, en consecuencia [] alzarse a poesa. Para obligarla a un servicio lrico, el lenguaje debe sufrir una honda transformacin. Ha de ser sometido a una serie sucesiva de cambios, [] de sustituciones. Por ello, no tiene sentido hablar en poesa de lenguaje directo (C. Bousoo, apud D. Alonso y C. Bousoo, 1951: 191) As, la poesa se sirve de la ruptura del sistema a pesar del empleo, sobre todo en el siglo XX de la apariencia prosaica siempre enmarcada en un proceso potico de extraamiento- hilvanada a otra serie de procedimientos poticos: el clmax, el contraste, la reiteracin que suponen la sustitucin de signos que aprisionan significaciones genricas o analticas, segn los casos, por signo que, paralelamente, aprisionan significaciones, segn los casos, individuales o sintticas (ibd.: 192)

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    tinta, al menos en el mbito libre de la produccin capitalista y sus habitantes. En

    Csar Vallejo encontramos dicha polaridad: La prosificacin de la poesa en el soneto,

    composicin estrfica excelsa dentro del canon del verso medido, Piedra negra sobre

    piedra blanca en donde sta afecta a la semntica y a la forma articulada a partir de un

    ritmo inusual, forzado y antirrtmico, semntico. La prosa de la muerte extiende sus

    dominios a la sintaxis entrecortada y al ritmo desequilibrado en combate.

    Jueves ser, porque hoy, jueves, que proso

    estos versos, los hmeros me he puesto

    (C. Vallejo, 1988: 155)

    Y la versificacin de la prosa en su obra de 1939, Poemas en prosa (op. cit.) como

    bsqueda de una nueva realidad, el surrealismo hace acto de presencia, la prosa de la

    vida como seala Juan Carlos Rodrguez a partir de su interpretacin de Hegel en los

    poemas en prosa de Vicente Aleixandre (J. C. Rodrguez, apud S. Arlandis y M. A.

    Garca, 2011: 22)- y su acabamiento con la muerte en prosa, s pero a travs del uso de

    procedimientos de repeticin:

    1. Fonolgicos, similicadencias de varias palabras por final similar

    Hometleuton o similiter desinens- o por morfologa idntica -Homeptoton o Similiter

    candens-: Un sitio muy grande y lejano y otra vez grande (C. Vallejo, 2002: 89).

    2. Morfolgicos por morfologa idntica homeptoton-, inmortal, inmemorial

    (dem: 104); por la variacin del caso en el verbo o en el sustantivo Polptoton o

    traduccin-, Y desfila por el color amarillo a llorar [] Llora de m [] Mi madre

    llora (dem: 90); por la insercin de varios vocablos formados por un morfema

    comn Derivacin-; por repeticin de una misma palabra Geminacin-; por repeticin

    de una misma palabra al inicio de cada prrafo Anfora-: Muri (dem: 90-92),

    por repeticin de una misma palabra al final de cada oracin o prrafo Epfora-:

    Mutilado del rostro, tapado del rostro, cerrado del rostro (dem: 105).

    3. Sintcticos por igualdad de nmero de vocablos Isocolon-, por repeticin de

    miembros Plurimembracin y Trimembracin-: Alejarse! Quedarse! Volver!

    Partir! (dem: 106), Algo te identifica con el que se aleja de ti, y es la facultad comn

    de volver: de ah tu ms grande pesadumbre.

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    Algo te separa del que se queda contigo, y es la esclavitud comn de partir: de ah

    tus ms nimios regocijos. (dem); por repeticin de estructura Paralelismo-,

    procedimiento fundamental en los poemas en